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CUANDO FUERES A LA CASA DE DIOS…

1.- Estate atento a la palabra de Dios.

Eclesiastes 5:1 Cuando fueres a la casa de Dios, guarda tu pie; y acércate


más para oír que para ofrecer el sacrificio de los necios; porque no saben
que hacen mal.

1 Tmoteo 3:14 Esto te escribo, aunque tengo la esperanza de ir pronto a


verte,

15 para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que
es la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad.

Importa como vienes y porque vienes.

Salmos 73: 26 Mi carne y mi corazón desfallecen; Mas la roca de mi corazón


y mi porción es Dios para siempre.

27 Porque he aquí, los que se alejan de ti perecerán; Tú destruirás a todo


aquel que de ti se aparta.

28 Pero en cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien; He puesto en


Jehová el Señor mi esperanza, Para contar todas tus obras.

2 No te des prisa con tu boca, ni tu corazón se apresure a proferir palabra


delante de Dios; porque Dios está en el cielo, y tú sobre la tierra; por tanto,
sean pocas tus palabras.

Cornelio.
Hechos 10: 33 Así que luego envié por ti; y tú has hecho bien en venir.
Ahora, pues, todos nosotros estamos aquí en la presencia de Dios, para
oír todo lo que Dios te ha mandado.

1 Tesalonisenses 2: 13 Por lo cual también nosotros sin cesar damos gracias


a Dios, de que cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de
nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en
verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes.
Juan 8: 47 El que es de Dios, las palabras de Dios oye; por esto no las oís
vosotros, porque no sois de Dios.

Proverbios 2: 1 Hijo mío, si recibieres mis palabras, Y mis mandamientos


guardares dentro de ti,

2 Haciendo estar atento tu oído a la sabiduría; Si inclinares tu corazón a la


prudencia,

3 Si clamares a la inteligencia, Y a la prudencia dieres tu voz;

4 Si como a la plata la buscares, Y la escudriñares como a tesoros,

5 Entonces entenderás el temor de Jehová, Y hallarás el conocimiento de


Dios.

6 Porque Jehová da la sabiduría, Y de su boca viene el conocimiento y la


inteligencia.

7 El provee de sana sabiduría a los rectos; Es escudo a los que caminan


rectamente.

Mateo 7: 24 Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le


compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca.

25 Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra


aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.

26 Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé


a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena;

Dios nos habla para que tomemos desiciones.


Para que empieces a hacer.

3 Porque de la mucha ocupación viene el sueño, y de la multitud de las


palabras la voz del necio.

4 Cuando a Dios haces promesa, no tardes en cumplirla; porque él no se


complace en los insensatos. Cumple lo que prometes.
5 Mejor es que no prometas, y no que prometas y no cumplas.

6 No dejes que tu boca te haga pecar, ni digas delante del ángel, que fue
ignorancia. ¿Por qué harás que Dios se enoje a causa de tu voz, y que
destruya la obra de tus manos?

7 Donde abundan los sueños, también abundan las vanidades y las muchas
palabras; mas tú, teme a Dios.

Mateo 6: 33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y


todas estas cosas os serán añadidas.

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