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MALTRATO INFANTIL

En Colombia vislumbra la afectación de los derechos de los menores en diferentes


y variadas formas, que llegan a generar consecuencias personales, familiares y
hasta de tipo social, pues, estas mismas se manifiestan con diferentes
comportamientos e inclinaciones que poco a poco se muestran en su desarrollo
como persona.

Una de las formas que transgredir los derechos de un menor y de las más
complejas, es la violencia o maltrato ya sea física o psíquica en la que día a día se
incurre en tales actos, que específicamente inician en los lechos familiares, es
decir, que ese maltrato en su mayoría ocurre por parte del padre o la madre
incumpliendo los deberes que tienen para con sus hijos entre estos, el deber de no
violentarlos.

Es así entonces que en Colombia se han implementado mecanismos de protección


para garantizar a los menores un trato digno no solo de sus padres, familiares, sino
por parte de la misma sociedad quien debe propender porque tales derechos les
sean respetados y garantizados, sin embargo tales mecanismos no son del todo
eficaces, pues si bien es cierto, muchas personas omiten y desconocen dichas
formas de protección y lo que hacen es llevar a cabo actos de maltrato infantil.

El artículo 44 de la Constitución Política de Colombia es la norma que por


excelencia ordena la protección de los derechos fundamentales de los niños, y el
Estado como garante de estos debería darle plena aplicación y prioridad cuando se
trate de descerrajar y poner en riesgo la integridad por causa del maltrato, sea cual
sea la forma como se manifieste.

Ahora bien, cuando se trata de los padres que quieren aplicar correctivos a sus
hijos, no necesariamente debe ser con el uso de la violencia, tal y como se observa
en el video depuesto en clase, pues ese tipo de conductas contrarían de plano las
disposiciones de la Constitución y tratados internacionales suscritos por Colombia,
al respecto dijo la Honorable Corte Constitucional en sentencia C-1003 de 2007
“(…) lo que diferencia el derecho de corrección del maltrato es el uso de la
violencia, que es contrario a la Constitución, y que dicho maltrato no
necesariamente ha de ser de tal severidad que llegue a poner en peligro la vida de
JUAN CAMILO BABATIVA C.
COD. 80864535
los hijos o causarles grave daño en su integridad física, sino que el sólo hecho de
propinarles golpes ya se constituye una clase de maltrato (…)”

Asimismo se tiene en la legislación Penal Colombiana prescribe que quien llegare


cometer lesiones personales contra los hijos no solo es acreedor de una sanción
punitiva por dicho delito, sino también por la comisión de violencia intrafamiliar y
lo que como consecuencia le generará la pérdida de la liberta y sanciones de tipo
administrativas tales como: ubicación de los menores en un hogar sustituto o
inclusive, puede llegar a ser obligado a no agredirlos mediante sentencia de Tutela.

De igual forma el Código de Infancia y adolescencia en sus artículos 18 y 53


consagra el derecho a la integridad física de los niños y el restablecimiento de los
mismos, lo cual significa que la legislación va encaminada proveer el cumplimiento
de las disposiciones normativas y constitucionales de los padres hacia los niños con
el específico fin de brindarles el bienestar.

¿Pero que sucede cuando tales agresiones no son conocidas por las autoridades?

Concretamente lo que se genera es impunidad, pues cuando el agresor violentó a


un niño, evidentemente no se tiene una igualdad de armas o de fuerza y como
consecuencia no tiene la posibilidad de defenderse y de no hablar y/o denuncia por
miedo a ser ultrajado nuevamente, por ello muchos toman la decisión de quedarse
callados y se aíslan de las demás personas por vergüenza a mostrar unas lesiones
de las cuales fue objeto.

De igual forma cuando alguno de los padres guarda silencio en especial las madres
quienes también temen ser maltratadas por su cónyuge, se genera la misma
impunidad.

Son los anteriores presupuestos los que han permitido que la violencia contra los
niños sea un gigante de nunca poder vencer, generando muchas consecuencias
tales como delincuencia, drogadicción, suicidios entre otras desgarradores
conductas marcadas por el flagelo del maltrato infantil.

Como conclusión todo acto de maltrato y violencia infantil deber ser conocido por
las autoridades competentes según el caso en concreto para castigar a quienes
pretendan incurrir en dichas conductas y así llevar el derecho de los niños al más
alto grado de importancia tal y como lo rodena la Carta Constitucional.

JUAN CAMILO BABATIVA C.


COD. 80864535

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