Está en la página 1de 38

Bignozzi Juana Bignozzi

Tierra
de nadie


in octavo
2015
Este libro se publica y ofrece gratuitamente a
los suscriptores de In Octavo, con el único pro-
pósito de su puesta a disposición, en el mismo
sentido en que lo haría una biblioteca pública.
Esto no significa en modo alguno que su conte-
nido haya sido librado al dominio público. Los
propietarios de los derechos pertinentes están
debidamente consignados. Cualquier uso alter-
nativo, comercial o no, que se haga de esta ver-
sión digital o se derive de ella es absolutamen-
te ilegal.

In Octavo

inoctavo.com.ar
Juana Bignozzi

Tierra
de nadie


in octavo
2015
 Tierra de nadie
Noticia

La tierra de nadie a la que alude el título ocupa el


lugar central entre las imágenes que prevalecen en
este libro de poesía; el poema que la incluye ocupa
nada casualmente el lugar central en la colección.
Esa tierra de nadie donde no hay caminos ni brúju-
las, ni memoria ni futuro, apenas un hueco en el que
sólo se puede girar en vano, se convierte así, por su
misma centralidad, en el eje ordenador de su univer-
so expresivo: tiempo y espacio se conjugan en un con-
tinuo donde la voluntad de ser tropieza continua-
mente con un nihilismo corrosivo, y no se arredra.
La impulsa la vislumbre de la luz, del azul (¿ruben-
dariano?), la certeza de que “las cosas existen aun-
que a veces no se encuentren”, la convicción de que
“vivir es todo / menos aceptar el cansancio”.
Tierra de nadie (1962) es el segundo libro de la auto-
ra, y muestra todavía un poeta en construcción, con
un lenguaje en construcción. Ambos llegarían a la
madurez a partir de Mujer de cierto orden (1968),
pero aquí ya se adivina su perfil, esa combinación de
densidad expresiva (“Lo único importante: / este
equilibrio en el vacío a plena luz”), ironía (“Un día
se va a encontrar / la mirada blanda, un poco do-
blada”), frases cotidianas, casi insolentes (“...un día
se los lleva por delante”), y sobre todo, siempre, mu-
sicalidad y belleza, como al decir acerca del olvido:
“Cuando llega / dulcemente desde las manos / em-
pieza a subir la muerte”.
4
 Tierra de nadie
Juana Bignozzi (1937-2015), además editora y tra-
ductora, fue una voz singular en la poesía argentina
del siglo XX. Se inició en el género con Los límites
(1960) y, apartada de las corrientes en auge, asoció
sus preocupaciones existenciales con un cuidado for-
mal cada vez más depurado. Su obra se completa
con Regreso a la patria (1989), Interior con poeta
(1994), Partida de las grandes líneas (1996), La ley
tu ley (recopilación, 2000), Quién hubiera sido pin-
tada (2001) , Antología personal (2009) y Las poetas
visitan a Andrea del Sarto (2014). “Se es poeta para
trabajar con la lengua de otra manera —dijo en un
reportaje—. En la poesía tiene que haber algún mis-
terio, algo que el poeta ve y que el público no. Tene-
mos la obligación de revelar los misterios, pero de
una manera distinta de la que, por ejemplo, tiene el
periodismo.”

El editor

5
 Tierra de nadie

Orden

Las muertes
Ciertas tardes...
Porque un día...
Los adolescentes...
Nuestro silencio
Año 23
Tierra de nadie
Mi sangre...
Las puertas
Todos llevamos...
A veces algunos...
El presente
Cuando aun no estemos…
Aquí en este lugar…
El golpe en la nuca
Olvido
La ausencia
Absoluto
La cosa esencial
Los pedazos que aun sirven
La poesía
El nombre
El poema de la alegría
6
 Tierra de nadie

Los que están en el asunto


Aquí los círculos…
El hijo pródigo
Cosas de ángeles
Me explican muy despacio…
Los que están en el asunto

7
Las muertes
 Tierra de nadie

Ciertas tardes preguntaba ¿para qué?


tenía la sonrisa del que descubre una trampa
[ y la burla
y todo era tan triste
(los guantes, el miedo y la ironía).

Por eso una tarde de junio


(el sol empañaba los vidrios)
nadie entendió por qué en un momento nos miramos.

Fue la tarde en que murió de tantas pequeñas


[ infamias acumuladas.
Fue la tarde en que ella perdió la gran mariposa azul
[ que guardaba entre sus libros.

Al levantarse caminó sobre dos lágrimas verdes.

9
 Tierra de nadie

Porque un día se va a encontrar


la mirada blanda, un poco doblada.
Unos cuantos pasos transitándole la cara.
Inundado de respuestas.

Va a tener treinta años y una certeza:


los jazmines van a seguir floreciendo todos
[ los diciembres.
La seguridad de su tiempo
infinitamente más pequeño que el de los jazmines
(hasta ahora sólo alcanzó para un libro y un hijo)
un sabor repetido
un repetido golpe
le encogerá los hombros y la boca
y al bostezar
cortará los latidos de su pulso.

Más allá
seguirán arrancando las pitas de la calle de entonces
habrá jovencitos gritando en los parques.

Tal vez
porque vivir es todo
menos aceptar el cansancio.
10
 Tierra de nadie

Los adolescentes
si murieran

deben hacerlo transformándose en latido


en medio del aliento del verano
como estrellas de agua
sobre árboles con historia
como goterones de luz
sobre amplias escaleras
como una entrega en playas cálidas.

Si los adolescentes murieran

se transformarían en latido en medio del aliento


de todos los que amaron alguna vez.

11
 Tierra de nadie

Nuestro silencio

Puede pasar cualquier cosa.

Alguien que había caminado veinte años


hasta llegar a las luces
después de mirarlas
tranquilamente
se ha matado.

Y nada cambia.

Todos sufríamos desde antes.

12
 Tierra de nadie

Año 23

Ya basta.

La tierra no es más que un lugar que se empequeñece.

Suaves guantes azules nos rodean y todo acaba.

Sólo levantarse muy despacio


—la última muerte puede llegar con un roce—
a oscuras
con las manos clavadas en nosotros mismos
sin ningún sonido
sin poder sacudir este dolor y gritarle
ya basta.

Sólo
llevarlo para siempre
sin gritos como una rama seca.
Avanzar entre largas agujas de hielo.

Desde cada una de ellas nos mira nuestra salvación.


13
Tierra de nadie
 Tierra de nadie

Mi sangre

nueva de una muerte total


galopa despacio este horizonte blanco
sin ojos
sin testigo.

Se toca sus hondas paredes de agonía.

Los pájaros que una vez se prometió


duermen sus cabezas muertas en mi sangre.

Se busca de nuevo las raíces y la sal.

15
 Tierra de nadie

Las puertas

Muchos esperábamos caminar un día


con largos pasos luminosos
jugarnos nuestro camino
y despojarnos con grandes gestos.

Todo era entonces una calle de espejo


luego todavía con los pedazos de cristal
[ en la garganta
empezamos a sentir los inmensos caminos sin olvido.

16
 Tierra de nadie

Todos llevamos en nosotros otras vidas


como figuras blancas en lo alto de la noche
como un bosque de huecos iluminados.

Se han adueñado de algún espacio de nuestro tiempo


y en algún momento sólo vivimos por ellas

Unen los pedazos del camino


cuando hemos quemado nuestros puentes.

17
 Tierra de nadie

A veces algunos eligen


la mínima soledad junto a las fuentes.

Entonces quisiéramos manos traslúcidas


para ofrecerles agua azul
durante toda la noche de la travesía.

18
 Tierra de nadie

El presente

Tiempo para pocas cosas.

Esto es peligroso
es casi serio
y hay que pensarlo.

Lo único importante:
este equilibrio en el vacío a plena luz.

19
 Tierra de nadie

Cuando aún no estemos en el tiempo santificado


en la dulce noche del desierto
los que dividieron su vibrante juventud en mil partes
y sólo pudieron tirar a gritos sus pedazos
[ en la mañana
sentirán miedo
en ese momento
después de todos los finales.

Algunos
sólo podremos formar el camino
con los pedazos más suaves de nuestra piel
para que ellos vengan lentamente.

20
 Tierra de nadie

Aquí en este lugar


tierra de nadie
no tenemos caminos cruzándonos la cara
ni una rosa de los vientos en la mirada,
ni sabor a distancia en las palabras.

Aquí, en este lugar


tierra de nadie
sólo podemos dar vueltas
en el mismo sitio en el mismo hueco.

21
El golpe en la nuca
 Tierra de nadie

Olvido

Quien le vio la mirada nunca lo tuvo.

A veces lo pedimos como una lluvia suave sobre


[ el cansancio
los que hemos puesto las cartas sobre la mesa
demasiado pronto
los que hemos elegido quedarnos desnudos
sin sangre
para que nada manche el regreso.

Cuando llega
dulcemente desde las manos
empieza a subir la muerte.

23
 Tierra de nadie

La ausencia

Después de confesiones
cosas que no sirven para ser contadas
después de volvérsenos hueco un pedazo del cuerpo
los grandes silenciosos se van instalando
[ cerca nuestro.

Ella
sin manos.

24
 Tierra de nadie

Absoluto

La vida se resuelve
a veces
en una ecuación de lugares que se escriben
casi
con las mismas letras.

Uno maneja caminos diferentes


como quien pregunta de nuevo su nombre
y no llega a oírlo.

El nombre pide manos nuevas


y dobla los ojos.
Pide tiempo y eso duele
pone luz en las historias y se vuelven
hilos anudados en el aire.

Todos pueden partir pero algunos no volverán


[ y nadie los esperará.

25
 Tierra de nadie

La cosa esencial

La tarde se vuelve opaca


cuando un hombre decide su final.

En este andar a días casi blancos


unos eligen terminar serenos.

Piensan en el visitante que vendrá detrás de ellos,


se hacen amigos del recuerdo, le preparan
[ el hilo blanco,
una sola taza.

Vivieron sin confundir los largos caminos


[ con los cortos.

Volvieron vuelven serán vueltos.

26
 Tierra de nadie

Los pedazos que aun sirven

Uno los tira y se da vuelta


siente el golpe en la nuca
cada tanto
cuando las noches son plenas.

Luego
los ve reunirse cerca.

Cierra los ojos.


Un día se los lleva por delante.

27
 Tierra de nadie

La poesía

No conoce el final de ningún gesto.

En la encrucijada de manos
bajo la luz de todo el amor del mundo
tiene la voz y el silencio.

Nosotros
sólo las palabras.

28
 Tierra de nadie

El nombre

Es una historia de la que nadie sabe la última verdad


un viento que en el sol cae lentamente
forma de tiempo que ya estuvo.

Como el hombre que lejos camina bajo el amor


seguirá sin nosotros.

Al escribirlo pienso que la paz no estará para él.

29
 Tierra de nadie

El poema de la alegría

Saben que se empieza o se termina


en historias simples.

Los cuentan con sonrisas,


preparan la tarde del día siguiente.

Todos estamos tristes pero ellos lo saben.


Mejor dicho:
saben que las cosas existen aunque a veces
[ no se encuentren.

30
Los que están en el asunto
 Tierra de nadie

Verdes círculos trajeron la muerte

Lumumba, asesinado en África, 1961

32
 Tierra de nadie

Aquí los círculos de la muerte llegaron


[ en la mañana de sol
allá habían quedado entre las hojas.
La Felicidad de los Hombres rodaba en ellos
[ tan ligero
que sólo era un hueco,
y el dolor otra cosa: saber que llegarían.

La mañana de sol casi fiesta quedó intacta


con las certezas que se cumplirán
[ los días saben cuándo.

Uno sintió que le miraban fijamente las manos.

33
 Tierra de nadie

El hijo pródigo

Cuando llegue sólo tendrá


un tiempo duro esperándolo
ningún pobre a la puerta.
Cuando se echó a andar
tuvo de despedida espaldas obstinadas.

Ahora, aquí mismo


ya está cambiando este asunto.

Anda por la calle.


Desde cada uno de nosotros
él mismo construye su retorno.

34
 Tierra de nadie

Cosas de ángeles

Mientras los hombres hacen el amor sobre las piedras


tienen miedos suaves
dejan su salvación en una esquina
y luego hablan de otra cosa
los ángeles duermen boca abajo sobre la tierra.

Esperan que les devolvamos el cielo.

35
 Tierra de nadie

Me explican muy despacio


como luego de una gran sed
el valor de los segundos.

Juegan con mi tiempo pasado


con mis horas escritas tantas veces
[ en la misma página
crean huecos con su viento a mis espaldas
dejan sólo un amplio horizonte desierto.
No dicen cómo andar por él ni hasta dónde.
Yo puedo terminar ahora.
Ellos caminan mi futuro.

36
 Tierra de nadie

Los que están en el asunto

Los que perdieron la mano en un pozo


la buscan despacito y se miran en silencio.
Si no dan más
o alguien dice todo o nada
entre los días y los nombres se hacen señas.
Cambian un poco de esta vergüenza
[ por algo de tiempo.

Cuando las cosas se ponen feas


mueren gritando que no son inocentes.

37
Tierra de nadie
por
Juana Bignozzi

Edición original:
© Nueva Expresión, Buenos Aires, 1962

Revisión y edición digital:


© In Octavo, 2015

También podría gustarte