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BASES PARA LA PLANIFICACIÓN DEL

USO DE LA TIERRA A NIVEL PREDIAL

RELEVAMIENTO DE SUELOS

EVALUACIÓN DE TIERRAS

Alvaro Califra

Setiembre, 2010

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Contenido
1 RELEVAMIENTO DE SUELOS ...................................................................................... 5
1.1 Introducción ................................................................................................ 5
1.1.1 Problemáticas que deben responder los relevamientos de suelos.............. 5
1.1.2 Objetivos y propósitos del RS y la Evaluación de tierras ............................ 6
1.1.3 Productos principales del relevamiento de suelos ...................................... 9
1.1.4 Orden y Escala ........................................................................................... 9
1.1.4.1 Algunas propiedades del suelo a tener en cuenta ................................. 10
1.1.4.2 Diferencias entre entidades de clasificación (taxonómicas) y
unidades cartográficas ............................................................................ 16
1.2 Tipos de relevamiento de suelos .............................................................. 17
1.2.1 COMPILACIONES o COMPILADOS o ESQUEMÁTICOS: ....................... 18
1.2.2 LEVANTAMIENTO DE RECONOCIMIENTO ............................................ 18
1.2.3 LEVANTAMIENTO SEMIDETALLADO ..................................................... 18
1.2.4 LEVANTAMIENTO DETALLADO ............................................................. 18
1.3 Tipos de unidades cartográficas ............................................................... 21
1.3.1 SIMPLES .................................................................................................. 21
1.3.1.1 La serie .................................................................................................... 21
1.3.1.2 El tipo de suelos ....................................................................................... 22
1.3.1.3 La fase de suelos ..................................................................................... 22
1.3.2 COMPLEJAS ............................................................................................ 22
1.3.2.1 El Complejo .............................................................................................. 23
1.3.2.2 La Asociación ........................................................................................... 23
1.4 Etapas comunes a todos los relevamientos .............................................. 23
1.4.1 Etapa preparatoria .................................................................................... 25
1.4.1.1 Revisión y estudio de antecedentes. ........................................................ 25
1.4.1.2 Selección de documentos de telepercepción ............................................ 26
1.4.1.3 Fotolectura, análisis y fotointerpretación ................................................... 29
1.4.2 Etapa de campo, verificación o estudio in situ .......................................... 32
1.4.2.1 ¿Dónde comenzar a verificar, rechazar o adecuar la hipótesis de
trabajo? .................................................................................................... 32
1.4.2.2 ¿Dónde describir y muestrear?................................................................. 33

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1.4.2.3 ¿Cuánta y cómo reunir la información? .................................................... 37
1.4.2.4 ¿Cómo obtener datos y generar información? .......................................... 37
1.4.3 ETAPA DE LABORATORIO ..................................................................... 39
1.4.4 Etapa de gabinete (Post-campo) .............................................................. 41
1.4.5 INFORME EXPLICATIVO - SUGERENCIAS ............................................ 41
1.4.5.1 Ubicación.................................................................................................. 41
1.4.5.2 Antecedentes ........................................................................................... 42
1.4.5.3 Metodología.............................................................................................. 42
1.4.5.4 Memoria descriptiva ................................................................................. 42
1.4.5.5 Resultados ............................................................................................... 43
1.4.5.6 Recomendaciones .................................................................................... 56
2 Evaluación de Tierras .................................................................................................... 57
2.1 Métodos de evaluación de tierras ............................................................. 60
2.1.1 Aproximaciones cualitativas ..................................................................... 60
2.1.2 Sistemas basados en un solo factor ......................................................... 61
2.1.3 Métodos aritméticos ................................................................................. 63
2.1.4 Sistemas paramétricos ............................................................................. 66
2.2 Algunos sistemas de evaluación de tierras ............................................... 70
2.2.1 Clasificacion por capacidad de uso de las tierras - USDA ........................ 70
2.2.1.1 Clases de capacidad ................................................................................ 75
2.2.1.2 Subclases de capacidad ........................................................................... 79
2.2.1.3 Unidades de capacidad ............................................................................ 81
2.2.2 APTITUD GENERAL DE USO DE LA TIERRA (ROU) ............................. 82
2.2.2.1 LAS TIERRAS CULTIVABLES ................................................................. 82
2.2.2.2 LAS TIERRAS NO CULTIVABLES ........................................................... 86
2.2.3 CLASIFICACION POR CAPACIDAD DE USO DE LAS TIERRAS – FAO 87
3 Futuro de la cartografía de Suelos y Evaluación de tierras ............................................ 94
4 GLOSARIO ................................................................................................................... 98
5 BIBLIOGRAFÍA ........................................................................................................... 100
6 Anexo .......................................................................................................................... 103
6.1 Planilla de datos analíticos de perfil de suelo ......................................... 103
6.2 Planilla de descripción de suelo.............................................................. 105

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Este trabajo pretende constituir una versión actualizada de la publicación “Cartografía
de Suelos” que el Profesor Abraham Kaplán realizara hace ya muchos años. Ese
valioso material, en el que muchísimas generaciones estudiáramos, reunía los
conceptos básicos necesarios para efectuar e interpretar mapas de suelo. Sin
embargo a nuestro humilde entender, necesitaba una fisonomía acorde a los nuevos
tiempos. Además de la lógica aspiración de convertirse en una ayuda, guía o manual
para los lectores, constituye una suerte de tributo a quien supo ganarse el respeto, la
admiración y por sobre todo la amistad de la mayoría de sus alumnos.
Alvaro Califra, junio, 2006

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1 RELEVAMIENTO DE SUELOS
1.1 Introducción
El propósito de este trabajo, es brindar en forma sintética, un conjunto de conceptos y
algunos consejos, referidos a la cartografía de suelos, inventario1 y evaluación2 de tierras.
Muchos de los primeros, provienen de la bibliografía pero mayoría de los consejos surgen
de la experiencia.

Se estima que serán de utilidad y se los considera necesarios para la formación de


estudiantes universitarios a nivel de grado. Sin embargo, aspira ser entendido por un
público más vasto, sin que no por ello resulte insuficiente para niveles de enseñanza
superior.

Para su más completo e integral aprovechamiento, se recomienda consultar previamente,


toda la bibliografía del curso de Edafología de la Facultad de Agronomía. Sin perjuicio de lo
expuesto en el Capítulo “GLOSARIO” se sintetizan y recuerdan algunas definiciones y
conceptos para la mejor comprensión de este trabajo.

A su vez, persigue facilitar el aprendizaje metodológico del inventario de suelos y motivar la


práctica de esta actividad así como el relevamiento integrado de recursos naturales.

Busca capacitar al alumnado en la lectura e interpretación de cartografías pre-existentes.

Además, ambiciona jerarquizar este conjunto de herramientas, tanto porque las actividades
inherentes conducen a conocer y valorar mejor la naturaleza, como por entender que sus
resultados son imprescindibles, siempre que se pretenda realizar un uso sostenible de
nuestro planeta.

1.1.1 PROBLEMÁTICAS QUE DEBEN RESPONDER LOS RELEVAMIENTOS DE


SUELOS

Una de las preguntas que nos debemos realizar antes de efectuar, encargar realizar un
relevamiento de suelos (RS), o bien utilizar un mapa pre-existente es: ¿para qué propósito?,

1 Asiento ordenado de los bienes (suelo) y efectos de una persona o comunidad (predio, país, etc.)
.Documento en que constan dichos bienes (suelos).

2 Valuar. Estimar el valor de las cosas no materiales

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¿con qué fin? y ¿Quién o quiénes serán sus usuarios potenciales?

Puede que ellos sean: niños de nivel escolar, políticos, planificadores a nivel nacional,
departamental, predial o técnicos como Ingenieros civiles, agrícolas, agrónomos, etc. Cada
uno de estos tiene necesidades de conocer el suelo, o en forma más general las tierras, a
un nivel diferente. Así, por ejemplo, al niño se le exige que posea conocimientos generales
del medio dónde vive y tendría que saber, en sus aspectos más generales: ¿cómo es el
clima del país?, ¿cómo es la vegetación, la geología? y también, ¿por qué no?, los suelos.
Bastaría que conociese como se los clasifica a un nivel muy general. Inclusive puede que no
sea necesario que conozca cómo se los denomina, sino ¿para qué son más útiles? o ¿cuál
o cuáles pueden ser sus utilizaciones más provechosas?. Varios de los actores sociales
mencionados, pueden tener interés de conocer los suelos con un grado distinto de
profundidad.

En definitiva, el modelo de representación de la realidad edáfica que se construirá debe


satisfacer distintos niveles de comprensión y conocimiento. De esta forma cada uno de
estos niveles podrá abarcar los conocimientos en forma suficiente para interpretarlos
correctamente y serán capaces de comprender, respetar, disfrutar y gestionar los suelos en
forma sostenible.

Seguramente a un productor rural de un predio de 5 ha situado en el Departamento de


Canelones, o mejor aún a su técnico asesor, le interesará conocer en detalle y profundidad
la distribución y propiedades de los diferentes tipos de suelo del predio. La precisión de los
límites entre los diferentes suelos es de suma utilidad en este caso. El nivel de conocimiento
de cada suelo y el grado de clasificación asociado, cobran mucha jerarquía. Al productor de
ese predio, un mapa de suelos de escala pequeña, con categorías taxonómicas muy
generales, definido quizás por una sola unidad de suelo, abarcando toda la superficie del
predio, no le reportaría mucha utilidad para realizar la gestión del mismo. Por simple
probabilidad, la variación de suelos de un establecimiento suele ser menor que la existente
dentro en un país. Las diferencias entre los suelos dentro de un predio, por lo común son
mucho más sutiles que las que se dan a escala nacional, donde puede cambiar la: geología,
relieve, vegetación, e incluso hasta el mismo clima. Pero las variaciones que se pueden dar
en u espacio más reducido, en una extensión menor a veces no ser menores, e
independientemente de la magnitud de la superficie que se trate: sea un país o un predio,
etc., en el momento de planificar su utilización, deben ser necesariamente consideradas,
para intentar su aprovechamiento sostenible.

1.1.2 OBJETIVOS Y PROPÓSITOS DEL RS Y LA EVALUACIÓN DE TIERRAS

Para entender, conocerse a sí mismo y todo lo que lo rodea, el hombre suele descomponer
6
la naturaleza dividiéndola según sus necesidades en reinos u otras categorías. A su vez,
desarrolla tantas ciencias como entienda pertinentes en su estudio. La Edafología es una de
ellas, en tanto que la cartografía de suelos y la evaluación de tierras pueden entenderse
como "ramas" de aquella.

El relevamiento de recursos naturales y la evaluación de tierras en general, buscan conocer


cada vez más y mejor:

• cada uno de los componentes particulares o específicos: clima, vegetación, agua,


geología, relieve, suelo, fauna, etc.,

• su ubicación y distribución en el paisaje así como, el grado de asociación e


interrelación entre ellos,

• y su utilidad, basándose fundamentalmente en términos de eficiencia, para producir


bienes y servicios para el hombre y la sociedad.

Estos tres puntos intentan contestar respectivamente el ¿cómo?, ¿dónde? y ¿para qué?
Específicamente, la cartografía o relevamiento de suelos fue definida por Simonson (1959)
como el proceso de que implica realizar su inventario en una zona determinada, incluyendo:

1. determinación de las características y propiedades edáficas importantes,

2. clasificación de los suelos en categorías establecidas sistemáticamente,

3. localización y trazado de sus límites sobre mapas y

4. predicción de su aptitud para diversos usos.

En definitiva, RS sería el conjunto de actividades necesarias para estudiar y describir


sistemáticamente al recurso, hasta construir un modelo de aproximación a la realidad, que
resulte de utilidad para el usuario.

El RS, se encuadra dentro de lo que se concibe como cartografía temática (otros ejemplos:
carta de vegetación, geológica, uso actual, erosión actual. Todas ellas, se apoyan
inexorablemente en la cartografía geográfica, en la geodesia. La cartografía temática, en
alguna medida puede llegar a colaborar en la actualización de cartografía geográfica,
descubriendo nuevos hechos y accidentes (cañadas, cerros, pantanos, etc.), pero no es la
encargada y menos aún la responsable de generar la cartografía básica. Los especialistas
que se encargan de crear modelos de la tierra, medir distancias en las tres dimensiones,
adjudicando coordenadas geográficas precisas: latitud, longitud y altitud) y así
georreferenciar diferentes hechos hasta construir cartas, mapas, etc. son otros técnicos.

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Los mapas y cartas de suelos, por lo común son elaborados por científicos de suelos
llamados edafólogos, especializados en esta rama de la ciencia del suelo. En nuestro país,
las actividades agrícolas, forestales, pecuarias y los intentos por orientarlas, así como la
colaboración en la planificación de la investigación aplicada respectiva, han sido los
mayores demandantes de información edáfica. Sin perjuicio de ello, aunque en muy menor
medida, se han requerido estudios de suelo para auxiliar obras de ingeniería de diversa
magnitud e importancia.

La fuerte cultura pecuaria y agrícola - que en forma gradual y natural fue originándose a
partir de la época colonial, en el aprovechamiento integral del territorio - ha propiciado que
fuese en la Facultad de Agronomía, el lugar donde en principio, se brindaran cursos de
Edafología y ciencias conexas. Sin duda, las circunstancias han colaborado a que la
evaluación de suelos y tierras se desarrollara en ese mismo sentido. No obstante, los
servicios del conocimiento del suelo y su evaluación pueden ser utilizados y requeridos por
estudios, planes y proyectos de: impacto ambiental, obras sanitarias, riego y drenaje,
vialidad, reservas de agua, urbanismo, etc.

Según Kellog (1973), los propósitos del relevamiento de suelos son varios, entre ellos
pueden citarse:

1. La aplicación rápida de la experimentación y los nuevos descubrimientos en el


manejo de suelos y cultivos.

2. La planificación de la investigación agrícola, así como la aplicación, divulgación y


extrapolación de sus resultados.

3. La determinación de la distribución potencial y la adaptabilidad de cultivos


específicos y prácticas de manejo de suelos, que es lo que interesa a los fines
agronómicos.

4. El desarrollo y la regionalización rural, el manejo público de la propiedad.

5. El avalúo de los terrenos para la aplicación de impuestos.

6. La planificación de trabajos de ingeniería (rutas, puentes, vías férreas, etc.).

En definitiva, los estudios de suelos son requeridos para intentar comprender mejor todo
aquello que nos rodea. El suelo es un singular integrante del ambiente: la biosfera que
sustenta y hace posible la vida.

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1.1.3 PRODUCTOS PRINCIPALES DEL RELEVAMIENTO DE SUELOS

El RS es una actividad que supone la generación de por lo menos cuatro productos


principales, que complementándose le dan sentido y utilidad:
1) un mapa que muestra las relaciones geográficas de cada unidad cartográfica de
suelo (UCS),
2) un informe, texto que describe: propósitos, antecedentes y composición de las UCS,
3) tablas, gráficos, etc., conteniendo datos físicos, químicos, mineralógicos y,
biológicos.

4) interpretaciones y recomendaciones de uso y manejo de las tierras.

1.1.4 ORDEN Y ESCALA

Los mapas de suelos son de diferentes escalas. El mapa de suelos de un Estado de los
EEUU - de dimensiones comparables a la de un país como el nuestro - según el Servicio de
Relevamiento de Suelos del Departamento de Agricultura (Soil Survey Staff - USDA), sería
considerado de quinto orden.

Cuadro 1 - Órdenes escala y propósitos de mapas" según el USDA

ORDEN DE MAPA ESCALA PROPÓSITOS

Investigación o usos muy intensivos


1 1.000 - 12.000 específicos

2 12.000 - 25.000 Usos muy intensivos

25.000 - 250.000 y más Uso extensivos, como bosques y manejo de


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pequeña cuencas

4 1:100.000 - 1:300.000 Planificación de uso de la tierra a nivel general

Planificación de uso de la tierra a nivel general


1:300.000 - 1:1.000.000 y más
5 (regiones, países). Potencial para cultivos,
pequeña
bosques, uso urbano

Según los criterios del cuadro previo, un RS adecuado para planificar las actividades de un
predio de tamaño mediano a grande de nuestro país (100 - 2000 y más ha), estaría
comprendido en el segundo orden.

Un mapa de orden cinco, apropiado para un continente o país de extensa superficie, tendría
una escala pequeña (1:300.000 - 1:5.000.000). En nuestro país, los mapas de suelo más
utilizados a nivel predial son de escala grande (1:20.000 o 1:25.000) y serían de orden dos.
Los de orden 1, la mayor escala (1:1000 - 1:20.000), son utilizados en inventarios
sumamente detallados, a nivel de campos experimentales y parcelas donde se realizan

9
ensayos. Estos pueden ser útiles en campos o estaciones de investigación o para apoyar la
más adecuada ubicación y desarrollo de obras civiles: carreteras, aeropuertos, saneamiento,
etc. La escala se usa para indicar cuan más pequeño o grande es el modelo respecto a la
realidad.

1.1.4.1 Algunas propiedades del suelo a tener en cuenta


De acuerdo a alguna de las definiciones de suelo, éste es un conjunto de cuerpos que
cubren la superficie de la tierra. Pero, ¿los límites entre ellos, son siempre fáciles de
distinguir? La respuesta, un tanto evidente, es que no. Pero, ¿por qué es así? Porque a
diferencia de otros entes, como los animales o vegetales, gran parte de las propiedades y
características de los individuos-suelo o edafones, son cuantitativas y no cualitativas.

Un individuo-suelo o edafón, es la unidad más pequeña e indivisible del suelo. Puede tener
una expresión espacial de 1 a 10 m2. Se considera que en esa superficie sus propiedades
son relativamente constantes (Ver Fig. Nº 1).

Figura 1 - "Representación esquemática de individuo-suelo”

El cuerpo tridimensional más PAISAJE


pequeño que describimos y
muestreamos (1 – 10 m2) se
denomina EDAFON o
individuo- suelo

GEOFORMAS

Valle aluvial - Ladera escarpada – Intefluvio aplanado

Cuando se realiza una observación del perfil de suelo utilizando un taladro (ver Fig Nº 13),
se tiene una visión muy parcial, muy limitada. Apenas estamos estudiando un punto en el
paisaje. De lo que se desprende, que deberán realizarse muchas perforaciones de este tipo,
para tener una idea más aproximada de la realidad: cómo varía el perfil del suelo con el
paisaje, tanto en la dimensión horizontal como en la vertical.

El número de observaciones necesario para conocer el suelo a través de perforaciones con


taladro, es variable de situación en situación. Pero lógicamente, cuanto más homogéneos o
constantes sean los factores de formación (ver Formación del suelo, Durán, A.), en un
espacio dado, menos variables resultarán sus combinaciones y por lo tanto los suelos que
se formen. En contraposición, el mayor número de observaciones debería realizarse cuando
las situaciones de formación de suelo resulten más complejas y variables: variaciones a
10
corta distancia del relieve, geología, etc.) .

Cuando el edafólogo está haciendo un mapa de suelos, intenta establecer límites entre
ellos. Para ello se basa en los factores de formación (clima, organismos vivos, geología,
relieve, tiempo y hombre) y en las diferentes combinaciones de intensidad de los procesos
de formación y evolución de los suelos. El trabajo del relevador de suelos, es diferenciar o
distinguir dentro de distintos paisajes los diversos componentes: formas de la tierra o
geoformas, ver Fig. Nº 2.

Se procura establecer un patrón de asociación entre las geo-formas del paisaje y la


distribución de los suelos asociados a cada una de ellas respetivamente. Se toma en
consideración como influyen en el desarrollo del suelo las distintas formas del paisaje así
como otros elementos como tipos de vegetación: abundancia, características, de rocosidad,
pedregosidad, etc. La meta o el objetivo del relevador es marcar una línea alrededor de
todos los suelos similares, hasta conformar una UCS.

Figura 2 - “Representación esquemática de algunas geoformas”

Lomadas suaves Lomadas fuertes

Albardones Terrazas o Altiplanicies y valles con


planicies escarpas

Cada perfil de suelo (individuo-suelo, pedón o edafón) tiene horizontes comparables en tipo
(secuencia de horizontes) y cantidad (espesor y composición), se dice que pertenece al
mismo "suelo" (la misma serie de suelo). El conjunto de individuos-suelo, con propiedades y
características similares, pertenecerán y constituirán una unidad de mapeo de suelos
(Unidad Cartográfica de Suelo).

Inspeccionando varios edafones, el relevador de suelos puede determinar donde se deben


dibujar las líneas entre diferentes unidades de mapeo. Un edafón dado, no es más que uno
de los miembros del conjunto de poli-edafones que conforman la unidad de mapeo de
suelos. Sin embargo, dibujar una línea alrededor de todos los edafones similares basándose
en su aspecto, es difícil, costoso y por lo tanto, en la mayoría de los casos, inútil desde un
punto de vista pragmático.

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Las UCS que el científico en suelos utiliza para representar en un mapa también se pueden
denominar unidades de mapeo y pueden consistir en una o más series (por lo general,
varias).

Las unidades de mapeo se identifican por: nombres, símbolos (letras, colores, tramas, etc.).
Cada unidad de mapeo va a contener suelos que son ejemplos idealizados por el experto
que realiza el relevamiento: edafones centrales o modales (A) y unos pocos suelos que son
similares al edafon central pero que tienen algunas pequeñas diferencias con aquel,
edafones no modales (a). Se admite que pueden existir algunas inclusiones (B) similares
pero no idénticas a las categorías anteriores, así como inclusiones distintas (Z) que no
superan el 15% de la superficie de la UCS.

Figura 3 - "Representación esquemática de Unidad de mapeo de Suelos”

La forma de ir construyendo la teoría que se expone en la figura anterior, es practicando


perforaciones en las diversas geoformas. Esto supone un gran esfuerzo. Porque lo que
deseamos descubrir, conocer: el ordenamiento de los suelos de acuerdo a algún padrón o
comportamiento lógico, que se reitera en el paisaje bajo determinadas circunstancias: se
encuentra debajo de la vegetación y varía en profundidad. Para realizar esta tarea que
implica efectuar un número importante de perforaciones exploratorias, rápidas nos
ayudamos de una herramienta: el taladro (Ver Fig. Nº 4 y 10). Esa herramienta permite ir
extrayendo muestras de suelo de diferentes profundidades conforme se avanza en la
perforación. De cada una de las evoluciones se extrae una muestra. Esas se van
disponiendo horizontalmente en la superficie. Así se obtiene un perfil de cómo es el suelo en
profundidad. Se van anotando las características y propiedades de las diversas capas u
horizontes de los perfiles de suelos asociados a las formas del paisaje y se verifica la

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falsedad, veracidad de la teoría inicial o se la modifica de acuerdo a lo observado en el
campo. Conforme se progresa en desarrollo de estas tareas, teniendo muy presentes los
resultados de las actividades exploratorias, se planifica una perforación de mayor porte.
Esta, es un pozo o “calicata”, cuyas dimensiones son muy variables. Pero, para facilitar la:
descripción morfológica, obtención de fotografías y muestras, no puede ser muy pequeña y
suele tener un tamaño suficientemente grande como para albergar una o dos personas en
su interior (1 m x 1m x 1m).

Figura 4 - "Herramientas y adminículos para el relevamiento de suelos"

Allí surge uno de los mayores problemas de la cartografía de suelos. ¿Cuál es el sitio más
apropiado, más representativo entre todas las observaciones realizadas? Debe tenerse
presente que el lugar elegido, apenas un punto en el paisaje, representará a una porción de
terreno relativamente extensa. El perfil descrito y muestreado allí (edafón modal), será el
que le dará contenido a toda una unidad cartográfica de suelo. Quizás sea solamente éste
quien la defina.

Esta decisión puede ser asistida por herramientas que obvien o minimicen la subjetividad.
Tal es el caso de la estadística. Pero la mayoría de las veces, esta decisión tiene algo de
arte. Es el relevador de suelos quien determina el lugar que a su juicio representa mejor al
"suelo promedio" o edafón modal. En el proceso de selección debe integrar un importante
número de propiedades y características sumamente Interrelacionadas, por ejemplo: datos
de pendiente, secuencia de horizontes, así como cualidades distintivas de los mismos, etc.

Una vez procesados los análisis físicos, químicos, mineralógicos y biológicos pertinentes en
las muestras respectivas, se está en condiciones de reunirlos con los descriptivos,
analizándolos en forma conjunta.

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En este proceso, puede que un individuo-suelo en cuestión, resulte muy diferente o bien
similar a otro, pero nunca idéntico. Dado que como fuera mencionado, es muy poco
probable que propiedades cuantitativas tales como: pendiente, espesor de horizontes o sus
respectivos contenidos de arena, limo, arcilla, calcio, magnesio, potasio, carbono, pH, etc.,
resulten idénticos entre individuos.Aún en las "caras" de un mismo pozo, suelen apreciarse
variaciones en la morofología de un individuo suelo.

Figura 5 - Calicata o pozo para descripción morfológica y muestreo del perfil de suelo

Para dar respuesta a esta nueva necesidad de ordenar, sistematizar y analizar el


conocimiento de los suelos se desarrolló otra rama de la edafología que es la taxonomía de
suelos. Los Sistemas de Clasificación de Suelos (SCA), pretenden colocar en una misma
clase o categoría a suelos con propiedades comunes. Fueron desarrollados luego de tener
muchas observaciones y datos de suelos, con el propósito de clasificarlos. Colocarlos en un
taxa o “casillero” y darles un nombre. Esta metodología no es fruto de la casualidad, sino de
estudios concienzudos que tratan de establecer relaciones entre combinaciones de
procesos que se dan en la naturaleza con diferente intensidad y resultantes tipos de suelo
diferentes. Los SCS, tienen taxas o categorías de clases muy generales: que agrupan a los
suelos que presumiblemente se formaron por una combinación de factores y procesos
asociados también muy generales. Por ejemplo que se formaron bajo un mismo clima. Pero
esas categorías muy amplias se van subdividiendo en otras más específicas que procuran
establecer límites que agrupan los suelos que han sufrido una combinación más específica o
particular de los procesos. Estos procesos son inferidos a través de propiedades
observables en los suelos. Por ejemplo la acumulación de arcilla en forma de películas
sobre las “caras” de agregados y poros por efecto de su translocación mecánica por la
circulación descendente de los excesos de agua a través del perfil. Otro aún más específico
sería que esa acumulación de arcilla fuese predominantemente de una especie mineral
específica, por ejemplo Caolinta; de tal suerte que a cada uno de los taxa se les dan
nombres y el conjunto de taxas jerárquicamente relacionados van definiendo los nombres

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que van a recibir los individuos suelo que cumplen con las requisitos de cada taxa
respectivo. De esta manera se facilita, no el conocimiento de todos y cada uno de los entes
individualmente, sino la pertenencia a esa clase artificialmente creada e idealizada por el
hombre. Este esquema fue obtenido de otras ciencias como la botánica o la zoología.

Si a una persona se le da el nombre que recibiría un suelo por haber cumplido con los
diferentes requisitos de cada uno de los taxas subordinados jerárquicamente en un sistema
de clasificación, entonces aún sin ver, tocar u observar sus datos, tendrá una idea clara de
que tipo de suelo se trata. Inclusive, no habiendo observado directamente un perfil, si
cumple con los requisitos de clasificación discutidos y se le coloca un nombre que indica su
pertenencia a ese grupo, por analogía y conocimiento de suelos semejantes al que nunca se
observó, podría tenerse una idea de su comportamiento productivo, o para que puede
utilizarse. Obviamente cuanto más universal sea el sistema de clasificación, más gente
podrá entender el lenguaje, propiedades y conceptos que entraña. Lamentablemente,
todavía no se ha generalizado un sistema de clasificación universal. Existe la Base
Referencial Mundial del Recurso Suelo (WRB) desarrollada por la FAO, pero muchos
países han adoptado como sistema de clasificación el desarrollado por el Departamento de
Agricultura de Estados Unidos (USDA) bajo el nombre de Soil Taxonomy (ST). Otros países
utilizan el SCS propio, pero en la hora de publicar un trabajo deben ajustarse
inexorablemente a las exigencias de clasificación de la revista internacional. La mayoría de
este tipo de publicaciones reclama la utilización del Soil Taxonomy más que el WRB.
Siempre debe tenerse presente que los límites para diferenciar dos o más individuos suelo
no son naturales, sino creados por el hombre.

Figura 6 - Algunas categorías de un Sistema de Clasificación de Suelos

Sin un horizonte con un 20% más


de arcilla que los que se encuentran
por encima de él.

Con un horizonte de un 20% más de


Suelos con un horizonte superficial arcilla que los que se encuentran por
que posee un elevado contenido encima de él.
de humus íntimamente ligado a la
fracción mineral.

Con un horizonte de un 20% más de


arcilla que los que se encuentran por
encima de él y evidencias marcadas de
iluviación.

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1.1.4.2 Diferencias entre entidades de clasificación (taxonómicas) y
unidades cartográficas
Una entidad de clasificación (taxonómica) es una creación de la mente del hombre, que
sirve para comprender las cosas que se encuentran en un número tan grande de individuos,
que le sería prácticamente imposible estudiarlos uno a uno. En relación al suelo, cada
observación es un punto que es examinado vertical (perfil) y horizontalmente (sitio). En un
área dada, el número de observaciones de suelos podrían ser infinitas, pero el relevador por
razones económicas y de tiempo, agrupará a una selección examinada de ellos, en
unidades de clasificación que tienen límites específicos de variación.

En dicha área, existiría un núcleo o perfil modal, que representa la condición más usual,
promedio de todos los perfiles de suelo observados. Ellos se encuentran relacionados muy
íntimamente, varían respecto al núcleo central, dentro de límites bien definidos. Dentro del
grupo, en todos sus perfiles, se deben encontrar siempre las mismas clases de horizontes,
en la misma secuencia. Algunas propiedades de ellos como: espesor, textura, estructura,
color, consistencia y pH podrían variar dentro de límites estrechos. En tanto que una unidad
cartográfica, es una porción de paisaje-suelo que está definida, constituida, por una o más
entidades de clasificación (taxonómicas) creadas por el hombre.

En los mapas más generales, de escala muy pequeña, las unidades cartográficas suelen
estar definidas por complejos de asociaciones de series de suelo. A aquellos perfiles que
una vez clasificados que ocupan el mayor porcentaje del área, se les denomina suelos
"Dominantes" (más del 50% de la superficie) , a los que ocupan áreas menores se les llama
"Asociados" (más del 10% y menos del 50%) y a los que se prevé tienen la menor
probabilidad de ocurrencia (menos del 10%) se les denomina “Accesorios" (Ver, Tomo III
de la CRS, 1976).

Tabla 2 - Composición de suelos de la Unidad Cartográfica 1: millón”Bañado del Oro”


en términos de abundancia relativa

Dominantes Asociados Accesorios


Argisoles Subéutricos Argisoles Subéutricos Litosoles Subéutricos Ócricos, Fr
Melánicos/Ócricos Tíipicos Dístricos Melánicos /Ócricos Inceptisoles Dístricos Úmbricos,
(abrúpticos), Fr, Típicos, ArFr, (húmicos) Abrúpticos, Fr.
hidromórficos (húmicos) Brunosoles Subéutricos Luvisoles Úmbricos Abrúpticos,
Planosoles Subéutricos Lúvicos, ArFR, Ar, Ródicos,
Melánicos/Ócricos, Fr, moderadamente profundos/ Planosoles D´siticos Ócricos,
hidromórficos (húmicos). profundos Ródicos. ArFr

Pero puede darse el caso, que un establecimiento dado aún perteneciendo a esa Unidad
Cartográfica, todos sus suelos sean del tipo de los “Accesorios”.

16
Figura 7 - Carta de Reconocimiento de Suelos del Uruguay (escala 1:1 millón), DSA-MGAP,
1976

1.2 Tipos de relevamiento de suelos

Los parámetros para caracterizar un RS son:

• escala del mapa de suelos

• material cartográfico básico

• unidades cartográficas

• unidades de clasificación (taxonómicas)

• método de elaboración

Cada uno de ellos tiene varias posibilidades y la selección más adecuada está en función
del PROPOSITO para el cual se realiza el relevamiento y el DETALLE requerido.

Young (1976) menciona que existe una jerarquía de mapas de suelos y levantamientos a
diferentes escalas, en los que se emplean distintos métodos e intensidades de muestreo y
que cada uno de ellos tiene diferentes propósitos, proponiendo la clasificación que se cita a
continuación:

17
Tabla 3 - Propósitos, escalas y tipos de relevamiento

1.2.1 COMPILACIONES O COMPILADOS O ESQUEMÁTICOS:

Son mapas de suelos basados en abstracciones de otros levantamientos y donde quedan


áreas por cubrir o conocer, se realizan inferencias. Las escalas usualmente son de
1:1.000.000 o más pequeñas dependiendo del material a compilar y de los objetivos.

1.2.2 LEVANTAMIENTO DE RECONOCIMIENTO

Son los levantamientos que, aunque a escala muy pequeña, cubrieron (se recorrió y/o
obtuvo información) toda el área de estudio.

Las escalas varían desde 1:1.000.000 a 1:250.000. Se realizan con mayor énfasis en el
trabajo de fotointerpretación y escasa verificación de campo.

1.2.3 LEVANTAMIENTO SEMIDETALLADO

Cubren un amplio rango de escalas, desde 1:250.000 a 1:30.000, siendo lo más común
1:50.000. Se realiza por fotointerpretación, combinada con una cantidad importante de
trabajo de campo.

1.2.4 LEVANTAMIENTO DETALLADO

Sus escalas varían de 1:25.000 a mayores. Son producidos con mayor énfasis en el trabajo
de campo que en la fotointerpretación.
18
Porta, J. et al (2003), sintetizan en el siguiente cuadro 2, los diferentes tipos de mapeo de
suelos, con sus respectivas escalas, propósitos y metodologías de trabajo.

Cuadro 2 - Distintos propósitos, documentos de telepercepción, escalas y especificaciones de


acuerdo a diferentes mapas de suelo, según Porta, J. et al (2003).

Tipo de mapa
Grado Escala de
_ mapa
de Finalidad Metodología de Trabajo
Intensidad a elaborar
actuación (orientativo)
(FAO - 1979)

Esquemático
Compilación de
Inventario muy general.
_ información.Información 1:2.000.000
Información preliminar.
indirecta. Inferencia.
Síntesis

Inventario general de
Examen de grandes áreas en
recursos. Determinar las
Exploratorio poco tiempo. Información pre- 1:2.000.000
posibilidades de desarrollo,
existente. Transectas rápidas.
Fundamental _ estudios posteriores a
Detección de condicionantes
requeridos o áreas idóneas
Síntesis para el desarrollo crítico y 1:500.000
para su desarrollo
relevante
específico

Generalizado 1:750.000
Planificación regional.
_ Localización de proyectos Transectas rápidas. a
de desarrollo.
Síntesis 1:250.000

Estudios de pre viabilidad. Teledetección, principalmente,


cubriendo toda el área.
Localización de proyectos. Fisiografía. Prospección en
Reconocimiento campo, si es posible mediante 1: 400.000
Estudios integrados.
transectas.
_ a
Determinación de áreas de
Información pre-existente.
Baja desarrollo prioritario y 1:100.000
aquellas solo adecuadas Identificar los principales
Estudio para agricultura no condicionantes y áreas con
intensiva o pastos. riesgos o baja potencialidad.
Evaluación económica.
Semi-detallado Teledetección combinada con 1:100.000
Estudios de viabilidad de
una prospección de campo
– alternativas. a
importante.
mediana Implementar programas de 1:25.000
desarrollo.
Diseño y redacción de
Detallado proyectos concretos. Prospección de campo, 1:25.000
Planes de conservación de principalmente. Apoyo limitado
_ suelos. Estudios a nivel de de foto-interpretación. a
establecimientos o predios.
alta 1:10.000
Ejecución

Muy detallado 1: 5.000


Estudios especiales para Establecimiento de una malla
_ planificación. Estaciones de para prospección sistemática; o a
investigación. transectas sistemáticas.
Muy baja < 1:1000

19
Cuadro 3 – Especificaciones que deberían reunir los diferentes tipos de mapa según Porta J. et al
(2003)

Unidad Tolerancia

Especificaciones sobre densidad de datos cartográfica situación


Tipo Escala de base de
por 100 ha
de aproximada (ha) límite(m)

mapa Teledetección
Análisis
Calicata Sondeo Totales
completos

Esquemático Imágenes satélite

Exploratorio Imágenes satélite

Generalizado Imág. satélite 1000 500 a 1000


40000 a 30000
20000 1 1 2 100 200 a 500
Reconocimien
to 15000 a 30000 1 0 1 4 100 200 a 500

20000 1 2 3 4

Semidetallado 15000 a 30000 0,5 2 2,5 2 25 100 a 200

15000 a 30000 2 8 10 8

10000 10 40 50 40

Detallado 5000 – 15000 5 20 25 20

5000 – 15000 20 80 100 80 0,5 20

Ortofoto y apoyo
fotointerpretación.

2000 a 5000
Muy detallado 50 200 250 200
1000 a 5000
40 160 200 160
1000 a 5000
1000 400 500 400 0,25 4 - 10

Las escalas pequeñas se deben reservar para los mapas de conjunto, que tienen un objetivo
científico y didáctico; permiten mostrar la influencia de los factores fundamentales del medio
sobre la edafogénesis: clima general, relieve y grandes tipos de materiales parentales.

Las escalas grandes se destinan a resolver problemas prácticos bien precisos, permiten
informar al agrónomo sobre las mejores técnicas que deben emplearse en cada tipo de
suelo. La unidad cartográfica adoptada es, en este caso: la SERIE, el TIPO o la FASE, que
serán descritas en los párrafos siguientes.

En el caso de relevamientos detallados y en algunos semi-detallados, la unidad cartográfica


coincide prácticamente con la o las entidades taxonómicas representadas por el perfil
modal; esto no significa que no existan inclusiones de otras categorías taxonómicas que por
razones de índole práctico no es posible separar.

20
1.3 Tipos de unidades cartográficas

Las unidades cartográficas que se emplean en los levantamientos de suelos, pueden


agruparse en SIMPLES, cuando se cartografía prácticamente individuos suelo o poli-
edafones individuales (un grado de pureza alto). Las unidades cartográficas SIMPLES se
constituyen o conforman por series, tipos y fases. Mientras que las unidades cartográficas
se denominan COMPUESTAS, cuando se cartografían suelos asociados geográficamente
(grado de pureza bajo). En este caso, se encuentran integradas por complejos o
asociaciones de series. Se hará énfasis en el estudio de las unidades simples, por ser las
utilizadas en los relevamientos de escalas mayores.

1.3.1 SIMPLES

1.3.1.1 La serie

Se denomina de esta forma, a un grupo de suelos con horizontes similares tanto en su


naturaleza como en su arreglo y desarrollados a partir de un mismo material litológico. Los
suelos comprendidos dentro de una serie son esencialmente homogéneos en muchas
características y en otras como: pendiente, pedregosidad, grado de erosión, posición
topográfica y profundidad a la roca, pueden presentar heterogeneidad mientras no
modifiquen grandemente la naturaleza y disposición de los horizontes. Las series de suelos
se diferencian principalmente tomando como base, las variaciones significativas de los
rasgos morfológicos del perfil. Estos rasgos son principalmente la clase, espesor y
disposición de los horizontes y su estructura, color, textura, reacción, consistencia,
contenido de carbonatos y otras sales, contenido de humus y composición mineralógica.
Una diferencia significativa en cualquiera de estas propiedades, en cualquiera de los
horizontes, puede ser la base para el reconocimiento de una serie diferente. Sin embargo es
muy raro que la diferenciación entre serie se deba a una sola característica; usualmente
cambian varias al mismo tiempo. En suelos, no es fácil establecer una regla que cubra
razonablemente las variaciones en las propiedades dentro de los límites de una serie, sin
excepciones. Si cada una de las características observadas en los perfiles de suelo tuvieran
que ser idénticas para colocarlos en la misma serie, cada perfil examinado constituiría una
serie diferente; ya que no se encuentran dos perfiles idénticos en todos sus aspectos. Se
deben esperar pequeñas variaciones en el espesor de los horizontes individuales. Se deben
permitir pequeñas variaciones en cada propiedad.

Desde el punto de vista de la ciencia de suelos aplicada, tal vez lo más importante es
reconocer todas aquellas diferencias pasibles de ser cartografiadas, que explican o son
responsables de variaciones en el crecimiento de la vegetación nativa o de cultivos. Una
restricción adicional en la cartografía de suelos es que las diferentes series de suelos deben

21
tener características o propiedades claramente diferenciables u observadas a nivel de
campo.

La serie se identifica con el concepto de poliedafón definido por Johnson (1963), como » uno
o más edafones contiguos que se encuentran dentro de la gama definida para una sola serie
de suelos». Es un cuerpo de suelos real, físico y limitado ya sea por no suelo o por edafones
de carácter diferente respecto a los criterios utilizados para definir la serie; su tamaño
mínimo es de 1 m2, (ver Figura Nº 1).

1.3.1.2 El tipo de suelos

Ha sido conceptualizado como una subdivisión de la serie en base a la textura del horizonte
superficial. Después del nombre de la serie, se agrega, por costumbre, el nombre de la clase
textural del horizonte superficial.

1.3.1.3 La fase de suelos

Es una subdivisión de la serie en base a características que afectan el uso y manejo de los
suelos, pero la variación de los suelos no es suficientemente grande como para separarlos
en series diferentes; las fases pueden diferenciarse en base al grado de pendiente, grado de
erosión, contenido de piedras, salinidad, drenaje, etc. La denominación de fases se hace
agregando al nombre de la serie y tipo, un nombre connotativo a la característica más crítica
o significativa para el uso y manejo de los suelos comprendidos en ella.

Las fases de series de suelos son las principales unidades cartográficas que se presentan
en los mapas de levantamientos detallados.

1.3.2 COMPLEJAS

Aún en levantamientos detallados, pueden presentarse casos en que es imposible indicar


separadamente, en el mapa, todas las unidades taxonómicas. En mapas de menor escala
como son los levantamientos de reconocimiento, tal situación es la norma. En tales casos, el
mapa es más fácil de leer e interpretar si en él se indican agrupamientos de suelos
individuales bien definidos en lugar de un patrón intrincado y difícilmente legible de unidades
taxonómicas.

Independientemente del nivel al que se esté cartografiando suelos, sea país, región o
establecimiento, es un objetivo muy deseable establecer su padrón de distribución. Así
podrá ser más comprensible el modelo tanto para quién lo realiza, como para los potenciales
usuarios.

22
1.3.2.1 El Complejo

Los agrupamientos se hacen en base a asociaciones geográficas de unidades taxonómicas,


definiéndose cada uno por las propiedades y características de las unidades taxonómicas
que los integran y su padrón de distribución. Los grupos citados son principalmente el
complejo y la asociación de series de suelos.

Las unidades taxonómicas que lo integran no se pueden separar en levantamientos


detallados porque aparecen en un padrón muy intrincado. Son mezclas de suelos y no
pueden ser definidos en términos de un perfil modal y variaciones de él Soil Survey Staff,
(1951).

1.3.2.2 La Asociación

Es un grupo de unidades taxonómicas, asociadas con regularidad geográfica según un


padrón determinado, o sea que dos o más suelos pueden estar presentes, asociados
geográficamente según pautas más o menos entendibles. Para dar un ejemplo, es muy
factible que asociados a una posición del paisaje (ladera alta) se encuentran tal o tales
series, mientras que en otra posición (ladera baja) por lo común se desarrollan otras. En los
mapas de escala pequeña, muchas veces no se pueden separar los suelos asociados por
problemas de escala. Se dice entonces que a esa escala son Asociados; si se estudiasen a
escalas mayores, cada uno respectivamente, podría ser dominante en su UCS. Otras veces,
aún en mapas de escala grande, a veces no se puede establecer el padrón que explique la
forma en que se encuentran asociados dos o más suelos;, entonces se los llama suelos
“Asociados”. La UCS en este caso estaría formada por una asociación de suelos, compleja
indivisible.

Legros (1973) citado por Porta et. al (2003) propone criterios para evaluar la precisión de
mapas de suelo a través del siguiente índice o Factor de Calidad (FC):

1.4 Etapas comunes a todos los relevamientos


El arte de combinar estrategias y metodologías para elaborar una carta de suelos se
desarrolla en diferentes ámbitos. En el gabinete o escritorio, por lo común, se realiza la

23
revisión de antecedentes, la interpretación de documentos de telepercepción (foto-
interpretación, interpretación visual o digital de imágenes) y la elaboración del informe
escrito y gráfico o mapa. Más recientemente, la computadora también asiste y facilita
muchas de las tareas mencionadas.

En el campo, se desarrollan las tareas conducentes a obtener una descripción del suelo lo
más completa posible. Esta última, facilita y organiza la obtención de muestras para su
posterior análisis. La etapa mencionada etapa es sin duda la más trascendente. Porque es
en ella dónde se obtiene información a través de la observación directa y se gesta la calidad
de datos e interpretaciones que de ellos se realicen más tarde. Tiene por objeto reunir
además de datos de suelo, otros de ciencias conexas a la Edafología (ver de planilla de
campo en el Anexo adjunto).

Finalmente, pero no por ello menos importante, existe una etapa que se efectúa en el
laboratorio. Este medio está particularmente adaptado para recibir, preparar y realizar todos
los tipos de análisis necesarios para conocer lo mejor posible las propiedades, químicas,
físicas, biológicas y mineralógicas de los suelos (ver ejemplo de planilla de laboratorio). Las
tareas mencionadas y los datos obtenidos de cada una se complementan e interactúan para
que el modelo de aproximación a la realidad, de acuerdo al dinero y tiempo invertido, sea lo
más fiel y exacto posible. La calidad de los resultados del relevamiento inciden directamente
en las interpretaciones y evaluaciones predictivas, que se realicen con los más variados
propósitos.
Figura 8 - Etapas y procedimientos del RS

Revisión de
Escritorio antecedentes
Foto- interpretación
Redacción del
Informe
Elaboración
de mapas

Análisis Químicos,
Físicos, Campo
Mineralógicos
y Biológicos

Descripción
morfológica
Laboratorio Verificación de
límites
Muestreo

24
Este ciclo puede seguirse y repetirse una o varias veces hasta alcanzar el o los resultados
buscados. Entre estos podrían figurar inclusive, mapas de diferente escala y grado de
detalle, de una misma área o territorio, hechos en etapas progresivas sucesivamente.

1.4.1 ETAPA PREPARATORIA

1.4.1.1 Revisión y estudio de antecedentes.

Consiste en el examen y análisis de documentos y mapas relativos a: clima, geología,


geomorfología, topografía, vegetación y utilización de la tierra, etc. Además, naturalmente,
de todo antecedente edafológico que auxilie a comprender la zona, región u área objeto de
estudio.

La información relacionada al suelo suele constituir una ayuda para confeccionar un mapa.
A veces son mapas que directamente constituyen los clásicos factores de formación. En
otras ocasiones, ayudas un tanto encubiertas o no directas, pueden figurar en los mapas
geográficos. Tas es el caso de la toponimia de ríos, arroyos, lugares y cerros. Allí existen
nombres de arroyos p.ej.: “Colorado” que “nos dice” o nos da indicios de la geología del
lugar, a través del color de sus barrancas. Hay más ejemplos de nombres de lugares en la
lengua guaraní. Obviamente, el servicio que nos puede prestar este tipo de información es
de menos valor, cuando se emprende un mapa detallado de un predio que, cuando el
objetivo es generar un mapa a nivel exploratorio de un país.

Afortunadamente, existen antecedentes realizados en diferentes momentos y a diferentes


escalas que constituyen una contribución invalorable, al momento de emprender un RS de
escala predial. Los siguientes son algunos ejemplos:
• Carta de uso y manejo de suelos, Escala aproximada: 1:3.500.000, (CIDE, 1967);
• Carta de Reconocimiento de Suelos del Uruguay, escala 1:1.000.000 (MGAP-
DSA, 1976),
• Cartas de los departamentos: Montevideo, Canelones, sur de San José, Cuenca
del Cuareim, Tacuarembó, parte de Río Negro y áreas aisladas de: Cerro Largo,,
Paysandú, Treinta y Tres y Maldonado, a escala 1:100.000 (MGAP-DSA).
• Cuenca Alta del Río Negro, escala 1:250.000 (MGAP-DSA)
• Carta de Suelos de la Cuenca de la Laguna Merín, escala 1:200.000. PNUD/
FAO, 1967
• Cartas de los departamentos: Colonia, Soriano y Río Negro, escala 1: 200.000,
(MGAP-DSA) y
• Unidades de fotointerpretación, conocidas como grupos de productividad
CONEAT. Esta información está disponible, en forma gratuita, para todo el
territorio. Sólo es necesario consultar la página WEB del MGAP

25
http://www.mgap.gub.uy/Renare/SuelosyAguas/CONEAT/Suelos_y_Aguas_CONE
AT.htm y en ella buscar por el o los número(s) de padrón(es) en el departamento
correspondiente.

Así mismo, se recomienda consultar otras informaciones relativas al recurso o al relieve, etc.
en ese sitio o bajo http://www.mgap.gub.uy/Renare, en general.

Allí, (Ver Fig. 9), es posible visualizar las áreas de nuestro país cartografiadas con diferente
nivel de detalle, más allá del millón.

Figura 9 - Antecedentes cartográficos de suelos realizados a nivel estatal

En verde figuran las áreas con relevamiento de suelos a escala 1:100.000; en rosado las de
escala 1:200.000 y con borde morado a escala 1: 200 y 250.000. Oprimiendo las flechas
azules pueden visualizarse los mapas respectivos.

1.4.1.2 Selección de documentos de telepercepción

Paralelamente, en esta etapa también se seleccionan los materiales o documentos de


telepercepción tales como: fotografías aéreas (FA), imágenes obtenidas desde plataformas
espaciales, etc. que sirvan para facilitar y economizar tiempo o dinero en las etapas
sucesivas.

Las FA que cubren toda la superficie de nuestro territorio, fueron obtenidas en el año 1967.
A pesar de su previsible obsolescencia, nos brindan un gran servicio ya que algunos de los
factores que contribuyen a su formación: geología, relieve y el mismo suelo, no varían
demasiado con el tiempo. Sin embargo, si se pretende obtener información del uso de la
tierra y el grado de erosión asociado, no nos resultarían demasiado útiles. Habría que
buscar documentos más actuales. Los relevamientos referidos, dieron lugar a colecciones
fotográficas en blanco y negro, pancromáticas (todo el espectro visible simultáneamente) de

26
escala 1:20.000 y 1:40.0000.

Más tarde, entre 1989 – 1991, se realizó otro relevamiento aerofotográfico que
lamentablemente no alcanzó a cubrir todo el territorio. En este caso, de las áreas de mayor
intensidad de uso agrícola se obtuvieron FA de similares características y escala a las
citadas previamente. En el resto del país, la escala de las FA fue 1:60.000. Obviamente son
más actuales que las de la década de los 60’s. Sin embargo se prefiere estas últimas,
siempre que se las utilice para interpretar suelos, geología, dado que estos hechos no son
tan dinámicos, si se los compara con el uso de la tierra, la cobertura del suelo, el grado de
afectación por erosión, etc. La interpretación de suelos sobre FA – Blanco y Negro, se vale y
utiliza mucho la tonalidad de gris. En nuestro país, con grandes extensiones dedicadas a la
ganadería en condiciones naturales (pastizales), con una baja intervención humana en
términos relativos, lo que se ha fotografiado es la vegetación.

En base a elementos de fotointerpretación como: la gama de tonos mencionada, textura


fotográfica (lisa, rugosa, etc.), el relieve, tipo de drenaje, etc. se realiza la inferencia del
paisaje y los suelos que pueden estar asociados al mismo. En general, cuanto menos
intervenida por el hombre sea la realidad, más eficiente es el proceso.; menos “ruido” se
interpone entre la fotografía aérea que representa esa realidad en un instante dado y quien
la interpreta.

La fotografía aérea no es más que un trozo de papel, que obtenida desde una cierta altura y
en forma más o menos ortogonal a la superficie de la tierra, representa como era o en que
condición se encontraba ésta en el momento de su obtención. Esa imagen es el reflejo de
las señales que captó un sensor: cámara fotográfica (con película o digital),, luego que la luz
del sol, (después de haber atravesado la atmósfera) interactuase con la superficie de la
tierra, en un instante dado.

El proceso de asociación de hechos de la realidad, con el aspecto que tienen ellos en la


fotografía aérea, es tanto más perfecto, cuanto más se conozca de la especialidad que se
trate: Geología, Edafología, Vegetación y sus interacciones. También resultará más fácil y
probablemente más certera la interpretación cuanto menos perturbado o modificado sea la
apariencia del hecho que aparece en el documento de telepercepción. Esto resulta así
siempre y cuando el estudio que se realiza tenga como objetivo el reconocimiento,
evaluación, condición de hechos naturales. Los especialistas, como urbanistas, que trabajan
con las modificaciones del hombre sobre la naturaleza, seguramente que no compartan esto
último.

Esta etapa o fase, tiene como objetivos: facilitar la comprensión de la asociación de los
suelos a factores y procesos de formación además de prever los diferentes suelos que se
pueden encontrar, bosquejar su probable distribución y predecir la posición de los límites.

27
Este trabajo preliminar permite realizar economías en el momento del trabajo de campo,
reflejándose en la eficacia y eficiencia del edafólogo.

En la figura Nº 10, se muestran algunos elementos de suma utilidad para asistir la


cartografía de suelos: pares de FA aéreas (con superposición), estereoscopios (“bolsillo” y
“espejos”), pantógrafo, etc.

Figura 10 - Equipo y elementos utilizados en el trabajo preparatorio y edición del RS

Todo tiempo que se estudie el documento de telepercepción seleccionado adecuadamente,


previo a el trabajo de campo, será tiempo y dinero ganado. Cabe acotar, que cuanto mayor
sea la superficie a relevar y cuanto más pequeña sea la escala, comparativamente más
ayuda reportan estos documentos y estudios, en relación al trabajo de campo (ver cuadro 3)

El trabajo de campo además de aportarle vivencias enriquecedoras al hombre,


afortunadamente por ahora es insustituible.

Para realizar un trabajo, a veces puede resultar conveniente utilizar diferentes documentos
en forma complementaria. Por ejemplo, estudiar una imagen multiespectral obtenida desde
una plataforma espacial, de escala media, para tener una visión general del conjunto y
luego, en áreas seleccionadas a partir del estudio efectuado, realizar la interpretación de FA
de mayor escala. Otros trabajos, pueden requerir documentos obtenidos en diferentes
momentos y fechas. Tal el caso del estudio de evolución de fenómenos dinámicos o
catastróficos como: uso de la tierra, desarrollo ciclo y secuencia de cultivos, erosión,
terremotos, sequías, incendios, inundaciones, derrumbes, erupciones, tsunamis, etc.

Siempre deberá tenerse presente que los costos de los materiales a utilizar guarden relación
con los objetivos del trabajo y el servicio o facilidades que éste nos brinde.

Hasta el presente, para la ejecución de cartas de suelos detalladas a nivel predial, ha sido
suficiente la sola utilización de FA aéreas de escala igual o mayor a 1:20.000,
pancromáticas, blanco y negro. Sin embargo, para instituciones que se dedican a realizar
relevamientos o seguimiento (monitoreo), de extensiones considerables como
28
departamentos, cuencas, regiones y con más razón para la totalidad del territorio nacional,
evidentemente el servicio que pueden reportarle las imágenes obtenidas desde el espacio
son mayores que a un productor rural particular. Sin perjuicio de lo expuesto, se prevé que
en un tiempo no muy lejano serán más accesibles los documentos obtenidos de esa forma,
así como la capacidad de análisis de los mismos (software). La información que nos brinda
el programa Google-Earth es un buen ejemplo de la facilidad de acceso a datos hasta hace
poco inaccesibles. Este programa viene proporcionándonos información de mayor calidad y
actualidad cubriendo superficies cada vez mayores, inclusive emulando la sensación
tridimensional del terreno.

Figura 11 "Nuevas tecnologías que asisten el RS"

1.4.1.3 Fotolectura, análisis y fotointerpretación

La fotointerpretación aporta una valiosa ayuda en esta etapa de preparación ya que permite
distinguir, en líneas generales, la naturaleza del tapiz vegetal, da indicaciones sobre
formaciones superficiales, permite delimitar áreas hidromórficas, los tipos de drenaje
asociados.

Se recomienda comenzar por leer o reconocer en las en las FA los hechos más fácilmente
distinguibles: vías de drenaje (en orden jerárquico – ríos, arroyos, cañadas, desagües,
concavidades, etc.), carreteras, caminos, trillos y senderos.

Luego, construcciones, montes, “chacras” o áreas de cultivo, cercas o alambrados. Esta


simple operación puede arrojar resultados tales como conocer a priori: cuál es el área más
alta, cuál es la más baja, en qué dirección se mueve el agua en las diferentes vías de
drenaje, cuales son las áreas más planas, cuales son las laderas, cuáles de ellas tienen
“caídas” más pronunciadas, cuales tienen un largo mayor, como son las riberas de los ríos y
arroyos: tienen barrancas, o pendientes más suaves, el relieve es cóncavo o convexo.
Cuáles son las áreas que parecen tener más afloramientos rocosos. Cuáles parecen tener
más arena, cuáles parecen tener más erosión, cuáles vegetación de tipo: arbóreo,

29
arbustivas, pajonales, pradera, etc.

Más tarde, continuando el examen estereoscópico, se analizan e integran todos los


elementos y conocimientos trazando los límites tentativos (no definitivos) de los diferentes
paisajes (fisiografía) que se espera reconocer en le campo: sierras, colinas, altiplanicies o
mesetas, lomadas (fuertes, medias, suaves), valles escarpados o no, de forma cóncava o
convexa, con diversos grados de pendientes asociados. Dentro de estas grandes líneas y
áreas delimitadas, se hace una nueva división para definir geoformas cada vez más precisas
y detalladas: escarpas, altos planos (no disectados por concavidades o desagües) laderas
altas, medias y bajas; diferentes planos de inundación a lo largo de ríos, arroyos y cañadas.
Meandros y áreas de acumulación de sedimentos, áreas singularmente afectadas por
procesos erosivos, etc.

El procedimiento sugerido es realizar una división sucesiva, un ordenamiento de la FA que


va de lo general a lo particular, basada principalmente en la forma del terreno, aunque
puede estar complementado con características de vegetación, erosión, etc.

Con las divisiones obtenidas, se recomienda hacer un bosquejo o croquis de lo que se


espera reconocer en el terreno.

Sobre ese borrador, se planificará el trabajo de campo. Este documento es de gran ayuda
para:

Determinar y proyectar:

▪ recorrido a realizar,

▪ sitios a observar con mayor intensidad o que lugares no es necesario estudiar


pormenorizadamente con detalle o profundidad,

▪ prever donde debería efectuarse el muestreo, por ejemplo si el propósito del


levantamiento es definir áreas susceptibles de regar, no se estudiará con la misma
intensidad las áreas escarpadas que las planas, etc.

30
Figura 12 - Resultado de la fotointerpretación - Separción de UFI´S

Las unidades representadas en este esquema provisorio no son unidades de suelo, sino
unidades de fotointerpretación (UFI). Hasta ahora, no dejan de ser una teoría una hipótesis
a confirmar en oportunidad que se vaya al campo. Las áreas coloreadas en la Figura 11, son
UFI de una pequeña cuenca.

Existen cuatro posibilidades respecto a las relaciones entre las UFI y las que se conviertan
más tarde en unidades de suelos:

• exista una correspondencia total entre UFI y unidad de suelo,

• la unión de varias UFI corresponda a una unidad de suelos,

• una UFI dada, contenga dos o más unidades de suelos,

• no exista correspondencia alguna entre la UFI y unidades de suelo.

De los cuatro casos los más problemáticos son sin duda los dos últimos. En el tercer caso
se tendrá un mayor trabajo de campo, buscando los límites de suelos dentro de las UFI. La
fotointerpretación no aportó información suficiente para realizar un trabajo satisfactorio. Y el
cuarto caso, significa que toda la hipótesis de trabajo realizada sobre las FA aéreas fue en
vano, no sirvió de nada. Afortunadamente, rara vez ocurre esto. Pero sería cuando se creen
haber visto en la foto, hechos que no existen en la realidad.

Después y durante el trabajo de campo, por lo general, se hace una revisión de la


fotointerpretación y se ajustan los límites entre unidades de suelo.

Los límites entre dos unidades cartográficas de suelo no suelen ser tan nítidos y
contrastantes como los representamos en el papel. Entre una unidad de suelo y otra
generalmente se da una gradación de individuos-suelo o edafones que pertenecen a una
31
población sin reunir las características modales, más representativas de los individuos que
la definen, ver Figura 3.

Estrictamente, los límites entre UCS tendrían que estar representados por líneas anchas y
sombreadas, para dar la idea de la transición gradual entre dos unidades contiguas. Ello
sería más necesario conforme el mapa es de escala más pequeña. Cuando se realizan
mapas más detallados, se conocen mejor las variaciones entre suelos muy poco distantes
entre sí y sus límites podrían ser representados por líneas más finas.

1.4.2 ETAPA DE CAMPO, VERIFICACIÓN O ESTUDIO IN SITU

Esta, sin duda es la instancia más provechosa y fructífera del estudio. Aquí se procede a
efectuar el recorrido del campo de acuerdo al plan elaborado a partir del estudio de los
documentos de percepción remota. Por cierto, este plan puede modificarse, pero en el
transcurso de las etapas previas (revisión de antecedentes, fotointerpretación), casi sin
querer se fue elaborando una idea, con un carácter predictivo de lo que podríamos llegar a
encontrar una vez enfrentados a la realidad. Si hasta ahora fueron bien ejecutadas y
cumplidas las tareas, se habrá alcanzado un estadio tal que permitirá minimizar el tiempo y
esfuerzo necesario para cumplir las labores correspondientes a la nueva etapa.

1.4.2.1 ¿Dónde comenzar a verificar, rechazar o adecuar la hipótesis de


trabajo?

Es recomendable iniciar el trabajo de campo por los lugares más altos del paisaje. En ellos
se logra tener una mejor perspectiva y reconocer hechos que previamente se habían visto
en la foto. En todo momento es necesario estar correctamente ubicado. Es decir, identificar
en qué lugar del predio se está parado, reconociéndolo en la foto o documento de
telepercepción. Es imprescindible dedicarle tiempo suficiente a esta actividad. Es natural
que dos personas tengan opiniones encontradas respecto a la identificación del lugar. No
importa cuántas veces se discuta, vale la pena hacerlo hasta lograr un consenso, una
aceptación convincente y razonada de la verdadera ubicación. A veces es conveniente
retroceder hasta lograr ubicar un punto fácilmente identificable en la realidad y en la foto
como por ejemplo: la intersección de dos caminos, o la intersección del camino con un
arroyo o cañada. Si no se logra la meta de ubicar perfectamente el punto donde nos
encontramos en la realidad y reconocerlo en el documento de telepercepción, toda la
información que se recabe no se sabrá a qué lugares o sitios asignársela en el futuro mapa.
Recordar que el mapa en gran parte surge de teorías, suposiciones y elaboraciones hechas
sobre las FA. Entonces, una vez perfectamente ubicados, se visitaran los sitios que
constituirán los lugares más representativos de las UFI’s. Es aconsejable ubicarse en el
centro, en el medio del área de una UFI y verificar la correspondencia con la idea que

32
teníamos de ese paisaje previo a su visita.

Conviene observar detenidamente la vegetación. Esta, cuando no ha sido modificada, es un


buen indicador de cambios en tipos o el espesor de suelos. Cuando se vuelve más rala o
escasa, puede ser un indicio de menos agua disponible para las plantas. ¿Será debido a
una pendiente más pronunciada? ¿Será debido a un suelo menos espeso? ¿O acaso
consecuencia de una combinación de las dos razones expuestas? Inversamente, cuando la
vegetación se torna más exuberante, frondosa o vigorosa ¿es motivado por un suelo más
profundo?, ¿acaso ha cambiado el sustrato, el material parental y se ha generado un suelo
diferente? ... tal cambio ¿será consecuencia de mejores propiedades químicas? Tal menor
crecimiento, ¿será debido a una concentración de sales fuera de lo común? ¿ello puede
haber provocado un cambio en el pH? ¿Será debido a un cambio en la textura del horizonte
superficial? ¿O, tal vez el origen del cambio es la vegetación?... ¿lo debemos buscar en
horizontes más profundos? Las variaciones ¿son debidas a causas naturales o fueron
provocadas por un uso pretérito, diferente entre potreros distintos o entre “chacras” disímiles
Esas y otras manifestaciones de diferentes fenómenos, son las cosas que se tienen que
estudiar, analizar y asociar al aspecto que presentan en las FA. Naturalmente, además es
necesario indagar en las causas de los efectos, tanto percibidos en los documentos de
percepción remota, como observados, descritos, y analizados a través de sus respectivos
datos analíticos.

Fig. 13 – Ing. Agr. J. Sawchik (INIA), realizando perforación con taladro

1.4.2.2 ¿Dónde describir y muestrear?

En principio, se aconseja evitar describir lugares transicionales, ubicados cerca de los


límites entre dos UFI´s contiguas. Se aconseja comenzar por los sitios más altos del terreno,
e ir desarrollando toposecuencias que abarquen diferentes UFI´s en su trayecto. Tampoco
es conveniente realizar descripciones en sitios perturbados como caminos, trillos de ganado,
“dormideros” de ganado, áreas erosionadas, o donde se encharca agua, en definitiva en

33
situaciones que se alejen de lo común, lo general, lo representativo.

Los “cortes” en caminos son sitios muy tentadores ya que hacen posible la observación del
suelo en una extensión considerable sin necesidad de cavar. Sin embargo no es
aconsejable obtener muestras en tales situaciones. Allí es muy probable que el suelo esté:
más seco, más alterado por una actividad biológica fuera de lo común (abundancia de
hormigueros, nidos y cuevas, etc.) o por la misma exposición a agentes meteorológicos
(lluvia, temperatura, viento) y del mismo hombre.

Figura 14 - Estudiantes del curso de Edafología, describiendo un perfil de suelo en un "corte" de


camino

Actualmente, existe la posibilidad de ubicarse precisamente con la ayuda de dispositivos


que captan señales de Sistemas de Posicionamiento Global (GPS). Con ellos no sólo es
posible la constante ubicación, sino que además también es posible dejar un “rastro” o
huella (track), de todos y cada uno de los lugares en que se visitó, almacenándolos.
Posteriormente puede editárselos en un computador con un software adecuado. De esta
forma se puede reconstruir el trayecto realizado e identificar los sitios donde se realizaron:
descripciones, obtuvieron muestras o se obtuvieron fotografías, por ejemplo. Inclusive sería
factible caminar por donde se juzga que se ubican los límites entre dos unidades de
paisaje-suelo. De esta forma se facilita la ulterior generación del mapa de suelos.

En todas y cada una cada una de las UFI’s, se deben realizar observaciones rápidas, a
partir de perfiles obtenidos con perforaciones de taladro. Las descripciones basadas en este
tipo de sondeos, no pueden lograr la calidad de las que se practican en pozos o "calicatas".

Cuando el taladro penetra el suelo, hace girar el material, lo mezcla, lo perturba. Por ese
motivo no pueden observarse claramente transiciones entre dos horizontes. También se
dificulta la visualización de películas de arcilla sobre las caras de los agregados o caras de
presión. Este tipo de observación también impide distinguir propiedades y características de
la estructura, ya que los materiales del suelo, en el transcurso del sondeo fueron sometidos
a fuerzas y mezclas. Se aconseja controlar la extensión del perfil que se va construyendo a

34
través de sucesivas "taladradas", con la profundidad que alcanza el taladro luego de dos
extracciones sucesivas. Si no se tiene este cuidado, los perfiles “armados” con las sucesivas
muestras de suelo resultan de una longitud que no guarda relación con la profundidad del
pozo. Por lo general resultan perfiles "estirados". Tienen una longitud mayor que la
profundidad alcanzada en la perforación.

Figura 15 - Representación de perforación con taladro

A
b

El perfil obtenido en a tiene la longitud


Bt
correcta.

El perfil b se encuentra “estirado”


Ck

La información de campo, se almacena en planillas adecuadas a este propósito (ver anexo).


Allí se anotan todos los datos posibles. Se debe registrar todo lo que pueda contribuir a
tener una idea más cabal de la realidad y así recordarla y/o transmitirla lo más
fehacientemente posible.

Para cada punto de sondeo o sitio observado, se completa una planilla de descripción del
perfil así como del ambiente circundante (geología, vegetación, altitud, pendientes, etc.) y
condiciones en que se encuentra.

Como se mencionara anteriormente, en esta etapa se seleccionan los sitios donde realizar
pozos o calicatas y en ellos se describirán los perfiles más representativos, los perfiles
modales respectivos de cada unidad cartográfica. Pero no hay que apresurarse para
alcanzar tal determinación. Haciendo un paralelismo: siempre es mejor ver el bosque y
todos los rodales semejantes, antes de decidir cuál árbol los representará. Es importante
35
que estos sitios sean muy bien elegidos, no sólo por lo que tienen que representar, sino
además, por los costos que supone. De acuerdo a los objetivos, se planificará el muestreo
para satisfacer las necesidades de información (ver planilla de datos de laboratorio en
Anexo).

En las cartas o mapas para establecimientos dedicados a rubros con baja inversión por
unidad de superficie, no debería practicarse un muestreo tan intenso y exhaustivo como el
necesario para una estación de investigación agropecuaria. En esta última, un pequeño
error o falta de estimación precisa y detallada de los suelos puede provocar y arrastrar a
generar juicios equívocos de: variedades, fertilizantes, dosis, plaguicidas, manejos (riego,
laboreo, etc.), que se estén evaluando.

Deberán planificarse cuidadosamente los sitios a describir y muestrear procurando realizar


el menor número posible (para no generar gastos superfluos o excesivos). Lógicamente,
lograr el compromiso de que las muestras y sus respectivos datos analíticos, representen lo
más completa y exactamente la realidad, con el menor costo posible constituye todo un
desafío.

Los mapas de suelos, que no se utilicen con fines de investigación, tendrán exigencias de
precisión y definición menores, por lo que pueden ahorrarse muestras y análisis de suelos.
Si el material parental de los suelos de dos UCS es el mismo, también podría ahorrarse
trabajo de muestreo y los respectivos análisis. Este criterio no será válido en predios
destinados a cultivos de arraigamiento profundo: árboles frutales, especies forestales,
olivares, viñedos, etc. Se deben demandar los análisis estrictamente necesarios para
efectuar la cartografía de suelos y evaluación de tierras, evitando transferir costos
superfluos.

Si a priori se diagnostica que una porción de terreno no tiene un potencial de utilización


aceptable, en esa zona se disminuirá la densidad de descripción y muestreo para favorecer
los sitios de mayor potencial productivo. Sin embargo vale recordar que este tipo de trabajo,
por razones económicas y de eficiencia, suele efectuarse en una sola oportunidad. Sus
resultados contribuirán a planificar el más eficiente y lógico aprovechamiento de la unidad
física del predio. Su costo es insignificante frente al costo de la tierra, del capital y la mano
de obra que suele aplicarse en el proceso productivo, por lo cual un ahorro excesivo no
debería comprometer toda la inversión. Los documentos e información complementaria
logrados en esta etapa, facilitarán el seguimiento del estado o condición de las tierras y ello
habilita una gestión más efectiva y sostenible de la empresa agregándole valor.

La instancia del trabajo de campo, debe aprovecharse al máximo. En ella es conveniente,


efectuar todos los muestreos, test y ensayos que se juzguen pertinentes. Según el caso,
además de los análisis convencionales, puede ser necesario obtener: muestras

36
imperturbadas (densidad aparente – porosidad total), pH, infiltración, penetrometría,
contenido de agua actual, temperatura de suelo, simulación de lluvia (erosión –
escurrimiento), conductividad eléctrica, etc.

No se debe desperdiciar la oportunidad de colectar: hierbas, insectos, artrópodos, etc., Si es


posible documentar la flora, fauna con fotografías y en general registrar todos los datos que
se consideren necesarios: cotas máximas de creciente de ríos y arroyos, duración y
frecuencia, caudales, profundidad de pozos de agua, calidad con fines de riego y consumo,
etc. Sin perjuicio de ello, también es útil recoger información relativa a: servicios,
comunicaciones, horarios de trenes, ómnibus, centros de acopio, compra-venta, etc.
Inclusive, vale la pena conocer la historia de la región, hábitos, costumbres, tradiciones de
sus habitantes, procurando reunir el máximo de información y de la mayor calidad posible.
Cabe señalar que esta es la etapa que más horas-hombre demanda, la que tiene el mayor
costo asociado, sea por: el traslado hasta el campo, las dificultades para recorrer el terreno,
etc. pero es la que aporta más información. No resulta fácil ni económico regresar al campo
y reiterar las operaciones pertinentes debido a un simple olvido. Siempre es recomendable
planificarla cuidadosamente, así como efectuarla en forma integral, ya que resulta más
provechosa y económica. Puede resultar problemático compartir un viaje con otros
especialistas: topógrafos, geólogos, biólogos, hidrólogos, botánicos, etc. Sin embargo, esta
forma de trabajo, además de provocar un ahorro considerable de recursos, favorecerá un
intercambio de visiones de la realidad desde diferentes ángulos, lo cual suele generar un
enriquecimiento de los resultados así como de los mismos participantes.

1.4.2.3 ¿Cuánta y cómo reunir la información?

La densidad de observaciones depende de la escala. Existen recomendaciones en cuanto al


número de observaciones a realizar por hectárea, aunque son indicaciones dadas a título
muy general. En la naturaleza difícilmente pueden existir dos situaciones idénticas. Por lo
que la densidad de observaciones dependerá de la complejidad del terreno y de la
necesidad de información del marco económico y social productivo particular.

1.4.2.4 ¿Cómo obtener datos y generar información?

Ortíz et. al. (1981), señalan que la forma de describir y efectuar el muestreo puede
realizarse por: MUESTREO LIBRE o por MUESTREO SISTEMATICO. En el muestreo libre,
los sitios de observación no están regularmente espaciados sino que son seleccionados
como representativos de áreas identificadas en base a los resultados de haber aplicado la
metodología que viene proponiéndose: revisión de antecedentes y fotointerpretación. De
ésta última, como fuera mencionado, surge una hipótesis que determina cuales son los
lugares que preferentemente serán visitados. Conforme progresa el trabajo de campo, se

37
puede plantear la necesidad de elegir sitios adicionales a los previamente planificados,
según el grado de complejidad que surge del patrón de distribución de los suelos. Por lo
que no es tan libre como puede sospecharse, pero tampoco, tan inflexible y rígido, como la
que supone la descripción y muestreo sistemático: cada tantos metros de acuerdo a una
grilla de puntos pre-establecida. Esta metodología se reserva para estaciones y campos de
investigación u estudios de predios que requieran una información sumamente detallada.

Figura 16 "Representación del muestreo sistemático"

Por su parte, Vicente D. y Gómez, M. (2000), en los relevamientos realizados para la macro
zonificación del cultivo de la vid (escala 1:50.000 o menor), proponen la utilización del
método que venimos desarrollando: revisión de antecedentes, fotointerpretación, descripción
y muestreo libre. Mientras que cuando se aborda la microzonificación de los viñedos (escala
superior a 25.000, preferentemente mayor a 1:10.000), plantean la complementación de los
dos métodos: libre y sistemático.

Al respecto estos autores sugieren los criterios expuestos en la tabla siguiente:

Cuadro 4 - Características Técnicas del Estudio de Suelos

Detallado y Muy Detallado


Escala 1:10.000 1:2.000

Unidades Taxonómicas y Cartográficas Series y fases (Soil Taxonomy, USDA,1999)


2
Superficie (Km ) 10 10

Número de Observaciones 1150 4000

Relación entre calicatas y sondeos 0,15 0,05

Calicatas 150 200

Sondeos y otras observaciones 1000 3800

Una vez obtenidas las muestras, deben identificarse adecuadamente para mantener clara su

38
procedencia: sitio, perfil, horizonte, profundidad, etc. Además deben ser acondicionadas
convenientemente, para que no se contaminen entre sí y lleguen al laboratorio en el estado
y condición que exigen las diversas técnicas de análisis. Los elementos generalmente
utilizados a estos efectos son: bolsas de polietileno con una capacidad de medio a un
kilogramo, etiquetas en el interior y exterior, cápsulas de aluminio, recipientes herméticos,
etc. En algunos casos: muestras de agua, tierra para análisis bacteriológico, p.ej. debe
preverse inclusive la necesidad de refrigerarlas. En definitiva, la manipulación y transporte
no deben afectar la integridad y propiedades de las muestras, previo a los estudios, físicos,
químicos, biológicos y mineralógicos a las que serán sometidas.

1.4.3 ETAPA DE LABORATORIO

Éste es un ámbito especialmente diseñado y equipado para recibir muestras y procesar


todos y cada uno de los posibles tipos de análisis requeridos. Se debe seleccionar un
laboratorio que posea personal idóneo y con experiencia en el desarrollo e interpretación de
análisis específicos de tierras y aguas con fines agrícolas.

Siempre bajo el principio de ser eficientes y lograr el máximo de información, de mayor


calidad y al más bajo costo, se solicitarán los análisis pertinentes para cada una de las
muestras.

Como fuese mencionado previamente, las propiedades del suelo resultan relativamente
constantes y permanentes en los horizontes más alejados de la superficie. Tanto por
razones naturales debidas a su génesis, como a la influencia antrópica, las propiedades de
los suelos suelen variar más en superficie. Por tal motivo, se debe procurar obtener más y
mejor información esa variabilidad. Por otra parte, es en la tenemos más chance de
intervenir con el cultivo y las extracciones de nutrientes, agua así como modificaciones
físicas y biológicas asociadas. En definitiva, si podemos ahorrar de alguna forma, será a
partir de obtener el menor número de muestras y practicarle el menor número de tipos de
análisis a las muestras más profundas de los perfiles de suelo. Otro criterio complementario,
para disminuir el número de análisis, será aprovechar la alta correlación entre diferentes
propiedades. Así por ejemplo si se conocen los contenidos de arena, limo y arcilla a través
de ecuaciones obtenidas por correlación:; pueden estimarse:
▪ densidad aparente - Fernández, J.C. (1979).
▪ los contenidos de agua en peso y capacidad de campo y marchitez permanente
- Fernández, J.C. (1979); Silva, A.(1988),
▪ límite inferior y superior de plasticidad - Ordoqui, (1980)

Sin perjuicio de lo expuesto, siempre es preferible un dato obtenido en forma directa que
uno estimado a través de un modelo general.

39
Contar con los datos de análisis preliminares, realizados en forma estándar: pH (al agua y
cloruro de potasio), materia orgánica, fósforo, además de contenido cationes
intercambiables: calcio, magnesio, potasio y sodio, puede ayudarnos a seleccionar las
muestras a las cuáles se le practicarán otros estudios complementarios que insumen más
tiempo y dinero: aluminio intercambiable, capacidad de intercambio catiónico (a pH 7,0 y
8,2), conductividad eléctrica, óxidos de hierro, rayos equis (identificación de minerales
arcillosos), composición mineralógica de las fracciones gruesas, micromorfología, etc.

Siempre es necesario contar con análisis granulométricos que permiten asignarle clase
textural a las muestras. Sin embargo, se puede ahorrar dinero si no se le practica a todas.
Esto quiere decir que si tenemos un suelo con una secuencia de horizontes: A1, A2, AB,
Bt1, Bt2, BC, BCk y Ck – se podría ahorrar el análisis de subhorizontes transicionales (AB y
BC, BCk) y aún subdivisiones de los horizontes mayores (A2 y Bt1). Esta decisión estará
fuertemente influida por:
▪ grado de detalle exigido por el tipo de uso de la tierra;
▪ nivel de inversiones asociado
▪ así como el tamaño, escala y poderío de la empresa que demanda el trabajo de
relevamiento.

También conviene tener presente que se está procurando obtener datos analíticos de
perfiles de suelo representativos de unidades cartográficas y no de chacras, potreros u otra
subdivisión artificial de la tierra. Si se desea información específica de tales situaciones
deberán tomarse nuevas muestras que complementarán los datos necesarios para hacer el
mapa de suelos, pero de ninguna forma sustituirá la información pertinente para ese fin. De
lo contrario, se estarán mapeando manejos previos a los que estuvieron sometidas
subdivisiones del predio realizadas por el hombre y no cuerpos naturales.

Finalmente, se recomienda encargar esta tarea a laboratorios de comprobada idoneidad en


la materia. En forma complementaria también es conveniente iniciar una base de datos con
los datos analíticos especificando:
1) Lugar donde se extrajo la muestra: potrero, chacra y hasta coordenadas geográficas
si es posible.
2) Año, fecha,
3) Condición de la superficie del terreno (pradera natural, pradera regenerada, rastrojo
de tal o cual cultivo, etc.),
4) Laboreo (excéntrica, cincel, rastra, subsolado, etc.), ausencia de laboreo,
5) Fertilizantes, herbicidas y agroquímicos empleados (dosis por ha).
6) Riego (inundación, aspersión gotero, otro), Ferti-riego, ausencia de riego,
7) Enmiendas (encalado, compost, estiércol, etc),
8) Cultivos enterrados, inoculados, etc.

40
9) Área drenada, nivelada, sistematizada, etc.
10) Área afectada por erosión (extensión, tipo y grado),
11) Área afectada por salinidad, sodicidad, alcalinidad, etc.
12) Área afectada por quemado, etc.,

Obviamente esto no es parte del RS, pero su preparación ayudará en la gestión del predio.
Una vez que se cuente con la información proveniente del laboratorio, se discutirá su
coherencia y validez; indiscutiblemente, analizándola en forma conjunta con los datos
morfológicos respectivos. Eventualmente, si se considerara necesario, inclusive se
recomendará repetir el análisis de alguno de ellos. A su vez, si la denominación de algún
horizonte en el campo era dudosa, con el aporte y la asistencia de la información
proveniente del laboratorio se facilitará la conclusión. Sólo, después de tener el modelo,
razonablemente coherente y consistente, de cómo resultaría el mapa en nuestra mente, nos
encontraremos en condiciones de abordar la meta siguiente: elaboración del informe final y
confección gráfica del mapa de suelos y sus respectivas interpretaciones.

1.4.4 ETAPA DE GABINETE (POST-CAMPO)

Luego de haber reunido, corregido, analizado las informaciones de campo y laboratorio y


una vez despejadas, razonablemente, las dudas respecto a perfiles y unidades de mapeo se
puede comenzar el informe final.

1.4.5 INFORME EXPLICATIVO - SUGERENCIAS

Con el fin de estandarizar el formato y contribuir a facilitar la comprensión del informe se


realiza las siguientes sugerencias:

▪ es conveniente ir de lo general a lo particular por lo cual se considera oportuno


ubicar al lector en la geografía del entorno correspondiente al informe. Dependiendo
del grado de conocimiento del lector o de su familiarización con el entorno, se puede
ubicar el sitio donde se desarrolló el estudio en el: continente, país o región. Esto
puede lograrse proveyendo un mapa de pequeña escala en el cual se ubica el
predio o sitio del estudio, resaltándolo con una flecha o de otro modo (letras en
negrita o de mayor tamaño).

Sin perjuicio de ello, puede complementarse en forma de texto como sigue:

1.4.5.1 Ubicación

En forma clara y concisa se aportarán datos descriptivos de la ubicación del predio


estudiado. Suele proporcionarse los siguientes datos: padrón (es) catastral (es) que lo
conforman, Departamento, Sección policial, judicial y área de enumeración censal.

41
Localización respecto a referencias de importancia significativa: ruta(s) nacional(es),
ciudades, pueblos, ríos u arroyos. Indicando, además la distancia y puntos cardinales
respecto a los mismos. Hoy en día, resulta fácil suministrar coordenadas geográficas
obtenidas con GPS.

1.4.5.2 Antecedentes

Realizar una reseña sintética de los estudios de suelo previos a la realización del trabajo
presente. Así como de la geología general del área y particular si estuviese disponible.
Mencionar las características más relevantes del clima, aquellas que permiten su
clasificación en términos muy generales tal como: “Húmedo – sub-húmedo, templado, con
diferencias marcadas en las estaciones pero con temperatura media anual `°C , con un
período libre de heladas de ... días”. En este sentido se puede consultar páginas WEB
especializadas en este tipo de información: Dirección Nacional de Meteorología, GRAS del
INIA, etc.

Se procurará transmitir una idea muy general de la región en que se inscribe el predio,
comentando brevemente: la forma de utilización de la tierra, la vegetación, el relieve,
algunos datos en relación a la densidad de vías de drenaje así como la historia de
aprovechamiento de los recursos en la zona.

1.4.5.3 Metodología

Aquí se describe muy sucintamente como se procedió en la realización del trabajo. Se tiene
que ser muy conciso dado que es un informe técnico y no un trabajo científico.

1.4.5.4 Memoria descriptiva

En esta se proporcionará una descripción detallada de las unidades cartográficas. En cada


una de ellas se procurará mantener un esquema de presentación común explicando: como
se las reconocerá en el mapa (color, trama, etc.), su ubicación en el predio respecto a
puntos cardinales, altitud relativa, asociación con formas fisiográficas y geoformas,
pendientes promedio, rango (máximas y mínima), información análoga para el largo, grado
de rocosidad, pedregosidad, características de la cobertura vegetal o uso de la tierra, grados
de erosión asociados.

Con el propósito de que sea más fácilmente comprensible y que de alguna manera, quien
lee el informe se vaya introduciendo en forma gradual, es aconsejable comenzar a describir
las unidades de acuerdo a un ordenamiento del paisaje. Así mismo, el orden de
presentación de cada UCS, debería mantenerse en la leyenda del mapa. Se propone
iniciarlo por las partes altas del paisaje e ir descendiendo hasta alcanzar las más bajas. Una
vez descrita la primera, es aconsejable citar la posición relativa de la segunda UCS,

42
continuando de la misma forma en forma sucesiva. De esta manera se pretende que el
lector vaya haciendo una excursión, un viaje guiado y consiga comprender el mapa. En las
diversas unidades se proporcionarán ejemplos de perfiles representativos. Estos constarán
de la descripción(es) del o los perfil(es) modal(es) y sus respectivos datos analíticos. Otras
descripciones y datos complementarios se suministrarán en forma anexa.

1.4.5.5 Resultados

CARTA BÁSICA DE SUELOS

El modelo de representación de la realidad tradicionalmente es un mapa, en el que se


representa por un lado:

• Unidades de suelo o unidades básicas de mapeo de suelos o unidades cartográficas


de suelos. Estas consisten en áreas representadas en el mapa con diversos colores
o tramas etc. que simbolizan la distribución y existencia de suelos o paisajes
diferentes.

• Según la forma del predio y su representación, se ubicará la leyenda (a veces a un


lado, otras debajo de éste, más raramente arriba). Esta constará de las referencias
utilizadas a tales propósitos: colores, tramas, etc y a un lado, por lo general, las
categorías taxonómicas que le dan sentido. En los mapas generales de escala
pequeña, las categorías empleadas suelen ser también del mismo tipo: Orden, Gran
Grupo, Sub-Grupo y Clase. Pero en los mapas detallados se deben clasificar los
suelos hasta las últimas consecuencias. Es decir, que se incluirán, además de las
categorías citadas previamente, aquellas que permitan su más precisa clasificación
(familia, fase). Ver Clasificación de Suelos del Uruguay, DSA-MGAP, 1976 y
“MAPAS” en página WEB de Edafología. Complementará, tal información la clase de
pendiente y el grado de erosión actual.

• Completando el esquema, además, suelen representarse algunos hechos


geográficos que facilitan la ubicación y orientación del usuario en forma relativa.
Estos se conocen como referencias. Este tipo de datos por lo común son provistos
por la rama de la geografía física básica y consiste en representaciones de: puntos
cardinales, escala gráfica, ciudades, pueblos, poblados, carreteras de diferente
importancia, red hidrográfica, escala gráfica, latitud y longitud, puntos cardinales, etc.
En los mapas de escala mayor, de mayor detalle, útiles para el medio rural, suelen
representarse caminos secundarios, trillos, “cascos” de estancias, cañadas y
represamientos de agua artificiales, montes, afloramientos rocosos, molinos de agua,
redes de distribución de energía eléctrica, etc.

43
En algunos casos se proveen también: topo-secuencias, catenas o bloques-diagrama, estos
complementos buscan aclarar y facilitar la comprensión. Por lo común, consisten en
esquemas que pretenden ejemplificar la asociación y relación de unidades de suelo o
perfiles representativos de ellas, al paisaje (ver ejemplos).

El mapa de la Figura 17, constituye un a representación del grado de conocimiento de los


suelos de nuestro país en 1966. Su escala aproximada se encuentra en torno a 1:3.5
millones. Allí se mostraban 13 grandes zonas de suelo. Esas zonas tenían una marcada
influencia de la geología y el relieve. Además, su leyenda era muy poco desarrollada:

Figura 17 “Carta esquemática de Suelos de la CIDE”


ZONA 1: Suelos superficiales, con
suelos profundos pesados y fértiles.
ZONA 2: Suelos superficiales, con
suelos profundos de texturas
medias.
ZONA 3: Suelos de texturas medias
y drenaje imperfecto y pobre.
ZONA 4: Suelos de textura media,
muy diferenciados.
ZONA 5: Suelos de textura media a
pesada, con grado variable de
diferenciación, asociados a suelos
superficiales
ZONA 6: Suelos de textura media a
pesada, con grado variable de
diferenciación.
ZONA 7: Suelos muy profundos,
ácidos y de textura muy liviana.

ZONA 8: Suelos profundos, de texturas livianas y medias y saturación media de bases.


ZONA 9: Suelos de textura media y liviana, bien diferenciados y suelos pesados, poco diferenciados.
ZONA 10: Suelos oscuros de texturas medio pesadas a pesadas.
ZONA 11: Suelos muy oscuros, de texturas medio pesadas.
ZONA 12: Suelos negros, muy pesados y poco diferenciados
ZONA 13: Suelos de textura media a pesada y grado de diferenciación variable, con suelos alcalinos
asociados.

Algunos ejemplos de cartas con distintos propósitos y escalas asociadas

En la superficie abarcada por el cuadrado en torno a la ciudad de Colonia, los suelos


corresponden a la zona 10. En 1976, se publicó la Carta de Reconocimiento de Suelos del
Uruguay, DSA-MGAP, donde se distinguen 99 Unidades Cartográficas de Suelo (UCS)
diferentes (ver Fig 17). En ese mismo cuadrado, ahora visto con un mayor detalle: escala

44
mayor, es posible distinguir por lo menos cuatro UCS: Kiyú (en azul violáceo, sobre la
costa), Ecilda Paullier - Las Brujas (en verde oscuro, que ocupa la mayor proporción); La
Carolina (en marrón), 2 manchas alternándose con la siguiente; San Gabriel - Guaycurú (en
marrón claro o mostaza), Risso (en celeste) al Oeste de las anteriores, y Libertad (en azul
eléctrico, en el extremo oeste). Nótese, que ahora la nomenclatura de las unidades
cartográficas de suelo utiliza nombres y no números como en el caso del mapa de la CIDE.

Figura 18- a) Zona de Colonia – recorte de la CRS (1:1 millón) b) Zona de Colonia - Carta 1:200.000

a) b)

En la misma superficie del cuadrado de la Fig. 18 – a), la Carta de suelos del Departamento
de Colonia de escala 1:200.000 (]Fig. 18 – b), permite distinguir un número mayor de UCS:
Ky1, Ky3, Ky5, VS2, VS4, EP-LB1, EP-LB2, SGG4, Li1, Li2. En esta ocasión, la
nomenclatura de las UCS, está dada por la abreviatura de los nombres utilizados en la Carta
Millón, seguida de números. En esta oportunidad se quiso señalar el origen, son unidades
"hijas" de las utilizadas en la cartografía de menor detalle.

Figura 19 -Información "CONEAT" (original 1:40.000)

En esta zona del país existen diferentes niveles de información de suelos. En todo el
territorio nacional se dispone de una información conocida como Grupos CONEAT (ver
figura 19). Además de información del paisaje y suelos incluye: padrones catastrales,
arroyos y caminería. Finalmente, los mapas de suelo para predios utilizados en algunos
rubros agropecuarios requieren una escala 1:20.000 o mayor. En la figura anterior, se puede
apreciar un círculo en rojo que ubica el predio donde se planteó la producción de vid con
fines viti - vinícolas. Ello exigió un mapa de suelos detallado. Ver figura 20 y Foto aérea
contigua.

45
La leyenda utilizada se adecua a mapas de escala grande y es el que sigue:

Figura 20 - Foto aérea y predio con mapa detallado (1:20.000)

Leyenda
Argisoles y Planosoles Subéutricos Melánicos,
LAc s

Brunosoles Eutricos Típicos LAc

Brunosoles Eutrico Típicos LAc, c, h

Vertisoles Rúpticos Típicos LAc

Como fuera mencionado, los bloque-diagrama pretenden expresar en forma más clara como
se asocian los suelos al paisaje. Un buen ejemplo es el realizado en el predio de la Escuela
Agraria de Trinidad, Flores por el Ing. Agr. Carlos Víctora.

Figura 21 “Block - diagrama de la Escuela Trinidad (UTU)

Otro ejemplo del Soil Survey Manual, relaciona las series de suelos con las formas del
paisaje y la geología.

46
Figura 22 Block diagrama mostrando diferentes materiales parentales, paisajes asociaciones de
series de suelo en Nebraska

La comprensión del mapa, tanto para quien lo construye como para quienes lo leen e
interpretan, se ve sumamente favorecida con cortes como los que ilustra la Figura siguiente.

Figura 23 Toposecuencia - Asociación Geología – Geomorfología - Suelos

S1

S2
S4
S3

Elementos que siempre tienen que estar presentes en la carta o mapa básico de
suelos:

• Polígonos que representan las diversas UCS, fases de erosión y pendiente o con
diferentes colores, tramas, etc.

• Orientación del mapa respecto a un punto cardinal, o bien la ubicación del mapa en
relación a: carretera, centro poblado, estación de ferrocarril, etc. Ésta debe constituir
una clara y conocida referencia de localización para los potenciales usuarios.,

• Leyenda, que por lo general consiste en pequeñas áreas con las mismos colores,
tramas utilizados para representar las UCS y respectivamente, a un lado la
aclaración de su significado.

Por ejemplo, en la Fig. 16 correspondiente a la carta de suelos de la CIDE se colocaron


simplemente números. Más abajo, el lector tiene la posibilidad de leer el significado de los
números correspondientes con las Zonas respectivas: 1, 2, 3, ... 13. Según la disponibilidad

47
de espacio, existen varias posibilidades de presentar la leyenda. Cuando el tamaño y / o la
forma de las UCS representadas, es suficientemente grande, en su interior puede colocarse
una simbología apropiada (abreviatura de unidades taxonómicas, seguida de fases de
rocosidad, erosión, etc.). De no tener suficiente espacio, se ubica al costado del mapa o
donde se considere conveniente (arruba o abajo). En el caso de la Carta de
Reconocimiento de Suelos (1:1000000), se optó por colocar dentro del mapa una
abreviatura del nombre de las UCS. Así para representar la UCS “La Carolina” dentro de las
respectivas áreas dónde se desarrolla esa UCS se colocaron abreviaturas correspondientes:
“LC”. En la leyenda, se colocaron áreas coloreadas de la misma forma y a su lado los suelos
que podrían encontrarse con mayor probabilidad Dominantes: Vertisoles Rústicos
Típicos/Lúvicos LAc; Asociados: Brunosoles Eutricos (Subéutricos) Típicos (Lúvicos), Fr y
LAc y Accesorios: Brunosoles Háplicos, Inceptisoles Melánicos FrGv y Litosoles Eutricos
Melánicos FAc(Gv). De esta forma, en grado decreciente de probabilidad, se le presenta al
lector los suelos que podría encontrar en las áreas que representan en el mapa las
diferentes manchas de colores.

En el mapa de la Fig. 18 correspondiente a la Carta de Suelos (1:200.000), se optó por un


sistema de representación similar al mencionado previamente. En éste, Ky3, Ky5, VS2, VS4,
EP-LB1 son los nombres que adquieren las UCS son las abreviaturas del nombre de las
UCS escala 1:1 millón, seguidas de un número. Así, por ejemplo, una UCS 1:1 millón pudo
haberse dividido en cuatro sub-unidades; tal es el caso de la Unidad Cartográfica de suelos
“Villa Soriano” de escala 1:1.000.000 (CRSU, 1976), en: VS1, VS2, VS4 en el mapa
1:200.000.

En el caso de la Información de los Grupos CONEAT, en su nomenclatura o denominación,


se utilizaron números seguidos de otros luego de un punto. Por ejemplo: 11.2, 11.3 y así
sucesivamente. En este caso, el primer número indica la correspondencia de tal grupo con
suelos de la Zona CIDE respectiva. Cuando están precedidos por un cero significa que son
similares a los de la zona CIDE que precede al cero. Así por ejemplo, un grupo CONEAT:
“03.21” indica que es similar a los de la Zona 3. En otros casos además del cero, ya
comentado, se le colocó una letra que indica la relación con un material geológico
sedimentado en un antiquísimo continente. Así los Grupos CONEAT con radical “G03.”
Indican la semejanza con suelos de la Zona 3, pero con influencia de sedimentos
Gondwánicos.

Para representar lo mismo que en la Figura 20, pero dentro de las mismas UCS, se pueden
colocar abreviaturas como las que siguientes:
A - Ag y PlSM LAc
Vh – e1

48
B – BrET LAc
IIIe – e2

B – BrET LAc, c, h
IVh – e0

A – VRT LAc
II T – e0

Donde la primer letra del “quebrado” o fracción significa la clase de pendiente:

A ( 0 – 1,5%),
B (1,5 – 3%),
C ( 3 – 6%)
y D > 6%,

mientras que Ag: Argisol, Pl: Planosol, Br: Brunosol y V: Vertisol,

y S: Subéutrico, E: Eutrico, M: Melánco, T: Típico, L: Lúvico, LAc: Limo Arcilloso

y II, III, IV son las Clases de Capacidad de Uso del USDA con las respectivas subclases: e, h,
T erosión, hidromorfísmo y textura inapropiada para el laboreo.

Finalmente, se colocan Referencias que sirven tanto para la ubicación como para tener una
idea más cabal del terreno y la escala del trabajo.

Así se suelen complementar los mapas con:

• líneas en color azul que representar corrientes de agua de diferente importancia: ríos,
cañadas, arroyos, cañadas con trazos continuos o entre cortados, si no tienen un
caudal y curso más o menos continuo a través del año,
• líneas en color rojo, para representar carreteras, caminos, trillos, senderos, etc.,
• líneas con trazos atravesados para representar vías férreas,
• zonas con un tramado o simbología especial para denotar la presencia de:
pedregosidad, rocosidad, erosión (tipo y grado), vegetación particular (bosques
naturales, artificiales, viñedos, pantanos, cañaverales, palmares, etc.
Símbolos e íconos adecuados para representar construcciones: casas, galpones, pozos de
agua, canteras, represas, etc. En fin toda la simbología que contribuya a que el lector tenga
una idea lo más aproximada posible de la realidad sin estar en contacto con ella.

Escala gráfica con barras o numérica:

50 km 1: 10.000

Uno de los problemas a resolver es el de la representación del mapa. Es frecuente que se


utilicen las fotografías aéreas como base del mapa de suelos. Sin embargo, es justo

49
reconocer que éstas no guarden una relación estrecha con la realidad. Las FA fueron
obtenidas utilizando un avión como plataforma y una cámara fotográfica como sensor. Se
programó el vuelo para obtener una secuencia de FA de una escala determinada fijando la
altura de vuelo a tales efectos. Pero resulta muy difícil mantener tal altura constante.
Además, el viento y otros factores afectan la trayectoria del avión. Por otra parte, la altura de
la superficie del terreno sobre el nivel del mar, no siempre es la misma. Esto provocará que
la escala de dos FA consecutivas no siempre se la misma; e inclusive cambie dentro de la
misma FA. Por los motivos expuestos, no es correcto utilizar la FA como un mapa base. La
altura de los conos que la apertura del objetivo de la cámara fotográfica generaría, no sería
constante. Por lo que tampoco resultaría uniforme la escala en las FA. Además del problema
representado en la figura adjunta, se presentan otros: el avión puede “cabecear” (subir de
nariz), “rolar” sobre su eje de vuelo (bajar un ala y subir la otra) y hasta derivar (apartarse
hacia un lado de la dirección de vuelo). Todo ello provoca que difícilmente se puedan
obtener, como se pretende, FA normales a la superficie y de escala uniforme. Sin embargo,
cuánto más pequeña sea la superficie a relevar, cuanto más central sea la posición del área
a relevar en la FA, y cuanto más plano sea el relieve, probablemente los errores asociados
sean menores.

Figura 24 – Variaciones en la altura de vuelo y en elevaciones del terreno

Por las dificultades planteadas es conveniente transferir los resultados de la


fotointerpretación y el mapa de suelos a un mapa con escala y geometría controlada por
puntos de coordenadas conocida. En tal sentido es conveniente tomar las coordenadas de
todos los puntos notables del terreno con un GPS.

50
Figura 25 -Constelación de satélites que orbitan la tierra para suministrar coordenadas precisas de
cualquier punto próximo a la superficie y receptores de señales para lograr geo-posicionamiento

En la figura siguiente, se muestra una carta de suelo elaborada sobre fotografías aéreas que
fue transferida a una base geográfica. En esa operación se le dieron coordenadas a puntos
reconocibles en la FA a través de las coordenadas que tienen esos mismos puntos la carta
geográfica 1:50.000. Una vez georreferenciada la FA a la carta, la primera giró adquiriendo
las coordenadas de la carta.

Fig. 26 Georreferenciación de foto aérea a carta geográfica

El mapa de la Figura 27, reúne casi todas las especificaciones mencionadas y otras
complementarias.

51
Figura 27 – Carta detallada de suelos del campo experimental del INIA – Tacuarembó “GLENCOE” -
Elaborado por los Ing. Agrs. Álvarez, C, Mofino, J.H. y May, H.

En el mapa de suelos además de las UCS, deben incluirse fases de pendiente, rocosidad,
pedregosidad, sodicidad, erosión actual, etc.; además de realizar uno o varios
mapas interpretativos.

CARTAS INTERPRETATIVAS

Como lo dice su nombre, este tipo de mapas proveen información interpretada. Para poder
realizarlos es necesario contar con información básica de suelos y tierras. Si logramos reunir
información para clasificar los suelos, tendremos datos tal como: contenido de humus de los
diferentes horizontes, espesor de los mismos, composición textural, etc. Pero para hacer
una interpretación más cabal y utilitaria - seguramente será necesario contar con
información tal como: precipitación cantidad, distribución a lo largo del tiempo, temperatura,
viento, humedad relativa, período libre de heladas, etc. Sumamente útiles resultarán datos
de producción como: cantidad y calidad de forraje por unidad de superficie y tiempo, granos
por ha/año, leche ha/año, lana ha/año, carne ha/año, frutos, fibras, energía, etc.

Todo dato o información relativa al comportamiento de la tierra bajo diferentes condiciones


de manejo: laboreo, aplicación de tecnologías como fertilización, riego, etc. contribuyen al
logro de una evaluación más justa de la tierra así como para tentar predecir su
comportamiento futuro bajo determinadas circunstancias.

Este tipo de mapas son los que resumen el propósito del estudio. En ellos no constan
nombres complejos, producto de clasificaciones académicas, en un lenguaje excesivamente
técnico. En cambio, se coloca una leyenda clara, fácilmente comprensible por diversos tipos

52
de usuarios: productores agrícolas, forestales, frutícolas, pecuarios, etc. así como técnicos
de diferentes disciplinas: geografía, paisajismo, arquitectura, ingeniería civil, hidrólogos,
agrónomos, etc. Las interpretaciones intentan resumir: para que sirve, que utilidad pueden
prestar cada una de las unidades de suelo o las áreas que las representan en los mapas. Un
buen ejemplo de este tipo de mapa es la interpretación de la capacidad para retener agua
en forma disponible que tendrían las UCS 1:1000.000 Mofino, J.H y Califra, A. (2001).

Figura 28 -“Agua potencialmente disponible de los suelos del Uruguay”

La Figura 29 es una carta interpretativa, producto de simular con el modelo ecuación


Universal de Pérdidas de Suelo (USLE), las pérdidas que sufrirían las tierras de la Cuenca
del Cuareim, si se las utilizara bajo un sistema de producción (arrocero-pecuario) que
suponía la práctica de siembra directa. En verde aparecen las que tendrían pérdidas
menores a las tolerables y en rosa las que superan el valor tolerable.

53
Figura 29 - Zonificación agro-ecológica, fundamentalmente en base a simulación USLE como forma
de evaluar sistemas de producción (Fuente: MGAP-DSA/FAO-JICA, 2000).

CARTA Nro. 7 RIESG O DE EROSION, SIS TE MA 2

AR GEN TIN A
N

PERDI DAS DE TI ERRA


B ella
Bel la Uni ón
Unión RíoCuareim < TO L ERABL E
> TO L ERABL E

BRA SIL

B.Rive ra
B.R ivera
Ar tigas
Artigas Rut as Ri os
Ref erencias

iLmi te cuenca Locald


i ades

uay Tomáss G
Tomá Gomen
omenso
sorroo
rug
RíoU
4 0 4 8 Km
R3 0
R30

ARTIGAS
DSA -DGRNR - MGAP PRENADER
Pro yect oF AO GCP/ RLA/1 26/ JPN
Ag ost o, 2 000

RoíA
arpey
R3
R3
R4
R4

R3 0
R30
SALT O

Otro ejemplo puede ser la interpretación de la fertilidad natural de los Grupos CONEAT.
Figura 29 – Interpretación de la Fertilidad Natural de los Grupos – CONEAT a través de un INDICE
DE FERTILIDAD NATURAL construido por Califra, 2005, detalle del Departamento de Colonia.

Resumen

En el informe, constarán todos los datos descriptivos, analíticos y las informaciones


complementarias que los elaboradores juzguen necesarios para la mejor comprensión del
mapa de suelos, así como de las múltiples interpretaciones que de él puedan realizarse.
Para lograr una rápida y eficaz comprensión de los resultados de los trabajos realizados, es

54
conveniente presentar un cuadro resumiendo la información como el que sigue a
continuación:

Cuadro 11 - Resumen de Información de las Unidades de Suelos

Superficie Grado de
Unidad Clase de Clase de
Erosión Sub-clase
de Suelo ha % pendiente Capacidad de uso
actual

BET LAc,v 37 25,2 A e1 II e

BET LAc,v 17 11,6 B e2 III e

VRT 16 10,9 A e1 II t

VRT 10 6,8 B e2 III t,e

BEH Fr, mp 20 13,6 B e1 III e, (s)

BEH Fr, mp 30 20,4 C e1 IV e,s

PEM LAc 9 6,1 A - V h

GLMT LAc 6 4,1 A - V h

Sz L 2 1,4 A - VII s

Total 147 100,0

Clase de Capacidad Superficie


de uso ha %

II 36,1 24,5

III 32,0 21,8

IV 20,4 13,9

V 10,2 6,9

VII 1,4 0,9

Total 147 100,0

Nota - las correspondientes abreviaturas tienen los siguientes significados:

BET : Brunosol Eutrico Típico


VRT : Vertisol Rúptico Típico
BEH : Brunosol Eutrico Háplico
PEM : Planosol Eutrico Melánico
GLMT : Gleysol Luvico Melánico Típico
Sz : Solonetz
Familias Texturales - LAc : Limo Arcilloso, Fr : Franco y L : Limoso;
Fases - v: vértico. mp : moderadamente profundo
Grados de erosión actual: e1: ligera (hasta ¼ del espesor del Horizonte A), e2 : moderada (hasta ¾ del espesor del Horizonte
A y surcos de hasta 15 cm de profundidad, espaciados menos de 1m).
Subclases - e : erosión, t : problemas de laborabilidad (textura muy “pesada”), s : limitaciones al arraigamiento,
h: hidromorfismo,

55
1.4.5.6 Recomendaciones

Finalmente, se concluye el informe realizando algunas recomendaciones de prácticas


agronómicas “amigables con el ambiente” o buenas prácticas. A modo de ejemplo se brinda
un ejemplo siguiendo la interpretación de las Unidades de mapeo de suelo, ya vistas.

“Las Unidades de mapeo clasificadas como II y III están constituidas por suelos y paisaje de
excelente aptitud para realizar cultivos cerealeros de “secano” y forrajeros tanto de ciclo
invernal como estival. En aquellas unidades que resultaron así clasificadas por el grado de
erosión actual, debería: suavizarse la superficie para que resultase lisa y homogénea. A
tales efectos, luego de realizar un laboreo primario, no excesivamente profundo, podría
utilizarse un rastrón o “Land-plain”. Estas tierras sería conveniente fertilizarlas con dosis más
altas e implantar praderas con una alta proporción de gramíneas respecto a leguminosas o
bien una mezcla pura de las primeras. Así mismo, debería dilatarse su pastoreo en forma
directa, procurando su efectiva instalación. En caso de optar por el pastoreo directo,
deberían escogerse las categorías de menor edad y peso.

Las tierras de Capacidad de uso IV, deberían destinarse a pastos cultivados de ciclo estival
o invernal. Sólo ocasionalmente (1 de cada 5 años), podría cultivárselas con el fin de instalar
cultivos anuales. En tal caso sería conveniente realizar siembras consociadas del cultivo y
pasturas. De forma tal que cuando se cosecha el primero, continúan creciendo y
desarrollándose los pastos, que a su vez protegen el suelo de la erosión hídrica. En algunos
casos debería considerarse la conveniencia de realizar prácticas:

- mecánicas de conservación de suelo como: laboreo reducido siguiendo


curvas a nivel y/o terrazas,

- cultivos alternados: fajas de vegetación densa alternándose con fajas de


cultivos en surcos o hileras.

- o siembra directa, si se cuenta con sembradora y asperjador adecuados.

Las tierras clasificadas como de clase V, no sería conveniente drenarlas; es recomendable


mantener su vegetación natural (sumamente valiosa en términos de riqueza florística y
seguramente capaz de albergar ejemplares de la fauna autóctona).

Por otra parte además, su vegetación protege las terrazas aluviales de la principal vía de
drenaje que atraviesa el predio y constituyen áreas del paisaje muy vulnerables.

Afortunadamente las áreas de tierras de menor potencial productivo, pertenecientes a la


Clase VII, son escasas, representando una pequeña proporción de la superficie del predio.
No se ha encontrado una práctica económicamente viable para mejorar estas tierras. La
bibliografía cita: realizar canales para evacuar los excesos de agua que puedan verificarse
en el invierno y regar con abundante agua dulce procurando eliminar gradualmente las sales
de sodio acumuladas. Agregar carbonato de calcio y yeso, con el mismo propósito.
56
Finalmente, plantar especies especialmente adaptadas a las condiciones de excesos de
sodio y pH elevado. Luego de varios años de monitoreo o seguimiento de la evolución
química de estas tierras, intentar instalar cultivos comunes. Nosotros nos inclinamos por no
realizar inversiones en mejoras de dudosa eficacia para la producción directa, sino
asignarles funciones complementarias: servicios tales como “mangueras”, “playa” de
estacionamiento de maquinaria, construcciones, etc. En el caso de efectuar reservas de
agua superficial, o bien en el caso de pretender alumbrar profundas, parece lógico
sospechar que la calidad de las mismas no sería elevada. Por tal motivo, siempre es
recomendable analizarlas previamente a su utilización, particularmente cuando se piensa
usarlas para riego o consumo directo”.

Los consejos a realizar serían de este estilo. No se puede alcanzar tipos de apoyo más
específicos si no se participa activamente de los programas de producción del predio en
cuestión. Cuando coincide en la misma persona: quien realiza el relevamiento de tierras y su
evaluación, con el que orienta y conduce las tareas inherentes a la planificación del uso de
los recursos para producir, la situación es inmejorable. El técnico asesor va a ir percibiendo
cambios en la forma de producir planificada, de acuerdo a bases racionales y científicas que
él mismo sugirió. Luego, sobre la marcha del proceso productivo, podrá ir ajustando cambios
de menor importancia, que contribuyan a efectuar el mejor uso y manejo de los recursos en
forma sostenible.

Se presume que actuando de esta forma, se incidirá en la calidad de vida de quienes


ejercen la producción de bienes y servicios habitando en el predio concreto.

2 Evaluación de Tierras
Conforme se van reuniendo datos de diferentes temas asociados al suelo y particularmente
en la misma obtención de los propios, vamos integrando y procesándolos, a veces sin
darnos cuenta, realizamos su evaluación. Sin embargo, quien realiza el inventario y
distribución de los suelos tiene una especialización que consiste en realizar esa actividad.
Esta es su mayor fortaleza. Pero obviamente no reúne todos y cada uno de los
conocimientos necesarios para evaluar los más variados y diversos usos. Para tentar
alcanzar la más justa y correcta evaluación debería integrar al técnico o el equipo de
técnicos especialistas en cada uno de los rubros o utilizaciones específicas. Si el relevador
de suelos proviene de una escuela agronómica, podrá integrar sus conocimientos y evaluar
mejor su utilización con tales propósitos, que otro que provenga de la escuela de la
ingeniería civil o la geología. En forma análoga, ese técnico, seguramente tendrá mayores
dificultades, o no se verá tan cómodo, evaluando tierras para obras de ingeniería, como
carreteras, represas, disposición de residuos u obras de saneamiento.

A su vez, aún dentro de un mismo rubro o especialización, es necesario integrar


57
conocimientos de distintas disciplinas (clima, drenaje, hidrología, sanidad, economía, etc.).
Además, no todos los ingenieros agrónomos, por ejemplo, reúnen conocimientos de todos
los cultivos por igual. Hay quienes conocen mejor los cultivos frutícolas que los hortícolas,
cerealeros, forestales, pastoriles, ornamentales y florales. Hay diferentes especialidades
aún dentro de los grandes tipos de cultivos. Así por ejemplo existen expertos en cítricos y
otros en frutales de hoja caduca. Otros lo pueden ser en frutos tropicales y así puede ir
abriendo sucesivamente, cada vez más, dentro de cada especialidad.

Quienes realizan la evaluación de las tierras deben reunir conocimientos de otros factores
físicos que intervienen en el proceso productivo, sin perjuicio de factores sociales, culturales
y económicos.

Los suelos forman parte del paisaje y el medio que los rodea. Son un producto en
permanente cambio, aunque a tasas o ritmos muy lentos, para que sean fácilmente
perceptibles. Tales entidades, no pueden ni deben ser interpretados u evaluados fuera de su
contexto. Por tal motivo se recurre a un concepto más amplio y abarcativo que el de suelo.
Este es el de “tierra”, y para la FAO, comprende a todo ambiente físico incluyendo clima,
relieve, suelos, hidrología, vegetación, localización y tamaño, en la medida que ellos influyen
en el potencial uso de la misma, Sganga, J.C. y Terzaghi, A. (1989 – Manual para la
Evaluación de Tierras – DSA-MGAP). Estos autores, citan que, más modernamente la FAO
propone evaluar sitios u “ecotopos”: unidades mínimas del paisaje en las cuales sus
constituyentes esenciales no presentan variaciones significativas. Nótese que el concepto
de serie de suelo se le aproxima en buena medida. Como fuese mencionado en un
comienzo, aquí se pone énfasis en los mapas de gran escala y detalle, por lo que la
definición y lo se trataría de interpretar y evaluar serían ecotopos.

Algunas de las interpretaciones que pueden realizarse a partir del mapa básico de suelos,
considerándolo como una aproximación a un mapa de ecotopos, son las siguientes:

• Capacidad de uso de la tierra.


• Productividad de la tierra (CONEAT).
• Aptitud para el desarrollo del riego.
• Mejoramiento y recuperación de tierras a través de drenaje u otras prácticas.
• Peligros de erosión y métodos para combatirla.
• Localización de carreteras, aeropuertos y otros desarrollos urbanos.

El primer punto merece un tratamiento particular, por lo que se considera necesario discutir,
aunque sea en forma breve, en qué consisten las clasificaciones de capacidad de uso,
aptitud y evaluación de tierras.

Los sistemas de clasificación natural de suelos utilizan sus características y propiedades


para generar los diferentes taxas o categorías que los componen tales como órden, gran
58
grupo, subgrupo, clase familia, etc. En forma similar, existen sistemas que pretenden
ordenar o separar a los suelos y tierras en base a su potencial productivo, o aptitud para
desarrollar y diferentes usos alternativos.

A nivel internacional así como a nivel nacional existen varios sistemas con diferente alcance
y grado de desarrollo asociado (3), (4), (5), (6) así como el Sistema de Capacidad de Uso
de la Tierra Británico (1969), el Esquema de Capacidad Canadiense (1970) y el Sistema
Holandés (1975).

D. de la Rosa 7 clasifica los sistemas de evaluación de la tierra tradicionales en:

▪ Aproximaciones cualitativas,
▪ Sistemas basados en un solo factor ,
▪ Métodos aritméticos,
▪ Sistemas estadísticos
Sin perjuicio de qué sistema o tipo se trate, se entiende que debería satisfacer algunos
requisitos principales:

1) apto para evaluar la tierra para formas de uso definidas tan ajustadamente como lo
requiera la escala del proyecto;
2) las alternativas de uso deberían ser aquellas físicamente posibles y además
económicamente relevantes;
3) considere los impactos sobre el ambiente;
4) ser lo suficientemente flexible como para incorporar los cambios tecnológicos
Así mismo, también sería deseable que un sistema de capacidad de uso pueda ser aplicado
a cualquier escala. Parece desprenderse de la definición de ecotopo que ello no sería
posible en los mapas de pequeña escala. Un buen ejemplo de la dificultad citada es el que
sigue: en la interpretación de la capacidad de uso de las Unidades del Mapa de
Reconocimiento de Suelos del Uruguay, definidas por complejos de asociaciones de suelos
en términos de frecuencia (Dominantes, Asociados y Accesorios), Cayssials, R., Alvarez, C.
(1983), se vieron en la necesidad de generar categorías jerárquicas: Ordenes: en base al
similar porcentaje de superficie con tierras arables (mayor a 75%, alrededor de 50%, entre
50 y 75%, 25% e inferior a este valor ), Clases: en base a la intensidad de uso admisible o
bien la productividad o estacionalidad de las pasturas.

3
Klingebiel y Montgomery, Departamento de Agricultura de EEUU, 1961.
4
Terzaghi,A.; Sganga J.C.; Manual para evaluar la aptitud de las tierras – siguiendo procedimientos sugeridos por
FAO, 1989.
5
DSA-MGAP “Normas Técnicas para el uso y manejo del suelo y el agua”
6
Storie, “Multiplicative criteria for rating soil productivity inductively” (1933)
7 In;Conceptual Framework, Agro-ecological Land Evaluation, MicroLEIS, 2000

59
2.1 Métodos de evaluación de tierras
2.1.1 APROXIMACIONES CUALITATIVAS

La mayoría de los sistemas citados en los párrafos previos, pertenecen al grupo de


Aproximaciones cualitativas. Este tipo de evaluaciones puede ser tan simple como la
narración de algunos principios de aptitud de la tierra, para usos particulares o específicos, o
pueden agrupar subjetivamente a tierras en un pequeño número de clases o grados de
aptitud. En muchas aproximaciones cualitativas se alcanza una cuantificación formal por la
aplicación de la ley que la cualidad de la tierra más limitante, determina el grado de aptitud.
Esto asume el conocimiento de condiciones de la tierra óptimas y en las consecuencias de
desviarse de ese óptimo. Estos sistemas relativamente simples de evaluación de la tierra,
son muy dependientes de la experiencia y juicio intuitivo, son verdaderamente sistemas
empíricos. No se brindan o suministran expresiones cuantitativas de entrada o salida.

Figura 30 – Representación esquemática de la Ley del factor más limitante

En aproximaciones para expresar clases de aptitud cualitativas par un uso dado de la tierra,
de acuerdo al principio del máximo factor limitante, se usan tablas simples de coincidencias
como la siguiente:

Cuadro 5: Características de la tierra para evaluar riesgo de sequía

CARACTERÍSTICAS DE LA TIERRA

Clase de Aptitud Espesor (cm) Textura Salinidad mS.cm-1 Pendiente, %

Muy alta Más de 120 Media 0–2 0-3

Alta 120 - 60 Media a pesada 2-4 3-6

Media 60 - 30 Media a gruesa 4- 8 6 - 12

Baja 30 -15 Gruesa 8 - 10 12 - 18

No apta Menos de 15 Pesada Más de 10 Más de 18

60
Se pueden desarrollar aproximaciones más refinadas haciendo que la clase de aptitud
dependa de valoraciones dependientes de más de una característica. Esto lleva o conduce a
complejas tablas de índices o diagramas.

En nuestro país, la Clasificación de Capacidad de Uso, de utilización más generalizada, es


la del Departamento de Agricultura de EEUU (Klingebiel y Montgomery, 1961). Ésta se
presentará en detalle páginas siguientes. Consta de ocho clases (I – VIII). Este Sistema de
clasificación utilitario o pragmático, ya que interpreta las tierras con un fin utilitario y
establece Clases de Capacidad de Uso, considera el laboreo con herramientas
convencionales (arado, rastras de disco, etc.). En función de ello establece que las cuatro
primeras clases son arables y las siguiente cuatro no arables. También posee 4 Subclases,
que colocadas a manera de subíndice de las Clases, representan la o las limitantes que
motivaron la adjudicación o pertenencia a la Clase en cuestión. Este tipo de evaluación, en
general son muy fácilmente comprensibles y seguramente se ajustan o puede aplicarse a
un sinnúmero de situaciones o circunstancias. Sin embargo es necesario tener presente
algunos detalles que pueden contribuir a explicarnos su alcance y limitaciones.

Como fuese mencionado, fue desarrollada en USA, más concretamente en un estado


considerado fuertemente agrícola-cerealero de ese país. Con el claro propósito de constituir
una guía, una herramienta para conservar las tierras, previniendo su erosión y degradación,
fundamentalmente por la acción del agente hídrico.

Es de carácter general, es decir que propone por ejemplo: Apta para cultivos, sin
especificarlos, sin mencionar las exigencias eco-fisiológicas de sus variedades y biotipos.

Supone una intensidad de utilización creciente desde lo forestal, lo pecuario, lo agrícola –


cerealero, hasta los cultivos “intensivos” frutales y hortícolas.

Además supone que el laboreo de la tierra fue realizado con herramientas convencionales:
arado de "rejas" o vertedera o bien con arado de discos. No ha incorporado el cambio
tecnológico del uso de herbecidas y la consiguiente “Siembra Directa” (SD). Tampoco
cumple o tiene demasiado en cuenta los requisitos principales enumerados como: 1), 2), 3) y
4) más arriba.

2.1.2 SISTEMAS BASADOS EN UN SOLO FACTOR

Constituyen un primer paso en la tendencia de la evaluación cuantitativa de la tierra, los


sistemas basados en un solo factor tratan de expresar la influencia individual de
características de la tierra en la performance de un uso dado. Esto esquemas son mejores o
dan mejores resultados cuando una sola característica tiene un efecto extremo, una
marcada influencia, positiva o negativa en el uso propuesto, tal como por ejemplo”espesor
de suelo” en la productividad de un cultivo. La “profundidad del suelo” está positivamente

61
correlacionada con la producción de cultivos, tan fuertemente cuando el suelo es superficial
y tendiendo a una asíntota cuando el espesor se aproxima a la profundidad de
arraigamiento del cultivo. Una curva de respuesta interpretativa expresa la suficiencia del
factor individual “espesor de suelo” en la producción de un cultivo puede verse en la figura
siguiente:

Figura 31 – Evolución de la Aptitud del suelo en función del espesor aprovechable

Índice aptitud del suelo Si

Espesor de suelo (cm), S

Típica curva de respuesta para sistemas basados en un solo factor. En este ejemplo, la
curva transforma valores de la característica de la tierra: espesor de suelo aprovechable en
índice de aptitud de suelo para un cultivo dado.

En este caso, Si = 1 – e -xS (1a)

Donde, Si es el índice de espesor, en una escala de 0 a 1; x es un coeficiente de cultivo


específico, en cm -1; y S es espesor de suelo en, cm. El valor del coeficiente x ha sido 0.02
cm-1 el cual puede ser específico para un monte de árboles. Todas las relaciones y valores
de todos los coeficientes utilizados han de ser establecidos y validados por experimentos de
campo.

Un refinamiento lógico de esta curva de respuesta puede ser formulada sobre la base de
asumir, que se requiere un mínimo de espesor de suelo, antes que la producción tenga
lugar. Si el valor umbral de 20 cm, es considerado como el mínimo, la ecuación (1a) puede
ser modificada a:

Si =1 – e -x(S-20) (1b)

Válida para S>20 cm y Si =0 para S<20 cm

62
Aún cuando estos sistemas no tienen en cuenta la combinación de efectos dos o más
características o propiedades de la tierra, los valores calculados para unas pocas
propiedades a ser combinadas para generar índices de aptitud.

2.1.3 MÉTODOS ARITMÉTICOS

A mitad de camino entre los métodos cualitativos y cuantitativos pueden distinguirse las
evaluaciones es semi-cuantitativas, los cuales derivan o provienen de efectos inferidos en
forma numérica de las varias características tenidas en cuenta para evaluar el
comportamiento potencial de un sistema de uso de la tierra. Los métodos paramétricos o
matemáticos pueden ser considerados como una fase transicional entre los métodos que
cualitativos que son enteramente basados en el juicio del experto y los modelos estándar.

Los Sistemas aritméticos consideran los factores más significativos y las interacciones entre
tales factores por simple adición o multiplicación de los índices simples

Los sistemas multiplicativos asignan valoraciones separadamente a cada uno de las varias
características o factores, luego toman el producto de todos los valores de factores, como el
índice de clasificación final

El primer y más ampliamente conocido esfuerzo específico por generar un criterio


multiplicativo de valoración de la productividad de suelo, fue desarrollado por Storie (1933).
El índice original “Storie Index Rating” (SIR) fue calculado por la multiplicación o producto
conjunto de varias valoraciones: morfología de perfiles (A), textura de la superficie del suelo
(B), ángulo de la pendiente, (C) y condiciones modificadoras tales como: espesor del suelo,
drenaje o alcalinidad (X).

SIR = A.B.C.X (2)

Storie fue muy claro en que los factores valoración deberían ser tomados como guías más
que en forma absoluta, y que los índices irían cambiando conforme los científicos del suelo
ganaran experiencia en su aplicación.

El modelo USLE: Ecuación Universal de Perdidas de Suelo en inglés y sus modificaciones


Ecuación Universal de Perdidas de Suelo Modificada (MUSLE) y Ecuación Universal de
Perdidas de Suelo Revisada (RUSLE) tienen una forma muy similar a la que desarrolló
Storie ya se basan en el producto de valores de factores.

En los sistemas aditivos, varias características de la tierra son asignadas a valores


numéricos de acuerdo al impacto inferido sobre el uso de la tierra. Estos factores pueden ser
sumados o sustraídos de un máximo índice de 100 para derivar una valoración final. Los

63
sistemas aditivos tienen la ventaja de ser capaces de incorporar información de muchas más
características de la tierra respecto a los sistemas multiplicativos. Los sistemas
multiplicativos funcionan adecuadamente para hasta cuatro o cinco factores; más allá de
ellos, los índices resultan tan bajos que las aproximaciones no pueden distinguir pequeñas
diferencias en respuesta. Los sistemas aditivos permiten la consideración de muchos más
criterios, ambos aisladamente o en forma simple y en combinación con los efectos de otros
factores. De la Rosa (2003)

Lamentablemente no existe un solo factor simple que pueda tener un peso suficiente para
anular la influencia de la valoración final. Las limitaciones de los sistemas aditivos surgen de
su complejidad. Así como crece el número de factores evaluados, lo hace la dificultad de
juzgar adecuadamente los factores de valoración. Otra limitación es el posible cálculo de
valoraciones negativas.

Los métodos combinados, especialmente para la clasificación de productividad de la tierra


utilizan ambos tipos de procedimientos: aditivos y multiplicativos.

La mayoría de los métodos combinados utilizan procesos aditivos para derivar o calcular
valoraciones de factores simples o aislados, luego se multiplican todos los factores en forma
conjunta para calcular los índices de clasificación final. A los distintos factores que
intervienen en el índice se le pueden adjudicar coeficientes diferentes. De esta forma, la
contribución relativa o el peso que se le da a un factor mayor que a otro. La principal
ventaja de estos sistemas es la habilidad de incorporar información de varios factores
seleccionados sin minimizar el impacto de una o dos limitaciones principales, sin generar
valoraciones irreales o aún negativas. La principal limitante puede ser su complejidad la cual
es más alta que aquella de los métodos multiplicativos. La mayoría de los métodos
combinados proviene del concepto multiplicativo original de Storie.

A continuación se verán algunos ejemplos ilustrativos de diferentes formas de juzgar


propiedades de la tierra que varios expertos consideraron importantes en el éxito y
desarrollo de un cultivo.

El primer ejemplo utiliza un juicio valorativo para varias propiedades complejas (Fertilidad,
Natural, Riesgo de Sequía y Riesgo de Heladas), a través de una expresión: Alto, Medio,
Bajo; e Imperfecto o Moderadamente Bien Drenado en el caso de Drenaje natural.

El resultado de la valoración conjunta s puede resumir en cuantas veces se aplicó la el


término Alto, Medio y Bajo o Imperfecto y Moderadamente Bien drenado.

El resultado es difícil de interpretar dado que las tierras A y B tienen el mismo conjunto de
juicios y casualmente las tierras C y D también están empatadas en cuanto a juicios o
64
valoraciones. Si observa con cuidado, algunas valoraciones no tienen el mismo significado.
A veces el término Alto es deseable. Por ejemplo, en el caso de Fertilidad natural. Pero no lo
es en los casos de Riego de Erosión, sequía y heladas.

Cuadro 6: “Síntesis de propiedades complejas de cuatro Unidades de Suelos diferentes evaluadas en


forma cualitativa”

Tipo Riesgo Riesgo Riesgo


Fertilidad Drenaje Resultado de la evaluación
de de de de
natural natural cualitativa
Tierra sequía erosión heladas

A Alta Media Medio Imperfecto Alto 2 Medio, 2Alto, imperfecto

B Media Media Alto Imperfecto Alto 2 Medio, 2Alto, 1imperfecto

Mod. Bien 2Baja, 1 Medio, 1Alto,


C Baja Baja Alto drenado Medio Mod.Bien drenado

Mod. Bien 2Bajo, 1Medio, 1Alto, 1Mod.


D Baja Alta Medio drenado Bajo Bien drenado

Para solucionar el problema se podría construir un índice en que le restase un número dado,
por ejemplo 50, la cantidad que resulte de la combinación de propiedades indeseables que
reúna cada tipo de tierra. O sea que la mejor tierra será aquella que reúna un conjunto de
propiedades tales que hayan sumado pocas “limitaciones”. Entonces se puede sustituir en el
cuadro anterior “el juicio o valoración más deseable” por 1, lo intermedio por 2, y la
valoración más perjudicial como 3.

Cuadro 7: “Síntesis de propiedades complejas de tres Unidades de Suelos diferentes evaluadas en


forma cuantitativa- aditiva”

Riesgo Riesgo Riesgo Resultado de la


Fertilidad Drenaje
Tierra de de de evaluación
natural natural
sequía erosión heladas cuantitativa aditiva

A 1 2 2 2 3 10

B 2 2 3 2 3 12

C 3 1 3 1 2 12

D 3 3 2 1 1 10

Aplicando este índice se tendría que las mejores tierras serían: A y D, dado que si le
restamos 10 a 50, el valor que nos queda es 40; que es mayor que si a 50 le restamos
12=38.

65
En el mismo ejemplo, si la evaluación es multiplicativa arrojaría el siguiente resultado:

Cuadro 8: “Síntesis de propiedades complejas de tres Unidades de Suelos diferentes evaluadas en


forma cualitativa”

Resultado de la
Tipo Riesgo Riesgo Riesgo
Fertilidad Drenaje evaluación
de de de de
natural natural cuantitativa
Tierra sequía erosión heladas
multiplicativa

A 1 2 2 2 3 48

B 2 2 3 2 3 72

C 3 1 3 1 2 18

D 3 3 2 1 1 18

En este caso las tierras más convenientes serían el tipo C y D. La peor resultaría la B y la A
sería intermedia.

Tomando en consideración los resultados previos, no estaríamos en las mejores


condiciones para elegir un tipo de tierra. Procurando salvar tales inconvenientes, se ha
ensayado aplicar coeficientes diferentes, contribución relativa distinta, a las propiedades que
inciden en el índice.

Cuadro 9: “Síntesis de propiedades complejas de cuatro Unidades de Suelos diferentes evaluadas en


forma cualitativa afectadas por coeficientes distintos”

Coeficientes de F. Natural, R. de Sequía, R. de Erosión, Drenaje


Tipo natural y R. de Heladas Resultado
de del índice
Riesgo Riesgo Riesgo
Tierra Fertilidad Drenaje multiplicativo
FN RS de RE de DN RH de
natural natural
sequía erosión heladas

A 0,2 1 0,7 2 1 2 0,8 2 0,7 3 1,9

B 0,2 2 0,7 2 1 1 0,8 2 0,7 3 3,8

C 0,2 3 0,7 1 1 1 0,8 1 0,7 2 0,5

D 0,2 3 0,7 3 1 2 0,8 1 0,7 1 1,4

FN: Fertilidad Natural; RS: Riesgo de sequía, RE: Riesgo de Erosión, DN: Drenaje Natural y RH: Riesgo de
Heladas.

Luego de aplicar este artificio, resulta más fácil decidir qué tierra utilizar para este fin.

2.1.4 SISTEMAS PARAMÉTRICOS

En la evaluación de tierras, los sistemas paramétricos o estadísticos son una poderosa


66
herramienta para predecir la aptitud basándose en algunas propiedades seleccionadas. La
correlación múltiple y los análisis de regresión han sido utilizados para investigar la
contribución relativa de algunas características de la tierra seleccionadas. Donde haya
disponibilidad de datos de aptitud básica y respuesta los métodos estadísticos pueden
proveer la base para la construcción de índices objetivos de atributos de la tierra.

La aptitud de la tierra o respuesta variable Y = fφ (X1, X2, D, Xn) + ε


Donde Xn corresponde las características de la tierra seleccionadas o variables
independientes (por ejemplo: espesor del suelo, contenido de arcilla, porcentaje de materia
orgánica, capacidad de intercambio catiónico, pH, saturación en sodio, etc.), y ε mide el
error residual. Como la forma matemática de φ es conocida, la función puede ser
aproximadamente satisfactoria, dentro el escenario experimental por una ecuación
polinomial. La calibración de este modelo polinómico puede ser tratado estadísticamente
como un caso particular de regresión múltiple. El coeficiente de regresión (R2) facilitado por
el análisis representa un índice de validación inductivo del modelo correspondiendo a lo
representado por el porcentaje de variación encontrada.

En el desarrollo de estos modelos, el análisis de correlación constituye un punto de partida


en la selección de las X-variables, de acuerdo al principio de efectos aditivos sobre la
variable Y; así como las posibles interacciones entre variables independientes.

Esta metodología ha sido especialmente utilizada para predecir la productividad de la


mayoría de los cultivos. Estadísticos competentes, agrónomos y científicos en suelos, deben
trabajar en forma conjunta para desarrollar regresiones polinomiales y obtener provecho de
estas herramientas estadísticas. En las interpretaciones de relevamiento de suelo para
ingeniería civil, los usos de relaciones estadísticas suelen ser utilizadas para estimar ciertas
propiedades geotécnicas de los suelos (por ejemplo, plasticidad, estado de compactación y
contenido de agua) a partir de características pedológicas, por ejemplo: contenido de arcilla,
materia orgánica, densidad aparente. En este último caso, es mejor hablar de funciones de
pedo-transferencia más que de sistemas de evaluación de la tierra.

Existen otras metodologías emergentes para aproximarse a evaluar la tierra o para facilitar
esta tarea. Entre ellas se cuentan: Sistemas expertos, Metodologías “Fuzzy Set”. Para
estos últimos así como para Modelos de redes neurales, Modelos de Simulación
Dinámicos y Sistemas Híbridos, se recomienda la lectura de trabajos de De La Rosa
(2003).

Así mismo, se han desarrollado otras herramientas como: Sistemas Información y


Evaluación de tierras que evolucionan a un Sistemas de ayuda a la toma de decisión,
agroecológica (Land Evaluation Information System – agro-ecologycal Decision Support
System).

67
Entre los componentes de estos sistemas se encuentran:

• Base de datos de atributos de la tierra,

• Programas de Computadora,

• Herramientas de Optimización y

• Análisis Espacial (SIG-Telepercepción).

Figura - 32 - Esquema gráfico de Evaluación de tierras y Sistema de Ayuda a la toma de decisión


(ligeramente modificado de De la Rosa, et. al (2003).

En varios países, a nivel de agencias nacionales, universidades y empresas se están


utilizando sistemas de información geográfica (SIG), que permiten desarrollar operaciones
con diferentes coberturas o niveles de información contenidos en distintos mapas (clima,
suelos, topografía, uso de la tierra, etc), imágenes satélite, etc. Un ejemplo de este tipo de
aproximación fue realizado por el MGAP (Califra, A. et al. 1999) elaborando una carta de
aptitud para arroz e identificando chacras con ese cultivo en imágenes satélite.

De las bases de datos y de las cartas de suelo u otras (clima, relieve, uso de la tierra, etc.),
se extraen y/o generan nuevas capas (sólo las que contienen atributos de interés para
resolver a través de una operación o aplicación de un modelo). Luego se aplican modelos y
operaciones pertinentes para obtener resultados deseados. Un ejemplo de este tipo de
estudio es el que dio lugar a la figura 28, Molfino et al. (2001). Allí se utilizaron datos de
suelo administrados en una base de datos, datos de clima, SIG y modelos de simulación de
erosión.

68
Figura 33 - Esquema de evaluación de tierras asistido por GIS (programa ArcView)

Más adelante se presenta un ejemplo de un Sistema de Decisión (árbol de decisiones) que


utiliza el programa de computadora “ALES” (Automated Land Evaluation System), Rossiter,
D.G., (1988) que facilita la evaluación de tierras siguiendo la metodología y pautas del Taller
de Evaluación de Tierras de la FAO. La FAO no plantea un Sistema de Evaluación de
Tierras internacional sino que entiende que cada país o región debe proponerse generarlo; a
tales efectos sugiere el seguimiento de pautas. Además, aconseja el trabajo
multidisciplinario-integrado de diferentes especialistas (edafólogos, agro-climatólogos,
ecólogos, agrónomos de diversos rubros y cultivos, hidrólogos, biólogos, estadísticos, etc.),
en la evaluación de tierras. La FAO también propone la evaluación específica de un Tipo de
Utilización de la Tierra (TUT), fijando los Requerimientos óptimos de esa Utilización de la
Tierra (RUT), si es posible en forma numérica, no cualitativa) y finalmente contrastarlos con
los atributos o cualidades que posee cada unidad de mapeo de suelos o tierras (profundidad
de arraigamiento, pérdidas máximas admisibles estimadas bajo ese uso específico,
disponibilidad de oxígeno, disponibilidad de agua, etc.). En esta propuesta, se proponen
usos de la tierra específicos, tantos como se considere necesario, siendo ellos los que
imponen los requerimientos y se analiza en que grado o medida, cada una de las tierras
(unidades de suelo-paisaje), los satisfacen.

La mejor forma de presentar los resultados de una interpretación es por medio de mapas.
Los límites de las clases de interpretación, coincidirán con los límites de los mapas básicos
de suelos a partir de los cuales las interpretaciones fueron derivadas. Así los límites sobre
un mapa interpretativo podrían ser similares en número y posición a los de un mapa

69
detallado de suelos, aunque comúnmente las clasificaciones interpretativas son más
generales que las primeras y por lo tanto resultan menos categorías.

2.2 Algunos sistemas de evaluación de tierras

Uno de los sistemas más conocidos y aplicados en el ámbito internacional es el


desarrollado por el Departamento de agricultura de Estados Unidos (USDA). Por su
simplicidad se expone a continuación.

2.2.1 CLASIFICACION POR CAPACIDAD DE USO DE LAS TIERRAS - USDA

Conforme a su naturaleza interpretativa, la clasificación por capacidad (Land Capability)


comienza y se basa en las unidades de mapeo (mapa básico de suelos), las cuales
constituyen la piedra angular del sistema. En esta clasificación, como fuera mencionado,
existe una primera gran subdivisión de las tierras en: a) suelos arables y b) no arables.

Las primeras, se agrupan de acuerdo con sus potencialidades y limitaciones, para una
producción continua de cultivos comunes, que no requieren condiciones o tratamientos
particulares. Los segundas, tierras no arables, no son adecuados para una producción
continua de cultivos, de largo tiempo y se agrupan de acuerdo con sus potencialidades y
limitaciones, para la producción de vegetación permanente y diferencian de acuerdo con los
riesgos de destrucción o daños si son mal manejados.

Se deberá partir de varias suposiciones para asignar los suelos a los varios grupos de
capacidad de uso. Será necesario comprender estas suposiciones, si se pretende hacer un
agrupamiento consistente en la clasificación por capacidad y si el agrupamiento será usado
con propiedad. Estas suposiciones son las siguientes:

1º- Una clasificación taxonómica o natural, se base directamente en las características de


los suelos. La clasificación por capacidad (unidad de subclase y clase), es una
clasificación interpretativa basada en los efectos de combinaciones de clima y
características permanentes de los suelos sobre los riesgos de dañar el suelo,
limitaciones en uso y capacidad de producción, y requerimientos de manejo del suelo.

La pendiente, la textura, la profundidad del suelo, los efectos de la erosión del pasado,
la permeabilidad, la capacidad de mantener la humedad, el tipo de arcilla y otras
diversas características similares, son consideradas cualidades permanentes del suelo.
Los árboles, los troncos, los arbustos, no son consideradas características
permanentes.

2º- Los suelos dentro de una clase por capacidad son similares solamente con respecto al
grado de limitaciones en el uso para propósitos agrícolas o peligros de ser dañados

70
cuando son usados. Cada clase de capacidad incluye muchas clases de suelos.
Muchos de los suelos, dentro de cualquiera de las clases, requieren distintas prácticas
de manejo y tratamiento. Generalizaciones, que son válidas con respecto a los cultivos
adecuados y otras necesidades de manejo, no pueden ser hechos a nivel de clase.

3º- Una relación favorable entre lo que se gasta y lo que produce, es uno de los criterios
comunes usados para poner cualquier suelo en una clase para cultivos, aunque no se
debe ir más allá de una relación entre la producción, los gastos y las clases.

La clasificación por capacidad no es una tabla de productividad para cultivos


específicos. Los rendimientos estimados se desarrollan para clases específicas de
suelos y son incluidos en los libros y en los informes de los estudios de suelos.

4º- Se presupone un nivel moderadamente alto de manejo, es decir, un nivel de manejo que
sea práctico y esté al alcance de la habilidad de la mayoría de los agricultores de la
comunidad.

El agrupamiento por capacidad no es, sin embargo, un agrupamiento de suelos de


acuerdo al uso más provechoso que se podrá hacer del terreno; así, por ejemplo,
muchos suelos que han sido clasificados en clase 3 y 4, definidas como adecuadas para
diversos usos, incluso de cultivos, pueden ser más provechosamente usados para
pastos o árboles que para cultivos.

5º- Las clases de capacidad de 1 a 4, se distinguen una de la otra por la suma de un grado
de limitaciones o riesgos a que el suelo sea dañado, que afecta sus requerimientos de
manejo por un período relativamente largo de tiempo, para una agricultura permanente.
Sin embargo, diferencias en las clases de manejo o en los rendimientos de vegetación
perenne, pueden ser mayores entre algunos pares de suelos dentro de una clase que
entre otros pares de suelos de diferentes clases. La clase de capacidad no queda
determinada por la clase de prácticas recomendadas.

Por ejemplo, para las clases 2, 3 ó 4, puede o no puede requerirse la misma clase de
prácticas cuando se usan cultivos agronómicos, y la clase 1 a la 6 pueden o no requerir
la misma clase de pastos, de árboles para cultivos, etc.

6º- La presencia de agua sobre la superficie o exceso de agua en el perfil del suelo, la falta
de agua para la producción adecuada de cultivo; la presencia de piedras; la presencia
de sales solubles o sodio intercambiable, el peligro de inundaciones, no son
consideradas limitaciones permanentes para el uso desde que la remoción de estas
limitaciones puede ser factible.

7º- Los suelos que son considerados como factibles de mejorar por drenaje, por irrigación,
eliminación o remoción de las piedras de la superficie, eliminación de las sales solubles

71
o del exceso de sodio de cambio, o por la protección que se haga contra las
inundaciones, se clasifican de acuerdo a sus limitaciones continuas para el uso, o a los
riegos de daño al suelo o ambas, después que el mejoramiento se ha realizado.

Diferencias en el costo inicial del sistema de encalado sobre parcelas individuales, no


influyen en la clasificación. El hecho de que ciertos suelos húmedos sean incluidos en la
clase 2,3 y 4, no implica que ellos deberían ser drenados, pero sí implica el grado de su
limitación continua en el uso o riesgo de ser dañado, o ambos.

8º- Los suelos que han sido drenados o regados, se agrupan de acuerdo a las limitaciones
permanentes que tienen y a los riesgos de ser dañados que afectan su uso bajo los
sistemas presentes o factibles de mejoramiento de ellos.

La clasificación de los suelos por capacidad en un área, puede ser cambiada cuando se
instalen proyectos de recuperación regional que cambien completamente las
limitaciones del uso y reduzcan los riesgos de daño al suelo o a los cultivos por un largo
período de tiempo. Como ejemplos se incluyen, el establecimiento de facilidades de
drenaje, construcción de protecciones contra la inundación, provisión de agua por
irrigación, eliminación de piedras de la superficie, o niveles de los terrenos en gran
escala, particularmente en tierras zanjadas. No se incluyen dentro de esta categoría
aquellas estructuras como pequeños diques o terrazas, destinadas a la conservación de
suelos en un corto período de tiempo.

9º- El agrupamiento por capacidad está sujeto a cambios, a medida que se vayan
obteniendo nuevas informaciones sobre el comportamiento y respuesta de los suelos a
las prácticas de manejo.

10º- No se incluyen dentro de los términos usados para el agrupamiento, las distancias a los
mercados, la clase de caminos, el tamaño y forma de las áreas de suelos, la ubicación
de los campos, la habilidad o recursos de los operadores y otras características de los
patrones de tenencias.

11º- Suelos con limitaciones físicas tales, que los cultivos comunes deban ser cosechados a
mano, no se incluyen dentro de las clases 1,2,3 y 4. Algunos de estos sucios necesitan
drenaje o deben ser removidas las piedras de la superficie de la superficie, o ambas a la
vez, antes de que alguna clase de maquinaria pueda ser usada. Esto no implica que el
equipo mecánico no pueda ser usado en algunos suelos en capacidades 5,6 y 7.

12º- Los suelos que son adecuados para cultivos lo son también para otros usos, tales como
pastos, bosques, vida salvaje, etc. Algunos suelos no adecuados para cultivos son
adecuados para pastos, bosques o vida silvestre, recreo o producción de agua. El
agrupamiento de los suelos para pastos, pastoreo extensivo, vida silvestre o bosques,
pueden ser incluidos en más de una clase por capacidad de uso; así, para interpretar

72
los suelos para estos usos se necesitará un agrupamiento diferente del que se utiliza en
la clasificación por capacidad.

13º- Para ubicar los suelos en las unidades, clases y subclases por capacidad, es necesario
tener informaciones que provienen de las investigaciones, observaciones y
experiencias. En aquellas áreas donde no se disponga de datos acerca de la respuesta
de los suelos a prácticas de manejo, los suelos pueden ser agrupados de acuerdo a la
interpretación que se haga de las características y cualidades, y de acuerdo a los
principios generales sobre el uso y manejo de los suelos y lugares ubicados en otras
partes.

La clasificación por capacidad provee tres categorías de grupos de suelos:

1) Unidad de capacidad,
2) Subclase, y
3) Clase.
La primera categoría, unidad, constituye un agrupamiento de suelos que tienen
aproximadamente las mismas respuestas a sistemas de manejo de plantas cultivadas y
pastos comunes, y requieren sistemas alternativos similares de manejo para esos cultivos.
Los rendimientos estimados bajo similares sistemas de manejo no deberían variar más del
25% entre las clases de suelos incluidas dentro de la unidad.

La subclase es un agrupamiento de unidades de capacidad que tienen factores similares de


limitantes y riesgos. Se reconocen cuatro tipos generales de limitantes:

• Erosión
• Humedad
• Limitantes en la zona radicular, y
• Clima.
La tercera y más alta categoría en la clasificación de capacidad pone todos los suelos en
ocho clases de capacidad. Los riesgos de daños al suelo o limitaciones en su uso, se hacen
progresivamente mayores de la clase 1 a la clase 8. Los suelos en las primeras cuatro
clases, bajo buenas condiciones de manejo son capaces de producir árboles, cultivos
comunes y pastos. Los suelos de las clases 5, 6 y 7 son adecuados para el uso de plantas
nativas adaptadas. Algunos suelos en las clases 5 y 6 son también capaces de producir
cultivos especializados, tales como frutales y ornamentales, y aún cultivos agronómicos y de
hortalizas bajo prácticas intensivas de manejo, que comprenden prácticas elaboradas para
conservación del suelo y del agua. Los suelos en la clase 8 no justifican manejo de cultivos,
pastos o árboles sin prácticas mayores de recuperación.

El agrupamiento de suelos en unidades o clases y subclases, se hace primariamente sobre


la base de su capacidad para producir plantas cultivadas comunes y pastos, sin deteriorar el

73
suelo por un período largo de tiempo.

Se deberá partir de ciertas suposiciones para asignar los suelos a los varios grupos de
capacidad de uso.

Previo a la adjudicación de Clase de Capacidad a una tierra dada, se recomienda discutir las
propiedades complejas, ver Kaplán, A. et al (1990) “Guía para la descripción e
interpretación del perfil de suelo". Esta forma de abordar la evaluación, constituye una ayuda
que contribuye a ordenar el análisis. Como se trata de una evaluación basada en criterios
cualitativos, también resulta útil realizar comparaciones entre suelos de diferentes unidades
de mapeo.

Vale la pena recordar que las propiedades complejas a inferir: Riesgo de sequía, Riesgo
de erosión, Fertilidad Natural y Drenaje, consideran a su vez varias propiedades simples
observables en el perfil de suelo y/o datos analíticos que de las muestras de ellos se
obtuvieron en el laboratorio.

Es recomendable generar un cuadro como el siguiente:

Cuadro 10 - Síntesis de propiedades de Unidades de Suelo para facilitar su evaluación

Unidad Grado de Propiedades Complejas


Clase de
Suelo Erosión
de Riesgo de Riesgo de Fertilidad Drenaje
pendiente
Suelo actual sequía erosión Natural Natural

1 BETLAc,v A e1
2 BET LAc,v B e2
3 VRT A e1
4 VRT B e2
5 BEH Fr, mp B e1
6 BEH Fr, mp C e1
7 PEM LAc A -
8 GLMT LAc A -
9 Sz L A -
Los "casilleros" de las propiedades inferidas se completan con los términos: Alto, Medio y
Bajo o sus combinaciones, para indicar situaciones intermedias. Para la clase de drenaje se
utilizan los términos: Excesivamente drenado, Bien drenado, Moderadamente bien drenado,
Imperfecto, etc. tal como surge de la publicación aludida más arriba.

Si bien los términos utilizados son cualitativos, pueden y a esta altura deberían completarse
con criterios estimados a partir de datos cuantitativos. La estimación de la Fertilidad Natural,
debería basarse en la suma de bases del primer horizonte, el pH y la existencia de Al
intercambiable, por ejemplo. El riesgo de erosión, debería estimarse por el programa de
simulación Erosión 5, García, F. (2005) (basado en la RUSLE). Más adelante ver el
74
Esquema de clasificación de aptitud de uso de FAO, y el Manual para la Evaluación de
Tierras – DSA-MGAP Sganga y Terzaghi (1989). En el riesgo de sequía, tendría que tenerse
en cuenta las ecuaciones para estimar el agua en equilibrio con la succiones de CC o CMP
además de la posición en el paisaje, grado de pendiente, etc. y así sucesivamente, se
podrán ir integrando otras aproximaciones numéricas.

A continuación se presentan las Clases de Capacidad, tales como las definieran sus
autores.

2.2.1.1 Clases de capacidad

Clase I

Terrenos adecuados para cultivos agrícolas, pastos y bosques

Suelos con muy pocas limitantes para su uso, son casi planos, con muy pequeños
problemas de erosión, profundos, bien drenados, fáciles de trabajar, con buena capacidad
de retención de agua y responden a la fertilización. El clima local es favorable para el
crecimiento de muchos cultivos a menos que las limitantes de lluvia hayan sido eliminadas
mediante obras de riego.

Figura 32 : Tierras con muy suave pendiente de la Unidad Kiyú en Colonia – Foto Califra, A.

Clase II

Suelos con algunas limitantes que reducen la elección de plantas o requieren prácticas
ligeras de conservación de suelos.

Las limitantes de estos suelos incluyen los efectos individuales o combinados de:

1. Pendiente suave.
2. Susceptibilidad moderada a la erosión por el agua o el viento, o efectos adversos
moderados causados por erosión anterior.
3. Profundidad menor a la de un suelo ideal
4. Estructuras y facilidad para el laboreo desfavorables.
5. Estructuras y facilidad para el laboreo desfavorables.
6. Contenido moderado de sales y sodio, fácilmente corregible pero con posibilidades de
que vuelva a aparecer.
75
7. Daños a la vegetación ocasionados por inundaciones.
8. Exceso de humedad corregible mediante drenaje, pero con moderadas limitantes
permanentes, y Limitantes ligeras del clima en el uso y manejo de los suelos.

Figura 33 – Tierras de lomadas, suelos profundos y fértiles, un tanto pesados de la Unidad Bequeló

Clase III

Suelos con severas limitaciones que reducen la selección de plantas o requieren prácticas
especializadas de conservación o ambas.

Figura 34 – Tierras con escarpas y rocosidad asociada, con pendientes excesivas En lo alto del
paisaje tierras suavemente onduladas, suelos profundos y fértiles. En la concavidades suelos mal
drenados, con pendiente excesivas – Foto de la Unidad Chapicuy, Califra, 2003

Las limitaciones incluyen los efectos individuales o combinados de:


1. Pendientes moderadamente elevadas.
2. Alta susceptibilidad a la erosión por agua o viento o efectos adversos severos causados
por erosión anterior.
3. Frecuentes inundaciones acompañadas a daños a las plantas.
4. Muy baja fertilidad del subsuelo.

76
5. Exceso de humedad o condiciones de saturación del suelo que continúan después de la
construcción de drenes.
6. Poca profundidad del suelo debido a la presencia de roca subyacente o un horizonte
endurecido que limita la profundidad del enraizamiento y la capacidad de retención de
agua.
7. Baja capacidad de retención de humedad.
8. Bajo contenido de nutrientes, por lo común alcalino-térreos, dificilmente corregibles.
9. Salinidad y sodio en cantidades moderadas, y
10. Condiciones climáticas moderadamente limitantes.

Clase IV

Suelos con limitantes muy severas que restringen la elección de cultivos o requieren de un
manejo muy cuidadoso o ambos.

Las limitantes de estos suelos bajo cultivo, incluyen los efectos individuales o combinados
de:

1. Pendientes muy pronunciadas.


2. Severa susceptibilidad a la erosión por el agua o el viento
3. Efectos adversos severos, causados por erosión anterior
4. Suelos de poco espesor.
5. Baja capacidad de retención de humedad.
6. Inundaciones frecuentes que afectan severamente los cultivos.
7. Peligro continuo de exceso de humedad
8. Afectación severa de sales de sodio, y
9. Efectos moderadamente adversos del clima
10. Figura 35 – Tierras de Clase IVh o Vh , por excesivo hidromorfismo. Solo pueden ser cultivadas
para pastos o cultivos muy especiales: arroz; siempre que se las provea de agua suficiente.
Cuando pertenecen a la segunda Clase, frecuentemente es necesario drenarlas y/o protegerlas
de inundaciones. Foto: Califra. A . 2000

77
Clase V

Terrenos para pastos y bosques, generalmente no aptos para cultivos

Tierras prácticamente sin problemas de erosión, pero tienen limitaciones de susceptibilidad


a inundación frecuente o tienen piedras o tienen limitaciones climáticas, ejemplos de estos
suelos son:

1. Suelos de terrenos bajos sujetos a frecuentes inundaciones que limitan el desarrollo de


los cultivos.
2. Suelos casi planos con una estación de crecimiento que limita el desarrollo normal de los
cultivos.
3. Suelos casi planos con piedras o rocas sobre la superficie.
4. Áreas de relieve cóncavo donde la construcción de drenes no es factible para el
establecimiento de cultivos, pero en donde la producción de pastos o árboles puede ser
mejorada mediante prácticas de manejo sencillas.
Clase VI

Suelos con limitaciones severas que los hacen no aptos para su aprovechamiento bajo
cultivos, pero que pueden ser utilizados en la producción de pastos, árboles o vida silvestre
o cobertura.

Estos suelos tienen limitaciones permanentes que son muy difíciles de corregir; tales como
pendientes muy pronunciadas, susceptibles a erosión severa, muestra efectos muy severos
de erosión anterior, pedregosidad, superficialidad de la zona radical, excesiva humedad o
riesgo de inundación, exceso de salinidad o sodio o factores climáticos severos o
combinaciones de ellas. Algunos de estos suelos son aptos para cultivos especiales que
muestran requerimientos distintos para la mayoría de los cultivos.

Clase VII

Suelos con limitaciones muy severas que los hacen no aptos para cultivos y restringen su
uso a la producción de pastos o árboles o vida silvestre. Estos suelos pueden ser
aprovechados para pastoreo o la producción de maderas o combinaciones de ella, si se
aplican prácticas de manejo.

Las limitaciones permanentes para su uso incluyen los efectos individuales o combinados
de:

Pendiente muy pronunciada

1. Erosión
2. Suelos superficiales
3. Pedregosidad
4. Suelos excesivamente drenados
5. Salinidad y sodio
6. Clima desfavorable
78
7. Otras limitaciones que hacen de estos suelos no aptos para cultivos comunes.
Clase VIII

Suelos con limitaciones tales que únicamente pueden ser utilizados para recreación o vida
silvestre o abastecimiento de agua o propósitos estéticos.

Figura 36 – Varias Clases de Capacidad de Uso – Variaciones debidas fundamentalmente a:


pendientes, profundidad de los suelos y clima. Paisaje cordobés con planicies, colinas y sierras con
picos nevados.

VIIIcs VIIse
VIe
IIIe
I

Las limitaciones permanentes para su uso incluyen los efectos individuales o combinados
de:

1. Erosión o peligro de ser erosionados

2. Clima severo

3. Suelo excesivamente húmedo

4. Pedregosidad

5. Baja capacidad de retención de humedad, y

6. Exceso de salinidad y sodio

2.2.1.2 Subclases de capacidad

Las SUBCLASES son categorías que explican el tipo de limitación. Las subclases son
cuatro:

1. Subclase e, de riesgo de erosión. Suelos en donde la susceptibilidad a la erosión es el


problema más limitante para su uso, así como la erosión que ya ha ocurrido.

79
2. Subclase h, de exceso de agua. Suelos pobremente drenados, de napa freática elevada
o que son inundables.

3. Subclase s, de limitaciones en la zona radicular. Suelos con limitantes en el área de


desarrollo radicular que tienen gran cantidad de piedras o baja capacidad de retención de
agua o baja fertilidad o que presentan problemas de salinidad o de sodio

4. Subclase c, de limitaciones climáticas, como lluvia, temperatura o vientos.

Figura 37 – Tierras “bajas” (bañados y esteros) Clase VIII. La flora especialmente adaptada a
condiciones de hidromorfismo permanente o muy frecuente, constituye el hábitat natural de gran
parte de nuestra fauna. Profesores: Kaplán. A. y Lazbal, E. (izquierda y derecha,
respectivamente), Rocha.

En nuestro país, de modo informal entre quienes cartografían suelos y evalúan tierras, a
menudo se ha utilizado una quinta Subclase: "t" para señalar las tierras que por su elevado
contenido de arcilla, además coincidentemente expansivas, le confieren a la tierra una
desventaja para el laboreo. Recuérdese que esta clasificación de capacidad de uso supone
un laboreo convencional. Cuando fue desarrollada (1961), ni siquiera existía el laboreo
vertical y mucho menos los herbicidas o la siembra directa.

De todas formas, el recurso de calificar a las tierras que tuviesen una textura "pesada" en
superficie, resultó útil para evaluar o distinguir estas tierras por propiedades adversas para:

- algunos cultivos, particularmente los que desarrollan partes cosechables en


profundidad y que requieren mejores condiciones de aireación, deforman y
afectan su calidad,

- son más susceptibles a los excesos de humedad,

80
- en general dificultan la preparación de tierras y la cosecha, favorecen el
desarrollo de enfermedades criptogámicas, etc.

- se dificulta la emergencia,

- se favorece el "huellado" bajo pisoteo en condiciones de humedad excesiva,

- propicia el desarrollo de enfermedades podales en los animales.

Cuando un suelo tiene dos o más limitantes igualmente importantes, se asigna a la subclase
en el orden que fueron expuestas. Así, suelos con riesgo de erosión y limitantes por exceso
de humedad. se designan por riesgo de erosión y los suelos con limitantes en la zona
radicular y limitantes en clima, se asignan a la subclase limitantes en la zona radicular.

2.2.1.3 Unidades de capacidad

Las UNIDADES DE CAPACIDAD son agrupaciones de unidades cartográficas muy


semejantes, de manera que:

1. Los suelos de una misma unidad son lo suficientemente uniformes para producir cultivos
y pastos similares con prácticas de manejo parecidas.

2. Requieren prácticas de conservación similares y manejo bajo la misma condición y tipo


de cubierta vegetal, y

3. Tienen productividad potencial semejante

Denominación y asignación de un suelo a la clasificación por su capacidad de uso.

Un suelo queda entonces clasificado por su capacidad de uso, por ejemplo, como sigue: lle1.
Lo que significa que es un suelo de la segunda clase, con limitantes ligeras de
susceptibilidad a la erosión que pueden ser fácilmente corregibles y que pertenece al
manejo 1, el cual se describe en la Memoria del trabajo.

La clasificación de una unidad cartográfica en capacidad de uso involucra en primera


instancia, establecer cuáles son los factores más limitantes para su utilización en cultivos,
asignándolo a una subclase. Las características y magnitud de las limitaciones lo asigna a
una de las clases. Las unidades de capacidad se definen en base a los factores limitantes
secundarios presentes para cada una de las subclases del área de estudio. Las unidades de
capacidad tienen valor únicamente en forma local.

La clasificación de capacidad de uso es una interpretación que se hace de los


levantamientos de suelos, interpretando cualitativamente la información, y los intentos
existentes de dar rangos cuantitativos a los factores limitantes han resultado insatisfactorios.
Esto ha sido debido, principalmente, a que cualquier limitación de uso de un suelo es una
combinación de muchas propiedades, así la susceptibilidad a la erosión depende tanto de la
81
pendiente corno de la textura, su velocidad de infiltración, la forma de la pendiente, el clima,
etc.

Sería deseable que un sistema de clasificación pragmático o utilitario sirviese para clasificar
todos los mapas de suelo independientemente de su escala. Obviamente es muy difícil que
esto sea posible ya que las recomendaciones de utilización guardan relación con el
conocimiento del área que representa cada UCS. En este trabajo se pone énfasis en brindar
ejemplos y sistemas que sirvan a la escala que suelen enfrentarse agrónomos en el ejercicio
de su profesión, para planificar la utilización de la tierra en empresas agropecuarias o
forestales y no a nivel de un departamento, región o país. En este sentido, la Dirección de
Suelos, elaboró una clasificación de capacidad de uso de la tierra para interpretar UCS muy
extensas y complejas, de escala 1:1.000.000.

Esa clasificación puede consultarse en el Boletín Técnico N° 9 Cayssials, R. y C. Alvarez


(1983) y en “Los suelos del Uruguay” Durán, 1985 y 1991.

A continuación se presenta un Sistema de Clasificación Pragmático, desarrollado por la


División de Suelos y Aguas – RENARE, MGAP. Esta clasificación, hasta el presente ha
tenido poca difusión, pero se prevé que partir de su comunicación en la INTERNET va a ser
más conocido y crecientemente utilizado por muchos colegas y público en general. Es un
ejemplo de un Sistema Experto, es decir está basado en el conocimiento de las tierras y
haber observado el comportamiento de varios usos a través de años por técnicos, pero que
carecen de datos cuantitativos de rendimientos. Frente al Sistema del USDA, además, tiene
la ventaja que ha incorporado la tecnología de siembra directa en la definición o usos
admisibles de algunas categorías.

2.2.2 APTITUD GENERAL DE USO DE LA TIERRA (ROU)

2.2.2.1 LAS TIERRAS CULTIVABLES

A1 Tierras cultivables con escasas limitaciones para la generalidad de los usos

(Verde claro)

Cultivables casi permanentemente, donde la mayoría de los usos es posible, aunque para
mantener la productividad deberá cuidarse la degradación por erosión hídrica y el deterioro
de la fertilidad y de las propiedades físicas. Bajo cultivo siempre será recomendable el
intercalar cada varios años, variando según tipo de suelo, una pastura para mejorar las
condiciones físicas, manejar bien los rastrojos, cultivar en curvas de nivel si el grado de
pendiente supera el 1% y cuidar la fertilidad, fundamentalmente el nivel de materia orgánica.

A2 Tierras cultivables con moderadas limitaciones

(Verde)

82
Las principales limitantes que pueden presentar estas tierras y las medidas sugeridas para
atenuar sus efectos son:

e - La resistencia a la erosión es menor que en A1 y deben incrementarse los cuidados.

k - Presentan limitaciones al laboreo, debidas al mesorelieve provocado por la erosión


hídrica y/o por la presencia de suelos pesados que restringen el período apto a las
labores de la tierra (debe evitarse el trabajar la tierra muy húmeda). Con siembra directa
se levanta esta restricción, siempre y cuando las labores se hagan a nivel, evitando
huellado en declive.

w- Presentan deficiencias de oxígeno a nivel del subsuelo por lo que para cultivos exigentes
se aconseja:

• Elevar el volumen del horizonte superficial, mediante camellones con desagües de


pendiente inferior a 1%, a efectos de aumentar la aereación.

• La selección de plantas tolerantes.

a -Presentan grados leves de alcalinidad que se manifiestan a niveles profundos del suelo y
que por consiguiente sólo afectan a plantas sensibles de arraigamiento profundo (mayor
a 50 cm). Los camellones, son aconsejables en plantas sensibles.

m - Moderada disponibilidad de agua que afecta cultivos exigentes, en condición de secano


en años excepcionalmente secos. El manejo conservacionista atenúa esta restricción y el
riego la corrige.

f - En tierras con limitante de fertilidad, se recomienda mantener fundamentalmente el nivel


de materia orgánica, ya que este puede caer significativamente con el laboreo.

A3 Tierras cultivables con severas limitaciones

(Verde oscuro)

Las principales limitantes que pueden presentar estas tierras y las medidas sugeridas para
atenuar sus efectos son:

e - La resistencia a la erosión es menor que en A2, por lo que deben incrementarse los
cuidados.

k - Presentan limitaciones al laboreo, debidas al meso-relieve provocado por la erosión


hídrica y/o por la presencia de suelos pesados que restringen el período apto a las
labores de la tierra (debe evitarse el trabajar la tierra muy húmeda). Con siembra directa
se levanta esta restricción, siempre y cuando las labores se hagan a nivel, evitando
huellado en declive.

83
w - La deficiencia de oxígeno a nivel del subsuelo aumenta respecto a A2, por lo que se
restringe la aptitud para cultivos exigentes. Las medidas de manejo son similares a A2,
debiéndose seleccionar plantas tolerantes.

f - La caída de la fertilidad por deterioro de la materia orgánica es más significativa que en


A2 por lo que las medidas para su conservación deben incrementarse
fundamentalmente a través de:

- Mejorar el manejo de rastrojos

- rotaciones adecuadas

- enmiendas biológicas

m - Moderada disponibilidad de agua que limita cultivos exigentes, en secano, en años


secos.

h - El riesgo de heladas condiciona significativamente la elección de cultivos.

du - Baja disponibilidad de agua para riego y abrevadero. En caso de realizar pozos, para
riego, cuidar la calidad del agua.

LAS TIERRAS CULTIVABLES EN CONDICIONES ESPECIALES

AP Tierras aptas para producción de pasturas pero con muy severas limitaciones para
otros cultivos. Pueden o no ser tierras para cultivos forestales.

(Amarillo)

Las principales limitantes que pueden presentar estas tierras y las medidas sugeridas para
atenuar sus efectos son:

e - La resistencia a la erosión bajo cultivos es mínima, o es similar a A3 pero en condiciones


de chacras restringidas en área. Se aconseja roturar para cultivos en áreas
seleccionadas y con iguales cuidados que en A3 y fundamentalmente utilizar siembra
directa, manteniendo muy bien protegidos, sin cultivar los desagües. Las terrazas
pueden ser útiles, siempre y cuando el compromiso de buen diseño y mantenimiento
sea alto.

w - Presentan déficit de oxígeno, manejable con especies adaptadas.

k - Presentan limitaciones al laboreo, debidas al mesorelieve provocado por la erosión


hídrica y/o por la presencia de suelos pesados que restringen el período apto a las
labores de la tierra (debe evitarse el trabajar la tierra muy húmeda). Con siembra directa
se levanta esta restricción, siempre y cuando las labores se hagan a nivel, evitando
huellado en declive.

84
i - La problemática de las inundaciones se restringe a años excepcionales y por cortos
períodos, por lo que los cultivos (fundamentalmente de verano) tendrán cierto riesgo.

du - Muy baja disponibilidad de agua para riego y abrevadero.

r - Condiciones de enraizamiento con espacio para las raíces restringido.

m - Baja disponibilidad de agua afectando cultivos y forrajeras exigentes.

APF Tierras aptas para forestación pasturas y cultivos agrícolas especiales

(Naranja)

Son tierras agro-silvo-pastoriles. Las principales limitantes que pueden presentar estas
tierras y las medidas sugeridas para atenuar sus efectos son:

e - En chacras se deben tomar los mismos recaudos que en la clase AP. Cuidar
fundamentalmente la sistematización de las caminerías y los desagües en áreas
forestales, mejorando la cobertura del tapiz pratense en las áreas de pastoreo.

w - Presentan déficit de oxígeno manejable con especies adaptadas.

PF Apta para una amplia gama de producción de pasturas y forestales

(Marrón)

Tierras silvo-pastoriles. Las principales limitantes que pueden presentar estas tierras y las
medidas sugeridas para atenuar sus efectos son:

e - Presentan riesgo de erosión que debe ser cuidado:

- Aumentando la calidad de los campos naturales con siembra directa (intersiembra, sin
herbicidas).

- No plantando los desagües.

- Forestando sin alteración total del tapiz natural y dejando áreas de campo natural para
su recuperación, fundamentalmente los desagües naturales.

- Sistematizando una red caminera que no origine escorrentías peligrosas.

i - Las inundaciones no permiten cultivos y afectan las pasturas y la forestación en la


medida de la adaptación de las especies utilizadas.

f - La fertilidad natural muy reducida hace inviables los cultivos, debiendo ser manejada en
la producción de pasturas y forestales.

r - Condiciones de enraizamiento deficitarias que limitan el espacio disponible a las raíces


obligando a seleccionar pasturas y forestales adaptados a esa condición. Se mejora con
subsolado.

85
m - Baja disponibilidad de agua exige selección de plantas adaptadas.

2.2.2.2 LAS TIERRAS NO CULTIVABLES

P Apta para la producción de pasturas y muy limitada para los forestales

(Azul)

Las principales limitantes que pueden presentar estas tierras y las medidas sugeridas para
atenuar sus efectos son:

e - Alto riesgo de erosión debido al microrelieve generado, lo que exige mantener una
cobertura cerrada del tapiz con siembra directa (inter-siembra sin usar herbicida).

i - Las inundaciones no permiten otro tipo de uso que no sea la producción de pasturas, la
que debe ser mejorada con especies tolerantes productivas, utilizando siembra directa.

a - La alcalinidad hace inviable otro tipo de uso que no sean las pasturas adaptadas a esta
limitante.

w - Baja disponibilidad de oxígeno exige selección de plantas adaptadas.

rm - Condiciones de enraizamiento con espacio para las raíces restringidos, con baja
disponibilidad de agua determinan la utilización de especies adaptadas y un buen
manejo del campo natural.

F Apta para la producción forestal y muy limitada para las pasturas

(Rojo)

Las principales limitantes que pueden presentar estas tierras y las medidas sugeridas para
atenuar sus efectos son:

f - La fertilidad natural es prácticamente nula, por lo que sólo plantas frugales como los
forestales, principalmente coníferas, son aconsejables.

w - Baja disponibilidad de oxígeno, manejable con especies adaptadas.

r- Sin aptitud agropecuaria ni forestal. Tierras de reserva natural de la flora y la fauna.

(Violeta)

Pueden sostener industrias basadas en la fauna y la vegetación en la medida en que sean


manejadas racionalmente. Tierras sin uso agrario que deben esa condición a las siguientes
limitantes:

ve - Vegetación espontánea de alto valor.

86
w - Muy mala disponibilidad de oxígeno, por lo que sólo soportan vegetación y fauna
adaptadas a estas tierras.

z - Alta salinidad, por lo que sólo soportan vegetación y fauna adaptadas a estas tierras.

f - Fertilidad mínima (arenas).

r - Malas condiciones de enraizamiento. Incluye mares de piedra.

af - Inaccesibilidad al uso forestal al no poder diseñarse una caminería compatible con la


conservación del suelo.

ap - Inaccesibilidad al pastoreo.

i - Inundaciones

2.2.3 CLASIFICACION POR CAPACIDAD DE USO DE LAS TIERRAS – FAO

Sin perjuicio de la validez y utilidad de seguir la metodología presentada hasta el presente,


se considera que puede mejorarse sensiblemente la evaluación si se continúan o
complementan los análisis y discusión de los resultados de los estudios, siguiendo las
pautas que la FAO propone en tal sentido. En forma muy sintética en las páginas anteriores
se hizo alguna referencia al respecto. De aquí en adelante se presentará un esquema, una
guía a seguir este proceso, elaborada por dos técnicos de la DSA del MGAP: J.C. y A.M.
Terzaghi a fines de los 80´s, cuya lectura es altamente recomendable, así como algunos
pocos ejemplos de su aplicación por los autores en algunos proyectos. En forma muy breve
se quiere enfatizar algunas ventajas que este tipo de abordaje de la evaluación de tierras
tiene en relación al de uso más difundido en el país (USDA). Además de dejar bien sentado
que se anhela la comprensión, utilización y seguimiento de al menos el sistema de
evaluación de tierras más rudimentario que pueda concebirse. Frecuentemente lo mejor es
enemigo de lo bueno. La posibilidad de utilización de la siembra directa en función de
descenso del precio de los herbicidas así como la factibilidad de realizar evaluaciones
específicas para cultivos o utilizaciones de la tierra con requerimientos peculiares, hacen
impostergable su enseñanza, o como mínimo: la introducción al conocimiento de los
principios que la sustentan.

La guía que propone la FAO para elaborar un sistema que se adecue a las necesidades del
país, región, predio sin duda cumple con los requisitos en enumerados en páginas previas:

▪ Ya que es idóneo para evaluar la tierra bajo formas de uso bien definidas a diversas
escalas de aplicación;

▪ Exige o sugiere que las alternativas de uso deberían ser aquellas físicamente posibles y
además económicamente relevantes, lo cual apunta a realizar análisis de sistemas de
producción económicamente viables, complementando los clásicos estudios de
87
productividad física ;

▪ Propone analizar las repercusiones que sobre el ambiente pueda provocar el sistema de
producción evaluado;

▪ Además de ser lo suficientemente flexible como para incorporar los cambios


tecnológicos futuros.

▪ En definitiva, quizás los mayores impactos o beneficios que tiene este esquema son
provocar la acumulación de una creciente cantidad y calidad de los registros de
producción, así como de todas las variables que puedan incidir en los resultados físicos
y económicos,

▪ discusión conjunta de diferentes especialistas del que hacer agronómico (economistas,


agrónomos asesores, edafólogos, etc., provocando el enriquecimiento mutuo a través
de sus naturales distintas perspectivas.

Dada una utilización de la tierra cualquiera, el sistema propone el uso de dos niveles
taxonómicos: Orden, Clase y Subclase.

Se prevé la existencia de dos para el primer nivel: S, que viene del inglés Suitable y significa
apto y N que análogamente (Not Suitable) significa que No es apto.

Del Orden S supone que la tierra que sea usada en para el fin evaluado rinda beneficios que
justifiquen las inversiones, sin que por ello se arriesgue su deterioro.

Por el contrario las que a los efectos del tipo de utilización propuesto hayan sido evaluadas
como N, sus cualidades son tales que impiden su uso para tal fin.

Hasta aquí a nivel de Clase se prevé la existencia de cinco:

S1: Tierra que carece de limitaciones significativas para el uso en cuestión o que solamente
presenta limitantes menores, que no reducirán significativamente la productividad y/o los
beneficios y que no provocarán un aumento de los insumos por encima de un nivel
aceptable (previamente fijado),

S2: Tierra que presenta limitaciones más o menos severas para la utilización prevista.
Dichas limitantes provocarán un descenso en la productividad y/o en los beneficios, o
implicarán un aumento en los insumos tal que las ventajas para realizarla son sensiblemente
inferiores a las de la Clase S1.

S3: Poco Apta o marginal - Tierra con limitaciones severas para el tipo de utilización
propuesto, que reducirán la productividad y/o beneficios o incrementaran de tal forma la
inversión de insumos , que sólo ocasionalmente se justificará.

N1: No Apta en las condiciones actuales – Tierra con limitaciones tales que excluyen el tipo
de utilización propuesto de momento, ya sea por inconveniencia económica y/o de
88
tecnología, pero que se espera conseguir superarlas en el futuro.

N2: Permanentemente No Apta – Tierra con limitantes tan severas, que excluyen toda
posibilidad de uso para el uso en cuestión.

Las Subclases reflejan el tipo de limitantes, por ejemplo: deficiencia de agua disponible, alto
riesgo de erosión, etc. Al igual que otras clasificaciones, se utilizan letras minúsculas de las
limitantes que afectan más severamente las posibilidades del uso de la tierra planteado.

También en forma análoga a otras clasificaciones, propone la definición de niveles técnico-


económico-culturales. Esto significa que la tierra no puede ser evaluada para una misma
utilización abstrayéndose de los factores sociales económicos y culturales.

Se propone la especificación de los siguientes:

Nivel A: Alto, o por encima del promedio de la región. En este, por ejemplo, habría
asesoramiento técnico y formulación de planes de producción, tanto a nivel predial o al
menos bajo la forma de asociación de grupos de productores. Quienes pertenecen a este
nivel, también tienen suficientes recursos de capital.

Nivel B: Intermedio o mejorado. A este nivel pertenecerían los establecimientos de


productores con una comprobada y relativamente exitosa experiencia o que poseen
asesoramiento profesional, pero con recurso de capital insuficientes. En esta situación se
logra el aumento de la producción pero no lo suficiente para alcanzar los máximos físicos y/o
económicos.

Nivel C: Bajo. Empleo de escasos recursos tecnológicos. Sin asesoramiento. Mínimo


nivel de insumos.

Hasta aquí sin embargo el procedimiento y la propuesta de evaluación no aparenta


distinguirse de otras alternativas. Pero este esquema propone la definición de:

Una clase principal de uso de la tierra, que podría coincidir con sistemas de producción tal
como:

▪ producción de granos finos y gruesos, en secano, combinado con terminación de


novillos sobre pasturas implantadas y pastoreo directo a campo abierto.

▪ Producción de especies forestales, para la industria papelera y en forma subsidiaria la


cría de equinos de trabajo para exportar y utilizar en tareas inherentes a la producción
forestal, con piensos de pasturas de alta calidad y pastoreo de campo natural a cielo
abierto.

Cada uno de los sistemas de producción propuestos, posee una combinación de Tipos de
Utilización de la Tierra (TUT) que se irán detallando específicamente, pero que a manera de
ejemplo para los dos sistemas propuestos podrían incluir respectivamente:

89
▪ Trigo, Cebada, girasol, soja, y maíz; praderas de rye-grass, festuca, falaris y Tréboles
Rojo, Subterráneo y Lotus Corniculatus.

▪ Eucaliptus Grandis, Avena y Alfalfa.

Cada una de las unidades de tierra (constituidas por series simples o asociaciones,
biotopos, etc.), se someten a la evaluación respectivamente a las necesidades o exigencias
de los diversos TUT, que conforman la Clase principal de uso de la tierra o Sistema de
Producción. Con los especialistas en cultivos y usos, se confecciona un listado de las
cualidades de la tierra que afectan el éxito del uso.

A manera de ejemplo, en el listado siguiente, se suministran Cualidades Relacionadas con


el Crecimiento Vegetal, estipulando para cada una de ellas en lo posible pautas numéricas.

Disponibilidad de agua (m)

La evaluación de esta cualidad supondrá estimar a su vez la:

Disponibilidad de agua dependiente del suelo (m1).

Disponibilidad de agua dependiente del clima (m2).

Para la primera se hace necesario contar con información del suelo tal como: espesor de los
horizontes y estimaciones de la capacidad de retener agua en forma disponible. Ello nos
lleva a realizar estimaciones directas en cada uno de los horizontes del perfil de suelo
representativo de los diferentes ecotopos a evaluar, de parámetros como:

• Densidad aparente,
• Capacidad de Campo (CC) y
• Coeficiente de Marchitéz Permanente (CMP),
• bien a estimarlos a través de modelos de regresión, por ejemplo:

Y = X(%Ac) + M(% L) + O(%M.O.) - N(%Ar)


Siendo Y: agua a Capacidad de Campo, X, M, O y N coeficientes que respectivamente
multiplican los contenidos de arcilla, limo, materia orgánica y arena expresados como
porcentaje en peso.

Luego de efectuar algo similar con el CMP, y contando con datos de densidad aparente o
estimaciones análogas a la que se vio previamente, se puede estimar el contenido de agua
potencial disponible en el espesor total del perfil o hasta la profundidad que el cultivo explora
preferentemente, citar trabajos de Silva, Fernández. A tales efectos se recuerda que:

AD = CC – CMP

Los contenidos de CC y CMP en peso deben ser corregidos por la densidad aparente y el
espesor a los efectos de estimar el agua disponible en milímetros para cada horizonte.

90
Recuérdese que:

% de agua en volumen = % de agua en peso. da = mm/10 cm de espesor.

ADhi = CChi – CMPhi. Espesor /10 cm,

ADp = ΣADhij

Siendo ADhi : Agua disponible en el horizonte i,


CChi: Agua a Capacidad de Campo en el horizonte i,
CMPhi: Agua a Coeficiente de Marchitez Permanente en el horizonte i
ADp: Agua disponible en el perfil, desde el horizonte i hasta el j.

Pero además de realizar las estimaciones del agua potencialmente disponible por el perfil de
suelo, se debe considerar el relieve al cual se asocia. La topografía, ¿facilitará el
escurrimiento del agua de lluvia o la intercepción de las precipitaciones? ¿La velocidad de
infiltración, en gran medida dependiente de las propiedades y estado de la superficie podrá
captar eficientemente las lluvias?. ¿Existe alguna napa de agua cercana a la superficie?
Todas estas interrogantes deben ser tenidas en cuenta para efectuar una evaluación
correcta.

Sin perjuicio de lo expuesto, también se deberá pensar en realizar balances hídricos


considerando diferentes espesores de suelo, en relación al volumen de suelo explorado por
el sistema radicular de los diferentes cultivos planteados.

Finalmente, Sganga y Terzaghi proponen realizar una pauta similar a la siguiente y


comparar los resultados obtenidos en las tierras evaluadas con ella:
Cuadro 36 – Pautas a considerar en la evaluación del Agua disponible según Sganga y Terzaghi
Agua Disponible Total (mm) Grado Veloc. Posición.
Espesor 50 cm 100 cm 150 cm 200 cm • Topográfica▪
de pendiente de infilt.

1 Muy Alta > 80 > 170 > 250 >300 1–2 – •• M - B


2 Alta 50 - 80 120 - 170 150 - 250 200 - 300 1-4 1–2 A–M-B
3 Moderada 25 - 50 60 -120 75 - 150 100 - 200 5 3 A-M
4 Baja < 25 < 60 < 75 < 100 6-7 4 A

De manera análoga a la disponibilidad de agua para las plantas, el Manual de Evaluación de


Tierras, provee un listado de cualidades de la tierra a cuantificar a través de características o


El Significado de los rangos para estas características se encuentran el apéndice de ese manual
(pgs. 63, 83 y 64)
••
Si el grado de pendiente se encuentra en el rango de 1 – 2, la V. de infiltración no se tiene en
cuenta
91
propiedades medibles o estimables:

a. Relacionadas con el crecimiento vegetal


Disponibilidad de agua (m)
Disponibilidad de oxígeno (W)
Condiciones de enraizamiento (r)
Riesgo de heladas (h)
Riesgo de viento salinos (v)
Régimen de temperatura (c)
Fertilidad potencial (fp)
Fertilidad actual (fa)
Disponibilidad de potasio (dk)
Balance catiónico (ba)
Disponibilidad de hierro (df)
Reacción del suelo (pH)
Aluminio intercambiable (x)
Riesgo de acidificación (xa)
Sodicidad (s)
Salinidad (z)
Riesgo de encostramiento (en)
Condiciones para la germinación (g)
Humedad del Aire (ha)

b. Cualidades de la tierra relacionadas con la producción animal


Accesibilidad al pastoreo (ap)

c. Cualidades de la tierra relacionadas relacionadas sólo con la producción forestal


Plantación y cosecha de árboles (af)

d. Cualidades de la tierra relacionadas a todo tipo de uso:


Resistencia a la erosión (e)
Laborabilidad (k)
Inundaciones (i)
Disponibilidad de agua para riego, abrevadero y suministro (du)
Problemas bióticos (p)
Accesibilidad para construcciones (ac)
Valor forrajero de la pastura natural ()
Valor forestal de los bosques espontáneos (vf)
Abrigo (a)
Ubicación (l)

92
Para todas estas cualidades o propiedades de la tierra, los autores: Sganga, J.C. y Terzaghi,
A., proveen una pauta. Muchas de ellas necesitan información de un solo o varios
parámetros o propiedades simples combinados, a efectos de elaborar el criterio o pauta
numérica precisa. A continuación se provee un listado de parámetros que sirvieron para
derivar las cualidades enumeradas previamente:

• Bases Totales • Humedad relativa


• Calidad de agua para riego • Pedregosidad
• Capacidad de Intercambio Catiónico • Permeabilidad
• Carbonatos • Posición topográfica
• Color • Potasio Intercambiable
• Condición de la pastura natural • Red hidrológica
• Conductividad eléctrica • Rocosidad
• Erosión Actual • Pedregosidad
• Escurrimiento superficial • Temperatura
• Estabilidad Estructural • Textura
• Estructura • Unidades Térmicas
• Forma del Relieve • Vegetación Arbórea
• Grado de pendiente • Malezas
• Longitud de la pendiente • Vegetación Pastoril
• Microrelieve • Velocidad de Infiltración
• Horas frío

Un detenido análisis detenido de alguno de los criterios que se formulan en la publicación


citada, puede ser discutible y necesitará que se trabaje entre diferentes especialistas, pero
por encima de todo, lo que importa es que constituye un avance, una aproximación. Varias
aproximaciones sucesivas irán arrojando más luz a los efectos de realizar una evaluación
más justa.

Sólo si se llevan registros de las cualidades y propiedades de la tierra y de los


comportamientos que los diferentes cultivos y diversos usos tengan a lo largo del tiempo,
con variaciones de clima, manejo y circunstancias lo más precisas y variables posibles, se
podrán desarrollar modelos más aproximados a la realidad. Este es un compromiso de un
numero muy grande de colegas y no colegas, ya que muchas veces, además de las
observaciones, datos, informaciones y experiencias de diferentes especialistas de nuestra
profesión, serán también pertinentes las correspondientes a otras áreas del conocimiento.

Una de las cualidades de la tierra a evaluar, sin duda de las más importantes, es el riesgo
de erosión, en ésta oportunidad se restringe a las condiciones del TUT o la sucesión de
TUT´s que hacen la Clase Principal de Utilización de la Tierra o Sistema de Producción.
93
Con el propósito de evitar los juicios de valor respecto a esta cualidad de la tierra, se
recomienda el uso de una herramienta como la USLE o RUSLE. A tales fines hoy en día
existe un programa que facilita enormemente la búsqueda de información para efectuar la
simulación deseada y alcanzar valores numéricos de erosión bajo la selección de un
determinado TUT. El programa Erosión versión 5.0, García, F. et. Al. (2005) además,
permite un sinnúmero de alternativas posibles: utilizar un listado de coeficientes de
erodabilidad de representativos a nivel del país, construir el propio, elegir niveles de
residuos de rastrojos, estaciones climáticas, combinaciones de grado y largo de pendiente,
rendimiento del cultivo, prácticas mecánicas de conservación de suelos, etc.

Figura 36 – Árbol de decisión construido con criterios del Sistema de Clasificación de Capacidad de
Uso de la FAO - para ser utilizado con ALES (Automated Land Evaluation System , Rossiter, 1988)
Evaluación de Aptitud de Trigo - Clérici. C. ; Califra, A. y Mofino, M. 1999 – MGAP-DSA

Unidad
Cartográfica
Riesgo de Erosión

A/T >1 A/T<1


Erosión actual

SIN CON
Inundaciones

SIN CON
Mecanización

SIN CON
Drenaje

BUENO MODERADO IMPERFECTO POBRE

Laborabilidad
SIN CON SIN CON SIN CON
PROB. PROB. PROB. PROB. PROB. PROB.

SIN CON SIN CON SIN CON SIN CON SIN CON
Problemas
PROB. PROB. PROB. PROB. PROB. PROB. PROB. PROB. PROB. PROB. químicos

3 Futuro de la cartografía de Suelos y Evaluación de tierras

Se prevé que en los próximos años, van a ser cada vez más accesibles un conjunto de
dispositivos que contribuyen y facilitan el registro de datos e información del terreno. Entre
ellos se cuentan: cámaras fotográficas y de video digitales, navegadotes y
geoposicionadores. Además de otros sensores capaces de detectar propiedades físicas y
químicas sin intervenir directamente con el suelo, aire, agua o la vegetación. Así se puede
conocer la composición o el comportamiento de diferentes entidades a través de su
comportamiento frente a diversas ondas que interactúan con la materia.

La sonda que enviaron a Marte hace pocos años, posee dispositivos que recorren las
superficies accidentadas e inhóspitas en forma autónoma, obtienen muestras, se comportan
como mini-laboratorios aportando datos y elementos de juicio, obtenidos por métodos

94
indirectos, que permiten saber a cerca de su composición física, química y mineralógica. La
telemetría y los módulos de almacenamiento de datos cada vez más poderosos y pequeños
facilitan la transferencia de datos a distancia y su disponibilidad. Surgen y se desarrollan
eficientes y potentes programas de administración de datos, geo-referenciación, análisis,
modelación permitiendo operaciones integradas de diferentes temas o niveles de
información. La tecnología se desarrolla y crece día a día. La robótica, inteligencia artificial,
rayos Laser, inteferometría (rayos X). etc., hacen suponer que en un plazo no muy lejano
van a existir entidades teledirigidas capaces de describir (fotografiar, grabar videos), realizar
modelos numéricos del terreno, muestrear y analizar todo lo que a su paso se encuentre.
En la Figura 40, se muestra un vehículo “todo terreno” con un GPS capaz de registrar
coordenadas y medir distancias sub-métricas. A la vez acarrea un conjunto de sensores que
permiten conocer la Conductividad Eléctrica (CE) del terreno hasta 90 cm de profundidad.
Luego que se pasa por el terreno, este conjunto de dispositivos se puede saber el
comportamiento de la tierra frente a esa propiedad en cada uno de los puntos donde se
obtuvieron coordenadas. Los diversos comportamientos del terreno frente a la CE (Ver Fig.
40), pueden estar indicándonos, por ejemplo: diferente concentración de sales, variaciones
en el contenido hídrico de los suelos o presencia de horizontes Bt a diferentes
profundidades.

Datos obtenidos desde distintos niveles de aproximación (espacio-terreno):


• sensores de rendimiento en máquinas cosechadoras,
• indicadores de biomasa potencial
• indicadores estrés de vegetación,
• estimadores del contenido de humedad del suelo,
• temperatura,
• conductividad. eléctrica,
• latitud, longitud y altitud obtenidas con GPS´s,
• modelos de: predicción de rendimiento,
• productividad (medida in situ),
• pérdidas por erosión,
• balance hídrico,
• bases de datos climáticos, información descriptiva, química, física, biológica,
mineralógica de suelos, coeficientes de cultivos, coeficientes de manejo: respuesta a
aplicaciones tecnológicas (sanidad, fertilización, riego, drenaje), marco cultural, social
y económico.

Todos estos datos deben ser procesados por herramientas geo-estadísticass y SIG. La
capacidad de análisis se ve sumamente facilitada y favorecida por nuevas tecnologías.
Éstas, debidamente validadas, serán capaces de predecir cuál puede ser el comportamiento

95
de una determinada porción de territorio en un escenario dado.

Figura 37 – Conjunto de dispositivos que obtienen coordenadas y datos de CE y en forma


simultánea. de un viñedo en Massey, N. Zelanda. Foto gentileza de la Ing Agr. Florencia Alliaume.

Luego, en el escritorio, utilizando un SIG, puede realizarse un plano o mapa del


comportamiento del terreno frente a esta propiedad.

Figura 38 – Conductividad Eléctrica del viñedo de la parcela 17 - Tannat – julio 23-2003


Leyenda

La cartografía geoestadística: produce mapas utilizando observaciones del campo y datos


analíticos en forma sistemática, información explicativa, y un programa informático que
calcula los valores en los lugares de interés (un área de estudio). En la figura 39, Hengl et al
(2009) muestran un esquema de obtención y flujo de datos, herramientas estadísticas y
modelos necesarios para realizar un mapa digital de suelos utilizando regresión-krigging.

Por lo común esta tecnología requiere y administra un flujo de información muy importante,
tanto en cantidad como en calidad. En forma muy simplificada consta de normalmente
consta de:

(1.) Diseño de planes de muestreo y de cálculo de flujo de trabajo,

(2). Recolección de datos de campo y análisis de laboratorio,

(3.) Estimación del modelo utilizando los datos de los puntos de muestreo (calibración),

(4.) Aplicación e implementación del modelo (predicción),

(5.) Evaluación “cruzada” del modelo, utilizando los datos validados,

(6.) Producción final y distribución de la producción mapas

96
Figura 39 – Representación esquemática de obtención de datos de campo, ingreso de otras fuentes
de datos provistas por servidores, administración, análisis y creación de nueva información,
herramientas informáticas y aplicación de modelos

97
4 GLOSARIO

Cartografía de suelos: en la mayoría de las escuelas involucra al conjunto de tareas


necesarias para delimitar diferentes segmentos del paisaje recortando distintas áreas
geográficas sobre fotografías aéreas y colocando sus límites en mapas básicos. Para
ayudarse y facilitar esta tarea se utilizan los diferentes matices, tonalidades y patrones de
textura y estructura de fotografías aéreas para indicar los posibles cambios de la vegetación,
las condiciones de drenaje, materiales. Así mismo se aprovechan sus potencialidades
estereoscópicas para observar el relieve, drenaje, etc. Finalmente se comprueba, rechaza o
replantean nuevas hipótesis en el trabajo de campo, donde se efectúan descripciones de los
diferentes paisajes y respectivos suelos asociados.

ecotopos: unidades mínimas del paisaje en las cuales sus constituyentes esenciales no
presentan variaciones significativas

Escala: La escala, por lo general, es un cociente o multiplicación entre las dimensiones del
objeto real y las veces que su representación a través de un modelo lo empequeñece o
agranda. Para representar modelos de hechos de muy pequeño tamaño suelen aplicarse
escalas mayores que 1 (por ejemplo: X10, X1000, etc.).

Así tanto en un avión de aeromodelismo (1:30), como en un pequeño automóvil de colección


(1:45), o en un mapa de suelos (1:10.000) la escala indica respectivamente las veces que un
centímetro en el modelo representan en la realidad (30, 45 y 10.000 cm). En el caso del
mapa de suelos, 10.000 cm equivalen a 100 m, o 0,1 Km en el campo.

Funciones del suelo: ambiente natural de plantas y animales; medio para la producción de
cultivos; con capacidad de producir y absorber de gases; fuente de materiales para la
construcción, medicina, arte; filtro de agua y desperdicios; índice histórico de la humanidad,
geología, clima y biología, capaz de descomponer y neutralizar residuos.

Pedón o Edafón: El pedón se presenta en la Soil Taxonomy (Soil Survey Staff, 1975) como
unidad de muestreo dentro de un suelo. Los límites en el área de un pedón establecer reglas
para decidir si se debe considerar una o dos o más tipos de suelo dentro de un patrón de
escala pequeña de la variabilidad lateral local. Un pedón es considerado como el cuerpo de
un tipo de suelo más pequeño pero a la vez suficientemente grande como para representar
la naturaleza y disposición de los horizontes y la variabilidad en las otras propiedades que
se observan en las muestras. Algunos autores dicen que puede variar entre 1 – 10 m2. Un
pedón se extiende hasta el límite inferior del perfil de un suelo. Se extiende a través de
todos los horizontes genéticos y, si los horizontes genéticos son delgados, en la parte
superior del material subyacente. El pedón incluye la zona de las raíces de las plantas

98
perennes nativas más. A los efectos de suelo mayoría de las encuestas, un límite inferior
práctico de la roca madre o pedón es una profundidad de unos 2 m, lo que sea menos
profunda. Una profundidad de 2 m ofrece una buena muestra de los horizontes del suelo
importante, incluso en el suelo de espesor. Incluye la mayor parte del volumen de suelo
penetrado por las raíces de las plantas, y que permite observaciones confiables de las
propiedades del suelo.

La superficie de un pedón es más o menos poligonal y varía de 1 m2 y 10 m2 de superficie,


dependiendo de la naturaleza de la variabilidad en el suelo. Cuando el ciclo de variaciones
es menos de 2 metros y todos los horizontes son continuos y casi uniforme en el grosor, el
pedón tiene una superficie de aproximadamente 1 m2. En caso de horizontes o de otras
propiedades son intermitentes o cíclicos en un intervalo de 2 a 7 m, el pedón incluye la mitad
del ciclo (1 a 3,5 m). Si los horizontes son cíclicos en un intervalo mayor de 7 m, cada ciclo
se considera que contienen más de un suelo. El rango de tamaño, de 1 a 10 m2, permite una
clasificación coherente por diferentes observadores en horizontes importantes son cíclicos o
varias veces interrumpido en distancias cortas.

Servidor FTP: Un servidor FTP es una pieza de software que se ejecuta en un equipo y
utiliza el protocolo de transferencia de archivos para almacenar y compartir archivos.. Los
equipos remotos pueden conectarse de forma anónima, si lo permite, o con un nombre de
usuario y contraseña para poder descargar archivos de este servidor que utiliza una pieza
de software llamada de un cliente FTP.

Suelo: colección de cuerpos naturales o aún construidos por el hombre, de naturaleza


orgánica, mineral y biológica que cubriendo más o menos en forma continua la superficie de
la tierra y poseyendo una morfología variable y definida producto de los procesos que le
dieron origen permiten el crecimiento de vegetación a la intemperie.

Relevamiento integrado: inventario simultáneo de diferentes recursos realizado por


especialistas de distintas disciplinas observando y complementándose totalmente

Taxonomía: Ciencia que trata de los principios, métodos y fines de la clasificación. Se


aplica en particular, dentro de la biología, para la ordenación jerarquizada y sistemática, con
sus nombres, de los grupos de animales, vegetales, suelos, rocas, etc.

Cartografía geoestadística: puede ser definida como la producción de analítica de mapas


utilizando observaciones del campo, información explicativa y un programa informático que
calcula los valores en los lugares de los interés (un área de estudio).

99
5 BIBLIOGRAFÍA

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Young, A. (1976). Tropical soils and survey. Cambridge University-Press. Cambridge,


United Kingdom.

102
6 Anexo

6.1 Planilla de datos analíticos de perfil de suelo


Identificación de la descripción:

Latitud: Longitud: Objetivo:

Departamento: Localidad: Paraje:.

Nº Análisis

Profundidades

Horizontes

Humedad 105º C

Factor a seco

agua
pH
KCl

P Bray (ppm)

Datos referidos por 100 g. de tierra seca a 105º C

Muy gruesa: 2 - 1 mm

Gruesa: 1 - 0,5 mm
Análisis mecánico Internacional

Media: 0,5 - 0,25 mm

Fina: 0,25 - 0,10 mm


ARENAS

Muy Fina: 0,10 - 0,05


mm

ARENA TOTAL (%)

LIMO (%)

ARCILLA (%)

CLASE TEXTURAL

103
Materia Orgánica (%)

Carbono Orgánico (%)

Nitrógeno (%)

Relación C/N

Ca
COMPLEJO DE INTERCAMBIO (cmol.kg )
-1

Mg

Na

Bases totales

Al

Acidéz Interc. pH:7,0

C.I.C. pH:7,0

% Sat .en Bases pH:7,0

Acidéz Interc. pH:8,2

C.I.C. pH:8,2

% Sat.en Bases pH:8,2

C.I.C. de la arcilla

Óxidos de Hierro libres (%)

CaCO3 (%)
-1
Calcio en exceso (cmol.kg )

Conductividad eléctrica

milisiemmens.cm-1 ( 25ºC)

104
6.2 Planilla de descripción de suelo
UBICACIÓN GEOGRÁFICA: ...................................................................FECHA............... FOTO AÉREA````````.: escala:.......... misión: ................ año: .....................
FOTOPLANO: .......... HOJA TOPOGRÁFICA: .......... LATITUD: ................... LONGITUD: ......................... ALTITUD; .............. IDENT.de la DESCRIPCIÓN: ..............................
AUTORES: ..................................................................................FORMA DE OBSERVACIÓN: ........................
GEOMORFOLOGÍA: ......................................................... GEOLOGÍA: ..................................................................................................... MICRORELIEVE: ..............................
POSICIÓN: ......................................................................... PENDIENTE (%): ............. LARGO (m): .................
VEGETACIÓN DEL ÁREA: .................................................VEGETACIÓN LOCAL: ..............................................................................................................................................
USOS PREDOIMINANTES DEL AREA: ...................................................... USO LOCAL: ....................................................................................................................................
ESCURRIMIENTO: ......................DRENAJE NATURAL: ........................ PROFUNDIDAD A NAPA.:......................... HALOMORFISMO: ...........................................................
EROSION ACTUAL: ............................ TIPO: ...................... DISTANCIA: ....................... PROFUNDIDAD: .................... SUPERFICIE: .......................... ....................................
PEDREGOSIDAD: ............................. ROCOSIDAD: ...............................INUNDACIONES: .......... FRECUENCIA: ......................................DURACIÓN ....................................
RAICES

ESTRUCTURA CONCRECIONES CONSISTENCIA


MOTEADO CLASE REVESTIMIENTOS abundancia REACCION
HORIZ. PROF. ESP. COLOR TR.ANS. MINERALES
Tipo tamaño abundancia, tamaño, (seco, húmedo,
COLOR y FORMULA TEXTURAL color formula diámetro al HCl
grado tipo, consistencia mojado)

OBSERVACIONES::.....................................................................................................................................................................................................................

CROQUIS:

Clasificación tentativa:

105

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