Está en la página 1de 26
TRAMAS SOCIALES Directora de coleccién Irene Gojman « Cecilia Moise Prevencitn y psicoandlisis G. Carda Las particip M. Rosenfeld es de la pobreza . Hugo A. Miguez Uso de sustancias psicoactivas * Francisco Morales Calatayud Introduccion a la ‘psicologta de la salud Entique Saforcada La psiclogta sanitaria en las nuevas perspectivas de la salud publica . Susana Huberman Climo se forman las capacitadores x Silvia Schiemenson (comp.) Leer y escribir en contexts sociales complejas - O. Nirenberg, J. Brawerman y V. Ruiz Evatuar para la transformacién bal Silvia Duschatzky (comp.) Tuteladas y asistidas TUTELADOS Y ASISTIDOS Programas sociales, politicas piiblicas y subjetividad SILVIA DUSCHATZKY (COMPILADORA) GRACIELA CARDARELLI MARA COSTA RAFAEL GAGLIANO PATRICIA REDONDO MONICA ROSENFELD JOSE YUNI ~ PAIDOS Buenos Aires Barcelona México Z ¥L 9p souoposiod A saleseg -z “ uppsomoxd ¢] ap * oueiiey eet ae erepy sod ‘sr seonsiod sty apsap rapsousty epesm eu, “pepHourur vy op serourguy sey 12 ojnyydes gs we” se 7 te @ fia postu PrRyussoy eomuoyy A yparepawry tare 20d ‘sajepos saiuade soy & ooodupad opeas jo asus uppepas ef op vary “souoppuarny sasofour se] wod :] ofnasdes on ae T~69E49 a R-6ast-21-066 NAST age om Saw moe Ary wy poets “euneaiay mo oss Ao eau voud ond encod [3 OgpoH eP>NE) ‘optog 98:0f ap exog -erayqno 2p oanoyy peyY OaRIsNE ap eAIGA ate i VUEWCD | Silvia Duschataky se construye un sujeto mayor escolarizado, sujetado al Enla era de las politicas sociales, el mayor peligro no esté en el despliegue de programas compensatorios, sino en convertir Ia contingencia en la fatalidad del destino de la globalizacién. La exch sus multiples formas” {econémicas, sociales, politicas y culturales) no se resuel- ve en los muros de los programas sociales, pero evitarlos no garantiza que vayamos por un buen camino, Los ho- rizontes de posibilidad no pueden vislumbrarse si no de- safiamos al pensamiento y a la politica. Stevia Duscuatzky Augé, M, (1994): Las no-lugares. Una antropologia de la sobremo- dernidad, Barcelona, Gedisa, Banco Mundial (1990): Informe sobre ef desarrollo mundial: la pobreza, Washington, D.C., 1990. Castel, R. “Individualisme et liberalisme”, en Questions au libe- ‘ralisme, Bruselas, Publicaciones de las Facultades Univer tarlas Saint-Louis. CEPAL (1995): Focalizaciin y pobreza, Cuadernos de la CEPAL, n° 71, Santiago de Chile, Naciones Unid: ; Ferrer, A. (1998): “América Latina y Ja globalizacién”, en Re- vista de la Cepat. Cincuenta afas. Reflexiones sobre América la~ tina y ol Caribe, Santiago de Chile, PNUD (1991): Informe sobre desarrollo humano, 1991, Bogotd, “Tercer Mundo. Rosanvallon, P. y Fitoussi, J. (1997): La nucua ena de las desi~ gualdades, Buenos Aires, Man: 2 CAPITULO 1 Con las mejores intenciones Acerca de la relaci6n entre el Estado pedagogico y los agentes sociales Graciela Cardarelli ca Rosenfeld sr inguitante experiencia de verse exduid, no sto de las sino de toda la experiencia vital de un gran nd rode nuestros contemapordnes, es wade las caracter ‘pavadojes de las sciedades demacrdticas rmodernas. i im, obstinada y exasperante onredad dela tres, ocupa el centro de las vfleiones de es. te trabaps, Ebescuman, 1991 En los tiempos que corren se asiste a un achicamien- to de la agenda de la pi se enfatiza como objetivo excluyente “atender las jones de pobreza extrema; abandonando asi otros objetivos como la reduc- cién de la ince: ibucién progresiva de los ingresos, ” (Lo Vuolo y Barbeito, 1999), Estos enunciados y précticas suponen la fragenta- cién misma de la cotidianidad de la poblacidn destinata- tia y la construccién de mod: gitimante que no reconocen ideas y/o propuestes alternativas diferentes de las que postula la agenda de los programas para pobres. La segmentaci6n de las ne: dades de los “grupos objetivo” y la consecuente n 23 sz -aadax ap ueriseoau ugtquten sajeioos svureaord sory "spa -atut ap soqnaygo 0/4 souorseadooo ua sepestg o/A seuID}S af ‘sajdnyour sas uapand onb ‘pepraneiuasaadaz ns epury as anb se] arqos saseq se[ ap Bf seut ‘oana(qo uomEq -od ef ap souresaaau ,sauequasasdar,, soouotua Wos SafeID ~os santiafie so’y “opeasy |p A onto Bf ano souorserpour sesorouINE SU[ ap SALA & vpEat{eUOsradsap ,upIorIUas -aadas,, Soy so uoedionsed ey -osanosip jo apsop vsomnb ~18 ru ‘Suanedronsed seonsjod sej ap afa je s9 ou BA [81908 ugpezysour ey -,soduran soy ap sougis, sof ua vase =a 9$ sajetpos saitafe soy t epeAoo wuEodw ey ‘sojensit aniua peprreptjos ¥ ap sesruraad sey ofeq aaduiais ‘eudep vzoaqod vy v pepyeuBrou ey ap aquand a awzn19 ered ‘sojeuomeusoiur sousraer0 n sopruaureuagné ou souistut$10 ‘optasg [2 10d sopeode 4 sopeatoedvo , saft1a -adse sasgod,, ap orun{uos un ua uororuauT[duIT ns ex -ed uvsuvosap ‘exaigana ‘saputzur sonuas ‘souranmuatoa sonuao ‘seurns] ‘soanonposd so19X0xd souanbag *,sep ~puas sapepIsaaau,, Se| 9p UOFONIOsas wf eared afa OWIOD wT emu uoDEdDn.ed ef |,reANUVOUT ‘edode ‘19AfOsoI,, vaed sopeiaptarid saso1ge so] tos [1A19 peporos ey ap satt ~opvziuelio ‘sexopepms soxpeur ‘sojsearunOD sosopeut -ruv & saxopry “s9qe{oos soiuae soy ap sty -oauewndop 99 -sa tutd- uos staanu uel OW/seaanu sapepauapr seasg 38 ap tiouauaziad x] sod uauyap as ou ed anb sopepnuap! ezyeastio anb ofspows *,sorrensn,, sus 4 opeasy ja an1u9 O| -nouia ap opummifoy ojepour jo weu0j4O9 anb uoLDvlat ap so8tpoo soy ‘aruaujeusurepuny ‘X sapeioos sosoppuresd -o1d so[ wauansos anb eferuaasap ap uproemIs ua ,on0,, PPP wpDdaouco e ‘seuresford soso sen waoekqns aub [eos ug|snjauy ap sopraa9 soy oBan{ ua uauod soysand -oxd siuaurestysp ,sofapout, sors eprpaut gnb wo £ ow soungourtay saul 5010) | a -99 ap eousoe asiefloaiaqUl E eAd|] OAREIEpAp aIUaUTEAT sonop1e9 ns £ ouLULIN [ap OsngE A osn [> o4dg “eFUEpEPNID y] Uapuane onb sopeurSeun sojspour soxmnstp wean -a|dury 9 weiado anb somraumnnsur ap orunfuos un amin -suoa oxford © vureafosd opor anb asresuad apang “sep, -ru1o9ar seanuaaadxa sey ap 4 (66 ‘Zapupurag) amuersut ep vo18o] ef apsap afta as anb pepranalqns ap odp un ap ugroeassay xf ‘peptarsed of ‘Seno anua ‘seonsprareies Our ~09 auDK, “Te $9 OW EFuEPEPND ve] ap praruayd, eIsy + euojd eyuepepnia eum op uorsonn -suoo,, ¥ Bey pepyettoroastp yf ‘9[masod as aub oxod -oad 0 euresoad yap orseduat ap pjease vy a1any [ono vas ‘saqeip0s seanyjod sey ap eovao.es vy ua aansy ou anb ayqes -uadurr sq “opzonsyos spus oanto91 4 oantso[eA OSISIP un ueuode vonyuian ef ap uotorzs{euoysayosd ey 4 ez93q -od ap sauopeniis se] argos oMraltupoUOD Jap aoueEAe [> ‘soonpsourap sourarqod ap ooreur [9 us ‘oqrourjemay 1661 PIRIERSON, A qyesepseg) openrunyt osoaosd je soyjoasa owoo weqes -ado anbrod sopeursieut soy ap ,sayeuornrpen,, seiompuos Sty reIqUIED Ua EASIsuOD pepruapoUL e] ap oyLsep JP anb so] ua seuisipesed sofata soy epronoar oxsgt ,eumszorne, 2] ap woLseaaya e] ua A sared anua pepuepyos e] uP ep -eavuao vapesojea vansadsiad tun opuadnnsuos ‘(eauall ~1pur ¥[ 9p 0) ezasqod ef ap saqeposonisd soysadse soy ua ayNUIELEILOAEUT OprUNsqns LEY as sapLIDos soyaXoud A seuresfoid sor ‘aeidosdt ayuauresossuad auutsad to -nuguoda eanyjod ef anb sayeysos seurayqoxd soy ap sauors -uanp se] opuramdeo A souorouanm sazofaur sef wo “a]qeaqaauy o19aja ns ua euusoysuiesy as soperuout -vusogné ou ssuorseztuefs0 se ap opts jap sorad | -oad & seurnsford ap upiosodredns & woyszadstp ‘oreo prafussoy manopy & ypaurpang magne) Graciela Cardarelliy Ménice Rosenfeld sentantes ~o delegados-, aunque no tengan demasiado en cuenta el grado de democratizacién de los procesos de seleccién y promocién de estos dentro de la dinamica de los battios y las comunidades. En este sentido, si bien los programas a los que se alu- de en este trabajo tienen referencias concretas a proyec- tos que se implementan desde el Estado nacional argen- tino, son demostrativos de las légicas que subyacen bajo !as politicas compensatorias que recorren América latina, con fuerte influencia de los organismos bilaterales de cooperacién, Asi, comparten una misma concepcidn y construccién de la alteridad “pobre” y una misma prior! dad cn las acciones basadas en el “incremento del cap ‘humano”. Estas construcciones sé han colocado en el coraz6n del imaginario social sobre la pobreza y sus instrumen- ‘tos, constituyendo en ese universo representaciones cris- talizadas y legitimadas de las jerarquias, los estilos de do- minacién y los conflictos que se despliegan en el escenario de actuacién de los programas. Cada actor, ca- da agente social tiene su lugar, su identidad y su razén de set, Se comparten valores, se modelan conductas in- 1. Més alls de que la preocupacién del Banco Mi lidex de las operaciones de los préstamos cumpliniento de ciertaspautas de fanciona structural de la scie- sad, puede identificarse su visén de la pobreza tanto en los arreglos que ‘Promueva como en los criterios de evaluacién que utiliza En tos presupae 'a economia del bienestary la reoria del capital humano® para la reduccién de la pobreza, una estrategia de exec 0,y una de servicios bisicos para los pobres: "Por lo tanto une cién comprensiva de la pobreza transferencias bi redes de seguridad pars implementa: In estrategia ‘Mundial, 1991, en Bomberolo, 19 26 Con las mejores intenciones dividuales y colectivas. Las formas simbélicas conforman ‘un campo comin en donde se articuian las imagenes, las ideas y las acciones. Siguiendo esta linea, para el ps yectos y programas que “descan: nen la figura de los agentes sociales se constituyen en dispositivos politicos y sociales, que producen una forma de tratamiento de los grupos pobres ~atributos y reglas de juego naturalizadas~ que impactan en la subje~ tividad de todos los actores involucrados. Estos progra- mas y mas s resultados que obtienen, se sitiia mar el “espacio formativo” de la Ja que se orientan. was estén ditectamente implicadas en estas re- es como programadoras sociales, consultoras y responsables de proyectos. La actitud autocritica es la que sustenta el trabajo, se trata de compartir los equivo- C08, los errores y, a veces, la desesperacién por ser parte de la obstinada otredad de los otros y la cortesponsal dad en la construccién del discurso circulante 1. La sociedad civil Los enfoques actuales de politica social, asociados al modelo de democracias con economias abiertas, una reestructuracién politico-institucional yos ejes fundamentales son el paso del “universalis- 4 [a focalizacién y la priorizacién de politicas com- pensatorias. En este escenario se propicia un estilo de relaciones entre el Estado y la sociedad civil que intenta constituir una suerte de welfare mix. Ello implica que dis- tintos actores ~sector piblico, organizaciones no guber- 27 67 “(B66 ‘S92ry souang) YOLEN H19p [eos oTfoxEsOC] ap eLEIDKDg Hf 2p [ENED PEPEIDOG Bf 2p omuARET -ayeu0g ap euesorg [9p 2s vag wdazeury & opurjade & o[ ap Ppuaiges ap onsen 7 1098) sosinoo4 2p uoHonpoud ef uousje908 saparoe & sapeproedeo sns seypoasesap ap peprunaiodo vj woo | $0] ap s9tIa1 Pe £ 198 Jp 09 soPeUEPDear sorDadse soy2 ‘ar upiqaw Outs ‘peprendt wy ap cwuareuPouodas Tp o[9s ou eats aa ap uojou x zavenbuus auodoxd a6 exreafong [2 2ps9q, 1 aah 96 ‘sordiorunu oot © epeoride eaqenjeso uorsedasoaty anuessxast > (@a61) ated A saBIO9E) ap arUDUINDOP [9 UF "> ap u9 a8 onb sestoaud ups wea sarutiad son eonyjod eiseoya ns v avey OMIULIDY [pp FIOWDTEAIqUIE ef artrauHEStD rouuoa ap ‘onFiquue ou ajqesauan soxdsouoy soyna CUIOD $9 [IID Peparsog sesardxa (6661) JouyIOT mIaquONY ‘oxadsox ~SoWORt op SepUSTIGK Seasn Feros ueuaNUT soar. fe wapuaisad souainb “opeo tury a1s9 agos o1pE osuastos un anstxa saptioos sazopeuressosd SO] 9p vous A vonyod prprunutos vt wy “ouEpepnrD 9p roIDEALO ns Ua ONPLAIpUE [e OUEDTAD SPA UOHOEKADE ap ouquig [2 esas easa anb ua enuautepuny 9s , A! peparoos soungousi soso 04 tr) (66 ‘ups uaeansuo9 ean) sasorse aod sexraigno ou so eSnyar 28 anb pw: ugpeIUaHO ns seonrod sey ua a -embpe anb pepruraisay «. ‘oud eno sog sauorezru 2 Pepatoos ey ap sazoioe so] exed soprsaqq Ina & yeuorMARsUT Oansfod ontoD ap sou SO] 9p sopuziued10 owod [eI90s vay Ja wa ONDE aadurois opersy ja anb oussunse astovou0oa aqacy weurqIos anb otstauays ap seo} v o31se{9 om ~tipuarsise [2 apsep uorezueae anb worejad ap sowisrae> -aw opuadransuod ‘sopeSasdsip & soaugSosatay spur za "p89 [IA peparsos Ty 9p sozoiov & sosinsas sns opuodtig “ESI vA [UIUDISISE,, OpLISy FP OOD sa Jsy “sepuEUOp 8 ugisnusutn A ugeULOY ap sajene soy opurstsipour luvs a5 ‘(ugnezteuorer “ugiaeinBorsop ‘souomoezneand) Teese owzede fa uo seuuioyox set uoonposd 9s anb ted 9 sopeuioisas A stuuepnied souorer Lanb & aruureaysoxFoad aonpas as opeisy | ot HSU saque) PAI pepara -08 ¥] ap sauozovztuedio sey 4 ,,sa1qod soy v opeorpap,, o ~101908 Jap sor99s [9 ania upr9eIOs b| ‘sepesop seuMATA sty 9p sootmgUODa A odorsos sorretaasa so] opis uedey, saya upfag “seaantr tos ou svanvrpose seumzoy seasq ~episa0au op uopoysnes ef awoun ~sepiSroums sapeprunuiog sey ap samuasayor X sopeuourett , nrefuasoy mpunpy & ypuopary monssy Graciela Cardarelli y Ménica Rosenfeld Este autor desarrolla la interpretacién del término en América latina, donde se manifiestan dos contextos prin- pales de significacion: la sociedad civil en eontraposiciin al Estado autoritario y la sociedad civil en referencia a la sociedad de mercado (Lechner, 1996). Sintéticamente en el primer caso, la demanda a la sociedad n estatal una interferencia indebi en el libre juego de las fuerzas sociales. Desde otra pers- Pectiva, més ligada a la tradicién marxista, el fortaleci- iento de la sociedad civil apunta a una repolitizacién de Ja sociedad, emancipada de la tutela estatal. Lechner advierte que en ambos planteos la motiva- ign antiautoritaria puede desembocar en un ataque a la institucionalidad democrética, especialmente al sistema de partidos, “Pécilmente el elogio al ciudadano abstrac- to desemboca en la apologia del libre mercado”, en tan to se identificaria a la sociedad civil con un orden auto rregulado. El segundo punto de referencia para la invocacién de Ja sociedad civil es Ja sociedad de mercado, También en este caso se sobreponen concepciones contradictorias, Por un lado implica que la libertad del ciudadano se fun. da en la libertad del mereado y, por Jo tanto, existe una intencionalidad de despolitizar la vida social, Pero desde identidades colectivas amenazadas por la creciente mer- cantilizaciOn de las relaciones sociales, Este pensamiento idealiza a las distintas modalidades de accién col ica, sin ad- istir relaciones autorita- ntelisticas, muy distantes del asociacionismo vert rio. 30 En este marco de la reconstitucién de la mat iz de re- laci6n entre el Estado y la sociedad de gobierno dedicados a los talecimiento de la sociedad civil” no escapa a las ambi- sliedades sefialadas. A la vez que se “reproducen” si téneamente estas diversas concepciones, se “produc sistema propio de orientaciones valorativas, normativas y de propuestas. Estas se materializan en programas que revitalizan el protagonismo de las personas y los grupos excluidos en la mejora de la calidad de vida de sus *co- munidaces”, contribuyendo a la construcci s, a los que “se les asigna w (orga- nes, Iideres, animadores) que los legitima especialmente en el contexto de las interacciones con el Estado (local, nacional) Siguiendo a Lechner, las sociedades de los hombres y jeres pobres, organizados 0 no en su categoria de agentes sociales y fortal idades -hoy i podrfan voca el Estado y el egoismo que gobierna el mercado” (Martinez Nogueira, 1996). De hecho, en los programas sociales para pobres se expresa claramente la polisemia del término “sociedad Independientemente de las fundamentaciones te6- cas a las que se apele, la sociedad civil es homologada a los grupos que se encuentran en las comunidades, en- tendidas como conjuntos de personas “que comparten una historia, conocimientos, tradieiones, costumbres y también problemas y necesidades. Mantienen relaciones enttre sf, se reconocen pertenecientes a una mista 31 ee ‘sojeio0s (souorstamp A) sawoysia sauodwy esed ooroquils peardso Jo 4 oopyjod sapod ja opuaruaasos aniis ‘sousarxa Soup9i9 ap awatpuadap oprnpas seur anbune ‘oub op ~2syf Jo vow asopupiazo wands eza1god e] ap sepueUt -2p sv] “(L661 ‘PISED) , 2A" ezatd wun so opersg [a anb Sof uo visuanyfu ap soxquIY toa epeuoroeyar spur A SOA ou ‘saxqod spur soj v sepri oduo ja ua ‘opeisg jo anb -2q,, 50] ap sepsppuapr se] ap ugiomnsuos ef -1eq ni rapod [> e952 ofeq uny gstanvdpnied & sxperauadonne s3]e00] seapetortr ¥ ofode jap & sajejoos sapeproedeo sey ap oxrorwig9[t1105 Ppp oumepurur A ,opos, opeisg un ua A ,epezquesu0 pep ~yunuro9,, vf to ‘sodna soy ap peprrepyos ej ap afo ja wa seqeioos sorzadoad A seureaiiord so] seamonasa & ep! | ap eT Op eperoroatp ‘ay auresrop,, [9p VULND0p vy nd v FU “esuEPEpnID ap Soypoop ap WOLDOL ef b IE eoes90mp v] v-AAsOUap ¥ BLADE 26 PEN, ‘souOHRMaD “109 ses9 ap opeurorée yaaa un ansmxa aoaxed Koy FTeqo78 offoaresap jap vowwpurp ey uoreafiozut as orqures Je sauaisisax & soperouaie9 soy anb sounrouagus seuntoea omy wae) d 9 ua A someon sey10a1 sey ua) sareimonnss sojnayisqo weNsIKe Ot “eo -puoaa ¢] ¥ epeutpsoqns eqerse [eI90s eaRsjod vf opueN res9p seuronbsa soy ueqefoweut anb osoudoxd op wan ye asiigns uesspod soase ‘soreipa ~tr seuraqoud sns saajosar exed sojopugiunl A ,safeuo: ~apen,, sodnu# soy e opuenoedes anb eqesadse as opue ‘euasas So] ap rastreauMUoD OxNNpas Ja Ua OpTeD BY 9g “uo1onpo8au 4 uproeiuosyuos 9p sosaaosd ef ~uodns anb tanaajoo ugraoe eum eel seuoRENIaLZO ‘une souaur soxssodoud ap peprmitios o soano(qo ap peprum aiusurepressoou ou oxad sasozoyur apaedusoo uapand anb ‘epusuayiad ap sopdnjgur seaisoy 900001 anb rato pep -91008 ap ,oJ9poUt, Un upTOAUyDp vaso UD esardxe 9g “(0007 ‘yesmozapusg 3p Uy JP Opmppxa) serou sns svzuEoye tutd seanoajoo souorao8 seroua# eaed axsony arama ~Yyits O] sopeiuoureuzaqn3 ou souopnansu seszaAIp ~unfuoo un 59 AD peparsos ery, "eiptrapy ODiieg_ -ornsuoa soy uauodosd anb [tar pepatdos ap ur (easmoronpar 4) se]nBuIs ef IeUO|UaUE aqes UDI 8 puna saurpouaguy sf ep fomurpy) saqe20) stuuayqoud 801 © s3t01D jos stswwoava v epnde euepepnp uptoedionzed & ‘pepranusos 2p cauemmpan jp opueosng uruoeras as aiuaueULad EEO} NO tooas woo sauOTsezIETLO &‘SouEpEpID Dap $9 sauopeltygo { soypoiap 09 seupstod "TEAID VAHIDOS ‘uewag sods s0389 sopo) sodaudl & soonyjod 80 ‘omou9y 2 -9pos ‘olseurunuioD ofégen ap sewoIsIU0D "euTDaA UD rrefaiog eegyy & ypeurpany rpewoeey Graciela Cardarelli y Miinica Rosenfeld en términos de capacidad de influencia para determinar Ja ubicacién de las personas y los grupos dentro del espa- cio social y para negociar ¢ imponer criterios.de apoyo t6enico y econémico. Estas consideraciones tampoco pueden soslayar la historia de la Argentina, en Ia que muchas de las expre- siones de la sociedad civil se fundieron con el Estado y construyeron miltiples roles y lealtades ~un lider sindi~ cal podia ser a la ver ditigente partidario y funcionario estatal~. Hoy, mas que nunca, las personas y los grupos objetivo de los programas (una organizacién vecinal, un animador o Ifder comunitario, una madre cuidadora) se debaten en multiples pertenencias, lealtades y funciones: son a le vez sujetos de las capacitaciones propias de los progtamas, educadorés de nifios, representantes de gru- pos bartiales, punteros/as de partidos politicos, emplea- dos/as del gobierno local, jefes o jefas de familia que re- ciben subsidios, etcétera. Se constituyen en parte de una sociedad civil “de usos vdltiples”, pero a la vez son personas y grupos a los que las vinculaciones con los sectores sociales de! Estado les permitieron acceder a satisfactores (0 resolver “necesida- des sentidas”, segiin el discurso de algunos programas), que dificilmente hubiesen logrado por la via del ingreso devenido del trabajo. La publicacién de uno de los proyectos vigentes, Dia- rio Abierto (el relato de una experiencia de pobladores de Ja provincia del Chaco), resefia: Los beneficatios son vecinos del barrio Rstudiantes y presenta- fon un proyecto cuando se inicé Ie etapa de promocidn del pro- yecto en la localidad. El barrio presents dos proyectos, uno de le- twinas y el otto de alcantarillado y sendero peatonal: ambos respondfan a necesidades sentidas por los vecinos. [Dicen los par cy Gon las mejores intenciones ticipahtes] Lo que més nos gusté fue trabajar en geupo co dad. La responsabilidad que el Proyecto confié en novotro mitiendo e! anejo del go irteal. La emocién que set de pers ero. El corte de eintas parecta al- os cuando prendieron las luces avenida [J (Diario Abierto FOPAR, 1998), Mas alld de tos beneficios logrados con la ayuda eco- nédmica y la asistencia técnica, estas frases nos vuelven 2 remitir a las confusiones conceptuales y practicas que planteaba Lechner: Los pobladores solidarios de esa 20- a tocada por la varita mégica del programa han consti twido un micromundo autorregulado, aunque fortalecido con el apoyo estatal? ¢Cudles son los grados de autonomfa que han tenido al plantear necesidades (y derechos) en un mereado asistencial despolitizado y con una agenda prefi- jada de propuestas? ZEstos proyectos colaboran en la con solidacién de muevas formas de organizacidn social y de defensa de identidades colectivas? zAgradecer al Estado por facilitar fondos o “permitir” que los pobres manejen el dinero para las obras tiene algo que ver con el asocia- cionismo igualitario de Tocqueville o es una expresisn de ‘un vineulo claramente desigual entre quien distribuye y quien recibe recursos? separ ap woronnsuod ve uejade souopeIuoHTO ses3 2p ateq‘soonouad90;0s sono so} Onjosye U9 JetONSMO th pads strauqod, ered soogpadss ,soniorueen, eepzoozeu ab sett runu £ ojenpraspu zap; & uur ass aq 'sat0%94j so 2p onus» peppy sosatap eed eng & ap non sox 50] ‘Opts ” 2 "tunifard nso e iopuodsat ap ug v ‘sour eoundye aby apesct ‘eansod spya ean z9uan A upon ef sez0d sido soya ap sound (ezaxqod 4) sopop‘spnto 2p sane suo -spwo9 uo gu cod so ‘spupapl& soy e optatde eanuad uo & pays 9p seiouap se] 30d oprumse ondaouo> aso aot a a aarp tun3nd eT ‘Gonnsanso‘satsot3t) ogep ap souororats esauest ap ofan seane, -depe seonpuoo souraueut & saqoas ap pepioedes oxo “ HBUONTS2s, 9p oxdoouon fp afsus seapt sma oD opssuozedur ~9asty soruertuvuoPDIpUDD sns ap sopelodsap wos sonpEAIp apuop ‘feID0s torDsasu exapepsad Bf Ered sesOIUON} uo ‘exrepyos wzaxqod ap opontzia uy -opeisy] fop Op ~waxjv00} ofode woo watrari souan anb soy uo ,atuadnpD n eumBiowad ‘anb ‘rejnurso e jeinos peutd ey soxgod sauore|qod sey wat “(661 ‘o}osequiog, reauoase exed saugod so ue D049 SoU ZBDUI] & eIAIMALUOD [eID0s f -ofout j2 anb auansos as soxtur owstU0} 4°59]800[ SazOIDE SosIaAIp aNua SeAneIZOSe Set A sauoruzimesio ap uo) & opeusre Jo soqeu souoszuctus sazofote so} 10. | | | «ogra un # ejoououod e ua ‘souraur9y somo uo ‘0 “onomum oe fp A soquaueunied sauoyat sod soprun pique ows (som ‘9 sono 691 10d ‘ropsazeeqo jp sod seprqiozed s9s ap sayqadeasns) sauntH0> saprpaydaad ap sopmop ojps tpise ox anb sare ap Aoonuayupsouooraiur ap sepezieuoptans deo A sezansap ap o1uaurarout J> ‘[euoToN oafesoy [9 10d opeusso} apodrn jap ugioez 2b] u9 opeouruisas uey 2s sesturaad sea69 ‘Sapero0s stangjod sey apsaqy {sapti90s sesmonnsa seno n sapar euauauiad ef ap punita ua soroyauiag astemfase ered sax -ox9e soy ap prande ey eiuasasdas [eros yexrdeo ja anb sex -apistoa wa ostasuod O37919 UN ELITISENA “eUTAI {9 asqos eI -mesayy ef wa uemanoUa as anb serouatayip se] & asad st] ap easeyy A sapepramuroa sey ap opexpuod ofsex un ua osimsaatioo exed fenpiarpuy oanse.owo9 peRDos pede uf soy 3p eme as anb ‘soi prfuady mingyy k yperpeny natonen Graciela Cardarelli y Minica Rosenfeld ricos, socioeconémicos y culturales. Esto permite que aparezcan como iguales en el pensamiento y en.Ja nor- mativa de las politicas pablicas y que pueda disimularse Ja desigualdad econémica y social. : Por ello, los programas sociales operan en medio de esta divisién artificial entre lo politico, lo econémico y lo social, lo piblico y lo privado, la sociedad politica y la so- ciedad civil, reservindose el espacio de las “necesidades sentidas”, los microproyectos, el capital social y el arma- do de grupos solidarios y democraticos en la “sociedad civil”. La negociacién social, las alianzas estratégicas y la formacién de lideres son metodologias y técnicas, en ge- neral importadas de la gesti6n empresarial, que apuntan a las dimensiones que atienden ef enfrentamiiento de la vulnerabilidad. Las palabras y los discursos “de:moda”, como el que aqui se resefian, escamotean el debate sobre los factores econémicos y politicos que homogencizan a los sectores mas pobres. 2. Los agentes sociales como produccién socio-estatal ~ Tal como se vio anteriormente, las premisas de forta- |_tecimiento de la sociedad civil han cobrado cuerpo en la |, formulacién de programas especificos por parte del Es- \ tado, en el marco de diferentes propuestas de politices | que se orientan a los grupos de extrema pobreza. Estas se | enmarcan en el pasaje desde una concepcién de oferta °"" estatal de servicios sociales a una més centrada en la in- vocacién a la demanda, entendida como transferencia de funciones, responsabilidades y recursos financieros @ usuarios/beneficiarios. 38 Con las masjores intenciones En medio de esta corrieitte de ideas, que revaloriza a 4a sociedad civil como espacio privilegiado de despliegue y organizacién de “mallas de contencién de la pobreza”, se disefian y ejecutan prograinas que le otorgan un lugar sustantivo a diferentes actores que cumplen roles espect- ficos en sus comunidades, denominadas genéricamente “agentes sociales”. Estas figuras no nacen del “inveitto” de técnicos 0 funcionarios estatales. Constituyen uria’ produccién ori- ginalmente social, guiada'en la mayotia de los casos por vocaciones altruistas y solidarias, combinadas con las 1é- gicas propias del voluntariado en tanto céleulos de inte- teses de orden religioso, politico, econémico, de prestigio Y reconocimiento social, etcétera. Los animadores co. tmunitarios, las madres cuidadoras, las organizaciones de base y las promotoras de salud son los “personajes” mas representativos de este tniverso de “agentes sociales” junto con las asociaciones no gubernamentales de asis- tencia y desarrollo social. Son agentes sociales en tanto son “los que obran en terreno” como ejecutores directos de acciones sociales. En este sentido, el diccionario define agente como “todo lo que obra”, “el que obra por otros"; “persona que obra y tiene facultad para hacer algo”; “dicese de Ia per- sona que ejecuta las acciones”; “intermediario oficial mente autorizado para ejecutar operaciones: policia, agente de bolsa de negocios, eteétera”. Al set apelados y legitimados como eje de los progra- mas sociales, ellos van constituyendo progresivamente Para si una suerte de “identidad dividida”, aunque fun- ional, que combina (simplificadamente) el rol de pro- ‘motores y acompafiantes de transformaciones de la vida cotidiana de sus barrios con el de “delegados del Estado descentralizado” 0 de cuasi-funcionarios territorializa- 39

También podría gustarte