La bondad es una virtud propia de los seres humanos, se caracteriza por
la compasión que sienten, en un momento dado, las personas por sus semejantes y también por los animales, actuando siempre en beneficio de ellos sin ningún tipo de interés personal, simplemente el hecho de hacer sentir al prójimo, seguro, feliz, y querido. Etimológicamente este vocablo proviene del latín “bonitas” derivado de “bonus” que significa bueno y el sufijo “tat” que al ser pasada al idioma español se convierte en “dad” que significa “cualidad”, por lo que la bondad es el atributo o cualidad de ser “bueno”. La persona que practica la bondad se le llama “bondadoso”, el ser bondadoso significa ser benevolente con los que se encuentren a su alrededor, siempre procurando el beneficio del prójimo a través de acciones humanitarias, aliviando el dolor humano, defendiendo los derechos humanos y atendiendo sus necesidades más fundamentales, personas como la madre Teresa de Calcuta y el Papa Juan Pablo ll son un fiel ejemplo de lo que significa ser bondadoso.
La bondad suele estar acompañada de otros valores como la prudencia,
la generosidad, la humildad, la paciencia, entre otras. Este hermoso valor ha sido expuesto en diferentes escritos de especialidades como la filosofía, la ética, y la religión; en donde la bondad aparece como la particularidad más verdadera y natural que puede sentir el ser humano, y la cual puede verse engrandecida o contrarrestada, dependiendo del ambiente en donde la persona haya crecido.