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Alicia María Zorrilla de Rodríguez

MANUAL DEL CORRECTOR DE TEXTOS


(Guía Normativa de la Lengua Española)

6 »

Fundación Instituto Superior de

,
<j Estudios Lingüísticos y Literarios
LITTERAE

2000
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J ___ ____________ __________
ALICIA MARÍA ZORRILLA DE RODRÍGUEZ

MANUAL DEL CORRECTOR DE


TEXTOS
(Guía Normativa de la Lengua Española)

TOMO III

FUNDACIÓN INSTITUTO SUPERIOR


DE ESTUDIOS LINGÜÍSTICOS Y LITERARIOS
UTTERAE

2000
ES PROPIEDAD

© ALICIA MARÍA ZORRILLA DE RODRÍGUEZ, 2000

FUNDACIÓN INSTITUTO SUPERIOR


DE ESTUDIOS LINGÜÍSTICOS Y LITERARIOS
LITTERAE

Jo«é Hernández 2195 16.° "A"


(1426) Buenos Aires
República Argentina

Tel. (54-11)4784-9381
Fax (54-11) 4784-9381
Correo electrónico: aliciazorrilla@arnet.com.ar

¡egundu edición

lU B tr a o ió n : Mará* da J o s a a Bada d 'A s c h que r e p r e s e n ta , el


t m x lo r da una im p rm n ta e n e l s i g l o X V I.
A mis maestras.
A mis profesores.
La lengua es, en efecto, la raza del
espíritu. [...]; la lengua es la base de
la continuidad, en espacio y tiempo,
de los pueblos, y es, a la vez, el alma
de su alma.

Miguel de Unamuno
7

NOTICIA SOBRE LA AUTORA

Alicia María Zorrilla de Rodríguez nació en Buenos Aires, en 1948. Es Licenciada en


Filosofía y Letras (Universidad Complutense de Madrid); Profesora especializada en
Castellano, Literatura y Latín (Escuela Normal Nacional Superior de Profesorado N .° 1
Presidente Roque Sáenz Peña\ Profesora adscripta a la cátedra de Literatura
Hispanoamericana (Escuela Normal Nacional Superior de Profesorado N .° 1); Profesora
experta en Literatura infantil y juvenil iberoamericana y extranjera (Instituto de Cultura
Hispánica de Madrid); Maestra Normal Nacional (Escuela Normal Nacional Superior de
Profesorado N .° 1) e investigadora de la Literatura Argentina. En la actualidad, es
Doctoranda en Letras por la Universidad del Salvador.
En 1966, recibió medalla de oro, como la mejor maestra egresada de su promoción, y
en 1970, el Premio B aldm ar D obranich, como la mejor Profesora en Letras.
Ha obtenido el Premio Jo rg e Luis Borges en el Concurso de Cuentos - XI Fiesta del
Escritor Latinoamericano, organizado por la Fundación Dr. Alfredo Givré', el Premio de
la Editorial Pegaso en su Concurso Nacional de Cuentos (Santa Fe); el Segundo Premio
en el Concurso de las Artes (Cuento), organizado por la Universidad de Belgrano, y el
Tercer Premio en el Concurso de Cuentos Septiem bre L iterario. Ha recibido, también,
menciones honoríficas en el Concurso de Cuentos Am éricas (O .E .A ., Washington), en el
Concurso Nacional de Poesía (Santa Fe), en el V Certamen Internacional de Poesía
(Editorial Argenta Sarlep S.A .) y en el Concurso de Ensayo Inédito, organizado por la
Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires (República Argentina), por su trabajo sobre
Ju a n a M anuela G o rriti, u n a precursora de n u estra novela.
Ha sido becada por el Instituto de Cultura Hispánica de Madrid, por la Università
degli Studi di Siena, Scuola di Lingua e Cultura Italiana per Stranieri y por el Consejo
Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), donde también se ha
desempeñado como investigadora.
Ha ejercido la docencia en el nivel secundario, terciario y universitario. En la
actualidad, es Presidenta de la Fundación Instituto Superior de Estudios Lingüísticos y
8

Literarios LITTERAE; dirige la carrera de Corrector de Textos en Lengua Española para


Empresas, el Centro de Correctores de Textos, el Programa de Enseñanza Abierta a
Distancia para correctores de textos y para traductores, y LIT T E R A E . R evista del
Idiom a Español, de la que es fundadora. Además, tiene a su cargo la cátedra de Lengua
Española en la carrera de Traductor científico-literario de la Universidad del Salvador y
las de Gramática del Español, Normativa del Español, Normativa de la Redacción y
Corrección de Textos en el Colegio de Traductores Públicos de la Ciudad de Buenos
Aires.
Ha organizado, con otras autoridades de la Fundación que preside, las JORNADAS
NACIONALES SOBRE NORMATIVA DEL IDIOMA ESPAÑOL, auspiciadas por el
Ministerio de Cultura y Educación de la Nación, y por el Gobierno de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires.
Es miembro fundador de la Asociación de Lexicografía Iberoamericana.
Ha publicado estudios sobre Literatura española, argentina e hispanoamericana, sobre
Normativa del español, y obras, como R etrato de la novela (La novela tradicional y la
novela del "boom" hispanoamericano), Editorial Argenta-Sarlep; E spaña en sus letras
(en colaboración), Ángel Estrada y Cía.; Las letras en la Am érica H ispana (en
colaboración), Ángel Estrada y Cía.; E spaña, H ispanoam érica y la A rgentina en sus
letras (en colaboración), Ángel Estrada y Cía.; M anual del C orrector de Textos. G uía
Normativa de la Lengua Española (Tomos I-VI), Fundación Instituto Superior de
Estudios Lingüísticos y Literarios LITTERAE; Diccionario de los usos correctos del
eapaflol (en colaboración), Ángel Estrada y Cía. Es colaboradora de la revista Español
actual (Arco/Libros, Madrid, España).

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PR Ó LO G O

La falta de rigor en el uso de la lengua conduce irremediablemente a su paulatlr


deterioro. En todos los ámbitos, se multiplican las incorrecciones, se deforman las p
bras y se les atribuye significados que no poseen.
De esta realidad que nos alarma, nace el MANUAL DEL CORRECTOR DE TEXTC
una obra de consulta que responde a los pequeños y a los grandes interrogantes qu<
plantean en tomo a los distintos aspectos que conforman la Normativa de la lengua eí
ñola (conjunto o código de obligaciones y de prohibiciones que se imponen al uso d
lengua desde el punto de vista estético, sociocultural o ideológico): gráfico (signos
puntuación; acentuación; uso de mayúsculas y de minúsculas; empleo de las letra;
general); fónico (pronunciación y acentuación prosódica); morfosintáctico (los para
mas verbal y nominal; correlación de los modos y de los tiempos verbales; estructi
sintácticas [oración, frase, proposición]); léxico-semántico (sinonimia, paronimia, hom
mia, ambigüedad; uso de barbarismos; enriquecimiento del vocabulario)
Es un MANUAL, porque en él compendiamos ios temas sustanciales que origir
mayores dudas en el ámbito de la corrección y. al mismo tiempo, exDonemos las ñor
correspondientes -avaladas por la Real Academia Española de la Lengua- con adecu«
ejemplos para corroborarlas.
El CORRECTOR -del latín, corrector 'el que endereza lo torcido, el que reforrn
enmienda'-, destinatario de este Manual, cumple la difícil tarea de corregir, de mejora
originales entregados por ei autor (corrección de estilo) y, luego, las galeradas (coi
ción tipográfica) y las páginas (corrección tipográfica final o corrección de página)
TEXTO -del latin, textus ’tejido, contextura de un discurso' y éste del grt
n x , v j 'arte'- es todo lo que se dice en el cuerpo de una obra manuscrita o impresa.
En este tercer tomo de nuestro MANUAL DEL CORRECTOR DE TEXTOS, estu
mos los signos de puntuación y los signos auxiliares de puntuación.
Esperamos, pues, que esta obrita esté al servicio del meritorio trabajo de todos
correctores de textos, quienes apoyan e incentivan nuestra misión docente.

Alicja María Zorrilla de Rodrígu


LA PUNTUACIÓN

SIGNOS DE PUNTUACIÓN
13

LA PUNTUACIÓN

Signos de puntuación que expresan pausa:

PUNTO (•)
COMA (■)
PUNTO Y COMA (;)
DOS PUNTOS (:)
PUNTOS SUSPENSIVOS (...)

Signos de puntuación que expresan matices de la entonación:

INTERROGACIÓN (¿?)
. EXCLAMACIÓN O ADMIRACION ( i !)

Signos auxiliares de puntuación:

. PARÉNTESIS ()
. CORCHETES []
. PUNTOS ENCORCHETADOS [...]
. COMILLAS ALTAS (“ ")
COMILLAS BAJAS (<s o)
COMILLAS SIMPLES (’ ')
.RAYA o GUIÓN LARGO (-)
. DOS RAYAS o DOBLE RAYA (=)
. GUIÓN o GUIÓN CORTO (-)
. DIÉRESIS O CREMA (¡j)
. BARRA (/)
.BARRA DOBLE (//)
1•*

. PLECA DOBLE (II )


.LLAVE O
. MANECILLA ( *• )
. ASTERISCO * (*)
. APÓSTROFO (')
. PÁRRAFO (§)

¿QUÉ ES LA PUNTUACIÓN?

Puntuar significa colocar adecuadamente los signos ortográficos para distinguir


el valor prosódico de las palabras y el sentido de las oraciones y de cada uno de sus
miembros. Aunque muchas veces la puntuación es subjetiva, no deben dejarse a un
lado las normas correspondientes.
Puntuación es la acción y el efecto de puntuar y, también, el conjunto de los
signos que sirven para puntuar.

ELPUNTO

La palabra punto deriva del latín punctum, ’punzada, picadura, punto'.


Según el Esbozo da una nueva Gramática de la Lengua Española (Real
Academia Española de la Lengua), el punto es "la mayor pausa sintáctica que la
ortografía señala . Debe colocarse cuando lo que se ha escrito tiene sentido com­
plato y puada redactarse otro período sin que dudemos acerca de la comprensión
de! anterior,
1) Señala el fin de la oración v de su(figura toi

La obra literaria no es, si mi opinión parece cierta, un Eruto más o menos aberra
te del tronco lingüístico común, sino un lenguaje aparte, sobre cuya independencia n
puede engañarnos el hecho de que com puta muchos caracteres léxicos y gramatica­
les con los demás frutos del mismo árbol.

2) Separa oraciones:

El rostro se le disolvió. Le bulleron todas las materias del cuerpo físico, todas la*
esencias del cuerpo espirituaL Brazos y piernas parecían los del Inca José Gabriel
Condorcanqui cuando lo descoyuntaban los cuatro caballos centrífugos. En el furor i
las contorsiones perdió los zapatos y se le abrió la ropa como una vaina madura.

3) Delimita párrafos.-

En Castilla hay muchas lagunas cenagosas donde juegan los niños, como Juan
sus amigos, a lanzar a modo de flechas varitas de junco o de mimbre que el agí
recibe y luego vomita entre inocentes apuestas de ver quién tuvo más fuerzas, qui<
llegó más lejos.
Parece que Juan apunta a la distancia desde el principio: tendrá que mojarse si
quiere recuperar su mimbre. Es el ganador, pero al avanzar pierde el equilibrio y
espesura del barro lo atrapa fácilmente: mientras más lucha por salir más grande es
huella hacia lo hondo. Asustados, sus compafieros de juego piden ayuda mientr
Juan, extrañamente quieto, contempla la imagen de una Señora que le ofrece
socorro de su mano limpia y él no se la quiere dar por no ensuciársela.

4) Cierra las abreviaturas; indica que un grupo de letras funciona como abreviatura
de unTpiTaüráiTa^capttulo), ed. (edición), pdo. (pasado).
Según ja Real Academia Española de la Lengua, las abreviaturas terminada^ i
alguna letra volada deben tener punto antes de ésta: art.°, E).°, comp.0 . La Ácade
mia exime de punto las abreviaturas relativas a pesas y medidas: m, cm, 1, d g .
O ......... .
£Xf <- l - ■
5) Forma parte de la i y de la j minúsculas (nunca de las mayúsculas).

6) Con (a coma, forma el punto y coma.

7) Con otro punto, forma los dos puntos.

8) Con otro punto, ambos a la misma altura, la diéresis o crema5: antigüedad.

9) Forma parte de los signos -de apertura y de cierre- de interrogación y de


exclamación: j Socorro!,¿No viene?

10) Tres seguidos constituyen los puntos suspensivos.

11) Tres seguidos, dentro de corchetes, los puntos encorchetados:

Cada uno de los barrios de la ciudad ha tenido, I...], su librería representativa,


grande o diminuta, pero siempre con un sello propio y original.

1¿) En los índices, aparecen varios seguidos, lo^puntos conductores, que unen,
generalmente, un concepto con un número:

EL VERBO............................................... .1
EL SUSTANTIVO.............................. ...... 8
EL ADJETIVO.........................................12

13) Virio» punto» iteauldos Indican la omisión de uno o de màis párrafos en una cita
w S o ti. ....

LOI hombre» de la cultura barroca muestran una obsesiva preocupación por el


tiempo. C uenu en loda» la» manifestaciones de la vida, qomo hemos dicho; aparece en
"ÍÉÉÉrtlir 8ÒÌÌ de que HC «»cribe. Se subraya en todas las cosas su ingrediente de
temporalidad. Shakespeare y Quevedo apenas dejan de pensar en el tema, o mejor,
17

todo lo piensan en relación con ¿1. En alguna dependencia con ello se ha podido decir
que es la ¿poca de esplendor del arte de la relojería. Aunque, a nuestro entender, si
puede afirmarse esto del siglo XVII, lo es ante todo en cuanto época moderna, here­
dera de la cultura urbana y burguesa del Renacimiento, sin dejar por ello de ser cierto
que en ese punto coinciden los dos aspectos de ia centuria: su condición de moderni­
dad es un factor de la mentalidad barroca.

De ahi la preocupación del Barroco por el tema de las ruinas. En ellas pretende
encontrar el testimonio de un tiempo, respondiendo a la incipiente conciencia histórica
que trata de abrirse paso. En tal sentido, el escritor barroco cultiva la arqueología, al
modo de un Rodrigo Caro.

14) Detrás del número, letra o palabra oue encabeza cada parte en una enumeración
o en una serie de artículos: l . , A . , jeroglifico. ¿ ~ *"
A *
15) Si las horas se expresancon números, se separan de los minutos con punto, pues I
minutos no sotldecimales) sino<sexagesimaíeSt £ 4 5 ,1 ^ 0 .
^ ~ ^ V'**«* fe *
16) Las edades de las personas (años y meses) llevanpunto, pues los meses no son
decimales, sino duodecimales: 7.6 (siete años y seis meses).
..... . Tf ,/ ( t í eCl M'n ií* 1 '

( OMISIÓN DEL PUNTO

1) En los títulos y subtítulos, centrados o marginados.

2) Tras «rf nombre delautof^ en tapas, portadas, prólogos, firmas de cartas, salvo
que vayan a renglón seguido.

3) En los textos que aparecen al pie de un cuadro, làmina, grabado, etc.

4) Cuando un número de cuatro cifras indica un año: 1992.


IO

5) No se usa en otros números de cuatro cifras:($ 9250.)

iP ) 6) Cuando la cantidad posee más de cuatro cifraste deja un espacio en blanco en


él lugar del puntó. 12 387, 213 458, 1 467 789

7) Para separar los enteros de los decimales: 0,25 (0.25 es un anglicismo ortográfi­
co).

8) En la I y en la J (sólo las minúsculas deben llevar punto).

PUNTO SEGUIDO O PUNTO Y SEGUIDO

Según la Real Academia Española de la Lengua, el punto seguido o punto y


seguido es el que se usa cuando termina un período, y el texto continúa inmediata­
mente después de 6l._en el mismo renglón o al principio del renglón siguiente, sin
sangría. El espacio que sigue a este punto debe ser igual a los restantes de la misma

I MSI punto seguido separa oraciones que fiqjseen contim liHaH es decir,
qae se relacionan por su contenido dentro de un párrafo: ”

Estoy sentado junto a la alcantarilla aguardando a que salgan las ranas. Anoche,
mientras estábamos cenando, comenzaron a armar el gran alboroto y no pararon de
cantar hasta que amaneció. Mi madrina también dice eso: que la gritería de las ranas le
espantó el sueño. Y ahora ella bien quisiera dormir. Por eso me mandó a que me sentara
aquí, junto a la alcantarilla, y me pusiera con una tabla en la mano para que cuanta rana
saliera a pegar de brincos afuera, la apalcuachara a tablazos... Las ranas son verdes de
todo a todo, menos en la panza. Los sapos son negros. También los ojos de mi madrina
ion negros. Las ranas son buenas para hacer de comer con ellas. Los sapos no se comen;
pero yo me los he comido también, aunque no se coman, y saben igual que las ranas.
10

PUNTO APARTE, PUNTO Y APARTE O PUNTO ACAPITE9

Según el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, el punto y


aparte es el que se pone cuando termina un párrafo, y el texto continúa en otro
renglón más entrado que los demás de la pàgina. Implica una pausa mayor que el
punto v seguido.
El punto y aparte se usa.

1) para separar oracionesde distinto contenido:)

Y allá se tropezó con Barbarità, una tarde, cuando de remontada por el


Arauca con un cargamento de víveres para La Barquerena, el bongo de Eusta­
quio atracó en el paso del Bramador, donde él estaba dirigiendo la tirada de un
ganado.
Una tormenta llanera, que se prepara y desencadena en obra ae instantes, no
se desarrolla, sin embargo, con la violencia con que se desataron en ei corazón
de la mestiza los apetitos reprimidos por el odio; pero éste subsistía v ella no lo
ocultaba.

2) para delimitar párrafos:

3) cuando se enfocan distintos aspectos de un mismo tema:

Manuel consultaba con frecuencia su reloj de oro, inquieto y pensativo.


Los punteros marcaban la hora, y tomando sus sombrero salió con paso
acelerado.

Su uso exige que, antes de comenzar una nueva oración, se deje, en el renglón
siguiente, un espacio en blan^
PUNTO FINAL

Según la Real Academia Española de la Lengua, elípunto finares el que acaba


un escrito o una división importante del texto (parte^capltúíb, etc ). Indica que lo
expresado no necesita de otras palabras para completar su sentido. Recordemos el
final de El ingenioso hidalgo don Quijote de La Mancha:

Para mi sola nació don Quijote, y yo para él: él supo obrar, y yo escribir, solos los dos
somos para en uno, a despecho y pesar del escritor fingido y tordesillesco, que se atrevió,
o se ha de atrever a escribir con pluma de avestruz grosera y mal detiñada las hazañas de
mi valeroso caballero, porque no es carga de sus hombros, ni asunto de su resfriado
ingenio, a quien advertirás, si acaso llegas a conocerle, que deje reposar en la sepultura
los cansados y ya podridos huesos de don Quijote, y no le quiera llevar contra todos los
fueros de la muerte a Castilla la Vieja, haciéndole salir de la fuesa, donde real y verdade­
ramente yace tendido de largo a largo, imposibilitado de hacer tercera jornada y salida
nueva: que para hacer burla de tantas como hicieron tantos andantes caballeros, bastan
las dos que él hizo tan a gusto y beneplácito de las gentes a cuya noticia llegaron, asi en
estos, como en los extraños reinos: y con esto cumplirás con tu cristiana profesión, acon­
sejando bien a quien mal te quiere, y yo quedaré satisfecho y ufano de haber sido el
primero que gozó el fruto de sus escritos enteramente, como deseaba, pues no ha sido
otro mi deseo que poner en aborrecimiento de los hombres las fingidas y disparatadas
historias de los libros de caballerías, que por las de mi verdadero don Quijote van ya
tropezando, y han de caer del todo sin duda alguna. Vale.

Cuando S fUtWza. por ejemplo, para separar fragmentos dentro de un capitulo,


I t ’ tn la novela actual, debe dejarse uñ és^cíó en blanco eqülváente a
iftnfllones;

LOI VÍoIIm * chocaron contra los cristales: la alegría, la renuncia. La alegría de esa
ÜAMMÉftHfa datado de loa ojo. daros y brillantes. Él tomó el sombrero de una silla.
C n i n ó hada la puerta del apartamento. Se detuvo con la mano sobre la perilla. Miró
21

hacia atrás. Laura acurrucada, con los cojines entre los brazos, de espaldas a ¿I. Salió.
Cerró la puerta con cuidado. ^ ,j
f _,j cji £: a . ¿
~Yo despierto otra vez,*pcro esta vez con un grito: alguien me ha clavado un puñal
largo y frió en el estómago; alguien desde fuera: yo no puedo atentar contra mi propia
vida de esta manera: hay alguien, hay otro que me ha clavado un acero en las entrañas:
alargo los brazos, hago un esfuerzo para levantarme y ya están allí las manos, los brazos
ajenos sujetándome, pidiendo calma, diciendo que debo permanecer quieto...

NOTAS

1
Sexta reimpresión, Madrid, Espasa-Calpe, 1979. p ig . 148.

2
LAZARO CARRETER, Fernando, "Consideraciones sobre la lengua literaria". Dooe ensayos sobre el
lenguaje, Madrid, Fundación Juan March, 1974 (Colección Ensayos), págs. 46-4“

3
DENEVI, Marco, Aramintao el poder, Buenos Aires, Crea, 1982. pág. 31.

4
VILLAREJO, Pedro, Que voy de vuelo. Biografía literaria de San Juan de la Cruz, Buenos Aires, Cántico
Ediciones, 1991, pág. 29.

5
Se llama crema por alteración de la palabra griega -c ç rj/*-* ‘taladro', 'puntos marcados a un lado’.

6
BUONOCORE, Domingo, Libreros, editores e impresores de Buenos Aíras, Buenos Aires, Bowker Edito­
res, 1974, p ig . 154.
22

7
MARAVALL, Josè Antonio. La cultura del Banoco, 3* edición, Barcelona, Ariel. 1983. pág. 384.

8
RULFO, Juan, Macario", Q llano en llamas, 8! edición, México, Fondo de Cultura Económica, 1967.
pág. 9.

9
Americanismo. Significa pánafo en textos legales.

10
GALLEGOS. Rómulo, Doña Bárbara, 2 7 'edición, Buenos Aires, Espasa-Calpe. 1971 (Colección Aus­
tral), pág. 27.

11
MATTO de TURNER, Clorinda, Antes sin nido, Buenos Aires, Solar/Hachette, 1968 (Biblioteca “Dimen­
sión Americana"), pág. 208.

12
CERVANTES. Miguel de, 0 ingenioso hidalgo don Quqole de La Mancha, Tomo IV. Nueva edición
corregida por la Real Academia Española, Madrid, Don Joaquin Ibarra Impresor de Cámara de S.M. y de
la Real Academia. 1780, págs. 340-341. El texto fue ligeramente modernizado.

13
FUENTES. Carlos. La muerte de Artemio Cmz, 4* edición, México, Fondo de Cultura Económica,
1966, págs. 219-220.
LA COMA

La palabra coma proviene del griego y significa 'corte'. Es el signo de puntuaoión


de uso más arbitrario. Expresa pausa breve. Separa ideas que tienen entre sí una
relación de analogía.

SU USO

la coma se usa:

1) para destacar elementos intercalados en la oración, como el vocativo, la


aposición explicativa, la cláusula absoluta, la ¡nterjeccióny otras locuciones
(también, es decir,~en fin, por último, por consiguiente, sin emCaigu, 11O obslánu
asimismo, y viceversa, o viceversa, además, mejor dicho, en síntesis, entre tanto, de
ese modo, a saber, al menos, asi y todo, en tai caso, en cualquier caso, en general,
por tanto, por lo tanto, por ejemplo, en realidad, pues, o sea, entonces, en resu­
men, en pocas palabras, es más, más aún, en definitiva, por fin, en consecuencia,
en efecto, aun asi, por supuesto). El vocativo se coloca entre comasjsi aparece
en medio de la oración: con una coma después, si va al principio, o con una
coma antes, si vaaTlíñaF“ '------ — --------------------- ---------- -------—------

7 ¡ Papá, quiero esto!1', "¿Papá, quiero aquello!", Tapá, tengo ganas de tene
agua de luna", y el padre salla dulcemente empujado por el ronco encanto tiránico
de la vocecita.

Mi único te m o ^ e sc ía ro ^ ra que la boda no llegara a tiempo.^


24

Vemos, por ejemplo, que al pasar el Congo al primer plano de la actualidad,


nuestros periódicos llaman indistintamente congoleses o congoleños a los natura­
les de aquel pal^T^quizás^ uno de los gentilicios prevalezca con el tiempo.®

Gcrson, a veces, te llevaba a la calle sin pedir permiso.^

La torre de la catedral, poema romántico de piedrá/delicado himno, de dulces


lineas de belleza muda y perenne, era obra del siglo dieciséis, aunque antes
comenzada, de estilo gótico, pero, cabe decir, moderado por un instinto de pru­
dencia y armonía que modificaba las vulgares exageraciones de esta arquitectura.

--’ \
Al llegar a esta frase, el punto o vértice del delirio, hlzolos caer de bruces
sobre la realidad la brusca entrada de Benina, que, concluidas sus faena^ de frega­
do y arreglo de la cocina y comedor, se despedía.

y I
Perdón/ pues, perdón por traer al acervo común lo que menos se precia en
estos tiempos.

2) para destacar los adverbios terminados en -mente u otros adverbios (afortuna-


damante, seguramente, fundamentalmente, especialmente, finalmente, obviamen­
te, realmente, generalmente, quizá, quizás, asi, tal vez, talvez). El adverbio asi va
entre comas con el valor dej'gor lo tanto", "en consecuencia”, "por consiguien­
te“; ■ — ---------- .

Y queda la extrañeza o el asombro que es,'curiosamente, primera y última


«ondeada de la vida.8

Con tllM , finalmente, casaron las mejores vacaciones en Inglaterra cuando


M u - h i l o Am dado de alta?
¡£D
u— ----- 1
n n a a coordinadas,
^| pQfQ separar proposiciones !nn/4«tf' vayan o no precedidas de conjun­
ción (si las proposiciones son muy extensas, se separan con punto y coma):

El barco se despega y gira imperceptiblemente, de modo que el puerto y la


nodriza vjel turbante dorado y escarlata y la India entera desaparecen como en un
s u e flo o ^ l niño queda enfrentado al cielo vacio que oscila y se confunde con el
mar.1

4) con las expresiones conjuntivas disyuntivas (ora..., ora...; bien..., bien...; ya...,
ya...):

Pero el hombre que utiliza el aparato mental se propone alcanzar un incre­


mento de su propio poder,(Já)sea para gozar del fruto que este poder pueda apor-
tarle^ya^para gozar del mero placer que el poder da de por si.

5) delante dé*y'b de(oT$)uando enlazan elementos en los cuales ya existe una de


esas conjünciones:

Él^erro estaba durmiendo, abrió un ojjdTy^lespués el otr^Ty^o mandó a

6) para separar los elementos que constituyen una enumeración (sustantivos,


adjetivos, verbos, adverbios, etcétera). Al concluiruna enumeración, puede
colocarse coma antes de y o de o, cuando el último elemento es distinto de los
otros:

De mi sé decir que después que soy caballero andante soy valiente, comedido,
liberal, biencriado, generoso, cortés, atrevido, blando, paciente, sufridor de traba­
jos, de prisiones, de encantos...
Dadme siempre una mujer, una fuente, una música lejana, rosas, la luna
-belleza, cristal, ritmo, esencia, plata-, y os prometo una eternidad de cosas
bellas.14

i
7) para spnarar rins nalahra^cuando no aparecen las conjunciones y, ni, o ,(los
periodos compuestos coma repetición [dos veces] de iá~cbnjuncí5rfcopulativa
ni se escriben, generalmente, sin coma):

Don Pedro desobede^¿^e queda en Toledo.1®

aliantes da tas ronjunciont^spero, mas, sino, conque, porquj

Si es que la radical crisis de nuestro tiempo ha de ser superada, habrá que


retornar a una mujer fem enitjá^ero eso implica, a su vez, que el hombre ha de
realizar una síntesis de la antitesis que ha provocado.

El goce de sus verdugos es puro y solitario. No es goce, sino rabia fría. 17

9) antes de los pronombres relativé^cuyo, cuya, cuyos, cuyas^n las proposi-


clones subordinadas adjenvasuxpliCat]vtus- '

Aquel dia asistían a la ceremonia dos o tres docenas de fieles de Krisi^Cbuyo


gran santuario se encuentra a unos cuantos kilómetros.

10) qmndcm m d u c e una alteración en el orden naturaljie lasocaciones (el


d#fTl#ntO axtrapUMto ¿¡Tsepanrdi^résTo mediante una coma; según la Real
Aoadtmlt Espartóla de la Lengua, en tas transposiciones cortas y muy percep-
tlblM, no •# ha da colocar coma):
27

Pn Iftc rapltnlrvc Hadintw4<^.a estudiar las tendencias novelescas de, eua^época.


y a la hora dg anali/ar algitixas nQvela^jjJectpr de estas Pugnas encontrará estas
posiciones de los autores; aquí me voy a limitar a resumir

11) cuando omitimos el verbo u otra dase de palabra, para evitar su repetición:

Éste, leve, de repique apretado, era de la barroca iglesia de Gesù; a q u é t^ ^ fc


majestuoso y pausado, más cercano, de Santa Maria Maggiore; aquel otro, cálido
y grave, de Santa Maria sopra Minerva...

12) para señalar la partición sujeto-predicado no verbal:

Sus brazqípuertes.

San Francisqorpredicando entre los pájaros.

Mis hijqsT^n la escuela.

¿■^¡rr^alor?

1<*1 Ho ni tahra etrfrm o d&su abroviotutaietc.); sj apargcfe^a-aLmedio^,


de la oración, se colocará entre comas.

Por el contrario, seria tarea interesante la de registrar los matices y evolución


de tal procedimiento descriptivo, viendo qué elementos, qué datos físicos importa
señalar en una época sobre otros, qué tipos físicos suelen ser los más noveles<x55p^
etc.

La ambición de tantos ideólogos y jefes revolucionarios -poesía social, arte al


servicio del puebdjd^etcétera- fue realizada efectivamente por los poetas de Nueva
España.22 ^
28

14) antes, después o antes y después del adverbio de afirmación si v del adverbio
de negaciór^no} —

( -Nojno me gusta. No me gustan las cosas a medias. 23

ya sé, hay una que otra casa elegante, con ventanas que dan a la calle,
con “ésos detalles que tanto les gustan a los mexicanos: las rejas de hierro forjado,
los toldos salientes y las azoteas acanaladas.

Se observa,(salina preocupación por np incluir en el enunciado definidor el


complemento directo del verbo definido...

15) después de una interjeepión: en las exclamaciones constituidas por una inter­
jección y un vocativo, u otra palabra:

- ( ^ ) s o n como sacerdotisas... Vienen de muchas partes: India, Birmania,


Malasia, China, Mongolia, Tibet, hasta de Japón.

¡ Ag^hijo, regresa pronto!

16) «n una carta, después de determinar el nombre del lugar desde donde se
••cribe:

Buenos AiresrS de febrero de 1992.

i
17) en las citas bibliográficas, para separar el nombre del autor del título de la
obra, y ésta de los restantes datos editoriales:

ARJONA COLOMQ^Migupt/listoria de América?Volumen(T, Madrid,


E.P.E.SA, 1973.

18) entre el nombre de una colección y su número:

Colección Austr^N.' 258

19) entre el nombre propio de una persona y su seudónimo o apodo:

Leonard^T^podado Torbellinc^yeconoció sus travesuras

20) entre el título de una obra y el nombre de su autor:

La montaña mágic^de Thomas Mann

2l i antes de como, cuando esta palabra introduce un ejemplo:

Escribió algunos poem^fcomo los dedicados a su tierra.

22) para separar proposiciones subordinadas adjetivas explicativas o aclarativas:


__Los muchachos alzaron el cuerpo de SimófCfoue estaba un poco más all^ ~
curvado^con el pekrabierto só b rela mojada tierra como un alga^ como un alga
dorada.

Diana y don Aparicio, que hablan llegado entusiastas ante la escena que
presenciaban, se apocaron y aun más el hombre, que estaba sintiendo una pena
que lo desmoronaba al ver llorar tan sin consuelo a Pastorcito.

23) antes o después de las proposiciones subordinadas adverbiales condicioné


les: ' , ---------

Si el valor estétic^fuer^com o el valor económicop^ue aumenta con la escasez


y disminuye con la ab^rtdanci^(sen^ fácil explicar•el altísimo
aítls mérito de Borges: lo
que da es muy raro. y

24) antes o después de las proposiciones subordinadas adverbiales de tierppo:

f ' '
Poco a poco la hija de Fernando VII va dando rienda suelt» a su vena excesi­
vamente impulsiva y emocional, lo que le valdrá más adelan(e*cuando ya esté en
funciones de gobierno^ como arma secreta para arrancar pásiones -privadas- y
simpatías por doquier.

25) antes de las proposiciones subordinadas adverbiales dé causa)}


> v

No es fácl representarse la profunda modificación que la Electrónica está


produciendo en las posibilidades de comunicación y, por otra parte, en el sentido
que ha hecho posibles diversos grados intermedios entre lo real
V lóirreal, entre la presencia y la ausencia, que alteran los comportamientos
Rumano« y las formas de convivencia.
El poeta andaluz no trae romances moro^f porque ya es hora de que en la
hora avanzada de la civilización sea prindpe cristiano, «toallero con aventuras
privadas, intimas, cabalgante viril en su caballo de poeta.

26) antes o después de las proposiciones subordinadas adverbiales

T\ La cabedta negra no tiene nada que envidiar a una mariposa


T y es muy gracio-
síjaunque un poco coqueta; y tiene además el trino, q u 0 aunque es sencillo y
unltono, es tan perlado y tan gozoso, que hace recordar lo que de la alondra escri­
bió en inglés mtster Shelley.

27) antes de las proposiciones subordinadas adverbiales;

La vida sugiere tanta belle^jíafito ord^g) tanta intención, tanta iniciativa,


tanta fantasía, tanta economía, tanto derroche, tahta perseverancia, tanta despreo­
cupación, tanta red a, tanta libertad, que sólo una persona, yjqué Persona!, puede
haberla concebido.

28) cuando el pronombre refativo.que aparece separado de su antecedente:

La Neurología es una parte de la Medicinedquaestudia el sistema nervioso.

29) después de los puntos suspensivos, cuando se intercalan palabras que indi­
can duda o indeterminación:

-Mi tictes muy santo, muy bueno; yo le respeto y le quiero mucho; pero, en
este casqC^-no s¿C^>yo creo que su conducta cpnmigo y con mi pobre hijo desvali­
do no es urmás generosa ni la más humana.
30) después de una extense(]proposiciôn subordinada adjetiva r e modifica el
núcleo del sujeto, para corïcëdêŒvrêspirg^il lector:

El únic«rscr humano que vio en aquellos meses interminables en que no dejó


de llover,ífue el perseverante señor Carmichael, que nunca entró en la casa con el
paraguas cerrado.

31) antes del verbo que aclara palabras textuales^

" Asi que no nos hagan más el favor de decirnos lo que debemos hacef^pon-
duyó.

32) cuando hay más de dos elementos y el nexo coordinare e^ni:j


y
i

No volvió a hablar de negocio^Tjrii permitió siquiera que/ke le hicieran consul­


tas, ni perdió un solo rizo de su espléndida cabeza ¡mperistñni un átimo de su
lucidez, pero hizo lo posible porque no lo viera nadie que pudiera compade­
cerlo.38

33) en la escritura de números, para separar la parte entera de la decimal:


oo

de los Treinta Años, la de las Dos Rosas, la de los Tres Enriques, una guerra
dinástica o religiosa, o quizá galana, en el Palatinado, en los Países Bajos, en
Bohemia, no importa dónde, tampoco importa cuándo, todas las guerras son
fragmentos de una única guerra, todas las guerras forman la guerra sin nombre, la
guerra a secas, la Guerra, de modo que el caballero vuelve de un viaje a través de
uno de los fragmentos de la guerra, pero es como si hubiese recorrido todas las
guerras y toda la guerra...

35) después del nombre de ciudades o de pueblos para separarlos del de provin­
cias o estados y naciones a los que pertenecen:

Rosariprprovincia de Santa gp, República Argentina

36) cuando una proposición subordinada sustantiva actúa como sujeto, para
separar su verbo del verbo del predicado de la oración:

Quien temé sufrir/sufre ya por el hecho de temerlo. (Montaigne)

37) en reemplazo de una conjunción o de una frase causal:

Apúrate^Cqúectótiempo^

38) cuando dos o más preposiciones iguales aparecen contiguas:

Francisco entróíyjjla casa sin murallas de DicfsT^n uno de aquellos dias de la


temprana primavera de Italia, cuando la tierra se halla todavía adormecida con el
sueño del invierno, mientras el sol en el cielo irradia el vivo calor de la
primavera...
39) para separar proposiciones adverbiales de gerundio:

Una taróle, cruzando el Luxemburgo, vio una flor.41

OMISIÓN DE LA COMA

No debemos usar coma:

1) cuando se juntan dos incisos o expresiones explicativas cortos; en este caso,


la coma debe evitarse antes del primero:

que todas sus investigaciones revolucionarían la


Bioluyia

2) entre el verbo y cualquier otro elemento de la oración inmediato a él (sujeto,


objeto directo, objeto indirecto, etc ):

La hcroica ciudad dormía la siesta42.

' 8) p im Indicar las proposiciones subordinadas adjetivas especificativas: )


w u

4) en algunas expresiones, como/Ave Marta!, ¡Ah de la casa!, /Ay de mi!

S) en las aposiciones especificativas:

Guzmán el Bueno
Fernando el Santo
Juana la Loca

8) antes de abrir paréntesis p rava; ^

Desde niño (y el muchacho no habla conseguido liberarse después de esa


obsesión) a Pepe lo espantaba la idea de que el mundo podía desaparecer en la
oscuridad y de que, al encender repentinamente la luz, acaso pudiera encontrarse
con un mundo totalmente distinto, extraño! insospechable, monstruoso, en el cual
estarla perdido y le seria imposible sobrevivir.

Algo -ansiedad, vergüenza o culpa- le atenazaba, sofocándola.4®

7) después de la conjunción pero, cuando ésta precede a una interrooacián (Pero


¿quédijo?), salvo que medie un inciso (Pero, claramente hablando^¿qué dijo?), O
en las oraciones exclamativas (¡Pero qué mujer!):

Se puede comparar a Lope de Vega con Tirso de Molina o Calderón, al autor


del Lazarillo con Mateo Álepián o con Espinel, a Garcilaso con Fray Luis de
León, Góngora o Quevedof pero¿.qué hacemos con Cervantes?4^
's...."V

Con esto apretó el paso lo más que le fue posible; peroj^cuál no serla su espan­
to cuando, habiendo doblado una espesa mancha de lentiscos, se encontró frente a
frente y a pocos pasos de distancia con un toro!
36

8) en la reduplicación de palabras: casi casi, luego luego, asi asi.

Casi casi lo consigo.

Luego luego iremos.

Asi asi debes hacerlo.

9) en los apartados de correos, las leyes, decretos y elementos químicos: Apar­


tado 435; ley 43 / 1956; uranio 123;

10) antes de las conjunciones y, e, o, u, en ejemplos conr»o el siguiente:

Santa Teresa de Jesús tiene la frase expresiva, plástica y'popular.4®


v/
¿Debes leer novelas, cuentos, relatos o fábulas?

11) al principio del renglón.


NOTAS

i
MALLEA, Eduardo. Chaves, Buenos Aires, Losada, 1953, pág. 45.

a
BIOY CASARES. Adolfo, “Una muñeca rusa“, Una muñeca rusa, Buenos Aires. Tusquets, 1991, pág. 24.

3
GILI Y GAYA, Samuel, Nuestra lengua materna. Observaciones gramaticales y léxicas San Juan de
Puerto Rico, Instituto de Cultura Puertorriqueña, 1973 (Serie: Biblioteca Popular), pág 112.

4
FUENTES, Carlos, Cambiode pM, 4! edición, México, Joaquín Mortiz, 1971, pág-95.

6
ALAS, Leopoldo, La Regenta, Buenos Aires, Castalia e Hyspamérica Ediciones Argentina. 1987, págs.
93-94.

a
PÉREZ GALDÓS, Benito, Meericordia, Buenos Aires, Kapelusz, 1986, págs. 240-241.

7
MADARIAGA, Salvador de, DMogo i tamoaoe, Buenos Aires, Sudamericana, 1970, pág. 11.

8
VILLAREJO, Pedro O.C.O., Que voy de vuelo. Biografia literaria de San Juan de la Cruz Buenos Aires,
Ediciones Cántico, 1991, pág. 11.

9
VILLORDO, Oscar Hermes, Manucho. Una vida de Mujica Lainez, Buenos Aires, Planeta. 1991 (Bibliote­
ca del Sur), pág. 64.

10
BIANCiOTTI, Héctor, B amor no es amado, Barcelona, Tusquets, 1983, pág. 90.
11
MADARIAGA, Salvador de, op. cit., pág. 19.

12
CASTELLANI, Leonardo. 'Las fábulas que pasaron en el monte virgen ", « Don Cobaya *•, Camperas,
Buenos Aires, Thau, 1984, pág. 92.

13
CERVANTES SAAVEDRA, Miguel de, "Capítulo XXXVI". Don Quijote de La Mancha, Tomo I, 6* edición,
Barcelona, Juventud, 1969, pág. 501.

14
JIMÉNEZ, Juan Ramón. "Autocrítica", Y para raconter por qué ha «anido, Valencia, Pre-Textos, 1990,
pág. 179.

15
ALONSO. Dámaso, Cuatro poetas españoles (Ganálaao - Góngora - MaragaM - Antonio Machado),
Madrid, Gredos, 1962, pág. 26.

16
SABATO. Ernesto, "Masculinización y crisis“, Heterodoxia, Obras. Ensayos, Tomo II, Buenos Aires,
Losada, 1970, pág. 364.

17
PAZ. Octavio. B arco y ta lira, 5* reimpresión, México, Fondo de Cultura Económica, 1983, pág. 126.

18
Ibidem, pág. 127.

19
FERRERAS, Juan Ignacio, Los orígenes de la novela decimonónica. 1800-1830, Madrid, Taurus, 1973,
P *9 > »

20
CARPÏNTÏER, Alejo. 0 arpa y la sombra, México. Siglo XXI Editores, 1979, pág. 13.

11
■AOUIRO Q0YANE8. Mariano, La novela naturalista española: Emite Pardo Bazán, Murcia, Secreta­
riado d t Publloaolones da la Universidad de Murcia. 1986, pág. 100.
u
PAZ, Octavio, Sor Juana Inés de la Cruz o Las trampas de la fe, 3! edición, 1- reimpresión, México.
Fondo ds Cultura Econòmica, 1985, pág. 414.

M
B08C0, Marta Angélica, B comedor de diario, Madrid, Hyspamérica Ediciones Argentina, 1984, pág.
11r

14
FUENTES, Carlos, op. cit., pág. 11.

n
BECO, Manuel, Estudios de Lexicografía Española, Madrid, Paraninfo, 1987, pág. 191.

M
FOSSE, Abel, B viajero de ¿garitta, Buenos Aires, EMECÉ, 1989, pág. 186.

17
MUJICA LAINEZ, Manuel, “Capitulo XI“, Los viajero», Obras Compieta*. Tomo V, Buenos Aires, Sud­
americana, pág. 258.

n
CARPENA, Ellas, Tiempo de niñez, Buenos Aires, Librería Huemul, 1980, pág. 47.

M
ANDERSON IMBERT, Enrique, Hatada de la literatura Hispanoamericana, época Contemporánea.
Tomo II, 5Sedición, México, Fondo de Cultura Económica, 1966, pág. 283.

30
SOTO, Mónica, La España »abetina, Madrid, Altalena, 1979, pág. 7.

31
MARÍAS, Julián, Cara y cruz de la Bectrónica, Madrid, Espasa-Calpe, 1985 (Colección Austral), pág 46.

32
GÓMEZ DE LA SERNA, Ramón, “Juan Ramón Jiménez“, Retratos oontBmportneos escogidos, Buenos
Aires, Sudamericana, 1968, pág. 32.

33
CASTELLANI, Leonardo, "El jilguero y la brasita", <• Éstas son las fábulas del ombú * , op. cit.. pág. 26
«*v

34
MADARIAGA, Salvador de, op. cit . pág 122. '

35
PÉREZ GALDÓS, Benito, "Capitulo XVIII". Gloria, Obras Completas, Tomo IV, 2! edición, Madrid, Aguí
lar, 1949, pág. 631.

36
GARCIA MARQUEZ, Gabriel, Los funerales de la mamá grande, 11! edición, Buenos Aires, Sudameri­
cana, 1972 (Colección (ndice), pág. 83.

37 '
GARCÍA MARQUEZ, Gabriel, 0 general en su laberinto, Buenos Aires, Sudamericana, 1989, pág. 132.

38
GARCIA MARQUEZ, Gabriel, B amor en los tiempos del cólera, 4! edición, Buenos Aires, Sudamerica­
na, 1986. pág. 349.

39
DENEVI, Marco, "Un perro en el grabado de Durero titulado <r El caballero, la muerte y el diablo
Reunión de desaparecidos, Buenos Aires, Macondo Ediciones, 1977, pág. 115.

40
FÜLOP-MILLER. René, Francisco, el santo del amor (Versión española de Rómulo Erba), Buenos Aires,
Espasa-Calpe, 1949 (Colección Austral), pág. 40.

41
CORTAZAR. Julio. "Una flor amarilla". Rnai del juego, 4- edición, Buenos Aires, Sudamericana, 1966, !
pág. 93.


ALAI, Leopoldo, op. cit., pág. 93.

41
•coa Mámttl, op. cit., pág. 186.
44
MUJtOA LAINU, Mánuel, brvttadoe en <■ H Paraíso •», Obras Completas, Tomo V, Buenos Aires,
MifMrtMM, 1N9, pig. 419.
41

41
QUIROGA, Elena, Algo pasa en la calle, 8arcelona, Ediciones Destino, 1954, pág. 11

MARIAS, Julián, Cervantes clave española, Madrid, Alianza, 1990, pág. 13.

47
CABALLERO, Fernán, La gaviota, 6Adición, Madrid, Espasa-Calpe, 1968 (Colección Austral), pág. 19.


AZORÍN, Lo* «afana Malario* (1914), Obras Completas, Tomo II, Madrid, Aguilar, 1947. pág. 970.
42

EL PUNTO Y COMA

El punto y coma representa una pausa intermedia entre el punto y la coma.


Indica una pausa no tan breve como la coma ni tan prolongada como el punto.

SE USA:

1) cuando en una oración aparecen-proposiciones yuxtapuestas de cierta extensión


o querva contienen comas:

Hay que tener presente el sentido, biológico y biográfico, que en cada ¿poca
tiene la eda^jen los siglos XVI y XVII no era frecuente llegar en vida y en buena
forma a los setenta añd^jel caso de Calderón, con sus ochenta y uno, es excepcio­
nal, como el del Ticiano y algunos más.

El alemán que, ahito de cerveza, da vueltas con música del Tirol, se rie y
cándidamente se divierte^! porteño no se rie ni se divierte, y cuando sonríe de
costado, ese gesto grotesco se distingue de la risa del alemán como un jorobado
pesimista de un profesor de gimnasia.

2 ) parfl g a p a ra rp rc yuxtapuestas, o
^gm pl^ftefecto^ 5r último, sin embargo,'

En U primera, sobre su cautiverio en los baüos, es unasucesión de escenas,


COIt fl tutor Incrustado entre los personajes, a las que una lev^trajna amorosa
praUndu engarzadla representación de los caracteres, de gran nobleza y patrio-
ilHMi W •! mejor logro de la pieza, que ofrece rasgos medievales; jaor ejempto/la
flgurat alegóricas, la Ocasión y la Necesidad, que actúan m is que
COIIiO punonlneacloncft, como voces interiores del protagonista, Aurelio.
3) para separar elementos de una enumeración, cuando tienen cierta extensión o
alguno de'eltOS'yáifeva coma:

Pero también Ulises tenia un oráculo que se daba en sueños en Auritania,


Etolia; lo mismo ocurría con Protesilao, en Eleo, en el Quersoneso trácico; con
Sarpedón, en Cilicia, y al parecer, también en Tróade; con Menesteo, el jefe mili­
tar ateniense, en la lejana España; con Autólico, en Sinope, y, quizás, también con
Anio, en Delos.^

4) cuando dentro de una oración se cambia el tema que está tratándoselo se


exponen aspectos distintos de un mismo tema: ^ —

Pensamos en primer lugar en algunas atinadas observaciones de Rafael


Lapesa en su estudio "La lengua /desde hace cuarenta años*, en Revista de
Occidente, al que remitimos al lec t^ jd e l mismo autor es una sagaz interpretación
de las consecuencias que en la evolución del idioma hace prever la cada vez más
extendida tendencia a desplazar, por énfasis o contraste, el acento de la frase; una
corriente de tal signo entraña gérmenes qup a la larga pueden revolucionar seria­
mente la estructura fonológica del idioma.

5) cuando intervienen varias aposiciones en una serie, cuyos miembros se separan


normalmente con comas (si sólo uno de los miembros lleva aposición u otra
clase de elemento explicativo, todos los demás, aunque no estén en igual si­
tuación, deben separarse con puntos y comas):

Pero su cálculo falló, porque las maestras que siguieron a la niña en fila
compacta, y las escolares tímidas a quienes empujaban hacia el trono, la besaron
también, una a una, y lo mismo hicieron Doña Carlota, la tende(a^y la esposa de
Don Víctor, el c a rte r^ y la de Don Pedro, el almacenero; y la del médico y la del
escribano y la del doctor Pílalos y las que habían llegado de las estancias vecinas y
de las chacras, y las numerosas damas parroquiales que se hablan enjaezado con
sus gualdrapas mejores para presentarse en el recibo de la hija del fundador.
44

6) para separar proposiciones yuxtapuestas con el verbo sobrentendido:

Por eso mi abuelo fue; el segundo duque de Gandknjmi padre, también Juan,
el tercero; y yo, el cuarto; hasta que tomé la decisión.

7) antes de las conjunciones pero, mas, sino, aunque, si el período tiene cierta exten­
sión, de lo contrario, se usará sólo cornal ^

Desdi no pasaban juntos las horas que Chantal dedicaba al partido


ecologisti ;ro después, con toda franqueza, la muchacha le contaba vicisitudes
de la cam' . contra la fábrica paterna.

A fuerza de alardes de inteligencia, Joyce momificó buena parte de su


obra; aunque hoy el desvío es indudable, resulta todavía prematuro afirm ar si
las cenizas de Ulises serán aventadas por completo, o si una nueva corriente
del gusto y de la sensibilidad reanimará las brasas de la gigantesca creación,
por más que éstajio vuelva a ocupar nunca el pedestal donde sus incondicio­
nales la situaron.

8) para separar proposiciones yuxtapuestas que indican un hecho y su consenimn-


cia: ’ i

En Hispanoamérica repercuten las peculiaridades que asolaban a la metrópoli;


bl poderlo español tendrá que perm itir la fundación de diversas colonias
•Xtraqjeras en el Caribe, cuyo objetivo principal consistía en destruir el comercio
juonopolUu que detentaba España.
45
9) en el àmbito comercial, para separar cantidades:
Los totales operados en Letras, con las cifras anteriores entre paréntesis,
fueron los siguientes: en dólares, a 180 días, 167 800 000 pesos (295); en dóla­
res, a un año, 74 000 000 (39,2); en marcos, a un año, 21 500 000 (19,1).

NOTAS
1
MARÍAS, Julián, Cervantes clave española, Madrid, Alianza, 1990, pág. 175.

2
SÀBATO, Ernesto, Tango, canción de Buenos Aires (1962), Obras. Ensayos, Tomo II, Buenos Aires,
Losada, 1970, págs. 446-447.

3
ARMIÑO, Mauro, ¿Qué es verdaderamente el Siglo de Oro?, Madrid, Doncel, 1973, pág. 131.

4
ROHDE, Erwin, Priqué. B culto de tas almas y la creencia en le inmortalidad entre loe griegos (Traduc­
ción de Salvador Fernández Ramírez), Voi. I, Barcelona, Labor, 1973, págs. 194-195.

5
LORENZO, Emilio, B español de hoy, lengua en ebuHicMn, 3* edición, Madrid, Grados, 1980 (Bibliote­
ca Románica Hispánica), pág. 24.

6
MUJICA LAINEZ, Manual, Loe viajeros, Obras Completas, Tomo V, Buenos Aires, Sudamericana, 1983.
pág. 206.

7
MARTÍNEZ ESTERUELAS, Cruz, Francisco de Borja, el nieto del escándalo, 3? edición, Barcelona,
Planeta, 1989 (Colección Memoria de la Historia), pág. 24.

8
BIOY CASARES, Adolfo, ‘Una muñeca rusa*, Una muñeca rusa, Buenos Aires, Tusquets, 1991, pág. 23.

9
RODRIGUEZ ALCALDE, Leopoldo, Hora actual de la novela en el mundo, Madrid, Taurus, 1959, pág.
352.

10
ARMIÑO, Mauro, op. c it, pág. 119.
46

LOS DOS PUNTOS

El uso de los dos puntos indica que no se ha enunciado el pensamiento comple­


to, sino que lo que sigue está relacionado estrechamente con lo anterior.

SE USAN:

i) antes de una enumeración:

La casa tiene todos los ingredientes del chalet fam iliar de fin de sem ariíjiiue-
bles baratos y funcionales, varios objetos decorativos de segundo orden, justamen­
te esos cachorros que uno no quiere tener en la casa de Madrid, y arriba, al otro
lado de las escaleras, muchos dormitorios con apariencia de habitación de hotel,
impersonales y comunes.^

2) antes de conclusiones, consecuencias o resúmenes de lo que antecede:

La metamorfosis de Jacinto es un procesó escalofriante, ya que en su desespe­


rada lucha por librarse del asedio del seto, Jacinto pasa por todos los estados del
miéaoiZwsdc el temor inicial hasta el terror final.

3) #n obras didácticas, cuando preceden a los ejemplos introducidos con por


ejemplo, ut, de este modo, verbigracia*, de la siguiente manera (a veces, reem-
plUin • MtM expresiones):'
47

Asi, todo texto debe

. Breve, claro y representativo del pensamiento de un autor.


. E l texto no ha de ser simplemente expositivo, sino que ha de ser razonado,
para que pueda aportarnos los motivos por los que un filósofo piensa de
una manera determinada.

Estudiaremos primero los signos de puntuación, por ejemplo: punto,


coma, punto y coma, dos puntos, puntos suspensivos, etc.

4) para introducir una cita textual directa:

Escribe Pedro VillardjoT^/ivir de verdad es el secreto -nos diría-, vivir echan­


do fuegos, estar de corazotren cada sitio y levantarse con la pasión de un mucha­
cho que nunca se conforma con su orilla".^

5) después de lasiármulas de cortesla con que empiezan las cartas, notas,


discursos:

Sr. D. Luis de Zulueta


M i estimado amígoT^

Cierto es que yo vivo flotando entre ciertas vaguedades


metafísicas y aún más religiosas, pero no me esfuerzo ya en reaccionar contra
ellas, sino que, pues me siento cristiano, me dejo ser tal.

6) en leyes, decretos, resoluciones, bandos, títulos, acuerdos, convocatorias,


sentencias (se colocan después de voces, como Certifica, Decreta, Hago
saber, Resuelve, Dispone, Comunica; el texto comienza en párrafo aparte):
48

La Presidenta de la Fundación Instituto Superior de Estudios Lingüísticos y


Literarios LITTERAE, en uso de sus atribuciones legales,

RESUELM 0

Artículo primero. Créase, en la Fundación, el Departamento de Enseñanza


Abierta a Distancia.

7) dfiSQLié&de las expresiones que anuncian un elemento del discurso (esta fun­
ción es. generaTmef^lí)eraáa por los pronombres demostrativos) :

Ést^es la segunda afirmación principal del arte nuev0que el gusto (no


lomada esta palabra en el sentido que más tarde le da Gracián, de facultad critica
del espíritu), el gusto o deleite producido por la obra literaria es norma prevale­
ciente contra toda otra.

8) para introducir las palabras de un personaje en un texto en prosa:

Comentó Chantal:
-Lo malo es que mi padre tiene mucha plataT

Un día me dijo F a i^ "L e prevengo, señora, que las túnicas del señor Tagore
están de zurcidas que da miedo. No es que yo tenga pereza de remendarlas, pero
el señor necesitarla ropa de lanita más abrigada, para cuando hace frió*.

ípMKI» «t». •
MAYÚSCULAS Y MINÚSCULAS DESPUÉS DE LOS DOS PUNTOS

1 ) Debemos usar mayúsculas después de las fórmulas de cortesía; en decretos,


sentencias, bandos, comunicados, etcétera, pues el texto que sigue en todos
estos casos no es una consecuencia o un complemento de lo anterior. La Real
Academia Española de la Lengua dice que, después de los do» punto», puede
escribirse, indistintamente, con mayúscula o con minúscula.

2) En citas textuales, se usa la mayúscula, si asf está en el texto del autor: por el
contrario, si la cita comienza con minúscula, se le antepondrán puntos encor­
chetados: y

CITA TEXTUAL

La seducción por la muerte^oo explica enteramente el fenómeno; hay que


agregar la noción de holocausto: Lk fiesta barroca exige el sacrifìcio, la
destrucción. ^

FRAGMENTO DE ESA CITA, DESPUÉS DE LOS DOS PUNTOS

- [...] la fiesta barroca exige el sacrificio, la destrucción.

LA MAYÚSCULA, DESPUES DE LOS DOS PUNTOS, EN EL TEXTO


ORIGINAL

Más de una vez escribió en los márgenes de los lib r^ ^ b , la peor de todas.
Cierto, esta frase era muy empleada por los religiosos de ambos sexos, pero es
reveladora la predilección que muestra por ella.
50

3) Debemos usar minúscula en una enumeración, conclusión o consecuencia; en


los ejemplos introducidos por sintagmas, como el siguiente, asi» de este modosa
sin ellos:

La protección más potente contra las plagas era de Indole religiosa: oraciones,
misas, rogativas y procesiones.^ ^

NOTAS

MONTERO. Rosa, Crónica del desamor, 18r edición, Madrid, Debate, 1990, pág 51.

2
RODRÍGUEZ DEL CAÑO. Jesús, B sentimiento del miedo en la obra de Miguel Delibes, Madrid, Plie­
gos. 1979, pág. 106.

3
ORTIZ DE LANDAZURI. Carlos y José Antonio BURRIEL, "Cómo se comenta un texto filosófico", Filoso-
Ouno da orientación universitaria. 3f edición, Madrid, Magisterio Español, 1981, pág. 27.

NoQrafla literaria de San Juan de la Cruz, Buenos Aires, Cántico Ediciones, 1991,

#•IU IU IT A , Caitas (1903-1933), Madrid, Aguilar, 1972, pág. 22.


51

e
MENÉNDEZ PIDAL, Ramón, "Lope de Vega. El arte nuevo y la nueva biografia". De Cervantes y Lope
de Vega, 7! edición, Madrid, Espasa-Calpe, 1973 (Colección Austral), pág. 85.

7
BIOY CASARES, Adolfo, "Una muñeca rusa", Una muñeca rusa, Buenos Aires, Tusquets. 1991, pág. 24.

8
OCAMPO, Victoria, Tagor* en las Barrancas de San Isidro, 2f edición, Buenos Aires, Ediciones Funda-
olón Sur, 1983, pág. 86.

9
PAZ, Octavio, Ritos políticos", Sor Juana Inés de la Cruz. Las trampea de la fe, 3; edición Primera
reimpresión, México, Fondo de Cultura Económica, 1985, pág. 202.

10
PAZ, Octavio, "El asedio', op. cit., pág. 579.

11
PAZ, Octavio, “La abjuración", op. cit., pág. 599.
LOS PUNTOS SUSPENSIVOS

Los puntos suspensivos indican que una expresión está incompleta o tiene un
sentido inacabado. Siempre son tres.

SE USAN:

1 ) cuando no se transcribe una cita completa (se emplean al principio, al final o


intercalados; cuando se intercalan, van encerrados entre corchetes):

Con la turbulenta llegada de la adolescencia, la ficción de Cuóllar empieza


a mostrar sus primeras grietas...1

La rosa poseerá muchas de las características que eran esenciales a la


relación de los amantes tal como la conocimos en los libros anteriores. [...]
Esta rosa estará desprovista del peso del recuerdo y no podemos olvidar que
el poeta siempre insistió a la amada en la necesidad del recuerdo puro, des­
provisto de lastre material [...J. Esta rosa no pide nada, no solicita que la
amada se la ponga sobre el pecho..

o OUtndO • • adivina lo que sigue, pero no quiere expresarse:

4»?. . En casa de herrero..

. Tlfykirtt» qUC yo le quiera; / yo no quiero, que he mirado / aquel adagio que


|ÉM » / BÑtat qut) 11 |»to «acaldado...3
vNhjítMM ¡ -
3) cuando el escritor prefiere omitir sus opiniones:

Sus palabras fueron tan lamentables, que yo... no, mejor no lo digo.

4) para indicar duda, vacilación, temor:

No sé..., tal vez..., lo pensaré...

5) para determinar una pausa y seguir con algo inesperado:

(Arriba las manos!... y te hago cosquillas.

6) en lugar de etcétera, pero nunca detrás de su abreviatura;

Había tortas, emparedados, vinos finos...

7) siempre antes de la coma, del punto y coma, y de los dos puntos.

¿A quí no dice: Inés vengo... / Deseo..., de mi disgusto?*

8) antes o después de los signos de interrogación y de exclamación (depende del


significado del texto):

-¿Qué es eso? -preguntó asombrado.


-Es el mar... -dijo la Muerte-. Acabamos de cruzar la Alem ania y entramos
en el mar del Norte.
- jAh!... ¡No!... -murmuró (n i, poseído de un terror instintivo-. Llévam e hacia
otro lado... ¡Quisiera ver el sol!

-Y decime, Daniel... A pesar de todo lo que sabésjme vas a querer siem­


pre?
-Ahora te quiero más que nunca...
-¿No dejarás de apreciarm e?...
-Vos no has tenido la culpa de nada... no sos responsable...

9) para reproducir un sonido:

El viento se enreda en las copas de los árboles... f... f...

- jTip... tip... ap... ap! -responde Tevelino medio atontado/

NOTAS

1
OVIEDO, José Miguel, Mario Vargas Liosa. La invención de una realidad, Barcelona, Barra! Editores,
1070, pág. 172.

a
ZUBI2ARRETA, Alma de, Pedro Salinas: el diálogo creador, Madrid, Qredos, 1969 (Biblioteca Románica
Hlspinioa), pág. 184.


Ooplt tspaflola de 1816. El refrán termina así: "...del agua fría tiene miedo ".

4
MOUNA, Tirso de, "Acto III, Esoena II"', Don Gil de las Oatzas Verdes, Madrid, Taurus, 1968, pág. 153.
55

* _ ^ «
BASANTA FOLGUEIRA, Angel, 8 amigo de la Muerte, Cuentos y novelas cortas. Barcelona. Plaza &
Janés, 1984 (Colección Clásicos Plaza & Janés), pág. 169.

6
OÁLVEZ, Manuel, Historia da arrabal, Buenos Aires, Agencia General de Librería y Publicaciones, 1922,
pág. 57.

7
TUSSIÉ, Ana M aría," ¡Tip Tip Ap Ap!", Chiquicuentos, Buenos Aires, Braga, 1991 (Colección ALAS DE
COLIBRÍ), pág. 33.
LOS SIGNOS DE INTERROGACION Y DE EXCLAMACIÓN O ADMIRACION

Debemos decir signos de interrogación y signos de exclamación, pues hajj


uno inicial y otro final.

SE USAN:

1 ) ai principio y al final de la oración que deba llevarlos:

¿Sabes qué harán con Cebada?


¡ Nada! ¡Nada! ¡Nada! ¡Nada!1

¿Q ué ocurre con el escultor?/ñor qué huye de si mismo y rechaza su pasado;


su nombre con esa obcecada desesperación?^!^ ésta una fuga dictada por el
remordimiento, una inconsciente manera de rehuir la responsabilidad que le
incumbe en el fracaso de su relación sentimental con Ju lik a ?¿0 se trata de algo
más abstracto y complejo, del rechazo de una cultura, de unas maneras de ser y Al
vivir que fueron siempre para Stiller incompatibles con una realización plena de la
existencia?

^ l) l l principio y al final de cada proposición yuxtapuesta, cuando son varias,


y «afluidas:

ié hlclste7 Í/pbr qué no contestamos su carta?


57

3) donde comienza la interrogación o la exclamación, aunque ése no sea el co- -


mierizo de la oración;

Los lexicógrafos empiezan a perder pie en el mar de este léxico:¿Qué palabras


han de incluirse en los diccionarios y cuáles han de desecharse? ¿Q ué términos
pueden ser asimilados por sus caracteristicas fonéticas y cuáles otros han de ser
rechazados por extraños a nuestros hábitos fonológicos?

El CBC:¿Qia peripecia más?

4) el signo de interrogación, al principio, y el de exclamación, al final, o viceversa,


cuando las cláusulas son interrogativas y exclamativas al mismo tiempo;

¿Qué palabras son ésas, Dios mío!

5) el segundo signo de interrogación, el de cierre (entre paréntesis o no), cuando


deseamos expresar desconocimiento o incertidumbre acerca de un dato:

?-1918 1820-1855 (?)

6) un solo signo de exclamación, entre paréntesis, cuando se transcribe o se


comenta algo ajeno y se quiere dar al lector la idea de que eso llama la aten­
ción o es inusitado:

Gritó que todos eran unos "energúmenos" (!) y que no le importaba lo que
dijeran de él.
90

7) juntos para señalar la intención combinada:

¿Quién habría de pensario?¿¡ Lo hizo!?

8) pueden duplicarse o triplicarse:

En el cuarto de baño encontró uno.


•¡¡jMiauuuuu!!! -maulló asustada al verse-. jEstoy negra de hollín! jTengo qud
lavarme!

IS A B E L .- j Aquí lo tenemos otra vez! ¡Hemos caldo en una pandilla de locos


sueltos! (...) ¡Los perros!... l(Los cincuenta perros hambrientos!! (...) ¡Socorro!
¡Abran, por compasión! ¡Los perros!... ¡Los perros...!

¿CÓMO SE COLOCAN EN LA ORACIÓN LOS SIGNOS DE INTERROGACION Y DE


EXCLAMACION?

¿No quiere torta?,¿no quiere probarla?; pero¿sabrá hacerla?

Tú, jpobre ángel!, nunca hablas.

La caía, los niños, el empleo: ¡cuántos problemas!


•u p • • •

/Hija!, /hija!, suplicaba la madre.


E l amor y la poesía son los únicos refugios -,y cuán precarios!- que se ofrecen
al poeta en este universo de desolación, sin lograr, sin embargo, hacer brillar en ¿1
la luz de una esperanza: ¿Q ué esperanza considerar?”, se pregunta un poema de
la Prim era Residencia: ¿Cuál, efectivamente, en un mundo gue la destrucción
temporal aboca a un irrem ediable e irreversible naufragio?

JA V lE R .- (Pero tú sabes cuánto significaba en nuestra vida! ¡ Ayer tomó el


avión sólo para venir a damos un abrazo!... ¡Y ahora, en este mismo momento,
está muerto contra la nieve y la noche! Tú no puedes recibir la noticia asi... ¡Esa
frialdad no es natural! {Habla!

OMISIÓN DE LOS SIGNOS DE INTERROGACION

Si la pregunta es indirecta, no deben utilizarse los signos de interrogación:

No dijo qué haría ni cómo resolvería el problema.

Le preguntó dónde vtvfa su amiga.

Hoy sabremos quiénes son.

OMISIÓN DEL PUNTO DESPUÉS DE LOS SIGNOS DE INTERROGACIÓN Y DE


EXCLAMACIÓN

Después de los signos de interrogación y de exclamación,j o debe ponerse


punto, pues equivalen a él, lo reemplazan:
¿ De ser asi, de nunca producirse el proclamado duelo, debia deducir que existí
una medida para la satisfacción de la ofensa, aün en los individuos aparentemente
más brutales? ¿D ebia creer que, tal vez, el hombre que defiende con escaso celo i
su mujer, más que temeroso por si mismo es un lim itado por secretas m otivacio­
nes, que le vedan ocuparse demasiado de ella: un oculto odio, un leiano hastio, i
amor extinto y no obstante para nadie evidente, ni para él siquiera?

N O TAS

PALMA, Ricardo, "Predestinación’, Tradiciones, Lima, Imprenta del Estado, 1872, pAg. 142.

VARGAS LLOSA, Mario, "No soy Stiller. ¿ Es posible ser suizo?", La ventad ds las mentiras,
i Ulm tura, Barcelona, Seix Barral, 1990 (Biblioteca Breve), págs. 153-154.

TMJJILLO CARREÑO, Ramón, "El lenguaje de la técnica", Doce ensayos sobre el Inngii^a, Madrid,
PuntfMttn Juan March, 1974, p*g. 197.

TUMli' AM María, "Nubellna“, Chiquicuentos, Buenos Aires, Braga, 1991 (Colección ALAS DE COLI-j

•ÉMONAi * * * • , *AM> l*i lM Értealss mueran de pie, 6* edición, Buenos Aires, Losada, 1972, pág.
61

HCARD, Alain, S pnmaméerrtn poètico da Pabto Naruda (Versión española de Pilar Ruiz Va), Madrid,
Orados, 1981 (Biblioteca Románica Hispánica), pág. 101.

r
CASONA, Alejandro, "Acto I", Las tres partéelas casadas, 7- edición, Buenos Aires, Losada, 1972, pág.
•*

DI BENEDETTO, Antonio, Zama, Buenos Aires, Ediciones Doble P. 1956, págs. 14-15.
SIGNOS AUXILIARES DE PUNTUACIÓN
oc

LOS PARÉNTESIS

Los paréntesis son signos auxiliares de puntuación.

8E USAN:

1 ) para encerrar expresiones aclaratorias:

Juan Hilo (asi se llamaba el ladrón) robó poco dinero.

"Algo semejante aconteció con la literatura: su objetivo fue siempre el


hombre y sus pasiones (no hay novelas de mesas ni de animales, pues cuando
se hace la novela de un perro es para hablar indirectamente de la condición
humana).“1

2) para encerrar datos numéricos:

El azúcar (1 kg) cuesta cincuenta centavos.


Manuel Mujica Lainez (1910-1984) escribió Bomarzo.
El terremoto (1355) azotó la isla.

3) para encerrar datos toponímicos que comprenden a otros de menor entidad:

Llegó a Buenos Aires (capital de la República Argentina).


Estudió en la Universidad de Wesleyan (Middletown, Connecticut).
En Dalias (Tejas) fue asesinado John F. Kennedy.
66

4) para abreviar la escritura, al encerrar con ellos dos o más posibilidades de reali-|
zación de un término:

"Aceptando que la (socio)lingUÍstica sea una ciencia fundamentalmente lingüís


ca, no (fundamentalmente) social, serla ocioso discutir entonces sobre su objet^j
de estudio, pues éste no podría ser otro que la lengua."2

Quiero (re) conquistarla.

Sr (a). Romero

dueño (a)

mi (s) tuya (s) cual (es) quien (es) todo (s)

5) para encerrar siglas cuando siguen a su enunciado o a la inversa:

Presentó un trabajo en la Organización de los Estados Americanos (OEA).


Presentó un trabajo en la OEA (Organización de los Estados Americanos) .

6)ípara encerrar la traducción del titulo de un libro o de una película, si la tiene en


Iespañol (si no tiene traducción y hay que dársela, se empleará otro tipo de letra);
I las citas directas en idioma extranjero suelen ir seguidas de su traducción entre
/paréntesis (si son abundantes, se colocarán en forma de nota, a pie de página,
1 sin paréntesis):

(¡ram m aire de l'espagnol (Gram ática del español), de Bernard Pottier


' OrtCjpSJd T ***********
7) para encerrar remisiones a cuadros, figuras q tablas:

Funcionamiento del corazón (fig. 10)


Características délos rumiantes (v. cuadro 12 )

B) para encerrar los nombres de autores, después de una cita textual que les perte­
nece (no debe colocarse punto después de dicho nombre) .

’El idioma y Santa Teresa y Platero son tres elementos que ningún país del
mundo qüe no sea España podrá ofrecer a América. Porque el idioma y Santa
Teresa vieron nacer y crecer a América, y Platero hace cincuenta años que pasta
en las pampas americanas con la misma humildad meditativa con que lo hacía en
su tierra andaluza.

(José Blanco Amor)

9) en los diccionarios, para encerrar la etimología de las palabras:

errata. (Del lat. errata, t. f. de erratus, errado.) f. Equivocación material cometida


en lo impreso o manuscrito.

10) para encerrar las acotaciones y los apartes en las obras teatrales (debe colocar­
se punto antes de cerrar el paréntesis):

“CANTAUCIO. (M irando el campo.) -Güeno... Adiosito. (Se va casi corriendo.)’*

"DOÑA FRANCISCA. (Aparte.) -¡Perdida soy!"5


68
t*)

1 1 ) para encerrar citas bibliográficas en ei cuerpo principal de un texto (nombre del'


autor, título de la obra, páginas):

"De ahí que la Academia recurra a su consideración como <* indefinido »> basárn
dose en que « expresa unas veces el hecho o acción como incipientes, y otra!
como terminados, según la significación del verbo *■ (Academia, 1931, § 294b;
cfr. también la nota al § 288a)."6

12 ) en la enumeración de párrafos y de apartados de un texto sólo se usa el parén­


tesis de cierre; es anglicismo ortográfico encerrartos con dos paréntesis (1 ), (a);

Estudiarán los siguientes temas:

1 ) Los comienzos de la independencia de Colombia.


2) La vida política colombiana de 186Q a 1902.
3) La vida política colombiana de 1902 a 1930.

‘No es, pues, de extrañar que los romanistas hayan concedido tradicionalmente
un máximo de atención a los problemas básicos que plantea la continuidad y
hayan tratado de comprender: a) cómo ios hablantes de una lengua dada generan,
mediante la adición de nuevas reglas, estados derivados de lengua, que en teoría
pueden ser infinitamente varios, sin que en la transición la lengua pierda nunca su
eficiencia, y b) cómo se realiza la transferencia de una forma lingüística o regla de
un individuo a otro, de un grupo social a otro o de una comunidad a otra, esto es,
de un sistema lingüístico a otro."'

19) para anoarrar la grafía de un signo de puntuación:

L>coma (,) as un signo de puntuación.


4 para encerrar la edad de una persona, sobre todo, en textos periodísticos:
( )

Juan Ríos (37) fue la única víctima del accidente en la ruta 2.

15) para encerrar el nombre de un poema y el número de versos:

Yo sigo aún como un verano en celo


lleno de tu amistad y sus fervores,
pero sin ti, que es como estar sin cielo.

("Elegía“, vs. 79-81.)

16) para encerrar explicaciones de abreviaturas:

Dr. (doctor)
Srta. (señorita)

LOS PARÉNTESIS Y OTROS SIGNOS DE PUNTUACIÓN

1 ) Sólo el punto y los puntos suspensivos pueden preceder la apertura del parénte­
sis. Coma, punto y coma, y dos puntos deben posponerse al paréntesis de cierre:

“Puede añadirse que este jardín de Arcachon debe de ser el jardín de uno de los
varios sanatoria de la misma ciudad o de su <* bassin %>dedicados a la cura de
70

niños tuberculosos. (No cabria situar en otro espacio a la « tísica de Arcachon »


juanramoniana, salvo, naturalmente, en el jardín de su propia casa.)"9

"Sobre todo, tomo nota de los sentimientos y de las reacciones de... (aquí se
del objeto primordial o actual, o de personajes figurativos de objetos-autorid
más antiguos, tales como madre o Dadre, padre sustituto, marido o mujer, o
tal o cual hijo preferido, etcétera...). 0

"Al entusiasmo de Martínez Estrada (entusiasmo por <*un orden verdadero del
acontecer «>), Borges opone un escepticismo esencial: si hay un orden, ese ord
es inaccesible a ios hombres."1 1

2) El punto va antes del paréntesis de cierre, si ei de apertura va después de punto,


puntos suspensivos, signos de exclamación o de interrogación, o a principio de
párrafo:

“(Se reúnen bajo este epígrafe unas cuantas consultas, las de mayor interés o
novedad, de entre las que, a lo largo del primer año de vida de mi sección fija qui
cenal <t Buzón del hablante %>, en las páginas dei diario Ya, de Madrid, me fuer
haciendo por carta los lectores.)“ 2

3) Los signos de exclamación y de interrogación, y los puntos suspensivos van


dentro dei paréntesis de cierre, si corresponden al texto encerrado entre parénte­
sis:

"Sólo los escritores mediocres pueden escribir simple crónica y describir fielme
tt (¡qué palabra hipócrita!) la realidad extema de una época o una nación."13
!• aceptan los paréntesis dentro de otros paréntesis, cuando asi lo consigna un
•Utor y debe transcribirse cita textual, o cuando los paréntesis cumplen precisá­
ndote su función:

"Las condiciones de la capital mexicana, de acuerdo con lo que señalan Alonso


Zamora y María Josefa Canellada (<* Vocales caducas en el español mexicano »,
NRFH, XIV (1960), págs. 221-241) deberían favorecer la presencia de grupos
eonsonánticos anómalos en plural por la generalización de la sincopa o elisión
vocálica, característica singular de las tierras altas, como jocosamente lo ilustra A.
Rosenblat en Nuestra lengua en ambos mundos (Salvat. Alianza Editorial, 1971)...“

|) Se encierra entre paréntesis un signo de interrogación de cierre, cuando se duda


acerca de una afirmación o de un dato numérico:

Leí la comedia Darlo todo y no dar nada, de Calderón (?).

NOTAS

1
SÀBATO, Ernesto, S flsoHof y sus fHittMTMS, ObfBs. Gdttyot) Buenos Aires, Los8d&( 1970, páQ. 641.

2
LÓ PEZ M ORALES, Humberto, "Hacia un concepto de la sociolingülstíca", Lecturas de sociatingiitetiea,
Madrid, EOAF, 1977 (Colección EDAF Universitaria), pág. 117.
3
BLANCO AMOR, José, "España e Hispanoamérica en su sitio", 0 final del BOOM Horario y
temas, Buenos Aires, Ediciones Cervantes, 1976, pág 60.

4
SANCHEZ, Florencio, ‘Acto tercero, Escena V", La gringa, 3- edición, Buenos Aires, Kapelusz, 1
pág. 121.

5
FERNANDEZ DE MORATIN, Leandro, “Acto segundo, Escena IV", B al de las niñas, S! edición, Buei
Aires, Kapelusz, 1968, pág. 67.

6
BOSQUE, Ignacio y otros, Tiempo y aspecto en español, Madrid, Cátedra, 1990 (Cátedra Lingüista
pág. 21.

7
CATALAN, Diego, "Hacia una renovación de la dialectología", Lecturas de aocioüngu/stica, ed. cit.,
91.

8
VOCOS LESCANO, Jorge, "Elegía", Y Dios dirá después (1962), Obra Poética, Tomo I, Buenos Aireí
Academia Argentina de Letras, 1979, pág. 146.

9
PRAT, Ignacio, B muchacho despatriado. Juan Ramón Jbnénez en Francia (1901), Madrid, Taurus,
1986, pág. 217.

10
ODIER, Charles, La angustia y el pensamiento mágico (Trad, de Alfonso Millán), Primera reimpresión,
México, Fondo de Cultura Econòmica, 1974, pág. 244.

11
MARCO. Joaquín, Aaedlo a Jorge Luís Borges (Trad, de Isabel Merino), Madrid, Ultramar Editores, 1982
(8«rle Azul), pág. 121.

12
RABANAL, Manuel. B langusa y su duende (Htetorias mágicas y lógicas de las palabras), Madrid,
Prensa Española, 1967, pág. 329.
<a
SÁBATO, Ernesto, Los fantasmas de Haubert (1967), Obras. Ensayo«, ed. cit., pág. 870.

14
LORENZO, Emilio, B español de hoy, lengua en ebuliícidn, 3f edición, Madrid, Qredos, 1980, págs. 94-
N
LOS CORCHETES

Los corchetes son signos auxiliares de puntuación. La palabra "corchete" pro'


ne del francés crochet, ’ganchillo'.

SE USAN:

1 ) para delimitar oraciones:

"[ En España, bajo el cielo radiante y azul, en una atmósfera de energía, de


violencia y de impulsividad, las rosas ponen con sus amarillos, sus blancos y si
rojos, una nota de apasionamiento y de emoción. J I Al pie de los cipreses
centenarios, las rosas se abren espléndidas, contrastan sus notas con los viejos
muros de los caserones seculares; en los conventos, en los jardines de los
monasterios -todo silencio y paz-, las rosas, cortadas blandamente, van desde la
luz plena a la penumbra de la iglesia en que brilla, d(a y noche, una lucecita; día
noche, durante siglos. J

2) para encerrar palabras u oraciones, dentro de un período más amplio, ya en­


cerrado entre paréntesis:

(Los años de la década del 20, en que despertó la vocación poética de


Ctmbours [1908], vivieron el signo de la experimentación del lenguaje poético.)
3) para colocar (Palabras o datos hipotéticos dentro de un escrito, es decir, que
faltan en el original y se suplen conjeturalmente:

Escribió su* primera obra sobre Derecho civil [¿1915?] en circunstancia» muy
difíciles.

4) en poemas, a ! comienzo de un resto de verso que no cabe entero en su linea


(este resto debe estar formado por una o más palabras enteras, nunca separa­
das al final de la línea):

Siento que nunca mi voz podrá llevar mi aliento


[ lejos;
que cantar es la desdicha, igual a volver el rostro
[ pasajero
a un remoto rio sin pájaros.*2

5) en las citas textuales, para intercalar apreciaciones del autor, ajenas al texto
original, con objeto de acomodar el texto a su redacción, adecuar un dato o
añadir una aclaración necesaria:

'—’ *3
Atiende sólo a [ en Jcarecer la grandeza del objeto...
NOTAS

1
AZORÍN. "Góngora', Al margan da los clásicos (1914), Obras Oom plslsi, Tomo III, Madrid, Aguilar,
1947, pág. 199.

2
MOLINARI. Ricardo Eufemio, 'O da a mi voz melancólica en el Sur“, Odas a oritos de un viejo rio (1940)
en Las sombras <M pájaro tostado (1923-1973), Buenos Aíres, El Mangrullo, 1974, pág. 161.

3
L» palabra “carecer" ('aum entar') se usa hoy con la grafía “encarecer“.
LOS PUNTOS ENTRE CORCHETES O PUNTOS ENCORCHETADOS

Los puntos entre corchetes o puntos encorchetados son signos auxiliares de


puntuación. Consisten en tres puntos (sólo tres) encerrados entre corchetes. Se usan
en citas textuales, para indicar la omisión de una o más palabras en aquéllas. La
omisión puede realizarse ai principio de ia cita, en el medio o al final de ella.

CITA TEXTUAL COMPLETA

"El dueño de la casa era el que parecía más afectado, el que -sin expresiones de
reproche- pintaba una situación particularmente enojosa y cuya solución no parecía
estar ni mucho menos en sus manos."1

CITA CON OMISIÓN AL PRINCIPIO

"[...] era el que parecía más afectado, el que -sin expresiones de reproche'
pintaba una situación particularmente enojosa y cuya solución no parecia estar n!
mucho menos en sus manos."

CITA CON OMISIÓN EN EL MEDIO

"Ei dueño de la casa era el que parecia más afectado, el que [...] pintaba una
situación particularmente enojosa y cuya solución no parecia estar ni mucho meno
en sus manos."
CITA CON OMISION AL FINAL

"El dueño de la casa era el que parecía más afectado,

Los puntos encorchetados han de estar siempre dentro de la cita entrecomilla!


da; nunca, fuera de ella. í
Cuando se hallan en el medio de la cita, antes y después deben llevar la puntua-j
ción que corresponde al texto original. Obsérvense, en el siguiente ejemplo, la
comas, antes y después de los corchetes.

"En España, [...], esto hubiera sido tan posible como en cualquier gtra parte, perc
las circunstancias históricas y los tiempos no eran propicios para ello.

Si el signo ocupa posición final en la cita, debe ir también precedido de la pun­


tuación correspondiente al texto original:

“Luis Rosales nació en 1910; pertenece inequívocamente a mi generación. Los


que tienen dos años más, por próximos que sean en todo, pertenecen a la
anterior:

Si el fragmento completo, extraído de un texto, empieza después de punto o


acaba con un punto, no se usan los puntos entre corchetes, ni al principio ni al final, ;
para no recargar el texto. Si, por ejemplo, tomamos un fragmento de la obra La \
revolución de la inteligencia. Informe sobre el estado de la tècnica, de André-
Yves Portnoff y Thierry Gaudin, lo transcribiremos así:

"Ya hemos evocado la transformación del sistema del siglo XVIII y la gran revolu­
ción industrial. Los cuatro polos: recursos, materiales, dominio de lo viviente y del
tiempo son afectados.
NOTAS

1
BENET, Juan, "De lejos", Sub rom, Barcelona, la Gaya Ciencia, 1973, pág. 91.

2
VOSSLER, Karl, Algunos caracteres de la cultura española (Traducido del alemán por Carlos Clavaría)
4*edición, Madrid, Espasa-Calpe, 1962 (Colección Austral), pág. 113.

3
MARÍAS, Julián, literatura y generaciones, Madrid, Espasa-Calpe, 1975 (Colección Austral), pág. 161.

4
(Traducción realizada por el estudio Hütse, bajo la dirección de Bernardo Capdevielle), Buenos Air»«
INTI, 1988, pág. 99.
LAS COMILLAS

Las comillas son signos auxiliares de puntuación que corresponden al plural de


“comilla", diminutivo de "coma".

CLASES DE COMILLAS

1) Latinas, españolas o bajas


2) Inglesas o altas
3) Simples
4) De seguir

a) LATINAS, ESPAÑOLAS O BAJAS (« t>). Su origen se halla en el antilambda


(< >) que se usó primitivamente con funciones semejantes a las que tienen hoy
las comillas.
Las comillas (atinas, españolas o bajas son angulares. En España, también se
usan redondeadas (<? »); en Alemania, se emplean al revés (*>«).
Hasta 1970, la Real Academia Española sólo admitía las comillas latinas; desde
ese año, aceptó otras ciases.

b) INGLESAS O ALTAS. Su origen se halla en la coma que el impresor parisiense


QuMaume Le Bret usó, por primera vez, en 1546. Empleaba dos comas para abrir la
Ofta (n) y dos, pera cerrarla De su nombre deriva el de guiiicmets que los fran-
o m m dan alai comillas
lM máquinas de escribir sólo disponen de comillas inglesas.
wi regla reoomlsnda usarlas dentro de un entrecomillado con comillas latinas.
Su usan para:

1 ) indicar que un texto es cita directa:

“La literatura puertorriqueña del pasado siglo logra su más elevada y noble mar
testación en la obra polifacética de Eugenio Marta de Hostos (1839-1903), hecha
margen de un inmenso quehacer apostólico realizado por diversas tierras de Amé
ca, al servicio de los grandes valores y los altos Ideales, lo que, por otra parte,
concede incuestionablemente, en el espacio y en el tiempo, dimensiones de flgi
universal.“1

2) indicar que una palabra o una oración es definición o traducción d* o


para destacar neologismos, regionalismos o palabras extranjeras:

E l automóvil, el aeroplano, el transatlántico, los roperos "Innovation*, lu bañadei


"Standard" y hasta la humilde estilográfica con que escribimos estas lineas nos demt
íran, lector, a nosotros, hombres del siglo X X , la aspiración estética de nuestra ép
raciocinante e industrializada.

3) indicar que una palabra o una oración están usadas en un sentido especb

Ignacio se había trasladado a la "viña", junto a las rumas de las termas de C ara«
lugar de recreo del Colegio Romano, tan querido por él.

4) destacar el tftulo de poemas, relatos, cuentos, leyendas, fábulas, artlc


capítulos, partes de un todo, noticias, ponencias, etc.:

Acúdase -por ejemplo- al articulo inicial y programático de la Revista de Dialecf


gta y Tradiciones Populares (1945), titulado precisamente Dialectología" (pp. 419-
donde subraya cómo "el mismo castellano en una masa considerable de vocablos r
general y muchos de ellos son sólo regionales o provinciales", y de donde deduce que
"nuestra lengua oficial en parte es un conjunto de dialectalismos”.^

5) destacar nombres familiares que poseen una característica, seudónimos,


sobrenombres, apodos, nombres de animales:

Yo, como descendiente de Fernando el Católico, procedía también de ellos: de Juan


"Sin fe", como se le llamaba, y, también, de Fernando de Antequera.®

6) indicar el pensamiento de los personajes, si el autor lo expresa en cita direc­


ta, o cuando narra lo que dijeron:

Florentino A ri/a pidjó café, muy caliente y muy fuerte, y ella ordenó a la criada:
"Para mi lo de siempre".

7) indicar los títulos de ciclos o de series televisivos (los títulos específicos de


cada emisión deberán destacarse en bastardilla):

1865, el próximo capitulo de “Alta comedia" (sábado, a las 22, Canal 9) será inter­
pretado por Carlos Estrada, Daniel Fanego y Perla Santalla. El tema será el Tratado
de la Triple Alianza.

c) SIMPLES (''). Se usan para encerrar voces, oraciones, frases o períodos desta­
cados con comillas inglesas, o para indicar que una palabra está empleada en su
valor conceptual (no se coloca coma entre la palabra definida y su definición):

Analicé el tema "Clases de 'com illas' en español", en el Seminario.


Me refiero a atado 'adjetivo' y no, a alado 'sustantivo'.

ZAM PAR, origen incierto, probablemente afín ai cat. enxampar (o xampar) cof
por sorpresa', 'coger al vuelo', y al port. chimpar (champar) 'meter’, ’zambullir', ci
origen es también incierto, quizá voces de creación expresiva...

ch) DE SEGUIR (*>). Son las que se colocan, en posición de cierre, al comienzo
cada uno de los párrafos o de las líneas en una cita extensa, ya encerrada er
comillas. Indican continuidad:

<-Andrés sintió que el frío de la muerte le invadía otra vez ei corazón; que la '
iba a faltarle; y sólo un acontecimiento como el ocurrido allt, en el mismo inste
pudo rehacer sus fuerzas aniquiladas.
í» Y fue que Renales, por coincidir su movimiento con un recio balance de
lancha, perdió el equilibrio y cayó sobre el costado derecho, dándose un golpe (
cabeza contra el carel. Sin gobierno la lancha, atravesóse a la mar; saltó hecho
lias el palo, y arrebató el viento la vela. Andrés, entonces, comprendiendo la gi
dad del nuevo peligro [...].
-> Pasaban entonces por delante de Cabo Menor, sobre cuyas espaldas de i
avanzaban las mares para despenarse al otro lado en bramadora cascada. Di
allí, o mejor dicho, desde Cabo Mayor, a la boca del puerto, y siguiendo por el i
de Mouro hasta el cabo Quintres y el de Ajo, toda la costa era una sola cenel
mugidoras espumas que hervían y trepaban, y se asían a los acantilados, y vcXv
caer para intentar de nuevo el asalto, al empuje inconcebible de aquellas mont
líquidas que iban a estrellarse furiosas, sin punto de sosiego, contra las inconr
bles barreras.
COMILLAS Y SIGNOS DE PUNTUACIÓN

1 ) La coma, el punto y coma, y los dos puntos se colocan siempre después de las
comillas de cierre:

Pero ya no la olamos caminar ni la olamos hablar de grillos, hasta el día en que,


después de la última comida, se quedó mirándonos, se sentó en el suelo de cemento
todavía sin dejar de mirarnos, y nos dijo: "M e quedaré aquí, sentada”; y nos estremeci­
mos, porque pudimos ver que habla empezado a parecerse a algo que era ya casi comple­
tamente como la muerte.

2) Si los signos de interrogación y de exclamación corresponden al entrecomillado,


se colocan dentro de las comillas:

Y Nabo dijo que si. Y nosotros le dijimos: "¿Quién le dio cuerda?”^^

3) Si las comillas corresponden a una unidad menor dentro de la exclamación o de


la interrogación, los signos se colocan fuera de las comillas:

10
jPero habla algo que le preocupaba más que "ese ruido"!

4) SI ti punto pertenece al texto original, debe ir dentro de las comillas, es decir, si


comHIat comienzan el fragmento, han de terminado, por lo tanto, el punto final
ha dt Ir dentro de ellas:
"Vallejo, que estaba hablando como Darío, como Gutiérrez Nájera o Lugonaa,
pronto siente que se le quiebra la voz y lo que sale oteia de ser melódico para tn
formarse en exabrupto, luego gemido, luego aullido."

5) Si las comillas no comienzan el texto original, tampoco han de terminarlo, ente


ces se colocarán antes que el punto, es decir, si las comillas empiezan despi
de dos puntos, coma, puntos suspensivos u otro signo que no ejerza función«
punto, éste ha de ir después de las comillas (si no empiezan la oración, tampo<
la acaban):

Escribe Juan Luis Alborg: "Pero la novela parece haber cumplido ya fatalme
esa etapa histórica de universalidad, y es natural que llegue ya para ella la coyun
de diferenciación, propia de toda madurez y, si se quiere, de envejecimiento y
púsculo .

6) Si debemos transcribir un texto ya entrecomillado (con comillas inglesas),


usaremos, para la transcripción, las latinas, españolas o bajas.

o "Estamos locos sin darnos cuenta. ¡Toda nuestra vida se basa en la pasié
queremos tranquilidad! Yo mismo soy el más loco de todos los locos, j ay! Peí
menos ahora lo sé." *»
86

SE PROHIBE EL USO DE COMILLAS:

1 ) en función de "igual" o de "ídem", para no repetir un dato o palabra;

2) en los versos que ejemplifican un tema:

Yo no he tenido un hijo,
no he plantado de viña la ladera de casa,
no he conducido a los hombres
a la gloria inmortal o a la muerte sin gloria,
no he hecho más que estas cancioncillas:
pobres y pocas son.^

3) en los títulos de obras completas que anuncian ya su contenido:

La composición de Don Segundo Sombra se cumple así sobre un plan primario,


cuya eficacia deriva del ajuste al asunto.1

4) en los nombres de instituciones, empresas, establecimientos, firmas comerciales,


etc.:

Editorial Sopeña
Hotel Libertador
Teatro Colón
Bar Trópico
Instituto San Andrés
5) en los nombres de libros sagrados o de una de sus partes:

Biblia
Nuevo Testamento
Hechos de los Apóstoles

6) en nombres de edificios o de fincas:

Edificio Apolo X
Quinta Las mariposas

7) en los nombres de personajes de ficción:

El artista representó el papel de Enrique V III en la obra.

8) en los nombres de personajes de ficción, representativos del carácter nación


un país: Tío Sam (Estados Unidos), Juan Español (España);

9) en los nombres de espadas o de otros objetos históricos: la Tizona y la Colad


Cid, el santo G rial o Graal;

10) en las marcas de vehículos o de otros productos comerciales: Fiat, Renault,


Vitina, Lux, La Morenita;

1 1 ) en los nombres de razas o de tribus: pigmeos, siux, vedas;


12) en los nombres de razas de animales, aunque estén en Idioma extranjero: pequi­
nés, chihuahua;

13) en frases hechas, proverbios, máximas, refranes, sentencias, excepto cuando se


ponen en boca de su autor o de quien los enuncia:

Sabes, hijo, que soplar y sorber no puede ser.

Dijo Cicerón: "Excelente condimento de la comida es el hambre".

Juan repitió, entonces, aquellas sabias palabras de Víctor Hugo: "La conciencia
es la presencia de Dios en el hombre*.

14) cuando el texto se transcribe en otro tipo de letra, por ejemplo, la bastardilla.

NOTAS

1
RIVERA de ALVAREZ, Josefina. "Visión histórico-critica de la literatura puertorriqueña (Orígenes: siglos
XVI, XVII, XVIII y XIX)“, Literatura Puertorriqueña. 21 Conferencia», San Juan de Puerto Rico, Instituto de
Cultura Puertorriqueña, 1969, pág. 51.

2
CÓRDOVA ITURBURU, La revolución m lln liin liH , Buenos Aires, Ediciones Culturales Argentinas,
1962, páQ. 100.
3
MARTÍNEZ ESTERUELAS, Cruz. Francisco de Bruja, el nieto del eeoándalo, 3f edición,
Planeta, 1989, pág. 58.

4
ABAD NEBOT. F., B signo literario, Madrid, EDAF, 1977 (Colección EOAF Universitaria), pág

5
MARTÍNEZ ESTERUELAS, Cruz, op. cit., pág. 58.

6
GARCÍA MARQUEZ, Gabriel, B amor en los tiempos del cólera, 4* edición, Buenos Aires, (
na, 1986, pág. 396.

7
LA NACIÓN. "Espectáculos", Buenos Aires, 9 de diciembre de 1991.

8
COROMINAS, Joan y José A. PASCUAL, Diccionario critico etimológico castellano e hiapá
Madrid, Gredos, 1991, pág. 63.

9
PEREDA, José Marta de, Sotileza, Madrid, Imprenta y Fundición de M. Tello, 1885, págs. 4

10
GARCÍA MÁRQUEZ, Gabriel, ‘Amargura para tres sonámbulos"', Qos de peno azul. B
Sudamericana, 1974, pág. 59.

11
GARCÍA MÁRQUEZ, Gabriel, “Nabo, el negro que hizo esperar a los ángeles", ibldem, pág

12
GARCÍA MÁRQUEZ, Gabriel, “La tercera resignación“, ibldem, pág. 13.

13
ORTEGA, Julio, Otear VaNejo, Madrid, Taurus, 1974, pág 76.

14
ALBORG, Juan Luis, Hora actiuü de la novela española, Tomo t, Madrid, Taurus, 1956, p4
90

15
OCAMPO, Victoria, Domingos an Hyde Park, Buenos Aires, Ediciones Sur, 1936, pàg. 82.

16
ALONSO, Dámaso, “Dedicatoria final (Las alas)“, Hjjos de la ira. Diano intimo, 4? edición, Madtid,
Espasa-Calpe, 1973 (Colección Austral), pág. 155.

17
GHIANO, Juan Carlos, Constantes de la literatura argentina, Buenos Aires, Raigal, 1953. pág. 105.
LA RAYA O GUIÓN LARGO

La raya o guión largo es un signo auxiliar de puntuación, más largo que <
Debe tener una extensión aproximada de dos o tres letras.

SE USA:

1 ) en los diálogos teatrales:

‘ANTONIO.- Badoglio tiene razón. Aunque usted no esté de acuerdo.


JUANA.-¿Ah, sl?"r

Cuando hay acotaciones, la raya debe aparecer siempre después de ésl

’CARLOS. (La toma por los hombros.)- Por favor, quédese, AHda."^

"CARLOS (La toma por los hombros.).- Por favor, quédese, Alicia."

2) en los diálogos que aparecen en las narraciones, para indicar los parta
de cada interlocutor y para separar lo hablado por éste de lo que añadí
en forma explicativa:
92

'Tengo miedo de que, si los recibes, los trates de igual a igual. Déjame a mí.
Saldré yo. Yo sé cómo manejarlos.
-¿Oyes? Gritan: ¡viva nuestro salvador!
-En efecto, los salvaste.
-Gritan: ,-viva nuestro rey!“3

“-No estoy de acuerdo con el autor del libro-respondí.


-No hagas juegos de palabras -dijo; una ambigua ironía luchaba por ocultar
su resentimiento-. Admito que critiques mis ideas, pero...

En este último ejemplo, la raya se repite después de la palabra “resentimiento“


para cerrar la acotación del narrador, porque hay punto y seguido, y continúa ha­
blando el personaje. Lo mismo sucede si lo que el narrador aclara aparece intercala­
do en la oración (—H a llegado —le d ijo - a mi conocim iento.). Después de "respondí“^
en el ejemplo anterior, la raya no es necesaria, porque el narrador usa punto y apar­
te.

3) a modo de paréntesis, en expresiones aclaratorias:

“Yo creo que el lector de Cervantes, el lector íntegro y además ingenuo -sin una
dosis de ingenuidad no se entiende nada-, sabe quién fue Cervantes y se siente
amigo suyo.“5

“El debate entre los distintos sistemas morales -ética del deber, moral de los
valores-, siempre que mantengan la autonomía del lenguaje moral frente al natura­
lismo, no nos interesa aquí.“6

En este último ejemplo, debemos observar el uso correcto de la coma después


da la raya que cierra la aclaración. Nunca debe colocarse antes de la raya que la
Inicia. Lo mismo sucede con el punto y coma y con los dos puntos.
4) a veces, de la misma manera que las comillas de repetición, en catálogos,
diccionarios u otras listas semejantes:

Córdoba, ciudad de la República Argentina


- ciudad de España
- departamento de Colombia
- península chilena

DARÍO, Rubén, Azul..., 14f edición, Madrid, Espasa-Calpe, 1966 (Colección


Austral).

— Cuanto*, 4f edición, Madrid, Espasa-Calpe, 1976 (Colecció


Austral).

NOTAS

1
GOROSTIZA, Carlos, "Acto I", B pan da la locura, Buenos Aíres, Abril, 1985, pág 54.

2
COSSA, Roberto, "Escena IV, Nuestra fin de semana, Buenos Aires, Ediciones de la Flor, 1987, pág.

3
DENEVI, Marco, “Tragedia de una mujer ambiciosa casada con un fracasado", Concilio univem l
amor, en Parque de diversiones I, Buenos Aires, Macondo Ediciones, 1979, pág. 31.
94

4
ROA BASTOS, Augusto, ”EJ Pájaro Mosca“, Morienda, Caracas, Monte Ávila Editoras, 1969, págs. 144-
145.

5
MARÍAS, Julián, Coreantes clave eapatoia, Madrid, Alianza, 1990, pág. 12.

6
LOPEZ ARANGUREN, José Luis, "Ética del lenguaje“, Doce ensayos sobre el lenguaje, Madrid, Funda­
ción, Juan March, 1974, pág. 53.
LAS DOS RAYAS

Las dos rayas son signos auxiliares de puntuación.

SE USAN:

1 ) como signo matemático para indicar la igualdad entre dos elementos o caí
dades:

65 + 65 = 130

2) con el valor de signo matemático de igualdad en contextos no matemátiitjfl


I

ZBU = Zaragoza. Biblioteca Universitaria

Debemos cambiar nuestros métodos. = Debemos mudar, variar, alterat


nuestros métodos.

"Mis apuntes [ = mis correcciones v adiciones] se refieren a los pasaje*


en que he encontrado cada vocablo...

3) en composición, para denotar que en el original se pasa a otro párrafo, es


decir, hay punto y aparte; para ahorrar espacio, en las copias, no se dispor
texto con los mismos párrafos del original, entonces, tras el punto y aparte
original, se coloca el signo = entre espacios, y se sigue con el párrafo siguí
en la misma línea:
TEXTO ORIGINAL

"En estas condiciones, la radiación, cuyo campo eléctrico es paralelo al


campo magnético interestelar resulta más absorbida que la radiación, cuyo
campo eléctrico es perpendicular al campo magnético.
La dimensión de las partículas es del orden de una miera, o sea, de una
milésima de milímetro. Después de atravesar el espacio interestelar, el campo
eléctrico de la radiación paralela al campo magnético es más débil. Se produce,
así, una polarización parcial de la luz por el polvo interestelar.
La teoría permite interpretar cuantitativamente las medidas de polarización
de la luz por el espacio interestelar.“2

COPIA DEL TEXTO ORIGINAL

"En estas condiciones, la radiación, cuyo campo eléctrico es paralelo al


campo magnético interestelar resulta más absorbida que la radiación, cuyo
campo eléctrico es perpendicular al campo magnético. = La dimensión de las
partículas es del orden de una miera, o sea, de una milésima de milímetro.
Después de atravesar el espacio interestelar, el campo eléctrico de la radiación
paralela al campo magnético es más débil. Se produce, así, una polarización
parcial de la luz por el polvo interestelar. = La teoría permite interpretar cuanti­
tativamente las medidas de polarización de la luz por el espacio interestelar."

NOTAS

1
CIttdO per Manual Saco on su obra Estudios de Lexicografía Espartóla. Madrid, Paraninfo, 1987 (Colec-
ofcnFllológloa), pég, 148.

I
SCHAT2MAN, I.L., MnMfcm <MUnivano (Trad, de Enrique Gutiérrez), Madrid, Guadarrama, 1968
(HbllelHi perà •! Hombre Actual), pága. 74 y 76.
9*

EL GUIÓN

El guión es un signo auxiliar de puntuación más corto que la raya. Tiene, ei


español, las siguientes funciones:

1) GUIÓN MORFOLÓGICO O LEXICO. Une palabras compuestas o que tienen


entre sí algún grado de dependencia:

astuNeonés
judeoespañol
navarro-aragonés
franco-prusiano
germano-soviético

En estos ejemplos, se usa el guión morfológico, poraue no existe fusión


entre los pueblos que evocan dichas palabras.
Esta regla es endeble. En realidad, la Real Academia Española no it
cumple cuando admite: astur-leonés y asturleonés, navarro-aragonés y
navarroaragonés, judeoespañol y judeoespañol. Pero acepta solamente
grecolatino y grecorromano (una sola grafía).
Cuando los gentilicios de dos o más pueblos o territorios forman una
palabra compuesta que representa una tercera entidad geográfica o política,
en la que se ha producido la fusión de las características de ambos pueblos c
territorios, dicha palabra se escribirá sin guión morfológico:

celtíbero o celtibero
celtohispánico
celtohispano
celtolatino
checoeslovaco o checoslovaco
hispanoamericano
iberoamericano
Los compuestos de formación nueva, constituidos por dos adjetivos -el
primero conserva invariable su terminación masculina singular y el segundo
concuerda en género y en número con el sustantivo correspondiente- se
escriben uniendo esos adjetivos con el guión morfológico:

lección teórico-práctica
cuerpos técnico-administrativos

estudio agrícola-ganadero
diferencias prosódico-semánticas

Si son tres los adjetivos:

estudios histórico-crftico-biográficos

Respecto de las palabras formadas por dos nombres de colores, se obrará


de acuerdo con la función que desempeñen:

1) si el primero actúa como sustantivo, se usarán dos palabras:

Él castaño rojizo me agrada más que el amarillo verdoso.

2) si los nombres de los colores funcionan como adjetivos, modificadores


de un sustantivo, se usará un solo vocablo:

Comprará la manta castañorrojiza


Tejió un suéter blanquinegro.
99

3) el adjetivo se escribirá en dos palabras cuando modifica al sustantivo


“color":

El color castaño rojizo de la manta.

El guión morfológico también aparece en antropónimos compuestos. En fran­


cés, se unen con guión dos nombres o dos apellidos: Jean-Pierre. Su uso, en espa­
ñol, es considerado un galicismo, pero hay algunos ejemplos: Juan-Eduardo Ciiiot.
Lo mismo ocurre con los apellidos españoles, excepto cuando, por razones legales,
una persona hereda dos apellidos de sus ascendientes: Carlos Pérez-Fontal Gainza.

Cuando deseamos consignar en nuestro trabajo prefijos o sufijos, debemos usar


el guión morfológico: re-, auto-, fono-, -fono, -grato.

2) GUIÓN PREPOSITIVO. Relaciona palabras o números entre sí. Se usa er


reemplazo de una preposición:

horas-hombre
kilómetro-hora
partido de fútbol Boca-RIver (Boca contra RK/er)
dirección norte-sur (del norte hacia el sur)
combate Galfndez-Suárez (de Galíndez contra Suárez)
relaciones madre-hijo (de la madre con el hijo)

El guión prepositivo se usa también entre años que indican comienzo y final
de un periodo. 1867-1936; entre números de páginas: págs. 123-155, págs. 32-
33 (cuando se ha lefdo un tema con continuidad); págs. 29 y 35 o pigs. 29,35
(cuando no se ha leído un tema con continuidad); en números de publicaciones
periódicas: Revista LITTERAE, núms. 14-15 (implica número doble); Revista
LITTERAE, núms. 7 y 8 (son dos ejemplares distintos); entre palabras y cifras o
viceversa: Méjico-86, Mundial-90, R-18 (Renault 18).
Iuu

3) GUIÓN SILÁBICO O LINEAL. Indica la división de una palabra que no cabe


entera en la línea o renglón. Recibe, también, el nombre de división.

ca-re-ta ab-sor-ber in-de-pen-den-cia

4) GUIÓN ESTILISTICO. Es el que suele colocarse en una palabra compuesta


para destacar una de sus acepciones:

re-vista (’segunda vista’)


re-crear (’volver a crear’)

El sintagma puede construirse con guiones estilísticos:

"Niña -de -encabritado -corazón“1

Suele aparecer en obras sobre psicoanálisis: no-yo, yo-placer, yo-realidad.


En ejemplos de esta índole, debe respetarse. En español, su uso no es idiomàti­
co en los siguientes casos: no-católico, no-alineados, no-cristianos, no-personal
Debemos escribir: no católico, no alineados, no cristianos, no personal.

SE PROHÍBE EL USO DEL GUION:

1) en dos nombres en aposición especificativa:

pez espada, decreto ley, puerta cancel, coche cama, pájaro mosca, guardia civil,
buque escuela, sofá cama, vagón restaurante, ciudad satélite, fecha símbolo,
101

coche patrulla, ataque sorpresa, conferencia cumbre, traje sastre, hombre rana,
noticia relámpago, hombre masa, idea fuerza;

2) en los diálogos, pues, en éstos, debe usarse el punto y la raya:

CAROLINA.-Las tías llegarán pronto.

NOTA

1
MARECHAL, Leopoldo, "Niña de encabritada corazón’, Odas para al hombre y la mujer Buenos Aires,
Qleizer, 1929, pAg. 12.
IV /C i

LA DIÉRESIS O CREMA

La diéresis o crema es un signo auxiliar de puntuación que consiste en dos


puntos horizontales. Se llama crema por alteración del griego tç >
7/“•<*. , 'taladro',
’puntos marcados a un lado’.

SE USA:

1 ) como licencia poética, pues permite pronunciar en dos silabas un diptongo (se
coloca sobre la vocal cerrada o sobre la primera, si ambas son cerradas):

miraba, como dama en el estrado,


los nidos de los sabios gorriones...

(Lope de Vega, La gatomaquia.)

2) sobre la u de las silabas güe, güi, para indicar que la vocal debe pronunciarse:
antigüedad, agüita.
103

LA BARRA

La barra es un signo auxiliar de puntuación que aproxima dos conceptos distintos,


a veces, afines; a veces, excluyentes: minoría / mayoría.

SU USO:

1) En el sistema internacional de unidades, tiene el valor de "por":

km / h 'kilómetros por hora’

2) En matemática, significa 'dividido por':

12 /6 'doce dividido por seis'

3) Cuando se escribe un poema en linea seguida, sirve para separar los versos asi
dispuestos (debe dejarse un espacio antes de la barra y después de ella):

Quítame el pan, si quieres, / quítame el aire, pero / no me quites tu risa. / No me


quites la rosa, / la lanza que desgranas, / el agua que de pronto / estalla en tu ale­
gría, / la repentina ola / de plata que te nace.
104

Cuando se omiten versos, se reemplazan con puntos encorchetados entre


barras:

Quítame el pan, si quieres, / quítame el aire, pero / no me quites tu risa. / [...] / el


agua que de pronto / estalla en tu alegría. / la repentina ola / de plata que te nace.

4) En obras sobre Ortografía, sirve para indicar el pase de un resto de palabra a


otra irnea, en la división de palabras, o de una palabra entera, en la separación
de palabras:

carga- / mentó

de arriba / abajo

5) En Lingüística, para encerrar las transcripciones fonológicas:

la vocal /e/

el diptongo /ai/

el fonema /b/

"Lo mismo puede decirse de la oposición /II/ -/y/, perdida en grandes


zonas ds la lengua española y que aparece, sin embargo, en plenos focos de
i ytísmo, o esporádicamente en hablantes yefstas."2
105

6) En citas bibliográficas, para separar el número de la publicación y el del añó; o


bien, el del año y el de la página:

LITTERAE. Revista del Idioma Español, N; 10 /1991.

UTTERAE. Revista del Idioma Español, N* 10 / 1991 / 15.

7) En leyes, decretos, documentos, informes:

Decreto 176 /1988

8) En las ediciones criticas, sirve para indicar el cambio de linea en el original


Suele acompañarse de su numeración para facilitar las consultas y las remisio­
nes. También, para citar obras de otras épocas (señala el cambio de linea en ie
disposición del titulo y de otros datos):

SUEÑOS, / Y DISCURSOS / DE VERDADES DESCU- / BRIDORAS DE


ABUSOS, Vicios, Engaños, en todos los / Oficios y Estados del / Mundo. / Por
Don Francisco de Quevedo Villegas, / Caballero del Orden de Santiago, / y Señor
de Juan Abad. / Corregidos y enmendados en esta impresión, y / añadida la
casa de los Locos de Amor. / (Adorno] / CON UCENCIA, / En Valéncia, Por
Juan Bautista Mar9al, junto / a San Martin, 1628. / Véndense en la misma Im­
prenta.

9) En la abreviación de una fecha, para separar dia, mes y año:

18 /1 / 924
IV O

DIVISIÓN DE TÉRMINOS UNIDOS CON BARRA

Cuando deben separarse dos términos unidos con barra, se deja ésta al final de
la linea, sin guión, y se pasa la segunda palabra a la linea siguiente:

barato /
caro

En ejemplos, como hab. / km^, no deben separarse los términos; se escribirán I


palabras completas: habitante por kilómetro cuadrado.

ERRORES EN EL USO DE LA BARRA

1 ) Se prohíbe el uso de la barra en la combinación y / o (aparece en otros idio­


mas: and / or; c / o; el / ou; und / oder); basta con la conjunción o.

2) Son incorrectas las grafías 15 / s; 60 / h. Deben escribirse asi:

15 por segundo quince por segundo


60 por hora sesenta por hora

3) El Incorrecto su uso en la escritura de fechas: abril /1992. Aquí la barra no


cumple ninguna función, por eso debe omitirse.
4) Es incorrecta ia grafía con dos o más barras: 45 mg / kg / día. La grafla correcta
es: 45 (mg / kg) / d o 45 mg (kg / d).

NOTAS

1
NERUDA, Pablo, "Tu risa", tos vanos del capitán. Poemas de amo», 6? edición, Buenos Aires, Losada,
1969, pág. 22.

2
MARCOS MARÍN, Francisco, ‘La lengua como pluralidad de sistemas1, Lecturas de sodolingüMioa,
Madrid, EDAF, 1977, pág 55.

3
PORQUERAS-MAYO, Alberto y Joseph L LAURENTI, ‘La colección de Francisco de Quevedo (Impresos
del siglo XVII) en la Biblioteca de la Universidad de Illinois', Letras de Oeusto, Número Extraordinario,
Franciscode Quevedo. IV Centenario del nacimiento (1580-1980), Bilbao, Universidad de Deusto, N‘ 20,
julio-diciembre 1980. pág. 136.

4
También puede escribirse: 18*1-92,18.1.92.
LA BARRA DOBLE

La barra doble es un signo auxiliar de puntuación que tiene los mismos usoa
que la pleca doble. En ias ediciones críticas, sirve para indicar el cambio de pági
en el original (suele acompañarse del folio correspondiente).
LA PLECA DOBLE

La pleca doble es un signo auxiliar de puntuación, que consiste en dos línea


verticales. En la máquina de escribir, está representada por la barra doble.

SE USA:

1 ) en los diccionarios, para separar las distintas acepciones de una palabra; va


siempre precedida de un punto y de un espacio, y seguida de espacio:

constitucional, adj. Perteneciente a la Constitución de un Estado. II2. Adlci


a ella. Ú. t. c. s. (| 3. Propio de la constitución de un individuo o pertene­
ciente a ella.

2) en poesía, para indicar la cesura (corte o pausa) en los versos de arte mayor (
cursiva, se usa la barra):

Lanzóse el fiero bruto j| con Impetu salvaje

(José Zorrilla, “La leyenda de Muhamad Alhamar"

3) en lugar del signo igual, para indicar, en la copia de citas directas, que en el
original se pasa a otro renglón:

“Nace de golpe, sin gestación, como Minerva, como brota el manantial en la


vertiente. II Su poder comunicativo irradia, antes que nada, de ese 4 quid di
num» que es la materia con que se elabora la pintura. |j Arte sensorial, sensual
por excelencia, surge en la tela al primer golpe de pincel, que es bello en si mism
como flor o piedra preciosa. Es algo que está más allá de la expresión, es indefini
ble e inexplicable."1

NOTAS

t
LARCO, Joro*. Mlflu*! C. Vlctortca Buenos Aires, Losada, 1954, pág. 20.
111

LA LLAVE

La llave { } es un signo ortográfico que consiste en dos rasgos a modo de virgufc-


lias verticales invertidas, unidas por un punto común llamado núcleo. Es un signo
doble, aunque no siempre se usan ambos, pues, tanto el de apertura como el dt
cierre tienen usos aislados.

SE USAN:

1) en los cuadros sinópticos, donde se disponen de manera que abarquen con sus
abrazaderas la totalidad de las líneas del texto que depende del concepto que le
da origen y hacia el cual se orienta el núcleo, que puede quedar a la derecha o a
la izquierda, o a ambos lados en el mismo cuadro (incluso hacia arriba o hacia
abajo):

Verbal

Nominal

Adverbial

No verbal/

Verboidal

Objeto
112

2) en Matemática, para encerrar operaciones.

A' 1 A = I

A' 1 I = A' 1
.

No deben usárselos dos puntos antes del núcleo de la llave o después de él,
que aquélla, en cierto modo, equivale a ellos.
113

LA MANECILLA

La manecilla es un signo auxiliar de puntuación. Se representa mediante una


mano cerrada con el dedo Indice extendido ( ). Puesta al margen en impresos y
en manuscritos, servia para llamar la atención sobre algún tema relevante.
Hoy es reemplazada con flechas o viñetas de diversas formas, o con los distintos
tipos dé letra (negrita, versalita, cursiva).

EL ASTERISCO

El asterisco es un signo auxiliar de puntuación que tiene la rorma de una estrella


El término proviene del griego y significa estrellita.

SU USO:

1 ) Llamada de nota (suelto o entre paréntesis). El asterisco suelto se coloca


después del signo de puntuación que corresponda a la palabra que debe
anotarse:

El paisano comfa pan, aceitunas, locro,* queso.

El asterisco que aparece entre paréntesis se coloca antes del signo de puntua­
ción que corresponda a la palabra que debe anotarse, excepto si se trata de un
signo de entonación:
114

El paisano comía pan, aceitunas, locro(*\ queso.

El paisano comía pan, aceitunas, ¡locro!(*’, queso.

Como llamada de nota, puede colocarse más de un asterisco, pero sin descuidar
el aspecto estètico de la página. Debe usarse cuando la pàgina contiene pocas notas
(no más de tres). Al pie de la página, cada nota presentará tantos asteriscos como
tenga la llamada correspondiente en el cuerpo del texto:

*locro
**enervar
***planetlcola

Hoy se prefiere el uso de números votaditos (locro1).

2) En libros litúrgicos y piadosos, se coloca entre espacios, para separar los


versículos de los Salmos o para indicar pausas en la recitación:

"* Al maestro del coro. Salmo de David. * Confiadamente esperé en Yavé, / y


Él se inclinó hacia mí y escuchó mi clamor. * Y me sacó de una horrible hoya, /
de fangosa charca. / Y afirmó mis pies sobre roca / y afianzó mis pasos.

3) En Lingüística histórica, se coloca delante de una palabra para indicar que ésta
es hipotética y que se ha reconstruido de acuerdo con las leyes evolutivas cono­
cidas:

*ruptiare > rozar

dMp«]ar. (Del port. despejar y éste del lat. *expediare, 'desembarazar'.)


115

4) En la Lingüística actual, también se emplea antepuesto, para indicar que una


palabra o una oración no se ajustan a las leyes gramaticales u ortográficas:

•Estudia mujeres esa. (Esas mujeres estudian.)

5) Se usan tres asteriscos para abreviar una palabra que no deseamos escribir
entera (la puntuación que corresponda a la palabra que se omite debe colocar­
se después de los asteriscos):

La condesa de ***, hija de tu mejor amigo, viajará a Suecia.

6) En obras literarias y en otros escritos, suelen aparecer uno, dos o tres asteris­
cos, en linea aparte, entre párrafos, para establecer un cambio de tema o de
tiempo en la narración:
***

*
**

**
*

En la actualidad, por razones estéticas, se usan dos o más lineas en blanco.

7) En diccionarios y en enciclopedias, se emplean con el significado de véase, de


neologismo o de barbarismo (este uso aparece en el Diccionario Manual e Ilus­
trado de la Lengua Española, de la Real Academia Española):
"inapto adj. Barbarismo por inepto.

*De acuerdo con- (Véase ei articulo "de acuerdo con" )

IOTA

MM4 'Ubre Mmero", 40. 1-3, a n a * Bibtta (Versión directa de las lenguas originales por Elolno
■Nf Putof y Alberto Colunga Cueto. O.P.), Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, 1969, págs. 744-
117

EL APÓSTROFO

El apóstrofo es un signo auxiliar de puntuación, en forma de coma elevada o


voladita ('). Generalmente, indica elisión de una letra. Se coloca en la parte superior
derecha de una letra o de una palabra: qu’ es ("que es"), d'aquel ("de aquel"), i
En la poesía antigua, indicaba la elisión de alguna vocal: i

E l corajón le tornas de m ili guisas á la ora;


Ssy oy cassar la quieren, eras d'otro s'enamora...*

Suele aparecer en obras literarias para remedar el modo de expresarse oralmente


de la gente humilde:

;Y güenoL.fYo no sé!... Pero... quizá usté podría dirse, por lo pronto.


p’ayá...¿No?“2

ante un número de año, para reemplazar los millares y las centenas.


Mundial ’94.

SE PROHÍBE EL USO DEL APÓSTROFO:

para separar enteros de decimales: 578 (correcto: 5,78);


NOTAS

i
ARCIPRESTE DE HITA, Libro de Buen Amor, Tomo 1,10*-edición, Madrid, Espasa-Calpe, 1967, pág. 152.

2
LYNCH, Benito, "Capitulo XXXVIII", El romance de un gaucho. Buenos Aires, Guillermo Kraft, 1961, pág.
368.
I 119

ELPÁRRAFO

El párrafo es un signo auxiliar de puntuación que consiste en dos eses enlaz


das, una más elevada que la otra (§). Se supone que el origen de este signo se h
en la unión de las dos eses con que empiezan las palabras latinas sigmun sectio
signo de sección’. Otros creen que se trata de la corrupción de la letra gríegi«, i
que comienza la palabra párrafo en griego, y que significa linea marginal, trina

SU USO:

El párrafo indica una división menor dentro de capítulos, artículos, títulos, etcé
ra. cuando son mencionados por su enumeración en otro lugar:

"En el § 2 presentaremos la hipótesis de que los adjetivos perfectivos de ba


verbal que nos interesan se derivan de los participios correspondientes median
un proceso de morfología léxica que hereda o mantiene el argumento llamado
4 eventivo que poseen los primeros, y aduciremos una serie de pruebas a fav
de esta propuesta."1

"A todos los verbos de este grupo les corresponde un perfecto simple fuerte
(v. § 2.12.9) con las formas irregulares de subjuntivo que de él se derivan...112

El signo no debe escribirse duplicado. Generalmente, aparece entre paréntesis.


120

NOTAS

1
BOSQUE, Ignacio y otros, "Sobro el aspecto en los adjetivos y en los participios”, Tiempo y upado en
«•pañol. Madrid, Cátedra, 1990 (Cátedra Lingüistica), pág. 179.

2
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA, Esbozo de una nueva Gramática de la Lengua Etpañnla. Sexta reimpre­
sión, Madrid, Espasa-Calpe, 1979, pág. 299.
bibliografía
129
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1ARTÍNEZ DE SOUSA, José, Diccionario de Tipografía y del Libro, 2 .a edición,


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f ARTÍNEZ DE SOUSA, José, Dudas y errores de lenguaje, 3 .a edición, Madrid,


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1IRANDA PODADERA, Luis, Ortografía práctica de la lengua española, 40.a edición,


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40LINER, María, Diccionario de uso del español, Tomos I-II, reimpresión, Madrid,
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ZORRILLA DE RODRÍGUEZ, Alicia María y María Luisa OLSEN DE SERRANO REDONNET,


Diccionario de los usos correctos del español, Buenos Aires, Ángel Estrada y Cía., 1996.
ACTUALIZACIÓN ORTOGRÁFICA
(D e acuerdo con la nueva Ortografía de la Lengua Española,
editada por la R ea l Academ ia Española en 1999 con la colaboración de
las Academ ias de la Lengua Esp añ ola).

1. AUN, EN LA LOCUCIÓN CONJUNTIVA AUN CUANDO (‘aunque’), NO LLEVA


TILDE:

Aun cuando lo sepa, no te lo diré.

2. EL PUNTO SE COLOCA DESPUÉS DE C O M IL L A S , P A R É N T E S IS O


C O R C H E T E S D E C IE R R E :

Llegó asustada, pero feliz. (Nadie la había seguido esta vez).


Sus palabras fueron precisas: «No la veré más».
«Lo malo nunca lo es de repente» (Alonso de Ercilla).

3. PARA INDICAR O M IS IÓ N D E T E X T O , SE USAN C O R C H E T E S [...] O


P A R É N T E S IS (...):

E l pensamiento de que la Sagrada Escritura tiene [...] un valor simbólico no es irracional y es


antiguo:

E l pensamiento de que la Sagrada Escritura tiene (...) un valor simbólico no es irracional y es


antiguo: (...).

4. COLOCACIÓN DE LOS S IG N O S D E IN T E R R O G A C IÓ N CUANDO V O C A T IV O


Y P R O P O S IC IÓ N IN C L U ID A OCUPAN EL P R IM E R L U G A R E N L A
O R A C IÓ N :

Vocativo: Juan, ¿decidiste viajar?


Proposición incluida: Cuando salgas, ¿irás a la librería?
126
¿Decidiste viajar, Juan?

¿Irás a la librería cuando salgas?

>
. P A R A E N U M E R A R , C L A S IF IC A R , E T C É T E R A , S E U SA N D O S P A R É N T E S IS O
U N O D E C IE R R E :

(a) a) (1) 1)

i. L A N O R M A IN T ER N A C IO N A L E S T A B L E C E Q U E S E P R E S C IN D A D E L PU N T O
EN L A S C IF R A S D E C U A T R O Y D E M Á S D E C IN C O D ÍG IT O S:

1986 34 567 123 456 3 123 345 65 789 432 123 456 789

Observe que, en las cifras de cinco o más dígitos, el punto es reemplazado con un espacio en
ilanco.

S E U S A L A C O M A P A R A S E P A R A R EN T ER O S D E D E C IM A L E S (2,34), P E R O D E
A C U ER D O CO N L A N O R M A T IV A IN T ER N A C IO N A L, P U E D E U S A R S E T A M ­
B IÉ N E L PU N T O (2.34).

L E X P R E S IÓ N N U M É R IC A D E L T IEM PO . CO N PU N T O O CO N D O S PU N T O S A L A
M A N E R A D E LO S R E L O JE S D IG IT A L E S : 15.30 h ó 15:30 h (A dvierta que la
abreviatura de “ hora” no lleva punto).

9. E X P R E S IÓ N D E U N PER ÍO D O D E T IEM P O , C U A N D O C O IN C ID EN LO S D O S
P R IM E R O S D ÍG IT O S: 1917-99. También es correcto 1917-1999.

0. P U E D E C O LO C A R SE B A R R A E N T R E L A S C O N JU N C IO N ES, E N T R E D O S
P A L A B R A S Y E N T R E P A L A B R A S Y M O R FEM A S:

Traerá carpetas y/o documentos antiguos.

El/los día/s detallado/s.

;l, CITA A PIE DE EJEMPLO:

¿Quién es el mar? ¿Quién es aquel violento


y antiguo ser que roe los pilares
12

de la tierra y es uno y muchos mares


y abismo y resplandor y azar y viento?

(Jorge Luis Borges: «E l mar», E l otro, el mismo)

Observe el uso de los dos puntos después del nombre del autor. En este caso, no se coloca punto despu
del paréntesis de cierre.

12. E L G U IO N U N E P A L A B R A S C O N V A L O R D E E N L A C E :

una relación amor-odio


la línea de subterráneo Olleros-José Hernández

13. E L A S T E R IS C O S E Ñ A L A IN C O R R EC C IO N :

*deceo (por “ deseo” )

entiendo *de que (por “ entiendo que” )

14. NO A B R IR Y C E R R A R C O M ILLA S C U A N D O A P A R E C E U N A C L Á U S U L A
A C LA R A T O R IA :

«El que no tiene celos -dice San Agustín- no está enamorado».

Incorrecto: «El que no tiene celos» -dice San Agustín- «no está enamorado».

15. LO S T ÍT U L O S D E O B R A S PIC T Ó R IC A S V A N E N T R E C O M IL L A S :

Admiramos «Las Meninas», de Velázquez.

16. E L T EX T O R EC O G ID O D EN T R O D E C O M ILLA S T IE N E PU N T U A C IÓ N
IN D E P E N D IE N T E , L L E V A SU S PR O P IO S SIG N O S O R T O G R Á FIC O S D E
E X C LA M A C IÓ N Y D E IN T ER R O G A C IÓ N :

Cuando se levantó, dijo: «¡No me volverán a ver!».

Dijo Alberto: «¿Cuándo regresará tu padre?».


ÍNDICE

Noticia sobre la autora............................................................ 7

Prólogo..................................................................... .......... 9

LA PUNTUACIÓN. SIGNOS DE PUNTUACION............. ........... 11

LA PUNTUACIÓN..................... .............. .............................. 13

EL PUNTO............................................................................ 14

LA COMA............................................................................. 23

EL PUNTO Y COMA............................................................... 42

LOS DOS PUNTOS................................................................ 46

LOS PUNTOS SUSPENSIVOS................................................. 52

LOS SIGNOS DE INTERROGACION V DE EXCLAMACIÓN......... 56

SIGNOS AUXILIARES DE PUNTUACION................................ 63

LOS PARÉNTESIS................................................................ 65

LOS CORCHETES.................. .............................................. 74

LOS PUNTOS ENTRE CORCHETES......................................... 77

LAS COMILLAS..................................................................... 80

LA RAYA O GUIÓN LARGO .................................. 91


Este libro se imprimió en abril de 2000,
en REPROGRAFÍAS JMA S.A.
San José 1573 - (1136) Buenos Aires
República Argentina

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