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serie tesis
1
FACULTAD DE DERECHO
DE LA UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES
DECANO
Atilio A. Alterini
VICEDECANO
Tulio E. Ortiz
SECRETARIO ACADÉMICO
Gonzalo Álvarez
DEPARTAMENTO DE PUBLICACIONES
DIRECTORA
Mary Beloff
SUBDIRECTOR
Sebastián Picasso
SECRETARIA
Malvina Zacari
Esta colección representa un esfuerzo conjunto del Departamento de Publicaciones de la
Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires y la Editorial Universitaria de Buenos
Aires (EUDEBA).
La serie Tesis se propone difundir las tesis de posgrado producidas en el ámbito de la Univer-
sidad, ya sea en la Facultad de Derecho o bien relacionadas con el derecho aunque producidas
en otras Facultades. De ese modo, se intenta contribuir a la divulgación de los trabajos
originales de investigación que se desarrollan dentro de la Universidad, así como a la promo-
ción y fortalecimiento del debate dentro de la academia legal de habla hispana en la que la
producción teórica desarrollada en los claustros de la Universidad de Buenos Aires ha jugado
históricamente un papel protagónico.
La serie Tesis intenta colaborar con la permanencia de la producción científica de la Universidad
de Buenos Aires como vanguardia del pensamiento jurídico contemporáneo en nuestro idioma.
4
EL EXAMEN DE PROPORCIONALIDAD
EN EL DERECHO CONSTITUCIONAL
Laura Clérico
Departamento de Publicaciones
Facultad de Derecho
Universidad de Buenos Aires
5
Eudeba
Departamento de Publicaciones
Facultad de Derecho
UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES
© 2009
Editorial Universitaria de Buenos Aires
Sociedad de Economía Mixta
Av. Rivadavia 1571/73 (1033) Ciudad de Buenos Aires.
Tel.: 4383-8025 / Fax: 4383-2202
www.eudeba.com.ar
Impreso en Argentina.
Hecho el depósito que establece la ley 11.723
6
Índice
Prólogo ................................................................................................. 15
Agradecimientos ................................................................................... 21
INTRODUCCIÓN .............................................................................. 23
I. Introducción ....................................................................................... 39
7
3. El mandato de idoneidad: ¿interpretación débil o fuerte de la relación positiva
entre medio y fin? ......................................................................................... 59
4. Versión débil del examen de adecuación técnica y la jurisprudencia
del Tribunal Constitucional Federal ............................................................... 61
4.1 Argumentos a favor de la versión débil ................................................. 62
de la adecuación técnica ............................................................................ 62
4.2 El fomento del fin a través del medio en el examen
de adecuación técnica ............................................................................... 64
4.2.1 La posibilidad abstracta de alcanzar el fin ................................. 65
4.2.2 El logro parcial del fin a través del medio escogido ................... 67
4.2.3 La posibilidad abstracta del logro del fin en general .................. 69
4.3 La intensidad de la aplicación de la regla de la idoneidad ....................... 70
5. Los efectos negativos de la implementación del medio: la restricción de los
derechos fundamentales ................................................................................ 79
II. Primer paso del examen del medio alternativo menos gravoso:
la adecuación técnica del medio alternativo en comparación
con el medio establecido ................................................................... 104
1. La búsqueda y elección del medio alternativo ........................................... 105
2. El grado y la manera del fomento del fin a través del medio alternativo ...... 107
3. Resultados de la aplicación de la regla de la igual adecuación técnica .......... 111
III. Segundo paso del examen del medio alternativo
menos gravoso: su determinación .................................................... 113
1. El mandato del medio alternativo menos gravoso como fomento
de evitación de la restricción del derecho fundamental
o de otros principios constitucionales ........................................................... 115
2. Acerca de la necesidad de precisión de la regla del examen
del medio alternativo menos gravoso en sentido estricto ................................ 116
2.1Clasificación de los casos del examen del medio alternativo
menos gravoso ........................................................................................ 117
2.1.1 Un caso claro con constelación simple ................................... 118
2.1.2 Un caso claro con constelación compleja ................................ 120
2.1.3 Un caso dudoso con constelación simple ............................... 122
2.1.4 Un caso dudoso con una constelación compleja ..................... 124
2.2 La regla del examen del medio alternativo menos gravoso
y sus reglas complementarias ................................................................... 127
2.2.1 Reglas complementarias en relación con la determinación
del alcance del medio menos gravoso .............................................. 128
2.2.1.1 El alcance del medio menos gravoso con respecto a normas
generales: la solución global ....................................................... 129
2.2.1.1.1 El argumento de las particularidades de la elaboración
y determinación del derecho ................................................ 130
2.2.1.1.2 El argumento de la perturbación de la adecuación
técnica de la medida estatal .................................................. 131
2.2.1.1.3 El argumento de la soportabilidad/exigibilidad
(Zumutbarkeit) “general” ..................................................... 136
2.2.1.1.4 El argumento de la “cantidad o número” de casos ... 137
2.2.1.2 Puntos para retener ...................................................... 138
2.2.1.3 El alcance del medio menos gravoso
en los actos individuales ............................................................ 140
2.2.2 Reglas complementarias en relación con la determinación
de los afectados (perjudicados) ....................................................... 142
2.2.2.1 La elección del medio menos gravoso respecto
de los afectados más perjudicados .............................................. 142
2.2.2.2 La exigencia de igualdad como límite para
la determinación de los afectados “protegidos” ............................ 143
2.2.3 Reglas complementarias en relación con el alcance
de la competencia de control (Kontrollkompetenz)
del Tribunal Constitucional Federal ............................................... 147
2.2.4 Conclusiones intermedias ..................................................... 154
IV. Resultados del examen del medio alternativo menos lesivo ................. 154
1. El examen del medio alternativo menos gravoso en casos “claros” ............... 155
2. Examen del medio alternativo menos lesivo en sentido estricto
en casos dudosos o difíciles .......................................................................... 157
3. La realización del examen de proporcionalidad en sentido estricto a pesar
de la “innecesariedad” del medio establecido ................................................ 159
Parece ser una regla general que un concepto es más difícil de com-
prender cuanto más básico es. ¡Cuántas veces se ha tratado de definir el
concepto “deber ser” y cuán pocas veces se ha hecho de manera exitosa!
Una de las definiciones fundamentales de la dogmática del derecho de
fondo es el concepto de proporcionalidad. Si bien muchos problemas que
trajo aparejado dicho término fueron resueltos, la cantidad de preguntas
abiertas continúa siendo irritante. La difusión de la idea de la proporcio-
nalidad no ha podido resolver la cuestión. En este marco, los trabajos que
se proponen realizar un análisis exhaustivo de este concepto de fondo tan
obvio y tan difícil de comprender al mismo tiempo, como la disertación
de Laura Clérico, son muy bien recibidos.
El principio general de la proporcionalidad se compone de tres
subprincipios: (1) el de la idoneidad, (2) el de la necesidad y (3) el de la
proporcionalidad, que también es denominado “principio general de la
proporcionalidad en sentido estricto”. El trabajo se articula, según esta
división, en tres capítulos:
El debate sobre el principio de idoneidad comienza en el primer capí-
tulo con la formulación de una variante positiva y de otra negativa de la
regla de idoneidad. La regla positiva indica que en caso de corroborarse la
idoneidad deberá avanzarse sobre el examen de necesidad y de proporcio-
nalidad. La regla negativa indica que, en caso de inaptitud, se da la situa-
ción de no proporción. Inmediatamente queda claro que la regla de idonei-
dad está lejos de ser sencilla. Los problemas hacen referencia especialmente
* Traducción del prólogo del alemán al castellano por Ingrid Van Muylen, traductora pública,
Facultad de Derecho, Universidad de Buenos Aires.
Laura Clérico
16
Prólogo
17
Laura Clérico
de las reglas adicionales que posibiliten llenar estos vacíos. Una primera
regla permite reservar la cuestión para los casos habituales y normales.
Se trata de la necesidad general de tipificación en el derecho. Las “con-
sideraciones de aplicación” están muy bien diferenciadas de los casos
anteriores, ya que en ellas se hace referencia a los costos y al despliegue
administrativo que generan los medios alternativos. Esto suele entrar en
juego cuando se argumenta en contra de la prohibición de una activi-
dad –como por ejemplo la colocación de mano de obra prestada en la
construcción [BVerfGE 77, 84 (109)]– que un mayor control es sufi-
ciente para resolver los problemas de derecho social, tarifario e imposi-
tivo. Se presenta un modelo equilibrado en el cual el perjuicio a los
derechos fundamentales, la importancia abstracta de los mismos y el
grado de no-practicabilidad conforman su estructura. De manera breve
pero clara se hace referencia al argumento del número. Lo que en pro-
medio podría resultar menos lesivo, podría ser muy duro en el caso
particular, y para éste no implica un consuelo el hecho de que muchos
se beneficien con su pérdida. Por otro lado, el número no es totalmente
irrelevante. La solución según la cual “el argumento del número de ca-
sos sólo es válido si el grado de perjuicio de los derechos fundamentales
es bajo (p. 98)”*** podría ser admisible. Luego de explicar el principio
de igualdad como regla adicional se hace referencia al medio más im-
portante para llenar los vacíos de criterios sustanciales, a reglas que se
refieren a la intensidad del control. En este punto se delinean las cono-
cidas etapas de revisión de evidencia, de plausibilidad y de control in-
tenso del contenido. Queda elaborado de manera clara que la elección
de estas etapas depende de distintas valoraciones. Resulta muy intere-
sante la conclusión de que el requerimiento de una revisión de conteni-
do más intensivo no conforma una regla adicional, ya que lleva al tribu-
nal a una investigación exhaustiva de los hechos pero no dice cómo
proceder para el caso de que subsistan interrogantes.
Básicamente se exige de la jurisprudencia una evaluación ex ante. Sólo
en el caso de una intervención agresiva deberá considerarse una evalua-
ción ex post. En resumen, se llega a la conclusión de que la regla de
necesidad, como criterio decisorio, posee una importancia relativamente
baja. Si bien las reglas adicionales conducen a menudo a la obtención de
18
Prólogo
resultados, éstos pueden ser puestos en duda. Las reglas adicionales ad-
quieren por ello el carácter de “reglas directrices”.
La conclusión del segundo capítulo nos demuestra que existen dos
tipos de resultados para el examen de necesidad: definitivos por un lado y
de principio o abiertos por el otro. El resultado abierto funciona como
una preestructuración del examen de proporcionalidad. Esto es novedo-
so, teóricamente esclarecedor y de aplicación práctica.
El núcleo de la disertación lo constituye el capítulo tercero, en el cual
se hace referencia al principio de proporcionalidad en sentido estricto,
que acertadamente fue calificado como “principio de proporcionalidad”.
La tesis central nos dice que el acto de ponderación es mucho más que
una simple decisión. La racionalidad de la ponderación puede esbozarse a
través de un modelo de la ponderación orientado por reglas. El punto de
partida radica en la comprensión de que es posible resolver las colisiones
mediante el establecimiento de ciertas relaciones prioritarias (ley de la
colisión). El resultado de la evaluación deberá ser, según este postulado,
una regla orientada hacia el caso concreto. Laura Clérico nos habla aquí
acertadamente de “reglas resultado de la ponderación”. La conformación
de estas reglas es requerida por el principio de la posibilidad de generali-
zación, un principio elemental de racionalidad. Estas reglas de resultado
de la ponderación desencadenan efectos del tipo de precedentes. De es-
pecial importancia resulta que el conjunto de reglas resultado de la pon-
deración conforman una “red”, cuya descripción es formalmente exigen-
te. Están muy bien elaboradas las posibilidades y los riesgos de la argu-
mentación con precedentes en el contexto de la ponderación. Como base
de consideraciones subsiguientes se procede a la identificación de la ley
de ponderación. Se concluye de manera muy acertada que ésta determina
una concepción del procedimiento y de la argumentación de la valora-
ción. La idea es mejorar este modelo. En este punto Laura Clérico realiza
un enorme aporte. Dejaré en manos del lector realizar el correspondiente
seguimiento de este tema a través de la lectura.
El trabajo presentado por la autora da cuenta tanto de una minuciosi-
dad y de una riqueza en el material como de creatividad y profundidad.
Ella nos ofrece un rico conjunto de consideraciones novedosas. El examen
de necesidad, abandonado por la literatura, es reconsiderado desde una
nueva óptica. En el caso del principio de necesidad se hacen visibles como
nunca antes las estructuras de complejas constelaciones. Con respecto a la
proporcionalidad se suministran puntos de partida nuevos con especial
19
Laura Clérico
20
Agradecimientos
22
Introducción
2. R. Alexy, Theorie der Grundrechte, 2a. edición, 1994, p. 275; BVerfGE 49, 24 (53); 75, 108
(155 ss.); 80, 137 (152 ss.).
24
Introducción
25
Laura Clérico
26
Introducción
Morality, Coherence and Truth”, Ratio Juris 7, 1994, p. 168; R. Alexy y A. Peczenik, “The
Concept of Coherence and Its Significance for Discursive Rationality”, Ratio Juris 3, 1990, pp.
130-147. Últimamente sobre la justificación de la proporcionalidad en sentido amplio, véase
M. Guthke, Ökonomische Gesichtspunkte im Rahmen der Herstellung der Verhältnismäßigkeit
sttatlichen Handelns im multipolaren Verhältnis, p. 21; C. Bernal Pulido, El principio de
proporcionalidad y los derechos fundamentales, Madrid, 2003, pp. 593-609.
11. Cfr. P. Wittig, Zum Standort des Verhältnismäßigkeitsgrundsatzes im System des
Grundgesetzes, p. 819, 821, 822 y BVerfGE 42, 64 (73); 57, 39 (42); 66, 199 (205/210); 66,
324; 67, 90 (94); 69, 161, 168, 173; 69, 248 (254). S. Huster, Rechte und Ziele. Zur
Dogmatik des allgemeinen Gleichheitssatzes, p. 164 ss.
12. BVerfGE 6, 389 (439); 20, 45 (49); 23, 127 (133); 30, 1 (20); 69, 1 (35); 75, 1 (16); 75, 246
(279); 76, 256 (359); 78, 249 (285/286), 86, 288 (347 f.); 90, 145 (173); 92, 277 (317, 339).
13. BVerfGE 19, 342 (348); 61, 126 (134); 65, 1 (44); 76, 1 (50); 77, 308 (334); 90, 145
(173); 92, 277 (317, 339).
14. BVerfGE 19, 342 (348); 61, 126 (134); 76, 1 (50); 90, 145 (173); 92, 277 (317, 339).
15. R. Kraus, Der Grundsatz der Verhältnismäßigkeit, pp. 47-50. P. Lerche, Übermaß und
Verfassungsrecht, pp. 34-39, 79; F. Schnapp, Die Verhältnismäßigkeit des Grundrechtseingriffs,
p. 853.
16. BVerfGE 70, 311; 72, 78; 74, 126.
17. P. Lerche, Übermaß und Verfassungsrecht, p. 53 ss.
18. R. Alexy, Theorie der Grundrechte, p. 100 ss.; P. Häberle, Rezension von R. Alexy, Die
Theorie der Grundrechte, p. 140; M. Stelzer, Wesensgehaltsgarantie, p. 220 ss.; Z. Yi, Das
Gebot der Verhältnismäßigkeit in der grundrechtlichen Argumentation, pp. 28 ss., 108 ss.;
M. Borowski, Grundrechte als Prinzipien, p. 115.
27
Laura Clérico
28
Introducción
21. Sobre la distinción entre reglas como proposiciones normativas y principios como argu-
mentos normativos, véase J.-R. Sieckmann, Regelmodelle und Prinzipienmodelle des
Rechtssytems, p. 86; Semantischer Normbegriff und Normbegründung, pp. 227-245; Logische
Eigenschaften von Prinzipien, pp. 163-189.
22. R. Alexy, Theorie der Grundrechte, p. 95 ss.
23. Cfr. H. Kelsen, Reine Rechtslehre, p. 346 ss.; H. Hart, The Concept of Law, p. 120, 124,
233, 249; R. Alexy, Begriff und Geltung des Rechts, p. 123 y 126.
24. C. Nino, Fundamentos de Derecho Constitucional, p. 89; R. Alexy, “Rechtssytem und
praktische Vernunft”, en: Recht, Vernunft und Diskurs, Studien zur Rechtsphilosophie, p. 221.
25. R. Alexy, Theorie der Grundrechte, p. 75; “Zum Begriff des Rechtsprinzips”, Rechtstheorie,
Beiheft 1 (1979), p. 59.
26. J.-R. Sieckmann, Regelmodelle und Prinzipienmodelle des Rechtssytems, p. 66.
29
Laura Clérico
27. R. Alexy, Meine Philosophie des Rechts: Die Institutionalisierung der Vernunft, MS Kiel
(1997), p. 22. Cfr. J.-R. Sieckmann, Regelmodelle und Prinzipienmodelle des Rechtssytems,
pp. 63 ss., 75; Zur Abwägungsfähigkeit von Prinzipien, p. 207.
28. R. Alexy, Theorie der Grundrechte, p. 75 s.; E. Grabitz, Der Grundsatz der
Verhältnismäßigkeit in der Rechtsprechung des Bundesverfassungsgerichts, p. 577 ss.
29. J.-R. Sieckmann, Regelmodelle und Prinzipienmodelle des Rechtssytems, p. 65 ss.; A.
Aarnio, “Taking Rules Seriously”, ARSP, Beiheft 42, 1990, pp. 180-192 (109).
30. G. Haverkate, Rechtsfragen des Leistungsstaats, p. 11; R. Alexy, Theorie der Grundrechte,
p. 100; M. Jakobs, Der Grundsatz der Verhältnismäßigkeit, pp. 58, 52-55. Se suele hablar, sin
mayor precisión, del “principio” o de la “máxima” o del “mandato” de proporcionalidad en
sentido amplio. Asimismo, es discutida su caracterización como regla o principio. Haverkate
y Alexy lo interpretan como regla; Jakobs, por el contrario, como principio. Los argumentos
que da Jakobs son los siguientes: primero, no existiría una aplicación sin excepción, sino la
posibilidad de construcción de excepciones en el caso de que sean relevantes otros principios
jurídicos. Segundo, la proporcionalidad no se aplicaría directamente a supuestos de hecho
concretos, ya que el principio de la proporcionalidad no diría cuáles bienes jurídicos deben ser
comparados. Asimismo, no determinaría cuáles tipos, entre las actividades estatales, deberían
aprobar el criterio de la proporcionalidad.
En contra de la posición de Jakobs se sostiene que el mandato de la proporcionalidad en
sentido amplio y sus tres submandatos no se ponderan frente a otros mandatos. Es decir, no
son “objeto” de ponderación; sino que determinan “cómo” deben ser ponderados los “obje-
tos” de ponderación. Sin embargo, alguien podría argumentar en contra que el Tribunal
Constitucional Federal cuando trata de determinar la intensidad de aplicación de los tres
submandatos de la proporcionalidad en sentido amplio para el control (de evidencia, de
plausibilidad o control intensivo del contenido) de una medida estatal, lo hace a través de una
ponderación. Empero, ¿qué es lo que se pondera? ¿La adecuación técnica, la necesidad y la
proporcionalidad en sentido estricto frente al principio democrático? La situación de tensión
se da, sin embargo, entre el derecho fundamental afectado en concreto, el mandato de
30
Introducción
31
Laura Clérico
32
Introducción
33
Laura Clérico
32. La segunda parte del trabajo de tesis de doctorado corresponde al estudio del examen de
razonabilidad/proporcionalidad en el derecho constitucional argentino. Esta parte fue publi-
cada en la versión alemana, no se incluye en la versión en castellano y será publicada por
separado.
33. En este libro no se incluye la parte del trabajo de tesis que se refiere al análisis crítico de
la aplicación de criterios económicos como la optimalidad de Pareto y el criterio Kaldor-
Hicks, para examinar si se puede reconstruir en forma más plausible la estructura del examen
del medio alternativo menos gravoso; véase L. Clérico, Die Struktur der Verhältnismäßigkeit,
Baden-Baden, Nomos, 2001, pp. 111-126; G. Lopera Mesa, Principio de proporcionalidad
y control constitucional de las leyes penales, Madrid, 2006, pp. 447-449.
34
Introducción
34. R. Alexy, Theorie der Grundrechte, pp. 79-83, 146; D. Buchwald, Der Begriff der
rationalen juristischen Begründung, p. 316.
35
Laura Clérico
35. Aquí se refiere en especial a la tesis sostenida por B. Pieroth y B. Schlink en Grundrechte-
Staatsrecht II, (1994), p. 76, que dice que la ponderación no implica ninguna pauta de
racionalidad. El Tribunal Constitucional Federal examinaría tan sólo, si la medida estatal es
adecuada técnicamente, necesaria y si protege una posición mínima cuya intervención resul-
taría insoportable para el afectado; no probaría, en cambio, la proporcionalidad en sentido
estricto en el marco de una ponderación entre la importancia y el peso de las razones
justificatorias de la medida estatal e intensidad de la intervención al derecho afectado.
36. Este trabajo fue discutido en una versión más extensa en el seminario celebrado en febrero
de 2006 en la ciudad universitaria de Bamberg sobre “La Teoría de los Derechos Fundamen-
tales de Alexy” y publicado como L. Clérico, “Verhältnismäßigkeit und Untermaßverbot”, en
Sieckmann (comp.), Die PrinzipienTheorie der Grundrechte. Studien zur Grundrechtstheorie
Robert Alexys, Baden-Baden, 2007, pp. 151-178.
36
Introducción
37
38
CAPÍTULO 1
La estructura del mandato
de adecuación técnica (o idoneidad)
en el derecho constitucional
I. Introducción
39
Laura Clérico
3. L. Clérico, Die Struktur der Verhältnismäßigkeit, Baden-Baden, Nomos, 2001. pp. 26 y 340.
4. BVerfGE 80, 137 (160).
40
Capítulo 1. La estructura del mandato de adecuación técnica...
5. Ver cap. 1, II, 4.2.1 sobre la posibilidad abstracta de contribuir al logro del fin.
6. C. Bernal Pulido, en El principio de proporcionalidad y los derechos fundamentales, Madrid,
2003, así como Gloria Lopera Mesa en Principio de proporcionalidad y control constitucional de
las leyes penales, Madrid, 2006, han realizado críticas, comentarios y preguntas a la versión en
alemán de mi trabajo. He tratado de contestar a algunas de estas cuestiones en el presente
trabajo, quedo en deuda con ellos respecto de una respuesta más integral a sus detallados
planteos. En especial, C. Bernal Pulido en el cap. 6, II.1.3.2, p. 728, nota al pie de página N°
222, critica la plausibilidad de hablar de casos dudosos en el examen de adecuación técnica –
o de idoneidad–. Sostiene que en el supuesto (iii) el “subprincipio” de idoneidad también
conduce a un resultado, “ya que debe declararse la idoneidad de la medida enjuiciada, por
efecto de la carga de argumentación que juega a su favor” (cursiva agregada). Esta crítica genera
algún interrogante. Admite que estos casos (que llamamos dudosos) se resuelven a través de
la carga de la argumentación que se inclina a favor de la idoneidad de la norma. La crítica es
41
Laura Clérico
poder determinar con cierta precisión el tipo de relación que debe ser exigi-
da entre el medio y el fin. Se trata de interpretar qué es lo que se busca o se
persigue, cuando se dice que “el fin debe ser promovido a través del medio”.
¿Por qué se habla de “promover” y no de “alcanzar”? Y aún más, en qué
medida debe ser un medio adecuado técnicamente: ¿debe fomentar el fin en
forma “general” o “en el caso concreto”? Estas preguntas demuestran que la
regla de la adecuación técnica debe ser precisada y/o complementada. La
precisión y/o complementación de la regla presupone algunas cuestiones
normativas, que deben de poder ser justificadas, si es que la aplicación del
mandato de la proporcionalidad en sentido amplio quiere permanecer elevando
su pretensión de procedimiento racional. Por lo demás, si la regla de la
adecuación técnica no se precisa, pierde su fuerza como criterio de decisión.
La referida precisión lleva a la cuestión del “fomento”. Como primer
paso se debe aclarar por qué el mandato de la adecuación técnica no exige,
en principio, la búsqueda del medio más adecuado técnicamente.7 La
respuesta a esta pregunta viene de la mano de una distinción de dos
versiones del mandato de la adecuación técnica: una débil y la otra fuerte.
Como segundo paso se debe aclarar por qué en el marco de una versión
débil del mandato de la adecuación técnica hay que partir de la exigencia del
fomento del fin por el medio y no desde un principio de alcanzar o lograr el
fin. El trabajo de estas dos cuestiones permitirá reconstruir un procedimiento
más preciso para la justificación racional de medidas estatales que afectan a los
derechos fundamentales, aunque sólo se trate de una parte de este procedi-
miento, que se complementa con el examen del medio alternativo menos
gravoso y el de proporcionalidad en sentido estricto.
débil porque la misma crítica encierra la solución. En estos casos el autor propone aplicar la carga
de la argumentación, o mejor dicho, la presunción de idoneidad del medio. Sin embargo, la carga
de la argumentación no forma parte del contenido de la regla de la idoneidad. Ésta juega a favor o
en contra de la idoneidad de la medida según el grado de intensidad con que se aplique la regla de
la idoneidad y según la forma en que se aplique la presunción de constitucionalidad –a favor o en
contra de la medida estatal–. (Sobre la distinción entre el examen de proporcionalidad e igualdad,
por un lado, y la presunción de (in)constitucionalidad, por el otro, véase V. Ferreres Comella,
Justicia constitucional y democracia, Madrid, Centro de Estudios Constitucionales, 1997.) Por lo
demás, que en los casos dudosos la decisión se tome en el examen de proporcionalidad en sentido
estricto, para evitar ponderaciones ad hoc, es una solución que propusimos en las reglas “REGF”
y “REGD”, pero recién luego de haber precisado el concepto de “fomento” que contiene la regla
de la idoneidad o de adecuación técnica. Véase L. Clérico, Die Struktur der Verhältnismäßigkeit, pp.
54 y 341; y puntos 4.2.3 y 5 del presente capítulo.
7. Este punto es revisado en el capítulo 4 de este trabajo en relación con el mandato de
prohibición por omisión o insuficiencia.
42
Capítulo 1. La estructura del mandato de adecuación técnica...
8. Esta descripción del examen de la adecuación técnica presenta un parentesco con la raciona-
lidad de los fines (Zweckrationalität) trabajada por M. Weber, Wirtschaft und Gesellschaft, p. 13.
Cfr. L. Hirschberg, Der Grundsatz der Verhältnismäßigkeit, pp. 44-46,50. Sin embargo, el examen
de la proporcionalidad en sentido estricto se aparta de este tipo de racionalidad, ver cap. 3 del
presente libro.
9. G. V. Wright, Rationalität: Mittel und Zweck, p. 125; O. Weinberger, Rechtslogik, p. 285;
Moral und Vernunft, p. 143.
43
Laura Clérico
OZ
(no M → no Z) y (M → Z)
OM
44
Capítulo 1. La estructura del mandato de adecuación técnica...
45
Laura Clérico
18. R. Dreier, “Der Begriff des Rechts”, NJW 39, 1986, p. 893.
19. “Desde un principio” se entiende aquí como “sin consideración de todas las circunstancias
del caso concreto”.
20. J.-R. Sieckmann, Zur Analyse von Normkonflikten und Normabwägungen, p. 351; R. Alexy,
Theorie der Grundrechte, p. 88. Además, sobre fines prohibidos en forma definitiva y en
principio, véase excurso del cap. 1. de este trabajo.
21. “Teleología” o “finalidad”, en el sentido de orientación de un proceso hacia un fin (o más
de un fin). O. Weinberger, Rechtslogik, pp. 280 ss.
46
Capítulo 1. La estructura del mandato de adecuación técnica...
22. Sobre la precisión del fin cuando se trata del mandato de prohibición por omisión o por
acción insuficiente o defectuosa, véase cap. 4, punto 2.1 de este trabajo. Cfr. C. Bernal Pulido,
El principio de proporcionalidad y los derechos fundamentales, cap. 6, II.1.2.3, pp. 713-714.
23. En este sentido pero con algunas precisiones, G. Lopera Mesa, Principio de proporcionali-
dad y ley penal, Madrid, 2006, pp. 327-329.
24. M. Hensche, Teleologische Begründungen, pp. 48 ss., 53 ss.; O. Weinberger, Rechtslogik, pp.
282 ss.
25. M. Hensche, ibid., pp. 48 ss., 53 ss, 104, 249.
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26. M. Hensche, ibid., p. 51; J.-R. Sieckmann, Regelmodelle und Prinzipienmodelle, p. 78.
27. BVerfGE 87, 363 (385-386); véase BVerfGE 23, 50 (57); 41, 360 (370).
28. Sobre la ilegitimidad del fin y del medio, ver cap. 1, excurso.
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Capítulo 1. La estructura del mandato de adecuación técnica...
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Si los fines son imprecisos, han sido formulados de forma vaga y ambi-
gua, o fueron a propósito “velados”,31 entonces es tarea de quien aplica el
derecho precisarlos a través de su interpretación en el contexto de las medi-
das que se dictan.32 En este sentido, alcanza para la realización del examen
de la adecuación técnica que el fin en el caso concreto pueda ser precisado.
Otra complicación se presenta en relación con la determinación del
fin. Se ha afirmado que el fin puede ser un medio, o que una precisión tal
podría llevar a confundir el fin con el medio. Y aún más, se ha sostenido
que los términos “medio” y “fin” son “intercambiables”33 o que se acercan
tanto que llegan a fusionarse.34 Sin embargo, esto no puede ser interpretado
como una objeción en contra de la realización del examen de la adecua-
ción técnica en tanto y en cuanto la relación medio-fin para el caso concre-
to bajo examen pueda ser determinada.
A esta altura de la discusión puede sostenerse lo siguiente: si del exa-
men de la adecuación técnica se quiere lograr un control eficaz de la jus-
tificación iusfundamental de la medida estatal, entonces se debe exigir al
que dicta la medida que:
30. BVerfGE 35, 202. Véase R. Rubel, Planungsermessen, p. 96 ss. Sobre “Lebach” y la colisión
entre derechos fundamentales en la proporcionalidad en sentido estricto, véase cap. 3., II, 1.2.
31. BVerfGE 17, 306 319.
32. Acerca de la relevancia del problema de la precisión e interpretación de los fines de una
norma ver los trabajos referidos a la interpretación de las normas “subjetiva-teleológica” y
“objetiva-teleológica”, por ejemplo, en R. Alexy, Theorie der juristischen Argumentation, pp.
296 ss.; MacCormick y Summers, Interpreting Statutes: a Comparative Study, Dartmouth,
Inglaterra, 1991; A. Marmor, Positive law and objective values, Oxford, 2001.
33. M. Jakobs, “Der Grundsatz der Verhältnismäßigkeit”, DVBl. 1985, p. 97; comparar N.
Luhmann, Zweckbegriff und Systemrationalität, p. 183 ss.
34. Ver BVerfGE 78, 38 (55), voto del Juez Henschel.
35. L. Clérico, Die Struktur der Verhältnismäßigkeit, pp. 32 y 340. Esta exigencia cobra aún más
importancia cuando se trata de restricciones a los derechos fundamentales provenientes de
leyes penales, véase BVerfGE 113, 348 (385)-Control de telecomunicaciones; trabaja en
detalle esta cuestión G. Lopera Mesa, Principio de proporcionalidad y control constitucional de
las leyes penales, pp. 576 ss.
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44. BVerfGE 55, 159 (166), resaltado por LC. Comparar BVerfGE 34, 71 (78 ss.).
45. Si el tribunal hubiera considerado como relevante los efectos de M1 que expresamente
desechó, habría llegado a la conclusión de que M1 en un sentido lograba fomentar una parte
del fin estatal, y entonces M1 no era del todo inadecuado técnicamente. Muy probablemente
varios interesados en practicar la cetrería habrían desistido de practicarla, si hubieran tenido
que aprender a usar armas de fuego para aprobar el examen que requería la ley, aunque el uso
de armas de fuego no sea necesario para la cetrería. El tribunal se decidió, sin embargo, por la
reducción del fin y se inclinó por la falta de adecuación técnica de M1.
46. En relación con la ley de la ponderación lo dicho arriba puede ser reconstruido de la
siguiente manera: tanto más intensiva resulte la restricción en P2, tanto más importante tiene
que devenir la realización del P1 en el caso concreto.
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47. L. Clérico, Die Struktur der Verhältnismäßigkeit, pp. 34 y 340. Cfr. C. Bernal Pulido, El
principio de proporcionalidad y los derechos fundamentales, cap. 6, II.1.2.3 y II.1.3, pp. 712-48;
explora este punto en el ámbito del derecho penal, G. Lopera Mesa, Principio de proporciona-
lidad y ley penal, pp. 378-384.
48. L. Clérico, ibid.
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51. BVerfGE 95, 173 (184 ss.). Según el Tribunal Constitucional Federal, la obligación de
indicación o advertencia debe ser probada en relación con la libertad de trabajo (Art. 12 I LF),
no así con la libertad de expresión, pues la referida obligación alcanza a productores y
comerciantes de tabaco (y de sus productos) cuando venden esas mercaderías, no en el marco
del proceso de expresión y difusión de la opinión, BVerfGE 95, 173 (181). El derecho
fundamental a la libertad de expresión (Art. 5 I LF), sin embargo, puede alegarse en favor de
la protección de un aviso publicitario comercial, cuando el aviso contenga un contenido
valorativo o formativo de la opinión, o cuando contenga declaraciones que puedan servir a la
formación de opinión (cfr. BVerfGE 71, 162 [175]; 107, 275 [280]-“Bennetton: propaganda
HIV positivo”). Estas circunstancias no están dadas en el caso concreto. En tanto el produc-
tor de tabaco y de mercaderías esté obligado a difundir en los paquetes las indicaciones, el
Estado toma para sí estos paquetes, sin restringir, por lo demás, la publicidad o propaganda,
BVerfGE 95, 173 (182).
52. Véase G. Wright, Rationalität: Zweck und Mittel, p. 128: “La meta (el logro de la meta)
representa un valor positivo… , y el medio (el uso del medio) un valor negativo en relación de
uno sobre otro”.
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54. Acerca de la búsqueda y selección del medio, véase O. Weinberger, Rechtslogik, p. 288.
55. Las 27 combinaciones surgen de elevar tres a la tercera potencia.
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con tan alto grado de probabilidad que M1. Por qué se inclina por
M2 y no por M1 puede tener que ver con preferencias que exceden la
adecuación técnica, por ejemplo, que M2 evita consecuencias negati-
vas mejor que M1. Este tipo de consideraciones se explicitan en el exa-
men del medio alternativo menos gravoso y en el de la proporcionalidad
en sentido estricto.
En pocas palabras: los tres aspectos mencionados sirven para explicar el
fomento del fin, es decir, en qué puede consistir esa relación (positiva)
entre medio y fin. Y pueden ayudar en el proceso de selección del medio
(o los medios). No obstante, no pueden en todos los casos otorgarle un
criterio definitivo, aunque sí lo pueden ayudar con mayor o menor facili-
dad a justificarla. Y no pueden reemplazar definitivamente su decisión
pues al tiempo de seleccionar el medio no siempre se puede “medir”,
“calcular” el logro del fin en relación con el aspecto cuantitativo, cualita-
tivo y referido a las probabilidades de fomento. El mayor o menor éxito
del cálculo depende de la información de que se dispone al momento de
la selección (diagnóstico) y del desarrollo progresivo de muchas otras cir-
cunstancias (pronóstico), que no siempre pueden ser determinadas por
adelantado con seguridad.
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elegir el medio que demuestre la versión más positiva en todos los sentidos
entre medio y fin. En esta cuestión juega un papel preponderante la me-
dida, el modo y la probabilidad del alcance del fin.56 Si se exige una
versión fortísima del examen de la adecuación técnica en el caso concre-
to, entonces todos los medios deben ser corroborados según el criterio
de la maximización del alcance del fin: todos los medios –aun aquellos
adecuados pero no tanto– que no alcancen en un grado óptimo el fin
deben ser descalificados.
Sin embargo, ¿cuál de las dos versiones se asemeja al mandato de la
adecuación técnica en el derecho constitucional? La versión fortísima se
acerca a un ideal. Como los ideales no pueden ser realizados en su
completitud, quien aplica y controla el derecho no puede razonablemente
exigir del actor la elección del medio más adecuado en todos los aspectos.
El cumplimiento de la adecuación técnica del medio en su versión fortí-
sima se dificulta, pues depende del conocimiento de algunas variables
que no siempre son conocidas o cuya información no es accesible al mo-
mento de la elección del medio: los diagnósticos y pronósticos de la ma-
teria que se regula contienen datos cuya veracidad no eleva la pretensión
de seguridad sino de probabilidad. Asimismo, en buena parte depende
de la escucha atenta de los intereses de todos los afectados. Y aún más,
depende no sólo de las circunstancias relevantes al momento de elegirse el
medio, sino también durante toda la vigencia de la medida: no se puede
anticipar en forma definitiva y con seguridad cómo y en qué medida
cambiarán las circunstancias del caso y qué influencia ejercerán sobre la
adecuación técnica del medio. Esa versión fortísima de la adecuación téc-
nica, ideal, queda como idea regulativa: ésta debe servir de orientación al
actor legislativo y en su caso al ejecutivo y a los órganos de control políti-
co y a la ciudadanía. Por consiguiente, si bien el operador jurídico debe
controlar la adecuación técnica del medio en el marco de una versión
débil del referido examen, la versión fortísima no deviene inútil.
56. Z. Yi, Das Gebot der Verhältnismäßigkeit in der grundrechtlichen Argumentation, p. 136 ss.
Cfr. O. Weinberger, Rechtslogik, p. 282.
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Capítulo 1. La estructura del mandato de adecuación técnica...
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65. BVerfGE 71, 206 (215, 218) en relación con el medio de prohibición de la comunicación
pública del escrito de acusación o cualquier otro escrito judicial “en forma literal” para la
protección del afectado en el proceso y para la protección de las partes para que no sean
influenciados (Z); cfr. BVerfGE 13, 97 (113); 101, 331 (349); 103, 172 (189).
66. Aquí se toma la distinción realizada por Hensche entre “medio necesario”, “medio suficien-
te” y “medio útil, apropiado”, véase M. Hensche, Teleologische Begründungen, pp. 86-94, 56. La
implementación de un medio adecuado entre otros es necesario cuando se tiene la posibilidad
de elegir entre varios y el fin es obligatorio, comparar G. Wright, Erklären und Verstehen, pp. 94-
95; R. Alexy, Theorie der Grundrechte, p. 421. Aquí no es necesaria la implementación de un
determinado medio (necesario) para el alcance del fin. Sin embargo, en algunos casos se reduce
el margen de selección al único medio posible, véase cap. 4 de este trabajo.
67. Cfr. con el mandato de la optimización en sentido amplio, cap. 3, II.2.2.2.1.
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Capítulo 1. La estructura del mandato de adecuación técnica...
68. Sin embargo, el examen de idoneidad –en el marco del mandato de prohibición por
omisión o acción insuficiente– supone una versión más fuerte de “fomento”, véase capítulo 4
de este trabajo.
69. BVerfGE 80, 244 (255): “El Tribunal Constitucional Federal no puede probar la decisión del
legislador, en el sentido de si encontró la más eficaz, la más razonable o la más justa; tiene sólo que
cuidar que la norma se encuentre materialmente en concordancia con las prescripciones de la
Constitución, con las máximas constitucionales no escritas y con las decisiones fundamentales
de la Ley Fundamental” (ver BVerfGE 27, 18 (30); 37, 201 (212); 45, 272 (289); 51, 60 (74));
BVerfGE 50, 205 (212 s.); 90, 145 (173). Resaltado por LC.
70. R. Alexy, Theorie der Grundrechte, p. 421 ss.
71. M. Raabe, Grundrechte und Erkenntnis, pp. 93 s., 198, 259, 298 ss., 421. Resaltado por
LC.
72. Véase cap. 4 sobre el examen de prohibición por acción insuficiente u omisión in-
justificada.
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73. BVerfGE 77, 170 (215)-Caso de “las armas químicas”; 46, 160 (164)-Caso “Schleyer”;
56, 54 (81)-Caso del “ruido de los aviones”; 79, 174 (202)-Caso “de la producción de ruidos
por los medios de transporte”.
74. Luego de haber puesto a prueba cada uno de los argumentos antes alegados, Lopera Mesa
parte de esta conclusión y la combina con las perspectivas ex ante y ex post desde las que se
puede evaluar la idoneidad de una medida para analizar la aplicación del examen de idoneidad
en el ámbito del derecho penal. La autora propone, en principio, un análisis de control
intensivo cuando se evalúa la proporcionalidad de leyes penales, ver G. Lopera Mesa, Princi-
pio de proporcionalidad y control constitucional de las leyes penales, pp. 388-392.
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79. BVerfGE 67, 157 (173, 175, 178)-“Control de la correspondencia y las telecomuni-
caciones”. Cfr. BVerfGE 79, 256 (270)-“Impugnación de la filiación”; 81, 70 (90)-
“Obligación de regreso de los autos de alquiler”; 81, 156 (192)-“Ayuda para desocupa-
dos”; 83, 1 (19)-“Reducción de honorarios de abogado”, 96, 10 (23); 113, 167 (234)-
“Seguro de salud”.
80. BVerfGE 67, 157 (178).
81. BVerfGE 67, 157 (175); comparar 81, 156 (192)-“Ayuda para desocupados”.
82. Un hijo que alcanzó la mayoría de edad puede impugnar sólo su filiación (procedencia) en
sede judicial (según parágrafo § 1596 párrafo. 1 Nr. 2 del Código Civil alemán), cuando el
matrimonio de la madre sea declarado nulo, inválido o se divorcie, o cuando los padres vivan
desde hace tres años separados y no sea de esperar que la convivencia se restablezca, BVerfGE
79, 256 (268).
83. BVerfGE 79, 256 (271)-Caso de la “impugnación de la filiación”.
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Capítulo 1. La estructura del mandato de adecuación técnica...
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87. BVerfGE 16, 147 (181) en relación con los argumentos del demandante véase 16, 147 (155).
88. BVerfGE 16, 147 (161, 182)-“Werkfernverkehr” “Transporte de larga distancia (de mer-
cancías)”.
89. E. Grabitz, Der Grundsatz der Verhältnismäßigkeit, p. 572.
90. BVerfGE 16, 147 (174-175, 177, 180): para la comprobación de este resultado se
tuvieron en cuenta datos estadísticos.
91. BVerfGE 16, 147 (179).
92. BVerfGE 16, 147 (180); comparar en similar sentido BVerfGE 40, 196 (222 ss.).
93. BVerfGE 16, 147 (183, 187).
94. BVerfGE 16, 147 (181-183).
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95. BVerfGE 71, 206 (217)-“Prohibición de información”; 47, 109 (118 s.)-“Películas porno-
gráficas”; 50, 142 (163)-“Obligación de manutención”; 61, 291 (313 s.)-“Disecadores de
animales”; 90, 145 (182)-“Cannabis”.
96. BVerfGE 30, 250 (264), cfr. BVerfGE 71, 206 (215).
97. Comparar BVerfGE 47, 109 (118 s.); 71, 206 (217); 50, 142 (163); 61, 291 (313 s.).
98. BVerfGE 71, 206 (215).
99. BVerfGE 71, 206 (217).
100. BVerfGE 71, 206 (217); 47, 109 (118 s.); 61, 291 (313 s.).
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103. Sigue esta diferencia y explora su aplicacion en el ámbito del examen de normas de
derecho penal G. Lopera Mesa, Principio de proporcionalidad y ley penal, pp. 392, 586.
104. L. Hirschberg, Der Grundsatz der Verhältnismäßigkeit, p. 52.
105. BVerfGE 50, 290 (332); 73, 40 (92)-“Tercer caso del financiamiento de los partidos
políticos”.
106. M. Raabe, Grundrechtsschutz, p. 84.
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107. R. Alexy, Theorie der Grundrechte, pp. 120, 427; comparar J.-R. Sieckmann, Regelmodelle
und Prinzipienmodelle des Rechtssystems, p. 159; M. Raabe, Grundrechtsschutz, p. 89 ss.
108. Cabe advertir que la tensión entre la competencia del Parlamento y el Tribunal Consti-
tucional Federal en forma simplista y algo placativa se suele traducir como una tensión entre
democracia y derechos fundamentales. Bajo esta formulación se supone que el Parlamento
puede sancionar leyes contrarias a los derechos fundamentales. Sin embargo, lo mismo podría
ser sostenido respecto del Tribunal Constitucional Federal, después de todo en su haber
cuenta con algunas decisiones bastante objetables desde el punto de vista de la protección
iusfundamental (por ejemplo, BVerfGE 30, 1-“Caso de las escuchas telefónicas”; BVerfGE
39, 334-“Caso por el que se le niega a los radicales a ingresar al servicio público (administra-
ción pública)”; BVerfGE 48, 127-Caso de la “obligación de servicio militar”; BVerfGE 69, 1-
“Objeción de conciencia”.
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Capítulo 1. La estructura del mandato de adecuación técnica...
109. R. Alexy, Theorie der Grundrechte, pp. 427, 495; W. Brugger, Einführung, p. 19 ss. En este
grupo podrían incluirse las propuestas según las cuales algunas materias quedan definitiva-
mente excluidas de la competencia del tribunal (por ejemplo aquellas que forman parte de las
llamadas “cuestiones políticas” en la jurisprudencia norteamericana).
110. El problema del alcance del margen de apreciación legislativa o de la competencia de
control del Tribunal Constitucional Federal fue objeto –entre otras cuestiones– del caso de la
“cogestión”, BVerfGE 50, 290 (333), que en este punto ha adquirido la categoría de “leading
case”. El Tribunal Constitucional Federal determinó tres pautas de control: (1) control de
evidencia (comparar BVerfGE 50, 290 (333); 36, 1 (17); 37, 1 (20); 40, 196 (223); 56, 54
(81); 77, 170 (215); 79, 174 (202)-“ruidos molestos”; 86, 90 (109)), (2) control de represen-
tatividad (comparar BVerfGE 50, 290 (333); 25, 1 (12 s., 17); 30, 250 (263, 269); 39, 210
(225 s.); 88, 203 (262); 91, 1 (29)) y (3) control intensivo del contenido (BVerfGE 50, 290
(333); 7, 377 (415); 11, 30 (45); 17, 269 (276 ss.); 39, 1 (46, 51 ss.); 45, 187 (238)). Sin
embargo, no siempre el Tribunal Constitucional Federal distingue en sus sentencias con
claridad estos tres niveles de control de intensidad, comparar por ejemplo: BVerfGE 51, 193
(208); 68, 193 (220); 73, 40 (92); 76, 220 (240); 77, 84 (106); 78, 249 (288); 85, 80 (91).
Una crítica de estos criterios (o “doctrina de los tres niveles” de intensidad) puede ser
encontrada en C. Rau, Selbst entwickelte Grenzen, pp. 194 ss.; K. Schlaich,
Bundesverfassungsgericht, p. 360.
111. Por ejemplo, en el leading-case de la “cogestión”, BVerfGE 50, 290 (332-333), se
individualizaron tres criterios para determinar la extensión de la intensidad de control o, visto
desde la otra punta de la tensión, el alcance del margen de apreciación del Parlamento: (1) la
particularidad de la materia que se legisla, (2) la posibilidad de formarse un juicio seguro y
suficiente y (3) el significado de los bienes jurídicos en juego. Comparar BVerfGE 73, 40 (92);
77, 84 (107).
73
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112. Aquí pueden tomarse los casos en los cuales se le otorgó especial relevancia al tipo de la
materia legislada, véase BVerfGE 49, 280 (283), y/o a la importancia y significado de los
bienes jurídicos en juego, véase BVerfGE 73, 40 (92); 77, 84 (107). Algunas variantes de estas
propuestas pueden ser encontradas en el caso que el significado e importancia de los bienes
jurídicos en juego sean determinadas en abstracto, por ejemplo, la propuesta de las “preferred
freedoms”. Ver M. Vocke, Verfassungsinterpretation, p. 124 ss. Otra variante se presenta cuando
lo relevante es la intensidad de la restricción, cuanto más intensa tanto más el alcance del
control, ver BVerfGE 88, 203 (262).
113. Estas propuestas ponen el énfasis en las características de los órganos para la determinación
del alcance del control, por ejemplo, la legitimación democrática del Parlamento, comparar
BVerfGE 45, 400 (418); 77, 170 (230 s.), o la pericia del órgano para decidir en cuestiones
donde reine inseguridad empírica, BVerfGE 16, 147 (187), o la imparcialidad, la especialización
para detectar errores en los procesos, o para mantenerse impermeables frente a las presiones de
los grupos de presión de las grandes empresas y/o multinacionales, o porque sus procedimientos
facilitan una mayor participación de los afectados en las discusiones. Comparar R. Alexy, Theorie
der Grundrechte, p. 497; C. Rau, Selbst entwickelte Grenzen, p. 231 ss.
114. M. Raabe, Grundrechtsschutz, p. 85; C. Rau, Selbst entwickelte Grenzen, p. 231 ss.
115. La intensidad de control se analiza, sin embargo, en el cap. 2, III, 2.2.3, y en el cap. 4, II.3
y III.3.
74
Capítulo 1. La estructura del mandato de adecuación técnica...
116. BVerfGE, 81, 156 (193); BVerfGE 53, 135 (145), 30, 250 (262); 50, 57 (102); 105, 17 (34).
117. BVerfGE 16, 147 (181); BVerfGE 39, 210 (230): “Cuando la medida a través del
agotamiento de todas las posibilidades de conocimiento se puede comprobar claramente
como inadecuada para el logro del fin”. Comparar BVerfGE 30, 250 (263): La cuestión de la
adecuación técnica de una ley respecto del fin no se puede juzgar según el desarrollo de los
hechos con posterioridad, pero sí si desde la perspectiva del legislador se puede asumir que la
medida era adecuada técnicamente para ampliar el fin legislativo, si entonces su pronóstico
era representativo y ajustado a los hechos en cuanto a la apreciación de las relaciones políticas
económicas, 39, 210 (226); 71, 230 (250); 77, 84 (109). Comparar BVerfGE 50, 290 (332
s.); 65, 1 (55); 70, 191 (206); 73, 40 (91-94); 76, 220 (240).
118. BVerfGE 16, 147 (181).
119. BVerfGE 17, 306 (317).
120. BVerfGE 19, 119 (127). Comparar BVerfGE 61, 291 (313 s.); 65, 116 (126); 70, 1 (26),
71, 206 (215 ss.); 73, 301 (317).
121. En especial en relación con la adecuación técnica de obligaciones estatales de protec-
ción: BVerfGE 85, 191 (212); 79, 174 (202); 77, 170 (215); 56, 54 (81).
122. BVerfGE 71, 206 I (215).
123. BVerfGE 25, 1 (12); 30, 250 (263); 30, 292 (317); 39, 210 (226); 73, 40 (91-94); 76,
220 (240); 77, 84 (109); 80, 1 (31); 83, 1 (22). En algunas circunstancias se ha solicitado una
corrección “a través de la reiteración”, comparar BVerfGE 49, 89 (130 ss.); 50, 290 (335); 55,
274 (308); 56, 54 (79); 57, 139 (162); 59, 119 (127); 65, 1 (55); 68, 287 (309); 73, 40 (94);
77, 308 (334); 80, 1 (31); 83, 1 (21 s.).
124. BVerfGE 71, 206 (215).
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76
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Estos dos ejemplos tienen algo en común. Las actividades que los me-
dios escogidos exigen son desde un principio inadecuadas técnicamen-
te. Esta falta de adecuación no se logra con el transcurso del tiempo, esa
relación empírica entre el medio y el fin no se da ni se dará tal como está
establecida en el contexto de las medidas legislativas. En el primer caso
la venta a través de máquinas automáticas expendedoras de atados de
cigarrillos funciona por medio de la “distribución de mercadería” por
127. BVerfGE 19, 330 (338 s.)-Caso de la “máquina automática expendedora de cigarrillos”.
Ver también BVerfGE 34, 71 (78 ss.): En el caso concreto se trataba de la instalación de una
cantidad de máquinas automáticas expendedoras de gomas redondas de mascar (no empaque-
tadas), es decir, un tipo determinado de producto alimenticio. Luego de precisar el fin de la
medida legislativa (“Z”: protección de los consumidores frente a la posibilidad de daño a la
salud a través de la venta de alimentos) ésta fue declarada inconstitucional, pues no tenía
ninguna relación con la actividad concreta del caso. El problema radicaba en que la medida
legislativa no contemplaba la posibilidad de otorgar un permiso para el expendio de produc-
tos limitados y determinados.
128. BVerfGE 55, 159 (163). El demandante encuentra en el caso una violación
iusfundamental, pues de acuerdo con el parágrafo § 15, apartado 7, oración 1 de la ley federal
de caza (BJagdG) el otorgamiento de un certificado para la cetrería depende de la aprobación
del examen de caza con armas de fuego. Sin embargo para la práctica de la cetrería no es
necesario el uso de armas de fuego.
129. BVerfGE 55, 159 (166).
77
Laura Clérico
130. BVerfGE 19, 330 (338 s.). Y si algún daño genera este tipo de venta automática en el caso de
los atados de cigarrillos, no se puede evitar por la pericia general exigida. Pues la ley no exigía
ninguna pericia especial en la venta de cigarrillos que pudieran evitar peligros para el consumidor
que devienen de la venta de mercancía deficiente o mal conservada o a través de asesoramiento
inadecuado. Estos peligros podrían evitarse a través de un medio no exigido por la ley, la demostra-
ción de pericia en la venta de este tipo especial de mercancías (en el caso atados de cigarrillos por
medio de una máquina automática).
131. BVerfGE 19, 330 (338 ss.).
132. BVerfGE 55, 159 (166). Véase un análisis de este caso en el punto 4.2.1 de este capítulo.
78
Capítulo 1. La estructura del mandato de adecuación técnica...
79
Laura Clérico
Que el medio escogido sea idóneo para lograr el fin es el resultado del
primer escalón del examen de la proporcionalidad en sentido amplio. A
su vez, es un argumento que habla en favor de la importancia del fomento
del fin; el fin es realizable desde el punto de vista empírico. Sin embargo,
de ahí no se sigue en forma automática su justificación iusfundamental defini-
tiva. Los efectos negativos en tanto restricciones a los derechos fundamen-
tales pueden, en el caso concreto, superar los argumentos que hablan a
favor del seguimiento del fin:
80
Capítulo 1. La estructura del mandato de adecuación técnica...
81
Laura Clérico
(REGNF) La falta del fomento del fin a través del medio selec-
cionado comprueba que entre el medio y el fin no existe co-
nexión. La importancia de la realización del fin en el caso con-
creto no puede ser utilizada como un argumento que debería
ser confrontado en el examen de la proporcionalidad en senti-
do estricto con los argumentos que hablan en contra de la
implementación del medio. La medida inadecuada técnica-
mente es desproporcionada en sentido amplio.137
82
Capítulo 1. La estructura del mandato de adecuación técnica...
83
Laura Clérico
mejor manera y con el mayor grado de probabilidad logre el alcance del fin
exige tan sólo un medio plausible, es decir un medio que fomente el fin.
(g) Dentro de la versión débil de la máxima de la adecuación técnica
se puede graduar la intensidad del control de la medida. Ese control
puede ir desde uno que sólo compruebe la inadecuación técnica cuando
ésta sea “evidente” (control de evidencia) hasta alcanzar la mayor intensi-
dad de control (control intensivo).
(h) Que una medida sólo se declare como inadecuada técnicamente
cuando el medio no tenga ninguna relación con el fin tiene como conse-
cuencia que un medio que sólo fomente el fin en una medida insignifi-
cante pase como adecuado técnicamente. Un tal fomento insignificante
del fin no puede de por sí justificar una muy intensiva restricción
iusfundamental. La fórmula dice: tanto más insignificante sea el fomento
del medio por el fin, tanto más difícil que a través de la “importancia” de
la realización del fin en el caso concreto pueda ser justificada la limitación
del derecho fundamental afectado por la implementación del medio ade-
cuado técnicamente. Esta fórmula corresponde al examen de la propor-
cionalidad en sentido estricto.
(i) La versión débil de la máxima de la adecuación técnica puede ser
interpretada como una forma de racionalidad de medio-fin limitada. Pri-
mero, no admite ninguna comparación entre el medio seleccionado y
otros medios alternativos también adecuados técnicamente pero que fo-
menten más, mejor, o con mayor probabilidad el fin deseado. Segundo,
la máxima de la adecuación técnica deja cuestiones por discutir en otras
instancias del examen de proporcionalidad en sentido amplio: ¿pueden
los argumentos que hablan a favor del fin justificar la restricción del dere-
cho fundamental causada por la implementación del medio adecuado
técnicamente? Estas preguntas y sus repuestas son objeto de análisis del
examen del medio alternativo menos gravoso y del examen de la propor-
cionalidad en sentido estricto.
84
Capítulo 1. La estructura del mandato de adecuación técnica...
Excurso
138. En este caso, la norma debe tener las suficientes condiciones de aplicación para permitir
su aplicación sin ponderación en un caso concreto; en este sentido, véase el siguiente trabajo
que compara el modelo de la subsunción y el modelo de la ponderación: H. Stück, Subsumtion
und Abwägung, p. 412.
85
Laura Clérico
139. Sobre casos claros de la regla de la proporcionalidad en sentido estricto, cap. 3 de este libro.
140. Por lo que se sostiene en el texto no se termina de comprender la crítica formulada en C. Bernal
Pulido, El principio de proporcionalidad y los derechos fundamentales, cap. 6, II, 1.2.1, pp. 696-698.
141. L. Clérico, Die Struktur der Verhältnismäßigkeit, pp. 66; en sentido similar, G. Lopera
Mesa, Principio de proporcionalidad y ley penal, p. 341.
86
Capítulo 1. La estructura del mandato de adecuación técnica...
142. Cfr. R. Alexy, Theorie der Grundrechte, p. 272. M. Stelzer, Das Wesensgehaltsargument und
der Grundsatz der Verhältnismäßigkeit, Viena y Nueva York, 1991; J.C. Gavara de Cara, La
garantía del contenido esencial de los derechos fundamentales en la Ley Fundamental de Bonn,
Madrid, Centro de Estudios Constitucionales, 1994; C. Bernal Pulido, El principio de propor-
cionalidad y los derechos fundamentales, cap. 4, I, pp. 400-442, cap. 5, I, 3.1.2.3, pp. 560-563.
C. Drews, Die Wesensgehaltsgarantie des Art. 19 II 66, Baden-Baden, Nomos, 2005.
87
Laura Clérico
143. Sobre el origen, ocaso, resurgimiento y nuevamente ocaso de la garantía del contenido
esencial, ver Stern, Das Staatsrecht der Bundesrepublik Deutschland, Vol. III/2, Munich, 1994,
pp. 850-853. Stern realiza un interesante análisis de la jurisprudencia del Tribunal Constitu-
cional Federal, según el cual en la década del ’50 la garantía habría jugado un papel relevante
como límite al límite de los derechos fundamentales, cfr. BVerfGE 2, 266 (285); 4, 157 (170).
Entre 1958 y 1967 su aplicación habría sido meramente periférica, cfr. BVerfGE 8, 272 (328
ss.); 12, 281 (295); 13, 97 (122); 14, 263 (281); 15, 125 (144); 16, 194 (201). La decisión del
18.7.1967 marcaría un resurgimiento de la garantía, BVerfGE 22, 180 (219); 27, 344 (350
ss.); BVerfGE 32, 373 (379); 34, 238 (245). El ocaso se simboliza a través de la sentencia
BVerfGE 37, 104 ss., en la que el Art. 19 II LF no se considera, a pesar de haber sido relevante
su aplicación para examinar la limitación de los derechos. En BVerfGE 45, 187 (270 ss.) y
BVerfGE 58, 300 (348) se la cita marginalmente; cfr., además, BVerfGE 80, 367 (373); 84,
212 (228). Una excepción estaría dada por su tratamiento en BVerfGE 61, 82 (113).
144. Cfr. BVerfGE 34, 238 (245); 35, 35 (39), 6, 32 (41); 32, 373 (378); 16, 194 (201);
31, 58 (69).
145. BVerfGE 34, 238 (245): esta fórmula habla claramente a favor de una garantía del
contenido esencial absoluta. Este ámbito de protección está libre de ponderaciones. Sin
embargo, esto no quiere decir que todo el ámbito de protección del derecho lo esté de
forma definitiva, todo lo que no conforma el núcleo duro del derecho puede estar sujeto a
limitaciones, pero con una justificación suficiente: “Las medidas estatales que lo afectan, en
caso que fueran admisibles, se encuentran bajo la estricta garantía del mandato de propor-
cionalidad”. Cfr. BVerfGE 32, 373 (378 s.); BVerfGE 35, 35 (39); BVerfGE 16, 194 (201);
BVerfGE 31, 58 (69).
88
Capítulo 1. La estructura del mandato de adecuación técnica...
146. Sobre la teoría relativa, ver BVerfGE 22, 180 (219-220); 27, 344 (352); R. Alexy, Theorie
der Grundrechte, pp. 269-272; C. Bernal Pulido, El principio de proporcionalidad y los derechos
fundamentales, cap. 4, I, pp. 400-442, cap. 5, I, 3.1.2.3, pp. 560-563.
147. BVerfGE 22, 180 (219-220); además, BVerfGE 27, 344 (352). En ambas decisiones se
encuentran violaciones a la garantía del contenido esencial.
148. Cfr. M. Stelzer, Das Wesensgehaltsargument und der Grundsatz der Verhältnismäßigkeit, op. cit.
149. Sobre la justificación y validez del mandato de proporcionalidad en sentido amplio,
véase Introducción, punto I.2.
150. Acerca del argumento de tomar en serio a la persona del afectado, ver cap. 3, II.3.
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Capítulo 1. La estructura del mandato de adecuación técnica...
91
Laura Clérico
156. BVerfGE 80, 367 (373); cfr. en este punto, BVerfGE 65, 1 (41 ss.)-“Censo”.
157. BVerfGE 80, 367 (373 ss.).
158. BVerfGE 80, 367 (374 ss.).
159. BVerfGE 80, 367 (374): se enfatiza el aspecto dinámico del núcleo duro del derecho y,
entonces, su dependencia de la situación y del tiempo.
160. BVerfGE 80, 367 (374). Cfr. BVerfGE 6, 389 (443).
161. BVerfGE 80, 367 (374.).
92
Capítulo 1. La estructura del mandato de adecuación técnica...
93
Laura Clérico
Esta reconstrucción fue realizada a partir del análisis del voto de los
jueces Mahrenholz, Böckenförde, Graßhof y Franßen. De acuerdo con
esta opinión las notas íntimas, las notas de un diario íntimo, correspon-
den al ámbito de protección absoluta de la vida privada, en tanto conte-
nido esencial del derecho fundamental del Art. 2 I LF, y no pueden ser
objeto de restricciones estatales.164 Varios son los argumentos que sustentan
164. BVerfGE 80, 367 (374). Para otras decisiones en este sentido, cfr. BVerfGE 6, 32 (41);
6, 389 (433); 27, 344 (350); 32, 373 (378); 34, 238 (245); 35, 35 (39); 38, 312 (320); 54,
94
Capítulo 1. La estructura del mandato de adecuación técnica...
143 (146); 65, 1 (46); 89, 69 (82); 109, 279 (313); BVerfGE 13.6.2007 EuGRZ 30/11/2007
(Nro. 19-21), pp. 592-609 (600)- Caso “Esra”.
165. BVerfGE 80, 367 (382).
166. BVerfGE 80, 367 (374 ss.).
167. BVerfGE 80, 367 (377 ss.).
95
Laura Clérico
logradas, sólo una cae fuera del ámbito de protección de la garantía. Las
otras tres restantes conforman una red de reglas que definen el núcleo duro
del derecho general a la personalidad cuando se trata de la protección de
notas escritas en un diario íntimo. Estas reglas conforman para los jueces
Mahrenholz, Böckenförde, Graßhof y Franßen una protección del dere-
cho fundamental definitiva. Esto surge, además, de la interpretación de
un obiter dictum de este voto en la sentencia. Esta protección vale en for-
ma definitiva, aunque la utilización de las notas contenidas en un diario
sólo sean a favor del afectado, pero en contra de su voluntad.168 Así, se
confirma que en este voto se parte de una posición definitiva, en tanto no
tienen en cuenta las consecuencias negativas que puede tener la aplica-
ción de los criterios. Por supuesto, la justificación de la decisión conteni-
da en el voto de los jueces Mahrenholz, Böckenförde, Graßhof y Franßen
puede ser reconstruida a través de una ponderación. Sin embargo, esta
ponderación tendría un carácter explicatorio o crítico, en el caso de que la
justificación fuere defectuosa. La ponderación no puede, como tal, deter-
minar el resultado de la decisión. En este punto radica la diferencia con
las combinaciones de los tres criterios arriba reconstruidos, pues éstos
determinan el resultado de la decisión en un caso concreto.169
96
Capítulo 1. La estructura del mandato de adecuación técnica...
En suma, el análisis del caso demuestra que el núcleo duro del derecho
puede ser determinado por medio de interpretación y sin ponderación.
Para que ello sea posible se requiere de un conjunto de reglas provenientes
de la jurisprudencia y de los resultados del trabajo de la dogmática que
expresen, en forma crítica, el contenido duro de ese derecho.
Struktur der Verhältnismäßigkeit, pp. 229, 236, 347). La insuficiencia deviene así de la falta de
peso de las razones justificatorias en el caso concreto. Ahora bien, la segunda interpretación
dice, por el contrario, que el problema no radica en el peso de los argumentos en el caso
concreto, sino en el argumento e independientemente de este caso. Este argumento no es
compatible con un grupo de reglas que dicen que las personas tienen el derecho de decidir por
sí mismas qué es lo bueno o lo malo para el desarrollo de su propio plan de vida. Por ello, el
Estado no puede restringir legítimamente la libertad de la persona, en contra de su voluntad,
pero para “mejorar” su vida.
170. BVerfGE 53, 135 (143-144); 46, 120 (145); 94, 372 (390); 110, 226 (263).
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98
Capítulo 1. La estructura del mandato de adecuación técnica...
4. Conclusiones
99
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100
Capítulo 2. La estructura del examen del medio alternativo...
CAPÍTULO 2
I. La relación medio-fin
101
Laura Clérico
2. BVerfGE 19, 330 (337); 25, 1 (17); 30, 292 (316); 33, 171 (187); 40, 371 (383); 45, 297
(335); 63, 88 (115); 65, 116 (127); 67, 157 (176); BVerfGE 68, 155 (171); 68, 193 (219);
68, 272 (282 ss.) 70, 1 (28 ss.; 70, 278 (286), BVerfGE 73, 301 (319); 81, 156 (192); 83, 1
(19); 90, 145 (182).
3. BVerfGE 39, 210 (230).
4. BVerfGE 38, 281 (302); 49, 24 (58); 49, 220 (233). Cfr. BVerfGE 47, 109 (119); BVerfGE
81, 156 (193).
5. L. Clérico, Die Struktur der Verhältnismäßigkeit, Baden-Baden, Nomos, 2001, pp. 75, 341.
6. Acerca de la relación entre medio y fin en el examen de adecuación técnica y en el examen
de medios alternativos menos intrusivos o lesivos, cfr. L. Hirschberg, Der Grundsatz der
Verhältnismäßigkeit, p. 43; P. Lerche, Übermaß, p. 19; Schlink, Freiheit, p. 460, S. Huster,
Rechte und Ziele, p. 132.
7. En igual dirección ver M. Jakobs, Der Grundsatz der Verhältnismäßigkeit, en contra K. Stern, Das
Staatsrecht der Bundesrepublik Deutschland, Vol. III/2, Munich, 1994, p. 780.
102
Capítulo 2. La estructura del examen del medio alternativo...
103
Laura Clérico
Esta regla supone que “existen” medios alternativos, que son adecuados
para el fomento del fin, esto es, que se encuentran en una relación positiva
con el fin.12 Los medios adecuados técnicamente pueden ser sólo objeto
del examen de la (igual) adecuación técnica en comparación con el esta-
blecido, ya que aquello que es necesario (en el sentido de menos gravoso),
tiene que ser adecuado técnicamente, pero no todo lo que resulte adecua-
do técnicamente, será –a su vez– necesario.
En este paso de la adecuación técnica no basta ya con establecer que el
medio alternativo es idóneo para el logro del fin. No se trata de una
pregunta negativa del examen de adecuación técnica (versión débil del
104
Capítulo 2. La estructura del examen del medio alternativo...
Todos los medios que pueden fomentar el fin son candidatos del examen
del medio alternativo menos gravoso. Sin embargo, ¿“deben” ser todos
corroborados en relación con el grado del fomento del fin? La
fundamentación de una respuesta afirmativa diría que no puede excluirse
que exista una alternativa que fomente, por lo menos, el fin tan bien
como el establecido, pero que grave menos los derechos afectados. La
posibilidad de permitir una mayor realización o satisfacción del principio
iusfundamental afectado podría fundamentar una búsqueda y examen
interminable. Esto sería válido bajo condiciones discursivas ideales –el
mandato de la búsqueda y el examen interminable de medios alternativos
adquiere importancia en el marco de procedimientos de discusión ideales
y en la discusión real como pauta crítica–.
En el marco de un discurso real, el tiempo,14 los recursos, la informa-
ción y las posibilidades de participación son limitados. Por ello, no se
puede, en principio, esperar del legislador que satisfaga al mismo tiempo
el mandato de la búsqueda y examen interminable de medios alternativos
y que, a su vez, sancione la medida estatal en tiempo oportuno y que ésta
sea eficaz. No se le puede, entonces, exigir que pruebe medios que no se
encuentran, desde un principio y con grado alto de probabilidad, en
relación alguna con el fin perseguido. En esta línea puede ser inter-
pretada la siguiente jurisprudencia del Tribunal Constitucional Fede-
ral: el legislador podría, sin embargo, dejar de lado a otros medios,
porque él puede considerar por buenas razones a éstos como no eficaces
en forma suficiente. 15
Para quien aplica la norma (por ejemplo, el juez) valen las mismas
consideraciones de practicabilidad, que deben ser ponderadas de acuerdo
13. Cfr. L. Clérico, Die Struktur der Verhältnismäßigkeit, 2001, pp. 38 y ss.
14. L. Hirschberg, Der Grundsatz der Verhältnismäßigkeit, p. 59.
15. BVerfGE 16, 147 (173)-, resaltado por LC; BVerfGE 40, 196 (222).
105
Laura Clérico
con las circunstancias del caso. Sin embargo, se suman aquí otros dos
argumentos. Uno habla en contra de una ampliación del grupo de los
posibles medios alternativos tan adecuados técnicamente como el esta-
blecido. Detrás de esto subyace el argumento del respeto a la voluntad
del legislador legitimado democráticamente. El otro argumento habla a favor
de ampliar la búsqueda del medio alternativo menos gravoso. Este argumen-
to se basa en la protección del derecho fundamental del afectado frente a
intervenciones injustificadas, es decir, “innecesarias”. Uno de los presupuestos
de este argumento encierra una fórmula que dice que cuanto más extensa sea
la búsqueda y el examen de los medios alternativos, tanto más aumentan las
posibilidades de que por lo menos se encuentre un medio igual de adecuado
técnicamente y menos gravoso. Si se toman en cuenta todos estos argumen-
tos, entonces no resultan siempre tan plausibles las soluciones del tipo “todo
o nada”. En cambio, una solución intermedia diría:
Aquí hay que interpretar que se incluyen los medios discutidos por el
legislador, pues en principio ningún argumento de peso podría excluir su
consideración, ya que a favor de ello habla el argumento del respeto a la
voluntad del legislador legitimado democráticamente. Esta solución
intermedia puede ser interpretada como regla indicativa17 que precisa y
complementa la regla del examen del medio alternativo menos gravoso:
16. BVerfGE 40, 196 (222), ver BVerfGE 25, 1 (18); 30, 292 (316); 77, 84 (109); 80, 137 (160).
17. Se entiende por regla indicativa al resultado de una ponderación entre argumentos; en
tanto los argumentos mantengan el mismo peso, sigue la regla teniendo validez; ésta es sin
embargo condicionada, pues por un cambio de las circunstancias puede variar el peso de los
argumentos, la regla perdería su fundamentación y habría que volver a ponderar.
106
Capítulo 2. La estructura del examen del medio alternativo...
18. L. Clérico, Die Struktur der Verhältnismäßigkeit, pp. 78, 342. C. Bernal Pulido, El principio
de proporcionalidad y los derechos fundamentales, Madrid, 2003, pp. 737; G. Lopera Mesa,
Principio de proporcionalidad y Ley Penal, Madrid, 2006, p. 435.
19. Sobre intensidad de aplicación de la regla del medio alternativo menos gravoso ver
cap. 2, II.
20. BVerfGE 16, 147 (173); cfr. 40, 196 (222).
21. BVerfGE 30, 292 (319); 81, 70 (91).
22. BVerfGE 25, 1 (20).
23. El resultado que dice que el medio alternativo es inadecuado técnicamente no es tenido
aquí en cuenta. Ese resultado no es interesante en este nivel del examen, ya que si éste no
satisface un requisito minimo del examen de adecuación técnica, mal puede éste satisfacer las
exigencias del examen de igual adecuación técnica.
24.Cfr. cap. 1, I, 3.3.1.
107
Laura Clérico
requiere que sea el óptimo entre los posibles. Se trata de una versión débil
de la adecuación técnica con una pauta de comparación fija.
Sin embargo, ¿deben ser los medios alternativos igual de adecuados
“en todos los sentidos relevantes” o “en algunos de los sentidos relevan-
tes”? Primero, “en todos los sentidos relevantes” puede ser utilizado, por
lo menos, con dos significados:
- En sentido, cuantitativo (más/igual25 /menos), cualitativo (mejor/igual
de bien/peor) o en relación con la probabilidad (mayor/igual/menor)26
de que se logre el fin perseguido.
- En relación con el tipo de fines27 con los que el medio alternativo debe
ser examinado en su adecuación técnica, en especial el fin principal, fin
secundario,28 fin mediato o lejano, fin último, fin parcial.29
Este último uso está presupuesto cuando el Tribunal Constitucional
Federal aplica el examen del medio alternativo menos gravoso.
Se supone que quien toma una decisión aplica la exigencia de (como
mínimo) la igual adecuación técnica del medio alternativo “en todos los
sentidos”30 en forma estricta con el doble uso que arriba se ha notado,
cuando prefiere la maximización del fomento del fin en desmedro de la
minimización de la limitación iusfundamental. Si la exigencia de (como
mínimo) la igual adecuación técnica del medio alternativo “en todos los
sentidos” no se aplica en forma estricta, entonces basta con que el medio
alternativo pueda fomentar “en algún sentido relevante” el fin. El fomen-
to menor (pero insignificante) en comparación con otros medios puede
ser compensado a través de una considerable menor intervención
iusfundamental.
La exigencia de igual adecuación técnica “en todos los sentidos” signi-
ficaría, para la persona que aplica la ley, el reconocimiento de un margen
de apreciación estructural a favor del decisor en su doble uso. Pues, cuan-
to más se exija la igual adecuación técnica en más sentidos (del medio
alternativo en comparación con el medio establecido), tanto más probable
25. BVerfGE 21, 150 (157); 25, 1 (18); 30, 292 (316); 40, 196 (222); 68, 193 (219).
26. Cfr. cap. 1, I, 3.2.
27. BVerfGE 30, 292 (319); 81, 70 (90, 92); 105, 17 (36)-“Impuestos a los intereses prove-
nientes de títulos comerciales”; 110, 141 (164)-“Perros agresivos”.
28. BVerfGE 30, 292 (319).
29. BVerfGE 80, 137 (160).
30. BVerfGE 30, 292 (319); 81, 70 (90, 92); 105, 17 (36); 110, 141 (164).
108
Capítulo 2. La estructura del examen del medio alternativo...
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Capítulo 2. La estructura del examen del medio alternativo...
40. BVerfGE 53, 135 (146). Sin embargo los dos medios no logran el fin de igual manera: M1
es uno de los medios más intrusivos (“eines der denkbar einschneidendsten Mittel”), M2 es
menos intrusivo. Por ello, M1 es “innecesario”, por ser M2 más leve.
41. Ver examen de adecuación técnica, cap. 1, I, 2.1.
42. L. Clérico, Die Struktur der Verhältnismäßigkeit, pp. 81, 342. La exigencia de la igual
idoneidad técnica de los medios alternativos puede ser relativizada (con justificación) si se
trata de evitar restricciones importantes de los derechos en juego (en el lenguaje de Lopera
Mesa “criterio de compensación”). Esto es lo que pretendo poner de relieve cuando trabajo el
caso de “Liebres de chocolate para Pascuas”; por ello, no puedo más que coincidir con las
advertencias que me formula al respecto G. Lopera Mesa, Principio de proporcionalidad y Ley
Penal, p. 435 y 441.
111
Laura Clérico
43. Acerca de algunos ejemplos sobre medios alternativos que fueron desechados por no ser
tan adecuados técnicamente, cfr. en este capítulo el punto II, 2.2.
44. Cfr. arriba el caso “Liebres de chocolate para Pascuas”, cap. 2, II, 2.2.
45. Una prohibición de propaganda (M2) parece mejor adecuada que una indicación de
cuidado (M1) en relación con el consumo de productos de tabaco para la protección de los
peligros causados por fumar, cfr. BVerfGE 95, 173 (183 ss.). Sin embargo, la indicación de
cuidado queda (M1) como “necesaria”, pues M2 resulta intrusiva en relación con la interven-
ción de la libertad de trabajo.
46. En esta línea puede ser interpretada la decisión sobre el consumo de cannabis, BVerfGE 90, 145
(172): el medio establecido –las prohibiciones que figuran en la ley penal sobre el uso no permitido
de productos relacionados (182) (M1)– para el fomento de la protección de la salud humana,
tanto del individuo como de la población en su totalidad, ante la peligrosidad que deviene de los
medios estupefacientes, y la protección de la población, en especial de los jóvenes, para alertarlos
de los peligros de la drogadependencia, es necesario. Si la libre entrega de cannabis es (182) (M2),
como medio alternativo, un medio tan adecuado técnicamente, es una pregunta que el tribunal
deja abierta, pues no están aún a disponibilidad los “conocimientos científicos fundados” que
hablen necesariamente de la corrección de uno u otro medio. Por lo demás, a favor de
mantener el medio establecido como “necesario” (en el sentido del menos gravoso) el tribunal
alude a un argumento que vincula la incertidumbre o inseguridad sobre los conocimientos que
emanan de la criminología con el principio formal de respeto a la voluntad del legislador legitimado
democráticamente, que reza: si el legislador se mantiene firme a la concepción teniendo en cuenta
la situación material, que dice que la prohibición general referida disuade a un número mayor de
potenciales consumidores, y en tanto es más adecuada técnicamente para el fomento del fin, hay
que aceptarlo desde el punto de vista constitucional. Para la elección entre varios medios adecuados
técnicamente cuenta, pues, el legislador, con un margen de apreciación y decisión (183).
47. E. Grabitz, Der Grundsatz der Verhältnismäßigkeit, p. 574.
48. L. Clérico, Die Struktur der Verhältnismäßigkeit, pp. 82, 342.
112
Capítulo 2. La estructura del examen del medio alternativo...
Puede ser que el medio alternativo no sólo fomente el fin tan bien
como el medio establecido, sino también que posibilite una mejor rea-
lización del fin. Si se considera la validez del fin debe ser preferido, en
principio, el medio alternativo en comparación con el establecido.
Esto vale en tanto no entren en juego otras consideraciones tales como
la practicabilidad o relacionadas con la realización de principios
formales, como ser el respeto de la voluntad del legislador legitimado
democráticamente. Si se aplica la regla (GGNG), entonces el medio
alternativo será desechado, ciertamente. Si se considera la validez de
los derechos fundamentales que colisionan, para los que están
interesados en evitar sus limitaciones, restricciones o intervenciones,
entonces el medio alternativo quedará como igual de adecuado, y se
deberá transitar el segundo paso del examen del medio alternativo
menos gravoso. Esta segunda posibilidad se corresponde mejor con la
meta que persigue el examen del medio alternativo menos gravoso.49
Cómo se decidirá y fundamentará el caso en forma racional depende
de la importancia de los argumentos que hablan a favor y en contra de
cada uno de los medios. Esto se puede lograr a través de la aplicación
de reglas (indicativas) suplementarias, siempre y cuando la
fundamentación de las mismas no se ponga en tela de juicio en el caso
concreto, o a través de una ponderación entre los principios que
colisionan en el marco del examen de la proporcionalidad en sentido
estricto. Éste se tratará en los párrafos que siguen.
113
Laura Clérico
51. BVerfGE 19, 330 (337); 25, 1 (17); 30, 292 (316); 33, 171 (187); 40, 371 (383) 63, 88
(115); 65, 116 (127); 67, 157 (176); BVerfGE 68, 155 (171); 68, 193 (219); 68, 272 (282
ss.); 70, 1 (28 ss.); 70, 278 (286), BVerfGE 73, 301 (319); 81, 156 (192) 83, 1 (19); 90, 145
(182). Cfr. BVerfGE 16, 147 (188).
52. L. Clérico, Die Struktur der Verhältnismäßigkeit, pp. 83, 342.
114
Capítulo 2. La estructura del examen del medio alternativo...
115
Laura Clérico
54. Esto no se puede atribuir a una diferencia radical en la estructura de la regla, ya que en
última instancia ambos tratan sobre el “fomento” de fines (realización de principios o evita-
ción de restricciones) y sobre una comparación. Sólo varían en la pauta de comparación y en
el contenido del mandato.
55. Por ejemplo, una de las constelaciones más simples del examen puede darse en el caso en
el que sólo se selecciona un medio para el fomento del fin y sólo un afectado y su correspon-
diente derecho se vea limitado. Así, la relación se establece entre dos sujetos (el ciudadano
afectado y el Estado).
56. Las constelaciones se complejizan a partir de los casos en los que el medio o los medios
que buscan fomentar más de un fin, a su vez, afectan más de un derecho. Por ejemplo, cuando
el medio seleccionado (M1), como el medio alternativo (M2), fomentan los fines (Z1 y Z2)
de la medida estatal, pero M1 afecta levemente el derecho (P2) de un afectado y M2 afecta ese
derecho muy intensamente (P2) y, en cambio, afecta levemente el derecho (P3) de otro
afectado en comparación con el medio seleccionado (M1), que lo afecta muy intensivamente.
Así, la relación entre los sujetos en las constelaciones complejas no es meramente dual, en ella
se encuentra más de un afectado con derechos limitados diversos, o incluso diversos grupos de
afectados. Véase R. Alexy, Theorie der Grundrechte, p. 101, nota número 86.
116
Capítulo 2. La estructura del examen del medio alternativo...
utilizada para establecer con una mayor precisión hasta qué punto la
aplicación de la regla del examen del medio alternativo menos gravoso
puede ofrecer una solución a la colisión de derechos.
La razón de la cuestionabilidad de la fuerza decisoria de la regla del
examen del medio alternativo menos gravoso parte de la falta de determi-
nación de los parámetros desde los cuales se debe examinar el carácter
menos gravoso del medio alternativo; a saber, “en general”, “en promedio”
o “en el caso concreto”. Para ello se requiere precisar y complementar las
reglas del examen del medio alternativo menos gravoso: la necesidad de
su complementación fundamenta, por un lado, que si bien la regla de la
“necesidad” es concebida como un criterio de decisión, no alcanza siem-
pre con su aplicación.57 Por otro lado, fundamenta que la regla del exa-
men del medio alternativo menos gravoso implica decisiones sobre la “pre-
ferencia” de principios constitucionales que se dan por supuestas. Sin
embargo, dichas preferencias deben poder ser justificables desde el punto
de vista iusfundamental, siempre y cuando el mandato de la proporcio-
nalidad en sentido amplio quiera seguir valiendo como un procedimiento
que pretende alcanzar cierta racionalidad. Si la regla no se precisa, queda
ésta como un criterio débil. La decisión, que implica valoraciones, para la
solución de la colisión de principios, se tomará entonces en el marco del
examen de proporcionalidad en sentido estricto y será fundamentada de
acuerdo con la ley de la ponderación. Sin embargo, aquí se trata de
individualizar algunas reglas complementarias del examen del medio al-
ternativo menos gravoso utilizadas por el tribunal.
117
Laura Clérico
Un caso claro con constelación simple del examen del medio alternativo me-
nos gravoso se da cuando tanto el medio establecido (M1) como el medio
alternativo (M2) son igualmente adecuados técnicamente para el fomento
118
Capítulo 2. La estructura del examen del medio alternativo...
Se trata aquí de una constelación simple del examen del medio alter-
nativo menos gravoso. La prohibición de la comercialización de produc-
tos alimenticios elaborados con arroz inflado (el medio establecido M1),
fomenta el fin –protección del consumidor frente a la posibilidad de
119
Laura Clérico
Un caso claro con constelación compleja del examen del medio alter-
nativo menos gravoso se presenta cuando tanto el medio establecido (M1)
como así también el medio alternativo (M2) son igualmente adecuados
técnicamente para el fomento del fin (Z1 o P1). Sin embargo, el medio
alternativo (M2) restringe el derecho del afectado (B2 o P2), en una ma-
yor medida que el medio establecido (M1) y, al mismo tiempo, los dere-
chos de un grupo limitable de personas (B3 o P3). El medio establecido
es en todos los sentidos (P1, P2 y P3) el medio menos gravoso, pues M1
permite una realización fáctica mayor de todos los principios (más de
dos, de ahí la complejidad de la constelación) que colisionan. La aplica-
ción de la regla del medio alternativo menos gravoso lleva a una decisión,
ella puede interpretarse como un criterio fuerte en este contexto. El me-
dio establecido (M1) queda como el menos lesivo.
Como ejemplo sirve aquí una reconstrucción de la decisión sobre el
caso “Designación pública de peritos”.65 En el caso la cuestión dice: ¿es
suficiente para rechazar la designación pública de un perito el hecho de
que exista un número de peritos activos que han sido designados
públicamente; es decir, el requisito de requeribilidad de cantidad de
peritos (el medio establecido, M1, y más allá de las exigencias relativas
120
Capítulo 2. La estructura del examen del medio alternativo...
121
Laura Clérico
Un caso dudoso con constelación simple del examen del medio alternativo
menos gravoso se aprecia cuando el medio alternativo (M2) puede lograr
tan bien el fin (Z1 o P1) como el establecido (M1), pero M1 impide la
realización del derecho fundamental afectado (P2) igual o algo más que
M2, pero no en forma clara, y M2 restringe P2 igual o tal vez un poco
menos, aunque esto, sin embargo, no resulta claro. Ni M1 ni M2 fomen-
tan claramente una mayor realización de P2. La regla del examen del
medio alternativo menos gravoso no ofrece ninguna decisión, queda como
un criterio débil. Esto no excluye que pueda ser complementada con
otras reglas (como se trabaja en los próximos apartados).
69. BVerfGE 86, 28 (37). El caso presenta aún una constelación más compleja que la recons-
truida arriba, pero no por esto es el caso menos claro. Esto surge cuando el Tribunal Consti-
tucional Federal explicita en la argumentación los fines de M1, es decir, de la restricción
numérica de peritos. Este fin era “evitar costos adminstrativos” (P4). Sin embargo, este
argumento es descalificado por su peso débil y en atención a una jurisprudencia reiterada del
122
Capítulo 2. La estructura del examen del medio alternativo...
Tribunal Constitucional Federal. Es decir, no alcanza para justificar una restricción fuerte-
mente intensa a la libertad de ejercer la profesión. “En todas las opiniones se encuentra en el
trasfondo el argumento de que se debe limitar el número de los peritos designados pública-
mente a la cantidad que se requiera necesariamente, para posibilitar una práctica de designa-
ción económica y un control plenamente efectivo. Este punto de vista no puede justificar, sin
embargo, un examen de necesidad concreto. El evitar costos administrativos no es tampoco
un motivo suficiente para las intervenciones en las libertades protegidas por los derechos
fundamentales. Asimismo, el Tribunal Constitucional Federal ha decidido en varias ocasiones
que de acuerdo con la Ley Fundamental es inadmisible restringir la libertad de los ciudadanos
para elegir una profesión simplemente en interés de una vigilancia estatal más fácil (ver
BVerfGE 41, 378 (397); 65, 116 (129))”, L. Clérico, Die Struktur der Verhältnismäßigkeit, pp.
127-134, 139, 343-344; G. Lopera Mesa, Principio de proporcionalidad y Ley Penal, pp. 444-
450.
70. BVerfGE 72, 302 (328). Cfr. R. Dechsling, Das Verhältnismäßigkeitsgebot, p. 155, punto 7.
71. BVerfGE 72, 302 (328).
123
Laura Clérico
Un caso dudoso con una constelación compleja del examen del medio
alternativo menos gravoso se da cuando el medio alternativo (M2) es tan
adecuado técnicamente como el establecido (M1) para el fomento del fin
(Z1 o P1), y aunque M2 afecta los derechos del afectado (P2 o B2) mu-
cho más que M1, sin embargo, afecta mucho menos los derechos de otro
grupo determinado de afectados (P3 o B3). Por el contrario, el medio
124
Capítulo 2. La estructura del examen del medio alternativo...
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Laura Clérico
126
Capítulo 2. La estructura del examen del medio alternativo...
(definitiva) en los casos claros. Por eso podría también explicarse por qué
el examen del medio alternativo menos gravoso no puede arrojar siempre
como resultado necesario un medio menos gravoso.82
127
Laura Clérico
83. BVerfGE 37, 1 (22); 30, 292 (316); 68, 155 (172), cfr. BVerfGE 103, 172 (183); 110,
141 (165).
84. L. Hirschberg, Der Grundsatz der Verhältnismäßigkeit, p. 66.
85. BVerfGE 68, 155 (172).
128
Capítulo 2. La estructura del examen del medio alternativo...
sobre si la regla del examen del medio alternativo menos gravoso se aplica
para controlar medidas estatales generales o actos individuales.
86. L. Hirschberg, Der Grundsatz der Verhältnismäßigkeit, p. 66, L. Clérico, Die Struktur der
Verhältnismäßigkeit, pp. 93, 343. Cfr. C. Bernal Pulido, El principio de proporcionalidad y los
derechos fundamentales, cap. 6, II.2.2.3, p. 750 y ss.
87. BVerfGE 37, 1 (22); cfr. BVerfGE 30, 292 (316).
129
Laura Clérico
derechos de los empresarios. Sin embargo, esto no alcanza para negar “en
general” la menor gravosidad de la medida legislativa.
Los problemas que pueden surgir de la regla “en promedio” no necesa-
riamente devienen de la determinación de la menor gravosidad del medio
en abstracto (sin contacto con la situación de hecho). No se puede des-
cartar la posibilidad de que el decisor (legislador o administrador) consi-
dere la mayor cantidad de casos para determinar la menor gravosidad de
la medida. A partir de la consideración del conjunto de estos casos con-
cretos se decidirá acerca de la gravosidad de la medida. Sin perjuicio de lo
cual puede ocurrir que el actor se decida por un medio a pesar de ser
consciente de que en algunos casos ese medio no resulta el menos gravoso.
Puesto a tomar una decisión, opta por la menor gravosidad en general.
Precisamente por esos casos se puede poner en tela de juicio la regla de la
menor gravosidad en promedio. Muchos casos fueron tomados por el
decisor como “relevantes”, pero no el del afectado en el caso concreto. La
no consideración como relevante del caso concreto del afectado necesita
ser justificable. A continuación se trata el tipo de argumento que puede
ser alegado a favor y en contra de la aplicación de la regla “en promedio”.
88. BVerfGE 68, 155 (172); 44, 283 (288); 60, 16 (48).
130
Capítulo 2. La estructura del examen del medio alternativo...
89. BVerfGE 17, 232 (244 ss.), BVerfGE 110, 141 (164)-“Perros agresivos”. Ver cap. 2, III,
2.2.1.1.4.
90. L. Hirschberg, Der Grundsatz der Verhältnismäßigkeit, p. 66.
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Capítulo 2. La estructura del examen del medio alternativo...
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Capítulo 2. La estructura del examen del medio alternativo...
limitar la libertad (en este caso la de trabajar) de los ciudadanos sólo para
lograr un control estatal más fácil.100 Ambas posiciones se encuentran en
una situación de tensión. La solución de esta tensión depende de las cir-
cunstancias del caso, pues de su valoración en concreto surgirá cuál de las
dos consideraciones gana en importancia, y así, logra establecer una pre-
ferencia condicionada por sobre la otra.
Las consideraciones sobre practicabilidad devienen más importan-
tes 101 cuando el medio menos gravoso “en promedio”, si bien restringe
el derecho más que el otro, lo hace sólo levemente; es decir, la diferencia
no es relevante; en tanto la afectación sea pequeña, los argumentos sobre
practicabilidad de la medida 102 pueden fundamentar la elección del
medio menos gravoso “en promedio”. Pierden, sin embargo, importancia
en el caso concreto, por un lado, cuando la implementación del medio
menos gravoso “en concreto” desde el punto de vista de la técnica
legislativa es “leve”, y cuando implica para la administración
“ninguna” 103 o sólo una “insignificante dificultad”; 104 por otro lado,
cuando la implementación del medio alternativo implique para el dere-
cho una afectación significativamente menor. El Tribunal Constitucional
Federal tiene dicho, por ejemplo, que el no reconocimiento “general”
de contratos entre cónyuges 105 resulta ser el medio “más fácil” para
evitar de ahí en más contratos abusivos. Sin embargo, las razones de
practicabilidad pueden ceder frente al peso de la decisión valorativa del
Art. 6 I LF (“el matrimonio y la familia se encuentran bajo la especial
protección de la ordenación estatal”).106
Como resumen de lo hasta aquí dicho, se puede reconstruir la siguien-
te fórmula:
100. BVerfGE 65, 116 (126) –resaltado por LC–, 15, 288 (296); 33, 303 (332 ss.); 34, 369
(381); 35, 307, 310; 41, 378 (397), 61, 291 (316); 86, 28 (44).
101. BVerfGE 77, 84 (109).
102. Cfr. BVerfGE 82, 60 (102); BVerfGE 44, 283 (288).
103. BVerfGE 55, 154 (169, 165, 171).
104. Cfr. BVerfGE 33, 90 (104); 23, 1 (90).
105. BVerfGE 13, 290 (316).
106. BVerfGE 13, 290 (317-316). Cfr. BVerfGE 6, 55 (83); 18, 97 (110); 26, 321 (326 ss.).
135
Laura Clérico
Un medio queda como menos gravoso cuando implica para los afecta-
dos “en promedio” y en general una menor restricción iusfundamental. Se
supone que la restricción para el afectado sería, también en el caso indivi-
dual, muy intensiva. Así, el Tribunal Constitucional Federal encontró
compatible con la libertad constitucional de trabajo (Art. 12 I LF), una
norma reglamentaria (M1) según la cual la habilitación de ingenieros
para realizar cálculos de estadística para la construcción caduca cuando la
persona alcanza los setenta años.109 El medio establecido (M1) resulta ser
el menos gravoso. El Tribunal Constitucional Federal expresó sus dudas
referidas a la equivalente adecuación técnica del medio alternativo, la
flexibilización del límite de edad y la sujeción de la habilitación a pruebas
de aptitud110 del ingeniero (M2). Pero, allende lo dicho, consideró que la
determinación de un límite general de edad deviene más soportable para
el afectado que el sometimiento a pruebas de rendimiento (probadas a
través de certificados médicos) una vez alcanzados los 70 años para man-
tener la habilitación (M2).111 M2 implicaría pues una fuerte interven-
ción en la esfera privada e íntima del afectado.
Aquello que para el afectado es “soportable” es determinado por el
Tribunal Constitucional Federal no en relación con los intereses con-
cretos del afectado, sino “en general”, según lo que “se supone”. Si el
legislador prefirió una reglamentación “general”, esta competencia caería
107. Cfr. BVerfGE 61, 358 (381); 63, 119 (128); 82, 60 (97).
108. L. Clérico, Die Struktur der Verhältnismäßigkeit, p. 96. En sentido similar, G. Lopera
Mesa, Principio de proporcionalidad y Ley Penal, pp. 444 ss.
109. BVerfGE 64, 72 (85). Cfr. BVerfGE 103, 172 (183 ss.)-Sobre el límite de 55 años de
edad para médicos que quieran ingresar por primera vez al sistema de lista de médicos de
obras sociales para atención en sus respectivos consultorios privados.
110. El medio alternativo (M2) consistiría en pruebas de rendimiento (probadas a través de
certificados médicos) una vez terminados los 70 años para mantener la habilitación (M2).
111. BVerfGE 64, 72 (85).
136
Capítulo 2. La estructura del examen del medio alternativo...
137
Laura Clérico
116. Ver cap. 3, II.3, sobre el postulado de tomar los derechos del afectado en serio.
117. Cfr. S. Huster, Rechte und Ziele, p. 278 en relación con BVerfGE 26, 265 (276); 84, 348
(360). Cfr. BVerfGE 60, 16 (50 ss.); BVerfGE 23, 73 (83), 18, 97 (106); 55, 114 (129).
118. L. Clérico, Die Struktur der Verhältnismäßigkeit, p. 98.
138
Capítulo 2. La estructura del examen del medio alternativo...
119. Los argumentos que hablan a favor de la aplicación de las reglas complementarias de la
regla (débil) del examen del medio alternativo menos gravoso pierden su fuerza en forma
gradual (dependiendo del caso) cuando la intensidad de la restricción ocasionada por el
medio menos gravoso “en promedio” resulta ser significativamente más intesiva que la ocasio-
nada por el medio menos gravosos “en concreto”. Cuanto más intensa sea la restricción
iusfundamental, tanto más débil resulta ser la fuerza de los argumentos que hablan en favor de
la regla de la menor gravosidad “en promedio”. Si, sin embargo, se insiste en la aplicación de
la misma, entonces se requiere alegar argumentos complementarios de una mayor importan-
cia que los que hablan en contra de la regla. Por lo demás, la regla del medio alternativo menos
gravoso “en promedio” debe ser aplicada con cuidado, es decir, ante la duda, hay que recons-
truir los argumentos que hablan a favor y en contra de ella en el marco de una ponderación,
ya que si no se corre el peligro de que una restricción iusfundamental permanezca, aunque
pueda ser evitable o disminuida en su intensidad.
139
Laura Clérico
140
Capítulo 2. La estructura del examen del medio alternativo...
123. K. Grupp, Das Angebot des anderen Mittels, p. 143; sobre la aplicación del instituto del
medio intercambiable para casos con efectos individuales en el marco de un examen del medio
alternativo menos gravoso, siempre y cuando el legislador no hubiera determinado el medio,
ver M. Jakobs, Der Grundsatz der Verhältnismäßigkeit, p. 74.
124. M. Jakobs, Der Grundsatz der Verhältnismäßigkeit, pp. 74-75; K. Grupp, Das Angebot des
anderen Mittels, pp. 144-145.
125. Cfr. BVerfGE 38, 348 (359); 50, 249 (260), cfr. BVerwGE 65, 139 (144 ss.); BVerwGE
65, 139 (145).
141
Laura Clérico
Dado el caso de una constelación compleja del examen del medio al-
ternativo menos gravoso, por ejemplo, el medio establecido (M1) fue
implementado para el fomento del fin (Z), sin embargo, el legislador ad-
vierte que todos los medios alternativos disponibles (M2, M3), incluido el
establecido (M1), restringen determinados derechos fundamentales (P2,
P3) y otro principio constitucional (P4) con dispar intensidad: M1 restrin-
ge P2 y P4 no intensamente, pero P3 muy intensamente; M2 restringe P2
menos, P4 mucho más que M1 y P3 casi nada; M3 restringe P2 y P4
menos que M1 y M2, pero P3 mucho más que M1 y M2. El decisor
determina a través de la elección de M1 que los derechos fundamentales P2
y P4, esto es los afectados B2 y B4, deben ser menos perjudicados que el
afectado B3 titular del derecho fundamental P3.
Si aquí no se determina con anterioridad cuáles de entre todos los afecta-
dos deben ser los protegidos,127 entonces la regla del medio alternativo
142
Capítulo 2. La estructura del examen del medio alternativo...
menos gravoso no podría ofrecer una decisión. Para ganar en fuerza, ésta
debe ser complementada128 por otra regla, que dice:
128. Cfr. L. Hirschberg, Der Grundsatz der Verhältnismäßigkeit, pp. 66-71, 74, 172.
129. L. Clérico, Die Struktur der Verhältnismäßigkeit, pp. 102 y 343. Cfr. C. Bernal Pulido, El
principio de proporcionalidad y los derechos fundamentales, cap. 6, II, 2.2.3, p. 752.
130. L. Hirschberg, Der Grundsatz der Verhältnismäßigkeit, pp. 71-73, B. Schlink, Abwägung
im Verfassungsrecht, pp. 210-213.
143
Laura Clérico
(y que, precisamente por eso, la regla débil del medio alternativo menos
gravoso no puede ofrecer una decisión). Después de un examen del me-
dio alternativo menos gravoso se debe realizar el examen de igualdad ge-
neral, porque un medio podría ser el menos gravoso, pero implicar una
desigualdad de trato infundada. Así la medida estatal caería por no apro-
bar el examen de igualdad.
El examen del medio alternativo menos gravoso y el examen de igual-
dad valen como pautas separadas de control de la justificabilidad
iusfundamental. Sin embargo, pueden ser combinadas. Un examen de
igualdad puede ser realizado en el marco de un examen de proporcionali-
dad en sentido estricto y a la inversa.131 Esto no habla ciertamente en
contra de su independencia. Más aún, esta combinación puede ser espe-
cialmente interesante para el afectado cuando por medio de un trata-
miento diferenciado y a través de un medio alternativo puede ser evitada
o disminuida considerablemente una restricción intensa a su derecho.
La combinación del examen del medio alternativo menos gravoso y del
examen de igualdad puede verse en una serie de decisiones del Tribunal
Constitucional Federal, en especial sobre la reglamentación del derecho
de trabajar (Art. 12 LF).132
131. Cfr. BVerfGE 55, 72 (88); 84, 348 (359); 85, 191 (210); 87, 1 (36); 87, 234 (255); 74,
9 (30); 91, 346 (363); 93, 99 (111); 95, 143 (155); 95, 267 (316-317).
132. Véase esta línea jurisprudencial en BVerfGE 33, 171 (188); 34, 71 (78); 59, 336 (356
ss.); 68, 155 (173 ss.). En esta línea también se inscribe la citada decisión sobre la obligación
de aprovisionamiento de petróleo, BVerfGE 30, 292 (326 ss.). El Tribunal Constitucional
Federal interpreta que la referida obligación respecto de la totalidad del grupo de comercian-
tes de petróleo importado no viola la máxima de la proporcionalidad en sentido amplio.
Ahora bien, hasta aquí no se hace ninguna distinción entre el demandante de amparo, el
importador independiente (de algún grupo industrial) y los otros afectados, por ejemplo,
consorcios de empresas petroleras y las importadoras dependientes de éstas, que se encuen-
tran en competencia con aquéllas. Sin embargo, en un segundo paso, se examina la obligación
(M1) a la luz de la libertad de trabajar (Art. 12 I LF) vinculada con la exigencia de igualdad
(Art. 3 I LF) y se la declara incompatible con la ley fundamental. La medida legislativa no
prevé pues ninguna posibilidad para que la situación del demandante de amparo, el importa-
dor independiente (de algún grupo industrial), se “considere adecuadamente”: su capacidad de
competitividad se ve significativamente desmejorada por causa de la obligación de acopio y
bajo consideración de la estructura de la empresa. Las regulaciones del derecho de ejercer el
trabajo pueden no sólo ser inconstitucionales cuando a causa de las consecuencias generales
para el grupo de trabajadores afectados se viola la máxima de la proporcionalidad en sentido
amplio (315). Estas medidas reguladoras deben también considerar las diferencias que típica-
mente se presentan en el marco de la profesión reglamentada. En el caso, la demandante de
amparo pertenece a un grupo determinable dentro de las empresas petroleras de acuerdo con
144
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no darse el referido cambio relevante. Asimismo, cabe admitir la posibilidad de que un medio
gravoso al momento del dictado de la medida, devenga luego menos gravoso en comparación
con los alternativos. El Tribunal Constitucional Federal declara una medida en principio como
más gravosa, si ex ante (i.e. al momento del dictado de la medida) se puede comprobar que pudo
ser elegido un medio alternativo menos gravoso. En esta dirección ver: BVerfG 16, 147 (181);
18, 315 (332); 25, 1 (12); 30, 250 (263); 38, 61 (88); 39, 210 (226); 69, 1 (53); 72, 9 (23); 76,
220 (241 ss.); 77, 84 (109). Una determinación ex post (es decir, al momento de la decisión
judicial) sólo puede ser fundamentada cuando la comprobación de la menor gravosidad del
medio alternativo es considerablemente menor. Aquí la importancia de la menor gravosidad
fundamenta el apartamiento de la comprobación que hizo el legislador al momento de dictar la
medida estatal, BVerfG 21, 261 (270). Véase G. Lopera Mesa, Principio de proporcionalidad y
control constitucional de las leyes penales, pp. 586 ss.
146. BVerfGE 30, 292;, 81, 70; 53, 135.
147. BVerfGE 30, 292 (319). Cfr. 81, 70 (90); 105, 17 (36).
148
Capítulo 2. La estructura del examen del medio alternativo...
149
Laura Clérico
151. BVerfGE 81, 70 (92). Para esta posición es relevante que la medida estatal era una
medida de tipo económica. Este tipo de decisiones influyen en el establecimiento del presu-
puesto, y por eso se le reconoce al legislador, en principio, un margen de apreciación bastante
amplio, véase BVerfGE 30, 290 (317); 25, 1 (12, 17).
152. R. Alexy, Theorie der Grundrechte, pp. 495-498; M. Raabe, Grundrechte und Erkenntnis.
Der Einschätzungsspielraum des Gesetzgebers, Baden-Baden, 1998.
150
Capítulo 2. La estructura del examen del medio alternativo...
151
Laura Clérico
152
Capítulo 2. La estructura del examen del medio alternativo...
164. BVerfGE 45, 187 (238, 246, 252). Cfr. G. Lopera Mesa, Principio de proporcionalidad y
Ley Penal, pp. 558-560.
165. “La dignidad de la persona es intangible”.
166. BVerfGE 45, 187 (238, 246, 252).
153
Laura Clérico
(i) La regla del medio alternativo menos gravoso debe ser complemen-
tada para ganar fuerza decisoria. Si no se la complementa, igualmente
posee una fuerza organizativa bastante importante, ya que marca los pro-
blemas que quedan como objeto de decisión en la ponderación en el exa-
men de proporcionalidad en sentido estricto.
(ii) Si bien las reglas complementarias de la regla del examen alternati-
vo menos gravoso aumentan, por un lado, su fuerza decisoria, por el otro
implican decisiones valorativas sobre el conflicto de derechos constitucio-
nales y/o deberes constitucionales y/o bienes colectivos constitucionales.
Por ello, la regla del medio alternativo menos gravoso complementada
debe ser interpretada como una regla de tipo indicativa. Cuando es pues-
ta en duda, su aplicación en el caso concreto debe ser justificada, si el
examen de proporcionalidad en sentido amplio quiere mantenerse como
un procedimiento racional.
154
Capítulo 2. La estructura del examen del medio alternativo...
155
Laura Clérico
La regla del examen del medio alternativo menos lesivo supone una
premisa normativa, que exige que el medio alternativo debe ser menos
gravoso. Si el medio alternativo es en los hechos el menos gravoso, ya que
implica una restricción menos intensiva para el derecho fundamental afec-
tado, es decir, permite una mayor realización de ese principio, la argu-
mentación sufre la siguiente modificación:
Ma limita al derecho fundamental menos que Me. Respecto del dere-
cho fundamental debe ser preferido Ma en comparación con Me.
156
Capítulo 2. La estructura del examen del medio alternativo...
170. Véase en este capítulo, punto III, 2.2 sobre reglas complementarias.
157
Laura Clérico
158
Capítulo 2. La estructura del examen del medio alternativo...
Si como resultado del examen del medio menos lesivo, surge que el
medio establecido no es el menos gravoso, entonces no sólo se terminó
este examen sino el de la proporcionalidad en sentido amplio. Sin embar-
go, no es inusual que se pase al examen de proporcionalidad en sentido
estricto; es lo que ocurre, por ejemplo, en el caso de las “Liebres de choco-
late para Pascuas”.171
En estos casos no se requiere transitar el examen de proporcionalidad
en sentido estricto para justificar la desproporcionalidad de la medida
estatal a la luz de la restricción de los derechos fundamentales. Sin em-
bargo, el paso por este último subexamen no perjudica y se interpreta
como una ayuda argumentativa172 que incrementa la fuerza de convic-
ción de la justificación de la decisión que habla de la desproporcionalidad
de la medida estatal.
Además, puede servir como instancia de control de la justificación,
pues necesariamente la desproporción entre la limitación al derecho fun-
damental no podría ser justificable a la luz de las razones que hablan a
favor del fomento del fin estatal o principio colisionante de acuerdo con
las circunstancias del caso. Si es justificable, entonces, hay que volver
sobre los pasos anteriores del examen de proporcionalidad en sentido
amplio a los efectos de revisar la argumentación.
Todo esto se corresponde con un postulado general de la argumenta-
ción que, en relación con el examen de proporcionalidad en sentido am-
plio, dice:
159
Laura Clérico
(ÜREP) Deben ser considerados todos los argumentos que, como re-
sultado de un examen de la proporcionalidad en sentido amplio, pueden
servir como justificación de la decisión.173
VI. Conclusiones
173. Esta regla se formula en aplicación de la regla (J.9) formulada por Alexy. L. Clérico, Die
Struktur der Verhältnismäßigkeit, pp. 137, 341.
160
Capítulo 2. La estructura del examen del medio alternativo...
(5) Así, este criterio débil requiere ser apuntalado a través de reglas
complementarias.174 Cuanto más sea complementada la regla del me-
dio alternativo a través de otras reglas, tanta más fuerza decisoria ad-
quiere como criterio y tanto más material se vuelve la concepción del
examen del medio alternativo menos lesivo.175 Sin embargo, cada regla
complementaria supone una decisión de preferencia material y requiere
ser justificable a la luz de la validez de los derechos fundamentales que
colisionan en concreto, si es que el examen de proporcionalidad en senti-
do amplio quiere seguir siendo, por lo menos, un procedimiento racional
de examen de la justificación de las limitaciones por acción u omisión de
los derechos fundamentales.
(6) La regla del examen del medio menos lesivo fortalecido con reglas
complementarias se presenta como una mejor reconstrucción de la praxis
constitucional. A su vez, a favor de esta reconstrucción apuntalada por
reglas complementarias hablan todos los argumentos que suelen ser utili-
zados para justificar la aplicación de reglas en el derecho. Sin embargo,
estos argumentos se encuentran en tensión con los argumentos que ad-
vierten acerca de considerar el peso concreto del derecho fundamental
afectado (en concreto) a los efectos de determinar la intensidad de la
limitación iusfundamental. Por eso, la aplicación de reglas complementa-
rias requiere el control de su justificabilidad.
(7) Se trate de un caso claro o dudoso, el resultado del examen del
medio alternativo menos lesivo es crucial, ya que preestructura el examen
de proporcionalidad en sentido estricto. Primero, determina la intensi-
dad de restricción del derecho fundamental afectado a causa de la
implementación del medio escogido. Segundo, establece en qué medida
pudo haber sido evitada –o no– esa restricción del derecho fundamental
a través de la disponibilidad –o no– de algún medio alternativo que limi-
ta con menor intensidad el derecho.
161
162
CAPÍTULO 3
1. BVerfGE 90, 145 (185) (según traducción de Anzola Gil). Cfr. además BVerfGE 78, 77
(86); 100, 313 (391)-Control de telecomunicaciones; 104, 337 (349)-Objeción de concien-
cia y no uso de anestesia para matar a animales para el consumo; 113, 29 (54)-Datos en
archivos electrónicos ; y cap. 1, II, 5.1 de este trabajo.
163
Laura Clérico
I. La regla de la proporcionalidad
en sentido estricto
2. Cfr. en relación con casos dudosos del examen de la adecuación técnica el capítulo 1 y los
del examen del medio menos lesivo en el capítulo 2, III, 2 y ss.
164
Capítulo 3. La estructura del mandato de proporcionalidad...
165
Laura Clérico
(i) y (ii) son casos claros, pues se puede decidir a través de la aplicación
de la regla de la proporcionalidad en sentido estricto arriba formulada.6
(iii) presenta un caso difícil, pues en este caso la aplicación de la regla no
lleva a ningún resultado cierto. No ofrece un criterio de decisión material.
Sin perjuicio de lo cual alguien podría preguntarse por la utilidad prác-
tica de la clasificación en cuanto a los casos claros, pues no suelen abun-
dar en el campo del derecho constitucional de los derechos fundamenta-
les. Y, aún más, algunos alegan que la realización del mandato de ponde-
ración entre medio-fin implica siempre algún tipo de pauta de compara-
ción.7 Sin embargo, esa pauta de medición general, que logre consenso, no
puede ser fácilmente configurada.8 Y hasta suena más razonable sostener
que la restricción iusfundamental y las razones que hablan a favor del fin
166
Capítulo 3. La estructura del mandato de proporcionalidad...
167
Laura Clérico
14. Acerca del postulado de racionalidad, ver R. Alexy, Theorie der Grundrechte, p. 298:
“Aquello de lo que no se duda y es consensuado no necesita justificación alguna”, véase L.
Hirschberg, Der Grundsatz der Verhältnismäßigkeit, p. 78: “Donde no hay ninguna duda,
entonces no hay pregunta; y donde no hay pregunta, entonces no se necesita justificación
alguna”.
15. L. Hirschberg, Der Grundsatz der Verhältnismäßigkeit, p. 78.
16. R. Alexy, Theorie der Grundrechte, pp. 79-83, 146; D. Buchwald, Der Begriff der rationalen
juristischen Begründung, p. 316.
168
Capítulo 3. La estructura del mandato de proporcionalidad...
17. Acerca de la ambigüedad del uso de “ponderación” véase cap. 3, I.3 y II.1; sobre “ponde-
ración con mandatos de consideración”, cap. 3, I.3.3.3.3.
18. Ver cap. 3, I, 2.3, 2.4, 4.
19. Cfr. BVerfG 8, 274 (310); 10, 354 (369); 12, 45 (52); 16, 194 (202); 17, 108 (117); 20,
45 (49 s.,); 20, 144 (148); 20, 162 (187); 21, 220 (222); 22, 180 (220); 27, 36 (43); 27, 180
(188); 27, 231 (239); 27, 211 (219); 28, 264 (280); 29 312; 30, 173 (199); 34, 369 (381); 34,
384 (398); 49, 24 (59); 81, 310 (338).
169
Laura Clérico
20. BVerfG 10, 89 (108 y ss.); 7, 377 (407); 16, 194 (201); 17, 108 (117); 25, 236 (247); 27,
211 (219); 28, 264 (280); 48, 118 (124); 55, 185 (196).
21. BVerfGE 71, 162 (181), BVerfGE 59, 231 (265).
22. BVerfGE 76, 1 (51); BVerfGE 38, 281 (302 y ss.).
23. Cfr. BVerfGE 7, 198 (210). K. Stern, Das Staatsrecht der Bundesrepublik Deutschland, Vol.
III/2, p. 815. L. Hirschberg, Der Grundsatz der Verhältnismäßigkeit, pp. 86-91, M. Jakobs, Der
Grundsatz der Verhältnismäßigkeit, p. 107-110.
24. BVerfGE 84, 133 (153).
170
Capítulo 3. La estructura del mandato de proporcionalidad...
171
Laura Clérico
y ss.) El Tribunal Federal Constitucional utiliza una formulación negativa del examen de
proporcionalidad en sentido estricto para examinar la justificación de la solución de la coli-
sión de los derechos fundamentales afectados en el caso concreto. Declara esta solución como
incorrecta y realiza otra ponderación y como resultado determina otra relación de prioridades
condicionada (esto es, de acuerdo con las circunsatancias del caso; es decir, no es absoluta,
sino relativa) entre los derechos fundamentales que colisionan. Si la distinción en las conse-
cuencias entre las formulaciones negativas y positivas del examen de proporcionalidad en
sentido estricto pretendieran lo que alguna parte de la dogmática le imputa, entonces el
Tribunal Constitucional Federal se hubiera debido limitar a examinar en sentido negativo en
virtud de la formulación (negativa) del examen realizada en el inicio de su sentencia. Éste no
fue el caso. Este tipo de casos ayudan para justificar que la discusión de la amplitud e
intensidad del control judicial de la medida estatal en el marco del examen de proporciona-
lidad en sentido estricto se encuentra más allá de las formulaciones del examen en el inicio de
la sentencia. Y, parafraseando a Hirschberg, se podría decir que creer que una formulación
negativa o positiva, por sí misma, podría regular y justificar la amplitud e intensidad del
control de la medidas estatales por el Tribunal Federal Constitucional en concreto, y puede
devenir en una hipervaloración injustificada del rendimiento del lenguaje utilizado por los
jueces. L. Hirschberg, Der Grundsatz der Verhältnismäßigkeit, p. 97. En este sentido, el proble-
ma de la determinación y justificación de la competencia de control del Tribunal Federal
Constitucional en el marco del modelo de la ponderación configura el objeto de otro trabajo,
cfr., por ejemplo, M. Raabe, Grundrechte und Erkenntnis.
29. Ver cap. 3, I.4.
30. E. Grabitz, Der Grundsatz der Verhältnismäßigkeit, pp. 568 y ss., 571; L. Hirschberg, Der
Grundsatz der Verhältnismäßigkeit, p. 45; P. Lerche, Übermaß und Verfassungsrecht, p. 19; M.
Gentz, Zur Verhältnismäßigkeit von Grundrechtseingriffen, p. 1604.
172
Capítulo 3. La estructura del mandato de proporcionalidad...
31. El mandato de adecuación técnica y el mandato del medio alternativo menos lesivo o necesidad
suponen una relación medio-fin. Esta posición es aceptada por la mayor parte de la literatura
constitucional. Sin embargo, no se puede predicar lo dicho del mandato de proporcionalidad en
sentido estricto. Es decir, ¿supone la ponderación, como base del examen de proporcionalidad en
sentido estricto, una relación de medio-fin? Las respuestas a esta pregunta pueden ser clasificadas
en tres grupos. El primero se caracteriza por no tomar como relevante a esta pregunta, véase, por
ejemplo, R. Dechsling, Das Verhältnismäßigkeitsgebot. El segundo grupo incluye a todas aquellas
posiciones que sostienen la relación de medio-fin como una condición necesaria del examen de
proporcionalidad, véase por ejemplo, Ipsen, Stufentheorie, p. 637; en este grupo se incluyen posi-
ciones que admiten, sin embargo, que también otros aspectos deben ser considerados en la
proporcionalidad, cfr., por ejemplo, S. Huster, Rechte und Ziele, pp. 155, 163, 468. Por último, un
tercer grupo incluye a todas aquellas posiciones que niegan que la relación-medio fin sea una
condición necesaria de la proporcionalidad. Así, L. Hirschberg, Der Grundsatz der Verhältnismäßigkeit,
pp. 31, 45-50; cfr. R. Alexy, Theorie der Grundrechte, pp. 102-103, sostiene que la proporcionalidad
en sentido estricto se ha convertido “silenciosamente en una máxima independiente de un fin”.
Hirschberg entiende aquí por “fines”, los fines “reales” o “externos” (para una crítica de la posición
de Hirschberg, véase S. Huster, Rechte und Ziele, p. 163; cfr. R. Albrecht, Zumutbarkeit als
Verfassungsmaßstab, p. 74). La respuesta a la pregunta arriba formulada gira en torno a la aclaración
del uso de la “relación medio-fin”. Por lo menos, dos son los usos que pueden distinguirse. El
primero es amplio: cada vez que se establece una relación entre dos elementos, se lo traduce en una
relación medio-fin. Aquí se incluyen actividades en las que se habla de un “fin interno” o “inmanen-
te”. Como ejemplo, se expone la actividad de una persona en un combate, que pese a existir un
peligro de muerte, resiste por valentía. Se sostiene que la resistencia sería valentía. La valentía no
podría ser distinguida en los hechos del medio, la resistencia. No existe entre “resistir” y “ser
valiente” una relación de causalidad, en el sentido de que la resistencia causa valentía. Sin embargo,
se habla de una “relación-medio-fin”. La relación no sería de causalidad, sino de correspondencia:
resistir se correspondería con las exigencias de la valentía. Por ello, Huster prefiere hablar, en estos
casos, de un examen de correspondencia; aunque se la siga caracterizando como una relación
medio-fin. Sin embargo, este esquema de medio-fin representa un tipo de razonamiento práctico,
véase S. Huster, Rechte und Ziele, pp. 149-153, 468. Ahora bien, el uso amplio de la “relación
medio-fin” incluye aquellas relaciones en las que el fin implica algo distinto, independiente de la
actividad que supone la implementación del medio. Éste es el uso que se supone en el examen de
adecuación técnica y en el examen de medios alternativos menos lesivos. Así, el fin de la protección
de la salud de los trabajadores de panaderías es diferente al medio que trata de promoverlo, la
prohibición del trabajo nocturno en esos establecimientos (véase BVerfGE 87, 363 (385/386); cfr.
BVerfGE 23, 50 (57); 41, 360 (370). En este contexto, se habla de “fines externos”. La
implementación de la prohibición del trabajo nocturno persigue un fin fuera de sí mismo. Así, si se
usa “relación medio-fin” en un sentido muy amplio, entonces la ponderación supone una tal
relación. Sin embargo, si se la usa sólo en el último sentido apuntado –es decir, bajo la interpreta-
ción de “fin” como “fin externo”–, entonces no cabe duda de que los exámenes de la adecuación
técnica y del medio alternativo la suponen, pero no necesariamente la ponderación en el examen
de proporcionalidad en sentido estricto. Esto sin perjuicio de lo cual, en la mayor parte de los casos
en los que se aplique la proporcionalidad en sentido estricto, se trate de una relación medio-fin, cfr.
L. Hirschberg, Der Grundsatz der Verhältnismäßigkeit, p. 45.
173
Laura Clérico
- ventaja-desventaja,
- restricción iusfundamental-promoción del fin estatal,
- molestia para el afectado por la restricción iusfundamental-peso de
las razones justificatorias.
Además, se habla de valores, efectos y utilidades. Todas estas construc-
ciones son utilizadas en el marco de la ponderación sin mayor precisión. Sin
perjuicio de lo cual se suelen encontrar con mayor frecuencia las
formulaciones de relaciones entre medio y fin y/o entre la restricción
iusfundamental y la importancia del fin o de sus razones justificatorias.
Todas estas formulaciones sobre los elementos de la ponderación tienen, sin
embargo, algo en común.32 No pueden ser realizados al mismo tiempo y
de forma completa en un tiempo y situación determinados. La estructura
de la colisión puede ser aclarada a través de la “ley de la colisión”.33
En el marco del examen de proporcionalidad en sentido estricto las
colisiones se dan entre derechos fundamentales y/o bienes colectivos cons-
titucionales.34 Esto muestra que los derechos fundamentales no sólo pue-
den ser limitados, sino que también su ejercicio puede limitar otros dere-
chos. Es decir, los derechos fundamentales no sólo pueden estar del “lado
pasivo” de la ponderación, sino también del “lado activo”.35
Es necesario poner especial atención a la reconstrucción de los elementos
que colisionan en el caso concreto, pues de ello depende en parte la “correc-
ción” de la justificación del resultado de la ponderación. Por ello, es acerta-
do advertir que no alcanza con citar, como una especie de sello de goma, la
“protección de la Constitución” o el eficaz funcionamiento de la admi-
nistración de justicia en lo penal, para controlar la justificación de una
restricción iusfundamental. En este sentido, es un mandato determinar
32. Además, todas estas colisiones tienen como punto en común la referencia, por lo menos,
a un derecho fundamental, ya sea a través de la afectación por una restricción iusfundamental
en demasía o por una falta de concretización por una acción estatal insuficiente, una acción
estatal regresiva arbitraria o simplemente por una falta de acción.
33. R. Alexy, Theorie der Grundrechte, pp. 79-83.
34. Por ejemplo, BVerfGE 82, 322 (338)-Capacidad de funcionamiento de la representación
del pueblo; Salud y alimentación de la población, BVerfGE 40, 196 (221); 33, 171; 25, 236;
20, 351; 20, 283; 17, 269; 17, 232; 9, 213; 7, 377); BVerfGE 77, 65 (76); 80, 367 (375);
BVerfGE 27, 253 (279, 283); 41, 126 (150); 84, 90 (125); EuGRZ 1992, 308 (321);
BVerfGE 82, 60 (82); EuGRZ 1992, 308 (317); BVerfGE 85, 360 (375).
35. K. Stern, Das Staatsrecht der Bundesrepublik Deutschland, Vol. III/2, 823; H. Schneider,
Güterabwägung (1979), p. 43.
174
Capítulo 3. La estructura del mandato de proporcionalidad...
36. BVerfGE 77, 240 (255 y ss.), resaltado por LC; comparar 81, 278 (293). Acerca de la
colisión y la ponderación comparar, además, BVerfGE 44, 353 (373); 51, 324 (346); 63, 131
(144); 83, 130 (146); 88, 203 (254); 89, 1 (8 y ss.).
37. Sobre fines ilegítimos prohibidos en forma definitiva, véase Excurso del capítulo 1, punto 2.
38. R. Alexy, Theorie der Grundrechte, pp. 79, 100, 122-125, 146, 152. S. Huster, Rechte und
Ziele, pp. 70, 76, 79 y ss., 84, 87, 90, 107, 113, 467. Acerca del carácter dual de las normas
iusfundamentales, ver Introducción, I.3.
39. Si el derecho fundamental es una regla, entonces se aplica el procedimiento de la
subsunción. Por ejemplo, el contenido mínimo del derecho tiene el carácter de regla, véase
Excurso al cap. 1, punto 2.3 y cap. 4, IV.2.
40. R. Alexy, Theorie der Grundrechte, p. 83.
175
Laura Clérico
o en forma simplificada:
41. Ibid.
42. BVerfGE 54, 143.
43. Respecto del Art. 2 I LF cabe considerar que protege toda forma de acción humana, sin
importar qué importancia tiene ese accionar para el desarrollo de la personalidad, BVerfGE
80, 137 (152; 90, 145 (171). Cfr. K. Graßhof, Grundrechtsschutz durch rechtsprechende Gewalt,
pp. 47-64 (56).
44. R. Alexy, Theorie der Grundrechte, pp. 80, 86. Sin perjuicio de lo cual, se nota en algunos
casos que se parte de una relación de rangos entre los principios que colisionan, es decir, antes
de que se solucione la colisión bajo la consideración de las circunstancias del caso concreto.
176
Capítulo 3. La estructura del mandato de proporcionalidad...
(1) P1 P P2.
(2) P2 P P1.
177
Laura Clérico
49. BVerfGE 21, 239 (243 y ss.), comparar 27, 81 (85); 27, 104 (109); 77, 65 (77).
50. BVerfGE 54, 143 (147).
51. BVerfGE 54, 143 (147).
52. BVerfGE 54, 143 (147).
53. R. Alexy, Theorie der Grundrechte, p. 81.
54. BVerfGE 54, 143 (147), resaltado por LC.
178
Capítulo 3. La estructura del mandato de proporcionalidad...
55. BVerfGE 51, 324 (345), resaltado en el original; comparar BVerfGE 69, 315 (348). El
principio de la dignidad humana cuenta como excepción, véase R. Alexy, Theorie der
Grundrechte, p. 82. Además, véase K. Stern, Das Staatsrecht der Bundesrepublik Deutschland,
Vol. III/2, pp. 672 y ss.
56. BVerfGE 54, 143 (147), resaltado por LC.
57. “Peso” se usa en forma metafórica. En contra del uso metafórico de la palabra “peso” se
alega que en los casos difíciles la solución del caso depende de un complejo juego de argumen-
tos referidos a principios, consecuencias y preguntas acerca de reglas jurídicas de interpreta-
ción (N. MacCormick, Legal Reasoning and Legal Theory, 1978, pp. 112, 155, 232). Sin
embargo, se seguirá uitlizando “peso” de los principios, en tanto el uso común de la palabra
“peso” ayuda a ilustar la características de realización gradual de un principio. Cómo se
construye el “peso” de un principio depende de los argumentos que hablan a favor de cada uno
de los principios en concreto. En este sentido, no quedan excluidos de la conformación del
peso de un principio argumentos de tipo consecuencialistas.
58. BVerfGE 54, 143 (146/147).
59. BVerfGE 54, 143 (146).
179
Laura Clérico
180
Capítulo 3. La estructura del mandato de proporcionalidad...
61. R. Alexy, Theorie der Grundrechte, pp. 86 , 57 y ss., 81 y ss., 153; R. Alexy, Recht, Vernunft,
Diskurs, pp. 258; comparar R. Dreier, JZ 1985, pp. 353 y ss., pp. 356; R. Dreier, “Der Begriff
des Rechts”, NJW, 1986, pp. 890 y ss.
62. El modelo de la ponderación orientado por reglas puede presentar algunos parecidos de
familia con el “definitional balancing”. Para su explicación se suele utilizar como ejemplo la
decisión de la Suprema Corte de Justicia de los EE.UU., “New York Times vs. Sullivan”, que
configura una de las decisiones más importantes en el ámbito de la libertad de expresión en el
marco de la protección del discurso político. En ese caso se discute si la primera enmienda
protege “erroneous or defamatory criticism of a public office’s official conduct” y si la sanción de este
tipo de exteriorizaciones que afectan al honor implica una suerte de violación a la libertad de
expresión. La Suprema Corte interpreta que en tanto se trate de la afectación del honor de un
“funcionario público” se debe someter la cuestión referida a la violación al honor a un escrutinio
más estricto. En este sentido, determina la regla de la real malicia, según la cual “los funcionarios
públicos no podrían obtener indemnizaciones por la publicación en la prensa de informaciones
falsas, a menos que el afectado probase que fueron publicadas a sabiendas de su falsedad –dolo–
o con total despreocupación –culpa grave– acerca de si aquéllas eran falsas o verdaderas”. Véase
regla del caso NYT vs. Sullivan, en: M. A. Gelli, Constitución de la Nación Argentina, comentada
y concordada, Buenos Aires, La Ley, 2003, p. 97. Pero, ¿cómo surge esta regla? Puede ser
reconstruida a partir de un proceso de balanceo. Además, es una regla que debe ser utilizada en
casos futuros similares, Nimmer, “The Right to Speak from Times to Time”, 56 Calif.L.Rev.
935, 1968. Comparar T.A. Aleinikoff, “Constitutional Law in the Age of Balancing”, 96 Yale
Law Journal 943, 1987. Si bien no se habla explícitamente en el fallo de un “balancing process”
tampoco se trata de un “ad hoc balancing”. La decisión se interpreta como fruto de una ponde-
ración; si bien se protege fuertemente la libertad de expresión en el marco del discurso político,
tampoco se le otorga una relación de primacía absoluta. Se realiza una ponderación entre “the
interest in protecting personal reputation against the First Amendment values implicated by the law of
libel”. Esta ponderación termina en la formulación de una regla. En este sentido, se pueden
explorar los parecidos de familia entre un modelo de la ponderación orientado por reglas y la
“definitional balancing”. L. Clérico, Die Struktur der Verhältnismäßigkeit, pp. 152; G. Lopera
Mesa, Principio de proporcionalidad y Ley Penal, p. 546.
181
Laura Clérico
63. Cfr. más adelante cap. 3, II, 3.2.3. Asimismo, sobre la relación entre el precedente y la
máxima de igualdad, véase A. Garay, La igualdad ante la ley, Buenos Aires, 1989.
64. R. Alexy, Theorie der Grundrechte, pp. 152, 505; R. Alexy, Theorie der juristischen Argumenta-
tion, pp. 91 y ss., 234 y ss., 274, 339; S. Huster, Rechte und Ziele, pp. 269.
182
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Capítulo 3. La estructura del mandato de proporcionalidad...
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(P2 P P1) C1
186
Capítulo 3. La estructura del mandato de proporcionalidad...
Es decir,
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84. G. Otte, Komparative Sätze im Recht, pp. 313 y ss.; R. Alexy, Theorie der Grundrechte, pp.
153, 142, 507. L. Hirschberg, Der Grundsatz der Verhältnismäßigkeit, p. 109.
85. La construcción de las reglas-resultados de la ponderación pueden resultar problemáticas;
sin embargo, esta dificultad no puede ser utilizada como objeción en contra del modelo de la
ponderación orientado por reglas, en tanto no es específica de la ponderación. Esta dificultad
se presenta también a quien pretende construir una red de precedentes en el marco de un
modelo de la subsunción. Incluso, se presenta en la formulación de cualquier tipo de regla, ver
R. Rubel, Planungsermessen, pp. 114, 42; R. Dechsling, Das Verhältnismäßigkeitsgebot, p. 25.
188
Capítulo 3. La estructura del mandato de proporcionalidad...
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(P2 NP P1) C2
(P1 P P2) C3
(P1 P P2) C2 ^ C3
(P2 NP P1) C2 ^ C3
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Capítulo 3. La estructura del mandato de proporcionalidad...
(P1 P P2) C2 ^ C3 ^ C4 ^ C5 ^ C6 ^ C7
(P2 NP P1) C2 ^ C3 ^ C4 ^ C5 ^ C6 ^ C7
Ahora bien, las relaciones de prioridad entre estos dos principios pue-
den cambiar frente a otras condiciones. Por ejemplo, P2 tiene prioridad
frente a P1 bajo las condiciones C1 y C8 y C9:
(P1 P P2) C2 ^ C3 ^ C4 ^ C5 ^ C6 ^ C7
(P2 NP P1) C2 ^ C3 ^ C4 ^ C5 ^ C6 ^ C7
(P2 P P1) C1 ^ C8 ^ C9
(P1 NP P2) C1 ^ C8 ^ C9
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Capítulo 3. La estructura del mandato de proporcionalidad...
86. Acerca de diversas concepciones de la “seguridad jurídica” ver H. Heller, Staatslehre, pp.
252, 254, 256, 291; sobre la “seguridad jurídica dependiente del procedimiento” ver J.
Habermas, Faktizität und Geltung, p. 270; M. Atienza, El sentido del derecho, Barcelona, Ariel,
2001, pp. 181-183.
87. Ver acerca de la función de descarga en el marco del examen del medio alternativo menos
lesivo, cap. 2, III, 2.2.
88. R. Alexy, Theorie der Grundrechte, p. 507; en este sentido, ver M. Schefer, Konkretisierung
von Grundrechten durch den U.S-Supreme Court, p. 463, pero bajo la advertencia de que quien
aplica el derecho no puede neutralizar su responsabilidad ocultándose detrás de la aplicación
de una regla.
89. K. Hesse, Grundzüge des Verfassungsrechts, p. 127, párrafo 299; R. Alexy, Theorie der
Grundrechte, pp. 507 y ss.; S. Huster, Rechte und Ziele, p. 74.
193
Laura Clérico
90. K. Sullivan, “The Justice of Rules and Standards”, 106 Harvard Law Review, 1992, pp.
24, 62.
91. R. Alexy, Theorie der Grundrechte, p. 508, comparar M. Schefer, Konkretisierung von
Grundrechten durch den U.S-Supreme Court, pp. 414, 463, 467.
194
Capítulo 3. La estructura del mandato de proporcionalidad...
92. R. Alexy, Recht, Vernunft, Diskurs, pp. 52 y ss. y en contra la opinión de K. Günthers,
“Critical Remarks on Robert Alexy’s ‘Special-Case Thesis’”, Ratio Juris 6, 1993, pp. 143 y ss.,
en tanto considera el primero que en los discursos jurídicos no sólo se trata de aplicar, sino
también de justificar.
93. Cfr. J. Habermas, Faktizität und Geltung, p. 316; K. Günther, Der Sinn für Angemessenheit, p.
268.
94. La aplicación de una regla-resultado de la ponderación existente en la red para la
solución de una colisión responde a un mandato de consideración total, material, defini-
tivo (proveniente de un precedente, positivo). Sobre mandatos de consideración véase
cap. 3, I, 3.3.3.3.
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Capítulo 3. La estructura del mandato de proporcionalidad...
colisionante sea poco importante.98 Aclara así qué se requiere para justifi-
car la preferencia condicionada que soluciona la colisión, en especial, en
términos de:
- grado de no realización o interferencia o restricción o limitación de un
derecho fundamental con carácter de principio, e
- importancia del grado de realización o satisfacción del otro principio,
derecho fundamental, que busca ser promovido, protegido por el fin esta-
tal de la medida cuestionada.
Para justificar el grado de interferencia o no realización99 y la impor-
tancia de realización de los principios se utilizan argumentos que no po-
seen una característica específica de ponderación. Todos los argumentos
disponibles en el marco de la argumentación jurídica pueden ser alegados
en el examen de proporcionalidad en sentido estricto; es decir, argumen-
tos que provienen de la dogmática, de precedentes, prácticos en general,
empíricos,100 formales, tales como aquellos referidos con el principio de
respeto de la voluntad del legislador elegido democráticamente.
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198
Capítulo 3. La estructura del mandato de proporcionalidad...
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Capítulo 3. La estructura del mandato de proporcionalidad...
108. J.-R. Sieckmann, Regel und Prinzipienmodelle, p. 83; Rechtssystem und praktische Vernunft,
p. 152; Logische Eigenschaften von Prinzipien, pp. 183, 188; M. Borowski, Grundrechte als
Prinzipien, pp. 84, 88. Cfr. diferencia entre “deliberative stage” y “executive stage” en J. Raz, The
Concept of a Legal System, p. 214.
109. J.-R. Sieckmann, Regelmodelle und Prinzipienmodelle, p. 83.
110. Tanto una regla de la proporcionalidad de aplicación no muy intensiva (por ejemplo: la
interferencia iusfundamental provocada por el medio que establece la media estatal debe ser
201
Laura Clérico
justificada a través de un fin estatal legítimo), como también una variante más estricta o
intensiva de la regla de la proporcionalidad (por ejemplo: la interferencia iusfundamental
debe ser justificada a través de un fin estatal urgente), se explican desde un metanivel a través
de la ley de la ponderación que rige la relación entre los elementos que colisionan y el peso de
las razones justificatorias.
111. Se pueden ensayar diversas clasificaciones de la ponderación. Primero, ¿quién puede
ponderar en derecho constitucional? Entonces, según el caso, puede hablarse de una ponde-
ración constitucional, legal o judicial, según la cual el órgano competente para realizarla sea
el constituyente, el Parlamento o los tribunales. Segundo, ¿qué puede ser ponderado? De
acuerdo con los elementos de la ponderación, puede hablarse de una ponderación de intere-
ses, ponderación de valores, ponderación de principios, ponderación iusfundamental. Terce-
ro, ¿cuándo puede ser tenido por justificado un resultado de la ponderación? Aquí puede ser
distinguida una ponderación procedimental de una material. La primera dice que el resultado
de una ponderación está justificada cuando es el resultado de un procedimiento. Este proce-
dimiento puede tener lugar en la discusión parlamentaria y/o en el ámbito judicial. Un
resultado de una ponderación se tiene por materialmente justificado cuando se corresponde
con alguna pauta material o con un mandato de consideración con un contenido. Ver cap. 3,
I, 3.3.3.3.
112. R. Alexy, Recht, Vernunft, Diskurs, pp. 260 y ss.
202
Capítulo 3. La estructura del mandato de proporcionalidad...
203
Laura Clérico
concepción que exige una ponderación sin preguntarse acerca del estatus
especial de los derechos fundamentales. Ambas posiciones fueron consi-
deradas como inadecuadas en una reconstrucción plausible de la práctica
constitucional en la que los derechos fundamentales deben ser tomados
en serio. 115 Y, en este sentido, interesa la concepción intermedia de la
ponderación (ponderación procedimental) que toma en serio la
separabilidad argumentativa de la persona como posible participante de
un discurso. No la toman aquellas concepciones en las que el resultado
de la ponderación debe ser justificado a través de pautas materiales como
la maximización de las ventajas, de la riqueza, del bienestar de la
sociedad, sin tener en cuenta el tipo e intensidad de la limitación o
interferencia al derecho fundamental en el caso concreto. En el otro
extremo, se encuentran diversas variantes que toman en serio la
separabilidad de la persona. Aquí se sostiene una concepción de la
ponderación que toma la separabilidad de la persona y su capacidad
argumentativa en serio.116 “So rights have a priority over well-being, but
not a strict priority”.117 Esta variante evita el dogmatismo,118 la falta de
transparencia en la argumentación iusfundamental, en tanto posibilita
la consideración de los argumentos iusfundamentales y de acuerdo con
el peso que adquieren en el caso concreto.119
115. Ver cap. 3, I, 2.3.1, sobre el modelo de ponderación orientado por reglas.
116. Ver abajo cap. 3, II, 1.2 y II.3.
117. S. Huster, Rechte und Ziele, p. 218; 450 y ss.; R. Alexy, Recht, Vernunft, Diskurs, pp. 260-
261.
118. Ver mandato de prohibición de exigencia de lo insoportable, cap. 3, II.3.
119. Ver más adelante análisis crítico de esta posición en relación con las ponderaciones
iusfundamentales, cap. 3, II, 1 y 3.1.3.
204
Capítulo 3. La estructura del mandato de proporcionalidad...
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Laura Clérico
No basta, así, con decir que para tener por justificado un mayor grado
de interferencia de un principio se exige alegar razones de mayor peso.
¿Por qué un principio se vuelve tanto más resistente cuanto más intensiva
sea la limitación de su realización y por qué la fuerza de las razones
justificatorias debe crecer de forma más que proporcional? Se han inten-
tado, al respecto, diferentes estrategias de justificación, por ejemplo, a
través de la garantía del contenido esencial de los derechos fundamentales
del Art. 19 II LF.123 Aquí se intentará, además, una estrategia referida a la
prohibición de exigir lo insoportable.124
122. L. Clérico, Die Struktur der Verhältnismäßigkeit, pp. 168, 236, 345. Véase asimismo G.
Lopera Mesa, Principio de proporcionalidad y control constitucional de las leyes penales, 2006, pp.
538 y ss.
123. R. Alexy, Theorie der Grundrechte, pp. 270-271; M. Stelzer, Das Wesengsgehaltsargument,
p. 228; N. Jansen, Die Abwägung von Grundrechten, pp. 43, 52. Ver el excurso al cap. 1, 2.3
y 2.4 y cap. 3, I, 4.2.1.2. y IV.2.
124. Ver más adelante el capítulo 3, II.3 y cap. 4, IV.2.
125. H. Schneider, Die Güterabwägung, pp. 153 y ss.; W. Enderlein, Abwägung in Recht und
Moral, p. 100.
206
Capítulo 3. La estructura del mandato de proporcionalidad...
126. H. Schneider, Die Güterabwägung, p. 192, registra en su trabajo una cantidad casi igual
de ponderaciones abstractas y concretas en la jurisprudencia constitucional. Ésta luego se
inclinó por una mayor frecuencia de las ponderaciones bajo consideración de las circunstan-
cias concretas del caso. Comparar K. Stern, Das Staatsrecht der Bundesrepublik Deutschland,
Vol. III/2, p. 674.
127. R. Alexy, Recht, Vernunft, Diskurs, p. 69.
128. Cfr. cap. 3, II.3.
207
Laura Clérico
129. Véase por ejemplo, BVerfGE 64, 72 (85) y pp. 134 y 272 de este libro.
130. BVerfGE 78, 38 (50-53)-“Caso del nombre de la familia”: El Tribunal Constitucional
Federal consideró compatible con la Constitución la norma del código civil (§ 1355 I BGB)
que exige a los cónyuges que escojan un nombre en común para la familia. La adecuación
técnica y la necesidad de la norma para lograr el fin de hacer visible la procedencia común de
los miembros de la familia no fue puesta en duda. Además, en el marco del examen de
proporcionalidad en sentido estricto, sostuvo que, sin embargo, las restricciones que afectan
al derecho al nombre propio deben ser justificadas a través de razones muy importantes y en
atención al valor considerable de ese derecho. En contra de la posición del tribunal preopinante,
entendió el Tribunal Constitucional Federal que la reglamentación parlamentaria lograba
cumplir con la referida exigencia justificatoria (49). Esto se puede reconstruir como resultado
de una ponderación general. Sin embargo, al finalizar el Tribunal Constitucional Federal
agregó que las parejas individuales pueden abstenerse de elegir un apellido en común para la
familia en oportunidad de celebrar la ceremonia civil. La no elección se trataría de un efecto
colateral que el legislador pudo haber descuidado “en su reglamentación de carácter general”
que trataba sobre la unidad del matrimonio (53).
131. Cfr. R. Alexy, Recht, Vernunft, Diskurs, p. 46, en relación con BVerfGE 35, 202 (225)-
“Lebach”.
132. Véase más adelante cap. 3, II, 3.1, p. 269.
208
Capítulo 3. La estructura del mandato de proporcionalidad...
133. J.-R. Sieckmann, Zur Begründung von Abwägungsurteilen, pp. 53, 60, 63.
134. Aquí es de especial interés la aplicación de “criterios” que tienen un carácter específicamente
ponderativo. Se pueden considerar, además, otros criterios referidos a exigencias de consis-
tencia y coherencia, véase por ejemplo, J.-R. Sieckmann, Zur Begründung von
Abwägungsurteilen, pp. 64 y ss. Además, el control puede girar en torno a cuán intensivo
puede o debe ser el control en cabeza del poder judicial; éste lleva a la tensión entre compe-
tencias del Tribunal Constitucional Federal y del Parlamento en materia de protección y
desarrollo de derechos fundamentales, lo cual justifica un trabajo aparte. Véase por ejemplo,
M. Raabe, Grundrechte und Erkenntnis. Der Einschätzungsspielraum des Gesetzgebers, Baden-
Baden, 1998.
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210
Capítulo 3. La estructura del mandato de proporcionalidad...
A su vez, según Sieckmann, los criterios (7), (8), (9) y (10) se pueden
resumir bajo el criterio (6). Es decir, los criterios (7) hasta el (10) serían
una suerte de explicación del criterio (6), que dice:
211
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139. Acerca del “mandato de la mejor solución”, véase 3. cap., II. 2.2.
140. J.-R. Sieckmann, Regelmodelle und Prinzipienmodelle, p. 234.
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Capítulo 3. La estructura del mandato de proporcionalidad...
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214
Capítulo 3. La estructura del mandato de proporcionalidad...
215
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147. R. Dworkin, “Taking Rights Seriously”, p. 234 y ss.; C. S. Nino, Fundamentos de Derecho
Constitucional, pp. 700 y ss.
148. Véase cap. 3, II, 3.1.1.
149. R. Alexy, Recht, Vernunft, Diskurs, pp. 49, 171; comparar R. Alexy, Theorie der juristischen
Argumentation, pp. 305 y ss., 334, 339; J.-R. Sieckmann, Zur Begründung von
Abwägungsurteilen, p. 68.
150. Véase arriba, cap. 3, I, 2.2 y 2.3.
216
Capítulo 3. La estructura del mandato de proporcionalidad...
una gama de mandatos según sean más o menos parciales hasta llegar al
extremo de la totalidad. Los parciales materiales pretenden determinar
sólo una parte de la relación de prioridad condicionada, en contraposi-
ción a los materiales totales.
Respecto de la fuerza de la validez de los mandatos de consideración se
pueden distinguir los de principio de los definitivos. Los mandatos de con-
sideración de principio pueden ser desplazados por otros mandatos de
consideración de mayor peso.151 Los mandatos de consideración definiti-
vos no pueden ser desplazados por otros. Un mandato de consideración
total, material y definitivo se aplica como una regla152 y no deja lugar a
ponderación alguna. Todos los demás mandatos de consideración no
excluyen a la ponderación, y aún más, explican de forma más detalla-
da153 cuando se dice que algo debe ser considerado para la solución de
una colisión o la determinación o justificación de una relación de prio-
ridad condicionada en el marco de un examen de proporcionalidad en
sentido estricto.
217
Laura Clérico
Todas estas combinaciones admiten otras si se agregan las clasificaciones de los mandatos de
consideración en negativa-positiva y constitucional-legal-proveniente de precedentes-prove-
niente de la dogmática.
154. Este punto parece pasar desapercibido para P. Gril, Die Möglichkeit praktischer Erkenntnis
aus Sicht der Diskurstheorie, p. 176 y ss., 178, 186.
218
Capítulo 3. La estructura del mandato de proporcionalidad...
restricción del derecho fundamental cuando estas últimas son intensivas, muy
intensivas o de una intensividad extrema. Esto implica, a su vez, la precisión
del examen de proporcionalidad en sentido estricto a través de un subexamen:
el mandato de prohibición de exigencia de lo insoportable.155
(d) La aplicación de la ley de la ponderación en el caso concreto sirve
como paso procedimental entre la preparación de la ponderación y la
ponderación propiamente dicha. Y dice: “Cuanto mayor sea el grado de
restricción a un derecho fundamental, tanto mayor debe ser la importan-
cia de la realización del principio colisionante” (que puede ser un derecho
fundamental y/o otros bienes jurídicos colectivos constitucionales). Esto
supone que el peso permanece constante. Si no fuera el caso, entonces
sostiene: “Cuanto mayor sea el peso relativo de un principio, tanta mayor
importancia debe adquirir la realización del otro”. Además, puede ser que
no permanezca constante no sólo el grado de la restricción, sino el del
peso. Entonces la ley de la ponderación se formula: “Cuanto mayor sea el
grado de la restricción y el del peso ‘relativo’ de un principio (P1), tanto
más importante debe ser la realización o tanto mayor (debe ser) el peso
del otro”. Por ejemplo, la medida estatal no es proporcional cuando la
restricción de P1 es muy intensiva y, por el contrario, P2 tiene un peso
débil (tanto abstracto como concreto) y una importancia de grado de
realización mediana. La ley de la ponderación, que en este caso sirve para
control de la justificación, dice: cuanto mayor sea el grado de restricción
de P1 y tenga un peso abstracto mediano entonces tanto mayor debe ser
la importancia del grado de realización de P2 y/o su peso.
(e) El intento de determinar el resultado de la ponderación a través de
criterios independientes de la ponderación que se hace en el caso concre-
to, requiere ser precisado y puesto a prueba a la luz de la práctica consti-
tucional. Si bien estos criterios y su formulación y justificación implican
valoraciones, esto implica para el modelo de la ponderación orientado por
reglas, la adquisición de un mayor grado de racionalidad. Es decir, no se
originan con posterioridad a la ponderación, no se podría predicar que
son meras construcciones ad hoc de quien pondera.156
(f ) La aplicación del modelo de la ponderación en el marco del examen
de proporcionalidad en sentido estricto en derecho constitucional incluye
219
Laura Clérico
157. Véase cap. 3, I, 3.3.3.3. para la diferencia entre mandatos de consideración con conte-
nido material y mandatos de consideración con contenido procedimental.
220
Capítulo 3. La estructura del mandato de proporcionalidad...
221
Laura Clérico
161. A. Peczenik, On Law and Reason, p. 84.; J.-R. Sieckmann, Zur Begründung von urteilen, p. 60.
162. Acerca de la combinación entre los Art. 2 I LF y Art. 6 I LF comparar BVerfGE 57, 170
(178); BVerfGE 13, 97 (105); 19, 330 (336 y ss.); 101, 361 (385); BVerfGE 13.6.2007
EuGRZ 30/11/2007 (Nro.19-21), pp. 592-609 (599)-Caso “Esra”. Sobre la combinación
del Art. 2 I LF y del Art. 12 LF: el derecho fundamental de la libertad de trabajo adquiere un
especial rango cuando se justifica a través del libre desarrollo de la personalidad, comparar
BVerfGE 19, 330 (336 y ss.); BVerfGE 7, 377 (405 y ss.); 13, 97 (105); 25, 1 (11); 44, 105
(117); 59, 302 (315 y ss.); 63, 266 (286), 75, 284 (292); 82, 209 (223). Sobre la acumulación
de principios constitucionales, R. Wendt, Garantiegehalt der Grundrechte, pp. 414 (465).
163. R. Alexy, Recht, Vernunft, Diskurs, pp. 286-287 con indicación de BVerfGE 74, 297 (324).
En el caso “Lebach” se justifica el interés del condenado a la resocialización no sólo con el
derecho del Art. 2 párrafo 1 y Art. 1 LF (“protección de la dignidad humana y libre desarrollo de
la personalidad”), sino también en relación con el interés de la comunidad: “la resocialización
protege a la comunidad”, BVerfGE 35, 202 (236); comparar BVerfGE 71, 206 (219).
164. Por ejemplo, el principio democrático, justificación a través de precedentes.
165. Ver BVerfGE 67, 213 (228); 75, 369 (380); 80, 367 (373); BVerfGE 13.6.2007 EuGRZ
30/11/2007 (Nro.19-21), pp. 592-609 (599)-Caso “Esra”.
222
Capítulo 3. La estructura del mandato de proporcionalidad...
166. Aquí se puede hablar de una suerte de fortalecimiento “regresivo”, en tanto un argumen-
to sirve para apoyo del otro, véase R. Alexy, Theorie der juristischen Argumentation, pp. 249,
211. El peso abstracto de la libertad de opinión se fortalece a través del argumento de la
democracia y de la protección de la dignidad humana y el libre desarrollo de la autonomía. L.
Clérico, Die Struktur der Verhältnismäßigkeit, p. 180; C. Bernal Pulido, El principio de proporcio-
nalidad y los derechos fundamentales, cap. 6, II, 3.2.1.2.1.2, pp. 770-772; G. Lopera Mesa,
Principio de proporcionalidad y control constitucional de las leyes penales, p. 523.
167. BVerfGE 90, 1 (20-21)-Caso “Verdad para Alemania”.
168. BVerfGE 7, 198 (208). Además, en el caso “Lüth” la libertad de expresión –Art. 5 I párr.
1 LF– se fortalece a través de su conexión con la protección del libre desarrollo de la
personalidad –Art. 2 I en relación con Art. 1 I LF– del individuo.
169. BVerfGE 7, 198 (212); 12, 113 (125); 20, 56 (97); 42, 163 (169); 54, 129 (139); 60,
234 (241); 82, 272 (282), 86, 1 (10).
170. BVerfGE 77, 65, (77), 25, 296 (306); 77, 240 (255); 81, 278 (293); 33, 52 (71).
223
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“El derecho del ciudadano a participar en forma activa a través del ejerci-
cio de la libertad de reunión en el proceso de expresión y formación de la
voluntad política, pertenece a uno de los elementos indispensables para el
funcionamiento de un Estado democrático. Este significado fundamental
del derecho a la libertad debe ser atendido por el legislador cuando sancio-
na normas restrictivas de los derechos fundamentales, así como también
por los funcionarios y tribunales cuando las interpretan y aplican”.171
Lo dicho puede ser resumido en las siguientes reglas:
Por ejemplo,
171. BVerfGE 69, 315 (342-347). Cfr. J. Kokott, Beweislastverteilung, pp. 278, 286, 127.
172. L. Clérico, Die Struktur der Verhältnismäßigkeit, pp. 181, 346.
173. L. Clérico, Die Struktur der Verhältnismäßigkeit, pp. 180-181 y cap. 3, I, 4.2.1.3.2.2 en
este trabajo.
174. R. Alexy, Theorie der Grundrechte, p. 89.
224
Capítulo 3. La estructura del mandato de proporcionalidad...
225
Laura Clérico
‘Montalvo’”, JA, 1991-II-870; “El precedente judicial en la Corte Suprema”, Revista Jurídica
de Palermo, Año 2, N° 1 y 2, Buenos Aires, p. 51.
177. BVerfGE 71, 206 (215, 218), resaltado por LC, aquí en relación con la prohibición de
publicidad “en forma literal” (M) del escrito de acusación o documentos públicos similares,
para la protección del afectado por el proceso y para la protección de la “imparcialidad de las
partes en el proceso” (Z), con cita de BVerfGE 7, 198 (208); 10, 118 (121); 35, 202 (221 y
ss.) y jurisprudencia constante.
178. Véase R. Alexy, Grundgesetz und Diskurstheorie, pp. 359 y ss.; J.-R. Sieckmann, Zur
Begründung von Abwägungsurteilen, p. 60. Acerca de otros argumentos que hablan a favor
de la consideración de las reglas-resultados de la ponderación precedentes, véase arriba,
cap. 3, I, 2.3.
179. Sobre el valor epistémico de la democracia (gradual), véase C. Nino, Ética y derechos
humanos, pp. 397-417; Fundamentos de derecho constitucional, pp. 164, 203, 205, 208, 251,
572, 696-699; The Constitution of Deliberative Democracy, §5 (la relación con la idea ideal de
los derechos) (versión en castellano, pp. 194, 273). V. Ferreres Comella, Justicia constitucional
y democracia, Madrid, Centro de Estudios Constitucionales, 1997.
226
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228
Capítulo 3. La estructura del mandato de proporcionalidad...
184. Una vez establecida la intensidad de la restricción, puede ser determinado en parte el
peso del derecho fundamental restringido en el caso concreto; pues cuanto más intensiva sea
la restricción, tanto más resistente y pesado se vuelve el principio. Véase más adelante cap. 3,
I, 3.2.2.2, 3.3.3.2.
185. R. Alexy, Theorie der Grundrechte, p. 320; J.-R. Sieckmann, Zur Begründung von
Abwägungsurteilen, p. 61, W. Enderlein, Abwägung in Recht und Moral, p. 59.
229
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186. Ver cap. 1, II, 4.2.3., 4.2.2 y 5, en especial reglas (REGF) y (REGNF); cap. 2, III, 2.2 y
VI y cap. 4, II, 2.2.
187. Sobre la consideración de la intensidad de la restricción del derecho fundamental ver, en
especial, BVerfGE 7, 377 (404); 17, 306 (314); 20, 150 (159); 23, 12 (30); 30, 227 (243 y
ss.); 30, 292 (316, 325 y ss.); 35, 202 (226-230, 239); 37, 1 (22); 39, 210 (234); 41, 251
(264); 46, 17 (27); 47, 248; 49, 58 (63); 60, 79 (91); 63, 266 (286); 67, 213 (228); 69, 35;
71, 162 (182); 75, 369 (380); 76, 51; 77, 84 (104); 77, 240 (252); 78, 50 (54, 57); 79, 51
(60); 79, 270; 83, 130 (146); 90, 145 (183).
230
Capítulo 3. La estructura del mandato de proporcionalidad...
188. La prohibición de distribución, venta y reimpresión de una novela implica una restricción
muy intensiva a la libertad de arte, así lo sostuvo en: BVerfGE 30, 173 (188 y ss.)-Caso “Mephisto”.
BVerfGE 13.6.2007 EuGRZ 30/11/2007 (Nro.19-21), pp. 592-609 (599)-Caso “Esra”.
189. BVerfGE 67, 213 (214 y ss.)-Caso “Anachronistischer Zug”; BVerfGE 75, 369 (376)-Caso
“Karikatur-Beschluß”; BVerfGE 77, 240 (251)-Caso “Herrnburger Bericht”.
190. Véase más adelante el caso “Hessenlöwe”, BVerfG, NJW, 1985, 263-264.
191. En sentido similar se interpretan las condenas en sede penal como restricciones
iusfundamentales intensivas de la libertad de expresión de la opinión (Art. 5 I 1 LF), véase
BVerfGE 43, 130 (136 y ss.); 54, 129 (136 y ss.); 61, 1 (6, 9 y ss.); 82, 43, (50); 82, 272 (280);
85, 1 (13 y ss.); 93, 266 (296).
192. BVerfGE 67, 213 (223). cfr. BVerfGE 43, 130 (136)-Caso “Flugblatt”.
193. Esta afirmación se reitera en: BVerfGE 43, 130 (135 y ss.); 67, 213 (222); 75, 369 (376);
77, 240 (250). Sobre el “efecto desaliento” véase G. Lopera Mesa, Principio de proporcionali-
dad y control constitucional de las leyes penales, p. 507.
231
Laura Clérico
194. L. Clérico, Die Struktur der Verhältnismäßigkeit, pp. 184, 346. Sobre la intensidad de la
restricción grave de los derechos fundamentales por medio de normas penales, véase G. Lopera
Mesa, Principio de proporcionalidad y control constitucional de las leyes penales, p. 510.
195. BVerfGE 67, 213 (214 y ss.). Los hechos del caso son los siguientes: unos opositores políticos
del entonces candidato a primer ministro de los partidos CDU/CSU realizaron en la campaña
política de 1980 un teatro de corte político en la calle en forma de procesión de carnaval con
carruajes y peatones. Esta obra de teatro se inspiraba en la poesía de Bertolt Brecht: “Der
anachronistische Zug oder Freiheit und Democracy”. En el último carruaje se representaba, con
figuras, al entonces candidato a canciller F.J. Strauß, y a otros “conocidos nazis” de la política.
196. BVerfGE 67, 213 (223) con cita de BVerfGE 43, 130 (136)-Caso “Flugblatt”.
232
Capítulo 3. La estructura del mandato de proporcionalidad...
Sin embargo, ¿por qué sólo una condena en sede penal puede implicar
una “mayor intensidad” a la libertad de expresión del arte que una conde-
na en sede civil? ¿Acaso la prohibición, en la práctica, de la publicación de
una obra de arte a causa de la amenaza de aplicación de una multa coer-
citiva de un monto elevado que arruinaría al afectado, no implica una
restricción intensiva a la libertad? En este sentido, una condena en lo civil
puede afectarlo tanto o más que una en lo penal, de acuerdo con las circuns-
tancias del caso. Además, deben ser consideradas también las consecuencias
negativas que una decisión en lo civil puede provocar para el ejercicio de
la libertad artística en el futuro.
197. BVerfGE 75, 369 (376) en conexión con BVerfGE 67, 213 (223).
198. Acerca de la distinción entre “Werkbereich” (esfera de la obra) y “Wirkbereich” (esfera de
difusión), comparar más adelante cap. 3, I, 4.2.1.2.
199. BVerfGE 77, 240 (251). La propaganda sobre la obra de arte fue interpretada aquí como
un medio de comunicación, que también pertenece a la esfera de acción (Wirkbereich) de la
creación artística. Así, el arte, es como los “derechos fundamentales de la comunicación”, un
bien dirigido a la percepción del público.
200. BVerfGE 77, 240 (251), BVerfGE 67, 213 (223)-Caso “Anachronsitischer Zug”; BVerfGE
81, 298 (304)-Caso “Deutschlandlied”. En relación con la libertad de expresión, BVerfGE 43,
130 (136).
233
Laura Clérico
Por todo ello, la regla (IB) permanece, pero debe ser complementada:
234
Capítulo 3. La estructura del mandato de proporcionalidad...
235
Laura Clérico
205. BVerfGE 77, 240 (254); Starck en Mangoldt y Klein, Bonner Grundgesetz, 3. ed., N° 207
y ss. del Art. 5 III LF.
206. BVerfGE 77, 240 (254).
207. BVerfGE 77, 240 (254) con referencia a BVerfGE 67, 213 y ss.-Caso “Anachronistischen Zug”.
208. BVerfGE 77, 240 (254); 30, 173 (189). BVerfGE 13.6.2007 EuGRZ 30/11/2007
(Nro.19-21), pp. 592-609 (598)-Caso “Esra”.
236
Capítulo 3. La estructura del mandato de proporcionalidad...
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238
Capítulo 3. La estructura del mandato de proporcionalidad...
214. Otros criterios para la determinación del peso de la libertad de arte son: el “grado de
efecto externo”, “la capacidad de vinculación (de la parte restringida) con un concepto
artístico”, BVerfGE 83, 130 (148), y de las “circunstancias del caso”, para la determinación
del peso de la libertad de arte. Además, se han tenido en cuenta otros puntos de vista (como
mandatos de consideración con un contenido y en principio), en especial en el caso
“Mutzenbacher”: la “consideración que la obra encuentra en el público”, como así también la
“repercusión y la apreciación de su valor por la crítica y la ciencia”. BVerfGE 83, 130 (148),
resaltado por LC: “La consideración que una obra encuentra en el público (puede) tener
significado indicial. La repercusión y la valoración que ha encontrado en la crítica y en la
ciencia pueden ser indicios ( puntos de apoyo)”, para tener en cuenta en la valoración, si cabe
otorgar a la libertad de arte una prioridad. Otro criterio, algo problemático, es la “calidad del
arte”, BVerfGE 83, 130 (139; 148), en tanto anida el peligro de una suerte de control de
contenido de la obra. Además plantea la pregunta de quién se erige en “autoridad” para
determinar qué es arte o qué no lo es y, en todo caso, de acuerdo con cuáles criterios. Este
peligro no se da tanto en el alcance de protección del derecho, pues se interpreta en forma
amplia, sino luego en la ponderación propiamente dicha. En este sentido, dice el Tribunal
Federal Constitucional en forma explícita que el reconocimiento de la característica artística
no depende de un “control estatal de estilo, nivel y contenido o de un juicio acerca de los
efectos de la obra de arte”. Siguen esta línea dos sentencias que se citan, además, en el caso
“Mutzenbacher”. Así, en el caso “Karikatur”, BVerfGE 75, 369 (377), sostiene que para la
determinación del ámbito de protección del derecho de la libertad de arte sólo sería obliga-
torio tener en cuenta la distinción entre “arte” y “no arte”. En cambio, no corresponde
realizar un “control de nivel”. Y aún más enfatiza en el caso “bandera de la República Federal
de Alemania”, BVerfGE 81, 278 (291), que “lo escandaloso de la representación” no le quita
la característica de obra de arte. El Tribunal Constitucional Federal se inclina plausiblemente
por aplicar un concepto amplio de “arte” a los efectos de determinar si la limitación cae o no
bajo el ámbito de protección del derecho del Art. 5 III LF y por la imposibilidad de definir
“arte” de forma general, BVerfGE 67, 213 (225); BVerfGE 13.6.2007 EuGRZ 30/11/2007
(Nro.19-21), pp. 592-609 (598)-Caso “Esra”.
239
Laura Clérico
215. BVerfGE 67, 213 (228). BVerfGE 13.6.2007 EuGRZ 30.11.2007 (Nro.19-21), pp. 592-
609 (600 y ss.)-Caso “Esra”. L. Clérico, Die Struktur der Verhältnismäßigkeit, pp. 189, 346.
240
Capítulo 3. La estructura del mandato de proporcionalidad...
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242
Capítulo 3. La estructura del mandato de proporcionalidad...
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230. Acerca del acopio de principios para la determinación del peso abstracto, véase cap. 3,
I, 4.1.1.
231. BVerfGE 75, 369 (380).
232. BVerfGE 75, 369 (380); cfr. BVerfGE 67, 213 (228); y BVerfGE 93, 266 (293)-Caso “Los
soldados son asesinos”; L. Clérico, Die Struktur der Verhältnismäßigkeit, pp., 191, 347.
244
Capítulo 3. La estructura del mandato de proporcionalidad...
233. Esta regla representa un mandato de consideración material, total, definitivo. Ver arriba,
ponderación con y sin “mandato de consideración”, cap. 3, I, 3.3.3.3.
234. BVerfGE 75, 369 (376), también en BVerfGE 30, 173 (188).
235. Acerca de la aplicación de pautas propias del arte, véase BGH (Bundesgerichtshof ), NJW,
1983, pp. 1194 (1195), BVerfGE 75, 369 (376); BVerfGE 83, 130 (148).
236. BVerfGE 75, 369 (376, 378 y ss.), resaltado por LC; BGH, NJW, 1983, pp. 1194
(1195).
237. BVerfGE 75, 369 (379).
245
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238. Cfr. BVerfGE 54, 129 (138)-Caso “Kunstkritik”; 54, 208 (220 y ss.). Acerca de la injuria
contra personas públicas, véase G. Nolte, Beleidigungsschutz in der freiheitlichen Demokratie,
1992, pp. 142, 147.
239. Véase cap. 3, I, 3.3.3.1.
240. Cfr. arriba acerca de la regla (BEKPN), cap. 3, I, 4.2.1.3.2.1.
241. Cfr. J. Henschel, “Die Kunstfreiheit in der Rechtsprechung des BVerfG”, pp. 1941 y ss.
246
Capítulo 3. La estructura del mandato de proporcionalidad...
242. BVerfGE 81, 298 (307) con invocación de BVerfGE 67, 213 (230)-“Anachronistischer
Zug ’80”. Sobre la aplicación posterior del mandato de consideración de “varias posibilidades
de interpretación” véase BVerfGE 82, 1 (5)-Caso “T-Shirts”.
243. BVerfGE 75, 369 (380).
244. El Tribunal Constitucional Federal advierte que la libertad de arte y la de expresión
de una opinión no se excluyen recíprocamente. Una opinión puede exteriorizarse como
una expresión artística. Sin embargo, en ese caso la restricción se prueba a la luz de la
libertad de arte por estar especialmente prevista en la norma constitucional del Art. 5 III
1 LF, véase BVerfGE 75, 369 (377), BVerfGE 30, 173 (200)-Caso “Mephisto”. Empero,
¿qué importancia le otorga el Tribunal Constitucional Federal al derecho a la crítica en el
caso “Karikatur” (comparar BVerfGE 12, 113-“Schmid-Spiegel”; 24, 278-“Tonjäger”; 42,
143-“Deutschland-Stiftung”). El tribunal dice al respecto que el demandante desconoce
que Strauß no se sirvió de un lenguaje comparable al de las caricaturas. Agrega que la
247
Laura Clérico
circunstancia de que se trate de un político que se encuentra entre el fuego cruzado de las
opiniones públicas no le quita su dignidad personal. Concluye que en este caso la viola-
ción al honor no se puede justificar a través del ejercicio de la libertad de arte, BVerfGE
75, 369 (377). En especial, llama poderosamente la atención que el Tribunal Constitu-
cional Federal no haya ni siquiera mencionado en el caso “Karikatur” la sentencia recaída
en el caso “Crítica de la obra de arte” (BVerfGE 54, 129 (138)-“Kunstkritik”; BVerfGE
60, 234 (241); 61, 1 (13 y ss.); 66, 116 (150). En “Kunstkritik”, cuando controla la
ponderación realizada por el Superior Tribunal (de un Estado federado de Alemania)
advierte críticamente que no se consideró que aquel que en la lucha pública dé opiniones
es motivo de formulaciones de juicios desvalorizantes y tiene que estar preparado para
soportar una reacción mordaz, aguda, que incluso podría afectar su reputación. Además,
el Tribunal Constitucional Federal podría haber decidido muy probablemente de otro
modo el caso “Karikatur” si hubiera considerado la sátira en el contexto de la obra de arte
en el caso concreto.
245. Esta máxima se aplica, además, en el ámbito del derecho a la libertad de expresión, véase
el caso “Soldaten sind Mörder” (BVerfGE 93, 266 (293)) sobre un amparo en el que el Tribunal
Constitucional Federal decide que las sentencias penales por agravios en contra de las fuerzas
militares federales y de los soldados en especial por medio de las siguientes expresiones: “los
soldados son asesinos” o “los soldados son potencialmente asesinos”, no habían tenido sufi-
cientemente en cuenta el derecho fundamental a la libertad de expresión, con cita de BVerfGE
75, 369 (380)-Caso “Karikatur”, entre otros, respecto del ejercicio de la libertad de expresión
como crítica.
248
Capítulo 3. La estructura del mandato de proporcionalidad...
debe ser comprobada una restricción muy pesada, deba ser realizado (en
forma) aislada, es decir, sin consideración del carácter de la obra”.246
Entonces, si es el caso de una restricción muy intensiva, a causa del
ejercicio de la libertad de arte, se contesta también en atención a la im-
portancia, peso y realización de la libertad de arte en el caso concreto en
el marco de un examen de proporcionalidad en sentido estricto,247 lo que
en última instancia implica una reproducción del mismo aspecto en el
caso “Mephisto”: si una representación artística produce “una restricción
muy pesada en el ámbito de la personalidad del representado digno de
protección”, se puede decidir sólo bajo ponderación de todas las circuns-
tancias del caso individual.248
En suma, después de una ponderación en concreto puede determinar-
se si una restricción muy pesada del derecho de personalidad no puede
justificarse a través de la libertad de arte. Una consideración aislada de la
restricción del derecho de la personalidad no le hace justicia al peso e
importancia que merece la libertad de arte, como expresión artística, en el
contexto de un sistema democrático249 y, aún más, cuando el contenido
de esa expresión se refiere a una suerte de crítica política. Sin perjuicio de
lo cual, parece ser otra la postura del Tribunal Constitucional Federal en
el caso “Karikatur”,250 aunque luego relativizada a través de las aclaracio-
nes en el caso “Mutzenbacher”.
246. BVerfGE 83, 130 (146/147)-Caso “Mutzenbacher”, y agrega que los bienes jurídicos
–en el caso, la protección de la juventud– que en sus pretensiones de ejecución se encuentran
afectados y amenazados, no serían optimizados, en desmedro de la libertad de arte, si se los
considerara en forma aislada y la solución del conflicto dependiera (sólo) del peso de la
restricción que les causa el ejercicio de la libertad de arte. BVerfGE 75, 369 (378 y ss.)-Caso
“Karikatur”. Cfr. BVerfGE 67, 213 (228).
247. BVerfGE 83, 130 (143) con cita de BVerfGE 30, 173 (199, 195)-Caso “Mephisto”; cfr. además
BVerfGE 77, 240 (252 y ss.); 81, 278 (292 y ss.).
248. BVerfGE 30, 173 (195, 199)-Caso “Mephisto”; cfr. BVerfGE 93, 191 (293)-“Soldaten sind
Mörder”, según el cual, para aceptar que un derecho fundamental cae en el ámbito de la “inviola-
bilidad de la dignidad humana”, se requiere una “cuidadosa justificación”. No sólo uno, sino varios
derechos fundamentales son, pues, concretizaciones del principio de la dignidad humana.
249. Para una comparación entre la jurisprudencia en esta materia de la Suprema Corte de los
EE.UU. y el Tribunal Constitucional Federal alemán, véase G. Nolte, “Falwell vs. Strauß”,
EuGRZ 1988, pp. 256 y ss.
250. BVerfGE 75, 369 (380).
249
Laura Clérico
250
Capítulo 3. La estructura del mandato de proporcionalidad...
257. BVerfGE 33, 52 (70 y ss.). En el caso “Verbringungsverbot” –del año 1972– colisionaba
la libertad de arte y el interés estatal, a causa de la prohibición de una película documental
(Der lachende Mann, que había sido importada de la República Democrática Alemana). El
Tribunal Constitucional Federal decidió que la libertad de arte podría ser limitada cuando los
efectos de una película interpretados desde la perspectiva de un “observador promedio (pro-
duzcan) un peligro directo y presente para la existencia, estabilidad de la República Federal de
Alemania y su orden básico”, “valor supremo de la Constitución”. Y agrega que la existencia
de un peligro tal debe ser examinada “con especial cuidado”. Esta sentencia fue objeto de
crítica. Primero, no era claro que se dieran las razones justificatorias de la restricción
iusfundamental referidas a la existencia del peligro directo y presente al sistema democrático.
Segundo, en atención a la experiencia del “régimen nacionalsocialista”, sostuvieron los jueces
Rupp v. Brünneck y Simon en el voto disidente que los ciudadanos, que hay que presumirlos
adultos, se encuentran en situación de confrontar a través de la exposición pública con las
informaciones contenidas en la película y, así, proteger, en su caso, al Estado en su estructura
de libertad: “It is liberty alone which fits men for liberty”. Por ello, establecen que una limitación
a la libertad de información no estaría permitida y sólo se admitiría en casos excepcionales en
supuestos de peligro agudo, extremo, que no pueda ser solucionado de alguna otra forma;
BVerfGE 33, 78 (86). Véase J. Würkner, Das Bundesverfassungsgericht und die Freiheit der
Kunst, pp. 95 y ss.
258. Y esta aclaración la realiza inmediatamente a continuación de la cita de la criticada sentencia
en el caso “Verbringungsverbot”, BVerfGE 33, 52 (70 y ss.), comentado en la nota anterior.
259. BVerfGE 81, 278 (293); BVerfGE 77, 240 (255).
260. BVerfGE 30, 173 (199), 83, 130 (143).
251
Laura Clérico
252
Capítulo 3. La estructura del mandato de proporcionalidad...
4.3 Conclusiones
253
Laura Clérico
254
Capítulo 3. La estructura del mandato de proporcionalidad...
261. “Ponderación” en un sentido muy amplio suele ser usada para hablar de la acción de
valorar. Sin embargo, este uso tan amplio parece ser poco interesante para los fines de este
trabajo, en todo caso aquí se trata de reconstruir la ponderación como un procedimiento para
la justificación del resultado de una valoración. Sin embargo, se suele usar el término “ponde-
ración”, en un sentido menos amplio –sensu largo– en el que se trata del enfrentamiento,
tensión, de dos bienes. Para la solución de esta tensión en un caso concreto se tienen en
cuenta reglas sobre cómo deben ser distribuidos los bienes o reglas que exigen no traspasar
ciertos límites (L. Hirschberg, Der Grundsatz der Verhältnismäßigkeit, p. 79; S. Huster, Rechte
und Ziele, p. 158, 162; R. Dechsling, Das Verhältnismäßigkeitsgebot, pp. 12-13; A. Somek y N.
Forgó, Nachpositivistisches Rechtsdenken, p. 372). Así, en el examen de la prohibición de exigen-
cia de lo insoportable se tienen en cuenta reglas que excluyen la consideración de algunos
argumentos, sin importar las ventajas o las desventajas que implica para la realización de
algunos de los principios en tensión (en este sentido, véase la reconstrucción del caso sobre la
inconstitucionalidad de la imposición de un impuesto eclesiástico a una persona no pertene-
ciente al credo por el que debe tributar por su cónyuge no asalariada). Un uso más acotado –
sensu strictu– corresponde al modelo de la ponderación orientado por reglas como procedi-
miento para la justificación de una regla-resultado de la ponderación entre dos principios que
se encuentran en tensión o conflicto, que es la que en este capítulo se trata de reconstruir. Por
último, se usa “ponderación” en un sentido muy acotado –strictisimu sensu– y como una
especie de cálculo de costos y beneficios (cfr. aquí la discusión entre J. Habermas, Faktizität
und Geltung, p. 316 y R. Alexy, Recht, Vernunft, Diskurs, p. 169). Se supone que los costos y los
beneficios pueden ser “traducidos” en una especie de “común denominador”; sólo así parece
posible para W. Leisner, Der Abwägungsstaat, p. 74 y ss., la realización de una ponderación
racional, pues “sin el común denominador del dinero” no se puede ponderar. A su vez, para J.
Habermas (Faktizität und Geltung, pp. 315-316, nota al pie Nro. 33) una ponderación sólo
sería racional si existiera una unidad de medida común. Sin embargo, justamente la resolución
de las tensiones que se dan en el derecho constitucional no puede ser simplemente reducida
255
Laura Clérico
a la aplicación de alguna medida que las traduzca y que luego determine la solución, en tanto
la tensión se produce entre varios principios que implican tener en cuenta diversos puntos de
vista, que cambian incluso en cuanto a su relevancia y peso de acuerdo con las circunstancias
particulares del caso.
262. Cfr. R. Alexy, John Rawls’ Theorie der Grundfreiheiten, p. 285, sobre el concepto de
ponderación de derechos.
256
Capítulo 3. La estructura del mandato de proporcionalidad...
257
Laura Clérico
266. R. Dechsling, Das Verhältnismäßigkeitsgebot, p. 58; R. Alexy, Theorie der Grundrechte, p. 517.
267. Acerca de la suposición a favor de la libertad de palabra cuando se trata de expresiones
que contribuyen a la configuración de la opinión pública, cfr. R. Alexy, Grundgesetz und
Diskurstheorie, p. 356 en relación con la siguiente jurisprudencia: BVerfGE 7, 198 (212, 208)-
“Lüth”; 85, 1 (16). A su vez, véase BVerfGE 54, 129 (139); 60, 234 (241); 61, 1 (7 y ss., 11);
82, 272 (282); 85, 1 (14 y ss.); 85, 23 (30 y ss.); 93, 266 (294 y ss.). Véase, además, cap. 3,
I, 4.1.1.1. de este libro.
258
Capítulo 3. La estructura del mandato de proporcionalidad...
Por lo menos dos son las consecuencias que se desprenden del estatus
especial de los derechos fundamentales en la ponderación. Ambas se re-
fieren al tipo de colisiones y a la consecuente justificación de los resulta-
dos de la ponderación.
268. B. Schlink, Abwägungen im Verfassungsrecht, p. 192 y ss.; R. Alexy, Theorie der Grundrechte,
p. 89 y ss., 371 y ss., 504 y ss., 517 y ss.; J. Kokott, Beweislastverteilung, pp. 47 y ss.
269. L. Clérico, Die Struktur der Verhältnismäßigkeit, p. 214. Profundiza este tema G. Lopera Mesa,
Principio de proporcionalidad y control constitucional de las leyes penales, pp. 545-551, 576 y ss.
270. Compárese con los apartados referidos al mandato de inexigibilidad de lo insoportable
como caso especial de examen de proporcionalidad en sentido estricto, cap. 3, II.3.
259
Laura Clérico
260
Capítulo 3. La estructura del mandato de proporcionalidad...
273. BVerfGE 35, 202 (206 y ss.). El amparista participó en el “delito grave” en el que se dio
muerte a los soldados de Lebach, y que fue objeto de un proceso penal con jurados. El
amparista solicitaba una decisión provisional para que se ordenara prohibir a una de las
emisoras públicas de televisión, ZDF, la transmisión de un documental que ella había produ-
cido, en el que se presentaba al amparista o se mencionaba su nombre.
274. BVerfGE 35, 202 (219).
275. BVerfGE 35, 202 (238).
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292. R. Alexy, Theorie der Grundrechte, p. 120; Rubel, Planungsermessen, pp. 100-104; J.-R.
Sieckmann, Zur Begründung von Abwägungsurteilen, p. 48; Borowski, Prinzipien als Grund-
rechtsnormen, p. 325. En este sentido, cfr. Caso “Mutzenbacher”, en BVerfGE 83, 130 (143)
y cap. 3.
293. J.-R. Sieckmann, Zur Begründung von Abwägungsurteilen, p. 48.
294. M. Raabe, Grundrechte und Erkenntnis, p. 198 y ss.; asimismo, pero como resultado,
véase J-R. Sieckmann, Modelle des Eigentumschutzes, p. 343 y ss.
295. M. Raabe, Grundrechte und Erkenntnis, p. 198 y ss. y 94, 259, 298, 421; en este sentido,
además véase R. Dechsling, Das Verhältnismäßigkeitsgebot, p. 154, 56-62 (61, 62).
296. Se refiere a la decisión del legislador.
297. BVerfGE 80, 244 (255); 27, 18 (30); 37, 201 (212); 45, 272 (289); 51, 60 (74); 90, 145
(173).
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Capítulo 3. La estructura del mandato de proporcionalidad...
302. BVerfGE 93, 1 (21, 24, 32), cfr. BVerfGE 28, 243 (260 y ss.); 41, 29 (51, 59); 52, 223
(247, 251).
303. BVerfGE 52, 223 (247, 251)-“Oraciones interconfesionales escolares”; véase G.
Frankenberg, Die Verfassung der Republik. Autorität und Solidarität in der Zivilgesellschaft,
Frankfurt/Main, 1997, p. 221.
304. En el derecho constitucional alemán, la libertad religiosa es interpretada como un
derecho de abstención y como un derecho de prestación incluso en el ámbito de la educación
pública; este tipo de sentencias no puede ser trasladada sin más a otras prácticas constitucio-
nales en que el Estado tiene la obligación de garantizar una educación pública laica. Sobre
libertad religiosa y de conciencia en el derecho constitucional alemán véase M. Borowski, Die
Glaubens-und Gewissensfreiheit des Grundgesetzes, Tubinga, 2006.
305. BVerfGE 52, 223 (235/236)-“Oraciones interconfesionales escolares”.
306. BVerfGE 52, 223 (235/236, 241, 247, 249 y ss.)-“Oraciones interconfesionales escolares”.
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Capítulo 3. La estructura del mandato de proporcionalidad...
309. Cfr. E. Tugendhat, Die Kontroverse um die Menschenrechte, pp. 48-61 (49).
310. Por supuesto, la cuestión acerca de la prohibición de exigencia de lo insoportable es “ein
zu weites Feld”, se diría que es una pregunta poco abordada en la dogmática del derecho
constitucional. Su abordaje justificaría un trabajo por sí mismo, se podrían trabajar las
similitudes y diferencias entre un grupo de construcciones en derecho constitucional que se
refieren a la garantía del contenido esencial, a la adecuación en el sentido de K. Günther (Der
Sinn für Angemessenheit, p. 172), a la garantía de protección de la dignidad, a la teoría de las
esferas para la protección de la personalidad, entre otras. Véase J. Lücke, Die (Un-)Zumutbarkeit
als allgemeine Grenze öffentlich-rechtlicher Pflichten des Bürgers; R. Albrecht, Zumutbarkeit als
Verfassungsmaßstab, pp. 30, 47; W. Weber, Zumutbarkeit und Nichtzumutbarkeit als rechtliche
Maßstäbe, pp. 213-240.
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311. Cfr. BVerfGE 33, 171 (187); 33, 240 (244, 246 f.); 39, 210 (234); 43, 242 (288f.); 51,
356 (368); 67, 1 (15 f.); 67, 157-173, 178; 77, 84 (11); 79, 256 (270); 80, 1 (24); 81, 70 (92);
82, 18 (28); 83, 1 (19); 85, 226 (236); 85, 248 (261); 85, 360 (377).
312. Véase L. Hirschberg, Der Grundsatz der Verhältnismäßigkeit, p. 76; E. Grabitz, Der
Grundsatz der Verhältnismäßigkeit, p. 575; I. Pernice, Billigkeit und Härteklauseln, p. 485.
313. BVerfGE 67, 157 (173, 178); cfr. 30, 292 (316); 81, 70 (92).
314. Cfr. Lücke, Die (Un-)Zumutbarkeit als allgemeine Grenze öffentlich-rechtlicher Pflichten des
Bürgers, pp. 41, 55; Langheineken, Der Grundsatz der Verhältnismäßigkeit, pp. 17-21; L.
Hirschberg, Der Grundsatz der Verhältnismäßigkeit, pp. 97-101; R. Dechsling, Das Verhältnis-
mäßigkeitsgebot, pp. 9-13; R. Albrecht, Zumutbarkeit als Verfassungsmaßstab, p. 59.
315. Véase en este libro cap. 1, excurso, II, 2.3.
316. Véase como ejemplo de este tipo de ponderación, BVerfGE 30, 292 (323 y ss.) (326;
315); cfr. BVerfGE 22, 163 (174); M. Gentz, Zur Verhältnismäßigkeit von Grundrechtseingriffen,
p. 1606; S. Huster, Rechte und Ziele, pp. 252 y ss.
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Capítulo 3. La estructura del mandato de proporcionalidad...
317. Cfr. BVerfGE 35, 202 (225)-Caso “Lebach”; BverfGE 19, 342; 32, 87.
318. Véase en este libro cap. 3, I, 3.1. acerca de la distinción de las diversas etapas en el
procedimiento de la ponderación. J.-R. Sieckmann, Abwägung von Rechten, pp. 164-184, la
reconstruye en otro sentido y como una ponderación de segundo grado en relación con la
aceptación o no de la obligatoriedad de las normas, esta ponderación no tiene en cuenta todos
los principios, sino sólo el resultado de una ponderación que establece una obligación para el
afectado, la situación del afectado en el caso concreto y el interés a reglas vinculantes.
319. L. Clérico, Die Struktur der Verhältnismäßigkeit, p. 226 y véanse remisiones internas.
320. Véase para la diferencia entre elección y desarrollo del plan de vida, C. S. Nino, Ética y
Derechos Humanos, pp. 221 y ss.
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Capítulo 3. La estructura del mandato de proporcionalidad...
años de edad, y en cambio, para los hijos varones, hasta los 21 años de
edad. Una mujer de 18 años quiere seguir estudiando, por eso interpone
una acción de amparo contra la ley por discriminación de iure en la formu-
lación de la norma y en tanto que, sin el apoyo económico de los padres,
no puede continuar ejerciendo su derecho a la educación. Si quien juzga
no pone en tela de juicio algunos lugares comunes estereotipados (por
ejemplo, las mujeres dejan los estudios antes porque se casan),323 la deci-
sión contraria al derecho de la mujer es “insoportable”.
A la luz de estos casos una exigencia es insoportable324 para alguien
cuando se espera del afectado que acepte una exigencia, una situación que provoca
una restricción muy intensiva de sus derechos fundamentales, interpretando la
intensidad de la restricción de acuerdo con sus necesidades, sus intereses o su plan
de vida, y que no puede ser justificada en el caso concreto, a la luz de los argumentos
que hablan a favor de la realización de los principios constitucionales que se
encuentran en colisión. En esta caracterización aparecen cinco elementos:
323. Este ejemplo a partir del caso “Stanton v. Stanton”, en el que la Corte Suprema de los
EE.UU. declara inconstitucional una ley del Estado de Utah que preveía el apoyo económico de
los padres de sus hijos varones hasta los 21 años y de sus hijas mujeres hasta los 18 años. Véase
“Stanton vs. Stanton”, 421 U.S. 7 (1975). Acerca de los estereotipos y “desenmascaramiento”
véase C. Mackinnon, Toward a Feminist Theory of the State, pp. 109-110, 218, 229-230; a su vez,
acerca de una interpretación pragmática del “desenmascaramiento”, véase R. Rorty, “Feminism
and Pragmatism”, en: Truth and Process, vol. 3, Cambridge, 1998, pp. 202-227 (210 y ss.): “We
are not trying to do away with social constructs in order to find something that is not a social construct”.
324. L. Clérico, Die Struktur der Verhältnismäßigkeit, pp. 228, 347.
325. Cfr. BVerfGE 23, 127 (134)-“Testigos de Jehová I”; 23, 191 (202)-“Testigos de Jehová II”.
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331. Véase R. Alexy, Recht, Vernunft, Diskurs, p. 260 y ss., 170, 154.
332. R. Alexy, Theorie der juristischen Argumentation, p. 409.
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Capítulo 3. La estructura del mandato de proporcionalidad...
338. R. Albrecht, Zumutbarkeit als Verfassungsmaßstab, p. 43; 47, 241; cfr. W. Weber, Zumutbarkeit
und Nichtzumutbarkeit, p. 232.
339. La invocación de la “vinculación a la comunidad” de la persona con cita de la decisión
sobre objeción al servicio militar, BVerfGE 12, 45 (51), habla de que Albrecht (Zumutbarkeit
als Verfassungsmaßstab, p. 43, cfr. p. 122) recurre a la “fórmula de la imagen de la dignidad
humana” (“Menschenbildformel”) para justificar por qué el juicio del afectado sobre el carácter
insoportable de la exigencia no alcanza para obtener reconocimiento jurídico definitivo. En el
citado caso el Tribunal Constitucional Federal utiliza una versión “reducida” de la “fórmula de
la imagen de la dignidad humana”. Sólo se refiere a la “vinculación de la persona a la comunidad”
pero no trabaja con el otro polo en tensión, “el valor intrínseco de la persona”. La fórmula en
su versión amplia se utilizó, por primera vez, en la decisión sobre “ayuda para la inversión”,
BVerfGE 4, 7 (15 y ss.); véase U. Becker, Das Menschenbild des Grundgesetzes in der Recht-
sprechung des Bundesverfassungsgerichts, pp. 127 y ss., quien sostiene la necesidad de realizar
una ponderación en el caso concreto entre los dos elementos en tensión que se encuentran
detrás de la “fórmula de la imagen de la dignidad humana”, pp. 130, 126. Con anterioridad y
en este sentido, véase R. Alexy, Theorie der Grundrechte, p. 324.
340. Cfr. J. Eckert, Der “objektive Beobachter” in der Rechtsprechung des Bundesgerichtshofes in
Zivilsachen, Tesis, Kiel, 1982, acerca de la falta de claridad respecto de la fórmula del “observador
objetivo”, p. 14 y ss. Eckert llega a la conclusión que detrás de la fórmula se encuentra el juez
mismo (pp. 21, 128, 131). Sostiene que las decisiones en las que el Bundesgerichtshof invoca al
“observador objetivo” no aparecen justificadas, sólo se sostiene esa perspectiva (pp. 129, 131).
Para el autor, la única forma de objetivizar a las valoraciones es a través de su justificación, para
ello hace alusión a normas procedimentales que obligan a los jueces a justificar sus decisiones
(por ejemplo § 313 ZPO) y en el principio constitucional de control de los actos estatales (Art.
20 III, 28 I LF). Con fundamento Eckert concluye que la argumentación bajo invocación del
“observador objetivo” fue utilizada por el tribunal para evitar una justificación.
341. Aquí se utiliza “transparencia” como publicidad. Acerca de la exigencia de publicidad,
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véase I. Kant, Zum ewigen Frieden, p. 381; cfr. R. Alexy, Theorie der juristischen Argumentation,
pp. 363, 252, 131, 127, regla de fundamentación (5.1.3): “Toda regla debe poder enseñarse
en forma abierta y general”.
342. Cfr. J. Habermas, Faktizität und Geltung, pp. 280 y ss.
343. Véase regla de justificación (5.1.1) en R. Alexy, Theorie der juristischen Argumentation, pp.
363, 104, 251: “Quien afirma una proposición normativa que presupone una regla para la
satisfacción de los intereses de otras personas, debe poder aceptar las consecuencias de dicha
regla también en el caso hipotético de que él se encontrara en la situación de aquellas personas”.
344. L. Clérico, Die Struktur der Verhältnismäßigkeit, pp. 233.
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345. Alexy, Theorie der Grundrechte, pp. 270-271,146; N. Jansen, Die Abwägung von
Grundrechten, pp. 43, 52, para una interpretación progresiva de la ley de la ponderación, véase
cap. 3, I, 3.2.2.2 de este trabajo. Una crítica en J.-R. Sieckmann, Modelle des Eigentumschutzes,
p. 64 y ss.; cfr. J.-R. Sieckmann, Abwägung von Rechten, pp. 179, 183 y ss. y del mismo autor
Basic Rights in the Model of Principles, pp. 306 y ss.
346. L. Clérico, Die Struktur der Verhältnismäßigkeit, pp. 236, 168, 345.
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Capítulo 3. La estructura del mandato de proporcionalidad...
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351. BVerfGE 19, 226 (237). Cfr. BVerfGE 6, 32 (36 y ss.); 9, 3 (11).
352. BVerfGE 19, 226 (238).
353. BVerfGE 19, 226.
354. Es probable que debido a la construcción del antecedente de la regla de acuerdo con las
circunstancias del caso el ámbito de aplicación de esta regla no sea muy amplio. Véase cap. 3,
I, 2.3 sobre la importancia de la formulación de reglas-resultados de la ponderación. Sin embar-
go, porque la resolución de los casos referidos al mandato de la prohibición de exigencia de lo
insoportable no toman como relevante una fórmula abstracta de una “imagen de la dignidad
humana”, cualquiera sea ésta, ni la determinación de la intensidad de la restricción del derecho
a partir de generalizaciones [Véase regla de la prohibición de exigencia de lo insoportable como
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Capítulo 3. La estructura del mandato de proporcionalidad...
regla complementaria del examen de necesidad o medio alternativo menos lesivo en cap. 2,
III, 2.2.1.1; 2.2.1.1.3], sino a través de la consideración del afectado concreto, de sus intereses
y de su plan de vida, para la determinación de la intensidad de la restricción no implica que el
resultado de la ponderación no pueda ser formulado en una regla. Se trata de una especie de
universalización “interactiva”, en la que se consideran “the plurality of modes of being human, and
differences among humans, and without endorsing all these pluralities and differences as morally and
politically valid”. Esto se considera como un “starting point for reflection and action”. Se reconoce
que cada “otro generalizable es un otro concreto”. Se redefine así “universalidad” como “not the
ideal consensus of dictiously defined selves, but the concrete process in policies and morals of the struggle
of concrete, embodied selves, striving for autonomy”, S. Benhabib, “The generalized and the concrete
Other”, en: Situating the Self, parte II, pp. 148-178, (152 y ss., 164).
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Capítulo 3. La estructura del mandato de proporcionalidad...
de algunas clasificaciones, que intentan aclarar con qué fuerza y cómo de-
ben ser considerados. Sólo un mandato de consideración total, material y
definitivo se aplica como una regla y excluye a la ponderación.
(j) Es obligatoria la consideración de los puntos de vista relevantes de
acuerdo con el derecho fundamental restringido. La no consideración debe
ser justificada. Así, las ponderaciones iusfundamentales pueden y deben
guiar hacia una “dogmática diferenciada de cada uno de los derechos fun-
damentales”. La reconstrucción de los puntos de vista que deben ser con-
siderados en el marco del modelo de la ponderación orientado por reglas
no se alcanza a través de la mera repetición de la letra de los correspon-
dientes precedentes. Una ponderación no debe realizarse de forma
“irreflexiva según pautas (que se repiten y aplican) por acostumbramien-
to”. La legitimidad que puede devenir de la aplicación de una regla-resul-
tado de la ponderación o de una regla de la ponderación para determinar
la intensidad de una restricción o el peso de las razones justificatorias no
resulta de la mera autoridad que tomó la decisión. En este sentido, y
cuando se refiere a decisiones judiciales, no se trata de la mera cita de
precedentes, de una mera “cita en cadena” de jurisprudencia anterior. El
valor de la cita depende de que ésta permita al tribunal una discusión, en
términos de comparación y justificación, con su jurisprudencia anterior.
La determinación de la intensidad de la restricción o el peso abstracto de
un derecho restringido o de las causas justificatorias por reglas indepen-
dientes de la ponderación concreta, se justifica en tanto estas reglas sur-
gen del contenido de un conjunto de decisiones fruto de ponderaciones
anteriores en el marco de un procedimiento argumentativo. En este últi-
mo también juega un papel importante la dogmática constitucional, en
tanto pueda mantenerse en un constante diálogo con la jurisprudencia
constitucional, que le permita sistematizarla y criticarla en términos de
reglas de la ponderación diferenciadas según cada uno de los derechos
fundamentales.
(k) El análisis, por vía de ejemplo, del control de la justificación de la
limitación del derecho fundamental a la libertad artística, habla a favor
de que el resultado de la ponderación es poroso a la aplicación de criterios
independientes de la ponderación que se hace en el caso concreto. Si bien
estos criterios y su formulación y justificación suponen valoraciones, esto
implica para el modelo de la ponderación orientado por reglas la adquisi-
ción de un mayor grado de racionalidad. Estos criterios son preexistentes
e independientes de la ponderación que se realiza para la solución del
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Excurso
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364. K. Hesse, Grundzüge des Verfasungsrechts, p. 127, párrafo 299; R. Alexy, Theorie der
Grundrechte, pp. 507 y ss.; S. Huster, Rechte und Ziele, p. 74. Acerca de una red de reglas-
resultados de la ponderación, véase cap. 3, I, 2.3.2 y 2.3.5.
365. Ver en este trabajo la crítica realizada a la decisión en el caso “Karikatur”, en la que el
Tribunal omite tomar algunos puntos de vista referidos a la protección de la libertad de arte,
cap. 3, I, 4.2.1.3.2.2 y 4.3. (a) y (b).
366. Véase Schlink, Abwägung im Verfassungsrecht, Berlín, 1976, pp. 15 y ss., 125, 192 y
Pieroth y Schlink, Grundrechte-Staatsrecht II, 2ª ed., 1994, p. 76, según los cuales no hay pauta
racional para las ponderaciones. Además, el Tribunal Constitucional Federal sólo examinaría
si la ley es adecuada técnicamente y la menos lesiva y si se garantiza una posición mínima
soportable (en relación con la limitación de los derechos fundamentales).
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367. Sobre las objeciones a la ponderación, véase R. Alexy, “Epílogo a la Teoría de los
derechos Fundamentales”, art. cit.; C. Bernal Pulido, El principio de proporcionalidad y los
derechos fundamentales, primera parte, cap. 2, puntos I y II, pp. 157-247; V. Afonso da Silva,
Gundrechte und gesetzgeberische Spielräume, pp. 89-109.
368. El Art. 12a II LF dice: “Quien se niegue por objeción de conciencia a prestar el servicio
militar armado podrá ser obligado a prestar un servicio sustitutivo, cuya duración no podrá
ser superior a la de aquel. Se regularán los pormenores de aplicación por una ley que no podrá
menoscabar la libertad de la decisión de conciencia y que deberá prever también una posibi-
lidad de servicio sustitutivo que no esté en relación de modo alguno con las unidades de las
Fuerzas Armadas y de la Policía Federal de Fronteras”.
369. El Art. 4 III LF dice: “Nadie podrá ser obligado contra su conciencia a prestar servicio
militar con armas. Una ley federal regulará los pormenores de este precepto”.
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pedido de control abstracto de esta ley fue realizado por la fracción del
partido socialdemócrata de la Cámara de Diputados y por algunos
Estados federales gobernados por el mismo partido (Art. 93 I Nro. 2
LF, §§ 13 Nro. 6, 76 Nr. 1 BVerfGG). Según los demandantes, el Art.
12a II, segunda oración de la Ley Fundamental, limita expresamente la
duración del servicio civil alternativo a la del servicio militar.370 El Tri-
bunal Federal Constitucional interpretó, sin embargo, que la ley de
reordenación de la objeción de conciencia no era contraria a la
Constitución y que, además, el pedido de control abstracto, si bien
admisible, no estaba debidamente fundado, pues:
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Capítulo 3. La estructura del mandato de proporcionalidad...
argumento del carácter normativo de estos artículos: su carácter normativo no es doble. Es decir,
sólo deben ser interpretados como normas de competencias u organizativas y no como
“determinaciones configurativas de la Constitución” y, en este último sentido, como princi-
pios que justificarían límites a los derechos especialmente garantizados (6/61); (b) argumento
que toma en serio a los derechos fundamentales como tales en combinación con un argumento que
considera la voluntad objetiva del constituyente: la Constitución de tipo democrática y de un
Estado de derecho establece pautas y límites para el accionar estatal de cara al titular de
derechos. Esos límites constitucionales son vinculantes y no pueden ser, luego, convertidos en
“valores constitucionales” que posteriormente sean arrojados a la balanza para limitar a los
derechos. En todo caso, posibles situaciones de tensión e intereses fueron resueltos por el
constituyente, en este caso, a favor de los derechos fundamentales protegidos sin reserva (63/
64); (c) argumento teleológico: para la aplicación del supuesto de hecho del derecho fundamen-
tal del Art. 4 III 1 LF es necesario indagar en las autorizaciones del Art. 4 III 2 LF. La
regulación del procedimiento de reordenación de la objeción de conciencia debe ser “adecua-
do” para la comprobación del referido supuesto de hecho. Sí se pueden considerar algunos
fines, siempre y cuando no entorpezcan o restrinjan el fin de la regulación (66). Por ello,
sostienen los jueces disidentes que el “planteamiento teórico-dogmático” del voto mayorita-
rio es “inadecuado”, pues las “limitaciones inmanentes” autorizadas por el derecho funda-
mental del Art. 4 párr. 3 LF no pueden ser ganadas a través de los “contra intereses” estatales.
La manda constitucional es la de producir una defensa del Estado apta para funcionar. Ese
deber estatal habría sido establecido por el constituyente como un límite inadmisible del
derecho fundamental del Art. 4 III LF (65). Ahora bien, todo esto demuestra que el voto
disidente tuvo que argumentar para justificar su posición. Desde una perspectiva igual en el
resultado, pero más explícita en el procedimiento, se diría que todos estos argumentos hablan
en forma definitiva a favor de un mayor y mejor peso de los derechos fundamentales a la
libertad de conciencia y culto de los objetores y, así, en favor de una prioridad condicionada
definitiva por sobre los bienes jurídicos constitucionales. Cualquiera de las dos posiciones
lleva a una discusión normativa acerca del peso e importancia de los principios en el caso
concreto. Esto se puede ver claramente en la sentencia en el caso “DDR-Spione”. Tanto el
voto mayoritario, BVerfGE 92, 277 (327), como el disidente, BVerfGE 92, 277 (350),
realizan una ponderación. Sin embargo, disienten en una cuestión normativa, esto es, la
atribución del peso de los principios que colisionan. En este sentido, mal podría objetársele
a la ponderación o más precisamente a la “preparación de la ponderación” la falta de una
“pauta general”, pues la discusión interpretativa ha demostrado que, por lo menos, dos son los
caminos interpretativos que admite el Art. 4 III LF. Por un lado, el representado por el voto
mayoritario y, por el otro, el del voto disidente. No se le puede objetar a la ponderación que
carezca de una “pauta general”, pues aun la interpretación no asegura una única respuesta
correcta. En última instancia, se trata de una cuestión de argumentación y de peso de los
argumentos. El modelo de la ponderación orientada por reglas ensaya, por lo menos, un
procedimiento argumentativo. En suma, se comparte la objeción (a) en el resultado; sin
embargo, no en el procedimiento argumentativo.
385. Ver cap. 3, I, 3.1.
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menos dos son las líneas argumentales, que no se excluyen, sino que pue-
den ser complementadas. Por un lado, el modelo de la ponderación fue
reconstruido como modelo de justificación: estructura la justificación de
la relación de prioridad condicionada y describe e indica qué debe ser
justificado.388 Indica que las razones justificatorias de la restricción de-
ben ser tanto más pesadas e importantes cuanto más intensa sea la restric-
ción del derecho fundamental. En este sentido, la “proporción” del exa-
men de proporcionalidad en sentido estricto pasa por el control de la
justificación de la relación entre grado e intensidad de restricción del
derecho fundamental, y grado, importancia y peso de la realización del
fin estatal que persigue la medida, que se expresa en términos de razones
justificatorias que pueden tener que ver con la protección de derechos
fundamentales o con el fomento de bienes jurídicos constitucionales, se-
gún el caso de la colisión. Para la justificación de esta relación pueden
ser utilizados todo tipo de argumentos, salvo aquellos que estén prohi-
bidos en forma definitiva por la Constitución. Así, y siguiendo el voto
disidente comentado en cuanto al resultado, para la justificación de la
relación de prioridad condicionada entre el derecho fundamental del
objetor de conciencia sobre los bienes jurídicos constitucionales referi-
dos con lo militar (Art. 12a, 73 Nr. 1, 87a y 115b LF), se alegan argu-
mentos, algunos de los cuales presentan la forma de los cánones tradi-
cionales de la interpretación, tales como el argumento sistemático, el ar-
gumento teleológico, el argumento de respeto de la voluntad objetiva del
constituyente y el argumento de derecho constitucional garantista de to-
mar en serio la validez de los derechos fundamentales. Estos argumentos
no se encuentran sólo en una justificación de un resultado de una pon-
deración, sino también en decisiones que se logran a través de la aplica-
ción de los cánones tradicionales de la interpretación. El modelo de la
ponderación indica a través de un procedimiento argumentativo cómo
deben ser estructuradas, justificadas, controladas y, en su caso, critica-
das, las relaciones de prioridad condicionadas. Recuérdese que arriba se
reconstruyó un conjunto de reglas de la ponderación que regulan ese
procedimiento. Por ello, la determinación, justificación y control de
una relación de ponderación condicionada no puede ser explicada
plausiblemente como una mera estimación subjetiva y arbitraria de quien
aplica el derecho.
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397. BVerfGE 90, 145 (172, 182 y ss.)-Caso “Cannabis”. Para llegar a esta decisión, el
Tribunal Constitucional Federal reconoce un amplio margen de apreciación al legislador:
“Para la valoración de la amplitud y necesidad de los medios elegidos para alcanzar los fines
deseados que exige el principio de proporcionalidad, así como para la valoración y pronóstico
de la existencia de amenazas en contra de los individuos o de la comunidad, que se dan en este
contexto, se le ha dado al legislador un espacio de decisión que sólo puede ser revisado en
forma limitada por el Tribunal Constitucional Federal”. Ahora bien, cuando aplica el examen
de proporcionalidad en sentido estricto, diferencia entre “la prohibición básica de comerciar
con productos de cannabis y la amenaza de una sanción penal en caso que se viole en diferentes
formas esta prohibición”. Por un lado, sostiene que “el concepto general del legislador de
prohibir –sin perjuicio de las estrictas excepciones– en forma plena el comercio de productos
de cannabis, no es violatorio en sí de la prohibición por exceso de restricción (Ubermaßverbot).
Se justifica mediante los fines que se quiere lograr, como son la protección de la población
–y en especial de la juventud– de los peligros para la salud que se derivan de la droga, así
como del peligro de una dependencia física, y el de combatir las organizaciones criminales que
dominan los mercados de las drogas y sus efectos negativos para la sociedad”. Por otro lado,
según el Tribunal Constitucional Federal, esto también sería válido, en principio, para la
sanción penal introducida por el legislador como medio para lograr el cumplimiento de la
prohibición. Ahora bien, en lo que sigue de la justificación, se impone la pregunta de si basta
con la misma justificación para el caso de quien posee productos de cannabis en mínimas
cantidades para el consumo personal. Aquí empieza a diferenciar: “En estos casos, ciertamen-
te, la magnitud del peligro para el bien jurídico, que se deriva del hecho individual, así como
la culpa individual, puede ser menor. Esto es válido de una parte cuando los productos de
cannabis son adquiridos y poseídos en pequeñas cantidades simplemente para el consumo
personal ocasional... Si se restringe la adquisición o la posesión de cannabis a pequeñas
cantidades para el consumo personal ocasional, entonces el peligro concreto de una distribu-
ción posterior de las drogas a terceros no será considerable. Igualmente bajo será el interés
público en una penalización”. El Tribunal Constitucional Federal considera que “aun en estos
casos la amenaza de una sanción penal –con fundamentos preventivos– para la adquisición y
posesión ilegal de productos de cannabis tampoco viola la prohibición de extralimitación
(Ubermaßverbot)”. En este sentido serían dos las posibles soluciones que puede intentar el
legislador: a) tener en cuenta si la prohibición de extralimitación corresponde al bajo conte-
nido de culpa y la justificación en un determinado grupo de casos: él puede –por ejemplo,
privilegiando determinadas circunstancias de hecho– limitar el ámbito de aplicación de la
disposición penal general o posibilitar la imposición de sanciones especiales para el caso de
delitos menores (solución legal-material)”. (b) “Pero también puede limitar y flexibilizar la
obligación de la persecución penal (solución procesal)”.
398. BVerfGE 90, 145 (199)-Caso “Cannabis”. Quien busque una interpretación más
protectora de los derechos fundamentales, en especial del libre desarrollo de la personalidad
308
Capítulo 3. La estructura del mandato de proporcionalidad...
309
Laura Clérico
400. BVerfGE 90, 145 (201) con indicación de BVerfGE 27, 18 (29); 37, 201 (212); 45, 187
(253), resaltado por LC.
401. BVerfGE 90, 145 (202 y ss.), resaltado por LC, y remisión a BVerfGE 88, 203 (258).
402. Véase acerca de la precisión del modelo de la ponderación cap. 3, I, 3.2.
403. BVerfGE 90, 145 (200) con remisión a BVerfGE 27, 18 (29).
310
Capítulo 3. La estructura del mandato de proporcionalidad...
311
Laura Clérico
406. BVerfGE 92, 277 (335, 327/328): “La máxima de la proporcionalidad en sentido
estricto exige una ponderación entre los intereses del bienestar común (...) y (los) bienes
jurídicos (protegibles) de los afectados (...)”. Agrega que la máxima de la proporcionalidad en
sentido estricto no contiene como tal alguna afirmación material sobre los efectos y las
condiciones de una restricción estatal que deben ser consideradas en la ponderación. “Por
ello, requiere de una decisión constitucional valorativa en cada caso individual.” El juez
Böckenförde firma también este voto de la mayoría; ahora bien, lo que aquí se indica como
“ponderación” parece justamente aquello que Böckenförde criticaba en la decisión sobre la
objeción de conciencia arriba trabajada (BVerfGE 69, 1), véase punto 1 de este excurso al
capítulo 3.
312
Capítulo 3. La estructura del mandato de proporcionalidad...
313
Laura Clérico
consideradas circunstancias que nada tienen que ver con los criterios arri-
ba determinados.414 En este sentido, de acuerdo con el voto disidente, se
corre el riesgo de que la prohibición por exceso (Übermaßverbot) sea
extendida a una especie de cláusula general que esté abierta a la
consideración de cualquier tipo de “condiciones” en el sentido de
circunstancias externas. De ello extrae la siguiente consecuencia:
314
Capítulo 3. La estructura del mandato de proporcionalidad...
418. Estas conclusiones aparecen en la versión alemana de este trabajo en el cap. 3, III,
párrafos r-t.
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Laura Clérico
316
Capítulo 3. La estructura del mandato de proporcionalidad...
419. Un trabajo detallado de este punto puede verse en: M. Raabe, Grundrechte und Erkenntnis.
Der Einschätzungsspielraum des Gesetzgebers, Baden-Baden, 1998; V. Afonso da Silva, Gundrechte
und gesetzgeberische Spielräume, Baden-Baden, 2003. En relación con la teoría y el derecho
constitucional norteamericano y el derecho constitucional latinoamericano, véase R.
Gargarella, La justicia frente al gobierno, Barcelona, 1996; del mismo autor “Democracia
deliberativa y judicialización de los derechos sociales”, en M. Alegre y R. Gargarella, El
derecho a la igualdad. Aportes para un constitucionalismo igualitario, Buenos Aires, 2007, pp.
121-144.
317
Laura Clérico
318
CAPÍTULO 4
1. Además, el desarrollo del Estado social de derecho en Alemania ha implicado que los
derechos sociales se satisfagan por vía de desarrollo legislativo por encima de los estándares
mínimos que establece el derecho internacional de los derechos humanos. Es decir, no ha sido
necesario recurrir, en general, a la vía judicial para reclamar la exigibilidad de, por lo menos,
el contenido mínimo de esos derechos que posibiliten una vida digna. Los derechos sociales
en su función de derechos de prestación se violan por omisión o acción insuficiente estatal.
Justamente éste es el ámbito de aplicación del mandato de prohibición por omisión o acción
insuficiente, que al parecer no ha sido necesario poner en juego porque buena parte de las
condiciones requeridas para hacer ejercicio efectivo de los derechos sociales se ha posibilitado
a través del accionar legislativo. Sin embargo, esto no quiere decir que el mandato de propor-
cionalidad en sentido amplio –como prohibición de exceso o de omisión o insuficiencia– no
sea de importancia para proteger aquellos alcances de los derechos sociales ganados por vía de
desarrollo legislativo. Así, lo que adquiere importancia es examinar que ese accionar estatal no
implique un retroceso arbitrario sobre las posiciones iusfundamentales ganadas. Véase M.
Borowski, Grundrechte als Prinzipien, p. 176; A. M. Suárez Franco, “Los límites constitucio-
nales a las medidas regresivas de carácter social en Alemania: una aproximación al análisis
doctrinal”, en C. Courtis (comp.), Ni un paso atrás. La prohibición de regresividad en materia de
derechos sociales, Buenos Aires, 2006, pp. 361-386.
2. BVerfGE 88, 203 (254, 257, 265, 262).
3. Pues existían diferencias entre las leyes sobre la materia en la ex DDR y en la República
Federal Alemana, BVerfGE 88, 203 (219).
4. BVerfGE 98, 265 (355).
320
Capítulo 4. El examen de proporcionalidad: entre el exceso...
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322
Capítulo 4. El examen de proporcionalidad: entre el exceso...
15. Ver K. Hain, “¿Der Gesetzgeber in der Klemme zwischen Übermaß -und Untermaßverbot?”,
DVBl., 1993, 982; J. Dietlein, Das Untermaßverbot, Zeitschrift für Gesetzgebung, (1994), pp.
130-141; Hain, “Das Untermaßverbot in der Kontroverse”, ZG, 1996, pp. 75-84; C. Bernal
Pulido, El principio de proporcionalidad y los derechos fundamentales, pp. 798-803; V. Tzemos,
Das Untermaßverbot, Frankfurt/Main, 2004, pp. 74-87; R. Rassow, “Zur Konkretisierung des
Untermaßverbotes”, ZG, 2005, pp. 262-280.
16. Esta comparación implica volver sobre algunos de los contenidos desarrollados en los
anteriores capítulos, aunque en forma resumida y con remisiones expresas a los lugares en los
que fueron trabajados con mayor detenimiento.
323
Laura Clérico
17. La expresión “fin”, en el mandato de prohibición por exceso, suele ser utilizada para
referirse a un estado de cosas que se persigue alcanzar o lograr. Para la determinación empírica
del fin es importante la descripción del estado de inicio y final, es decir, el que se persigue
provocar y el que de hecho se alcanzó, que puede o no coincidir con el perseguido. Véase cap.
1, regla sobre la precisión.
18. La pregunta acerca de la “legitimidad” del fin o del medio alberga diversos problemas. Sin
embargo, cuando se la trabaja como pregunta previa del examen de proporcionalidad en
sentido amplio, sólo logra adquirir la calidad de un examen del límite a la limitación de los
derechos independiente en los casos “claros”. En estos casos, se logra una decisión sin ponde-
ración. La decisión surge de la aplicación de una regla constitucional cuyo antecedente
permite que sean subsumidos los hechos y cuestión del caso. Ciertamente puede ser recons-
truida la justificación de la decisión a través del procedimiento de la ponderación. Sin em-
bargo, esta ponderación tendría sólo un carácter explicatorio o crítico. La determinación de
cuáles fines se encuentran prohibidos en forma definitiva requiere una interpretación cuida-
dosa de la norma de derecho fundamental que se encuentra afectada para establecer si ésta
prevé causales de restricción definitivamente excluidas. En este contexto cobra importancia,
además, la posibilidad de reconstruir la garantía del contenido esencial de los derechos como
regla; véase excurso, cap. 1, puntos 2.3 y 2.4 de este trabajo; además, C. Bernal Pulido, El
principio de proporcionalidad y los derechos fundamentales, pp. 688-700.
19. El examen de idoneidad supone por lo menos un fin. Cuando se determina más de un fin,
la idoneidad del medio debe ser comprobada en relación con todos los fines. La reducción o
ampliación de los fines determinados requiere ser justificada.
324
Capítulo 4. El examen de proporcionalidad: entre el exceso...
20. El desarrollo de los elementos de estas reglas puede ser consultado en el cap. 1, I. y ss. de
este trabajo.
21. Ver cap. 1, punto I de este trabajo.
22. Ver cap. 2, punto I, 2.2 de este trabajo y L. Clérico, Die Struktur der Verhältnismäßigkeit,
pp. 36 y 340; C. Bernal Pulido, El principio de proporcionalidad y los derechos fundamentales, pp.
718 ss.; H. Bergmann Ávila, Theorie der Rechtsprinzipien, Berlín, 2006, pp. 118-124.
325
Laura Clérico
23. BVerfGE 71, 206 (215, 218); cfr. BVerfGE 13, 97 (113); 70, 1 (26).
24. BVerfGE 67, 157 (173, 175, 178); 81, 70 (92); 81, 156 (192); 83, 1 (19).
25. BVerfGE 16, 147 (183); 30, 250 (263 ss.)-“Ley de fomento de la estabilidad económica”;
39, 210 (230)-“Limitaciones a la molienda”; 47, 109 (118 ss.)-“Películas de cine pornográfi-
cas”; 61, 291 (313 ss.)-“Disecadores de animales”; 65, 116 (126)-“Lugar de residencia para
abogados especializados en patentes”; 69, 1 (53)-“Objeción de conciencia”; 71, 206 (215)-
“Prohibición de información”; 73, 301 (317)-“Agrimensura”.
26. Véase BVerfGE 79, 256 (268)-“Impugnación de la filiación”.
27. Véase BVerfGE 16, 147 (161, 174-175, 177, 179-183, 187).
326
Capítulo 4. El examen de proporcionalidad: entre el exceso...
contribución del medio para la realización del fin pero en general28 (en un
aspecto cuantitativo), en conjunto.29 Las leyes se suelen aprobar para reglar
un número indefinido de casos y/o grupos de casos, pero si existe un grupo
de casos en los cuales el medio no puede contribuir al logro del fin, esto no
alcanzaría para sostener que la medida legislativa es “totalmente” inidónea.
Por consiguiente y teniendo en cuenta los diferentes sentidos que ad-
quiere el uso de “fomento” se puede afirmar que, por el hecho de que el
medio escogido no sirva para lograr en todos los sentidos el aumento
gradual de la probabilidad de realizarlo, no se sigue necesariamente que
la medida sea declarada como inidónea. Esto lleva a una precisión de la
regla de la idoneidad:
28. BVerfGE 71, 206 (217)-“Prohibición de información pública del escrito de acusación o
de otros escritos judiciales en forma literal”; cfr. BVerfGE 47, 109 (118 ss.)-“Películas porno-
gráficas”; 50, 142 (163)-“Obligación de manutención”; 61, 291 (313 ss.)-“Disecadores de
animales”; 90, 145 (182)-“Cannabis”.
29. BVerfGE 30, 250 (264).
30.Véase cap. 1, punto II, 4.2.3 de este trabajo; L. Clérico, Die Struktur der Verhältnismäßigkeit,
pp. 46, 341.
327
Laura Clérico
31. BVerfGE 77, 170 (214.); 88, 203 (251, 254); 92, 26 (46).
32. BVerfGE 88, 203 (254, 257, 265, 262)-Caso “Aborto II”. De este caso se extrae la
fórmula de la prohibición por omisión o insuficiencia como estructura formal.
33. La interrupción de una prestación o la derogación de una norma que tenían por contenido
una prestación implica una acción, lo que se ataca es que esa acción no implique otra acción
suficiente o adecuada que posibilite el ejercicio del derecho en igual medida que la acción
interrumpida. Sin embargo, puede ocurrir que se interrumpa y que luego se haga algo pero
insuficiente. Así, la interrupción y la acción siguiente implican en conjunto una acción insu-
ficiente o, según el caso, defectuosa. Bajo esta constelación se pueden reconstruir algunos
casos de la prohibición de regresión arbitraria, según la cual una reglamentación del legislador
(o, en su caso, del ejecutivo) no puede empeorar el alcance del derecho fundamental ganado
a causa de la reglamentación. Ahora bien, si el Estado interrumpe sin más, entonces se trata
de una limitación por exceso a una posición de derecho fundamental ganada. En este caso el
derecho se comporta como un derecho de no intervención (cfr. R. Alexy, Theorie der Grundrechte,
328
Capítulo 4. El examen de proporcionalidad: entre el exceso...
p. 436). Eleva la pretensión de que no se haga algo, es decir, que no se interrumpa. En estas
constelaciones se aplica prima facie el mandato de prohibición por exceso. En relación con las
obligaciones constitucionales que el principio constitucional del Estado social le genera al
legislador y al ejecutivo en sentido general, Hesse enumera como contenidos ganados: el
derecho de protección del trabajador, el derecho de trabajo por un tiempo razonable, la ayuda
o asistencia social, el derecho de seguro social, el derecho de convenios colectivos. Según
Hesse, una regresión en el sentido de borrar los contenidos esenciales del Estado social queda
descartado desde el punto de vista constitucional. En este contexto habla de una “prohibición
de regresión”, véase K. Hesse, Grundzüge des Verfassungsrechts, Heidelberg, 1995, pp. 86-87,
§ 6 II. En el ámbito de protección internacional, se suele hacer referencia a la prohibición por
regresión arbitraria cuando se trata del examen de las limitaciones de derechos de prestacio-
nes positivas, véase Observaciones Generales del Comité de Derechos Económicos Sociales y Cultu-
rales de Naciones Unidas Nros. 3, 12, 13 y 14 y V. Abramovich y C. Courtis, Los derechos sociales
como derechos exigibles, Madrid, 2002, pp. 96-116; M. Carbonell, “La garantía de los derechos
sociales en la teoría de Luigi Ferrajoli”, en Jurídica. Anuario del Departamento de Derecho de la
Universidad Iberoamericana, Nro. 34, 2004, pp. 301-333 (328 ss). C. Courtis (comp.), Ni un
paso atrás. La prohibición de regresividad en materia de derechos sociales, Buenos Aires, 2006.
34. Para un análisis de las diversas constelaciones del examen de la prohibición por regresión
arbitraria en comparación con el Untermaßverbot, véase L. Clérico, “Verhältnismäßigkeit und
Untermaßverbot”, en Sieckmann (comp.), Die Prinzipientheorie der Grundrechte. Studien zur
Grundrechtstheorie Robert Alexys, Baden-Baden, 2007, pp. 172 ss.
35. En el nivel de protección internacional, se tiene en cuenta para ponderar la justificación
de la omisión estatal, si el Estado no actúa, pese a reconocer su obligación por causas no
imputables a su voluntad y que se encuentran fuera de su margen de acción, y los casos de
omisiones injustificadas en las que los Estados reconocen su obligación de actuar, pero, sin
embargo, no demuestran interés por hacerlo. En este sentido, véase Directrices de Maastricht
(Nro. 13): “Para determinar cuáles acciones u omisiones constituyen una violación a los
derechos económicos, sociales y culturales, es importante distinguir entre la falta de capaci-
dad y la falta de voluntad del Estado de cumplir sus obligaciones bajo los tratados internacio-
nales. Un Estado que afirma que no puede cumplir con su obligación por motivos ajenos a su
control, tiene la responsabilidad de comprobar que esto es el caso. Por ejemplo, el cierre
temporal de una institución de enseñanza debido a un terremoto constituiría una circunstan-
cia ajena al control del Estado, mientras que la eliminación de un régimen de seguridad social
329
Laura Clérico
sin contar con un programa de sustitución adecuado, demostraría la falta de voluntad políti-
ca, de parte del Estado, de cumplir con sus obligaciones”. Igualmente, en el caso de los
desastres naturales, se considera que el Estado no sólo debe demostrar la falta de cumplimien-
to entre el desastre y la falta de cumplimiento de la obligación de hacer positiva concreta, sino
que no existe medio alternativo alguno que pueda satisfacer el cumplimiento de la obligación,
en este sentido, es el Estado quien tiene la carga de la argumentación.
36. Aquí se supone una teoría del supuesto de hecho y alcance del derecho fundamental
amplia. Basta con que se pueda alegar algún argumento a favor de la relación entre la omisión
y la afectación del derecho de prestación en el caso concreto para realizar el examen de la
proporcionalidad en sentido amplio. Justamente de este examen –y de acuerdo con el man-
dato de la prohibición por omisión o insuficiencia– surgirá si la omisión está o no justificada
a la luz del derecho y si un accionar es obligatorio en forma definitiva. Por lo demás, frente a
una omisión en sentido estricto, es decir, un no hacer a secas, se suele hablar de la dificultad
de determinar cuándo esa omisión se encuentra en relación con la violación del derecho
fundamental en su función de prestación. Se han realizado varios análisis acerca de las razones
de esta dificultad, por ejemplo, véase R. Alexy, Theorie der Grundrechte, cap. 9. Arango
sostiene que se viola un derecho fundamental social a través de una omisión estatal absoluta
cuando la no consideración de criterios de diferenciación relevantes lleva a un tratamiento
desigualitario que, en atención a los efectos fácticos que produce, dañan al afectado sin
justificación. Los criterios para la determinación de cuándo es obligatorio un tratamiento
diferenciado surgen, según el autor, del uso de argumentos contrafácticos (argumento ad
absurdum y argumento ad contrarium). Para ello se requiere tener en cuenta cuáles serían las
consecuencias fácticas del accionar omisivo del Estado, cuando a pesar de estar en presencia
de una situación concreta del afectado de necesidad, el Estado no actúa a través de un
accionar positivo que es posible fácticamente. V. R. Arango, Der Begriff der sozialen Grundrechte,
pp. 152-153, 138, 216, 224-225. Lo propuesto por el autor sirve para determinar la intensi-
dad a la limitación al derecho de prestación del afectado en el marco del examen de propor-
cionalidad en sentido estricto.
37. En este caso hay que reconstruir el fin estatal, por ejemplo, a partir de la argumentación
del Estado en el procedimiento en el que se discute la omisión.
330
Capítulo 4. El examen de proporcionalidad: entre el exceso...
331
Laura Clérico
38. Es decir, las contelaciones referidas en el punto II.2 de este trabajo, caracterizadas por una
omisión o una acción insuficiente o defectuosa, respectivamente.
39. Ver cap. 1, II.2 y regla (REGZM).
40. Ver formulación en el apartado II.2 de este trabajo.
332
Capítulo 4. El examen de proporcionalidad: entre el exceso...
todos los argumentos que hablan a favor de una versión débil y de una
versión fuerte de la exigencia de fomento, entonces ambas deberían con-
formar el examen de idoneidad en el mandato de prohibición por omi-
sión o insuficiencia. Así, al finalizar el examen de la idoneidad surge:
41. En este paso resulta de suma importancia la descripción precisa y completa de la situación
en la que se encuentra el afectado en el caso concreto. Por ejemplo, un sistema de obra social,
entre otros, puede ser un medio idóneo en abstracto para posibilitar el ejercicio del derecho
a la salud como derecho de prestación. Ahora bien, este medio puede ser inidóneo en el caso
concreto, si se atiende el estado actual de la obra social específica y el diagnóstico del paciente
que en forma necesaria y urgente requiere un determinado medicamento que la obra social
está obligada a suministrar y no lo hace. Así en el caso “Campodónico de Beviacqua”, la Corte
Suprema de Justicia argentina (Fallos 323:3229) ordenó al Banco Nacional de Drogas
Antineoplásicas, dependiente del Ministerio de Salud y Acción Social de la Nación, a seguir
entregando sin cargo una medicación especial para continuir posibilitando el tratamiento de
un niño que padecía una enfermedad grave en su médula ósea que disminuía sus defensas
inmunológicas –enfermedad de Kostman o neutropenia severa congénita–. La acción atacada
puede interpretarse como una acción insuficiente y se compone por la interrupción de la
entrega del medicamento a través del referido Banco y por una acción que el Estado conside-
raba suficiente: la prestación del medicamento por la obra social del niño. Este medio atacado
no es idóneo en el caso concreto para proteger en forma adecuada la salud del niño: la obra
social en cuestión no estaba en condiciones de otorgar el medicamento según surgía del
expediente. Además, el niño no podía esperar a que se regularizara el funcionamiento eficaz de
la obra social, ya que subsistía la situación de “urgencia y extrema necesidad que tenía el
tratamiento prescripto para salvaguardar la vida y la salud del niño”, por la que el referido
Banco Nacional de Drogas había decidido prestar asistencia al menor, hasta que resolvió
interrumpir injustificadamente la entrega de la medicación.
42. Aquí sólo se enumeran cuatro resultados que se consideran de relevancia práctica; sin
embargo, de la combinación de la versión débil y fuerte de idoneidad y de los tipos de fines
identificados en este apartado, surgen otros resultados posibles.
333
Laura Clérico
43. No hay que subestimar la importancia de esta fórmula si se consideran las proyecciones de
aplicación del mandato por omisión o acción insuficiente en el contexto de prácticas consti-
tucionales caracterizadas por un alto grado de exclusión social y por violaciones reiteradas a
los derechos sociales en su función de derecho de prestación. Así, esta versión del examen de
idoneidad sirve para reconstruir la argumentación en el caso “Viceconte Mariela c/Estado
Nacional-Ministerio de Salud y Acción Social”, resuelto el 2.6.1998 por la Sala IV de la
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal (argentina), en
virtud de una acción de amparo de incidencia colectiva iniciada por el CELS (Centro de
Estudios Legales y Sociales), véase La Ley, Suplemento de Derecho Constitucional, Buenos Aires,
5.11.1998. Los hechos del caso son los siguientes: alrededor de 3.500.000 habitantes de la
pampa argentina se encontraban amenazados –según datos del año 1999– por la presencia de
un virus altamente nocivo para la salud llamado “mal de los rastrojos”. Sin embargo, la
enfermedad consecuencia del virus podía (y puede) ser prevenida a través de la aplicación de
una vacuna. Así el Estado argentino compró desde el año 1991 hasta 1995 la vacuna a un
instituto norteamericano que la producía, para realizar campañas de prevención contra el
virus. Este programa se interrumpió, sin embargo, porque el instituto dejó de producir la
vacuna. No le era rentable, ya que este tipo de enfermedad sólo se da en la pampa argentina.
En 1996 mueren habitantes de la pampa a causa de esta enfermedad. El Estado decide
producirla a través de un instituto público; sin embargo, no de forma inmediata ya que debían
realizarse algunas modificaciones para poder producir la vacuna en la cantidad suficiente
(medio atacado: en adelante, M1), que no realizó, por lo menos, hasta el momento de
resolución del caso en 1998. Esta acción estatal es insuficiente y constituye un caso claro de
falta de idoneidad de acuerdo con la siguiente reconstrucción del caso. El fin es la protección
del derecho a la salud (en adelante, P1) de las personas afectadas (en forma actual o potencial)
por el virus (aquí el fin estatal coincide con la realización del derecho de prestación). M1
claramente no puede fomentar ni en abstracto, ni en general, ni en concreto ni en el caso
particular de cada uno de los afectados el derecho a la salud. No lo es ni en abstracto ni en
general, porque aun aquellas personas que poseen una obra social o los medios para adquirir
la vacuna, no pueden acceder al medicamento porque se interrumpió su producción. Menos
aún pueden hacerlo aquellos que no poseen medios, ya que éstos no lo podrían adquirir en el
mercado ni tampoco están en condiciones de recibirlo del Estado, ya que si bien el Estado
decidió producirlo se quedó a mitad de camino por no haber realizado las modificaciones
edilicias para que el instituto público la produjera. Esta reconstrucción explica la condena en
el fallo de la Cámara al Estado argentino (Ministerio de Salud y Acción Social de la Nación)
a realizar todas las tareas, obras y adquisiciones pertinentes para producir la vacuna “Candid
1” contra la Fiebre Hemorrágica Argentina o “mal de los rastrojos” y asegurar su inmediato
suministro a la totalidad de la población afectada por el virus. (El Estado recién produjo la
vacuna en el año 2003 y fue autorizada para su aplicación en el año 2006).
334
Capítulo 4. El examen de proporcionalidad: entre el exceso...
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Laura Clérico
336
Capítulo 4. El examen de proporcionalidad: entre el exceso...
Ahora bien, ese margen de acción y apreciación puede ser, sin embar-
go, objeto de control. Ese menor o mayor control está dado por la intensidad
con la que se aplica la regla de la idoneidad, del medio alternativo y de la
proporcionalidad en sentido estricto. El Tribunal Constitucional Federal re-
suelve la cuestión del alcance del control a través de una “solución dife-
renciada” y distingue entre un “control de evidencia”, un “control de
representatividad o admisibilidad” y un “control material intensificado”.
Para la determinación del grado de intensidad del control tiene en cuenta
en el caso: la particularidad de la materia que se legisla, la posibilidad de
formar un juicio seguro y suficiente sobre la materia legislada, el signifi-
cado de los bienes jurídicos en juego y la intensidad de la restricción del
derecho fundamental afectado.
La aplicación más leve de la regla de la idoneidad responde al examen
de evidencia. Del estudio de la jurisprudencia del Tribunal Constitucio-
nal Federal alemán surge que se ha inclinado, en principio, por el nivel de
control de evidencia, que implica un control leve de la relación de fomen-
to entre medio y fin; en la duda, se habla de una presunción a favor de la
idoneidad del medio. Además, la carga de la argumentación y de la prue-
ba de la falta de idoneidad queda en cabeza del afectado por la restricción
del derecho. Por consiguiente, una medida legislativa va a ser declarada
inidónea cuando desde el momento de discusión y sanción de la ley50 el
medio era ya “inútil objetivamente”51 “o deficiente por completo”. En
cambio, “en tanto no se demuestre en forma clara, que (los legisladores)
partieron de presupuestos de hecho incorrectos” 52 no se declara la
inidoneidad. Implica para el legislador la posibilidad de equivocarse acer-
ca del desarrollo de las circunstancias relevantes para la medida legislati-
va. El “pronóstico erróneo” 53 de por sí no significa la declaración de
50. BVerfGE 16, 147 (181); 39, 210 (230), 30, 250 (263), 39, 210 (226); 71, 230 (250); 77,
84 (109); 50, 290 (332 ss.); 65, 1 (55); 70, 191 (206); 73, 40 (91-94); 76, 220 (240).
51. BVerfGE 16, 147 (181); cfr. BVerfGE 17, 306 (317); 19, 119 (127); 61, 291 (313 ss.); 65,
116 (126); 70, 1 (26), 71, 206 (215 ss.); 73, 301 (317).
52. BVerfGE 71, 206 I (215).
53. BVerfGE 25, 1 (12); 30, 250 (263); 30, 292 (317); 39, 210 (226); 73, 40 (91-94); 76, 220
(240); 77, 84 (109); 80, 1 (31); 83, 1 (22). En algunas circunstancias se ha solicitado una
corrección “a través de la reiteración”, comparar BVerfGE 49, 89 (130 ss.); 50, 290 (335); 55,
274 (308); 56, 54 (79); 57, 139 (162); 59, 119 (127); 65, 1 (55); 68, 287 (309); 73, 40 (94);
77, 308 (334); 80, 1 (31); 83, 1 (21 ss.).
337
Laura Clérico
54. BVerfGE 71, 206 (215); 30, 250 (262-264); 39, 210 (230 ss.). Aquí se trata del examen
de medidas económicas. Sin embargo, una moderación semejante puede ser observada en la
aplicación del examen de la idoneidad en otras materias: BVerfGE 47, 109 (118 ss.)-“Pelícu-
las pornográficas”; 50, 142 (163)-“Obligación de manutención”; BVerfGE 71, 206 (216)-
“Prohibición de información”; BVerfGE 61, 292 (313 ss.)-“Disecadores de animales”; BVerfGE
65, 116 (127)-“Obligación de residencia para abogados especializados en patentes”; 73, 301
(317)-“Agrimensura”.
55. Por ejemplo, BVerfGE 19, 330 (338 ss.)-“Máquina expendedora de cigarrillos”; 17, 306
(313)-“Acompañantes de conductores”; BVerfGE 34, 71 (78 ss.)-“Máquinas automáticas de
gomas de mascar”; BVerfGE 55, 159 (163)-“Caza de cetrería”; BVerfGE 107, 186 (198)-
“Transporte de medicamentos”.
56.En BVerfGE 88, 203 (254, 257, 265, 262)-“Aborto II” se inclina, sin embargo, por un
examen de control intermedio, llamado de plausibilidad o defendibilidad.
57. BVerfGE 53, 30 (57). Se trata de una acción de amparo contra una parte del pro-
cedimiento de autorización de la central nuclear Mulheim-Kärlich construida en la vecindad
del domicilio de la actora. El fin perseguido por el Estado es “el uso de la energía nuclear con
fines pacíficos” para el “abastecimiento de energía”. El Tribunal Constitucional Federal ad-
vierte que no examina la conveniencia de la decisión, sino si la reglamentación normativa en
que se basa la decisión adoptada es constitucional, y si esa reglamentación se ha aplicado bajo
consideración del derecho a la vida y a la integridad corporal (Art. 2 II LF) en concordancia
con su “protección efectiva”. El medio es la exigencia de una “autorización estatal previa, cuya
expedición se encuentra sujeta a presupuestos procesales y a regulaciones materiales y lega-
les”. Según el Tribunal Constitucional Federal la reglamentación normativa debe tener en
338
Capítulo 4. El examen de proporcionalidad: entre el exceso...
cuenta el deber de protección estatal y las exigencias procedimentales de modo tal que la
autorización dependa de un procedimiento formal en el cual participen, entre otras, las
autoridades del Estado, de los municipios y de los habitantes que se encuentran afectados. Sin
embargo, cuando examina el medio atacado se limita a un examen de evidencia: “El derecho
fundamental del Art. 2.2 LF influye también en la aplicación de las disposiciones en materia
de procedimiento administrativo y judicial para el caso de la autorización de centrales nucleares,
y cuya principal función consiste en proteger la vida y la salud frente a los peligros que representa
el uso de la energía nuclear. Esto no significa que todo error de procedimiento, en un asunto de
derecho nuclear, se deba considerar como una violación a los derechos fundamentales. Una
violación tal se considera sólo cuando las autoridades encargadas de la autorización no tienen en
cuenta las disposiciones procesales que el Estado ha expedido en su cumplimiento de su deber
de protección de los bienes jurídicos citados en el Art. 2 num. 2 LF”.
58. BVerfGE 56, 54 (73). Se trata de una acción de amparo interpuesta por dos vecinos del
aeropuerto de Düsseldorf-Lohausen, en tanto los órganos estatales omitieron tomar medidas
adecuadas, en el sentido de mejora de las medidas ya implementadas, para prevenir los
peligros para la salud que devienen de los ruidos que provienen de ese aeropuerto. El Tribunal
Constitucional Federal consideró que el legislador había realizado acciones y cumplido con su
obligación de mejoras para la protección del derecho a la integridad corporal de los afectados.
Llega a este resultado luego de haber realizado un examen de idoneidad de las medidas
adoptadas por el legislador, que los afectados atacaban por insuficientes. Sin embargo, aplica
este examen como un mero examen de evidencia: sostiene que, si la omisión estatal proviene de
una falta de mejora de la medida, como en el caso, una violación a la obligación de mejora puede
ser determinada sólo cuando resulta “evidente” que una reglamentación, que en sus orígenes era
conforme a derecho, a causa de cambios en la situación se haya vuelto desde el punto de vista
constitucional insostenible, y cuando asimismo el legislador permanezca ante esta nueva situación
inactivo o cuando las medidas estatales para mejora sean evidentemente defectuosas. Y concluye que las
medidas estatales de mejora no resultan evidentemente violatorias del derecho a la integridad
física de los afectados. Para ello se refiere expresamente a las medidas adoptadas en el caso
concreto. Ver además, BVerfGE 72, 66-“Aeropuerto de Salzburg”. En relación con “ruidos
molestos por el tránsito de automóviles”, véase BVerfGE 79, 174 (201).
59. Trata de un amparo sobre el depósito de armas químicas en los destacamentos de las
fuerzas de los EE.UU. de Norteamérica estacionadas en el territorio de la República Federal
Alemana. El Tribunal Constitucional Federal declara inadmisible el amparo contra el gobier-
no federal, en tanto: “El recurrente debe explicar concluyentemente que el poder público, o
bien no ha tomado las respectivas medidas o que las medidas y reglamentos adoptados son en
forma evidente inadecuados o completamente insuficientes, para alcanzar el fin que se persi-
gue” a los efectos de proteger el derecho fundamental del Art. 2 II LF. BVerfGE 77, 170 (215);
véase, por el contrario, la disidencia del juez Mahrenholz en este caso, quien interpreta que
la acción atacada no alcanza para proteger el derecho a la vida y a la salud (fin iusfundamental),
BVerfGE 77, 170 (238).
60. BVerfGE 56, 54 (82 ss.).
339
Laura Clérico
61. El Tribunal Constitucional Federal entiende que se trata de cuestiones complejas, que aun en
algunos casos ni la comunidad científica se puede poner de acuerdo frente a los riesgos que
provocan ciertos avances tecnológicos. Así, serían posibles diversas soluciones. La decisión es, de
acuerdo con el principio democrático, responsabilidad de los representantes elegidos directamente
por el pueblo. El Tribunal Constitucional Federal concluye que el control es limitado y procede en
tanto bienes jurídicos muy relevantes no hayan sido tenidos en cuenta para la decisión.
62. Aquí vale como ejemplo el citado caso “Viceconte Mariela c/Estado Nacional-Ministerio
de Salud y Acción Social” anteriormente comentado (véase nota al pie Nro. 858). El Estado
340
Capítulo 4. El examen de proporcionalidad: entre el exceso...
no sólo debe hacer para proteger el derecho a la salud de los habitantes; sino que para que ese
hacer sea adecuado debe producir la vacuna contra el virus “mal de los rastrojos”. No cumple
con su obligación de hacer en forma adecuada si, en cambio, otorga un subsidio a cada uno de
los habitantes de la región afectada para la compra de la vacuna, que una vez aplicada evita
contraer el virus, ya que ésta no se puede adquirir en el mercado, pues ningún laboratorio
privado la produce ni tiene interés en hacerlo.
63. BVerfGE 19, 330 (337); 25, 1 (17); 30, 292 (316); 33, 171 (187); 40, 371 (383); 45, 297
(335); 63, 88 (115); 65, 116 (127); 67, 157 (176); BVerfGE 68, 155 (171); 68, 193 (219);
68, 272 (282 ss.) 70, 1 (28 ss.; 70, 278 (286), BVerfGE 73, 301 (319); 81, 156 (192); 83, 1
(19); 90, 145 (182).
341
Laura Clérico
64. L. Clérico, Die Struktur der Verhältnismäßigkeit, pp. 76, 78, 83, 342.
65. Véase cap. 2, I y II de este trabajo y BVerfGE 40, 196 (222), BVerfGE 25, 1 (18); 30, 292
(316); 77, 84 (109); 80, 137 (160).
66. BVerfGE 21, 150 (157); 25, 1 (18); 30, 292 (316); 40, 196 (222); 68, 193 (219).
67. BVerfGE 30, 292 (319); BVerfGE 80, 137 (160), 81, 70 (92).
342
Capítulo 4. El examen de proporcionalidad: entre el exceso...
68. BVerfGE 30, 290 (319): en el caso, la idoneidad de los medios alternativos se examina
respecto del fin principal y secundario. Las alternativas no podían rendir lo mismo que el
medio establecido por el legislador respecto de esos dos fines. Sin embargo, no siempre la
igual idoneidad se prueba con estrictez. Una disidencia, una ampliación o reducción del fin,
debe ser justificable. Esta justificación puede girar en torno a la menor restricción que implica
el medio alternativo aunque no rinda exactamente igual que el establecido respecto de la
idoneidad. Ver L. Clérico, Die Struktur der Verhältnismäßigkeit, pp. 81, 342.
69. Se debe resaltar, sin embargo, que el primer paso del examen del medio alternativo menos
gravoso en el marco del mandato de la prohibición por exceso (Übermaßverbot) no trata sobre
el mandato del medio más idóneo (das Gebot des geeignetsten Mittels), sino del mandato del
medio igual de idóneo (das Gebot des gleich geeigneten Mittels), esto marca una clara diferencia con
el mandato de prohibición por omisión o insuficiencia (Untermaßverbot). Este punto se trabaja en
el apartado siguiente.
70. Cap. 2, III de este trabajo.
71. Ver, por ejemplo, BVerfGE 53, 135 (136, 143-145, 184 ss.).
72. Ver, por ejemplo, BVerfGE 95, 173 (184 ss.).
73. Ver, por ejemplo, BVerfGE 72, 302 (310, 328).
343
Laura Clérico
74. En contra véase P. Lerche, Übermaß und Verfassungsrecht, Colonia, 1966, p. 21.
75. Véase cap. 2, III, 2.2-2.2.5 de este trabajo.
76. El camino de la “preestructuración” en los casos dudosos mantiene abierta la pregunta
sobre el carácter más o menos gravoso de los medios y pasa al examen de proporcionalidad en
sentido estricto para su “solución”. Los argumentos a favor y en contra de cada uno de los
medios se alegarán en el marco de una ponderación; no ya como una comparación de medios,
sino para la determinación de la intensidad de la restrición del derecho afectado. Sin embargo,
se puede transitar otro camino. Este segundo camino argumentativo propone la
complementación de la regla (débil) del examen del medio alternativo menos gravoso en los
casos dudosos por medio de otras reglas. Para la aceptación de una regla complementaria
puede hablar una serie de argumentos, que comúnmente se alegan a favor del uso de reglas en
general. Este segundo camino fue transitado en varias oportunidades por el Tribunal Consti-
tucional Federal. En un trabajo anterior he reconstruido (y demostrado las debilidades de) las
reglas complementarias aplicadas por el tribunal bajo la siguiente fórmula: cuanto más inten-
siva resulte la restricción iusfundamental bajo consideración de las circunstancias del caso,
tanto más pierden en importancia los argumentos que hablan en favor de la aplicación de las
reglas complementarias del medio alternativo menos gravoso, véase L. Clérico, Die Struktur
der Verhältnismäßigkeit, pp. 89-110, 342-344.
344
Capítulo 4. El examen de proporcionalidad: entre el exceso...
77. Respecto a la relación entre omisión (como medio atacado) y afectación del derecho de
prestación nos remitimos a lo dicho en el apartado II.2.1 sobre particularidades del medio y
del fin y constelaciones del mandato de prohibición por omisión o insuficiencia.
78. Cfr. M. Borowski, Grundrechte als Prinzipien, pp. 147-161, 115, 119, 151, 252, 326; W.
Cremer, Freiheitsgrundrechte, Tubinga, 2003, p. 278; C. Bernal Pulido, El principio de propor-
cionalidad y los derechos fundamentales, pp. 798-803.
79. Ver M. Möstl, “Probleme der verfassungsprozessualen Geltendmachung gesetzgeberischer
Schutzpflichten”, DÖV, 1998, pp. 1029, 1038; L. Michael, “Die drei Argumentationsstrukturen
der Verhältnismäßigkeit”, JuS, 2001, pp. 148-155 (151).
80. Ver cap. 2, III.
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Capítulo 4. El examen de proporcionalidad: entre el exceso...
347
Laura Clérico
83. El Tribunal Constitucional Federal declara una medida en principio como más gravosa si ex
ante (i.e. al momento del dictado de la medida) se puede comprobar que pudo ser elegido un
medio alternativo menos gravoso. En esta dirección ver: BVerfGE 16, 147 (181); 18, 315
(332); 25, 1 (12); 30, 250 (263); 38, 61 (88); 39, 210 (226); 69, 1 (53); 72, 9 (23); 76, 220
(241 ss.); 77, 84 (109). Una determinación ex post (es decir, al momento de la decisión
judicial) puede ser fundamentada cuando la comprobación de la menor lesividad del medio
alternativo es considerablemente menor. Aquí la importancia de evitar una restricción inten-
siva del derecho justifica evaluar la medida ex post. BVerfGE 21, 261 (270).
84. BVerfGE 30, 292 (319). 81, 70; 53, 135.
85. BVerfGE 25, 1 (19 ss.); 30, 292 (319); 37, 1 (21); 39, 210 (230); 40, 196 (222-223); 53,
135 (145).
348
Capítulo 4. El examen de proporcionalidad: entre el exceso...
86. BVerfGE 81, 70 (92). Para esta posición es relevante que la medida estatal sea una de tipo
económica; véase BVerfGE 30, 290 (317); 25, 1 (12, 17). Ver sobre la aplicación de esta regla
en la práctica constitucional española, C. Bernal Pulido, El principio de proporcionalidad, pp.
752-757.
87. R. Alexy, Theorie der Grundrechte, pp. 495-498; M. Raabe, Grundrechte und Erkenntnis.
Der Einschätzungsspielraum des Gesetzgebers, Baden-Baden, 1998. L. V. Afonso Da Silva, “O
Proporcional e o Razoável”, Revista dos Tribunais 798, 2002, pp. 23-50.
88. BVerfGE 90, 145 (173, 182-183), BVerfGE 94, 115 (144); 77, 84 (110). 50, 205 (213).
57, 139 (160).
89. R. Alexy, Theorie der Grundrechte, pp. 495-498.
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Capítulo 4. El examen de proporcionalidad: entre el exceso...
92. BVerfGE 90, 145 (185). Cfr. además BVerfGE 78, 77 (86).
351
Laura Clérico
El centro de este examen está dado por la relación de peso de los argu-
mentos que hablan a favor y en contra de la restricción al derecho. Esta
relación reconoce una misma estructura formal conformada por dos pila-
res: la colisión y la ponderación. Sin embargo, no todo es ponderación en
el caso concreto. Algunas etapas se mueven en el nivel de la aplicación de
reglas sin ponderación:
- la determinación de la colisión de principios (interpretación del pro-
blema sin ponderación),
- la consideración de la aplicación de una regla-resultado de la pondera-
ción que soluciona la colisión sin ponderación en el caso concreto,
- la determinación de la intensidad de la restricción del derecho (inter-
pretación orientada, en parte, por reglas),
- la determinación del peso abstracto del derecho afectado (interpreta-
ción orientada, en parte, por reglas),
- la determinación del peso abstracto del fin de la medida estatal (inter-
pretación orientada, en parte, por reglas),
- la ponderación en concreto entre el peso abstracto y concreto de los
principios y la intensidad de la restricción de los derechos afectados
(ponderación),
- la reformulación de la solución de la colisión en una regla-resultado de
la ponderación.
Esto ha permitido argumentar, a su vez, que sostener una suerte de
“inflación de la ponderación” y que se estaría viviendo en un “estado de
ponderación” resulta una objeción injustificada para un modelo de la
proporcionalidad orientado por reglas.
352
Capítulo 4. El examen de proporcionalidad: entre el exceso...
353
Laura Clérico
98. R. Alexy, Theorie der Grundrechte, pp. 146, 267, 270 ss., 316 ss., 319, 324, 409, 423 ss.,
468 ss.; cfr. p. ej.: BVerfGE 11, 30 (43), formulaciones similares pueden encontrarse en:
BVerfGE 7, 377 (404); 17, 232 (242); 17, 306 (313 ss.); 20, 150 (159); 23, 50 (56); 26, 259
(264); 30, 227 (243); 30, 336 (351); 32, 1 (34); 33, 171 (187); 35, 202 (226); 36, 47 (59);
40, 196 (227); 41, 251 (264); 41, 378 (395);70, 297 (307 ss.); 72, 26 (31).
99. BVerfGE 30, 292 (316); 67, 157 (178); 81, 70 (92) BVerfGE 90, 145 (173); 48, 396
(402); 83, 1 (19).
100. Véase R. Alexy, “Die Abwägung in der Rechtsanwendung”, en Jahresbericht des Institutes
für Rechtswissenschaften an der Meeij Gakuin Universität 17 (2001), pp. 69-83; R. Alexy, “Epí-
logo a la Teoría de los Derechos Fundamentales” (traducción de C. Bernal Pulido), Revista
Española de Derecho Constitucional, Nro. 66, Madrid, 2002.
101. Véase C. Bernal Pulido, “The Rationality of Balancing”, ARSP, vol. 92, 2006, pp. 195-
208.
102. J.-R. Sieckmann, “Sobre la fundamentación de juicios ponderativos” (traducción de C.
Bernal Pulido), en Sieckmann, El modelo de los principios, Bogotá, 2006, pp. 159-205.
354
Capítulo 4. El examen de proporcionalidad: entre el exceso...
103. La conexión requerida con otro principio y que otorga un peso abstracto alto adquiere
sentido en el marco de una determinada práctica constitucional. En Estados con democracias
constitucionales, por lo menos, concurren dos principios que otorgan un peso abstracto alto
a otros con los que se conectan: el principio de protección y respeto de la dignidad humana
y el principio democrático. Ver cap. 3, I, 4.1.1.1. y reglas (HR’) (HR’’) y (HR’’’) de este
trabajo.
104. El peso abstracto se justifica en tanto es contenido de una decisión que es fruto de una
ponderación anterior en el marco de un procedimiento argumentativo. El peso no se le atribuye
por la mera autoridad de quien toma la decisión, sino por las características del procedi-
miento. Esta distinción debe ser tenida en cuenta como un argumento para la imputación
de un peso abstracto distinto, según la legitimidad discursiva del resultado de la solución.
Ver L. Clérico, Die Struktur der Verhältnismäßigkeit, pp. 182, 299-305, 346, y cap. 3, I,
4.1.1.2 y regla (HR).
105. Quien controla si las razones que se dan para justificar una restricción aprueba el examen
de proporcionalidad en sentido estricto debe considerar si se tuvo en cuenta respecto de la
intensidad de la restricción que: (IB) Cuando el titular del derecho a la libertad artística es
condenado en sede penal a causa de una expresión artística, entonces se trata, en principio, de
una intensiva restricción de la libertad artística. (IB’) Una decisión (civil) referida a una
355
Laura Clérico
expresión artística puede causar una intensiva restricción. Si éste es el caso, depende de las
consecuencias que la restricción tenga para el afectado, y las consecuencias generales que
puede provocar para el ejercicio de la libertad artística en el futuro; es decir, cuando puede
amedrentar “en casos futuros la disponibilidad... a hacer uso del derecho afectado”, BVerfGE
43, 130 (135 ss.); 67, 213 (222); 75, 369 (376); 77, 240 (250 ss.). Además, cuanto más cerca
impacte la limitación de la libertad artística en el ámbito de creación de la obra, tanto más
intensiva resulta la restricción de ese derecho y tanto menos deben ser permitidas las “res-
tricciones estatales”. La estructura de esta presunción se explica a través de una interpreta-
ción progresiva de la ley de la ponderación. Además, una restricción en la esfera de la difusión
artística puede adquirir mayor intensidad de acuerdo con el tipo de género de la obra de arte.
Sin perjuicio de lo cual, para la determinación de la intensidad de la restricción de la libertad
de arte se consideran tanto las que caen en la “esfera de la obra” como en la “esfera de la
acción”: las circunstancias del caso, el grado de efectos externos y la fuerza de la conexión con
el arte. Por lo demás, puntos de vista como el “reconocimiento que la obra encuentra en el
público” y la “repercusión y la apreciación que encuentra en la crítica y la ciencia” se aplican,
sin embargo, sólo con precaución.
106. La regla (BEKPN) contiene un mandato de consideración negativo, “está prohibido
aislar partes singulares de la obra de arte de su contexto e investigarlas por separadas (para
determinar), si deben ser juzgadas como delitos”, aplicado en el caso “Anachronistischer Zug
’80”, BVerfGE 67, 213 (229).
356
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Capítulo 4. El examen de proporcionalidad: entre el exceso...
relación de prioridad condicionada que tienda a un equilibrio en el sentido de que ninguno de los
dos principios colisionantes deje al otro sin contenido, es decir, sin posibilidades de realización
jurídica alguna. En este sentido, el Tribunal Constitucional Federal para la solución o control de
una colisión entre derechos fundamentales especialmente protegidos dice: “Este conflicto entre
diversos titulares de un derecho fundamental protegido sin reserva como así también con otros
bienes protegidos constitucionalmente debe ser solucionado a través del principio de la concor-
dancia práctica, que exige que ninguna de las posiciones jurídicas en conflicto sea priorizada o
maximizada, sino que todas logren el equilibrio posiblemente más cuidado”, BVerfGE 93, 1 (21,
24, 32), cfr. BVerfGE 28, 243 (260 ss.); 41, 29 (51, 59); 52, 223 (247, 251). El caso sobre “Aborto
II” presenta una colisión de derechos entre el derecho a la vida, en su función de protección del
nasciturus –que no es una obligación “absoluta”, de forma tal que ésta goce de una primacía sin
excepciones frente a otros bienes jurídicos– y, por otro lado, la consideración y protección de la
dignidad humana de la mujer embarazada, su derecho a la inviolabilidad de la vida e integridad
física (Art. 2 II 2 LF) y su derecho al desarrollo de la personalidad (Art. 2 I 1 LF). Por ejemplo, según
surge de una interpretación de la sentencia, el modelo del asesoramiento sería –entre todas las
posibles relaciones de justificaciones– una solución que deja a los dos derechos colisionantes con
contenido. Es decir, el derecho de protección del feto exige que la mujer se someta a un asesora-
miento antes de tomar la decisión de interrumpir o no el embarazo, y quien tiene el derecho de
tomar la decisión es la madre. El modelo de asesoramiento para la primera fase del embarazo no
está constitucionalmente prohibido, BVerfGE 88, 203.
117. Véase cap. 3, II, 2.2 sobre el mandato de la mera preponderacia, de la solución interme-
dia y de la mejor solución.
118. R. Alexy, Theorie der Grundrechte, pp. 79-83.
359
Laura Clérico
360
Capítulo 4. El examen de proporcionalidad: entre el exceso...
120. Sobre otros criterios referidos a la intensidad de la restricción, véase punto IV, 1.3 de
este trabajo.
121. Véase cap. 4, II, 2.2 y III.2, último párrafo de este trabajo.
122. Véase cap. 3, I, 3.2.2.1.
361
Laura Clérico
123. Ésta parece ser la línea jurisprudencial sustentada por el Tribunal Constitucional Federal en
la decisión sobre “Límite de edad para las pensiones por orfandad”. La cuestión que se discute en
la decisión dice: ¿es compatible con la Ley Fundamental (Art. 6 I LF) que los subsidios –pensiones
por orfandad originadas en el seguro que tienen los empleados– que se otorgan a quienes no
pueden procurarse su propio sustento por padecer una incapacidad física o intelectual, se prolon-
gue sólo hasta que el beneficiario cumpla 25 años de edad? El fin perseguido por la norma que
establece este seguro hasta los 25 años es satisfacer las necesidades que aparecen por la falta de
sustento que proviene de la muerte del padre o la madre del huérfano. En este sentido, la norma no
sólo protege a las personas que tienen algún tipo de discapacidad, sino a todas las personas hasta
los 25 años que demuestren a partir de los 18 años que se encuentran aún haciendo algún estudio
o formación o realizando por elección por un año un servicio social o por encontrase discapacitado.
En el caso, el demandante es una persona que desde su nacimiento padece de un daño cerebral con
parálisis parcial espástica y epilepsia. En el año 1972 fue declarado judicialmente incapaz y no
puede mantenerse por sus propios medios. El demandante recibió hasta los 25 años de edad una
pensión por orfandad desde la muerte de su padre, que era empleado administrativo, en el año
1947. Se agravia entonces porque ésta fue interrumpida. El Tribunal Constitucional Federal
decide, sin embargo, que el Art. 44 frase 2 de la Ley de Seguros de Empleados no viola ni el Art. 6
I de la LF ni la garantía de igualdad del Art. 3 I LF en su vinculación con el principio del Estado
social (Art. 20 I LF), BVerfGE 40, 121. En especial, pues el legislador no deja a este grupo sin
atención, sino que prevé otro tipo de ayuda estatal, es decir, otros medios para el fomento del fin
de protección, por ejemplo, la prestación general de “ayuda social”, la ayuda para integración de las
personas con discapacidad en la comunidad y ayuda para su cuidado y asistencia. Y a continuación
se refiere al concepto de garantía de “existencia mínima”: las subvenciones para quienes requieren de
asistencia hacen parte de los deberes inherentes a un Estado social. Esto incluye necesariamente la
asistencia social para los conciudadanos que debido a una incapacidad física o intelectual se
encuentran impedidos o no están en condiciones de mantenerse a sí mismos. La comunidad estatal
debe asegurarles en todo caso los presupuestos mínimos para una existencia digna y preocuparse de
insertarlos en la medida de lo posible en la sociedad, de promover su debido cuidado en la familia
o por parte de terceros, así como de crear los establecimientos que se requieran para su asistencia.
BVerfGE 40, 121 (136-138) en el que el Tribunal Constitucional Federal se refiere a cada una de
las soluciones determinadas en la ley bajo examen.
124. Véase, BVerfGE 1, 97 (104). En otros casos la garantía de un “mínimo de existencia” fue
utilizado como límite a la acción estatal cuando legisla sobre impuestos, véase BVerfGE 82,
60 (85-86)-“Mínimo de existencia para la protección de los integrantes de la familia”, el
Estado no puede pretender gravar con impuestos aquella parte de los ingresos del individuo
que son necesarios para garantizar el mínimo existencial; BVerfGE 99, 246 (259)-“Garantía
de mínimo de existencia en relación con los niños”; cfr. BVerfGE 87, 153 (170); 91, 93 (111,
115). La garantía del “mínimo de existencia” se puede aplicar también en relación con el
derecho de litigar y los costos del proceso; así, una reiterada jurisprudencia dice que viola la
garantía de igualdad (Art. 3 I LF) cuando la ayuda para el pago de los costos del proceso no
garantiza el mínimo de existencia, véase BVerfGE 78, 104 (118), cfr. BVerfGE 22, 83 (86); 51,
295 (302); 56, 139 (143); 63, 380 (394); 81, 347 (357); 92, 122 (124).
362
Capítulo 4. El examen de proporcionalidad: entre el exceso...
125. En este punto véanse los siguientes trabajos publicados en C. Courtis, Ni un paso atrás,
Buenos Aires, 2006; en especial O. Parra Vera, “El contenido esencial del derecho a la salud
y la prohibición de regresividad”, pp. 53-79; R. Arango, “La prohibición de retroceso en
Colombia”, pp. 153-172; H. González, “El desarrollo de los derechos a la seguridad social y
la prohibición de regresividad en Argentina”, pp. 193-254; M. Sepúlveda, “La interpretación
del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la expresión ‘progresivamen-
te’”, pp. 117-150.
126. R. Alexy, Theorie der Grundrechte, p. 271, resaltado por LC.
127. L. Clérico, Die Struktur der Verhältnismäßigkeit, pp. 168, 236, 345.
128. Incluso, si se afecta el “contenido mínimo”, por ejemplo, del derecho a la salud de un
grupo vulnerable, éste no puede ser ponderado o graduado frente a otros principios. No
puede el Estado alegar el argumento de haber agotado el “máximo de los recursos disponibles
del Estado” y, sin embargo, no estar en condiciones de cumplir con la obligación. La obliga-
ción sigue siendo impostergable e inderogable. Ver OG Nro. 14 párrafos 43, 47-48 y OG
Nro. 15 párr. 42; OG Nro. 17 párr. 27; cfr. OG Nro. 3 párr. 10; en especial, OG 14, párr. 47:
“Un Estado que no esté dispuesto a utilizar el máximo de los recursos de que disponga para
dar efectividad al derecho a la salud viola las obligaciones que ha contraído en virtud del
Artículo 12. Si la limitación de recursos imposibilita el pleno cumplimiento por un Estado de
las obligaciones que ha contraído en virtud del Pacto, dicho Estado tendrá que justificar no
363
Laura Clérico
obstante que se ha hecho todo lo posible por utilizar todos los recursos de que dispone para
satisfacer, como cuestión de prioridad, las obligaciones [básicas] señaladas supra. Cabe señalar
sin embargo que un Estado Parte no puede nunca ni en ninguna circunstancia justificar su incum-
plimiento de las obligaciones básicas enunciadas en el párrafo 43, que son inderogables”. Las
obligaciones básicas son: a) garantizar el derecho de acceso a los centros, bienes y servicios de
salud sobre una base no discriminatoria, en especial por lo que respecta a los grupos vulnerables
o marginados; b) asegurar el acceso a una alimentación esencial (…); c) garantizar el acceso a
una vivienda; d) facilitar medicamentos esenciales (…); e) velar por una distribución equitativa
de todas las instalaciones, bienes y servicios de salud; f ) adoptar y aplicar, (…) una estrategia y
un plan de acción nacionales de salud pública para hacer frente a las preocupaciones en
materia de salud de toda la población (…)”. Cursiva agregada.
129. Ver L. Clérico, “El derecho a la alimentación de los niños, la presunción de exclusión y
la necesidad de cambiar el estándar de control de las obligaciones estatales iusfundamentales”,
Jurisprudencia argentina, Buenos Aires, Lexis nexis, 7/11/2007.
130. El caso “Lifschitz” resuelto por la Corte Suprema de Justicia argentina en el año 2004
puede ser reconstruido en este sentido. La Corte ordenó al Estado nacional otorgar un
subsidio que permitiera solventar los gastos de educación y transporte de un niño discapacitado
cuyos padres no cuentan con recursos económicos suficientes y ante la falta de vacantes en las
escuelas públicas y servicios de transporte especiales. La madre del niño ataca la acción estatal
por insuficiente ya que restringe en forma extrema el derecho a la educación de su hijo: no
había vacantes suficientes en los establecimientos públicos de educación especial y el sistema
de transporte público no satisfacía la necesidad de traslado porque dejaba a su hijo lejos del
colegio. La Corte sostuvo que estaba probado que los padres no gozaban de una buena
situación económica, que era evidente que el sistema de transporte público no podía ser
utilizado por quien no puede valerse por sí mismo y que era el Estado quien debía probar que
364
Capítulo 4. El examen de proporcionalidad: entre el exceso...
había vacantes en los sistemas de educación pública. En consecuencia, resolvió que el Estado
debía otorgar el subsidio hasta tanto demostrara que los padres del niño contaban con los medios
económicos para sufragar estos gastos o que había vacantes en escuelas públicas especiales y
un transporte público adecuado. Ver otros casos recientes de la Corte Suprema Argentina que
pueden ser reconstruidos en este sentido, en La Corte y los derechos, Buenos Aires, ADC/Siglo
XXI, 2005, cap. “Derechos Económicos, Sociales y Culturales”, pp. 332 ss.
131. Esta exigencia no se cumple si el Estado alega, por ejemplo, la importancia de la
realización de un fin legítimo. Tampoco cuando utiliza como defensa el argumento de la mera
“escasez de recursos” y aun menos si se trata de un grupo vulnerable [“la obligación de los
Estados Partes de proteger a los miembros vulnerables de sus respectivas sociedades reviste
una importancia más bien mayor que menor en momentos de grave escasez de recursos”. De
acuerdo con la Observación General Nro. 3 párrafo 10 del Comité de DESC, el párrafo 1 del
artículo 2 del Pacto de Derechos Económicos y Sociales obliga a cada Estado Parte a tomar
las medidas necesarias “hasta el máximo de los recursos de que disponga”. Para que cada
Estado Parte pueda atribuir su falta de cumplimiento de las obligaciones mínimas a una falta
de recursos disponibles, no basta con que simplemente lo alegue, debe demostrar en concreto
que ha agotado todos los medios disponibles “para utilizar todos los recursos que están a su
disposición en un esfuerzo por satisfacer, con carácter prioritario, esas obligaciones mínimas”.
Esta exigencia implica someter las razones justificatorias a una pauta de control bien estricta
y agravada en el caso concreto. No es muy probable que, por ejemplo, un Estado pueda
demostrar que para satisfacer el derecho a la alimentación de los niños ha agotado todos los
recursos disponibles, ya que como advierte el Comité en la OG Nro. 12, el problema no es la
falta de alimentos sino “la falta de acceso a los alimentos disponibles” (párr. 5). El argumento
de la escasez de recursos sería aun menos alegable cuando el Estado cuenta además con un
superávit fiscal: “El argumento del cuidado y la extrema prudencia presupuestaria es siempre
un mal argumento cuando lo que se tiene enfrente son obligaciones de rango constitucional.
Sin embargo, en situaciones de superávit fiscal el argumento en cuestión no sólo es malo sino
además insostenible”, en relación con el acceso a una vivienda digna, véase R. Gargarella,
“Una esperanza menos. Los derechos sociales según la reciente jurisprudencia del Tribunal
Superior de la Ciudad de Buenos Aires”, en Jurisprudencia argentina, Buenos Aires, Lexis
nexis, 2006 IV-1317.
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V. Conclusiones
132. Sobre una clasificación de los contenidos de las sentencias cuando se trata de ordenar
obligaciones de hacer del Estado, véase V. Abramovich, “Acceso a la justicia y nuevas formas
de participación en la esfera política”, en Jurisprudencia argentina, 2006 II, pp. 14-26 (15) y P.
Bergallo, “Apuntes sobre justicia y experimentalismo en los remedios frente al litigio de
Derecho Público”, en Jurisprudencia Argentina, 2006 II, pp. 3-14.
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Capítulo 4. El examen de proporcionalidad: entre el exceso...
133. Sobre la necesidad de atender al contexto social e institucional en el que el poder judicial
interviene en América Latina, véase V. Abramovich, “Acceso a la justicia y nuevas formas de
participación en la esfera política”, en Jurisprudencia argentina, 2006 II, pp. 14-26 (15).
134. Lo sostenido en este trabajo respecto de la Untermaßverbot tuvo como trasfondo el
interés por ganar nuevas herramientas en el examen de proporcionalidad en sentido amplio y
con miras a su aplicación para la protección de los derechos sociales en su función de derechos
de prestaciones positivas. No me detuve en problemas que pueden devenir cuando se aplica
el mandato de prohibición por omisión o acción insuficiente para poner a prueba normas de
derecho penal. Esto requiere de estudios particulares sobre el tema y, en especial, teniendo en
cuenta que puede ser utilizado estratégicamente para aumentar el poder punitivo del Estado
en desmedro de los derechos fundamentales y garantías constitucionales. Véase G. Lopera
Mesa, Principio de proporcionalidad y control constitucional de las leyes penales, 2005.
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368
Anexo: Tabla de reglas
y orientaciones argumentativas*
*Las notas y reglas de este anexo se corresponden, casi en su totalidad, con las publicadas
también en un anexo en L. Clérico, Die Struktur der Verhältnismäßigkeit, Nomos, Baden-
Baden, 2001, pp. 339-348. No se volverá a citar la página de la versión en alemán, salvo
cuando la regla se tome de otro autor. Por lo demás, se indicarán entre paréntesis en el texto
las páginas del trabajo en la versión en castellano, en las que se puede encontrar el desarrollo
de las respectivas reglas y notas.
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Anexo: Tabla de reglas y orientaciones argumentativas
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Anexo: Tabla de reglas y orientaciones argumentativas
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374
Anexo: Tabla de reglas y orientaciones argumentativas
A su vez, cuanto más insignificante sea el fomento del fin por el medio
atacado, tanto más difícil podrá ser justificada la limitación del derecho
fundamental afectado a través de la importancia de la realización del fin
estatal, de los otros derechos y/o bienes jurídicos colisionantes. (68, 359)
(b) Primer paso del examen del medio alternativo menos lesivo como
regla de igual adecuación técnica (como mínimo)
(EGG) Cuando el medio alternativo no fomenta el fin tan bien como
el medio establecido, entonces el medio establecido queda como necesa-
rio (es decir, como el menos gravoso).
(EGG’) Cuando el medio alternativo fomenta el fin tan bien como el
medio establecido, entonces hay que probar el medio alternativo para
determinar si es el menos gravoso en sentido estricto. (102)
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Laura Clérico
(d) Segundo paso del examen del medio alternativo menos lesivo: la
regla del medio alternativo menos lesivo en sentido estricto
(EGGN) Si hay medios alternativos, y su implementación puede fomen-
tar el fin, y si cada uno de esos medios (o algunos de ellos o por lo menos uno)
pueden hacerlo en igual o parecida medida que el medio establecido, y si la
implementación de los medios alternativos restringe en menor medida los
principios iusfundamentales u otros constitucionales (o carga menos a la per-
sona afectada) que a través del medio establecido, entonces la medida estatal
no es proporcional en sentido amplio. (112, 339)
(EGGP) Si hay medios alternativos, y su implementación puede fo-
mentar el fin, y si cada uno de esos medios (o algunos de ellos o por lo
menos uno) pueden hacerlo en igual o parecida medida en comparación
con el medio establecido, y si la implementación de los medios alternati-
vos restringe en igual o mayor medida los principios iusfundamentales u
otros constitucionales (o cargan en igual o mayor medida a la persona
afectada) que a través del medio establecido, entonces la medida estatal
queda como la menos lesiva. El examen de proporcionalidad en sentido
estricto debe ser llevado a cabo. (112, 339)
376
Anexo: Tabla de reglas y orientaciones argumentativas
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Anexo: Tabla de reglas y orientaciones argumentativas
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Anexo: Tabla de reglas y orientaciones argumentativas
3. R. Alexy, Theorie der Grundrechte, pp. 146, 267, 270 ss., 316 ss., 319, 324, 409, 423 ss., 468 ss.
4. Ibid., p. 319, 146.
5. J.-R. Sieckmann, Zur Begründung von Abwägungsurteilen, pp. 64 ss
381
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382
Anexo: Tabla de reglas y orientaciones argumentativas
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(e.1) Caracterización:
Una exigencia es insoportable para alguien cuando se espera del afectado
que acepte una exigencia, una situación, que provoca una restricción muy
intensiva en sus derechos fundamentales, interpretando la intensidad de la
restricción de acuerdo con sus necesidades, sus intereses o su plan de vida,
y que no puede ser justificada en el caso concreto, a la luz de los argumentos
que hablan a favor de la realización de los principios constitucionales que se
encuentran en colisión. En esta caracterización aparecen cinco elementos:
(i) la exigencia de alguien (el Estado) al afectado (ii) de algo (el cumplimiento
de una obligación o la aceptación de una situación, que se ocasiona a través
de una acción una omisión estatal), (iii) la interpretación de la exigencia
como insoportable, (iv) la puesta a prueba de esta interpretación a través de
una “perspectiva argumentativa” y (v) la falta o insuficiencia de justificación
de esta exigencia como resultado de una ponderación en concreto. (273)
384
Anexo: Tabla de reglas y orientaciones argumentativas
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386
Anexo: Tabla de reglas y orientaciones argumentativas
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Bibliografía
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Lista de las decisiones del Tribunal
Constitucional Federal (alemán)*
* Las decisiones que aparecen en esta lista corresponden a aquellas que fueron trabajadas en
el libro. Así, no aparecen en ella las que fueron citadas a los efectos de la comparación o como
referencia pero que no fueron objeto de un análisis más detallado en este trabajo. Los textos
completos de varias de las sentencias citadas se encuentran disponibles en el sitio web del
Tribunal Constitucional Federal (alemán): http://www.bundesverfassungsgericht.de/
entscheidungen.html y en el portal de derecho constitucional: http://www.verfassungsrecht.ch/
Laura Clérico
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Lista de las decisiones del Tribunal Constitucional Federal (alemán)
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Sobre el autor
LA GUERRA SILENCIOSA
H. G. Corti