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A) CARACTERISTICAS GENERALES
Antes de celebrar el matrimonio los futuros cónyuges pueden hacer convenciones, cuyos únicos objetos
pueden ser los siguientes:
a) Designación y avalúo de bienes que cada uno lleva al matrimonio.
b) Enunciación de deudas: Es novedoso, los cónyuges dejan asentado que tienen una deuda
propia (contraída antes del matrimonio). Si durante la comunidad se resuelve esa deuda con bienes
gananciales surgirá un derecho de recompensa a favor de la comunidad.
c) Dejar asentadas las donaciones que se hagan entre ellos.
d) La opción que hagan por alguno de los regímenes patrimoniales previsto en éste Código.
La convención debe hacerse por escritura pública, solo producirán efectos desde la celebración del
matrimonio y en tanto no sea anulado. Puede modificarse antes del matrimonio.
Para poder optar por uno de los dos regímenes debe anotarse marginalmente en el acta de matrimonio.
Celebrada las nupcias, puede modificarse el régimen por convención de los cónyuges. Debe haber
transcurrido un año del régimen anterior sea patrimonial, convencional o legal. Para que el cambio de régimen
produzca efectos respecto de terceros también debe anotarse marginalmente en el acta de matrimonio. Los
acreedores anteriores al cambio de régimen que sufran perjuicio pueden hacerlo declarar inoponible por el
término de un año.
Las donaciones hechas en las convenciones matrimoniales se rigen por las disposiciones relativas al
contrato de donación. Las donaciones que hagan los terceros a uno de los novios o a ambos, o que haga uno
de ellos al otro en consideración a un matrimonio futuro lleva implícita la condición de que el matrimonio se
celebre. La oferta de donaciones hecha a los novios queda sin efecto, si el matrimonio no se celebra en el plazo
de un año.
Estas disposiciones comunes son normas de orden público, imperativas e inderogables, tutelan el interés
familiar y de los terceros, encuentran fundamento en el principio de solidaridad familiar.
A- DEBER DE CONTRIBUCION: Los cónyuges deben contribuir a su propio sostenimiento, el del
hogar y el de los hijos comunes en proporción a sus recursos (esto se extiende a las necesidades de
los hijos menores de edad, con capacidad restringida, o con discapacidad de uno de los cónyuges
que vive con ellos). El trabajo en el hogar es computable cono contribución a las cargas.
B- ACTOS QUE REQUIEREN ASENTIMIENTO: Ninguno de los cónyuges puede sin el
asentimiento del otro, disponer de derechos sobre la vivienda familiar ni de los muebles
indispensables de esta, ni transportarlos fuera de ella. El que no ha dado su asentimiento puede
demandar la nulidad del acto o la restitución de muebles dentro del plazo de caducidad de seis
meses, no más allá de la extinción del régimen matrimonial.
La vivienda familiar no puede ser ejecutada por deudas contraídas después de la celebración del
matrimonio, salvo que hayan sido adquiridas conjuntamente por los cónyuges o por uno de ellos con
asentimiento del otro. Un cónyuge puede ser autorizado judicialmente a otorgar un acto que requiera el
asentimiento del otro, si éste está ausente, es incapaz, está transitoriamente impedido de expresar su
voluntad o si su negativa no está justificada por el interés de la familia. Ese acto es oponible al cónyuge que
no asintió, pero de él no deriva ninguna obligación al respecto. Uno de los cónyuges puede dar poder al otro
para representarlo en el ejercicio de las facultades, pero no para darse a sí mismo asentimiento.
C -RESPONSABILIDAD SOLIDARIA: Los cónyuges responden solidariamente por las obligaciones
contraídas por uno de ellos para solventar las necesidades ordinarias del hogar o el sostenimiento y educación
de los hijos. Fuera del régimen matrimonial ninguno de los cónyuges responde por el otro.
A falta de opción hecha en la convención matrimonial, los cónyuges quedan sometidos desde la
celebración del matrimonio al régimen de comunidad de ganancias.
Se presume, excepto prueba en contra, que son gananciales todos los bienes existentes al momento de
la extinción de la comunidad. Respecto de terceros, no es suficiente prueba del carácter propio, la confesión
de los cónyuges. Para que sea oponible a terceros ese carácter, en el acto de adquisición debe hacerse contar
esa circunstancia determinándose su origen. Si no la puede obtener o se le niega esta, el adquirente puede
requerir una declaración judicial del carácter propio del bien.
Cada uno de los cónyuges responde frente a sus acreedores con todos sus bienes propios y los
gananciales por él adquiridos. Por los gastos de conservación y reparación de los bienes gananciales responde
también el cónyuge que no contrajo la deuda, pero solo con sus bienes gananciales. El cónyuge cuya deuda
personal fue solventada con fondos gananciales, debe recompensa a la comunidad; y ésta debe recompensa al
cónyuge que solventó con fondos propios deudas de la comunidad.
4) Sección cuatro: “Gestión de los bienes de la comunidad”
Cada uno de los cónyuges tiene la libre administración y disposición de los bienes propios. Respecto
de los gananciales si bien corresponden al cónyuge que los ha adquirido, requieren asentimiento del otro para
enajenar o grabar (esto se funda en que el cónyuge no titular tiene una facultad de control o un derecho en
expectativa.
Si los bienes gananciales se adquirieron conjuntamente por los cónyuges la administración
corresponde a ambos en conjunto, si no hay acuerdo se requiere autorización judicial. Se reputa que
pertenecen a los dos cónyuges por mitades indivisas los bienes sobre los cuales ninguno de ellos puede
justificar propiedad exclusiva. Si uno de los cónyuges administra los bienes del otro sin mandato expreso, se
aplican las normas del mandato o de la gestión de negocios.
5) Sección cinco: “Extinción de la comunidad”
Si la indivisión postcomunitaria se produce por muerte se aplican las reglas de la indivisión hereditaria y si se
extingue en vida de ambos cónyuges, se aplican las reglas que estos acuerden, y si no lo hicieren, las de la comunidad.
Art 482 reglas de administración: Durante la indivisión, cada uno de los copartícipes tiene la obligación de
informar al otro, con antelación razonable, su intención de otorgar actos que excedan de la administración ordinaria de
los bienes indivisos, para darle oportunidad a su ex cónyuge que se oponga al mismo cuando el acto vulnere sus
derechos.
Extinguida la comunidad se procede a su liquidación. A tal fin, se establece la cuenta de las recompensas que la
comunidad debe a cada cónyuge y la que cada uno debe a la comunidad. Si a estas obligaciones las soportó uno de los
cónyuges sacrificando bienes propios surge derecho de recompensa de la comunidad hacia este, y de éste hacia la
comunidad si se benefició de bienes en detrimento de los bienes de la comunidad. La prueba del derecho a recompensa
incumbe a quien la invoca y puede ser hecha por cualquier medio de prueba. Efectuado el balance de las recompensas
adeudadas por cada uno de los cónyuges a la comunidad y por ésta a aquel, el saldo a favor de la comunidad debe
colacionarse a la masa común, y el saldo en favor del cónyuge le debe ser atribuido a éste sobre la masa común.
Sin perjuicio de la partición por mitades, hay bienes que integran la masa común que guarden una íntima
relación con alguno de los cónyuges. La novedad es la atribución preferencial en virtud de la cual uno de los cónyuges
puede solicitar la atribución preferencial de los bienes amparados por la propiedad intelectual o artística, relacionados
con su actividad profesional, del establecimiento comercial, industrial o agropecuario, que constituya una unidad
económica, y de la vivienda por el ocupada al tiempo de la extinción de la comunidad, aunque excedan de su parte en
ésta, con cargo de pagar en dinero la diferencia al otro cónyuge o a sus herederos.
CAPITULO TRES: SEPARACIÓN DE BIENES.
Cada cónyuge es único propietario de los bienes que adquiere a título gratuito u oneroso y por la causa que
fuere.
Cada uno de ellos tiene la libre administración y disposición de sus bienes con excepción del caso en que se
requiere el asentimiento del cónyuge del propietario para disponer de la vivienda familiar y de los muebles que en ellas
resulten indispensables, y también para transportar esos muebles fuera de la vivienda de la familia. De Cada cónyuge
adquiere por y para sí, y responde individualmente por deudas que contrae y los bienes del otro no quedan afectados
por esa responsabilidad.
Puede demostrarse la propiedad exclusiva de un bien por todos los medios de prueba. Los bienes cuya
propiedad exclusiva no puede demostrarse se entiende que pertenecen a ambos cónyuges por mitades.
Cesa la separación de bienes por la disolución del matrimonio y modificación del régimen convenido entre los
cónyuges.
Divorcio. Clases de divorcio: unilateral o bilateral. Naturaleza. Condiciones y procedimientos. Los
convenios que se pueden acompañar. Homologación. (2 PROGRAMA ACTUALIZACION)
Se pasa de un divorcio causado (culpable y objetivo) a uno incausado, en que los cónyuges no tienen que
esgrimir las razones por las que no pretenden continuar unidos en matrimonio. Se disponen dos vías para peticionar el
divorcio:
Divorcio unilateral: Si un cónyuge no desea mantener el proyecto en común, se le debe permitir solicitar el
divorcio, ese cónyuge debe presentar su propuesta o convenio regulador corriendo traslado al otro para que elabore y
presente la suya. El cónyuge no peticionante, puede optar por:
a) Estar de acuerdo con todas las cuestiones propuestas: El juez dicta sentencia y va a
homologar el acuerdo al que arriban los cónyuges por esas coincidencias.
b) Estar de acuerdo solo con algunas cuestiones: El juez dicta sentencia y homologa los efectos
coincidentes, fija una audiencia conciliadora para llegar a un acuerdo sobre las demás cuestiones, si se llega a
un acuerdo se actúa como en el primer caso.
c) Estar en desacuerdo con todo lo propuesto: El juez dicta una sentencia porque no puede
retrasar la declaración judicial de la ruptura matrimonial, convoca a una audiencia buscando que los ex
cónyuges lleguen a un acuerdo total o parcial, evitando la mayor cantidad de conflictos. Si se llega a un acuerdo
parcial, el juez disuelve el vínculo y por lo no acordado por vía incidental va a intervenir el juez local.
Divorcio bilateral: Si la petición es conjunta se tiene en cuenta el convenio regulador. Son los ex cónyuges
los más adecuados para regular los efectos que se derivan de su divorcio. Se otorga a los jueces el deber de controlar o
verificar los convenios reguladores, que no perjudiquen los intereses del grupo familiar. Es importante tener en cuenta
dos ítems:
a) Naturaleza jurídica: Acción de carácter personal, solo quienes forman el matrimonio están legitimados
para iniciarlo. El juez no puede disponer de oficio su iniciación sino que las partes cuentan con homologación para
ello. Es un régimen objetivo de remedio e incausado. No deben esgrimirse las razones por las que no pretenden
seguir unidos en matrimonio.
b) Convenios que pueden acompañarse y su homologación:
* Atribución de la vivienda familiar: El juez lo determina en base a ciertas pautas (la persona a quien
se atribuye el cuidado de los hijos, estado de salud y edad de los cónyuges, cuál de ellos está en situación más
desventajosa). La pide el interesado, pudiendo el juez, disponer renta compensatoria por el inmueble a favor
del cónyuge a quien no se atribuye la vivienda. El inmueble no puede ser enajenado sin el acuerdo expreso de
ambos. El cese a la atribución a la vivienda se da por cumplirse el plazo fijado, por cambio de circunstancias,
por causa de indignidad.
* Bienes y compensaciones: Pueden proponer como liquidar comunidad de gananciales sí
estuvieron casados bajo este régimen, y prever las compensaciones derivadas de la comunidad. Pueden
anticipar al juez que resolvieron la comunidad extrajudicialmente.
* Ejercicio de responsabilidad parental y prestación alimentaria: Los ex cónyuges pueden determinar
cuál de ellos, continúa con el cuidado personal de los hijos menores. Los cónyuges divorciados pueden acordar
sobre la guarda y el derecho de visita de los hijos, régimen de alimentos para ellos, y para los hijos menores e
incapaces o con capacidad restringida.
* Naturaleza alimentaria a favor de los ex cónyuges: Se convienen por acuerdo de cónyuges los
alimentos a favor de uno de ellos, surge el deber de asistencia subsistente por vínculo que, aunque disuelto,
mantiene componentes de solidaridad familiar. El cese de obligación alimentaria se da al desaparecer la causa
que la motivó, si la persona beneficiada contrae matrimonio o vive en unión convivencial, si el alimentado
incurre en causales de indignidad.
La homologación dará carácter ejecutorio al convenio. Las cuestiones que constituyan la materia de dicho
convenio son revisables en lo sucesivo, no obstante, su homologación, si se alterasen o variasen las circunstancias que
fueron tenidas en vista a la hora de su celebración.
6: compensación económica art 441; el cónyuge a quien el divorcio produce un desequilibrio manifiesto
que signifique un empeoramiento de su situación y que tiene por causa adecuada el vínculo matrimonial
y su ruptura, tiene DERECHO A UNA COMPENSACION.
El cónyuge obligado podrá compensar económicamente al otro de diferentes maneras:
A) Prestación única; o
B) Renta por tiempo determinado; o
C) Renta por tiempo indeterminado- solo excepcionalmente.
Puede darse en dinero, con el usufructo de determinados bienes o de cualquier otro modo que los
cónyuges acuerden, o que el juez decida.
Los sujetos legitimados para pedir el divorcio y la nulidad del matrimonio son uno o ambos cónyuges. Se
establece una doble vía para peticionar el divorcio: unilateral o bilateral. En cualquier momento a petición de uno u
ambos cónyuges, se puede solicitar el divorcio. Así como se necesita voluntad coincidente de dos personas para contraer
matrimonio, también se necesita esa dupla para el mantenimiento de la unión, por lo tanto, si uno de ellos no desea
seguir manteniendo el vínculo matrimonial, la ley le permite iniciar el divorcio.
Es competente el juez del último domicilio conyugal o el del demandado a elección del actor, el de
cualquiera de los cónyuges si la presentación es conjunta.
Por ejemplo, Juan y Mario se casaron en Francia (es competente el juez del último domicilio conyugal: Francia),
el del demandado a elección del actor (Juan quiere divorciarse de Mario que ahora vive en Argentina, serán competentes
los jueces argentinos), o el de cualquiera de ellos si la presentación es conjunta (Juan vive en Francia, Mario vive en
Argentina, si la presentación es conjunta son competentes, los jueces franceses o argentinos).
A) Concepto y caracteres.
Son relaciones afectivas de carácter singular, público, notorio, estable y permanente de dos personas de igual o
distinto sexo que conviven y comparten un proyecto de vida en común. Gozan de los siguientes caracteres:
Singular: No puede haber más de una unión, ni estar unidos simultáneamente en uniones
convivenciales y en matrimonio.
Público y notorio: Buscan ser reconocidas por la comunidad.
Estable y permanente: Deben prolongarse en el tiempo para tener efectos legales.
E) Cese de la convivencia.
Se disponen las siguientes causas de cese de la convivencia:
Por muerte de uno de los convivientes: El régimen vigente no prevé derecho sucesorio a favor
del conviviente supérstite.
Por sentencia de ausencia con presunción de fallecimiento.
Por matrimonio: Cesa si los convivientes contraen matrimonio entre sí.
Por mutuo acuerdo: Por voluntad de ambos o de uno de ellos notificada al otro.
Por el cese de la convivencia mantenida.
En la legislación proyectada, previo a todo, hay un procedimiento administrativo de adoptabilidad (art. 607), luego
un juicio de declaración de adoptabilidad (608 a 610), en tercer lugar, hay un proceso de guarda judicial preadoptiva
(capitulo 3 “Guarda con fines de adopción”, arts. 611 a 614) y en cuarto lugar se lleva a cabo el juicio de adopción
(capítulo 4, “Juicio de adopción”, arts. 615 a 618).
Puede ocurrir que no hayan existido medidas excepcionales, en este caso la regla que fija la
competencia es la establecida en el artículo 716, que especialmente dice que: “En los procesos referidos a
responsabilidad parental, guarda, cuidado, régimen de comunicación, alimentos, adopción y otros que
deciden en forma principal o que modifican lo resuelto en otra jurisdicción del territorio nacional sobre
derechos de niños, niñas y adolescentes, es competente el juez del lugar donde la persona menor de edad
tiene su centro de vida.”
ARTICULO 599.- Personas que pueden ser adoptantes. El niño, niña o adolescente puede ser
adoptado por un matrimonio, por ambos integrantes de una unión convivencial o por una única persona.
Todo adoptante debe ser por lo menos dieciséis años mayor que el adoptado, excepto cuando el cónyuge o
conviviente adopta al hijo del otro cónyuge o conviviente.
En caso de muerte del o de los adoptantes u otra causa de extinción de la adopción, se puede otorgar una nueva
adopción sobre la persona menor de edad.
ARTICULO 600.- Plazo de residencia en el país e inscripción. Puede adoptar la persona que:
a) resida permanentemente en el país por un período mínimo de cinco años anterior a la petición de la guarda
con fines de adopción; este plazo no se exige a las personas de nacionalidad argentina o naturalizadas en el país;
b) se encuentre inscripta en el registro de adoptantes.
ARTICULO 603.- Adopción unipersonal por parte de personas casadas o en unión convivencial. La adopción
por personas casadas o en unión convivencial puede ser unipersonal si:
a) el cónyuge o conviviente ha sido declarado persona incapaz o de capacidad restringida, y la sentencia le
impide prestar consentimiento válido para este acto.
En este caso debe oírse al Ministerio Público y al curador o apoyo y, si es el pretenso adoptante, se debe designar
un curador o apoyo ad litem;
b) los cónyuges están separados de hecho.
ARTICULO 604.- Adopción conjunta de personas divorciadas o cesada la unión convivencial. Las personas
que durante el matrimonio o la unión convivencial mantuvieron estado de madre o padre con una persona menor de
edad, pueden adoptarla conjuntamente aún después del divorcio o cesada la unión. El juez debe valorar especialmente
la incidencia de la ruptura al ponderar el interés superior del niño.
ARTICULO 605.- Adopción conjunta y fallecimiento de uno de los guardadores. Cuando la guarda con fines
de adopción del niño, niña o adolescente se hubiese otorgado durante el matrimonio o unión convivencial y el período
legal se completa después del fallecimiento de uno de los cónyuges o convivientes, el juez puede otorgar la adopción al
sobreviviente y generar vínculos jurídicos de filiación con ambos integrantes de la pareja.
En este caso, el adoptado lleva el apellido del adoptante, excepto que fundado en el derecho a la identidad se
peticione agregar o anteponer el apellido de origen o el apellido del guardador fallecido.
ARTICULO 606.- Adopción por tutor. El tutor sólo puede adoptar a su pupilo una vez extinguidas las
obligaciones emergentes de la tutela.
Responsabilidad Parental y derecho de visita (plan de parentalidad) (9 al 13 programa
actualización) art 638- 670
A) Responsabilidad Parental. (Art 638) concepto: “Es el conjunto de deberes y derechos que
corresponden a progenitores sobre la persona y bienes del hijo, para su protección, desarrollo y
formación integral mientras sea menor de edad y no esté emancipado”.
Respecto de la titularidad deben darse estas reglas: TITULARIDAD Y EJERCICIO DE LA
RESPONSABILIDAD PARENTAL (art 641)
a) Si conviven el ejercicio corresponde a ambos, se presume que los actos realizados por
unos cuentan con el asentimiento del otro.
b) Si conviven o medió divorcio, el ejercicio sigue correspondiendo a ambos, pero por voluntad de ellos o
decisión judicial se atribuye a uno de ellos, o establecen distintas modalidades.
c) En caso de muerte, ausencia con presunción de fallecimiento, privación y suspensión
del ejercicio, este corresponde al otro progenitor.
d) En caso de hijo extramatrimonial con un vínculo filial, la responsabilidad corresponde al único
progenitor. Si el hijo extramatrimonial ostenta dos vínculos filiales, pero uno de ellos se estableció judicialmente,
el ejercicio corresponde al progenitor que lo reconoció voluntariamente.
e) Si hay desacuerdo entre los progenitores puede acudirse al juez competente, quien
debe resolver por el procedimiento más breve previsto en la ley local. (art 642- desacuerdo)
f) Pueden los progenitores en casos fundados delegar el ejercicio de la responsabilidad parental en un
pariente, mediando homologación judicial previa audiencia con el hijo. El ejercicio por el pariente tiene una
duración de un año, pero puede renovarlo por otro plazo igual. (art 643 – delegación del ejercicio)
g) Los progenitores adolescentes (mayores de 13 años), ejercen responsabilidad parental de sus hijos
pudiendo realizar las tareas necesarias para su cuidado, educación y salud estén o no casados. Si están casados, el
matrimonio emancipa a los menores y gozan de plena capacidad. La actuación de progenitores adolescentes es
controlada por quien ejerce la responsabilidad parental respecto de aquellos, puesto que puede oponerse a la realización
de actos que sean perjudiciales para el niño o intervenir cuando el progenitor omite realizar las acciones necesarias para
su desarrollo. (art 644 – progenitores adolescentes)
h) Si el hijo tiene doble vínculo filial requiere consentimiento expreso de ambos padres para contraer
matrimonio (si tiene entre 16 y 18 años no requieren dispensa judicial si son autorizados por sus progenitores), para
ingresar a comunidades religiosas, fuerzas armadas o de seguridad, para salir de la República o cambiar la residencia
permanente en el extranjero, para estar en juicio en casos en que no puede actuar por sí. No precisa autorización
previa de sus progenitores para estar en juicio, cuando sea acusado criminalmente, ni para reconocer hijos). (art
645- actos q requieren el consentimiento de ambos progenitores)
En caso de separación, el Código valida la autonomía de los progenitores en las decisiones sobre el ejercicio de
la responsabilidad parental, a través del plan de parentalidad. Es lo que antes se conocía como derecho de visita o de
comunicación, debe contener lo siguiente:
a) Lugar y tiempo en que el hijo permanece con cada progenitor.
b) Responsabilidad que cada uno asume.
c) Régimen de vacaciones, días festivos y otras fechas significativas para la familia.
d) Régimen de relación y comunicación con el hijo cuando reside con el otro progenitor.
El plan de parentalidad propuesto puede ser modificado por los progenitores en función de las necesidades del
grupo familiar y del hijo en sus diferentes etapas.
Los progenitores deben procurar la participación del hijo en el plan de parentalidad y en su modificación. Como
todo acuerdo que se basa en una acción de hecho determinada, puede ser modificado en caso de producirse una
variación de ella, ya sea porque han cambiado las necesidades de la familia o debido a la mayor edad del hijo. Al elaborar
el plan de parentalidad se debe procurar la participación del hijo, según su edad y grado de madurez.
Deberes y derechos que surgen de la Responsabilidad Parental.
Se prohíbe el castigo corporal en cualquiera de sus formas, los malos tratos y cualquier hecho que lesione o
menoscabe física o psíquicamente a los niños o adolescentes.
Los progenitores pueden solicitar el auxilio de los servicios de orientación a cargo de los organismos del
Estado.
El nuevo código refiere a cuidado en lugar de tenencia. El cuidado apunta a los deberes y facultades de los
progenitores referidos a la vida cotidiana de aquél.
Ante el cese de convivencia, el cuidado personal puede ser ejercido por uno o ambos progenitores, ser unilateral
o bilateral. Se distinguen dentro del cuidado personal compartido dos modalidades:
a) El alternado: El hijo pasa periodos de tiempo con cada uno de los progenitores según la
organización y posibilidades de la familia (vive algunos días con un progenitor, los restantes con el otro, días
hábiles con uno, fin de semana con el otro, una semana con cada uno.)
b) Indistinto: El hijo reside de modo principal en el domicilio de uno, pero ambos comparten las
decisiones y distribuyen de modo equitativo el cuidado.
Art. 651 Reglas generales. A pedido de uno o ambos progenitores o de oficio, el juez debe otorgar,
como primera alternativa, el cuidado compartido del hijo con la modalidad indistinta, excepto que no sea
posible o resulte perjudicial para el hijo.
Art. 652 Derecho y deber de comunicación. En el supuesto de cuidado atribuido a uno de los
progenitores, el otro tiene el derecho y el deber de fluida comunicación con el hijo.
Art. 653 Cuidado personal unilateral. Deber de colaboración. En el supuesto excepcional en el que el
cuidado personal del hijo deba ser unipersonal, el juez debe ponderar:
Art. 654 Deber de informar. Cada progenitor debe informar al otro sobre
cuestiones de educación, salud y otras relativas a la persona y
bienes del hijo.
Art. 657 Otorgamiento de la guarda a un pariente. En supuestos de especial gravedad, el juez puede
otorgar la guarda a un pariente por un plazo de un año, prorrogable por razones fundadas por otro período
igual. Vencido el plazo, el juez debe resolver la situación del niño, niña o adolescente mediante otras figuras
que se regulan en este Código. El guardador tiene el cuidado personal del niño, niña o adolescente y está
facultado para tomar las decisiones relativas a las actividades de la vida cotidiana, sin perjuicio de que la
responsabilidad parental quede en cabeza del o los progenitores, quienes conservan los derechos y
responsabilidades emergentes de esta titularidad y ejercicio.
el artículo 550 establece que el dictado de medidas cautelares —sin especificar cuáles, por ende,
todas las que sean pertinentes— pueden serio para asegurar el pago de alimentos futuros, provisionales,
definitivos o convenidos. Esta previsión se extiende, sin lugar a dudas, a los alimentos que deben los padres
a sus hijos. Igual postura se debe seguir con relación a la previsión de que son solidariamente responsables
del pago de una deuda por alimentos el demandado como así su empleador si no cumple con la orden
judicial que lo conmina a depositar la suma fijada para cumplir con dicha obligación.
Art. 551 Incumplimiento de órdenes judiciales. Es solidariamente responsable del pago de la deuda alimentaria quien
no cumple la orden judicial de depositar la suma que debió descontar a su dependiente o a cualquier otro
acreedor.
Art. 552 Intereses. Las sumas debidas por alimentos por el incumplimiento en el plazo previsto devengan una
tasa de interés equivalentea la más alta que cobran los bancos a sus clientes, según las reglamentaciones del
Banco Central, a la que se adiciona la que el juez fije según las circunstancias del caso.
Además, el artículo 553 se refiere a Otras medidas para asegurar el cumplimiento, aludiéndose de manera
general que los jueces están facultados a imponer al responsable del incumplimiento reiterado de la
obligación alimentaria medidas razonables para asegurar la eficacia de la sentencia. Esta normativa amplia,
que también se aplica a los casos de alimentos derivados de la responsabilidad parental, responde a la
necesidad de que un Código siempre pueda estar o verse actualizado por el desarrollo de la práctica, o sea, a
no ser tan estricto y así cerrar posibilidades constitucionalmente válidas tendientes a satisfacer el derecho
de toda persona a ver cumplida la obligación alimentaria de la cual es destinataria.
Derecho sucesorio
1-Cesión de la herencia:
El contrato de cesión de herencia puede ser definido como aquel por el cual el heredero, cedente, transmite a
un coheredero o a un tercero, cesionario, la universalidad jurídica, herencia o una cuota parte de ella, sin
consideración especial de los elementos singulares que la componen. La cesión de la herencia es un contrato
bilateral, lo que implica un acuerdo de voluntades entre el cedente y el cesionario. El momento oportuno
para hacer el contrato de cesión de la herencia comienza a partir de la muerte del causante. Este contrato
podrá otorgarse mientras los bienes hereditarios se encuentren indivisos, es decir que luego de la partición
ya no podrá celebrarse la cesión de la herencia.
Caracteres:
-Contrato consensual; porque resulta suficiente el acuerdo de voluntades sin que se requiera la tradición de
los bienes para su perfeccionamiento.
-Traslativo de derechos; porque los derechos sobre la herencia pasan del cedente al cesionario.
-Formal, porque se requiere su instrumentación mediante escritura pública.
-Oneroso o gratuito, según que se perciba una contraprestación o se trate de una liberalidad.
-Aleatorio; porque no se hace un detalle de los bienes, derechos y obligaciones que se ceden y la
incertidumbre acerca de su contenido es el riesgo que se asume al contratar, tal como se explicita más
adelante.
Forma: el art. 1618 referido a la cesión de derechos exige en su inc. a) que se haga por escritura pública la
cesión de derechos hereditarios. Corrobora lo expuesto el art. 2302 inc. b) que da por sentado que se debe
hacer por escritura pública al sostener que la cesión tiene efectos respecto de otros herederos, legatarios y
acreedores del cedente, desde que la escritura pública se incorpora al expediente sucesorio.
2- PROCESO SUCESORIO-
Siguiendo una decisión de política legislativa que ya se había manifestado en el Libro Segundo Título VII
referido a los procesos de familia, en este Título se han regulado aspectos del proceso sucesorio que hasta el
presente eran ajenos al Código Civil.
En tal sentido, las cuestiones sobre la malización del inventario y avalúo y la administración de la herencia
eran legisladas por los códigos de procedimiento y ahora han pasado a ser articuladas por e! CCCN.
Debe recordarse que las provincias han delegado en el Estado nacional las facultades para dictar los códigos
de fondo y todos los restantes temas han quedado reservados a su competencia.
Sin embargo, se ha admitido que las normas del CCCN regulen aspectos procesales sin caer en la
inconstitucionalidad, ya que se trata de contenidos mínimos que los códigos procesales no podrán
desconocer.
Es por esa razón que se ha definido el objeto del proceso sucesorio en el art. 2335 del CCCN de la siguiente
manera: "El proceso sucesorio tiene por objeto identificar a los sucesores, determinar el contenido de la herencia, cobrar los
créditos, pagar las deudas, legados y cargas, rendir cuentas y entregar los bienes".
Como se puede apreciar a la luz de este concepto, se trata de un verdadero proceso, ya que deben cumplirse
los trámites previstos para alcanzar los objetivos señalados, en especial, la determinación de los sucesores de
la persona fallecida y la entrega de los bienes que integran el acervo transmitido.
Este proceso tiene como características que es judicial, voluntario y universal.
Esta tramitación judicial deviene necesaria en razón de que la determinación de los herederos debe
ser realizada por los jueces, ya sea en la declaratoria de herederos o mediante la aprobación formal del
testamento.
El art 2337 del CCCN asi lo dispone, resulta necesaria también la intervención judicial para que se pueda
proceder a inscribir los bienes registrables a nombre de cada uno de los herederos.
Se trata de un proceso voluntario por cuanto la función jurisdiccional se limita a constatar la existencia de
herederos, ya sean éstos llamados por la ley o por la voluntad del causante instrumentado en un testamento
válido.
No cabe, por ese motivo, que dentro del juicio sucesorio se susciten controversias que deban ser resueltas
por el juzgador.
En todos los casos en que se planteen posiciones encontradas, deberán dilucidarse esas disputas mediante
expedientes por separado para luego, con su resultado, determinar la incidencia que produce dentro del
proceso sucesorio.
También es necesario puntualizar que se trata de un juicio universal por cuanto dentro del mismo se deberá
consolidar la transmisión de la herencia que tiene un contenido menor que el del patrimonio que gozaba el
causante en vida.
Por lo tanto, dentro del proceso sucesorio tienen que quedar incluidos todos los bienes que sean objeto de la
transmisión por causa de muerte y de allí la consecuencia ineludible de éste principio, como es que sólo
puede haber un juicio sucesorio de la persona fallecida y si se hubieran iniciado más de uno, deberán
acumularse siguiendo las reglas que resultan de las normas procesales.
A su vez, pueden presentarse distintas especies de juicios sucesorios, dependiendo de la forma en
que se deban determinar los herederos o bien ante la falta de ellos.
En tal sentido puede individualizarse el juicio sucesorio intestado que tendrá lugar, en principio, cuando
no hay testamento y la determinación de los herederos surge de las normas del CCCN. También puede
tratarse de un juicio sucesorio testamentario que operará a partir de la redacción de un testamento por
parte del causante en el que ha designado heredero; otra alternativa es que la sucesión se defiera en parte por
la ley y en parte por el testamento cuando en éste no hay institución de heredero sino sólo legados y, por
último, puede suceder que un juicio sucesorio sea considerado vacante cuando ninguna persona ha asumido
la calidad de heredero del fallecido.
El cobro de los créditos por parte de los acreedores del causante o los acreedores por cargas de la sucesión
puede ser realizado dentro del juicio sucesorio si no media oposición de los herederos porque, en este último
caso, deberá promoverse una acción independiente, pero que tramitará ante el mismo juez que interviene en
el proceso universal. Lo mismo sucede con el pago de los legados y en todos estos casos deberán ajustarse a
las disposiciones que establecen la forma, el orden de cumplimiento y las responsabilidades consiguientes.
Pero también en caso de controversia tramitará por separado.
Como en toda cuestión en la que se está actuando sobre bienes que son, aunque sea en parte, ajenos,
se deberá efectuar la rendición de cuentas documentadas de
esa gestión. Va desuyo que esto sucederá cuando exista más de un heredero o bien cuando sea necesario
designar un administrador distinto del heredero único.
El objetivo final de este procedimiento es la entrega de los bienes a los herederos para que pasen a formar
parte de su patrimonio y pueda, a su vez, transmitirlos a terceros.
Competencia
Se ha reiterado la regla existente en la legislación derogada para determinar la competencia para entender en
el juicio sucesorio.
La parte pertinente del art. 2336 del CCCN así lo dispone: "La competencia para entender en el juicio sucesorio
corresponde al juez de/último domicilio de/causante, sin perjuicio de/o dispuesto en la Sección 9', Capítulo 3, Titulo IV del
Libro Sexto...".
En realidad, la remisión se hace al a rt. 2643 y allí se reitera ese principio y se establece una excepción: "Son
competentes para entender en la sucesión por causa •de muerte, los jueces del último domicilio del causante o los del lugar de
situación de los bienes inmuebles en el país respecto de éstos".
De acuerdo al art. 73, la persona humana tiene domicilio en el lugar de su residencia habitual y su cambio se
verifica instantáneamente por el hecho de trasladar la residencia de un lugar a otro con ánimo de
permanecer en ella (art. 77, CCCN).
Por lo tanto, el domicilio que servirá para determinar la competencia territorial del juicio sucesorio es el del
lugar donde residía con ánimo de permanecer allí.
Sin perjuicio de ello, en el caso de que dentro del acervo hereditario existieran bienes inmuebles que
estuvieran situados en otro país, el juicio sucesorio que deberá ser realizado para perfeccionar su
transmisión tendrá que ser planteado ante el juez que corresponda al lugar donde se encuentren dichos
bienes.
Esto significa que, si el causante fallece en el extranjero y quedan bienes inmuebles en la República
Argentina, la competencia para la transmisión de estos últimos será la de nuestro país.
Derecho aplicable
Otra cuestión que era resuelta por la normativa anterior y que también ha quedado determinada en el CCCN
es el derecho que se aplicará para regir la transmisión hereditaria.
El art. 2644 del CCCN dispone en ese sentido: "La sucesión por causa de muerte se rige por el derecho de/domicilio
de/causante al tiempo de su fallecimiento. Respecto de los bienes inmuebles situados en el país, se aplica el derecho
argentino'.
Como consecuencia de esta disposición, el último domicilio del causante también determina el
derecho aplicable para la transmisión hereditaria, en forma coincidente con la competencia territorial para
tramitar el juicio sucesorio.
Cuando dentro del acervo hereditario hay bienes inmuebles y éstos se encuentran situados en el país, para
su transmisión no se aplicará el derecho que rija la sucesión sino el derecho argentino.
Tradicionalmente existen dos sistemas para determinar el derecho aplicable a la transmisión hereditaria: el
de unidad de ley o el de pluralidad de leyes.
Por el primero, se regirá por una única ley, ya que se trata de la transmisión de la herencia que es una
universalidad sin tomar en cuenta los bienes que la componen. Esta ley única puede ser la del último
domicilio del causante o la de su nacionalidad.
El sistema de pluralidad de leyes establece que se aplicarán las leyes locales de los lugares donde se
encuentren situados los bienes, sin que tenga trascendencia si se trata de bienes muebles o inmuebles.
Por lo general, estos sistemas no se encuentran en forma pura en la legislación comparada, sino que son
matizados con situaciones particulares.
Esto es lo que sucedía en la legislación derogada y también lo que continúa ocurriendo como consecuencia
de las nuevas normas.
Hay en principio un sistema de unidad que corresponde al derecho del último domicilio del causante.
Cuando ese domicilio hubiera estado en el extranjero será ' esa ley la que regirá la transmisión hereditaria de
todos los bienes que se encuentren fuera del país y también sobre los bienes mueble1110 registrables que
carecen de situación permanente, aunque estén en la República Argentina.
Así resulta de lo dispuesto por el art. 2670 del CCCN: "Los derechos reales sobre los muebles que el propietario lleva
siempre consigo o los que son de su uso personal, esté o no en su domicilio, como también los que se tienen para ser vendidos o
transportados a otro lugar se rigen por el derecho del domicilio de su dueño. Si se controvierte o desconoce la calidad de
dueño, se aplica el derecho de/lugar de situación'.
Por excepción, se aplicará el derecho de nuestro país para determinar la transmisión de los bienes
inmuebles que aquí se encuentren situados, solución que surge del art. 2644 del CCCN y que es ratificada
por el art. 2667.
También debe considerarse que, de acuerdo al art. 2668 del CCCN, los derechos reales sobre bienes
registrables se rigen por el derecho del Estado del registro y además los bienes muebles de situación
permanente también se rigen por el derecho de ese lugar (art. 2669, CCCN).
Otra excepción se encuentra en la protección de la legítima establecida por el CCCN que en su art. 2447
prohíbe al testador imponer gravamen ni condición alguna a las porciones legítimas y si lo hace se tienen por
no escritas.
Si por aplicación del derecho extranjero que rige la transmisión hereditaria se permitiera menoscabar el
derecho a la legítima que tienen los herederos, resultará viable su cuestionamiento en base a la norma citada
que tiene el carácter de res-guardar el orden público interno.
En. el caso de tratarse de una herencia vacante, luego de concluida la tramitación, los bienes deben ser
entregados al Estado nacional, provincial o a la ciudad Autónoma de Buenos Aires que corresponda según el
lugar donde estén situados (arts. 2424 y 2443, CCCN).
En el caso de que por la ley extranjera que rija la transmisión ante la falta de he-rederos los bienes tuvieran
que ser entregados a un Estado extranjero, no se aplicará ese derecho sobre los bienes que se encuentren
dentro de la República Argentina porque no sería posible vulnerar de ese modo la soberanía nacional.
Finalmente, los Tratados de Montevideo adoptan un sistema claro de pluralidad de leyes que
son determinadas por el lugar donde se encuentren situados los bienes.
2A: Se llamaba posesión hereditaria a la investidura en calidad de heredero. Ahora, se ha modificado esa
denominación, nombrándola como la investidura en la calidad de heredero.
Posesión hereditaria de pleno derecho: La investidura de la calidad de heredero es adquirida
por uno de los llamados a suceder por la ley, por el solo fallecimiento del causante. Cuando a la herencia del
causante son llamados los ascendientes, descendientes o el cónyuge supérstite, estos quedan investidos en la
calidad de herederos de pleno derecho. Los herederos gozan de la investidura de pleno derecho desde la muerte
del causante sin necesidad de formalidades ni de intervención judicial. Ostentan el título de heredero aunque
ignoren la apertura de la sucesión y su llamamiento a la herencia. Pueden ejercer todas las acciones que les
hubieran correspondido al causante, para lo cual será suficiente que acrediten el parentesco con el fallecido.
Tienen la posibilidad de disponer de los bienes muebles no registrables, sin necesidad de obtener
reconocimiento judicial de la calidad de herederos. Respecto a transmisión de bienes registrables, la investidura
de pleno derecho no es suficiente sino que deben obtener una declaratoria de herederos a su favor. La
declaratoria de herederos debe inscribirse en forma previa o simultánea en el Registro respectivo.
En el código civil derogado tenían la posesión hereditaria de pleno derecho, los ascendientes, descendientes y el cónyuge desde el día
de la muerte del autor de la sucesión sin ninguna formalidad o intervención de los jueces, aunque ignorasen la apertura de la sucesión sin
ninguna formalidad o intervención de los jueces, aunque ignorasen la apertura de la sucesión y su llamamiento a la herencia.
Posesión hereditaria conferida judicialmente: Los restantes herederos, deben obtener
investidura judicial (en la sucesión de los colaterales, corresponde al juez del juicio sucesorio investir a los
herederos de su carácter de tales). Respecto de los parientes colaterales se mantiene la necesidad de obtener la
investidura de la calidad de heredero en forma judicial.
Para herederos instituidos en un testamento la investidura resulta de su declaración de validez formal. Por su
parte, cuando en el testamento se han instituido como herederos a ascendientes, descendientes y cónyuges para su
investidura no se requiere la aprobación formal del testamento sino que será suficiente la investidura de pleno derecho.
En el derogado código civil, los colaterales hasta el cuarto grado, la nuera viuda sin hijos (hoy derogada) y el heredero testamentario son
quienes deben, requerir el reconocimiento judicial de su calidad de heredero y adquirir con ello la posesión hereditaria.
Investidura de la calidad de heredero: es el reconocimiento público del título de heredero que se puede
lograr: de pleno derecho, o por decisión judicial. La institución tiene un fin publicitario incuestionable. -
Investidura de pleno derecho: se adquiere por el solo fallecimiento del causante.
ARTICULO 2337.-Investidura de pleno derecho. Si la sucesión tiene lugar entre ascendientes,
descendientes y cónyuge, el heredero queda investido de su calidad de tal desde el día de la muerte del
causante, sin ninguna formalidad o intervención de los jueces, aunque ignore la apertura de la sucesión y su
llamamiento a la herencia. Puede ejercer todas las acciones transmisibles que correspondían al causante.
No obstante, a los fines de la transferencia de los bienes registrables, su investidura debe ser reconocida
mediante la declaratoria judicial de herederos.
-Forma de la declaratoria de herederos: en esta resolución judicial se está determinando con claridad y
certeza quienes son los herederos que la ley llama y que han acreditado su vínculo para recibir la sucesión del
causante. Si bien se trata de una sentencia, no hay obstáculo para que sea luego modificada. La declaratoria
de herederos se dicta sin perjuicio de terceros y cualquier pretendiente podrá promover demanda
impugnando su validez o exactitud para excluir al heredero declarado o para ser reconocido con él. Entre
aquellos herederos que han tramitado conjuntamente el proceso sucesorio o que se han reconocido
expresamente la calidad de tales, la declaratoria será definitiva y no podrá ser modificada. A partir de esta
resolución, los que allí figuren, han quedado investidos en la calidad de herederos.
Declaración de validez formal del testamento: dentro del juicio sucesorio testamentario también hay una
resolución de trascendencia y esta es la que aprueba el testamento en su aspecto formal. Dentro de este
proceso, será necesario acreditar el fallecimiento del causante y presentar el testamento que se pretenda hacer
valer.
2 D ARTICULO 2339.-Sucesión testamentaria. Si el causante ha dejado testamento por acto público,
debe presentárselo o indicarse el lugar donde se encuentre. Si el testamento es ológrafo, debe ser presentado
judicialmente para que se proceda, previa apertura si estuviese cerrado, a dejar constancia del estado del
documento, y a la comprobación de la autenticidad de la escritura y la firma del testador, mediante pericia
caligráfica. Cumplidos estos trámites, el juez
debe rubricar el principio y fin de cada una de sus páginas y mandar a protocolizarlo. Asimismo, si
algún interesado lo pide, se le debe dar copia certificada del testamento. La protocolización no impide que
sean impugnadas la autenticidad ni la validez del testamento mediante proceso contencioso. La aprobación
formal del testamento implica conferir la posesión hereditaria a los herederos incluidos en él.
La sucesión intestada tiene su fundamento en el reconocimiento de los afectos presuntos del causante y
en la protección familiar. De allí su íntima vinculación con el derecho de familia. Por el contrario, la sucesión
testamentaria reposa en la libre voluntad expresada por el causante en su testamento, que en nuestro
ordenamiento jurídico se encuentra limitada en caso de existir herederos legitimarios
La transmisión de la herencia se efectúa a favor de las personas llamadas a suceder al causante por el testamento
o por la ley. Sucesión intestada es aquella en que la determinación del heredero se realiza siguiendo los principios
establecidos en la ley. En nuestro sistema legal la herencia puede deferirse en parte por la voluntad del causante y en
otra parte, por la voluntad de la ley. La forma que tiene el causante de excluir el llamamiento deferido de acuerdo a la
ley es hacer un testamento mediante el cual instituya heredero.
La sucesión se regirá por la ley cuando haya un testamento válido en el que se hubieran efectuado solo legados
u otras disposiciones, pero sin instituir heredero. También se deferirá de acuerdo a la ley cuando el testamento en el
que se ha designado heredero haya sido revocado antes del fallecimiento; cuando el testamento sea anulado con
posterioridad a la muerte por no cumplir las solemnidades requeridas, por incapacidad o por vicio de consentimiento,
o cuando el heredero llamado en el testamento renuncie a la herencia, o sea declarado indigno.
3 régimen legitimario
Establezca las semejanzas y diferencias entre el heredero, heredero de cuota, legatario particular
y legatario de cuota.
Legitimados en general.
Tienen una porción legítima de la que no pueden ser privados por testamentos, ni por actos de
disposición entre vivos a título gratuito, los descendientes, los ascendientes y el cónyuge. Se determina que
la legítima es una porción de la que no pueden ser privados por testamentos ni por actos entre vivos,
determinados herederos, a quienes la ley denomina legitimarios. La designación de los herederos legitimarios
es expresa, y no resulta de una remisión, como antes.
Las acciones protectoras de la legítima son las acciones de complemento y la acción de reducción, que
completan el amparo legal que estas instituciones han recibido en el nuevo CCCN. Se mantiene la
diferenciación entre la acción de complemento y la de reducción, aunque para algunos autores no existen
diferencias sustanciales entre ambas, ya que en todos los casos lo que se persigue es la protección de la
legítima.
4 a- Acción de complemento. Desarrolle.
El legitimario a quien el testador le ha dejado, por cualquier título, menos de su porción legítima solo
puede pedir su complemento. Estamos ante una acción protectora de la legítima, diferenciada de las otras que
persiguen el mismo fin, como la de reducción, o de entrega de la legítima. Prácticamente su enunciado es
similar al de la acción de reducción porque, en definitiva, es lo mismo que se reduzcan las disposiciones
testamentarias o las donaciones a fin de recibir o complementar la legítima, y que se complementen los bienes
hasta completar la legítima.
En definitiva, el único matiz diferencial se encuentra en que mediante la acción de complemento se
ataca la institución de los herederos realizada en el testamento, mientras que en la acción de reducción se
cuestiona la institución de herederos de legados y de cuota.
Derecho del legitimario preterido: por lo establecido en el art.2450, el heredero preterido tiene
derecho a que se le entregue su porción legítima en calidad de heredero de cuota (art.2488). Esto significa
que el legitimario preterido en su condición de heredero de la cuota que corresponde a su porción legítima
no tiene vocación al todo de la herencia.
Situación del heredero instituido: el heredero instituido recibirá un contenido hereditario
equivalente a la porción disponible, por lo que la condición de heredero instituido vendría a ser equivalente
a la del heredero de cuota, y no tendría vocación al todo de la herencia, y por ello, carecería de la posibilidad
de acrecer si el legitimario por cualquier causa no pudiera recibir su porción legitima. La situación del
heredero instituido puede variar entre la condición de heredero de cuota o heredero universal de acuerdo al
resto de las disposiciones que puedan existir en el testamento.
Acción de entrega de la legítima: corresponde al legitimario omitido y tendrá por objetivo que le
sean entregados los bienes hereditarios en cantidad suficiente como para que la protección legal resulte
satisfecha. La acción deberá ser entablada ante el mismo juez que interviene en el juicio sucesorio La
legitimación pasiva corresponde a los instituidos en el testamento ya que serán los que deberán sostener la
validez de su institución y eventualmente, satisfacer la legítima mediante la entrega de bienes hereditarios
La prescripción de la acción de preterición se opera a los cinco años de la muerte del causante.
Acciones protectoras de la legítima: se han establecido como acciones protectoras de la legitima, la
acción de complemento y la acción de reducción.
Acción de complemento: Art. 2451 “el legitimario a quien el testador le ha dejado, por cualquier
título, menos de su porción legítima, sólo puede pedir su complemento.”
Mediante la acción de complemento se ataca la institución de herederos realizada en el testamento,
mientras que en la acción de reducción se cuestiona la institución de herederos de cuota o los legados que
afecten la legítima.
Testamento por acto público. Concepto. Ventajas e inconvenientes. Capacidad. Habilidad del escribano.
Modo de ordenar las disposiciones. Enunciaciones que debe contener. Desarrollo del acto. Firma.
Disposiciones relativas a los testigos. Otorgamiento en idioma extranjero. Testamento consular: régimen
legal.
El testamento por acto público es el que se otorga ante un escribano público y con la presencia de dos
testigos hábiles. Así resulta de la primera parte del art.2479 “el testamento por acto público se otorga
mediante escritura pública, ante el escribano autorizante y dos testigos hábiles, cuyo nombre y domicilio se
deben consignar en la escritura”. Se trata de un instrumento público y hace plena fe en cuanto a que se ha
realizado el acto, la fecha, el lugar y los hechos que el oficial publico enuncia como cumplidos por él o ante él
hasta que sea declarado falso en juicio civil o criminal.
Ventajas: se asegura la conservación del testamento, ya que es prácticamente imposible la destrucción de los
protocolos notariales o su perdida. El escribano podrá sugerir precisiones técnicas que aclaren su contenido
y eviten dificultades interpretativas o eventualmente su nulidad. Mayor posibilidad de que sea ubicado por
los beneficiarios.
Inconvenientes: las disposiciones contenidas en el testamento quedan expuestas al conocimiento de
terceros.
Debido a la intervención del escribano se torna oneroso.
Habilidad del escribano: debe actuar dentro de los límites de sus atribuciones respecto de la naturaleza del
acto y la escritura debe otorgarse dentro del territorio que se le ha asignado para el ejercicio de sus funciones.
Art.291: “Es de ningún valor el instrumento autorizado por un funcionario público en asunto en que él, su
cónyuge, su conviviente, o un pariente suyo dentro del cuarto grado o segundo de afinidad, sean
personalmente interesados.”
Modo de ordenar las disposiciones: art.2479: “…El testador puede dar al escribano sus disposiciones ya
escritas o sólo darle por escrito o verbalmente las que el testamento debe contener para que las redacte en la
forma ordinaria. En ningún caso las instrucciones escritas pueden ser invocadas contra el contenido de la
escritura pública….”
Enunciaciones que debe contener: debe consignarse el lugar y fecha de su otorgamiento. El lugar fija la
competencia territorial del escribano y además determina la ley aplicable en cuanto a las formas de testar.
Debe consignar fecha, nombre, apellido, dni, domicilio real, fecha de nacimiento y estado de familia del
otorgante del testador y si está casado, el nombre del cónyuge y si se trata de primeras o posteriores nupcias.
Se tiene que agregar la naturaleza del acto que se realiza y en el caso concreto, será la mención del testamento
por acto público y desarrollar las disposiciones tanto referidas a los bienes como a cuestiones
extrapatrimoniales que pueda realizar el testador. Además, se deben individualizar los testigos de la misma
manera que se hace con el otorgante del testamento.
Desarrollo del acto: una vez redactada la escritura con las constancias mencionadas precedentemente es
preciso proceder a la lectura del testamento con la presencia de los testigos durante todo el acto. Art.2479
“Concluida la redacción del testamento, se procede a su lectura y firma por los testigos y el testador. Los
testigos deben asistir desde el comienzo hasta el fin del acto sin interrupción, lo que debe hacer constar el
escribano.”
Firma a ruego: habitualmente el testador firmara la escritura por sí mismo. Sin embargo, pueden
presentarse situaciones en las que otra persona tiene que firmar el testamento a su nombre. Art. 2480: “Si el
testador no sabe firmar, o no puede hacerlo, puede hacerlo por él otra persona o alguno de los testigos. En
este caso los dos testigos deben saber firmar. Si el testador sabe firmar y manifiesta lo contrario, el testamento
no es válido. Si sabiendo firmar, no puede hacerlo, el escribano debe explicitar la causa por la cual no puede
firmar el testador.”
Testigos: la necesidad de los testigos se justifica porque aseveran la regularidad del acto y que el
testado ha expresado libremente su voluntad. Art.2481: “Pueden ser testigos de los testamentos las personas
capaces al tiempo de otorgarse el acto. No pueden serlo, además de los enunciados en el artículo 295, los
ascendientes, los descendientes, el cónyuge ni el conviviente del testador, ni los albaceas, tutores o curadores
designados en el testamento, ni los beneficiarios de alguna de sus disposiciones. El testamento en que
interviene un testigo incapaz o inhábil al efecto no es válido si, excluido éste, no quedan otros en número
suficiente.
Testamento consular: Art. 2646: “Es válido el testamento escrito hecho en país extranjero por un
argentino o por un extranjero domiciliado en el Estado, ante un ministro plenipotenciario del Gobierno de la
República, un encargado de negocios o un Cónsul y dos testigos domiciliados en el lugar donde se otorgue el
testamento, teniendo el instrumento la autenticación de la legación o consulado. El testamento otorgado en
la forma prescripta en el párrafo precedente y que no lo haya sido ante un jefe de legación, debe llevar el visto
bueno de éste, si existiese un jefe de legación, en el testamento abierto al pie de él y en el cerrado sobre la
carátula. El testamento abierto debe ser siempre rubricado por el mismo jefe al principio y al fin de cada
página, o por el Cónsul, si no hubiese legación. Si no existe un consulado ni una legación de la República,
estas diligencias deben ser llenadas por un ministro o Cónsul de una nación amiga. El jefe de legación y, a
falta de éste, el Cónsul, debe remitir una copia del testamento abierto o de la carátula del cerrado, al ministro
de Relaciones Exteriores de la República y éste, abonando la firma del jefe de la legación o del Cónsul en su
caso, lo debe remitir al juez del último domicilio del difunto en la República, para que lo haga incorporar en
los protocolos de un escribano del mismo domicilio. No conociéndose el domicilio del testador en la
República, el testamento debe ser remitido por el
ministro de Relaciones Exteriores a un juez nacional de primera instancia para su incorporación en
los protocolos de la escribanía que el mismo juez designe.”