By: Lindsay Chiong “LιѕѕஜHєяση∂αℓє”

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CONTIENE SPOILERS DE FINALE.

5 AÑOS DESPUES

Estaba lavando los platos de la casa de Vee, mientras ella acostaba a su hija Nora, le había puesto
mi nombre ya que ella decía que el nombre de su mamá no era lo suficiente bonito y que nunca le
iba a poner su nombre a sus hijos así que su última opción era yo, no me había molestado, pero
cada vez que llamaban a la niña yo volteaba a ver y era algo que Vee le daba risa, cosa que
después de los años se volvió molesto.

Ya había lavado y secado todos los platos de la cena cuando Vee regreso.

- Wow amiga estas enorme! – me dijo Vee

- Ay cállate! Como si tú no engordaste en tu embarazo.

- Para tu información, todo lo que engorde fue el peso de mi bebé, además tú pareces que te
comiste una vaca entera.

- oye solo porque comí dos chuletas de res no significa que fuera una vaca entera, además como
por dos, bueno por tres. – dije con una sonrisa. Vee abrió los ojos como platos.

- Como? Que dijiste? Por tres? – Vee me miraba incrédula.

- Así es, por tres, voy a tener gemelos Vee!!! – dije yo emocionada.

- Por qué no me lo habías dicho?! – me dijo Vee molesta, pero al ver mi cara dijo – ok, hasta hace
poco te enteras. Felicidades amiga! Estoy muy feliz por ti – se me acerco a dar un abrazo, después
se agacho y puso sus manos en mi “enorme” vientre abultado.

- Es increíble que tengas dos Patch aquí, pero bueno ojala no sean como su padre – le di una mala
cara, después de todo lo que pasó Vee aun no perdonaba a Patch por todo lo que hizo, por lo
menos lo disimulaba y nunca lo molestaba con eso.

- Patch va a ser un gran padre, al igual a como es un gran esposo – dije yo orgullosamente, y lo
creía, por supuesto que lo creía, siempre estaba a mi disposición y soportaba los momentos en
que estaba de mal humor, a lo que él llama “el infierno en la tierra” cosa que era muy seguido
ahora que estaba embarazada y tenía mis hormonas a flor de piel.

- Además solo es un niño, el otro bebé es una niña.

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- En serio? Pero que emoción vas a tener la pareja! – mi amiga me dedico una de sus más grandes
sonrisas – Y como piensas llamarlos? Por favor no me digas que le vas a poner mi nombre, solo hay
una Vee en este mundo y esa soy yo.

- No te preocupes no lo planeaba hacer. A la niña creo que le voy a poner Ángela, y al niño le voy a
poner Scott, en memoria a nuestro querido Scott – al recordarlo Vee y yo nos pusimos tristes, su
muerte era algo que nos había afectado mucho, y yo había cumplido mi juramento, todos los días
le dedica un momento en recordarlo, al principio lloraba pero después las lágrimas se convirtieron
en sonrisas ya que me resultada muy doloroso recordar la manera en cómo murió, recordaba los
buenos momentos que tuve con él. Ponerle su nombre a mi hijo era muy importante para mí,
porque quería que fuera como él, eso era algo que a Patch no le gustaba, pero lo entendió y me lo
permitió, el estaba eternamente agradecido por salvarme la vida.

- bueno, cuando es el gran día? – me preguntó Vee cambiando el tema.

- No tengo día exacto, estoy en mi noveno mes así que pueden salir en cualquier momento.

- Y ya has pensado si van a ser como nosotras?

- Claro que lo he pensado, y es posible que si, ya que Patch es un ángel caído, pero yo soy una
nephilim de sangre pura y pues no ha habido una combinación así, por lo tanto no sabemos cómo
van a ser. Y no nos importa, mientras nazcan sanos, Patch y yo estamos felices.

Una hora después, Patch me llego a recoger en su Jeep Commander negro, le había pedido que
encontrara uno nuevo porque tenía buenos recuerdos del coche, además era muy cómodo y
puedes hacer todo tipo de cosas en el asiento trasero.

Cuando llegamos a nuestra casa, Patch me ayudo a bajar del Jeep y entrelazó sus dedos con los
míos camino a la puerta.

-Cansada? – me preguntó Patch alzando una ceja negra.

-Depende – le respondí yo con una sonrisa traviesa.

-Mmm….depende de qué? – me dijo adivinando mis intenciones.

-Bueno, leí un artículo que decía que el sexo ayuda al que el bebe nazca más rápido. – dije yo
abriendo la puerta de nuestra casa.

-ah sí? No veo como, pero podíamos hacer un experimento… - dijo Patch atrayéndome hacia él. –
además cuando se necesitan excusas para llevarme a la cama?

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Me dio un tierno beso en los labios pero no se movió, así que hable con mi boca rozando la suya –
Nunca, la verdad solo tengo que chasquear los dedos para que te desnudes y te tiendes sobre mí.

Una risa borboteó desde su pecho, y pegó su boca contra la mía, moviéndola desesperadamente,
desplacé mis manos hacia arriba agarrando su cuello y cabello, mientras que sus manos se
desplazaban hacia debajo de mi cuerpo agarrando mi trasero, dándole un fuerte apretón. Gemí,
apenas podía respirar, y todo lo que respiraba era su aliento que olía a menta, Dios! Nunca me
pude resistir a unos de los besos de Patch, su forma de besar era tan…angelical, sonreí en mi
interior por la idea.

“Ángel?” Patch me habló mentalmente, era algo que hacíamos cuando nuestras bocas estaban
ocupadas o era algo privado y había gente alrededor, casi siempre era lo primero.

“Mmm?”

“Segura que quieres?” su voz sonaba preocupada.

“Desde cuando me preguntas eso? Claro que quiero!”

“Pero es que estas…” adivinado lo que iba a decir me separe de él antes de que pudiera terminar
la oración.

-Estoy qué? – le dije yo, estaba empezando a molestarme.

-Muy hermosa, ángel. – me dijo con una pequeña sonrisa. Pero yo sabía que mentía, lo conocía
muy bien.

-Ibas a decir enorme, verdad? – Oficialmente estaba enojada, y él lo sabía.

-Humm...no...por supuesto que no.

-Claro que sí! No te quieres acostar conmigo solo porque estoy gorda. – Mi voz se quebró y le di la
espalda, mis emociones iban y venían.

- Ángel, mírame – Patch me hablaba con voz suave y tranquilizadora.

Mis ojos estaban a punto de derramar lágrimas así que primero me los limpie con el dorso de la
mano antes de voltearlo a ver. Patch estaba mirándome atentamente, tenía la cara seria, pero sus
ojos negros se miraban afligidos.

-No quise herir tus sentimientos, esa nunca será mi intención, y tampoco quise llamarte gorda ni
enorme, es solo que estas muy embarazada, y pensé que tal vez sería incomodo para ti. Ángel, tu
siempre serás mía, no importa en el paquete que vengas, yo me enamoré de la chica con la que
compartía mesa en biología, de la chica que no le importaba las opiniones de nadie y hacia lo que
quería, de la chica que se sacrificaría por mí, de la chica que se mete a hurtadillas al cuarto de su
enemiga solo para recuperar mis pertenecías, de la chica por la que lucha en guerras. – Sonrió y

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dijo – aún la amo, siempre la amare, a la chica que fue, a la que es, y a la que será en el futuro, y
recuerda yo siempre seré tuyo, puedes hacer conmigo lo que quieras, y yo con gusto lo permitiré.

Se acercó más y me besó, lágrimas rodaron por mi mejilla, pero esta vez eran de amor.

Me despertó un dolor en el vientre, ya había amanecido, mi reloj de mesa indicada las 8: 25 y mi

cama estaba vacía, podía oler los panqueques y tocino que Patch estaba cocinando.

Cuando me levanté de la cama, sentí otro dolor justo debajo del vientre y después sentí que algo
húmedo corría por mis muslos, volví a ver y entonces caí en la cuenta había roto fuentes, mis
bebes estaban a punto de nacer. Un pánico invadió mi cuerpo, que me impidió moverme, otra
ráfaga de dolor me trajo de vuelta y empecé a reaccionar.

-Patch!! – mi grito sonó horrendo por el dolor.

Patch llegó en pocos segundos con una espátula en la mano, se miraba alarmado.

-Qué pasó?? – Preguntó viendo por todos lados.

-Pues que crees que pasa?! Estoy a punto de tener a los bebes!! – dije yo exasperada.

El rostro de Patch se puso pálido del pánico, se quedo ahí parado incapaz de hacer nada, lo
entendía era padre primerizo al igual que yo y todo esto para él era sumamente mundano, le
hubiera dejado hacerse la idea de que iba a ser padre, pero las contracciones eran cada vez más
fuertes y prolongadas y ya no aguantaba más.

-Pero por qué sigues parado ahí haciendo nada?!! Llévame al hospital! O quieres que dé a luz
aquí?! – le grité apurándolo.

Nada. Patch seguía en estado de shock, una contracción hizo que cayera de rodillas por el dolor,
era tan fuerte que grité. Mi grito de dolor hizo reaccionar a Patch e inmediatamente me levantó
del suelo, fue a traer un bolso lleno de ropa que ya tenía preparado y me llevó al Jeep.

-Ok ya estás muy dilatada es hora de pujar – me dijo la doctora preparando todo para el parto.

-Espera! Estás segura? – estaba muy nerviosa. Patch estaba a mi lado y masajeaba mis hombros y
espalda, mientras mi mamá estaba a mi otro lado sosteniendo mi mano.

-Cariño, no te preocupes todo saldrá bien, se que duele pero una vez que todo acabe veras que
valió la pena – me dijo mi mamá con una sonrisa tratando de tranquilizarme, pues no lo lograba.

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-Sí, estoy segura Nora – dijo la doctora suavemente – ya es hora, así que puja.

-ESPEREN! –gritó una chica con voz chillona y familiar desde la puerta. –Esos gemelos no nacerán
sin su tía Vee.

-Pero adonde estabas?! – le grité yo eufórica.

-Perdón bebé, pero tenía que esperar a que Gavin llegase para que cuidara a la pequeña Nora. –
me dijo Vee, como siempre excusándose y culpando su esposo.

-Nora, puja! – me decía la doctora.

Y pujé con todas mis fuerzas. Nada.

-Aaahh! – Duele! – me salían lágrimas de tanta fuerza.

-Ya sé dulzura, pero estas haciendo un gran trabajo, vamos puja con más fuerza! – me animaba la
doctora.

-No hay una manera de suavizar el dolor, no sé, un analgésico o una droga? – preguntó Patch
preocupado.

-No se usan drogas en un parto, Patch! – le regañaba mi mamá.

-Pero mírala Blythe! No soporta el dolor! No le veo lo malo drogarla un poco!

-Ya cállense los dos! No me ayudan! – les grité a los dos antes de que mi mamá se enzarzara en
una pelea con Patch.

Seguía pujando, para el quinto intento la doctora me dijo – Esta coronando! Ya va a salir! – Miró a
Patch y le dijo – No quiere el padre echar un vistazo?

-Humm...no, gracias, prefiero quedarme de este lado. No quiero echar a perder una imagen que
realmente me gusta.

Mi mamá lo miro feo, y Vee siseó algo que sonó como “Puff hombres!”

-Aquí viene! Cabeza… hombros… estómago… piernas… - Y después mi cuerpo se relajó, estaba
cansada pero entonces escuché el llanto de un bebé.

Una de las enfermeras estaba limpiando un pequeño bulto rosa y lo envolvía en una manta.

-Felicidades es un varón. – me dijo la doctora entregándome a mi hijo.

El bebé cabía perfectamente es mis brazos –Es hermoso – le dije a Patch que miraba con
fascinación a su hijo. –Es perfecto- me contestó él con una sonrisa y me besó la coronilla, para
después darle un tierno beso en la frente del bebé.

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Mi mamá estaba llorando, estaba callada y mantenía sus manos en su boca, pero yo sabía que
estaba sonriendo.

Vee se acerco mas con sumo cuidado, poniendo una mano sobre el niño envuelto en su mantita
azul. – Bueno creo ahora tenemos un Scotty - The Cutie. – dijo mientras sonreía.

-Scott? Así le vas a llamar – me preguntó mamá con curiosidad y posiblemente algo de asombro.

-Sí, Scott Cipriano – le respondí con una enorme sonrisa, volteé a ver a Patch y me la devolvió.

-Bonito nombre – fue todo lo que respondió mi mamá.

-Bien, siento interrumpir pero, Nora, tienes que pujar otra vez – la doctora ya estaba en posición
para recibir al otro bebé.

-Ok – le entregué mi pequeño Scott a una enferma y me prepare para pujar.

Esta vez fue más fácil y salió más rápido.

-Es una niña!- declaró la doctora con alegría.

Después de que la limpiaron y arroparon, me la pasaron a mis brazos mientras le pasaban a Patch
el pequeño Scott.

-Mi bella Ángela. –canturrie con ternura.

-Scott y Ángela – repitió Patch con una enorme sonrisa y me dio un largo y suave beso en los
labios.

Y fue así como mi maravillosa vida, se convirtió en aún mejor.

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1 AÑO DESPUÉS

-Yeah!! Feliz Cumpleaños Scott! – gritó con alegría Vee, que estaba en frente de Scott sentados en
el piso.

-No le grites en la cara. – la regañe.

-No le estoy gritando –se defendió Vee – Mi voz es así – y me sacó la lengua.

Sonreí y contemplé el panorama que tenía en mi casa.

Era el primer cumpleaños de los gemelos y habíamos hecho una pequeña celebración, Vee estaba
encantada jugando con la pequeña Nora y mi pequeño Scott, mi mamá estaba sentada en un
sillón, mimando a Ángela mientras le daba de comer un pedazo de pastel, Patch estaba muy
entretenido platicando con Gavin, el esposo de Vee, y de vez en cuando Patch me dirigía una
mirada a mí, y a los gemelos para ver si estaban bien, él no confiaba en Vee ni en mi mamá, yo le
había dicho mentalmente “Tranquilo, Vee también es madre, sabe de cuidar a unos niños, ten un
poco de fe” la única respuesta que tuve de eso fue un leve asentimiento con la cabeza.

También lo había tranquilizado con mi mamá. “en algún momento deberás confiar en mi mamá,
ella me crió a mí, recuerdas?”

“Si, y gran trabajo hizo. Cuantas veces te escapaste de su casa para ir a una fiesta, o a verme a mí
o a saber hacer qué?” me respondió el con tono de burla.

Lo fulminé con la mirada “solo disfruta la fiesta”

Después de unas cuantas horas, la pequeña Nora estaba dormida en brazos de su papá, señal de
Vee para irse.

-Bueno amiga, ya es hora de irse – se acerco a los gemelos que estaban en el sofá dormitando, y le
dio un beso a cada uno –Fue divertido! Deberíamos hacer esto todos los años!

-Amor, los cumpleaños se hacen todos los años, por eso se llaman cumple-años. –le dijo
suavemente Gavin.

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-Jaja, muy divertido. Creo que se acerca una tormenta. Adiós mi amores!

Y con eso se fueron.

-Creo que ya es hora de que yo también me vaya a casa – dijo mamá perezosamente.

-Ok, gracias mamá por venir.

-Sí, de verdad apreciamos que hayas compartido con nosotros esta ocasión especial. – le dijo
Patch con amabilidad.

Nos sonrió, me abrazó a mí, les dio un pequeño besito a los gemelos y se dirigió a la puerta,
cuando la abrió una ráfaga de aire helado la golpeó.

-Uf! Pero que frio! Raro, porque estamos en primavera, será mejor que arropen bien a los niños
para que no se resfríen. – sonrió y se fue.

Patch se dirigió al sofá y cogió en brazos a Scott, mientras yo cogía a Ángela, y los llevamos a su
cuarto para acostarlos en su cuna. Los arropamos bien y me dirigí a la ventana y la abrí.

El aire helado entro hasta mis huesos, un escalofrío recorrió todo mi cuerpo.

-Mi mamá tiene razón, es raro que se avecine una tormenta en esta época.

-Se llama calentamiento global, Ángel.

No le puse mente a lo que dijo, sentía que algo extraño estaba sucediendo, y mi instinto estaba
alerta.

Mientras Patch arropaba a los gemelos, yo seguía viendo la ventana, el cielo estaba distinto esta
noche, era una noche sin estrellas, en vez de estas, era una noche de nubes grises, por lo tanto no
parecía que era de noche ni de día, relámpagos y truenos adornaban el cielo, y ráfagas de vientos
helados recorrían las calles.

Vi que algo volaba en el aire, el viento se encargó de traérmelo. Lo atrape rápido con una mano,
era suave al tacto y largo, cuando abrí mi mano para ver lo que era, mi sangre se heló.

Era una pluma dorada.

Demasiado larga y sedosa para ser de animal. De repente unas imágenes del pasado invadieron mi
mente: yo encontrando una pluma negra en el cementerio, yo, guardando la pluma, en mi gaveta,
yo buscando desesperadamente en una habitación en llamas, plumas quemadas.

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Me volteé hacia a Patch y levante la pluma dorada en alto. Él acababa de arropar a los niños y
cuando miró lo que tenía en la mano, su rostro palideció.

Nosotros sabíamos de donde venia la pluma, lo que no sabíamos, era de quien era.

Yo sabía que Patch era el último ángel caído que quedaba en el mundo. Ya que después de
obtener todas las plumas de todos los ángeles caídos, todas se habían quemado, y los ángeles
caídos fueron encadenados al infierno, incluyendo Patch, y fueron reclutados y liberados por
Dante, claro que después Dante murió y todo su ejército murió con él. Todos excepto Patch que se
había negado.

Patch se acercó lentamente a la ventana donde yo estaba, nunca apartando la vista de la pluma.

Entrelazó sus dedos con los míos, y nos quedamos viendo el cielo nublado, mientras los
relámpagos y truenos caían sobre nosotros.

De repente un remolino de nubes grises y blancas se formó, el aire se volvió demasiado helado,
que hasta podía ver mi aliento cuando respiraba.

Allá arriba, el cielo tronaba, mientras que aquí abajo todo estaba silencioso, las calles dormitaban,
incluso los bebés a pesar del ruido dormían profundamente.

Había pensado que había dejado atrás los problemas y batallas, que mi vida al fin podría ser
normal y tranquila, estaba equivocada.

Pude sentir como Patch se tensaba a mi lado, no quitaba la vista del cielo. Él sabía lo que iba a
ocurrir, como si ya lo hubiera vivido, y de algún modo, yo también lo sabía.

No muy a lo lejos, arriba de nosotros, dentro del remolino de nubes, relámpagos y truenos, un
ángel caía del cielo.

FIN

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