LOS MUNDOS ESPIRITUALES REFLEJAN LA FUNCIÓN DEL CUERPO FÍSICO
Por Kabbalah y Torah
Rabbí Shimön bar Iojái, autor del Zóhar, dice que el corazón (Di-s) toma del hígado solamente lo que es puro y limpio, dejando toda la porquería para Samael, quien la distribuye a las naciones idólatras. Una vez más, descubrimos cómo los mundos espirituales reflejan la función del cuerpo físico, esclareciendo más acerca de los orígenes definitivos de la enfermedad. En esencia, cuando escuchamos a nuestros impulsos egoístas y reaccionamos según éstos (conducta reactiva), sucumbimos a las instancias de nuestros adversarios malignos, los ángeles Samael y Lilít. Cada vez que somos receptivos, sensibles, a sus provocaciones -la prisa para juzgar, el deseo de gritar, la necesidad de maltratar a otra persona, el impulso a mentir y engañar- su fuerza y agarre sobre nuestro cuerpo y nuestra vida se incrementa. Su baluarte, nos dice el Zóhar, es el hígado. Físicamente, el hígado filtra nuestra sangre y luego la manda, limpia y purificada, al corazón. Esta verdad médica es revelada por el lenguaje críptico del Zóhar: “...todo lo que el hígado toma, lo sacrifica al corazón, el cual es el Rey, para nutrirlo... Toma todo lo que es claro y puro, a saber: todos los méritos y las buenas acciones....” Esa última declaración alude a la relación entre un buen hígado, la sangre purificada, un corazón sano y nuestra conducta positiva. La bilis del hígado absorbe la grasa así como el desperdicio y la materia tóxica de la sangre. Esta función está codificada en el texto siguiente del Zóhar: “...toda la porquería, la suciedad y la mugre, que son las malas acciones, Él las deja para el hígado, que es Samael”. Nuestros impulsos egoístas vienen de Samael. Si permitimos a nuestros impulsos egoístas guiarnos en la vida, entonces Samael tiene el poder para enviar impurezas de la sangre del hígado al corazón. En otras palabras, nuestra conducta reactiva, causada por el estrés, crea energía negativa que se manifiesta físicamente en nuestro cuerpo como enfermedad cardíaca. Esta verdad es encontrada en el siguiente verso: “Y las iniquidades de Su pueblo están en las arterias y nervios que laten en el corazón”. Investigaciones muestran a que la enfermedad cardíaca mata el doble de personas que el cáncer y es una de las causas principales de muerte. El pasaje del Zóhar que estamos discutiendo ahora nos provee de Luz espiritual que elimina el estrés y la ansiedad de nuestro ser. Somos imbuidos de la fuerza para resistir las emociones y deseos reactivos, y de la capacidad para resistir la enfermedad cardiaca. Nuestra sangre es limpiada. Los depósitos grasos, también llamados placa, son extraídos de las paredes de nuestras arterias y disueltos. Todo el sistema cardiovascular es descongestionado y regenerado. Las enfermedades y malestares relacionados con el corazón son tratados y curados cuando la Luz extingue las influencias oscuras de los adversarios negativos. En el ítem 375, el Zóhar explica que las úlceras cutáneas, abscesos y lepra tienen su raíz en el hígado y las toxinas que permanecen en nuestro cuerpo. En adición a la enfermedad cardiaca, estos versículos del Zóhar también curan todas las enfermedades cutáneas: . ְלכָּל אֵ בָּ ִרין,יאּותא ָּ ִמ ִלבָּ א אָּ ֵתי כָּל ְב ִר. ֵמ ִאילֵ ין ִלכְ לּוכִ ין ְד ִא ְש ָּתאָּ רּו בֵ יּה, ִמכָּבֵ ד ִא ְש ְתכָּחּו, ְלכָּל ִאיּנּון אֵ בָּ ִרין, ְש ִחין וְצָּ ַרעַ ת וְסַ פַ חַ ת,ּובגִ ין ָּדאְ ,ְיפיןִ ְוז ִָּריק ְלכָּל ְשאַ ר ַשי. כָּבֵ ד נ ִָּטיל כָּל ַמה ְד ִא ְש ְתכַח ו ְִא ְש ְתאַ ר ִמן ִלכְ לּוכָּא ו ְִטּנּופָּ א.ְצָּחּותא ָּ ּוב ִר ָּירא ו ְ כֵיוָּן ְד ִלבָּ א נ ִָּטיל כָּל זְ כִ יכּו,ְדהָּ כִ י הּוא ְד ִא ְת ַמר בֵ יּה (בראשית א יד) י ְִהי, נָּטַ ל ְטחֹול,ּומ ְפסֹולֹות ִד ְפּסֹולֶ ת ְד ָּכבֵ ד ִ . בַ עַ ל כ ְָּרחַ יְיהּו,ּומזָּלֹות אַ חֲ ָּרנִ ין ַ עֹוב ֵדי כֹוכ ִָּבים ְ ְד ִאיּנּון ְשאַ ר עַ ִמין (משלי ג לג) ְמאֵ ַרת ְי ָּי ְבבֵ ית ָּר ָּשע.ְמאֹ רֹת 375. Y es por esto que las úlceras y la lepra y los abscesos de todos los miembros son del hígado, derivados de la suciedad que permanece allí. Del corazón viene la salud para todos los miembros, porque así es como es esto: dado que el corazón tomó todo lo que es puro, limpio y brillante, el hígado toma todo lo que queda de la suciedad y la mugre, y la distribuye a todos los otros miembros, que son las otras naciones idólatras, contra su voluntad. Y del desecho del hígado, el bazo, que es Lilít, toma, acerca de quien está dicho: “IEHÍ MEORÓT - Haya luminarias )heb. meorót(” )Bereshít 1:14(, donde la palabra ‘Meorót’ está escrita sin Váv, y también puede ser leída como Me´erát, ‘La maldición de’, porque Lilít fue creada, como en el versículo: “ME´ERÁT ADO-NÁI BEVÉT RASHÁ - La maldición )heb: me´erát( del Señor está en la casa del impío...” )Mishlé 3:33(. (Zóhar, Pinejás)