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Así se refleja en ingresos de

trabajadores la inversión en
educación
Probabilidad de que alguien de bajos ingresos entre a la universidad es
de 10,2 %.

La mayoría de bancos del país tienen líneas de crédito educativo para


financiar estudios superiores dentro y fuera del país.
Foto:
Archivo / EL TIEMPO
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Por: Redacción EL TIEMPO

02 de febrero 2017 , 08:28 p.m.

Daniela Londoño, estudiante de séptimo semestre de Ingeniería


Mecatrónica en la Universidad de San Buenaventura, canceló este año
5’820.000 pesos para continuar sus estudios. Para su hermana
Valentina, quien cursa Ingeniería Multimedia en la Universidad Nueva
Granada de Bogotá, el costo de su último semestre rondó los 4,7
millones.

El anhelo de ambas es continuar su preparación profesional mediante un


posgrado, especialización o maestría. Pero también lograr un puesto de
trabajo con ingresos que les permitan recuperar, en un tiempo
razonable, la inversión que por más de cinco años hicieron sus
padres en su preparación universitaria. Fueron unos 60 millones
de pesos por cada una, sin contar gastos de transporte y materiales
para sus trabajos, entre otros.

Cada una canceló por su semestre entre 6,4 y 7,8 salarios mínimos
mensuales. Dicho salario es hoy de 737.171 pesos.
(Le puede interesar: Universidades públicas, con mejores resultados que
las privadas)
Lo que ellas quizás no saben es que, en promedio, una persona en
Colombia, con un nivel de escolaridad como el que han alcanzado,
percibe un ingreso mensual de menos de dos salarios mínimos
(1’104.282 pesos).

Pero la inversión adicional que significa no solo terminar la carrera,


sino empezar estudios de posgrado puede implicar saltar a un
ingreso de más de cuatro salarios mínimos ($ 3,02 millones), como
en efecto es el promedio para las personas con escolaridad de 16 años o
más.

Así lo muestran los indicadores del mercado laboral colombiano que


calcula el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane),
los cuales detallan cuánto gana un colombiano según los años de
educación.

De esta forma, la diferencia en los ingresos gracias a la educación


se empieza a sentir mucho más desde el año 16 de escolaridad,
que, en general, corresponde a la obtención de un título universitario.
(Además: Colombia ha aumentado notablemente su producción
científica)

Incluso, para quienes tienen entre 12 y 15 años de escolaridad (en


general, comenzaron una carrera pero no la han terminado), hay una
diferencia apreciable frente a los bachilleres.

Según el Dane, esa diferencia, en promedio, es de 220.000 pesos: el


ingreso promedio de los bachilleres es de 884.780 pesos.

En síntesis, las cifras muestran una amplia diferencia de cerca de 2


millones de pesos entre quienes tienen de 12 a 15 años de estudio y
quienes tienen 16 o más.
Los que menos ganan
Esos saltos de los ingresos permiten elevar el retorno en la medida en
que se amplíe la inversión en educación, con matrículas adicionales que
por semestre pueden llegar, según el programa o la universidad, a más
de 25 millones de pesos.

Las estadísticas del ente oficial indican que en el país las personas
sin ningún año de escolaridad obtienen, en promedio, ingresos
mensuales de 642.324 pesos.

Quienes cuentan con, máximo, educación básica primaria –un nivel de


escolaridad de entre uno y cinco años– logran mejorar sus ingresos en
121.051 pesos hasta los 763.375 pesos.

La misma muestra laboral del Dane señala que si la persona estudió


entre 6 y 10 años, lo que significa que superó la primaria pero no
terminó el bachillerato, sus ingresos rondaron los 783.511 pesos, 20.136
pesos más que quienes terminaron su primaria o hicieron una parte de
esta.

Ahora bien, la diferencia entre ser bachiller y haber empezado la


secundaria, sin terminarla, es de 101.269 pesos en ingresos.
(Lea también: ¿Desaparecerán las universidades colombianas si no
cambian?)
En su más reciente informe mensual, Fedesarrollo señala que “una de
las causas por las que una porción importante de la población sigue sin
acceso a la educación superior es el elevado costo de las matrículas”.

Y advierte que la probabilidad de acceso para los jóvenes del 20


por ciento de la población de ingresos más bajos es
particularmente baja en el caso colombiano –apenas un 10,2 por
ciento–, en la medida en que el costo del semestre de una carrera
universitaria en una institución privada equivale al 70 por ciento de un
salario mínimo semestral.

Sergio Clavijo, director de Anif, en reciente análisis señaló que en el


mundo el acceso a la educación ha mejorado, pero advirtió, a la vez, que
pese a ello, “existe la paradoja de estarse generando mayores brechas
salariales y sociales”, y Colombia no es la excepción.
Indicó, por ejemplo, que en el 2014, el 84 por ciento de las
personas entre 25 y 64 años con títulos universitarios estaban
empleadas, frente al 75 por ciento de aquellos que no alcanzaban dicho
nivel académico, y dijo que “estas brechas educativas se reflejarán
marcadamente en las brechas salariales y sociales”. En consecuencia, es
clave mejorar las oportunidades para los estratos más bajos.

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