Las marchas militares y canciones patrias, tradicionalmente reproducidas al
ingreso y a la salida de los establecimientos educativos, experimentaron en los últimos años una notable pérdida de protagonismo. Hoy son pocas las instituciones que mantienen la enseñanza de estas letras. Se estima que se trata de un problema de “dejadez”, de docentes y directivos. En tal sentido destacaron que harán llegar a las escuelas, un compendio de canciones con el objetivo de recuperar la música que rememora la historia nacional. El Himno Nacional Argentino, Aurora y Mi bandera son las canciones patrias que todavía conservan un lugar en las instituciones educativas públicas y privadas. Pero existen otras que resultan desconocidas para varias generaciones de argentinos. “Las escuelas dejaron de lado el énfasis que ponían en la enseñanza de esta música”. En tal sentido remarcó que todos los himnos y marchas integran el cancionero obligatorio de las escuelas argentinas. Aurora (escrita por Héctor Quesada y Luís Illica) es una de las tantas canciones compuestas para homenajear a la enseña patria, y es sin dudas, la que todo niño, joven o adulto escuchó innumerables veces, en ocasión de izar o arriar la bandera. Lo mismo sucede con “Mi Bandera”, una marcha escrita por Juan Chassaing dedicada a los soldados argentinos. La letra y la historia del Himno Nacional Argentino cuyos autores fueron Vicente López y Planes y Blas Parera es enseñada a los niños cuando apenas ingresan al sistema educativo. Las que no corren con la misma suerte son por ejemplo la marcha de San Lorenzo (de Carlos Benielli). Su letra describe como ninguna otra una batalla, y resalta la figura del general San Martín y el Sargento Cabral. Poco son los establecimientos donde los niños tienen acceso a ella, o al “Himno al Libertador General San Martín”. A través de este poema Arturo Luzzatt homenajea al correntino que es hoy considerado como el máximo héroe de los argentinos, conocido como “el padre de la patria”, “el santo de la espada" o “el libertador. Los niños tampoco aprenden actualmente el “Himno a Sarmiento” (escrito por Leopoldo Corretjer). Esta canción refleja la gratitud y devoción debidas al maestro de la escuela Primaria. El respeto a nuestros Símbolos Patrios
Nuestros símbolos patrios representan a la Nación Argentina. El pueblo argentino
se reconoce en ellos y por eso, su importancia y la necesidad de respeto en tiempos de crisis de nuestra identidad nacional. Nuestro país tiene una historia rica y precisa de sus símbolos patrios: la Bandera Nacional, el Escudo Nacional, la Escarapela Argentina y el Himno Nacional Argentino. Cuando somos testigos en actos escolares, en conmemoraciones públicas, en eventos deportivos, en los cuales se escucha el Himno Nacional Argentino y se hace presente, la Bandera Nacional, que muchos asistentes no cantan la Canción Patria o lo hacen sin ganas. Cuando en presencia de nuestra Enseña Nacional, hay personas que se ríen, conversan entre sí y se comportan sin ubicación alguna, nos duele y sensibiliza a todos los que amamos a nuestro país y a los símbolos que nos representan. Somos ciudadanos argentinos, no simplemente habitantes y como tal, tenemos derechos y responsabilidades. Es nuestra responsabilidad sentir y mostrar respeto por nuestros símbolos patrios. No tengamos vergüenza ni renunciemos a nuestra identidad nacional. Al cantar el Himno Nacional Argentino, en posición de firmes, con fervor, al recibir y despedir respetuosamente a la Bandera Nacional, al colocar en nuestro pecho la Escarapela Argentina, al recitar la Oración a la Bandera, manifestemos, con sano orgullo: «¡Soy argentino!», «¡Soy argentina!» y honremos a aquellos patriotas, que dieron su vida por la libertad y soberanía de nuestro país. Con nuestro respeto a los símbolos patrios, también nos honramos nosotros mismos, nos enriquecemos como seres humanos y como ciudadanos argentinos.
Al unir nuestras voces cantando el Himno, al saludar y despedir a la Bandera con
emoción, contribuyamos con nuestro granito de arena a la unión de todos los argentinos en una sola alma nacional.