Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
CONSIDERANDO:
II. Consideraciones del Tribunal Colegiado. El Tribunal Colegiado negó el amparo, con
base en las siguientes consideraciones:
Violaciones procesales
Adujo que, en casos como el presente, nulificar el juicio y ordenar su reposición a partir
del auto de apertura redundaría en un injustificado retraso en el dictado de la sentencia,
en detrimento del derecho humano de los quejosos a una justicia pronta, dado que las
pruebas desahogadas resultan contundentes para tener por demostrada la existencia del
delito y la responsabilidad penal que les corresponde, sin que les asista alguna
excluyente, ni se observa vulneración de derechos en el tema de individualización e
imposición de las penas.
Precisó que, en el presente caso, la sustitución del Juez no obedece a que éste haya
"delegado" sus funciones de juzgador en otra persona no facultada para ello, sino que se
debe a la decisión de un órgano administrativo con autoridad sobre los Jueces de Control
y de Juicio Oral, como es el Consejo de la Judicatura del Estado de México. Por lo que
es indudable, que en ese supuesto, puede verse comprometida la inmediación, pues el
juzgador que emite la sentencia no habría presenciado el desahogo de las pruebas o lo
habría hecho parcialmente, pero, a diferencia del supuesto hipotético de que el Juez
delegara en un subordinado la función jurisdiccional (en que invariablemente tendría que
declararse la nulidad del juicio), en el caso que nos ocupa, quien dicta el fallo es también
un Juez investido de facultades legales para pronunciar sentencia.
Advirtió que el Código de Procedimientos Penales para el Estado de México (ley que rige
el acto reclamado) no aporta una respuesta, así como tampoco la Constitución Federal;
por ello, es necesario que, a partir del entendimiento del principio de inmediación y su
transcendencia e importancia en el sistema penal acusatorio mexicano, así como su
relevancia probatoria en el juicio oral, sea construida una respuesta a esa inquietud, pues
los caminos pueden bifurcarse en dos posturas.
La violación al principio de inmediación que rige en el proceso penal acusatorio, por regla
general, tiene como consecuencia la nulidad del juicio oral a efecto de que se realice
nuevamente el desahogo de pruebas por un mismo juzgador y sea éste el que dicte
sentencia, lo que evidentemente genera un retraso en la decisión definitiva.
En el juicio de origen se desahogaron las pruebas del agente del Ministerio Público y las
propuestas por la defensa, mismas que fueron valoradas en el acto reclamado. De las
cuales, algunas fueron desahogadas ante un Juez y las restantes en audiencia presidida
por otro.
El Tribunal Colegiado sostuvo que la revisión realizada, en cuanto al fondo del fallo
reclamado, revela que el mismo no resulta violatorio de los derechos humanos de los
quejosos, por lo que el resto de los conceptos de violación que expresaron en su
demanda devienen infundados: aquellos que tienen que ver con la valoración de pruebas
y con la demostración del delito y la responsabilidad penal de los quejosos en su
comisión.
III. Agravios. El recurrente expresó con ese carácter, en esencia, los siguientes:
Veamos. De los artículos 107, fracción IX, de la Constitución Federal; 81, fracción II, de la
Ley de Amparo; y 10, fracción III, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación;
se desprende que, por regla general, las sentencias que dicten los Tribunales Colegiados
de Circuito en juicios de amparo directo son inatacables; sin embargo, excepcionalmente,
dichas resoluciones serán susceptibles de impugnarse mediante el recurso de revisión, si
se satisfacen dos exigencias.
Reunidos los requisitos apuntados, la materia del recurso se limitará a la decisión de las
cuestiones propiamente constitucionales, sin poder comprender otras.10
Con esas bases, el recurso de revisión que ahora se analiza reúne los requisitos de
procedencia señalados, dado que en la demanda de amparo, los aquí recurrentes,
expusieron que se vulneró el principio de inmediación que rige al proceso penal
acusatorio y oral, esencialmente porque el Juez que emitió la sentencia no fue el mismo
que intervino en la recepción de las pruebas.
Ante tal panorama, es dable concluir que subsiste una cuestión propiamente
constitucional, toda vez que en el fondo deberá examinarse la corrección de la
interpretación que el Tribunal Colegiado asignó al principio constitucional de inmediación,
que rige al nuevo proceso penal acusatorio, adversarial y oral.
Problemática que, a criterio de esta Primera Sala, también reúne los requisitos de
importancia y trascendencia, porque con su resolución podría surgir un pronunciamiento
novedoso, ya que sobre el referido tema no existe jurisprudencia emitida por este Alto
Tribunal.
1) La inmediación en la doctrina
Desde este enfoque, se suele diferenciar entre una inmediación general, que sólo exige
la presencia judicial en las actuaciones que se desarrollan en el proceso, y la
inmediación en sentido estricto, que requiere que sea precisamente el Juez que dicta la
sentencia el que haya estado presente en las actuaciones judiciales. Los dos tipos de
inmediación responden a dos finalidades que permite calificar a este principio como una
auténtica garantía procesal.
La inmediación también abarca a las partes por su estrecha conexión con el principio de
contradicción (donde la inmediación es su presupuesto), y porque las facultades que los
códigos procesales suelen asignar a las partes se ejercen mediante una relación directa
con los elementos de prueba. En este sentido, las manifestaciones de la inmediación son
aquellas en virtud de las cuales el Juez o tribunal recibe, personal y directamente de las
partes, sus argumentos de hecho y de derecho.
UBICACIÓN
CONTÁCTANOS