Epigramas.

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 VIGENCIA DEL EPIGRAMA

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 VIGENCIA
DEL EPIGRAMA

Héctor Carreto

México 2006

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 Este libro se realizó gracias al apoyo
del Sistema Nacional de Creadores de Arte

Diseño y formación: Verónica Lara Velázquez

Primera edición, 2006

© Ediciones Fósforo
© Tipográfica, S.A. de C.V.

Cerrada de imagen 26,

Col. Lomas de San Ángel Inn
c.p. 01790, México D.F.

edicionesfosforo@yahoo.com.mx

ISBN 970-94427-1-6
Impreso en México / Printed in Mexico

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 PRESENTACIÓN

El epigrama no sugiere: afirma, dice lo que otro tipo

de poesía no se atreve a pronunciar. Desde los tiempos
de Catulo, este género señala con el índice. Si dos
son los temas principales del epigrama -el abuso del
poder por parte del césar y el amor erótico- el dedo del
epigrama apunta a las carencias humanas. Unos pocos
versos bastan para derribar estatuas (las del tirano, de
la amante, del hombre ridículo). Unas cuantas palabras
bastan para trazar la caricatura de cualquier individuo.
El espíritu del epigrama no es propio para leerse en la
cálida intimidad del silencio. El escenario del epigrama
es la plaza, el mercado, el capitolio, el prostíbulo. No hay
susurro, palabras educadas ni terminología diplomática;
el epigrama desnuda a su presa, a veces con sarcasmo,
a veces con indignación o ira, y siempre con el aguijón
de la ironía, del Aculeus. “¿Qué es lo que dice esa
puta?/ No me refiero a tu mujer, Congilión,/ sino a tu
lengua”, escribe Marcial en uno de sus epigramas más
conocidos.
A pesar de que el género epigramático no es el favorito
de los poetas hispanoamericanos ni de los peninsulares,
por fortuna en todos los puntos de habla hispana siguen
brotando cultivadores.

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 De los autores participantes, unos son fieles al género
y han escrito libros completos de epigramas; para otros
este tipo de poesía tan sólo es un guiño. Aunque el
epigrama se ajusta al estilo de cada autor incluido en este
libro, haciendo a veces muy elástica esta forma cerrada,
cada texto garantiza la concentración y la desacralización
indispensables al epigrama. Y las diferencias de tono
varían: algunos son harto mordaces, otros explotan el
humor, unos más la ironía, el sarcasmo o la paradoja. No
todos se apegan, sin embargo, al Aculeus latino, y eligen
la escritura, más lírica y delicada, del epigrama griego.
Quise incluir únicamente a escritores del siglo XX y
del naciente XXI, ya que una de las finalidades de este
trabajo es poner a prueba la vigencia y el interés del
epigrama escrito en nuestro idioma.

H. C.,
Ciudad de México, verano de 2006.

N. del A. Pongo la referencia al título del libro sólo en los casos en

que los poemas pertenezcan a un libro publicado.

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 RODOLFO ALONSO
(Argentina, 1934)

EPIGRAMA

La poesía
mendiga ante tu puerta

¿No has pensado en abrirle

ni siquiera una vez?

Una vez
siquiera

Para que pueda entrar

y ventilarlo todo
(De Hago el amor
amor)

THE END

Ella dijo:
No tengo nada que ofrecerte.

Ella dijo:
No temas estar solo.

Ella dijo:
No es un golpe mortal.

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 Él decía:
Lo que no me convence
es este tajo
en la garganta, en el corazón, en la memoria.
(De Señora Vida
Vida)

SOL O SOMBRA

Congelados
a mitad de camino
entre barbaries

La rauda Historia
quema
nuestros rudos talones
(De Sol o sombra
sombra)

EL DÍA MENOS PENSADO

Y has de vivir como si eterno fueras.

Y has de morir como si fuera nada.
(De Sol o sombra
sombra)

SEN-TI-MIEN-TA-LIS-MOS

Ella hablaba a las plantas

y afi laba las tijeras

10

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 Ella hablaba a las plantas decía
que las plantas podían alcanzar
percibir el sonido el sentido
de la cálida humilde rica voz
humana

Ella hablaba a las plantas

y afi laba
sus tijeras de podar
de podar de podar de podar de podar
(De Alrededores)
Alrededores

PERDÓN POR TODO

Perdón por no haber sido

capaz de la palabra
imprescindible justa

La palabra
capaz de encender juntos
todos los corazones

Perdón por no haber sido

lo que debía ser

Perdón por haber sido

(De Alrededores)
Alrededores

11

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 JOSÉ MARÍA ÁLVAREZ
(España, 1942)

LA LÁGRIMA DE AHAB

XVI
LA PIEDRA QUE APARECE EN LA MAR
CUANDO ASCIENDE VENUS

¡Qué enredo! ¿Es encanto o ilusión?

Molière

No consigo recordar. Pero…algo brillante, sí, algo filosófico

sí que era
Eça de Queiroz

Sólo hay un problema

metafísico, digno
de consideración:
El Coño.

XX
HETORA

Armonía cosmopolita
Zoilo Escobar

Deliciosa la cena,
señora,
y aún más delicioso

12

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 todo lo que la cena ha convocado.
Yo os miraba y pensaba:
Reina Carme Riera
–sobre las copas de excelente vino–
feliz,
dosificando la inteligencia de los invitados.
Más atractiva que la conversación
misma. Dosificando los placeres
de la Cultura. Hasta la noche
se estremece
envidiosa de la belleza de este instante.

XXVII
SECUTAZ

Y el velo del Templo se rasgó por la mitad

Actas de Pilato

La perla imperecedera en la que duerme la memoria

Pierre Louys

(AGIAS-DELFOS)

¿Qué hacer ante la estatua de este atleta

sino adorar?
adorar la belleza, y el sentido
de esa belleza, de ese sueño
de gloria,
aún no destruido
por los cristianos, aún

13

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 Vida,
Adorar cuando fuimos
tan grandes, tan lejos, aquí, así.

XXIX
CORNALINA

Las alondras cantan en el jardín. ¿qué hora será?

Anton Vaulvritch Tchejov

Para Jessie

¿Quién
ni siquiera la Luna
que te baña, podría
competir en belleza y en misterio
contigo?

XXXI
LA PIEDRA QUE ATRAE LOS HUESOS

¿Finezas de amor vinculan?

Gabriel Bocangel y Unzueta

Oh puta de mi alma,
collar de mi demencia,
alegría furiosa que desgarra como el dolor,
fiebre del firmamento, Luna
de la sensualidad, ascua
de la desesperación,
déjame, déjame,

14

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 no hagas ni un gesto que me impida
ser el vampiro.

XXXIV
ZEBECH

Tus pensamientos passiuos

Deuen ser contenplatiuos
Pedro de Veragüe
Ese
relamerse, esos labios
brillantes de saliva, ese mohín
entre infantil y disoluto,
esos ojos burlones que cruzan como un rayo
el universo de plástico del aeropuerto…

Su amiga, sin embargo,

aún siendo hermosa, acaso más hermosa, no
excita.

Y es que no es la belleza la que irradia

ese misterio que te hechiza,
esa lumbre de júbilo,
ese pájaro con las alas en llamas.

No es la belleza de esos ojos, sino su forma de mirar;

el desmadejamiento de esas piernas,
esa lengüecita incandescente,
esa lividez canalla bajo sus ojos,
cómo mueve el pelo,
cómo lo sabe.

15

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 Eso
que los Dioses conceden
sólo a muy pocas,
y a veces sólo poco tiempo.
Esa dicha a la que no puede
tocar
el Destino.
(De La lágrima de Ahab
Ahab)

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 JOSÉ VICENTE ANAYA
(México, 1947)

EPIGRAMAS VENENO

I
¿Esperas que te dedique
mis epigramas, nuevo César?
Te los doy a beber.
Los hago con veneno.

V
Al opresor:

Rodó la cabeza del zar Pedro;

la de Stalin;
la de Hitler y
la de Mussolini.
¿Por qué la tuya
habrá de permanecer
en su lugar?

VI
¿Quién como mi amada? NADIE.
Nadie. ¡¡y ahora ni ella!!

VIII
No sé por qué perdimos ese amor
que nos asombraba tanto.

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 Los dos somos hijos de
la misma época desquiciada.
Yo soy, sí, uno de los peores...
¡y tú me ganas!

X
Raptus

Me saqué los ojos, como Edipo.

Y los hijos de la chingada
esperan que sea cierto...

XI
Caminando contigo la ciudad es nueva:
A nuestro paso las calles se van construyendo.
Los edificios adquieren formas que
los arquitectos jamás han pensado. Y es verdad.
Es cierta esta locura de revolucionar al mundo,
porque
dos enamorados no merecemos estas calles grises.
(De Punto negro
negro)

18

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 ENRIQUE BADOSA
(Barcelona, España, 1927)

EPIGRAMAS CONFIDENCIALES
LIBRO II

XLVI
No escribo lo que quiero y cuando quiero:
sí lo que quieres tú, y cuando quieres.
Sólo pongo el oficio que me exiges,
y que me exijo yo para ser digno.
Si lograse saber cómo te llamas,
tu nombre firmaría mis poemas.

XLVIII
Disfrutamos por fin de pleno empleo.
El paro ya no es lacra nacional.
Se han creado más puestos de trabajo
en todas las esquinas del país.

XLIX
Te harías un gran bien de cuerpo y alma,
si dejases tabaco y alcohol,
y a la mujer ajena y el banquete.
Nos has de hacer un bien no menos grandes,
si logras abstenerte de ti mismo.
(De Epigramas confidenciales
denciales)

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 EPIGRAMAS DE LA GAYA CIENCIA
LIBRO II

V
La poesía supo adelantarse
a lo más atrevido de la ciencia.
Desde la muy remota Antigüedad,
los clónicos están entre nosotros,
malos poetas de cualquier escuela.

XVII
Alguna vez nos pierde el narcisismo,
pues los que fueron versos de dolor
qué placer nos producen, si se aplauden.

XXII
No, gracias, no me incluyas en tu nómina
de inmortales tan sólo por un día.
Yo sé enterrarme solo, y nada mal,
y en mi mortalidad mejor estoy
sin más muerto inminente que yo mismo.
¿Tú, antólogo? Más bien sepulturero.
(De Epigramas de la Gaya Ciencia
Ciencia)

20

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 JORGE LUIS BORGES
(Argentina, 1898-Suiza, 1986)

QUINCE MONEDAS
(Selección)

ASTERIÓN

El año me tributa mi pasto de hombres

Y en la cisterna hay agua.
En mí se anudan los caminos de piedra.
¿De qué puedo quejarme?
En los atardeceres
Me pesa un poco la cabeza de toro.

UN POETA MENOR

La meta es el olvido.
Yo he llegado antes.

NORTUMBRIA, 900 A. D.

Que antes del alba lo despojen los lobos;

La espada es el camino más corto.

21

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 MIGUEL DE CERVANTES

Crueles estrellas y propicias estrellas

Presidieron la noche de mi génesis;
Debo a las últimas la cárcel
En que soñé el Quijote.

MACBETH

Nuestros actos prosiguen su camino,

Que no conoce término.
Maté a mi rey para que Shakespeare
Urdiera su tragedia.

EL ESPÍA

En la pública luz de las batallas

Otros dan su vida a la patria
Y los recuerda el mármol.
Yo he errado oscuro por ciudades que odio.
Le di otras cosas.
Abjuré de mi honor,
Traicioné a quienes me creyeron su amigo,
Compré conciencias,
Abominé del nombre de la patria,
Me resigné a la infamia.
(De La rosa profunda
profunda)

22

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 ALÍ CALDERÓN
(México, 1982)

ÁNIMA

II
[PANCAKE]

Tu dulce cuerpo Lesbia

con miel de maple todo
festín de lengua y labios
impone a todo el mundo.

III
Ni siquiera una catedral barroca
tiene tantos
y tan maravillosos encantos
como tiene Lesbia
bajo su delicada blusa.

XII
Pasearás, Helena,
por las anchas calles de Troya
con Menelao del brazo
como en otro tiempo lo hiciste con Paris.
Con mascada Hermès y vestido Valentino
cautivarás a quienes por ti lucharon,
a los que admiran tu paso frágil:

23

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 a Héctor, Ulises, Ayax y a todos
los titanes juntos.
Y tú, Helena, sin embargo, cambiarías la gloria,
la fama, incluso tu lugar en la historia,
por empuñar, una vez más,
la enhiesta lanza
de este anónimo guerrero.

XV
[TRANSIBERIANO]

Diariamente diez mil kilómetros

recorre
el tren transiberiano
para llegar de Moscú a Vladivostok, en Siberia.
Nosotros habitamos la misma ciudad y
todos los días nos cruzamos por la calle
pero nuestro encuentro es más frío que
una noche fría en Siberia
y nadie todavía
construye
el transiberiano que me lleve a ti.

TRICKSTER

II
[MISTERIOS ELEUSINOS]

En la ominosa oscuridad de Eleusis,

cuando el trance más profundo,
Orfeo, de la música, me concedió su don.

24

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 Hoy, en mi calidad de semidiós,
no toco más la flauta
. . . las musas me la tocan
y están embelesadas.

III
[ULISES REGRESA DEL EXILIO]

Todo es diferente desde que me fui:

otra es la bahía de Ítaca,
sus playas son otras,
otros sus habitantes.
Tú, Penélope, en cambio,
sigues siendo la misma
putilla closetera.
(De Imago prima
prima)

25

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 LILA CALDERÓN
(Chile, 1956)

DESCENDENCIA

Los descendientes del Fénix

se resisten a entregar las alas
Por razones poéticas
hay que estar en todas partes

DUDA

No sé qué hacer con Dios

la verdad es que da un trabajo de locos
dando vueltas por aquí con todos los problemas
de la creación en la cabeza
con su sangre azul y su falta de costumbre
por lo original
Me compromete por escrito el impertinente
ahora quiere que le hagan un retrato

A VECES VUELVE EL SOL

A FUNDIR LA IMAGEN

Era hermoso Tenía el pelo blanco y los días

Contados Era un replicante Una copia Un

26

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 Juguete Lo mataron sólo por eso En su mano
izquierda llevaba un clavo herrumbroso que
me salvó la vida De su mano izquierda voló
una paloma no sé adónde Los juguetes tienen
poco tiempo de vida Al igual que las palomas
No importa adónde vuelen

A VECES VUELVE EL SOL A FUNDIR

LA MISMA IMAGEN

La autora está condenada a muerte

al igual
que sus parientes
amigos
y vecinos más próximos
Ella lo sabe
(De Balance de blanco en el
ángel triste de Durero
Durero)

EN ESTOS JARDINES DESIERTOS

Habría sido la mejor primavera

de habernos encontrado
Solo hay flores
mariposas y cruceros
en estos jardines desiertos
(De Por suerte había otra vida
vida)

27

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 LA ERA DEL AIRE

Bajo esta cúpula

No se distingue la ruina el yeso el disfraz
la costura el injerto la voz doblada
No hay tiempo para equivocarse
Pero te entretienes viendo pasar los fuegos fatuos
por las esquinas
sin saber que eres uno de ellos

28

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 MARCO ANTONIO CAMPOS
(México, 1949)

PRINCIPIA

Los otros precisan palabras,

sonrisas llenas de vino,
halagos que terminan por creerse.
Pero yo trabajo mi vida, mis palabras,
para el arrepentimiento de los otros.
1971

ODIO

Odio a los que para acomodarse la corbata

se tardan un diciembre;
a los que después de haber escrito
versos de perro dolido
mendigan la alabanza ajena.
Odio a los que desprecian
la mujer que los acosa
por un sueño que nunca alcanzarán,
y a los que con teología
–pulcramente inexacta–
se sirven de los imbéciles.
Día a día, Marco Antonio Campos,
vigilé tus actos.
1970

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 ÚLTIMA

Señor:
déjame lejos de sus manos,
de la sombra voraz de su ternura.
No permitas que vuelva al mismo sueño.
Pero, Señor –no lo olvides–
haz que se arrepienta de no haberme amado.
1971

EL PEQUEÑO CÉSAR

1
Cada día hablas más, oh César,
y ávidos periodistas
recogen tus frases como maná del cielo.
Acuñas frases áureas en tu soledad escasa,
o los asesores –orfebres a sueldo–
las acuñan, para que la prensa
tenga algo que decirnos día con día.

2
De una cosa estás seguro
y es de creer que eres grande y que nadie
salvo tú, podría a este país
salvarlo de irse a pique. Un triunfador
como tú, que bien sabe
lo que hace y cómo lo hace. Lo despliegan
los medios (que has comprado),
tu círculo de abyectos y el Gran Capital.

30

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 3
¿No recordaste a tus antecesores?
De todo exmandatario
solamente enaltecen su periodo
los que del poder recibieron gran poder
y prebendas munificentes.
(De Poesía reunida, 1970-1996)

31

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 ERNESTO CARDENAL
(Nicaragua, 1925)

[ÉSTA
ÉSTA SERÁ MI VENGANZA
VENGANZA]

Ésta será mi venganza:

Que un día llegue a tus manos el libro de un poeta
famoso
y leas estas líneas que el autor escribió para ti
y tú no lo sepas.

[ELLA FUE VENDIDA

A NELLY & MARTÍNEZ CÍA. LTDA.]

Ella fue vendida a Nelly & Martínez Cía. Ltda.,

y muchos le enviarán regalos de plata,
y otros le enviarán regalos de electroplata,
y su antiguo enamorado le envía este epigrama.

IMITACIÓN DE PROPERCIO

Yo no canto la defensa de Stalingrado

ni la campaña de Egipto
ni el desembarco de Sicilia
ni la cruzada del Rhin del general Eisenhower:

Yo sólo canto la conquista de una muchacha.

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 Ni con las joyas de la Joyería Morlock
ni con perfumes de Dreyfus
ni con orquídeas dentro de su caja de mica
ni con cadillac
sino solamente con mis poemas la conquisté.

Y ella me prefiere, aunque soy pobre, a todos los

millones de Somoza.

[TÚ ERES SOLA ENTRE LAS MULTITUDES]

Tú eres sola entre las multitudes

como son sola la luna
y solo el sol en el cielo.

Ayer estabas en el estadio

en medio de miles de gentes
y te divisé desde que entré
igual que si hubieras estado sola
en un estadio vacío.

[TODAS LAS TARDES PASEABA

CON SU MADRE POR LA LANDETRASSE]

Todas las tardes paseaba con su madre por la

[Landetrasse
y en la esquina de la Schmiedtor, todas las tardes,
estaba Hitler esperándola, para verla pasar.
Los taxis y los ómnibus iban llenos de besos
y los novios alquilaban botes en el Danubio.

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 Pero él no sabía bailar. Nunca se atrevió a hablarle.
Después pasaba sin su madre, con un cadete.
Y después no volvió a pasar.
De ahí más tarde la Gestapo, la anexión de Austria,
la Guerra Mundial.

[ILEANA:
ILEANA: LA GALAXIA DE ANDRÓMEDA
ANDRÓMEDA]

Ileana: la Galaxia de Andrómeda,

a 700.000 años luz,
que se puede mirar a simple vista en una noche clara,
está más cerca que tú.
Otros ojos solitarios estarán mirándome desde
[Andrómeda,
en la noche de ellos. Yo a ti no te veo.
Ileana: la distancia es tiempo, y el tiempo vuela.
A 200 millones de millas por hora el universo
se está expandiendo hacia la Nada.
Y tú estás lejos de mí como a millones de años.
(De Epigramas)
Epigramas

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 HÉCTOR CARRETO
(México, 1953)

A UN EMPLEADO

¿Le molesta, empleado Vargas,

que me acueste con su esposa?
Tenga lógica, mi amigo;
soy más guapo –qué remedio,
y soy su jefe,
le recuerdo.
(De La espada de san Jorge
Jorge)

EL YERNO DE CALÍGULA

Para jueces del concurso literario

el yerno de Calígula nombró a los perros de la Corte.

Nada leyeron, se entiende.

Hocicos fieles, llevaron
las coronas de laurel
a sus dueños.

Se ve satisfecho el yerno de Calígula:

para elegir juez, ningún olfato como el suyo.

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 EL CABALLO DE CALÍGULA

Cómo se indignó el Senado

cuando irrumpió el caballo del césar
y ocupó una curul.

Tenían razón: un corcel

no cabe en un establo de asnos.

MAL DE AMOR

No me importa el contagio del herpes

ni de otros daños incurables.
Es el riesgo del deseo, es su mandato:
beber en tu taza es, acaso, mi única oportunidad
de poner mis labios sobre los tuyos.

SALÓN DE BELLEZA

Podrías ser dueña

de un cuerpo envidiable,
como los que se hospedan en los museos
de Roma, Madrid, Nueva York.

En la sala de espejos de mi poema

descubrirías un cutis ya sin surcos.
¿O acaso piensas, ingenua, que rostro y cuerpo
de La Maja pertenecían a una sola?,
¿o que la Venus de Botticelli se ceñía
a la dieta?,

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 ¿o que la piel de Diana
era de mármol bruñido?

Escucha: esos artistas retocaron a sus modelos

porque con ellas compartieron
mantel y sábanas.

Anda, entrégame tu cuerpo

y de aquí saldrás, lo garantizo,
físicamente satisfecha.

PAREJA DE ANTOLOGADORES

Victórico, mejor antologador que poeta,

mejor cornudo que antólogo,
hierve: estrena cuernos,
y como el ciego desquiciado que reparte bastonazos
me asesta uno: no me incluye
en su nueva selección de autores.

Juzgas mal, Victórico: jamás estuve

en el plato de tu señora:
tampoco forma parte de su vasta
y generosa antología.
(De Coliseo)
Coliseo

37

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 ADOLFO CASTAÑÓN
(México, 1952)

EL REYEZUELO

Primera audiencia

II. Mario se jacta de no tener perro. Tiene en casa una

mujer que ladra a los desconocidos, cuida el estado, cobra
deudas, administra la maledicencia y suspende los pagos.
Mario, entretanto, calla, pide y concede gracia. Sabe que
cuando un perro es demasiado fuerte o nervioso, hay
que caminar rápido. De otro modo, sería evidente que
nos arrastra.

III. Cintia es viuda por obra de un suicida. Cuando

se presenta a un banquete, la mitad de los comensales
desaparece. Los lujuriosos prefieren una enfermedad
venérea antes que una muerte por analogía. Es curioso.
Quienes frecuentan a Cintia son las mujeres que detestan
a sus maridos. Riñen. ¿A cuál lograrán amancebar?

V. Livia: podrías ser mi madre, quizá mi abuela. Ninguna

de tus hijas es tan bella como tú y, junto a ti, incluso tu
marido el bruto gana cierta dignidad. Dicen que eres un
buitre. Sea. Hoy quisiera servirte de carroña.

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 XV. Cuando nos estábamos acostumbrando a las putas en
Eleusis, aparecieron las sabihondas en los prostíbulos.

XX. Los bandidos cierran los caminos, la policía acecha

en las calles, el homicidio, condenado como crimen
cuando lo comenten los particulares, es convertido en
virtud cuando se comete a título público y el asesinato,
escrito, es virtud.

Segunda audiencia

XIX. Sé que dije muchas mentiras. También sé que fui

aplaudido por quienes sabían que estaba mintiendo.
(De El reyezuelo
reyezuelo)

39

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 ANTONIO CISNEROS
(Perú, 1942)

CUATRO BOLEROS BURDELEROS*

1
Con las últimas lluvias te largaste
y entonces yo creí
que para la casa más aburrida del suburbio
no habrían primaveras
ni otoños ni inviernos ni veranos
Pero no
Las estaciones se cumplieron
como estaban previstas en cualquier almanaque
Y la dueña de la casa y el cartero
no me volvieron a preguntar
por ti

2
Para olvidarme de ti y no mirarte
miro el viaje de las moscas por el aire
Gran Estilo
Gran Velocidad
Gran Altura.

* Maroqueros en el original. La sugerencia es del autor.

40

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 3
Para olvidarte me agarro al primer tren y salgo al campo
Imposible
Y es que tu ausencia
tiene algo de Flora de Fauna de Pic Nic.

4
No me aumentaron el sueldo por tu ausencia
sin embargo
el frasco de Nescafé me dura el doble
el triple las hojas de afeitar.

DOS INTERVENCIONES DEL ESTADO

II. EN UN RINCONCITO DEL PANTEÓN

Por mí te doy el beso. Mas después no relinches
si los dioses de Francia te niegan sus licencias, si
[negocian
los héroes tu casa para salvar sus vidas, si los reyes
lo botan a tu viejo del trabajo. Te beso en la orejita,
te beso. Mas no me comprometas con la quinta
[república
–y menos con la sexta que se viene.
Ni juro ante una biblia y una espada que mañana iré al
[cine,
y si voy,
que te diré Bonjour entre la entrada,
bonsoir a la salida.

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 POEMA INÉDITO EN EL BAÑO
DEL BAR PALERMO

Escribió tres o cuatro sonetos contra la Virgen

y uno a favor.
Y todo fue arrastrado por las aguas.
(De Cómo higuera en un campo de golf )

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 IVÁN CRUZ OSORIO
(México, 1980)

HÉCTOR HUYE DE AQUILES

No temo a la cólera de Aquiles,

como no temí al ímpetu de Patroclo
ni al valor de ninguno de los mirmidones.
No importa que me llamen cobarde,
no me cuido de mi gloria,
si ahora abandono la batalla,
no es por cobardía,
es el amor por Andrómaca, por Astianac,
lo que guía mis pasos.

A otros, tú, dulce Victoria

entrega tus dones,
yo, despreocupado junto a mi esposa y mi hijo,
honraré a los héroes y a su fama.

PENÉLOPE A ULISES

Mejor que la treta hubiera fracasado,

mejor que no hubieras salido victorioso,
mejor que otro fuera el dueño de tus argucias,
mejor que las armas enemigas te hubieran emboscado,
mejor que Paris hubiera masacrado tu cuerpo
y que los muros de Ilión continuaran de pie.

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 Mejor la pena de la derrota,
mejor el dolor de saberte muerto,
que la incertidumbre de esta interminable espera.

ULISES A PENÉLOPE

¿Para qué regresar?,

¿para probar el calor de tus labios ya marchitos?,
¿para devolver a Telémaco un padre que ya no necesita?,
¿para medir mis pálidas fuerzas con el lozano vigor
de Pisandro, Medonte, y Antínoo?,
¿para disputarles riquezas?,
¿para turbar a la apacible Ítaca con el regreso de un
[muerto,
de un fantasma, de una leyenda que circula
cada vez menos entre las voces del pueblo?

SOLÓN HABLA AL PUEBLO ATENIENSE

Nunca la benigna Atenas morirá

por designio de los dioses inmortales,
es por nosotros los hombres, queridos atenienses,
que nuestra urbe se extingue rápidamente;
somos tal vez los últimos vivientes,
los últimos mezquinos, los últimos saqueadores
de esta tierra de dolores y sollozos,
en breve, el tiempo mostrará nuestra locura,
en breve, mostrará, sin tregua, nuestras torpezas,
que a los dioses ya no podremos atribuir la culpa.

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 MARCIAL RUMBO A BÍLBILIS TRAS EL
ASESINATO DEL EMPERADOR DOMICIANO

En verdad, Quintiliano, los hombres

no somos quienes andamos extraviados
al lanzarnos, unos a otros, amargos reproches,
al consumir nuestra ambición y coraje
en guerras que agregan abatimiento e infortunio,
al erguir, altaneros, la cabeza igual que Júpiter
pese a nuestra insignificancia;
los auténticos extraviados
son los dioses
por entregar sus dones
a un corazón tan insensato
como el nuestro.

MARCIAL A SUS CONTEMPORÁNEOS

(posible apócrifo)

Dices bien, Quintiliano,

estos poemas atacan a lo viejo,
estos poemas viven del pasado,
estos poemas no son de vanguardia,
lo acepto,
como también acepto
las risitas y el sarcasmo
que me dedican mis contemporáneos,
los que viven a la moda,
y que ya son freno y obstáculo
de los jóvenes en turno.

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 DANIEL CHIROM
(Argentina, 1955)

SARA

Esas ramas
son tus manos
acariciando el cielo
después de cada tormenta.
Y esos dedos son llamas
encendiendo una noche
en la penumbra blanca de tu ocaso.

LILITH

La luna es nueva
y el río ya no es el mismo
pero tus ojos permanecen iguales;
sólo quien viajara hacia el fondo de su mirada
descubriría algo más que el paso del tiempo:
un animal enfurecido contra la jaula del horizonte.

AB INITIO

Un día
alguien descubrirá
que el principio

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 no era más que la suma del resto
que un Homero dispersó desde el Olimpo
para contrariar a los dioses.

PARA ELIZABETH

Tanto te amo
que ya no te amo.
Eres para mí tantas cosas
que estoy vacío de tu presencia.
Tu belleza me anochece.

HOMERO

Mi alma se acostumbró a este oscuro paisaje.

Tras mis pasos
vendrán otros a poblar estas sombrías estepas
y como yo
perderán la luz.
Soy el adelantado de una raza de ciegos.

REINO

No en primavera, mi amada,
sino en invierno
cuando la muerte ensancha el cielo
donde quiero reinar
con la hoz del deseo.

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 ROQUE DALTON
(El Salvador, 1935-1975)

LOS DERECHOS HUMANOS

(Recogido textualmente de una conferencia)

–¿Hay negros en este cementerio?

–Enterrados no. Pero sí hay negros.
Los dos sepultureros son negros.

CRISTO

Crucificadle crucificadle
crucificadle
porque a su tiempo más debido
no ahorcó a los señores del hartazgo
porque no dio cuchillos al genuflexo apóstol
porque repartió el agua de la humildad y el amor
en vez del ácido final
de la sedición

EL GENERAL MARTÍNEZ

Dicen que fue un buen presidente

porque repartió casas baratas
entre los salvadoreños que quedaron…

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 O.E.A.

El Presidente de mi país
se llama hoy por hoy Coronel Fidel Sánchez Hernández
Pero el General Somoza, Presidente de Nicaragua,
también es Presidente de mi país.
Y el general Stroessner, Presidente del Paraguay,
es también un poquito Presidente de mi país, aunque
/menos
que el Presidente de Honduras o sea
el General López Arellano, y más que el Presidente de
/Haití,
Monsieur Duvalier.
Y el Presidente de los Estados Unidos es más
/Presidente de mi país,
ese que, como dije, hoy por hoy,
se llama Coronel Fidel Sánchez Hernández.

EPIGRAMA

Somos la pareja menos infinita y menos adánica

que podría encontrarse en estos últimos 30 años de
/Historia.

Desde el punto de vista muscular

apenas hemos hecho poco más que dos perros.
Desde el ángulo cultural
hemos despertado bien pocas envidias.

Pero este amor nos ha devuelto mejorados al mundo

y, entre nosotros, inolvidables.

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 Ahora vamos a hacer que alguien sonría
o paladee un pedacito de dulce tristeza
hablando de nuestro amor en este poema.
(De La ternura no basta
basta)

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 ARTURO DÁVILA
(México, 1958)

CATULINARIAS

II
Floralba: hace unos meses
me dijiste entre lágrimas
que no querías saber nada de los hombres
y que tu corazón estaba herido.

Parecías una paloma

abandonada
bajo la lluvia.

Anoche llegaste a la fiesta

con una linda minifalda negra
y con Pablo Torcuato
(de todos los hombres
¿por qué con Pablo Torcuato?)

Debo admitirlo:
me corroyó la envidia
y una nube negra cubrió mis ojos;
tuve que apurar un vaso de agua
porque mi corazón estaba desafinado.

Desfi laron las parejas

y la dulce noche floreció:
el aire vibraba a ritmo de rock.

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 Torcuato
estaba tan contento
que se le derramaban las lágrimas:

parecía un carnicero
acariciando unas flores blancas.

VI
Se te ve en el templo,
Camila,
lamentando la muerte de tu marido;
pero cuando llega Néstor,
“el nunca olvidado”,

un ligero carmín
ilumina tus mejillas.

VII
Entró Pulquerio
a la sala de vapor del club,
sintiéndose y sentándose a sus anchas,
derrochando grasa y gracia.

En la masa de sus congéneres

vio el espejo de sus kilos.

No duró ni un minuto
y se marchó:

“Aquí hay –sentenció–

demasiados pájaros muertos”.

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 XII
Me encontré con Eulalia,
el sábado pasado,
en una estética unisex.

Se veía mejor que nunca:

escote de primavera,
vestido amarillo con flores,
piernas tersas
y una sonrisa estelar.

Venía del psicoanalista.

“Grité, reí, hablé,

le conté toda mi vida, me desahogué”.
(Siempre serás la misma –pensé.)
“Es un verdadero médico del espíritu…
–le comentó al peluquero,
su otro psicoanalista–
y el próximo sábado estoy lista
para volver”.

Eulalia se fue
contoneando sus caderas
como una yegua en las praderas.

Una lluvia de sol la recibió:

estaba radiante y feliz.

Ahora podrá
seguir engañando a su marido
(quien paga las consultas)
sin sentir ningún remordimiento.

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 XXV
Me cuentan que te gustaron mis poemas
(algunos)
y que hasta te hicieron reír:

si supieras quién los inspira

tal vez te hicieran llorar.
(De Catulinarias)
Catulinarias

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 MIGUEL ÁNGEL ESQUIVEL
(México, 1968)

ELEGÍA EN LA BOLSA MEXICANA

DE VALORES

Recién sé, ay, que a este ilustre

venido a menos, se le está pudriendo
el hocico. Su aliento es valorado
como moneda falsa y sus manos (ay, cuando
saluda), son vistas como billetes sucios.
Pobre.

[ESPEJO SOY MARIANA, Y EN MÍ]

Espejo soy Mariana, y en mí,

tu belleza encuentras.

[EPIGRAMA SOY]

Epigrama soy
Me manda quien te ama.

[[AÚN RECUERDO TU VESTIDO ROSA FUERTE ]

Aún recuerdo tu vestido rosa fuerte,

tus zapatos negros,

55

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 y tus piernas desnudas.
Y por supuesto, tus largos pasos
que me dejan.

[
[ALGUNAS ENVIDIOSAS DICEN,
QUE POR SU BELLEZA
BELLEZA]

Algunas envidiosas dicen, que por su belleza,

Mariana no es de este mundo.
Insensatas. Las que no son de este mundo
son las flores que le doy.

[MARIANA, TAMBIÉN EN EL INFIERNO]

Mariana, también en el infierno

hay flores. Yo he bajado a él
para darte una. Toma, es un Asfódelo.
Tú sabes lo que dice.
(De Muñones)
Muñones

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 ENRIQUE FIERRO
(Uruguay, 1942)

DOS EPIGRAMAS

1
santurrón poetica
fariseo poeta
mojigato poeta
y gazmono poeta

beatón poetilla
fingidor poetica
comediante poeta
y tartufo poeta

desleal poetilla
renegado poeta
desertor poetica
alevoso poeta
delator poetilla
y perjuro poeta
(De Escrito en México
México)

2
Y NADIE TE RECUERDE

Poeta de injusta
murga que

57

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 rata ceniza sin eros fuiste,
aquí te quedas,
aquí te dejen,
aquí te pudras,
aquí te vayas
a tu fosa y nadie,
nadie te recuerde.

58

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 ALFREDO FRESSIA
(Uruguay, 1948)

NÁUTICA

Hundido Nicias, náufrago en cautela,

Nicias ateniense, necio general,
dijo Plinio, el Viejo y sin dientes:
Quo pauore ignarus causae Nicias Atheniensium
imperator,
ueritus classem portu educere, opes eorum adflixit.

¿Entenderás ahora? Arruinaste a tu patria por un eclipse

vano, le temiste
a la luz de película vieja, la matinée en que una flota
ya no salía, por su mal, del puerto.
Mala prensa de los militares, Nicias,
sólo los poetas te recuerdan.

PÍNDARO INTEMPESTIVO

Eclipse de Tebas, ¿vuelves otra vez del breve exilio

para apagar el sol de Montevideo? ¿Traes tú
el anuncio de otra guerra, la ruina
de nuestras cosechas, alguna innombrable tempestad
[de nieve
donde se oculte el temblor de los tiranos, o un
[desbordamiento

59

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 del mar que vendrá a vaciarse península adentro? ¿Será
[el hielo
sobre el descampado o un verano que los vientos del sur
harán derramarse en sudestadas furiosas?
¿Vas a inundar la tierra y expulsar a los hombres
[aterrados?
¿Nacerá entonces otra raza entre nosotros? ¿Y seremos
otra vez fantasmas sin bordes bajo la penumbra?

ANOCHECER EN LA TORRE

“Úrsula punza la boyuna yunta”

Julio Herrera y Reissig

¿Ves? Siempre retumba antes de la huida, brusca

la tarde se derrumba. Úrsula ya no punza
la boyuna yunta y aún no duerme la penumbra
en la espesura. ¿Una tundra? La instantánea oculta:
“Une station balnéaire sur le Rio de la Plata, 1900 ”
o antes, cuando sucumban los montes en fuga
al túmulo del mar. ¿Ves sobre la playa una medusa
gigante como la congoja? ¿Úrsula no pregunta?
¿Qué lengua muerta el alma pronuncia? Punza
la noche, la cena, la persiana abrupta.
Una mosca perturba la órbita nocturna,
está extraviada, zumba.

PREPARACIÓN DE UNA CENA

Con el ojo irisado de la muñeca china,

la de la seda inconsútil como piel, aquilato

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 el reflejo jade de las venas, en reposo
las aves à la campagnarde. Contemplo mucho tiempo
la interrogación lujuriosa de los cuellos
hasta ejecutar con destreza la fina arte cisoria.
Examino las alas sobre la marquetería del trinchante.
El abanico de tersa malaquita
esconde las respuestas.

HIGIENE

olho muito tempo o corpo de um poema

até perder de vista o que não seja corpo
Ana Cristina Cesar

Apagón y lluvia
la noche del eclipse,
no se pudo ver nada.
En casa me sequé, tomé café oscuro
y con la manga me limpiaba la sangre
en las comisuras de un verso de Ana C.
(De El eclipse. Cierta poesía, 1973-2003)

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 DANA GELINAS
(México, 1962)

LÁPIDA PARA UNA MUJER LIBERADA

Como Diana, primero una flecha

al centro de un hombre;
como Penélope,
tejer la tela de araña;
caminar siempre un paso atrás,
como Eurídice;
salir del baño, como Afrodita;
leer de noche, como Minerva;
amar a una bestia, como Pasifae;
cultivar en exclusiva la tierra de tu casa,
como Gea;
predecir la infidelidad, como Casandra;
vengar al marido, como Hera;
memorizar uno a uno los rasgos de Narciso,
como Eco,
todo para morir en tu país
sin que te lapiden…

como a una extranjera.

(De Bajo un cielo de cal )

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 LA ALFOMBRA ROJA DE MARTHITA

Marthita hace pasarelas

para la historia:
la vemos en un bello coordinado
al comprar una pila de toallas de seda
y todo es “toalla
“toallagate ” para los medios.
Bajo su bienhechor rol de Evita
sortea boletos de baja denominación para el vulgo
y desde Londres se comenta
que sólo un diez por ciento es caridad
y el noventa que resta
reposa en las arcas de Marthita.
En un blazer de encaje
semejada a Mary Poppins,
posa junto a su hijo,
absuelto jamás por enriquecerse.

Dentro de su papel de Primera Dama

Martha vistió cientos de trajes hechos a la medida.

La sabia modista de Los Pinos,

la Consejera Mayor,
la asesora de imagen y estilo,
vistió a Martha para interiores
y exteriores,
para portadas de revistas y libros,
para grandes galas en palacio
donde algunos reían de todo,
excepto de Marthita.

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 En fin, una couturière sola y su alma
creó un vestido de día, rojo,
uno discreto,
con el cual Martha,
bajo juramento,
renunció a la política.

Larga vida al vestido rojo de Marthita.

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 JULIÁN GUILLERMO GÓMEZ
(México, 1947)

POEMAS DE OCASIÓN
(PREVIO PESO EN LA ROCOLA)

A Margarito Ledesma

NUEVOS CANTOS DEL HOGAR

I
Dulcísima era ella;
lejanamente el vino podría ser su mejor analogía:
vertido en el vaso
chorrea su presión de espuma y excita
al dormido paladar
del lúbrico impaciente
su color de incendio.
En cambio, Tristán resultó un magnífico partido.

II
Saciaron su lujuria con lujo de detalles.
Sus cuerpos fatigados se rindieron al amor.
Ningún rincón de ambos permaneció casto.
Esto lo dedujo la persona
que asea los cuartos del hotel
al día siguiente
del furtivo encuentro.

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 III

Cuando aprendieron a hacerlo

ya no fue lo mismo;
no tanto sus respectivos instructores
ni la torpe timidez que creían encantadora.
Lo peor fue la rutina.
Para entonces ya se había borrado del automóvil
el lema que todos tanto –ella sobre todo– festejaron:
“reciencasados”.

IMITACIÓN DE CATULO

Pero Lesbia
prefiere las fotonovelas.

EN ESTE VALLE DE ANÁHUAC

O/Y DE LÁGRIMAS

Los anunciantes guiñan a los clientes.

Los jesuitas pasman a su grey, diezmo aparte.
Todo examen prenupcial la garantiza.
La heroína de la revista lo fotoprueba
–ya se expende en los puestos de periódicos.
Misas la consagran,
ensalzada en LP de Eterna duración,
al alcance de cualquier bolsillo proletario
en distintas formas y tamaños
según las circunstancias –usted comprenda–

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 biblias, próceres y doctores
de la Ley están de acuerdo.
¡Nadie quede sin su ejido metafísico, sin la
[ganancia espiritual
la gorda panacea!
a Dios gracias
la F E L I C I D A D no ha sido gravada todavía
con impuestos de tenencia.

OTRO EPIGRAMA

Retumben biuiks de motores minerales,

trepiden máquinas-centauro, esplendor del siglo,
derrítanse los rostros excesivos maquillados
de las damas en traje de coctel,
susurren radios, magnavoces,
únjanse los puricastos con furor divino,
azúcense cerebros electrónicos,
contra tanta cibernética humana más allá del proceso
productivo.
Fabio, nuestro amigo y mal poeta,
ha subido ya el costo de todos sus poemas.

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 ENRIQUE GONZÁLEZ ROJO
(M ÉXICO, 1928)

EPIGRAMARIO

1
Ayer, amada mía, pecho adentro
te enterré en la rotonda
de mis sueños ilustres.

4
¿Recordarte
cuando me dejaste
tan mal sabor de alma?

6
A una alumna,
llamada Alicia,
la llamo yo,
al verla tan hermosa, tan deseable,
Alicia en el país de sus propias maravillas.

7
En el castillo, amada, levantado
por los dos, tengo miedo
del triángulo que formamos
nosotros y el fantasma.

68

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 10
Sin volver la mirada, te fuiste lentamente,
enfermando de cáncer el espacio.
De reojo logré verte por último
escupiendo las letras de mi nombre.
(De A solas con mis ojos
ojos)

69

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 ENRIQUE GRACIA TRINIDAD
(España, 1950)

SI TÚ NO ESTÁS

A Andrea Navas

El Paraíso debe estar vacío.

Si tú no estás, quién va a querer estar.
Sé que andan de tertulia por la puerta,
incluso Dios mira el reloj y fuma
y se hace el remolón hasta que llegues.
Entonces todos entrarán de golpe.

CONSEJO MALVADO

Imitar a Li Po es sin duda elegante:

escribir unos versos y hacer con ellos barcos de papel
que la corriente del río se lleve poco a poco.
Exquisito, sin duda,
pero procura tú ser cuidadoso
y guardar lo que escribes,
que bastantes basuras se arrojan a las aguas.

FIDELIDAD

¿Que por qué sigo aquí?

Porque en amor quien ama menos, manda,

70

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 y no quiero dejarte hecha unos zorros,
sin tropa a quien mandar.
Así que yo me quedo
para recibir órdenes, cariño.

ME DICES QUE HAGA UN VERSO PARA TI.

AQUÍ TIENES DOS

Qué voy a saber yo de lo que quieres

si a penas sé qué es lo que quiero yo.

EPIGRAMA-SOLEÁ

Hijo mío, mientras creces,

que no te engañe la vida
y tú engáñala si puedes.

CIUDADANO KANE
(Orson Welles)

Vendo trineo de madera

en el que fui feliz hace mil años.
Lo demás que lo quemen en pública subasta.
Rosebud,
Rosebud,
Rosebud,
¡zas!

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 HUGO GUTIÉRREZ VEGA
(México, 1934)

“LAS INEPTITUDES DE LA INEPTA CULTURA”

III
Píndaro demostró que también es posible la poesía de
[encargo
si el patrocinador no se da cuenta de la burla.

IX. Recitales

A la poeta Ladislalia de Montemar

Los poetas dijeron sus versos

y agitaron sus plumas en el gran salón.

Al día siguiente varias sirvientas

lucieron plumas de pavo real
en sus sombreros viejos.
Ellas opinan que los recitales son útiles
a la república.

72

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 TRATADO DE LA PUESTA EN ESCENA

V. Lección quinta
Con la cara cubierta de crema
y la toalla en la mano
repensamos:
“ars brevis… vita longa…”
(De Cuando el placer termine
termine)

VARIAS ADMIRACIONES

7
De tantas oraciones, homenajes,
estudios, comentarios, estatuas,
jardines con tu nombre,
cátedras, premios, inmortalidades,
sólo quedan los versos renacidos
que sabe de memoria quien te ama.
(De Meridiano 8-0)

POSTALES DEL MALL

Sobre antologías y desgracias

Mis amigos antologadores
no saben que, sin proponérselo,
labran mi desgracia
al ponerme al alcance de las garras
de los que no salieron.

73

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 Predicar sin el ejemplo
“No deje que se le vaya un día
sin escribir aunque sea un verso”,
me recomendaba un poeta
que escribió un libro y poema inmenso
y, después, se quedó callado,
envuelto en informes, télex
y oficios, oficios, oficios…
(De Georgetown Blues
Blues)

74

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 LETICIA HERRERA
(México, 1960)

JOVEN

no importa si no me perteneces
pero quédate a tomar el té

DIFERENCIA

no tengo envidia del pene

aunque sí me genera algo de envidia
no tenerlo dentro

EPIGRAMA III

si no puedes con el enemigo

súbetele

NEOCARTESIANO

cojo ergo sum

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 DIFICULTAD

detrás del cierre de tu pantalón

de mezclilla o de casimir inglés
me hallé de pronto frente a la torre de
Babel
y es fecha que no puedo salir de ahí
pues no entiendo a qué salir

BORRACHOS

lámeme aquí dijo

ahorita vengo
y se durmió el cab
(De Vivir es imposible
imposible)

76

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 LETICIA HERRERA ÁLVAREZ
(México, 1954)

REGAÑO

A Miguel Albiñana

Señor padre
su seriedad me ha conquistado
le besaría
los labios
con deleite

BODA

Repiquen las campanas

y levanten el vuelo las palomas
una mujer ha sido
envuelta
para regalo

PROPUESTA

Dadme tan solo

un humilde espermatozoide
y veréis
cuánto puedo hacer con él

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 DE PASEO

Me lucía
como un zapato nuevo
aunque doliera

PROMISCUIDAD SOLIDARIA

Amarre a su pareja
voy
a soltar
mis perros

MISS SALOMÉ

Tenía un lindo rostro

de medieval princesa futurista
Lástima que nadie se atreviera
a salvar lo único bello que tenía
deberíamos haberle cortado
la cabeza
(De Ver al volar
volar)

78

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 RODOLFO HINOSTROZA
(Perú, 1941)

IMITACIÓN DE PROPERCIO

II
Los imbéciles han renunciado al Poder: yo
me confieso imbécil.
Ese juego pragmático y salvaje
por el que bramo y huyo, cosa en la cual
he quemado la mitad de mi juventud
por aceptar Tu Realidad,
Oh, César,
por decir mi bocado shakesperiano. Y así
es miserable el tiempo que se pasa sobre la tierra
suponiendo que no hay un infinito
y además
el mundo de que me sentía mediador
no existió jamás, y
no lo verán mis días.
Un puto inútil
según los expedientes de tu estado, Señor de Gran
[Poder,
un joven lúdico
nonsense.

Cantaré a la risa
y al ridículo: ésas son cosas ciertamente inmortales,
no tu poder, no tu barbarie, oh César.

79

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 Yo huyo, según tu entendimiento
arrojando latas de cerveza a América
vagando sous le Petit Pont
donde cantan los jóvenes melenudos
las más bellas romanzas de la época.

III
Oh césar, van llegando tus panfletos:
“Si no te ocupas de política
la política se ocupará de ti”
puro chantaje.
Qué puede un centurión contra mi sonrisa?
Amenazado de muerte?
Y morirán mis reinos interiores, mis poemas, mi
[nombre
será excluido de las conversaciones?
Corriente.
Creerás que has ganado,
oh César.
Eugenio Marchbanks sale, pero ellos nunca sabrán
cuál era su secreto.

IV
La Historia es la incesante búsqueda de un domo cris-
talino
que hay que mirar como jamás nadie ha mirado
y tus ojos son de esta tierra, Oh César
el poder corrompió a la Idea
pero la Idea queda
arbotante y tensión sobre un espacio de aire
Tienes quien te haga las canciones heroicas

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 un puñado de máximas para defenderte de la muerte
y puedes arrasarlo todo
hombre que duerme.
/No mandes
a tus terroristas a convencerme que cante tu célebre con-
tinuum represivo
yo reposaré esta noche entre los muslos de Azucena
y veremos unicornios en las paredes
y nuestros cuerpos se moverán hacia Hércules & Lyra
y la energía que emana de un cabello será bastante
magia
para esta noche.

VIII
Oh, Señor de Gran Poder
mi poesía acabará conmigo
animal mortal
hecha por un animal mortal
pero será leída por jóvenes tan jóvenes
que creerán que es un viejo el que escribe
para ellos
no deteriorados por la barbarie del poder
nítidos
mejores
esperan en enormes grupos el Metro de las 6
andróginos y bellos
la noche fue de amor y marihuana
vienen del Norte y del Este
quién necesita una patria
los insultos no pueden contra ellos
semejantes al alba
Oh César
ignorando el Poder.

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 XI
Bajo el signo de Scorpio
ciclo de la verdad y la putrefacción
con la opción del suicidio en el círculo de fuego
para a su vez podrirse y engendrar.
(De Contranatura)
Contranatura

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 SAÚL IBARGOYEN ISLAS
(Uruguay, 1930)

EPIGRAMAS A VALERIA

[NO
NO TE AGRADA COCINAR VALERIA
VALERIA]

No te agrada cocinar Valeria

y tienes horror a la carne cruda:
sólo puedes salvar tu molesta contradicción
arrojándote de una vez
a los calderos del Diablo.

[VALERIA POR TI ESCRIBO]

Valeria por ti escribo

estos frívolos versos de hoy
por ti me inauguro
en rápidos y torpes epigramas:
qué injusto homenaje recibes
de quien ha sido
manoseado por la muerte.

[TUS
TUS AMIGAS SON MALIGNAS MARIANA
MARIANA]

Tus amigas son malignas Mariana

debes enterarte de lo que murmuran

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 de ti. Por ejemplo: que eres
una casa bancaria pues
trabajas con todas las monedas
o que pareces una imagen sagrada
ya que ninguna mano
se prohibe tocarte.

[SEGURO ESTOY VALERIA

DE QUE LOS ANIMALES]

Seguro estoy Valeria de que los animales

que en tu casa crías
por mano y asistencia de sirvientes mal pagados
repudian el constante trajinar
de tus impúdicas nalgas.
Porque ellos están desnudos como tú
y mientras gritas o ríes o ruges
el perro apenas gime
enmudecen de dolor los pájaros
y la tortuga sigue en su silencio.

[HOY SE DISCUTÍA EN EL MERCADO]

Hoy se discutía en el mercado

Valeria el precio de la roja carne
el costo inflacionario de las ostras
a cuánto el kilo de testículos de puerco
por qué tantas monedas por un simple
puñado de fragantes limones.

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 Afortunadamente para las cenizas
de tu padre nadie consultó
la sección financiera del periódico
donde está la cotización de tu cuerpo
hasta la noche del día de mañana.
(De Epigramas a Valeria
Valeria)

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 CARLOS ILLESCAS
(Guatemala, 1918-México, 1998)

FRAGMENTOS REUNIDOS

IV
VÍA LÁCTEA

Si olvidas ejercer,
poeta, la cursilería,
tu mujer partirá con el lechero
el pan que a ti te niega remilgosa.
Atiéndeme. Sopla a su oído:
“Terroncito de azúcar.
Vida mía.”
Así las cosas, la verás entonces
(lo seguro)
guiñarle sólo un ojo.

XXI
BREVE LIED

Prefieren las burguesas

engañarte en otoño;
en diciembre, también;
pero eso sí, temblando.

86

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 LXXVI
SECTARIA

Este cartel muestra tu Iglesia

en desafiante pórtico:
“Absténgase de entrar
quien no conozca la lujuria”.

LXXXVIII
EPITAFIO I

Yace aquí quien en vida

rodó por las cantinas,
rosas olió, dejado de malicias;
amó las vacas del cercado ajeno
y siempre respetó a las demás.
Mas nunca a las mujeres.

XCIV
AGAMEMNÓN MUESTRA SU ENOJO

Te prohibo Clitemnestra
usar la losa de mi tumba
para gozar con tus amantes.
No excedas el escarnio
despabilando mi reposo.
Fornica donde quieras
menos aquí.

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 CLXV
ESTIMACIÓN DANTESCA

Amo. Terriblemente, amo.

A muerte encinta y a pedradas, amo;
a canto sin maestro, a pelusilla,
a luz sin golondrinas, amo.
Como solamente aman
quienes aún vemos a Beatriz
tentaleando las sombras del infierno.
(De Fragmentos reunidos
reunidos)

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 JOSÉ KOZER
(Cuba, 1940)

EPIGRAMA

La princesa está triste… ¿Qué tendrá la princesa?

Evidente, la regla.

EPIGRAMA 1

¿Recuerdas? Tu fama alcanzaría el cuarto confín y la

puerta entornada allá en el horizonte.
En tu velorio
estuvimos el cuervo y la potranca: yo, deliberadamente.

EPIGRAMA 2

La estaca penetra en cuatro a Polifemo.

De un ojo a otro embarrada la visión.

EPIGRAMA 4

Joven literato.
El paso firme. Chaleco y leontina.
Exégeta. De sí mismo.
Por sobre todas las cosas, poeta. Poeta.

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 En emulación de sus mayores, catedrático.
Viste oropel catedrático ostentando el nombre de un río.
Sendos apellidos fundamentados en el país de origen.
El primero delata la nación arábigo andaluza de donde
[procede.
El segundo (dice que será una errata) revela un origen
[criptojudío.
Zapatos de charol. Medias negras a la altura de las
[rodillas.
El rostro apócrifo completa su figura.

EPIGRAMA 7

Qué tuerta y qué derrengá

la mujer que yo más quiero
pero qué gusto me da.

EPIGRAMA 8

Al confundir, Julia,
tu profesión milenaria
con el aroma de otra piel,
el tinte de otros cabellos,
la dotación de unos pechos
y demás pormenores que
me reservo, Julia, mi pasión
inmoderada de nuevo
revierte epigrama abortado.

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 FERNANDO LAMBERG
(Chile, 1928)

SEÑORAS Y SEÑORES

XLVI
Los ojos de Susana brillaban,
sus dientes relucían,
sus mejillas tenían un color encendido,
toda ella reflejaba el oro de su esposo,
dispuesta a consumir torrentes de dinero,
a pintar los barrotes de la jaula dorada.
soñaba con mañanas de ocio,
con una servidumbre solícita y dinámica,
con viajes y zafiros, con quinientos vestidos,
con todo el resplandor de la parafernalia.
Mi canoso tío Guillermo, junto a la novia,
sólo pensaba si podría consumar la ceremonia.

XLVII
Nunca supe, Susana, si me arrastró el hastío,
el deseo, la humana vanidad,
la fruta en tapia ajena,
el can encadenado o la cólera.
Algunas veces uno quiere vengarse entre las sábanas.
Como sea, Susana, fui uno más en tu armario,
un confidente ocasional,
capricho o no capricho de tus ojos dorados,
de tu dorada piel, de tu pelo dorado,

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 criatura que buscaste el metal necesario
para ocultar tu sed de barro.

L
Como amante un siete, como esposa un uno, como
madre un cero.
Nunca supiste cuidar la nueva vida
ni quisiste enredar tu vida en los pañales.
Tu esposo sólo fue una frágil figura
colgando en la baranda del desespero
y tus hijos, mejillas que besabas
en los intermedios.

LVI
¿No es verdad, paloma mía,
que los gavilanes quisieron sacarte las plumas?
Afi laron sus garras, aguzaron sus ojos,
cayeron como flechas desde las altas nubes.
Tú aguardabas su asalto. Sonreías.
Llegaron hasta ti seguros de vencer,
seudos emperadores, reyes de falsa púrpura.
Tú tienes un molino capaz de quebrantar
las rocas, de moler el diamante, de convertir
el acero en harina.
Pobres gavilanes que nunca comprenden
que hay palomas de pluma y palomas de fiebre.

LXXII
Inscribir en tu tumba sólo un nombre
y no decir quién fuiste ni qué hiciste,
con quién andabas,
en qué violentas ciudades viviste,

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 a cuántos heriste mortalmente con tus ojos,
mataste con tus labios,
destruiste con tus senos,
hundiste con tu sexo.
Así tal vez alguna figura solitaria
algún día de enero
deposite una rosa sobre tu losa fúnebre
sin ver que la ceniza todavía es veneno.
(De Señoras y señores
señores)

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 HERNÁN LAVÍN CERDA
(Chile, 1939)

EL FILÓSOFO SE DESNUDA EN PRIVADO

Y EN PÚBLICO

3. LA ETERNIDAD

Últimas palabras de Jesucristo desde la cruz que aún está

volando por encima y por debajo del Mundo, como si
fuera la sombra del más viejo ombligo sepultado en la
profundidad de las tierras más húmedas:

–Siento un poco de vértigo. No estoy acostumbrado

a la Eternidad.

4. CANCIÓN DE LA SÚPLICA

Honorable Congreso de la Unión:

–Quiéranme, no me hagan sufrir, quiéranme.

¡Pido a gritos un bono de 300 mil pesos

o de 500 mil, o de un millón de pesos, ahora
o nunca, y antes de que sea demasiado tarde!

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 Yo también sé leer y escribir, aprendí a escribir
[leyéndome.
Como les decía, yo sé leer y escribir
al igual que las honorables señoras diputadas
y los honorables señores diputados.

¡Pido a gritos, con un respeto muy profundo, mi bono

de 300 mil, de 500 mil o de un millón de pesos,
como buen humanista que soy, que fui, que tal vez
mañana, y sin violar los derechos humanos!

Aunque no lo crean, yo sé leer y escribir:

horizontal y verticalmente, como los chinos de la época
[antigua.

Honorable Congreso de la Unión:

–No me hagan sufrir, quiéranme, no me hagan sufrir.

¡Para dejar de ser un bonzo o un bonsai, pido a gritos

aquel bono absolutamente mío, y antes de que sea
[demasiado tarde!

Lo ruego, lo exijo, lo merezco más que nadie en este

[Mundo:
ahora o nunca, yo lo suplico, y hasta las últimas
[consecuencias.

6. NI MÁS NI MENOS

Nadie debe ganar más que el Presidente de la República,

como se ha dicho desde la Revolución Francesa. Nadie

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 debe ganar menos que el Presidente de la República.
Ni más ni menos: caiga quien caiga. Sí, así es, México
lindo y querido, no sé tú, somos novios, bésame mucho,
caiga quien caiga una vez más, y hasta las últimas
consecuencias. Ni más ni menos.

O todos rabones, para decirlo con la sutil eleganza del

popolo, o todos profunda y furiosamente coludos. Nadie
debería ganar más, tú me acostumbraste, nadie debería
ganar menos.

7. SEÑORA ERRANTE

Dentada en el asombro la muy propicia,

pero uno pierde el equilibrio
y no sabe al fin, al fin no sabe
lo que dentada en el culo significa:
por debajo, con esmero, por arriba, no sabe nadie
lo que dentada en el viento significa.

Dentada en el acróbata la muy soberbia,

graciosa y soberbia la muy propicia:
no sabe uno, al fin no sabe
lo que dentada en la gracia significa.
Por debajo, mucho ojo, por arriba, mucho ojo,
no sabe uno lo que dentada en el arte significa.

Todo sea para usted, señora errante.

A la gracia de Dios, la muy propicia.

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 9. SI NOS OLVIDAMOS

Si nos olvidamos de vivir,

podríamos aprender a vivir.

Si nos olvidamos de aprender,

podríamos aprender a aprender.

Si nos olvidamos de respirar,

podríamos aprender el arte
de resucitar como Dios manda, sabiamente.

Si nos olvidamos de morir,

podríamos aprender el arte
de morir como Dios manda, muriendo de risa
y resucitando a cada instante.

Si nos olvidamos de no olvidar,

podríamos aprender a no aprender
como Dios manda, con entusiasmo y alegría.

Si al fin nos olvidamos de ser felices,

corremos el peligro de ser
más felices que nunca.

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 EDUARDO LIZALDE
(México, 1929)

OH, CÉSAR

I
César, no tiembles,
sólo existe una cosa
peor para ti
que mi desprecio,
y es el sincero amor
de aquellos que te sirven.

VI
César es hombre,
seguro:
goza de todas hembras,
aun de aquellas
que no son humanas.

VII
Querido César,
hubiéramos podido ser amigos
si en el camino al Senado
no te hubieras convertido
–tan fielmente–
en mi perro.
(De La zorra enferma
enferma)

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 [[ABRIMOS PLAZA EN EL LECHO]

Abrimos plaza en el lecho

y los antiguos dioses promiscuos e incestuosos
de Grecia o de Germania
mueren de envidia en las alturas,
se ponen verdes de furor,
se vuelven impotentes al mirarnos.
Cogemos como dioses, puesto que no lo somos,
y cada nuevo orgasmo se acompaña a lo lejos
con tormentas eléctricas, y voces,
y bramidos portentosos e irritados
de nuestros enemigos celestiales.

CONCIERTO PARA BOX SPRING

La cama al centro, bajo la concha acústica,

firmes los martinetes del tambor silencioso,
pulidos ya en la cabecera los cobres de gran tuba,
patas de pianoforte sobre un piso poco reverberante,
un bien tensado lingam,
dos pezones muy duros,
una vulva muy fresca
y dos bocas abiertas para todos los juegos,
libre trasteo del catre
y música, maestro.

PROFILAXIS

Los amantes se aman, en la noche, en el día.

Dan a los sexos labios y a los labios sexos.

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 Chupan, besan y lamen,
comenten con sus cuerpos las indiscreciones
de amoroso rigor,
mojan, lubrican, enmielan, reconocen.
Pero al concluir el asalto,
los dos lavan sus dientes con distintos cepillos.
(De Tabernarios y eróticos
eróticos)

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 CARLOS LÓPEZ
(Guatemala, 1954)

GRAFFITI, I

Las putas al poder, que sus hijos ya nos gobernaron.

GRAFFITI, II

Dios es punk; el papa se peina.

RUEGO DEL EDITOR

Para, perínclito paridor, la explosión libresca. Que el

viagra afectó más de la cuenta a tus excelsos poetas.

BIG PORK

Ven, sálvanos del big brother; te lo pedimos, please.

CHUCHA CUERERA

Ni chiquita ni grandota te la vas a acabar.

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 PENETRARTE

Penetrarte es un arte; sacártela es la muerte del arte por

el arte.

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 ROBERTO LÓPEZ MORENO
(México, 1942)

ANDANTE

Se produce el chispazo,
gira el orbe,
un abstracto caballero se endebla
sobre su hética montura, matalón
de fatigas,
él, de insomnios.
No desfallezcas, nobilísimo jinete,
aéreo azote de malandros y exotéricos,
cuidado, no tropieces,
puedes caer y lastimar el mundo,
herir el suelo,
alterar la armonía del universo,
cuidado,
no abras hoy el ábrara de la muerte.

OFRENDA PARA MARCO ANTONIO ANGUIANO

Y sí, Ernesto García de León, sí,

ahí está Anguiano entre tus cuerdas,
río creciendo, vertebral, sonoro,
ahí está, Ernesto,
en tu vislumbramiento de paisajes,
carbón encendido en la memoria,

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 ala para su vuelo,
nube para su sed de cielos.
Qué cáncer nos atará a la tierra,
cuál cáncer, dónde cáncer,
si es alta el alma y más, asida a seis relámpagos.
Ofrenda para Marco Antonio Anguiano,
Siglo (mexicano) XX,
Mariña al diapasón, atril, astil para astillar el día.
Sí, Ernesto,
ahí está Anguiano entre tus cuerdas,
o sea, que no está, que es cuerpo aéreo.

PARÍS-NUEVA YORK-MÉXICO

Entre el óxido y la rata, tu cuerpo,

hinchado de alcohol,
tu piel crecida en costras
con las que te cubriste el frío diariamente.
Ya no alcanzaste el fondo de tu botella rancia.
Ahora tú tumefacto y la rata que huye,
y los agentes, y mi libreta...
¿Qué sentiste en el momento en que
dejabas tu fétido reino?
¿En que instante decidiste dejarnos la vida
para que otros la cargáramos?
Ay, turbiohermano,
arrojado por un vientre de luz a tu mundo de sombras,
en tus suelas deshiladas, en tus dedos fofos,
encuentro ahora el minuto que se me había extraviado.
Ven, carne de nuestra carne nuestra, espejo roto,
hoy dormiremos juntos toda la familia,

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 tibiamente todos,
hoy llevaron el gas a la casa.
Descansemos hoy.

CONFESIÓN

Te azotaban, hombre atado al árbol.

Te azotaba tu amo.
Yo fui el que hizo que te desataran.
Yo provoqué la ira de la bestia
que luego te dio doble.
No tiene culpa alguna
el del quemante yelmo.
Me declaro culpable.
Todo eso lo hice con una sola mano
y lo lloro
con dúo remordimiento.

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 EDWIN MADRID
(Ecuador, 1961)

[LA SANGRE ME VOLVIÓ AL CUERPO]

La sangre me volvió al cuerpo cuando salió con el sobre

de la prueba en la mano y dijo: negativo

[SI NUESTRO AMOR ES ROBLE]

Si nuestro amor es roble de más de cien años. Entonces

deja que los perros meen a la sombra de nuestros besos.

[YA NO RECUERDA QUE FUI SU HÉROE]

Ya no recuerda que fui su héroe por quien en

innumerables ocasiones le mintió a su padre.

[NOS DIRIGIMOS AL MOTEL]

Nos dirigimos al motel con el sobresalto de a quien se le

va el autobús.

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 [HAY UN FRÍO INTENSO EN SUS OJOS]

Hay un frío intenso en sus ojos que nadie podría adivinar

el fuego que ardió entre los dos.

[CLIMEA ME MIRÓ]

Climea me miró como diciendo: eres un hijo de puta pero

me gustas.

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 ERNESTO MEJÍA SÁNCHEZ
(Nicaragua, 1923-México, 1985)

LA CRUZ

Infame cruz me están labrando

sin saber mi estatura.
Si grande soy la hacen pequeña
para quebrantarme los huesos;
si pequeño, altísima para
descoyuntarme. Yo mismo soy
la cruz, soy mis deseos.
(De La impureza
impureza)

EL CÉSAR Y LA CARNE

El César puso un impuesto más

para felicidad de su pueblo.
Los carniceros suben la carne
para pagarlo; los ganaderos
suben el ganado para pagarlo;
sólo el pueblo tiene que arrodillarse
para pagarlo, porque toda la carne
y el ganado, los ganaderos y los carniceros
son del César, menos el pueblo.
1953

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 A LOS POETAS EN EXILIO

No envidiamos vuestra comodidad

ni vuestros insultos al dictador
ni vuestras epopeyas a Sandino;
eso bien puede hacerse fuera de las fronteras.

Preferimos estar aquí, hasta

que el dictador convierta nuestra
cobardía en heroísmo, cada palabra
que no hemos dicho, en certero proyectil:
queremos que Sandino renazca entre nosotros.
1954

A UN POETA DEL RÉGIMEN

Cuando estabas chavalo celebramos

tus gracias y vaivenes; de hombrecito
tu ingenioso buen gusto y osadía.
Ahora que utilizas tu Cervantes,
tu francés, tu Péguy, todo lo que antes
aprendiste, oíste y has escrito
en alabanza de la tiranía,
deja que celebremos tu delito.
27-v-1954

LA MUERTE DE SOMOZA

La muerte de Somoza, como la de Foster,

dice Ike, es una gran pérdida ¡ay!

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 para el mundo libre. “Fue un gran amigo
de los Estados Unidos, en público
y en privado.” Los Estados Unidos
tendrán que ampliar el cementerio
de Arlington. O adaptar el jardincillo
de la Casa Blanca para tumba de sus
íntimos amigos. Y a fe, que ya lo están
haciendo. Porque yo busqué en Nicaragua
el cadáver de Somoza, y nadie supo responder.
IX-1956

LA CORTINA DEL PAÍS NATAL

Mis amigos demócratas,

comunistas, socialcristianos,
elogian o denigran
La Cortina de Hierro,
La Cortina de Bambú,
La Cortina de Dólares,
La Cortina de Sangre,
La Cortina de Caña.
Son unos excelentes cortineros.
Pero nadie se refiere
a la Cortina de Mierda
de mi Nicaragua Natal.
1959
(De Vela de la espada
espada)

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 GONZALO MILLÁN
(Chile, 1947)

VACUNA

En realidad ya no escribo,
inoculo vocales, consonantes
de un alfabeto de microbios.
Vacuno con el virus
de la verborragia, el silencio.

ASPIRACIÓN EXPIRADA

Llegar a escribir
algún día
con la simple
sencillez del gato
que limpia su pelaje
con un poco de saliva.

COMBATIENTE

Queriendo
luchar
con la pluma

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 escribes
dinamita
mojada
con tinta.

NÁUFRAGO

Ínfimo náufrago, sólo

tu soledad es inmensa.
Tu océano
es una gota de agua;
tu isla, una peca de palmeras.

EL PAPEL

Motel de la pluma;
hospital de la tinta.
La partida y el acta:
el pañal y el sudario.

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 LUIS ROGELIO NOGUERAS
(Cuba, 1945-1985)

MATERIA DE POESÍA

Qué importan los versos que escribiré después

ahora
cierra los ojos y bésame
carne de madrigal
deja que palpe el relámpago de tus piernas
para cuando tenga que evocarlas en el papel
cruza entera por mi garganta
entrégame tus gritos voraces
tus sueños carniceros

Qué importan los versos donde fluirás intacta

cuando partas
ahora dame la húmeda certeza de que estamos vivos
ahora
posa intensamente desnuda
para el madrigal donde sin falta
florecerás mañana

A UNA DAMA

Tus ojos perderán ese brillo único

que me corta el aliento
y sobre el cual he escrito no sé ya cuántos poemas

113

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 Tu piel dejará de ser
como la del durazno
Tus cabellos no serán más
como seda negra sobre tus hombros
(que ayer comparé con el mármol)
Pero también mis poemas envejecerán.

Por tanto qué pueden importarnos hoy

las fealdades y el polvo de mañana.
Ahora eres la muchacha más linda del mundo
y estos son los mejores versos de amor de esta época.

EL HALCÓN MALTÉS

Como un personaje de Hammet

me escurro entre las sombras
vigilo tu ventana
acumulo pruebas
voy a entregarte a la justicia
por haberme dejado
las posibilidades son de que escaparás con vida
y saldrás en libertad dentro de veinte años
Eres un ángel
Te esperaré hasta que vuelvas
y si te cuelgan
te recordaré siempre
(De Imitación de la vida
vida)

114

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 JOSÉ EMILIO PACHECO
(México, 1939)

POMPEYA

La tempestad de fuego nos sorprendió en el acto

de la copulación.
No fuimos muertos por el río de lava.
Nos ahogaron los gases.
La ceniza
nos sirvió de sudario.
Nuestros cuerpos
continuaron unidos en la roca:
petrificado espasmo interminable.

MEJOR QUE EL VINO

Porque mejor que el vino son tus amores.

Salomón

Quinto y Vatinio dicen que mis versos son fríos.

Quinto divulga en estrofas yámbicas

los encantos de Flavia.
Vatinio canta
conyugales y grises placeres.

115

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 Pero yo, Claudia,
no he arrastrado tu nombre
por las calles y plazas de Roma.
El pudor y la astucia me obligan
a guardar tales ansias
para sólo tu lecho nocturno.

LEGÍTIMA DEFENSA

9
(Arte poética II)

Escribe lo que quieras.

Di lo que se te antoje.
De todas formas vas a ser condenado.
[1949]

10
(Monólogo del poeta I)

Quisiera ser un pésimo poeta

para sentirme satisfecho con lo que escribo
y vivir lejos
de tu dedito admonitorio,
autocrítica.
[1949]

116

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 11
(Monólogo del poeta II)

Condenaron a muerte
a todos los poetas elegíacos,
entre los cuales
(por pereza de defenderme)
me incluyo.
[1949]

LOS AMORES
(Estudio y profanación de Pierre Ronsard)

VII
Afin qu’á tout jamais de siècle en siècle vive…
II, Ibid.
Ibid

Al dejarme creíste ganar algo, muchacha.

Y ahora, pasado el tiempo,
hablas de mí con otro.
Dices que sólo valgo cuando empaño
la blancura solemne de una página
y crees que en la poesía perdurará mi nombre.

Te agradezco esa última, esa inútil

manera de quererme.
Te equivocas
(lo digo sin dolor y sin desprecio a nada):
mis versos durarán menos que tu belleza.
(De No me preguntes cómo pasa el tiempo
tiempo)

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 ALEYDA QUEVEDO ROJAS
(Ecuador, 1972)

HAI-KAI DE LOS PÁJAROS

Cuidaré tus pájaros

pero me niego
a hacer el amor en la jaula.

PASION

Que empiece a llover

para saber
de todo aquello
que me enciende

ENERGÍA

El amor selecciona
a los que se perdieron
de la maldad.

MÚSICA OSCURA

Cuánto dolor tolera

la suma del cuerpo

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 Su perímetro helado
termina los deseos.

TREN

Cruzando la estación del dolor

olvido el golpe que Dios
asestó en mi mundo.

OFRENDA

¡Señor!
te ofrezco estas pupilas
quiero ver mi destino.
(De Música oscura
oscura)

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 VICENTE QUIRARTE
(México, 1954)

NOTA AL PIE DE CATULO

Yo decía:
Me moriré cuando haya escrito
un poema más perenne que el silencio.
El sujeto serías tú, Lesbia, por supuesto.

Pronto supe que las palabras

sólo son combustibles
en el momento mismo de tomarlas
y que el tiempo por delante
será tan breve que mi nombre
no habrá de alcanzar la Enciclopedia.

Como te amo tanto, Lesbia mía,

y algún día también serás
la esposa de otro Folco Portinari
con hijos que no leerán mis versos,
que todos sepan desde ahora
que siempre estuviste como quieres
y también como yo quería;
que medías tanto de busto y tanto de cintura
y otro tanto y tanto y tanto de caderas,
para que mañana los eruditos,
los ratones de biblioteca, los estudiantes de literatura,
recuerden, estudien, registren y celebren tus blue jeans

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 y no haya necesidad de buscarte un sitio
al lado de la casta Beatriz, tan aburrida.

EN LA ANARQUÍA DEL SILENCIO TODO

POEMA ES MILITANTE

El reloj
que después de las cuatro me enloquece
dice que te acercas
con la alegría de una marcha en primavera:
Sólo tu boca es tan roja
como las banderas que luchan contra el viento.
Sólo tu piel tiene la luz
para los ángeles ciegos de mis manos.
Oh camarada mía,
cuando haga saltar uno a uno
los botones de tu blusa
comenzaré por hacerte confidencias:
Quiero militar en la Liga de tus Medias
y más que discursos mi praxis será incendio
que consuma la raíz de la costumbre.

No hay capitulación:
sólo ocupar tu epidermis al milímetro,
chocar las molotov de nuestras bocas,
brindar en honor del viejo Hegel
y al acariciarte los pechos confirmar
la irrevocable ley de los contrarios.
(De Calle nuestra
nuestra)

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 RAYMUNDO RAMOS
(México, 1934)

[DEJA,
DEJA, OH ANTICIPADA
ANTICIPADA]

Deja, oh anticipada,
que me corte el rostro
con la navaja de afeitar:
será la única sangre vertida
en nuestros esponsales.

[CUANDO LEÍ TU LIBRO, FAVONIO AMIGO]

Cuando leí tu libro, Favonio amigo,

tuve la misma sensación que cuando
me presentaste a tu mujer,
que ya éramos viejos conocidos.

[¿DE
¿DE QUÉ PADRE DE LA PATRIA
PATRIA]

¿De qué Padre de la Patria

es aquel castillo erigido
con sudor y lágrimas del pueblo?
¿De qué edad sexenal su reino?

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 [[AUN LOS HOMBRES MÁS OPACOS ]

Aun los hombres más opacos

emiten algún resplandor:
ese asesino toca bien la flauta,
aquel ladrón es hábil preparando
el caldo de ostras, y Merotón de Scola
hace el ridículo con las mujeres
como ninguno.

[TONÓN ES EL POETA PERFECTO:

NO ESCRIBE NADA
NADA]

Tonón es el poeta perfecto: no escribe nada.

Qué bella antología de silencio, ¡y qué barata!
publicarán sus afortunados editores.

[[A TI, BORRICO BUROCRÁTICO]

A ti, borrico burocrático,

ofidio de oficina,
dedico estos versos;
permite, sin embargo,
que omita tu nombre,
de no hacerlo pensarías
que te elogio.
(De Escorpión en invierno
invierno)

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 RAÚL RENÁN
(México, 1928)

I
El joven Serviliano
después de cazar las sandalias
del Emperador
armó la lascivia
de la Emperatriz
con la espada de su sexo.

V
Un día,
tu puñal, Felón,
buscará tu propia espalda…
Fiel a ti mismo,
no le negarás esa gracia
a tu compulsión.

VII
Es cierto que todos,
esclavos y nobles
se inclinan a tu paso,
Numa Tirano…
No está lejos el día
en que también se humille
ante tu majestad, la rama de la horca.

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 XIX
La bella Eubonia
comparte las delicias de su cuerpo
con el contrahecho Trotón…
Algo tendrá, murmura el ágora.
Cuál de los dos, comenta el poeta.

XI
Es justo el Cónsul, dices
Torvonio,
y sin embargo
no cabe en la República.

XIII
Patronio,
en el último sermón a sus esclavos
sentenció inspirado:
“la vida para el trabajo
y la muerte para el reposo”.
Los esclavos, complacientes
con la fatiga de Patronio,
lo mandaron a descansar
con un puñal en el costado.
(De Catulinarias y sáficas
cas)

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 JUAN MANUEL RIVERA MADRID
(México, 1954)

CANCIONES A TERESA

X
La vida y el vino me sobren siempre,
y a tu lado, niña, y al lado de tus caderas
me rinda sobre sábanas estrujadas
y una canción te cante por cada sol:
con lo demás, si quieres, quédate, vida tacaña.

XII
De prisa, mis pies, de prisa:
pronto estaré con la más amada
pero más de prisa, mis pies,
la noche pasa con piernas largas
—cuanto más la queremos, infame,
más brusca se nos escapa.

XV
Pitágoras, el divino, aconsejó
a sus discípulos nunca perder el orden,
y al alba limpiar de las sábanas
las huellas de nuestro cuerpo.

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 Ruede mi cabeza cortada
—¡por los grandes misterios!—
si a los preceptos he sido infiel:
a buen tiempo abominé la carne de cerdo
y jamás dejé de lavar mi cuerpo
con agua limpia y purificada,
a pesar de no haberme iniciado
en los ocultos misterios;
pero esta vez no arreglaré la cama.
¿Cómo he de hacerlo, si la joven
de tostados cabellos ha estado aquí
y ya no lo hará hasta pasados tres días?
Ah, días que como piernas de viejos andáis
apurad el paso, que ni arreglaré mi cama
ni puedo mucho con el peso de doble religión difícil.

XX
Mi niña, la de tetillas rosadas,
opondrá mañana las milicias del mar
a mis menguados tumultos.
¿Qué haré?
¿No morderé otra vez sus orejitas?
Pan, el perseguidor, ¿no encenderá
entre nosotros nueva contienda
con hábiles tonos de flauta?
Por lo pronto, ella duerme, amplia
como un pueblo guerrero que guarda
en su pecho victorias nuevas.
Así la miro, luego de robarle un beso,
tal vez el último.

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 XXIV
Tal como es, Teresa no ha podido amarme.
Se contenta con sus tostados cabellos, sueltos
a la par del viento;
se contenta con sus propios labios, provistos
de dura carne, y amarga.
Hecha para sí, Teresa me prepara opulento jarro
de cicuta y se va, elevando hasta sus ojos serpentinas
[risas.

¿Y qué? Mas daré tu cicuta a este Juan

que gusta de amar lo incierto.
A él la daré, no a mí antes, que bien puedo, lo sé,
echarte al olvido que a ignorada muerta
cuando empolvado rodase sobre cualquier camino.

XXV
Cuando a mi vejez coja por la curva espalda
con dura mano cualquier de las parcas,
escríbase sobre mí este epitafio:
“POR SOBRE TODO AMO”
pues nada ocupo tanto en mi vida.
Y propálese a los cuatro vientos
que amé a una Teresa.
Y aun cuando distintas voces
describan una mujer distinta,
obstínese en asegurar
que a nadie quise sino a Teresa:
en cada mujer vi siempre la misma.
(De Canciones a Teresa
Teresa)

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 JUAN MANUEL ROCA
(Colombia, 1946)

EPIGRAMA DEL PODER

Con coronas de nieve bajo el sol

Cruzan los reyes.

ARTE DE TIEMPO

El tiempo permanece atrapado

Entre los libros.

Por ese prodigio de aprehensión,

Heráclito sigue bañándose
En el mismo río,
En la misma página.

Tú seguirás para siempre

Desnuda en mi poema.

RUEDA UNA CABEZA

Por los peldaños del poema,

Rueda coronada de oro
La cabeza sombría del monarca.

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 EPIGRAMA

Entonces recordé
A William Blake:
“El cuerpo es la parte
visible del alma”-
Te desnudé
Buscando la joroba.

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 SALOMÓN DE LA SELVA
(NICARAGUA, 1893-FRANCIA, 1959)

EPIGRAMA
(Para grabarlo en la cureña de un cañón)

Homero fue cegado

por decir mal de Helena:
Lo castigó el Cronida.
¡La causa de la guerra,
artillero, no digas,
por temor de que pierdas
tu buena puntería!

ODA A SAFO

1
La humanidad, ¡alás! no huele a rosas.
¿Y dónde encontrar la belleza, Dios mío,
si todo es podredumbre
y dolor y miseria?
¡Oh Safo, ¿tus rosas dónde se abren?
¡No es en el lodo humano
en donde alargan sus raíces!

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 2
Busqué el Jardín de Piedra
toda mi vida, en vano.
¡Aquí puedo decirlo:
Nunca hallé la belleza,
que todo es podredumbre
y dolor y miseria!

II
¡Bienaventurado el héroe negro
que jamás ha sentido la necesidad absoluta
de mirar frente a frente a la belleza,
y la tragedia inenarrable
de jamás encontrarla!

III

2
¡Oh Safo!, ¿será cierto
que Faón no te quiso
porque tenías caspa?...

IV
En el dug-out hermético
descansan los soldados.
Afuera está la Muerte.
Adentro están los hombres.

132

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 El héroe negro espulga
al compañero blanco.
¿En dónde, Safo hermana,
está el Jardín de Piedra?
(De El soldado desconocido y otros poemas
poemas)

133

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 MANUEL SILVA ACEVEDO
(Chile, 1942)

LUNES NEGRO

Algo que está por encima de nosotros

nos levanta en el momento más alto del amor
toda mentira cesa, todo pánico se esfuma
los valores de la Bolsa se van al suelo
nuestros cuerpos suben a la Gloria

GALVANO

Aunque has defraudado mi amor

perra pekinesa
no te concedo el galvano del desprecio
porque ése se lo he reservado
al más necio de todos los necios

A TI, LUNES

Oh lunes, dios del aburrimiento

mensajero de Hades tenebroso
a ti me rindo, sin armas, desplumado
ataviado de negros NUBARRONES
y tributos al César, brutalmente

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 ARTE POÉTICA

Gran danesa, dálmata o afgana

me da lo mismo si de aguas
siempre que perra suficiente
ECUACIÓN insoluta, atisbo de la fuente
la que me atiene a tema solitario
discurso al viento, furia de las mares

INVOCACIÓN

Muerde ya la manzana
que los cielos depositan en tu mano
apura este minuto inagotable
bébelo de una vez
contén esta hemorragia
antes que empalidezcan las mejillas
de una fenecida doncella
Ya ves que el poema va volando
y la saeta aún no sale despedida de tu arco

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 FÉLIX SUÁREZ
(México, 1961)

ALCÍBADES

Alcíbades, señor de soga y cuchillo,

temido y repudiado por legiones y capitanes de toda
[Roma.

En otro tiempo su palabra y su valor

inspiraron nuestras vidas.

Nadie en toda Roma apostó por tanto.

Nadie en toda Roma tuvo tal rectitud.

Por eso, los esclavos y libertos de oscura piel,

los jóvenes tracios, los rubios extranjeros de allende el
[mar,
lo seguimos, embrazando a su lado los escudos.

Desde los viejos tiempos del poderoso Aníbal

nadie tuvo a Roma entera en lo ancho de su mano.

Nube de tábanos fue, azote de langostas;

dolor de parturienta fue para la ciudad.

Ésa es su historia de vigor.

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 Ahora, manco, envejecido y ciego,
Alcíbades Carpacio, general de libertos y hombres
[libres,

a cambio de su espada y su coraje,

ha aceptado la infame protección del César y el Senado.

Y hoy, camino a casa –dolor para sus canas y las mías–,

en medio de una ronda de bufones y horribles
[cortesanos,

lo he visto entreteniendo con la panza

a la vulgar querida del tribuno.

ARGONAUTAS 2

Remo la noche inacabable.

Vengo remando hace cuarenta años.

Tengo hijos, hijas, y habría

querido para todos ellos
una vida sin remos
y hermosos ángeles guardianes.

Pero sé bien
que no a otra cosa hemos venido
sino a remar, aspas de ciego.

Oigo a mi lado el chapaleo

nocturno de otros remos,

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 otros que van o vienen,
o vienen y van
–gimiendo–
hacia ninguna parte.

RIPIO

En efecto, Ripio,
¿en qué habrías de usar tú una espada,
el fi lo de una daga,
el coraje constante
con el que en otro tiempo
edificó Roma
nombradía y fama?

Te bastan, dices tú –dices bien–,

una bien entrenada lengua,
la boca de infalibles dardos que aseguras tener,
ésa con la que a un tiempo
das mamadas a los criados del César
y difamas.

VANITAS

Que Sulcio, el asqueroso hijo del tribuno,

se beba mis impuestos en mi cara,
que Rufo suelte flatos cuando engulle,
o que la oscura Servia, de Córvidas pezuñas,
me abrace falsa y obsequiosa,
deseándome la muerte.

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 Aun eso, Lyvia, lo llevo
con esfuerzo y disimulo razonables.

Pero que el gordo Antipa te pretenda,

que el gordo Antipa te envíe flores
y azúcar y manteca de su establo,
eso, ardiente mía,
no lo permita Dios, no lo tolere,
porque tampoco lo soporta, ay, mi corazón.

CENTINELA

La he esperado inútilmente toda la noche anterior. Fuera

de su casa, a oscuras, he sido un árbol comido por larvas
y lluvias ácidas del Norte. Y he tenido frío.

Por eso hoy, mientras bebía a solas, agobiado por

lumbres y oscuros pensamientos sin sosiego, he deseado
miserablemente la desgracia de otros –la suya, la mía
propia, la del tarado Hipias que manda aquí–. Y he
pedido firmemente, oh diosa, que así sea.

DECLARACIÓN DE PARTE

Que he perdido el tiempo, Quintiano. Ni lo digas.

En todos estos años de vigor pude haber acumulado
fortuna, criado fama y haber escrito, sí, todos esos
libros de versos por los que hoy preguntas. He perdido
el tiempo, lo sé bien. Otros, no sólo han conseguido
el aplauso unánime del pueblo de Roma: hasta en las

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 Galias se menciona con admiración sus nombres. Otros
más –me dices tú– han ganado ya el lugar de los sofistas
en las plazas y en los grandes torneos literarios.

Me he quedado atrás. El tiempo se me ha ido como un

carro sin auriga, y yo, aquí, enceguecido, entre sencillas
cosas y lances sin importancia. Viviendo nada más.

Estoy perdido: no sabrán de mí por el fi lo de mi espada y

menos aún por la gloria de mis pobres versos.

Que he perdido el tiempo, Quintiano. Dices bien.

(De Legiones)
Legiones

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 JULIO VALLE-CASTILLO
(Nicaragua, 1952)

NOCTURNAL

…tremulique cassa lecti

argutatio inambulatioque
Catulo, Cármenes VI

Ah desprevenido grillito de Pavlov.

Tú insomne y solo
sólo quieres estar cómodo para el sueño;
pero el tranqueteante rechinar de la cabecera
y los resortes del colchón,
te incomodan impiadosamente.
Te hace agua la boca.
¡Oh! Cuerpo de mujer, blancas sábanas,
tibísimas colinas, mejillas, almohadas.

CATULO, AMIGO MÍO

Catulo amigo mío,

por fin Cornelio logró sentarse a la mesa.
El hombre es el vivo retrato de las víboras,
penetra hasta por las rendijas de cualquier recinto.

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 Ya no es visto de soslayo,
ya no avientan puertas a la cínica calvicie
que anuda la sonrisa en la nariz.

Todas las mañanas los buscadores de dones

le roban la dicha del último sueño.

Al verse en ricos tapices, al saberse

dueño del vino y de la libertad de la gente,
enloquece y levanta la estatua
en el jardín de la casa, se ufana de ser
la lengua que limpia mejor los intestinos del César.

[A PIERNA CERRADA]

A pierna cerrada
Que no quieres hacer el amor ahora conmigo.

Perfecto. Este tigre ni se sorprende ni se entristece,

porque cuándo, qué día o noche, en qué lecho
o rincón del mundo deseaste hacer el amor.

Es cierto que muchas veces en un jadeo sudoroso

me pedías la boca, izabas las piernas y entonces
yo no sé si mi cuerpo o tu cuerpo eran tumba
o foso, yo iba por ti y tú te venías allí
donde la vida y la muerte gustan equivocarse,
juntar sus labios y olvidarse del encuentro.

Pero eso no es el amor. El amor es toditito

eso y otras cosas.

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 DEBERÍA DE LLAMARTE

Debería de llamarte Circe

Debería de llamarte Circe
(hasta tienes de la puta-bruja ésa la hermosa
cabellera)
porque nada, ni las criaturas,
ni las rosas amarillas haciendo su agosto
en el mercadito de Luz Saviñón,
ni el peor Julio que es el mejor y forrado
de lo mismo,
ni siquiera las tardes marítimas como el día
se salvaron.

Nada se salvó de que lo empuercaras,

de que lo precipitaras en tu pocilga.

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 ALFREDO VEIRAVÉ
(Argentina, 1928-1991)

CALÍMACO ( I )

Como en los epigramas de Calímaco dejo esta breve

frase
entre los dientes del gato: no me lloréis
y buscadme en el jardín en tardes como ésta
cuando
el verano está quieto como un felino embalsamado
entre las hojas.
Yo fui y yo soy lo que pude mientras viví en la tierra.
Ustedes saben que esta urna funeraria guarda cenizas
de recuerdos felices y de palabras felices
que me hicieron volar fuera del espacio en otro
tiempo
que volverá
cuando los extraterrestres desciendan otra vez sobre
Machu Pichu.

CALÍMACO (II)

Como en los epigramas de Calímaco dejo esta breve

frase
entre los dientes de la antigüedad: buscadme en el
jardín de las sombras

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 y como consuelo pensad que yo atravesé al fin el túnel
y lo supe todo mientras llegaba a la luz del otro lado.
(De Laboratorio central )

145

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 JOSÉ VERÓN GORMAZ
(España, 1946)

GALANTERÍA

De esta gentil manera

el juez itinerante habló a la dama:

“Vuestra cabeza hermosísima

digna es de su noble ascendencia;

cortémosla, madame”.

HORROR EN EL MUSEO

“Los dioses mutilados parecen mártires”

Marguerite Yourcenar

La imagen sin cabeza

vierte lágrimas vivas
sobre la milenaria piedra de su cuerpo.
Diosa fue,
belleza casi eterna,
mas hoy sólo es objeto de mercado
que llora sin cesar por los modernos ritos,
este ritual profano que reclama
dólares en lugar de oraciones,
piedras talladas en lugar de dioses.

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 SANTO VARÓN

El misterioso Elfidius, tan culto y educado,

presume a voz en grito
de una dudosa santidad.
Y como ejemplo
de su moral estricta,
nada más luminoso que el mandamiento nono
de las tablas de piedra que Moisés hallara
en un monte sagrado:
“No desearás a la mujer de tu prójimo”.
¡Y siempre ha sido así!
Elfidius jamás ha deseado a la mujer,
sino a su prójimo.

SIMPLES MATICES

Desde hace algunos días,

Flexio está muy preocupado.
Taciturno lo veo,
y por grave motivo,
pues que ha heredado una vaca lechera
de buena raza, y grande, y familiar.
Y ahora, en la pradera,
no sabe cuál es la esposa y cuál la vaca.

ALGO COMÚN EN NUESTROS TIEMPOS

Te acuestas, Fabio,
con la mujer de un ilustrado,

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 pero la tuya
te engaña con un simple.

¿Podrán los cuernos que tú pones

ocultar la cornamenta que te está creciendo?
O te formulas pronto esta pregunta
o no cabrá tu cabeza por las puertas normales.

CLUB NOCTURNO

(Epigrama no amoroso
a una dama indolente)

Cumples tu obligación:
te vuelves hielo
si mi vaso de whisky está vacío.
(De Epigramas del último naufragio
naufragio)

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 MINERVA MARGARITA VILLARREAL
(México, 1957)

HONESTIDAD

Viajas de tarde en tarde con tu nuevo protegido:

el célebre Mamerto,
poeta de baja estofa
y ebrio caminar;
de él recibes justas alabanzas
que por las noches expone a los bardos:
“a la señora le hace falta sentir por el culo
la pluma irrigada de mi ser”.

COHERENCIA

Predicas la humildad,
mientras Claudio –tu esposo–,
alimenta los leones de tu soberbia
con la carne de sus esclavos.

SUICIDA

¿Que te hieres con la daga cada vez que te dejan?

No te detengas más:
Aurelio sigue cogiéndose a Isis.

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 TESTIMONIO

Has condenado mis versos

sobre Flavio,
el del pequeño pajarito;
al menos su leve vuelo alza.

ENVIDIA DEL COÑO

Repudias a las mujeres con razón:

tienen lo que a ti te falta.

LESBIA COMPRENSIVA

Ah, este mi Catulo que vaga por las noches,

este mi Catulo amado por todas,
no me hagas más daño
jurándome lo que no será.
Nada podemos contra Quinto, mi esposo,
así que anda,
ve y baja mis medias en las piernas de otras,
que con ellas sí puedes.
(De Epigramísticos)
Epigramísticos

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 XAVIER VILLAURRUTIA
(México, 1930-1950)

EPIGRAMAS DE BOSTON

I
El puritanismo
ha creado
un nuevo pecado:
el exceso de vestido,
que, bien mirado
y por ser tan distinguido,
en nada se distingue del nudismo.

III
En la novela de Jorge Santayana
–un extraordinario éxito de venta–
dice, ¿quién?, ¿la doncella alemana?
–”Toda una vida puedes pasar
en Boston, sin caer en la cuenta
de que estás en un puerto de mar.”

Como del mar viene el placer,

y el placer es en Boston un pecado,
ya no saben qué hacer
para tener al mar emparedado.

V
Vicios privados en edificios
públicos llegan a servicios

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 públicos en edificios
privados.

VI
En hoteles y ascensores
la moral consabida
exige diferente salida
a las damas y a los señores.

De modo que los maridos,

los amantes, los pretendientes
y los recién casados
tienen que estar pendientes
para reunirse, de manera
subrepticia y privada,
con la esposa, la amada,
la novia o la niñera.

VII
Los ángeles puritanos,
para disimular su vuelo,
en traje de baño
se tiran al fondo del cielo.

VIII
En Boston es grave falta
hablar de ciertas mujeres,
por eso aunque nieva nieve
mi boca no se atreve
a decir en voz alta:
ni Eva ni Hebe.
(De Canto a la primavera y otros poemas
poemas)

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 IDA VITALE
(Uruguay, 1924)

RETRATOS SIN NOMBRE

1) Nos declaraste tu padre y tu madre.

Como ya, compadecidos, éramos
responsables activos,
no nos inquietamos en exceso.
No contábamos con tu complejo de
Edipo,
con que trataras de asesinar a
Yocasta.

2) Tendría historia, de ser barca,

de ser fuego, el que no arde,
de ser alcohol, cualquier marca,
de ser poeta, cobarde.

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 GABRIEL ZAID
(México, 1934)

CALAVERAS Y EPIGRAMAS

a) Epitafio
Pensó que había nacido poeta.
Pensó que era realmente cuentista.
Pensó que con empeño llegaría a novelista.

Pensó que la ignorancia le ayudaría a ser crítico.

Desengañado, al fin, pensó que era editor.

Murió sin descubrir

que había sido ante todo un pensador.

b) Catón Sánchez
Abusas de que vivimos
en un régimen democrático.
De que aquí, hasta en la cárcel,
se permite pensar.

Nadie desdeña tus artículos

porque hayas nacido pobre
o porque tengas la desgracia
de no saber leer ni escribir.

Pero, Catón, no abuses.

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 d) Las fieras
Zumban los zopilotes.
Hiede: hienas.

La crítica es el lobo de la crítica

de la “crítica de la crítica”
sangrienta
entre las fauces del lector.

c) La buena fe
¿Recuerdas, Claudia,
cuando puse Otelo,
el trabajo que me costó,
que escribiste un artículo,
diciéndome: Gabriel,
te falta madurez,
hay que tener fe en el amor,
los celos son muy malos,
etc., etc.?

Claudia, te lo ganaste:
hoy estarás conmigo
en la posteridad, etc., etc.

TRANSFORMACIONES

3
Me dijiste que ya no me querías.
Intenté suicidarme gritando ¡muera el PRI!
Y recibí una ráfaga de invitaciones.

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 NO HAY QUE PERDER LA PAZ

¿Sigue usted indignado,

Señor Presidente?
Mala cosa es perder
por unos muertitos,
que ya hacen bostezar
de empacho a los gusanos,
la paz.
Todo
es posible en la paz.
(De Cuestionario)
Cuestionario

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 MARÍA INÉS ZALDÍVAR
(Chile, 1953)

PITONISA

Déjame adivinar tus

intenciones:
a ver,
abre el hocico y
muéstrame los dientes

PREGUNTA

Por qué a las otras jóvenes de la comarca

los sapos se les convierten en príncipes
y a mí siempre hasta ahora
los príncipes se me han convertido en sapos

OBITUARIO

Hubo varios muertos el mismo año

pero uno mucho más muerto
es decir,
uno muerto muerto

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 TRAGO CORTO

A los amantes se les hizo tarde,

muy temprano.

ESTATUA DE SÁTIRO

La boca de ese dios

destila baba de mármol

LA NIÑA MUDA

Aparte de ciega
sorda,
sorda como una tapia
está la niña muda

DESPEDIDA

Si se trata de terminar, está bien, terminamos.

Te devuelvo tus cartas
tus libros
tu anillo
tus fotos
pero
ni sueñes con que voy a devolvértelo todo.
La tajada de risa, no.
El puñado de orgasmos, tampoco.

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 MIGUEL ÁNGEL ZAPATA
(Perú, 1955)

EPIGRAMAS DE NUEVA YORK

1
Me voy de juerga me dice la cuerva
negra del Bronx: bajaré a la ciudad,
prenderé las luces y la ceguera de la
sombra será sólo un mito bajo los
rascacielos. Me voy de baile, me dice
airosa, mi vestido rojo ceñido será la
novedad del jolgorio, y estas húmedas
alas se abrirán sin demora al primer
enamorado paseante.

2
No te pongas celoso mi amor
que en Creta eso es desamor
y aquí en estas calles el deseo
es parte del caminar y del vivir

3
Salíme al campo a contemplar mi figura,
y sentí que mis alas esplendorosas eran
las rosas de la liviandad, y mis patas,
ah mis patas, largas, largas y duras que sin
ser de águila o halcón se veían mejor que las
dos columnas del Brooklyn Bridge

159

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 4
Mira las ascuas del crepúsculo, el cielo torcido
para mi ojo bizco que se levanta en llamaradas por
el parque, por aquella hilera de árboles donde
tocan los cuervos su tambora.

5
Tal vez ya no haya un lugar para descansar y dormir,
algún ciprés, una fuente, una lluvia fina que me sienta
volar en tu bicicleta, otro cuerpo que no se duerma
ante tus garras de gavilán.

6
Me voy a caminar como camello rumiando
los placeres de la vida dulce, y nadie podrá
quitarme este sustento que me da vida y
alimento

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 ÍNDICE

Presentación .................................................... 7

Rodolfo Alonso ................................................. 9

José María Álvarez............................................. 12
José Vicente Anaya ............................................ 17
Enrique Badosa ................................................ 19
Jorge Luis Borges .............................................. 21
Alí Calderón ..................................................... 23
Lila Calderón .................................................... 26
Marco Antonio Campos ..................................... 29
Ernesto Cardenal .............................................. 32
Héctor Carreto ................................................. 35
Adolfo Castañón ............................................... 38
Antonio Cisneros .............................................. 40
Iván Cruz Osorio .............................................. 43
Daniel Chirom ................................................. 46
Roque Dalton ................................................... 48

161

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 Arturo Dávila ................................................... 51
Miguel Ángel Esquivel ....................................... 55
Enrique Fierro .................................................. 57
Alfredo Fressia ................................................. 59
Dana Gelinas ................................................... 62
Julián Guillermo Gómez .................................... 65
Enrique González Rojo ...................................... 68
Enrique Gracia Trinidad .................................... 70
Hugo Gutiérrez Vega ......................................... 72
Leticia Herrera.................................................. 75
Leticia Herrera Álvarez ...................................... 77
Rodolfo Hinostroza ........................................... 79
Saúl Ibargoyen Islas ........................................... 83
Carlos Illescas ................................................... 86
José Kozer ....................................................... 89
Fernando Lamberg ............................................ 91
Hernán Lavín Cerda .......................................... 94
Eduardo Lizalde................................................ 98
Carlos López................................................... 101
Roberto López Moreno .................................... 103
Edwin Madrid................................................. 106
Ernesto Mejía Sánchez...................................... 108

162

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 Gonzalo Millán ............................................... 111
Luis Rogelio Nogueras ..................................... 113
José Emilio Pacheco......................................... 115
Aleyda Quevedo Rojas ...................................... 118
Vicente Quirarte .............................................. 120
Raymundo Ramos............................................ 122
Raúl Renán ..................................................... 124
Juan Manuel Rivera Madrid ............................... 126
Juan Manuel Roca ............................................ 129
Salomón de la Selva .......................................... 131
Manuel Silva Acevedo....................................... 134
Félix Suárez .................................................... 136
Julio Valle-Castillo ........................................... 141
Alfredo Veiravé ............................................... 144
José Verón Gormaz .......................................... 146
Minerva Margarita Villarreal ............................. 149
Xavier Villaurrutia ........................................... 151
Ida Vitale........................................................ 153
Gabriel Zaid ................................................... 154
María Inés Zaldívar .......................................... 157
Miguel Ángel Zapata ........................................ 159

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Epigramas.indd 164 20/09/2006, 10:57
 AGRADECIMIENTOS

Este libro no sería el mismo sin la ayuda de las siguientes

personas: Marco Antonio Campos, Mariana Colomer,
Iván Cruz Osorio, Dana Gelinas, Alfredo Giles-Díaz,
Carlos López y Anna Rosshandler. A todos ellos, mi
agradecimiento.

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 Vigencia del epigrama de Héctor Carreto se terminó
de imprimir en octubre de 2006 en los talleres
de Tipográfica, S. A. de C. V., Imagen 26, Lomas de San Ángel Inn.
Está compuesto en tipos Adobe Garamond y LithographLight.
El papel de los forros es Cartulina sulfatada SBS de 12 puntos
y el de los interiores Bond blanco de 75 g.
Se tiraron 500 ejemplares.

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