que las mujeres asciendan a puestos jerárquicos y de decisión en una figurativa escalera organizacional.
Según un relevamiento realizado por Glue Consulting, en
Argentina sólo el 4% de las empresas está dirigido por mujeres. Esto no es un fenómeno exclusivamente local: en la lista de CEOs de las 500 empresas más grandes del mundo solamente aparecen veinte mujeres (que representan también un 4%). Tampoco es algo que suceda solamente en el sector privado: la academia, los sindicatos, los partidos políticos y el sector público en general exhiben asimetrías notorias entre los lugares que ocupan varones y mujeres.
Según la OCDE, las mujeres trabajan 2,6
horas diarias más que los hombres en promedio. En la Argentina, según la Encuesta sobre Trabajo No Remunerado y Uso del Tiempo realizada en 2013, una mujer ocupada full time dedica más tiempo al trabajo doméstico (5,5 horas) que un hombre desempleado (4,1 horas).
En términos generales, ellas hacen el 76 por
ciento de estas tareas.
“crisis del cuidado”
Problema del trabajo de cuidados que queda “desorganizado” a partir del ingreso de las mujeres al mercado. ( El trabajo de cuidados comprende dos tipos de actividades superpuestas: las actividades de cuidado directo, personal y relacional, como dar de comer a un bebé o cuidar de un cónyuge enfermo, y las actividades de cuidado indirecto, como cocinar y limpiar )
“pisos pegajosos”
Hace referencia al proceso
mediante el cual las mujeres tienden a quedar “estancadas” en los puestos de trabajo de menor calificación. Este tipo de empleos se caracterizan por ser de baja calidad, part time, a menudo informales y con salarios bajos; pero para muchas mujeres ésta constituye la única posibilidad de “conciliar” sus infinitas obligaciones hogareñas con la necesidad de acceder a algún tipo de ingreso, por más escaso que sea.
Casi nueve de cada diez mujeres (88,9 por
ciento) participan en el trabajo no remunerado en la Argentina. En cambio, el 57,9 por ciento de los varones usa parte de su tiempo en cuidar a los hijos o hacer funcionar el hogar. Eso implica que cuatro de cada diez varones no cocinan, ni limpian, ni lavan la ropa, ni hacen compras en ningún momento del día. Y, entre los que sí lo hacen, tienen tres horas de descuento en relación con el tiempo que depositan las mujeres en la vida cotidiana (Encuesta uso del tiempo, INDEC).
Según la OIT, más del 80 por ciento de
todos los trabajadores domésticos del mundo son mujeres. A su vez, 1 de cada 7 mujeres ocupadas en Latinoamérica trabaja en ese sector en donde las tasas de informalidad rondan también el 80 por ciento, con salarios bajísimos, jornadas extensas y sin acceso a la seguridad social.
En la Argentina solo el 3 por ciento de los
trabajadores domésticos son el varones y trabajo doméstico es la principal ocupación de las mujeres asalariadas en el país (cerca del 20 por ciento).
Casi el 40 por ciento de las madres pobres es
empleada doméstica. Mujeres que necesitan trabajar pero no tienen calificaciones para acceder a otro tipo de empleo. Gráfico 2. Población de 14 años y más. Tasas de Desocupación y de Subocupación por sexo. Total de aglomerados urbanos. 2do trimestre 2018.
Gráfico 4. Ocupadas/os. Brecha de ingresos mensuales de la ocupación
principal, por sexo y calificación ocupacional. Total de aglomerados urbanos. 2do trimestre 2018. Gráfico 3. Ocupadas/os. Mujeres y Varones según Jerarquía de la ocupación, en porcentaje (escalas libres). Total de aglomerados urbanos. 2do trimestre 2018 Gráfico 5. Ocupadas/os. Brecha de ingresos mensuales de la ocupación principal, por sexo y nivel educativo. Total de aglomerados urbanos. 2do trimestre 2018