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RESUMEN
Los hallazgos iniciales muestran que el narrar a los demás, las propias emociones, configura un
espacio para ver y sentir al otro. Compartir sus relatos sobre su familia, su infancia, su historia
de vida, sus iras, miedos, alegrías, amores, entre otros, va propiciando un reconocimiento del
mundo afectivo que los lleva a una compresión más profunda de su ser. Así se va navegando
en diferentes relatos puntos de encuentro con el otro, historias que se parecen, reconocimiento
de la influencia de la cultura en su vida, estrategias para enfrentar dificultades y compartir
experiencias que unen. La reflexión permanente a partir de las narrativas, conduce a los
docentes en formación a reconocer lo que significa ser docente y su relación con la educación
emocional. En esta ponencia se presentan ejemplos de estas narrativas, los logros y los retos
que tenemos para hacer de este proceso educativo, un aporte a la construcción de sentido de
vida de los docentes en formación y también para formar integralmente a los jóvenes
universitarios.
Introducción
Las emociones son posibles sólo en relación con los demás y con nuestro entorno. No nos
emocionamos en solitario, sino que nos emocionamos en relación con todo lo que hace parte
de nuestro mundo. Así, descubrimos que nuestras emociones se manifiestan en nuestro cuerpo,
a través de nuestro rostro y sus correlatos fisiológicos y que lo que las desencadena, está
relacionado con aspectos profundos de lo que somos en relación con los demás, la cultura,
nuestras creencias y nuestra historia.
Considerando los aspectos que se han mencionado anteriormente, se creó un curso de formación
de docentes centrado en las emociones y la educación emocional. Este curso es ofrecido por
un programa transversal de la Facultad de Ciencias y Educación de la Universidad Distrital
Francisco José de Caldas. El proyecto académico de investigación y pedagogía, ofrece cursos
electivos para los estudiantes de las diferentes licenciaturas y son tomados libremente por los
estudiantes. Al tener esta posibilidad de ser elegidos por ellos mismos, se ha indagado por las
razones por la que inscriben el curso, encontrando que hay un interés en reconocer las
emociones, su manejo y como trabajarlas en el aula con niños y jóvenes.
En el curso se proponen tres momentos: un momento de estudio sobre algunas teorías de las
emociones y narrativas para el reconocimiento y expresión emocional. Un segundo momento,
para trabajar emociones específicas como ira, miedo, perdón, compasión, tristeza, fortaleza,
entre otras. Se trabajan narrativas para aumentar la consciencia emocional como diarios de
emociones y relatos sobre historias de su vida y resiliencia. Un tercer momento, en el que se
diseñan y proponen actividades para trabajar con niños y jóvenes lo aprendido en el curso, lo
que los sitúa en su rol como futuros docentes. Los estudiantes construyen algunas narrativas en
la que se reflexiona sobre su experiencia. Durante todo el curso se acude a las narrativas orales
para compartir los aspectos relatados en sus trabajos personales, generando espacios para el
encuentro y la intersubjetividad. Finalmente, todo el proceso que realizan los estudiantes
durante el curso, es plasmado a través del ejercicio narrativo de un portafolio donde se puede
conocer la experiencia emocional que los estudiantes atravesaron a través de su participación
durante todo el curso.
Los avances y resultados de este trabajo, son positivos y alentadores, encontramos que lo que
hemos propuesto aumenta el conocimiento de las emociones, la consciencia y la expresión del
mundo emocional. Así mismo, que el favorecer la creación de estrategias para trabajar lo
afectivo y emocional en el aula, aumenta su imaginación, capacidad creativa y disposición para
incluir la educación emocional en su práctica pedagógica.
Marco teórico
Las emociones
Las teorías y explicaciones sobre las emociones se construyen desde perspectivas como la
biológica, antropológica, filosófica, sociológica y psicológica. Investigadores como Davidson
y Ekman (1994); Izard (1994) y Russell (1994) se dedicaron a estudiar las emociones básicas y
la expresión facial, estas investigaciones estaban más relacionadas con el componente biológico
de la emoción, para ellos las emociones son respuestas necesarias para la supervivencia. En este
sentido las emociones están presentes y tienen una función principal y es protegernos para
sobrevivir. Algunos investigadores como Davidson y Ekman, (1994), Ekman y Friesen, (1969)
e Izard, (1991), encontraron que las emociones básicas son reconocidas y expresadas por todas
las culturas, lo que, para ellos era la demostración del componente biológico e innato en la
emoción.
Para autores como James (1884), Levenson, Ekman y Friesen, (1990); Cacioppo y cols., (1997),
la emoción es una reacción fisiológica que puede observarse en el cuerpo y sus manifestaciones.
En estas respuestas está implicados el sistema nervioso central y periférico. Las
manifestaciones fisiológicas son sentidas por los sujetos y pueden ser observables y medibles.
Para cada emoción hay unos correlatos físicos específicos. Llinas (2003) explica que las
emociones son patrones de respuesta ante diferentes estímulos y que estos patrones están
alojados en diferentes áreas del cerebro. Sin embargo, para Arnold (1960) las emociones surgen
después de la reacción fisiológica y como esta ha sido interpretada.
Weiner (1988) explicó el proceso que se realizaba al generar atribuciones que influyen en lo
emocional. Mathews y MacLeod (1994) se enfocaron en estudiar el procesamiento de la
información emocional, las reacciones y la sensación subjetiva en las experiencias emocionales.
Lazarus (1977) agregó a estas investigaciones el estudio sobre la evaluación de las
consecuencias. Para este autor las emociones también se regulan al evaluar las consecuencias
de reaccionar de una determinada manera. Por ello, la reacción emocional, incluye lo biológico
y lo cognitivo.
Desde la década de los noventa, hay una tendencia novedosa a considerar lo cultural y lo social,
en relación con el estudio de las emociones. Esta perspectiva considera una visión más holística
y ecológica de las emociones. Se adopta una visión dialógica entre lo genético y biológico y lo
cultural y social. Autores como Edwards, (1999); Hong, (2004), Gover, M. y Gavelek, J., (1997)
y Rebollo (2006), consideran que cuando se habla de las emociones, este no es un proceso solo
individual y subjetivo, sino intersubjetivo, es decir, relacional. Las emociones están
influenciadas por la cultura y son expresiones en los contextos sociales. Los recursos de la
cultura permiten construir la identidad de los sujetos, en relación con los demás. Existe una
dimensión moral de las emociones, por lo que se relacionan con valores morales necesarios
para la construcción social. En esta misma línea, otras investigaciones socioculturales como la
de Wertsch (1993), propone que las formas de sentir están relacionados con ideales culturales
y valores sociales que están presentes en las creencias y las acciones colectivas.
El estudio de las emociones, también investiga las emociones específicas. Algunos autores
mencionan la existencia de emociones básicas y complejas. Plutchick (1980a) consideró la
existencia de 8 emociones básicas: miedo-protección, ira-destrucción, alegría-reproducción,
tristeza - reintegración, confianza-afiliación, asco-rechazo, anticipación-exploración,
sorpresa-exploración. Las emociones básicas están presentes desde el nacimiento y las
específicas o complejas se van formando con el crecimiento y desarrollo del niño. En el libro
de emociones destructivas, Goleman (2008) las clasifica en constructivas o destructivas.
Considera constructivas a las emociones como la bondad, solidaridad, compasión, amor propio
y hacia los demás. Las emociones destructivas, según Goleman (2008) afectan el desarrollo de
las personas y pueden producir daño, algunas mencionadas por el autor son: celos,
resentimiento, envidia, ira y crueldad.
Goleman (2008) creó con otros investigadores el concepto de inteligencia emocional, esta tipo
de inteligencia permite hacerse conscientes de las emociones propias y de los demás, incluye la
capacidad para la autorregulación de las emociones y la transformación de las emociones por
otras que sean más constructivas para la vida del sujeto. En su texto sobre inteligencia
emocional menciona la necesidad de una alfabetización emocional para mejorar la vida social
de las personas.
Martínez y Quintero (2014) mencionan que las emociones están presentes y actúan en contextos
intersubjetivos sin que se pierda la singularidad de cada persona. En cada situación se presentan
emociones relacionadas con lo más íntimo del yo y es ahí donde las emociones adquieren un
carácter moral, remiten a los valores con los que se da sentido a la existencia. Nussbaum (2008)
considera que las emociones son cognitivas porque requieren de información para procesarse y
porque tienen un objeto, están relacionadas con creencias y tienen una función evaluadora,
Morgonado (2007) propone que reconocer lo cognitivo de la emoción sirve para generar
empatía, ayudar a comprender a los demás, hacer sentir como propias las emociones de otros,
crear vínculos interpersonales, mejorar las relaciones y soportar situaciones difíciles. Afirma
que aceptando que las emociones afectan el proyecto de vida, se justifica investigar las
creencias que subyacen los valores y emociones de los actos humanos.
Existen muchas propuesta para educar las emociones. Goleman (2008) explica dos
perspectivas, una en su capítulo sobre la educación del corazón, en el que se mencionan
diferentes programas para autorregular las emociones denominadas destructivas, en
contraposición en su mismo texto presenta otra perspectiva y que está basada en los
planteamientos orientales, enfocados en promover las emociones constructivas, como la
bondad, generosidad, solidaridad, compasión, entre otras. En esta propuesta se valora la
meditación y la imaginación como estrategias para cultivar este tipo de emociones.
Una línea de educación e investigación para trabajar con las emociones, es el de las narrativas.
Booth (1996) citado por Bercansconi (2011) define la narrativa como un dibujo, retrato, de la
experiencia subjetiva y del sentido que le otorgan los sujetos a sus vidas. Bercansconi (2011)
explica la narrativización como una forma de comunicación humana. Las narraciones permiten
que se organicen acciones, motivaciones y actores alrededor de un significado que estructura
la experiencia con relación al tiempo. La narrativización es una forma de vida social, enuncia
acciones, representaciones del mundo y a la vez es un recurso para conocer el mundo, la acción
social y la cultura. Al definir que es un relato Bercansconi (2011) menciona que Barthes (2002)
explica que hay dos posiciones, una en la que se manifiesta que “cualquier forma de
comunicación equivale a un relato” (p.17) y que la otra posición lo define como un
“desencadenamiento de eventos a través de una trama que les otorga significado” (p.17).
Atendiendo estas posturas, hay un acuerdo frente a que el relato da cuenta de una historia,
asociados a un todo que le da sentido, en ocasiones mediante la cronología. Y continua, el
relato tiene dos referentes “las experiencias que se narran en la historia y la trama que les otorga
significado, de forma tal que “la organización de la experiencia vivida en tramas representaría
la operación narrativa””.
Booth (1996) afirma que la forma más pura de la narrativa es la autobiográfica, en la que el
único autor es el sujeto. Dentro de esta forma menciona varios tipos: la reminiscencia y la
historia de vida, entre otras En ella están presentes las emociones que se relacionan con los
hechos que se han vivido y que pueden relacionarse con la historia de vida.
Nussbaum (2008) citado por (Bercansconi (2011) menciona la relación entre las emociones y
las narrativas, para la autora, lo que es característico de las emociones es que se narran, por ello,
“el contenido cognitivo de cada emoción llega envuelto en una historia compleja” (p. 210). Las
emociones se comunican y se entrecruzan con la imaginación, los recuerdos, las relaciones y
los contextos. “La narración remite a una comunicación que puede llegar a ser ilimitada”.
Modzelewski (2014) presenta una entrevista a Nussbaum allí la filósofa sugiere que los relatos
son una herramienta para la educación de las emociones. Considera que incluir el carácter
narrativo de las emociones, permite la reconstrucción a través de los relatos del origen de las
emociones y que podría ser modificada si se puede observar que hay razonamientos asociados
que producen una emoción no adecuada y que se puede cuestionar precisamente la realidad y
validez de estos razonamientos. La narración, se convierte en una herramienta manejable en el
aula. En esta entrevista, también menciona Nussbaum, que las emociones requieren de un
cultivo apropiado. Explica, por ejemplo, que la ira puede contribuir a levantarse contra la
injusticia.
Metodología
Se utilizaron como métodos y técnicas para la recolección de información: las narrativas, los
relatos, historias de vida, fotografía, dibujo y la observación. Se realizaron procesos de
categorización basados en la técnica de análisis de contenido.
Resultados
Objetivos específicos
Identificar los aportes de las diferentes escuelas de la psicología y del estudio de las
emociones
Reconocer la importancia de los procesos afectivos y valorativos en la formación de
sujetos
Propiciar el desarrollo de habilidades para el autoconocimiento, las emociones y la
construcción de sentido de vida
Propiciar las narrativas como elemento fundante y generador de espacios de encuentro
con el otro
Promover la reflexión permanente sobre la relación entre educación y emociones.
Aquí empiezan las narraciones, preguntándose: ¿Quién soy? Cada estudiante busca una forma
de expresarse, de mirarse y de contarse. Muchos son los relatos, pero traemos algunos a este
documento por la forma en que permite evidenciar lo que ocurre en el curso durante esta
actividad. Dice una estudiante: “Soy un universo alterno lleno de mil formas y colores, soy
mediadora en la construcción de sueños y visionaria de mundos posibles, configuro mi
concepto de realidad basada en mis experiencias, soy belleza incomprensible, casi una locura,
soy melodía que causan sensaciones extrañas, soy portadora de emociones, resignificación,
feminidad, soy fuerza, ternura y sensibilidad, al fin de cuenta mujer. No soy el sueño de mis
padres, pero intento ser el mío, vivo en un cuento de hadas, donde todos escuchas ska, soy un
arcoíris, que nace en mis pensamientos y culminan cuando se hacen realidad, soy olvido y por
consecuencia estoy llena de memoria”. Otra relato nos contó: “Soy un ser que ocupo un
espacio, soy un alguien, soy otro; soy un ser al que aman y que ama. Soy mujer, soy hija soy
mamá, soy hermana. Soy todo aquello que me enseñaron, además de lo que he decidido ser.
Soy justa soy amable, amo lo que soy ahora, aunque a veces lo dude, aunque a veces no sea
fácil”. Como nos evidencian estos dos ejemplos de relatos, desde el inicio el espacio del curso
se configura en un escenario para la expresión emocional, la construcción de lo subjetivo y la
intersubjetividad. Este punto de partida, es emocionalmente muy positivo, una manera de
iniciar el recorrido que el curso ofrece para narrar las emociones y tener encuentros con otros
que también se están formando para ser docentes. Los análisis demuestran que existe un
componente de identidad sobre el rol como docente, del género, sus gustos, sus sueños y su
vida misma.
En esta actividad los estudiantes exploran algunas formas narrativas como la historieta para
apropiarse de los contenidos de las lecturas que se realizan en la clase y también como ejercicio
para comunicar y narrar lo que se ha aprendido. Es muy interesante ver la capacidad creativa
y expresiva de los estudiantes para generar los diálogos que van dirigidos a sus compañeros,
con los que comparten el resultado de su trabajo. En uno de los portafolios del curso un
estudiante narra lo que ocurrió con esta actividad: “Primero que nada, la lectura de Goleman
nos muestra algo muy recurrente en la historia de la ciencia, cada día se van rompiendo
paradigmas y concepciones pasadas, la neurociencia de la emoción es quizás uno de los
ejemplos más claros. Es interesante ver cómo con la experimentación pertinente se ha venido
probando que las emociones están más relacionadas con algunas de las partes más
evolucionadas del cerebro, rompiendo con imaginarios previos y dando a entender que la
emocionalidad es un componente humano a tener más en cuenta. No se deja de ser objetivo en
ciencia por fijarse en un fenómeno que se pensaba pertenecía al ámbito de las ciencias sociales.
Lo anterior no hace sino inquietarnos más por la realidad del problema de la emocionalidad,
por un lado, tiene un origen objetivo que poco a poco se va esclareciendo con evidencia
científica, sino que, además, tiene una manifestación subjetiva que lo hace un objeto de estudio
propicio para la realización de programas intersubjetivos de investigación. En esta narración
se observa integración de lo aprendido, la reflexión y las emociones que surgen. Los estudiantes
muestran interés por conocerse desde estos aspectos y muestran motivación por estudiar las
diferentes explicaciones sobre las emociones.
Historia de la infancia.
En esta parte del curso, las historias de vida cobran un protagonismo, pudiendo ser interpretadas
a la luz de las teorías dinámicas sobre el psicoanálisis. Los estudiantes pueden realizar de forma
libre la escritura de su historia, algunos la escriben a mano, computador, dibujan y utilizan las
fotografías como aspectos que permiten contar sobre su infancia. Se acude a las narraciones
que otros hacen sobre su niñez y así este texto narrativo resulta ser colectivo, en la medida a
que hay que acudir a los familiares para construirlo. Las narraciones sobre su niñez están llenas
de recuerdos, reminiscencias y emociones, tanto de momentos alegres, como tristes. Al narrar
su historia a otros, se comienzan a crear tejidos y espacios intersubjetivos de identificación,
empatía y compasión. En las reflexiones en el portafolio se encontró que para algunos fue una
actividad fácil y para otros, difícil, debido a que se traen recuerdos que no siempre son felices.
También observamos cómo se generaban nuevos procesos de interpretación a partir de las
teorías de las emociones estudiadas: “En cuanto a mi historia de vida decidí hacerla con
respecto a fotografías y recuerdos asociados a cada foto, sin embargo al leer los mecanismos
de defensa y tener la explicación en clase, comprendí que en el momento en que nace mi
hermano menor, yo decido negar la situación porque me siento desplazada por él…”
Diarios de emociones
El diario de emociones se escribe durante por el tiempo, de una a dos semanas. Los estudiantes
escriben sobre su vida y las emociones en su vida cotidiana. En el ejemplo de la figura 4, el
estudiante nos narra: “Comienzo de semana y de mes, amanezco con sueño, preocupado y
estresado porque debo hacer muchas cosas y el tiempo no me rinde, me levanto a las 8 de la
mañana después de dar mil vueltas en la cama para ver si avanzo en la lectura de Aristóteles.
Posdata: te adoro Aristóteles pero tu obra es muy larga”. Aquí ya se observan varias
emociones en un solo momento. Otro estudiante nos cuenta: “Me levante muy enfermo
físicamente, me dolían las articulaciones y me costaba respirar esto ocasionó que
emocionalmente estuviera neutral pero muy propenso a ser irritado”. Y cuenta al día siguiente:
“Después de eso vi una serie muy triste que me hizo pensar en los conflictos de padres e hijos,
uno tiende a pensar que los padres son los malos y a veces ignoramos que ellos también
vivieron situaciones muy difíciles”.
Esta actividad es una herramienta muy útil y que potencia la consciencia y expresión emocional.
Es un ejercicio íntimo y especialmente para ellos mismos. Los estudiantes deciden lo que
quieren narrar a su única lectora, su docente. Los resultados de la actividad narrativa son muy
positivos, los estudiantes reconocen en la escritura una forma de regular sus emociones, de
sentirlas y de expresarlas.
El portafolio
Hay mucho más que contar de todo lo que ocurre en el curso del que hemos presentado
resultados de la experiencia y la investigación, sin embargo, habrán más momentos para ampliar
estas historias pedagógicas. En la Figura 5, se encuentra una parte del portafolio, el cuál
condensa todo el proceso realizado durante el curso y donde nos narran lo que pasó en términos
emocionales durante el desarrollo del curso, así como lo aprendido. Esto se plasma en el
portafolio, la estrategia narrativa principal. Allí podemos observar las dificultades, lo que faltó,
lo que es necesario sostener y sus reflexiones profundas durante todo el ejercicio. Cuando
indagamos sobre en qué cambiaron y que sienten, encontramos muchos relatos. A continuación
un ejemplo de algunos de ellos: “me ha servido actualmente para mejorar mi reacción o
resistencia a las diferentes situaciones que se pueden presentar a lo largo de la vida”, “me he
vuelto un poco más analítico frente a cómo actúan y cómo hablan las personas (palabras
utilizadas, acentos e intencionalidad)”. “agradecer… por guiarnos en este arduo y complejo
camino de las emociones, y a todos y cada uno de mis compañeros por compartir conmigo un
pedacito de sus experiencias, problemas, anécdotas y vida”, he aprendido a manejar mis
emociones de manera divertida y apasionante como lo es la actividad de baile, mis emociones
negativas como el malgenio y a saber controlar esta emoción que es tan fuerte, he sabido
llevarla poco a poco y realizar ejercicios que me permitan desahogarme por medio de escritos
o dibujos a tratar de controlar lo que me disgusta”, “yo en mi si vi un cambio en cuanto lo que
pensaba, las opiniones de los demás nos hacen aprender unos de otros y hacer menos cerrados
a las cosas y a no criticar de forma destructiva sino más bien de forma constructiva”. Los
resultados y las narrativas dan cuenta del surgimiento de lazos de amistad, de la emergencia de
la compasión y la empatía, y de la ampliación de la perspectiva sobre los demás.
Conclusiones
Aunque pueden existir resistencias para compartir lo subjetivo de las emociones, a medida que
los estudiantes comparten con sus demás compañeros y observan que tienen puntos de
encuentro, la mayoría decide hacer más público lo privado, así que son capaces de narrar sus
pensamientos, ideas, prejuicios y juicios, pero a la vez superarlos para ver de forma más amplia
la expresión y experiencia emocional.
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