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LA FELICIDAD DE LA VACA FRANCISCA

En una granja muy lejana vive una familia llena de virtudes, y con variedad de
animales que por cierto son muy queridos. Cada mañana María, Alejandro,
Moisés, Silvia se turnan para ordeñar seis vacas que tienen, pero solo una es la
que más leche da y la que sustenta día a día la casa. Ella es Francisca tiene los
ojos grandes y una mirada dulce, ella es la más afortunada de todas las vacas
porque es la preferida del hogar, su leche es la más cremosa y en toda la región
es conocida por su bonito pelaje negro y blanco, a ella le gusta la sal y consumir
bastante prado. mientras que la ordeñan le gusta escuchar música hasta que un
día de verano salomón fue con su cubo y su taburete para ordeñar a Francisca
como de costumbre, se sentó en el pequeño taburete, agarró las ubres de la vaca
y empezó a apretar. Sin embargo, no pasó nada. Pensó que tenía que intentarlo
de nuevo, pero ¡Francisca no daba más leche! salomón, horrorizado, corrió a ver a
su mujer, Cleotilda ¡Francisca no da más leche! Estoy desesperado dijo. Los dos
volvieron al prado para ver a Francisca. Ella también parecía triste. La granjera
miró a la vaca y luego observó el prado que le rodeaba. Pero ¿por qué no da más
leche? se preguntó mientras se rascaba la cabeza. El aire es fresco, el sol ha
salido y esta hierba verde tan buena es de las más apetecibles ¡Vaya que si es
apetecible! respondió Salomón ¡La segué ayer para tener un buen heno este
invierno! ¡Es la mejor hierba de la región! ¡Ya está, ya lo entiendo! exclamó
Cleotilde. Cuando ayer segaste la hierba, cortaste también las flores, y Francisca
está triste porque no puede comer las sabrosas flores que tanto les gustan. ¡Claro!
¡Tienes razón! dijo salomón. Entonces se fue inmediatamente a recoger un ramo
de flores al campo de al lado para ofrecérselo a Francisca como desayuno.
Acarició a la vaca, que le lanzó un enorme “muu…” de agradecimiento. La coqueta
Francisca tenía un secreto: si su leche era tan buena, era porque estaba
perfumada con las flores del prado. Y ese día le ofreció a Salomón la más blanca y
cremosa de las leches. Y todos los animales gozaban la felicidad de su amo.
FIN

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