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UNIVERSIDAD PEDAGOGICA Y TECNOLOGICA DE COLOMBIA

ESCUELA DE FILOSOFIA Y HUMANIDADES


PRESENTADO POR: MELISSA ESPITIA IGUA
PROFESOR: ROBERTO AVILA
MATERIA: ESTETICA
BIBLIOGRAFIA: Nietzsche, Friedrich. El origen de la tragedia. Madrid: Alianza Editorial.

El siguiente escrito sobre la obra de Nietzsche El origen de la tragedia, pretende mostrar el desarrollo de las ideas que se
lograron percibir en esta lectura. En primer lugar Nietzsche muestra unos principios propios de la cultura griega trágica: lo
apolíneo y lo dionisiaco, lo cual fundamenta uno de los temas predominantes en la obra, a su misma vez muestra el desarrollo
estético que tuvieron estos griegos y del cual el autor hace critica con respecto a la concepción estética de los griegos
clásicos, ya que a partir de la época alejandrina viene el decaimiento no solo de la tradición estética que se venía llevando,
sino además de una sociedad fundamentada en los ideales de la razón y la verdad, en un mundo aparente de lo apolíneo que
no equilibra la relación de lo apolíneo y lo dionisiaco que era para los griegos trágicos. De esta manera Nietzsche intenta
mostrar una crítica hacia la concepción del arte y de la vida posterior a la época alejandrina en relación a los griegos trágicos.

Pues bien, en primera medida Nietzsche nos manifiesta que nuestra existencia puede ser justificada en el fenómeno estético,
ya que representa la construcción de una concepción de la vida, cabe decir que todas estas manifestaciones estéticas que se
plantearan a lo largo del libro van a dar cuenta finalmente de una visión ética de la vida y una crítica hacia nuestros
comportamientos que se representan en el ámbito del arte. Pues bien, para comprender como viene desarrollándose nuestra
concepción del arte es importante remitirnos a su noción original: la de los Griegos trágicos, así para entender el desarrollo
cultural de estos griegos el autor escoge dos deidades de la mitología griega como principios o naturalezas; Apolo que
representa a la racionalidad, la armonía y todo lo virtuoso y por otro lado a Dioniso que representa la irracionalidad, el
desenfreno y la locura; a su misma vez escoge dos estados fisiológicos para advertir cómo se sobreponen estos dos
principios, el primero es el estado de sueño que representa a Apolo; en él se encuentra todas las apariencias ilusorias de la
realidad, es un estado bello y placentero y que en su contrapuesto estado la vigilia puede evidenciarse todas las
construcciones hechas por el hombre, como lo bien lo muestra su arquitectura; por otro lado el estado de embriaguez
representa a Dioniso que puede ser entendido como el océano de sufrimiento en el cual está inmersa toda la realidad, como
si se tratara de un barco hecho por el hombre que intenta demostrar toda su posibilidad de razón (lo apolíneo) en medio de
la vastedad del océano (Dioniso): este ejemplo es una manera de dimensionar la relación entre los dos principios expuestos.

Mencionado todo lo anterior partamos ahora a preguntarnos ¿Cómo se representa todo esto en la cultura trágica? pues bien,
Nietzsche manifiesta que esta cultura vivía dominada por un aspecto apolíneo, tal como lo evidenciaban sus
representaciones arquitectónicas o como las esculturas de los Dioses del olimpo, a su misma vez todas estas representaciones
de los dioses traían consigo un significado; el refugio de una realidad dionisiaca hacia sus representaciones (esculturas), se
presentaban como un limitante que permitía ser un consuelo hacia ese sin sentido de la vida, pues detrás de esas esculturas
aparentes se escondía una cultura de guerreros desenfrenados, de festividades fundamentadas en la promiscuidad y la
desmesura. Era una cultura que conocía sus estados instintivos pero que al mismo tiempo tenían una realidad aparente
(apolínea) de la cual se refugiaban; sus Dioses del olimpo era la existencia de una mutua relación entre lo apolíneo como
un velo de maya que envuelve a todo lo dionisiaco.

De esta manera se puede entrar al entorno estético de la cultura griega trágica, dado que el desarrollo de sus representaciones
siempre se encaminaba en la duplicidad de estos principios expuestos por Nietzsche. La existencia de la tradición lírica
representada por Alquílico y la épica con su mayor exponente Homero, predominaba un comportamiento individual muy
ligado a un mundo dionisiaco, pues lo que caracterizaba la lírica era la relación mutua que tenía la música con el lenguaje,
la música se presenta como incitadora y provocadora con su melodía, despierta todo lo instintivo en los seres humanos
(dionisiaco) y que junto con el lenguaje (apolíneo) logra generar su efecto transformador en las personas.
Ahora, en cuando al escenario trágico de los griegos denominado coro, se dice que sus manifestaciones no pretendían
mostrar una realidad cotidiana, su escenario se caracterizaba por fundamentar un estado ficticio, con personajes ficticios, en
el que el protagonista era el sátiro, éste se presentaba como un ser dionisiaco que despojaba todas las leyes de causalidad y
necesidad como: la muerte y el sufrimiento, por ejemplo el escenario del coro se constituye en una apariencia metafísica
porque proviene de la imaginación de todos los personajes, pues la pretensión estaba en recrear un mundo eterno. Lo que
quiere decir que para Nietzsche el arte se presenta como apolíneo en cuanto se muestra una apariencia de la realidad, pero
en este escenario del arte trágico estimula un estado sublimador, lo que significa que en el arte de los griegos trágicos se
hace artificio necesario para poder vivir.

Teniendo en cuenta lo que entiende el autor por el arte griego trágico, viene ahora lo que para él representa el arte que se
configura en la cultura clásica, aquí aparece la crítica de Nietzsche a esta cultura que manifiesta tener una tradición como
la de los trágicos griegos, cuestión que el autor niega y argumenta el por qué en ésta época alejandrina no se desarrolla esa
misma tradición como la del drama trágico. En primera medida lo que se viene a configurar dentro de ésta época alejandrina
se le denomina Opera, cuando se introduce éste fenómeno de la Opera en la cultura clásica con la supuesta tradición del
drama trágico, ya no viene siendo la relación mutua y equilibrada entre la música y la palabra respectivamente como lo
dionisiaco y lo apolíneo, si no que ahora su característica estará en un predominio por la palabra sobre la música, en ese
sentido lo que viene a prevalecer es el lenguaje y de suyo tiene una alineación con lo estilístico; la crítica está en que no hay
una exigencia musical, no hay una base sólida de lo que representa lo dionisiaco quedando como predominante un estado
apolíneo.

El problema para Nietzsche reitero, radica en la música, pues ésta se presenta como un estado puro donde reposa la palabra
como una relación mutua, así como venía tradicionalmente en la cultura griega trágica, en cambio en la cultura clásica se le
dio un preeminencia al lenguaje en el que navega todo lo apolíneo o todo lo aparente para el ser humano. Lo que viene a
ser después de esta época alejandrina aparece como un problema para el autor, pues lo que provoca el influjo exagerado del
lenguaje viene a generar en el espectador sentimientos de idilio y de nostalgia y su disposición ahora esta direccionada a
sentir y a comportarse de manera establecida, es decir se configura una psicología en el arte donde el hombre debe sentirse
de manera cómoda con la vida sin que se tenga en cuenta lo dionisiaco que representa el arte.

Para Nietzsche lo que viene después de esto es solo decadencia, viendo como necesario que debe haber un renacimiento de
la tragedia, y para esto el hombre debe fundamentarse en una naturaleza artística con la tradición de los griegos trágicos que
mantenga un equilibrio entre estas dos fuerzas de lo apolíneo y lo dionisiaco, en tanto que esto permite un constante cambio
en la vida y en poder contemplar todo lo que representa la realidad, mas no solo una fijación aparente como en la cultura
clásica, donde lo que se propone es un predominio del lenguaje aún más aparente, asi como lo explica Nietzsche en el
ejemplo del sueño mencionado en los primeros párrafos.

Para entender a globalidad las ideas plasmadas, nos permitiremos exponer una conclusión general de lo que se propone el
autor, para esto es importante manifestar la visión ética que propone esta obra. Pues bien, antes de Sócrates, lo que se
entiende por el paso del mito al logos reinaba dioniso, el hombre que actuaba antes de pensar, el hombre de guerra, donde
reinaban las pasiones e insinuaba la fuerza y el aprecio por la vida en la constante lucha por conservarla, la famosa cita del
autor lo que no te mata te hace más fuerte, representa tal cual la cultura trágica para Nietzsche.

Por otro lado con la llegada de un nuevo panorama de la filosofía y consigo un arte fundamentado en la razón y la verdad,
queda a un lado el arte que era resultado de una dualidad, pues con la llegada de Sócrates tal como lo interpreto Platón se
muestra cómo debe ser el hombre en su cotidianidad, se engendra un hombre ideal que debe ser perseguido y que adquiere
a la vez un desprecio por la vida, pues Sócrates se muestra en los diálogos como un ser que siente dolor y sufrimiento por
vivir en su constante búsqueda por el conocimiento a través de la verdad, donde solo predomina la apariencia de la razón
según el autor. A causa de lo anterior en la cultura clásica se da consolidación al pensamiento metafisico, que con Platón se
manifiesta en un mundo que solo sirve para ir al otro mundo, un mundo que es copia del mundo ideal, aparente e
insignificante que nos proporciona una realidad alejada de la verdad, llena de sufrimiento y muerte.
Por tanto para Nietzsche el hombre que reniega por la vida representa el hombre decadente, que va a arrojar todo lo
dionisiaco que representaba para la cultura trágica en la compasión, el hombre de la época alejandrina ahora teme morir y
está a su misma vez en función de un supra mundo. Puede entenderse entonces que esta cultura clásica no representa nada
en cuanto al concepto de lo trágico y que lo único que ha hecho con su predominio hacia la racionalidad y la apariencia
según Nietzsche, es despreciar esta vida que se nos presenta como real, ahora bien, la única forma en que exista un
renacimiento en el arte es dándole un equilibro a lo que significa para él lo apolíneo y lo dionisiaco.

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