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Una mirada a la corrupción en Colombia

En Colombia, la corrupción representa un problema político que se ha vuelto muy

frecuente y que no ha permitido la transformación y avance del país. La corrupción existe

por la violación de una norma general en beneficio de un interés más particular; es decir, la

corrupción se presenta en las actividades y actitudes mediante las cuales una persona

transgrede compromisos adquiridos consigo misma, utilizando los privilegios otorgados,

con el objeto de obtener un beneficio ajeno al bien común.

Así mismo, este problema se originó hace muchas décadas con la debilidad

institucional del estado, el clientelismo, el narcotráfico, la cultura del incumplimiento de

normas, los escenarios monopólicos de producción de rentas; y las modalidades de

selección y contratación no competitivas ni transparentes. Y además, con la constante

concentración del poder; el cual se concentró en las élites, sin grandes amenazas ni

sobresaltos excesivos por parte de las otras organizaciones, y esto les confirió a las élites

colombianas un sentido de privilegio único. En otras palabras, las élites sintieron que nada

las podía detener y que no estaban obligadas a ninguna norma.

Todo esto se puede ver reflejado a través de uno de los niveles más altos de

desconfianza en los partidos políticos y en el poder legislativo del Continente.

En primer lugar, con una forma de hacer política caracterizada por la intromisión

indebida entre poderes públicos -ejecutivo, legislativo y judicial- y la gestión de intereses

de manera opaca entre ellos mismos. Según el índice de transparencia de entidades, el

quiebre en la separación de poderes que arrastramos desde mediados de la década pasada ha

debilitado seriamente su independencia y la rendición de cuentas horizontal que deberían

ejercer entre ellos. Es decir, el control que debería ejercerse entre unos y otros ha sido

reemplazado por un sistema transaccional en el cual las diferencias entre el ejecutivo y el


legislativo se resuelven con la asignación opaca de recursos y cargos públicos, y los

mecanismos de control para la designación de altos magistrados del poder judicial se

convirtieron en oportunidades para tramitar favores e intereses desde el ejecutivo y el

legislativo hacia el sistema de justicia. A esto se suma la designación en muchos casos

politizada de las cabezas de los órganos de control, tanto a nivel nacional como territorial,

así como los persistentes riesgos de corrupción que enfrentan estos organismos

Y en segundo lugar, los riesgos de corrupción en el acceso al poder se convierten en

altos riesgos de corrupción en la contratación pública. Los procesos de contratación pública

que involucran sumas amplias de recursos públicos siguen siendo atractivos para la gran

corrupción, como lo ilustra el caso de la empresa brasilera Odebrecht. Es decir, la solución

normativa y regulatoria se queda corta cuando se idean y ponen en marcha esquemas

deliberados de corrupción que cuentan con todas las capacidades jurídicas y financieras

para aparentar el cumplimiento de la norma, pero al final logran desviar las decisiones

públicas a su favor, con la ayuda de operadores políticos y empresariales.

En un contexto de construcción de paz, resulta aún más impactante que las

principales afectaciones de la corrupción durante los últimos años en las zonas priorizadas

por el gobierno nacional para este propósito, recaigan sobre derechos fundamentales como

la salud, la educación, el acceso a vivienda, tierras y servicios públicos básicos.

Todo lo expuesto permite concluir que el problema de corrupción en Colombia ha

sido creciente registrando un deterioro durante las administraciones anteriores y es el país

que en mayor grado percibe al sector privado como corrupto, al igual que a los medios, los

funcionarios públicos y el poder judicial y presente que, quizás, como reconocimiento de

esta realidad y los recientes sucesos de corrupción sean solucionados con un nuevo líder

que pueda obtener nuestro país.


Referencias bibliográficas

Índice de Transparencia de Entidades. 16 de 32 Contralorías Departamentales arrojaron

niveles altos o muy altos de riesgo de corrupción en la vigencia 2016-1017.

Recuperado de: http://indicedetransparencia.org.co/2015-2016/ITD/Contralorias

Restrepo, M. (2019). La corrupción en Colombia. Razón publica. Recuperado

de:https://www.razonpublica.com/index.php/econom-y-sociedad-temas-29/11989-

quien-la-corrupcion-en-colombia.html

Integrantes:

- Daniela Maldonado
- Linda Vizcaíno
- Karol Gonzalez
- Yhan Arrieta

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