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Uvaldo Buttafava
(Organización para la Construcción del Partido Comunista del Proletariado de Italia)
Pasaremos por alto en este estudio el análisis del Jruschevismo llevado a cabo por
los elementos burgueses y reaccionarios, así como el análisis realizado en los
decenios siguientes a Jruschev por los pequeñoburgueses agrícolas y urbanos
'revolucionarios' --todos ellos enemigos del progreso social y de la ideología del
proletariado, y acérrimos detractores de las luchas heroicas de la clase trabajadora,
luchas que eventualmente conducirán al comunismo. No intentaremos una
reconstrucción histórica del Jruschevismo ni una negación detallada de sus teorías,
puestas en práctica más adelante de manera patética por Gorbachov, teorías y
prácticas que llevaron a la conclusión de que el comunismo es una utopía.
Desde su mismo origen, el Partido Socialdemócrata Obrero Ruso contó con una
facción (los mencheviques) que sostuvo que sólo podría existir una fase socialista
en Rusia después de que el capitalismo se hubiera desarrollado plenamente. ¿Qué
era esto sino un intento de la burguesía para afianzar su poder? Esta teoría era
defendida por Bogdanov, Trotsky y Bujarin, y fue la base de las políticas
económicas de Yaroshenko y Jruschev y de sus seguidores. Naturalmente, cada uno
de ellos tenía motivaciones políticas diferentes, pero todos estaban convencidos de
ser marxistas, aunque la historia se encargara posteriormente de desmentirles.
¿Qué se hallaba en la raíz de sus desviaciones? Su base teórica. Habían abrazado
aparentemente la ideología comunista, pero eran 'portadores' de la ideología de la
vieja era de la explotación.
La historia nos enseña que la revolución proletaria resulta victoriosa cuando la clase
trabajadora afirma su hegemonía en el frente teórico, y en cambio pierde su poder
cuando pierde su hegemonía teórica en el Partido. Véase la diferencia entre Lenin y
Stalin, por un lado, y los Jruschevistas, por el otro: la revolución coincide con un
período de alta tensión teórica que genera sus propios teóricos, sus líderes. No fue
una coincidencia que la pequeña burguesía y los enemigos de clase centrasen sus
ataques en estos líderes.
Como veremos más adelante, la crítica del 'culto a la personalidad' de Stalin tenía
como objetivo un ataque directo contra su teoría del socialismo. Es interesante
preguntarnos por qué la burguesía defiende con fuerza su postura en lo que
concierne a la teoría: su concepción del mundo, la sociedad, el pensamiento y la
filosofía. La respuesta es que la burguesía es muy consciente de que la pérdida de
su primacía teórica conduciría a su derrumbe final. Es consciente de que la
metafísica y el idealismo le proporcionan formas de pensamiento, leyes y
definiciones que cuando se aplican a la política y la economía pueden impedir la
revolución y conducir realmente a una restauración del capitalismo en los
regímenes socialistas. La historia de las clases en declive muestra cómo éstas
defienden con uñas y dientes sus ideales.
Una amarga lucha teórica se halla implicada en el principio del carácter agudo de la
lucha de clases bajo el socialismo. La oposición cobra fuerza y las teorías son
ocultadas y manipuladas. J. Stalin fue tan lejos como para declarar durante la SGM:
“Sé que tras mi muerte habrá muchos retrocesos, pero el viento de la Historia los
barrerá tarde o temprano sin misericordia. Yo no creo, sin embargo, que esto vaya
a suceder pronto: es muy probable que, en un futuro cercano, fervientes anti-
comunistas se hagan con el poder en este país”. (Molotov, Memorias).
Pero debemos preguntarnos cuál era el objetivo del artículo: ¿era poner fin al culto
de la burocracia que se ocultaba tras la figura de Stalin, o era otro? ¡Naturalmente,
era otro! El artículo continúa diciendo:
¡Aquí está la esencia de las críticas a Stalin! Cientos de otros artículos en la misma
línea concluyen con el Informe secreto de Jruschov al XX Congreso, dirigido contra
Stalin. La traición al socialismo y al Marxismo-Leninismo tuvo lugar con la adopción
de las teorías del estado y del partido de todo el pueblo, así como de la transición
pacífica al socialismo.
“No es cierto... que la producción, i.e., las relaciones económicas pierdan su rol
independiente bajo el socialismo. El marxismo considera la producción social como
un todo integral que presenta dos aspectos inseparables: las fuerzas productivas de
la sociedad... y las relaciones de producción...” (J. Stalin, Problemas Económicos
del Socialismo en la USSR, Peking, 1976, p.64.)
“...Sería una ceguera imperdonable no ver, al mismo tiempo, que estos factores ya
están empezando a lastrar el poderoso desarrollo de nuestras fuerzas
productivas...” (Ibid., p. 70).
Stalin era muy consciente de que los enemigos de clase eran activos en la
manipulación de la superestructura. Claramente señaló la continuidad de
pensamiento entre Bogdanov, Bujarin y Yaroshenko.
Es por estos motivos que a los comunistas se nos culpa del fracaso: fuimos
incapaces de hacer un análisis adecuado de lo que estaba ocurriendo, y no pudimos
responder a la acusación de que el socialismo en un país era imposible ni de que el
derrumbe final era debido al modelo estalinista. Por esta razón, se afirma que la
teoría no fue capaz de resistir a las presiones del imperialismo.
Jruschev utilizó el ataque y la calumnia contra Stalin para impedir el retorno a sus
teorías -- los críticos actuales de Stalin se sirven de la crítica de Jruschev para
atacar directamente al Marxismo-Leninismo. Verdaderamente, aquí nos hallamos
con una dificultad para llevar a cabo una aplicación rigurosa del materialismo
histórico y dialéctico. A este respecto, las memorias de L. Kaganovich y V. Molotov
resultan particularmente interesantes. Cuatro decenios de revisionismo han creado
graves confusiones y retrasos en el desarrollo de la teoría económica y filosófica,
que han conducido a nuestra derrota.
Los límites objetivos de una revolución (v.g., la presencia de una masa considerable
de pequeños propietarios agrícolas, una pequeña burguesía urbana, la ideología de
la superioridad del trabajo mental sobre el trabajo físico, la ideología de la
explotación heredada de las sociedades anteriores, y la actividad feroz de la
contrarrevolución) constituyen serios obstáculos en el camino hacia el socialismo y
el comunismo. El factor decisivo es la presencia de un Partido que sea capaz de
conducir a la clase trabajadora a través de un terreno inexplorado hacia la
revolución; un Partido que sea capaz no sólo de derribar las relaciones de
propiedad burguesas, sino también de superar el vasto bagaje teórico de la
ideología burguesa. El potencial de regeneración de la burguesía sigue existiendo
en la sociedad socialista, y es por esta razón que Stalin siempre enfatizó la
importancia de la lucha de clases como componente fundamental en la lucha por el
socialismo --en el frente económico e ideológico. La contrarrevolución comenzó
desde arriba con la continuación del punto de vista de Bogdanov y Bujarin en la
teoría, la ideología y la política. La nueva burguesía se hizo con el control de la base
económica gracias a la política de planificación y gestión de los medios de
producción y distribución llevada a cabo por Jruschev.
Y de este modo la burguesía reconquistó el poder. Esto fue lo que dijo Bujarin
durante su juicio:
La conclusión es que una serie de causas objetivas hacen que el revisionismo sea
posible en una sociedad socialista, siendo la presencia de factores subjetivos lo que
convierte esta posibilidad en realidad.
Los factores subjetivos están determinados por la capacidad del partido y de sus
dirigentes para identificar las desviaciones revisionistas y reaccionar ante ellas --en
otras palabras, por su habilidad para detentar la primacía ideológica.
Todas las experiencias revolucionarias del siglo XX se han caracterizado por una
mayor o menor presencia de la ideología pequeñoburguesa como contrapunto al
leninismo. El caso mas reciente es el de la ideología burguesa que ha precipitado
finalmente el derrumbe de la URSS.
Sus teorías fueron transmitidas por otros y alcanzaron su efecto máximo con
Jruschev. Jruschev sería acusado por sus camaradas y conciudadanos de ser el
exclusivo responsable del caos económico y político que acabaría sepultando a la
URSS.
Como había señalado Stalin, los partidarios de Bujarin no sólo negaban las leyes de
una economía socialista, sino que al hacerlo aceptaban categorías y teorías
económicas burguesas, mientras al mismo tiempo afirmaban que éstas darían paso
gradualmente a nuevas leyes económicas socialistas y, en consecuencia, al
comunismo.
¡Este es el problema real! De esta base deriva sus ideas el Jruschevismo. Las
tácticas burguesas eran sencillas: esconderse tras la máscara de etéreos ideales de
ultra-izquierda y de este modo no ser identificados como oportunistas burgueses,
para poder actuar libremente dentro del partido.
El amplio debate que tuvo lugar en la URSS antes y después del XIX Congreso del
Partido Soviético se centró en la obra de Stalin Problemas Económicos del
Socialismo en la URSS. La ofensiva leninista cubrió todos los frentes: filosofía,
economía política, ley, historia etc., pero desde el comienzo la vitalidad de la
ideología burguesa fue evidente. La muerte de Stalin y la debilidad en la jefatura
del partido llevaron a la emergencia de los principales defectos de la revolución
bolchevique. Treinta y cinco años de conflicto externo e interno y los esfuerzos
sobrehumanos para crear la base material y cultural del socialismo, a través de la
lucha política, no consiguieron que el Marxismo-Leninismo tuviera un arraigo firme
y suficiente. En el momento crucial --en el que el empujón final hacia comunismo
era una posibilidad--, la burguesía lanzó otra ofensiva, como Stalin había
pronosticado.
“Las nuevas relaciones productivas son los factores decisivos para el ulterior
desarrollo de las fuerzas productivas. Éste es uno de los elementos principales del
materialismo dialéctico marxista” (Stalin).
“En Marx no hay un intento de crear utopías para adivinar lo que es imposible de
comprender”. (Lenin - Obras, vol. 25.)
La esencia de la ofensiva burguesa se apoya en la teoría del valor --es aquí donde
las leyes burguesas encuentran su base. El valor es el principio cardinal de la
producción de mercancías: al situarlo en el centro de la política económica, el
estado soviético dio un paso atrás en el progreso hacia el comunismo.
En conclusión, ¿qué queda ahora de las ideas de Stalin en un eventual regreso del
comunismo a la URSS?
El partido debe crear una relación nueva entre el trabajo y las masas, dado que el
Socialismo se desarrolla directamente a partir del capitalismo (Lenin); el partido
debe trabajar en pro de la eliminación de las clases y del contraste entre el trabajo
intelectual y el manual.
Stalin señala tres condiciones para que el comunismo pueda alcanzarse: (1) un
crecimiento ininterrumpido de la producción, especialmente de los medios de
producción; (2) el reemplazo gradual del intercambio de mercancías por el
intercambio de productos; (3) el pleno desarrollo físico y mental de cada miembro
de la sociedad --lo que se logra reduciendo el tiempo de trabajo, e introduciendo la
libertad de elección en lo que al trabajo respecta.