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La Disciplina en el Hogar
INTRODUCCIÓN: Platicando durante un receso de una conferencia de pastores, dos padres estaban
hablando acerca de sus hijos:
“Yo soy demasiado duro con ellos”, comentaba el papá número 1. “Los disciplino todo el
tiempo. Realmente tengo que hacerlo; mi esposa los ama demasiado para disciplinarlos.” “Creo que
tú y tu esposa necesitan buscar algún tipo de balance”. Observó el papá número 2.
“Sí”, continuó el padre número 1 reflexivamente. ”Necesito algún balance entre disciplina y amor”.
¡Por poco me ahogo con el pan! ¿Balance entre disciplina y amor? Pensé en Proverbios 3:12 Porque
Jehová al que ama castiga, Como el padre al hijo a quien quiere
Proverbios 13:24 vino a mi mente, “El que detiene el castigo, a su hijo aborrece; Mas el que lo
ama, desde temprano lo corrige”. Apocalipsis 3:19 “Yo reprendo y castigo a todos los que amo”
¿Cómo puedes balancear la disciplina y el amor?
Esta conversación escuchado no es rara. A muchos padres les falta un punto
de vista bíblico de la disciplina. Antes de ver el concepto bíblico de la Disciplina
reflexionemos entorno a los enfoques de la Disciplina que tienen que ver con la:

1. Formacion Espiritual del Hogar.


A. Disciplina: Enfoque Vertical - La orientación primaria
 ¿A quién vas a adorar, escuchar, obedecer, confiar, amar, temer, valorar,
etc?
 ¡Nuestras vidas deben estar orientadas hacia Dios!
 ¡Dios debe ser el ancla, el faro, la meta, el guía, el punto de referencia, la
autoridad, etc. de nuestra vida!

Josué 24:15

Mateo 22:37-38

Sugerencias:
• Aprovecha cada oportunidad de la vida para enseñar acerca de Dios.
• En todas las circunstancias de la vida pregúntate “¿Qué dice Dios de esto
que me pasa, siento o quiero hacer?”
• Se ejemplo en tu familia de tener a Dios por prioridad

B. Disciplina: Dimensión horizontal - La aplicación primaria


 ¿Hacia quién se debe reflejar mi relación con Dios?
 ¡El amor al prójimo también es parte de mi formación espiritual!

1 Juan 4:20

Mateo 22:39

Sugerencias
• Trata con respeto, amor y gentileza a los miembros de tu familia y la gente
a tu alrededor. Enséñale lo mismo a tus hijos
• No fomentes rencores, envidias ni rivalidades. ¡Se un pacificador!
• Provee oportunidades para que tus hijos practiquen el amor, servicio y
consideración unos por otros.
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C. Disciplina de la Iglesia - La comunión primaria


Hebreos 10:24-25

Sugerencias
• Haz de la asistencia a la Iglesia una prioridad de la vida familiar
• Prepárate con anticipación para reunirte con tus hermanos
• Busca activamente la convivencia con hermanos cristianos
• Involúcrate en el ministerio de la Iglesia
• Se agente de paz, unidad y amor en el Cuerpo de Cristo

D. Disciplina de la Escritura - La dirección primaria


2 Timoteo 3:16-17

Sugerencias
• Sea una estudiosa de la Escritura y un hacedora ferviente de la Palabra
• Dirige tu vida y la de tu familia con principios bíblicos
• Establece tiempos de lectura y enseñanza bíblica familiar

E. Disciplina de la Oración - La comunicación primaria


 La oración no debe ser sólo un recurso más en nuestra vida familiar, sino
una PRIORIDAD
 DIOS, a través de la oración, no sólo quiere hacer algo por tu familia, sino
algo en tu familia.

2. LA DISCIPLINA: UNA EXPRESIÓN DE AMOR.


A. Definicion bíblica de la Disciplina. La disciplina es una expresión de amor.
Proverbios y Hebreos 12 aclaran que la disciplina es una señal de la identificación
de Dios con nosotros como nuestro Padre. Dios nos disciplina para nuestro propio
bien, para que podamos compartir en Su santidad. Aunque la disciplina no es
agradable, sino dolorosa, nos da resultados de rectitud y paz. Más que balancear
el amor, es una expresión del amor. Dios provee el entendimiento de lo que es la
disciplina. La esencia de la disciplina no es tomar revancha, sino corregir.
Si la corrección gira alrededor del padre que ha sido ofendido, entonces el
enfoque estará en descargar la ira, o quizá, tomar venganza. La función es penal.
Sin embargo, si la corrección gira alrededor de Dios como el que ha sido ofendido,
entonces el enfoque es la restauración. La función es restauradora. Está diseñada
para mover a un niño que ha sido desobediente a Dios de nuevo al camino de la
obediencia. Ésta es correctiva.
¿Qué es lo que hace a esta idea tan difícil de aceptar? Es difícil porque no
nos vemos a nosotros mismo como agentes de Dios. Por lo tanto, corregimos a
nuestros hijos cuando nos irritamos. Cuando su conducta no nos irrita, no los
corregimos. Entonces, nuestra corrección no está rescatando a nuestro hijo del
camino del peligro, más bien está ventilando nuestra frustración. Somos nosotros
diciéndoles, “Yo estoy harto de ti. Me estás enojando. Te voy a pegar o a gritarte o
hacerte sentar en esa silla aislándote de la familia hasta que te des cuenta que
hiciste mal”.
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Lo que acabo de describir no es disciplina. Es castigo. Es abuso malvado de


niños. Más que condescender a una cosecha de rectitud y paz, este tipo de
tratamiento deja a los niños huraños y enojados.
La disciplina como instrucción positiva más que castigo negativo trae
consecuencias o resultados en la conducta. Las consecuencias y resultados en la
conducta ciertamente son parte de todo el proceso que Dios usa para purificar a
Su gente.
Tu corrección debe estar ligada a los principios y absolutos de la Palabra de
Dios. Los asuntos de disciplina son asuntos de desarrollo del carácter y honrar a
Dios. Es el estándar no negociable de Dios que abastece la corrección y la
disciplina.
Tu objetivo en disciplina es moverte hacia tus hijos, no en contra de ellos.
Esta diseñado para producir crecimiento, no dolor.

B. Actuar como agentes de Dios. Entender que su función es como agente de


Dios, puede mantenerle enfocado y humilde como padre. Es importante darse
cuenta que corrige a tu hijo por mandato de Dios. Usted se para delante de él
como agente de Dios para mostrarle su pecado. El padre debe estar listo y
consciente del hecho de que él es representante de Dios ante el niño.
Su enfoque puede mejorar al darse cuenta que la disciplina no es trabajar
en su favor, vertiendo su ira hacia los hijos. El cambio en la conducta que es
producto de tal enojo no va a mover a su hijo hacia Dios. Lo aleja de Dios. Lo lleva
en dirección de la idolatría, de temor al hombre. La corrección no es mostrar su
enojo por sus ofensas, más bien es recordarles que su comportamiento
pecaminoso ofende a Dios. Es venir como representante de Dios, trayendo las
reprensiones de la vida a tu hijo.

C. Beneficios Para El Niño. Los padres vienen al niño en el nombre de Dios y de


parte de Dios. Como padres, pueden enseñarle a su hijo a recibir corrección
porque es el medio que Dios ha provisto. El niño aprende a recibir corrección,
porque Dios dice que la vara de la corrección imparte sabiduría, y cualquiera que
presta atención a la corrección muestra prudencia. (Proverbios 15:5, 29:15).
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EDUCACION DE LA SEXUALIDAD

LA SEXUALIDAD. La ignorancia es un punto que debemos vencer para que la


información adecuada sea la que rija nuestra vida en orden.
En una sociedad saturada de sexo, no debemos permanecer ciegos ante la huella
que este fenómeno está dejando en las vidas impresionables de nuestros hijos. Tan cierto
que hay una escasez de enseñanza sobre la educación sexual en los hogares, tanto en los
cristianos como en los que no lo son, es igualmente cierto que sí hay padres que desean
guiar a su hijos en esta materia tan importante y frustrante.
Sin embargo, la mayoría no se siente capaz de educar debidamente a los suyo en
cuanto al sexo. Hay muchas razones porque muchos padres se niegan a entrar en el tema
1. Ellos mismos nunca recibieron una educación sexual por tanto no pueden
enseñar a sus hijos
2. Se avergüenzan y no pueden hablar con confianza ni naturalmente del asunto
3. Sus propias frustraciones en sus relaciones sexuales inhiben una
conversación con sus hijos
4. Simplemente no han mantenido una buena relación de clara y abierta
comunicación con sus hijos para poder entrar en este tema que muchos
consideran algo delicado.
Preparar a los hijos para vivir es lo más positivo que podemos realizar.

1. TRES OBSTACULOS COMUNES DE LOS PADRES


Es común escuchar tres clases de obstáculos o quejas de los padres acerca de la
educación sexual. En primer lugar se suele oír la queja de que ya hay demasiado sobre el
sexo en todo el ambiente cotidiano, por lo tanto les parece que hablar del sexo es instar a
los jóvenes a querer experimentarlo
En respuesta hay dos asuntos ha considerar: Uno es que la información que
nuestros hijos reciben en la calle, la escuela, la televisión, etc. Normalmente no
provienen de un fundamento cristiano sino del lado contrario. Por lo tanto es preciso
armarlos con una información sana y bíblica para que puedan evaluar lo que ven y
escuchan constantemente. No deben creer que el no hablar del sexo lo hará desaparecer.
Una segunda clase de preguntas que hacen muchos padres tiene que ver con lo
vergonzoso que es para ellos hablar del sexo con sus hijos. A veces el sentido de
vergüenza tiene su origen en algunas experiencias de la niñez, o en que los padres le
habían enseñado que el sexo es sucio o, por lo menos, algo que no se considera digno
para conversación de los cristianos.
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Una tercera pregunta que hacen los padres tiene que ver con su responsabilidad
en la educación sexual. Puesto que muchos padres se sienten incapaces de enseñar a sus
retoños en cuanto al sexo, esperan que la escuela pública lo haga. Es en el hogar donde
el niño debe recibir una instrucción consiente sobre sus relaciones, un vocabulario
decente, la moralidad, la cortesía, porque todo esto forma parte de la educación sexual.

2. UNA DEFINICIÓN DE LA EDUCACIÒN SEXUAL


¿Qué es la educación sexual? Es mas que la reproducción humana, incluye los papeles y
las relaciones. El sexo no es algo que tenemos, es algo que somos. La educación sexual
va mas haya de impartir los datos y detalles de la reproducción. Incluye los papeles de
varón y hembra y las maneras sanas de relacionarse (Gén 1:27). La educación tiene que
ver con los valores morales, lo que debemos entender y hacer. En fin, la educación
sexual es la comunicación sana y sabia de los hechos, actitudes, papeles, relaciones y
valores morales.
El problema no es si nuestros niños reciben una educación sexual, sino aquella
educación es buena o mala, adecuada o inadecuada, cristiana o mundana. Debemos pedir
a Dios sabiduría para aplicar nuestra fe cristiana a esta área de la vida, Santiago 1:5.
Una cosa es cierta, como padres somos responsables por la buena educación de
nuestros hijos hasta donde sea posible dentro de nuestros límites. Indudablemente
mucho del éxito que tendremos en la educación sexual de nuestros hijos dependerá de
nuestras actitudes ante el tema.

3. ¿CUÁNDO DEBEMOS COMENZAR LA EDUCACIÒN SEXUAL?


Nosotros comenzamos a educar sexualmente a los hijos aún antes que nazcan. La
predisposición, el amor y la comprensión expresados por la pareja crean un ambiente
propicio para que el infante reciba lo primordial en su desarrollo. Luego la educación
sexual sigue por las expresiones de afecto, cuidado, alimentación y juego que permiten
que el infante aprenda por los sentidos naturales, esto es lo que se llama “el preludio de
la educación sexual”, que servirá más tarde “como base para que el pequeño pueda
captar y comprender mejor lo que es el amor y la confianza en los demás”
Mientras que es infante comienza a descubrirse por tocar las varias partes de su
cuerpo, esto no es señal de que sea depravado, sino que esta aprendiendo por
experimentar. Además, cuando el niño llegue a la edad de preocuparse acerca de la
fertilización, normalmente no necesitará el juego de fantasía que practicaba a los tres o
cinco años. Ahora percibe las cosas por pensarlas y esto, combinado con un sentido
acentuado de desear una vida privada.
Volviendo a la infancia y temprana niñez, de dos a seis años, notamos que el niño
aprende por lo que ve, no aprende solo por nuestras palabras, es normal que desee saber
si todos los niños y las niñas son iguales a él. El niño preescolar tiende a hacer muchas
preguntas, como expresión de curiosidad. La curiosidad es natural y nos presta
oportunidades para guiar la mente inquisitiva del niño hacia actitudes sanas de su propia
sexualidad y la de otros.
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¿Cuándo debemos iniciar la educación sexual? La verdad es que las preguntas


naturales que hacen los chicos indican indica la ocasión más exacta Pero hay que
recordar no darles respuestas adultas a sus preguntas de niños.

4. ¿CÓMO DEBEMOS PRESENTAR LA EDUCACIÓN SEXUAL?


La primera manera que mencionaremos, por la cual los padres instruyen a sus hijos en lo
sexual es su ejemplo.
1. POR NUESTRO EJEMPLO
Por cierto nuestro ejemplo debe conscientemente comunicar conceptos sanos que
nuestros hijos puedan captar en nuestra actitud. Un ejemplo sano sobre el sexo abarca
por lo menos cuatro aspectos: Reverencia, amor, respeto (confianza) y aceptación.
Reverencia acerca del sexo quiere decir que haya un sentido de profundo aprecio y
respeto por lo que Dios ha creado, que refleje un respeto al cuerpo como una maravillosa
dádiva de Dios
El segundo aspecto de un ejemplo sano es el de la demostración del amor. El
ejemplo del amor demostrado entre la pareja es también un maestro supremo ante los
hijos. Los besos de cariño y la cortesía comunican volúmenes de educación sexual al
niño que los observa en acción.
Un tercer aspecto del ejemplo de los padres en la educación sexual de sus hijos es
el del respeto que se demuestre el uno hacia el otro y hacia los mismos hijos. Este
respeto debe incluir una confianza creciente en los hijos. Si queremos que los hijos nos
respeten hay que respetarlos primero. Esto incluye tocar la puerta de la habitación antes
de entrar, pedirles “permiso” cuando queramos interrumpir una conversación de ellos o
con sus amigos y corregir a cada hijo aparte, no delante de otros niños en público. Este
respeto comunica al hijo una valorización que le dice que lo apreciamos y que creemos
en él, contribuye a su formación moral.
En cuarto lugar. Debemos ejemplificar la aceptación tanto de los papeles como de
las funciones del sexo. Los varones necesitan saber que los aceptamos con
contentamiento porque son varones y las niñas deben saber lo mismo en cuanto a su
sexo. A veces los padres cometen el error de decir al niño “Bueno, mi hijo, en realidad
queríamos una niña esta vez, pero te amamos de todos modos”
2. POR LA COMUNICACIÓN
Nuestro ejemplo es una forma de comunicación, la comunicación tiene dos formas,
verbal y no verbal. La primera pauta en toda buena comunicación es saber escuchar. No
hay nada que infunda un sentido de aprecio en el niño como la atención que le demos a
sus preguntas y frustraciones. El haberle escuchado y mostrado simpatía es a menudo
más importante que la información que le pudiéramos impartir.
Otro paso básico en la buena comunicación es establecer tres directrices que le
sirvan en todo momento para dirigirse a los suyos en esta materia del sexo. Debemos
ser sinceros en enseñarle al hijo a respetar su sexualidad y la de otros y a buscar lo que
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le edifique y le lleve a un concepto sano del amor conyugal con su complemento físico
que se base en un alto sentido moral.
La honestidad se aplica usando los términos correctos y no eludiendo las
preguntas de nuestros hijos. Si les damos respuestas incorrectas, mas tarde descubrirán
la verdad y perderán su confianza en la veracidad e infalibilidad de nuestras respuestas.
La sencillez se refiere a la manera de responde a las inquietudes al nivel de los hijos, no
con palabras ni conceptos de adultos.
Sin embargo, los niños pueden hacer preguntas serias y profundas. Las más
delicadas tienen que ver con la parte del padre en la procreación. En este caso, como en
los demás, seamos sinceros, honestos y sencillos en nuestras respuestas. Se le puede
decir al niño que una célula del padre se encuentra con una célula de la madre y se
juntan. Al principio las células son tan pequeñas que no la podemos ver, pero dentro de
unos días el niño comienza formarse y así crece hasta el tiempo de nacer.
¿Por qué a veces algunos niños no preguntan acerca del sexo? En primer lugar,
algunos niños son diferentes en cuanto a las cosas del nacimiento y de los nenes. En
segundo lugar, se debe a que algunos padres les comunican que los más importante es
que ellos sean “buenos niños” Lo enfatiza tanto que cualquier cosa relacionada con el
sexo les parece “mala”. En tercer lugar, algunos padres, o abuelos, o maestros, o alguien
más puede que haya imbuido en la mente del niño que el sexo es malo y que no debe
preguntarse de “cosas feas”. En cuarto lugar los niños aprenden “los secretos” en la calle
y por su sentido de culpa no piensan que es tema digno de mencionar a los padres.

5. ¿QUÉ DEBEMOS ENSEÑAR EN LA EDUCACIÓN SEXUAL?


Hace Bien que estudie las etapas de desarrollo del niño y de la pre-adolescencia para
poder dar una educación sexual que se adecuada en el momento preciso. Ahora bien, el
“que” de la educación sexual abarca por lo menos dos aspectos: Lo físico y lo moral
Cuando el niño se está acercando a la pubertad, precisa de más información sobre
su propio desarrollo físico. Debemos asegurarle que no cabe un sentido de culpa porque
esté cambiando su forma y tamaño, o porque tiene acné, o que ha comenzado la
menstruación u ocurrido algunos sueños mojados (o emisiones nocturnas).
Además de los datos, se requiere que el niño reciba instrucción moral y espiritual
por la cual él pueda discernir lo bueno y lo malo, lo agradable y lo despreciable, lo que
edifica y lo que frustra la buena marcha de la vida cristiana.
Un concepto moral del sexo comienza con una actitud sana hacia el mismo sexo.
Es muy importante que el niño comprenda que Dios le ha hecho una persona sexual,
Génesis 1:27 y que Dios tienen propósitos muy positivos al haberlo creado de esta
manera. El sexo aceptado y usado como Dios lo ha diseñado, resulta en una felicidad y
en un sentido de alto cumplimiento, Efesios 5:21.33; 1ª. Timoteo 4:4
Un segundo paso en el desarrollo moral en la educación sexual del niño se logra
ayudándole a aceptarse tal como él es. La madurez del niño, en parte, se basa en esta
aceptación. El niño precisa de una aceptación de que ser varón o ser hembra es bueno,
Génesis 1:27; 1ª. Timoteo 4:4, porque Dios los creó así.
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La educación sexual en el hogar debe, en tercer lugar, proveer oportunidades de


establecer relaciones significativas y satisfactorias. Lo que hemos dicho anteriormente
acerca del respeto también se aplica aquí, pero es más que el respeto para las puertas
cerradas y la vida privada, es el respeto también hacia el propio cuerpo de uno de los
otros.
Por último, el hogar cristiano debe ayudar al niño a desarrollar su propio sistema
de valores. Parte de un sistema de valores aceptables son las ideas expuestas hasta este
punto sobre el qué enseñarles a los hijos en cuanto a la educación sexual.
Con los niños de menor edad un fundamento en la formación de valores es el de
su vocabulario. Los niños nos sorprenden por su facilidad de aprende malas palabras y
de soltarlas en el momento menos apropiado cuando hay visita o en público. Es en el
hogar donde el niño debe recibir una ética positiva y no una basada en negativismo. El
miedo no es muy efectivo en estos días modernos especialmente para enseñar a los
jóvenes de lo sexual.
Unos dos ejemplos de pasajes bíblicos que merecen nuestro estudio y práctica son
los de Filipenses 1:9-11 y Colosenses 1: 9-14. Ambos pasaje exaltan los recursos
proporcionados por Cristo en nuestras vidas. El amor, el conocimiento, el
discernimiento, el crecimiento en madurez, la fortaleza, la firmeza, la potencia de la
gloria de Dios, la libertad del pecado y la redención por la sangre de Jesucristo mismo.

6. PROBLEMAS ESPECIALES DE LOS ADOLESCENTES


Los adolescentes precisan, por lo menos dos clases, de información, (1) la de sus
cambios físicos y (2) la de las cuestiones personales y sociales de la masturbación, la
pornografía, la homosexualidad y el sexo prematrimonial.
a. LOS CAMBIOS FISICOS
En el desarrollo físico las niñas necesitan saber antes de su primera menstruación lo que
pasará. Así evitarán la confusión, el miedo y, la culpa que suele sentirse cuando existe
ignorancia del suceso. El adolescente varón precisa saber que las emisiones nocturnas
acompañadas por sueños eróticos son normales en su crecimiento sexual.
El impulso sexual en el adolescente es muy fuerte, una manera que Dios creó para
que el cuerpo inconscientemente se ventile de algunas de las tensiones sexuales. Por los
diecinueve años, hay sólo un cinco por ciento de los jóvenes que no han experimentado
las emisiones nocturnas, “por lo tanto todos merecen saberlo y así poder aceptará su
realidad si gran frustración.
b. PROBLEMAS PERSONALES Y SOCIALES
Hay un sentido en que el adolescente no puede controlar los aspectos físicos que acabo
de mencionar, pero hay algunos problemas personales y sociales sobre los cuales él si
tiene que decidir y ejercitar control Son la masturbación, la pornografía, la
homosexualidad y el sexo prematrimonial.
1. La masturbación. Es una experiencia común desde la infancia, cuando el
niño y la niña reciben cierta excitación al tocar y manipular sus órganos sexuales.
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En la adolescencia puede llegar a constituirse en un problema personal si se


convierte en hábito.
De que ocurra ocasionalmente, y los padres se enteren del caso, no deben crear un
escándalo, acusando al niño de ser un pecador renuente y condenado. Deben aceptar este
hecho como algo completamente normal en la formación del adolescente, quien suele
insistir en experimentar las cosas de la vida para comprobar su valor y realidad. Además,
hay que reconocer que las tensiones sexuales se amontonan durante la pubertad y
adolescente, hasta que el joven se casa, y que la masturbación es a veces nada más que
una válvula de escape de estas tensiones.
Déjeme hacer tres sugerencias que pueden ayudar a los padres en su orientación a
sus hijos en este particular. En primer lugar procure conversar con sus hijos
frecuentemente. Se puede asumir que sus hijos adolescentes están encarando esta
situación de la masturbación. Un dialogo compresivo en el cual usted expresa fe y
confianza en el niño puede aliviarlo de sus sentidos de culpa y dirigirle a despedir
algunos de sus fantasías acerca del sexo.
En segundo lugar y de gran importancia, enseñe al niño cómo vencer las
tensiones. Un pastor nos recuerda que no podemos controlar quién toca a la puerta de la
casa, pero si podemos decidir quién entra. Un pasaje muy útil es el de 1ª. Corintios
10:13. Este versículo recalca que la fuente de decisión se encuentra en nuestra voluntad.
En gran parte hacemos lo que queremos hacer. También nos enseña que Dios está
presente en estos momentos de prueba, proveyéndonos la salida. De modo que nunca
debe el cristiano sentirse atrapado en las tentaciones.
Un de las mejores salidas en esos momentos difíciles es la de cantar un corito o
citar un pasaje bíblico. Es de poner a funcionar Colosenses 3:16. Efectivamente la forma
más positiva de resistir lo malo es escoger andar tras el Señor y sus pensamientos que
edifican y maduran nuestra vida, Santiago 4:7. Ante el problema personal de la
masturbación como un hábito compulsivo, lo que falta es el ejercicio de una voluntad
dominada por positivos y poderosos pensamientos.
2. La pornografía. En América Latina en los últimos diez años se ha
engrandecido monstruosamente la onda de la pornografía., es como la oscuridad
que envuelve todo cuando se apagan las luces. La juventud es curiosa que se
inclina fácilmente a acercarse a estos eventos y materiales. Más bien es la
explotación deliberada de lo obsceno y lo lascivo, y es uno de los más horribles
contribuyentes a que los jóvenes experimenten mayores tensiones sexuales en
estos días. Seguramente provoca excesivamente a los jóvenes a buscar como
aliviarse, sea por la fornicación, la masturbación, la homosexualidad o como sea.
Necesitamos orientar a nuestros hijos y hacerles ver que la intención de aquellos
que producen pornografía es explotarles para que se postren ante la diosa de la suciedad
y que convivan con las fantasías más inmundas que la mente pervertida pueda inventar.
Una alternativa para los padres en sus esfuerzos de dialogar con sus hijos respecto
al sexo es que se les puede dirigir a evaluar los conceptos pornográficos que se han
proyectado sobre el sexo, el amor, la moralidad, los valores, el respeto, la felicidad, el
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matrimonio etc. Los mismos jóvenes pueden percibir la falsedad de esta manipulación
sexual, y una sana conversación sobre el tema servirá para exteriorizar sus frustraciones
y dar expresión a su búsqueda de una vida exitosa y libre de perversidades.

3. La homosexualidad. Aquí nos encontramos con un problema


excepcionalmente difícil. La homosexualidad es con frecuencia, una fase pasajera
de la temprana adolescencia, no siempre se puede detectar el origen de este
desorden de la personalidad. A veces contribuyen perturbaciones síquicas, a veces
proviene del temperamento y otras veces surge de la experimentación sexual de lo
jóvenes que luego se convierte en hábito.
También el ambiente del hogar puede ser una influencia en este problema,
especialmente en el caso de la confusión de los papeles de los padres, lo que ocurre a
menudo cuando uno de los padres está ausente y el niño pierde el modelo de la
interacción y trato de los padres. Los padres que son tiranos brillantes o mal avenidos a
veces influyen en sus hijos algo de inseguridad, causando una desconfianza en su
capacidad de relacionarse con otros y creando una tendencia a expresarse innaturalmente
en los impulsos sexuales.
La homosexualidad es una perversión del plan original de Dios para el uso del
sexo. Pablo, en Romanos 1: 26-28 indica que se produce una bajeza en la moralidad de
cada uno de los que se meten en estas anormalidades sexuales, debido a que ignoran a
Dios hasta que Dios los entrega “a una mente reprobada, para hacer cosas que no
convienen.
La solución de este problema viene cuando el homosexual reconoce que tienen
problemas y busca una orientación equilibrada. Tales personas necesitan de la
compasión cristiana, el perdón divino y la ayuda síquica, pero tienen que aceptar la
seriedad de esta condición y desear profundamente dejar este rasgo de su personalidad.
Se sugiere que el Joven que tiene este problema ventile su energía sexual en el
trabajo, en actividades de deportes, pasatiempos y otros proyectos.

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