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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA

“BENITO JUAREZ” DE OAXACA


“EUTANASIA, CRIMEN O DERECHO”

INVESTIGADOR: ELIUD LÓPEZ VÁSQUEZ

DIRECTOR(A) DE INVESTIGACIÓN: LIC. IRMA ISABEL PEREZ MARTINEZ

OAXACA DE JUAREZ, A 10 DE JUNIO DEL 2018

RAMAS DE CONOCIMIENTO:
-Derecho penal
-Derecho civil
-Medicina legal

0
Tabla de contenido
1. Introducción 2
2. Capítulo I 3
2.1 Antecedentes históricos 3
2.2 Los pueblos primitivos 4
2.3 Grecia y Roma 5
2.4 El Cristianismo y sus repercusiones 6
2.5 El Renacimiento 7
2.6 Eutanasia” en la Alemania Nazi 8
2.7 México 9
3. Capítulo II 11
3.1 La Eutanasia 11
3.2 Definición médica de muerte 11
3.3 Significado de la vida y de la muerte: perspectiva filosófica y criterios científicos para
determinarla 12
3.4 Derecho a la Vida. 14
4. Capítulo III 16
4.1 Muerte digna 16
4.2 Eutanasia activa y pasiva. 17
4.3 Eutanasia voluntaria, no voluntaria e involuntaria 18
4.4 Suicido Médicamente Asistido 19
4.5 Voluntad Anticipada/Directivas Anticipadas 20
4.6 La eutanasia desde diferentes posturas 22
4.6.1 La eutanasia y la iglesia 22
4.6.2 Eutanasia. Análisis jurídico 24
4.6.3 La eutanasia y la ética 25
4.7 La eutanasia en la legislación mexicana 27
4.8 Argumentos a favor y en contra de la eutanasia 30
4.8.1 A favor 30
4.8.2 En contra 32
5. Capítulo IV 33
6. Bibliografía 34
7. LEYES 35

1
1. Introducción

Hoy en día, en nuestro país, existe una opción para aquellos enfermos terminales,
enfermos con padecimientos crónicos o personas que no desean recibir cuidados
extraordinarios o medidas desesperadas cuyo fin es mantenerlos con vida cuando ya
no hay acción médica posible que pueda resultar en una restauración de la salud. La
elección sobre cómo morir que provee la Ley no tiene los alcances necesarios para
otorgar y garantizar el derecho a una muerte con dignidad a la población. En la
actualidad los avances tecnológicos, con base a la salud, han resultado ser apoyo de
esta perspectiva, ya que su objetivo principal es el alargamiento de la vida y la evasión
de la muerte. En consecuencia, no sólo es la prolongación de la vida, sino que, en los
pacientes con enfermedades terminales irreversibles, al aplicarlos o someterlos a los
mismos, significa también el alargamiento al sufrimiento en el que se encuentran.
El debate acerca de la muerte con dignidad, en particular de la eutanasia y el suicidio
médicamente asistido, tiene por finalidad abrir un espacio de opinión, de reflexión en
la población mexicana, de creación de consciencia sobre un tópico que
necesariamente llegará a la vida de todo ser humano; así como de regular este medio
para las personas que lo elijan para sí mismos o para un familiar que se encuentre en
imposibilidad de solicitarlo.
Es necesario obtener de las Instituciones Públicas y del Estado la garantía de que
proporcionarán los medios adecuados para morir de la forma más digna a la que se
pueda acceder y con el menor sufrimiento posible. La necesidad de legislar sobre el
tema debido al impacto el tema de la muerte con dignidad ha causado en sociedad es
el motivo de la presente investigación, que tiene por firme propuesta la regulación de
la eutanasia y el suicidio médicamente asistido en el sector de salud público y privado,
pues es reflexionar sobre las decisiones médicas y legislativas que impiden al paciente
hacer valer su derecho a morir con dignidad y que se respete la autonomía de su
decisión, como cualquier derecho humano.

2
2. Capítulo I

ANTECEDENTES

2.1 Antecedentes históricos

Las normas sociales de cada entidad cultural han sido establecidas a lo largo de la
historia por medio de la influencia de filósofos como Seneca, Sócrates 1, Platón y
Aristóteles, así como las necesidades de los individuos para vivir en un entorno
equilibrado y armonioso. Fueron los países de Inglaterra y Francia los que tuvieron
mayor peso en el establecimiento de las normas jurídicas actuales, gracias a estas el
pensamiento del hombre, tanto sus acciones se ha podido tener un peso firme en base
a su libertad, pero siempre respetando que vive en una entidad comunal.

Por lo que, desde la Edad Media hasta la Edad Moderna, se ha luchado por obtener
una esencia de la libertad, pero al mismo tiempo no era concebida dicha idea. En
Inglaterra, fue un país clave del constitucionalismo, ya que se consigue una transición
en una forma gradual de una época medieval de una forma indolora se pase a una
época moderna delimitando un poder político, donde se da origen a las libertades
individuales, diferenciándose las libertades de los súbditos y de los ciudadanos; a lo
que fueron llamándose Derechos Adquiridos. Dándose lo anterior de la siguiente
manera: En cada época de la humanidad han ido evolucionando los derechos del
hombre de acuerdo a las circunstancias por las que se estaba viviendo. Permitiéndose
así, conocer que cada persona posee necesidades diferentes, que sus fines o
propósitos son definidos por sus personalidades. Es así, como estos derechos se
establecieron y cumplieron esas insatisfacciones de las personas para ir creando un
ambiente de libertad y recreación de la voluntad humana.

Pasando el tiempo se logró que los personajes de la sociedad fueran adquiriendo


derechos, desde el punto de vista del derecho moderno. Se le dio lugar a cada uno

1
FIGUEROA, Lidia. La muerte en la visión de Seneca, texto griego XIII, Ed. Universidad Nacional de
Rosarios, 2005, http://200.16.86.50/digital/8/conferencias/figueroa1-1.pdf

3
con: su nacimiento, su estilo de vida y su pertenencia a un lugar. También después se
buscó la libertad de expresión y positiva de cada sujeto. Aunque el avance era
inminente y las personas pudieran ir teniendo más y más derechos, estas aún no eran
dueñas de sus propias libertades, el paso era lento y su modo de vida continuaba en
progreso. La vida era su derecho por naturaleza y su estilo de vida se fue modelando
a derechos establecidos por la sociedad para una convivencia estable y pacífica.

2.2 Los pueblos primitivos

Para un entendimiento mayor acerca del concepto de eutanasia actual, es necesario


el análisis de los dilemas que han enfrentado las sociedades ante el inminente fin de
la vida de un individuo. La práctica de la eutanasia se ha caracterizado por estar
presente desde tiempos remotos, por ejemplo, en los pueblos antiguos.
Al respecto se menciona que estos pueblos distinguen claramente dos tipos de dolor:
● Dolor superficial. (referido a heridas, quemaduras, lesiones y otros
traumatismos susceptibles de curación…). Es un aspecto del dolor y en el que
el enfermo puede ser tratado y mejorado.
● dolor profundo (referido a aquel que carece de solución): es el producido por los
malos espíritus que han conseguido traspasar la barrera corpórea del individuo.
Esto supera la barrera de lo que el hombre pudiera hacer por mejorarlo 2.

Como consecuencia del dolor profundo, los casos de eutanasia comienzan a


practicarse rutinariamente. Núñez Paz menciona también la superioridad jerárquica
que tenía la colectividad frente al individuo; de ello que fuera común la eliminación de
niños nacidos con malformaciones, ancianos y enfermos con afecciones de salud
graves y carentes de solución, pues, dadas las difíciles circunstancias de la vida
arcaica, donde la sobrevivencia de la comunidad era prioridad, el hecho de la
permanencia en el grupo era una cuestión de utilidad, del beneficio que cada individuo
pudiera aportar a la comunidad; sin eso, la estadía social se convertía en un riesgo
para el conjunto.

2
Núñez Paz, Miguel Ángel. La Buena Muerte. Editorial Tecnos, Madrid, España. 2006, p. 32-33.

4
El enfermo crónico o el anciano poco o nada podían hacer en un ambiente hostil, por
ello, su erradicación del clan ahorraba recursos y disminuía la vulnerabilidad del
mismo. De esta manera, los bosquimanos abandonaban a los ancianos para ser
devorados por fieras, a petición de estos últimos la mayor parte de las veces; en
Birmania, ante una enfermedad incurable y dolorosa se solicitaba el ahorcamiento y la
petición era autorizada en el mismo momento; los esquimales abandonaban a los
ancianos, enfermos incurables o hijos primogénitos recién nacidos del sexo femenino
para que murieran dentro de iglúes sellados de forma hermética; los celtas daban
muerte a ancianos con salud precaria y existen indicios que señalan que entre los
pueblos eslavos y escandinavos se procuraba acelerar la muerte de los ancianos que
hubieran llegado a una edad considerada de vejez extrema.
Lo que en la actualidad parecen métodos era la forma que las antiguas civilizaciones
implementaron con el fin de hacer frente a una situación de tipo utilitaria y de
sobrevivencia, más que dar muerte a un miembro del clan o la tribu por razones
humanitarias o de dignidad al final de la vida, se ponderaba el beneficio o perjuicio que
la vida en cuestión representaba para el clan.

2.3 Grecia y Roma

En Grecia, pensadores como Sócrates y Platón, eran defensores de diversas formas


de eutanasia en base a la protección de la idea clásica de “belleza”, así también los
estoicos. Dicha belleza abarcaba el plano físico y el espiritual, todo esto sumado a la
defensa de un concepto de Estado sostenido por individuos sanos y fuertes, física y
mentalmente. Según Platón, para dar hijos fuertes y útiles al Estado tiene que
realizarse una selección de entre los hombres, como menciona en su República:
“Así pues, tú establecerás en el Estado una disciplina y una jurisprudencia, como las
entendemos nosotros, que se limiten a impartir sus cuidados a aquellos ciudadanos
que tengan bien constituidos el cuerpo y el alma. Y en cuanto a aquellos que no tengan
el cuerpo sano, se les dejará morir, y a los que tengan el alma incorregible y perversa,
se les dará la muerte e incorregible”.3

3
3 Platón. La República o el Estado, Editorial Garnier Hermanos, Paris,
http://biblio.juridicas.unam.mx/libros /4/1564/4.pdf, p. 187.

5
El suicidio como un medio eutanásico era también una práctica común, los estoicos lo
adoptaron cuando la vida les era insoportable a causa de padecimientos dolorosos,
enfermedades o anormalidades físicas. Zeno y Cleantes, filósofos estoicos se quitaron
la vida mediante el ahorcamiento y la inanición respectivamente a causa de males que
los aquejaban. Si bien es cierto que otros grupos filosóficos contemporáneos
condenaban esta práctica, como los pitagóricos, aristotélicos y epicúreos.4

La filosofía romana conserva en cierto grado, las pautas marcadas por la griega; se
condenaba el suicidio irracional, pero se consideraba digno a aquél que terminara con
su vida por motivos de salud: prevalecía la dignidad, la idea de morir con honor.
Aparentemente, el primer registro del uso del concepto “eutanasia” se atribuye al
historiador romano Suetonio (a.C. 69- 125 d.C.), quien en su obra La vida de los Doce
Césares narra cómo César Augusto pidió una muerte dulce y expresaba los mismos
deseos para su familia: una eutanasia.5

2.4 El Cristianismo y sus repercusiones

La llegada del cristianismo fue parteaguas en el repudio y condena de la que fue objeto
el suicidio, la Iglesia modificó su legislación interna, con ello y la expansión del
cristianismo se modificó también la ley civil: las propiedades o bienes de quien atentara
fatalmente contra su propia vida eran confiscadas por el Estado y su cuerpo era
empalado para ser abandonado en vía pública7, el castigo al suicidio no contemplaba
circunstancias del mismo, se rechazaba la idea del suicidio aún tras una larga agonía
a causa de padecimientos físicos.
En esta época, era inimaginable recibir ayuda paliativa de cualquier tipo, la vida del
hombre era perteneciente a Dios, que de acuerdo con la Biblia creó al ser humano: “Y
creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.”,
“El espíritu de Dios me hizo, y el soplo del Omnipotente me dio vida.”; por lo tanto era
únicamente Él, quien como soberano dador de existencia, estaba facultado para

4
Humphry, Derek y Wicket, Ann. El derecho a morir: comprendiendo la eutanasia. Editorial Tusquets,
febrero 2005. Madrid, España, p. 22.
5
Álvarez del Río, Asunción. Práctica y ética de la eutanasia. Fondo de Cultura Económica México,
2005. México, p. 24.

6
terminar con ella: “Tú has determinado la duración de nuestra vida. Tú sabes cuántos
meses viviremos, y no se nos concederá ni un minuto más.”
El suicidio era entonces, un pecado mortal para la cristiandad, como lo expresaba
Santo Tomás de Aquino en su Suma de Teología, II-II (a), Cuestión 64: ¿Es lícito a
alguien suicidarse? “… la vida es un don divino dado al hombre y sujeto a su divina
potestad, que da la muerte y la vida. y, por tanto, el que se priva a sí mismo de la vida
peca contra Dios…” así como “… no es lícito al hombre darse muerte para pasar a otra
vida más dichosa. Tampoco lo es el que rehúya ciertas miserias de la vida presente,
puesto que la muerte es el último de los males de esta vida y el más terrible.”6

2.5 El Renacimiento

El Renacimiento, movimiento cultural comprendido entre los siglos XV a XVI, establece


un antes y un después en todos los aspectos de la vida conocida hasta entonces, pues
con él, surge un radical cambio de los paradigmas impuestos hasta esa fecha.
Asimismo, se enfatiza la libre elección de la muerte por parte del enfermo. Pero se
requiere también el permiso de las autoridades y de los sacerdotes para evitar abusos,
esto, en su obra “Utopía”, nombrada originalmente en latín “Libellus. De optimo
reipublicae statu, deque nova insula Vtopiae”, traducida al español como “Libro Del
estado ideal de una república en la nueva isla de Utopía” (1516), donde se tratan temas
como la economía, la filosofía y la política de Inglaterra durante la época de Moro; así
como la descripción de una comunidad pacífica, donde reina la armonía social y el
bienestar ciudadano. Esta armonía y bienestar son inclusivos con la eutanasia.
En el siglo XVII, por su parte, Sir Francis Bacon postula la ayuda al morir, pero exhorta
a los médicos a investigar métodos que disminuyan los sufrimientos del moribundo en
sus últimos momentos. Considera una parte del objetivo médico el acelerar y facilitar
la partida del moribundo sin posibilidad de recuperación; es decir: es misión del médico
no únicamente el alivio de la enfermedad y de sus consecuentes dolencias, sino
también de auxiliar al enfermo de forma que pueda abandonar la vida sin

6
De Aquino, Santo Tomás, Suma de Teología II-II, Editorial Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid,
1990, http://biblioteca.campusdominicano.org/3.pdf, p. 553.

7
padecimientos excesivos. Exalta también el valor de tener una muerte con dignidad y,
sobre todo, desaferrarse a esa obstinación terapéutica antes mencionada, que
únicamente prolonga la agonía de una persona cuya muerte es inevitable.

2.6 Eutanasia” en la Alemania Nazi

El discurso pro eutanasia se ha visto afectado de manera negativa tras el recuerdo de


las brutalidades cometidas por el régimen nacional socialista alemán durante el
periodo comprendido entre 1935 y 1945, siendo un tema impronunciable en distintas
sociedades y casi imposible de debatir.
Durante una década, alrededor de seis millones de judíos europeos fueron
exterminados por la tiranía nazi durante el holocausto por motivos raciales. Los
métodos utilizados eran fusilamiento, gaseamiento letal, muerte por inanición, por
golpes y tortura; también se realizaron numerosos experimentos con pocos resultados
verdaderamente benéficos para el avance científico. Sin embargo, antes de ello, desde
1939 y hasta 1941, el régimen nazi eliminó a cien mil hombres, mujeres y niños,
alemanes, de raza aria que presentaran alguna anormalidad física o mental.
En 1939, Hitler realizó un borrador sobre la “Acción Muerte de Gracia”, donde se
preveía el “Exterminio de la Vida Indiga de ser Vivida” y de acuerdo a un escrito del
mismo año, redactado por Theo Morell, médico de cámara Adolf Hitler, la eliminación
de vidas de los enfermos o malformados físicamente estaba justificada no únicamente
por la preservación de los individuos arios superiores físicamente y la limpieza
genética, sino también a un sentido utilitario: dichas vidas representaban gastos en
recursos económicos y humanos. En esos tiempos de crisis, la escasez de personal
médico sería alta en caso de guerra, y que de acuerdo a Viktor Brack, colaborador de
Hitler, a cargo de la organización de los asesinatos “eutanásicos”, éste último pensaba
que con el exterminio de las “bocas inútiles” se podrían obtener más recursos para el
ejército alemán: hospitales, médicos, camas, instalaciones sanitarias, entre otras
cosas.

8
2.7 México

México no ha sido la excepción en tratar el tema sobre la Eutanasia, palabra la cual al


oírla nos asusta, pues inmediatamente se relaciona con dar muerte alguna persona.
Pero la forma de darle entrada a este término de eutanasia y que se entienda no como
darle muerte a una persona, sino la manifestación de la voluntad de un enfermo que
se le permita dar por terminados a los dolores insoportables que padece al tener una
enfermedad terminal, aplicando una medicación alternativa como son los cuidados
paliativos.
Sin pasar por alto que, en el Código Penal Federal, en el artículo 302 establece:
Comete el delito de Homicidio el que priva de la vida a otro. En el artículo 312: El que
prestare auxilio para que se suicide, será castigado con la pena de uno a cinco años
de prisión, si se lo prestare hasta el punto de ejecutar él mismo la muerte, la prisión
será de cuatro a doce años, la Eutanasia no está permitida en nuestro país.7
Siendo importante señalar que aunque ya en diferentes Estados de la República
Mexicana existen Leyes y propuestas de Ley que van encaminadas a una eutanasia
pasiva, lo que se busca es que las personas manifiesten su voluntad en casos de
encontrarse ya sea con una enfermedad terminal o bien en estado vegetativo, con el
temor a que se le realice la aplicación de aparatos con avances tecnológicos que
solamente alargarán la agonía del enfermo logrando con esto que la persona tenga
una vida digna, ya que depende de la tecnología para seguir sobreviviendo.
En el 2005, fue un año donde se luchó para despenalizar la eutanasia, teniendo como
base respetar los derechos fundamentales del hombre. Se proponía que el suicidio
asistido se permitiera siempre cuando una persona fuera desahuciada por una
enfermedad. Ya que esto ha sido por años una práctica que se da, pero no se
menciona. Por lo que a través de la palabra Ortotanasia que significa la muerte digna
que es la aplicación de eutanasia pasiva. Permitiendo el paso a la autonomía de las
personas.

7
Diputados del Congreso de la Unión. Código Penal Federal. recuperado el 10 de junio de 2011.
http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/9.pdf

9
La palabra eutanasia es todavía un tabú para la sociedad mexicana mencionarla.
Buscando casos en México donde se ha solicitado la aplicación de eutanasia no son
mencionados posiblemente por temor a que los demás piensen que quieren quitarse
la vida o matar a un familiar, en una publicación que realizó en fecha Junio 4 de 2011,
la reportera Adriana Touché de Paz, menciona dos casos, primeramente el de un joven
de nombre Carlos que a la edad de 19 años al salir de un antro tuvo un accidente
automovilístico y que después de un mes en estado de coma, se le diagnosticó que
quedó cuadripléjico, ya que no puede mover sus piernas, brazos, ni cabeza, solamente
puede abrir sus ojos de los cuales constantemente brotan lágrimas, posiblemente
pidiendo ayuda o amor. El otro caso que refiere es sobre un albañil de nombre Rafael
que trabajaba en una construcción de un Edificio y se cayó del tercer piso
accidentalmente y desde entonces vive con la ayuda de un respirador artificial y con
diferentes sondas. Por lo que la clínica permitió que la esposa se lo llevara a su casa,
lo cual tiene que atenderlo en todo momento tanto del aseo personal como cambiarlo
y darle alimento, lo cual resulta muy costoso para ella porque aparte la situación
económica de ellos ya era marginada aun cuando éste trabajaba, por lo que la esposa
cada día se pregunta si debe seguir su esposo Rafael muerto en vida o debe de tomar
otra determinación.
Para saber si realmente se aplica la eutanasia pasiva en México, seria recorrer
Hospitales, clínicas donde encontraremos casos de enfermos terminales donde los
pacientes deciden de acuerdo a su economía o el médico toma la determinación
cuando son pacientes de Hospitales públicos,380 Punto de vista donde más bien son
vistos como que solamente ocupan una cama que podría servirle a otra persona que
realmente tiene curación. Pero poco a poco va cambiando nuestra ideología o punto
de vista en México, mencionando entidades Federativas que han legislado sobre la
voluntad anticipada o sobre el testamento de vida.

10
3. Capítulo II

MARCO NORMATIVO

3.1 La Eutanasia

Por eutanasia se entiende el hecho de provocar la muerte para beneficio de la persona.


Con el complemento indirecto se quiere excluir la justificación de la eutanasia
promovida por las políticas de “higiene racial” de regímenes racistas, como el del
nacionalsocialismo, que perseguían eliminar a los seres humanos indeseables para el
sistema. De esta manera se hace justicia al sentido etimológico de la palabra
eutanasia.
Tradicionalmente se ha planteado el problema de la eutanasia como un conflicto entre
la vida como un valor en sí o un valor subordinado a ciertas condiciones mínimas de
bienestar resumidas en conceptos como “calidad de vida”, “vida digna” o “vida
humana”, es decir, entre lo que podría llamarse el valor absoluto de la vida o valor
subordinado de la vida. Asimismo, también se le ha planteado como un conflicto entre
el derecho a la vida y el derecho a la libre decisión.

3.2 Definición médica de muerte

Durante mucho tiempo, el concepto de muerte era definido como el cese total de
funciones cardiorrespiratorias, sin embargo, durante la década de los sesenta propuso
el concepto de “muerte cerebral”, que con el paso del tiempo fue siendo admitido por
la comunidad científica y actualmente es aceptado de forma internacional.8
En nuestro país la Ley General de Salud define a la muerte como se cita a
continuación:
“ARTÍCULO 343. Para efectos de este Título, la pérdida de la vida ocurre cuando:
I. Se presente la muerte cerebral, o
II. Se presenten los siguientes signos de muerte:
a. La ausencia completa y permanente de conciencia;

8
Colegio de Bioética y el Foro Consultivo, Científico y Tecnológico. Op. Cit., p. 22-23.

11
b. La ausencia permanente de respiración espontánea;
c. La ausencia de los reflejos del tallo cerebral, y
d. El paro cardiaco irreversible.”
De ello se puede observar que se contempla como muerte a la muerte cerebral, y que
en el artículo siguiente se define con más precisión.
“ARTÍCULO 344. La muerte cerebral se presenta cuando existen los siguientes signos:
I. Pérdida permanente e irreversible de conciencia y de respuesta a estímulos
sensoriales;
II. Ausencia de automatismo respiratorio, y

III. Evidencia de daño irreversible del tallo cerebral, manifestado por arreflexia pupilar,
ausencia de movimientos oculares en pruebas vestibulares y ausencia de respuesta a
estímulos nociceptivos.
Se deberá descartar que dichos signos sean producto de intoxicación aguda por
narcóticos, sedantes, barbitúricos o sustancias neurotrópicas.
Los signos señalados en las fracciones anteriores deberán corroborarse por cualquiera
de las siguientes pruebas:
I. Angiografía cerebral bilateral que demuestre ausencia de circulación cerebral, o
II. Electroencefalograma que demuestre ausencia total de actividad eléctrica cerebral
en dos ocasiones diferentes con espacio de cinco horas.”
Se puede decir entonces que los conceptos médicos han evolucionado con el paso del
tiempo y a la par del avance tecnológico. Sin embargo, estos conceptos no son
homogéneos en todos los países.

3.3 Significado de la vida y de la muerte: perspectiva filosófica y criterios


científicos para determinarla

¿Es la eutanasia una “muerte digna”? Resulta paradójico que el término dignidad se
utilice tanto para defender la legitimidad de la eutanasia como para negarla, por lo que
es importante clarificar qué entendemos por dignidad. Algunos reducen esta dignidad
al disfrute de una calidad de vida, conciencia, o capacidad de autodeterminación. Por
el contrario, otros entendemos la dignidad como el valor intrínseco que posee todo ser
humano, independientemente de sus circunstancias, edad, condición social, estado

12
físico o psíquico. La condición digna de la vida humana es invariable desde que se
comienza a existir hasta la muerte, e independiente de condiciones cambiantes a lo
largo de la existencia. Kant distinguió entre dignidad ontológica, como valor intrínseco,
inviolable, incondicional, que no varía con el tiempo y no depende de circunstancias
exteriores o de consideraciones subjetivas, y dignidad moral, como aquella que el
hombre tiene en mayor o menor grado según las acciones que realice, si estas son
acordes o no a la dignidad ontológica del ser humano. En última instancia, afirmamos
que la raíz y el fundamento último de la dignidad del ser humano es el haber sido
creado a imagen y semejanza de Dios, somos “imago Dei”. Pero, también estamos
convencidos de que nuestra propuesta sobre el valor de la vida humana es
ampliamente compartida por muchas personas que defienden y proclaman los
derechos de todos los seres humanos.
Para tomar en consideración la eutanasia es preciso explicar lo que entendemos por
vida y muerte del hombre, desde las distintas facetas en las que cabe situar el análisis.
Cabe preguntarse qué es la muerte y el morir para el hombre (plano filosófico) o
analizar qué criterios clínicos son necesarios para el diagnóstico de muerte (plano
científico-médico). Igualmente, es preciso valorar si es lícito adelantar por compasión
la muerte de alguien (plano ético), al tiempo que establecer las consecuencias que esa
reflexión debe tener en el Derecho positivo (plano jurídico).
A diferencia de los seres inertes, los que están dotados de vida, en estado normal,
tienen capacidad de auto-moverse y poseen una unidad orgánica intrínseca. Es decir,
fundamentalmente hay vida cuando hay movimiento intrínseco y unidad somática en
un organismo. Por movimiento no necesariamente entendemos movimiento físico, de
un lugar a otro, sino cambio del ser algo en potencia al ser algo en acto, movimiento
intrínseco. Tras esta breve definición, correlativamente entendemos por muerte la
pérdida total e irreversible de la capacidad de movimiento y unidad intrínsecos de un
organismo. Estas definiciones de vida y muerte son aplicables a cualquier ser vivo
(vegetal, animal o humano). En el caso del ser humano, hay autores cuya posición ha
tenido mucho peso en la historia de la filosofía y en la bioética, que consideran que
hay vida específicamente humana sólo si hay conciencia o capacidad de deliberación.

13
3.4 Derecho a la Vida.

El derecho a la vida se encuentra delimitado por la Ley natural, por lo que es un deber
el conservar la vida, el individuo es dueño de su vida, pero debe usarla conforme a la
Ley natural, por lo que existe el principio de la Ley natural no hagas a otro lo que no
quieras que te hagan a ti.
En maestro Rafael Aguilera en su libro Derechos fundamentales, democracia
comunitaria y comunicación en la filosofía político-jurídica de Ronald Dworkin, refiere
sobre el filósofo Marco Tulio Cicerón, establece que en la época es donde se considera
a la filosofía indispensable para el jurista, planteaba que el verdadero conocimiento del
derecho debe extraerse del “corazón mismo de la filosofía” hace referencia al ser
humano y su diferencia con las bestias.9 Lo define como un animal capaz de realizar
conjeturas, argumentos refutando, la deserción, la creación de algún objeto y la
capacidad de autorreflexión y análisis.
Todas estas habilidades desarrolladas, ya sea que, por la ambición en referencia al
aprendizaje, su apoyo en la ciencia para una lógica común y razonable o debido a su
intuición y recepción sensorial de su entorno. Todos los seres humanos son capaces
de desarrollar estas habilidades y su constante crecimiento engrandece la inteligencia
de su razón. Un ejemplo de esto es el lenguaje y la habilidad de crear un medio que
solidarice sus pensamientos e ideas hacia los demás individuos y así lograr un
resultado exitoso. El maestro Antonio Pele, en refiere en su libro filosofía e historia en
el fundamento de la dignidad humana, sobre Cicerón el primero en hablar sobre la
filosofía de la esperanza para poder llegar a la felicidad, ya que esto es posible cuando
se busca la verdad y fin del individuo.
El ser humano puede estar tan lleno de habilidades como de semejanzas y vicios, por
ejemplo, el deseo a la voluptuosidad. Aunque esto lo lleve a la torpeza, puede ser más
bien un mal entendido del análisis de su entorno como un posible beneficio a su salud.
Otro ejemplo es el miedo o temor a la muerte, esto debido a una reflexión en referencia

9
LOPEZ, Chantal y CORTES, Omar. Leyes. Cicerón, capitulo 10,
libro 1, p. 14 http://www.upasika.com/docs/helenistica/Ciceron%20-%20leyes.pdf

14
a la existencia y el disfrutar de la vida misma. Esta torpeza es causada a la mala
interpretación del dolor y la relación que se tiene de este con la destrucción.10
El hombre con todas sus características depende de normas que lo lleven a una
estabilidad tanto con su persona como en la relación que tiene con las demás personas
que lo rodean y su entorno abiótico, es decir, la estabilidad en su ecosistema. En la
naturaleza existen principios fundamentales del hombre, como un solo individuo, tales
como la vida o existencia, su libertad, la protección de su hogar, trabajo, bienes,
además la evasión de problemas socioeconómicos y morales11. En cuanto a su
relación con los demás individuos, existen los principios tales como: el reconocimiento
de los derechos y deberes entre padres e hijos y entre esposos, el cual debe que ser
reciproco. Estos fundamentos han surgido debido a la ley del Derecho natural y través
del tiempo han sido tomados en cuenta por los legisladores. Su uso depende de la
época, sin embargo, su naturaleza es una razón o fundamento del Derecho, esto en
relación a las necesidades del hombre propias de su ser, ya sean físicas y biológicas,
y que en determinado momento lograr defender estas necesidades. Con base a esto
se defiende al que más lo necesita, el más débil. En el siglo XVIII surgieron
pensamientos trascendentales, en referencia a lo anteriormente referido, tales como:
El appetitus socialis de Grocio, el deseo de no dañar y ser dañado de Hoobes, 12 el
amor hacia la libertad y al goce tranquilo de todos los derechos de Luke, la tendencia
a la conservación del propio ser de Spinoza, el anhelo de la independencia frente a
cualquiera que no sea Dios de Pufendorf y el propósito de buscar lo que prolonga la
vida humana y la hace feliz de Thomasius; La naturaleza es la razón a existir, un
derecho natural del hombre y este, a su vez, exige su dignidad.

10
EDUCABOLIVIA. Historia de la filosofía,
http://200.87.140.5/educabolivia/images/archivos/user_files/p0001/file/la_filosofia_en_el_tiempo.pdf
11
TXETXU, Austin. Tomando en serio los derechos del bienestar, Ed. Instituto de la filosofía, Madrid,
http://ddd.vab.cat/pub/eurahorar/0211402xn40-41p83.pdf
12
HOBBES, Thomas. Leviatan, http://isaiasgarde.myfil.es/get_file_hobees_leiviat_n.pdf

15
4. Capítulo III

DESARROLLO DE LA INVESTIGACIÓN

4.1 Muerte digna

El concepto de muerte digna otorgado por la autora Carolina Evelyn Álvarez, resulta
exhaustivo en cuanto a sus elementos: “La muerte digna es la muerte que, deseada
por una persona, se produce asistida de todos los alivios y cuidados paliativos médicos
adecuados, así como con todos los consuelos humanos posibles. En otras palabras;
una muerte digna es el hecho y el derecho a finalizar la vida voluntariamente sin
sufrimiento, propio o ajeno, cuando la ciencia médica nada puede hacer para la
curación de una enfermedad mortal.”13
Este derecho a morir dignamente ha sido reconocido por el Consejo de Europa, en su
Recomendación 1418/1999 (Debate de la Asamblea del 25 de junio de 1999, 24ª
Sesión Sobre la Protección de los Derechos Humanos y la Dignidad Humana en las
Enfermedades Terminales y en los Moribundos). El mismo se basa en los siguientes
principios:

1. Proporcionar una información veraz y completa y respetando (consentimiento


informado), en su caso, el derecho del paciente a no ser informado;

2. Garantizar que ningún enfermo terminal sea médicamente tratado contra su


voluntad;

3. Asegurar que se respetará el rechazo a un determinado tratamiento médico en el


caso de haberse formulado al respecto Testamento Vital, Directivas Previas o
Voluntades Anticipadas;

13
Álvarez Carolina, Evelyn. Muerte Digna. Aspectos Médicos, Bioéticos y Jurídicos, Instituto
Universitario de Ciencias de la Salud, Fundación H.A. Barceló, Buenos Aires, 2014, p. 30.

16
4. Recibir los cuidados necesarios dirigidos para conllevar de la forma más confortable
el proceso de enfermedad y muerte;

5. Recibir el tratamiento para combatir el dolor físico, aunque acorte la vida, y;

6. Recibir el apoyo psicológico para paliar el sufrimiento mental.

En este contexto, y a efecto de garantizar este derecho, es decir, el derecho a morir


dignamente, las instituciones de salud tienen la responsabilidad de crear espacios
apropiados para el buen morir, donde con la atención médica necesaria para su
situación terminal, los pacientes estén en un ambiente tranquilo, cálido, sin dolor y en
compañía de sus familiares y amigos más cercanos, si así lo desearan en los últimos
momentos de sus vidas. El alcanzar un escenario adecuado para la muerte digna no
es más que un paso hacia la humanización de la medicina, en que se respeta la
autonomía de cada paciente.14
Por otra parte, el derecho a una muerte con dignidad es un derecho humano,
reconocido en tratados internacionales como lo enuncia la Declaración de Lisboa de
la Asociación Médica Mundial de los Derechos de los Pacientes en su numeral décimo
del apartado “Derecho a la Dignidad”:
“(…) c. El paciente tiene derecho a una atención humana y a recibir toda la ayuda
disponible, en caso de padecer una enfermedad terminal, para que muera de la
manera más digna posible.”15

4.2 Eutanasia activa y pasiva.

Esta clasificación se deriva de acuerdo a la intervención del sujeto que aplica la


eutanasia: “Eutanasia activa es la finalización deliberada de la vida por medio de una
acción encaminada a procurar la muerte (como sería la administración de una droga).

14
Fritz, Eduardo. Derecho a Morir Dignamente 2015. Universidad Médica, Bogotá, 2015, p. 179-185.
15
Declaración de Lisboa de la Asociación Médica Mundial Sobre los Derechos de los Pacientes.

17
Eutanasia pasiva es la que provoca la muerte como efecto de la omisión o suspensión
de acciones médicas que permitirían preservar la vida”.

De acuerdo con algunos autores la eutanasia pasiva se refiere a “la omisión planificada
de los cuidados que probablemente prolongarían la vida”.16
Según Pérez Varela, la eutanasia pasiva se subdivide a su vez: existe la abstención
terapéutica y la suspensión terapéutica.
La abstención consiste en no iniciar ningún tratamiento o intervención médica hacia el
paciente; en cuanto a la suspensión, se interrumpe o suprime el tratamiento que estaba
siendo suministrado al paciente “ya que se considera que más que prolongar el vivir,
prolonga el morir”.

4.3 Eutanasia voluntaria, no voluntaria e involuntaria

Eutanasia voluntaria “Es la terminación de la vida de un paciente en respuesta a


petición de éste expresada libremente”
Por otra parte, Daniel Behar da una concepción similar aduciendo que es la realizada
a petición del paciente, además explica que, según la moral judeo cristiana, ésta se
asemeja al suicidio si bien los factores psicológicos pueden ser atenuantes e incluso
excluyentes de dicho pecado.
La eutanasia no voluntaria ocurre cuando se pone fin a la vida de un paciente debido
a que por incapacidad física o mental el afectado no puede manifestar su deseo de
recibir un tratamiento eutanásico.
Para algunos autores, la eutanasia no voluntaria es considerada una extensión de la
voluntaria. En Holanda, por ejemplo, no existe casi distinción entre ellas, a lo que se
denomina “eutanasia no voluntaria” se le conoce como “terminación de la vida sin
solicitud expresa”.
Aunque una persona no sea capaz, como es el caso que se describió anteriormente
sobre Janet Adkins, quien, por síntomas propios del Alzheimer, había mermado en
cierto grado su capacidad de memoria, puso en manifiesto expresamente su deseo de
morir, de manera informada, apoyada por su esposo e hijos, con conocimiento del

16
Häring, B., Moral y medicina. Editorial PS, Madrid, 1977, p. 143-145.

18
procedimiento al que iba a ser sometida para terminar con su vida. Decisión que
sostuvo hasta el final, pues ella misma accionó el mecanismo que terminaría con su
vida, si bien el caso Adkins fue el de un suicidio médicamente asistido.17

4.4 Suicido Médicamente Asistido

El suicidio médicamente asistido (SMA) proporciona una opción al final de la vida


distinta en cuanto a su procedimiento para terminar con la vida del paciente; no
obstante, el Colegio de Bioética y el Foro Consultivo, Científico y Tecnológico en su
publicación Eutanasia: hacia una muerte digna, nos especifica que el SMA “se trata de
una variedad de la eutanasia”18. Su fin último es el mismo y en ambos actos existe la
petición reiterada, voluntaria y libre del paciente a su médico para que se realice.
En el SMA, el doctor o especialista de la salud actúa únicamente como facilitador de
los medios y la sustancia letal que el paciente aplicará a sí mismo, para terminar con
su padecimiento.
El SMA se fundamenta en dos principios éticos, de acuerdo con la Dra. Asunción
Álvarez del Río:
• “El reconocimiento a la autonomía del paciente que decide morir, y
• La solidaridad del médico que busca el beneficio de su paciente”19

Esta opción eutanásica se encuentra permitida en cinco entidades de los Estados


Unidos de Norteamérica: Oregón, Washington, Montana, Vermont y recientemente, en
junio de 2016 en California. De igual forma, es legalmente viable en Suiza, Canadá
(legalizado a fines de 2016), Luxemburgo, Japón, Alemania y Bélgica.
Pese a tener menor aceptación que la eutanasia, en plena consciencia, es cada vez
mayor la cantidad de gente que quisiera tener el control sobre la forma en la que va a
morir.

17
Singer, Peter. Ética Práctica. Ediciones Akal, Madrid, 2009, p. 182-184.
18
Colegio de Bioética y el Foro Consultivo, Científico y Tecnológico. Op. Cit., p. 25.
19
Álvarez del Río, Asunción. Eutanasia y Suicidio Médicamente Asistido. ¿Cuál es el Problema? UNAM.
México, 2013: http://investigacionfacmed.com.mx/wp-content/uploads/2015/04/Eutanasia-y-suicidio-
m%C3%A9dicamente-asistido-%C2%BFCu%C3%A1l-es-el-problema_.pdf. p. 02.

19
4.5 Voluntad Anticipada/Directivas Anticipadas

Se trata de un documento público suscrito ante Notario, en el que cualquier persona


con capacidad de ejercicio y en pleno uso de sus facultades mentales, manifiesta la
petición libre, consciente, seria, inequívoca y reiterada de no someterse a medios,
tratamientos y/o procedimientos médicos, que propicien la Obstinación Médica.20
La Ley de Voluntad Anticipada para el Distrito Federal, define la obstinación
terapéutica como “la adopción de métodos médicos desproporcionados o inútiles con
el objeto de alargar la vida en situación de agonía, y al enfermo en etapa terminal como
al paciente con diagnóstico sustentado en datos objetivos, de una enfermedad
incurable, progresiva y mortal a corto o mediano plazo; y/o con escasa o nula respuesta
a tratamiento específico disponible y pronóstico de vida inferior a seis meses.”

Del concepto antes transcrito se desprenden los siguientes elementos:


● OBJETO: Contiene la petición libre, consciente, seria, inequívoca y reiterada de
no someterse a medios, tratamientos y/o procedimientos médicos, que
propicien la Obstinación Médica.
● CONTEXTO DE LA APLICACIÓN: Se hace referencia a la voluntad anticipada
en un contexto de enfermedad terminal.
● ALCANCES: Conocer la voluntad anticipada de una persona permite tomar
decisiones sobre cuáles tratamientos médicos hay que aplicar y cuáles han de
evitarse, cuáles síntomas han de tratarse y cuáles permitirse, qué hacer en caso
de que la persona pierda la capacidad de alimentarse a sí misma, qué hacer en
caso de que los tratamientos médicos ya no sean útiles y la muerte sea
inevitable, qué hacer en caso de que ocurra un paro respiratorio o decidir si el
fallecimiento ha de ocurrir en casa o en el hospital.
● FINALIDAD: Se busca que la dignidad de la persona sea respetada hasta el
último momento, lo cual maximiza la calidad de vida.

20
Artículo 3, fracción V de la Ley de Voluntad Anticipada para el Distrito Federal.

20
● CAPACIDAD: Se requiere que la persona tenga capacidad al momento de
manifestar su voluntad, previendo la posibilidad de que en un futuro se
encuentre incapacitada para expresar sus preferencias.
● FORMA DE HACER VÁLIDA LA VOLUNTAD ANTICIPADA: En la Ciudad de
México, desde el año 2008 existe el procedimiento jurídico para que una
persona elabore su voluntad anticipada en un documento con validez legal,
denominado Documento De Voluntad Anticipada.
En México, la Ley General de Salud en la que se incorporó el Título Octavo,
denominado “De los Cuidados Paliativos a los Enfermos en Situación Terminal”,
contempla el derecho a otorgar un documento de voluntad anticipada por el que toda
persona pueda expresar su voluntad de recibir o no un tratamiento en caso de que
llegase a padecer una enfermedad terminal y no le sea posible manifestar su voluntad.
Asimismo, se establecen lineamientos generales respecto a su otorgamiento, a la
fecha no se cuenta con un estándar homogéneo de regulación a nivel nacional
respecto a requisitos y formalidades de los Documentos de Voluntad Anticipada (DVA),
en virtud de que, al tratarse de un tema de ámbito local, los distintos estados de la
República que han emitido legislación al respecto, establecen criterios diferentes, o
incluso existen estados que a la fecha no han emitido legislación en la materia.
Aun cuando en México, 17 estados cuentan con leyes que han incorporado al marco
normativo la regulación sobre voluntad anticipada, es necesario diagnosticar el
conocimiento que la gente tiene sobre este derecho y realmente está siendo ejercido.
Las cifras de la Secretaría de Salud nos hablan de que sólo 7,194 personas han
otorgado un Documento de Voluntad Anticipada, de los cuales el 60%, es decir, 4,316
han sido mujeres.21
Ante la poca participación de la ciudadanía en el otorgamiento del Documento de
Voluntad Anticipada deben buscarse mecanismos para dar a conocer más estos
medios de protección de los derechos de los pacientes, de manera fácil y de clara
comprensión a la población en general, partiendo de los siguientes lineamientos:
• Procesos comunicativos entre médicos, familiares y pacientes.

21
Sarabia Dalia. “Optan más las mujeres por voluntad anticipada”, Periódico Reforma, 19 de julio de
2016, p. 54.

21
• Crear una constancia de registro para que dichas disposiciones puedan ser
consultadas en cualquier unidad de salud pública o privada.
• Estandarización de principios y requisitos básicos que deben prever legislaciones
locales, o bien, crear una Ley Federal.
• Ponderar distintos valores y derechos.
• Poner especial cuidado entre hacer lo mejor para el paciente y respetar su voluntad.

Si bien, ya se están tomando medidas para la difusión de estos Documentos de


Voluntad Anticipada, a efecto de incrementar el número de personas que los otorguen,
por ejemplo, el mes de marzo fue seleccionado como el mes de la Voluntad Anticipada
en el Distrito Federal. Durante este periodo los notarios de la capital reducen en un
50% el costo de la certificación de este documento.

4.6 La eutanasia desde diferentes posturas

4.6.1 La eutanasia y la iglesia

¿Cuál es la posición de la iglesia ortodoxa y la cristiandad en general? No diré nada


nuevo en este punto, pues es de dominio común el principio religioso. La vida es un
don de Dios, un regalo inmerecido que el hombre ha recibido de Dios, por lo que debe
cuidarlo y ser agradecido. Se me puede replicar que, si es un regalo, el hombre puede
hacer con su regalo lo que quiera. El hombre es sólo administrador de los dones
recibidos de Dios y al final entregará cuentas de su administración como leemos en el
libro de Mateo 25:14-30. Sólo Dios, que es el dador de la vida, puede disponer de la
vida, pues está escrito: “no está en vuestra mano hacer blanco o negro uno solo de
vuestros cabellos”,2 y otra vez, “pues aun vuestros cabellos están todos contados
delante de Dios”.3 El hombre debe respetar su vida y la de sus semejantes. Somos
corresponsables de la vida de los demás. Nadie puede responder como Caín “¿Acaso
soy yo el guardián de mi hermano?”,4 y Dios le dijo: “¿Qué has hecho?, la voz de la
sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra”.5 La voluntad de Dios es que el
hombre haga siempre lo bueno. Ahora bien, cómo sabe el hombre qué es lo bueno si
lo que uno juzga que es bueno el otro dice que es malo, lo que en un pueblo y cultura

22
es vicio, en otro es virtud. Existen sociedades que en una época lo que condenaban
por malo en otra época de esa misma sociedad se estima que es bueno. ¿Cómo se
puede distinguir objetivamente lo bueno y lo malo?, es decir, ¿qué diferencia objetiva
existe entre un acto bueno y otro que se dice malo?, o acaso no hay diferencia objetiva
y todo depende de las personas que juzgan conforme a costumbres, educación,
conveniencias o imposiciones. La solución de este problema es capital en la vida de
cada persona. Quien de veras estuviera convencido de que todo es lo mismo y que no
hay diferencia entre lo bueno y lo malo, seguramente llevará a cabo una conducta muy
diferente a la de aquella persona que esté convencida de lo contrario. Y por supuesto,
aun dentro de esta última posición existen muchas variantes, pues como dijimos antes,
algunos juzgan lo bueno y lo malo de acuerdo con un criterio que para otros resulta
equivocado, o por lo menos insuficiente. ¿Cuál es el criterio correcto para juzgar el
bien y el mal? No es una cultura o una época quien nos dictamina qué es lo que está
bien y lo que está mal, necesitamos de un árbitro universal que nos diga la diferencia
entre lo bueno y lo malo, y este árbitro universal es Dios; que es y será el mismo ayer,
hoy y mañana. Es Dios quien nos da una línea de conducta objetivamente buena para
conducirnos dentro de una ética y moral supremas. Dice Dios en su palabra: “mira, yo
he puesto delante de tí hoy la vida y el bien, la muerte y el mal; porque yo te mando
hoy que ames a Jehová tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus
mandamientos... que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la
maldición; escoge pues, la vida para que vivas tú y tu descendencia”.6 Pues si Dios
nos pide guardar sus mandamientos, esforcémonos para vivir conforme a su palabra;
si él nos manda respetar la vida, respetémosla. Los proponentes de la eutanasia
afirman que “basta la buena intención para actuar bien”, es como si dijeran aquella
famosa tesis de Maquiavelo que decía: “el fin justifica los medios”. ¡Que hay personas
que sufren con una enfermedad larga y fatigosa!, estamos de acuerdo. El sufrimiento
es una ley de la que nadie escapa, todo hombre sufre en cualquier etapa de su vida,
de una u otra manera; el mismo hijo de Dios que se hizo hombre sufrió, sí, todo ser
humano sufre, pero no estamos solos, Dios es nuestro amparo y fortaleza, dice el
salmista: “alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro? mi socorro
viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra”.7 Aquí hay una esperanza de fe, en

23
momentos de dolor clamamos a Dios y Él nos responde. En el libro de Jeremías se
lee: “Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no
conoces”.8 Todo el que tiene fe espera en el auxilio divino, “no hay placer que no tenga
por límite el pesar que con ser el día la cosa más hermosa y agradable, tiene por límite
la noche”. Dice el filósofo: la risa y el llanto, lo amargo y lo dulce, el placer y el dolor
son parte de la vida; somos peregrinos en esta vida, pero llegaremos a la nueva
Jerusalén, donde no habrá ni más llanto ni más dolor, llegaremos cuando Dios nos
llame, no toca a nosotros decidir cuándo debemos partir. El pedir que se me aplique la
eutanasia a mí mismo, porque sufro, equivaldría al suicidio. El cristiano acude al poder
de la oración para mitigar sus dolores, no está solo, Dios está con él. Dios responde a
la oración de todo aquel que tiene fe y espera un milagro. ¿Qué no existen los
milagros? La existencia del pueblo de Israel, pueblo de Dios, que vive a pesar de ser
tan perseguido, es la prueba de los milagros de Dios. Lo que la Iglesia pretende
enseñarnos es que hagamos del amor una forma de vivir, bajo cualquier circunstancia,
y si yo hago mía esta nueva vida, mía esta hambre y sed del reino, mía esta
expectación por Cristo, mía esta certeza de que Cristo es vida, entonces mi muerte
será un acto de comunión con la vida. Y ni la vida ni la muerte podrá separarme del
amor de Cristo. Yo no sé cuándo ni cómo la plenitud vendrá. Yo no sé cuándo todas
las cosas serán consumadas en Cristo. Yo no sé nada acerca de los “cuándos” ni de
los “cómos”, pero sí sé que en Cristo este gran tránsito del mundo ha comenzado,
llenándonos de gozo y de paz, porque Cristo resucitó, vive y reina por los siglos de los
siglos.

4.6.2 Eutanasia. Análisis jurídico


Desde la óptica del Derecho Natural se diferencian dos tipos de eutanasia: la occisiva
(es la que mata) y la lenitiva (destinada a aliviar dolores). La occisiva se puede producir
por varios motivos, así por ejemplo se encuentra la eutanasia eugenésica (cuyo fin es
provocar la muerte a personas con discapacidades y defectos físicos), la racial, la
eutanasia por motivos económicos (contra aquellas personas que constituyen una
carga y un gasto innecesario¨, usada principalmente durante el régimen nazi) y la
eutanasia piadosa. Dentro de la occisiva, podemos encontrar la occisiva omisiva, que

24
resulta de no usar los medios necesarios y adecuados para la conservación de la vida.
Entre estos medios se encuentran los ordinarios y los extraordinarios, entre los cuales
solo es necesario usar los ordinarios para conservar la vida, porque de lo contrario se
cometería distanasia.
Desde el punto de vista del derecho natural toda accion dirigida a acortar la vida es
condenable, debido a que la vida humana es inviolable. Por esto el consentimiento del
paciente no tiene valor a la hora de permitir el cese de la vida, salvo cuando se trate
de eutanasia lenitiva. Esta forma de eutanasia si está admitida según el derecho
natural.

4.6.3 La eutanasia y la ética

En el juramento hipocrático podemos encontrar los principios éticos por los cuales los
médicos deben regirse, aunque más concretamente los encontramos en la Carta de
los Derechos de los Enfermos, en la cual se hace referencia al derecho a una muerte
digna. Entre los principios éticos que aquí se manifiestan se encuentran los de no
maleficencia, de beneficencia y autonomía.
Si partimos del principio de no maleficencia, la práctica de la eutanasia no sería posible
pues este principio implica que el médico no puede usar sus conocimientos para
producir daño al enfermo y por lo tanto no podría producirle un daño irreversible como
es la muerte.
En cuanto al principio de beneficencia, este implica que el médico debe buscar en todo
momento la cura del enfermo poniendo a su disposición todos sus conocimientos. Por
tanto, el médico no podría causarle la muerte en tanto que no supone mejoría ni cura
para el paciente. El problema surge con los pacientes incurables o terminales, a los
que este principio no parece afectar ya que su enfermedad no tiene cura y su destino
es la muerte. La cuestión es si esa muerte, que ocurriría a corto o a largo plazo, se
podría adelantar para evitar el sufrimiento innecesario del enfermo.
Uno de los principios más importantes en el tema de la eutanasia es el principio de
autonomía del enfermo, que ensalza la capacidad de decisión del paciente. Según este
principio las opiniones y decisiones del enfermo deben ser respetadas en todo
momento, ya que son expresión de la autonomía inherente a todo ser humano. El
25
enfermo tendría la capacidad de decidir si desea que le mantengan con vida o no,
siempre que no se trate de una persona con la capacidad de conocimiento disminuida,
pero para esto es de vital importancia que el paciente sea informado debidamente por
el médico de su situación.
La Bioética tiene también unos principios jurídicos que la sustentan, como son el
principio de la santidad y calidad de la vida, que defienden que la vida es digna de
protección y respeto con independencia de las circunstancias en que se viva. Estos
principios suponen una gran barrera a la eutanasia, que sería considerada como la
violación más grave a los mismos.
Por el contrario, el principio de calidad de la vida puede emplearse a favor de la
eutanasia pues prescribe el derecho de todo ser humano a un cierto nivel de vida. De
esta forma, y apoyándose también en el principio de autonomía de la voluntad, podría
defenderse que una persona en unas circunstancias en las que su calidad de vida se
haya deteriorado mucho y en la que no existieran posibilidades de mejora, pudiera
exigir que se pusiera fin a su vida.

4.6.4 La eutanasia y la moral

A lo largo de toda la historia el hombre, en la antigüedad, para explicarse su realidad


y los fenómenos que no entendía recurrió a lo fantástico como una forma de entender
el mundo. Es de esta manera que surgen dioses y religiones que son un reflejo de la
sociedad donde surgen. La religión con el paso del tiempo fue cobrando fuerza
llegando a enraizarse en la vida de muchos pueblos, además que la iglesia desde
tiempos remotos ha ido marcando las pautas en la sociedad de lo que es moral o no.
Sin lugar a dudas la religión católica es la religión que más feligreses posee y la que
más ha marcado la vida a nivel mundial.
Si analizamos la eutanasia desde el punto de vista de la religión católica,
encontraremos una posición contraria a la práctica de la eutanasia y el suicidio asistido.
Esto se debe principalmente a la concepción que se tiene de que fue dios quien nos
dio la vida y solo él puede disponer de ella. En la creencia religiosa el suicidio está
considerado uno de los más grandes pecados. Incluso el papa Benedicto XVI en carta

26
al arzobispo de Washington comentó que no todos los asuntos tenían el mismo peso
moral, y que los católicos podían tener opiniones diferentes en cuanto a la guerra y a
la aplicación de la pena de muerte, pero no en cuanto al aborto y la eutanasia.
Analizando también desde el punto de vista filosófico, encontramos gran variedad de
criterio. Platón predicaba la posibilidad de morir a los que no eran físicamente viables.
Posteriormente Bacon opinaba que el acto de privar de vida a una persona tenía
consideraciones filantrópicas. Más recientemente encontramos a Nietzsche como
defensor de las prácticas eutanásicas el cual pensaba que no tenía sentido dejar
vegetar a los enfermos, pues habían perdido el futuro.

4.7 La eutanasia en la legislación mexicana

El concepto de eutanasia no se encuentra previsto en nuestra legislación, si bien es


un término que se ha formulado a la luz de las diversas disciplinas que han abordado
el tema de la muerte digna, su conceptualización no puede ser propiamente jurídica,
al menos en el marco de las leyes interna del país.
La eutanasia pretende ser un supuesto habilitador para facilitar o procurar la muerte
en supuestos muy específicos, por lo que nuestra legislación al no permitir tales
supuestos sigue previendo como una conducta típica, antijurídica, culpable y punible
a la eutanasia y al suicidio médicamente asistido.
En este tenor es conveniente tener en cuenta los tipos penales federales, que llegado
el momento de la discusión de su reforma en México, deben tenerse presentes:
“Artículo 312.- El que prestare auxilio o indujere a otro para que se suicide, será
castigado con la pena de uno a cinco años de prisión; si se lo prestare hasta el punto
de ejecutar él mismo la muerte, la prisión será de cuatro a doce años.” 22

De esta disposición legal se derivan dos modalidades:


• Suicidio asistido: Prestar auxilio o inducir a otro para que se suicide.

22
Código Penal Federal de los Estados Unidos Mexicanos, artículo 312.

27
• Homicidio consentido: Prestar auxilio al suicida al punto de intervenir directamente
en el acto.
Es importante resaltar que el suicidio no está penado, aún si no se llega a su
consumación, pues el derecho a disponer sobre el propio cuerpo y la vida deriva de la
autonomía individual que es el ámbito absoluto de disposición personal y que, por lo
tanto, no puede ser perturbado por un tercero, ni siquiera por el Estado. Caso distinto
es el del suicidio asistido u homicidio consentido, en el que el legislador ha estimado,
que se está disponiendo de la vida de un tercero, siendo que la vida es un bien jurídico
tutelado por la Ley, que goza de la máxima protección por parte de nuestro Derecho.
En este sentido las preguntas que cabrían en un debate sobre la eutanasia en México,
al igual que ha acontecido en otros países, es si es necesario introducir en el
ordenamiento jurídico del país una norma que permita a determinados sujetos, en
circunstancias específicas poder dar muerte o asistir a otro sujeto que haya decidido
libremente optar por la terminación de su vida.
Jurisprudencialmente hablando, tampoco existen precedentes establecidos por
Tribunales o por la Suprema Corte de Justicia de la Nación en sentido positivo,
simplemente reafirmando e interpretando lo ya establecido por el artículo 312 del
Código Penal Federal, como se muestra en la siguiente tesis aislada en materia penal
con el registro 263816:

“SUICIDIO. HOMICIDIO SOLICITADO.


El suicidio, "acto por el que una persona se priva voluntariamente de la vida", no es
delito, ni cuando se consuma ni cuando se frustra, pero la participación de otros en el
suicidio ajeno, sí lo es. Así pues, analizando la parte final del artículo 312 del Código
Penal, en el sentido de que la participación material tan completa que realiza una
persona hasta el punto de causar la muerte de otro, determina la represión penal, a
virtud de que nuestra legislación no prevé, como causa que excluye la incriminación,
tal participación en el delito, independientemente del consentimiento de la víctima,
pues sin desconocer que, con arreglo a la doctrina la que por cierto sustentan otras
legislaciones, el consentimiento del ofendido constituye el ejemplo clásico de la
exclusión de lo injusto con arreglo al principio de la ausencia del interés, a virtud de
que supone el abandono consciente de los intereses por parte del que legítimamente

28
tiene la facultad de disponer sobre el bien jurídico protegido, lo cierto es que, conforme
a nuestra legislación, quien presta auxilio o cooperación a la víctima que desea
privarse de la vida, hasta el punto de que el agente partícipe realice materialmente la
acción eficiente para la privación de la vida, tal conducta es objeto de represión penal,
a virtud de que comete el delito de homicidio, quien priva de la vida a una persona.
Amparo directo 1926/57. Honorio Ruiz Alba. 22 de agosto de 1958. Unanimidad de
cuatro votos. Ponente: Luis Chico Goerne.”23

La Secretaría de Salud del Distrito Federal señaló que, hasta el momento, 2,504
personas han ejercido su derecho de decidir que no se les apliquen tratamientos o
procedimientos médicos que prolonguen su vida de manera innecesaria al encontrarse
en la fase terminal de alguna enfermedad. Del total de personas que han realizado
dicho trámite, han acudido ante Notario Público 2,278; mientras que las otras 226, lo
suscribieron a través del formato único en instituciones de salud del Distrito Federal.
Maricruz Medina Mora, responsable del Programa de Voluntad Anticipada, “destacó
que el 65 por ciento del total de personas que han suscrito su voluntad ante notario
público, son mujeres y 35 por ciento son hombres; el 49 por ciento manifestó su deseo
de donar órganos; y el 88 por ciento radica en la Ciudad de México.”

Y en la Ley General de Salud se especifica lo siguiente:

“ARTÍCULO 166 BIS 17.- Los médicos tratantes, en ningún caso y por ningún motivo
implementarán medios extraordinarios al enfermo en situación terminal, sin su
consentimiento.”

“ARTÍCULO 166 BIS 18.- Para garantizar una vida de calidad y el respeto a la dignidad
del enfermo en situación terminal, el personal médico no deberá aplicar tratamientos
o medidas consideradas como obstinación terapéutica ni medios extraordinarios.”

“ARTÍCULO 166 BIS 19.- El personal médico que deje de proporcionar los cuidados
básicos a los enfermos en situación terminal, será sancionado conforme lo establecido
por las leyes aplicables.”

23
“Suicidio. Homicidio Calificado.” Semanario Judicial de la Federación, Sexta Época, registro 263816,
Primera Sala, Segunda Parte, XIV, página 219, tesis aislada.

29
“ARTÍCULO 166 BIS 20.- El personal médico que, por decisión propia, deje de
proporcionar cualquier tratamiento o cuidado sin el consentimiento del enfermo en
situación terminal, o en caso que esté impedido para expresar su voluntad, el de su
familia o persona de confianza, será sancionado conforme lo establecido por las leyes
aplicables. “

“ARTÍCULO 166 BIS 21.- Queda prohibida, la práctica de la eutanasia, entendida como
homicidio por piedad, así como el suicidio asistido conforme lo señala el Código Penal
Federal, bajo el amparo de esta ley.

En tal caso se estará a lo que señalan las disposiciones penales aplicables.” Sólo en
tres países está legalmente autorizada la eutanasia: Holanda, Suiza y Bélgica y en los
estados de Oregon, Washington y Montana, ubicado en Estados Unidos de América.

4.8 Argumentos a favor y en contra de la eutanasia

4.8.1 A favor

La medicina y la tecnología han avanzado paralelamente. Motivo el cual nos ha dado


la opción de alargar la vida a aquellos pacientes que padecen de una enfermedad
mortal. Consecuencia de ello, en ciertas ocasiones, prolongamos el sufrimiento del
paciente con la mínima esperanza de hallar su ansiada cura. La eutanasia hace
presencia al dándonos la opción de evitar mayor agravio tanto psicológico como físico
al paciente.
1. Según el Art. 3°de la Declaración Universal de Derechos Humanos todo individuo
tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona. Sin embargo, al
encontrarse en una situación de continuo sufrimiento debido a alguna enfermedad, no
podemos llamarlo vida. Es entonces que aparece la eutanasia como una salida
piadosa a aquellos que ya no deseen seguir con el sufrimiento causado por su
enfermedad.

2. Si el aplicarles a pacientes fármacos u sedantes para aliviar su dolor es legal, si


rehusarse voluntariamente a pasar por tratamientos u operaciones que solo logran

30
alargar el tiempo que le queda a un paciente para morir es legal. ¿Por qué hacemos
tanto énfasis cuando hablamos de eutanasia?, si en los anteriores ejemplos nos
referimos a una eutanasia indirecta y a una eutanasia directa pasiva respectivamente.
¿Realmente se está en contra de la eutanasia o solo se tiene temor a acabar con la
vida de otro ser humano? Cabe resaltar lo egoísta que es realmente no hacer nada al
ver que alguien está sufriendo aun sabiendo que se tiene los medios para evitarle esto.
La eutanasia de tipo directa activa, que es a la que tanto se le hace énfasis realmente,
solo busca evitarles a estos pacientes ese sufrimiento y darles una muerte lo menos
dolorosa posible. Por así decirlo darle al paciente una muerte digna.

3 Son pocos los países en los que la eutanasia es permitida. No obstante, aquellos
países en los que no lo está si permiten la llamada eutanasia pasiva. Entonces, ¿por
qué se le teme tanto a la eutanasia si ya es aplicada indirectamente en la sociedad?
Realmente a lo que se le teme es a permitirle a un ser humano matar a otro que tenga
esta voluntad y se asocia erróneamente como un homicidio o asesinato.
Países que han legalizado la eutanasia: Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Estados
Unidos (Estado de Oregón). información de espacio360.

4. Toda persona es autónoma y tiene derecho a decidir sobre su vida; la vida en


determinadas condiciones, puede llegar a ser indigna; condición que quebrantaría el
derecho de la dignidad humana. No hay razón para aceptar una forma de existencia
limitada, en la que son sacrificados familiares y amigos y hasta la propia persona.

5. “Una vida que no se puede vivir no es un privilegio, es un castigo”

6. Hay que contar con la opción y decisión del enfermo, ya que, en definitiva, es su
vida la que está en juego. Así habrá que compartir con el paciente la información sobre
su situación y respetar su negativa a algunas intervenciones y tratamientos que si es
posible que impliquen una prolongación de la vida conllevan también importantes
deficiencias psicológicas

31
7. Según el artículo 2 del Convenio Europeo de Derechos Humanos uno tiene derecho
a la vida. Sin embargo, en el artículo 3 del mismo se habla sobre que nadie podrá ser
sometido a tortura ni a penas o tratos inhumanos o degradantes. Considerando una
enfermedad como una tortura o un calvario para el que la padezca y sepa que no tiene
esperanza de una recuperación teniendo también un daño psicológico, ¿debemos
oponernos a que se le aplique una eutanasia y consiga una muerte por así decirla
feliz?

8. Tomemos como ejemplo a la joven chilena de 14 años Valentina Maureria, quien


solicitó a la presidenta Michelle Bachelet que le autorizara la eutanasia por la Fibrosis
Quísticas que padecía desde los 2 años. Siendo rechazada y falleciendo por
Insuficiencia Respiratoria solo 3 meses después. Pudo haberse evitado que fallezca
de una forma tan tormentosa a causa de su enfermedad solo aprobándosele su pedido
de eutanasia.

4.8.2 En contra

1- La eutanasia legal favorece una "pendiente peligrosa" en contra del derecho a la


vida en otros campos.

2- La eutanasia empeora la relación médico-paciente e incluso la relación paciente-


familiares.

3- La eutanasia desincentiva la inversión en cuidados paliativos y en tratamientos para


el dolor.

4- La eutanasia pervierte la ética médica que desde Hipócrates se ha centrado en


eliminar el dolor, no en eliminar el enfermo.

5- La eutanasia no es solicitada por personas libres, sino casi siempre por personas
deprimidas, mental o emocionalmente trastornadas.

6- La eutanasia no es un derecho humano, no está recogido en el Convenio Europeo


de Derechos Humanos.

7- La eutanasia, como el suicidio, es contagiosa.

8- La eutanasia dificulta el trabajo de los terapeutas que trabajan con minusválidos,


deprimidos, enfermos...

32
10- La eutanasia legal no impedirá las eutanasias ilegales, sino que las potenciará.

Con todo, el mejor argumento contra la eutanasia siempre será el testimonio de miles
de hombres y mujeres en circunstancias dificilísimas que, apoyándose mutuamente,
con la ayuda de sus valores, su familia, amigos o profesionales demuestran día a día
que la dignidad del hombre los lleva a vivir y enriquecer la vida de otros.

5. Capítulo IV

COCLUSIONES

La concepción da origen a la vida humana, en consecuencia, el dar la vida es también


dar la muerte. Éste no es el único acto que ha sido modernizado o adaptado al gusto
y vida de las personas. La muerte, al ser un momento decisivo en la vida de los
humanos y al gran miedo que existe ante éste, ha encaminado a que los científicos
logren día con día avances para alejar al humano de la muerte. Aunque los avances
continúen siguen siendo los humanos los que deciden la manera en la que quieren
seguir viviendo o el momento en el que desean morir, es decir, no continuar con el
alargamiento de su vida. Los fundamentos principales que dan como consecuencia el
pensamiento o perspectiva que tiene el humano en base a la muerte son la educación,
experiencias previas a la muerte, la familia o el estado de salud de la persona, en otras
palabras, la razón de cada persona y lo que los hace actuar como tales.
Algo muy particular como investigador, es que desde mi punto de vista la eutanasia se
apruebe siempre y cuando se tenga consentimiento del enfermo terminal, ya que es
su voluntad morir con dignidad. En la legislación mexicana la eutanasia apenas esta
teniendo antecedentes, ya que no hace mucho esto no se practicaba.
Dada la redacción establecida en la Constitución de la Ciudad de México,
forzosamente debe regularse la eutanasia y el suicidio asistido, pues son parte de un
derecho humano indivisible ya contemplado en ella. Forzosamente se debe de
reformar el Código Penal Federal en el Art. 312, el Art. 166 BIS de la Ley General de
Salud, para que no penalice y permita la eutanasia, ya que es necesario que este
regulado para salvaguardar los derechos del paciente terminal.
33
6. Bibliografía

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Rosarios, 2005, http://200.16.86.50/digital/8/conferencias/figueroa1-1.pdf
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febrero 2005. Madrid, España, p. 22.

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1990, http://biblioteca.campusdominicano.org/3.pdf, p. 553.

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libro 1, p. 14 http://www.upasika.com/docs/helenistica/Ciceron%20-%20leyes.pdf

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http://200.87.140.5/educabolivia/images/archivos/user_files/p0001/file/la_filosofia_en_el_tiempo.pdf

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http://ddd.vab.cat/pub/eurahorar/0211402xn40-41p83.pdf

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Álvarez Carolina, Evelyn. Muerte Digna. Aspectos Médicos, Bioéticos y Jurídicos, Instituto
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Fritz, Eduardo. Derecho a Morir Dignamente 2015. Universidad Médica, Bogotá, 2015, p. 179-185.

Declaración de Lisboa de la Asociación Médica Mundial Sobre los Derechos de los Pacientes.

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Artículo 3, fracción V de la Ley de Voluntad Anticipada para el Distrito Federal.

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Sarabia Dalia. “Optan más las mujeres por voluntad anticipada”, Periódico Reforma, 19 de julio de
2016, p. 54.

Código Penal Federal de los Estados Unidos Mexicanos, artículo 312.

“Suicidio. Homicidio Calificado.” Semanario Judicial de la Federación, Sexta Época, registro 263816,
Primera Sala, Segunda Parte, XIV, página 219, tesis aislada.

7. LEYES

1. Declaración de Lisboa de la Asociación Mundial de Medicina sobre los Derechos


de los Pacientes.

2. Código Penal Federal.

3. Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

4. Ley de la Terminación de la Vida a Petición Propia y del Auxilio del Suicidio.

5. Ley de Voluntad Anticipada para el Distrito Federal.

6. Ley General de Salud.

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