1. El gobierno: Conjunto de órganos que ejercitan y desenvuelven el poder público en sus
diversas funciones (legislativas, administrativas, o judiciales) para el cumplimiento de los fines del Estado. Es un elemento constitutivo del Estado, con lo cual la forma que adquiere ese gobierno no debe confundirse con la forma de Estado. Clasificación de las distintas formas: Aristóteles distingue entre formas puras e impuras de gobierno. En las formas puras, el gobierno es ejercido en miras del bien común, y en las formas impuras, en cambio, el fin perseguido es el beneficio propio. Reconoce como puras: monarquía o gobierno de uno, la aristocracia o gobierno de pocos y la politeia o gobierno de todos. La degeneración de las puras, deriva en: tiranía, oligarquía y demagogia. -Monarquía: gobierno de un individuo en el cual el poder absoluto reside. Puede ser absoluta o constitucional. -República: la jefatura del Estado reside en un conjunto de personas elegidas. Puede ser directa (toda la población participa en las labores estatales personalmente) o indirecta (se dice que la soberanía reside en el pueblo, pero el ejercicio es delegado en los Gobernantes). -Régimen parlamentario. -Régimen presidencial: el sistema político constituye el régimen presidencial. -Semipresidencialismo. Forma de gobierno del Estado Argentino: El art. 1 establece que nuestro país adopta la forma de gobierno representativa, republicana y federal (forma de Estado). Los caracteres propios de la misma en Argentina son: • La separación de los poderes gubernativos: implica la existencia de funciones separadas y coordinadas y de control de los órganos de poder, resguardando los derechos individuales y evitando la concentración del poder. • Igualdad ante la ley. • Elección popular de autoridades: el art. 33 localiza en el pueblo el poder político y lo faculta para elegir a sus gobernantes por medio del sufragio. • Periodicidad de los mandatos. • Responsabilidad de los funcionarios públicos por la gestión que realicen, reconocida a través del establecimiento constitucional del juicio político. • Publicidad de los actos de gobierno. • Consagración de derechos, obligaciones y garantías individuales. Régimen presidencialista argentino: El presidencialismo tiene origen en los EEUU. La constitución de 1853 adopta este sistema, ya que los propios antecedentes históricos nacionales reclamaban un poder ejecutivo fuerte y concentrado. Es el régimen político propio de los estados republicanos en el que el presidente también es jefe del gobierno. En este sistema, la elección del titular del poder ejecutivo emana directamente del pueblo, lo cual contribuye a otorgarle un eventual liderazgo político. Resulta electo por un periodo fijo de mandato y durante ese tiempo no puede ser revocado, salvo situaciones muy excepcionales. Funcionalmente, resume en su titular, el presidente, las máximas jefaturas de Estado y de Gobierno. 2. Democracia y autocracia. Noción de democracia y presupuestos. La democracia significa gobierno del pueblo. Tuvo su origen en Atenas. Se dio en este tiempo una democracia donde todos los ciudadanos participaban activamente en la toma de decisiones y deliberaban por ellos mismos, no a través de representantes. Todos tenían la posibilidad y la facultad de emitir su opinión en asambleas donde se tomaban las decisiones (democracia DIRECTA). Según el grado y la intensidad de participación del pueblo en el gobierno, cabe hablar de democracia directa (deliberativa) o de democracia indirecta (representativa). Democracia deliberativa es aquella en la que el pueblo, sin mandatarios, ni representantes, se da por sí mismo sus leyes. Democracia indirecta o representativa es aquella en la que el pueblo no gobierna ni delibera sino por medio de sus representantes, elegidos a través del sufragio. La autocracia es el gobierno donde la ley suprema es la voluntad de una sola persona que carece de oposición y no encuentra limitaciones en el ejercicio del poder. Formas de democracia semidirectas Constituyen un intento de asegurar una participación mayor del pueblo en las decisiones del gobierno. Ellas son: • Referéndum: procedimiento mediante el cual se convoca al cuerpo electoral para que decida por la afirmativa o negativa con respecto a un asunto público propuesto por los órganos legislativos. Es de naturaleza normativa. • Plebiscito: forma mediante la cual la ciudadanía se expresa por la afirmativa o negativa en respuesta a una consulta, formulada por el gobierno, sobre asuntos de interés para la vida del Estado, ya sea en orden interno o externo. Es de naturaleza política. • Iniciativa popular: facultad reconocida a cada ciudadano para proponer proyectos de ley ante el órgano legislativo. • Revocatoria: permite a los ciudadanos peticionar la revocación de aquellos funcionarios públicos que han dejado de merecer la confianza del pueblo. Bidart Campos sostiene que en nuestra constitución no es viable puesto que el presidente solo puede ser destituido por juicio político. • Consulta popular: consulta al cuerpo electoral sobre un proyecto, puede ser vinculante o no vinculante. • Veto popular: consulta vinculante que determina si una ley debe ser derogada o no. Incorporadas a la CN: iniciativa y consulta popular (incluye plebiscito y referéndum). Antecedentes provinciales: La Constitución de Córdoba fue referencia para los artículos 39 y 40 de la CN. Legislar sobre iniciativa, consulta popular y referéndum. Otros antecedentes: C. de Bs As, Río Negro, San Juan, Santa Cruz. Representación política y representación de intereses: La representación política es la situación por la que la acción de los gobernantes se imputa a los gobernados, siendo para estos de efecto obligatorio siempre que se ejercite en su nombre y con aprobación expresa. La representación política es la representación de los más diversos intereses políticos y generales. 3. Los entes territoriales locales. La distinción básica entre las formas unitaria y federal de estado se da según se encuentren articulados los elementos de su estructura en uno o varios centros de poder. • Forma unitaria: un orden gubernativo que comprende todo el territorio y la población del Estado. El orden jurídico vale para todo el territorio. • Forma federal: el orden jurídico federal tiene vigencia en todo el Estado, pero coexiste con los ordenamientos locales, emanados de órganos autónomos. Descentralización del poder con relación al territorio. La forma del Estado argentino: Toma ideas del federalismo de EEUU, pero no es tan puro como ese. Se reservan a los Estados (en nuestro caso provincias) miembros todas las facultades no delegadas al gobierno federal. Surge con la Constitución de 1853. Contexto interno donde se desarrolló: ideológicamente, desde la Revolución de Mayo se perfilaron los dos sectores de opinión, el unitario y el federal. Las ciudades fundadas por los españoles fueron extendiéndose y dando lugar a las futuras provincias. Los cabildos proporcionaron un gobierno local (municipal, comunal). Por lo tanto, el federalismo no fue un invento de los Constituyentes, sino que era lo que la realidad sociológica sugería. Federalismo de concertación: diálogo constante frente a la toma de decisiones entre el gobierno federal y los gobiernos provinciales. Intento de suprimir decisiones unilaterales. Con la reforma del 94 se intentó disminuir la amplia capacidad del Poder Ejecutivo, intentando paliar los efectos del proceso de hiper concentración del poder federal en manos de la cabeza del Ejecutivo, y fomentar el federalismo. Sin embargo, el dia de hoy podemos ver qué se da un claro federalismo ejecutivo, en el que el centro del poder no pivota sobre las relaciones entre el Estado federal y los demás entes territoriales, sino sobre la cabeza del sistema que regula -con su accionar- las relaciones que se desarrollan dentro de la federación. Estados miembros: las provincias son unidades políticas que componen nuestra federación. No son soberanas, pero son autónomas: conservan todo el poder no delegado por la CN al gobierno federal y el que expresamente se hayan reservado por pactos especiales al tiempo de su incorporación. Se dan sus propias instituciones locales y se rigen por ellas, eligen sus gobernadores, legisladores, funcionarios, y dictan sus propias constituciones (conforme a la CN, las leyes que el Congreso dicte respecto a ella y los TTII). ARTS 5, 31, 121, 122, 123. Los gobernadores son agentes naturales del Gobierno federal para hacer cumplir la CN (128). Relaciones entre el Estado Federal y los Estados miembros (provincias): 1. Participación: implica reconocer la colaboración de las provincias en la formación de decisiones del gobierno federal. Esta vinculación se legitima en el Congreso, en la Cámara Alta. 2. Coordinación: reparto y delimitación de competencias entre las provincias y el estado. 3. Subordinación: se expresa en la supremacía federal. Las constituciones y leyes provinciales se ubican por debajo tanto del bloque de constitucionalidad federal como del derecho infraconstitucional pero supralegal. Distribución de competencias: Facultades exclusivas del Estado federal: intervención federal, declaración del Estado de sitio, relaciones internacionales, dictar los códigos de fondo y las leyes federales o especiales. Como principio, casi la totalidad de competencias asignadas a los órganos de gobierno federal por la CN, son exclusivas del Estado federal. Corresponde al congreso: fijar los límites interprovinciales (75 inc 15), acordar subsidios del Tesoro Nacional a las provincias cuyas rentas no alcancen (75 inc 9).Excepcionalmente el establecimiento de impuestos indirectos por el congreso, en caso de necesidad para defensa, seguridad común y bien general. Facultades exclusivas de los Estados miembros: dictar la constitución provincial, establecer impuestos directos, dictar sus propias leyes procesales, asegurar regímenes municipales, la educación primaria, etc. El art 124 establece que las provincias podrán crear regiones para el desarrollo económico y social. Facultades concurrentes: impuestos directos internos y las que surgen del art 125. Facultades compartidas (reclaman una decisión integradora, del Estado federal y cada provincia): fijación de la Capital federal, creación de nuevas provincias. Facultades provinciales para concertar convenios internacionales: Las provincias pueden celebrar convenios y tratados internacionales siempre y cuando: no sean incompatibles con la política exterior de la Nación, los tratados no afecten las facultades delegadas por las provincias al gobierno nacional, no afecten el crédito público de la nación, y lo hagan en conocimiento del Congreso. 4. Intervención federal: Mecanismo propio del Estado federal que corrige una situación contraria a la voluntad de la CN. Asegura la garantía federal (“el Estado asegura, protege y vigila la autonomía, la integridad y subsistencia de las provincias”). Está a cargo del Congreso, y en caso de estar en receso, del Presidente. Es una medida de excepción, política pero sujeta a revisión judicial de constitucionalidad si se impugna la intervención. Casos en los que procede: el art. 6 establece ciertos peligros que amenazan la integración armónica de las provincias. Da un lugar a la I.F. con el fin de conservar esta integración. El gob. federal interviene por sí solo para garantizar el republicanismo, para repeler invasiones exteriores, y por pedido de las provincias (para sostenerlas o reestablecerlas, si hubiesen sido depuestas por sedición o por invasión de otra provincia). Alcance: Por disposición del gobierno nacional: conflictos que distorsionen gravemente el republicanismo, por invasiones extranjeras o el incumplimiento de cualquiera de las tres obligaciones municipales y la violación grave de principios, derechos y garantías de la CN. A pedido de las provincias: en casos de sedición o invasión de otra provincia. Efectos: La garantía federal puede significar la sanción de la provincia que la perturba. Tiene efectos protectores. Luego de restablecer el orden, en caso de que sea necesario, el interventor convoca a nuevas elecciones provinciales. El Interventor: art. 99, inc. 7. Funcionario federal que representa al gobierno federal y actúa como delegado del presidente de la república. Su marco de atribuciones depende del acto de intervención, de la finalidad asignada por el órgano que la dispuso y de las instrucciones asignadas. Las atribuciones son de interpretación restrictiva. Los actos del interventor federal no quedan exentos de juzgarse por un tribunal. 5. La capital Federal. Régimen constitucional. Art 129: la ciudad de Buenos Aires tendrá un régimen de gobierno autónomo, con facultades propias de legislación y jurisdicción, y su jefe de gobierno será elegido directamente por el pueblo de la ciudad. Una ley del Congreso tiene que garantizar los intereses del Estado federal mientras la ciudad sea capital federal. La ley 24588 se encarga de limitar tales facultades: • La Nación conserva todas las atribuciones no otorgadas a la Ciudad de BsAs por la CN o la ley 24588 • Conserva su jurisdicción en todos los inmuebles que sirvan de asiento a los poderes de la Nación o sean propiedad de ella • La ciudad no podrá crear organismos de seguridad sin permiso del Congreso 6. La ciudad de Buenos Aires. Antes de 1994, era un territorio totalmente federalizado, no poseía autonomía. Sus habitantes no podían elegir sus autoridades. Luego de la reforma, con el artículo 129 se le otorgan facultades propias de legislación y jurisdicción, y la posibilidad de que su Jefe de Gobierno sea elegido directamente por el pueblo de la ciudad.La idea central de la Reforma fue otorgar a Buenos Aires un “status constitucional especial”que asemejara su organización a la de una provincia pero sin transformarla efectivamente en tal. El gobierno federal tiene competencia exclusiva donde se desempeña. Estructura autónoma: posee jurisdicción propia, puede ser intervenida federalmente, elige autoridades, dicta sus leyes, está representada en el Senado. UNIDAD VI 1. El Estado y la comunidad internacional: La comunidad internacional está formada esencialmente por Estados, organismos internacionales, sujetos ligados a la actividad religiosa (Iglesia Católica) y a la beligerancia (pueblos que luchan por su autodeterminación). Todos estos sujetos están dotados de personalidad internacional, y son alcanzados por el Derecho Internacional Público. Este derecho es considerado un derecho de coordinación, ya que carece de un órgano centralizado que tenga la facultad de legislar, administrar, juzgar y coaccionar. Los sujetos regulados por el D.I.P. son legiferantes, es decir que elaboran las normas por las que, luego, ellos mismos serán alcanzados. Las relaciones exteriores y las relaciones diplomáticas: Todo sujeto de DIP posee el derecho de legación. Este derecho, en su faz activa, faculta a cada Estado a enviar representantes a otros países y, en su faz pasiva, a recibir representación de los mismos. Estas representaciones, asumidas por los agentes diplomáticos, tienen como fin negociar acuerdos y pactos, fomentar las buenas relaciones entre dos Estados, optimizar el comercio entre Estados, etc. La convención de Viena de 1963 establece tres categorías de agentes diplomáticos: • Embajadores o nuncios, acreditados ante los Jefes de Estado. • Enviados, ministros o internuncios, acreditados ante los Jefes de Estado. • Encargados de negocios, acreditados ante los ministros de relaciones exteriores. Las relaciones exteriores en la constitución Argentina: El manejo de las relaciones diplomáticas por parte de un Estado es asumido, esencialmente, por el jefe de Estado y el ministro de relaciones exteriores, y en forma permanente por los agentes diplomáticos. El art. 99, inc. 11 concede al Poder Ejecutivo la conducción de las relaciones exteriores, estableciendo que el Presidente de la Nación “concluye y firma tratados, Concordatos y otras negociaciones requeridas para el mantenimiento de las buenas relaciones con las potencias extranjeras, recibe sus ministros y admite sus cónsules”. La Convención de Viena de 1963, en el art. 7 inc. 2 enumera a los Jefes de Estados, ministros de relaciones exteriores y agentes diplomáticos como facultados para suscribir legítimamente un Tratado. Principios constitucionales que orientan la política exterior Argentina: • El preámbulo establece una política exterior abierta a la libre circulación de personas. • Art. 27: “el gobierno federal está obligado a afianzar sus relaciones de paz y comercio con las potencias extranjeras por medio de tratados que sean en conformidad con los principios de Derecho Público establecidos en esta Constitución”. Todo tratado debe guardar coherencia y congruencia con la CN. • Art. 31: “la CN, las leyes de la Nación que en su consecuencia se dicten por el Congreso y los Tratados con las potencias extranjeras son ley suprema de la Nación”. • Art. 75, inc. 22: Compete al Congreso “aprobar o desechar Tratados concluidos con las demás naciones y con las Organizaciones Internacionales”. De esta forma, el Poder Legislativo puede o no aceptar acuerdos suscriptos por el Poder Ejecutivo. 2. Tratados Internacionales. Régimen Constitucional. El tratado internacional de la convención de Viena es el que regula el régimen de los tratados. Según esta convención, un tratado es un acuerdo internacional celebrado por escrito entre Estados y regido por el derecho internacional. La doctrina suele extender un poco más el concepto y sostiene que son acuerdos entre sujetos de derecho internacional, pudiendo ser o no Estados. Para qué un tratado adquiera vigencia en nuestro derecho, debe cumplir con cuatro etapas: 1. Etapa de negociación, a cargo del Poder Ejecutivo. 2. Etapa de la firma, a cargo del Poder Ejecutivo (art 99 inc 11) 3. Etapa de la aprobación por parte del Congreso (art 75 inc 22). En caso de aprobarlo, emite una ley. En caso de no aprobarlo, no puede ser ratificado. 4. Etapa de la ratificación por parte del Presidente. Con esta ratificación, en sede internacional, el tratado ingresa al derecho interno y va a entrar en rigor. De todas formas, el Estado puede adherir a un tratado sin haber negociado ni firmado. Jerarquía constitucional de los tratados internacionales en materia de derechos humanos. Tratados incorporados a la Constitución. En la reforma del 94, se estableció como regla que los tratados son superiores a las leyes pero inferiores a la Constitución, a excepción de los tratados sobre derechos humanos enumerados en el art. 75, inc. 22, qué tienen igual jerarquía que la constitución. También, en el art. 31, se establece que los tratados, junto con las leyes del Congreso y la constitución, integran la ley suprema de la nación. Relaciones con organismos internacionales: Los organismos internacionales son considerados como sujetos del DIP. Tienen la capacidad para celebrar tratados y legislar en el campo internacional como cualquier Estado. Sin embargo, carecen de las atribuciones en el ámbito diplomático que sí poseen los Estados. Al ratificar la Convención Americana de DDHH, Argentina acató la jurisdicción de la Comisión Interamericana de DDHH y de la Corte Interamericana de DDHH. Además, es uno de los Estados Miembros Fundadores de la Organización de las Naciones Unidas, y registra desde entonces una participación activa en los órganos y programas del sistema, en el marco de la política exterior dirigida a construir consensos en el ámbito internacional, orientados al fortalecimiento del D.I.P., de los valores universales asociados a la paz y la seguridad, la democracia representativa y el respeto y promoción de los DDHH. Relaciones con órganos comunitarios: La reforma de 1994 incorporó en el Art. 75 inc. 24 la reglamentación en lo atinente a los tratados de integración, debido a la participación de la Argentina en organizaciones supraestatales como el MERCOSUR. La norma constitucional impone ciertas condiciones para habilitar el ingreso del Estado a estos sistemas (reciprocidad, igualdad, respeto del orden democrático, derechos humanos). Los tratados que deleguen competencia a organizaciones supraestatales deberán respetar estas condiciones. Repercusiones en el régimen constitucional: El art. 75 inc. 22 establece un principio general sosteniendo la prioridad de los tratados sobre las leyes. Los tratados de derechos humanos enumerados en este artículo gozan de jerarquía constitucional. El inc. 24 se refiere a la jerarquía supralegal de los tratados internacionales. Delegación de competencias en órganos supraestatales. Jurisdicción internacional. Integración y soberanía: la Corte interamericana es un tribunal internacional (no extranjero). No sustituye el juzgamiento de los tribunales argentinos, ya que para el acceso a la Corte, los particulares denunciantes deben agotar las instancias en los tribunales argentinos. Según el criterio de Bidart Campos, el acatamiento argentino a la jurisdicción internacional de la Corte no implica instituir juicio en dos instancias, porque la corte no actúa como tribunal de alzada ni revisa la sentencia, se trata de un proceso independiente. Lo que la Corte decide con fuerza de cosa juzgada versa sobre la interpretación y aplicación de la Convención,en orden a establecer el Estado parte ha violado o no un derecho o libertad contenido en la Convención. 4. Relaciones entre el Derecho Interno y el Derecho Internacional. Monismo y dualismo. Incorporación de normas. El monismo sostiene que entre el derecho internacional y el derecho interno existe unidad de orden jurídico y, por ende, en el sistema de fuentes. Las fuentes en el derecho internacional son automáticamente y por si mismas fuentes del derecho interno, por lo cual el derecho internacional penetra y se incorpora directamente en el derecho interno. Además, plantea que cumplida la etapa de ratificación en el proceso de incorporación de tratados, ese tratado queda incorporado automáticamente y directamente al derecho argentino. El dualismo plantea qué hay dualidad de órdenes jurídicos e incomunicación entre ambos, ya que cada uno posee su propio sistema de fuentes. El derecho internacional, en este caso, no se incorpora directamente en el derecho interno, sino qué para qué se incorpore, hace falta una fuente interna de recepción al derecho internacional. La fuente de derecho interno hace de colador o filtro para dejar pasar al derecho internacional y en ese tránsito produce la conversión del derecho internacional en derecho interno. Esta postura afirma que después de la ratificación de un tratado, hace falta una ley del congreso qué de recepción a tratado y lo incorpore al derecho interno, donde adquiere calidad de ley. Hay razones para reconocer que nuestra constitución es monista, ya que ella no establece en ninguna parte que haga falta una ley de recepcion después de la ratificación del tratado. En el Art. 31 se menciona en forma separada a los tratados de las leyes, lo que significa que los tratados ingresan al derecho interno como tratados, osea sin la necesidad de una ley de incorporación. 5. Relación con la Iglesia Católica. El sistema constitucional argentino. Otras religiones. El Estado puede asumir frente al poder espiritual diferentes posiciones: - Sacralidad o el estado sacral: incluye dentro del bien común aspectos importantes del bien espiritual o religioso de la comunidad. - Secularidad o estado secular: el Estado reconoce un poder religioso, institucionaliza políticamente su existencia y resuelve favorablemente su relación con la comunidad religiosa. - Laicidad o estado laico: el Estado elimina a priori el problema espiritual del ámbito político, adopta una postura indiferente, una postura neutral. El Estado constitucional argentino asume en la relación entre el Estado y la Iglesia una postura confesional. Esta cabe en la secularidad. La secularidad de nuestro estado está dada por la “libertad de cultos sin igualdad de cultos”, debido a que hay un culto y una iglesia qué tienen preeminencia sobre las demás. Se trata del culto católico y su respectiva iglesia. En el art. 2 se dispone que “el gobierno federal sostiene el culto católico apostólico romano”. La adopción del culto católico en nuestra constitución nacional obedece a distintas razones: la tradición hispano- indiano y antecedentes constitucionales de nuestro estado, la composición religiosa de la población mayoritariamente católica, la valoración del catolicismo como religión verdadera por parte del congreso constituyente. Nuestra constitución le reconoce a la Iglesia un status constitucional propio (implica reconocerla como persona jurídica de derecho público) y una relación especial con el estado, la cual se define como unión moral, lo que implica que debe haber una relación de cooperación con autonomía. El concordato con la sede: El 10 de octubre de 1966 se suscribió un acuerdo entre la Santa Sede y la república argentina. Este acuerdo hizo decaer normas de la constitución que regulan la misma materia. Puntos más importantes del acuerdo: Art. 1 reconoce y garantiza a la iglesia, por parte del Estado argentino, el libre y pleno ejercicio de su poder espiritual y libre y público ejercicio de su culto. Art. 2 dispone que la Santa Sede podrá elegir nuevas circunscripciones eclesiásticas como así también modificar sus límites y suprimirlas. Art. 3 dispone que el nombramiento de obispos y arzobispos es competencia de la Santa Sede. Art. 4 dispone que la Santa Sede tiene derecho a publicar en la república argentina disposiciones relativas al gobierno de la iglesia. La libertad religiosa como derecho personal: La libertad religiosa es un derecho civil de todos los hombres en el estado. El reconocimiento de este derecho implica estar inmune de coerción por parte de terceros. La libertad religiosa tiene dos aspectos fundamentales. El primero es la libertad de conciencia, qué significa el derecho de un hombre frente al Estado y frente a los demás hombres para que en su fuero interno no se produzcan interferencias en materia religiosa. Cuando la libertad de conciencia se traslada al fuero externo, se convierte en libertad de cultos.