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Cabildo de Buenos

Aires (institución)
Institución política del Imperio Español primero
y luego del las Provincias Unidas del Río de la
Plata

Véase también: Cabildo de Buenos Aires

El Cabildo de Buenos Aires fue una institución


que inicialmente fue un cabildo colonial
fundado en 1580 cuando la segunda fundación
ciudad de Buenos Aires, ciudad que hasta 1880
se llamó "Ciudad de la Santísima Trinidad y
Puerto de Nuestra Señora del Buen Ayre" ,[2] y
que luego de la Revolución de Mayo de 1810
que derrocó al virrey español Baltasar Hidalgo
de Cisneros y derivó en la guerra que llevó a la
independencia de las Provincias Unidas del Río
de la Plata, se transformó en una Junta de
Gobierno que funcionó hasta su disolución en
1821 por el gobernador de Buenos Aires Martín
Rodríguez en quedó reemplazada en sus
funciones por la Junta de Representantes de
Buenos Aires.
Cabildo de la Ciudad de la Santísima Trinidad y Puerto
de Nuestra Señora del Buen Ayre

Edificio del Cabildo de Buenos Aires


Datos generales
Tipo Elites
Composición
Miembros 9 (salvo un caso grave en
que se convocaba a un
Cabildo Abierto de hasta
un máximo de 600
vecinos)[1]

Véase también: Museo del Cabildo de Buenos Aires

También en el edificio del Cabildo de Buenos


Aires funcionó la Real Audiencia de Buenos
Aires, el más alto tribunal de apelación de
segunda instancia en el territorio, desde 6 de
abril de 1661 hasta el 23 de enero de 1812,
cuando se la reemplazó por una Cámara de
Apelaciones. Y el 13 de septiembre de 1810 la
Primera Junta creó la Biblioteca Pública de
Buenos Aires, siendo su primera ubicación,
durante dos años, el edificio del Cabildo. Pero
la institución que funcionó por más tiempo en
ese edificio fue la Cárcel de Buenos Aires,
desde 1608 hasta 1877 en que se transfirieron
sus presos a la desaparecida Penitenciaría
Nacional de la calle Las Heras, cuando fue
inaugurada.[3] Desde noviembre de 1939 el
edificio funciona como museo.[4]

Durante el Imperio español

El Imperio Español en tiempos de la segunda fundación de


Buenos Aires en 1580 y de su cabildo, bajo el reinado de
Felipe II, distinguiendo el ámbito de cada Consejo territorial
en el sistema polisinodial del Imperio Español
     Territorios adscritos al Consejo de Indias
Los primeros cabildantes coloniales

El Cabildo fue una institución creada en la


ciudad de Buenos Aires durante el reinado de
Felipe II de España al momento de la segunda
fundación el 11 de junio de 1580 por Juan de
Garay y usando sus prerrogativas de fundador
de la nueva urbe, designó a los primeros siete
miembros del Cabildo, que en aquel entonces
estuvo en la órbita de la gobernación del Río de
la Plata y del Paraguay:[5]

Alcaldes ordinarios: Rodrigo Ortiz de


Zárate[6] (de primer voto) y Gonzalo Martel
de Guzmán[6] (de segundo voto).
Regidores: Pedro de Quirós,[6][7] Diego de
Olavarrieta,[6][7] Antonio Bermúdez,[6][7] Luis
Álvarez Gaytán,[6][7] Rodrigo de Ibarrola,[6][7][8]
—que por alguna razón fuera substituido por
el entonces alguacil mayor Hernando de
Mendoza,[6][8] en octubre[8] del mismo año—
y Alonso de Escobar.[6][8]
Procurador: Juan Fernández de Enciso.

Cumplidos sus mandatos, los siguientes


alcaldes y regidores fueron elegidos por los
regidores salientes cada 24 de junio hasta que
a principios del siglo XVII comenzaron a
hacerlo cada 1 de enero, no pudiendo ser
reelegidos hasta pasados dos años y debiendo
ser confirmados por el gobernador.

El 20 de octubre de 1580 el Cabildo de Buenos


Aires eligió como patrono de la ciudad a San
Martín de Tours y patrona a Nuestra Señora de
las Nieves.

Las condiciones para ser designado Alcalde


ordinario debieron haber sido muy exigentes,
pues de los más de sesenta primeros
pobladores de Buenos Aires solo ocho
accedieron a ese cargo: Antón Bermúdez,
Antón Higueras de Santana, Pedro de Izarra
(años 1590, 1605 y 1616), Gonzalo Martel de
Guzmán, Hernando de Mendoza, Pedro Morán,
Rodrigo Ortiz de Zárate, Andrés de Vallejos.

Desarrollo institucional
Monumento en Buenos Aires a su fundador y creador de su
Cabildo Juan de Garay.

Inicialmente dependiente del Virreinato del


Perú, el Cabildo de Buenos Aires, al igual que
otros cabildos coloniales, funcionó como
ayuntamiento o corporación municipal de la
ciudad pero, por la lejanía con la metrópoli, el
rey de España le admitió un alto grado de
autarquía hasta fines del siglo XVIII, cuando las
reformas borbónicas avanzaron sobre las
atribuciones del cabildo, principalmente por la
creación de las intendencias.
Al igual que los demás cabildos de la América
española, el Cabildo de Buenos Aires como
institución tenía primariamente atribuciones
judiciales y de administración municipal. Los
Alcaldes ordinarios del cabildo administraban
justicia en primera instancia en lo civil y
criminal, mientras que los Regidores y otros
funcionarios se ocupaban de los distintos
quehaceres de la administración comunal,
tales como el aseo, el ornato y el
abastecimiento de la ciudad y su ejido. El
Cabildo también tenía algunas atribuciones
políticas, pues hasta que en 1716 fue creado el
cargo de Teniente del Rey los Alcaldes
Ordinarios suplantaban interinamente al
gobernador.[9] Para representar sus intereses
podía el cabildo enviar procuradores a España
o dirigirse por carta al rey.

Solo podían integrar el Cabildo y votar en los


cabildos abiertos aquellos ciudadanos que
eran vecinos permanentes de la ciudad,
poseyendo alguna propiedad y teniendo familia
y oficio no vil. Al alcalde ordinario de 1° voto le
correspondía ser juez en lo civil y al de 2° voto
en lo penal, mientras que los alcaldes de
hermandad administraban justicia en la
campaña.

Los regidores formaban en conjunto el llamado


regimiento y se los elegía y votaban en un
orden determinado. El cargo de alférez real,
quien portaba el estandarte del rey,
representaba el mayor honor y podía
acumularse con otro cargo. Otros funcionarios
eran elegidos por el cabildo entrante: entre
ellos el fiel ejecutor, el alguacil mayor, el
mayordomo y el síndico procurador. El tesorero
y el contador eran oficiales reales.

Los alcaldes en general eran legos, no


versados en derecho, y aunque esa falencia se
suplía con el buen tino y el sentido común, y la
experiencia que paulatinamente se iba
aquilatando, se exigía que fuesen elegidas las
personas públicamente tenidas por las más
probas y honradas, y que además fuesen
instruidos y supiesen leer y escribir. Debían
tener carácter de vecino, poseer casa poblada
en la ciudad, y siempre se debía dar preferencia
a los descendientes de los primeros vecinos
pobladores, pues a estos le asistían los
mismos derechos que a los hidalgos
peninsulares, conforme una disposición del rey
Felipe II.

A partir de 1591 el rey ordenó que los cargos


menores pudieran ser vendidos en subasta
pública —que normalmente se hacía en Potosí
— para ser ejercidos en forma vitalicia y
transferible a terceros, siendo Bernardo de
León el primero en adquirir un cargo —el de
depositario general— en 1607, que ejerció por
30 años.[10] Luego el rey ordenó que los cargos
de regidores y otros oficios sin jurisdicción
judicial fuesen también vendidos, por lo que en
1617 Juan de Vergara compró los 6 cargos de
regidores y los distribuyó entre sus parientes. A
partir de entonces las elecciones solo se
hacían para nombrar a los dos alcaldes
ordinarios, al alférez real y a los alcaldes de
hermandad, sin embargo, por falta de
interesados muchas veces se producían
vacantes, lo cual indujo a la Real Audiencia a
alquilar cargos por un año a partir de 1663.[11]

Desde 1705 los regidores volvieron a ser


elegidos, alternando anualmente con los
vitalicios, y debiendo ser confirmados por el
gobernador que era el presidente del cabildo.

A partir de 1713 cambió de dinastía reinante


española, los Austrias fueron reemplazados
por los Casa de Borbones. Los Borbones
modificaron toda la organización territorial
unificándose todo el imperio con el objetivo de
homogeneizar y centralizar el Estado Español
utilizando el modelo territorial de Francia. Con
ellos llegaron ideas mercantilistas francesas
basadas en una monarquía centralizada,
puesta en funcionamiento en América
lentamente. Sus mayores preocupaciones
fueron romper el poder de la aristocracia criolla
y también debilitar el control territorial de la
Compañía de Jesús: los jesuitas fueron
expulsados de la América española en 1767.

Entre 1717 y 1718 las instituciones para el


gobierno de las Indias, el Consejo de Indias y la
Casa de la Contratación, se trasladaron de
Sevilla a Cádiz, que se convirtió en el único
puerto de comercio con las Américas.

En 1776 fue creado el Virreinato del Río de la


Plata con capital en la ciudad de Buenos Aires.

Entre 1785 y 1799 los alcaldes ordinarios


tuvieron mandatos de dos años con renovación
de uno cada año, y desde 1786 se suprimieron
los regidores vitalicios y se incorporó al cabildo
el síndico procurador.[12]

Desde finales del siglo XVIII la Guerra anglo-


española (1804-1809) entorpeció el comercio
español con América, hasta el punto de
interrumpirlo casi por completo: en 1801 el
promedio anual de exportaciones a las Indias
había descendido un 93%; las importaciones
también cayeron radicalmente. Tras la
destrucción de la flota española en la batalla
de Trafalgar, en 1805, Gran Bretaña se
aventuró, incluso, al ataque directo a las costas
americanas. En 1806 y 1807 la armada
británica trató de ocupar Buenos Aires y las
autoridades virreinales rechazaron el ataque.
Una acción que reveló la impotencia de España
para defender sus reinos ultramarinos y
demostró a los criollos (descendientes de
españoles nacidos en América) la propia
fuerza que tuvieron en el desarrollo y el triunfo
frente a las pretensiones inglesas.

Gestión durante diferentes períodos


Audiencias del Virreinato del Perú en 1650.

Luego de creada la gobernación del Río de la


Plata

Primera vista conocida de Buenos Aires, cuando existía la


gobernación del Río de la Plata, pintada hacia 1628 por un
h l dé
holandés.

En 1617 se creó la gobernación del Río de la


Plata en la zona de la cuenca del Río de la
Plata. Formó parte del Virreinato del Perú hasta
el año 1776, fecha en la cual pasó a integrar el
recién creado Virreinato del Río de la Plata,
conservando el nombre común bonaerense
como el oficial.

A principios del Siglo XVIII Don Miguel de Solá


y de Medinaceli, padre del presbítero patriota
Juan Nepomuceno Solá, fue Regidor del
Cabildo.

En 1736 Domingo de Basavilbaso, el padre del


servicio de correo en Argentina, fue el Alcalde
ordinario y Regidor en 1767.

En 1747, 1748 y 1759 el comerciante Francisco


Rodríguez de Vida fue Alcalde ordinario.[13]

En 1752 una serie de malones impulsó al


Cabildo a proponer un avance de la línea de
fronteras militares, siguiendo el avance de
hecho de la población de campaña y
permitiendo dejar territorio a retaguardia. Los
fuertes se ubicarían uno sobre las nacientes
del río Salto (Fuerte de Salto), que se
convertiría en avanzada del fuerte de Arrecifes,
en Laguna Brava (Guardia de Luján o Fuerte
San José de Luján, actual Mercedes) como
puesto avanzado del fuerte de Luján y en la
laguna de Lobos (Fortín Lobos).
Entre 1755 y 1776 Don Juan de Lezica y
Torrezuri fue Alcalde ordinario.[14] En 1755
Lezica, en nombre los vecinos de la aldea
formada en Lujan hacia 1738 en torno al
templo parroquial, pide al gobernador de
Buenos Aires, José de Andonaegui, y al rey de
España, Fernando VI, el título de villa para esa
población y la consiguiente instalación de un
cabildo. El 17 de octubre de 1755 Andonaegui
concede lo pedido, denominando a localidad
Villa de Nuestra Señora de Luján por el papel de
dicha imagen mariana en la formación de la
aldea favorecida. Lezica es conocido por haber
elevado Luján al rango de "villa" y por ser el
benefactor de su primer templo, hoy demolido
pero cuyas fundaciones sirvieron para erigir la
actual Basílica de Luján.

Entre 1756 y 1766 Marcos José de Riglos fue


Alcalde ordinario de segundo voto y Alférez
Real del Cabildo porteño.

En 1757 y 1766 Manuel de Escalada y Bustillo


de Ceballos, el más acaudalado comerciante
de la ciudad, fue Regidor del Cabildo. Escalada
fue padre de dos destacados funcionarios de la
ciudad de Buenos Aires durante los últimos
años del Virreinato del Río de la Plata y los
primeros de las Provincias Unidas del Río de la
Plata: Francisco Antonio y Antonio José (este
último fue suegro de José de San Martín).[15]
En 1759 Vicente de Azcuénaga fue elegido
Alcalde ordinario, y al año siguiente, Regidor
del mismo.

En 1769 y 1776 José Antonio Gregorio de


Otálora se desempeñó como Alcalde de
segundo voto. Ese último año fue designado
juez de menores y vocal de la Junta de
Temporalidades. Anteriormente, en 1759 y
1763 había sido designado Regidor del Cabildo
y en 1780 volvió a ser designado aunque se
excusó por enfermedad.
El Virreinato del Río de la Plata
     Territorio soberano.
     Territorios reclamados.
.

En 1777, recién creado el Virreinato del Río de


la Plata, fueron nombrados Regidores del
Cabildo Miguel de Azcuénaga, hijo de Vicente, y
Francisco Antonio de Escalada, hijo de Manuel.

A partir de la creación de la Intendencia de


Buenos Aires
En 1778 se creó la Intendencia de Buenos Aires
o provincia de Buenos Aires, también
denominada intendencia de ejército y provincia
de Buenos Aires y superintendencia de Buenos
Aires fue un entidad política y territorial
integrante de la monarquía española dentro del
Virreinato del Río de la Plata. Se extendió por
territorios que hoy forman parte de la
República Argentina, Uruguay y Brasil. Luego de
la Revolución de Mayo de 1810 continuó
existiendo como parte de las Provincias Unidas
del Río de la Plata hasta su constitución en
provincia de Buenos Aires el 16 de febrero de
1820.

En 1780 Antonio José de Escalada, hermano


de Francisco Antonio, fue Regidor del Cabildo.
Desempeñó después los cargos de Alcalde
ordinario, Miembro del Real Consulado,
Canciller de la Real Audiencia y Síndico
Procurador.

En 1783, Francisco Antonio de Escalada fue


electo Alcalde ordinario de segundo voto y
Juez de Menores. Pasó a desempeñar las
funciones de Alcalde ordinario de primer voto
en 1784.

Desde 1795 a 1796 el importante comerciante


y político Martín de Álzaga se desempeñó
como Alcalde ordinario de primer voto del
Cabildo. Se opuso siempre a la apertura
comercial o libre comercio, a través de varios
memoriales.
En 1797 Marcos José Rivas fue nombrado
Alcalde ordinario.[16] Ese mismo año, el
comerciante Cornelio Saavedra fue nombrado
Regidor cuarto del Cabildo. También en 1797
José Santos Incháurregui fue designado
Regidor y renovó su banca en 1800 y 1806.

En 1797, 1800 y 1806 José Santos Incháurregui


fue Regidor.

El 31 de diciembre de 1802 el Cabildo propuso


al Rey Carlos IV de España que nombrase a su
valido y Ministro el Príncipe de la Paz Manuel
Godoy "Regidor honorario del Cabildo de
Buenos Aires". El rey accedió por Real Cédula
del 29 de octubre de 1803.
El 23 de mayo de 1804 Cristóbal de Aguirre fue
elegido Regidor Perpetuo y Alcalde de primer
voto del Cabildo a propuesta del Alcalde de
primer voto Domingo de Igarzabal.

Una de las funciones principales del cuerpo 


municipal era asegurar el regular
abastecimiento de alimentos a la ciudad,
especialmente de pan y carne. Asociada a esta
función, el Cabildo ostentaba la potestad de
establecer precios de referencia para estos
principales productos de consumo popular. El
abasto quedaba a cargo del Fiel Ejecutor,
miembro del ayuntamiento y encargado de
controlar la entrada de ganado -especialmente
vacuno- a la ciudad. En buena medida debido al
crecimiento demográfico sostenido de la urbe
a fines del siglo XVIII -población estimada en
25.000 habitantes para 1778- esta función del
Cabildo se volvió central, debido a que debía
asegurar el abastecimiento de alimentos de
consumo cotidiano a precios accesibles a fin
de evitar motines y tumultos por carestía,
conflictos recurrentes en otras ciudades
americanas.[17] [18]

Durante las Invasiones Inglesas

Invasiones Inglesas a Buenos Aires, pintado por Madrid


Martínez, litografía de 1807 con el texto:
Reconquista de Buenos Aires por el
capitán de navío D. Santiago Liniers,
haciendo prisionera a la guarnición
inglesa con su comandante Beresford.
Vuelve la escuadra británica en 1807
a atacar con empeño la misma plaza,
y es rechazada por el valor de
nuestros marinos y soldados.

En el marco de la Guerra anglo-española (1804-


1809) -onceava guerra anglo-española-,
corriendo el año 1806 Francisco Belgrano,
hermano del prócer argentino Manuel Belgrano,
fue Regidor del Cabildo y Defensor de Menores,
tocándole tener activa participación en las
medidas adoptadas tras la reconquista de
Buenos Aires luego de las Invasiones inglesas
al Río de la Plata en previsión de un nuevo
ataque inglés, que tendría lugar el siguiente
año.[19][Nota 1][20]

Desde su creación hasta 1807 la ciudad sufrió


varias invasiones. En 1582, un corsario inglés
intentó un desembarco en la isla Martín García
pero fue rechazado. En 1587 el inglés Thomas
Cavendish intentó apoderarse de la ciudad, sin
lograrlo. En 1658 se produjo el tercer intento,
ordenado por Luis XIV, rey de Francia, pero el
Maestro de campo, don Pedro de Baigorri Ruiz,
a la sazón gobernador de Buenos Aires, logró
defender con éxito el puerto. El cuarto intento
estuvo a cargo del aventurero Mr. de Pintis,
pero el vecindario lo rechazó. En 1699 se
produjo la quinta invasión a cargo de una
banda de piratas daneses que fue rápidamente
expulsada. Durante el gobierno de Bruno
Mauricio de Zabala, el francés Étienne Moreau
desembarcó en la costa oriental del Río de La
Plata, donde las tropas españolas lo
rechazaron y mataron.

Pero tanto la Reconquista como la Defensa de


Buenos Aires ante las Invasiones Inglesas
tuvieron un lugar relevante como antecedente
inmediato de la Revolución de mayo de 1810
que dio inicio al proceso de Independencia de
la Argentina. Durante su curso, por primera vez
prevaleció la voluntad del pueblo sobre el
mando del Rey de España, cuando los vecinos
de Buenos Aires, mediante el cabildo abierto
del 10 de febrero de 1807, depusieron al virrey
designado por el rey -hecho excepcional en los
anales de la historia hispanoamericana- para
elegir al francés Santiago de Liniers en su
lugar. Asimismo, la creación en esa ocasión del
Regimiento de Patricios, como milicias
populares voluntarias, y la elección por parte
de los propios milicianos del potosino Cornelio
Saavedra —futuro presidente de la Primera
Junta patria— como jefe del cuerpo, sentaron
las bases de un ejército patriota capaz de
alzarse contra las tropas realistas. La
participación popular en la lucha armada es
tradicionalmente representada con la imagen
de los habitantes de Buenos Aires arrojando
aceite hirviendo sobre los invasores desde los
techos de las casas.
El 29 de abril de 1808 el Cabildo de Buenos
Aires rechazó las pretensiones de Juan VI de
Portugal, príncipe regente del imperio del
Brasil, de sustituir al frente del Estado a la
Corona de España, ocupada por el ejército
napoleónico.

El 11 de febrero de 1809[Nota 2] por Real Cédula


se creó a favor de Santiago de Liniers el título
de nobleza por su exitosa defensa de estas
tierras del rey de España frente a los dos
frustrados intententos llevados a cabo en las
dos Invasiones Inglesas al Río de la Plata.

Deseando la Junta Suprema


Gubernativa del Reino
premiar debidamente los
sobresalientes méritos que
ha contraído el mariscal de
campo don Santiago
Liniers, mientras ha estado
en Buenos Aires de Virrey y
Capitán General, se ha
servido concederle, en
nombre del Rey nuestro
señor don Fernando VII, la
gracia de título de Castilla,
libre de lanzas para sus
hijos, herederos y
sucesiones.

El título nobiliario de conde de Buenos Aires


fue elegido por el francés Liniers a favor de su
patria adoptiva. El Cabildo se opuso,
manifestando que tal título ofendía los
privilegios de la ciudad.

La Junta Suprema
gubernativa de España é
Indias, en nombre del Rey
nuestro Señor Don
Fernando VII, por un efecto
de su soberana clemencia,
se ha dignado conferirme la
gracia de título de Castilla
libre de lanzas y medias
anatas para mí, mis hijos,
herederos y sucesores, y
cien mil reales de vellon de
pension anual sobre las
Cajas Reales de esta
capital, ínterin se me
asignan tierras en estos
países que produzcan igual
renta.

Y siendo ésta la
recompensa mas lisonjera
que yo podia esperar de un
Gobierno justo y paternal,
no puede mi gratitud dejar
de comunicarlo á V. S., con
la advertencia de que por
decreto de este día he
tomado el título de Conde
de Buenos Aires, en tanto S.
M. no se digne resolver otra
cosa.
Dios guarde á usted
muchos años.—Buenos
Aires 15 de mayo de 1809.
Santiago Liniers. Señor...
Circular del Virrey,
avisando el título que se le
ha concedido, y el que él ha
tomado.

Sin embargo, su denominación duró muy poco


tiempo, ya que el Condado de Buenos Aires fue
reemplazado por el Condado de la Lealtad. Ello
se debió, en parte, a la protesta que efectuó el
propio Cabildo.[21][Nota 3]

El 26 de agosto de 1810 Liniers fue fusilado


por los revolucionarios junto con los demás
jefes de la resistencia a la Revolución de mayo
de 1810 y ese mismo año, Luis, el hijo de
Liniers, repudió el título de conde de Buenos
Aires que fue trocado —con anuencia de la
monarquía española— por el de "conde de la
Lealtad" (a los reyes españoles).

Luego de la Emancipación

Revolución de Mayo de 1810, inicio de las Guerras de


independencia hispanoamericanas en Buenos Aires.

El 18 de mayo de 1810 se confirmó


oficialmente en Buenos Aires, capital del
Virreinato del Río de la Plata, la disolución de la
Junta Suprema Central, lo que inició un
movimiento juntista similar a los de otras
partes de América y la península española. El
Alcalde ordinario de primer voto Juan José de
Lezica y Alquiza fue el encargado de transmitir
al Virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros la
petición de los revolucionarios criollos a
convocar un cabildo abierto.[22] Como
consecuencia, el día 23 renunció el virrey
Baltasar Hidalgo de Cisneros, haciéndose
cargo en su reemplazo, y en forma provisoria,
el Cabildo Gobernador. Este designó, el 25 de
mayo, un nuevo gobierno de nueve miembros,
cuyo título oficial fue: Junta Provisional
Gubernativa de las Provincias del Río de la
Plata a nombre del señor Don Fernando VII, la
que es conocida popularmente como Primera
Junta.

La Revolución de Mayo inició el proceso de


surgimiento del Estado Argentino sin
proclamación de la independencia formal, ya
que la Primera Junta no reconocía la autoridad
del Consejo de Regencia de España e Indias,
pero aún gobernaba nominalmente en nombre
del rey de España Fernando VII, quien había
sido depuesto por las Abdicaciones de Bayona
y su lugar ocupado por el francés José
Bonaparte. Aun así, dicha manifestación de
lealtad, conocida como la máscara de
Fernando VII, es considerada una maniobra
política que ocultaba las intenciones
independentistas de los revolucionarios:
Juráis a Dios nuestro señor
y a estos santos evangelios
reconocer la Junta
Provisional Gubernativa de
las provincia del Río de La
Plata a nombre del Sr
Fernando Séptimo, para
guarda de sus augustos
derechos, obedecer sus
ordenes y decretos, y no
atentar directa ni
indirectamente contra su
autoridad, propendiendo
publica y privadamente a
sus seguridad y respeto.
Todos juraron y todos
morirán antes que
quebrantes la sagrada
obligación que se han
impuesto.[23]

La declaración de independencia de la
Argentina tuvo lugar posteriormente durante el
Congreso de Tucumán, el 9 de julio de 1816.

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Con los gobiernos que tuvieron lugar


tras la Revolución de Mayo
En el marco de la Invasion Napoleónica a
España, se produjo la Revolución de Mayo de
1810 cuyo epicentro fue el Cabildo de Buenos
Aires.

A raíz de esta revolución se formó una junta de


gobierno que derrocó al virrey español Baltasar
Hidalgo de Cisneros y derivó en la guerra que
llevó a la independencia de las Provincias
Unidas del Río de la Plata.

El Cabildo pasó a ejercer funciones meramente


municipales, ya que las de otro orden fueron
ejercidas por la Junta gubernativa. La Junta
buscó igualmente garantizar su lealtad, de
manera similar a lo que hizo con otras
instancias como la Audiencia, por lo que el 3 de
octubre de 1810 se eligió un nuevo cabildo
integrado por Domingo Igarzábal como Alcalde
de primer voto, Atanasio Gutiérrez (Alcalde del
cuartel N° 4[24]) como Alcalde de segundo voto
y los Regidores Manuel Hermenegildo Aguirre
(Alférez Real), Francisco Hermógenes Ramos
Mejía (Defensor de Menores), Ildefonso Passo
(Defensor de Pobres), Eugenio Balvastro, Juan
Pedro Aguirre, Pedro Capdevila, Martín Grandoli
y Juan Francisco Seguí, actuando como
Síndico Procurador General el Dr. Miguel
Mariano de Villegas.

El 22 de septiembre de 1811 el Cabildo de


Buenos Aires derrocó a la Junta Grande, que
había sido conformada el 18 de diciembre de
1810, y llevó al gobierno al Primer Triunvirato,
que volvería a las tendencias centralistas de la
Primera Junta.

Bajo el Directorio

Asamblea del Año XIII llevada a cabo en el edificio del


Consulado de Buenos Aires el 31 de enero de 1813

El Directorio fue la forma de gobierno


establecida el 31 de enero de 1814 por la
Asamblea del Año XIII para las Provincias
Unidas del Río de la Plata, de acuerdo al cual
un director supremo se hacía cargo del poder
ejecutivo con un mandato de dos años. Tenía el
título oficial de «Director Supremo de las
Provincias Unidas del Río de la Plata». A
diferencia de los gobiernos que tuvieron lugar
tras la Revolución de Mayo la autoridad era
ejercida por un individuo específico en lugar de
un grupo, pero aún no tenía las características
propias de un sistema presidencial.

A principios de 1815, el 2° Director Supremo de


las Provincias Unidas del Río de la Plata Carlos
María de Alvear propuso utilizar su ejército
para una expedición a Chile y avanzar en la
guerra contra los realistas. Su estrategia era la
de atacar a los ejércitos reales indirectamente,
llegando hasta la ciudad capital de Lima no a
través del Alto Perú, la misma idea fue la que
concretó exitosamente San Martín en 1817 al
lograr el Cruce de los Andes pero el Cabildo de
Buenos Aires —dirigido por Antonio José de
Escalada, suegro de José de San Martín, quien
era entonces su Regidor y Alcalde de primer
voto— se negó.

El 18 de abril de 1815 se produjo el llamado


motín de Fontezuelas, donde las fuerzas
militares enviadas por el gobierno de Buenos
Aires para reprimir el interior y en especial a su
principal enemigo: José Gervasio Artigas, líder
oriental de la Liga de los Pueblos Libres que
ocupaba la Banda Oriental del Uruguay, Entre
Ríos, Santa Fe, Corrientes y parte de Córdoba,
encabezadas por el coronel arequipeño Ignacio
Álvarez Thomas. Dicho golpe de estado fue
acompañado y reforzado por una asonada
popular organizada en las calles de la ciudad
de Buenos Aires. Álvarez Thomas había
acordado con representantes de Artigas un
entendimiento de no agresión. La movilización
callejera irrumpió nuevamente en la escena
política.[25] A la sublevación militar de Ignacio
Álvarez Thomas se sumó el Cabildo de Buenos
Aires y el general Miguel Estanislao Soler. Tras
la débil resistencia del coronel Enrique
Paillardell, habiendo el Cabildo asumido
provisoriamente el mando político, el Director
Supremo Alvear debió renunciar a su cargo
sólo tres meses después de haberlo asumido
se exilió a Brasil. Junto con su Directorio cayó
también la Asamblea del Año XIII.

Entre el 16 de abril de 1815 y el 19 de mayo de


1815 el Cabildo de Buenos Aires asumió la
gobernación de la Intendencia de Buenos Aires
en forma interina reemplazando al 2°
Gobernador Intendente de Buenos Aires
Antonio González Balcarce, hasta el
nombramiento de Manuel Luis de Oliden que
también ocupó el cargo de Regidor del Cabildo.

En 1815 Francisco Belgrano fue electo Alcalde


ordinario de segundo voto,[19] en momentos en
que la revolución se veía amenazada por la
expedición que se preparaba en España, como
queda puesto de manifiesto en el mensaje que
dirigiera a los ciudadanos el 22 de mayo:

«El Excmo. Cabildo de


Buenos Ayres a sus
habitantes. Ciudadanos: las
últimas noticias confirman
de un modo indudable la
proximidad de una
Esquadra de la Peninsula,
que se dirige á nuestras
playas á usurpar nuestros
derechos, y restablecer su
antiguo despotismo. Es
pues llegado el momento de
hacer el último sacrificio
para dar á la causa, que
sosteneis una firmeza
incontrastable. El Gobierno
medita por su parte todas
las medidas para oponer
una vigorosa resistencia á
tan infausta agresion: entre
ellas es la mas importante
el apresto de una Esquadra
respetable al mando del
benemérito Coronel D.
Guillermo Brown: existen
en el Puerto, y son de la
propiedad del Estado los
Buques, que han de
formarla; aquellos mismos,
que baxo la dirección de
este ilustre Xefe humillaron
las fuerzas navales de
Montevideo, y dieron un
dia de gloria á la Patria.
Agregan que por escases de
numerario, se abrirá una
suscripción voluntaria
para recibir erogaciones
generosas de patriotismo.

Sala Capitular de Buenos


Ayres 22 de mayo de 1815.

Francisco Escalada,
Francisco Belgrano,
Ignasio Correa, José
Clemente Cueto, Mariano
Vidal, Laureano Rufino,
Diego Antonio Barrios,
Juan de Alsina, Gaspar de
Ugarte, Romualdo
Segurola, Manuel Zamudio,
Manuel Bustamente, Dr.
Mariano Antonio Tagle,
Sindico Procurador
General. Dr. Félix Ignacio
Frías, Secretario del
Excmo. Ayuntamiento.»[26]

En 1816 ejerció funciones de Alcalde ordinario


de primer voto en el Cabildo Manuel Vicente
Maza, que años después sería gobernador de
Buenos Aires. En 1817 y 1819 Miguel Riglos
fue Regidor del Cabildo.

Durante la Anarquía del Año XX

En la historia argentina, se llama Anarquía del


Año XX al proceso político y militar ocurrido
entre los años 1819 y 1823, que va desde la
descomposición del Directorio hasta, una vez
desaparecido el gobierno nacional, la
estabilización de los gobiernos de las
provincias argentinas.

Luego de que el 1 de febrero de 1820 las


fuerzas federales derrotaran al ejército del
Directorio en la batalla de Cepeda, se produjo la
caída del Directorio y del Congreso de
Tucumán. Luego de la derrota, el Cabildo de
Buenos Aires asumió el mando de Buenos
Aires hasta que el 11 de febrero de ese año en
que fue nombrado a Matías Irigoyen como
primer gobernador de Buenos Aires, aunque
provisorio, pero siguió al frente de la
Intendencia de Buenos Aires hasta su
desaparición el 18 de febrero de 1820.

A partir de 1820 la Junta de Representantes de Buenos


Aires, con sede en la Manzana de las Luces, reemplazó en
sus funciones al Cabildo de Buenos Aires

Luego de que los caudillos federales López y


Ramírez exigieran la disolución de las
autoridades nacionales y la formación de un
gobierno representativo de la soberanía
popular, un cabildo abierto se reunió el 16 de
febrero de 1820, el cual dispuso la formación
de una Junta de Representantes. Esta Junta
eligió gobernador de Buenos Aires a Manuel de
Sarratea, un político y diplomático que contaba
con el apoyo de los vencedores, pero que
carecía del de Buenos Aires. Así fue como la
Junta de Representantes de Buenos Aires fue
creada por el gobernador Manuel de Sarratea
en marzo de 1820, poco después de creada la
provincia, para reemplazar el Cabildo, que era
el que anteriormente se encargaba de esas
funciones. Funcionó en la actual "Manzana de
las Luces" en el centro de Buenos Aires y
estaba formada por notables vecinos de la
ciudad de Buenos Aires que debían cumplir
ciertos requisitos, como un determinado
sueldo y una determinada cantidad de tierras.
Esto permitía que solamente los más
adinerados vecinos formaran parte de ella.

Entre el 16 de abril de 1815 y el 20 de junio de


1820 el Cabildo de Buenos Aires asumió la
gobernación de la Provincia de Buenos Aires en
forma interina reemplazando al gobernador de
Buenos Aires Ildefonso Ramos Mexía, hasta el
nombramiento de Miguel Estanislao Soler,
también en forma provisoria.

En los meses posteriores, Buenos Aires se


caracterizó por el caos y la inestabilidad
política. La provincia volvió a sufrir una
invasión de López, tuvo varios gobernadores en
pocos meses y hasta tres en un solo día, el 20
de junio de ese año (mismo día de la muerte de
Belgrano), conocido como "El día de los tres
Gobernadores", Ramos Mexia, el Cabildo y el
general Soler. En estos días, careció en
absoluto de autoridad.

Finalmente, los porteños dejaron de lado sus


diferencias para terminar con la invasión del
caudillo santafesino López, nombrando
gobernador a Manuel Dorrego. Con apoyo de
las milicias de Martín Rodríguez y Juan Manuel
de Rosas, éste derrotó primeramente a las
fuerzas de López, antes de ser a su vez
derrotado en territorio santafesino.

En 1819 y en 1821 Joaquín de Achával, quien


llegaría a ser el primer Jefe de Policía de la
ciudad, fue electo Regidor.

En 1820 la Junta de Representantes de Buenos


Aires reemplazó en sus funciones al Cabildo de
Buenos Aires. Finalmente, en 1821 el
gobernador de Buenos Aires Martín Rodríguez,
dispuso la extinción del Cabildo.

El 1 de enero de 1820 estalló una revolución


liberal en España, iniciando el Trienio Liberal y
suspendiendo definitivamente la proyectada
expedición reconquistadora al Río de la Plata.

En enero de 1820 Esteban Romero fue


nombrado Alcalde ordinario de segundo voto
del cabildo porteño, pero renunció tras la
derrota de Cepeda, a mediados de febrero.
El último Alcalde ordinario de primer voto
porteño fue el doctor Mariano Andrade,
nombrado el mismo año 1821.

Véase también
Portal:Buenos Aires. Contenido
relacionado con Buenos Aires.
Cabildo colonial
Historia de la ciudad de Buenos Aires
Virreinato del Perú
Gobernación del Río de la Plata y del
Paraguay
Gobernación del Río de la Plata
Virreinato del Río de la Plata
Real Audiencia de Buenos Aires
Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires
Gobernadores de Buenos Aires
Estado de Buenos Aires
Historia de la Argentina

Notas
1. En 1806 el Cabildo estaba integrado por
Francisco de Lezica y Anselmo Sáenz
Valiente como alcaldes de 1º y 2º voto, y
por Manuel Mansilla, José Santos
Inchaurregui, Gerónimo Merino, Francisco
Antonio de Herrero, Manuel José de
Ocampo, Francisco Belgrano y Martín
Gregorio Yáñiz como regidores. El
escribano era Justo José Núñez y Benito
Iglesias el síndico procurador general.
2. Según otras fuentes, la Real Cédula tiene
fecha del 13 de febrero.
3. El título de conde de Buenos Aires fue
heredado, luego del arcabuceo de Santiago
de Liniers, por hijo Luis. Éste fue quien
logró que las Cortes de Cádiz cambiasen
su denominación por el de conde de la
Lealtad, por Real Cédula de 21 de marzo de
1816, orden que recibió un mes después de
su fallecimiento en la Isla de León, siendo
de teniente de navío. Luis tuvo un único
hijo, póstumo, quien murió de corta edad,
por lo que el título recayó en otros
descendientes de Liniers. El quinto conde,
Jacques Alexandre de Liniers y Jarno,
rehabilitó el título de conde de Buenos
Aires, que le fue otorgado por Real Carta de
31 de octubre de 1862.

Referencias
1. «El Cabildo Abierto del 22 de mayo de
1810. por Fermín P. Ubertone» . Archivado
desde el original el 3 de octubre de 2015.
Consultado el 1 de octubre de 2015.
2. «¿Por qué se llama “Buenos Aires”?» .
Archivado desde el original el 2 de octubre
de 2015. Consultado el 1 de octubre de
2015.
3. «El Cabildo, la primera cárcel - Servicio
Penitenciario Federal» . Archivado desde el
original el 3 de octubre de 2015.
Consultado el 1 de octubre de 2015.
4. «Historia del Museo Nacional del Cabildo y
la Revolución de Mayo» . Archivado desde
el original el 3 de octubre de 2015.
Consultado el 1 de octubre de 2015.
5. Hialmar Edmundo Gammalsson, Los
pobladores de Buenos Aires y su
descendencia, Municipalidad de la Ciudad
de Buenos Aires, Secretaría de Cultura,
Buenos Aires, 1980.
6. Torre Revello, José; en "Acta de fundación
de la ciudad de Trinidad del Puerto de
Santa María de Buenos Aires el 11 de Junio
de 1580" (Ed. original: Cabildo bonaerense,
Río de la Plata, p. 16, Ed. actualizada:
Institución Cultural Española, 41 págs., año
1955). Según el autor que transcribe el acta
de fundación, cita que el único regidor
español era Antonio Bermúdez, y el resto
eran criollos, incluyendo a Alonso de
Escobar.
7. Valdés, Eduardo (op. cit., p. 7, año 1991).
8. Larrouy, Antonio; en "Los orígenes de
Buenos Aires, 1536-1580" (p. 69, Ed.
Imprenta Didot, 85 págs, año 1905). El
autor expresa que Alonso de Escobar y
otros tres regidores eran criollos.
9. Compendio De Historia Argentina, pág. 24.
Editor: CUP Archive
10. Autoritarismo y la improductividad. Autor:
José García Hamilton. Editor:
Sudamericana, 2011. ISBN 987-566-685-8,
9789875666856
11. Contrabando y Sociedad en el Río de la
Plata Colonial. Pág. 57. Autor: Macarena
Perusset. Editor: Editorial Dunken, 2006.
ISBN 987-02-1996-9, 9789870219965
12. Revista chilena de historia del derecho.
Pág. 95-96. Editor: Editorial Jurídica de
Chile
13. Francisco Rodríguez de Vida
14. DON JUAN DE LEZICA Y TORREZURI
15. Escalada
16. Marcos José Rivas
17. Garavaglia, 1994.
18. Garavaglia, Juan Carlos (12/1991). «El pan
de cada día. El mercado del trigo en
Buenos Aires 1700-1820» . Boletin del
Instituto de Historia Argentina y Americana
Dr. Emilio Ravignani. doi:0524-9767
|doi= incorrecto (ayuda). Consultado el
16 de mayo de 2018.
19. Cutolo, Vicente Osvaldo. Nuevo diccionario
biográfico argentino. Tomo 1. Elche.
pp. 389-390.
20. Actividad marítima y naval del Cabildo de
Buenos Aires durante las Invasiones
Inglesas al Río de la Plata (1806-1807)
21. olandodeynigo.blogspot.com.ar/2011/04/c
onde-de-buenos-aires.html
22. Fidel López, Vicente (1960). La Semana de
mayo de 1810. Buenos Aires: Editorial
Atlántida.
23. Moreno, Mariano (7 de junio de 1810).
Gaceta de Buenos Aires.
24. Acuerdos del extinguido Cabildo de Buenos
Aires, Archivo General de la Nación
(Argentina), 1927, página 254.[1] .
25. Bicentenario de la Sublevación de
Fontezuela (10 de abril de 2015)
Archivado el 4 de octubre de 2015 en
la Wayback Machine.
26. Documentos del quehacer rioplatense,
americano y europeo de los siglos XVIII,
XIX y XX

Bibliografía
1. Garavaglia, Juan Carlos (1994). «De la
carne al cuero. Los mercados para los
productos pecuarios (Buenos Aires y su
campaña, 1700-1825)». Anuario del IEHS
(9): 61-98.
2. San Martino de Dromi, María Laura
(1996). El Cabildo. Buenos Aires
(Argentina ): Ediciones Ciudad Argentina.
ISBN 950-9385-82-4.

Enlaces externos
Wikimedia Commons alberga una categoría
multimedia sobre Cabildo de Buenos Aires.
Juan de Garay, Fundación de la ciudad de
Buenos-Aires , disponible en Proyecto
Gutenberg
La Otra Historia de Buenos Aires. Parte II por
Gabriel Luna
Datos: Q21036072
Multimedia: Cabildo de Buenos Aires

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