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Cinema Paradiso

Título original
Nuovo Cinema Paradiso

Año
1988

Director
Giuseppe Tornatore

País
Italia – Francia

Duración
123 min

Género
Drama

Muchas veces, cuando nos recomiendan una película, podemos tardar años en verla. Hace años
que quería ver esta película. Quienes me la recomendaban me decían que era muy bella,
conmovedora y que probablemente me sacaría lágrimas (sí sucedió), pero nunca imaginé que
provocaría tantas emociones en mí.

Cinema Paradiso, quizá la película más reconocida de Giuseppe Tornatore, es sin duda una pieza
magistral que logra combinar una conmovedora historia y al mismo tiempo un homenaje al
séptimo arte.

Italia fue testigo de su estreno en noviembre de 1988, y su verdugo en la taquilla. Solamente


Sicilia, el pueblo de donde el director era originario y donde se encuentra el pueblo donde vive
nuestro protagonista, le abre el corazón a este filme.

Tenía una duración de 155 minutos en su estreno, pero se redujo a 123. Esta versión fue la
presentada en Cannes y la que la hizo acreedora al Gran Premio Especial del Jurado. La película se
volvió a estrenar de manera internacional y tuvo un gran éxito. Seis premios BAFTA, el Globo de
Oro y el Óscar a Mejor película de habla no inglesa confirman el éxito y el hecho de que ahora
forme parte de los clásicos del cine.

Nos cuenta la historia de Salvatore (Totò) Di Vita, un exitoso director de cine, quien regresa a su
pueblo natal después de 30 años de haberlo abandonado cuando su madre le llama para decirle
que su amigo Alfredo ha muerto. Salvatore empieza a recordar entonces su vida en Giancaldo, el
pueblo siciliano que lo vio nacer. Alfredo era el operador del cine (Cinema Paradiso) que estaba en
su pueblo y que ayudaba a todos a olvidar las tragedias que la guerra había traído. Alfredo era el
amigo y mentor de Salvatore, quien lo vio crecer y alimentó su amor por el cine enseñándole su
oficio.

Durante esta conmovedora historia, vemos a Totò crecer, así como su amor por el cine, lo vemos
viviendo su primer amor, y como su amistad con Alfredo termina siendo como la relación entre un
padre y su hijo. Cuando Alfredo le dice a Totò que vaya a Roma a cumplir sus sueños, también le
pide no volver y olvidarse de todo y de todos, y le aconseja (con una de las frases más significativas
de la película) que haga lo que haga, lo ame.

Si bien la historia es hermosa, en mi memoria viven aún más esas escenas que suceden dentro del
Cinema Paradiso. Personas riendo, gritando, llorando por la emoción de la película; personas
esperando para poder entrar a ver la función; aquellos personajes que repiten los diálogos de la
película porque ya la han visto muchas veces (¿cuántos no nos identificamos?); personas
impactadas al ver por primera vez una escena censurada (el sacerdote del pueblo consideraba
pornográfico un beso); la evolución de las filminas y de los proyectores (“el progreso siempre llega
tarde”); funciones al aire libre; cuando Salvatore empieza a hacer sus primeras películas; escenas
de clásicos del cine; la inolvidable escena final.

Y la música. La música es memorable. Ennio Morricone y su hijo Andrea fueron unos genios. La
película no sería tan entrañable sin su espectacular banda sonora. Y el paso del tiempo, tan bien
retratado y mostrado.

Cinema Paradiso no solamente conquistó premios y la crítica internacional, sino los corazones de
muchos cinéfilos. Y es que esta película lo tiene todo: una historia hermosa, actuaciones
inolvidables, la música perfecta, y una sutil y cautivadora manera de recordarnos porqué amamos
el cine.

¿Por qué me recomendaban tanto esta película? ¿Y por qué se las recomiendo hoy? Porque es el
cine en su esencia. Es la belleza y magia pura del cine.

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