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“Los seres humanos somos animales en busca de patrones y somos expertos

en encontrarlos, independientemente de que existan o no” (adaptación de una

frase de Michael Shermer). Discuta las preguntas de conocimiento que esta

idea puede generar en dos áreas de conocimiento.

Nombre del estudiante: Elvyn Daniel Ojeda Guaicha.

Número de palabras: 1454


Michael Shermer es un gran pensador escéptico que cree firmemente en

una patronicidad innata en el ser humano; con su afirmación en el título

prescrito pretende sostener que el cerebro humano no acepta la ignorancia, es

decir que siempre está preocupado en obtener respuestas a sus dudas,

aunque tienda a caer en el argumento ad ignorantiam, esta es una falacia que

consiste en mantener una postura de un argumento falso, defendiendo que no

existe prueba de lo contrario. Damer (2005). Michael Shermer plantea que es

más fácil creer que dudar, porque el cerebro necesita una respuesta para no

conformarse con desconocer, es por eso que en la búsqueda de conocimiento

a través patrones, el cerebro humano puede encontrarlos en lugares donde no

existen. Shermer (2016).

El hombre por naturaleza es un ser que cuestiona todo lo que le rodea,

razón por la que a lo largo de la historia ha tenido que enfrentar grandes

cuestiones filosóficas y científicas que incluso hasta la actualidad no se les ha

dado respuesta concreta; como por ejemplo el “¿Por qué seguimos aquí?”,

“¿estamos solos en el Universo?”, “¿por qué nosotros?” etc. Partiendo de la

naturaleza humana, somos una especie que está en constante evolución y se

adapta rápido a un entorno diferente; la respuesta natural e inmediata de

nuestro cerebro es buscar paulatinamente patrones en la naturaleza; haciendo

mención al título prescrito de la afirmación de Michael Shermer: “Los seres

humanos somos animales en busca de patrones y somos expertos en

encontrarlos, independientemente de que existan o no”. Desde mi punto de

vista estoy de acuerdo con esta afirmación, ya que presenta al ser humano

como un ser racional en busca constante del conocimiento a través de

relaciones entre concepciones que interpreta del entorno, en base a esto el


presente ensayo tiene como objetivo dar respuesta a la siguiente cuestión de

conocimiento: ¿En qué medida el proceso de búsqueda de conocimiento a

través del hallazgo de patrones en el entorno, ha llevado al hombre a la

interpretación de su propia realidad?, Las áreas de conocimiento que he

seleccionado para dar respuesta a la pregunta son la Matemática y la

Astronomía, mediante la percepción sensorial, la imaginación y la razón como

formas de conocimiento.

La Matemática es una ciencia formal y exacta que parte de axiomas en el

estudio de entidades abstractas. Aunque mejor definida la Matemática es una

herramienta que es usada para describir los fenómenos físicos de la

naturaleza. El primer contacto que tuvo el ser humano con la Matemática, fue

aproximadamente hace 70 000 años, donde rastros de paleontólogos

afirmaban haber encontrado formas de contar y patrones geométricos de

antiguas civilizaciones (Henahan, 2002). La razón de que esta área de

conocimiento fue escogida, es porque es la ciencia de los patrones, secuencias

y causalidades en todo el sentido de la palabra. El primer ejemplo que voy a

tratar se sitúa en el siglo VI a.C, en la época de los pitagóricos. Los pitagóricos,

liderados por Pitágoras de Samos, fueron un grupo de músicos, astrónomos,

matemáticos y filósofos que se reunían en secreto para el estudio de los

números y demás cuestiones de ciencia.

Pitágoras afirmaba que los tonos producidos por las cuerdas iguales

tensas de una lira (instrumento musical de aquella época) estaban

vinculados entre sí por la correspondencia que existía entre las longitudes

de las cuerdas que los originaban y que estas relaciones se podían

expresar mediante números racionales. (Averbuj, 2000, p.41)


Basado en la cuestión de conocimiento que he planteado, es

verdaderamente extraordinario denotar como el pensamiento humano fue a dar

con el hallazgo de la escala musical bajo procesos matemáticos que no

estaban establecidos, pero que coincidieron con la realidad. El papel que juega

aquí las formas de conocimiento es muy determinante, comenzando primero

por la percepción sensorial la cual permite al individuo identificar el fenómeno,

seguido de la razón la cual interpreta el fenómeno y da sentido al patrón que se

evidencie. La concordancia entre la relación matemática de la serie armónica

como búsqueda del conocimiento y la identificación del patrón matemático en

las cuerdas, dio como resultado una nueva interpretación de la realidad al

individuo a través de la música.

Por otro lado, el título prescrito plantea también que el ser humano es un

ser racional en busca de patrones independientemente de que existan o no,

donde la percepción sensorial y la razón pueden llegar a determinar un patrón

que no existe en el área de conocimiento de la Matemática. Esta implicación

está fundamentada en la Matemática ya que esta ciencia teóricamente es una

ciencia exacta que parte de axiomas, pero si bien nuestra razón da a entender

que la Matemática es exacta, nuestra percepción sensorial puede demostrar

que no lo es, sino que solo tiende a ser precisa, esto se da de acuerdo a la

forma en que cada individuo interprete un fenómeno. Un evidente ejemplo es la

escala de Shepard; es una tonalidad musical construida en base a ondas

sinusoidales superpuestas y separadas por octavas, dando como resultado una

ilusión auditivita de una melodía, que si bien puede ascender o descender

indefinidamente (Shepard, 1964). Aunque existen otras variaciones, la

intencionalidad de la escala de Shepard es engañar al espectador con un


sonido que aparentemente parece ser infinito y no termina nunca. A través de

la propia percepción sensorial el cerebro es engañado para creer que en

verdad la tonalidad no tiene fin. La ilusión se crea gracias al orden en que las

notas superpuestas son ordenadas en base a la función Gaussiana, esta

función establece la forma en que cada octava va descendiendo o ascendiendo

acorde al tiempo (Shepard, 1964). Esto nos da a entender que el cerebro

puede encontrar patrones en lugares donde no existen; gracias a nuestra razón

podemos entender que matemáticamente la escala de Shepard es imposible y

que no existe tonalidad alguna que crezca hasta al infinito, pero esto sucede

después de haber sido engañados por nuestra percepción sensorial al

interpretar tal secuencia como posible en la realidad.

Por otro lado está la Astronomía, la cual es conocida como la primera de

todas las ciencias al ser la ciencia madre que despertó la curiosidad y la duda

en el ser humano. Centrándose en el Neolítico precisamente, los primeros

hombres que apenas conocían el significado de tribu, se deslumbraban en las

noches por el firmamento que la naturaleza les brindaba. “Pero con el tiempo

(muchísimos años…) se dieron cuenta de que la salida y la puesta del Sol

cambiaban de una estación a otra. Entonces, las estrellas se volvieron, como

en el caso del tiempo, orientadoras más seguras” (Averbuj, 2000, p.20). Fueron

precisamente las constelaciones las que despertaron la patronicidad en el ser

humano; desde el Homo Habilis y por más de 2, 5 millones de años hemos

mirado hacia arriba y contemplado a las estrellas imaginando todo tipo de

figuras entre ellas y tratando de entender nuestra posición en el Universo. Le

debemos tanto a la Astronomía, tanto como le debemos a sus exploradores en

la edad antigua, se logró entender qué era un día, qué era un año, el patrón
universal de la velocidad límite en el Universo; nuestra insignificante posición

como tercer planeta de un Sistema solar abandonado por dios.

En conclusión, puedo decir que los seres humanos estamos ligados a

caer en la ignorancia, a pesar de que la exasperante necesidad que tenemos

por cuestionar todo nos llevará más allá de encontrar simples patrones. Y en

respuesta a la pregunta planteada ¿En qué medida el proceso de búsqueda de

conocimiento a través del hallazgo de patrones en el entorno, ha llevado al

hombre a la interpretación de su propia realidad?, de acuerdo a las áreas de

conocimiento exploradas la medida en que influye es determinante; por una

lado hemos usado a la Matemática para describir todo lo que nos rodea y

hemos encontrado en ella respuestas, además de que la modificamos a

nuestra conveniencia respecto a patrones que identificamos en el entorno. Y

por otro lado la Astronomía que nos enseñó a cuestionarnos todo, dio un paso

hacia a nuevas forma de conocimiento como la imaginación en ámbitos mucho

más complejos. Por ello Michael Shermer alude a una patronicidad que no está

sujeta a teorías cien por ciento ciertas y fundamentadas, por lo que las

implicaciones son vastas y variadas respecto a lo que el ser humano a través

de su razón y percepción sensorial pueda producir y construir en el futuro. A mi

criterio, pienso que la interpretación de nuestra realidad es un proceso de

exploración del conocimiento en sí, a través de la construcción y producción del

mismo podemos generar nuevas preguntas que calzarán en nuevos patrones y

así podremos descubrir otra realidad inmersa en la realidad misma del

Cosmos.
Referencias Bibliográficas

 Averbuj, Eduardo (2000). Con el cielo en el bolsillo: La Astronomía a

través de la Historia, Madrid, España: Editorial la Torre.

 Henahan, Sean (2002). «Art Prehistory». Science Updates. The National

Health Museum

 Many proofs of divergence of harmonic series: "The Harmonic Series

Diverges Again and Again”

 Shermer, Michael (2016). Michael Shermer: El patrón detrás del auto-

engaño. Recuperado de Ted.co

 Shepard, Roger N. (diciembre de 1964). "La circularidad en Sentencias

del tono relativo". Revista de la Sociedad Americana de Acústica

 T. Edward Damer (2005). Attacking Faulty Reasoning. Belmont, CA:

Wadsworth

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