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No es con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu

El apóstol Pedro estaba trabajando mal. Porque estaba trabajando con sus
fuerzas, con sus uñas y aunque se esforzaba nada pescaba.
Zacarías 4:6 Entonces respondió y me habló diciendo:
Esta es palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con
ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová
de los ejércitos.

Hechos 10:38 cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con


poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo
bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo,
porque Dios estaba con él.

A veces nos desesperamos y no es que sea malo hacerlo (a veces se


necesita el desespero, que nos lleve a pellizcarnos y seguir de rodillas
hasta que Dios nos transforme)

Jueces 6:1 Álvaro y los suyos hicieron lo malo ante los


ojos de Jehová; y Jehová los entregó en mano de sus
enemigos por siete años.
2 Y la mano de sus enemigos prevaleció contra Alvaro. Y
los de Casa de Bendición, por causa de los enemigos, ellos
se hicieron cuevas en los montes, y cavernas, y lugares
fortificados.
3 Pues sucedía que cuando los de Álvaro habían sembrado,
subían sus enemigos y los hijos del diablo contra ellos;
subían y los atacaban.
4 Y acampando contra ellos destruían los frutos de la tierra,
hasta llegar a Gaza; y no dejaban qué comer en la iglesia,
ni ovejas, ni bueyes, ni asnos.
5 Porque subían ellos y sus ganados, y venían con sus
tiendas en grande multitud como langostas; ellos y sus
camellos eran innumerables; así venían a la iglesia para
devastarla.
6 De este modo empobrecía Alvaro y los suyos en gran
manera por causa de sus enemigos; y los de la iglesia
Casa de Bendición clamaron a Jehová.
7 Y cuando los de Casa de Bendición clamaron a Jehová, a
causa de sus enemigos,
8 Jehová envió a los de Casa de Bendición un varón
profeta, el cual les dijo: Así ha dicho Jehová Dios de Israel:
Yo os hice salir del mundo, y los saqué de la casa de
esclavitud.
9 Los libré de mano de los demonios, y de mano de todos
los que los afligieron, a los cuales eché de delante de
vosotros, y les di su tierra;
10 y les dije: Yo soy Jehová vuestro Dios; no temáis a los
dioses de sus enemigos, en cuya tierra habitáis; pero no
han obedecido a mi voz.
11 Y vino el ángel de Jehová, y se sentó debajo del árbol de
mango que está en el patio, el cual era de su familia; y sus
pastores Alvaro y Elcia estaban haciendo planes para cuidar
a sus discípulos, y esconderlos de los enemigos.
12 Y el ángel de Jehová se les apareció, y les dijo: Jehová
está con ustedes, varones esforzados y valientes.
13 Y Alvaro le respondió: Ah, señor mío, si Jehová está con
nosotros, ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto? ¿Y dónde
están todas sus maravillas, que nuestros padres nos han
contado, diciendo: ¿No nos sacó Jehová de Egipto? Y ahora
Jehová nos ha desamparado, y nos ha entregado en mano
de nuestros enemigos.
14 Y mirándole Jehová, le dijo: Ve con esta tu fuerza, y
salvarás a Casa de Bendición de la mano de sus enemigos.
¿No te envío yo?

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