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La noche iluminada

Alba bendita Deseo de Ti

Anoche, al alba, me libraron de toda mi tristeza. Esta noche, este loco tiene deseo de Ti,
En aquella tiniebla de la noche, el agua de la vida me brindaron. con este corazón enloquecido por el amor, te añoro.
Con el fulgor del rayo de la Esencia, Ya no me queda fuerza ni paciencia,
me hicieron inconsciente de mí mismo. y mis ojos esperan sólo la ayuda de tu aspiración.
En la copa de la revelación de los Atributos,
vino me regalaron. Vuelves tu rostro hacia los otros,
y te muestras conmigo indiferente,
¡Alba bendita! ¡gloriosísima noche!, aunque yo sólo pongo la mirada en tu esbelta figura.
noche sagrada del Poder en que este nuevo don me dieron.
¡No es extraño que vea colmado mi deseo, Ajena a mí, te contoneas, ebria,
y que mi corazón sienta deleite! como si no supieras con qué ardor te deseo.
Yo era un menesteroso y todo ello como diezmo me dieron.
¡Oh Tú, ebriedad de todo vino! ¡Causa de todo anhelo!
El heraldo del Invisible me anunció esta felicidad, De tu vino me nace esta embriaguez que enardece mi alma.
aquel día en el que,
para afrontar la tiranía y el desdén de la Amada, ¡Oh Tú, espíritu, cuyo aliento es aliento del Mesías!
paciencia y fortaleza me otorgaron. ¡Oh Tú, alquibla de Adán!
En la cruz de tu cabellera
De ahora en adelante, mi rostro está ante el espejo
que desvela el fulgor de la Belleza, mi corazón se encuentra maniatado.
en él la epifanía de su Esencia contemplar me hicieron. Se fue la noche y llega el alba, y yo estoy ebrio,
Esa miel, ese azúcar que destila mi boca sobreabundantemente, y Tú estás lánguida del vino,
es premio a mi paciencia, y, enloquecido, permanezco con mis ojos perdidos en tu jarra.
don que de aquella fuente dulcísima me dieron. En tu separación me he derretido,
¡Maravillosa alquimia es servir sin reserva al mago venerable! ¡oh Tú, causa de todo desconsuelo!,
Cuando ante él me convertí en polvo, y con la torrentera de mis lágrimas
¡cuántos, cuántos estados me otorgaron! fluyendo voy hacia tu mar.
Fue gracias al ardiente deseo de Hāfez
y gracias al aliento de los que están en vela, Perdónale a Nurbakhsh, por tu amistad y tu benevolencia.
como del lazo de la pena del mundo me libraron. Esta noche, este loco tiene deseo de Ti.
—Diwan, Hāfez —Diwan de poseía sufí, Javad Nurbakhsh
Noche oscura
En una noche oscura, En mi pecho florido,
con ansias, en amores inflamada, que entero para él solo se guardaba,
¡oh dichosa ventura!, allí quedó dormido,
salí sin ser notada y yo le regalaba,
estando ya mi casa sosegada. y el ventalle de cedros aire daba.

A oscuras y segura, El aire de la almena,


por la secreta escala, disfrazada, cuando yo sus cabellos esparcía,
¡oh dichosa ventura!, con su mano serena
a oscuras y en celada, en mi cuello hería
estando ya mi casa sosegada. y todos mis sentidos suspendía.

En la noche dichosa, Quedéme y olvidéme,


en secreto, que nadie me veía, el rostro recliné sobre el Amado,
ni yo miraba cosa, cesó todo y dejéme,
sin otra luz y guía dejando mi cuidado
sino la que en el corazón ardía. entre las azucenas olvidado.
—San Juan de la Cruz
Aquésta me guiaba
más cierto que la luz de mediodía,
adonde me esperaba
quien yo bien me sabía,
en parte donde nadie parecía.

¡Oh noche que guiaste!


¡Oh noche amable más que el alborada!
¡Oh noche que juntaste
Amado con amada,
amada en el Amado transformada!

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