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OTROS TITULOS Federico Engels: Fl papel del trabajo en la transfor- macién del Mono en Hombre. Federico Engels: Contribucién al problema de la vi- vienda. ‘Varios: La Masacre en lag Bananeras - 1928, Lenin: Carlos Marx - Federico Engels. Stalin: Sobre el Materialismo dialéctico y el Materia- lismo Histérico, Varios: Penetracién Cultural del Imperialismo en Amé- rica Latina. Varios: Ensayos marxistes sobre la Sociedad Chibcha. Varios: Interpretacién Marxista de 1a Sociedad Colom- biana del siglo XVII al siglo XX. Carlos Marx: Introduccién a la Critica de la Economfa Politica - 1857, Amadeo Armendériz: Monopolios y Miseria en Colom- bia, Francisco Leal Buitrago: Politica ¢ Intervencién Militar en Colombia, P, Nikitin: Heonomia Politica. G, Politzer: Curso de Filosofia, Federico Engels: El Origen de 1a Familia, 1a Propiedad Privada y el Estado. PEDIDOS: TELEFONO 430544 spiel Treinta afios de Lucha ; 5 , Eshoro Jhstorico elaborado por una, couulskin del Comité Central del Partido j j } i i Pe “wi 0213118 del Partido Comunista de Colombia wunista de Colombia EDICIONES LOS COMUNEROS ’ UNIVERSDAD VALS Departement 49 Biblioteca tig Ye reuneinr. Rep Fe ZG” INTRODUCCION Los treinta afios de vida militante del Partido Comunista de Colombia, encarnan las més vivas aspiraciones de los obreros y campesinos laboriosos y surgen de la honda entra: fia histérica de la nacién colombiana. Ellos prolongan las loriosas tradiciones revolucionarias de nuestro pueblo des- los Comuneros del Socorro, la gesta emancipadora y la liberacion de los esclavos hasta Jas guerrillas campesinas riado contempordneo por Ja paz, 1a independencia y Ia de- mocracia efectiva, En estos tres decenios, nuestro Partido ha tenido acier- tos y cometido errores, ha’ cosechado buenos éxitos y sufti- do duros reveses. Los errores cometidos, tanto como los avances logrados, forman parte del patrimonio politico indivisible de] Partido Comunista y de las masas trabajadoras, El estudio de los exrores, de ‘sus raices, de Jas causas de todo orden que los hicieron posibles, tiene 1a mayor importancia educativa. Este esiudio ofrece dificultades porque ha de superar prejuicios ¥ pasiones humanas, asf como una larga tradicidn de hichas internas excesivas. Al estudiar los errores de derecha y de izquierda, el revisionismo y el dogmatismo, es preciso fener en cuenta que no se trata de atacar o defender tales o cuales Personas, sino de poner en claro los orfgenes de aquellos y sus ensefianzas politicas. Las siguientes reglas, contenidas en el trabajo de Mao ‘Tse-Tung, “Nuestro estudio y la situacién actual”, son de va- fiosa utilidad para nuestro’ objeto: “Hay que aprender de Ia experiencia pasada para evitar errores semejantes en el futuro, lye subrayar, no la responsabilidad personal de ca- mart Migiadon, si las eircunstancias de la época deter. iminada. js Hay que seguir la orlentacin de “escarmentar por el passdo'a fin de dar una leccion para el futuro” y lograr ast Estos dos objetivos: esclarecer ideas y unir a los camaradas. Hay que abordar todo problema analiticamente y no negar siempre todas las cosas. Quien no haya investigado no debe hablar. Hay que llegar a la completa comprensién teérica de las cauisas que motivaron los errores Todos nuestros crores politicos provienen de, apartar. se del materialismo dialéctico y del materialismo hist6rico, de la ideologia marxistaleninista; todos Jos exrores son fru- to del subjetivismo y del formalismo, del dogmatismo y del empirismo, Hay que estimular a Ja gente a que piense, aprender el método de analizar las cosas, cultivar el habito del analisis, Hay que arraigar en el Partido las ideas, la Iimea y el estilo del marxismoleninismo. En cuanto a ‘las cuestiones personales hay que proceder con cuidado y con delicadeza. No hay, que pasar por alto los errores pero tampoco se pue- de hundir a los camaradas. Hay que convencer a los camaradas de que eleven su coneiencia politica, logren la compenetracién ideolégica en- tre ellos y fomenten Ja mutua comprensidn y el respeto mu- tuo en aras de Ja gran unidad de todo el Partido. “Todos los anilisis, eriticas y debates del Partido averca de sus problemas histéricos deben considerar la unidad co- mo punto de partida y como meta final”, Velemos ante todo y a cada instante por Ja unidad de nuestro Partido, ejemplo y mandato de los miles de abne- gados militantes anénimos que por él padecieron persecu- Gién y estrecheces y que rindieron sus vidas en el largo pro- ceso de constituirlo. Esa fue Ia leccién de los intelectuales comunistas Luis Tejada y Alvaro Sanclemente, del obrero poeta Eduardo Guerrero; del pequeio comerciante camara. da Leopoldo Vela Solérzano; de los combatientes sindicales cee? comtnistas Jorge del Bosque y Antonio Ramirez H,, de Ios camaradas de la Zona bananera José G. Russo y Erasmo Coronel; del inolvidable dirigente campesino de Viotd, ca- - marada José Ramirez, asesinado por la Guardia de Cundina- marca en 1937; del joven comunista peruano Helmo Gomez ., caido en la matiifestacion estudiantil del 9 de junio de 1954; del profesional revolucionario norteamericano, cama rada James Harfleld, uno de los fundadores de nuestro Par- tido y alto stmbolo dc la fraternidad internacional del pro- letariado Unidad, siempre unidad de los comunistas; compacta- cién. monolitica del colectivo y la direccién del Partido, cla ma la sangre de sus mértires de filas y de los nueve miem- bros del Comité Central inmolados por el terror reacciona- rio, camaradas Angel Maria Cano, concejal de Girardot, fu- silado a orillas del rio Sumapaz. por sicarios uniformados de Ja dictadura militar; Aurelio Rodriguez, concejal comunista de Bartancabermeja, asesinado mientras dormfa por agen- fes de. Jos monopolios yanquis y de la reaccidn; Helefas ‘io: lina, dirigente de la C.T.C. obrero azuearero, asesinado en Ia colonia penal de Araracuara, cuando cumplfa infame con- dena por susactividades de organizador obrero y campesi- no; José Gonzalo Sanchez, gran dirigente de los indigenas acces, asesinado por los ‘latifundistas del Cauca; Eutiquio Timoté, también dirigente indigena que en alguna ocasion fue simbélico candidato presidencial de los comunistas, asc sinado en el Tolima; Julio Rineén, diputado a Ja Asamblea del Valle, varias veces concejal de Cali y abanderaco de las grandes Iuchas del pueblo calefio por Ia recuperacién de los cjidos; Carlos H. Gutiérrez, dirigente obrero, asesinado en Pereira; Manuel Marulanda 'Vélez, de la Federacion del Trabajo de Cundinamarca, Imuerto a consecuencia de las tor- turas que recibié en el detectivismo por su patridtica acti- vidad contra el envio de tropas colombianas a Corea; José Prias Alape, elegido por el VIII Congreso del Partido, no ha Iucho asesinado por bandas terroristas en el Sur del To. lima. Al cumplirse el 30 aniversario de su fundacién, el Par tido Comunista de Colombia sefiala esos nombres a la vene- racién de las nuevas promociones de militantes, que ya avi- zoran el triunfo universal de los ideales comunistas por los que ellos lucharon, Sy J—ANTECEDENTES HISTORICOS DE NUESTRO PARTIDO (1903-1929) 1 —Tradicién antiimperialisia. Afios antes de aparecer los gérmenes del movimiento ulueru, desde principios del siglo, la naciente clase obrera colombiana, formada entonces por tenues y dispersas capas de obreros artesanales, ‘del transporte y de pequefias indus- trias, tomé participacién indiscriminada en ciertas resonan- tes luchas democraticas de nuestro pueblo. La usurpacién imperialista de Panamé, en noviembre de 1903, desperté Ia encendida protesta multitudinaria en todas las ciudades y poblaciones del pafs. Cerca de cien mil Yoluntarios, trabajadores en su casi totalidad, se inscribie- ron en las filas del Ejército Nacional y reclamaron su mo- yilizacién inmediaia para hacerle frente con fas armas a as fuerzas imperialistas invasoras del Istmo. En marzo de 1909, las masas trabajadoras y la ciudadania bogotana toda, encabezada por los estudiantes asestaron el golpe mortal a la ya tambaleante dictadura reaccionaria del general Reyes. Bajo la presién del pueblo, el tirano del quinquenio se vio obligado a desistir de la aprobacién del tratado con los Es- tados Unidos, por cuya cldusula V se pretendia cederle a la escuadra norteamericana el derecho al uso y fortificacién de Jos puertos colombianos en ambos Océanos. El boicoteo a la empresa norteamericana del Tranvia. de Bogot4, que culmind victoriosamente con la municipaliza: clon de ese servicio, fue posible por el coraje y la tenacidad del peblo capital, que durante acho meses consectivs, en el afio de 1910, rehusd ocupar el tranvia mientras estuy Viera en manos yanquis, Hecho digno de subrayarse es que el memorable boicoteo bogotano, merced a la reproduccion periodistica de una vieja crénica extranjera, tomé~como Trelnta oes} Rae ejemplo los métodos de organizacién y de lucha que en el otro extremo del mundo, en la antigua China del Celeste Imperio, habianse aplicado afios atrés contra los productos imperialistas norteamericanos y japoneses. 2—Comienzos del_movimlento obrero Los primeros intentos de constituir una agrupacién del proletariado colombiano fueron producto de diversas expe- Fiencias, entre ellas las huelgas que efectuaron Ios obreros del transporte fluvial en Barranguilla y en el rfo Magdalena, los ferroviarics de la empresa britériica del ferrocarril de Ja Dorada y otros, En 1913 se formé en Bogotd Ia “Union Obrera de Colombia”, confusa entidad que agrupaba orga- nizaciones motualistas y asociaciones mixtas de patronos y obreros. Entre sus principales finalidades figuraban las de propagar en toda Ia Repiiblica Ia idea de la unién de obre- ros, libre © independientemente, alejindolos de las fuchas politico-partidistas”... “volorizar el trabajo, ayudando, por cuantos medios sean posibles, al desarrollo de nuevas indus- trias’.., “defender a los obreros de uno y otro sexo de las injusticias y explotacién desmedidas"... “exigir de los Cuer- pos Legislativos del pas leyes protectoras para las indus- tris y para los obreros”, 3Primeras repercusiones de Ja revolucién soclalista rusa Con el triunfo de la gran revolucién socialista de 1917 en el antiguo imperio de los zares, empezaron a quebraniar- se las tendencias apoliticas en el incipiente movimiento obre- ro colombiano y aparecieron agrupaciones que abjertamente se denominaron socialistas. A este proceso contribuyeron a crisis econémica determinada por la guerra imperialista de 191418 y la histérica represién contra el “peligro bolche- vigue” conio por entonces calificaban la reaceién a todo co- nato reivindicativo de las masas trabajadoras, El 16 de marzo de 1919, como respuesta a_una manifes- tacién de obreros y artesanos que protestaban contra la importacién. de uniformes para el ejército que gestionaba el gobierno de Marco Fidel Sudrez en los Estados Unidos, Ja guardia presidencial y otras fucrzas oficiales dispararon sobre el pueblo bogotano cautsando ocho muertos y nume- rosos hheridos. ta Asamblea Obrera 4 ef 20 de mayo de ese afio, se reunio ME Goress ae Bogotd, la que emitié una “platafor: Mh cocialista” y decidié fundar un partido con ese nombre, 4-La desintegractin del Hamado soclalismo moderado socialista de Honda, inaugurado el 1? de mayo de 120, repistd notables avances electorales, de ese movimiento, que habia logrado varias posiciones en los con felos municipales de algunas poblaciones antioquefias, tolk menses y cundinamarquesas y cinco concejales en Ia ciuda¢ fle Medellin. Esos ¢xitos, sin embargo, eran més aparentes que reales porque se habian logrado a ores soe principio revolucionario. El congreso de, Honda dio. carta fe naturaleza a ese proceso de descomposicidn, sustituyend la anterior plataforma socialisia por una vaga declaracisa programética, en que. se decian cosas tales como que “e Partido socialista confia a la restriccién adquisitiva del ca- Ditalismo ya la implantacién del impuesto progresivo, como fnétodo tributario, el mejoramiento y la paulatina reden- Cin econémica de la clase obrera”. La campatia presidencial de 1922, ) damente 4 los dos viejos partidos tradicionales, unido cada lino de ellos en torn a su respectivo candidato, produjo la desbandada fulminante en las filas del “Socialismo mode- tado”, que hasta esos dias habia servido de vocero a los liberales inconformes con la politica oficial de su partido. Los jeles. ticamente se apartaron los dulicos conservadores, fue una comparsa de mercenarios de la dictadura militar que se decian al margen de los partidos tradicionales y formada por los liberales “lentejos” delegados a la Constituyente; 16 ‘por je fecillos sindicales de la central peronista de entonces, CNT, y de la CTC liberal; por “socialistas colombianos” de derecha; y por tltimo, peto con no menos entusiasmo y apetito, por ciertos cabecillas del supuesto “comunismo obrero” que contaban con algunas unidades aisladas en B: rranquilla y Bogota. La comparsa en mencién, despleg6 rui dosa propaganda contra las oligarquias, a excepcién de Ja militar, e hizo muchas promesas al pueblo a condicién de que apoyara la prolongacién del estado de sitio y de la dic- tadura como premisa de su cumplimiento. La clase obrera no presté atencion a los propagandistas remunerados de la dictadura de Rojas Pinilla y el MAN, como instrumento de penetracion en las masas, constituyé un fracaso estrepitoso. Paralelamente la dictadura militar empezé a dictar de- cretos para limitar la relativa libertad de la gran prensa burguesa, porque Ja proletaria no tenia ninguna, y mien- tras se preparaba para desatar en grande escala fa’ violencia en el campo y justificar as{ el mantenimiento del Estado de Sitio, expidié ciertas medidas como la congelacion de arren- damientos, el aumento nominal del salario minimo y otras, buscando ganarse 0 neutralizar siquiera a las masa. traba- jadoras, Las provocaciones de que venia siendo objeto el movimiento agrario de Villarica, se convirtieron en franca ofensiva del Bjército, lo que determind el surgimiento de la resistencia guerrillera en esa comarca; poco después, el te- yror militar se extendié a toda la vasta regién de Sumapaz y del Oriente del Tolima y el problema adquirié las gran- es proporciones que la dictadura necesitaba para sus fines. El 4 de arbil de 1955 se_publicd el decreto que declaraba ZONA DE OPERACIONES MILITARES a los municipios de Villarrica, Cabrera, Cunday, Icononzo, Pandi, Carmen de Api- cald, Ospina Pérez y Melgar, convertido este ultimo en residen- cia habitual del dictador y de su camarilla.Segun el ominoso decreto, los habitantes que desobedecieran ef toque de queda © carecieran de salvoconducto militar serfan “‘tratados por las tropas del ejército como ENEMIGOS en la zona de ope- raciones de la campafia’, De tal suerte “legalizada” la vio- lencia oficial, Ia dictadura, por boca del general Navas Par- do, acus6 de lla alos comunistas y pidio, cooperacién a todo el pais para conjurar el peligro. Los dirigentes y perio- distas liberales, lo mismo que los conservadores, fueron invitados a visitar la zona de operaciones para demostrarleg que “el origen de Ia violencia esta ubicado en el comunis- mo”, El periddico EL TIEMPO, uno de los primeros en su- 47 sides tcialai eo marse a la campafia, pidié desde su pagina editorial medidas extremas para aniguilar el lamado. “foco de violencia co- munista” en Villarrica, y la dictadura difundié profusamen- -te sus editoriales por imiedio de hojas volantes regadas por aviones en toda Ta regién. De hecho se formé un frente anti- comunista, dirigido por ia dictadura militar, al que contri- buyeron todos Jos periddicos reaccionarios de los dos. p: tidos, cada uno con su Tenguaje y modalidades. El periddico ospinista LA REPUBLICA pedfa guerra a muerte al comu- nismo, mientias EL TIEMPO aseguraba que "AGITADORES COMUNISTAS PRETENDEN RESUCITAR LA EPOCA DE VIOLENCIA” y hacfa el elogio servil de Rojas Pinilla, quien, segin ese petiddico, “ha estado dispuesto a garantizar a todos Jos colombianos Ja vigencia de sus derechos” (edito- rial del 23 de marzo de 1955). ‘Tras la cortina del frente anticomunista, la dictadura militar perpetré crimenes tan abominables en el Oriente del Tolima, que bien pronto excedieron con mucho los més terribles episodios de la “politica de sangre y fuego” de las dictaduras reaccionarias anteriores al 13 de junio, En Cun. day, sede del estado mayor de las operaciones militares, se reorganizé de nuevo el campo de concentracién y de exter- minio, donde fueron asesinados millares de prisioneros po- litivos y torturados 0 asesinados los principales. En el ca- mino hacia ese campo de exterminio muchos perecieron, vilmente asesinados y el gobierno no pudo ocultar los nom- bres de todos, por la protesta de sus familiares. Ante el fusilamiento de los ciudadanos liberales Alfonso Herrera Rubio, Alvaro Orjuela, Simén Herrera y Alfonso Caicedo, el escritor liberal de derecha Juan Lozano consigné una va- lerusa protesta y el periddico EL ESPECTADUR, liberal de centro, express su inquietud “por el hecho de que desapa- rezcan ciudadanos sin dejar rastro alguno”. Acentuando la desintegracién del frente anticomunista as{ precipitada, la propia Direccién Liberal declaré entonces que “la lucha contra el comunismo no requiere a eliminacién ffsica de los comunistas”. Desde mediados de 1955, como pronto vere- mos, el frente anticomunista en torno a Rojas Pinilla se hizo trizas y algunos de sus integrantes se sumaron a Ia oposi- cidn contra la dictadura militar. 8 6—La nueva etapa de Ia resistencia guerrillera, El 18 de junio de 1955, Rojas Pinilla anuncié en una fiesta que el foco de violencia en el Tolima habia sido arra- “ado. En realidad habia sucedido que srahdes fuerzas del Ejezcito, integredas por SEIS BATALLONES, dirigides. por Ia Mision Militar Norteamericana, después de medio aio “ée lucha incesante, lograron perforar hacia esa fecha las po- Siciones defensivas a que se aferraban los campesinos de ‘Villarrica y pudieron penetrar profundamente en la regién, “dividiénola en dos partes. Ese importante avance militar de ta dictadura, sin tener de muy lejos Ja jactanciosa significacion que ‘cacareaba l tirano, cntrafiaba un evidente peligru futuro para los can ‘pesinos villarricenses que, de continuar defendiendo posi- Giones, serian fracturados por nuevas penetraciones y final mente éxterminados, como se proponia Rojas Pinilla. __, Considerando esa perspectiva y Ja abrumadora inferio- ‘Tidad militar de los campesinos de la region, nuestro Parti- do aconsejé, de un lado Ja transformacién de’la autodefensa €n guerrillas méviles y, de otro lado, la reanudacién de nego- Giaciones para un aireglo pacifico’ del conflicto, apelando para este objeto a todo género de alianzas y contactos tran- “sitorios, por minimas que fuesen las posibilidades favora- bles. En este ultimo sentido se habfan dado algunos pasos “desde el principio, cuando surgieron dudas mas o menos - fundadas, de si posibles actos dle impaciencia y de aventura “habrian ‘contribuido a debilitar la autodeferisa de masas en dicha comarca. La necesidad de ganar aliados momenténeos hasta en el _ plupiu terieuu de cicitos invegrantes del frente anticomunis- “ta, que ya se descomponia, determiné el asentimiento de nuestro Partido a las gestiones emprendidas por elementos liberales hacia una entrevista de los campesinos con altos oficiales del Ejército, Esta se efectué el 21 de junio en Ca- brera, con asistencia de representantes de las fuerzas arma- das y de los delegados campesinos de Sumapaz y del Orien- te del Tolima. La posibilidad de avenimiento fue brusca- mente deshecha, porque los entonces coroneles Navas Pardo y¥ Forero Gomez justificaron plenamente todos los crimenes iciales en nombre de “la Jey de la guerra” y exigieron la m incondicional de los guerrilleros, no s6lo con la 119 minuciosa entrega de su rudimentario armamento, sino tambien de fantasticas y poderosas atmas supuestamente enviadas a ellos desde la Unién Soviética!!! Reanudada la lucha, el movimiento guerrillero se exten+ 4i6 a otras regiones del ‘Tolima, al propio tiempo que, se intensificaba 1a violencia oficial en comarcas de Caldas, Hut a y Valle del Cauca, La Iucha era diversa, respondiendo a Jas condiciones y posibilidades locales y a la iniciativa de los campesinos. Mientras la resistencia tomaba en Villarrica y zonas aledafias la forma de accion de guerzillas, ta auto- defensa de Sumapaz, sometida a violenta presién de las fuerzas armadas oficiales, se retiraba organizadamente a las profundidades del gran paramo. El movimiento campesino armado cntraba asi a una nueva etapa todavia mds dura que la anterior, pero politicamente mds elevada y poderosa, porque en su direccién ganaba creciente influencia el Par’ fido Comunista, 7—Clausura de Ja prensa burguesa de oposicién e ilega- lizacién oficial del comunismo. Entre fines de 1955 y principios del 56, el terror golped duramenie, sin distingos partidarios, a las fuerzas populares oposicionistas y medidas represivas més o menos serias se fueron extendiendo a ciertas altas esferas que se hacian eco del odio popular contra la dictadura. Con fiitiles pretextos, 1a dictadura clausuré primero el periddico EL TIEMPO, desenmascarando asf el verdadero caracter de la tirania militar y dando un. golpe involuntario, ero irreparable, a la politica de apaciguamiento de la direc- j6n del liberaiismo. Ante los intentos oficiales de cohones- tar ese atropello con frases antioligérquicas y de autoorga- nizarse manifestaciones de adhesién a la tiranfa por motivo tan ingrato, nuestro Partido expresé la justa actitted de re- pudio popular a través de una declaracién, difundida clan- destinamente, en que decia: “Con los sefiores de EL TIEM- PO se pueden tener muchas diferencias y nosotros, los comu- nistas, las tenemos radicales y profundas. Pero es necesario declarar que con la clausura de EL TIEMPO y con la cen- sura previa a la prensa son arrasados los ultimos vestigios de apariencias democraticas en nuestro pafs”. A la clausura de EL TIEMPO siguieron poco después la del 6rgano demo- 120 “critico_femenino “Nuestras Mujeres” la de DOMINICAL y, EL ESPECTADOR, donde se habfa logrado hacer denun- Gias resonantes sobré los erfmenes en ef campo de concen- tracion de Cunday; y, finalmente Ia del periédico conserva- dor “Diario Grafico”, limo érgano nacional de la corriente Taureanistas pues “El Siglo” habia desaparecido desde cl 13 de junio, prohibido por la dictadura militarista. i El decreto de ilegalizacién de nuestro Partido, que la dictadura intentara expedir a raiz de la masacre estudiantil del 9 de junio, se estrello con la insalvable dificuliad de achacarle seriamente a los comunistas el origen de tan Monstruoso crimen, cuyas circunstancias y objetivos verda- deros quedaron al desnudo poco después. Durante los meses siguientes la dictadura no volvid a cuidarse de formalidades ‘juridicas”, atarceda como estaba en operaciones militares en vasta escala; empero, paralelamente a la liquidacién de Ja prensa oposicionista, sintié de nuevo la necesidad del postergado decreto, ya no tanto para reprimir las activida- des comunistas que eran sofocadas en la medida de lo fac- tible, sino principalmente para aplicarlo a liberales y con- servadores de la oposicién sin dar Jugar a sospechas de que se enfrentaba a los partidos tradicionales. En el campo de concentracién de Cunday, donde con- tinuaba Ja matanza sumaria de prisioneros politicos de di- yersas tendencias, se confeccionaron nuevos procesos para juzgar en consejos de guerra verbales a los dirigentes del Partido Comunista y se expidieron érdenes de captura con- ira ellos, so pretexto de ser los instigadores de la violencia, El Partido, Suficientemente escarmentado por expetiencias amargas, tomé las medidas necesarias para proteger sus cuadros; al mismo tiempo apel6 a todas las posibilidades para atenuar_o postergar durante otro lapso la inminente ilegalizacion formal, anunciada por aquellos procesos y 6r- denes dé captura. Aunque “la ilegalizacién del comunismo” en buena me- dida no harfa sino confirmar, en Ja apariencia “juridica” de la dictadura militar, la situacién de hecho en que estaba co- locado el Partido Comunista desde hacia unos seis afios, el Partido, pensando sobre todo en la preservacién de sus in- mediatos aliados contra la dictadura, actué con redoblada intensidad, influyendo hasta en el seno de la llamada Cons- 121 3 ch 4 Ae tituyente, donde esa exigencia especial de Ia tirania militar encontro resistencias inesperadas. El Partido difundio. ma- nifiestos y dirigié una CARTA ABIERTA A LA CONSTITU- YENTE que tuvo resonancia. Afirmé en ella que la “ilegali- - zacién’” del Partido Comunista es un problema que no ataiie inicamente a los comunistas sino también a todos los de- mécratas y patriotas colombianos, porque con esa medida se crea un arma de persecucién ideologica y se establece el delito de oninién. Los comunistas no deiarén de serlo por que se les declare “fuera de Ja ley”, en cualquier parte del mundo v mucho menos en un pafs ‘como el nuestro, donde el pueblo entero esta fuera de Ja lev desde hace sels afios El comunismo, como partido politico de la clase obrera, se desarrollara inevitablemente, en la medida que responde a esos intereses de clase, a las exisencias de la liberacion Rarional v a los profundos anhelos de justicia sucial del pueblo colombiano, Ninguina represion, por feroz que sea, podra impedir el desarrollo del comunisme, aue es tina lev hist6riea de Ia sociedad contemporanea. Ei Partido Com. nista de Colombia aspira a ser un partido constitucional ¥ a desplegar sus actividades legalmente. Pero en modo algu- “Mo cesaré en su actividad politica porque no puede rentin- clar a su misién histérica para con nuestro pueblo”. Ante los obstéculos que se le presentaron, atin dentro de “la constituvente de bolsillo”, para “ilegalizar al comu- nismo”, el dictador Rojas Pinilla recurrié a reunir confi- dencialmente a la mavoria conservadora de los delezados y les manifesté que esa medida antidemocratica debia ser aprobada porque era un compromiso adquirido con el go. ierno norteamericano. Tal argumento hizo ceder a los con- servadores remisos y la constituyente declaré fuera de la ley al comunismo, contra los yotos negativos del conserva- dor Eleuterio Serna y de la casi totalidad de los colabora- cionistas liberales. 8—El 18 Pleno del Comité Central, En relacién con los problemas organizativos se compro- 6 que el Partido habfa crecido en el campo, mediante Ja politica de autodefensa y en el desarrollo de Ia lucha arma- da, pero que en cambio, por la persecucién politica y diver- HetrseeiSiy? pone "sos Factores, se habfa debilitado su tofluencia entre las clases brera y en las udades; en consecuencia subrayi ‘que era preciso intensificar el trabajo politico y sindical en los centros proletarios, adn en las condiciones més diffciles. El Pleno salud6 Jos resultados positivos de la Escuela de Cuadros, que habia comenzado a funcionar en la clandesti- ‘nidad rigurosa, y-recomendé la formacién de escuelas regio- -nales y locales. Como una de las principales tareas del ira- bajo tedrico y de educacion, este Pleno planted por prime "ra vez la de “elaborar un resumen de la historia de nuestro _. Partido, porque los comunistas de Colombia, particularmen- "te los nuevos militantes, necesitan asimilar la experiencia vivida, que es la base, para elaborar y aplicar correctamente Ja teotfa revolucionaria”, Las experiencias de la lucha guerrillera en Ia nueva cta- ‘pa fueron analizadas pormenorizadamente, aceptandose la tesis de que “hoy en dia no podemos frenar el DESARRO- ILO NATURAL de tna lucha que responde a las necesidades de las masas y que cuenta con su respaldo. Sin ceder en ‘nuestra pesicion de principios contra el aventurerismo y el “guerrillerismo”, como tendencias pequefo-burguesas que " fratan de sustituir la lucha de masas y la organizacion de Was mses subordindndolo, todo a la accion de pequenos _ grupos audaces, debemos darnos cuenta de que se ha abier- 0 la perspectiva del crecimiento de Ia resistencia armada "popular y del movimiento guerrillero, las que son saludadas _ con profunda emocién por la clase obrera y el pueblo labo- Tioso y miradas con simpatia por algunos jefes y sectores liberales’ Estudiando el cardcter de clase de Ja dictadura militar teaccvivuaria y algunos rasgos nuevos, se reafirmo la. tesis de que su base principal eva el latifundismo, muy especial- mente el altifundismo GANADERO, fomentado y_abandera- do por la camarilla dominante, La dictadura de Rojas Pin. lla representa también, hasta cierto punto, los intereses de grandes capitalistas ligados al imperialismo’ yangui, Es la en- carnacién de esos y deméas intereses antinacionales, pues el dictador en persona no hace un secreto de st obediencia alas érdenes de la mision militar yanqui y del Departamen- to de Estado norteamericano, Pero ademas de todo eso, la camarilla militar tiene intereses propios en otros campos, _ ajenos a los del mismo Ejército, ya que se esta formando 123, Bs i acd un verdadero capitalismo burocrético que se lucra con los recursos ¢ influencias del Estado, Dadas estas caracteristi- cas de la dictadura de Rojas Pinilla y de su camarilla de altos oficiales es posible desplegar un gran. movimiento de FRENTE DEMOCRATICO para derrocarla, integrado por la clase obrera, el campesinado, las capas medias, la burgue- sfa nacional 'y por algunos tetratenientes, Aunque el partido conservador, como otganizacién politica de las fuerzas mas Tegresivas, continuara siendo un importante instramento de la dicladura militar reaccionaria, la répida_transforma- cién de ésta en una camarilla de la alta oficialidad que se enriguece en asociacién con el tirano, hace. pasar a la opo- sicién activa nuevos sectores del conservatisme, no. solo de la corriente laureanista, En consecuencia, es necesario exten der la propaganda y accién del FRENTE DEMOCRATICO hacia masis y sectores del conservatismo que comlenzan a oponerse a la dictadura, “La lucha por las libertades democraticas —segiin el Pleno en mencién— debe ser el punto de reunién de todos los opositores de la dictadura y el punto de partida del FRENTE, DEMOCRATICO. La lucha por esos derechos y Ti bertades ha tomado un. cardcter revolucionario en las nuc- vas condiciones. Las libertades democratico-burguesas, por Si solas, no van a solucionar los problemas del pusblo'y de la nacién. Pero la lucha por las libertades democratico-bur- guesas permitira forjar el movimiento libertador que nece- sariamente habra de enfrentarse a la solucién radical de esos problemas”. 9—La represin anticomunista. La masacre del Circo de Santamaria, La explosién de Cali, En. 1936, la dictadura militarista fue entrando en abierta contradiccién con més amplios sectores de la sociedad co- Jombiana, incluyendo a Ja burguesfa en general, a medida jue crecia el poder autocrtico de Rojas Pinilla ¥y su escan- daloso enriquecimiento. La resistencia popular continuo en ascenso y la oposicién se ensanché considerablemente mer- ced a los contactos y acuerdos entre el.ya jefe unico oficial del liberalismo, Lleras Camargo, y el expresidente derrocado Laureano Gomez. Como parte de sus esfuerzos, tan desesperados como brutales, para aplastar Ja resistencia popular y debilitar la 124 oposicién burguesa, Ia dictadura de Rojas Pinilla expidié en el mes de febrero el monstruoso decreto 0434, reglamenta- rio de la ilegalizacién del comunismo, por el cual se estable- cieron condenas sumarias de relegacién a colonias penales para los chudadanos sospechosos de ideas comunistas y de Gifundir en cualquier forma la ideologia del proictariado. En aplicacién inmediata de tal engendro, 1a policia secreta procedié a allanar y requisar miliares de ‘casas en Bogot y en las principales ciudades, deteniendo a nuerosos ciudad. danos, entre ellos a los dirigentes comunistas camaradas Amado Zapata, Julio Posada, Juan Viana y Anibal Pineda, que fueron condenados por consejos de guerra verbales. En el curso, de esas requisas fueron descubiertos los aparatos clandestinos de propaganda del Partido en Bogota, por cau- Sa, segiin un analisis autocritico, "de las supervivencias en uestra organizacion flegal de Hlusiones y confianzas propias de Ja menfalidad liberal pequefioburguesa”, pero no por eso se interrumpis la propaganda del Partido contra la dictadu- ta. Por otro decreto de los mismos dias se restringié el de- recho de huelga para arrebalar en esa forma importantes conguistas a los trabajadores. En alianza con la alta jerar- quia de la Iglesia, la dictadura militarista lanzé también su ofensiva contra la Universidad Libre, so pretexto de anti- comunismo, pero las fuerzas demoerdticas unidas lograron defender la existencia de ese importante centro educativo independiente, EI 5 de febrero, el detectivismo y destacamentos poli ¢lacos agredicron salvajemente a los espectadores del Circo de Toros de Bogotd, porque en Ia corrida anterior se haliia aplaudido Ta entrada de algunos jefes liberales y silbado a la hija del tirano y al odiado y traficante oficial Samuel Mo- yeno. Nunca se supo el mimero de muertos y lesionados por oa exhibicién neroniana de la dictadura —y aunque por la misma época las fuerzas armadas efectuaron terribles matan- yas en Chaparral, Tierradentro y otras zonas—, la circuns= loncia de que aquello ocurriera en la capital de la Repiiblica y sufrieran sus consecuencias hasta elementos del cuerpo diplomatico extranjero, desperté indignacién en el pafs ente- t@ y en el exterior. Manifestaciones estudiantiles de protesta en el segundo iniversario de la matanza del 9 de junio fueron reprimidas on persecuciones y encarcelamientos en masa. La Corte 125, . Suprema de Justicia fue liquidada por decreto, como san- cion a su enjuiciamiento de algunos actos del gobierno mi- Titar reitidos con las mas elementales normas del derecho vigente. Una de las consecuencias mas dramdticas del armamen- tismo y del desenfreno militarista, fue la explosién del 7 de agesto en Cali de siete camiones cargados con explosivos y que desde su salida de Buenaventura eran conducidos con omisién de las precauciones minimas exigidas por los regla- mentos militares y las disposiciones de transito, Su estacio- namiento en tna de las zonas més populosas de la ciudad fue causa concomitante para que la explosion produjera tin saludo de miles de muertos y heridos, destruyera centenares de viviendas y dejara en la miseria a miles de familias tra- bajadoras, ocasionando perdidas materiales calculadas en 300 millones de pesos, El tirano Rojas Pinilla, desde los mi- erdfones de la Radio Nacional, traté de acusar de tan horri- ble catastrofe no solamente al comunismo, sino también a les sefiores Alberto Lleras y Laureano Gémez, pero toda la opinién publica sindicé a la tirania militar que, poco des- pucs, pata empeorar su culpa, se embolsé buena parte de Jos auxilios recolectados en el pais y en el extranjero para las victimas de la martirizada urbe. 1(—E! XX Congreso del Partido Soviético. En este afio de 1956 tuvo lugar en Moscit el XX Con- greso del P.C. Sovidtico, de importancia historica mundial para el movimiento comunista y obrero, con asistencia de delegaciones fraternales de la gran mayoria de los Partidos Comunistas. Invitado el nuestro a enviar un delegado fre- ternal, hubo de vencer las enormes dificultades inherentes a la dura ilogalidad que soportaba hasta Jograr la puntual asistencia del secretario general del Partido. EL vigésimo Congreso del Partido Comunista de la Unién Sovidtica comprobé el surgimiento del socialismo como SIS- TEMA MUNDIAL; analizé la variedad de formas de transi cin al socialismo en Jos diferentes paises; sostuvo la tesis de la coexistencia pacifica del capitalismo y el socialismo; Ta de que han surgido condiciones para acabar con las gue. tras y los armamentos de agresidn, y la de que, en conse. 126 cuencia, existe la posibilidad de hacer la transformacién so- Gialista’ por una via pacifica, sin guerra civil y sin interven- cién imperialista extranjera, La prensa capitalista del mundo entero quiso desviar la atencidn de la opinién publica de tan trascendentales problemas, dando escandalosa publicidad tergiversada a Ja parte del informe de N. S. Jruschov relati- va a Ia severa critica de los errores del camarada Stalin en la ultima etapa de su vida y a la lucha emprendida en la Unién Soviética contra el culto a la personalidad, no sélo en ese periodo sino también en las diversas manifestaciones de esa deformacién del marxismodeninismo. Nuestro Partido, en medio de Ja clandestinidad que so- portaba, comen7é Ia discusion de esos problemas en el orden de su verdadera importancia para nucstras condiciones na- cionales concretas. Las tltimas cuestiones fueron correcta- mente apreciadas como prueba indudable de que la demo- cracia socialista ha legado a su pleno florecimiento en la Unién Soviética; en cuanto al problema del culto a la perso- nalidad se estimaron en su justo valor los largos antece- dentes positivos de nuestro Partido, cuyo centralismo demo- cratico empe76 a desarrollarse en lucha contra el caudillaje heredado del socialismo revolucionario, se_vigoriz6 en el curso de su reconstruccién leninista en lds afios del 45 al 49 y se afianz6 definitivamente en los afios siguientes. En 1954 ya era un postulado de nuestro Partido el de que: “El pro- blema de la direccién del Partido Comunista de Colombia no es encontrar “un gran jefe” capaz de orientarse genial- mente por sus propias faciltades y de resolver por sf solo todos los problemas, Nuestro Partido, desde su V Congreso, el de Bucaramanga, supo poner en su puesto a los fracasa- dos aspirantes al papel de caudillos, volyiendo por los fue- ros leninistas del centralismo democratic”. (Informe Poli- tico al 17 Pleno del Comité Ceutrul) Entre las eitadas tesis del XX Congreso del Partido So- viético mereci6 especial atencién ta referente a la POSIBL- LIDAD de efectuarse Ja vevolucién socialista por una via pacifica en las ACTUALES condiciones mundiales. Vizente Como estaba la dictadura militar de Rojas Pinilla, sostenida por el imperialismo yangui, a ningiin camarada’se le ocu- 1rid confundir dicka posibilidad con el dogma, tomado del revisionismo browderiano, del camino pacifico en todos los \paises y cincunstancias historicas. Tanto el colectivo como 127 4 sein | | | | Ja direccion del Partido, consideraron al unisono. que Ia via pacifica es altamente deseable y que las libertades democré- ticoburguesas, inexistentes en esos dias, deberan ser apro- vechadas al méximumn en el futuro para lograr las transfor. maciones sociales que requicren las distintas etapas de la revolucién antifeudal y antiimperialista y mas adelante las del paso al socialismo. Sin embargo, como despraciadamente lo ensefian tas dictaduras antipopulares, la violencia reac cionaria y las intervenciones armadas del imperialismo yan- qui en 1a América Latina, la escogencia de la via pacilica en cada caso concreto no depende en modo alguno de nues- tros sinceros deseos. 11—E] 19 Pleno de nuestro Comité Central, Reunido a fines de agosto de 1956, a pesar de Ia rabiosa persecucién anticomunista de la tiranfa militar, este Pleno pudo congratularse por el creciente auge de la resistencia popular y de la oposicién burguesa contra la dictadura te- yrorista de Rojas Pinilla. Indices de ese auge eran el fracaso de la CENTRAL SINDICAL OFICIAL, que fue repudiada por la clase obrera, Jo mismo que el de la TERCERA FUERZA, proclamada en actos realizados con manifestaciones forzadas y pagadas, y por medio de la cual el tirano pretendia liquidar los par idos politicos, creando en su reemplazo una organizacion de tipo fascista con el general jefe supremo en el papel de superhombre. La TERCERA FUERZA no pudo atraer masas y no pasd de ser una banda de burdcratas oficiales, zénga- nos de fa Asamblea Constituyente, contratistas afortunados, periodistas mercenarios, socialistas de derecha y farsantes que oseban Uenominarse “comunistas obreros”, Aungue en algunas regiones el movimiento guerrillero atravesaba una situacién confusa, pues, como se dijo en el Pleno, habfa guerrillas de diversas tendencias, no siempre en relaciones armoniosas, ademés de bandoleros sin mas propésito que el de Tucrarse, la situacién general de la lucha armada de [os campesinos era favorable. El movimiento guerrillero crecia en el Oriente y el Sur del Tolima, en Su- mapaz y en el centro del territorio colombiano, en tanto que importantes movimientos de autodefensa lograban man- 128 { tenerse e impedir los brotes de violencia oficial en regiones como la del Tequendama y el Norte del Tolima, que servian de refugio a numerosos campesinos perseguidos. Frente a las tendencias aventureras “guerrilleristas” el Pleno levanté con énfasis el principio comunista de “Iuchar contra la psicolo- gfa militarista, cuyos defensores consideran que las cuestio- nes militares no deben subordinarse a la politica e incluso que los militares deben determinar la politica” Al discutirse algunas ensefianzas del XX Congreso del Partido Soviético, el Pleno recomendé que “es necesario procurar suficienie claridad sobre el camino de la revolu- cién en nuestro pats, porque la revolucién colombiana no tendra ni el camino chino, ni el camino ruso, ni el camino de otra revolucién especifica cualquiera. El camino de nues- peculiaridades, necesariamente enriquecido por las ingentes experiencias del movimiento revolucionario. mundial y con Jas permanentes ensefanzas del marxismo-eninismo, nico derrotero capaz de guiarnos a la victoria”, Después de estudiar los aspectos positivos y negativos del “Frente civil” de la burguesia, el 19 Pleno invité a la formacion del FRENTE NACIONAL Y DEMOCRATICO CON- TRA LA DICTADURA, con una plataforma inmediata de cinco puntos, que trataba de superar la agitacién de con- signas demasiado elevadas para el momento, como lo era especialmente el programa para toda una etapa de Ie revo- lucién. Es posible que la consigna de FRENTE NACIONAL Y DEMOCRATICO expresara una politica acertada, Jo que slo puede saberse cuando se eucatia en una accion de masas efectiva. Dada la situacién de postracién que sufria el mo- vimiento obrero de largos afios atrds, agravada por la clan- destinidad del Partido su escasa penetracién en los centros proletarios, los esfuerzos por la realizacién de aquella linea politica fueron muy limitados. Entre tanto, los dirigentes del "frente civil” de la burguesfa ganaban enorme prestizio y decisivo ascendiente sobre las masas, especialmente en las més politizadas de las grandes cludades, utilizando sus amplias posibilidades de denunciar, hasta en el sen de la propia constituyente oficial, los nuevos planes reelescionistes del tirano Rojas Pinilla y sus escandalosos negocios, Treinta oflos 9 129 VUI — DERRUMBAMIENTO DE LA TIRANIA Y REOR- GANIZACION LEGAL DEL PARTIDO (1957-1960) 1—Campafia nacional contra la “reeleccién” de Rojas Pinilla. Para salirle al paso a una de las principales consignas de Ia oposicién creciente, cual era la de libre cleccién popu- ar para la presidencia de la Repiiblica, la camarilla milita- rista, desde los primeros dias de 1957, anuncié la célebre “inmodificable determinacién’” del general jefe supremo de continuar al frente del gobierno en el periodo que habria de iniciarse el 7 de agosto de 1958 y durar hasta 1962, La “inmodificable determinacién” dividi6 el pais en dos campos antagénicos: de una parte Ja alta oficialidad de las Fuerzas Armadas que se enriquecia en asocio con el tirano, y de otra parte la nacién entera, sin diferencias partidaris- las, dispuesta a impedir la prolongacién de Ja tiranfa. La propaganda clandestina, que durante largos afios fue una peligrosa actividad casi exclusivamente realizada por los co- Tunistas, pas6 desde entonces a convertirse en tarea comtin y amplia de los sectores mas diversos. Multicopiadas en mimedgrafo o en simples méquiuas de escribir, circulaban diariamente por -las ciudades y los campos, manifiestas, proclamas y cartas abiertas, denunciando los crimenes y negocios de la tirania, Desde marzo del 56, los diigentes del Frente Civil lanzaron su “manifiesto a la nacién”, proponien- do la eleccién popular de Presidente de la Repiblica y com- prometiéndose a implantar un gobiemo civil, ejercido a hombre de los partidos tradicionales y con igual participa: cidn de ambos, cuyo programa seta él restablecimiento de la Caria constitucional vigente hasta 1949. __El Partido Comunista apoyé desde un principio la. con- signa de “eleccién popular de Presidente de la Republica” 130 y el programa minimo de restablecimiento de las normas y derechos constitucionales, pero hizo las necesarias salve- dades de caracter ideoldgico y formulé reparos al procedi- miento pactado por aquéllos jefes, de escoger candidato a la Presidencia. sin participacién alguna de las masas popula- res, Nuesiro Partido, sin dejar de sefialar el hecho positivo de que los dirigentes del frente civil se abstuvieran de co- rear la campafa anticomunista, tema obligado de todo poli- tico tradicional que aspirara al apoyo imperialista norte- americano, repudié de manera enfética el nuevo concepto bipartidista por el cual se ignoraba calculadamente la exis- tencia y Ja tesonera lucha de los comunistas contra la tira: nia militar. El lamamiento del Comité Central contribuyé en forma considerable a orientar las fuerzas de izquierda sobre las spectivas que estaban abriendo y vencié las comprensi- les reticencias que suscitaban los. aspectos negatives. del manifiesto del “frente civil”, convertido de hecho en la ple taforma de una amplisima coalicién ciudadana contra la ti- ranfa. En los primeros meses de 1957, ante la inminencia de que la Constifuyenie de bolsillo “reeligiera” a Rojas Pinilla para otros cuatro aiios, el incontenible movimiento nacional de oposicién excedi6 los estrechos marcos del “frente civil”, cuyos dirigentes, en amistoso. conciliabulo, decidieron la candidatura presidencial de G. L. Valencia como un reto a los propésitos “reeleccionistas” de la dictadura. El desprestigio abrumador que pesaba sobre el_ gobierno militarista agrieté profunda y rapidamente la confianza del imperialismo, que lo contaba entre sus mejores vasallos. Los despilfarros y latrocinios de Ja dictadura pasaban inad- vortidos en Washington, pero legs un momento en que to- maron magnitud tan considerable que determinaron la crisis de medios de pago internacionales, se dificult6 la exporta- cidn de Tas superganancias de los’ monopolios y se incum- plicron los compromisos con los exportadores norteame- Hicanos. Los circulos imperialistas empezaron entonces @ tartar friamente al general jefe supremo y terminaron por abandonarlo, Esto sicedié en el dpice de la campatia oposi- Gionista, cuando los diplomatioos y espias yanguls destace dos en ‘nuestro pais, Hegaron a Ja conclusién de que el in. tento de “reeleccién” del general Rojas comportaba el de- sarrollo de grandes luchas populares, incluso de cardcter, armado, Despreciado por los imperialistas como un instru 131 ea mento deshecho, el tirano perdié los afectos del clero, que ‘ya en gran parte le era adverso por motivo de haber lesio- nado sus intereses en la beneticencia, Varios altos jerarcas de la Iglesia Catélica se sumaron a la oposicién, al propio tiempo que los grandes capitalistas se negaban a accptar las invitaciones del tirano. 2—F1 10 de mayo y sus antecedentes, La transaccién conciliadora, En la tensa atmésfera que prevalecta en el pais contra Ia ominosa tirania, los sucesos ocurridos en Cali desde el 28 de abril fueron como el rayo que desaté la tormenta. Ese dia, con motivo de Ja Megada del candidato presi dencial del ‘frente civil, los altos circulos de la burguesia organizaron una serie de actos de homenaje, aglomerdndose una densa multitud, a la que habl6 el candidato para refe- rirse a los oradores que habjan hecho su elogio y la conde- nacién de la dictadura. Con la mira de impedir que se’ repi- tieran Jas manifestaciones en los otros actos prospectados, el gobernador militar decidié prohibislos y establecié la detenciéa domiciliaria del doctor Valencia y de un grueso niimero de ciudadanos notables que lo visitaban, Como pro- testa contra esos y otros atropellos las directivas de. los clubes resolvieron clausurarlos, El 1° de mayo los estudian tes de la Universidad del Valle decretaron el paro indefi- nido, siendo luego seguidos por los de segunda ensefianza. y_poco después por los de Bogota, Medellin, Popayén, Ma- nizales y otras ciudades, El intento oficial de reclutar ma- Teantes y “pijaros” para organizar un “desagravio” a la ti- rania motivé numerosas notas de rechazo. El domingo 5 de mayo se prontneiaron encendidos sermones contra Ia dicta- dura en varias iglesias de la ciudad y por la tarde se acordé preparar un gran paro civico para la semana siguiente. La noticia de que los millares de ciudadanos detenidos en masa estaban siendo sometidos a tortura, acrecenté la célera del pueblo calefio, que empez6 a desobedecer el toque de queda y mantenerse en vela formando grandes grupos que eran dis- ersados por los fuegos de fusilerfa. El 8 de mayo se para- liz completamente cl trabajo en todas las fabricas y_al entierro del estudiante Alfredo Yusti Zapata, nico dé los muchos asesinados cuyo cuerpo pudo rescatarse hasta ese momento, concurrié una multitud calculada por lo bajo en 50.000 personas. El 9 de mayo la ciudad fue un inmenso xo 132 ——— humano y la poblacién en masa, entre 150,000 y 200.090 per- sonas, acompafid el cadaver del obrero Jorge Rebolledo, abatido la vispera, Los sucesos de Cali tuvieron enorme repereusién en Bo- goté, Medellin y otras ciudades, En medio de la lucha estudian- 4il,reprimida en forma vacilante por las tropas, que comenza- ban a fraternizar con el pueblo, los gerentes de la industria, Ta Danca y el comercio devidiston cerrar sus establecimien tos, iniciéndose la paralizacién de actividades que pronto se extendié a los transportes automotores en muchas carre- teras de Colombia, EI 10 de mayo, cuando todo el pueblo colombiano estaba en pie de lucha y la alta oficialidad de las fuerzas armadas favo fa clara sensacion de que las tropas ya no obedecerian a orden, de disparar contra el pueblo, el tirano Rojas Pini lla se vio obligado a retirarse de Ia’ Presidencia, dejando Jas riendas del poder a una junta militar, nombrada por él mismo, con el encargo de cubrirle Ja retirada y de salvaguar diar las fabulosas riquezas de la camarilla militar a base de transaeciones y eomponendas con los gestores del “frente ci El eniendimiento entre unos y otros no fue dificil por- gue todos eran miembros de las clases dominantes y esta- ban por igual interesados en cerrar el paso a una solucién democrética popular de la situacién. Los dirigentes del “frente civil”, con la gran burguesia a la cabeza, aceptaron Ja intangibilidad de los bienes malhabidos de la camarilla rojista y se transaron con Ja junta militar sobre Ia base del compromiso de convocar elecciones presidenciales y de al gunas concesiones inmediatas, como la libertad de prensa burguesa. Esa solucién CONCILIADORA, que dejaba en pie todo el aparato de Ja dictadura militarista, fue logica conse- cuencia de que el movimiento de protesta careciera de un contenido profundamente popular y no estuviera encabezado por la clase obrera. La_burguesia pirdo desempeftar el papel dirigente del movimiento nacional contra la tirania, porque el impetuo- $0 desarrollo capitalista del pas en los aiios anteriores la habia fortalecido en forma extraordinaria y contaba con poderosas organizaciones como Ja Andi, Fenalco, y varias otras que la dictadura no se habia atrevido a intervenir y gue fueron su palanca para actuar en el momento oportuno. Hay que decir también que sus dirigentes supieron realizar 133 una politica de unidad burguesa contra la dictadura, utili zando a fondo el temor de la burguesia a la participacion Gel pueblo y su inclinaciéa al compromiso con las fuerzas reaccionarias y con los imperialistas norteamericanos. Pese al hecho de que la burguesta dirigié y capitali la gran jornada nacional del 10 DE. MAYO, las masas popu- Jares fueron en realidad FACTOR DECISIVO para el. estre- pitoso derrocamiento de la tirania militarista de Rojas Pi- nilla, quien no pudo crearse una base de apoyo en las clases trabajadoras, La resistencia activa y muchas veces heroica de los sectores més avanzados de las masas campesinas, de tuna parte, y la resistencia pasiva pero consecuente de la clase obrera, por otra parte, hicieron fracasar los planes politicos del militarismo reaccionario y de sus empresarios Yanquis. Junto a los obreros y campesinos debe mencionar- Se siempre a los sectores democréticos de la pequefia bur- guesia, especialmente a los estudiantes, como factores des- tacados de la lucha contra el militarismo. El Partido se legaliza por su propia accién. La soht- cién pacifica de las luchas armadas, Aunque durante algunos meses pudo decirse razonable- mente que con la caida del déspota no fue derrocada la dictadura militar, que continuaba en pie, después de haber recibido mortal herida, nuestro Partido’ fue consciente de que la correlacién de fuerzas iba siendo cada dia mas favo- rable para la causa de la democratizacion del pais y adapté de inmediato su organizacion y sus métodos de lucha al nuevo proceso democratico en ascenso. A partir del 10 de mayo de 1957, el Partido empezé a Iuchar en toda forma por su legalizacion y sus miembros co- comengaron a adelantar algunas actividades abiertamente, editaron publicaciones legales y entablaron demanda contra el monstruoso decreto 0434 del afio anterior, haciendo frente a la persecucién del Servicio de Inteligencia de la dictadura rojista, que continuaba intacto y que seguia deteniendo a los comunistas por el solo hecho de serlo, Para conqujstar 134 su legalidad, el Partido tuvo también que vencer la menta- lidad clandestina, ya muy arraigada en los cerebros, que se habia formado en ‘diez afios de resistencia subterréena con- tra las dictaduras reaccionarias y terroristas. En las regiones campesinas, especialmente en las que actnaban movimientos armados, el viraje fue mucho més dificil y complejo. La Junta Militar, aplicando la misma politica practicada por Rojas Pinilla a raiz del 13 de junio, suspendi6 todas las operaciones contra las zonas guerrilleras e hizo toda clase de ofertas a sus dirigentes, Pero en esta ocasién ningin des- tacamento campesino armado se present6 ante las autori- dades y, en general, a pesar de las diferentes tendencias en sus filas y de carecer de un comando imico, las guerrillas todas coincidieron en presentar peticiones muy semejantes: restablecimiento de las libertades democraticas y elecciones libres; libertad inmediata de los presos politicos; amnistfa e indulto para los perseguidos; inmediato regreso de las gentes desplazadas a sus tierras. con _roteccién suficiente; lerogacién de los decretos represivos de la dictadura; levan- tamiento del Estado de Sitio; adecuada y pronta Reforma Agraria. Nuestro Partido apoyd las justas peticiones de los gue- rrilleros y les aconsejé nuevamente Ia transformacién de sus destacamentos de combate en organizaciones de autodefensa de masas para defender el trabajo pacifico de los campe- sinos contra la violencia y el bandolerismo de todos orfgenes. La politica de solucién pacifica de las Iuchas armadas en el campo se fue imponiendo a medida que vino una tre- gua efectiva, en que en realidad cesaron las operaciones mi- litares oficiales, Nuestro Partido encabez6 en una serie de regiones la realizacion de la tarea de convertir el movimien- to guerrillero en autodefensa de masas y en nucleos de acti- vistas para la organizacién sindical y politica de importan- tes sectores campesinos. Este proceso se ha realizado en general con buen éxito, aunque la pérfida téctica de utilizar, contra el movimiento ‘agrario, a antiguos guerrilleros fleta’ dos al encmigo en calidad de instrumentos terroristas, ha 135, ocasionado situaciones dificiles y causado la muerte de va- liosos dirigentes comunistas y liberales. El movimiento guerrillero, actualmente desmovilizado en su conjunto, fue una escuela formidable para el pueblo co- Tombiano, cuyas enseflanzas deben ser elaboradas y asimila- das por nuestro Partido. Si el proceso de democratizacion del pais fuera interrumpido por cualquiera forma de dicta- dura reaccionaria y terrorista, el movimiento guerrillero yolverfa a resurgir. Aleccionado por sus grandes experien- clas, no seria entonces un meto factor esponténeo para la defensa elemental del derecho a Ja vida y se convertiria, a no dudario, en factor revolucionario decisivo para la libera- cién de nuestro pueblo. 4-Ei 20 Pleno del Comité Central en ef mes de julio. Reunido en condiciones semilegales, con Ia discrecién que era del caso, este Pleno aprecié correctamente que, si Dien algunos seciores militaristas tratan de reponerse y'de prolongar indefinidamente su dictadura contra la nacién, Ja verdad sustancial es que la correlacion de fuerzas va siendo cada dia mas favorable para la demooratizacién del pais, pues se ha producido un cambio profundo en la. con- ciencia de las masas trabajadoras, que estan recobrando la confianza en sus propias fuerzas, En las jornadas de mayo, las masas laboriosas adguirie- ron la certeza de que pueden luchar con éxito contra sue opresores y verdugos @ condicién de actuar solidariamente, de orientarse por la politica de frente tinico. Indices del ascenso de la lucha de masas —segiin el informe politico del Pleno—, fueron las grandes manifestaciones que recibieron a los dirigentes del frente civil en diferentes ciudades; la manifestacién permanente de protesta del pueblo de Ibapué por el asesinato del periodista Echeverri Cardenas hasta imponer el retiro de los sicarios del Servicio de Inteligencia; las huelgas ocurridas en servicios piblicos de tal importan- cia como Telecomunicaciones, Telégrafos y aviacién comer- cial; la expulsién por la Federacién del Trabajo de Cundi. namiarea de los instrumentos incondicionales de Rojas Pi- nilla y del SIC; la reunién del Congreso Nacional de Estu- diantes, a pesar de la ofensiva del clero y de la prensa con- servadora en la practica apoyada por los dirigentes del fren- 136 te civil y la gran prensa liberal, so pretexto del anticomunis- ‘mo, En los dias posteriores al 10 de mayo se recrudecié la violencia reaccionaria mas salvaje en diversas regiones del Valle, Caldas y Tolima, y cadetes de la escuela militar de ‘una parte y asesinos a sueldo, de los lamados popularmente “pajaros’, de otra, pretendicron intimidar a Ja ciudadania en Bogota y otras ciudades. Entre las provocaciones mas serias figuré el asesinato del antiguo guerrillero de los Lla- nos, Guadalupe Salcedo, por fuerzas oficiales de la capital. El Pleno comprobé que una parte de las Fuerzas Arma- das estaba tomando posicién definida contra la violencia terrorista y tuvo en cuenta que ellas no son un todo homo- géneo reaccionario y proimperialista. En el seno mismo de la oficialidad de Jas Fuerzas Armadas —como siempre lo ha sostenido nuestro Partido— hay sectores democraticos y patriéticos, que después de la cafda de Rojas Pinilla tienen posibilidades crecientes de actuar y de hacer sentir sus opi- niones. Esos sectores pueden desempeitar importante papel contra los que preparan un golpe de Estado y contra las ma- niobras de distintas camarillas antidemocrAticas que tratan de bloguear por todos los medios el camino pacffico y cons- titucional. Todo eso es necesario tenerlo presente en todo momento para NO estimular campaiias contra las Fuerzas Armadas en su conjunto ni levantar consignas extremistas de caracter antimilitar. ‘Los atentados y actos terroristas pudieron ser denuncia- dos ampliamente, haciendo uso de Ia libertad de prensa que Ja burguesia habia conquistado para sus periddicos, y se registraron importantes acciones de masas en protesia cone tra el terrorismo, en lugares como Cartago e Tbagué. El Pleno aconsejé evitar a toda costa caer en el terrorismo individual como respuesta al terror de los sicarios del des- potismo, que serdn aislados y aplastados solamente por me- dio de Ya lucha de masas. En este sentido, el Pleno destacé que, “algunas experiencias recientes del pueblo de Cali en accién contra los "pajaros” constituyeron un ejemplo valioso de lucha dé masas contra los terroristas”. 137 5La reforma constitucional plebiscitaria de diciembre. Después de la caida de Rojas Pinilla, el Partido consi deré que la unica salida demoeratica era la de ELECCIONES LIBRES por medio del sufragio universal, directo y secreto, con participacién de todos los partidos y sectores politicos. La burguesfa, atenta a 1a defensa de sus privilegios y ganancias gigantescas acumuladas bajo la dictadura, pensa- ba ya cn una salida diferente y trabajaba en el sentido de establecer la PARIDAD entre los partidos tradicionales el ejercicio conjunto del poder politico, con exclusién abso- luta de Jas nuevas corrientes. Dicha paridad, presentada al principio como un acuerdo politico normal entre jos jefes de Jos partidos tradicionales, reveld posteriormente sus ver- daderas finalidades, cuando bajo cl gobierno de la junta mi- litar, se le dio el carécter de precepto juridico permanente, a través de una reforma de la Constitticién Nacional por el método novedoso en Colombia, de un plebiscite. Ante la férmula final sometida a Ja consulta plebiscita- ria, nuestro Partido se vio en una situacién muy compleja, porque la reforma constitucional tenia simulténeamente as- pectos positivos v negativos y los hébiles organizadores de la maniobra exigian que se votase SI 0 NO por el conjunto de las reformas propuestas. Después de larga consulta al colectivo del Partido, se adopté la posicién de votar en blan- 0 o por una férmula propagandistica y se consider el caso especial que podria presentarse a los comunistas de determinadas regiones, en’ el sentido de verse obligados a votar afirmativamente o de abstenerse. “Ciega, desesperadamente”, como lo reconocié el sefior Lleras Camargo, el pueblo colombiano aprobé Ia reforma constitucional paritaria ante la alternativa y bajo el chan- taje de que continuase indefinidamente el régimen militar. Desde ese momento, la gran burguesfa establecié, con facha- da democrdtica, un aparato de gobierno fundamentalmente reaccionario para asegurar su hegemonia de clase, aunque hubo de hacer concesiones al pueblo en materia de liber- tades cemocrdticas limitadas, 138 "bre de 1957, entre ellos el muy signi Nuesiro Partido reconocid los aspectos positives de Ta "eforma constitucional aprobada en el plebjscito de diciem- uy Heativo que, anulaba das las disposiciones de la “Constituyente” rojista, devol- Viendole al comunismo su carécter dé partido legal. En de- Glaracién ampliamente difundida, nucsito Partido afirmé que, “aprobada la reforma que desconoce todos los actos de ia Constituyente de Rojas Pinilla, el Partido Comunista Tecobra su cardcter de partido constitucional y legal”. Desde ese dia, apoyandose fundamentalmente en su trabajo de ma- sas y en el ascenso democritico del pais, nuestro Partido empezd a utilizar el nuevo hecho juridico y apelando a la teforma constitucional plebiscitaria, conquist6 importantes victorias contra funcionarios arbitrarios que pretendian coartarlo en el ejercicio de sus derechos. De otro lado, nuestro Partido criticé enérgicamente, en una serie de manifiestos y publicaciones, Ios aspectos nega- tivos de la reforma, como el que dio caracter vitalicio a los miembros de la Corte Suprema y del Consejo de Estado y él que legitims la junta militar de gobierno, de tan arbitra- tio origen. Entonces, como ahora, sefialé especialmente que él sistema paritario crea un monopolio politico exclusivo para las clases dominantes y sus partidos, tradicionales, Privando de ciertos derechos vitales al Partido Comunista '¥ a otros sectores de la opinién publica, El paritarismo, tomo lo previé nuestro Partido, no ha resuelto ningtin pro- blema fundamental de las masas y ha creado en cambio Jas condiciones para futuras crisis politicas de profundidad incalculable. 6-La histérica declaracién de los Partidos Comunfstas del campo Soclalista en 1957. Por esta misma época, con motivo del 40 aniversario de Ja Gran Revolucion Socialista, se reunieron en Mosca repre-

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