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Rev.

Ciencias Sociales 139: 27-51 / 2013 (I)


ISSN: 0482-5276

CONTRIBUCIONES DEL PSICOANÁLISIS LACANIANO


A LA TEORÍA POLÍTICA Y SOCIAL CONTEMPORÁNEA Y AL ANÁLISIS
SOCIOPOLÍTICO CRÍTICO1

CONTRIBUTIONS FROM THE LACANIAN PSYCHOANALYSIS


TO THE CONTEMPORARY SOCIAL AND POLITICAL THEORY
AND THE CRITICAL SOCIOPOLITICAL ANALYSIS

Hernán Fair*

RESUMEN

El artículo analiza algunas contribuciones teóricas relevantes del psicoanálisis lacaniano


a las Ciencias Sociales y Humanísticas. Específicamente, hace hincapié en algunos de sus
principales aportes e implicancias para el desarrollo de la teoría política y social contempo-
ránea, así como, al análisis sociopolítico crítico.

PALABRAS CLAVE: LACAN * PSICOANÁLISIS * TEORÍA SOCIAL * TEORÍA POLÍTICA * ANÁLISIS


SOCIOPOLÍTICO * IZQUIERDA LACANIANA

ABSTRACT

This article analyzes some relevant theoretical contributions from the Lacanian psychoa-
nalysis to the Social Sciences and Humanities. Specifically, it emphasized its main theore-
tical contributions and implications for the development of the contemporary social and
political theory and critical sociopolitical analysis.

KEY WORDS: LACAN * PSYCHOANALYSIS * SOCIAL THEORY * POLITICAL THEORY *


SOCIOPOLITICAL ANALYSIS * LACANIAN LEFT

1 Una versión anterior de este trabajo fue presentado en las IX Jornadas de Sociología “Capitalismo del siglo XXI, cri-
sis y reconfiguraciones. Luces y sombras en América Latina”, Carrera de Sociología, Facultad de Ciencias Sociales,
Universidad de Buenos Aires (UBA), Ciudad de Buenos Aires, 8 al 12 de agosto de 2011. Agradezco al evaluador anó-
nimo de esta revista por sus pertinentes sugerencias y comentarios.

* Universidad de Buenos Aires (UBA), Argentina.


herfair@hotmail.com / fairhernan@gmail.com
28 Hernán Fair

1. INTRODUCCIÓN2 En ese marco, han dejado en un lugar


relegado su indudable acercamiento a las cien-
Mucho se ha escrito en las últimas déca- cias sociales y humanísticas. Se ha pretendido
das acerca de la teoría psicoanalítica del célebre olvidar, en ese sentido, que el propio Lacan,
y polémico pensador francés Jacques Lacan. además de ser un asiduo lector de la filosofía,
Sin embargo, como señalaba hace unos años incluía, entre sus trabajos y escritos, una plura-
Ernesto Laclau (1992), en el prólogo de la obra lidad de citas referidas a pensadores externos al
de Slavoj Zizek, El sublime objeto de la ideolo-
campo psicoanalítico, o incluso al psicológico.
gía, la mayoría de los trabajos, con excepciones
Así, se pueden observar diversas menciones,
como la denominada Escuela psicoanalítica
algunas más habituales que otras, a la filoso-
eslovena, liderada precisamente por el renom-
fía antigua (Aristóteles y Platón) y moderna
brado filósofo y psicoanalista esloveno, han cen-
(Kant, Hegel, Descartes, Marx y Wittgenstein),
trado históricamente su interés en su aspecto
a la lingüística (De Saussure), a la semióti-
puramente clínico.
ca social (Peirce), a la epistemología crítica
2 Se enfatiza que se trata de algunas contribuciones (Quine, Frege, Godel y Lakatos), e incluso a
y no del conjunto, más aún cuando una parte de la la filosofía china (Tao). Además, numerosos
compleja y extensa obra de Lacan permanece aún autores han destacado la influencia que ha
inédita. Además, cabe destacar que el “legado” de ejercido sobre su obra el pensamiento de filóso-
esas contribuciones nunca está dado de antemano,
ni debe ser entendido como el desarrollo de “la”
fos contemporáneos de la importancia de Levi
verdadera teoría lacaniana, sino que es producto Strauss, Merleau Ponty, Heidegger, Nietzsche,
de una interpretación puramente personal, conse- Foucault, Sartre y Kojeve, o lingüistas como
cuencia de una serie de lecturas también personales Benveniste y Jacobson, a pesar de que el propio
y selectivas. Además, se debe destacar las valiosas
Lacan pudiera no citarlos de manera explícita.
contribuciones y aportes que he recibido (y de las
que soy deudor) de trabajos que han aplicado empí- Cabe mencionar, a su vez, que el propio Lacan,
ricamente al análisis político algunas categorías especialmente en sus últimos seminarios, ha
provenientes del psicoanálisis lacaniano, como los desarrollado un tipo de análisis interdisciplina-
de Biglieri (2006) y Gómez (2006), así como de rio, en confluencia con varios de los temas más
las clases en el Doctorado de la UBA y las diversas
conversaciones e intercambios personales y electró-
relevantes relacionados a la teoría política y
nicos que he tenido con algunos referentes que he social y al análisis sociopolítico crítico3.
mencionado, incluyendo académicos, profesores y
analistas provenientes, tanto del campo del psicoa- 3 En ese marco, este artículo responde a un conjun-
nálisis como también de la teoría política, así como, to de lecturas autodidactas que incluyen varios de
otros aportes de colegas cuya lista sería difícil de los más importantes escritos y seminarios del pro-
sintetizar, pero que me han ayudado, en estos años, pio Lacan en diversas etapas de su obra. Además,
a intentar comprender al menos una parte de la (tal debo reconocer los indudables aportes que he
vez alevosamente) intrincada y compleja, pero a la recibido de algunos de los principales seguidores
vez fascinante y estimulante, teoría psicoanalítica y referentes de la teoría y el pensamiento político
lacaniana. En muchos casos, estos colegas y ana- “posfundacional” (entre los más destacados, Zizek,
listas me han alentado a continuar en esta disputa Stavrakakis, Alemán, Badiou y Laclau), quienes
hegemónica tendiente a destacar las contribuciones promueven diversas vinculaciones entre el psicoa-
que puede brindarnos la teoría psicoanalítica al nálisis y lo político (en sentido amplio). En dicho
análisis sociopolítico crítico. Por último, quisiera contexto, además, me he enriquecido notablemen-
destacar que la selección de exégetas y referen- te y he aprendido mucho, con la lectura de exége-
cias clave que he mencionado, no implica olvidar tas que han analizado diversos aspectos de su obra,
los aportes de otras referencias académicas habi- como su teoría de los discursos sociales (Álvarez,
tualmente consideradas más “relevantes” (Louis 2006), la teoría de los conjuntos y sus relaciones
Althusser, Elizabeth Roudinesco, Jacques Alain con la política (Badiou, 2007), el concepto lacania-
Miller, Eric Laurent, Jean Claude Milner, entre no de goce (Braunstein, 2006), las relaciones con
tantos otros), pero es por ello que he enfatizado que la epistemología post-racionalista (Alemán, 2010),
este trabajo condensa una interpretación personal, el pensamiento de Heidegger (Alemán, 1993), la
producto de las lecturas, interacciones e influencias dialéctica hegeliana y el kantismo (Zizek, 1992 y
propias, lo que pudiera o no ser compartido por 2003), la semiótica social (Rome, 2009) y la lin-
otros exégetas del pensamiento lacaniano. güística (Dor, 1997), o bien han desarrollado los

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Así, aunque las intersecciones entre el así como la contemporánea (Heidegger, 1991),
psicoanálisis, lo político y lo social se encuen- los enfoques críticos (Adorno y Horkheimer,
tran presentes ya desde sus primeros semi- 2002) y posmodernos (Lipovetsky, 2000) y la
narios y escritos, continuando con la idea teoría política, social y cultural (Bauman, 2003,
freudiana de que toda psicología individual 2007), la primacía que adquiere la lógica del
representa también una psicología social consumo masivo y el hipermercantilismo en
(Freud, 1979), es especialmente a partir de su la sociedad capitalista. En la misma línea, ha
seminario XVII, “El reverso del psicoanálisis”, criticado también, en consonancia con la teoría
conocido corrientemente como el seminario crítica de la Escuela de Frankfurt (Marcuse,
sobre los “Cuatro discursos”, donde el teórico 1983; Adorno y Horkheimer, 2002), la sociología
y analista francés ha incursionado de manera cultural (Bourdieu, 1984), la teoría y filosofía
definitiva, aunque muchas veces sutil, en los política post-estructuralista (Laclau y Mouffe,
temas filosófico-político-sociales-culturales. En 1987; Laclau, 1996 y Ranciere, 1996), el análi-
ese contexto, aunque siempre más interesado sis semiótico del discurso de origen peirciano
en los efectos derivados en el plano individual (Verón, 1987) y los enfoques filosóficos pos-
del sujeto 4 , Lacan (2006) ha criticado, en la modernos (Lyotard, 1992) y de pensamiento
misma línea que una parte de la teoría y filoso- complejo (Morin, 1998), la modalidad de estruc-
fía política y social moderna (Rousseau, 1996), turación y legitimación política que presenta
el discurso de la Ciencia tradicional, rechazada
principales vínculos existentes entre la teoría y por intentar borrar la presencia del sujeto y sus
filosofía política y el análisis sociopolítico crítico elementos de subjetividad inherentes, en pos de
y el psicoanálisis lacaniano (Stavrakakis, 2008 y
una Ciencia posicionada como puramente obje-
2010; Alemán, 2010), hallando algunas similitu-
des y afinidades entre sus categorías y la teoría tiva y neutral.
política contemporánea (Zizek, 1992, 2001, 2003 y Finalmente, desde sus primeros escri-
2006; Laclau, 2003 y 2005; Lebrún, 2003; Copjec, tos, Lacan (1982, 1987 y 2003) ha destacado
2006). En todo caso, conscientes de que existe una la primacía que adquiere el lenguaje como un
pluralidad de interpretaciones diferentes sobre el
psicoanálisis lacaniano, en este ensayo nos situa-
elemento material que contribuye a conformar
mos (me sitúo) en un “marco teórico” que ha dado y a modificar al sujeto, las identidades y creen-
en llamarse, de manera arbitraria, la “izquierda cias subjetivas, en un aporte conceptual que
lacaniana” (Alemán, 2010; Stavrakakis, 2010), con encuentra afinidades con enfoques como la filo-
una orientación más o menos definible a favor de
sofía analítica (Wittgenstein, 1987), el pragma-
las vinculaciones entre el psicoanálisis lacaniano,
la teoría política y social y el análisis sociopolítico tismo anglosajón (Austin, 1998), la semiótica
crítico, desde una posición en defensa explícita social (Pierce, 1955 y Benveniste, 1989) y el post-
de una democracia (y un énfasis normativo en estructuralismo (Laclau y Mouffe, 1987; Derrida,
la democratización) “radical y plural” (Laclau y 1989). Sin embargo, donde se puede observar
Mouffe, 1987).
con más detalle esta confluencia posible con la
4 Cabe aclarar que cuando hace referencia a la teoría teoría filosófica de la política y el análisis políti-
política y social, lo hace en un sentido amplio,
incluyendo, en ese sentido, a la filosofía política y
co, social y cultural, es en sus últimos semina-
social, al entender que toda teoría política repre- rios, especialmente el XIX y el XX. En aquellos
senta, a su vez, o se encuentra íntimamente ligada seminarios, conocidos como O peor y Aun, el
(pese a poder diferenciarse y adquirir una “auto- psicoanalista francés desarrolla un análisis teó-
nomía relativa”), a una determinada teoría social
rico que encuentra afinidades directas con la
y a una determinada filosofía política y social. Del
mismo modo, toda sociología política se inserta teoría y la sociología política “posfundacional”
también en el marco de una determinada teoría (Marchart, 2009), e incluso con la epistemología
política y social (o de una determinada teoría polí- crítica. En ese contexto, se remonta a las con-
tica que constituye a lo social), en tanto la política, tribuciones iniciales de Descartes, para criticar,
a través del discurso político, es el elemento que,
desde el enfoque que seguimos aquí (y que com-
desde los aportes de la semiótica peirciana, la
parte el psicoanálisis lacaniano), constituye imagi- filosofía analítica del “segundo” Wittgenstein y la
nariamente el lazo social. epistemología post-racionalista de Quine, Frege,

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Godel, Lakatos y Feyerabend, el tipo de discurso pueden situarse (es decir, construirse y articu-
objetivista y cientificista que tiene su origen larse) los principales aportes de su extensa obra
en la lógica formal aristotélica, la geometría a las ciencias sociales en general, así como a la
de Euclides y el empirismo leibniziano, hasta teoría y el análisis político crítico en particular.
alcanzar su elixir con el positivismo lógico y el Lejos de desconocer que el objetivo central del
conductismo anglosajón (Lacan, 1971-1972 y psicoanálisis lacaniano y del psicoanálisis en
2008). Al mismo tiempo, en estos y otros semi- general, se vincula a una interpretación crítica
narios, así como en textos (Lacan, 2005, 2006), tendiente a la emancipación del sujeto en un
el célebre pensador francés se opone con fuerza plano más cercano a lo individual, interesa
a la fe positivista en el progreso y el avance de la examinar las posibles aplicaciones e implican-
Ciencia como emancipadoras del hombre, y en cias de sus categorías analíticas para el desa-
la propia fe en el hombre como elemento eman- rrollo de una ciencia social (y en especial, una
cipador, ya sea a través de la clase, el partido, ciencia política) más compleja y con mayor
la administración, o cualquier otro elemento capacidad crítica.
sustituto que cumpla esa función, en una críti- En ese contexto, el objetivo principal no
ca anti-positivista que incluye desde Hegel y el consiste en “hallar” posibles afinidades o simi-
marxismo, hasta el positivismo racionalista y el litudes entre el enfoque lacaniano y la teoría
empirismo conductista. política, ni tampoco consiste en indagar en los
Es, precisamente, a partir del recono- aportes de las ciencias sociales y humanas a la
cimiento de estas afinidades y diálogos poten- teoría psicoanalítica, sino en intentar examinar
ciales entre el psicoanálisis lacaniano y los el sentido inverso, analizando algunas de las
temas circundantes de la teoría política y social contribuciones teóricas que pueden derivarse
contemporánea 5, en donde, a nuestro entender, de la obra del célebre psicoanalista francés,
al campo de lo político (en sentido amplio)6.
5 A fin de cuentas, el psicoanálisis se aplica sobre Específicamente, se procura hacer hincapié
pacientes individuales, aunque sabemos que el
individuo nunca es plenamente un individuo ais-
en lo que se considera que constituyen algu-
lado, sino un ser social atravesado por la sociedad nas de las principales herramientas que puede
y la cultura, como efecto del lenguaje (Lacan lo brindarnos el psicoanálisis lacaniano para el
define, a partir de Heidegger, como un “ser que desarrollo y expansión de la teoría política y
habla”). De allí que el psicoanálisis no pueda des- social, así como al análisis sociopolítico crítico.
atenderse nunca de lo cultural y de lo social, que
lo sobredeterminan ya desde el nacimiento (con
Como cientistas sociales, se espera en definiti-
la imposición de un nombre). En ese marco, el va, acercarse al cumplimiento de dos objetivos
único comentario metodológico que se dirá al “trascendentales”. En primer lugar, contribuir
respecto, es que los aportes teóricos de Lacan en a promover y fomentar el análisis multi e inter-
términos similares o confluentes con la teoría disciplinario o transdisciplinario, que permita
política y social contemporánea, en particular en
su Seminario XVII, se enmarcan originariamente
las neurociencias, el conductismo, la psicología
en un discurso analítico que, aunque comparte
“evolutiva” y la psicología cognitiva), cosmovisio-
ampliamente los principales presupuestos teóricos
nes racionalistas que, al igual que las diversas filo-
y epistemológicos de la teoría política contempo-
sofías ontológicas que nacen en la Antigüedad, y se
ránea que se retoma en este trabajo, parten de la
desarrollan con el capitalismo moderno, rechazan
base de las relaciones sociales en términos predo-
el deseo inconsciente y por lo tanto, la relevancia
minantemente individuales. No obstante, como
que adquiere el lenguaje, el sujeto y la alteridad,
se verá, Lacan (2006) luego extiende y dialecti-
además de creer en una ciencia objetiva que, a
za la misma lógica de la “diferencia ontológica”
partir del supuesto saber superior del clínico, se
(Marchart, 2009), al conjunto de los discursos exis-
basa en la hipermedicalización experimental sobre
tentes (Discurso del Capitalismo, del Amo antiguo,
el “sujeto”. Acerca de los “interlocutores” princi-
del Universitario, de la Histérica y del Analista). En
pales a los que se enfrenta Lacan, véase Ramírez
ese contexto, que permite dilucidar sus fructíferos
Escobar (2009).
aportes a la teoría y la filosofía política y al análisis
sociopolítico contemporáneo (Stavrakakis, 2008: 6 También sus indudables aportes a la epistemología,
17 y ss.), su crítica principal se dirige hacia los desarrollados por autores como Badiou (2007) y
enfoques de la “psicología científica” (entre ellas, Alemán (2010).

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una mayor complejización de aquello que defi- y social crítica, en particular, para el análisis
nimos como lo social. En segundo término, de sociopolítico posfundacional y de “izquierda
manera simultánea, aportar algunos elementos lacaniana”. En algunos casos, se han agregado,
teóricos que contribuyan a la construcción, además, algunas implicancias epistemológicas,
desarrollo y expansión de una “izquierda laca- pretendiendo contribuir, nuevamente, a una
niana” (Alemán, 2010 y Stavrakakis, 2010) que mayor comprensión de los múltiples e incalcu-
recupere la función política de crítica radical y
lables aportes que sin dudas, brindan las herra-
transformación de las condiciones existentes,
mientas provenientes de la teoría psicoanalítica
promoviendo una mayor democratización en
todos los campos del quehacer humano y la lacaniana7.
extensión normativa de una sociedad más justa,
digna, libre, igualitaria y solidaria. 2. SEIS CONTRIBUCIONES DEL PSICOANÁLISIS
Para intentar llevar a cabo esta tarea, en LACANIANO A LA TEORÍA POLÍTICA Y
este artículo se examinarán seis importantes SOCIAL CONTEMPORÁNEA Y AL ANÁLISIS
contribuciones que, desde nuestro punto de SOCIOPOLÍTICO CRÍTICO8
vista, puede ofrecernos la teoría psicoanalítica 2.1. EL INCONSCIENTE ESTRUCTURADO COMO UN
lacaniana para el desarrollo y expansión de la
LENGUAJE
teoría y el análisis político y social contempo-
ráneo: 1) La presencia del inconsciente estruc-
turado como un lenguaje, lo que se vincula a Sigmund Freud, inventor y máximo sím-
la primacía que adquiere el significante para la bolo del psicoanálisis y de su método interpre-
conformación del sujeto y del lazo social, así tativo, fue el primero en subrayar la relevancia
como, la recuperación de la retórica, a partir clave y fundamental que adquiere el elemento
de la metáfora y la metonimia, 2) La afirma- inconsciente en la práctica individual e incluso,
ción acerca de la “imposibilidad” de la “relación
sexual”, lo que se relaciona a la lógica teórico- 7 Esta recuperación de las contribuciones de la obra
de Lacan no debe llevar, sin embargo, a un “endio-
política y epistemológica del “no todo”, 3) La samiento” doctrinario y dogmático que impida
identificación en torno al denominado “objeto la crítica sobre sus postulados teóricos. El propio
a”, vinculado a la construcción parcial del lazo Lacan parece advertirnos que no lo tomemos tan
social, 4) La teoría de los tres registros (RSI), en serio, cuando hace hincapié en lo “barrado”
de todo discurso, aunque se debe reconocer que
relacionada a la presencia del nudo borromeo
muchos de sus seguidores, comenzando por su
como una nueva configuración que estructura/ principal “heredero”, Jacques Alain Miller, funda-
desestructura lo que denominamos lo social, 5) dor de la Asociación Mundial de Psicoanálisis y
La denominada Teoría de los Cuatro Discursos, dueño de los derechos de edición de los Seminarios
que permite comprender diversas modalidades de Lacan (algunos de ellos, todavía no autorizados
por el propio Miller para su edición pública), han
de estructurar discursivamente el lazo social y generado a un Lacan-Dios, como hay también un
6) La importancia del “goce” y el “plus de goce”, Dios Marx, que no admite críticas y debates sobre
en tanto elemento primordial que sobredeter- su enseñanza. Sobre la experiencia de este dogma-
mina la conformación de la subjetividad. tismo en el caso argentino, centrado especialmen-
te en la Escuela de Orientación Lacaniana (EOL),
A continuación, se analizará, de un modo
véase Vainer (1997).
sintético, estos seis aportes teóricos. En ese
8 Se reitera que se trata solo de algunas contribu-
marco, para enriquecer y promover el diálo-
ciones e implicancias que pueden derivarse de su
go fecundo y contribuir a una mayor y mejor obra, así como de una interpretación posible, entre
comprensión de nuestro “objeto”, se ha deci- otras igualmente válidas. Además, se debe destacar
dido incorporar un apartado derivado de cada que las contribuciones teóricas que se plantean
contribución, que coloca el eje en lo que se en este trabajo se encuentran, en su mayoría,
interrelacionadas entre sí, por lo que no deben ser
aprecia que constituyen las principales impli- entendidas con independencia unas de otras. En
cancias derivadas del enfoque lacaniano para ese marco, la distinción propuesta es meramente
la expansión y el desarrollo de la teoría política analítica y ordenadora.

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como en sus textos llamados “sociales” 9, en la documentados10, toda una simbología parti-
práctica colectiva de los sujetos. Precisamente, cular para expresar su significación cultural.
el psicoanálisis se centra en la interpretación Básicamente, sin centrarse en el detalle espe-
del inconsciente de los sujetos, situación que cífico de este intrincado tema, lo más relevante
se manifiesta simbólicamente en los sueños, que descubrió el genio de Freud es que los sue-
lapsus, actos fallidos y chistes (Freud, 1973a, ños manifiestan el deseo inconsciente mediante
1973b y 1979). una serie de “condensaciones” y “sustituciones”,
Lacan, como continuador crítico de las basadas en la “libre asociación” de símbolos que
enseñanzas iniciales de Freud, destacará la realiza el sujeto (Freud, 1979).
Lo que hará Lacan (2003), como en tan-
relevancia fundamental que adquiere el deseo
tas otras ocasiones, será retomar esta distin-
inconsciente, aunque realizará importantes
ción y complementarla con algunos aportes
reformulaciones, en muchos casos, contra los
reformulados de la lingüística estructuralista
propios presupuestos de su “maestro”. Una de De Saussure (1961), en este caso, articulados
de las más importantes es la afirmación de con las contribuciones de Roman Jacobson
que el inconsciente “se estructura como un (1985) referidas a la metáfora y la metonimia.
lenguaje”. ¿Qué significa esto? Significa, a En ese marco, dirá que la lógica de condensa-
grandes rasgos, que el deseo inconsciente se ción y sustitución de los sueños, toma la forma
constituye y se manifiesta de manera cohe- de “metáforas” y “metonimias”, expresadas
rente y estructurada mediante el lenguaje. mediante la estructura gramatical del lenguaje.
Recordemos que Freud ya había destacado la A partir de allí, señalará que el inconsciente se
relevancia clave que adquiere el deseo incons- manifiesta de manera estructurada y coherente
ciente y su manifestación mediante los sueños en el sujeto mediante metáforas y metonimias
(Freud, 1979), actos fallidos, lapsus involunta- que simbolizan imaginariamente la unidad
rios (Freud, 1979a) y chistes (Freud, 1979b). deseada. Haciendo un paréntesis, se debe men-
El análisis más importante y reconocido de cionar, brevemente, una de las premisas prin-
todos ellos es, sin dudas, el de los sueños, en cipales del psicoanálisis, que luego se detallará
el que Freud construirá, a partir del estudio en el punto acerca de la ausencia de relación
empírico de centenas de casos debidamente sexual y sobre el goce. Es la premisa que afirma
que todo sujeto, una vez instaurado el orden
9 Por textos “sociales” se hace referencia a los tra- significante que lo determina (el orden de las
bajos que más explícitamente aluden a cuestiones
socioculturales y sociopolíticas, o concernientes a 10 Una de las principales (y más curiosas) críticas
la construcción del lazo social, en particular a “El al psicoanálisis es su presunta ausencia de empi-
malestar en la cultura”, “Psicología de las masas ricidad, lo que se vincula, desde el empirismo
y análisis del yo” y “Tótem y Tabú”. En realidad, hegemónico, a la condición de cientificidad y, por
como se dijo, el propio Freud rechaza la distinción lo tanto, de garantía de objetividad de toda teo-
tajante entre la psicología individual y la social, ría. Si bien el psicoanálisis, como afirma Lacan,
lo que ha llevado a diversos análisis marxistas a no es (ni pretende ser) una Ciencia en sentido
recuperar sus contribuciones teóricas (al respecto, estricto, representando más bien un método
véanse, por ejemplo, Marcuse, 1983 y Horkheimer interpretativo, difícilmente pueda hallarse en las
y Adorno, 2002). Este trabajo, no obstante, se cen- Ciencias Sociales y Humanísticas (incluyendo a
trará en los aportes del psicoanálisis lacaniano, la Economía), una disciplina tan empírica como
entendiendo que, pese a su indudable herencia aquella. Debemos tener en cuenta, en ese sen-
freudiana, Lacan presenta profundas críticas a su tido, que para su simbología de los sueños, así
“maestro”, lo que lo aleja en gran medida del freu- como para su análisis de los actos fallidos, lapsus
dismo y lo acerca a una especie de post-freudismo y chistes, Freud recopiló centenas de testimonios,
que, en algunos casos, es claramente diferente (y anécdotas y “fallidos” de sus propios pacientes. A
hasta antagónico) a los presupuestos freudianos partir de la documentación de ese amplio corpus
clásicos. Posiblemente, para destacar una analo- es que elaboró (y luego reelaboró varias veces) su
gía plausible dirigida a aquellos lectores de teoría teoría de los sueños, chistes y actos fallidos, como
política, Lacan sea a Freud y al freudismo, lo que expresiones del deseo inconsciente (véase Freud,
Laclau es a Gramsci y al marxismo. 1973a, 1973b y 1979).

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palabras, expresadas bajo la forma estructura- cruciales para el estudio de las relaciones entre
da del lenguaje), desea el retorno a la unidad la retórica y el discurso, con larga tradición en
perdida con el cuerpo de la Madre (la llamada ciencias sociales desde Aristóteles, el Grupo
Cosa). Como esa unidad es imposible, ya que Mu y los estudios de comunicación (Le Guern,
al nacer se trata de dos cuerpos separados para 1976; Lakoff y Johnsonn, 1988), e incluso, recu-
siempre, a partir de su prohibición (castración peradas de forma reciente por el análisis polí-
fálica), se desea el retorno a la mítica unidad. tico del discurso (Laclau, 2005 y 2008), entre
Precisamente, lo que hace el orden significante otras vertientes discursivas.
es permitir, por la vía de metáforas y metoni-
mias, el retorno imaginario de aquella unidad 2.2. “NO HAY RELACIÓN SEXUAL”
con la Cosa. En ese marco, para el psicoanálisis
adquieren vital importancia las construcciones Siguiendo, en parte, la “herencia” freu-
metafóricas y metonímicas, lo que lleva a inda- diana, Lacan formuló una polémica frase, muy
gar en sus indudables implicancias para la teo- discutida aún, que afirma que “No hay rela-
ría política y social, y el análisis sociopolítico. ción sexual”. Lejos de entenderla en su sentido
literal, la imposibilidad de la relación sexual
2.1.2. IMPLICANCIAS PARA LA TEORÍA Y EL ANÁLISIS refiere, básicamente, a la no complementación
SOCIOPOLÍTICO posible entre el hombre y la mujer. A diferencia
de aquellos sujetos que creen (desean) hallar
Si el inconsciente está estructurado
su “media naranja”, Lacan les advierte que no
como un lenguaje, y esta estructuración se
existe esa complementariedad, lo que se hace
expresa mediante la utilización de metáforas y
evidente, por ejemplo, en las propias relaciones
metonimias, las cuales sustituyen y condensan
sexuales concretas, cuando los tiempos orgáni-
la unidad deseada de un modo coherente y posi-
cos del hombre y la mujer difieren, además de
ble de ser interpretado, entonces la principal
las inevitables peleas y conflictos de pareja, que
implicancia para la teoría y el análisis sociopo-
no hacen sino mostrar una imposibilidad de
lítico, es que el lenguaje adquiere una función
armonía y complementación, que Lacan (2006
crucial. Lacan (2003) retoma, en ese sentido,
y 2008) luego extiende, como analogía, al con-
la distinción entre el significante (la imagen
junto de la sociedad.
acústica o palabra asociada al concepto) y el
significado (el significado o concepto literal)
2.2.1. IMPLICANCIAS PARA LA TEORÍA Y EL ANÁLISIS
de De Saussure (1961), para señalar la primacía SOCIOPOLÍTICO
absoluta del primero sobre el segundo (S/s). En
ese marco, afirma que el discurso constituye y Las implicancias de esta famosa y con-
determina a los sujetos como tales, lo que nos trovertida frase para la teoría política y social,
reenvía a su relación directa o indirecta con y el análisis sociopolítico son muchas y han
teorías políticas y sociales como la semiótica sido desarrolladas por algunos trabajos ubi-
social (Pierce, 1955; Benveniste, 1989 y Verón, cables dentro de lo que se conoce como el
1987), la filosofía del lenguaje (Bajtín, 1982 post-marxismo (Laclau y Mouffe, 1987) y la
y Voloshinov, 1989), la teoría post marxista llamada izquierda lacaniana (Alemán, 2009 y
del discurso (Laclau y Mouffe, 1987; Laclau, Stavrakakis, 2010). Las mismas se vinculan, en
1996 y 2005), la deconstrucción (Derrida, primer lugar, con la traslación de la imposibili-
1989 y 1997), la epistemología post-empirista dad de la relación sexual del campo individual
(Wittgenstein, 1988) y el pragmatismo anglo- al social. Siguiendo en parte a Freud (1973c y
sajón (Austin, 1998). 1973d) en sus Seminarios 17 y 20 Lacan tras-
Pero además, la primacía del significante ciende el análisis meramente individual, para
conduce a Lacan, como se ha visto, a destacar indagar en algunas implicancias sociopolíticas
la relevancia clave que adquieren las metáforas de su enseñanza. Lo que aquí se debe destacar
y las metonimias, las que desarrolladas por es que las implicancias de esta frase, para una
Roman Jacobson (1985), presentan implicancias teoría y un análisis sociopolítico crítico, se

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resumen en la imposibilidad de una sociedad democrático-liberales y de socialismo democrá-


sin la presencia de antagonismos y relaciones tico, incluyendo los enfoques posmodernos y
desiguales de poder y dominación entre los post-estructuralistas, en favor de la aceptación
hombres. En ese marco, resulta harto evidente y promoción de las diferencias políticas y socio-
la vinculación e influencia de esta famosa frase culturales, contrario a las lógicas universalistas
en teorías políticas del discurso recientes, como y totalitaristas de la Modernidad.
el post-marxismo post-estructuralista de Laclau
y Mouffe (1987), quienes se refieren, desde una 2.2.2. IMPLICANCIAS EPISTEMOLÓGICAS
orientación lacaniana, a la “imposibilidad de
la sociedad” (Stavrakakis, 2008 y 2010), lo que Desde el enfoque de Lacan, quien reco-
implica la imposibilidad de una sociedad plena noce su influencia por parte de la epistemología
y transparente. No obstante, esta crítica a la crítica de Quine, Feyerabend, Godel, Lakatos,
Frege y el “segundo” wittgenstein (Lacan, 1971-
posibilidad mítica de la unidad total presenta
1972), la imposibilidad de la unidad plena con
amplios antecedentes que se remontan a la
el objeto se vincula con la imposibilidad onto-
filosofía y la teoría política y social, comenzan-
lógica de la objetividad. En efecto, existe una
do por las contribuciones de Nietzsche, siendo
imposibilidad estructural de aprehender la tota-
moneda corriente en todas las vertientes post-
lidad de la realidad social. Como afirma el pen-
estructuralistas y posmodernas, al menos desde
sador francés, la verdad es siempre “no toda”,
las tempranas críticas a la plena presencia de
imposible de ser captada en su totalidad por el
Derrida (1989), al igual que en las visiones de
orden simbólico. No obstante, a diferencia del
“alcance medio” de la teoría social y cultu-
kantismo y del posmodernismo, que reniega de
ral contemporánea (Giddens, Beck, Bourdieu,
la posibilidad de acceder a la cosa en sí, Lacan
Luhmann, Bauman, etc.).
afirma que la verdad puede decirse “a medias”
Otra de las implicancias teóricas y socio-
(Lacan, 2008).
políticas que pueden extraerse de la controver-
Pero además, Lacan nos advierte que los
tida frase lacaniana, aunque desde un marco
límites de la objetividad no solo provienen de la
más cercano a lo ético-político, es la necesidad
imposibilidad ontológica del propio decir, sino
de no ceder al deseo de retornar a la unidad
también del efecto discursivo que construye
plena. Como destaca Lacan en su Seminario
toda realidad. En efecto, la realidad se expresa,
VII , “La ética del psicoanálisis” (Zizek, 1992),
necesariamente, mediante el orden significan-
incorporando implícitamente una ética norma-
te. Este, lejos de remitir a una realidad repre-
tiva posfundacional, todo sujeto debe aprender
sentacional, siempre reenvía a otro significante,
a convivir con la falta, ya que el deseo, como la
esto es, cada palabra remite siempre a otra(s)
falta, son eternos y constitutivos del “ser par-
palabra(s). En ese marco, la famosa y contro-
lante”. En otras palabras, no solo no existe una
vertida frase “no hay relación sexual”, significa
sociedad que pueda erradicar la presencia de los
que “no hay un metalenguaje”, como destaca
antagonismos (Laclau y Mouffe, 1987), sino que
en varias oportunidades el propio Lacan (1971-
además, es necesario aceptar la falta (y Lacan
1972, 2006, 2008 y 2009), es decir, que no existe
luego agregará que el sujeto no debe ceder al
la objetividad científica, siempre que estamos
deseo de forcluir aquella falta para cumplir
inmersos en el orden subjetivo y plenamente
el deseo inconsciente de retornar a la unidad
simbólico del lenguaje11.
plena), lo que implica, para nuestro análisis
Un último elemento que impide la obje-
sociopolítico, la defensa implícita de un orden tividad plena –he aquí un aporte fundamental y
social plural y democrático que acepte y respete propio del psicoanálisis– es la presencia inevita-
a la diferencia y al disenso como constitutivos, ble del deseo inconsciente del sujeto. Como des-
e incluso como ética y políticamente deseables. taca Lacan, en tanto somos seres del lenguaje
De este modo, la teoría psicoanalítica se vincula
con las corrientes feministas y queer (antes que 11 Sobre las críticas epistemológicas de Lacan a la
las multiculturalistas) y todas sus variantes objetividad, véase especialmente Alemán (2010).

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Contribuciones del psicoanálisis lacaniano a la teoría política y social... 35

atravesados por el inconsciente, no podemos identificaciones e introyecciones. No obstante,


tener acceso pleno a las cosas en su realidad toda psicología individual es, al mismo tiempo,
esencial, es decir, en tanto esencias o funda- social, y de allí nace la necesidad de identifica-
mentos. En ese marco, no puede establecerse ción, que en el caso de los textos “sociales” de
una distinción tajante entre la descripción Freud es, básicamente, mediante la identifica-
objetiva y la prescripción normativa, en tanto, ción vertical y casi hipnótica, con el líder (ya
como seres parlantes-deseantes, los deseos sea político, religioso o militar), en tanto “ideal
inconscientes se inmiscuyen necesariamente del yo” que garantiza seguridad y protección
en todo decir. (Freud, 1973d).
En resumen, entonces, se puede decir En Lacan (1987, 2003), en cambio, se
que la realidad social es, desde el psicoanálisis reconoce esta posibilidad identificatoria, pero
lacaniano: se subraya la posibilidad alternativa de que la
identificación de los sujetos se instituya en
1. Construida y determinada por el orden torno a un significante “Amo” o significante
simbólico “primordial” (Lacan, 2006), constituido a su
2. Atravesada, por lo tanto, por el deseo vez, a partir de una “cadena significante” anu-
inconsciente dada en torno a diversos significantes encade-
3. Imposible, a su vez, de ser captada en su nados, que funcionan como un “objeto parcial”,
totalidad también denominado objeto “petit a”, “objeto
4. En tanto 1 y 2, subjetiva (“no hay meta- a” y “objeto causa de deseo” (Dor, 1997). De
lenguaje”) este modo, además de la posibilidad de identi-
5. En tanto 1 y 3, relativa (“no toda”) ficación directa con el líder, en tanto encarna-
6. En tanto 1, contingente (arbitraria) ción directa del Significante Amo (Freud nos
7. Por último, en tanto 1, pasible de ser brinda el ejemplo paradigmático de la Iglesia
aprehendida de forma parcial (“medio- y el Ejército, guiados por esta subordinación
dicha”) verticalista), puede producirse el caso de una
identificación parcial con el orden significante
2.3. LA IDENTIFICACIÓN A TRAVÉS DEL OBJETO y desde allí, con su “rasgo unario”, convertido
PARCIAL en ideal (Lacan, 2006).
Frente al orden significante como pri-
2.3.1. IMPLICANCIAS PARA LA TEORÍA Y EL ANÁLISIS
mordial y determinante en la construcción SOCIOPOLÍTICO
de la subjetividad, así como en el marco de la
imposibilidad de la relación sexual, el psicoa- La importancia que adquiere la intro-
nálisis destaca la presencia ineludible de un ducción lacaniana del objeto parcial y su vin-
elemento de identificación, en gran medida culación con el análisis sociopolítico, ha sido
inconsciente, que se presenta en todo sujeto señalada desde la teoría política post-marxista
bajo la forma de identificaciones en torno a por Ernesto Laclau (2005), en algunos de sus
ciertas figuras, símbolos y objetos o ideas. En últimos trabajos. Allí, a partir de las contribu-
ese marco, radicalizando los aportes inicial- ciones de Copjec (2006), el pensador argentino
mente señalados, aunque no desarrollados por destaca que el objeto parcial adquiere una vital
Freud, Lacan coloca el eje en la posibilidad de relevancia para comprender la conformación
que se establezca una identificación subjetiva discursiva de las identidades sociopolíticas,
en torno a ciertos objetos parciales que actúan al constituirse mediante una lógica análo-
como sustitutos imaginarios de la Cosa perdida ga a la del “significante vacío”, el cual actúa
y su imposibilidad de corporeizarse plenamen- como “punto nodal” que hegemoniza el espa-
te. Recordemos que Freud, en “Psicología de cio social. En efecto, el significante vacío, en
las masas y análisis del yo”, señalaba que en tanto equivalente al significante Amo que actúa
la fase previa al nacimiento existía una uni- como el “punto de capiton” que “acolchona” a la
dad plena con el objeto que no requería de “cadena significante” lacaniana (Lacan, 2006) o

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“cadena de equivalencias”, según Laclau (Laclau su metodología de intervención “causa-efecto”,


y Mouffe, 1987, Laclau, 1996 y 2005), funciona centrada en la híper-medicalización del pacien-
como un elemento que, pese a ser parcial, es te. Para la teoría política, se puede pensar como
investido de una lógica general o universal, sin una nueva crítica teórica y epistemológica a los
perder por ello su inherente particularidad. enfoques individualistas e instrumentales de la
En la experiencia sublimatoria, Lacan Teoría de la Elección Racional, que piensan a
recalca que el “objeto a” es “elevado”, si bien lo social como la interacción entre individuos
con cierta “pérdida” inevitable (producto de la egoístas y puramente racionales, guiados por
presencia del lenguaje y la ausencia estructural una lógica de maximización de ganancias y
del verdadero objeto de deseo, lo que impide minimización de pérdidas.
retornar plenamente a la unidad imaginaria) a
la “dignidad” de la “cosa” (Braunstein, 2006). 2.4. LA TEORÍA DE LOS TRES REGISTROS (RSI)
En la teoría postmarxista de Laclau, por su
Una de las contribuciones más interesan-
parte, el significante vacío actúa como un sím-
tes y fructíferas que nos ha legado la compleja
bolo que encarna el orden (imposible) de la
enseñanza de Lacan, en particular desde sus
comunidad, hegemonizando discursivamente el
últimos seminarios, es lo que se conoce como
espacio social12 (Laclau, 2005). Luego, cuando
la teoría de los tres registros. A diferencia de
se analice el tema del goce, se verá la impor-
Freud, Lacan experimentó en la lectura de tex-
tancia directa que adquiere esta lógica para el
tos orientados a la topología, la lógica formal
proceso de legitimación política de los lideraz-
aristotélica, la teoría de los conjuntos, así como
gos contemporáneos. Por lo pronto, se debe
en las diferentes críticas a la aplicación de estas
destacar las contribuciones clave que presenta
concepciones en clave positivista, universalis-
para el análisis político y en particular, para el
ta y objetivista, críticas que provienen, en su
análisis discursivo de la política, al subrayar
mayoría, de la lectura de la filosofía analítica
la posibilidad, más aún en el marco sociohis- y fenomenológica, la semiología pragmatista y
tórico y cultural de declinación de la imagen la epistemología post-empirista (Lacan, 1971-
paterna (Berdiel Rodríguez, 2009), de centrarse 1972, 2005, 2006 y 2008). Resulta indudable,
en el análisis específico de estos significantes en ese marco, su influencia por parte de Pierce
primordiales, articulados con sus significados y el segundo Wittgenstein (Lacan, 1971-1972),
adosados, en la construcción, y posible trans- Heidegger (Alemán, 1993 y 2010), Quine, Frege
formación y desestructuración, de las identida- y Lakatos (Lacan, 1971, 1982 y 2008), la dia-
des políticas y las hegemonías ideológicas. léctica hegeliana y el materialismo histórico
(Lacan, 2006), e incluso la cultura oriental
2.3.2. IMPLICANCIAS EPISTEMOLÓGICAS
(Lacan, 2009).
En cuanto a las implicancias epistemo- Si bien, la caracterización de los tres
lógicas, refieren nuevamente a la incorpora- registros (Real, Simbólico e Imaginario) data
ción de una dimensión estructural subjetiva de los primeros textos lacanianos (Lacan,
1953), en una primera etapa de su obra, su
y deseante, lo que se opone a las perspectivas
teoría se orientaba hacia la primacía del orden
hiperracionalistas, que entienden a lo social
simbólico. Como se ha señalado, en sus pri-
desde una interpretación racional reducida a
meros escritos Lacan (1987, 2003) enfatiza
individuos guiados por una lógica de maxi-
en la relevancia crucial que adquiere el orden
mización instrumental de preferencias. En el
significante, es decir, el orden de lo simbólico,
caso de Lacan, su principal oponente es el con-
en la construcción del sujeto y de la subje-
ductismo y su lógica técnica e instrumental
tividad. En ese sentido, incluirá un segundo
guiada por la idea de neutralidad valorativa y
componente, denominado imaginario, en el
12 Hemos desarrollado las notables semejanzas entre
que destacará que toda formación de la subje-
ambas concepciones en relación a este punto en tividad sólo puede constituirse de modo ima-
Fair (2010a). ginario, en tanto que el sujeto se encuentra

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siempre “tachado” o “barrado” por efecto del límites inmanentes de la realidad, desestruc-
lenguaje, imposible de abarcar y aprehender la turándola, de modo tal que si se desata uno de
totalidad del ser. los tres nudos, el total del sistema se modifica
No obstante, a partir de una segunda y se desintegra.
etapa, que se inicia aproximadamente en sus
seminarios XVI y XVII, Lacan comenzará a otor- 2.4.1. IMPLICANCIAS PARA LA TEORÍA Y EL ANÁLISIS
SOCIOPOLÍTICO
gar primacía a un tercer elemento, que deno-
minará lo Real (Zizek, 2003). A diferencia de lo Las implicancias de esta construcción
imaginario y lo simbólico, este registro le per- lacaniana para la teoría y el análisis socio-
mitirá colocar el eje en los límites estructurales político, pese a que curiosamente han sido
de toda formación significante, experimentando desarrolladas con mucho mayor detalle por
su imposibilidad de plenitud. Resumidamente, la filosofía política (Badiou, 2007), resultan
el orden de lo Real, en tanto diferente a la rea- evidentes y adquieren una vital importancia.
lidad, representa la muestra estructural de En efecto, entendemos que el denominado
que toda realidad simbólica no es más que nudo borromeo, que anuda los componentes
imaginaria. Recordemos que todo sujeto (y de lo Real, lo Simbólico y lo Imaginario, per-
toda realidad social) se constituye mediante mite explicar tanto la estructura y organi-
el orden simbólico. Sin embargo, ese sujeto y zación macro del orden (y del lazo) social,
esa realidad son siempre imaginarios, pues se como su capacidad de ruptura, reformulación
constituyen excluyendo su propia imposibilidad parcial o desestructuración global. En relación
estructural. Lo Real, precisamente, es ese “poco a la estructura del orden social, destacando su
de verdad”, posible de ser simbolizado bajo la componente de construcción imaginaria, vía
forma del síntoma histérico, que muestra que el orden simbólico. De este modo, Lacan conti-
la realidad es siempre incompleta y fallida. Es núa con una lógica similar a la de la semiótica
por ello que Lacan (2006 y 2008) nos dice que pragmática pierciana y la semiología social en
la realidad es siempre “no toda”, pero que, al general, así como los aportes de la filosofía
mismo tiempo, puede ser “medio dicha”, lo que analítica, el post-estructuralismo y la decons-
habilita en su teoría la presencia de una contin- trucción derridiana.
gencia ontológica. No obstante, el elemento sin dudas más
Recapitulando, entonces, tenemos en interesante es el que se subraya en su última
Lacan la presencia de tres registros: el orden de etapa, el de la primacía de lo Real. Mediante
lo simbólico (S), el de lo imaginario (I) y el de la incorporación de este registro y su anuda-
lo real (R). Estos tres registros Lacan los escri- miento con los otros dos mediante la incor-
be RSI y retomando la teoría de los conjuntos, poración de la teoría de los conjuntos, Lacan
los describe (y escribe) conjuntamente (Lacan, logra trascender su estructuralismo inicial,
1971-1972). ¿Qué quiere decir esto?, que estos brindando importantes herramientas heurísti-
elementos no están plenamente separados cas a la teoría y al análisis sociopolítico. Por un
entre sí, sino anudados por un eje central. lado, trasciende las limitaciones de las visiones
Lo interesante, sin embargo, es que desde su estructuralistas tradicionales, como las de De
estructuración, persiste un elemento ocultado Saussure, algunos trabajos de Levi Strauss, los
o reprimido, que es el del orden de lo Real, es textos iniciales de Pecheux y Althusser o los
decir, un registro que representa lo imposible, análisis de Foucault, así como de otras teorías
pero que el orden de las construcciones de y filosofías cercanas a este enfoque, como el
lo simbólico muchas veces intenta forcluir o funcionalismo y el estructural-funcionalismo
reprimir en su formación imaginaria de lo que parsoniano y las teorías sistémicas y organi-
se denomina la realidad. No obstante, su inten- cistas, para mostrar los límites inmanentes de
to (deseo) de forcluirlo, lo Real, en tanto expre- toda estructura cerrada. Es así que, como en
sión de lo imposible estructural, emerge en Derrida (quien, a su vez, se basa en la tempora-
algún detalle de la estructura para mostrar los lidad de Nietzsche y Heidegger), se puede decir

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que, en su última etapa, Lacan se constituye en interpretada. En ese marco, en su Seminario


uno de los fundadores del post-estructuralismo, XVII Lacan (2006) iría más allá de su “maestro”,
para destacar, a partir del registro de lo Real, para realizar una serie de analogías vincula-
las grietas que muestran los límites de toda das con la política. En ese sentido, afirmará
estructura y por lo tanto, la contingencia y que Marx “inventó” el síntoma, al tomar al
arbitrariedad ontológicas del orden social. En proletario como síntoma de la plusvalía explo-
los términos de la teoría política, los límites tadora del capitalismo. Según destacará, este
estructurales de toda construcción discursiva síntoma emergente corresponde a una materia-
que se pretenda totalizante o universalizante y lización de la falla en el orden de lo simbólico,
como derivación de toda utopía de plenitud. lo que permite, paradójicamente, historizar
Además, a diferencia de pensadores como un elemento ahistórico y estructural como es
Foucault, quien destacaba este elemento de el componente de lo Real. El síntoma, preci-
imposibilidad de la plenitud, pero no podía dar samente, permite mostrar empíricamente los
cuenta de la capacidad de salida de esa estruc- límites estructurales de la realidad, abriendo
tura disciplinadora, más allá de oponerle la la puerta para su posterior elaboración y trans-
“resistencia” al “poder” (véase Foucault, 2003), formación subjetiva. En ese contexto, adquiere
a diferencia también de la Teoría Crítica de vital importancia la construcción simbólica
Adorno y Horkheimer (2002) y su feroz crítica a que se realiza de aquel síntoma que emerge
la lógica instrumental y “totalizadora” del capi- como lo Real-imposible, ya que de su elabo-
talismo moderno, la teoría de los tres registros, ración dependen sus efectos. En el caso del
en particular a partir del valor que adquiere lo análisis político, las construcciones sociocultu-
Real, le permite a Lacan incorporar cierto opti- rales que se efectúen de determinado síntoma
mismo de base, en el sentido de que todo sis- social, junto a las construcciones discursivas
tema siempre muestra, en algún momento, las de sus condiciones de posibilidad, permitirán
fallas estructurales. En suma, como afirmara que el “acontecimiento”, en tanto efecto de lo
Marx, “Todo lo sólido se desvanece en el aire”, Real, pueda expresar o no la emergencia del
permitiendo su transformación. En ese marco, sujeto político y en el mismo sentido, la orien-
un tercer y último aporte a la teoría y al análisis tación político-ideológica que tendrá aquel
sociopolítico crítico se encuentra representa- sujeto emergente, que podrá irrumpir como
do por la apertura que genera el componente un sujeto popular crítico y democratizador del
de lo Real a la emergencia del sujeto político, orden vigente o bien, como un sujeto restaura-
aquel que solo puede surgir, precisamente, de dor de la estructurada barrada, en un sentido
las fallas estructurales del orden social o en los reaccionario.
términos de Badiou (2007), como un efecto sin- A modo de resumen ordenador, se puede
tomático de los “acontecimientos”. sintetizar los aportes de la teoría de los tres
Ahora bien, para comprender en toda su registros lacanianos, a la teoría y al análisis
magnitud este proceso de desestructuración sociopolítico crítico, en los siguientes términos:
empírica de la realidad, se debe destacar en
Lacan la incorporación de un elemento teóri- 1) A partir del nudo borromeo, permite
co adicional, clave para construir una política explicar tanto la estructura y organiza-
alternativa, como es la presencia del síntoma. ción macro del orden (y del lazo) social,
Aunque Freud fue el primero en referirse a la como sus límites y su capacidad de ruptu-
relevancia que adquirían los síntomas incons- ra, reformulación parcial o desestructu-
cientes e “histéricos” en los pacientes, Lacan ración global, destacando su componente
luego enfatizó, desde algunas contribuciones de construcción imaginaria mediante el
de la lingüística estructuralista, que las “for- orden simbólico y la latencia desestructu-
maciones del inconsciente” adquirían una lógi- radora, en tanto efecto de lo Real.
ca estructural que se manifestaban mediante 2) Como derivación del punto anterior, la
una lógica discursiva coherente y pasible de ser teoría de los tres registros explica que

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Contribuciones del psicoanálisis lacaniano a la teoría política y social... 39

la construcción del orden social se esta- la estructura, siempre aparece para mostrar
blece por la vía del orden simbólico y se esos límites inmanentes.
estructura de forma imaginaria. Se señala, por lo tanto, que el síntoma
3) Además, en particular mediante el regis- social, en tanto simbolización de ese “poco de
tro de lo Real como imposible estructu- realidad”, permite la mostración fáctica de la
ral, muestra los límites inherentes y la “dislocación” (Laclau, 1993) o la “heteroge-
imposibilidad estructural concreta de neidad radical” (Laclau, 2005) de toda forma-
toda construcción hegemónica y de toda ción social hegemónica, “reactivando” lo social
utopía de plenitud, universalidad o totali- “sedimentado” (Laclau, 1993)13. Continuando
zación. con las contribuciones implícitas que brinda
4) La ahistoricidad de lo Real permite este autor, se puede afirmar también que, desde
incorporar, junto a las determinaciones el análisis psico-socio-político del discurso,
estructurales, cierto optimismo de base, un síntoma político se constituye cuando esta
en el sentido de que todo sistema siempre emergencia de lo imposible logra metaboli-
muestra, en algún momento temporal, zarse simbólicamente (un proceso que siem-
las fallas estructurales que expresan su pre es retroactivo) para constituir un nuevo
imposibilidad. lazo social alternativo y consistente que resulta
5) La emergencia de lo Real-imposible pre- antagónico del orden hegemónico y al mismo
senta la posibilidad de ser metabolizado tiempo, se presenta desde una lógica de la uni-
en el orden simbólico, bajo la forma de versalidad “barrada”. Un ejemplo de ello, que
síntomas. hemos trabajado en otro lugar (Fair, 2009b),
6) La metabolización simbólica de los sín- es la irrupción de los trabajadores desocupados
tomas, en términos sociopolíticos, abre conocidos como los piqueteros, surgidos duran-
la posibilidad para la emergencia del te el año 1996 en Argentina, al calor del dis-
sujeto político y su capacidad potencial curso hegemónico neoliberal del menemismo y
de transformar radicalmente el orden los despidos de empleados públicos promovidos
vigente (aunque también habilita la posi- por el proceso de privatizaciones. Este discurso
bilidad de que el sistema retorne a un alternativo logró constituirse, bajo ciertas cir-
discurso similar al existente, e incluso cunstancias que remiten a su lógica de articu-
más reaccionario y explotador). lación política, como un síntoma “espectral”, en
el sentido derridiano (Derrida, 1995), mostran-
Pensando esta lógica en los términos de do los límites ontológicos del discurso univer-
la teoría política del discurso de Laclau (1993, salizante y totalizante del menemismo, si bien,
1996 y 2005), se puede decir que no existe una se podría decir que algo frágil para expresar de
forma duradera y consistente el antagonismo.
sociedad sin antagonismos, la sociedad (plena)
Biglieri (2006), de un modo similar, se ha
es “imposible” y se encuentra estructuralmente
referido a la emergencia de un discurso (y una
“dislocada”, por lo que la formación del orden
práctica discursiva) horizontal y asamblearia,
comunitario no puede ser más que hegemónica
emergente en la Argentina del 2002, como un
(“no toda”). La llamada “lógica de la diferencia”,
síntoma sociopolítico de la profunda crisis del
en ese sentido, habita reprimida para emerger
orden liberal-democrático que crujió con la cri-
estructuralmente. Precisamente, la metaboli-
sis y derrumbe del neoliberalismo, hacia fines
zación discursiva que se deriva de los efectos
sintomáticos de la emergencia del componente 13 Cabe destacar, en la obra de Laclau, la presencia de
de lo Real-imposible, es lo que permite com- algunas contradicciones conceptuales en relación
probar, en el plano simbólico, la premisa de a la categoría de lo Real, que en algunas ocasio-
que toda realidad social está siempre fallada o nes es vinculada a la noción de “antagonismo”
(Laclau y Mouffe, 1987), mientras que en otras,
barrada, esto es, que hay un hueco reprimido más recientes, el autor logra dilucidar su compo-
que, “más allá del análisis del discurso” (Zizek, nente más estructural de “dislocación” (Laclau,
1993), pulsa por aparecer y en algún detalle de 1993) o “heterogeneidad radical” (Laclau, 2005).

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del año anterior. El propio fenómeno político lo Real se observa siempre en sus efectos, los
del kirchnerismo puede ser visto también, al efectos de lo Real no pueden ser nunca contro-
igual que el chavismo, entre otros gobiernos lados o gestionados en su totalidad. Es por eso
críticos de la ortodoxia neoliberal, como sín- que Badiou afirma que la política del psicoaná-
tomas políticos de la hegemonía de la globali- lisis consiste en hacer lo “imposible” (Badiou,
zación neoliberal, al establecer un proceso de 2007), lo que permite, precisamente, la emer-
“inclusión radicalizada” (Barros, 2006), antagó- gencia de un sujeto político que realice una
nico de muchos de los principios centrales del transformación de incalculables e imprevistas
neoliberalismo excluyente, aunque, como siem- derivaciones, mientras que Laclau incorpora al
pre, esta caracterización responde a una cues- mismo tiempo, la necesidad de promover una
tión de interpretación política (subjetiva) del disputa hegemónica por defender una políti-
analista14. El problema principal, en todo caso, ca a favor de la “emancipación” popular (“no
es que como se ha señalado anteriormente, este toda”) y la profundización de una democracia
síntoma político o sociopolítico que emerge de “radicalizada” y “plural” (Laclau y Mouffe, 1987;
la ruptura del nudo borromeo que estructuraba Laclau, 1996).
determinado orden social, no siempre es “pro-
gresista” o “rupturista”. 2.4.2. IMPLICANCIAS EPISTEMOLÓGICAS
En ese sentido, se tiene el ejemplo del
nazismo en la Alemania posterior a la crisis de Las implicancias epistemológicas de
la República de Weimar y a la propia Europa de la teoría de los tres registros se vinculan con
hoy, cuyo sistema socioeconómico de “valori- una profundización de las contribuciones de la
zación financiera” del capital (Basualdo, 2000) epistemología crítica y la filosofía analítica, en
ha ingresado en una profunda “crisis orgánica” torno a la imposibilidad de aprehender la reali-
(Gramsci, 1984), aunque ello ha conducido en dad social en su totalidad. Lacan se constituye,
la mayoría de los casos, a la emergencia de un así, en un fuerte crítico de la idea de objetividad
discurso dominante restaurador o conservador y neutralidad valorativa, aunque incorporan-
del viejo orden neoliberal, si bien, mezclado do, como una nueva crítica, el componente
con otros discursos “progresistas”, fuertemente de deseo inconsciente que sobredetermina al
críticos del modelo de acumulación y otros tan- propio lenguaje y al propio sujeto, elementos
tos xenófobos y conservadores de derecha, en el subjetivos que son imposibles de ser desliga-
plano social. Lo más relevante de este proceso dos, en tanto habitan en el propio lenguaje que
es que nada en la estructura misma del sistema estructura la realidad. En cuanto al compo-
indica que la política emergente de lo Real sea nente específico de lo Real, como se destaca,
necesariamente “progresista” o “demócrata- incorpora un elemento interesante en términos
radical”, pudiendo irrumpir, en los términos epistemológicos, ya que permite complejizar el
de Laclau (2005), discursos institucionalistas o clásico debate objetividad-subjetividad, sin caer
tecnocrático-gerenciales, discursos “populistas” en un relativismo posmoderno de construccio-
de izquierda, “populistas” de derecha o bien, nismo radical. Lo Real, precisamente, no es ni
una mezcla compleja de ambos, entre otras plenamente interno al sistema, ni plenamente
opciones posibles. externo. Se trata de un componente “éxtimo”
Este elemento se vincula con una segun- que, como el punto cero, es al mismo tiempo
da “función” que presenta el componente de lo interno y externo. En todo caso, lo Real es
Real en términos sociopolíticos. Por un lado, si como un equivalente al elemento olvidado por
expresa la emergencia de la falla y su posibilidad el orden simbólico, el número 0 de la cadena
(siempre potencial) de ser simbolizada median- numérica que, como el inconsciente, siempre
te síntomas sociales/políticos, también abre el retorna para mostrar su existencia, una exis-
paso a lo incalculable. En efecto, si es cierto que tencia que se expresa en la imposibilidad del
Uno todo. Pero además de este olvido del 0, se
14 Acerca de la teoría de los cuatro discursos en ha visto que el componente de lo Real también
Lacan, véase Álvarez (2006). abre el paso a lo incalculable o inimaginable.

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Contribuciones del psicoanálisis lacaniano a la teoría política y social... 41

Lacan (1971-1972) se refiere, en ese sentido, a propia especificidad en lo que refiere, en tér-
la construcción de la cadena 1, 2, 3, 4. La lógica minos de la teoría política, a su modalidad de
indica que el paso siguiente sería 5, 6, 7, 8. No legitimación social15.
obstante, uno bien puede escribir 9, 10, 11, 12 En primer lugar, el denominado discurso
y luego 17, 18, 19, 20. O bien, puede modificar del Amo antiguo, toma como referencia al Amo
en su totalidad la propia lógica que presenta de la Antigüedad que analiza Hegel, para des-
la estructura de la cadena, escribiendo 1, 2, 3, tacar la dialéctica que se establece en la rela-
4 y luego 5, 7, 9, 11, lo que habilita opciones ción Amo-Esclavo. En ese marco, Lacan afirma
infinitesimales. Pues bien, la misma lógica de lo que el Amo domina políticamente mediante su
imposible e incalculable es la que domina a una poder de coacción y el Esclavo obedece por obli-
política transformadora, una política que es gación y miedo.
capaz de realizar lo visto, impuesto o pensado El discurso del Universitario o discurso
como imposible, hasta entonces, por el orden del Amo moderno, nos ubica, en cambio, en
dominante. la Modernidad. La dominación ya no proviene
de la fuerza física y el temor, sino más bien
2.5. LA TEORÍA DE LOS CUATRO DISCURSOS del saber superior. Como lo analizara Foucault
(2003) y lo desarrollaran críticamente los enfo-
Uno de los aportes sin dudas más rele-
ques posmodernos (Lyotard, 1992), el poder se
vantes y estimulantes que ha brindado la teoría
psicoanalítica lacaniana, es la llamada teoría vincula directamente al saber como un modo
de los cuatro discursos. Esta teoría, aunque de dominación. En el caso de Lacan, su crítica
presente también en su texto “Radiofonía y se dirige a la corriente conductista, así como,
televisión”, la desarrolla el pensador francés en a la psicología científica y a las neurociencias,
su Seminario XVII, en plena ebullición política que a partir del presunto saber superior de la
estudiantil de Mayo del 68. Para ello, Lacan psiquiatría y la medicina anglosajona, prescribe
tomará como referencia un curso realizado con “científicamente” medicamentos que prometen
el filósofo ruso Alexander Kojeve, que le permi- la curación del paciente casi por arte de magia.
tirá recuperar algunas referencias hegelianas Lacan, en cambio, sostendrá que la curación
en clave crítica. Además, Lacan aplicará tam- proviene de las interpretaciones del analista
bién algunas contribuciones provenientes del y por lo tanto, de los efectos performativos de
marxismo, que luego indicaran cuando se vea curación que bajo ciertas condiciones, adquiere
el tema del goce. la palabra, lo que explica su oposición al cientifi-
Finalmente, desarrollará un análisis dis- cismo de la psiquiatría y la medicina tradicional,
cursivo que tomará como eje una topología aunque también su posición de analista no ple-
matemática basada en matemas o letras, que namente antagónica al discurso de la Ciencia.
simbolizan (y sintetizan) las posiciones de cada
uno de los discursos (se trata de posiciones dis- 15 La interpretación de los liderazgos “progresistas”
de la región como antagónicos del neoliberalismo
cursivas de sujeto, un concepto que se asemeja puede resultar un poco extrema y es motivo de
en gran medida a la noción de “posiciones de importantes debates entre los analistas políticos.
sujeto” de Foucault). Resumidamente, Lacan En cuanto al tema de los grados de radicalidad de
(2006) destaca la presencia de cuatro macro- estos liderazgos emergentes, es motivo también
discursos que estructuran el lazo social: el de debate si es posible referirse, desde la teoría del
populismo de Laclau, a una inclusión social del
discurso del Amo, el discurso Universitario, sujeto “pueblo” que presente o no diversas grada-
el discurso del Analista y el de la Histérica. ciones (para un enfoque a favor, véase Aboy Carlés,
Luego, incorpora un quinto discurso, que defi- 2005. Para un enfoque opuesto, véase Barros,
ne como el discurso Capitalista. Cada uno de 2006). Desde la “izquierda lacaniana”, el eje, en
estos discursos, expresado en un conjunto de todo caso, radica en la pregunta de si se puede pen-
sar en “acontecimientos” sintomáticos que expre-
matemas que van variando sus posiciones, sen diversos grados de ruptura con el orden simbó-
constituye una modalidad diferente de cons- lico, en una especie de desestructuración “parcial”
truir y estructurar el lazo social y contiene su (y no siempre total) del orden hegemónico.

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42 Hernán Fair

El discurso de la histérica se caracteri- (conexión libidinal) que permita tener eficacia


za por ser un discurso “no todo”, esto es, un performativa en el paciente, solucionando sus
discurso que se mantiene (y goza) del deseo síntomas y fantasías, así como, reconduciendo
expectante del otro, de la negación permanente. su goce inconsciente por otros caminos. Como
En ese marco, se sitúa, con independencia del se dijo anteriormente, el discurso, al igual que
género, en una posición femenina crítica de los el sujeto, está siempre y desde el inicio, barrado
universalismos que históricamente ha detenta- o tachado ($), por lo que el saber superior no
do la posición masculina y patriarcal del Amo. puede ser más que mítico (de allí que Lacan se
Como lo ha trabajado Alemán (2010), este dis- refiera al sujeto “supuesto saber”)16.
curso muestra las inconsistencias del discurso Finalmente, el discurso del Capitalismo
Amo, quien se presenta como un todo universal o discurso capitalista constituye un quinto
y objetivo, olvidando las fallas constitutivas discurso formador del lazo social, que Lacan
(expresadas en frases contrarias a la lógica incorpora a los cuatro anteriores. Se caracteri-
universal aristotélica, como “hay al menos uno za, básicamente, por incentivar el deseo infinito
que”, “no todo”, “la mujer no existe”, etc.). de consumo masivo de mercancías causadas
Finalmente, el cuarto discurso, aquel para crear su deseo y como lo analizara Marx,
en el que se posiciona el propio discurso de en la necesidad creada de la máxima acumula-
Lacan, es el del Analista. Al igual que el de ción posible de ganancias económicas, en tanto
la Histérica, este discurso se mantiene en la orden significante construido como sinónimo
lógica del no todo, esto es, en la imposibilidad de una mayor felicidad individual que “tapona”
de la relación sexual, lo que implica el rechazo o “llena” imaginariamente la “falta”. Lacan
teórico a la posibilidad de una unidad plena destaca que el discurso del Capitalismo y el
del sujeto, extendido a la pareja y al resto de la discurso del Universitario se encuentran hoy al
sociedad, y al mismo tiempo, el rechazo episte- servicio de la dominación del Amo moderno, lo
mológico a la idea de objetividad del Discurso que tiene, nuevamente, enormes implicancias,
Universitario, ya que este discurso, al igual que las cuales se analizarán.
el del Capitalismo, no acepta las fallas ontoló-
2.5.1. IMPLICANCIAS PARA LA TEORÍA Y EL ANÁLISIS
gicas que impone el inconsciente estructurado SOCIOPOLÍTICO
como un lenguaje. Un inconsciente que, ya sea
mediante actos fallidos, lapsus, chistes, sínto- Las implicancias de la teoría de los cua-
mas histéricos (por ejemplo, dolores psicosomá- tro discursos para la teoría y el análisis socio-
ticos sin una base orgánica), de todas maneras político son inestimables. Pese a que no existen
siempre emerge en lo Real, para mostrar los muchos trabajos empíricos o aplicados sobre el
límites y la imposibilidad de la realidad social, particular, se entiende que estas contribuciones
tal como fue estructurada. presentan una estructuración que claramente
Ahora bien, a diferencia del discurso de
la Histérica, centrado en la pura negatividad de 16 Lacan, en tanto posicionado dentro del campo
del psicoanálisis, necesitaba legitimar su posición
lo universal, el discurso del Analista promueve para obtener eficacia en su propio análisis, por lo
una positividad centrada en la formación de que no podía ubicarse en una posición puramente
un nuevo lazo social para el sujeto, lazo que simétrica a la de sus analizantes. Si bien descreía
se constituye, precisamente, a partir de una (y criticaba) el saber superior, la transferencia
libidinal solo podía ser posible performativamente
determinada cadena de significantes que se
mediante la creencia en el saber superior del ana-
anudan en un significante Amo y sobredetermi- lista. Tal vez por ello es que su escritura apeló, ade-
nan las amarras de cada sujeto. Tampoco debe más, al uso de las matemáticas. Es posible que esta
ser confundido este discurso con el científico confusión entre el discurso del analista de Lacan y
o Universitario, ya que, si bien es cierto que el discurso de la Ciencia o del Universitario, fuera
una de las causas de las interpretaciones erróneas
se legitima en el saber superior del analista, de su teoría y de las críticas recibidas, debido a su
esta presunta superioridad es solo “estratégi- supuesto retorno a un discurso cientificista y obje-
ca”, tendiente a generar una “transferencia” tivizante.

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Contribuciones del psicoanálisis lacaniano a la teoría política y social... 43

puede ser descripta como una teoría social o puede criticar también al discurso “histérico”
una teoría política contemporánea17. En ese de los enfoques posmodernos o de construccio-
marco, los aportes que se derivan de estos cua- nismo radical, así como a algunas corrientes
tro discursos pueden ser utilizados para realizar post-estructuralistas y pragmáticas, las cuales
una genealogía de las diversas formas de domi- solo se basan en la lógica política del no-todo,
nación política o bien, para dar cuenta de las olvidando la necesidad de constituir una posi-
estrategias de dominación del Amo moderno en tividad que edifique un nuevo lazo social alter-
la actualidad. En ese marco, su utilización per- nativo (si bien, siempre barrado). Esta misma
mite desarrollar una crítica al funcionamiento crítica es también la que puede hacerse desde
actual del sistema capitalista y a sus diversas un pensamiento post-marxista, a perspectivas
y cambiantes modalidades de estructuración y lacanianas que, como la que presenta Zizek
legitimación social. Para citar solo una posibi- (1992, 2003), pretenden atravesar la fantasía
lidad, se puede destacar que, en la actualidad, o fantasma imaginario en el que se estructu-
la dominación del capitalismo se basa, como ha ra toda realidad social, aunque sin articular
sido trabajado por diversos autores de la teoría un lazo social (barrado) antagónico20. La pro-
y filosofía política contemporánea y la sociolo- puesta de pensar en un lazo social “parcial”,
gía cultural, en la conjunción de un discurso tal como lo presenta implícitamente Lacan,
Capitalista centrado en una lógica de consu- permite reforzar, por otra parte, las similitudes
mo masivo que crea necesidades para el sujeto existentes entre el enfoque lacaniano y la teoría
mediante la televisión y sus propagandas des- política del discurso de Laclau (1996 y 2005),
reguladas, así como, la acumulación incesante quien trasciende también la mera “diferencia
de riquezas que promueve el sistema como ontológica” (Marchart, 2009) de los enfoques
modo presunto de adquirir felicidad y libertad post-heideggerianos de izquierda, las filoso-
individual18 , así como la más reciente legiti- fías estructuralistas, las posmodernas y las
mación del neoliberalismo mediante un nuevo nietzscheanas de construccionismo radical,
discurso Universitario centrado en la presunta para recuperar la necesidad de edificar nuevas
superioridad de la ciencia económica por parte construcciones hegemónicas alternativas, sin
de los tecnócratas neoclásicos y la idea mítica olvidar por ello la defensa de la pluralidad y el
de objetividad científica con la que se presentan disenso como constitutivos21.
ellos mismos, los periodistas y comunicadores
20 Esta crítica teórica y política es la que le rea-
sociales, los mismos que funcionan como “inte-
liza recientemente Stavrakakis (2010) a Zizek,
lectuales orgánicos” que suturan la hegemonía al entender que el filósofo esloveno defiende un
neoliberal globalizadora19. modelo “histérico” sobre la teoría de Lacan, cuan-
Por otra parte, si se aplica las categorías do en realidad esta visión solo es defendida por este
lacanianas al análisis sociopolítico crítico, se autor en una primera etapa, cuando toma como
analogía de la acción al mito griego de Antígona.
En una segunda etapa, en cambio, Lacan pro-
17 Si tenemos en cuenta que toda sociología política
mueve la formación de un nuevo lazo social (par-
se vincula con la conformación del lazo social y
cial) que trasciende la simple negación del orden
la teoría de los cuatro discursos de Lacan refiere,
instituido (una negación del sistema capitalista
precisamente, a cuatro posiciones que constituyen,
que parece ser la única construcción política que
desde el orden simbólico, el orden social, entonces
presenta en sus textos Zizek). Para una crítica
se puede inferir que al menos este seminario, se
a la (ausencia de una) teoría política de Zizek,
emparenta en mucho con una teoría y una sociolo-
que comparte los principales presupuestos de
gía política de lo social, por la vía del discurso.
Stavrakakis, véase Laclau (2003, 2005 y 2008).
18 Esta crítica al hipermercantilismo y a la lógi-
21 En una especie de “punto intermedio”, se puede
ca capitalista de las industrias culturales, en
hallar al análisis filosófico político de Badiou, quien
una coincidencia con el pensamiento lacaniano,
retoma a Lacan y a sus aportes provenientes de la
encuentra antecedentes que pueden hallarse en la
teoría de los conjuntos, para destacar la necesidad
Teoría Crítica de la Escuela de Frankfurt (véanse
de metabolizar y elaborar los “acontecimientos”
Marcuse, 1983; Adorno y Horkheimer, 2002).
que, como los síntomas lacanianos, permitan cons-
19 Véase, por ejemplo, Fair (2009c). tituir nuevas formas alternativas de emergencia

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44 Hernán Fair

2.6. LA IMPORTANCIA DEL GOCE Y DEL PLUS DE lacaniano es el deseo de unidad corporal con
GOCE ese objeto de deseo primordial, imposibilitado
por la castración fálica instaurada por el orden
Como señala Braunstein (2006), una de
simbólico. A partir de entonces, imposibilitado
las categorías clave que creara la teoría laca-
de regresar al paraíso imaginario de plenitud
niana (2006, 2008 y 2009), ausente en la obra
y transparencia, se desea su retorno, expresado
de Freud, es la de goce. A diferencia de lo que
corrientemente se cree, el goce no implica mediante las construcciones inconscientes del
necesariamente una equivalencia directa con lenguaje, los “fantasmas”, que a su vez, están
el placer. Incluso, en muchos casos, el goce investidos de goce. Como se señaló, para Lacan
es no placentero y hasta doloroso. Retomando (2006 y 2008), el goce principal es el goce de la
algunas cuestiones analizadas por Freud en unidad o goce “unario”, que rememora imagi-
“Más allá del principio del placer”, a partir del nariamente el goce original de unidad corporal
ejemplo de Sade, Lacan (1987b) recupera, en con la madre y luego con su pecho, constituido
su última etapa, la importancia crucial que en el primer objeto a un objeto causa de deseo
adquiere el goce. A su vez, el célebre pensador (Dor, 1997). En ese marco, intentando recu-
francés se basa en la noción de plusvalía de perar el goce perdido, se construyen diversas
Marx, para referirse también a la relevancia que edificaciones teóricas, a partir de metáforas y
adquiere lo que llama el “plus de goce” (Lacan, metonimias, las cuales intentan suplir la impo-
2006 y 2008). Básicamente, lo que señala Lacan sibilidad del retorno a la unidad corporal, sus-
es que el discurso está investido libidinalmen- tituciones y condensaciones inconscientes del
te de un goce inconsciente, si bien el goce no Uno-todo que se expresan siempre por la vía
pertenece a priori al orden del lenguaje, siendo del lenguaje, pero que están investidas libidi-
independiente de aquel (Braunstein, 2006 y nalmente (sexualmente) del goce unario. Del
Stavrakakis, 2010). El goce mayor es, origina- mismo modo, se tienen relaciones sexuales
riamente, el que se deriva de la unidad plena de pareja que representan un goce para los
y corporal con la Cosa perdida (la Madre). Sin órganos sexuales masculino y femenino, res-
embargo, se ha visto que ese goce sexual cuer- pectivamente, y se desea o se consume droga
po a cuerpo es estructuralmente imposible. En o psicofármacos para acceder al goce perdido
ese marco, a partir de la castración instaurada (Sissa, 1968). En todos los casos, se busca por
por el significante, se busca su retorno median- todos los medios la materialidad del goce, des-
te formaciones discursivas que se invisten de tacándose el rechazo a la “liviandad” del discur-
goce, si bien siempre presentan una pérdida so y la necesidad de materializaciones concretas
inevitable de goce, ya que son goces lenguajeros que otorguen corporalidad a las experiencias,
(Braunstein, 2006), esto es, goces del lenguaje tal como resulta típicamente en el consumo de
(Lacan, 2008). mercancías de diversa índole, ofrecidos como
Se debe recordar, en ese sentido, que una objetos “causa de deseo” que intentan llenar
de las premisas fundamentales del psicoanálisis imaginariamente el hueco o la falta constitu-
tiva que origina la presencia del orden signi-
del sujeto político y de producción “no toda” del ficante, por la vía, precisamente, del lenguaje
lazo social. No obstante, si bien se presenta aquí (Lacan, 2006 y 2008).
una recuperación del sujeto y de su libre capacidad Además, retomando a Marx y su inven-
de acción política, Laclau le critica a este autor
ción del síntoma, a partir de la noción de plus-
que no explique cómo realizar operativamente la
articulación política, además de olvidar la nece- valía, Lacan (2006) inventa el término “plus de
sidad de pensar esa articulación desde el Estado, goce”, para dar cuenta de un plus o un “más
en una crítica a su cosmovisión política maoísta allá del lenguaje”, que incorpora un suplemento
y autonomista, desde el post-gramscianismo. Una inconsciente de goce para el sujeto. Siguiendo,
crítica política similar realiza Laclau a los proyec-
tos anarquistas y autonomistas que promueven
en parte, a Freud, afirma que la mirada y la voz
los enfoques de Ranciere, de Hardt y Negri (véase son fuentes de goce inconscientes para el suje-
Laclau, 2008). to. Ello nos remonta a las primeras fuentes de

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goce, asociadas a la mirada de la madre sobre teorías sistémicas y funcionalistas, el conduc-


el niño y a la voz de la propia madre, luego tismo, el positivismo lógico, las teorías consen-
vinculadas a las órdenes y pedidos que el niño sualistas, y experiencias “realmente existentes”,
obedece para ser premiado simbólicamente como la religión judeo-cristiana y los fascismos
(por ejemplo, con una sonrisa, un abrazo o un y totalitarismos de izquierda y derecha, que han
simple agradecimiento y alegría) por la madre. intentado, ya sea reconociendo o no el conflicto
La madre, junto con el padre, se constituyen como base, una síntesis final unaria en el que
así, en las figuras que representan el superyó desapareciera el sujeto y, con él, la acción polí-
del sujeto, es decir, la conciencia moral que les tica, el conflicto, el poder y los antagonismos.
dice lo que deben o no hacer y desear. Con el Desde el análisis lacaniano, se puede decir que
proceso de socialización secundaria, este plus todas estas construcciones imaginarias están
de goce se vincula al cumplimiento de órdenes, investidas inconscientemente del goce unario,
sacrificios, deberes, imposiciones que se presen- lo que explica su persistencia, su (relativa) efi-
tan bajo la forma de leyes y mandatos obligato- cacia y su perdurabilidad temporal adaptada
rios por parte de nuevos sujetos considerados (Fair, 2010b)22.
importantes para cada uno, ya sea por admira- Del mismo modo, el concepto lacaniano
ción o temor (Berger y Luckmann, 1997). En de plus de goce puede ser aplicado para com-
ese marco, volviendo a Lacan, el (plus de) goce prender el goce suplementario que se asocia
se vincula al cumplimiento de esos mandatos, históricamente a todo discurso hegemónico. El
deberes, deseos y valores socioculturales consti- propio Lacan (2006) destaca, en su teoría de los
tuidos como imperativos (¡¡goza!!), como puede cuatro discursos, que las cinco posiciones dis-
ser el mandato superyoico de ser reconocido cursivas se encuentran adosadas a un compo-
socialmente, ser escuchado, ser visto, etc., pero nente de goce inconsciente que funciona como
también las imposiciones políticas y sociocul- factor de adhesión o en los términos de la socio-
turales típicas del capitalismo neoliberal, como logía política, de legitimación política. Así, si
ir de compras (shopping), acumular mucho en la Antigüedad el plus de goce se vinculaba al
dinero u operarse mediante cirugías estéticas hacer del esclavo, quien sentía que su existencia
innecesarias, en tanto constituidos como equi- tenía sentido, ya que era al menos reconocido
valentes imaginarios de significantes de “valor” (identificado) y era considerado “importante”
para el sistema, vinculados a elementos como para el Amo antiguo, el Discurso Universitario
ser exitoso, acceder a la felicidad y seguridad coloca al goce del lado del Amo, quien tiene
individual. el “saber” sobre lo que se debe hacer. Por su
parte, en el Capitalismo, el goce se encuentra
2.6.1. IMPLICANCIAS PARA LA TEORÍA Y EL ANÁLISIS en el cumplimiento de los diversos mandatos
SOCIOPOLÍTICO superyoicos del consumo de gadgets, signifi-
cantes asociados a la felicidad del sujeto y al
Las implicancias de la construcción del
“taponamiento” imaginario de la falta, lo que
concepto de goce y plus de goce para la política reenvía nuevamente a la autonomía imaginaria
han sido destacadas por el propio Lacan (2006 y del sujeto.
2008), quien recuerda que, históricamente, los Radicalizando estas contribuciones para
regímenes políticos apelaron a diferentes metá- el análisis político crítico, se puede observar
foras de la corporalidad, como modos de acce- su capacidad heurística para explicar al menos
der imaginariamente al goce unario. En ese parte de la lógica de dominio sociocultural
marco, se debe recordar que en el transcurso de (político) del capitalismo e incluso, de su fase
la historia, han proliferado múltiples metáforas de globalización neoliberal. En efecto, si el capi-
organicistas de la unidad y hermandad que han talismo basa su lógica de dominación general
variado en su significación contextual, sin des- en el consumo masivo de mercancías creadas
aparecer nunca. A su vez, han existido diversas
filosofías del ser en plenitud, como el plato- 22 S obre el p a r t ic u la r, vé a se e sp ecia lmente
nismo, el empirismo, el contractualismo, las Stavrakakis (2010).

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para causar su deseo y en la acumulación de “irracional” e “interesado” o “ideológico”, valo-


ganancias empresariales a partir del plus de res negativos asociados a la “clase política” y
valor del trabajo asalariado, algo no muy distin- contrapuestos a un (presunto) saber “técnico”,
to de lo que había advertido Marx (2000) hace “objetivo”, “racional”, “atemperado”, “sensato”
más de un siglo y medio, Lacan nos va a decir y “superior”, condición de posibilidad para soli-
que prestemos atención también al plus de goce dificar aún más el discurso de la globalización
adherido al discurso hegemónico. Así, se puede neoliberal.
afirmar que los mandatos y deberes promovidos De este modo, se puede decir que el dis-
y prescriptos como obligaciones superyoicas curso del capitalismo neoliberal presenta una
por las empresas concentradas y los repre- lógica de dominación sistémica centrada en al
sentantes empresariales escenificados en los menos cuatro elementos clave:
medios masivos de comunicación, en particular
la televisión y su lógica desregulada a favor del 1) El triunfo hegemónico de los valores
consumo y la acumulación de ganancias priva- socioculturales impuestos por el capi-
das sin límites, no solo permiten reproducir la talismo financiero desregulado, en el
explotación capitalista, sino que pueden ser vis- marco de la caída de la imagen paterna,
tos como un modo mítico de alcanzar la liber- frente al control “autoritario” sobre la
tad y la felicidad individuales, constituyéndose iniciativa y la libertad privada e indivi-
en un plus de goce para el sujeto que permite dual, vinculado al modo de funciona-
la adhesión conservadora al sistema y en ese miento y regulación del Estado Social de
marco, el apoyo a las políticas “liberalizadoras”. posguerra.
En el contexto mundial de declinación 2) El goce derivado del uso de nuevas metá-
del padre restrictivo de antaño, aquel vinculado foras unarias, como la idea de “aldea
por el discurso (neo)liberal al Estado Benefactor global” o el “Fin de la Historia” y de
Keynesiano y sus políticas “autoritarias” de los “grandes relatos”, que refuerzan la
control sobre la economía y limitación de las hegemonía discursiva y sociocultural del
libertades, derechos y garantías individuales, modelo de globalización neoliberal, ya
surge entonces, un mundo sin limitaciones que se impone la percepción de que las
para el libre goce del sujeto (Lebrun, 2003) esto confrontaciones y antagonismos que-
es, un mundo “moderno” y “evolucionado”, daron “superados” por la “historia” y no
en el que el sujeto parece recuperar su auto- existe un Amo con quien antagonizar y
nomía y libertad, frente al dominio del Amo construir la propia identidad política 23.
antiguo y regulador del Estado burocrático y 3) El plus de goce derivado de un discurso
autoritario (o incluso, dictatorial) de antaño. liberal-democrático a favor de la presun-
Al mismo tiempo, este plus de goce, ubicado ta autonomía y felicidad individual, el
del lado del “Esclavo”, se ve fortificado por una cual permite que el sujeto pueda consu-
tendencia opuesta, basada en la expansión del mir, acumular y vivir libre y democráti-
Discurso Universitario. A diferencia del discurso camente, sin las “interferencias” “arbi-
del supuesto saber que analizaba Lacan, críti- trarias” y “autoritarias” del Estado, por
co de la filosofía teleológica de la historia que
condujo al marxismo “realmente existente” a 23 En la actualidad, con el retorno de la “alteridad”
bajo la forma de nuevos liderazgos políticos y
la burocratización y a la barbarie estalinista,
movimientos sociales más críticos y organizados
que llevó a Europa a adherir al nazismo y el fas- contra el “Pensamiento único” neoliberal, habría
cismo, el neoliberalismo globalizado presenta que pensar en una posible reversión de este dis-
un segundo elemento que funciona como plus curso hegemónico y en la misma medida, en un
de goce, expresado en el saber superior con el cambio de registro de sus metáforas unarias habi-
tuales, aunque la función de “taponamiento” de la
que se legitiman los tecnócratas y gerenciado- falta permanece presente, ya que el propio dinero
res de la política, posicionados discursivamen- y la lógica de consumo mercantil del capitalismo,
te como ajenos a lo “emocional”, “arbitrario”, cumplen esa función imaginaria.

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lo que, a diferencia del modelo benefactor paridad cambiaria fija en un plano de igual-
keynesiano-regulador, el goce ilimitado dad con la superpotencia imperial, en 1991),
y la autonomía nuevamente quedarían el recurrente “hermanos y hermanas”, al que
posicionados del lado del “Esclavo”. apelaba con insistencia el discurso de Menem
4) La presencia de un elemento adicional, en cada una de sus alocuciones y las metáforas
signado por el endeudamiento del sec- unarias y aconflictivas de la “aldea global” o
tor privado en el plano financiero, que la “comunidad internacional”, en el marco de
actúa como una tercera pata que con- la percepción creada de fracaso de otras alter-
solida la hegemonía del discurso neoli- nativas políticas. En este caso, se afirma que
beral, al permitir no solo la reproduc- el goce era primordialmente masoquista, pro-
ción económica de las dos variables clave ducto de la necesidad perentoria de unificarse
del sistema capitalista actual (acumu- y “reconciliarse” socialmente para alcanzar un
lación económica y consumo masivo), futuro promisorio de paz, libertad, progreso
sino también la existencia de crecien- y felicidad para todos. De la misma forma es
tes demandas sociales conservadoras en como puede interpretarse, además, el plus de
torno a la permanencia del sistema neo- goce derivado del discurso hegemónico, que
liberal, en el marco del temor generali- señalaba que la Argentina era “importante” a
zado a que una devaluación monetaria nivel mundial, que sobre todo, a partir del éxito
destruya económicamente a los sectores del Plan de Convertibilidad, era “reconocida”
endeudados e impida continuar con las socialmente por su “inédita” inserción interna-
pautas socioculturales imperativas. cional al orden global, así como las constan-
5) Por último, la solidificación del discurso tes muestras de apoyo y consentimiento de la
hegemónico, a partir de la función unaria “comunidad internacional”, entre ellas el Fondo
de tecnócratas neoliberales de presunto Monetario Internacional (FMI) (que conside-
“saber superior” y objetivo, que refuerzan raba al país como el “mejor alumno”) y de los
Estados Unidos (que señalaba a la Argentina
la lógica y los imperativos superyoicos
como “aliado extra Organización del Tratado
del modelo de acumulación y consumo
Atlántico Norte (OTAN)” y “gran amigo” del
masivos, contribuyen a la sedimentación
gobierno estadounidense). Por último, el dis-
discursiva de valores liberal-democráticos
curso liberal-democrático se articulaba con el
vinculados a la percepción de una cre-
neoliberal, para insistir en la presencia de un
ciente libertad, autonomía y democrati-
“mundo feliz”, basado en mayores márgenes de
zación de los individuos, y fomentan la
libertad, democratización y progreso para los
presencia de un discurso que promueve
individuos, frente a las experiencias previas del
el temor generalizado a salir del siste-
Estado que “todo lo absorbía” (peronismo de
ma socioeconómico vigente, frente a los posguerra), o bien, del “autoritarismo” y la “vio-
costos económicos, sociales y culturales lencia” de períodos anteriores (Dictaduras mili-
derivados de tal decisión (caos de la deva- tares), así como, su control y limitación sobre
luación, inflación, o bien ambos, pérdida las libertades y derechos individuales.
de los hábitus de consumo).
3. A MODO DE CONCLUSIÓN
Es en este mismo marco interpretati-
vo en el que puede entenderse, por ejemplo, En este artículo se propuso recuperar
que durante la experiencia más radicalizada de una serie de categorías clave provenientes de
aplicación del neoliberalismo en la Argentina, la teoría psicoanalítica lacaniana, para exami-
durante el gobierno de Carlos Menem (1989- nar algunas de sus múltiples contribuciones
1999), existiera un goce derivado de metáforas potenciales para el desarrollo y enriqueci-
unarias como las del “1 a 1” (el Régimen de miento de la teoría política y social contem-
Convertibilidad, que estabilizó económicamen- poránea, y el análisis sociopolítico crítico.
te la moneda, mediante la aplicación de una Si bien, atentos al riesgo de psicologismo y

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48 Hernán Fair

de una siempre posible sobreinterpretación, 5. BIBLIOGRAFÍA


entendemos que la extensa obra de Lacan
puede brindar incalculables aportes teóricos Aboy Carlés, Gerardo. “Populismo y democracia
tendientes al desarrollo y expansión del cono- en la Argentina contemporánea. Entre el
cimiento en las ciencias sociales y humanas y, hegemonismo y la refundación”. Estudios
específicamente, a la construcción de una teo- Sociales 28. Universidad Nacional del
Litoral, 2005.
ría y un análisis político más complejo e inte-
Adorno, Theodor y Horkheimer, Max. Dialéctica
gral de aquello que se define como lo social.
del iluminismo. Madrid: Editorial
Estas contribuciones, que aquí solo se han
Nacional, 2002.
esbozado, se encuentran actualmente en cier-
Alemán, Jorge. “Aproximaciones al problema de
to auge dentro del denominado pensamien-
la metáfora en el texto L´Etourdit (Lacan:
to político posfundacional, en consonancia
Heidegger)”. Cuestiones antifilosóficas en
con las indudables aportaciones provenientes
Jacques Lacan. Buenos Aires: Atuel, 1993.
de la obra de Slavoj Zizek, Alain Badiou y
Alemán, Jorge. Para una izquierda lacaniana.
más recientemente, de las contribuciones de
Buenos Aires: Grama, 2009.
Ernesto Laclau. Sobre todo, se debe destacar el
Álvarez, Alicia. La teoría de los discursos de
promisorio intento de articular a la izquierda
Jacques Lacan. La formalización del lazo
democrática y el psicoanálisis lacaniano, en
social. Buenos Aires: Letra Viva, 2006.
una audaz propuesta a favor de una “izquierda Austin, John. Cómo hacer cosas con palabras.
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vamente. En este trabajo, posicionado en esta Bajtín, Mijail. “El problema de los géneros
línea, se ha colocado el eje en algunas de las narrativos”. Estética de la creación
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derivar del complejo pensamiento lacaniano, Barros, Seba stiá n. “Espectralidad e
para el desarrollo y expansión de la teoría polí- inestabilidad institucional. Acerca de la
tica y social, y el análisis sociopolítico crítico. ruptura populista”. Estudios Sociales 30.
En ese marco, se examinaron tanto sus posi- 2006: 145-162.
bles implicancias teóricas y epistemológicas, B a s u a ld o, E d u a rd o. C o n c e nt ra c i ó n y
como también algunas de sus derivaciones c e ntrali z ac ió n d el ca pital e n la
para el análisis empírico. El objetivo “tras- Argentina durante la década de los
cendental” era (y continúa siendo) doble. Por noventa. Buenos Aires: UNQUI, 2000.
un lado, se espera que estas contribuciones Bauman, Zigmunt. En busca de la política.
puedan servir de algún modo para enriquecer, Buenos Aires: FCE, 2003.
y sobre todo para estimular y promover, el diá- Bauman, Zigmunt. Vida de consumo. Buenos
logo crítico e interdisciplinario tendiente a la Aires: FCE, 2007.
formación de un marco teórico-metodológico Benveniste, Emile. “El aparato formal de la
y epistémico que robustezca a la teoría política enunciación”. Problemas de lingüística
y permita incrementar la complejización del general. México. Siglo XXI , 1989: 82-91.
análisis político crítico de lo social, en el con- Berdiel Rodríguez, Otto. “La declinación social
texto de una sociedad y una realidad sociocul- de la imago paterna y su correlato
tural y política de por sí muy complejas. Por simbólico: ¿sujeto autorreferencial?”.
el otro, esperamos poder contribuir, en parte, Psikeba 10. En: <http://www.psikeba.com.
al desarrollo de una sociedad más justa, libre, ar/articulos2/OB_ declinacion_imago_
democrática, solidaria, plural y emancipada, paterna_sujeto_autorreferencial.htm>
siguiendo los postulados normativos de una Berger, Peter y Luckmann, Thomas. La
izquierda lacaniana en defensa explícita de construcción social de la realidad.
una democracia radicalizada y plural. Buenos Aires: Amorrortu, 1997.

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