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LAS BOBINAS DE TESLA

Una bobina de Tesla, o simplemente bobina Tesla, es un tipo de transformador resonante, llamado así en
honor a su inventor, el gran científico de origen croata y nacionalizado norteamericano Nikola Tesla. Son
transformadores de alta frecuencia que son autorresonantes, y en realidad hay varios tipos de bobinas
Tesla, ya que Nikola Tesla experimentó con una gran variedad de bobinas y configuraciones de
funcionamiento. Generalmente las bobinas de Tesla generan tensiones de radiofrecuencia (RF) muy
elevadas (de decenas de miles e incluso cientos de miles de voltios), por lo que dan lugar a coloridas
descargas eléctricas en el aire de alcances que pueden llegar a ser del orden de pocos metros, lo que las
hace muy espectaculares. No obstante, estas bobinas proporcionan corrientes muy bajas, aunque muy
superiores a las que se podían obtener en la época de Tesla con las fuentes de alta tensión de entonces,
que eran máquinas electrostáticas.

Bobina Tesla de aficionado, generando chispas de cientos de miles de voltios

Bobina Tesla de aficionado, generando chispas de cientos de miles de voltios

Grandes bobinas Tesla realizadas por aficionados,

generando chispas de cientos de miles de voltios.

Historia y tipos de bobinas

Tesla construyó sus primeras bobinas en primavera de 1891 (ya residiendo en Estados Unidos desde
1884) basándose en las investigaciones iniciales sobre voltaje y frecuencia del físico inglés William
Crookes. Tesla diseñó y construyó una serie de bobinas que produjeron corrientes de alto voltaje y alta
frecuencia. Estas primeras bobinas usaban la acción disruptiva de un explosor o chispero ("spark-gap" en
inglés) en su funcionamiento.
Un explosor o chispero básicamente consiste en dos electrodos enfrentados próximos, típicamente
esféricos, entre los cuales se origina una descarga eléctrica cuando se les aplica una diferencia de tensión
eléctrica que sobrepasa un valor determinado, el valor de la tensión de ruptura del aire correspondiente
a la separación entre electrodos. La tensión a la que salta la chispa en el explosor es elevada, de varios
miles de voltios típicamente (depende de la separación entre electrodos del explosor), por lo que se
debe disponer de una fuente de alta tensión para poder aplicar ésta al chispero y hacer saltar las chispas
en éste.

Las chispas producidas en el explosor asociado a una bobina Tesla contienen impulsos de alta frecuencia
(RF, radiofrecuencia) de gran amplitud, que alimentan el arrollamiento primario de la bobina Tesla
propiamente dicha. Ésta actúa como transformador elevador de tensión autorresonante, por lo que da
lugar en su arrollamiento secundario a tensiones de alta frecuencia de muy alta tensión, como se ha
dicho anteriormente, de decenas de miles e incluso cientos de miles de voltios, dependiendo del tamaño
de la bobina. El circuito se completa con un condensador de alta tensión, necesario junto con el primario
de la bobina Tesla para la generación de los impulsos de alta frecuencia. El mecanismo de cómo se
originan estos impulsos de alta frecuencia se explicará más adelante. Aquí puede ver ejemplos de
circuitos con chisperos para operar bobinas Tesla.

Actualmente las bobinas Tesla que funciona con chispero se alimentan con un transformador de red
eléctrica de alta tensión, el cual proporciona por su arrollamiento secundario la alta tensión necesaria al
chispero para producir las chispas. Pero en la época en que Tesla comenzó a desarrollar sus primeras
bobinas de alta tensión, la única fuente de alta tensión disponible era el carrete o bobina de Ruhmkorff.
El carrete Ruhmkorff es una especie de bobina transformadora que permite obtener tensiones muy
elevadas (incluso de miles de voltios) a partir de una corriente continua. Fue ideado hacia 1850 por el
mecánico de precisión parisino de origen alemán Heinrich Daniel Ruhmkorff, época en la que casi no se
empleaban las corrientes alternas, y es el antecesor de los modernos transformadores eléctricos.

Un carrete o bobina de Ruhmkorff consta de dos arrollamientos realizados sobre un núcleo de hierro
dulce, uno de pocas decenas de espiras (el arrollamiento primario) realizado con hilo aislado algo grueso,
y un segundo arrollamiento (el arrollamiento secundario) realizado con un número elevado de espiras
(cientos e incluso miles) realizadas con hilo muy fino y recubierto de un buen aislante. Para su
funcionamiento en corriente continua el carrete está constituido como un electroimán, el cual opera un
contacto eléctrico normalmente cerrado mediante un resorte metálico que está enfrentado a un
extremo del núcleo de hierro dulce. Eléctricamente este contacto se dispone en serie con el
arrollamiento primario.
Cuando se aplica corriente continua al circuito del arrollamiento primario, el núcleo del carrete se imana
por el paso de la corriente eléctrica por el arrollamiento, y con ello atrae el resorte del contacto, el cual
se abre. Pero al abrirse el contacto eléctrico, deja de circular corriente por el arrollamiento primario, por
lo que cesa la imanación del núcleo del carrete, y con ello desactúa el contacto eléctrico, el cual vuelve a
cerrarse. Y al cerrarse, vuelve a circular de nuevo corriente eléctrica por el arrollamiento primario,
repitiéndose de nuevo el proceso, y así indefinidamente. La corriente que circula por el arrollamiento
primario se hace pulsante, actuando similarmente a una corriente alterna, provocando en el
arrollamiento secundario del carrete una tensión inducida pulsante, normalmente de varios cientos o
unos pocos miles de voltios, valor de tensión que depende de la relación de espiras de ambos
arrollamientos del carrete (relación que es muy grande en las bobinas de Ruhmkorff).

El arrollamiento primario y el contacto en serie forman, pues, un oscilador que genera implusos de
corriente continua a una frecuencia que depende de las características mecánicas del contacto eléctrico
(del resorte, su elasticidad, etc...), aunque es una frecuencia de unas decenas de impulsos por segundo.
Debido a las tensiones autoinducidas en el arrollamiento primario cada vez que se abre el contacto, se
forman chispas en éste que lo pueden desgastar con el tiempo, por lo que se suele añadir en paralelo
con el contacto un condensador cuya función es absorber estas tensiones autoinducidas, evitando la
aparición de las chispas en el contacto.

Bobina o carrete de Ruhmkorff

Bobina o carrete de Ruhmkorff: C = Núcleo de hierro dulce ; A = Arrollamiento primario ; B =


Arrollamiento secundario ; G = Batería de corriente continua ; H = Salida de alta tensión ; E = Contacto en
serie con el arrollamiento primario ; D = Resorte que gobierna el contacto E ; F = Condensador
apagachispas.

En los montajes iniciales de Tesla, el carrete Ruhmkorff es alimentado por una fuente principal de
corriente continua (típicamente una batería), y su arrollamiento secundario o de alta tensión es
conectado a dos condensadores de alta tensión, cada uno en serie con uno de los dos extremos del
arrollamiento secundario. Un explosor se coloca en paralelo al arrollamiento secundario del carrete de
Ruhmkorff y antes de los condensadores. Las puntas de descarga del explosor eran usualmente bolas
metálicas con diámetros inferiores a los 3 cm, aunque Tesla utilizó diferentes elementos para producir las
descargas. Los condensadores tenían un diseño especial, siendo pequeños con un gran aislamiento entre
placas. Estos condensadores consistían en placas móviles introducidas en aceite (empleado como
dieléctrico). Cuanto menores eran las placas, mayor era la frecuencia generada por estas primeras
bobinas (ya que la capacidad del condensador era menor). Las placas resultaban también útiles para
compensar la elevada autoinductancia de la bobina secundaria, añadiendo capacidad a ésta. También se
colocaban placas de mica en el explosor para establecer un chorro de aire a través de él. Esto ayudaba a
extinguir el arco eléctrico cuando disminuía la tensión entre electrodos del explosor, haciendo la
descarga más abrupta. También se empleó una ráfaga de aire con este objetivo.

Los condensadores se conectan a un circuito primario de dos arrollamientos (cada arrollamiento en serie
con un condensador). Estos son parte de la segunda bobina disruptiva construida especialmente (que es
la auténtica bobina Tesla). Cada primario de la bobina estaba realizado con veinte vueltas de alambre
cubierto por caucho y están enrollados por separado en tubos de caucho con un grosor no inferior a 3
mm. El arrollamiento secundario de la bobina tenía 300 vueltas de hilo metálico recubierto de seda,
enrollado en un tubo de caucho con sus extremos encajado en tubos de cristal o caucho, y es un
arrollamiento mucho más largo que los arrollamientos primarios. Los arrollamientos primarios tienen
que ser suficientemente largos como para estar holgados al colocar el arrollamiento secundario entre
ambos. Los primarios cubrían unos 5 cm del secundario. Además se colocaba una división de caucho
duro entre las bobinas primarias. Los extremos de los arrollamientos primarios que no estaban
conectados con los condensadores se conectaban al explosor.

Clásica configuración de las primeras bobinas ideadas por Tesla

Clásica configuración de las primeras bobinas ideadas por Tesla ("Magnifying Transmitter"). En el lado
izquierdo está la fuente de alta tensión, típicamente un carrete Ruhmkorff, a cuyo secundario se conecta
un primer explosor (en paralelo) y dos condensadores de alta tensión en serie con sendos arrollamientos
primarios de la bobina disruptiva (hacia el centro-derecha). El arrollamiento secundario, bifurcado en su
base para acoplarlo a ambos arrollamientos primarios, está conectado a tierra en sus bifurcaciones (a la
izquierda) y a un electrodo elevado (derecha) donde se tienen las altas tensiones de alta frecuencia. Los
extremos libres de ambos primarios están conectados a otro chispero.

Esta es la descripción de la primera bobina disruptiva realizada por Tesla, publicada en la publicación
System of Electric Lighting (del 23 de junio de 1891). Tesla fue desarrollando variaciones de estas
bobinas posteriormente, como la que patentó en 1897 como Electrical Transformer (Transformador
eléctrico, patente US0593138, 2-11-1897), una especie de transformador eléctrico con dos
arrollamientos (primario y secundario) que convertía corrientes eléctricas a corrientes de alto potencial.
Esta bobina Tesla tenía la bobina secundaria dentro de y rodeada por las espiras de la bobina primaria, y
uno de los terminales de la secundaria podía estar conectada eléctricamente con la primaria. Ambos
arrollamientos estaban enrollados en forma de espiral plana (con el primario de pocas espiras rodeando
por fuera al secundario de muchas espiras, disposición que empleó Tesla inicialmente con bastante
frecuencia), y el aparato era conectado a tierra cuando la bobina estaba en funcionamiento.

Tesla siguió desarrollando bobinas, algunas de gran tamaño para manejar potencias elevadas, pensando
en la posibilidad de transmitir energía eléctrica a grandes distancias y para comunicaciones sin hilos,
empleando estas bobinas como unidades transmisoras y como unidades receptoras, lo que sería uno de
los antecedentes de las primeras transmisiones inalámbricas o transmisiones de radio (por ello Nikola
Tesla es considerado uno de los pioneros de la radio, aunque oficialmente es el italiano Guillermo
Marconi el considerado como inventor de la radio).

Tesla patentó varios de sus desarrollos en este sentido empleando este tipo de bobinas, tales como las
patentes System of Transmission of Electrical Energy (patente US0645576, 20-03-1900), Apparatus for
Transmission of Electrical Energy (patente US0649621), en las cuales describió nuevas y útiles
combinaciones empleadas en bobinas transformadoras, preparadas y excitadas para provocar corrientes
u oscilaciones que se propagaran por conducción a través del medio natural de un punto a otro punto
remoto, y bobinas receptoras de las señales transmitidas. Estas bobinas permitían producir corrientes de
muy alto potencial. Más tarde patentaría el Method of Signaling (patente US0723188, 17-03-1903) y el
System of Signaling (patente US0725605, 14-04-1903) para bobinas con una elevada capacitancia
transmisiva con un electrodo a Tierra, así como el Apparatus for Transmitting Electrical Energy (patente
US1119732, del 18-01-1902), un transformador resonante auto-regenerativo de alto voltaje con núcleo
de aire que genera un alto voltaje a alta frecuencia. Este último diseño del año 1902 es ya un diseño
mucho más parecido a los diseños de las actuales bobinas Tesla que funcionan a chispa.

Los dispositivos posteriores fueron en ocasiones alimentados desde transformadores de alta tensión,
usando bancos de condensadores de cristal de botella inmersos en aceite para reducir las pérdidas por
descargas de corona, y usaban explosores rotativos para tratar los niveles de alta potencia. Las bobinas
Tesla conseguían una gran ganancia en tensión acoplando dos circuitos LC resonantes, usando
transformadores con núcleo de aire. A diferencia de las transformadores convencionales, cuya ganancia
en tensión está limitada a la razón entre los números de vueltas en los arrollamientos primario y
secundario, la ganancia en tensión de una bobina Tesla es proporcional a la raíz cuadrada de la razón de
las inductancias secundaria y primaria, y ello es así por el particular comportamiento de este tipo de
bobinas a causa de la resonancia de los arrollamientos.
Los explosores rotativos daban mejores resultados que los explosores sencillos, y básicamente consisten
en dos contactos fijos, a los cuales se aplica la alta tensión, y entre los cuales pasa la periferia de un disco
de material aislante. En la periferia del disco se disponen una o varias espigas metálicas que lo
atraviesan. El disco gira accionado por un motor, y en el preciso instante en que una de las espigas
metálicas del disco pase entre los dos contactos fijos (manteniendo una separación muy pequeña entre
estos), saltará la chispa entre los electrodos fijos pasando a través de la espiga metálica.

Las típicas bobinas de Tesla están constituidas por dos arrollamientos resonantes acoplados, pero Tesla
también experimentó configuraciones con tres arrollamientos resonantes acoplados. Las bobinas que
desarrolló Tesla inicialmente podían generar elevadas tensiones de alta frecuencia a frecuencias
típicamente del orden de 20 kHz a 100 kHz.

comentario Transmisor y receptor de energía eléctrica de Tesla, de su patente US645576 del año
1900. Como se puede apreciar, en estos diagramas se refleja el uso de arrollamientos espirales planos,
donde el arrollamiento A (A') es el secundario de gran diámetro de muchas espiras de hilo fino, y C (C')
es el arrollamiento primario, de muy pocas espiras e hilo mucho más grueso, rodeando al arrollamiento
A cerca de la periferia de éste. En el transmisor (izquierda), G representa al generador adecuado de
corrientes de alta frecuencia (el chispero, por ejemplo). El arrollamiento secundario A se conecta por un
extremo a tierra, y el otro extremo (el centro de la espiral) se lleva a través del conductor B a un terminal
D de gran superficie, elevado (como puede ser un globo metalizado) a efectos de una mejor tansmisión
de la energía hacia los equipos receptores. El receptor (derecha) captaría la energía transmitida por el
transmisor por las corrientes inducidas en el terminal D', y se inducirían del secundario A' al primario C',
reduciendo su tensión, pero aumentando el valor de la corriente eléctrica proporcionada, la cual se
emplearía para encender lámparas L, mover motores M, o para ser empleada por otros dispositivos
eléctricos.

(Haz clic en la imagen para ampliarla).

Bobinas Tesla actuales


Las bobinas Tesla empleadas actualmente corresponden a este último tipo de bobinas, y son las que
construyen usualmente ciertos ingenieros eléctricos y entusiastas de la electrónica. Son bobinas-
transformadores autorresonantes con núcleo de aire que generan muy altas tensiones a elevadas
frecuencias (desde unas decenas de kilohertcios a algunos Megahertcios, según la construcción de la
bobina). La bobina alcanza una gran ganancia de tensión transfiriendo energía durante un número de
ciclos desde el arrollamiento primario al secundario (en bobinas excitadas a chispa), estando
constituidos ambos arrollamientos como circuitos resonantes. Ambos arrollamientos están sintonizados
a la misma frecuencia.

Las bobinas de Tesla modernas constan típicamente de un circuito primario, el cual es un circuito LC
(inductancia-condensador) en serie compuesto de un condensador de alto voltaje, un chispero
(explosor), y el arrollamiento primario ; y un circuito secundario, que es un circuito resonante en serie
compuesto por el arrollamiento secundario, que suele ser terminado en su parte superior en un toroide
metálico. Al aplicar una alta tensión alterna o pulsante al circuito primario, las chispas generadas en el
explosor o chispero producen fuertes impulsos de radiofrecuencia cuya frecuencia dependerá de los
condensadores y del bobinado primario. Modernamente se puede emplear un circuito electrónico
realizado con lámparas o con transistores de potencia configurado con el arrollamiento primario de la
bobina como circuito oscilador de alta frecuencia de potencia.

Físicamente, el arrollamiento primario es un arrollamiento de un número bajo de espiras (desde muy


pocas espiras a un par de decenas como máximo), mientras que el arrollamiento secundario es un
arrollamiento cilíndrico de una sola capa de espiras, con un número de espiras elevado (varios cientos o
pocos miles de espiras), de una longitud mucho mayor que el arrollamiento primario, y en el que las
espiras están juntas (por lo que debe realizarse con hilo de cobre esmaltado o bien aislado).

El arrollamiento secundario presenta una frecuencia de autorresonancia elevada (de cientos o miles de
kilohertcios) que está determinada por la elevada inductancia del arrollamiento secundario y la baja
capacidad parásita entre espiras que presenta el arrollamiento. Si al arrollamiento primario se le aplica
corrientes a la frecuencia de autorresonancia de la bobina, se obtienen entre los extremos del
arrollamiento secundario muy elevadas tensiones de RF que pueden alcanzar valores de decenas o
centenas de miles de voltios (depende de la potencia de las corrientes aplicadas al arrollamiento
primario), lo que crea una fuerte ionización en el aire, que puede fácilmente originar descargas de
corona alrededor del terminal de alta tensión del arrollamiento secundario (el otro terminal se conecta a
tierra), y vistosas descargas eléctricas (similares a los rayos) entre dicho terminal de alta tensión del
arrollamiento secundario y el aire que lo circunda, y que puede alcanzar a objetos que estén próximos,
sobre todo si tienen contacto físico con el suelo.
Las elevadísimas tensiones de RF generadas en la bobina Tesla no se explican solo por la simple relación
del número de espiras entre el arrollamiento primario y el arrollamiento secundario (como ocurriría en
cualquier transformador eléctrico ordinario), sino que interviene la autorresonancia del arrollamiento
secundario. De hecho, si se varía un poco la frecuencia de las corrientes aplicadas al arrollamiento
primario, el valor de la alta tensión generada en el arrollamiento secundario decae notablemente, y ello
es debido a que la autorresonancia del arrollamiento secundario es muy aguda, debido al alto valor de
inductancia (milihenrios) y la baja capacidad parásita (unos cuantos picofaradios) del arrollamiento
secundario: Dicho técnicamente, el arrollamiento secundario presenta un valor de Q muy elevado.

El valor de la capacidad parásita del arrollamiento secundario es tan bajo, que puede ser
significativamente alterado por la presencia de objetos próximos a la bobina (por ejemplo, acercando la
mano a la bobina en el caso de bobinas de pequeña potencia), que también introducen una capacidad
parásita adicional, pudiendo variar la frecuencia de autorresonancia del arrollamiento secundario
notablemente.

El arrollamiento secundario de la bobina Tesla se comporta más bien como una corta antena resonante
en la cual la tensión entre sus extremos alcanza su máximo valor cuando la "longitud eléctrica" de esta
antena corresponda a 1/4 de la longitud de onda a su frecuencia de trabajo.

Debido a las altísimas tensiones que se desarrollan en el arrollamiento secundario de la bobina Tesla, el
hilo con que está realizado debe ser un hilo que esté bien aislado eléctricamente para evitar daños por
chispas que puedan saltar (además, la tensión entre espira y espira contigua puede alcanzar altos
valores), y por el mismo motivo, el arrollamiento primario no está arrollado directamente sobre el
arrollamiento secundario, sino que hay una separación suficiente entre las espiras de ambos
arrollamientos (por ejemplo, el diámetro de las espiras del arrollamiento primario es bastante superior a
las del arrollamiento secundario). Ello implica que, a diferencia de los transformadores convecionales, el
acoplamiento entre arrollamientos primario y secundario sea bajo (del orden del 10 al 20%, frente a un
97% típico de los transformadores convencionales).

Este bajo acoplamiento entre arrollamientos también es el responsable de que, como se ha citado
anteriormente, la transferencia de energía del arrollamiento primario sobre el arrollamiento secundario
no alcance su máximo hasta al cabo de varios ciclos de RF (y no inmediatamente), alcanzándose
entonces el máximo valor de tensión de RF en el arrollamiento secundario (El tiempo en que tarda en
alcanzarse el máximo valor de la tensión de RF en el secundario disminuye al aumentar el acoplamiento
entre arrollamientos). A pesar de las pérdidas que serían esperables por tan bajo acoplamiento entre
arrollamientos, al estar ambos arrollamientos sintonizados, se llega a transferir al arrollamiento
secundario hasta un 85% de la energía que es almacenada inicialmente en el condensador del circuito
primario de la bobina.

El requerimiento realmente importante de cualquier bobina Tesla es que los circuitos primario y
secundario deben estar ajustados a la misma frecuencia de resonancia para permitir transferencias
eficientes de energía entre ambos (algo bastante importante, teniendo en cuenta el bajo acoplamiento
entre arrollamientos). Mientras que el arrollamiento secundario es de por sí autorresonante, el
arrollamiento primario se debe llevar a la misma frecuencia de resonancia mediante condensadores
externos. Para ello originariamente se empleó un condensador de alta tensión y un chispero o explosor
para generar sobre el circuito primario impulsos de RF a la frecuencia de la bobina Tesla (es la tecnología
de los primeros transmisores de radio de la época de Marconi, los transmisores de chispa, que se
emplearon como estaciones de telegrafía sin hilos hasta los años 1920's), empleándose posteriormente
un alternador de alta frecuencia para excitar el arrollamiento primario. El valor del condensador del
circuito primario debía ser aquél que pusiera al arrollamiento primario en resonancia a la frecuencia de
autorresonancia del arrollamiento secundario.

Actualmente en las más modernas bobinas Tesla el arrollamiento primario es excitado por un oscilador
electrónico de RF de potencia, operando a la frecuencia de autorresonancia del arrollamiento
secundario. El oscilador, seguido de un amplificador de potencia, ha de ser capaz de entregar al
arrollamiento primario tensiones de RF del orden de 100 a 800 V, y los osciladores-amplificadores de RF
más adecuados para ello son los realizados con lámparas electrónicas (actualmente anticuadas, y que
requieren elevadas tensiones de alimentación), transistores bipolares (menos empleados) o transistores
MOSFET de potencia o IGBT, estos últimos empleados para conmutar las corrientes aplicadas al
arrolamiento primario de una manera muy rápida.

El arrollamiento secundario se suele realizar sobre un soporte cilíndrico aislante, a espiras juntas, y
normalmente se dispone en posición vertical. Uno de los extremos del arrollamiento secundario, el
extremo inferior, debe ser conectado a una toma de tierra, mientras que el otro extremo, el superior, se
lleva a un electrodo terminal (situado en el extremo superior del soporte cilíndrico) con forma de esfera
o toro metálico, de curvatura suave, de manera que forme una superficie conductora grande. Esta
especie de sombrero metálico presenta una cierta capacidad con respecto a tierra, aunque de bajo valor,
pero afecta por ello a la resonancia del bobinado secundario, modificando su frecuencia de
autorresonancia. No obstante, esta baja capacidad relativa del sombrero superior permite que se cargue
a la mayor tensión respecto a tierra que es posible. La superficie conductora exterior de dicho elemento
es donde principalmente se acumula la carga eléctrica (ya que actúa como la armadura de un
condensador). Por diversos motivos, la forma de toro es la que mejores resultados proporciona para el
sombrero superior del arrollamiento secundario.
Este elemento conductor superior posee un gran radio de curvatura. Este diseño de curvatura amplia
pero suave permite al elemento superior acumular cargas eléctricas (en su superficie externa) a muy
altas tensiones sin generar coronas o chispas lanzadas sobre el arrollamiento debido al intenso campo
eléctrico que se genera alrededor de dicho elemento superior. Con ello se consigue controlar este
intenso campo eléctrico y que el elemento superior lance las chispas provocadas directamente fuera, al
aire, lejos de los arrollamientos de la propia bobina. El propio Tesla, durante su proceso de aplicación de
patentes, describió variados terminales resonadores para la parte superior de las bobinas que desarrolló
posteriormente, que incluían un terminal con forma de toro, y varios terminales semi-esféricos y
oblongados (según Tesla, los terminales podían ser usados para producir ondas longitudinales y,
secundariamente, ondas transversales "Hertzianas"). Actualmente, la mayoría de las bobinas Tesla
modernas usan toroides simples, generalmente fabricados de metal fundido o de aluminio flexible, para
controlar el intenso campo eléctrico cerca de la parte superior de la secundaria.

En cuanto al arrollamiento primario, típicamente suele ser un arrollamiento de pocas espiras, pero con
un diámetro de espiras notablemente mayor que el del arrollamiento secundario, y en cuyo interior se
dispone concéntricamente la parte inferior del arrollamiento secundario (la parte conectada a tierra).
Como se ha dicho anteriormente, esta configuración da lugar a un bajo acoplamiento magnético entre
arrollamientos (más concretamente entre el arrollamiento primario y la parte inferior del arrollamiento
secundario), pero ello protege al arrollamiento primario de las descargas que provocan las altas
tensiones que se generan el el arrollamiento secundario.

Aunque las bobinas Tesla modernas están diseñadas usualmente para generar chispas eléctricas de gran
longitud, los sistemas originales de Tesla fueron diseñados para la comunicación sin hilos (entre otros
usos), de tal manera que Tesla usaba arrollamientos de gran radio de curvatura para prevenir las
descargas de corona debidas a las altas tensiones generadas.

Circuito equivalente de una bobina Tesla (Tomado de la Web de Anilandro) Circuito equivalente de
una bobina Tesla. L1 y L2 representan las inductancias de los arrollamientos primario y secundario
respectivamente. C2 es la suma de las capacidades parásitas del arrollamiento secundario mas la
capacidad respecto a tierra del sombrero superior, y junto con L2 determina la frecuencia de
autorresonancia del arrollamiento secundario. C1 es el condensador externo necesario para poner al
arrollamiento primario (L1) en resonancia a la frecuencia de autorresonancia del secundario (Fuente:
Web de Anilandro)
Uso de las bobinas para transmisión y recepción: Generación de pulsos de RF

Tesla aplicó las bobinas que desarrolló para la transmisión de señales inalámbricas a distancia en la
época inical de las primeras comunicaciones sin hilos, o inicios de la radio, y para ello operaba las
bobinas con circuitos muy similares a los primeros transmisores de radio inalámbricos, los transmisores
de chispa: la electrónica no existía por entonces, y los impulsos de radiofrecuencia se consegían
aplicando una tensión suficientemente elevada (alterna o impulsiva) a un circuito resonante LC en el que
había un chispero o explosor, de manera que cuando la tensión aplicada entre electrodos del explosor
alcanzaba la tensión de ruptura del aire, saltaba una chispa entre ambos electrodos. En cada chispa se
generaba un breve impulso de RF debido a la descarga autooscilante que ello provocaba en la carga
acumulada en el condensador de sintonía a través de la bobina primaria y del chispero. Pero mientras en
las bobinas de Tesla se emplea un arrollamiento secundario que genera elevadas tensiones en el
terminal conectado en su extremo superior, en los transmisores inalámbricos de chispa (que en realidad
se basaron en las bobinas de Tesla) el arrollamiento secundario no estaba pensado especialmente para
producir tensiones de radiofrecuencia elevadas, y su extremo superior se conectaba a un largo hilo
tendido en el aire, la antena del transmisor. Las características eléctricas (inductancia y capacidad) del
arrollamiento secundario y del hilo de antena conectada a éste determinaban la frecuencia de
transmisión del transmisor de chispa.

En cuanto a la recepción de las señales, Tesla usaba una bobina similar a la del transmisor, ya que debido
a la reciprocidad electromagnética, los parámetros electromagnéticos de una bobina Tesla transmisora
son aplicables idénticamente para ser empleada como bobina receptora. El campo eléctrico generado
por la bobina transmisora podía inducir corrientes en la bobina receptora distante. Captadas con el
arrollamiento secundario de la bobina receptora, ésta debía actuaba como transformador reductor de
tensión, para obtener en la salida del arrollamiento primario una tensión mucho menor pero de mayor
intensidad de corriente. Sin embargo, Tesla apenas consideró cuestiones de acoplamientos de
impedancias en las bobinas receptoras.

Con estas bobinas, Tesla consiguió demostrar la transmisión de potencia eléctrica sin cables de un
transmisor a un receptor. Incluso Tesla sugirió (y trabajó en ello) que sus bobinas podían ser empleadas
para captar por inducción energía del campo magnético de la Tierra y de otras fuentes de energía
radiante, lo que podía ser una fuente de energía eléctrica gratuita.

Para los transmisores se llegaron a emplear enormes bobinas Tesla capaces de operar con niveles de
potencia con picos muy altos, de incluso varios megavatios (millones de vatios), y capaces de producir
tensiones eléctricas de cientos de miles e icluso el millón de voltios en el arrollamiento secundario. Estas
potentes bobinas debían ser ajustadas y operadas cuidadosamente, no sólo por razones de eficiencia y
economía, sino también por razones de seguridad.

En efecto, el arrollamiento secundario tiene un comportamiento muy próximo al de una antena de


cuarto de onda eléctrico, y si se producía un ajuste inadecuado de la frecuencia de operación aplicada a
la bobina, el punto de máxima tensión de RF en el circuito secundario de la bobina podía no estar
situado en el electrodo del extremo de la bobina (como ocurre en una antena de cuarto de onda sobre
plano de tierra), sino que podía quedar situado por debajo del electrodo, a lo largo de la bobina
secundaria, y se podían producir entonces chispas de descarga en la propia bobina que podían dañar o
destruir el cable de la bobina, sus soportes o incluso objetos cercanos.

Tesla experimentó con varias configuraciones de circuitos (ver más abajo), similares a las empleadas en
los primitivos transmisores inalámbricos de chispa. En todos ellos el arrollamiento primario de la bobina,
el chispero o explosor (spark gap) y las armaduras del condensador (que ha de ser de alta tensión) están
conectados en serie. Mediante un transformador de corriente alterna que sea elevador de tensión (o
mediante un carrete de Ruhmkorff alimentado en corriente continua en el caso de bobinas de pequeña
potencia) se aplica una alta tensión alterna al condensador, con lo que en cada semiciclo de la tensión
alterna aplicada, ésta va cargando las armaduras del condensador, hasta que la diferencia de tensión que
aparece entre los dos electrodos del explosor es lo suficientemente alta como para provocar una
descarga disruptiva en el chispero (Esta tensión de ruptura solía ser del orden de varios miles de voltios
con los chiperos empleados entonces; la tensión de ruptura del aire es del orden de 30 kV por
centímetro). Ello disminuye casi instantáneamente la tensión entre electrodos del chispero a un valor
bastante inferior (debido a la ionización del aire entre electrodos, volviéndolo conductor), lo que provoca
que la carga acumulada hasta ese momento por el condensador se descargue a través del chispero,
circulando la corriente de descarga por el arrollamiento primario de la bobina Tesla.

La corriente que circula por el arrollamiento primario hace que éste almacene energía en forma de
campo magnético, y al cesar la descarga del condensador, esta energía es devuelta al circuito en forma
de corriente autoinducida, que carga de nuevo al condensador, aunque con polaridad inversa y con una
tensión de carga menor (debido a las pérdidas ohmicas en el circuito y a pérdidas por radiación de
energía). Ello provoca una nueva descarga disruptiva en el chispero y se vuelve a repetir el ciclo, cada vez
con una tensión de carga menor y con cambios de polaridad en la carga del condensador cada vez. El
resultado: El arrollamiento primario junto con el condensador entran en oscilación generando breves
trenes de ondas de alta frecuencia de gran potencia instantánea inicial, pero que se extinguen muy
rápidamente (es una "oscilación amortiguada"), por lo que son impulsos de RF de pocos ciclos de señal
alterna y duraciones típicas de pocos microsegundos. Estos impulsos se inducen en el arrollamiento
secundario, transfiriéndose la energía de RF al arrollamiento secundario y provocando con ello las
elevadas tensiones generadas en el extremo superior del arrollamiento.

Generación de los impulsos amortiguados de RF (Tomado de la Web de Anilandro)

Generación de los impulsos amortiguados de RF. En el gráfico A se inicia la carga del condensador C con
la corriente de alta tensión suministrada al circuito. Cuando se alcanza la tensión de ruptura del aire en
el explosor, salta la chispa disruptiva y se produce la descarga del condensador C a través del explosor
(gráfico B). La corriente de descarga circula por la bobina L, y vuelve a cargar el condensador C, aunque
con polaridad invertida (gráfico C), repitiéndose de nuevo otro ciclo de descarga aunque con una
potencia instantánea menor, y así sucesivamente hasta que se extingue el impulso de RF al cabo de
varios ciclos de amplitud cada vez menor. (Fuente: Web de Anilandro).

Al estar acoplados el arrollamiento primario al arrollamiento secundario de la bobina, parte de la energía


que circula por el arrollamiento primario se transfiere al arrollamiento secundario, y el efecto de carga
de éste sobre el arrollamiento primario condiciona que la frecuencia de oscilación de los impulsos de RF
que se generan en el circuito primario en las descargas en el chispero sea la frecuencia de
autorresonancia del circuito secundario (arrollamiento secundario y electrodo toroidal superior, o el hilo
de antena en los transmisores inalámbricos de chispa). El arrollamiento secundario del transformador de
alimentación no interviene prácticamente en este proceso, ya que se comporta a todos los efectos como
un choque de RF.

comentario Esquema típico de una bobina Tesla

Este circuito de ejemplo está diseñado para ser alimentado con corrientes alternas. Aquí el chispero
deriva las altas frecuencias mientras permanece ionizado el aire que separa los electrodos del chispero,
protegiendo con ello el secundario del primer transformador de los picos de tensión de RF. No obstante,
se incluía una inductancia de choque de RF, no mostrada aquí, para proteger de las altas tensiones de RF
al secundario del transformador de corriente alterna. (Fuente: Wikipedia)

comentario Configuración alternativa de una bobina Tesla


También está alimentado por corrientes alternas. Sin embargo, aquí el transformador de alimentación de
corriente alterna debe ser capaz de soportar altas tensiones a altas frecuencias. (Fuente: Wikipedia).

Los distintos experimentos han demostrado que el comportamiento de cualquiera de los circuitos
probados por Tesla era similar, y entre los dos circuitos mostrados, ninguno de ellos ofrece alguna
ventaja de rendimiento sobre el otro. Sin embargo, el primer circuito mostrado es el más típicamente
usado, ya que en él, al actuar el chispero, previene que las oscilaciones de alta frecuencia retornen hacia
el transformador de alimentación, mientras que para el segundo circuito los potentes impulsos de RF
generados en cada descarga del chispero no sólamente aparecen aplicados a las armaduras del
condensador, sino que también son aplicados al arrollamiento secundario del transformador de
alimentación. Dado que estos impulsos de RF poseen elevadas tensiones de pico, pueden inducir
descargas de corona entre las espiras de los arrollamientos del transformador de alimentación, que
pueden deteriorar y eventualmente destruir el aislamiento de los arrollamientos del transformador,
haciendo que este funcione defectuosamente. Aunque no se muestra en estos dos circuitos, para evitar
estos problemas, se protegía el arrollamiento secundario del transformador de alimentación aislándolo
de los potentes impulsos de RF mediante choques de RF adecuados en serie con los terminales de salida
del arrollamiento secundario. La alternativa sería emplear un transformador de alimentación cuyo
arrollamiento secundario esté preparado para aguantar altas tensiones (empleando un hilo recubierto
de un buen aislante), o emplear algún filtro paso-bajo (realizado con una red de resistencias y
condensadores) entre el secundario del transformador y el resto del circuito.

Bobina Tesla con choque de RF para proteger el suministro de corriente de alta tensión. (Tomado de la
Web de Anilandro) Bobina Tesla con choque de RF para proteger el suministro de corriente de alta
tensión. Entre A y B se suministra la alta tensión (varios miles de voltios) procedente de un
transformador de red de alta tensión, cuyo arrollamiento secundario es protegido de los elevados picos
de alta tensión de los impulsos de RF generados por las descargas en el explosor. (Fuente: Web de
Anilandro)

Para los aficionados, estas medidas de protección del transformador de alimentación son importantes
cuando no se dispone de transformadores especiales para altas tensiones y se emplean en su lugar
transformadores más asequibles, como los transformadores NST (Neon-sign transformers),
transformadores empleados para los tubos de neón empleados en rotulación comercial, pero cuyo
arrollamiento de alta tensión es de características más frágiles frente a picos de alta tensión.

En cualquier caso, el transformador de alta tensión empleado ha de tener la característica de que pueda
limitar las corrientes que proporciona el arrollamiento secundario, algo importante para limitar dichas
corrientes a un valor seguro en casos de cortocircuitos. Para ello se emplearán transformadores de alta
tensión con un acoplamiento bajo entre arrollamiento primario y secundario, como es el caso de los
transformadores NST. De emplear transformadores de alta tensión de mayor rendimiento (mayor
acoplamiento entre arrollamientos), se debe disponer de un limitador externo de corrientes (un
"balastro").

En cualquier caso, las bobinas Tesla con el diseño original mediante chispa siguen siendo muy fiables y
son más baratas que aquellas que emplean un oscilador de potencia electrónico, por lo que las bobinas
tesla a chispa se siguen usando mucho hoy en día, sobre todo entre aficionados.

Bobina Tesla de aficionado de diseño a chispa Pequeña bobina Tesla de aficionado de diseño a chispa.

Se observa en esta fotografía los distintos elementos que constituye todo el montaje: El arrollamiento
secundario cilíndrico de muchas espiras de hilo fino, y rodeándolo en su extremo inferior, el
arrollamiento primario de dos epiras de hilo grueso. Iluminado, el chispero generando brillantes chispas;
a su izquierda dos condensadores en serie de alta tensión, y a su derecha dos choques de RF realizados
sobre barras de ferrita, que protegen el secundario de alta tensión del transformador de alimentación
(de color azul oscuro).

(Haz clic en la imagen para ampliarla).

Producción de las descargas

Ya que las bobinas Tesla pueden producir corrientes o descargas de muy alta frecuencia y voltaje, y son
útiles para diferentes propósitos, entre los que se incluyen demostraciones prácticas en clases, efectos
especiales para teatro y cine, y pruebas de seguridad de diferentes tecnologías. En su funcionamiento
más común, se producen largas descargas de alta tensión en todas direcciones alrededor del toroide del
extremo superior de la bobina, que resultan muy espectaculares.

Pequeña bobina Tesla en funcionamiento, que proporciona chispas de 17 pulgadas de longitud

Pequeña bobina Tesla en funcionamiento, que proporciona chispas de 17 pulgadas de longitud (45 cm).
El diámetro del secundario es de tres pulgadas (7,6 cm). Es alimentada por una corriente alterna de 60
Hz y 10.000 voltios de tensión, limitada en corriente. (Haz clic en la imagen para ampliarla).

Mientras se generan las descargas, se produce una transferencia de energía eléctrica entre la bobina
secundaria y el toroide superior con el aire circundante, transferencia que se produce en forma de carga
eléctrica, calor, luz y sonido. Las corrientes eléctricas que fluyen a través de estas descargas se deben a
los rápidos cambios de la cantidad de carga que se transmite desde el terminal superior al aire
circundante. El proceso es similar a cargar o descargar un condensador. Las corrientes que surgen con los
cambios de carga en un condensador se denominan "corrientes de desplazamiento". Los impulsos de RF
aplicados al circuito secundario de la bobina producen corrientes de desplazamiento en forma de
impulsos de carga eléctrica (debido a la capacidad del toroide superior), que se transfieren rápidamente
entre el toroide de alta tensión y las regiones de aire cercanas, llamadas "regiones de carga espacial".
Estas regiones de carga espacial, aunque invisibles, juegan un papel fundamental en la aparición y
situación de las descargas de las bobinas Tesla.

Estos impulsos de RF de elevada tensión ionizan y calientan el aire que rodea al terminal superior
toroidal. Inicialmente se forma un pequeño camino de plasma muy caliente que se origina en algún
punto del toroide, que se denomina "raíz" o "chispa directora", y que se proyecta hacia el exterior del
toroide. El plasma de esta chispa directora" está considerablemente más caliente que una descarga de
corona, y es considerablemente más conductor. De hecho, tiene propiedades similares a un arco
eléctrico.

A su vez, la chispa conductora se bifurca en miles de descargas mucho más finas y más frías, similares a
cabellos, llamadas "streamers". Estos "streamers" son como una especie de niebla azulada que se forma
al final de las chispas directoras, más luminosas, y son los que transfieren la carga entre el toroide y las
regiones espaciales de carga que lo circunda. Las corrientes de desplazamiento de incontables streamers
alimentan a la chispa directora, ayudando a mantenerla caliente y eléctricamente conductora.

En las bobinas Tesla que oscilan a chispa, los impulsos amortiguados de RF generados por el chispero o
explosor del circuito de la bobina son muy breves (del orden de varios microsegundos), pero tienen lugar
a razón de unas 50 a 500 veces por segundo, por lo que los canales conductores previamente formados
en el aire que circunda al toroide no tienen tiempo de enfriarse totalmente entre impulsos. De esta
forma, en impulsos sucesivos de RF, las nuevas descargas se pueden construir sobre los rastros calientes
dejados por sus predecesoras. Esto produce un alargamiento sucesivo de las chispas directoras de un
pulso al siguiente, aumentando la longitud de las descargas en cada impulso sucesivo.

La repetición de los sucesivos impulsos da lugar a que las descargas crezcan hasta que la energía media
que está disponible en la bobina Tesla durante cada impulso se equilibre con la energía media perdida
por las descargas en el aire (principalmente en forma de calor). En este punto se alcanza un equilibrio
dinámico, y las descargas alcanzan su máxima longitud para la potencia generada en la bobina. Esta
única combinación de la alta tensión de RF y los impulsos de RF repetitivos parece ser la forma ideal para
crear descargas largas y bifurcadas, que son considerablemente más largas que las que se podrían
esperar considerando únicamente el valor de la alta tensión generada. Las altas tensiones producen
descargas ramificadas en muchos filamentos, que son de color azul morado, mientras que las descargas
de alta energía son gruesas y muy poco ramificadas, de color pálido y luminosas, casi blancas, y que son
mucho más largas que las descargas de baja energía (debido a que aumentan la ionización del aire). Los
factores importantes para obtener descargas de la mayor longitud parecen ser la tensión, la energía, y un
grado de baja o moderada humedad del aire. No obstante, más de 100 años después del uso de las
primeras bobinas Tesla, siguen habiendo aspectos de las descargas y de los procesos de transferencia de
energía en una bobina Tesla que todavía no se comprenden en su totalidad.

Simulación de un rayo con una bobina Tesla en Questacon (Canberra, Australia) Descarga producida por
una bobina Tesla, simulando un rayo, en Questacon, el National Science and Technology centre (Centro
Nacional de Ciencia y Tecnología) en Canberra, Australia. La descarga se dirige lejos de la bobina con una
vara metálica conectada al toroide superior de la bobina. (Haz clic en la imagen para ampliarla).

Chispas producidas por una bobina Tesla de 4 kVA de potencia Chispas producidas por una bobina
Tesla de 4 kVA de potencia. Observe el arrollamiento primario de la bobina, arrollamiento plano
realizado con espiras de tubo de cobre en la base de la bobina. (Haz clic en la imagen para ampliarla).

Peligros del manejo de las bobinas Tesla


Las corrientes eléctricas de alta tensión de las descargas de una bobina Tesla pueden ser bastante
peligrosas para la salud humana. Estamos hablando de tensiones de miles o cientos de miles de voltios,
aunque de una frecuencia elevada, y se podría pensar que estas corrientes no son peligrosas debido al
denominado "efecto pelicular (o efecto "skin"), por el cual las corrientes de alta frecuencia fluyen por las
capas externas de un conductor, lo que en el cuerpo humano significaría que las corrientes de alta
frecuencias circularían por la piel humana y no por el interior del cuerpo humano.

Estudiante conduciendo los streamers de una bobina Tesla hacia su cuerpo, año 1909

Estudiante conduciendo los streamers de una bobina Tesla hacia su cuerpo (año 1909). Para minimizar
los efectos de las descargas, el estudiante está sobre una banqueta aislante, que lo aísla del suelo. (Haz
clic en la imagen para ampliarla).

Si bien esto es cierto en buenos conductores eléctricos como son los metales, el cuerpo humano no es
un buen conductor, y además las frecuencias a las que opera una bobina Tesla aún presentan una
importante penetrabilidad en los conductores eléctricos, esto es, parte de la corriente de electrones
circula por el interior del conductor. En el caso del cuerpo humano, tenderían a circular por sus partes
internas mejor conductoras, como el torrente sanguíneo o el sistema nervioso. En cualquier caso, la
profundidad de penetración de las corrientes de alta frecuencia en un conductor es inversamente
proporcional a la raíz cuadrada de la frecuencia, por lo que el efecto de circulación pelicular de las altas
frecuencias sólo tendrá realmente lugar a partir de varios megahertcios de frecuencia.

Pero además, el sistema nervioso humano no sentiría dolor por el efecto de estas corrientes de alta
frecuencia, ya que por encima de los 15-20 kHz el sistema nervioso deja de reaccionar a las corrientes
eléctricas. En efecto, el rápido cambio de polaridad de la corriente en cada ciclo no da tiempo a que los
iones que provocan y transmiten las sensaciones nerviosas atraviesen las paredes celulares de las células
nerviosas, activando el nervio, y se vuelva a revertir el sentido de circulación de estos iones al cambiar la
polaridad de la corriente.

Por ello un experimentador no informado o inexperto puede tener la falsa sensación de seguridad de
que no va a sufrir daños si toca o le alcanza un streamer o una descarga de una pequeña bobina Tesla.
De hecho, en este caso no sentirá ningún shock doloroso, ya que su sistema nervioso no reacciona a
estas corrientes de alta frecuencia, y de hecho, los experimentadores inexpertos pueden hacer
demostraciones de tocar los streamers emitidos por una bobina Tesla para demostrar que son inocuas, a
pesar de la espectacularidad de las descargas. Sin embargo, hay pruebas entre experimentadores de
bobinas Tesla de haber sufrido daños temporales en los tejidos, los cuales pueden ser observados como
dolor de músculos, articulaciones u hormigueo durante horas e incluso días después.
Posiblemente estos nocivos efectos sean debidos a los efectos dañinos del flujo de las corrientes de RF
por el interior del cuerpo humano, principalmente por el calentamiento por efecto Joule, especialmente
si las corrientes son intensas (caso de utilizar bobinas Tesla de potencia y controladas por osciladores
electrónicos, que generan una señal de RF continua y no impulsiva). Además, al interceptar el cuerpo
humano una chispa o un streamer emitido por la bobina Tesla, debido a la alta tensión de éstas, se
pueden producir arcos eléctricos que pueden producir carbonizaciones en la piel, produciendo dolorosas
y peligrosas quemaduras que pueden alcanzar el hueso, y que pueden durar meses hasta su curación.

Mientras las bobinas de pequeña potencia son capaces de causar daños temporales en tejidos internos,
nervios o articulaciones a través de calentamiento Joule, en las bobinas de potencia los altos valores de
la tensiones generadas (250.000 voltios o más) y los relativos altos valores de las corrientes de RF
generadas, el shock eléctrico que puede ocasionar a un experimentador que sea alcanzado por una
descarga aérea de la bobina puede causar espasmos musculares involuntarios y puede inducir fibrilación
ventricular en el corazón y otros problemas que pueden matar al experimentador.

Dedido a estos riesgos, los experimentadores con conocimientos evitan el contacto con los streamers de
las bobinas Tesla, a excepción de las de pequeña potencia. Los profesionales, que pueden trabajar con
bobinas de gran potencia, suelen usar otros medios de protección como una jaula de Faraday, que
intercepta las descarga impidiendo que éstas pasen a su interior, donde está el experimentador, o bien
emplean trajes metálicos de cota de malla para evitar que las corrientes penetren en el cuerpo.

Otro efecto que hay que tener en cuenta cuando se manejan bobinas Tesla, o cualquier otro sistema que
genere descargas de alta tensión, es que se produce la ionización del aire que rodea las chispas de
descarga, ionización que entre otras consecuencias provoca que el oxígeno ordinario (oxígeno biatómico)
se transforme en oxígeno triatómico u ozono, el cual es un gas de típico olor (un olor de tipo marisco) y
de efecto irritante. También se producen óxidos de nitrógeno, que son también irritantes. Por ello, no se
recomienda realizar un uso prolongado de las bobinas de Tesla, salvo que el local disponga de un buen
sistema de aireación (renovación del aire).

Uso de las bobinas Tesla

Las bobinas Tesla son dispositivos muy populares entre ciertos ingenieros eléctricos y entusiastas de la
electrónica. Estos últimos suelen construir bobinas Tesla caseras como hobby, y se los suele conocer
como "bobinadores Tesla" o simplemente "bobinadores". Antiguamente las bobinas Tesla fueron
empleadas para los transmisores de radiotelegrafía a chispa (que dejaron de usarse en los años 1920's),
para electroterapia y para ciertos dispositivos pseudométicos (empleando las altas tensiones generadas
para producir rayos ultravioleta e incluso rayos X).

Los usos típicos de las bobinas Tesla son como elementos educacionales en las clases de Física en
escuelas, institutos y universidades, pero también tienen bastante uso en espectáculos, a causa de la
espectacularidad de las chispas y streamers que desprenden desde su electrodo (toroidal) superior.
Realizando modificaciones en la forma física del electrodo superior, así como disponiendo
adecuadamente elementos conductores próximos a la bobina Tesla como receptores de las descargas, se
pueden conseguir espectaculares y artísticas descargas eléctricas.

También se emplean bobinas Tesla de pequeña potencia como fuente de alta tensión para la
denominada "fotografía Kirlian" (o electrofotografía Kirlian), un curioso tipo de fotografía sobre papel
fotográfico que básicamente consiste en colocar en un recinto oscuro (para no velarlo) el papel
fotográfico junto con un objeto o incluso un pequeño ser vivo, la mano, etc... depositiado sobre el papel
fotográfico, y someterlo durante unos instantes a una alta tensión de alta frecuencia (en este caso
proporcionado por la bobina Tesla). Esto conduce a que en el papel fotográfico se registre la imagen
oscura del objeto o ser vivo depositiado sobre él, mostrando luminiscencias que rodean el objeto a
modo de aura, puntos luminosos en los bordes y en el interior del objeto, etc... Estas luminiscencias son
explicables por la luminosidad que emite el objeto fotografiado por el efecto corona al estar sometido a
un elevado campo eléctrico, aunque en el caso de fotografías Kirlian de seres vivos estas "auras
luminosas" no son fijas, sino que presentan variaciones, y algunos investigadores de lo esotérico y lo
paranormal afirman que también reflejan de alguna manera aspectos de la supuesta aura psíquica que
rodea a los seres vivos.

Fotografía Kirlian del dedo índice de la mano Fotografía Kirlian del dedo índice de la mano. (Haz clic
en la imagen para ampliarla)

Fotografía Kirlian de las yemas de los dedos de una mano Fotografía Kirlian de las yemas de los
dedos de una mano. (Haz clic en la imagen para ampliarla)
Una aplicación mucho menos conocida de las bobinas Tesla es su uso como reproductor de sonoro de
música y señales de audio, sin necesidad de emplear altavoces. Esta capacidad de reproducción sonora
funciona bien para sonidos agudos, no funcionando para reproducir sonidos medios ni bajos, por lo que
la bobina Tesla se puede emplear a modo de reproductor de audio equivalente a un altavoz de agudos o
"tweeter".

Todo esto viene de la época anterior a la iluminación eléctrica mediante las bombillas de incandescencia
inventadas por Edinson, cuando se usaban las lámparas de arco eléctrico para la iluminación nocturna de
las vías públicas. Estas lámparas, consistentes en dos electrodos de carbono muy próximos entre los que
saltaba un arco eléctrico, proporcionaban una luz blanca muy intensa, aunque tenía el problema de que
el arco consumía con cierta rapidez los electrodos y éstos debían ser sustituidos con bastante
periodicidad. Pero además se observó que junto con la luz se producía un molesto zumbido, y para
resolver este problema, las autoridades británicas encargaron en 1899 el estudio y resoulción de este
problema al físico británico William Duddell (1872-1917).

Dudell se dedicó a observar cuidadosamente este efecto en las descargas de arco e hizo numerosas
pruebas, y llegó a la conclusión de que el zumbido no era inherente a la propia descarga del arco
eléctrico, sino que era debido a la frecuencia de red de la corriente alterna que alimentaba el arco, y que
si se producían fluctuaciones en la tensión de la red eléctrica, también variaba la intensidad del zumbido
eléctrico. También comprobó que si se realizaba un control riguroso de la frecuencia e intensidad que
circulaba por el arco, el sonido que éste generaba variaba en amplitud y frecuencia, y si modulaba la
corriente del arco con notas musicales individuales (generadas por un teclado conectado al sistema de
alimentación del arco), éste literalmente "cantaba", reproduciendo las notas musicales.

Este efecto se denominó "arco cantante". Aunque este efecto sorprendió cuando Duddell presentó su
informe en el Instituto de Ingeniería de Londres, y propuso que podría llevarse la música a las calles de
Londres, como un hilo musical, a través de la red de iluminación pública, nadie se interesó en ello, y sólo
a principios de los años 1960's algunos fabricantes de altavoces emplearon este efecto para construir un
nuevo tipo de tweeter para reprodución de los sonidos agudos, que se conoció como "tweeter de
plasma".

Este efecto sonoro es reproducible con bobinas Tesla que sean controladas con osciladores cuya
frecuencia de oscilación pueda ser modulada en amplitud por una señal sonora externa. El efecto sonoro
se produce porque las descargas en el arco eléctrico, o las descargas de alta tensión en el toroide o
extremo superior del secundario de la bobina Tesla, igual que ocurre con los rayos, produce un rápido
calentamiento del aire que atraviesa la descarga, convirtiéndolo en plasma o gas fuertemente ionizado
(de ahí el nombre de "tweeter de plasma"). Este fenómeno provoca la repentina expansión de la
columna de aire que rodea la chispa, creando una onda de choque que es percibida por el oído humano
como un sonido.

Pero si se modula en amplitud la intensidad de la descarga, la densidad en el plasma que se genera


alrededor de las chispas de descarga sufrirá variaciones, lo que originará frentes de ondas de choque de
distinta presión sonora, que serán percibidas por el oído como sonidos.

Otro sistema musical que emplean bobinas Tesla es la creación de música empleando un reproductor de
música electrónica MIDI cuya salida de datos es llevada a un microprocesador, que convierte los datos
MIDI en señales impulsivas PWM (Impulsos modulados en anchura), los cuales son llevados al oscilador
electrónico de la bobina Tesla (típicamente mediante una conexión de fibra óptica, para mantener un
buen aislamiento eléctrico entre la bobina y el equipo MIDI). Los impulsos PWM modulan la señal de RF
generada por el oscilador electrónico provocando trenes de impulsos de RF de velocidad y duración
variable, que al ser aplicados al arrollamiento secundario, reproducirá la música MIDI gracias a este
efecto sonoro de las bobinas Tesla.

La ventaja de estos sistemas de reproducción de ondas sonoras es que el sonido generado en las
descargas se irradia en todas direcciones, produciendo en el oyente un particular efecto envolvente. Y al
no depender el sonido reproducido de la inercia de partes en movimiento (como ocurre en los altavoces
ordinarios), este tweeter de plasma tiene una respuesta rapidísima, lo que le proporciona una gran
eficiencia en la reproducción de sonidos de tono alto o aguudos. Sin embargo, en tonos de frecuencias
más bajas, el límite del tweeter de plasma en cuanto a la frecuencia de trabajo más baja como la presión
sonora que produce depende mucho del tamaño de las descargas, que en el caso de las pequeñas
bobinas Tesla (y de los arcos eléctricos) no puede ser demasiado amplia. Por ello este curioso
transductor acústico no puede ser empleado pra reproducir sonidos medios, y mucho menos, sonidos
bajos. Sin embargo, como reproducor de agudos, puede reproducir frecuencias por encima de los 20
kHz, por lo tanto, ya ultrasónicas.

Ajuste de pequeñas bobinas Tesla

Determinación de la frecuencia de autorresonancia de una pequeña bobina Tesla


Para aquellos aficionados que quieran realizar su propia bobina Tesla de pequeña potencia, ha de
recordar que para que una bobina funcione correctamente, ha de ser excitada en su bobinado primario
por una señal de RF proporcionada por un oscilador de RF de cierta potencia (del cual el arrollamiento
primario podría formar parte si se trata de un oscilador LC), cuya frecuencia ha de ser igual a la
frecuencia de autorresonancia del arrollamiento secundario. El problema es conocer cuál es esta
frecuencia de autorresonancia para la bobina realizada por el experimentador, con el fin de desarrollar el
circuito oscilador adecuado.

Para determinar empíricamente esta frecuencia de autorresonacia, se ha de disponer de un generador


de funciones capaz de generar señales de RF desde unas cuantas decenas de kilohertcios a unos pocos
megahertcios, que sea capaz de proporcionar una amplitud de señal de al menos 30 voltios pico a pico
sobre su salida, y que ésta sea de baja impedancia (50 ohmios típicamente). Además se necesitará una
pequeña bombilla piloto de neón.

La salida del generador se conectará al arrollamiento primario de la bobina, o bien a un arrollamiento de


5-10 espiras realizado con hilo aislado que rodee la bobina de prueba. La amplitud de la señal de salida
del generador se fijará a su valor máximo, y se seleccionará la forma de onda sinusoidal (para evitar
falsas autorresonancias debidas a frecuencias armónicas si se eligen otras formas de onda).

La bombilla de neón se conectará uno de sus terminales al extremo superior del arrollamiento
secundario de la bobina, y el otro terminal de la bombilla se deja libre y apuntando hacia el aire
circundante. El otro extremo del arrollamiento secundario se conectará al terminal de masa del
generador.

Se enciende el generador y se va variando progresivamente su frecuencia. Cuando la tensión del campo


eléctrico en el extremo superior de la bobina alcance altos valores, comenzará a lucir la bombilla de
neón. Variando entonces más lentamente la frecuencia, se ha de buscar la frecuencia a la que el brillo
del neón es máximo, y ello corresponderá con la frecuencia de autorresonancia de la bobina. Una vez
alcanzado éste, podemos observar que si acercamos la mano a la bobina, el brillo de la bobina se
reducirá o incluso se apagará, y ello es debido a que la capacidad parásita que introducimos en el circuito
secundario de la bobina al acercar la mano la desintoniza suficientemente (cambia la frecuencia de
resonancia).

Si durante estas pruebas se observan más de una frecuencia de autorresonancia, la real será la que
produzca un mayor brillo de la bombilla de neón.
Si se dispone de un osciloscopio, además del generador de funciones, o de un generador calibrado de RF,
se puede emplear este último con un nivel de señal mucho menor para comprobar la autorresonancia de
la bobina Tesla montando un circuito de pruebas como el que se muestra a continuación. Monitorizando
el nivel de señal de RF entre extremos del arrollamiento primario, a medida que se varía la frecuencia del
generador de señal, se apreciará un importante y brusco cambio de la amplitud de la señal medida
cuando la frecuencia del generador coincida con la de autorresonancia del arrollamiento secundario.

Determinación de la frecuencia de autorresonancia de una pequeña bobina Tesla usando un generador


de RF y un osciloscopio. Fuente: Web de Anilandro

Una vez determinada la frecuencia de autorresonancia de la bobina en estas condiciones de prueba,


puede ser necesario que para su funcionamiento óptimo en condiciones reales el circuito primario deba
ser sintonizado a una frecuencia inferior (de un 20 a un 30% inferior), ya que cuando la bobina Tesla esté
funcionando, la propia ionización del aire generada por la alta tensión, los objetos conductores próximos
a la bobina, acercar la mano a la bobina, etc... tenderán a aumentar la capacidad parásita del
arrollamiento secundario, bajando el valor de la frecuencia de autorresonancia.

Principales referencias:

Wikipedia: Artículos "Bobina Tesla" (Wiki española), "Tesla coil" (wiki inglesa).

Revista "Nueva Electrónica" nº 307 (Edición española, diciembre 2011): Sobre reproducción de música
con bobinas Tesla.

Patentes USA, para las patentes de Nikola Tesla citadas en este artículo.
Web de Anilandro, artículo sobre 'Experiencias con la Bobina de Tesla' (2008).

Fernando Fernández de Villegas (EB3EMD)

Actualizado: 21/04/2012

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