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UNIVERSIDAD DE ORIENTE

NÚCLEO BOLÍVAR
ESCUELA DE CIENCIAS DE LA SALUD
“Dr. Francisco Battistini Casalta”
DEPARTAMENTO DE SALUD MENTAL

RASGOS DE PERSONALIDAD Y SINDROME DE BURNOUT EN


RESIDENTES DE POSTGRADO DEL COMPLEJO HOSPITALARIO
UNIVERSITARIO “RUIZ Y PÁEZ”. CIUDAD BOLÍVAR, ESTADO
BOLÍVAR. ENERO – JULIO 2016

Tutor (a): Trabajo de grado presentado por:


Dr. Héctor Cipriani Br. Rosmay Gabriela Gil Bastidas
C.I. 20.557. 478
Br. Lidettcy Carolina González Benítez
C.I 19.158.248

COMO REQUISITO PREVIO PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE MÉDICO


CIRUJANO

Ciudad Bolívar, Noviembre de 2017


AGRADECIMIENTOS

A Dios, por otorgarme salud, sabiduría y determinación para seguir en el camino correcto, no
dejarme desistir y así lograr cada uno de mis objetivos.

A mis padres, Maigualida Josefina Bastidas Rendon y Cesar Enrique Gil. Por permitirme
llegar a este mundo, por su dedicación y crianza intachable, inculcándome los mejores valores,
costumbres y educación. Por su confianza al permitirme llevar a cabo mis decisiones y por ser
siempre un suspiro de aliento cuando las cosas se han puesto difícil, por brindarme las herramientas
necesarias para lograr cada meta de mi vida, siempre colocando los intereses míos y de mi hermano
por delante de los suyos. A mi segunda madre Judith Bastidas por todo su amor y apoyo
incondicional, por esto, los logros que he podido obtener y los que vendrán siempre serán primero
de ellos y después míos.

A mi Hermano Miguel Enrique Gil Bastidas quien ha sido mi inspiración para ser cada día
mejor persona, hermana y atleta.

A mi Universidad de Oriente. La Casa más Alta y al Hospital Ruiz y Páez por acogernos a lo
largo de nuestra carrera, y brindarnos el espacio donde nos formamos y vivimos tantas experiencias
inolvidables tanto académica como personalmente.

Al Dr. Hector Cipriani, por su tutoría, guia, paciencia, ayuda, dedicación y su gran nivel de
enseñanza en nuestro trabajo de grado y en pregrado.

A todos mi amigos y compañeros por los momentos vividos, las alegrías y tristezas que
marcaron la diferencia e hicieron de esta etapa universitaria inolvidable.

A mi compañera Lidettcy Gonzalez por acompañarme en la realización de este proyecto y


así culminar con nuestra tan ansiada meta.

Br. Rosmay G. Gil B.


AGRADECIMIENTO

A Dios todopoderoso, por darnos la oportunidad y la vocación, la fortaleza de no desistir en


el camino del aprendizaje del arte de la medicina, y la sabiduría para emprender esta larga travesía.

A mi madre, por ser el principal motivo de todo lo que emprendo en mi vida, sembró en mí
las bases de la responsabilidad y deseos de superación, ha sido mi apoyo incondicional durante toda
la carrera tanto emocional como económicamente. A mi hermana, quien incondicionalmente me
brindó su ayuda en la realización de este trabajo, junto a mi sobrino, que con su alegría y amor,
transformó los tragos amargos en impulsos imparables, ustedes también fueron mi motor.

A la Universidad de Oriente por darnos la oportunidad de formarnos como Médicos. A cada


uno de los docentes en impartirnos sus conocimientos y orientarnos para ser mejores profesionales,
conservando su humanidad y amor para enseñarnos.

Al Hospital Universitario Ruiz y Páez, por ser nuestra fuente de inspiración y aprendizaje,
permitirnos transitar por sus instalaciones, aprender de los pacientes y ayudarnos con la realización
de este trabajo de investigación.

Al Dr. Héctor Cipriani, por su receptividad, apoyo, guía, paciencia, dedicación y enseñanza en
la realización de esta tesis.

A los Residentes de postgrado que participaron en este trabajo y colaboraron con nosotros a
pesar de todas sus ocupaciones.

A mi compañera de tesis Rosmay Gil, por haber emprendido este camino juntas y ser
partícipe de este logro.

Del pueblo venimos y hacia el pueblo vamos.

Br. Lidettcy C. González B.


DEDICATORIA

Dedico este trabajo principalmente a Dios, por haberme dado la vida y permitirme
haber llegado hasta este momento tan importante de mi formación profesional. Por los
triunfos y los momentos difíciles que me han enseñado a valorarlo cada día más.

A mi madre, por ser el pilar más importante y por demostrarme siempre su cariño y
apoyo incondicional y que sin duda alguna en el trayecto de mi vida me ha demostrado su
amor, corrigiendo mis faltas y celebrando mis triunfos sin importar nuestras diferencias de
opiniones.

A mi padre, por siempre estar presente inclusive en la distancia con una llamada
antes de una carrera o un examen, y por siempre prepararme ese cafecito en la noche que
me daba el impulso para amanecer estudiando.

A mi tía Judith, a quien considero y quiero como a una madre, por compartir
momentos significativos conmigo y por siempre estar dispuesta a escucharme y ayudarme
en cualquier momento.

A Miguel, porque te admiro y te amo infinitamente hermanito.

Y a todas aquellas personas quienes de otra forma colaboraron en la realización de


este proyecto y así culminar con tan ansiada meta.
Br. Rosmay G. Gil B.
DEDICATORIA

A Dios principalmente por darnos vida, salud e inteligencia. Por haber elegido la carrera de
Médico Cirujano como nuestra y saber llevarla con aplomo durante éstos 7 años.

A nuestros padres pues nuestra lucha la tomaron como suya y nuestros logros son ahora sus
logros.

A nuestros hermanos porque a pesar de la distancia, fueron de apoyo, ayuda e impulso en


situaciones claves.

A nuestros docentes que tomaron de su tiempo para inculcarnos conocimientos y amor por
nuestros pacientes, a entender que ellos son nuestro mejor libro.

A la casa de Estudio más Alta, la Universidad De Oriente en su Núcleo Bolívar por reunir
todos los recursos, humanos, de infraestructura, por ser nuestro segundo hogar, la cual fue escenario
de quebrantos y sonrisas.

Br. Lidettcy C. González B.


INDICE
AGRADECIMIENTOS...................................................................................................ii

DEDICATORIAS...........................................................................................................iv

INDICE...........................................................................................................................vi

RESUMEN...................................................................................................................viii

INTRODUCCION...........................................................................................................9

JUSTIFICACION..........................................................................................................21

OBJETIVOS..................................................................................................................22

METODOLÓGIA..........................................................................................................23

RESULTADOS..............................................................................................................26

Tabla N° 1........................................................................................................................1

Características socio demográficas (edad, sexo, nivel de residencia) del personal


residente de postgrado del complejo Hospitalario Universitario Ruiz y Páez durante el
periodo comprendido entre Enero – Julio 2016...............................................................1

Tabla N° 2........................................................................................................................2

Rasgos de personalidad de los residentes evaluados a partir del cuestionario de


evaluación IPDE - CIE 10, del postgrado del complejo Hospitalario Universitario Ruiz
y Páez durante el periodo comprendido entre Enero – Julio 2016..................................2

Tabla N° 3........................................................................................................................3

Perfil de personalidad de los residentes evaluados a partir del cuestionario de


evaluación IPDE - CIE 10 según sexo, del postgrado del complejo Hospitalario
Universitario Ruiz y Páez durante el periodo comprendido entre Enero – Julio 2016....3

Tabla N° 4........................................................................................................................5

Perfil de personalidad de los residentes evaluados a partir del cuestionario de


evaluación IPDE - CIE 10 según edad, del postgrado del complejo Hospitalario
Universitario Ruiz y Páez durante el periodo comprendido entre Enero – Julio 2016....5

Tabla N° 5........................................................................................................................7

Perfil de personalidad de los residentes evaluados a partir del cuestionario de


evaluación IPDE - CIE 10 según nivel de residencia, del postgrado del complejo
Hospitalario Universitario Ruiz y Páez durante el periodo comprendido entre Enero –
Julio 2016.........................................................................................................................7

Tabla N° 6........................................................................................................................9

Presencia del Síndrome de Burnout en los residentes de postgrado del complejo


Hospitalario Universitario Ruiz y Páez durante el periodo comprendido entre Enero –
Julio 2016.........................................................................................................................9

Tabla N° 7......................................................................................................................10

Dimensiones de Sindrome de Burnout según Edad en los residentes de postgrado del


complejo Hospitalario Universitario Ruiz y Páez durante el periodo comprendido entre
Enero – Julio 2016.........................................................................................................10

Tabla N° 8......................................................................................................................11

Dimensiones de Sindrome de Burnout según sexo en los residentes de postgrado del


complejo Hospitalario Universitario Ruiz y Páez durante el periodo comprendido entre
Enero – Julio 2016.........................................................................................................11

Tabla N° 9......................................................................................................................12

Dimensiones de Sindrome de Burnout según nivel de residencia en los residentes de


postgrado del complejo Hospitalario Universitario Ruiz y Páez durante el periodo
comprendido entre Enero – Julio 2016..........................................................................12

Tabla N° 10....................................................................................................................13

Relación entre los rasgos de personalidad con el síndrome de Burnout en los residentes
de postgrado del complejo Hospitalario Universitario Ruiz y Páez durante el periodo
comprendido entre Enero – Julio 2016..........................................................................13

DISCUSION..................................................................................................................15

CONCLUSIONES.........................................................................................................37

RECOMENDACIONES................................................................................................41

BIBLIOGRAFÍA...........................................................................................................42

APENDICES.................................................................................................................46
RESUMEN
RASGOS DE PERSONALIDAD Y SINDROME DE BOURNOUT EN RESIDENTES
DE POSTGRADO DEL COMPLEJO HOSPITALARIO UNIVERSITARIO “RUIZ Y
PÁEZ”. CIUDAD BOLÍVAR, ESTADO BOLÍVAR. ENERO – JULIO 2016
Dr. Héctor Cipriani, Br. Rosmay, Gil Bastidas, Br. Lidettcy, González Benítez.
Esta investigación fue de tipo descriptiva de corte transversal, de frecuencia. El
objetivo fue identificar los Rasgos de Personalidad y el Síndrome de Bournout y las
correlaciones de este Síndrome con sus dimensiones en los residentes de postgrado del
complejo Hospitalario Universitario Ruiz y Páez (CHURyP). La muestra estuvo constituida
por 115 residentes de postgrado para identificar los rasgos de personalidad y el Síndrome
de Bournout y las correlaciones de este Síndrome con sus dimensiones en los residentes de
postgrado del complejo Hospitalario Universitario Ruiz y Páez (CHURyP). Se empleó un
cuestionario como método básico, Examen internacional de los Trastornos de personalidad
(IPDE), este se desarrolló a partir del Personality Disorders Examination (PDE), el cual fue
modificado e internacionalizado adaptándolo a la CIE-10 y al DSM-IV, así como el
instrumento de evaluación de Burnout, el Maslach Burnout Inventory (MBI). Se observó
entre las características socio demográficas (edad, sexo, nivel de residencia) se presentó una
mayor frecuencia en el grupo etario entre 28 – 30 en un 44,35 %, del sexo femenino en un
66,09%, con una mayor participación en el estudio de los residentes del segundo año es
decir R2 en un 66,96 %. Los rasgos de personalidad más frecuente en los residentes de
postgrados estudiados la mayoría resultaron positivos en el rasgo ansioso 53,91 %,
impulsivo 29,57 % y límite 22,61 %. Un 52,17 % presentan agotamiento emocional alto, (≥
al percentil 66) mientras que un 30,43 % (≤ al percentil 33) y un 17,39 % intermedio (entre
el percentil 33 y 66). Con respecto a la despersonalización, se observa que un 55,60 %
presenta niveles altos, un 32,30 % intermedio y 12,10 % bajos. En cuanto a la realización
personal, un 20,87 % presenta niveles altos, un 26,09 % intermedio y un 53,04 % bajo. Se
concluye que, el agotamiento personal en el personal médico de postgrado se encuentra
valores por encima del percentil 66 con personalidad ansiosa, por lo que se puede decir que
este personal presenta signos de Síndrome de Burnout.

Palabras Claves: rasgos, personalidad, síndrome, Burnout.


INTRODUCCION

La personalidad entendida en su sentido estricto, es decir, referente a la traducción del


término, proviene del latín personare, lo cual significa “resonar a través de algo”, así como
del griego proposon, referente a “cara, rostro, máscara”, lo cual configura la connotación de
personalidad que si bien tiene su origen en el mundo grecorromano, adquiere significancia
atendiendo a la máscara que utilizaban los actores en las representaciones de sus personajes
pictóricos “en el mundo grecorromano, la personalidad era la máscara que se ponían los
actores, a través de la cual salía resonando su voz”. En este sentido, la personalidad es
entendida como el papel que representa cada sujeto con su actuar, en donde cada una de las
situaciones en las que se desenvuelve, pone en juego un rol característico asumido por él
(Rojas, 2005).

Por su parte, la personalidad está definida por todas aquellas costumbres y patrones
de conducta que adopta un ser humano desde temprana edad y que mantiene durante toda o
gran parte de su vida, y que le diferencian de los demás. En este sentido, Larsen y Buss
(2005) proporciona la siguiente definición de personalidad: "es el conjunto de rasgos
psicológicos y mecanismos dentro del individuo que son organizados y relativamente
estables, y que influyen en sus interacciones, y adaptaciones al ambiente intrapsíquico,
físico y social". Debe tomarse en cuenta que los rasgos de personalidad se constituyen en
trastorno de personalidad sólo cuando son rígidos y desadaptativos, y provocando malestar
subjetivo o alteraciones significativas en la funcionalidad del sujeto (Frances, et al, 2007)

Los rasgos son los atributos o características de la personalidad. Según las teorías
psicológicas existen muchos de ellos. Además, algunos autores llaman de diferente forma a
características de personalidad que son similares e incluso sinónimas. Los más conocidos
son: extroversión o afecto positivo (positive emotionality or positive affect), neuroticismo o
afecto negativo (negative emotionality or negative affect), psicoticismo, perfeccionismo,
entre otros (Capsi, et al, 2002).
2

Se considera que la personalidad se modela con el paso del tiempo a partir de las
experiencias vividas. Sin embargo, ciertas características de personalidad aparecen ya en
los primeros años de vida. La parte innata de la personalidad se llama temperamento. Se
podría decir que el temperamento sería el sustrato biológico-genético de cada forma de ser,
el equipaje que traen los niños consigo cuando nacen. Los rasgos de personalidad son
pautas de pensamiento, percepción, reacción y modo de relación relativamente estables a lo
largo del tiempo y en situaciones diversas (Del-Ben, 2005).

La conducta viene determinada por la interacción entre factores biológicos,


ambientales y la personalidad. El cómo comportarse depende de la situación en que se halla
cada quien y de cómo es. La personalidad determina, al menos en parte, cómo reaccionar
ante una situación. Obviamente, las experiencias vividas influyen en el comportamiento y
el aprendizaje de formas de conducta más adaptativas puede hacer que no siempre se
comporten del mismo modo. Por ejemplo, una persona introvertida puede realizar esfuerzos
por comportarse de forma más abierta si ha aprendido que esta actuación le reporta algún
tipo de beneficio (facilitar el contacto social, mejorar su autoestima, entre otros) (Edens, et
al, 2006).

Además de influir en el comportamiento, se considera que el temperamento y las


características de personalidad influyen en la aparición de problemas psicológicos. Por
ejemplo, el temperamento difícil en niños se ha visto asociado a la aparición de problemas
de comportamiento (agresividad, desafío a los mayores, robos, entre otros). Muchos
estudios sugieren que el temperamento difícil del niño (niño irritable, con dificultades para
adaptarse a los cambios, con problemas para establecer una regularidad en sus hábitos de
alimentación, higiene y sueño...) podría interaccionar con la forma en que los padres lo
educan (se muestran autoritarios, le gritan, hacen uso del castigo físico, son inconsistentes y
poco firmes cuando aplican el castigo o incapaces de poner límites), dando como resultado
un problema de comportamiento. Está claro que el temperamento difícil del niño no
conduce de forma invariable a un problema de comportamiento: hace falta que se den unas
circunstancias determinadas en el ambiente (que sus padres lo eduquen de forma
autoritaria, por ejemplo) para que se observe este resultado (Garrido, 2003).
3

En las últimas décadas, de predominio psicoanalítico dentro de la Psiquiatría, la


patología de la personalidad fue considerada la patología de origen educacional por
excelencia, a diferencia de los trastornos neuróticos y psicóticos en los que podrían existir
componentes heredobiológicos claros. Sin embargo, los hallazgos de los últimos años no
han encontrado evidencias de ello. Si bien los datos disponibles actualmente que
demuestran un papel genético son pocos, son menos aun los que demuestran un origen
ambiental (Oldham et al, 2005).

Diversos estudios han demostrado que algunas dimensiones básicas de la


personalidad tienen un marcado componente hereditario. Así, el rasgo neuroticismo es en
un 55% heredable y el rasgo extroversión lo es en un 50%. En gemelos monocigóticos, la
correlación entre las diferentes escales del MMPI es significativamente mayor que en
gemelos dicigóticos, especialmente en la escala de introversión social (Arnow, et al, 2006).

El DSM-IV define los rasgos de personalidad como "patrones persistentes de formas


de percibir, relacionarse y pensar sobre el entorno y sobre uno mismo que se ponen de
manifiesto en una amplia gama de contextos sociales y personales". El trastorno de la
personalidad se da cuando estos rasgos, que son egosintónicos (es decir, la persona se siente
bien como es, o en todo caso percibe su sufrimiento emocional como algo inevitable, sin
relación alguna consigo mismo, con su manera de ser y comportarse), se hacen inflexibles y
desadaptativos (hacia el final de la adolescencia se consolidan de forma permanente y
estable), y cuando causan un deterioro funcional significativo o un malestar subjetivo.
(DSM IV-TR, 2003)

Algunos estudios, muestran que el deterioro en la salud mental producto de la


actividad laboral surge con mayor propensión en las organizaciones de servicios humanos,
las cuales tienen como función principal proteger, mantener e incrementar el bienestar
personal de los individuos mediante la definición, moldeo o alteración de sus atributos
personales. Por otra parte investigaciones realizadas en distintos países han, demostrado
4

que el contacto continuo con otras personas y la alta carga emocional propician un gran
deterioro en la salud mental de estos trabajadores (Arita y Arauz, 2001).

Son varias las profesiones de servicios humanos que cumplen estos criterios, entre
ellas las relacionadas con la asistencia sanitaria, los servicios sociales, los servicios de salud
mental, el derecho penal y la educación, las cuales se caracterizan por poseer una relación
estructurada focalizada en torno al problema del destinatario (psicológico, social y/o físico),
problema que muchas veces es muy difícil de enfrentar y dar una adecuada solución, lo cual
suma frustración y ambigüedad en la situación profesional, lo que a su vez conlleva un gran
riesgo de padecer el Síndrome (Bresó, et al, 2007).

Dentro de este colectivo de profesionales, los trabajadores que asisten o atienden a


personas afectadas en la salud son a los que más se les dificultan o impiden el desarrollo
normal de sus actividades vitales o de sus relaciones sociales, ya que poseen una alta
incidencia de sintomatología asociada a la salud mental (Gil – Monte y Peirú, 2006).

Ya que los profesionales que trabajan con personas en el ámbito de la salud, al iniciar
su trayectoria profesional, deben adaptarse haciendo frente a condiciones laborales muy
adversas y deshumanizadas, lo cual determina gran parte de su comportamiento, de tal
forma que la diferencia entre sus expectativas y la realidad contribuye al estrés que sufren.
Este tipo de personal, generalmente, se les pide que empleen un tiempo considerable en
intensa dedicación con usuarios que necesitan ayuda, que con frecuencia se encuentran en
una situación de dependencia y donde la relación que se establece puede estar cargada de
frustración, temor, desencanto y agresión (Bencomo, et al 2004).

Es por ello que conocer los rasgos de personalidad en los trabajadores de una
institución es una poderosa herramienta para optimizar el desempeño de los mismos y
potenciar sus capacidades. Asimismo, permite llevar a cabo de manera certera y
sistemática, una revisión sucinta de las fortalezas y las debilidades de los miembros del
equipo de trabajo con la finalidad de brindar el apoyo y recursos necesarios para su
bienestar tanto a nivel individual como colectivo (González, 2010).
5

El ambiente hospitalario, es un medio en el cual los trabajadores se encuentran


permanentemente sometidos a stress, pero a la vez requiere que los mismos se mantengan
física y psíquicamente aptos para asumir sus roles de manera eficaz (Blanco, 2004). Su
misión está encaminada a velar por la salud y el bienestar de los usuarios de las
instalaciones, y un requisito indispensable para llevar a cabo este tipo de labor es contar con
el perfil adecuado. La evaluación de los rasgos de personalidad es el fundamento de dicho
perfil (González, 2010).

En ese sentido, conocer las características de la personalidad de los trabajadores de


salud, le abre paso al sistema de salud para prestar la colaboración necesaria para formar y
ayudar a esta importante rama del gremio de la salud, que día a día presta sus servicios a los
pacientes y se encargan de pasar la mayor parte del tiempo con ellos, lo cual amerita
aptitudes y actitudes especiales, donde las labores cotidianas y los cuidados de enfermería
implican un conocimiento y destrezas específicas dada la naturaleza de los pacientes que
sufren estos padecimientos (Blanco, 2004).

Estas transformaciones han sido vistas por algunos autores como importantes
fuentes desencadenantes de estrés en el mundo laboral, el cual está relacionado con una
disminución en la calidad y en la productividad del desempeño profesional, tanto a nivel
individual como organizacional, sin embargo, con el surgimiento de nuevas patologías
laborales y factores de riesgo para la salud y el bienestar psicológico de los trabajadores, lo
que ha sido comprobado en distintas muestras ocupacionales y en diversos colectivos
profesionales (Jawahar, et al, 2007).

Es en el sector servicios es donde se han notado con mayor claridad las consecuencias
de estos cambios, exacerbándose riesgos distintos a los tradicionalmente concebidos
(riesgos físicos, químicos, o biológicos), de naturaleza psicosocial, los cuales son los
causantes del estrés laboral y sus patologías asociadas, como el Síndrome de Quemarse por
el Trabajo o Burnout (en denominación anglosajona). Este fenómeno ha aumentado
6

considerablemente su aparición, y se constituye como uno de los daños laborales de


carácter psicosocial más importantes (Fernández et al, 2006).

El Síndrome de Quemarse por el Trabajo se puede definir como: una respuesta al


estrés laboral crónico que aparece, en especial, en los profesionales de organizaciones de
servicios, donde el individuo se ve desbordado e impotente para enfrentar las dificultades
que el entorno laboral, especialmente social, le genera. Es un fenómeno que se puede
entender como la etapa final del curso crónico de un episodio de estrés laboral, el cual se
caracterizaría por ser un fenómeno de mayor amplitud (Bresó et al, 2007).

En este sentido, la definición más extendida y contrastada empíricamente del


Síndrome de Quemarse por el Trabajo es la propuesta por Maslach y Jackson (1981), que
definen los síntomas como: Agotamiento emocional: situación en la que los trabajadores
perciben que ya no pueden dar más de sí mismos en el ámbito emocional y afectivo.
Situación de agotamiento de la energía o de los recursos emocionales propios;
Despersonalización: desarrollo de sentimientos y actitudes de cinismo y, en general, de
carácter negativo hacia las personas destinatarias del trabajo; y, Baja realización personal
en el trabajo: tendencia a evaluarse negativamente, de manera especial en relación a la
habilidad para realizar el trabajo y para relacionarse profesionalmente con las personas a las
que atienden (Olivar et al, 2009).

Dentro de este contexto el “Síndrome de Quemarse por el Trabajo se ha


conceptualizado como un proceso que ocurre de forma especial entre los profesionales que
trabajan hacia personas, o cuyo objeto de trabajo son personas”. (Toppinesn, et al, 2005)

Son varias las profesiones de servicios humanos que cumplen estos criterios, entre
ellas las relacionadas con la asistencia sanitaria, los servicios sociales, los servicios de salud
mental, el derecho penal y la educación, las cuales se caracterizan por poseer una relación
estructurada focalizada en torno al problema del destinatario (psicológico, social y/o físico),
problema que muchas veces es muy difícil de enfrentar y dar una adecuada solución, lo cual
7

suma frustración y ambigüedad en la situación profesional, lo que a su vez conlleva un gran


riesgo de padecer el Síndrome (Varela et al, 2005).

Dentro de este colectivo de profesionales, los trabajadores que asisten o atienden a


personas afectadas en la salud son a los que más se les dificultan o impiden el desarrollo
normal de sus actividades vitales o de sus relaciones sociales, ya que poseen una alta
incidencia de sintomatología asociada al Síndrome del Quemado por el Trabajo (Rodríguez
et al, 2005).

Estas profesiones se caracterizan por poseer singulares condiciones laborales, como


son la escasez de personal, el trabajo por turnos, el trato con usuarios agresivos, la falta de
especificidad en funciones y tareas, la falta de autonomía y autoridad en el trabajo para
poder tomar decisiones, entre otros, todo lo cual conlleva a un deterioro en la calidad del
servicio que prestan y en donde el estrés resultante provoca vacío emocional. (Gil – Monte
y Peirú, 2006)

Otros estresores como la frustración de no poder curar, objetivo para el que han sido
entrenados; la proporción muy alta de enfermos a los que deben de atender; la escasez de
formación en habilidades de control de las propias emociones, además de las de los
pacientes y sus familiares; los horarios de trabajo irregular debido a la realización de
turnos; el conflicto de rol y ambigüedad de rol; la falta de cohesión en el equipo
multidisciplinar y la burocratización e individualismo en las instituciones sanitarias son
desencadenantes de esta patología (Rafferty, et al, 2002).

En Venezuela, a pesar de los escasos estudios existentes en esta materia, la situación


al parecer no es distinta; la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la
Ciencia y la Cultura, en un estudio sobre las condiciones de trabajo y salud docente, que
incluyó la participación de 6 países latinoamericanos (entre ellos Venezuela), determinó un
importante deterioro de la salud de los encuestados, estimando el Síndrome del Quemado
por el Trabajo en un 25% de los trabajadores (UNESCO, 2004).
8

Este síndrome en médicos de atención primaria ha sido objeto de numerosos estudios


en los últimos años. El tema es motivo de preocupación por las repercusiones de ámbito
personal y organizacional que se derivan, tales como absentismo laboral, disminución del
nivel de satisfacción tanto de profesionales como de pacientes, riesgo de conductas
adictivas, alta movilidad laboral, repercusiones en otras esferas como la familiar, entre otros
(Olivar,2003).

Aunque se han identificado numerosos factores estresantes crónicos del entorno


laboral implicados con su producción, como la sobrecarga de trabajo, pacientes difíciles,
poco tiempo por paciente, salario, calidad de las relaciones en el equipo, entre otros; y otros
sociodemográficos, caso de antigüedad de más de 10 años en el puesto de trabajo y sexo
femenino, éstos, por sí solos, no explican en su totalidad el fenómeno (Rafferty et al, 2002).

Las consecuencias para quien padece este síndrome pueden ser graves
(desmotivación, frustración, depresión, drogodependencias), pero además trasciende a sus
familiares (separaciones, malos tratos), a la empresa (absentismo, reducciones importantes
del rendimiento, etc.) y, lo que es más grave si cabe, a sus pacientes con iatrogenia e
insatisfacción en la relación médico-paciente (Nyclicef y Pop. 2005).

El estudio del Burnout en los profesionales de atención primaria ha revelado cifras de


presencia importantes en los últimos años. La incrementada sobrecarga de trabajo, asociado
a factores sociodemográficos, afecta silenciosamente el bienestar mental de los médicos,
enfermeros, camilleros, camareras y personal administrativo de la Unidad de Diálisis de
Centro Clínico San Pedro, que no disponen de un servicio encargado de viabilizar
soluciones de salud a los mismos mediante una atención priorizada (Olivar et al,2007)

Aunque se han identificado numerosos factores estresantes crónicos del entorno


laboral implicados con su producción, como la sobrecarga de trabajo, pacientes difíciles,
poco tiempo por paciente, salario, calidad de las relaciones en el equipo, etc. y otros
sociodemográficos, caso de antigüedad de más de 10 años en el puesto de trabajo (De la
Fuente y De la Fuente, 2005).
9

La literatura mundial ofrece algunos estudios, en los cuales estos profesionales


forman parte de la muestra, en los que se ha aplicado distintos instrumentos especialmente
el Maslach Burnout Inventory (MBI), con versiones más cortas, o con un rango de la escala
Likert diferente al del manual, los cuales han dado porcentajes de prevalencia del 4% al
13%. En Venezuela no existen estudios en este colectivo profesional (Castro, 2006 y Gil –
Monte y Peirú, 2006).

En Finlandia afirma en su estudio que se estima que los casos graves de Síndrome del
Quemado por el Trabajo de la población trabajadora se sitúan sobre el 2,4%. (Honkonen, et
al, 2006).

Ciertos estudios relacionados con el estrés en los profesionales de la salud han


revelado cómo sus consecuencias se revierten en un desempeño profesional inadecuado en
relación con las personas que reciben sus cuidados. Se encontraron en médicos canadienses
que el estrés elevado se relacionaba con menos satisfacción en la práctica médica y con
actitudes negativas hacia el cuidado de la salud de los pacientes (Richardsen y Burke 2006).

Tal es así, que una reciente investigación efectuada en el equipo de salud asistencial
del Hospital de Apoyo Huanta, determinó que el 29.2% de profesionales presentaban
Síndrome de Burnout asociado significativamente con el tiempo de servicio, condición
laboral, jornada laboral semanal y el perfil ocupacional (Peralta y Pozo, 2006)

En el estudio de la prevalencia de este síndrome en profesionales de servicios


humanos han sido aplicados criterios más conservadores, tal es el caso, en Holanda quien
destaca que se estima que entre el 4% y el 7% de la población podrían sufrir niveles graves
de Síndrome del Quemado por el Trabajo. Porcentajes cercanos al 7% se han estimado en
Suecia. (Hallsten, 2005; Fernández, 2008).

Estas cifras son similares a las señaladas en diversos colectivos ocupacionales de


Latinoamérica (Argentina, Brasil, Colombia, México y Venezuela), donde la prevalencia
del estrés laboral y del Síndrome del Quemado por el Trabajo se ha estimado entre el 10% y
10

43,2%, siendo estos fenómenos relacionados con diferentes factores psicosociales presentes
en el trabajo, de altos costes personales (Benevides, 2008; Caballero y Palacio, 2007).

La prevalencia de este síndrome en países desarrollados ha sido ampliamente


estudiada, no así en países latinoamericanos. En un estudio reciente donde participaron
trabajadores de 11 países europeos y Turquía, el 43% de los encuestados fueron clasificados
con niveles altos del Síndrome del Quemado por el Trabajo, concluyéndose que este
fenómeno es un problema común en toda Europa (Soler et al, 2008).

Las condiciones laborales en que se desenvuelve el personal médico, se caracterizan


por una situación de sobrecarga y tensión emocional, Por tanto, es muy probable que el
Síndrome de Burnout sea una manifestación prevalente es este grupo profesional con el
riesgo de experimentar una variedad de problemas de salud tanto físicos (cefaleas, úlceras
pépticas, trastornos cardiovasculares) como psicológicos (estrés y depresión) y laborales
(baja satisfacción laboral y menor productividad) (Peralta y Pozo, 2006).

En Latinoamérica algunos países han iniciado estudios para determinar la presencia


de este síndrome en los centros de asistencia de salud. En el caso de Venezuela se han
realizado pocos estudios al respecto, aun cuando se ha observado la presencia de este
síndrome dadas las condiciones en las que se trabaja en los diferentes centros de salud,
desde la reducción en la capacidad de asistencia en cuanto a la oferta y demanda de cupos
de cupos, así como la falta de personal y de insumos que agrava aún más la situación
(Esteva et al, 2006).

En Venezuela, un trabajo realizado en el Hospital Militar Dr. Carlos Arvelo de


Caracas, reportó que 15% de los Médicos Residentes consideraba tener niveles importantes
de estrés Laboral. El 28% presentó Síndrome de Burnout. El 53% percibió hacer uso de
Mecanismos de Afrontamiento Funcional, y las variables nivel de Estrés Laboral y uso de
Mecanismos de Afrontamiento no funcionales, lograron explicar en un 13% la aparición del
Síndrome de Burnout (Mago, 2008).
11

A nivel local un estudio realizado en el Complejo Hospitalario Universitario Ruiz y


Páez de Ciudad Bolívar, en los médicos residentes de Postgrado, se evidenció que con
mayor frecuencia se observó la presencia del síndrome en el sexo femenino, con un
porcentaje de 59,75 % sobre toda la `población estudiada se apreció un 59,9% en la
categoría agotamiento emocional y un 59,52 % de los profesionales encuestados eran
solteros (Mago, 2008).

En este mismo centro de salud se estudió al personal de Cirugía Pediátrica


evidenciándose en un 77,7% de la población estudiada la presencia del Síndrome; fue la
despersonalización la dimensión más frecuente; siendo el sexo femenino el más afectado y
la profesión de enfermería la que obtuvo valores más elevados. En el Servicio de Pediatría
se encontraron resultados positivos para el Síndrome de Burnout con predominio para el
reglón de despersonalización con predominio en solteros y más vulnerabilidad para el sexo
femenino (Mago, 2008).

El Síndrome de Burnout o Desgaste Emocional en el Personal de Salud del Servicio


de Nefrología del Complejo Hospitalario Universitario Ruiz y Páez. Ciudad Bolívar –
Estado Bolívar. Se observó un 59,09 % de los encuestados presentan agotamiento
emocional alto, mientras que un 13,6% intermedio y un 28,3% bajo. La principal
motivación de este trabajo fue determinar la presencia del síndrome de Burnout en los
profesionales de la salud (médicos, técnicos y enfermeras, personal administrativo entre
otros) de la atención primaria e identificar las principales variables sociodemográficas
asociadas a éste y a cada una de sus dimensiones (Mago, 2008).

En atención a lo antes planteado, se ha considerado pertinente realizar un estudio


indagatorio, dirigido a determinar los rasgos de personalidad y el Síndrome del Quemado o
Burnout en los residentes de postgrado del complejo Hospitalario Universitario Ruiz y Páez
en Ciudad Bolívar, Estado Bolívar, a tal efecto y a fin de dar respuesta al problema
planteado.
12

JUSTIFICACION

Desde el punto de vista teórico se justifica la realización de esta investigación por ser
un contenido novedoso y poco publicado, ya que este ha sido un tema poco difundido por
13

lo que muchas personas desconocen la existencia del mismo. Por otra parte desde el punto
de vista metodológico la ejecución de esta investigación permitirá realizar la divulgación
del tema, para que las personas inmersas en el estudio sepan lo que significa y son los
rasgos de personalidad y el síndrome de Burnout en el personal de salud.

Las consecuencias para quien padece este síndrome pueden ser graves
(desmotivación, frustración, depresión, drogodependencias), pero además trasciende a sus
familiares (separaciones, malos tratos), a la empresa (absentismo, reducciones importantes
del rendimiento, etc.) y, lo que es más grave si cabe, a sus pacientes con iatrogenia e
insatisfacción en la relación médico-paciente.

En cuanto a su aporte metodológico, la investigación se convierte en un antecedente


importante para otros investigadores interesados en el estudio de esa variable rasgos de
personalidad aportando un instrumento de recolección de datos que puede ser utilizado
para abordar esta misma problemática en otros contextos institucionales en el entorno local,
regional y nacional.

La motivación del presente estudio fue determinar los rasgos de personalidad con el
Síndrome de Bournout y sus dimensiones en los residentes de postgrado del Complejo
Hospitalario Universitario Ruiz y Páez.

OBJETIVOS

Objetivo General
14

Identificar los rasgos de personalidad y de Síndrome de Burnout en los residentes de


postgrado del complejo Hospitalario Universitario Ruiz y Páez durante el periodo
comprendido entre Enero – Julio 2016

Objetivos Específicos

1. Establecer las características socio demográficas (edad, sexo, nivel de residencia)


de los residentes de este centro hospitalario.

2. Evaluar los rasgos de personalidad de los residentes evaluados a partir del


cuestionario de evaluación IPDE - CIE 10.

3. Evaluar los rasgos de personalidad de los residentes de postgrados según edad,


sexo y año de residencia

4. Determinar las dimensiones del Síndrome de Burnout en los residentes de este


centro hospitalario según edad, sexo y año de residencia.

5. Correlacionar los rasgos de personalidad con el síndrome de Burnout y sus


dimensiones.

METODOLÓGIA

TIPO Y DISEÑO DE INVESTIGACIÓN.

De acuerdo con los objetivos propuestos y la naturaleza del problema planteado este
trabajo de investigación se ubica dentro de la modalidad de investigación descriptiva
transversal, de frecuencia.
15

Investigación descriptiva porque este tipo de estudio reconoce características del


universo de investigación, señala formas de conducta y actitudes, describe y comprueba la
asociación entre variables de investigación.

Investigación transversal porque cuantifica la frecuencia de determinado fenómeno


(generalmente una enfermedad o factores de riesgo) en una población determinada y en un
período de tiempo bien definido.

El diseño de la investigación según el marco donde se desarrolla, es de campo, debido


a que se realizó la observación directamente de los sujetos objeto del estudio en su
ambiente.

POBLACIÓN

La población estudiada serán todos los residentes de postgrado del complejo


Hospitalario Universitario Ruiz y Páez durante el periodo comprendido entre Enero – Julio
2016

MUESTRA

Es una muestra intencionada que incluirá a todos los residentes de postgrado del
complejo Hospitalario Universitario Ruiz y Páez durante el periodo comprendido entre
Enero – Julio 2016. Que cumplan con los siguientes criterios de inclusión y exclusión.

Criterios de inclusión

- Ambos sexos
- Residentes de postgrado
- Declarar su consentimiento informado para participar en la investigación.

Criterios de exclusión
16

Residentes que se nieguen a dar el consentimiento informado para participar en la


investigación.

RECOLECCION DE LA INFORMACION

º Descripción del instrumento

En función de los objetivos definidos en el presente estudio, se empleara el


cuestionario como método básico, entre el encuestador y encuestado, facilitando traducir
las variables de la investigación a través de una serie de preguntas particulares.

La información será recabada en un instrumento de trabajo previamente elaborado,


en el cual se buscaron variables como: edad, sexo, año de residencia, lugar de procedencia,
estado civil. (Apéndice Nº1).

Otro instrumento a utilizar será el Examen internacional de los Trastornos de


personalidad (IPDE), este se desarrolló a partir del Personality Disorders Examination
(PDE), el cual fue modificado e internacionalizado adaptándolo a la CIE-10 y al DSM-IV.
Este instrumento es una entrevista semiestructurada, cuyo propósito es identificar rasgos y
conductas relevantes para la evaluación de los criterios diagnósticos de los distintos
trastornos de personalidad según los criterios DSM-IV y/o CIE-10, de modo que los
diferentes criterios descriptivos del trastorno son evaluados mediante una serie de
parámetros que hacen referencia a 6 áreas de la vida del paciente: Trabajo, Yo, Relaciones
interpersonales, Afectos, Prueba de Realidad, Control de Impulsos. Aquí debemos recordar
que el rasgo es una estructura que dispone al individuo hacia unas determinadas pautas de
conductas, que facilitan comportarse de determinada manera o actúa como fuerza interior
que origina y dirige la conducta, y que tiene entre sus características el de ser un patrón
cognitivo tanto en el observador, en su modo de construir y de predecir secuencias de
acción en otros, cuanto en el actor, en sus pautas de autorregulación, y el de ser un índice
predictor de comportamientos en situaciones simples o en las de largo plazo y para más
complejas circunstancias (Fierro, 1986).
17

Las teorías de los rasgos intentan describir la personalidad en función de una cantidad
limitada de dimensiones. Estas dimensiones suponen por lo general que estos rasgos existen
en mayor o menor grado en todas las personalidades y presentan algún contenido ideacional
o emocional.

Finalmente, los rasgos generales afectan la conducta en muchas situaciones distintas


y los específicos son fuentes particularizadas de las reacciones de la personalidad y operan
en una situación únicamente.

De acuerdo con los propósitos de nuestro estudio consideramos el rasgo de


personalidad como cualquier aspecto regulador de la conducta, distintivo. De esta manera la
puntuación del IPDE se basa en la asignación de entre cero y dos puntos para cada ítem,
recibe cero puntos cuando la conducta o rasgo a que se refiere la pregunta está ausente o es
normal, un punto cuando es exagerado o acentuado y dos puntos cuando es patológico o se
cumple el criterio señalado. Para puntuar un rasgo como patológico es necesaria que las
respuestas iniciales a las preguntas que lo evalúan sean complementadas por descripciones
y ejemplos convincentes. Además el criterio ha debido estar presente como mínimo durante
5 años y debe ser evidente a los 25 años de edad. Requiere que el entrevistador tenga
entrenamiento previo en el uso del instrumento y tiene el inconveniente de necesitar mucho
tiempo para su aplicación, pues se requieren entre 60 y 90 minutos por término medio para
realizar la entrevista.

Para ahorrar tiempo el IPDE cuenta con un breve cuestionario de evaluación IPDE
autoaplicado, de cribado, en el que mediante preguntas de respuestas cerradas (verdadero-
falso) el paciente describe su conducta habitual durante los últimos 5años. Este breve
cuestionario de detección proporciona al entrevistador una rápida información acerca de
que trastorno/s de la personalidad es probable que esté/n presente/s y a continuación, la
administración del módulo completo del IPDE permitiría confirmar o descartar el
diagnostico de cribado. Esto no significa que los dos instrumentos, entrevista y
cuestionario, sean intercambiables, ya que el cuestionario IPDE es un instrumento de
cribado que no debe ser usado para realizar diagnósticos psiquiátricos en ninguna
circunstancia. Este cuestionario en la versión DSM-IV tiene 77 preguntas con dos posibles
respuestas, verdadero o falso, y se puede aplicar y corregir mediante un programa
18

informático bajo entorno Windows. En el módulo CIE 10 encontramos 67 ítems, con un


cuestionario de 59 ítems con dos alternativas de respuesta también (verdadero falso).

De este modo, este instrumento permite que el clínico pueda identificar aquellos
pacientes cuyos resultados sugieren la presencia de un trastorno de personalidad (TP) (más
de tres criterios para cada TP). Si el cuestionario genera la sospecha de uno o varios TP, se
debe pasar a la administración del módulo completo del IPDE, lo que permitirá al clínico
evaluar la presencia o no de algún TP (diagnóstico definitivo o probable).

Por otro lado, también se aplicará el instrumento de evaluación de Burnout, el


Maslach Burnout Inventory (MBI); Se trata de un cuestionario de 22 ítems con 7 opciones
de respuesta (escala Likert de 0 a 6), Este test de preguntas y respuestas permite evaluar de
una forma precisa los elementos para poder estatificar el Burnout. Contiene las siguientes
subescalas: – Agotamiento emocional (AE): sentimiento del sujeto respecto a encontrarse
saturado emocionalmente por el trabajo. – Despersonalización (DP): respuesta fría e
impersonal hacia los pacientes. – Realización Personal (RP): sentimientos de competencia y
eficacia en la realización del trabajo. Las puntuaciones de cada escala se obtienen al sumar
los valores de los 22 ítems.

Estas subescalas son: Agotamiento emocional (sus elementos describen los


sentimientos de una persona emocionalmente exhausta por el trabajo; puede manifestarse
física, psíquicamente, o como una combinación de ambas, el agotamiento emocional
provoca falta de recursos emocionales), despersonalización (los elementos de esta
subescala describen una respuesta interpersonal fría hacia los receptores de los servicios o
cuidados del profesional; acompañado de un incremento en la irritabilidad y una pérdida de
motivación hacia el mismo, distanciamiento emocional de los destinatarios de los servicios
que se prestan hacia los que se desarrollan actitudes negativas, hostiles, distantes,
críticas,...), y Realización Personal (contiene elementos que describen sentimientos de
competencia y éxito en el trabajo propio con personas, suponen una serie de respuestas
negativas hacia uno mismo y a su trabajo, típicas de la depresión, moral baja, evitación de
las relaciones interpersonales-profesionales, baja productividad, incapacidad para soportar
la presión y una pobre autoestima).
19

Para interpretar las puntuaciones conviene decir que tanto agotamiento emocional
como despersonalización apuntan a un mayor estrés ocupacional, mientras que la escala
realización personal tiene una incidencia inversa en el síndrome, ya que una mayor
puntuación apoya la existencia de menor estrés, es decir, una mejor realización personal.

Para ello se consideró que, en la escala AE, puntuaciones de 39 o superiores serían


indicativas de un alto nivel de burnout, el intervalo 25-38 correspondería a puntuaciones
intermedias, siendo las puntuaciones por debajo de 24 indicativas de niveles de burnout
bajos o muy bajos. En la escala DP, puntuaciones superiores a 19 serían nivel alto, 9-18
medio y menos de 8 bajo grado de despersonalización. En contrapartida, la escala RP
funciona en sentido opuesto a las anteriores, y así 0-21 puntos indicaría baja realización,
22-33 intermedia y más de 34 alta sensación de logro.

Este ha sido validado luego de muchos estudios a nivel internacional convirtiéndose


en el método por excelencia para investigar a dicho síndrome. Posteriormente se procederá
a estratificar a través del instrumento de interpretación del Burnout (anexo nº 2), el estadio
o fase en que se encuentra cada una de las personas en estudio. Por último para realizar el
diagnóstico se divide a la muestra utilizada para validar el cuestionario en tres grupos de
igual tamaño (33%) mediante un criterio de percentiles, y se asume que el tercio superior,
medio e inferior de la muestra experimentan niveles altos, medios y bajos del síndrome,
respectivamente.

ANÁLISIS ESTADÍSTICO

El análisis estadístico de los datos se realizará a través de la estadística descriptiva


inferencial a fin de dar respuesta a las variables en este estudio.

Cabe destacar que para el procesamiento estadístico, se usará el programa S.P.S.S


(Paquete de Estadísticas para Ciencias Sociales) para Windows versión 11.5 y serán
presentadas en tablas de frecuencia simple de una y doble entrada con números y
porcentajes.
20

ANÁLISIS E INTERPRETACIÓN DE LOS RESULTADOS

Codificación y Tabulación de Datos: Los datos se ordenaran en tablas estadísticas


de distribución de frecuencia y datos de asociación.

Presentación de Resultados: Los datos se presentarán en tablas de frecuencia simple


de una y doble entrada.

RESULTADOS

Se describe las características socio demográficas (edad, sexo, nivel de residencia) del
personal residente de postgrado del complejo Hospitalario Universitario Ruiz y Páez
durante el periodo comprendido entre Enero – Julio 2016, donde se observa que de la
población estudiada se presenta una mayor frecuencia en el grupo etario entre 28 – 30 en un
44,35 % (n= 51) seguido del grupo etario entre 25 – 27 años en un 29,57 % (n= 34). En
relación al sexo se observa que de la población estudiada un 66,09 % (n=76) son de sexo
femenino y hubo una mayor participación en el estudio de los residentes del segundo año es
decir R2 en un 66,96 % (n= 77). (Tabla 1)
21

Dentro de los rasgos de personalidad más frecuente en los residentes de postgrados


estudiados resultaron positivo un 53,91 % (n= 62) ansiosos, seguido del impulsivo en un
29,57 % (n= 34) y limite en un 22,61 % (n= 26). También se observaron positivos para el
rasgo anancastico un 16,52 % (n= 19), con rasgos paranoide un 14,78 % (n= 17), con
rasgos dependiente 11,30 % (n= 13). (Tabla 2)

Con respecto a los rasgos de personalidad según el sexo en los residentes de


postgrados es más frecuente en residentes femeninos una personalidad ansiosa en un 41,74
% (n= 48) a diferencia del sexo masculino con igual rasgos ansiosos en un 12,17 % (n=
14); seguido del impulsivo en un 20,00 % (n=23) del sexo femenino en comparación con el
sexo masculino donde estuvo presente este rasgo en un 9,57 % (n= 11). (Tabla 3)

Al describir el rasgo de personalidad de los residentes evaluados a partir del


cuestionario de evaluación IPDE - CIE 10 según edad el grupo etario, se observa que de la
población estudiada presentan una mayor frecuencia en el grupo etario entre 25 – 30 años
en un 31,30 % (n= 36) rasgo ansioso positivo, seguido de un 17,39 % (n= 20) Impulsivo y
un 15,65 % (n= 18) rasgos limite positivo. (Tabla 4)

Se destaca la importancia del estudio del Perfil de personalidad de los residentes


evaluados a partir del cuestionario de evaluación IPDE - CIE 10 según nivel de residencia,
observándose un 66,95 % (n= 77) están en el segundo nivel R2 siendo más frecuente en este
grupo el rasgo de personalidad ansioso en un 22,61 % (n= 26) seguido del personal R1 con
17,39 % (n= 20) y R3 con 13,91% (n= 16) en el perfil ansioso respectivamente. (Tabla 5)

El presente estudio se observa que un 52,17 % (n=60) de los encuestados presentan


agotamiento emocional alto, (≥ al percentil 66) mientras que un 30,43 % (n= 35) bajo (≤ al
percentil 33) y un 17,39% (n= 20) intermedio (entre el percentil 33 y 66). Con respecto a la
despersonalización, se observa que un 54,78 % (n= 63) presenta niveles altos, un 32,17 %
(n= 37) intermedio y 13,04% (n= 15) bajos. En cuanto a la realización personal, un 20,87 %
(n= 24) presenta niveles altos, un 26,09 % intermedio y un 53,04 % bajo. (Tabla 6)
22

Se muestran los niveles más elevados de Agotamiento emocional se encontraron en


los intervalos de edad comprendidos entre 28 – 30 años en un 22,61 % (n= 26) y los
comprendidos entre 25 – 27 en un 19,13 % (n= 22); la Despersonalización obtuvo niveles
más elevados que el percentil 66 en los intervalos 28 – 30 años, en un 27,83 % (n= 32) y 25
– 27 años en un 13,91 % (n= 16) para el percentil 33; por su parte los niveles más bajos de
Realización personal en el Trabajo fue en el rango entre 28 – 30 años en un 20,00 % (n=
23). Aunque no hay datos concluyentes con respecto a la edad podemos apreciar cómo se
repite en las edades de 28 – 30 años el agotamiento emocional. (Tabla 7)

Ambos sexos presentaron niveles que se encuentran dentro del percentil 66 para el
Agotamiento Emocional y la Despersonalización; estando esta última un poco por encima
del máximo valor para considerar en niveles adecuados la despersonalización; en cuanto al
percentil 33 para la Realización Personal en el Trabajo los niveles estando por encima de
este valor para ambos sexos; no encontrándose correlación entre el sexo y la presencia del
síndrome de Burnout en la muestra estudiada. (Tabla 8).

Se observa que para el agotamiento personal en el personal médico del segundo nivel
de residencia R2 de postgrado se encuentran valores por encima del percentil 66, por lo que
se puede decir que este personal presenta signos de Síndrome de Burnout con respecto al
agotamiento personal. Los valores obtenidos en el renglón de la despersonalización se
comportan de igual forma que en la dimensión de la despersonalización se comportan de
igual forma que en el agotamiento emocional, lo que da aún más valor al diagnóstico de
síndrome de Burnout para esta muestra. (Tabla 9)

Se evidencio que para el agotamiento personal en el personal médico de postgrado se


encuentran valores por encima del percentil 66 con perfil de personalidad ansioso, por lo
que se puede decir que este personal presenta signos de Síndrome de Burnout con respecto
al agotamiento personal. Los valores obtenidos en el renglón de la despersonalización se
comportan de igual forma que en la dimensión de la que en el agotamiento emocional, lo
que da aún más valor al diagnóstico de síndrome de Burnout y perfil de personalidad
ansiosa para esta muestra. (Tabla 10)
23

Tabla N° 1
Características socio demográficas (edad, sexo, nivel de residencia) del
personal residente de postgrado del complejo Hospitalario Universitario
Ruiz y Páez durante el periodo comprendido entre Enero – Julio 2016.

Características Socio- N° %
Demográficas

Edad

25 – 27 34 29,57

28 – 30 51 44,35

31 – 33 16 13,91

34 – 36 8 6,96

≥37 años 6 5,22

TOTAL 115 100%

Sexo

Masculino 39 33,91

Femenino 76 66,09

TOTAL 115 100%

Nivel de Residencia

R1 22 19,13

R2 77 66,96

R3 16 13,91

TOTAL 115 100%


24

Tabla N° 2
Rasgos de personalidad de los residentes evaluados a partir del
cuestionario de evaluación IPDE - CIE 10, del postgrado del complejo
Hospitalario Universitario Ruiz y Páez durante el periodo comprendido
entre Enero – Julio 2016.

Rasgos de cuestionario de evaluación


personalidad IPDE - CIE 10 Total
cuestionario de
evaluación IPDE Positivo Negativo
- CIE 10
N° % N° % N° %

Paranoide 17 14,78 98 85,22 115 100

Esquizoide 3 2,61 112 97,39 115 100

Disocial 5 4,35 110 95,65 115 100

Impulsivo 34 29,57 81 70,43 115 100

Limite 26 22,61 89 77,39 115 100

Histrionico 9 7,83 106 92,17 115 100

Anancastico 19 16,52 96 83,48 115 100

Ansioso 62 53,91 53 46,09 115 100

Dependiente 13 11,30 102 88,70 115 100


25

Tabla N° 3
Rasgos de personalidad de los residentes según sexo del postgrado del
complejo Hospitalario Universitario Ruiz y Páez durante el periodo
comprendido entre Enero – Julio 2016.
26

CUESTIONARIO DE EVALUACIÓN

Rasgos de IPDE - CIE 10


personalidad
cuestionario de Positivo Negativo
evaluación
Total
IPDE - CIE 10
M F M F

N° % N° % N° % N° % N° %

Paranoide 4 3,48 13 11,30 35 30,43 63 54,78 115 100

Esquizoide 2 1,74 1 0,87 37 32,17 75 65,22 115 100

Disocial 3 2,61 2 1,74 36 31,30 74 64,35 115 100

Impulsivo 11 9,57 23 20,00 28 24,35 53 46,09 115 100

Limite 6 5,22 20 17,39 33 28,70 56 48,70 115 100

Histrionico 5 4,35 4 3,48 34 29,57 72 62,61 115 100

Anancastico 7 6,09 12 10,43 32 27,83 64 55,65 115 100

Ansioso 14 12,17 48 41,74 25 21,74 28 24,35 115 100

Dependiente 6 5,22 7 6,09 33 28,70 69 60,00 115 100


27

EDAD (AÑOS)
25 – 30 31 – 36 ≥ 37
Rasgos de N= 85 N=24 N= 6
personalidad Pos Neg Pos Neg Pos Neg TOTAL
cuestionario
de evaluación
IPDE - CIE N° % N° % N° % N° % N° % N° % N° %
10
Paranoide 9 7,83 76 66,09 7 6,09 17 14,78 1 0,87 5 4,35 115 100
Esquizoide 0 0,00 85 73,91 1 0,87 23 20,00 2 1,74 4 3,48 115 100
Disocial 5 4,35 80 69,57 0 0,00 24 20,87 0 0,00 6 5,22 115 100
Impulsivo 20 17,39 65 56,52 14 12,17 10 8,70 0 0,00 6 5,22 115 100
Limite 18 15,65 67 58,26 8 6,96 16 13,91 0 0,00 6 5,22 115 100
Histrionico 5 4,35 80 69,57 4 3,48 20 17,39 0 0,00 6 5,22 115 100
Anancastico 12 10,43 73 63,48 7 6,09 17 14,78 0 0,00 6 5,22 115 100
Ansioso 36 31,30 49 42,61 21 18,26 3 2,61 5 4,35 1 0,87 115 100
Dependiente 6 5,22 79 68,70 5 4,35 19 16,52 2 1,74 4 3,48 115 100
Tabla N° 4
Rasgos de personalidad de los residentes evaluados a partir del cuestionario de evaluación IPDE - CIE
10 según edad, del postgrado del complejo Hospitalario Universitario Ruiz y Páez durante el periodo
comprendido entre Enero – Julio 2016.
28

Tabla N° 5
Rasgos de personalidad de los residentes evaluados a partir del cuestionario de evaluación IPDE - CIE
10 según nivel de residencia, del postgrado del complejo Hospitalario Universitario Ruiz y Páez durante
el periodo comprendido entre Enero – Julio 2016

Rasgos de Nivel De Residencia


personalidad R1 R2 R3
cuestionario de N= 22 N= 77 N= 16
evaluación TOTAL
IPDE - CIE 10 Pos Neg Pos Neg Pos Neg
N° % N° % N° % N° % N° % N° % N° %
Paranoide 5 4,35 17 14,78 12 10,43 65 56,52 0 0,00 16 13,91 115 100
Esquizoide 0 0,00 22 19,13 3 2,61 74 64,35 0 0,00 16 13,91 115 100
Disocial 2 1,74 20 17,39 3 2,61 74 64,35 0 0,00 16 13,91 115 100
Impulsivo 10 8,70 12 10,43 22 19,13 55 47,83 2 1,74 14 12,17 115 100
Limite 1 0,87 21 18,26 24 20,87 53 46,09 1 0,87 15 13,04 115 100
Histrionico 1 0,87 21 18,26 7 6,09 70 60,87 1 0,87 15 13,04 115 100
Anancastico 6 5,22 16 13,91 8 6,96 69 60,00 5 4,35 11 9,57 115 100
Ansioso 20 17,39 2 1,74 26 22,61 51 44,35 16 13,91 0 0,00 115 100
Dependiente 12 10,43 10 8,70 1 0,87 76 66,09 0 0,00 16 13,91 115 100
29

Tabla N° 6
Presencia de las dimensiones del Síndrome de Bournout en los residentes
de postgrado del complejo Hospitalario Universitario Ruiz y Páez
durante el periodo comprendido entre Enero – Julio 2016.

Agotamiento Despersonalización Realización Personal


Emocional

Percentiles x fi % x fi % x Fi %

≤ P33 ≤ 24 35 30,43 ≤8 15 13,04 ≤ 21 61 53,04

> P33 < 25- 20 17,39 9-18 37 32,17 22-33 30 26,09


P66 38

≥ P66 ≥ 39 60 52,17 ≥ 19 63 54,78 ≥ 34 24 20,87

Total 115 100 115 100 115 100


30

Tabla N° 7
Dimensiones de Sindrome de Burnout según Edad en los residentes de postgrado del complejo
Hospitalario Universitario Ruiz y Páez durante el periodo comprendido entre Enero – Julio 2016.

Sindrome de Burnout

Agotamiento Emocional Despersonalización R.P.T

Alto Medio Bajo Alto Medio Bajo Alto Medio Bajo


Edad
≥ P66 > P33 < ≤ P33 ≥ P66 > P33 < ≤ P33 ≥ P66 > P33 < ≤ P33
P66 P66 P66

N° % N° % N° % N° % N° % N° % N° % N° % N° %
25 - 27 22 19,13 6 5,22 6 5,22 15 13,04 16 13,91 3 2,61 5 4,35 13 11,30 16 13,91

28 - 30 26 22,61 9 7,83 16 13,91 32 27,83 14 12,17 5 4,35 15 13,04 13 11,30 23 20,00

31 - 33 8 6,96 2 1,74 6 5,22 10 8,70 4 3,48 2 1,74 1 0,87 1 0,87 14 12,17

34 - 36 2 1,74 2 1,74 4 3,48 2 1,74 2 1,74 4 3,48 2 1,74 1 0,87 5 4,35

≥37 años 2 1,74 1 0,87 3 2,61 4 3,48 1 0,87 1 0,87 1 0,87 2 1,74 3 2,61
31

Tabla N° 8
Dimensiones de Sindrome de Burnout según sexo en los residentes de postgrado del complejo
Hospitalario Universitario Ruiz y Páez durante el periodo comprendido entre Enero – Julio 2016.

Sindrome de Burnout

Agotamiento Emocional Despersonalización R.P.T

Alto Medio Bajo Alto Medio Bajo Alto Medio Bajo


sexo
≥ P66 > P33 < ≤ P33 ≥ P66 > P33 < ≤ P33 ≥ P66 > P33 < ≤ P33
P66 P66 P66

N° % N° % N° % N° % N° % N° % N° % N° % N° %
Femenino 40 34,78 15 13,04 21 18,26 33 28,70 31 26,96 12 10,43 15 13,04 20 17,39 41 35,65

Masculino 20 17,39 5 4,35 14 12,17 30 26,09 6 5,22 3 2,61 9 7,83 10 8,70 20 17,39
32

Tabla N° 9
Dimensiones de Sindrome de Burnout según nivel de residencia en los residentes de postgrado del
complejo Hospitalario Universitario Ruiz y Páez durante el periodo comprendido entre Enero – Julio
2016.

Sindrome de Burnout

Agotamiento Emocional Despersonalización R.P.T


Nivel de
Residencia Alto Medio Bajo Alto Medio Bajo Alto Medio Bajo

≥ P66 > P33 < ≤ P33 ≥ P66 > P33 < ≤ P33 ≥ P66 > P33 < ≤ P33
P66 P66 P66

N° % N° % N° % N° % N° % N° % N° % N° % N° %
R1 19 16,52 2 1,74 1 0,87 12 10,43 6 5,22 4 3,48 11 9,57 2 1,74 9 7,83

R2 31 26,96 16 13,91 30 26,09 39 33,91 28 24,35 10 8,70 10 8,70 24 20,87 43 37,39

R3 10 8,70 2 1,74 4 3,48 12 10,43 3 2,61 1 0,87 3 2,61 4 3,48 9 7,83


33

Tabla N° 10
Correlación de los rasgos de personalidad y las dimensiones del síndrome de Burnout en los residentes
de postgrado del complejo Hospitalario Universitario Ruiz y Páez durante el periodo comprendido
entre Enero – Julio 2016.

Sindrome de Burnout

Agotamiento Emocional Despersonalización R.P.T

Rasgos de Alto Medio Bajo Alto Medio Bajo Alto Medio Bajo
Personalidad
≥ P66 > P33 < ≤ P33 ≥ P66 > P33 < ≤ P33 ≥ P66 > P33 < ≤ P33
P66 P66 P66

N° % N° % N° % N° % N° % N° % N° % N° % N° %
Paranoide 1 0,44 4 1,79 0 0,0 0 0,0 0 0,0 0 0,0 0 0,0 0 0,0 0 0,0
Esquizoide 0 0,0 3 1,34 0 0,0 0 0,0 0 0,0 0 0,0 0 0,0 0 0,0 0 0,0
Disocial 0 0,0 3 1,34 0 0,0 0 0,0 0 0,0 0 0,0 0 0,0 0 0,0 0 0,0
Impulsivo 38 17,04 6 2,69 15 6,72 18 8,07 6 2,69 5 2,24 0 0,0 4 1,79 19 8,52
Limite 18 8,07 1 0,44 6 2,69 18 8,07 5 2,24 3 1,34 4 1,79 4 1,79 15 6,72
Histriónico 5 2,24 4 1,79 2 0,89 12 5,38 3 1,34 2 0,89 9 4,03 0 0,0 10 4,48
Anancástico 5 2,24 4 1,79 5 0,89 12 5,38 0 0,0 2 0,89 9 4,03 3 1,34 9 4,03
Ansioso 46 20,62 9 4,03 38 17,04 52 23,31 40 17,93 14 6,27 26 11,65 42 18,83 61 27,35
Dependiente 5 2,24 2 0,89 3 1,34 12 5,38 18 8,07 1 0,44 0 0,0 0 0,0 8 3,58
34

DISCUSION

Si se parte de que en la prevención de riesgos laborales intervienen de modo decisivo


factores humanos personales, es necesario ahondar en la personalidad individual y su
relación con el comportamiento que las personas manifiestan dentro de su entorno laboral y,
todo ello, desde un punto de vista científico que eluda en lo posible lo subjetívale en dicho
estudio. Lo que permite descifrar algunas de las principales claves para comprender mejor
la compleja relación entre personalidad y comportamiento laboral.

En la actualidad, la comunidad científica está recobrando el interés por determinar las


características de personalidad, evaluables con garantías psicométricas, que se asocian
significativamente a diferentes aspectos del rendimiento en contextos de trabajo y permiten
predecirlos de manera también significativa (Barrick, Stewart y Piotrowski, 2002;
Furnham, 2009; Hogan y Holland, 2003; Holland, 2004; Hurtz y Donovan, 2000; Robbins,
2005; Witt et al., 2002). Por ejemplo, algunas meta-análisis (donde se comparan y
clasifican los resultados de cientos de los principales estudios realizados) sugieren que
existen bases sólidas para considerar el uso de evaluaciones de personalidad en la selección
de empleados (Barrick y Mount, 1991; Tett, et al., 1999).

En este estudio la muestra estuvo constituida por 115 residentes de postgrado para
identificar los rasgos de personalidad y Síndrome de Burnout y sus dimensiones en los
residentes de postgrado del complejo Hospitalario Universitario Ruiz y Páez durante el
periodo comprendido entre Enero – Julio 2016. Donde se observó entre las características
socio demográficas (edad, sexo, nivel de residencia) se presentó una mayor frecuencia en el
grupo etario entre 28 – 30 años en un 44,35 %, del sexo femenino en un 66.09 %, con una
mayor participación en el estudio de los residentes del segundo año es decir R 2 en un 66,96
%. Estos resultados no se relacionan con los obtenidos por Asián, T. (2013) en su Trabajo
Especial de Grado para optar al Título de Especialista en Psiquiatría, donde se obtuvo entre
sus resultados: La edad promedio de la muestra fue de 40 años ± 7,1, en este estudio se
35

aplicó el Cuestionario de Evaluación IPDE, respetando el anonimato, el cual consto de 77


preguntas con dos opciones de respuesta: verdadero o falso.

También Llinás (2005), aplico un test o cuestionario factorial de personalidad, la edad


promedio fue de 35,9 años (Rango de 23 a 48 años), predominando el sexo masculino (18
hombres y 3 mujeres). Sin embargo Heinze y colaboradores (2008), en un estudio, encontró
que para ambos grupos predominaron las mujeres (85.3%).

Los rasgos de personalidad más frecuente en los residentes de postgrados estudiados


resultaron positivo un 53,91 % con rasgos ansiosos, seguido del perfil impulsivo en un
29,57 % y limite en un 22,61 %. Díaz (2013), en su investigación sus resultados
demostraron que no existe una relación entre la afectividad positiva y la personalidad. Por
su parte se demostró correlación negativa entre la afectividad negativa y el nivel bajo de la
escala de personalidad N. sin embargo Freyte (2016) reportó en su estudio en relación a los
rasgos de personalidad del personal de salud evaluado un 54,2 % presenta rasgos de
ansiedad, el 54,2% rasgos de tenacidad, el 27,2% independencia el 10,0% y con rasgos de
extroversión un 8,6 % %. P>0,63).

En lo que respecta a la asociación de rasgos de personalidad en relación al sexo, es


importante destacar que de la población estudiada el 41,74 % son de sexo femenino con
rasgos de personalidad de ansioso y del sexo masculino un 12,17 % evidenciándose una
prevalencia de rasgos de personalidad de ansioso elevado. A este respecto Freyte, 2016
realizo un estudio cuyo propósito principal fue identificar los rasgos de personalidad que
presentan los trabajadores de salud del servicio de psiquiatría del complejo Hospitalario
Universitario Ruiz y Páez durante el periodo comprendido entre Mayo 2015– Julio del
2016 encontrando en base a la asociación de rasgos de personalidad en relación al sexo, un
37,1 % del sexo femenino con rasgos de personalidad de ansiedad y del sexo masculino un
17,1% evidenciándose una prevalencia de rasgos de personalidad de ansiedad elevado en
54,2%.
36

El rasgo de personalidad de los residentes presentan una mayor frecuencia en el grupo


etario entre 25 – 30 años en un 31,30 % positivo ansioso, seguido de un 17,39 % con perfil
impulsivo, un 15,65 % limite y 10,43 % anancastico.

En cuanto al nivel de residencia, un 66,95 % de los residentes de postgrados


evaluados están en el segundo nivel R2 siendo más frecuente en este grupo la personalidad
ansiosa en un 22,62 % también en el R1 primer nivel de residencia con 17,39 % y en el R3
tercer nivel de residencia en un 13,91 %. En base a estos resultados en el estudio Loroño,
et al (1999) muestra que poco más de 50% de los médicos residentes presenta un nivel de
ansiedad, asociado principalmente a estresores de origen laboral y de su entorno. La
manifestación de ansiedad no parece estar asociada al tipo de especialidad ni al sexo de los
individuos. Asimismo, reportamos una correlación entre la presencia del estrés y los rasgos
de personalidad C- (inestabilidad emocional), H- (retraimiento), O+ (propensión a la
culpa), Q4+ (tensión). En particular, los rasgos de personalidad H- y Q4+ se encuentran
asociados con el nivel elevado de ansiedad. Estudios previos encaminados a determinar el
perfil de personalidad de los médicos generales y familiares mexicanos identificaron
perfiles psicológicos similares a los reportados en el presente trabajo en los factores M, O y
Q1. Esto sugiere la existencia de rasgos de personalidad característicos de la población
médica.

Otros estudios Lievens, et al (2002) señalan la presencia de rasgos específicos de la


personalidad de un médico en diferentes etapas de su formación, lo cual sugiere que la
personalidad es un constructo que se va conformando a partir de las necesidades y las
exigencias a las que se enfrenta un médico durante su entrenamiento profesional.

Las evidencias encontradas con el Perfil de Estrés de Nowack establecieron que poco
más de 50% de los médicos residentes presentan niveles moderados y altos de estrés.
Niveles semejantes de estrés han sido también reportados en poblaciones trabajadoras 28 y
37

médicos residentes de otras instituciones. De acuerdo con Martínez, et al (2005) el análisis


por sexo, tipo de especialidad y grado de residencia no mostró diferencias estadísticamente
significativas en el nivel de estrés. Sin embargo, el presente estudio fue realizado en una
institución relativamente pequeña, por lo cual resulta difícil predecir si estos datos
reflejarían lo acontecido en instituciones de tercer nivel, donde el número de residentes,
especialidades médicas, carga laboral y grado de exigencia académica son diferentes. Por lo
tanto, otros estudios que involucren un número mayor de participantes resultan necesarios
para poder obtener resultados más generalizables.

Se aprecia la presencia de las dimensiones del síndrome de Burnout en la muestra


estudiada de 115 residentes de postgrados encuestado un 52,17 % presentan agotamiento
emocional alto, (≥ al percentil 66) mientras que un 30,43 % (≤ al percentil 33) y un 17,39
% intermedio (entre el percentil 33 y 66). Con respecto a la despersonalización, se observa
que un 54,78 % presenta niveles altos, un 32,17 % intermedio y 13,04 % bajos. En cuanto a
la realización personal, un 20,87 % presenta niveles altos, un 26,09 % intermedio y un
53,04 % bajo. Estas cifras coinciden con las de Mago (2008) quien reporta en su estudio
que de 39 trabajadores de la salud encuestado un 59,09 % de los encuestados presentan
agotamiento emocional alto, (≥ al percentil 66) mientras que un 13,6% intermedio (entre el
percentil 33 y 66) y un 28,3% bajo (≤ al percentil 33). Con respecto a la
despersonalización, se observa que un 50% presenta niveles altos, un 22,73% intermedio y
27,27% bajos. En cuanto a la realización personal, un 34,10% presenta niveles altos, un
18,18% intermedio y un 47,72% bajo.

No obstante, consideramos que la presencia de este síndrome por encima de un 20%


es una cifra importante, no solamente porque infiere una probabilidad de un poco más de
uno de cada cinco de estos profesionales de la salud a padecer el síndrome, sino porque los
ajustes determinados para ubicar a un trabajador como portador de Burnout, fueron mucho
mayores que los seleccionados por la mayoría de las investigaciones.
38

Los niveles más elevados de Agotamiento emocional se encontraron en los intervalos


de edad comprendidos entre 28 – 30 años en un 22,61 % y los comprendidos entre 25 – 27
años en un 19,13 %; la Despersonalización obtuvo niveles más elevados que el percentil 66
en los intervalos 28 – 30 en un 27,83 % y 25 – 27 años en un 13,04 %; por su parte los
niveles más bajos de Realización personal en el Trabajo fue en el rango entre 28 – 30 años
en un 20,00 %. Aunque no hay datos concluyentes con respecto a la edad podemos apreciar
cómo se repite en las edades de 28 – 30 años el agotamiento emocional. Mago (2008)
respecto a los grupos etáreos, el síndrome de Burnout predominó en los jóvenes de 31 a 40
años (59,8%), siendo menor en los menores de 30 (20,9%) y alcanzando valores
intermedios en el resto de los grupos. Resultados similares se confirman en otras
investigaciones. La edad parece desempeñar un papel moderador. De hecho, numerosos
estudios refieren un menor nivel de Burnout, según avanzan los años, ya que el trabajador
adquiere una mayor seguridad en las tareas que desempeña y se hace menos vulnerable al
estrés laboral.

Ambos sexos presentaron niveles que se encuentran dentro del percentil 66 para el
Agotamiento Emocional y la Despersonalización; estando esta última un poco por encima
del máximo valor para considerar en niveles adecuados la despersonalización; en cuanto al
percentil 33 para la Realización Personal en el Trabajo los niveles estando por encima de
este valor para ambos sexos; no encontrándose correlación entre el sexo y la presencia del
síndrome de Burnout en la muestra estudiada. Mago (2008) reportó la presencia del
síndrome se comportó de manera similar en ambos sexos. La existencia de Burnout para el
sexo femenino fue del 22,4%, sobre el masculino con un 21,7%. Numerosos estudios han
detectado el sexo femenino como un factor de riesgo, debido a su mayor presencia en la
aparición del síndrome (Mira, et al. 2004). Sin embargo, otros han detectado mayor
presencia de Burnout en los varones, quienes además han sufrido mayor grado de
Despersonalización (Hidalgo, et al 2004). Tradicionalmente, se ha considerado que las
mujeres pueden experimentar con más frecuencia múltiples fuentes de estrés, pero resultan
consistentemente menos afectadas por el mismo (De Pablo y Suberviola, 1998), ya que las
mujeres sobrellevan mejor que los hombres las situaciones conflictivas en el trabajo
(Anderson, et al 199).
39

Se observa que para el agotamiento personal en el personal médico del segundo nivel
de residencia R2 de postgrado se encuentran valores por encima del percentil 66, por lo que
se puede decir que este personal presenta signos de Síndrome de Burnout con respecto al
agotamiento personal. Los valores obtenidos en el renglón de la despersonalización se
comportan de igual forma que en la dimensión de la despersonalización se comportan de
igual forma que en el agotamiento emocional, lo que da aún más valor al diagnóstico de
síndrome de Burnout para esta muestra.

Mago (2008) en cuanto al tipo de profesión, los médicos tuvieron la mayor presencia
de Burnout (30%). El grupo de enfermeras tuvo un resultado ligeramente inferior (26,7%),
mientras que los técnicos tuvieron una baja presencia de Burnout (12%). Esta es
considerada una de las variables sociodemográficas más importantes en el estudio del
Burnout (Atance 2009). En un estudio realizado en médicos y enfermeros de los niveles
primario y secundario de atención en Ciudad Habana, se encontró una mayor presencia del
síndrome en los enfermeros y médicos del nivel primario de atención, siendo mayor en los
primeros (Román, 2003.). Esta investigación encontró además una asociación significativa
entre la profesión y la aparición del síndrome.

El agotamiento personal en el personal médico de postgrado se encuentra valores por


encima del percentil 66 con personalidad ansiosa, por lo que se puede decir que este
personal presenta signos de Síndrome de Burnout con respecto al agotamiento personal.
Los valores obtenidos en el renglón de la despersonalización se comportan de igual forma
que en la dimensión de la que en el agotamiento emocional, lo que da aún más valor al
diagnóstico de síndrome de Burnout para esta muestra.

Si bien algunos estudios han señalado que otras profesiones vinculadas a la asistencia
de salud (no solamente médicos y enfermeros) están expuestos a estrés de origen
asistencial, solamente un estudio revisado (Hidalgo y Díaz, 2004) realizó un análisis
40

comparativo entre enfermeros y técnicos de la salud, encontrándose una menor presencia


del síndrome (de manera similar a nuestro estudio) en estos últimos.

Respecto al comportamiento del Agotamiento emocional según el tipo de profesión,


predominaron valores altos de esta dimensión en los médicos (62%), observándose un
comportamiento idéntico en enfermeras y técnicos para un 40% de presencia. Los modelos
teóricos y la literatura revisada coinciden en afirmar que es esta la dimensión más
importante y representativa del síndrome (Mira, et al 2004). Numerosos estudios han
encontrado altos niveles de Agotamiento emocional en médicos, reportando cifras entre 40
a 50% de presencia, ligeramente inferiores a la encontrada en nuestro estudio (Olivar et al
2003). Los menos, son contradictorios, reportando cifras tan bajas como un 16%. Otro
estudio comparativo señala un mayor Agotamiento emocional en enfermeras respecto a
médicos (Duchet al 2002). Una investigación comparativa entre enfermeras y técnicos
muestran a estos últimos con menores niveles de Agotamiento emocional (Hidalgo y Díaz,
2004), siendo similar la presencia en ambos grupos en nuestro trabajo. Numerosos artículos
han mostrado una asociación significativa entre esta variable y el tipo de profesión (Román,
2003.), mientras que otros no (Mira, et al 2004).

En cuanto a la Despersonalización, los médicos también tuvieron una mayor


presencia de calificaciones altas en esta dimensión (40%), siendo menor en enfermeras y
técnicos, para un 26,6% y 20% respectivamente. La mayoría de los estudios muestran una
mayor Despersonalización en médicos (Olivar, et al 2003). Los técnicos también parecen
ser los menos afectados para esta dimensión (Hidalgo y Díaz, 2004.). Se ha reportado
asociación significativa entre esta variable y el tipo de profesión por algunos estudios
(Oliva, et al 2003.), mientras que en otros no (Hidalgo, et al 2004).

Respecto a la Realización personal, la mitad de los médicos (50%) obtuvo


calificaciones bajas, seguido por los enfermeros con un 23,3% de baja realización y los
técnicos con un 20%. Los resultados respecto a esta dimensión son contradictorios. Si bien
41

algunos estudios encuentran menor Realización personal en enfermeras, otros hallan


valores similares de realización entre los médicos y estas últimas ((Hidalgo, et al 2004.).).
Se ha hallado también, similar a nuestro estudio, menor Realización personal en enfermeras
que en técnicos (Hidalgo y Díaz, 2004). Son menos las investigaciones que hallan
asociación significativa entre el tipo de profesión y la Realización personal (Román, 2003).

En un análisis abarcador de los resultados de nuestro estudio, podemos decir que, en


su mayoría, estos son coincidentes con los reportados por otras investigaciones. Las
diferencias encontradas responden, principalmente, a un mayor ajuste en el criterio
diagnóstico de Burnout y a la inclusión de técnicos de la salud en el universo a investigar.

Con esta mirada, Mago (2008) señala que la afectación mayor de los médicos por el
síndrome, mostrada en el análisis de su presencia según tipo de profesión, cobra un rol
protagónico. Es alarmante que en este estudio los médicos sean la vanguardia para cada una
de las dimensiones que conforman el constructo, sobre todo si mencionamos que la
presencia de Agotamiento emocional es la mayor encontrada comparativamente con el resto
de las investigaciones, y que casi la mitad se encuentran intensamente afectados en
Despersonalización y Baja Realización personal. Fue también coincidente que los técnicos
fueran los menos afectados para todas las dimensiones.
42

CONCLUSIONES

Según las características socio demográficas del personal residente de postgrado del
complejo Hospitalario Universitario Ruiz y Páez durante el periodo comprendido entre
Enero – Julio 2016, se observa una mayor frecuencia en el grupo etario entre 28 – 30 años
44.35%, del sexo femenino 66,09% y hubo una mayor participación en el estudio de los
residentes del segundo año es decir R2 en un 66,96%.

El rasgo de personalidad más frecuente en los residentes de postgrados estudiados la


mayoría resultaron positivo en el rasgo ansioso en un 53,91%, impulsivo 29,57% y limite
22,61%.

Según el sexo es más frecuente en residentes femeninos y rasgo de personalidad


ansioso positivo en un 41,74%.

El rasgo de personalidad de los residentes evaluados a partir del cuestionario de


evaluación IPDE - CIE 10 según edad se observa que presentan una mayor frecuencia en el
grupo etario entre 25 – 30 años en el perfil ansioso con diagnostico positivo en un 31,30%.

El rasgo de personalidad ansioso estuvo presente en los tres niveles de residencias de


los estudiantes de postgrado sin embargo el mayor número de población estuvo presente en
los residentes del segundo año R2 en un 22,61%

La presencia de las dimensiones del síndrome de burnout, abarcó una cifra


representativa en los residentes de postgrado la mayoría de los encuestados presentan
agotamiento emocional alto, (≥ al percentil 66), despersonalización y realización personal.

Los niveles más elevados de Agotamiento emocional se encontraron en los intervalos


de edad comprendidos entre 28 – 30 años en un 22,61% y entre 25 – 27 años en un 19,13%,
igualmente la Despersonalización obtuvo niveles más elevados que el percentil 66 en los
intervalos 28 – 30 y 25 – 27 años en un 27,83% y 13,04% respectivamente. Por su parte
los niveles más bajos de Realización personal en el Trabajo fue en el rango entre 28 – 30
años en un 20,00%.
Ambos sexos presentaron niveles que se encuentran dentro del percentil 66 para el
Agotamiento Emocional y la Despersonalización; estando esta última un poco por encima
del máximo valor para considerar en niveles adecuados la despersonalización; en cuanto a
la Realización Personal en el Trabajo los niveles estando por encima de este valor para
ambos sexos; no encontrándose correlación entre el sexo y la presencia del síndrome de
Burnout en la muestra estudiada.

El agotamiento personal en el personal médico del segundo nivel de residencia R2 de


postgrado se encuentran valores por encima del percentil 66, por lo que se puede decir que
este personal presenta signos de Síndrome de Burnout con respecto al agotamiento
personal. Los valores obtenidos en el renglón de la despersonalización se comportan de
igual forma de igual forma que en el agotamiento emocional, lo que da aún más valor al
diagnóstico de síndrome de Burnout para esta muestra.

El agotamiento personal en el personal médico de postgrado se encuentra valores por


encima del percentil 66 con perfil de personalidad ansioso, por lo que se puede decir que
este personal presenta signos de Síndrome de Burnout con respecto al agotamiento
personal. Los valores obtenidos en el renglón de la despersonalización se comportan de
igual forma que en la dimensión de la que en el agotamiento emocional, lo que da aun más
valor al diagnóstico de síndrome de Burnout y perfil de personalidad ansioso para esta
muestra.
44

RECOMENDACIONES

Realizar una valoración integral a los trabajadores de salud, en especial a los


residentes de postgrado que incluya asesoría psicológica, motivación y, en caso necesario,
administrar, tratamiento antidepresivo

Implementar talleres a cargo de expertos, que orienten a los profesionales sobre


cambios de actitudes personales, dirigidos a un mejor manejo de las situaciones de estrés
inherentes a la profesión médica: técnicas de autocontrol, de relajación o de comunicación
asertiva.

Realizar intervenciones educativas y terapéuticas (entrenamiento en habilidades


sociales y de comunicación, entrenamiento en relajación, psicoterapia) mediante talleres o
grupos focales, evaluando posteriormente su efectividad.

Proyectar estudios longitudinales y prospectivos que permitan establecer


regularidades del Burnout como proceso y el curso que tienen las dimensiones que se ven
afectadas en este síndrome en el personal de residente de postgrado.
BIBLIOGRAFÍA

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APENDICE

FICHA DE RECOLECCION DE DATOS

Por favor, responda el siguiente formulario.

1. Edad: ________

3. Sexo: F____ M____

4. Lugar de Procedencia.__________________________________________

5. Estado Civil: Soltero_____ Casado____ Unión libre y estable de hecho_____

6. Marque con una cruz su Nivel de Residente.

R1____
R2____
R3____

7. Turno de Trabajo:

Mañana_____

Tarde_____

Noche_____
Maslach Burnout Inventory adaptado al español.

Coloque con los siguientes números la frecuencia con que le sucede cada una de las
siguientes afirmaciones en relación a su trabajo. Piense bien y sea completamente sincero.

(0) Nunca.
(1)Pocas veces al año o menos.
(2)Una vez al mes o menos.
(3)Unas pocas veces al mes o menos.
(4)Una vez a la semana.
(5)Pocas veces a la semana.
(6)Todos los días.

1. Me siento emocionalmente agotado por mi trabajo ( ).


2. Me siento agotado al final de la jornada de trabajo ( ).
3. Me siento fatigado al levantarme por la mañana y tener que ir a trabajar ().
4. Comprendo fácilmente cómo se sienten los pacientes ( ).
5. Creo que trato a algunos pacientes como si fueran objetos impersonales ( ).
6. Trabajar todo el día con mucha gente es un esfuerzo ( ).
7. Trato muy eficazmente los problemas de los pacientes ( ).
8. Me siento quemado por mi trabajo ( ).
9. Creo que influyó positivamente con mi trabajo en la vida de las personas ( ).
10. Me he vuelto más insensible con la gente desde que ejerzo esta profesión ( ).
11. Me preocupa el hecho de que este trabajo me endurezca emocionalmente ( ).
12. Me siento muy activo ( ).
13. Me siento frustrado en mi trabajo ( ).
14. Creo que estoy trabajando demasiado ( ).
15. Realmente no me preocupa lo que le ocurre a mis pacientes ( ).
16. Trabajar directamente con personas me produce estrés ( ).
17. Puedo crear fácilmente una atmósfera relajada con mis pacientes ().
18. Me siento estimulado después de trabajar con mis pacientes ( ).
19. He conseguido muchas cosas útiles en mi profesión ( ).
20. Me siento acabado ( ).
21. En mi trabajo trato los problemas emocionales con mucha calma ( ).
22. Siento que los pacientes me culpan por algunos de sus problemas ( ).
CUESTIONARIO DE EVALUACIÓN IPDE. Modulo CIE-10
Directrices

1. La intención de este cuestionario es conocer qué tipo de persona ha sido usted


durante los últimos cinco años.

2. Por favor no omita ningún ítem. Si no está seguro de su respuesta, señale la


respuesta (VERDADERO O FALSO) que le parezca más correcta. No hay límite de
tiempo, pero no pierda mucho tiempo pensando cual es la respuesta correcta aun ítem
determinado.

3. Cuando la respuesta sea VERDADERO, señale con un círculo la letra V. cuando la respuesta sea
FALSO, señale con un círculo la letra F.

1 Normalmente me divierto y disfruto la vida V F

2 No reacciono bien cuando alguien me ofende V F

3 No soy minucioso con los pequeños detalles V F

4 No puedo decidir qué tipo de persona quiero ser V F

5 Muestro mis sentimientos a todo el mundo V F

6 Dejo que los demás tomen decisiones importantes por mi V F

7 Habitualmente me siento tenso o nervioso V F

8 Casi nunca me enfado con nada V F

9 Hago lo que sea necesario para que la gente no me abandone V F

10 Soy una persona muy precavida V F

11 Nunca me han detenido V F

12 La gente cree que soy muy frio y distante V F

13 Me meto en relaciones muy intensas, pero poco duraderas V F

14 La mayoría de la gente es justa y honesta conmigo V F

15 Me cuesta discrepar de las personas de quienes dependo mucho V F

16 Me siento molesto o fuera de lugar en situaciones sociales V F


17 Me siento fácilmente influido por lo que me rodea V F

18 Normalmente me siento mal cuando hago daño o trato mal a alguien V F

19 Discuto o me peleo con la gente cuando tratan de impedirme que haga lo V F


que quiero

20 A veces he rechazado un trabajo, incluso si estaba esperándolo V F

21 Cuando me alaban o critican, no manifiesto mi reacción a los demás V F

22 No he perdonado los agravios de otros durante años V F

23 Paso demasiado tiempo tratando de hacer las cosas perfectamente V F

24 A menudo la gente se ríe de mi a mis espaldas V F

25 Nunca me he autolesionado a propósito, ni he amenazado con suicidarme V F

26 Mis sentimientos son como el tiempo: siempre están cambiando V F

27 Lucho por mis derechos aunque moleste a la gente V F

28 Me gusta vestirme para destacar entre la gente V F

29 Mentiría o haría trampa para lograr mis propósitos V F

30 No mantengo un plan si no obtengo resultados inmediatamente V F

31 Tengo poco o ningún deseo de mantener relaciones sexuales V F

32 La gente cree que soy demasiado estricto con las normas y reglas V F

33 Generalmente me siento incomodo o desvalido si estoy solo V F

34 No me gusta relacionarme con la gente hasta que no estoy seguro de que V F


les gusto

35 No me gusta ser el centro de atención V F

36 Creo que mi conyugue (amante) me puede ser infiel V F

37 A veces me enfado tanto que rompo o tiro cosas V F

38 He tenido amistades intimas que duraron mucho tiempo V F

39 Me preocupa mucho no gustar a la gente V F

40 A menudo me siento “vacío” por dentro V F

41 Trabajo tanto que no tengo tiempo para nada más V F


42 Me da miedo que me dejen solo y tener que cuidar de mí mismo V F

43 Muchas cosas me parecen peligrosas, y no a la mayoría de la gente V F

44 Tengo fama de que me gusta “flirtear” V F

45 No pido favores a la gente de la que dependo mucho V F

46 Prefiero las actividades que puedo hacer por mí mismo V F

47 Pierdo los estribos y me meto en peleas V F

48 La gente piensa que soy demasiado inflexible o formal V F

49 Con frecuencia busco consejos o recomendaciones sobre decisiones de la V F


vida cotidiana

50 Me guardo las cosas para mí, incluso cuando estoy con gente V F

51 Para mí es difícil estar sin problemas V F

52 Estoy convencido de que existe una conspiración tras muchas cosas que V F
pasan en el mundo

53 Soy muy emocional y caprichoso V F

54 Me resulta difícil acostumbrarme a hacer cosas nuevas V F

55 La mayoría de la gente piensa que soy una persona extraña V F

56 Me arriesgo y hago cosas temerarias V F

57 Todo el mundo necesita uno o dos amigos para ser feliz V F

58 Estoy más interesado en mis pensamientos que en lo que pasa afuera V F

59 Normalmente trato de que la gente haga las cosas a mi manera V F

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