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Semanario Judicial de la Federación

PRINCIPIO DE INMEDIACIÓN COMO REGLA PROCESAL. REQUIERE LA


NECESARIA PRESENCIA DEL JUEZ EN EL DESARROLLO DE LA AUDIENCIA.

PRINCIPIO DE INMEDIACIÓN. PARA GARANTIZAR SU EFICACIA EN LA AUDIENCIA


DE JUICIO, EL JUEZ QUE DIRIGE LA PRODUCCIÓN DE LAS PRUEBAS DEBE SER
EL QUE DICTE LA SENTENCIA, SIN DAR MARGEN A RETRASOS INDEBIDOS.

AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 492/2017. 15 DE NOVIEMBRE DE 2017. CINCO


VOTOS DE LOS MINISTROS ARTURO ZALDÍVAR LELO DE LARREA, QUIEN
RESERVÓ SU DERECHO PARA FORMULAR VOTO CONCURRENTE, JOSÉ RAMÓN
COSSÍO DÍAZ, JORGE MARIO PARDO REBOLLEDO, ALFREDO GUTIÉRREZ ORTIZ
MENA Y NORMA LUCÍA PIÑA HERNÁNDEZ, QUIEN RESERVÓ SU DERECHO PARA
FORMULAR VOTO CONCURRENTE. PONENTE: JORGE MARIO PARDO
REBOLLEDO. SECRETARIO: ALEJANDRO ALBERTO DÍAZ CRUZ.

CONSIDERANDO:

PRIMERO.—Competencia. Esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la


Nación es legalmente competente para conocer del presente recurso de revisión, en
términos de lo dispuesto por los artículos 107, fracción IX, de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos, 81, fracción II y 83 de la Ley de Amparo; y 21, fracción III,
inciso a), de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación; así como en los puntos
primero y tercero del Acuerdo General Número 5/2013 emitido por el Pleno de este Alto
Tribunal, publicado en el Diario Oficial de la Federación el veintiuno de mayo de dos mil
trece, toda vez que el recurso se interpuso en contra de una sentencia pronunciada por
un Tribunal Colegiado en amparo directo, cuya resolución no requiere la intervención del
Tribunal Pleno.

SEGUNDO.—Oportunidad del recurso. El recurso es oportuno porque se interpuso en el


séptimo día del plazo de diez, con que se contaba para hacerlo.

En efecto, a los quejosos se les notificó personalmente la sentencia recurrida el cinco de


enero de dos mil diecisiete,9 comunicación que surtió efectos el día hábil siguiente (seis
de enero), por lo que el plazo de diez días para la interposición del presente recurso
corrió del nueve al veinte de enero del mismo año (sin contar catorce y quince de enero,
por corresponder a sábado y domingo), en tanto que el recurso se interpuso el diecisiete
de enero.

TERCERO.—Cuestiones necesarias para resolver el asunto. A fin de facilitar la


comprensión del asunto, enseguida se sintetizarán los conceptos de violación, las
consideraciones del Tribunal Colegiado y los agravios que formularon los recurrentes.

I. Conceptos de violación. En la demanda de amparo, los quejosos expusieron, en


esencia, los siguientes:

• Afirmaron que existió violación al principio de inmediación procesal, en virtud de que se


cambió al Juez de juicio oral, toda vez que, hasta el veintitrés de febrero de dos mil
quince, el Juez Ernesto Montoya Valdez presidía las audiencias y fue en la de diez de
marzo de dos mil quince que entró a conocer del asunto el Juez Alberto Cervantes
Juárez, por lo cual consideran que la percepción del valor de los elementos de prueba no
fue la misma.

• En los restantes conceptos de violación, los planteamientos formulados por los


quejosos se refieren a cuestiones vinculadas con la valoración de las pruebas de cargo y
de descargo, así como con la suficiencia de pruebas para demostrar el delito y la
responsabilidad penal que se les atribuye.

II. Consideraciones del Tribunal Colegiado. El Tribunal Colegiado negó el amparo, con
base en las siguientes consideraciones:

Violaciones procesales

Es fundado, pero inoperante, el argumento de los quejosos contenido en el concepto de


violación f), porque la sustitución del juzgador durante la secuela del juicio oral puede dar
lugar a que se registre una violación al principio de inmediación y, con ello, se vulnere el
debido proceso; sin embargo, no necesariamente esa circunstancia debe dar lugar a
nulificar todo el juicio y ordenar su repetición ante un diverso juzgador que íntegramente
presencie el desahogo de pruebas, pues, en casos excepcionales, como el presente, esa
situación no amerita esa determinación, que en algunos casos pudiera resultar de mayor
perjuicio para la adecuada defensa.

Adujo que, en casos como el presente, nulificar el juicio y ordenar su reposición a partir
del auto de apertura redundaría en un injustificado retraso en el dictado de la sentencia,
en detrimento del derecho humano de los quejosos a una justicia pronta, dado que las
pruebas desahogadas resultan contundentes para tener por demostrada la existencia del
delito y la responsabilidad penal que les corresponde, sin que les asista alguna
excluyente, ni se observa vulneración de derechos en el tema de individualización e
imposición de las penas.

Realizó consideraciones sobre el principio de inmediación que rige en el nuevo sistema


de justicia penal, a raíz de la reforma constitucional de dieciocho de junio de dos mil
ocho, en que se estableció como un elemento del debido proceso, contemplado en el
proemio del artículo 20 y apartado A, fracción II, de la Constitución Federal.

Precisó que, en el presente caso, la sustitución del Juez no obedece a que éste haya
"delegado" sus funciones de juzgador en otra persona no facultada para ello, sino que se
debe a la decisión de un órgano administrativo con autoridad sobre los Jueces de Control
y de Juicio Oral, como es el Consejo de la Judicatura del Estado de México. Por lo que
es indudable, que en ese supuesto, puede verse comprometida la inmediación, pues el
juzgador que emite la sentencia no habría presenciado el desahogo de las pruebas o lo
habría hecho parcialmente, pero, a diferencia del supuesto hipotético de que el Juez
delegara en un subordinado la función jurisdiccional (en que invariablemente tendría que
declararse la nulidad del juicio), en el caso que nos ocupa, quien dicta el fallo es también
un Juez investido de facultades legales para pronunciar sentencia.

Advirtió que el Código de Procedimientos Penales para el Estado de México (ley que rige
el acto reclamado) no aporta una respuesta, así como tampoco la Constitución Federal;
por ello, es necesario que, a partir del entendimiento del principio de inmediación y su
transcendencia e importancia en el sistema penal acusatorio mexicano, así como su
relevancia probatoria en el juicio oral, sea construida una respuesta a esa inquietud, pues
los caminos pueden bifurcarse en dos posturas.

La violación al principio de inmediación que rige en el proceso penal acusatorio, por regla
general, tiene como consecuencia la nulidad del juicio oral a efecto de que se realice
nuevamente el desahogo de pruebas por un mismo juzgador y sea éste el que dicte
sentencia, lo que evidentemente genera un retraso en la decisión definitiva.

En el juicio de origen se desahogaron las pruebas del agente del Ministerio Público y las
propuestas por la defensa, mismas que fueron valoradas en el acto reclamado. De las
cuales, algunas fueron desahogadas ante un Juez y las restantes en audiencia presidida
por otro.

Concluido el desahogo probatorio, el Juez Alberto Cervantes Juárez dictó la sentencia de


primera instancia el diez de junio de dos mil quince, con base en las tres pruebas
desahogadas ante su presencia y el material probatorio recibido por su antecesor, de lo
cual existen las respectivas videograbaciones. Al registrarse el cambio del juzgador, se
dio vista a las partes para que manifestaran lo que a su derecho conviniera, sin que
realizaran algún pronunciamiento; de donde es posible concluir que no tuvieron
inconveniente en ese momento, incluidos los acusados, ahora quejosos, en que fuera
otro juzgador quien continuara con la secuela del juicio.

Consideró que la repetición del juicio, en un caso como el presente, redundaría


únicamente en un injustificado retraso en la solución del asunto, pues amén de que
reunir nuevamente a todos los órganos de prueba que acudieron a la audiencia de
debate implicaría una gran dificultad material, máxime por el tiempo que ha transcurrido
desde entonces a la fecha, el sentido del fallo no cambiaría, dado el contenido de tales
medios de convicción, por lo que la nulidad del juicio y su nueva celebración únicamente
retardaría la emisión del fallo definitivo; en consecuencia, en el presente caso, puede
darse una excepción al principio de inmediación y hacer prevalecer sobre éste el derecho
humano a una justicia pronta y expedita que tutela el artículo 17 constitucional.

En este punto, en torno a si existe o no una vulneración de los derechos fundamentales


de los quejosos, al haberse sustituido al Juez de juicio oral antes del dictado de la
sentencia, los integrantes del Pleno del Tribunal Colegiado lograron una votación
mayoritaria de los Magistrados Jorge Arturo Sánchez Jiménez y Miguel Enrique Sánchez
Frías, quienes coinciden en que sí se actualizó tal violación, en contra del voto del
Magistrado Fernando Alberto Casasola Mendoza, quien considera que, a pesar de la
sustitución de Jueces detectada, no se actualiza violación procesal alguna, por lo que
procederá a asentar, en el correspondiente voto, las razones de su disidencia.

En cuanto a la trascendencia de la violación detectada, la votación se dividió en cuanto a


los efectos de ésta, pues el Magistrado Miguel Enrique Sánchez Frías estimó que la
consecuencia de dicha vulneración de derechos debe ser la reposición total del juicio, los
Magistrados Jorge Arturo Sánchez Jiménez y Fernando Alberto Casasola Mendoza, cada
uno por las razones que expuso, consideraron que no existe impedimento para entrar a
estudiar el fondo del asunto; es decir, en cuanto a ese tópico, existe decisión de mayoría,
por lo que el primero de los nombrados procedería a expresar las razones de su
desacuerdo en el respectivo voto, no obstante quedar vinculado a pronunciarse en el
fondo del asunto, por el sentido de la votación mayoritaria.
Con base en lo expuesto, no obstante que existe mayoría de votos en cuanto a que sí se
registra la violación detectada, también por mayoría se estimó posible afirmar que la
misma no trasciende al resultado del fallo, como lo exige la fracción I del artículo 170 de
la Ley de Amparo, por lo que se hizo innecesario ordenar la reposición del procedimiento
y se entró al estudio de fondo.

Estudio de fondo del asunto

El Tribunal Colegiado sostuvo que la revisión realizada, en cuanto al fondo del fallo
reclamado, revela que el mismo no resulta violatorio de los derechos humanos de los
quejosos, por lo que el resto de los conceptos de violación que expresaron en su
demanda devienen infundados: aquellos que tienen que ver con la valoración de pruebas
y con la demostración del delito y la responsabilidad penal de los quejosos en su
comisión.

III. Agravios. El recurrente expresó con ese carácter, en esencia, los siguientes:

• Es inexacta la interpretación realizada por el Tribunal Colegiado respecto al principio de


inmediación, con base en la cual se consideró legal la actuación del tribunal de
enjuiciamiento.

• El tribunal de amparo interpretó inadecuadamente el artículo 20, apartado A, fracciones


II y III, de la Constitución Federal, en su vertiente de defensa adecuada, puesto que
otorgó un valor probatorio excesivo a distintos elementos de prueba de cargo.

CUARTO.—Procedencia del recurso. Por tratarse de una cuestión de estudio preferente,


antes de pronunciarse sobre los argumentos hechos valer por los recurrentes, es
necesario examinar si el asunto reúne los requisitos necesarios para estimar que el
recurso es procedente.

Veamos. De los artículos 107, fracción IX, de la Constitución Federal; 81, fracción II, de la
Ley de Amparo; y 10, fracción III, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación;
se desprende que, por regla general, las sentencias que dicten los Tribunales Colegiados
de Circuito en juicios de amparo directo son inatacables; sin embargo, excepcionalmente,
dichas resoluciones serán susceptibles de impugnarse mediante el recurso de revisión, si
se satisfacen dos exigencias.

Primera exigencia. Que en la resolución se actualice alguno de los siguientes supuestos:


i) se decida sobre la inconstitucionalidad de una ley; ii) se establezca la interpretación
directa de un precepto de la Constitución Federal, o de los derechos humanos
contenidos en los tratados internacionales de los que México sea parte; o bien, iii) en
dicha sentencia se omita el estudio de tales cuestiones cuando se hubieren planteado en
la demanda de amparo.

Segunda exigencia. Adicionalmente, se requiere que la cuestión de constitucionalidad


entrañe la fijación de un criterio de importancia y trascendencia, a juicio de la Sala
respectiva.

Esos requisitos de procedencia, además, han sido desarrollados normativamente por el


Acuerdo General Plenario Número 9/2015, en cuyo punto segundo se detallan los
supuestos en que se entenderá que un amparo directo en revisión reviste importancia y
trascendencia. Tales supuestos toman en cuenta la posibilidad de que, a través de su
resolución, se emita un pronunciamiento novedoso o de relevancia para el orden jurídico
nacional, o bien que lo decidido en la sentencia recurrida pueda implicar el
desconocimiento de un criterio sustentado por este Alto Tribunal relacionado con alguna
cuestión propiamente constitucional, por haberse resuelto en contra de dicho criterio o se
hubiere omitido su aplicación.

Reunidos los requisitos apuntados, la materia del recurso se limitará a la decisión de las
cuestiones propiamente constitucionales, sin poder comprender otras.10

Con esas bases, el recurso de revisión que ahora se analiza reúne los requisitos de
procedencia señalados, dado que en la demanda de amparo, los aquí recurrentes,
expusieron que se vulneró el principio de inmediación que rige al proceso penal
acusatorio y oral, esencialmente porque el Juez que emitió la sentencia no fue el mismo
que intervino en la recepción de las pruebas.

En respuesta, el Tribunal Colegiado determinó que sí ocurrió la violación alegada; sin


embargo, decidió que no trascendió al resultado del fallo, razón por la cual, consideró
innecesario ordenar la reposición del procedimiento. Y, ahora en agravios, los
recurrentes controvierten la interpretación que el tribunal de amparo asignó al principio
de inmediación previsto en el artículo 20, apartado A, fracción II, de la Constitución
Federal.

Ante tal panorama, es dable concluir que subsiste una cuestión propiamente
constitucional, toda vez que en el fondo deberá examinarse la corrección de la
interpretación que el Tribunal Colegiado asignó al principio constitucional de inmediación,
que rige al nuevo proceso penal acusatorio, adversarial y oral.

Problemática que, a criterio de esta Primera Sala, también reúne los requisitos de
importancia y trascendencia, porque con su resolución podría surgir un pronunciamiento
novedoso, ya que sobre el referido tema no existe jurisprudencia emitida por este Alto
Tribunal.

QUINTO.—Estudio y decisión. La materia del recurso consiste en determinar los


componentes del principio de inmediación, previsto en el artículo 20, apartado A, fracción
II, de la Constitución Federal, y la consecuencia que debe asignarse cuando se le
vulnera en la etapa de juicio oral. En ese sentido, esta Primera Sala determina que, en
suplencia de la queja deficiente, es fundado el agravio formulado por los recurrentes.

Para justificar la conclusión apuntada, el desarrollo del estudio se estructurará de la


siguiente manera: 1) en principio, se expondrán las características que la doctrina asigna
al principio de inmediación; 2) luego, se mostrará el alcance de la inmediación en la
jurisprudencia de otros países; 3) enseguida, esta Primera Sala determinará los
componentes del principio de inmediación en el Nuevo Sistema de Justicia Penal y las
consecuencias a su infracción en la etapa de juicio oral; y, 4) por último, se abordará el
caso concreto.

1) La inmediación en la doctrina

Desde este enfoque, se suele diferenciar entre una inmediación general, que sólo exige
la presencia judicial en las actuaciones que se desarrollan en el proceso, y la
inmediación en sentido estricto, que requiere que sea precisamente el Juez que dicta la
sentencia el que haya estado presente en las actuaciones judiciales. Los dos tipos de
inmediación responden a dos finalidades que permite calificar a este principio como una
auténtica garantía procesal.

La primera, presencia judicial, responde al propósito de garantizar el correcto desarrollo


de las actuaciones: el Juez, al estar presente en la audiencia, supervisa que se hagan
efectivos, por ejemplo, los derechos de defensa, de igualdad de armas, el principio de
audiencia; es decir, aporta al proceso la confianza de que se desarrolla con las garantías
procesales necesarias para que no sea vulnerado el derecho fundamental a un juicio
justo y, eventualmente, el derecho a la tutela judicial efectiva de las partes.

La segunda finalidad, específica de la inmediación estricto sensu, es la de situar al


órgano judicial en las mejores condiciones de conocer el objeto del proceso: la ausencia
de intermediarios que puedan distorsionar, voluntaria o involuntariamente, lo transmitido,
aporta al juzgador una posición óptima para ponderar todos los elementos y valorar
correctamente, sobre todo en un sistema de libre valoración de la prueba, donde la
inmediación juega un papel esencial al permitir las reglas de la sana crítica, sin
influencias de intermediarios.11

Se afirma que la trascendencia de este principio sólo se manifiesta en un régimen de


valoración libre de la prueba, pues, en el sistema de prueba tasada, es el legislador el
que apriorísticamente establece el valor que el tribunal debe asignar a cada uno de los
medios de prueba, de modo que esa apreciación en nada se ve alterada por el hecho de
que el Juez mantenga o no un contacto directo con las partes y las pruebas de la litis.

La situación es diametralmente opuesta cuando la inmediación opera dentro de un


esquema de libre valoración de la prueba, pues, en este caso, la implementación del
principio no sólo facilita la obtención de un óptimo resultado en la apreciación, sino que
desempeña un papel central para el correcto funcionamiento del modelo.12 En este
sentido, si se establece un sistema de prueba libre, necesariamente debe garantizarse la
vigencia y respeto del principio de inmediación, ya que su observancia es condición
imprescindible para llevar a cabo una apreciación acertada de la evidencia del proceso.

En atención a los sujetos, la inmediación envuelve a tres polos distintos: a) al órgano


judicial; b) a las partes; y, c) a la opinión pública. En lo que atañe al primero, el principio
de inmediación está llamado, sobre todo, a eliminar cualquier tipo de interferencia entre
el tribunal y la fuente de prueba.

La inmediación también abarca a las partes por su estrecha conexión con el principio de
contradicción (donde la inmediación es su presupuesto), y porque las facultades que los
códigos procesales suelen asignar a las partes se ejercen mediante una relación directa
con los elementos de prueba. En este sentido, las manifestaciones de la inmediación son
aquellas en virtud de las cuales el Juez o tribunal recibe, personal y directamente de las
partes, sus argumentos de hecho y de derecho.

Desde este enfoque, la inmediación concede a las partes la ocasión de comunicar


oralmente al tribunal sus puntos de vista, en una audiencia determinada o en la misma
en que se ventila toda la causa, con el propósito de que el Juez o tribunal se compenetre
más acabadamente del sentido y alcance de los argumentos y pretensiones; las partes
pueden, en su presencia, confrontar sus razones y a veces ajustarlas; se obtiene mayor
celeridad por medio de indicaciones o preguntas que, en ciertos casos, pueden
formularse, señalando a las partes las oscuridades, vacíos o contradicciones de sus
planteamientos o explicaciones; se supriman o abrevien algunos puntos controvertidos
por tener un alcance distinto del que

UBICACIÓN

Suprema Corte de Justicia de la Nación: Pino Suárez 2, Colonia Centro, Cuauhtémoc,


C.P. 06065, Ciudad de México.
IDS-18

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