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Texto Lacan El estadio del espejo como formador de la función del yo tal como se nos revela en la

experiencia psicoanalítica

Concepción de estadio del espejo; da luces sobre función del yo en experiencia que de él nos da el
psicoanálisis. Experiencia; nos opone a toda filosofía derivada del cogito. Pto partida; hecho de la
psicología comparada→ cría de hombre, a edad en q se encuentra momentánea% superado en
inteligencia instrumental x chimpancé, reconoce ya sin embargo su imagen en el espejo como tal.
Reconocimiento señalado x mímica iluminante del Aha-Erlebnis (efecto eureka; comprender repentina
% un problema), en esta Kohler expresa la apercepción situacional, t° esencial del acto de inteligencia.
Acto; lejos de agotarse (como en mono), en el control, una vez adquirido, de la carencia de imagen,
rebota en seguida en el niño una serie de gestos en los q experimenta lúdica% relac de mov asumidos
de la imagen con su medio ambiente reflejado, de ese complejo virtual con la realidad q reproduce con
su propia cuerpo, con personas u objetos q se encuentran junto a él. Esto puede producirse desde los 6
meses, su repetición trae reflexión sobre lactante ante espejo, q ni siquiera tiene postura en pie, pero a
pesar del estorbo de algún sostén humano/artificial, supera en un ajetreo las trabas para sostener postura
inclinada y conseguir fijar un aspecto instantáneo de la imagen. Sentido de actividad; revelador de un
dinamismo libidinal, y de una estructura ontológica del mundo humano q se inseta en reflexiones sobre
el conocimiento paranoico. Estadio del espejo; es una identificación en sentio pleno: transformación
producida en sujeto cuando asume una imagen, cuya predestinación a efecto de fase está indicada x
uso, en la teoría, del término antiguo imago. Imagen especular; es asumida jubilosa% x ser sumido en
impotencia motriz y dependencia de lactancia. Manifiesta la matriz simbólica en la q el yo se precipita
en forma primordial, antes de objetivarse en la dialéctica de la identificación con el otro y antes de q
lenguaje restituya en lo universal su función de sujeto. Forma; debería designarse como yo-ideal
(registro conocido); xq está también en tronco de identificaciones secundarias, cuyas funciones de
normalización libidinal reconocemos. Pto importante; esta forma sitúa la instancia del yo, aun desde
antes de su determinación soc, en una línea de ficción, irreductible x el individuo solo, solo asintótica%
(asíntota: línea que sigue muy de cerca a una función. Metáfora del árbol y su tutor) tocará devenir del
sujeto, cualquiera q sea el éxito de las síntesis dialécticas x medio de las cuales tiene q resolver, en
cuanto yo, su discordancia respecto a su propia realidad. Forma total del cuerpo, gracias a la cual sujeto
se adelanta en espejismo de madración de su poder, es dada como Gestalt→ en exterioridad donde esa
forma es + constituyente q constituida, le aparece en un relieve de estatura q la coagula, y bajo una
asimetría q la invierte, en oposición a turbulencia de movs con q se experimenta a sí mismo
animándola. Gestalt; su pregnancia está ligada a la especie, pero su estilo motor es todavía
irreconocible, x 2 aspectos de aparición simboliza permanencia mental del yo al mismo t° q prefigura
su destinación alienante; está preñada de correspondencias q unen al yo a estatua en q el hombre se
proyecta como a los fantasmas q lo dominan, en el cual, en una relac ambigua, tiende a redondearse el
mundo de su fabricación. Para imagos; imagen especular parece ser el umbral del mundo risible, si
damos crédito a disposición en espejo q presenta en la alucinación y en sueño la imago del cuerpo
propio; ya se trate de rasgos individuales, sus discapacidades, sus proyecciones objetuales, o si nos
fijamos en papel del aparato del espejo; en las apariciones del doble en q se manifiestan realidades
psíquicas heterogéneas. Gestalt capaz de gestos formativos sobre organismo; puede atestiguarse x
experimentación biológica, esta es ajena a la idea de causalidad psíquica (no puede resolverse al
formularla como tal). No x eso no se reconoce q maduración de la gónada en la paloma tiene x
condición la vista de un congénere (sin importar sexo), su efecto se obtiene poniendo sola% al alcance
del individuo al campo de reflexión de un espejo. Paso del grillo peregrino de la forma solitaria a la
gregaria se obtiene poniendo al individuo a la acción exclusiva de una imagen similar, animada x movs
cercanos a los de su propia especie. Hechos de identificación homeomórfica q quedan envueltos en
cuestión del sentido de la belleza como formativa y erógena. Hechos del mimetismo (identificación
heteromórfica); no nos interesan, ya q plantean problema de la significación del espacio para el org
vivo (y los conceptos psicológicos parecen impropios, igual q ridículos esfuerzos para reducir estos a la
ley de adaptación). Roger Cailllois; bajo el término psicastenia legendaria, subsumía el mimetismo
morfológico en una obsesión del espacio en su efecto desrealizante. Nosotros mostramos en dialéctica
soc q estructura, como paranoico el conocimiento humano, la razón q lo hace + autónomo q el animal
respecto a campo de fuerzas del deseo, pero q también lo determina en esa “poca realidad” q denuncia
en él la insatisfacción surrealista. Estas reflexiones nos incitan a reconocer en la captación espacial q
manifiesta el estadio del espejo, el efecto en el hombre, permanente incluso a esa dialéctica, de una
insuficiencia orgánica de su realidad natural. Función estadio del espejo; se revela como caso particular
de la función de la imago, q es establecer una relac del organismo con su realidad (del Innerwelt con el
Umwelt). Relac con naturaleza; está alterada en hombre x abertura del organismo en su seño, x una
discordia primordial q revela signos de malestar e incoordinación motriz de los meses neonatales.
Noción objetiva de inacabamiento anatómico del sist piramidal; confirma pto de vista q formulamos
como dato de una verdadera prematuración específica del nacimiento en el hombre. Dato es reconocido
x embriólogos, bajo término fetalización, para determinar prevalencia de aparatos superiores del
neuroeje, especial% de ese córtex q intervenciones psicoquirúrjicas nos llevarían a concebir como el
espejo intraorgánico. Desarrollo; vivido como una dialéctica temporal q proyecta en historia la
formación del individuo: Estadio del espejo; es un drama cuyo empuje interno se precipita de la
insuficiencia de la anticipación, para el sujeto, preso de ilusión de identificación espacial, maquina
fantasías q suceden desde una imagen fragmentada del cuerpo hasta una forma ortopédica de su
totalidad, hasta la armadura asumida de una identidad alienante, q marca con su estructura rígida todo
su desarrollo mental. Ruptura del círculo del Innerwelt al Umwelt; engendra cuadratura inagotable de
las reaseveraciones del yo. Este cuerpo fragmentado; se muestra en sueños, cuando la moción de
análisis toca cierto nivel de desintegración agresiva del individuo. Aparece bajo la forma de miembros
desunidos y órganos q adquieren alas y armas para las persecuciones intestinas (como en pintura del
Bosco). Esa forma se muestra tangible en el plano orgánico mismo, en líneas de fragilización de
definen la anatomía fantasiosa, manifiesta en los síntomas de escisión esquizoide o espasmo, formación
del yo; se simboliza onírica% x campo fortificado, distribuyendo desde el ruedo interior hasta su
recinto, 2 campos de lucha opuestos donde sujeto se empecina en buscar el lejano castillo interior,
cuyas formas simboliza el ello. En plano mental; encontramos realizadas estas estructuras fortificadas
cuya metáfora surge espontánea%, brota de síntomas mismas de sujeto, para designar mecanismos de
inversión, de aislamiento, reduplicación, anulación, desplazamiento, neurosis obsesiva. Al edificar
sobre estos únicos cimientos subjetivos, a menos q los emancipemos de la condición de experiencia q
hace q los recibamos de una técnica de lenguaje, nuestras tentativas teóricas serían criticadas x
proyectarse en un sujeto absoluto: x eso buscamos en la hipótesis sobre una concurrencia de datos
objetivos la directriz de un método de reducción simbólica. Este instaura en las defensas del yo un
orden genético q responde a dichos de Anna Freud, sitúa a la represión histérica y sus retornos en un
estadio + arcaico q la inversión obsesiva y sus procesos aislantes, y estos a su vez como previos a
alienación paranoica q data del viraje del yo especular al yo social. Momento en q termina estadio del
espejo; inaugura, x identificación con la imago del semejante y el drama de celos primordiales (hechos
del transitivismo infantil), la dialéctica q desde entonces liga al yo con situaciones soc% elaboradas.
Momento en q se vuelca todo el saber humano en la mediatización x el deseo del otro, constituye sus
objetos en equivalencia abstracta x la rivalidad del prójimo, hace del yo ese aparato para el cual todo
impulso de los instintos será un peligro, aun cuando respondiese a una maduración natural, xq
normalización de maduración depende desde ese momento en hombre de un expediente cultural: como
se ve respecto al objeto sexual en el complejo de Edipo. Término “narcisismo primario” con q se
designa caga libidinal propia de ese momento, revela en sus inventores, a la luz de nuestra concepción,
el sentimiento de las latencias de la semántica. Pero ella ilumina bien oposición dinámica q trataron de
definir de esa libido a la libido sexual, cuando invocaron instintos de destrucción (muerte), para
explicar relac evidente de la libido narcisista con la función alienante del yo, con agresividad q se
desprende de ella en toda relac con el otro, aunque fuese de ayuda samaritana. Invocaron negatividad
existencial (realidad promovida x Sartre). Pero esa filosofía solo se aprende en los límites de la
autosuficiencia de la conciencia, q x estar inscrita en sus premisas, encadena a los desconocimientos
constitutivos del yo, a la ilusión de autonomía en q se confía. Juego del espíritu q culmina en pretensión
de asegurar un psicanálisis existencial. Historia de una sociedad q solo reconoce la función utilitaria,
angustia del individuo ante la forma centracionaria del lazo soc cuyo surgimiento parece recompensar
ese esfuerzo, el existencialismo se juzga x justificaciones q da de callejones sin salida subjetivos q
resultan de ello: una libertad q no se afirma nunca tanto como en los muros de una cárcel, una
exigencia de compromiso en la q se expresa la impotencia de la pura conciencia para superar ninguna
situación, una idealización voyerista-sádica de la relac sexual, una personalidad q solo se realiza en el
suicidio, una conciencia del otro q no se satisface sino x el asesinato hegeliano. A estos enunciados se
opone nuestra experiencia; en la medida q nos aparta de concebir el yo como centrado sobre el sist
percepción-conciencia, como org x principio de realidad en q se formula el prejuicio cientificista +
opuesto a la dialéctica del conocimiento, para indicarnos q partamos de la función de desconocimiento
q lo caracteriza en todas las estructuras articuladas x Anna Freud: si la verneinung (negación) presenta
su forma patente, quedarán sin efecto mientras no sean iluminados x alguna luz reflejada en el plano de
la fatalidad, donde se manifiesta el ello. Así se comprende inercia de formaciones del yo en las q puede
verse la definición + extensiva de la neurosis, del mismo modo q captación del sujeto x la situación da
la fórmula + gral de la locura. Sufrimiento de la neurosis y psicosis; son la escuela de las pasiones del
alma, del mismo modo q el fiel de la balanza psicoanalítica, cuando calculamos la inclinación de su
amenaza sobre comunidades enteras, nos da el índice de amortización de las pasiones de la civitas. Pto
de unión de naturaleza con cultura; es en esto q antropología está obstinada, solo psicoanálisis reconoce
ese nudo de servidumbre imaginaria q el amor debe siempre volver a deshacer/cortar. Sentimiento
altruista; es para nosotros, q sacamos a la luz la agresividad q subyace en el filántropo, del idealista,
incluso del reformador. En el recurso de sujeto a sujeto, psicoanálisis puede acompañar al paciente
hasta el límite extático del “Tú eres eso”, donde se revela la cifra de su destino mortal, pero no está solo
en nuestro poder de practicantes el conducirlo hasta ese momento en q comienza el verdadera viaje.

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