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Universidad Autónoma Metropolitana

Unidad Iztapalapa – Ciencia Política

Análisis de las Relaciones Internacionales I

Maestra: Dr. Laura del Alizal Arriaga

Ensayo:

“Los derechos humanos en la política internacional actual”

Hecho por:

René López de la Torre

2123012280

Iztapalapa, Ciudad de México. Abril 6 de 2016


Índice

 Introducción…………………………………………………………………………1
 Definición del Concepto de Derechos Humanos……………………………………2
 Evolución de los Derechos Humanos (1948-2015) ………………………………...2
o Aprobación de la Declaración Universal de los Derechos
Humanos……...........................................................................................................3
o Transición a la democracia y jurisdicción de los derechos
humanos………………………………………………………………………...5
 ¿Qué hace falta para consolidar el respeto a los derechos humanos?.........................7
o Caso Regional: América Latina, el paso de las dictaduras a las
democracias………………………………………………………………………..9
 Conclusión………………………………………………………………………….11
 Bibliografía………………………………………………………………………... 12
Introducción

Los derechos humanos han sido un campo de estudio de las ciencias sociales
que, desde mediados del siglo XX, ha tenido relevancia él mismo y se ha alejado
de la concepción filosófica y moral que había predominado siglos anteriores.
En nuestros días, es impensable reconocer un sistema político democrático sin
la garantía y el respeto efectivo a los derechos humanos de todas las personas.

El fundamento estructural del presente ensayo es el pleno ejercicio y defensa de


los derechos humanos de los individuos pues, como será evidente a lo largo de
las siguientes páginas, se han hecho esfuerzos por institucionalizar y configurar
a los mismos en las jurisdicciones de cada organización intergubernamental y/o
de los países, lo cual no significa que se haya evitado la violación de los mismos.

Como elemento introductorio definiré, a grosso modo, el término de “derechos


humanos” para, posteriormente, pasar al análisis histórico de los mismos. Se
analizará, posteriormente, la aprobación de la Declaración Universal de los
Derechos Humanos hasta el proceso de institucionalización de los mismos en la
jurisdicción nacional y el papel de las organizaciones intergubernamentales en
la materia abarcando, principalmente, los métodos de agencias específicas y de
legislación.

Finalmente se analizará qué falta hacer para consolidar los derechos humanos
en los regímenes políticos actuales, en específico en América Latina, cuya
historia, del siglo XX a la actualidad, ha sido de progresos y retrocesos en la
materia, más el hecho de que es el área geográfica, económica, cultural y
política a la cual, históricamente, se asemeja en gran medida a nuestro país.

1
Definición del Concepto de Derechos Humanos

Al hablar de los derechos humanos, nos encontramos con una concepción


general, la cual profundizaré, que se refiere a aquellos que poseemos todas las
personas por el simple hecho de existir y que, sin importar alguno de los rasgos
característicos de las personas, son inherentes a la naturaleza humana. Para el
presente ensayo, tomaré la definición que proporciona Guerrero Verano:

“Derechos Humanos: Los derechos humanos que se fundan en la esencia del hombre, necesarios para el
cumplimiento de sus deberes morales e inalienables. Por lo que “todo hombre”, por el solo hecho de serlo,
tiene el derecho a llevar una vida digna; es decir, una vida con satisfactores económicos, sociales y culturales
suficientes que le permitan realizarse como ser humano y ser útil a su comunidad.” 1

Usualmente en la literatura referente a los derechos humanos, también se hace


referencia a términos como “derechos del hombre” o “derechos
fundamentales”. En los mismos textos de máxima referencia acerca del tema,
como la Declaración Universal de los Derechos Humanos, encontramos cuáles
son los derechos de cada individuo más no una definición concreta de ellos.

Ante esta breve explicación del concepto de “Derechos Humanos”, debemos


enfatizar que, como se verá en el siguiente apartado, el problema de su
definición también abarca en su contexto jurídico y político. El hecho de
incorporar la noción de los derechos en los sistemas jurisdiccionales nacionales
y su pleno respeto en las sociedades contemporáneas son temas recurrentes que,
al día de hoy, los analistas en la materia muestran su preocupación por la
protección y el pleno desarrollo de los mismos.

1
Martha Guadalupe Guerrero Verano, “La protección de los derechos humanos en el Estado de Derecho
Internacional”, en Estado de Derecho Internacional, Instituto de Investigaciones Jurídicas- UNAM, México,
2012, p. 251.

2
Evolución de los Derechos Humanos (1948-2015)

Durante el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) hubo posturas


de diversos actores que se declaraban en favor de la paz y el respeto a los
derechos del hombre, entre ellos, el Papa Pio XII, pugnó “porque la comunidad
mundial de organizará internacionalmente y reconociera y protegiera jurídica y
eficazmente los derechos inherentes al hombre”2. De esta declaración más otras
tantas de líderes políticos y de organizaciones civiles, se tomarían en cuenta en
la redacción de la Carta de San Francisco que daría origen a la Organización
de las Naciones Unidas (ONU).

a) Aprobación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos

Al analizar el artículo primero de la Carta, referente a los fines de la ONU, era


necesario materializarlos en una Declaración formal donde especificara un
determinado catálogo de derechos y los procedimientos subsecuentes para su
práctica y garantía eficaces. De ello surgió la Declaración Universal de los
Derechos Humanos que fue aprobada el 10 de Diciembre de 1948 con una
mayoría de 48 votos a favor, 0 en contra y 8 abstenciones.

Es necesario especificar, como preámbulo, que un país que decida ser partidario
y firmante de la declaración no era obligado jurídicamente, sino moralmente, a
cumplir los compromisos firmados. Como es claro, no hay un tribunal y/u
órgano legislativo a nivel mundial pero que, como dirían Pearson y Rochester,
al día de hoy “quedaría abierta la posibilidad de aceptar el derecho internacional
como norma legislativa (a nivel interno)”3.

2
Alejandro Etienne Llano, “La Declaración Universal De Derechos Humanos”, en La Protección de la Persona
Humana en el Derecho Internacional – Los derechos humanos, Trillas, México, 1987, p. 39.
3
Frederic S. Pearson y J. Martin Rochester, “El Derecho Internacional: ¿Mito o Realidad?”, en Relaciones
Internacionales: Situación Global en el Siglo XXI, McGraw-Hill, México, 2004, p. 303.

3
En la declaración, que cuenta al día de hoy con treinta artículos, está expresada
la necesidad y la urgencia de que los gobiernos nacionales promuevan una gran
gama de derechos, entre ellos los políticos, económicos y sociales. A partir de
ese momento, se ha establecido un gran impulso “global” para aceptar la
declaración y sus principios con éxitos limitados.

Si bien es cierto que los gobiernos nacionales se resisten a la firma de convenios


donde se acepten las normas del derecho internacional, incluidas las relativas a
derechos humanos y que serán tema a hondar en el próximo subtema, el valor
más importante de la declaración reside en su universalidad. La siguiente
declaración de Alfonso Gómez lo resume:
“El valor esencial de la misma Declaración está centrado en tener carácter universal, porque es el orbe entero, son todos
los seres humanos los beneficiados con la cultura de sus valores, y, a todos los pueblos está dirigida su finalidad de lograr
que los gobiernos, sin excepción, las instituciones gubernamentales y no gubernamentales, propendan a su difusión, en
el alto propósito de crear nuevas y mejores circunstancias para que discurra la coexistencia humana”4

Para finalizar este subtema, es evidente que el tema de los derechos humanos
es, al día de hoy, de carácter global que trasciende las fronteras y a los gobiernos
nacionales. Las organizaciones no gubernamentales (ONG) han jugado un papel
muy importante en la defensa de los derechos y en establecer, con cierto grado
de influencia, presiones a los gobiernos nacionales y a las Organizaciones
Intergubernamentales (OIG) para establecer mejores mecanismos de ejercicio
pleno de los derechos humanos. El ideario planteado en la Declaración
Universal ha tenido repercusión desde su firma en 1948, pero con limitaciones
institucionales a nivel local. ¿Cómo es que, entonces, los gobiernos nacionales
pueden adoptar el ideario de los D.H.?

4
Alfonso Gómez Gómez (1999), “Cincuentenario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos”, en
Reflexión Política, vol.1, num.1, Universidad Autónoma de Bucaramanga, Colombia, 1999, p.2. Revisado el 25
de marzo de 2016 en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=11010109

4
b) Transición a la democracia y jurisdicción de los derechos humanos

Los derechos humanos y su consolidación a nivel mundial han acompañado la


extensión de los principios liberales y democráticos tradicionales del mundo
occidental. De la democracia, se puede decir, es el régimen ideal del ejercicio
de las libertades que, de pleno derecho, tienen los seres humanos, pero ¿cuál y
cómo es el proceso que asumen los gobiernos nacionales para aceptar e
implementar los tratados internacionales en la materia?

El proceso a través del cual los gobiernos asumen los tratados internacionales
en su jurisdicción interna se da a través del mecanismo de la institucionalización
de los derechos humanos que, como Ansolabehere, Valdés Ugalde y Vázquez
mencionan, se genera por diferentes procesos “como la legislación, la
construcción de agencias específicas, el desarrollo de políticas, las sentencias
judiciales, entre otros”5

Vemos que, en su conjunto, después de la promulgación de la Declaración


Universal de los Derechos Humanos, se han generado numerosos pactos,
convenciones, actos legislativos o por medio de las instancias regionales en la
materia para asumir el compromiso de la defensa de los DH.

Este fenómeno de institucionalización debe entenderse en el marco de la


transición democrática de diversos países. En los años setenta, en medio de la
Guerra Fría y, de acuerdo a José Zalaquett, se generó un movimiento pro
derechos humanos que “exigía de todos los gobiernos, independientemente de
su naturaleza o ideología de cada cual, el respeto de ciertas normas mínimas de

5
Karina Ansolabere, Francisco Valdés Ugalde y Daniel Vázquez, “Introducción”, en Entre el Pesimismo y la
Esperanza: Los derechos humanos en América Latina. Metodología para su estudio y su medición, FLACSO,
México, 2015, p. 23.

5
conducta humanitaria”6 y que, conforme a la plena conciencia y sensibilidad
crecientes en el tema de los derechos humanos, más la caída del sistema
internacional bipolar de la posguerra, la democracia y los derechos humanos se
convirtieron en valores políticos legítimos de toda sociedad actual.

En un primer momento, la institucionalización parte del reconocimiento de la


jurisdicción de las cortes de justicia mundial y regional. A nivel mundial
contamos con la Corte Internacional de Justicia que nace en 1945 pero que es
muy débil pues, entre los puntos que destacan Pearson y Rochester, podemos
mencionar:

 Quienes están en disputa tienden a juzgar por ellos mismos si ha ocurrido una infracción
 Reserva del derecho de acudir o no a la Corte
 Número de casos que se han atendido son muy pocos
 Animadversión de firmar la Cláusula Opcional que le da jurisdicción coactiva en cierta clase de
disputas7

El progreso más avanzado en el establecimiento de agencias especializadas se


ha dado a nivel regional. El caso de la Corte Europea de Derechos Humanos,
le ha dado la posibilidad a cualquier ciudadano que pertenezca a la Unión
Europea de presentar una demanda en contra de su gobierno y, de esa manera,
se establece un tribunal supranacional reconocido por 47 países y que tienen
una representación equitativa (1 juez por cada miembro).

El último mecanismo de institucionalización que haré referencia es la


legislación interna, es decir, que los gobiernos estipulen en sus constituciones
el reconocimiento pleno de los tratados y del derecho internacional. A pesar de
los esfuerzos por establecer su adhesión a la norma interna, su aceptación no es

6
José Zalaquett, “Procesos de Transición a la Democracia y Políticas de Derechos Humanos en América Latina”,
en Presente y Futuro de los Derechos Humanos, Instituto Interamericano de Derechos Humanos, Costa Rica,
1998, p. 109.
7
Frederic S. Pearson y J. Martin Rochester, Op. Cit., p. 310 y 311.

6
generalizada debido a que representa una amenaza para su soberanía; por ello,
se dice que “es necesario lograr un equilibrio y armonización en el respeto de
los valores (Universales o locales) en pro de una verdadera cultura de los DH”8.

Al aceptar la plena jurisdicción de los tratados, el siguiente paso es el


establecimiento de instituciones y mecanismos especializados de
justiciabilidad, en las cuales, los jueces locales serían los agentes del derecho
interno e internacional. La regla es muy simple: tendrá preponderancia la
norma que dé mayores garantías a cualquier persona en una interpretación
judicial entre la ley local y la derivada de los tratados internacionales.

Si bien es cierto que es un proceso de adecuaciones a nivel local que tardan en


desarrollarse, por el activismo legislativo y el factor burocrático, hay un pleno
reconocimiento que es necesario impulsar esta serie de medidas que abonan a
la consolidación del Estado de Derecho. El problema subsecuente es:
¿realmente se respetan los derechos humanos en el mundo?; esta será la
pregunta a analizar en el siguiente apartado.

¿Qué hace falta para consolidar el respeto a los derechos humanos?

El tema recurrente al hablar de los derechos humanos gira sobre su escaso


respeto y garantía por parte de los gobiernos nacionales. Se sabe bien que, al
día de hoy y sin importar el tipo de régimen político (incluida la democracia),
se siguen violando los derechos humanos.

Para analizar, grosso modo, el siguiente cuadro relativo a los retos y desafíos
para la consolidación de los derechos humanos, como una aportación personal
al presente ensayo, un análisis en cuatro aspectos fundamentales: el político,
económico, social y cultural. Con ello, se busca que haya plena conciencia y

8
Guerrero Verano, Op. Cit., p.280.

7
mejores acciones que invoquen a la pluralidad de actores y una visión más
global para la defensa y promoción de los derechos humanos de todos los
habitantes de la tierra.

 Adecuación de la legislación nacional con los estatutos de los tratados


Lo político: internacionales.
 Independencia del Poder Judicial.
 Establecer más y mejores procesos de judicialización en la defensa de los
derechos humanos.
 Incorporar a las ONG´s en el trabajo de investigación de los DH.

 Establecer un pacto entre gobierno, agencias especiales, patrones y


trabajadores para establecer condiciones mínimas laborales.
 Consolidar una política pública enfocada al primer empleo a los jóvenes.
Lo económico:  Mejorar la distribución del ingreso per cápita entre la población.
 Establecer zonas económicas especiales para el pleno detonador de
proyectos e inversión nacional y extranjera, generando empleos y mejores
condiciones de vida para la sociedad.

 Establecer una política de mejoramiento de los servicios de salud y de


pensiones públicas que busque mejores niveles de vida de la sociedad.
Lo social:  Implementar programas de consolidación de la niñez y de las familias.
 Garantizar el pleno derecho al agua y a la alimentación a través de
políticas fiscales de reducción impositiva y de asociaciones con
organizaciones civiles y privadas, respectivamente.

 Incorporar la pluralidad y la multiculturalidad como bases esenciales de


la legislación nacional en la materia.
 Establecer mecanismos de concientización en las áreas de convivencia
Lo cultural: humana para profundizar el tema de los DH.
 La educación como modo de vida; ir profundizando en el derecho a la
educación hasta la etapa universitaria, con plenos incentivos.

Muchas de las medidas previamente mencionadas, han sido llevadas a cabo en


muchas regiones del mundo. En el caso latinoamericano, desde el paso de las
dictaduras a las democracias, ha habido algunas enseñanzas que profundizan la
consolidación de los derechos humanos, pero, en cierta medida, también
retrocesos. De ello se hablará en el siguiente subtema.

8
a) Caso Regional: América Latina, el paso de las dictaduras a las
democracias

Desde los años setenta, la región latinoamericana vivió un proceso de transición


de las dictaduras militares a la democracia a través de la descomposición
gradual de los regímenes militares (a nivel interno) más el impulso de las
demandas sociales: libertad, pan, paz y trabajo. Cuando los nuevos regímenes
democráticos se implementaron en varios países, se establecieron acciones que,
como base fundamental del subtema, incidieron en la promoción de los
derechos humanos.

El establecimiento de comisiones de la verdad busca “descubrir, clarificar y


reconocer formalmente abusos del pasado…contribuir a la justicia y al
rendimiento de cuentas, alentar a la reconciliación y reducir los conflictos en
torno al pasado”9. Con ello, el pasado histórico queda como perpetuo recuerdo
de un episodio que la sociedad latinoamericana no desea repetir.

Además de las nuevas políticas democratizadoras y económicas que


implementaron los países de la región, en torno a la visión occidental, se
establecieron las Memorias Colectivas que comprueban “la voluntad de conocer
la verdad (y) demuestran que persiste la demanda y la pertenencia del legado
(histórico) en el Cono Sur como en México”10. Una “democracia” que olvida su
memoria oficial no se puede catalogar como una democracia en ciernes.

Las políticas nacionales latinoamericanas no sólo han jugado al establecimiento


de la memoria histórica pues, de acuerdo a Dutrénit y Varela, hay tres elementos

9
Priscilla Hayner, “¿Por qué instituir una Comisión de la Verdad?”, en Verdades Innombrables, Fondo de
Cultura Económica, México, 2008, p.54.
10
Silvia Dutrénit Bielous y Gonzalo Varela Petito, “Nuevos gobernantes y Nuevas Políticas”, en Tramitando El
Pasado: Violaciones de los Derechos Humanos y Agendas Gubernamentales en casos latinoamericanos,
FLACSO-CLACSO, México, 2012, p. 312.

9
que se conjuraron para consolidar el proceso democrático y, por ende, de los
Derechos Humanos:

1. La consolidación institucional democrática.


2. El relativo alejamiento de la toma de decisiones de las generaciones político-militares
involucradas en las violaciones a los DH.
3. Protagonismo de políticos relaciones con la oposición a las dictaduras.11

Por último, si bien es cierto que se han dado grandes pasos durante el siglo XX,
desde la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre hasta
la Convención Americana sobre los Derechos Humanos, la adhesión a tratados
referentes a los Derechos Humanos no es general y solo unos cuantos países
han firmado la totalidad de tratados disponibles.

Lo anterior se describe de la siguiente manera: de los veinte países


independientes y de las trece dependencias, sólo seis han firmado todos los
tratados disponibles - Argentina, Bolivia, Honduras, México, Nicaragua y
Paraguay12. Hay pleno reconocimiento de los derechos y, en algunos países, se
ha constitucionalizado de manera plena, pero el “talón de Aquiles” de todos es
el verdadero ejercicio y defensa de los mismos.

Una conclusión del análisis regional es que hay, en el discurso, una gran
iniciativa por parte de los gobiernos por promover los derechos humanos pero
que, en la realidad, se ha quedado corta esa iniciativa por los problemas
económicos, políticos y sociales internos de cada país. A ello, hay que aunar el
contexto internacional que genera, en cierta medida, que los países se tengan
que ajustar a una política pública más austera (referida, en específico, a los
derechos económicos y sociales que son los más difíciles de materializar).

11
Ibíd., p. 316.
12
Karina Ansolabere, Francisco Valdés Ugalde y Daniel Vázquez, Op. Cit., p.25.

10
Conclusiones
A lo largo del presente ensayo se abordó, en una rápida visión, la historia de los
derechos humanos, su jurisdicción, los retos y los desafíos que tendrán en el
porvenir para su consolidación. El discurso de los derechos humanos es
plenamente asumido por los gobiernos de los Estados del mundo, pero su
materialización ha sido escasa.

Los derechos humanos no pueden ser un tema unitario de análisis y acción de


los gobiernos nacionales; los gobiernos, la ciudadanía, las ONG, la iniciativa
privada, agencias especiales nacionales e internacionales, académicos,
periodistas, etc. deben ser parte de la formulación de un gran acuerdo en pro de
la profundización de los derechos humanos y que, en cierta medida, generarían
la legitimidad que en una democracia moderna es indispensable.

Ante la constante violación de los derechos humanos, más otros elementos de


análisis, se ha cuestionado el régimen democrático. Ante ello Torres-Rivas, en
una advertencia que tiene un fundamento histórico en la región latinoamericana,
menciona que “las dictaduras han sido un elemento muy recurrente en la región
y hasta el día de hoy no hay evidencia que sugiera, en las condiciones
prevalecientes, que no las experimentemos de nuevo en el futuro”13.

Todo lo anterior propone una reflexión sobre el papel que estamos haciendo
para promover y defender nuestros derechos. Los derechos humanos deben ser
vividos y respetados por cada uno de nosotros, como individuos o como
instituciones nacionales e internacionales, pues como diría Kofi Annan: “Son
lo mejor de nosotros…denles vida”. En ello, está escrito todo.

13
Edelberto Torres-Rivas, “Epilogue: Notes On Terror, Violence, Fear and Democracy”, en Societies of Fear:
The legacy of Civil War, Violence and Terror in Latin America, Zed Books, Estados Unidos, 1999, p. 285.

11
Bibliografía
 Martha Guadalupe Guerrero Verano, “La protección de los derechos humanos en el
Estado de Derecho Internacional”, en Estado de Derecho Internacional, Instituto de
Investigaciones Jurídicas- UNAM, México, 2012.
 Alejandro Etienne Llano, “La Declaración Universal De Derechos Humanos”, en La
Protección de la Persona Humana en el Derecho Internacional – Los derechos
humanos, Trillas, México, 1987.
 Frederic S. Pearson y J. Martin Rochester, “El Derecho Internacional: ¿Mito o
Realidad?”, en Relaciones Internacionales: Situación Global en el Siglo XXI,
McGraw-Hill, México, 2004.
 Alfonso Gómez Gómez, “Cincuentenario de la Declaración Universal de los
Derechos Humanos”, en Reflexión Política, vol.1, num.1, Universidad Autónoma de
Bucaramanga, Colombia, 1999.
 Karina Ansolabere, Francisco Valdés Ugalde y Daniel Vázquez, “Introducción”, en
Entre el Pesimismo y la Esperanza: Los derechos humanos en América Latina.
Metodología para su estudio y su medición, FLACSO, México, 2015.
 José Zalaquett, “Procesos de Transición a la Democracia y Políticas de Derechos
Humanos en América Latina”, en Presente y Futuro de los Derechos Humanos,
Instituto Interamericano de Derechos Humanos, Costa Rica, 1998.
 Priscilla Hayner, “¿Por qué instituir una Comisión de la Verdad?”, en Verdades
Innombrables, Fondo de Cultura Económica, México, 2008.
 Silvia Dutrénit Bielous y Gonzalo Varela Petito, “Nuevos gobernantes y Nuevas
Políticas”, en Tramitando El Pasado: Violaciones de los Derechos Humanos y
Agendas Gubernamentales en casos latinoamericanos, FLACSO-CLACSO, México,
2012.
 Edelberto Torres-Rivas, “Epilogue: Notes On Terror, Violence, Fear and
Democracy”, en Societies of Fear: The legacy of Civil War, Violence and Terror in
Latin America, Zed Books, Estados Unidos, 1999.

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