Está en la página 1de 1

Apotegma XXI

El cielo es inconmensurable
Cuando alzo los brazos al cielo: no hay sentido
Cuando hago mi oración: no hay sentido.
Dios ha devenido en nada
Y no queda más que mi ejercicio en la columna.
Y no cesar hasta que yo sea la columna
y alguien esté por encima de m

Cosmogonía

De las aguas primigenias


en una noche absoluta
el comienzo surgió tras un relámpago
como un parpadeo
de algo vivo que está por despertar.

En su reflejo de aguas nocturnas


se adhirieron todos las formas,
todos los fenómenos y los astros.
Se vislumbró la tormenta
y apareció el sonido.
El cielo se aclaró
y de la tierra se alzaron las ciudades antiguas.

Signos y símbolos de una lengua muerta


hicieron fuego en el sentido, señalando:
¡Abajo el creditismo!
¡Fuera la democracia representativa!
¡Muerte al capital!
¡Viva la poesía!

Así, aunque hayan desaparecido


Los últimos hombres son herencia
para otros por-venir.
De la plenitud de un medio día
El primer hombre,
bajo el sol y sus tragedias,
regala un gesto animal
dando la espalda al mundo.
Nuevo comienzo…

También podría gustarte