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Tratado Torrijos-Carter.

Tratado Torrijos-Carter

A comienzos de 1970, la cancillería panameña en un análisis sobre los proyectos


de Tratado Tres en Uno o Robles-Johnson indicó que los mismos no eran
utilizables ni siquiera como base para futuras negociaciones y decidió abrir un
nuevo proceso de entendimiento con el gobierno de los Estados Unidos. Sin
embargo, la actitud tibia de Washington provocó que Torrijos aplicara una
diplomacia agresiva con el objetivo de ganar adherentes para la causa panameña.
Dentro del marco de esta política, logró que la reunión del Consejo de Seguridad
de las Naciones Unidas se realizara en Panamá, en marzo de 1973. Los países
participantes votaron una resolución de apoyo a Panamá para de que se firmara a
la brevedad posible un nuevo Tratado justo y equitativo que eliminara las causas
de conflicto entre Panamá y los Estados Unidos, tal como se había acordado en la
Declaración Moreno-Bunker de 1964.

Casi un año después, el 7 de febrero de 1974, se firmó en la ciudad de Panamá la


Declaración de los Ocho Puntos entre el canciller Juan Antonio Tack y el
Secretario de Estado Henry Kissinger. Esta Declaración Conjunta, conocida como
Tack-Kissinger, establecía los principios básicos de la nueva relación contractual.
Entre ellos, cabe destacar: abrogación del Tratado de 1903 Hay-Bunau Varilla y de
sus reformas; eliminación del concepto de la perpetuidad, toda vez que el nuevo
Tratado tendría una fecha fija de entrega del Canal; fin de la jurisdicción
norteamericana en territorio panameño; devolución a Panamá de la Zona del

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Canal; Panamá tendría una participación justa y equitativa en los beneficios
derivados de la operación del Canal e intervendría en su administración, al tiempo
que participaría junto a los Estados Unidos en la defensa y protección del Canal y
en la ampliación de la vía, llegado el caso que fuese necesario.

A partir de entonces, Torrijos intensificó su lucha para dar a conocer a los países
del mundo las justas reclamaciones panameñas en relación al Canal. Panamá
pasó a integrar el bloque de países no alineados y buscó el apoyo de los países
latinoamericanos. Incluso, el asunto del Canal, llegó a ventilarse en la Cumbre de
los No Alineados en Sri Lanka, en 1976, de la que salió un comunicado a favor de
nuestro país. Por primera vez, en siete décadas, Panamá se escapaba de la órbita
de los Estados.

En la noche del viernes 11 de octubre de 1968, la Guardia Nacional derrocó al


presidente Arnulfo Arias, que se encontraba en un cine de la ciudad. Al enterarse,
se refugió en la Zona del Canal bajo el control del ejército norteamericano. El
mayor Boris Martínez desde Chiriquí y el teniente coronel Jose Humberto
Ramos desde Santiago, comandaron el golpe de estado. Se impuso una Junta
Provisional de Gobierno, dirigida por los coroneles José María Pinilla y Bolívar
Urrutia. La noche del Golpe de estado, el teniente coronel Omar Torrijos, se
encontraba en la Zona del Canal.

El 12 de octubre en el periódico El Mundo (el único que circuló ese día) se indicó
que una Junta Miliar se había hecho cargo del poder, sin mencionar los nombres
de sus integrantes y que tropas con cascos de acero y armadas con
ametralladoras rodearon la residencia de Arnulfo Arias, quien logró refugiarse en
la Zona del Canal. Informó, asimismo, que tiroteos esporádicos se suscitaron "en
los sectores más pobres de la ciudad", mientras que el Director del Hospital Santo
Tomás declaró que un hombre y una mujer resultaron heridos de bala. El diario
advirtió que todos los derechos civiles habían sido suspendidos.

Durante 1968 y 1969 se había dado actividad guerrillera en la urbe y en el interior


del país por parte de la Federación de Estudiantes de Panamá y otras
organizaciones, así como de simpatizantes del derrocado presidente Arias.

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También hubo actos bélicos contra la Guardia Nacional, el cierre de diarios y se
desarrolló la emisión de panfletos y escritos clandestinos. Por su parte, la Junta
clausuró varios medios radiales y la Universidad de Panamá fue cerrada por varios
meses.

Finalmente, tras largas y complicadas negociaciones en las que participaron por


parte de Panamá Rómulo Escobar Betancourt, Carlos López Guevara, Aristides
Royo, Diógenes de la Rosa; Nicolás Ardito Barletta, y Gabriel Lewis Galindo, entre
otros , y por los Estados Unidos Ellsworth Bunker y Sol Linowitz, el 7 de
septiembre de 1977, se firmaron en la sede de la OEA en Washington, el Tratado
del Canal de Panamá y el Tratado concerniente a la neutralidad Permanente y
Funcionamiento del Canal de Panamá, mejor conocidos como Tratados Torrijos-
Carter.

Dada la complejidad de los Tratados señalaremos los aspectos más importantes,


agrupando sus disposiciones en cuatro grandes ítems, a saber:

1) Soberanía: se reconocía la soberanía de Panamá sobre la Zona del Canal y por


tanto la República tendría una participación creciente en la administración
protección y defensa del Canal. En virtud de lo anterior, la Zona del Canal
quedaba sujeta a la legislación panameña y ahora se denominaba Área Canalera.
Sin embargo, Panamá le otorgaba a los Estados Unidos los derechos necesarios
para operar el Canal, que entraría en poder nacional, el 31 de diciembre de 1999,
al mediodía.

2) Administración del Canal: estaría a cargo de una agencia gubernamental


estadounidense denominada la Comisión del Canal de Panamá, cuya Junta
Directiva estaría integrada por nueve miembros (5 estadounidenses y 4
panameños) todos nombrados por los Estados Unidos. Hasta el 31 de diciembre
de 1989, el Administrador sería un ciudadano norteamericano y el Sub
administrador panameño. A partir del 1 de enero de 1990, esta situación se
invertía.

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3) Defensa del Canal: ambas naciones se comprometían a proteger y defender el
Canal. Sin embargo, se dejaba constancia que durante la vigencia de este Tratado
los Estados Unidos tendría la responsabilidad primaria en este campo. Se
estableció una Junta Combinada compuesta por igual número de militares de alto
rango de ambos países.

4) Beneficios económicos: revertirían a Panamá el 60% de las tierras e


infraestructuras del área canalera. Entre otros bienes pasaban a Panamá: el
ferrocarril, los puertos de Balboa y Cristóbal y el Fuerte Gulick donde funcionaba la
Escuela de las Américas. Panamá recibiría diez millones de dólares por parte de la
Comisión del Canal por los servicios públicos que prestaría en las áreas
revertidas. Igualmente, recibiría una suma proporcional de los peajes pagados por
los barcos que transitaran por el Canal.

También se adoptaban medidas para preservar la ecología de la cuenca del


Canal.

Adicional a este Tratado se firmó el Tratado Concerniente a la Neutralidad


Permanente del Canal y su funcionamiento que no tiene fecha de vencimiento.
Este documento establecía la neutralidad permanente de la vía interoceánica, pero
advertía que si por cualquier razón los barcos de Panamá o de los Estados Unidos
debían pasar antes, tendrían el paso expedito. De manera que era una neutralidad
muy sui generis. Según Torrijos este Tratado colocaba a Panamá “bajo el
paraguas del Pentágono”.

El 23 de octubre de 1977, Torrijos decidió someter los Tratados a un plebiscito


popular. Según cifras oficiales se dieron 500 mil votos a favor de la ratificación del
pacto y poco menos de 250 mil en contra. Pero en los Estados Unidos las cosas
no serían tan fáciles. El Congreso no ratificó los Tratados sin añadirles enmiendas
que desvirtuaban con mucho el documento original. La Reserva o Enmienda De
Concini estableció que si el Canal fuese cerrado o se entorpeciera su
funcionamiento, cada parte podría tomar la medidas necesarias, incluyendo el uso
de la fuerza militar para normalizar el funcionamiento de la vía interoceánica.

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En tanto que la Reserva Nunn estableció que después del 31 de diciembre de
1999 ambas naciones podían negociar y firmar acuerdos para preservar la
neutralidad, e incluso el establecimiento de fuerzas militares estadounidenses o de
bases.

Estas enmiendas no fueron sometidas a un plebiscito en nuestro país y en abril de


1978 la cancillería declaró que las mismas no mancillaban la dignidad nacional.
Pero no era ese el sentir popular.

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