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¿QUÉ ES LA CUARESMA?

La Cuaresma es el tiempo litúrgico de conversión, que marca la Iglesia para prepararnos a la gran fiesta de
la Pascua. Es tiempo para arrepentirnos de nuestros pecados y de cambiar algo de nosotros para ser
mejores y poder vivir más cerca de Cristo.

La Cuaresma dura 40 días; comienza el Miércoles de Ceniza y termina antes de la Misa de la Cena del
Señor del Jueves Santo. A lo largo de este tiempo, sobre todo en la liturgia del domingo, hacemos un
esfuerzo por recuperar el ritmo y estilo de verdaderos creyentes que debemos vivir como hijos de Dios.

El color litúrgico de este tiempo es el morado que significa luto y penitencia. Es un tiempo de reflexión, de
penitencia, de conversión espiritual; tiempo de preparación al misterio pascual.
TIEMPO PASCUAL: El tiempo pascual o tiempo de Pascua1 es un periodo del año litúrgico, comprendido
por los cincuenta días entre el domingo de Pascua de la Resurrección de Jesús hasta el domingo de
Pentecostés. El color litúrgico de estos días es el blanco.
LA NATURALEZA DEL HOMBRE Y EL LLAMADO A LA SANTIDAD

SUPERIOR AL UNIVERSO ENTERO: Por importante que se lo que nos rodea, nada lo es tanto como la
persona. El ser humano es muy superior a cualquier animal o vegetal. Hay animales más fuertes y más
veloces, pero ninguno es comparable a lo que es el hombre o mujer. El Concilio Vaticano II lo resume así:
“No se equivoca el hombre al afirmar su superioridad sobre el universo material. Por su interioridad es
superior al universo entero”.

DOTADO DE INTELIGENCIA: El ser humano es capaz de pensar, de comunicarse, de inventar.


Crea arte, levanta monumentos, fabrica sofisticados instrumentos tecnológicos. En el desarrollo de su
capacidad mental el hombre ha domesticado parte de la naturaleza y ha multiplicado su potencia creando
nuevas fuentes de energía, viajando por el espacio, sondeándolas entrañas de la tierra. Pero, además, el
ser humano es capaz de reflexionar sobre sí mismo, sobre su vida y sus actos. Busca las causas de lo que
le acontece y analiza sus consecuencias. Así ha logrado entender lo que sucede fuera y dentro de sí.LA
SANTIDAD “¿Qué es la santidad? Es precisamente la alegría de hacer la voluntad de Dios. El hombre
experimenta esta alegría por medio de una constante acción profunda sobre sí mismo, por medio dela
fidelidad a la ley divina, a los mandamientos del Evangelio. E incluso con renuncias”. (Juan Pablo II,
Homilía, 18.1.1981).La esencia de la santidad está en la caridad o amor de Dios y al prójimo por Dios. A
estos dos amores redujo Jesús la ley y los profetas, y los inculcó como máximos mandamientos. (cf Lc 10,
25-28)

TODOS LOS FIELES SON LLAMADOS A LA SANTIDAD: Todos son llamados a la santidad: “Sed
perfectos como vuestro Padre Celestial es perfecto” (Mt 5, 48). Y San Pablo dice a los tesalonicenses: “Esta
es la voluntad de Dios, vuestra santificación” (1 Ts 4, 3). La santidad es vida de gracia, opuesta al pecado.
La “llamada universal a la santidad” no es una sugerencia, sino un mandato de Jesucristo: “Tienes
obligación de santificarte. – Tú también. - ¿Quién piensa que ésta es labor exclusiva de sacerdotes y
religiosos? A todos, sin excepción, dijo el Señor: Sed perfectos, como mi Padre celestial es perfecto”
(Camino, n 39). “Todos los fieles, de cualquier estado o régimen de vida, son llamados a la plenitud de
vida cristiana y a la perfección de la caridad” (LG 40)
PACTO DE MOISES
En resumen, entonces, las cinco promesas divinas del pacto Mosaico, que vuelven a confirmar el
pacto con Abraham son:

1. Que Israel será la posesión especial de Dios.


2. Israel será un reino de sacerdotes para Dios.
3. Israel será una nación santa.
4. Dios luchará por Israel y vencerá a todos sus enemigos
5. Dios tratará a Israel con clemencia,y misericordia y perdonará sus pecados.

Estas son las promesas divinas del pacto. Pero, todas ellas dependen de que el pueblo cumpla ciertas
condiciones, como dice Éxodo 19:5: "Si en verdad escucháis mi voz y guardáis mi pacto, seréis . . . ", para
que experimenten todas estas gracias divinas.

Por lo tanto, hay al menos tres razones para llegar a la conclusión de que la condición básica requerida de
Israel es la fe.

1. Primero, porque el pacto es renovado sobre la base de la gracia y ofrece perdón misericordioso de los
pecados (Éxodo 34:6-7). El perdón solo se puede recibir por la fe.
2. Segundo, Dios promete misericordia a todos los que lo aman (Éxodo 20:6). Pero, amar a Dios es lo opuesto
de tratar de ganar salarios de un empleador celestial. Amar a Dios debe incluir deleitarse en su confianza
como alguien que "los lleva sobre las alas de águilas (fuera de Egipto) y los conduce hacia Él" (Éxodo 19:4).
3. Tercero, numerosos pasajes del Antiguo y Nuevo Testamento dicen que el origen de la desobediencia de
Israel fue el fracaso en confiar en Dios. Por consiguiente, la obediencia que se requiere en el pacto Mosaico
es la obediencia que proviene de la fe.

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