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“Comentario Analítico, Exegético y Homilético”

Marcos
Alex Donnelly

MARCOS 5:1-20
EL ENDEMONIADO DE GADARENO

Por ser un pasaje extenso, no reproduciremos el texto aquí, sino que le invitamos a tener su
Biblia abierta en esta sección del evangelio de Marcos.

I. ANÁLISIS

Habiendo llegado al otro lado del Mar de Galilea, Cristo descendió de la barca y fue encontrado
por un hombre endemoniado (v.1-2). La condición de este hombre era sumamente triste (v.3-5).
Al acercarse al Señor, se dio una conversación entre él, los demonios y Cristo (v.6-12), la cual
terminó en su liberación espiritual, y el ahogo de un gran número de cerdos (v.13). Al enterarse
de este suceso, los habitantes de la zona se llenaron de miedo, y pidieron al Señor que se retirara
del lugar (v.14-17). El hombre quien fue liberado, quiso ir con el Señor (v.18), pero Cristo le
ordenó que se quedara, y que anunciara a sus familiares lo que el Señor hizo por él (v.19-20).

ANÁLISIS TEXTUAL

Introducción (v.1) – El contexto del milagro (tiempo; lugar)

1. La Condición del Endemoniado (v.2-5)


2. La Conversación con el Endemoniado (v.6-10)
3. La Liberación del Endemoniado (v.11-17)
4. La Comisión del Endemoniado (v.18-20)

Conclusión: “y tuvieron miedo” (v.15b); “y todos se maravillaban” (v.20b)

II. EXÉGESIS

Verso 1

“Vinieron al otro lado del mar…”

Es decir, Cristo y Sus discípulos. Los discípulos acababan de presenciar el tremendo poder de
Cristo, apaciguando la tormenta (Marcos 4:35-41); estaban aun pasmados por lo que habían
visto (Marcos 4:41). En esa condición, llegaron a las orillas del Mar de Galilea, y estaban por
presenciar otra manifestación del tremendo poder de Cristo – liberando a un endemoniado.

201
Una pregunta interesante es en cuanto a la hora en la cual Cristo arribó a este lugar. Marcos
4:35 indica que el cruce del Mar de Galilea se dio “cuando llegó la noche”. Este detalle nos
deja con dos posibilidades. Dado a que el Mar de Galilea, en esta parte, solo tiene unos 8
kilómetros de ancho, se supone que Cristo y los discípulos llegaron a la región de los gadarenos
de noche. De ser así, el encuentro con el endemoniado se dio en la oscuridad, que hace que el
relato sea aun más escalofriante. La otra posibilidad, es que la gran tormenta en el lago (ver
Marcos 4:37) duró varias horas, y retrazó el cruce del mar. Por ende, cuando por fin llegaron a
la orilla oriental, ya estaba amaneciendo, y el encuentro con el endemoniado se dio en las
primeras horas del día. Esto parece más factible.

“… a la región de los gadarenos1”

Gadara era la capital de la región; estaba a unos 8 kilómetros del Mar de Galilea, al sur este del
lago (al extremo sur del Mar de Galilea). A pesar de la distancia, la región entre Gadara y el
Mar de Galilea podría haber sido conocida como “la región de los gadarenos”.

Verso 2

“…en seguida vino a su encuentro…un hombre con un espíritu inmundo”

El relato en Mateo habla de dos hombres endemoniados. No está claro por qué Marcos solo
menciona uno. Comentaristas ofrecen una variedad de explicaciones 2, pero la verdad es que no
sabemos por qué Marcos solo habla de uno.

Aunque aquí Marcos dice que el hombre tenía “un espíritu inmundo”, el v.9 indica que eran
muchos los demonios que dominaban su vida. Lucas 8:27 indica que el pobre hombre había
sido endemoniado “desde hacía mucho tiempo”. Bien podemos imaginarnos la triste condición
de este hombre.

Verso 3

“que tenía su morada en los sepulcros…”

Estos “sepulcros” eran una suerte de cuevas, excavadas de la roca, que servían también como
refugio o escondites.

El pobre hombre estaba viviendo entre los muertos. ¿Por qué? Podría ser simplemente porque
el cementerio estaba lejos de los poblados, y la gente no lo quería tener viviendo cerca de ellos.
Pero es más probable que su morada entre las tumbas tenga relación con los muertos. Podría ser

1
La NVI tiene, “gerasenos”. Al parecer, este fue el nombre que Marcos escribió. Sin embargo, en varios
manuscritos antiguos, el nombre es cambiado a “gadarenos”. Al parecer, un comentarista (quizá
Orígenes), entendiendo que muchos lectores estaban confundiendo la palabra “gerasenos” con la ciudad
de Gerasa – que quedaba a unos 50 kilómetros del Mar de Galilea, pensó evitar esta confusión,
cambiando el nombre a “gadarenos” (tal como lo tenemos en Mateo). Cranfield opina que había otro
pueblo, a las orillas del Mar de Galilea, que quizá también tenía el nombre de Gedara (o algo parecido), y
que dio lugar a que Marcos escribiera, “gerasenos”.
2
Las sugerencia ofrecidas incluyen:

a. Uno era un judío, de Gerasa, y el otro era un gentil, de Gadara; Marco solo menciona el
gentil, por ser un caso inusual, de Cristo ministrando a un gentil endemoniado.
b. Uno era un caso más fuerte de posesión demoníaca, que el otro; por eso Marcos solo lo
menciona al caso más dramático.

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que los demonios lo llevaron allí para vivir en ese lugar, para que la gente creyera que los
demonios eran realmente espíritus de los muertos. Otra posibilidad es que, dado a que el
cementerio era un lugar inmundo (Núm 19:16), era apropiado que el endemoniado viva allí.
¡Satanás siempre empuja la gente hacia lo inmundo!

Al acercarse a Cristo, de entre los sepulcros, este hombre refleja la realidad del pecador. Todo
pecador está ‘muerto’ en sus pecados, y necesita venir a Cristo para recibir vida y libertad.

“…y nadie podía atarle, ni aun con cadenas”

Era un hombre descontrolado, por ende la gente había querido amarrarlo. Sin embargo, tal era
su fuerza que ni las cadenas de hierro servían. Con justa razón el Señor describe a Satanás
como ‘el hombre fuerte’ (Marcos 3:27).

En este hombre tenemos un cuadro dramático de la condición de todo pecador. Cada pecador
está bajo el control de Satanás. No hay nada que ni él, ni otros, puedan hacer para controlarlo.
El poder del pecado es demasiado fuerte, y nadie puede librarse de ello. Además, Satanás es un
pésimo amo; obra siempre para la destrucción de la persona.

Verso 4

Este verso describe el poder sobrenatural del hombre, que a veces se manifiesta en una persona
endemoniada.

“Porque muchas veces había sido atado con grillos y cadenas…”

Los “grillos” (‘pede’) eran para sujetar los pies; quizá las “cadenas” eran para sujetar las
manos. Familiares, o ciudadanos, habían intentado, varias veces, controlar a esta persona, para
el bien y la tranquilidad de todos los habitante. Sin embargo, cada intento fue inútil.

“las cadenas habían sido hechas pedazos…y desmenuzados los grillos…”

El cuadro que Marcos presenta es de una persona sumamente fuerte y violenta. ¡El
endemoniado destrozaba todo, en su afán de estar libre! La fuerza sobrenatural de este hombre,
es la contra parte de la fuerza sobrenatural que Sansón tuvo, de parte de Dios.

“y nadie le podía dominar”

El hombre era como un animal salvaje - indomable. El verbo (“dominar”) se usa


principalmente de los animales salvajes, aunque Santiago lo usa, en Sant 3:7-8. ¡Qué cuadro
más triste! ¡Qué dolor para sus familiares (ver v.19, “a tu casa, a los tuyos”)!

Como dice un comentarista:

“El hombre era incontrolable, indetenible, indomable, salvaje, de temperamento


violento, con frecuencia poseía fuerzas sobrehumanas. Todos los esfuerzos humanos
por ayudarle habían fracasado. No se le podía ayudar, ni controlar, ni domar.
Representaba el mal incontrolable por la depravación del hombre…” 3

3
Biblia de Bosquejos y Sermones, Tomo 3, Marcos, p. 88.

203
NOTA: Cuán diferente es el obrar del Espíritu Santo, quien concede dominio propio a la
persona en quien mora, produciendo el fruto de la mansedumbre.

Verso 5

“Y siempre, de día y de noche…”

Estas palabras indican el comportamiento cotidiano y permanente del endemoniado. No hacía


estas cosas, solo de vez en cuando, sino constantemente, a cualquier hora del día. Era una
amenaza para toda la gente que vivía en la zona.

“…andaba dando voces en los montes y en los sepulcros…”

El verbo indica ‘gritar en voz alta’. Seguramente era algo escalofriante, escuchar los gritos
sobrenaturales de este hombre, entre los cerros, y entre las tumbas. Como dice Hendriksen, “…
durante la noche y el día, sus gritos estridentes resonaban pavorosamente de caverna en caverna
cerca del rocoso litoral, llenando de terror el corazón de cualquier viajero que se aventurase a
acercarse”.

“…e hiriéndose con piedras”

El endemoniado no solo rompía las cadenas, y andaba gritando por los montes, sino que se
hacía daño a sí mismo - constantemente. Seguramente tenía una gran cantidad de cortes y
cicatrices en todo su cuerpo. Mirarlo sería ver un cuadro espantoso.

Nos hace recordar como los profetas de Baal se laceraban, al clamar a su ídolo (1 Rey 18:28).
Satanás siempre es destructor. Los que caen bajo su lazo, siempre se lastiman. Matthew Henry
bien observa que mientras Dios dice, “No te hagas ningún mal” (Hch 16:28), Satanás dice,
“Hazte todo el mal que puedas”. Lo trágico, es que la humanidad prefiere escuchar la voz de
Satanás, y tapa sus oídos a la voz de Dios.

Verso 6

“Cuando vio, pues, a Jesús de lejos…”

Satanás nunca hubiera querido esto; siempre trata de cegar al ser humano, para que éste no vea a
Cristo (ver 2 Cor 4:3-4). Sin embargo, Dios es soberano, y dirige la mirada de este pobre
hombre hacia su único Salvador.

“…corrió, y se arrodilló ante él”

Al ver a este hombre (desfigurado, etc.), venir corriendo hacia ellos, los discípulos habrán
sentido bastante temor; especialmente, después de haber experimentado la tormenta en el Mar.

Normalmente, cuanto este hombre veía a otras personas, corría sobre ellos para atacarlos. Pero
en este momento, hizo algo extraño - corrió hacia Cristo, para reverenciarlo. El contraste entre
su comportamiento cotidiano, presentado en el v.5, y su comportamiento frente a Cristo, es
dramático. El animal salvaje, repentinamente se convierte en un hombre sumiso y reverente.

204
Aquí se cumple la palabra de Cristo – “Todo lo que el Padre me da vendrá a mi…” (Juan 6:37).
Por encima del domino de los demonios, el Espíritu Santo estaba obrando en este hombre, por la
gracia y misericordia de Dios. Si Dios obra poderosamente en una persona, con el fin de
salvarle del lazo de Satanás, podemos estar seguros que Dios hará esa obra cuando la persona
clame al Señor por Su ayuda.

Este hombre no solo vino corriendo a Cristo, sino que se arrodilló delante de Él. Esto nos hace
recordar que un día, toda persona (incluyendo Satanás) tendrá que arrodillarse ante el Rey de
reyes y Señor de señores (ver Fil 2:9-11).

Resumiendo la condición de este hombre, y lo que representa, un autor escribió:

“El hombre era una amenaza para sí mismo y para otros; se hería a sí mismo.
Representa al hombre que se ha tornado peligroso, tan entregado al mal que ha llegado
a ser una amenaza para todos. Representa al hombre totalmente depravado, al hombre
que ha ido tan lejos que ya no tiene respeto por la vida humana, ni si quiera por la suya
propia…Representa al hombre que ha caído en las profundidades del hoyo – tan
profundo ha caído que no puede caer más. En un sentido absoluto carece de esperanza.
Nadie, sino solamente Dios, podría salvarlo”4.

Verso 7

“¿…Hijo del Dios Altísimo?”

Los discípulos del Señor, a pesar de haber estado con Él tanto tiempo, no entendían Su
verdadera identidad. Por ende, cuando calmó la tempestad, se preguntaron: “¿Quién es este…?”
(Marcos 4:41). Sin embargo, este hombre, a pesar de nunca haber visto a Cristo, sabía muy
bien quien era (por revelación de los demonios). En un sentido, la afirmación del endemoniado
fue la respuesta a la pregunta de los discípulos. “¿Quién es este?...es Hijo del Dios Altísimo”

Notemos el tremendo respeto con el cual los demonios se dirigen a Cristo. Lo describen como
“Hijo del Dios Altísimo”. Claro, los demonios lo habían visto en el cielo. Hubo un tiempo
cuando estos demonios habían sido ángeles, y habían adorado al Hijo de Dios. Por ende, era de
esperar que, aun siendo demonios, tuvieran una tremenda reverencia por Él, viéndole en la
humildad de la encarnación.

“Aunque a veces los humanos hacen todo lo que pueden para negar la deidad de Cristo, no
ocurre así con los demonios” (Hendriksen).

“Te conjuro por Dios que no me atormentes5”

Una frase muy fuerte. La BDLA traduce, “Te imploro…”.

El tormento que temían, era el tormento relacionado con el juicio final (ver Mat 8:29). “El
representante que estaba hablando a Jesús comprende que en ese mismo instante se halla frente
a Aquel a quien se le ha encomendado el juicio final, y teme que en aquel momento – ‘antes del
tiempo establecido’ – Jesús pudiese lanzarle a él y a sus compañeros ‘al abismo’…”

4
Biblia de Bosquejos y Sermones, Tomo 3, Marcos, p. 88.
5
Esta palabra se usa en Mat 8:6, donde el contexto apunta a fuertes dolores físicos. En Mat 14:24, se usa
de una barca “azotada” (literalmente, ‘atormentada’), indicando la manera en que las olas golpeaban la
barca, y la sacudían de un lado a otro. También se usa de los discípulos, remando “con gran fatiga”
(Marcos 6:48); literalmente, ‘con gran tormento’ – es decir, con tremendo cansancio, y dolores
musculares, además del ‘tormento’ del miedo, por estar cerca a perder su vida.

205
(Hendriksen). Los demonios eran conscientes del juicio de Dios sobre sus vidas, y que ese
juicio implicaba cierto tormento. Por eso los demonios “tiemblan” (Sant 2:19).
Verso 8

“Porque le decía6: Sal de este hombre…”

Aquí tenemos el gran propósito del evangelio – salvar al hombre del dominio de Satanás. El
evangelio es el poder de Dios para ello (Rom 1:16; 6:16-18). Vemos un claro ejemplo de ello en
1 Tes 1:4-5, 9-10). Como Juan afirma, Cristo vino para deshacer las obras del maligno (1 Juan
3:8).

Lo que Cristo hizo con el endemoniado es un cuadro de lo que Dios quiere hacer a favor de
todos nosotros - expulsar a Satanás de nuestras vidas, para que el Espíritu Santo venga a morar
en nosotros.

NOTA: Parece que en este caso, entre la primera orden de Cristo, y la salida de los demonios,
hubo un intervalo de tiempo. Los demonios se resistían a salir de este hombre.

Verso 9

“Y le preguntó, ‘¿Cómo te llamas?’”

Esta pregunta ha llevado a muchos a suponer, que en el ministerio de la liberación espiritual


(exorcismo) es necesario identificar el nombre del demonio, antes de poder expulsarlo. ¡Esto no
es cierto! En ningún otro caso leemos que Cristo preguntó el nombre de los demonios.

En realidad, aun aquí, Cristo no estaba preguntando el nombre de los demonios, sino del
endemoniado – por eso usó la forma singular, “le preguntó: ¿Cómo te llamas?”.

“Legión me llamo; porque somos muchos”

Una ‘legión’ romana consistía en unos 6,000 soldados. Al usar este nombre, los demonios no
estaban necesariamente hablando en forma literal; simplemente indican que eran muchos. Eran
suficientes, para dominar y destruir 2,000 cerdos (v.13). Al usar este término, los demonios
estaban señalando el tremendo dominio que tenían sobre este hombre. También, señalaron,
implícitamente, que su propósito era tipo ‘militar’ – dominar y conquistar. Como buenos
soldados, estaban unidos en su propósito, y actuando bajo las órdenes de su ‘general’ (Satanás).
Eran tremendamente fuertes, y bien entrenados.

Verso 10

“Y le rogaba mucho que no los enviase fuera de aquella región”

Al parecer, uno de los demonios actuaba como el portavoz de los demás. Por ende, el uso del
singular – “Y le rogaba…que no los enviase…”.

Es interesante notar el aprecio que los demonios tenían por esta región. No querían dejar
Gadara. Parece que era un lugar en el cual se sentían cómodos; sabían que en esa zona
abundaban oportunidades para dominar la vida de otras personas. ¿Por qué? Quizá los judíos
que poblaban esa zona se habían alejado de Dios; habían quebrantado Su pacto, y por ende se

6
El verbo es un imperfecto progresivo – ‘le estaba diciendo’ o ‘le venía diciendo’.

206
habían puesto (implícitamente) bajo la autoridad de Satanás. Por otro lado, la población
pagana también estaba sujeta al dominio de Satanás – no teniendo la ley de Dios sobre ellos.
Su forma de vida, y su pecaminosidad, los hacía presa fácil para los demonios.

Verso 11

“…un gran hato de cerdos paciendo”

Cerdos eran animales inmundos, para los judíos. ¡Era apropiado que los espíritus ‘inmundos’
(comparar v.2) se interesaran en ellos!

Verso 12

“Y le rogaron todos los demonios…”

Ahora sí, todos los demonios hablaron a una sola voz. ¡Tal fue su desesperación!

“…diciendo, ‘Envíanos a los cerdos para que entremos en ellos”

Notamos que los demonios tienen deseos propios, pero no pueden actuar sin pedir permiso de
Dios. Cristo estaba por echarlos fuera del endemoniado. Ellos no querían ser expulsados de la
región, o enviados al abismo; menos querían dejar de hacer el mal. Por ende, piden permiso
para posesionarse de los cerdos.

¿Cuál era su intención, al hacer este pedido? ¿Simplemente evitar el ser enviado fuera de la
zona? ¿O ya estaban planeando destruir a los cerdos, para luego tener la libertad de
posesionarse de otros seres humanos?

Verso 13

“Y luego Jesús les dio permiso”

Aquí tenemos un cuadro interesante de la relación entre Cristo y los demonios. Ellos no podían
actuar sin Su consentimiento; sabían que de ningún modo podían entrar en los cerdos sin el
permiso de Cristo. Sin embargo, Cristo no les ordenó posesionarse de los cerdos; simplemente
les concedió el permiso para hacerlo. La idea vino de ellos, no de Él. Por ende, el Señor no es
culpable de la destrucción de los cerdos.

NOTA: Aunque los demonios pidieron permiso al Señor, para entrar en los cerdos, el Señor no
pidió permiso a los que estaban cuidando a los cerdos (v.14). ¡El es el Señor!

“Y saliendo aquellos espíritus inmundos, entraron en los cerdos…”

Aparte de este verso, no leemos en la Biblia de demonios habitando en animales. Al parecer, es


posible; aunque, probablemente los demonios no tendrían mucho interés en hacerlo. Mil veces
prefieren dominar la vida de un ser humano, creado a imagen y semejanza de Dios, que dominar
la vida de un simple animal, que carece aun de espíritu.

207
“…y el hato se precipitó en el mar por un despeñadero, y en el mar se ahogaron 7”

Vemos aquí la influencia destructora de los demonios. ¡Satanás siempre quiere destruir!
Comparar Juan 10:10.

Si Cristo concedió permiso a los demonios a entrar en los cerdos, ¿sabía que ellos iban a
producir su muerte? La respuesta debe ser “sí”, porque el Señor sabe todas las cosas. De ser
así, ¿por qué les concedió este permiso?

Podría ser, que al permitirles hacer esto, el Señor estaba dejando notar la terrible maldad de los
demonios. La muerte de los cerdos, era una clara ilustración del propósito de los demonios, y
del corazón de Satanás. Era preferible que los animales mueran, para enseñar esto, antes que la
vida de otro ser humano sea destruida por los demonios.

Otra posibilidad es que Cristo permitió esto, para que el hombre endemoniado esté
completamente seguro que había sido liberado de los demonios. La muerte de los cerdos era un
pequeño precio que pagar, para que este hombre tenga la tranquilidad de saber que todos los
demonios habían sido expulsados de él. Es más, viendo la muerte de los cerdos, llevaría al
hombre a reflexionar sobre cómo habría sido su vida, si Cristo no lo hubiera liberado del poder
de los demonios.

Comentando sobre esto, Barclay hace una observación interesante: “…si matamos animales
para no pasar hambre, no podemos presentar ninguna objeción si la salvación de la mente y el
alma de una persona supuso la muerte de una manada de esos mismos animales”. Es más, se
supone que estos animales estaban siendo criados, para luego matarlos, para el beneficio de los
seres humanos.

Pero, ¿cuál fue la motivación de los demonios, al matar a los cerdos? Lo más probable es que
promovieron la muerte de los cerdos simplemente para librarse de ellos, y así lograr la libertad
para posesionarse de un ser humano. Si nos preguntamos, “El Señor, ¿no consideró esta
posibilidad?”, nos metemos en terreno difícil de contestar. Probablemente la respuesta es que,
aun estando libres de los cerdos, tendrían que pedir permiso a Dios, antes de poder posesionarse
de otro ser humano.

Verso 14

“dieron aviso en la ciudad y en los campos”

La “ciudad” sería Gerasa o Gadara (ver notas sobre el v.1), mientras que “los campos”, parece
ser una referencia a las aldeas o caseríos que estaban en la zona. Por ende, la gente que salió a
ver lo que estaba pasando sería grande en número.

Verso 15
7
El verbo está en el tiempo imperfecto – ‘se estaban ahogando’. Da la impresión que los cerdos se
ahogaron en el mar, uno por uno. El contraste es claro, cuando consideramos que los demás verbos en el
v.13 son aoristos – ‘salieron’, ‘entraron, y ‘se precipitaron’ puntualmente, pero se fueron ahogando uno
por uno. “Es como si, en rápida sucesión, hubiese mostrado cuatro fotos instantáneas. Y entonces se nos
muestra una película en cámara lenta: de uno en uno vemos los aproximadamente dos mil puercos
ahogándose en el mar, hasta que todos hubieron muerto” (Hendriksen).

208
“…sentado, vestido y en su juicio cabal…”

Al ver al hombre así, era evidente que algo le había sucedido. Cuando un creyente vive una
vida tranquila y controlada, da testimonio que el poder de Satanás ha sido quebrantado en su
vida. Lo triste es que al ‘mundo’ muchas veces no le gusta ver esto. ¡Se siente más cómodo
viendo vidas descontroladas e intranquilas, que vidas sometidas a Cristo!

NOTA: El estar “sentado” implica la postura de un discípulo o del estudiante de un rabino.

“…y tuvieron miedo”

¡Qué triste! En vez de alegrarse por el cambio en el hombre; en vez de alegrarse por el
beneficio que esto iba a tener para sus familiares (ver v.19), amigos y toda la comunidad en
general, la gente simplemente tuvo miedo. ¿Miedo de qué? Al parecer, era el miedo de sentir la
presencia de Dios, en la persona de Cristo. Ante lo que Cristo hizo, quedaron asombrados - era
algo insólito; evidenciaba la cercanía de Dios en ese momento. Y quedaron con miedo.

El mundo se incomoda y se pone muy intranquilo, cuando ve una evidencia contundente del
poder de Dios, transformando la vida de un pecador.

Verso 16

“Y les contaron los que lo habían visto…”

Al parecer, los que apacentaban los cerdos vieron todo lo que había ocurrido con el
endemoniado, y ellos se encargaron de contar todos los detalles a la gente que salió de la ciudad
y de los caseríos, para cerciorarse del incidente. Marcos indica que lo que contaron tuvo que
ver, no solo con la muerte de los cerdos, sino con la manera en que el hombre había sido librado
de los demonios.

Verso 17

“Y comenzaron a rogarle que se fuera de sus contornos”

Más triste aun. Ante la clara evidencia del poder de Cristo, que indicaba que era un mensajero
de Dios, la gente simplemente le pidió que se retirara de la zona. ¿Por qué? A primera vista,
porque habían perdido la fuente de sus ingresos. Se fijaron más en los cadáveres de los cerdos,
que en la nueva vida que tenía el endemoniado. No podían ver el tremendo provecho para el
hombre liberado; solo podían pensar en sus pérdidas económicas. Bien comenta Hendriksen,
“Aquellos propietarios, y la gente de aquella comunidad en general, eran egoístas. En su escala
de valores, la adquisición, retención, y multiplicación de las posesiones materiales ocupaban un
lugar muchísimo más alto que la liberación y restauración de un hombre sin libertad, sin
felicidad, sin amor, y sin nadie que se preocupase por él”.

Podemos comparar la reacción de esta gente, con lo que leemos en Job 21:14-15, y Hch 16:39.

NOTA: Al parecer, toda la gente pidió a Cristo que se retirase de la región; no solo los dueños
de los cerdos (ver v.14).

En esta reacción (como en el miedo que tuvieron anteriormente) vemos la influencia de Satanás
en las vidas de estas personas. Satanás obra en diferentes formas, y logra ejercer dominio sobre

209
el ser humano en diferentes maneras. ¡No siempre tiene que hacerlo por medio de una posesión
demoníaca! Estos hombres estaban tan bajo el poder de Satanás, como el endemoniado lo
había estado; la única diferencia es que, mientras el endemoniado logró la liberación espiritual,
por acercarse a Cristo, estas personas quedaron en su esclavitud espiritual, porque rechazaron a
Cristo.

Hombres bajo el dominio de Satanás se oponen a Cristo, y anhelan que Cristo se retire de ellos,
dejándolos en ‘paz’. Esto explica por qué la gente de Nazaret quiso deshacerse de Cristo (Lucas
4:16-31). El mundo inconverso no quiere que su rutina sea perturbada, ni siquiera para ser
salvo. Hendriksen comenta:

“¿Cuántas veces, incluso en nuestro día y época, no se ha repetido este mismo


incidente? La gente está ansiosa por escuchar la historia de Jesús y de su
amor…¡siempre y cuando no se insista demasiado en las implicancias del evangelio en
la vida y conducta diarias, porque eso sería desagradable e inquietante”.

NOTA: En Ex 20:18, el pueblo de Israel expresa su temor ante la presencia de Dios, y pide que
Moisés hablara con Dios, y no ellos mismos.

En Lucas 5:8, leemos las palabras de Pedro, “Apártate de mí, Señor, porque soy hombre
pecador”; pero en este caso, su pedido se debe a otra cosa, y demuestra una buena
actitud de su parte – humildad ante la presencia de la grandeza de Dios.

Verso 18

“Al entrar él en la barca…”

La gente pidió que Cristo se alejara de ellos, y el Señor concedió la petición de su corazón.
Pero, ¡qué trágico! ¡Cuántas otras personas necesitaban al Señor! Endemoniados, enfermos,
pecadores, etc. Pero todos perdieron la oportunidad de ser ministrados por el Señor de la gloria,
simplemente por el temor de la mayoría.

“…el que había estado endemoniado le rogaba que le dejase estar con él”

Al ser librado por Cristo, el deseo del hombre era siempre estar con Él, como otro discípulo
más. ¡Qué contraste con sus conciudadanos! Confirma lo que dice Pedro – que para los que
creen – que han experimentado el poder liberador de Cristo, Él es precioso (1 Ped 2:7).

El verbo (“rogaba”) es imperfecto, apuntando a una acción continua. El hombre no le pidió una
sola vez, sino repetidas veces, insistentemente. ¡Tan agradecido estaba su corazón!

Verso 19

“Mas Jesús no se lo permitió…”

Aquí hay algo que debemos notar. El Señor accedió al pedido de los demonios (v.10, 12);
también accedió al pedido de los habitantes de la región (v.17-18); pero NO accedió al pedido
del endemoniado convertido (v.18). No porque su deseo era malo (como en el caso de los
otros), sino porque el Señor tenía otro plan y propósito para su vida, en ese momento.

Lección: Cuando Dios concede lo que pedimos, no siempre indica la aprobación de Dios; y
cuando Dios no concede lo que pedimos, no siempre es una señal de Su desaprobación

210
de nosotros.

“Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo…”

Los habitantes de la región habían rechazado a Cristo; pero Él no los rechazó. En Su gran amor,
no pudo desligarse completamente de ellos, sino que les dio un misionero – el endemoniado
convertido.

Es probable que este hombre haya sido un gentil. De ser así, tenemos en este relato, uno de los
pocos incidentes en el cual Cristo ministró a una persona no judía (comparar Marcos 7:24-30).
Al hacerlo, indica que el evangelio era para todas las naciones (ver Marcos 13:10; 14:9). En
este caso, no era necesario pedir que guardara silencio; más bien, el Señor le animó a que
contara a todos lo que Dios había hecho por él. Sería fácil ir a otro lugar, donde no era
conocido, y dar su testimonio. Sin embargo, el mejor testimonio, lo damos cerca de donde nos
convertimos.

Cristo no le dijo al hombre que comparta todas las experiencias que había tenido como
endemoniado; tampoco que hablara acerca de cómo llegó a ser endemoniado. Sino simplemente
que contara lo que DIOS había hecho por él. ¡No debemos alabar a Satanás! El contar las
grandes cosas que Dios ha hecho por nosotros, es el corazón de todo testimonio cristiano.

NOTA: La bondad de Cristo, expresada en la liberación del endemoniado, y la misión otorgada


al hombre, contrasta con la crueldad de los demonios, y la indiferencia de los habitantes
de la región.

Verso 20

“Y se fue, y comenzó a publicar en Decápolis cuán grandes cosas había hecho Jesús con él”

Antes, este hombre se sometía a los demonios, para su mal, y el mal de los demás; ahora se
somete a Cristo, para su bien, y para el bien de los demás.

Cristo envió a este hombre a su casa, y a sus familiares y amigos (v.19). Si embargo, en su
emoción y agradecimiento, el hombre fue más allá de lo que Cristo pidió, y llegó hasta las
ciudades de Decápolis8, con su testimonio. Como gentil, estaba en buenas condiciones de
compartir el evangelio a otros gentiles. Fue el primer misionero a los gentiles, del Nuevo
Testamento.

El verbo, “publicar”, es ‘kerusso’, que significa ‘proclamar como un heraldo’. Este hombre,
anteriormente, un terrible endemoniado, se convierte en un predicador de la Palabra de Dios.
Podemos comparar el cambió que Saulo de Tarso experimentó, cuando conoció a Cristo.

Cuando un pecador ha sido librado de Satanás, la reacción natural es querer contar a todos lo
que le ha pasado (ver Salmo 66:16). Vemos esta realidad en la vida del gadareno.
III. HOMILÉTICA

8
Esta era una confederación de diez ciudades griegas, unidas por un acuerdo de paz y cooperación. Se
llamaban Escitópolis (la única que estaba al oeste del río Jordán), Pela, Dión, Gerasa, Filadelfia, Gadara,
Rafana, Canata, Hipos y Damasco. “Eran ciudades hermosas. Eran tozudamente griegas: tenían sus
dioses griegos y sus templos griegos y sus anfiteatros griegos; estaban consagradas a la manera griega de
vivir” (Barclay).

211
TEMA “Cristo salva a un pecador”

Introducción

Cristo vino para buscar y salvar a los que se habían perdido. Vino para deshacer las obras de
Satanás. En este pasaje tenemos un hermoso cuadro de Cristo actuando como el Salvador del
mundo. ¿Cómo lo hace? ¿Qué hace Dios para salvar a una persona? Tomemos el caso de este
endemoniado como un ejemplo de lo que Dios hace para salvar a una persona.

1. Manifiesta la Triste Condición del Pecador (v.2-5)

La presencia de Cristo provocó una reacción de parte de un hombre (v.2). La descripción del
hombre apunta a su triste condición espiritual:

a. Entre los muertos (v.3a).


b. Incontrolable (v.3b-4).
c. Se lastimaba a sí mismo (v.5).

Este es un cuadro de todo pecador (ver Rom 1:18ss; Efe 2:1ss). Lo primero que Dios tiene que
hacer es ayudarle a entender su condición espiritual ante Dios.

2. Libera al Pecador del Dominio de Satanás (v.6-13)

El hombre, conciente de su necesidad, se acerca a Cristo (v.6). Cristo procede a liberarlo (v.7-
8). No era fácil, porque Satanás no quería soltarlo; pero la liberación se dio, porque Cristo es
más fuerte. Pero la liberación del hombre dañó propiedad ajena (v.11-13)

Así es con cada pecador salvo. Hay una gran lucha espiritual, pero Cristo lo saca del reino de
Satanás y lo lleva a Su propio reino (Col 1:13). Sin embargo, a veces hay un precio que pagar.

3. Concede al Pecador un Nuevo Propósito (v.14-20)

Liberado de Satanás, el hombre tiene una nueva existencia (v.15). Quiere ahora estar con
Cristo, y servirle (v.18). Cristo le da un encargo (v.19-20).

Todo pecador salvo por Cristo, comenzará a vivir una nueva vida, con nuevos propósitos,
sirviendo al Señor.

Conclusión

¿Has experimentado esta liberación espiritual?


¿Estás viviendo con un nuevo propósito?

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