INTRODUCCIÓN:
1. Los creyentes debemos de entender que una de las cosas más importantes para
nuestro Dios es ser formados correctamente. Es por ello que Dios en la Biblia se
presenta como el alfarero y nosotros como el barro.
2. Cuando Isaías fue a la casa del alfarero, y vio como el hombre trabajaba una
pieza de barro y cuando no le salió bien la deshizo y la hizo de nuevo. Fue que
entendió como Dios trabaja con nosotros.
3. El trabajo del alfarero es una tarea de formación, la cual tiene un aliado vital, el
tiempo. Para la formación de una pieza de cerámica es necesario tener mucha
paciencia y para ello es importante el tiempo
4. Primero es la extraída del barro y dejarlo a la intemperie por algún tiempo hasta
que está listo para ser usado. Luego se empieza a trabajar con el, a darle forma.
Cuando su forma ya esta dada, entonces se pone a secar. Después se trabaja en el
para su decoración y cuando ya esta listo se mete al horno para que sea cocido.
Es decir, es un proceso de formación.
5. Entendamos que de la misma manera la vida de un creyente debe de ser
formada, y esto es lo que quiere hacer Dios con cada uno de nosotros. Pero para
ello es necesario que vivamos algunos momentos de sufrimiento.
Para el director del coro. Salmo de David. ¿Hasta cuándo, oh SEÑOR? ¿Me
olvidarás para siempre? ¿Hasta cuándo esconderás de mí tu rostro? ¿Hasta
cuándo he de tomar consejo en mi alma, teniendo pesar en mi corazón todo el día?
¿Hasta cuándo mi enemigo se enaltecerá sobre mí? Salmo 13:1-2.
A. La tercera pregunta del salmista nos enseña una verdad tremenda, nos habla de
cómo tratar con los deseos de nuestra alma en medio de momentos de aflicción.
La pregunta de David dice: ¿Hasta cuándo he de tomar consejo en mi alma?
B. Pareciera que como Dios ha callado, el alma toma fuerza y quiere convertirnos
en creyentes sensuales. Es decir, que nos dejemos guiar por el testimonio de
nuestros sentidos, por los deseos de nuestra alma.
C. Cuando estamos en una etapa de aflicción es importante que no permitamos que
nuestra alma nos conduzca a la auto conmiseración, o nos guíe a la
autocompasión. La verdad de Dios no tiene nada que ver con los deseos
sensuales del alma, ella solo cree en lo que ve y en lo que siente. Mientras que la
Biblia nos guía a vivir bajo las convicciones de la palabra.
D. Ahora el salmista puede valorar la importancia de escuchar la voz de Dios.
Muchas veces cuando el Señor nos está hablando constantemente, nos
acostumbramos, a tal punto que ya no le ponemos importancia a la voz de Dios.
E. Cuando el Salmista aprendió que no debemos de dejarnos guiar por lo que
vemos o por lo que sentimos, entonces pudo decir:
F. ¿Adónde me iré de tu Espíritu, o adónde huiré de tu presencia? Si subo a
los cielos, he aquí, allí estás tú; si en el Seol preparo mi lecho, allí estás tú. Si
tomo las alas del alba, y si habito en lo más remoto del mar, aun allí me
guiará tu mano, y me asirá tu diestra. Si digo: Ciertamente las tinieblas me
envolverán, y la luz en torno mío será noche; ni aun las tinieblas son
oscuras para ti, y la noche brilla como el día. Las tinieblas y la luz son
iguales para ti. Salmo 139:7-12
CONCLUSIONES:
Guarda silencio ante el Señor, y espera en él; y él hará” (Salmo
37.5,7). Ahora es alrevès, Dios hablara y tu Oirás en silencio