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APLICACIÓN DEL MODELO DE FLUJO DE AGUA SUBTERRÁNEA MODFLOW

AL ACUÍFERO DE LA SUBCUENCA EL CARRIZAL

Ing. Jorge Hernández, Cont. Luis Fornero, Ing. Nicolás Martinis

Instituto Nacional del Agua


Centro Regional Andino
Belgrano 210 Oeste. Teléfono: 4318616 Fax: 4288251 E-mail: cra@ina.gov.ar

INTRODUCCIÓN

El trabajo de modelación del acuífero que se desarrolla sobre de la margen derecha del río
Mendoza se ha realizado en el marco del proyecto: “Avance en el conocimiento de la dinámica
hídrica de la subcuenca El Carrizal – Área de restricción margen derecha del río Mendoza”
(Informes técnicos: IT Nº 42 y 55 - CRA), como resultado del convenio realizado entre el
Departamento General de Irrigación y el Instituto Nacional del Agua.

En esa área se desarrolla una importante actividad agrícola–industrial que se sustenta por el
uso de las aguas superficiales y subterráneas provenientes principalmente del río Mendoza.
El uso del agua subterránea para la agricultura e industria, y la decreciente tendencia del
derrame medio del río Mendoza en las últimas décadas, ha ocasionado un déficit hídrico que se ha
manifestado en los cálculos de los balances hidrológicos, y se refleja en el descenso de los niveles
piezométricos del acuífero. Ello indujo al Departamento General de Irrigación a tomar medidas de
restricción preventivas respecto de la explotación del agua subterránea y a requerir estudios más
precisos sobre el comportamiento y capacidad del acuífero allí existente.

La incorporación del modelo de flujo (MODFLOW), está orientado a la ampliación del


conocimiento hidrogeológico de la cuenca de agua subterránea, y con la intención de que éste sea
en una herramienta que contribuya a la gestión del recurso hídrico.

Principalmente se analizaron los aspectos hidrológicos del cuerpo acuífero que se encuentra
bajo el área, que se extiende al sur del río Mendoza y alcanza al río Tunuyán y al Dique Embalse El
Carrizal, conocida como Subcuenca El Carrizal.

OBJETIVOS

Aplicar modelos de simulación como elementos instrumentales para ampliar el


conocimiento de la dinámica del agua subterránea en la cuenca, para realizar balances hidrológicos
y para predecir el comportamiento de aquélla ante diferentes acciones externas, propias de la
naturaleza (variación de la recarga en los ríos o por lluvias, sequías, etc.) o del quehacer humano
(variaciones en el bombeo, disminución de la recarga por impermeabilización de cauces, recarga
artificial, etc.)

UBICACIÓN, EXTENCIÓN Y LÍMITES DE LA SUBCUENCA EL CARRIZAL

Estrictamente, la subcuenca El Carrizal tiene como límite norte al tramo del cauce del río
Mendoza comprendido entre su desembocadura y un punto ubicado 1000 metros aguas abajo del
dique Las Compuertas; luego continúa por la línea divisoria de agua subterránea hasta el cruce de
las rutas nacionales nº 7 y nº 40 aproximadamente, al sur de la localidad de Perdriel (Figura 1). Se
extiende hacia el sur hasta el río Tunuyán y el dique El Carrizal. Tiene una superficie aproximada
de 600 km2. Abarca parte de los departamentos Luján de Cuyo y Tupungato.

Figura 1. Ubicación del área de aplicación del modelo de flujo Modflow


Cabe en este punto aclarar que dadas las exigencias del modelo de flujo de agua subterránea
fue necesario extender el área (760 km2) hacia el norte, hasta una línea arbitraria que une la
localidad de Chacras de Coria al puente Barrancas, y que está asociada a un sector de menor
variación de los niveles estáticos.

Los accesos más importantes son las rutas nacionales nº 7 y nº 40.

INFORMACIÓN

Para la implementación del modelo fue necesario recopilar información en las distintas
dependencia del Estado Nacional y Provincial y obtenerla además en forma directa en el lugar de
estudio mediante tarea censal.

Información recopilada

- Informes finales de todas las perforaciones realizadas en la Subcuenca.


- Base de datos de perforaciones.
- Base de datos de suministros eléctricos para bombeo agrícola.
- Hojas catastrales de los departamentos de Luján de Cuyo, Tupungato y Maipú
contenidas en el área de estudio, digitalizadas por la Dirección Provincial de Catastro
(DPC), con el catastro rural.
- Planos y hojas catastrales.
- Registros de caudales del río Mendoza en la estación de aforos.
- Registro de concesiones de riego.
- Registro de caudales distribuidos a los canales de riego.
- Registros meteorológicos.
- Estudio de suelos.
- Cartas del Instituto Geográfico Militar Argentino.(IGM).
- Planos de la cuenca con el trazado de accidentes geográficos, ríos, arroyos, canales,
caminos, etc.
- Imagen satelital LANDSAT 1997.
- Informes publicados sobre la hidrogeología, hidrología e hidroquímica.
- Aforos de caudales derivados en las tomas del arroyo El Carrizal y su vuelco al dique
embalse homónimo.
- Información topográfica
- Información gráfica y bases de datos provistos por la Organización de las Naciones
Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la Asociación de Inspecciones de
Cauces de la Primera Zona y la Inspección del Arroyo El Carrizal.

Información obtenida por tarea censal

La obtención de información se concretó mediante la realización de dos campañas: una de


carácter censal y otra de ensayos de bombeo. Fue planificada desde el curso del río Mendoza al sur.
El sector que se encuentra al norte del río Mendoza no se censó y se trabajó con los antecedentes
disponibles.

El censo tenía como fundamento recabar información hidrológica, agronómica,


hidroquímica y de tipo registral de todas aquellas explotaciones agrícolas que tuvieran una
superficie mayor de 0,5 ha, utilizando para el relevamiento las hojas catastrales digitalizadas por la
Dirección Provincial de Catastro.

Las visitas a las explotaciones se llevaron a cabo por el sistema de barrido. Las entrevistas,
generalmente a propietarios o encargados de las explotaciones, se concretaron mediante el llenado
de dos tipos de formularios de encuestas: uno orientado a caracterizar la explotación y otro a
establecer la presencia y algunas características de las perforaciones que extraen o extrajeron agua
subterránea.

Una síntesis extraída de los datos censales depurados, es la que se detalla a continuación:

Por ciento explotaciones regadas con agua subterránea exclusiva 38,92


Por ciento de explotaciones que realizan uso conjunto 11,02
Por ciento de explotaciones en secano 0,35
Por ciento superficie regada con agua superficial exclusiva 14,58
Por ciento superficie regada con agua subterránea exclusiva 58,70
Por ciento de superficie que realizan uso conjunto 26,63
Por ciento de superficie secano 0,09

En relación con las especies cultivadas, los resultados generales obtenidos expresados en
hectáreas son los siguientes:

Superficie total con frutales:


Vid parral 2.816
Viña baja 4.743
Frutales de carozo 687
Frutales de pepita 190
Olivo 35

Superficie total con forestales:


Forestales hoja caduca 177
Forestales hoja caduca en hileras 103
Forestales hoja perenne 17
Forestales hoja perenne en hileras 4
Parque 5

Superficie total con hortalizas:


Hortalizas de verano 1.693
Hortalizas de invierno 1.594

Superficie total con pasturas:


Alfalfa 88
Forrajes de verano 41
Forrajes de invierno 31

La campaña de ensayos de bombeo se realizó para definir parámetros hidráulicos


(conductividades hidráulicas, coeficientes de almacenamiento, caudales específicos, coeficientes de
goteo, y percolancia) de los acuíferos que se explotan, con la finalidad de utilizar sus valores en el
ajuste del modelo de flujo de agua subterránea. Los métodos de análisis fueron los desarrollados
para el estudio de la hidráulica de pozos.

DESCRIPCIÓN DEL MODELO DE SUPERFICIE UTILIZADO PARA EL CÁLCULO DE


LA RECARGA - DESCARGA VERTICAL NETA DEL ACUÍFERO

El modelo de superficie JUANCRAS se utiliza como complemento del programa


MODFLOW. Con él se realizan balances hidrológicos mensuales, para cada celda de la grilla, que
vinculan el agua, el suelo y la vegetación con la finalidad de establecer la incidencia de algunos de
los diversos factores que han gobernado el comportamiento hidrológico general del área de estudio
entre setiembre de 1979 y agosto de 1999. Sus salidas también proveen información de recarga y
descarga vertical a ser utilizada por el programa MODFLOW.

Se trata de la aplicación de la ecuación general del balance hídrico a dos sistemas


diferentes.

 Ingresos -  Egresos =  Almacenamiento

Uno de ellos es el sistema agua - suelo - vegetación, en el cual el cuerpo físico al que
ingresan y del que egresan los componentes del flujo es el suelo explorado por las raíces de las
plantas. Esa aplicación, a través del tiempo, permite conocer el estado hidrológico de ese cuerpo en
un momento dado, así como la incidencia de cada uno de los componentes.

En ese sistema, restringido a la consideración de flujos verticales ascendentes y descendentes,


la aplicación de agua en cantidad suficiente sobre la superficie del suelo da lugar a la ocurrencia de
los tres fenómenos naturales siguientes:

- La infiltración, por la cual el agua pasa a través de la superficie del terreno ingresándola al
suelo y haciendo posible su almacenamiento en el mismo.

- La percolación, según la cual el agua se mueve hacia abajo por entre los poros del
subsuelo; cuando en ese movimiento el agua supera la profundidad que exploran las raíces
y se pone fuera de su alcance, se dice que egresa del suelo para percolar a través del
subsuelo.

- La evapotranspiración por la que el agua, ingresada y almacenada entre los poros del
suelo, es evaporada a través de la superficie de este y transpirada por las plantas, egresando
del mismo y regresando a la atmósfera.

De allí surgen los tres componentes básicos de flujo para el balance hídrico que se está
describiendo y cuya incorporación a la ecuación vista, para un período de tiempo determinado, se
presentan de la siguiente forma:

almacenamiento suelo = agua infiltrada - (agua percolada + agua evapotranspirada)

De esos tres componentes, sólo lo infiltrado constituye un flujo de ingreso, para lo cual es
necesario la previa depositación de agua sobre la superficie del terreno. Esto ocurre cuando llueve,
cuando se riega y cuando discurre agua por los cauces naturales y artificiales.

El agua evapotranspirada origina un flujo de egreso hacia la atmósfera, se evapora desde los
primeros decímetros de suelo y se transpira, a través de las hojas de los vegetales, la que
previamente es absorbida por las raíces. Este egreso esta condicionado por las características de los
suelos, el tipo de vegetación y las condiciones meteorológicas que imperan en el período que se
considere.

El agua que percola, es otro flujo direccionado hacia la profundidad del terreno, es un egreso
del suelo que también ha sido condicionado previamente por la capacidad de almacenamiento de
ése.

El segundo de los sistemas considerados tiene como cuerpo físico, al que ingresan y del que
egresan los componentes de flujo, a la formación acuífera. Lo percolado del suelo, considerado
como egreso del mismo en el balance anterior, sigue su movimiento vertical descendente a través
del subsuelo hasta alcanzar el nivel saturado e incorporarse al volumen almacenado en el acuífero y
se transforma, para este otro sistema, en un flujo de ingreso.

El otro componente de flujo para este sistema no es originado por un fenómeno natural,
como lo han sido todos los considerados hasta ahora, sino que es el resultado de la acción directa
del hombre: el bombeo del agua almacenada en el acuífero. Este bombeo provoca el egreso de agua
del acuífero.
Puede deducirse, aquí también se trata con flujos verticales ascendentes y descendentes, y la
utilización de la ecuación del balance hídrico sólo resuelve lo que se conoce como recarga/descarga
vertical neta del acuífero. Es decir, no contempla los flujos horizontales que, cuando se trata de
cuerpos porosos saturados con alta conductividad hidráulica horizontal suelen tener mucha
importancia.

Dadas así las cosas, el reemplazo en la ecuación del balance hídrico para un período
determinado, se presenta así:

Recarga/descarga VN = agua percolada - agua bombeada,

donde el agua percolada es el resultado de la infiltración y luego percolación en los lechos de


cauces conductores de agua y de la percolación en las áreas regadas. Y el agua bombeada, la
extraída de los acuíferos para satisfacer las necesidades de riego de los cultivos.

Datos de entrada

Para su montaje, el programa JUANCRAS requiere de información que caracterice a las


celdas, que suelen ser constantes durante el período de ejecución, y la provisión de datos
mensualmente variables para las mismas. Para el caso se trabajó con 20 períodos anuales (setiembre
1979/agosto 1999).

En virtud de que el área de la cuenca fue discretizada en 785 celdas activas, los datos para
cada una de ellas se ordenan en tres archivos. En el primero se ingresan los datos que son
establecidos como constantes para cada celda a lo largo del período de ejecución y que caracterizan
a las celdas (superficie cultivada por especie y por fuente del agua que recibe, tipo de acuífero sobre
la que se encuentra la celda, número de curva para la aplicación del método del CN, superficie que
riega cada canal en la celda, coeficiente de pérdida en canales y de eficiencia de riego, estación
meteorológica en cuya área de influencia se encuentra la celda, agua disponible total en el perfil del
suelo según textura para cada especie en cada celda); en el segundo se incluyen los datos
hidrológicos que son variables a través del período, es decir, mes a mes, como las dotaciones de
canal por canal y las lluvias por estación meteorológica; en el tercero se incorporan los datos
meteorológicos vinculados al cálculo de evapotranspiración de los cultivos y de las áreas incultas,
también mes a mes. (Método de Penman-Monteith modificado por FAO).

La ejecución del programa MODFLOW requiere de información mensual de bombeo y


recarga para cada una de las celdas en que se encuentra discretizada el área. Parte de esa
información es producto de la ejecución del modelo de superficie (JUANCRAS), ya que sus salidas
proveen los datos mencionados vinculados a la actividad agrícola del área.

Toda la información variable utilizada es de carácter mensual y corresponde al período de


tiempo que va desde setiembre de 1979 a agosto de 1999. Aquellas series que tuvieron vacíos de
información fueron adecuadas por interpolación y extrapolación utilizando ecuaciones de regresión.

- Datos meteorológicos

Los datos meteorológicos corresponden a tres estaciones: Chacras de Coria (Facultad de


Ciencias Agrarias - UNC) y fincas de la firma Norton S.A en Agrelo y Perdriel. Cada una de ellas
tiene un área de influencia dentro de la cuenca que involucra varias celdas. Esa área de influencia
fue determinada por el método de los polígonos de Thiessen . La ubicación física de las mismas es
la siguiente:

Chacras de Coria:
X: 2.511.897
Y: 6.349.210
Altitud: 920 m.s.n.m.
Perdriel:
X: 2.510.493
Y: 6.338.845
Altitud: 960 m.s.n.m.
Agrelo:
X: 2.505.641
Y: 6.330.869
Altitud: 975 m.s.n.m.

Todos los datos meteorológicos, excepto la lluvia, se utilizaron para el cálculo de la


evapotranspiración a través del método de Penman-Monteith modificado por FAO.

Los datos meteorológicos mensuales requeridos para aplicar ese método son:

 Temperatura media (ºC)


 Temperatura máxima media (ºC)
 Temperatura mínima media (ºC)
 Humedad relativa máxima media (%)
 Velocidad media del viento (m/s a 2 m.altura)
 Fracción de insolación

Las lluvias mensuales, además de ser utilizadas para los balances, se utilizan para calcular
escorrentía por el método del CN.

La cantidad de lluvias por mes es utilizada en el cálculo del coeficiente de cultivo Kc para
terrenos incultos.

La estación con mayor información para el período setiembre de 1979 a agosto de 1999 es
Chacras de Coria. Tiene un faltante de información sobre velocidad del viento desde setiembre de
1988 a marzo de 1991. También, se encuentra extraviada la publicación del mes de mayo de 1998
con toda su información.

De las estaciones de Agrelo (31/1/99 al 27/5/02) y de Perdriel (5/10/98 al 27/8/02) se obtuvo


información de temperaturas, velocidades del viento, humedades relativas y lluvias cada 12
minutos. De su procesamiento se obtuvieron valores medios mensuales que fueron utilizados para
establecer ecuaciones de regresión al correlacionarlos con valores de la estación de Chacras de
Coria.

En relación con los valores de fracción de insolación, se tomaron para las tres estaciones las
registradas en Chacras de Coria. De igual forma se procedió con las velocidades del viento, ya que
no parecía existir correlación entre los datos de chacras de Coria y los de las otras dos estaciones.
Para completar la serie de Chacras de Coria respecto de las velocidades del viento, en los meses que
no hubo registros, se utilizaron los valores promedio de la serie histórica 1979/99.

- Datos agronómicos

En virtud de que en el área activa de modelado el consumidor de agua por excelencia es la


vegetación, especialmente la cultivada, debieron definirse algunas características del suelo y de la
misma vegetación vinculadas a ese consumo.

Los estudios de suelos consultados indican una cierta variabilidad textural en materia de
suelos agrícolas, que van desde francos a franco-arenosos para el área regada con aguas que
provienen directamente del río Mendoza (desde el río Mendoza hasta la picada a Tupungato). El
resto del área hacia el sur carece de un estudio sistemático, por lo que se decidió extenderle las
características texturales mencionadas. Esas texturas de suelo se volcaron sobre la grilla definiendo
el tipo de suelo en las celdas. Del “Cuadro representativo de las propiedades físicas del suelo” del
libro “Principios y aplicaciones del riego” de Israelsen y Hansen, se extrajo la humedad disponible
por cada 1m de profundidad de suelo para cada de esas texturas, según lo siguiente:

Franco-arenoso (FA) 80 mm
Franco-areno-limoso (FAL) 100 mm
Franco (F) 130 mm
Franco-limo-arenoso (FLA) 130 mm

A la vez, los cultivos relevados a campo se agruparon según requerimientos hídricos


parecidos. Si se tienen en cuenta las profundidades exploradas por las raíces de cada cultivo y la
cantidad de agua que contiene el suelo en capacidad de campo a esas profundidades, se obtiene la
tabla siguiente en la cual la última columna contiene, expresado en milímetros de altura, la cantidad
de agua disponible.

Cultivo 1: Vid (parral) 90 mm


Cultivo 2: Vid (espaldero) 72 mm
Cultivo 3: Frutales de carozo 135 mm
Cultivo 4: Frutales de pepita 135 mm
Cultivo 5: Olivo 180 mm
Cultivo 6: Forestales de hoja caduca 180 mm
Cultivo 7: Forestales de hoja perenne 180 mm
Cultivo 8: Hortalizas de verano 50 mm
Cultivo 9: Hortalizas de invierno 50 mm
Cultivo 10: Alfalfa 90 mm
Cultivo 11: Pasturas de verano 63 mm
Cultivo 12: Pasturas de invierno 63 mm
Cultivo 13: Parques 63 mm
Cultivo 14: Inculto. 45 mm

Los Kc mensuales de cultivo utilizados para el cálculo en la evapotranspiración, son los que
se detallan a continuación:
Meses
Cultivos
Set Oct Nov Dic Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago
1 0,60 0,79 0,89 0,90 0,90 0,84 0,75 0,68 0,53 0,40 0,40 0,40
2 0,53 0,64 0,70 0,70 0,70 0,69 0,60 0,46 0,40 0,40 0,40 0,43
3 0,60 0,79 0,89 0,90 0,90 0,84 0,75 0,68 0,53 0,40 0,40 0,46
4 0,64 0,85 0,94 0,95 0,94 0,89 0,80 0,73 0,55 0,40 0,40 0,46
5 0,67 0,68 0,69 0,70 0,70 0,70 0,70 0,70 0,70 0,67 0,65 0,66
6 0,93 1,21 1,25 1,25 1,25 1,22 0,97 0,62 0,44 0,40 0,40 0,54
7 0,67 0,68 0,69 0,70 0,70 0,70 0,70 0,70 0,70 0,67 0,65 0,66
8 0,40 0,40 0,70 0,96 1,13 1,01 0,40 0,40 0,40 0,40 0,40 0,40
9 0,79 0,87 0,81 0,40 0,40 0,40 0,40 0,64 0,64 0,64 0,64 0,68
10 0,81 0,95 0,95 0,95 0,95 0,95 0,95 0,83 0,57 0,40 0,40 0,54
11 0,40 0,40 0,85 0,85 0,85 0,85 0,83 0,81 0,80 0,40 0,40 0,40
12 0,81 0,40 0,40 0,40 0,40 0,40 0,40 0,60 0,80 0,80 0,80 0,80
13 0,81 0,83 0,85 0,85 0,85 0,85 0,83 0,81 0,80 0,80 0,80 0,80
14 0,40 0,40 0,40 0,40 0,40 0,40 0,40 0,40 0,40 0,40 0,40 0,40

- Datos de superficies

Durante la actividad censal se relevaron las especies cultivadas y se clasificaron y reunieron


en 13 grupos de cultivos. A ellos se agregó un último grupo que se refiere a terrenos incultos. Dado
que el modelo trata a la superficie inculta como un cultivo más, los grupos fueron 14.

Todas las celdas activas contienen terrenos cultivados o incultos o ambos. Cada celda
contiene uno o más grupos de cultivos con la superficie que abarca cada uno e identificadas con la
fuente de agua de la cual se proveen: agua superficial exclusiva, agua subterránea exclusiva, uso
conjunto de agua superficial y subterránea o secano.

Para procesar la información de cada celda se elaboró un programa que vincula la base de
datos con el parcelamiento existente en las hojas catastrales, relacionando nomenclaturas catastrales
y coordenadas.

Cada celda de 100 ha, tiene incorporadas las superficies cultivadas o no, discriminadas por
cultivo y fuente de agua de la que se abastece. En la tabla siguiente se representan, como ejemplo,
los datos de la celda 541, tal cual se incorporan en el archivo mencionado. En la 1ª columna se
identifican las fuentes del agua que utilizan. SUP significa agua superficial exclusiva, SUB agua
subterránea exclusiva, SPB uso conjunto y SEC secano. Fuera de la tabla, en la parte superior, se
identifican los cultivos de 1 a 14. La matriz se rellena con datos de superficie. Así, la celda 541
tiene 0,8949 ha de vid parral regada con agua superficial, 21,2225 ha de vid parral regadas con agua
subterránea, 22,3208 ha de vid parral más 23,9106 ha de vid espaldero más 0,3414 ha de forestales
de hoja caduca regadas con agua superficial y subterránea conjuntamente, además de 31,3098 ha
incultas que reciben exclusivamente agua de lluvia.

Cultivos
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14
541SUP 0,8949 0,0000 0,0000 0,0000 0,0000 0,0000 0,0000 0,0000 0,0000 0,0000 0,0000 0,0000 0,0000 0,0000
541SUB 21,2225 0,0000 0,0000 0,0000 0,0000 0,0000 0,0000 0,0000 0,0000 0,0000 0,0000 0,0000 0,0000 0,0000
541SPB 22,3208 23,9106 0,0000 0,0000 0,0000 0,3414 0,0000 0,0000 0,0000 0,0000 0,0000 0,0000 0,0000 0,0000
541SEC 0,0000 0,0000 0,0000 0,0000 0,0000 0,0000 0,0000 0,0000 0,0000 0,0000 0,0000 0,0000 0,0000 31,3098
En la siguiente tabla se detallan los tipos de vegetación considerados para toda el área de
modelado y para la subcuenca El Carrizal y las superficies que abarcan expresada en hectáreas:

Tipos de vegetación Zona completa Subcuenca El Carrizal


Vid parral 3.628,4731 2.606,1418
Vid espaldero 6.069,4629 3.844,7034
Frutales de carozo 1.126,1866 619,9785
Frutales de pepita 390,2355 174,6330
Olivos 823,9951 0,0000
Forestales de hoja caduca 309,0435 219,7634
Forestales de hoja perenne 21,5333 17,7213
Hortalizas de verano 1.872,4437 1.499,2486
Hortalizas de invierno 1.913,8887 1335,6903
Alfalfa 137,1754 78,4752
Pasturas de verano 66,3007 39,8001
Pasturas de invierno 54,7003 30,4999
Parques 753,5434 0,0000
Total cultivado 17.166,982 10.466,655
Total inculto 61.296,850 51.766,644
Área total 78.463,832 62.233,299

- Parámetros vinculados a las lluvias

Relacionados con el agua de lluvia que llega al suelo y permanece sobre él para ser
infiltrado, se consideró lo siguiente:

 En el presente trabajo se optó, para calcular la escorrentía superficial de una lluvia,


por el método del Número de Curva del Servicio de Conservación de Suelos de los
EE.UU. En este caso los CN no son aplicados a las celdas, sino a los grupos de
cultivo y mes a mes. Los valores de CN fueron extraídos de las tablas que se
presentan en Soil Conservation Service, 1972.

 La diferencia entre la lluvia total y la escorrentía superficial da origen el agua


retenida; para estimar qué cantidad del agua retenida llega al suelo para ser infiltrada
se adoptaron coeficientes de lluvia efectiva. Cada cultivo a lo largo de su período
vegetativo varía las dimensiones de su masa foliar; por ello, mes a mes varía
también su coeficiente de lluvia efectiva.

- Datos de agua distribuida para riego

Muchas de las celdas de la cuenca tienen derechos de riego. Usan para regar todos o parte de
sus cultivos con agua superficial exclusivamente o en conjunto con agua subterránea.

Un canal puede regar más de una celda y una celda puede ser regada por más de un canal.
Consecuencia de ello, cada celda con derechos de riego debe vincularse a el/los canales y
determinarse las superficies que cada canal tiene empadronadas en ella.
El mismo programa, ya mencionado antes, que vincula la base de datos con la cartografía,
permitió extraer las superficies que riega cada canal en cada celda.

La información registrada por el DGI acerca del agua distribuida para riego se circunscribe a
las dotaciones de los canales principales. Consecuencia de ello, fue necesario agrupar a los canales
de la red secundaria según el canal principal que la provee de agua.

- Coeficientes de pérdidas en canales

Todas las celdas que tienen cultivos regados con agua superficial exclusiva o se realiza uso
conjunto, tienen aporte de agua a través de canales que en muchos casos no están
impermeabilizados e infiltran parte de las aguas que conducen. La cantidad de agua que se infiltra,
desde el punto de vista exclusivamente superficial, se pierde. De allí el nombre del coeficiente.

Sin embargo, el modelo no aplica el coeficiente de pérdidas a los canales sino a las celdas.
Todos los canales que riegan una celda infiltran en proporción a lo que establece el coeficiente
aplicado a ella. Es decir, que a cada celda debe aplicarse un coeficiente de pérdidas en canales.

Para ello se tomaron como base estudios sobre pérdidas realizados en el área.
(Chambouleyron, J. y otros, 1982; Hernández, J. 1982; Hernández, J. 2003).

Resultados y discusión

Como ya se mencionó antes, tanto el programa MODFLOW como el JUANCRAS se


ejecutaron sobre un área mayor de la que es estrictamente la subcuenca El Carrizal. Ello se debió a
razones hidrogeológicas que tendían a posibilitar la calibración del primer modelo mencionado. Sin
embargo, el análisis a llevarse a cabo en el presente estudio estaba orientado a la subcuenca. La
misma, discretizada, contiene 621 celdas de 100 ha cada una. Del total, 391 celdas contienen
cultivos en una proporción que es del 29 %; el espacio restante, 69 %, está inculto, al igual que las
230 celdas restantes.
LUJAN

ndoza
Rio Me

Vuelco al Río Tunuyán

yán
T unu
Rio

Centro Regional Andino

GRILLA
CELDAS ACTIVAS E INACTIVAS

2
Figura 2.Grilla. Celdas activas e inactivas
Las áreas afectadas a las diferentes fuentes de agua se discriminan así:

Riego con agua de superficie exclusiva: 719 ha ( 1,1 %)


Riego con agua subterránea exclusiva: 7.191 ha (11,6 %)
Uso conjunto: 2.546 ha. ( 4,1 %)
Secano: 51.778 ha (83,2 %)

De lo anterior surge que sólo el 16,8 % del área se encuentra bajo riego.

Cuando las relaciones se establecen en el área bajo riego, las proporciones son:

Riego con agua de superficie: 6,9 %


Riego con agua subterránea: 68,8 %
Uso conjunto: 24,3 %

El modelo de superficie JUANCRAS cuando totaliza lo calculado para el área de balance, lo


hace período por período desde 1979/80 a 1998/99. Estos resultados sirvieron de base para los
comentarios de los párrafos que siguen.

Los vaivenes de la precipitación sobre el área oscilan entre los 695 mm (1983/84, un período
excepcionalmente rico) y 170 mm anuales (1994/95). De esas lluvias anuales entre el 57 % y 94 %
(76 % promedio) de lo precipitado alcanza el suelo y participa de los balances hídricos,
contribuyendo al proceso evapotranspiratorio y al de recarga de acuíferos. Entre el 1 % y el 39 %,
aunque la media es el 19 %, escurre fuera de la subcuenca. El resto (5 % del promedio) es devuelto
a la atmósfera por evaporación desde las superficies de intercepción como el follaje, ramificaciones
aéreas de los vegetales y la hojarasca.

Entre suelo cultivado y suelo inculto, del total de la lluvia que cae sobre área cultivada sólo
aproximadamente el 68 % alcanza el suelo; en cambio, cuando el área está inculta o de vegetación
natural, lo hace aproximadamente el 78 %.

Las pérdidas ocurridas durante la conducción hasta las bocatomas de las parcelas o
propiedades son del orden del 14 %.

En los períodos considerados, la cantidad de agua subterránea osciló entre los 64 hm3/año y
93 hm3/año. El agua que se deriva del arroyo El Carrizal, producto del drenaje desde el acuífero
somero, es utilizada para riego y representa entre el 13 y el 36 % del total de agua subterránea
utilizada. El bombeo varió entre los 45 y 77 hm3/año, siendo el promedio de 61,2 hm3/año.

La información que proveen los resultados permiten comparar los usos del agua subterránea
y de la de superficie para riego a nivel de disponibilidad en la toma de los canales derivados del río
Mendoza y del arroyo El Carrizal. De ello, como promedio, se obtiene lo siguiente:

Agua de superficie: 34 %
Agua subterránea: 66 % (50 % bombeo y 16 % dren El Carrizal)

en ninguno de los períodos considerados la cantidad de agua de superficie es mayor que la


subterránea. Si esa misma proporción se establece cuando el agua está a nivel de parcela, la
diferencia se agranda, dado que no toda el agua de superficie que ingresa a la subcuenca alcanza el
nivel de parcela:
Agua de superficie 29 %
Agua la subterránea 71 % (53 % bombeo y 17 % dren El Carrizal).

Todo lo anterior está vinculado al uso agrícola; si se tiene en cuenta el bombeo industrial
que es del orden de los 5,5 hm3/año, se puede decir que en la subcuenca el uso en general del agua
depende mayormente del agua subterránea.

De los balances a nivel del suelo surge que, el aporte de cada componente al suelo de la
subcuenca es, porcentualmente y en promedio, el siguiente:

Lluvia: 59 %
Agua superficial: 12 %
Agua subterránea: 29 % (22 % bombeo y 7% dren El Carrizal)
Nota: al agua de superficie le fue sustraída la del arroyo El Carrizal y sumada al bombeo.

La lluvia es el componente más importante del agua aportada al suelo de la subcuenca. El


bombeo se presenta como componente compensador, aunque a nivel de toda la subcuenca es menos
perceptible que cuando lo hace a nivel de parcelas cultivadas, como se verá más adelante.

En el suelo cultivado las proporciones entre los promedios cambian:

Lluvia: 17 %
Agua superficial: 24 %
Agua subterránea: 58 % (44 % bombeo y 14 % dren El Carrizal)

Esos porcentajes complementarios varían en forma importante a lo largo de la serie


periódica; existen algunos períodos (1994/95, 1996/97 y 1998/99) en los que los bombeos
calculados superan por sí solos el 50 % del total y otros en que los mismos representan menos del
35 % (1983/84, 1984/85 y 1992/93). El bombeo del agua subterránea está condicionado
principalmente por la presencia del agua de lluvia; su explotación aumenta cuando descienden las
cantidades llovidas, lo que se debe a que la mayor parte del bombeo se efectúa en superficies
cultivadas que no reciben agua de superficie. Es decir, que el bombeo compensa el déficit pluvial.
También se puede observar que la percolación por debajo del suelo oscila en sintonía con las
dotaciones superficiales, lo que podría indicar que la ineficiencia de manejo a nivel parcelario se
manifiesta más claramente en parcelas regadas con agua superficial (y agua subterránea provista por
el arroyo El carrizal) que con agua subterránea bombeada.

En el área inculta y con vegetación natural, se ve claramente la respuesta de la


evapotranspiración a la cantidad de agua precipitada. También puede observarse que, salvo algún
año rico en lluvias, la recarga que produce el agua de lluvia es poca; en relación con la percolación
total en la parcela representa el 3,5% y, el resto, 96,5%, corresponde al retorno de riego.

El bombeo presenta sus valores más altos desde mediados de la primavera a la mitad del
verano.

Si se consideran las acciones vinculadas exclusivamente al movimiento vertical del agua y a


la vegetación (cultivada y natural) provocan una ganancia neta de los acuíferos del orden de los 11
hm3/año. Esto es atribuible, principalmente, al uso del agua superficial donde la infiltración en los
canales tiene una incidencia importante, ya que los dos componentes del balance que se presentan a
nivel de parcela parecen compensarse a lo largo de la serie.

De los balances realizados (R/Dvn) surge que en la mayoría de los períodos los acuíferos
ganan agua y que el bombeo del agua subterránea sólo representa, en promedio, aproximadamente
el 86% del total recargado por canales y áreas cultivadas. De esto último, se puede inferir que existe
una mejoría de la eficiencia del sistema complejo superficial- subterráneo cuando se explota agua
subterránea que es producto de la ineficiencia del manejo de la de superficie.

MONTAJE Y APLICACIÓN DEL MODELO DE FLUJO DE AGUA SUBTERRÁNEA

El área definida para el montaje del modelo MODFLOW, y en consecuencia para el modelo
de superficie que proveerá parte de la información de entrada a aquel, abarca el sur del río Mendoza
y un sector al norte del mismo (760 km2). Esa área fue discretizada en polígonos o celdas
cuadrangulares de 1000 metros por lado. Esto dio origen a una grilla de 35 km. de oeste a este y de
52 km. de norte a sur, con 1820 celdas de 100 has cada una (Figura 2). Desde los puntos de vista
hidrogeológico e hidrológico sólo 785 celdas se consideraron activas, por lo que la ejecución de los
modelos se realizó sobre 78.500 has. Cada una de estas celdas posee características que le son
propias y constantes durante la ejecución del modelo; además, a lo largo de ese período de
ejecución, cada celda recibe información de carácter mensual.

De lo anterior surge que el procesamiento de la información debe tener en cuenta la


caracterización de las celdas con datos constantes y la mensualización de las series de datos
variables.

Descripción del modelo

El MODFLOW es un modelo que simula el flujo de agua subterránea en las tres


dimensiones de una cuenca sedimentaria, desarrollado por el Servicio Geológico de los EE.UU a
mediados de la década del 70. Desde aquella década hasta hoy ha sufrido varias actualizaciones.
Utiliza el método de diferencias finitas para resolver un sistema de ecuaciones basadas en fórmula
de Darcy-Weisback, que explica el movimiento de un fluido en un medio poroso saturado (Mc
Donald M. y Harbaugh W., 1988).

Para el presente trabajo se utilizó este modelo (en su versión 2000) con una interfase gráfica,
Visual MODFLOW Pro V. 3.0 desarrollados por Waterloo Hydrogeologic Inc., que facilita y
permite visualizar el ingreso de datos y los resultados del procesamiento de los mismos.

El Visual Modflow soporta a Modflow como pre y post procesador. La entrada de datos al
Modflow es generada por Visual Modflow y salvada en un juego de archivos que son leídos por el
Modflow cuando se ejecuta. La salida con los resultados es importada al Visual Modflow para su
posterior visualización.

Entre los resultados que entrega en sus salidas se encuentra un balance hídrico, cotas,
velocidades y direcciones de flujo.

El primer paso en el montaje fue definir el modelo conceptual de la cuenca, que es una
descripción de alto nivel de la misma. Para ello se importó el plano base de la figura 2 en el cual se
encontraban definidos los límites de la cuenca y se creó una grilla de tres dimensiones (3D) cuyas
magnitudes en profundidad coincidente con el relleno sedimentario y en superficie se corresponden
con lo descrito a continuación.

El borde de cuenca se estableció trazándolo a través de los puntos de contacto geológico


entre la formación sedimentaria del cuaternario y otras más antiguas. En profundidad, se asumió,
para el área de modelado, que el acuífero es libre en toda su extensión, por lo que se definió solo un
cuerpo acuífero.

Se definieron como celdas activas a todas las que se encuentran dentro de los límites de la
cuenca, entendiéndose como activas a aquellas que son susceptibles de ser afectadas por acciones
externas de recarga y descarga y los niveles de agua subterránea varían en el tiempo. Todas ellas
fueron afectadas de pozos para aplicar la recarga y el bombeo.

Para su funcionamiento, el modelo MODFLOW posibilita la habilitación de diferentes


módulos. Para este caso se habilitaron los módulos de drenaje, de bombeo y de evapotranspiración.

El módulo de drenaje, considera el drenaje de la cuenca desde el acuífero libre a través del
arroyo El Carrizal

En el módulo de bombeo se especifica, además de la extracción de agua por bombeo en cada


celda activa, la recarga como agua que se incorpora al acuífero implementada mediante pozos
inyectores.

Finalmente, el módulo de evapotranspiración se habilitó para toda la cuenca,


estableciéndose que el proceso evapotranspiratorio desde el acuífero comience a producirse cuando
el nivel estático del mismo se encuentre a menos de 1 metro de profundidad respecto de la
superficie del terreno.

Además, se decidió que la aplicación del modelo con la finalidad de conocer la respuesta de
la cuenca de agua subterránea se realizara en estado transitorio, tomando 15 años para el ajuste y 5
para su validación. Esos períodos anuales comienzan en el mes de setiembre de 1979 y terminan en
agosto de 1999.

Información

Para cada celda activa de la grilla se especifican los siguientes datos:

- Cota de techo (m).


- Cota de base (m).
- Conductividad hidráulica horizontal (m/día).
- Conductividad hidráulica vertical (m/día).
- Coeficiente de almacenamiento específico (1/m).
- Coeficiente de rendimiento específico (adimensional).
- Cota de los drenes en las celdas correspondientes (m).
- Conductancia de los drenes en las celdas correspondientes (m2/día).
- Cota de agua al inicio de la simulación (m).
- Recarga en celdas especificadas a nivel de promedios mensuales (m/día).
- Bombeo en aquellas celdas que contienen pozos activos (m3/día).
A los efectos de la modelación se dividió la cuenca en 4 zonas en las cuales las celdas
contenidas tienen en todos sus puntos las mismas propiedades hidráulicas. Así, para el caso de
conductividad hidráulica horizontal, vertical y coeficientes de almacenamiento se definieron 16
parámetros.

Para especificar las condiciones de borde del modelo se definieron:

- Nueve celdas de cota constante en el extremo norte de la cuenca. Dado que la densidad
tanto espacial como temporal de las observaciones de nivel de agua no permitía una
parametrización más detallada, se eligió establecer un parámetro de cota constante (CHD)
para cada uno de los 15 ciclos hidrológicos (setiembre-agosto) utilizados en la calibración,
vinculándolo al derrame del río Mendoza en Cacheuta en cada período, mediante la
ecuación calibrada:
CHDt  776.85  11.602 ln( Derrt )

- Diez celdas de cota constante (770.80 m) en la frontera sur de la subcuenca Carrizal, para
reflejar el flujo subterráneo hacia el Dique Carrizal. No se posee observaciones que
permitan calibrar la magnitud de este flujo. Se ha calibrado de manera de reflejar de la
mejor forma posible las cotas observadas para los pozos

Los parámetros del modelo, como las conductividades hidráulicas horizontal y vertical, y las
conductancias de los drenes, surgieron del proceso de calibración. Las conductividades hidráulicas
horizontales utilizadas como partida para ser ajustadas durante el proceso de calibración, fueron
resultado de los ensayos de bombeo realizados en pozos particulares.

Para cada una de las celdas fue necesario establecer sus cotas de techo y base. Como punto de
partida se utilizó la topografía realizada por el Departamento General de Irrigación (DGI) al norte
de la ruta provincial nº 86, conocida también como Carril a Tupungato. Hacia el sur del Carril a
Tupungato, se tomaron puntos acotados de la Red Altimétrica Rural de Spartan Air Service (que se
apoyó en puntos del IGM) y pozos acotados a partir de ella. Las cotas topográficas de superficie en
el centro de cada celda de la grilla fueron obtenidas mediante interpolación. Las cotas de las celdas
de la base resultan de las profundidades obtenidas a través de los métodos geofísicos aplicados a la
cuenca y de la interpretación hidrogeológica que dio origen al mapa estructural. La obtención de la
cota del basamento para cada celda requirió del mismo procedimiento descrito para la superficie del
terreno, el cual también se utilizó para definir los niveles del agua subterránea. La información
fuera del área de modelado es imprecisa y no se tomó en cuenta debido a que es una extensión de
datos resultante del método de grillado utilizado.

Para determinar las cotas de las celdas de drenaje del arroyo El Carrizal, se efectuó una
nivelación partiendo de puntos de la Red Altimétrica Rural; simultáneamente, se tomaron las
coordenadas Gauss Krüger con un navegador satelital (GPS).

A partir de estas determinaciones y de las curvas topográficas se calcularon las cotas en el


centro de cada celda recorrida por el arroyo, cuya longitud extraída del plano base es de
aproximadamente 21 km.

Una vez incorporados los parámetros iniciales del subsuelo y los datos que caracterizan
físicamente a la cuenca, se agregó la información hidrológica apropiada para comenzar con el
proceso de calibración. Dado que la misma se realizó en estado de flujo transitorio, fue necesario
preparar información de aquellos componentes que varían a través de los períodos de simulación:
días, meses y años. Esto es así porque la simulación en estado transitorio implica que partiendo de
una situación de inicio dada se alcanza otra situación final, teniendo en cuenta la variable tiempo.

Como ya se mencionó, el modelo se corrió para 20 períodos anuales:15 años para el ajuste y
5 para su validación (setiembre de 1979 y terminan en agosto de 1999). Se tomaron como cotas de
agua de partida las medidas a campo durante el período de máxima quietud del acuífero,
correspondientes al invierno del año 1979.

Las recargas en las celdas fueron el resultado de sumar las infiltraciones del río Mendoza,
del canal Cacique Guaymallén y de las zonas urbanas a los retornos de riego e infiltración en los
canales calculados a través del modelo JUANCRAS utilizando información meteorológica y
dotación de canales a nivel de promedio mensual, desde setiembre de 1979 a agosto de 1999.

La recarga del río Mendoza en el tramo Cacheuta – Cipolletti se calculó con la ecuación
desarrollada por el INA (Hernández, J., 1984), I = 1,086*D0,58, donde I es el volumen de agua
infiltrado durante un mes como consecuencia del derrame D ocurrido durante ese mismo período de
tiempo.

Entre Cipolletti y puente Barrancas se aplicó la misma ecuación anterior pero afectándola
por un coeficiente de 0.666 que tiene en cuenta la proporción entre áreas mojadas aguas arriba y
aguas abajo del dique Cipolletti. En este caso, D representa el volumen mensual de agua que como
sobrante o desareno escurre aguas abajo del dique Cipolletti por el curso del río.

Para estimar la infiltración ocurrida a través del lecho del canal Cacique Guaymallén se
utilizó un relevamiento del mismo realizado por la Universidad Tecnológica Nacional para el
Departamento General de Irrigación. A base del mismo se determinaron las áreas no
impermeabilizadas de los tramos del cauce que se encuentran dentro del área del modelo (
aproximadamente 10 ha en total). De las planillas de distribución de caudales de la Subdelegación
de Aguas de Río Mendoza se extrajeron los días que estuvo dotado el canal durante los 20 años,
discriminándolos según la dotación fuera para riego o uso público. A partir de allí se asumió que,
cuando la dotación estaba destinada al riego, la superficie del cauce no impermeabilizada se
encontraba mojada en su totalidad y a través de ella se producía la infiltración; cuando se trataba de
uso público, la infiltración sólo se producía a través del 20% de ella. Finalmente, el caudal de
infiltración adoptado fue de 60 l/s.ha, valor que surge de experiencias realizadas por el ex CRAS en
terrenos de características similares. Con esos elementos como base se calcularon las infiltraciones
mes a mes para cada una de las celdas recorridas por el canal

Los criterios y cálculos de la infiltración del agua potable en zonas urbanas, al no contarse
con registros históricos, se aplicaron por igual a todos los años considerados en el estudio. Los
datos que sirvieron de base para los cálculos fueron obtenidos de una entrevista que se tuvo con el
Director de Química y Saneamiento de la Municipalidad de Luján de Cuyo.

Los bombeos en las celdas fueron el resultado de sumar los considerados como con fines
industriales a los calculados para la zona de riego a través del modelo JUANCRAS.

Los bombeos industriales considerados corresponden a los pozos de Repsol-YPF de Agrelo


y Ugarteche y del Parque Industrial de Luján de Cuyo.
Calibración del modelo

En el proceso de calibración se utilizaron 1295 observaciones de nivel de agua disponibles


para 70 perforaciones distribuidas en el área, que pertenecen a la red de medición de niveles
estáticos del INA – CRA, en el intervalo comprendido entre setiembre de 1979 y agosto de 1994.

En este caso se ha utilizado como criterio para evaluar la calibración el error cuadrático
medio de los desvíos de lo simulado respecto de lo observado.

Para la calibración del drenaje por el arroyo El Carrizal se dispone de aforos instantáneos de
las derivaciones para riego en las cinco tomas existentes y del vuelco del arroyo al dique. Se trata de
aforos realizados cada dos meses, a veces cada tres; para el resto de los meses se ha considerado
valores interpolados.

Para la calibración ha sido necesario suponer que:

 los valores instantáneos observados o interpolados son representativos de la derivación


media de cada mes.
 la suma de dichos valores es equivalente al drenaje total del arroyo.

El criterio de calibración utilizado ha sido minimizar el error cuadrático medio del drenaje
total, con la restricción de que el caudal de drenaje disponible para cada toma no sea inferior a la
observación de derivación, siendo el caudal pasante el resultante de restar al drenaje simulado la
derivación observada. No existen mediciones de caudal pasante que permitan calibrar este aspecto.

Para analizar la calidad de la calibración realizada se han considerado los desvíos entre los
valores observados de nivel de agua y los calculados por el modelo. Del análisis de los desvíos se
obtiene un desvío medio de –0.39 m con una desviación estándar de 4.63 m. En la figura 3 se
pueden observar los pares de valores de cota en metros (calculado, observado), así como la recta
resultado de ajustar esos valores por una recta forzada a pasar por el origen.

970
Obs = 0.9996 Calc
950 2
R = 0.9866
930

910

890
Obs

870

850

830

810

790

770
770 790 810 830 850 870 890 910 930 950 970
Calc

Figura 3. Comparación de cotas (m) observadas y calculadas (calibración)


De estos resultados se puede concluir que el modelo calibrado reproduce aceptablemente la
variabilidad de las observaciones (R2 = 98.66%), aunque en promedio tiene un ligero sesgo hacia
arriba, reflejado en el –0.39 m del desvío medio y el 0.9996 de la pendiente de la recta (comparado
con el 1 correspondiente a la inexistencia total de sesgo).

En lo que respecta al tamaño de los desvíos se presenta la distribución de frecuencias de los


desvíos según la magnitud del desvío y el gráfico correspondiente (figura 4).

Desvíos Frecuencia
0
-16 a -14 0
-14 a -12 0
-12 a -10 12
-10 a -8 46
- 8 a -6 98
- 6 a -4 123
- 4 a -2 187
-2a0 277
0a2 192
2a4 109
4a6 113
6a8 72
9 a 10 49
10 a 12 17
12 a 14 0
14 a 16 0
0
Total 1295

Desvíos = Observado - Calculado

300
250
Frecuencia

200
150
100
50
0
-16 a -14
-14 a -12
-12 a -10

10 a 12
12 a 14
14 a 16
-10 a -8

9 a 10
-8 a -6
-6 a -4
-4 a -2
-2 a 0
0a 2
2a 4
4a 6
6a 8

Desvío (m)

Figura 4. Distribución de frecuencias de los desvíos (calibración).

La tabla siguiente consigna los valores de desvío inferior y superior que incluyen un
porcentaje determinado de las observaciones. Por ejemplo, el 50% central de las observaciones
presentan desvíos en el intervalo –3.61; 2.77, calculado mediante los percentiles 25 y 75,
respectivamente.
Porcentaje central de las observaciones
50% 60% 70% 80% 90% 95% 100%
Percentil
-3,50 -4,20 -5,32 -6,42 -7,69 -9,31 -10,90
inferior
Percentil
2,57 3,78 4,91 6,18 8,07 8,87 11,24
superior

Se observa que un porcentaje importante de las observaciones se ubica entre desvíos que,
aunque un poco altos, son explicables por la imprecisión de la topografía y la discretización
utilizada para el modelo.

En la figura 5 se presentan los caudales medios mensuales simulados para el drenaje total
por el arroyo Carrizal y la suma de caudales instantáneos observados o interpolados para la
observación del mes.

Drenaje Arroyo Carrizal (m3/s)

2.5
2.3
2.1
1.9
1.7
1.5
1.3
1.1
0.9
0.7
0.5
1
11
21
31
41
51
61
71
81
91
101
111
121
131
141
151
161
171

Meses

Total calc Total obs

Figura 5. Comparación de caudales de drenaje

De la comparación de estos resultados surgen dudas sobre la precisión y representatividad


de los caudales instantáneos medidos, aunque es de destacar que son las únicas observaciones
disponibles. No ha sido posible reproducir la gran variabilidad existente en los caudales medidos.

Los caudales medios calculados, con un mínimo de 1.30 m3/s y un máximo de 1.75 m 3/s, se
consideran razonables para el drenaje natural del arroyo, resultando en un promedio anual de
18.3 hm3 de drenaje para el período 1979-94.

Validación del modelo de agua subterránea calibrado

En el proceso de validación se utilizaron las observaciones de nivel de agua disponibles para


66 perforaciones en el área, en el intervalo comprendido entre setiembre de 1994 y agosto de 1999.
Se trabajó con un total de 339 observaciones.
Para analizar la calidad de la calibración realizada se han considerado los desvíos entre los
valores observados y los calculados por el modelo. Del análisis de los desvíos se obtiene un desvío
medio de –0,01 m con una desviación estándar de 5.07 m. En la figura 6 se muestran los pares de
valores de cota en metros (calculado, observado), así como la recta resultado de ajustar esos valores
por una recta forzada a pasar por el origen.

970

950
Obs = 1.0006 Calc
930 2
R = 0.9812
910

890
Obs

870

850

830

810

790

770
770 790 810 830 850 870 890 910 930 950 970
Calc

Figura 6. Comparación de cotas (m) observadas y calculadas (validación)

De estos resultados se puede concluir que el modelo calibrado reproduce aceptablemente la


variabilidad de las observaciones de validación (R2 = 98.12%), aunque en promedio muestra un
ligero sesgo hacia abajo, reflejado en el 1.0006 de la pendiente de la recta (comparado con el 1
correspondiente a la inexistencia total de sesgo).

En lo que respecta al tamaño de los desvíos se presenta la distribución de frecuencias de los


desvíos según la magnitud del desvío y el gráfico correspondiente (Figura 7).
Desvío Frecuencia
-12 a -10 0
-10 a -8 4
-8 a -6 12
-6 a -4 24
-4 a -2 17
-2 a 0 52
0a2 53
2a4 49
4a6 44
6a8 28
9 a 10 26
10 a 12 22
12 a 14 7
14 a 16 1
-16 a -14 0
0
Total 339

Desvíos = Observado - Calculado

60

50
Frecuencia

40

30

20

10

0
0a 2
2a 4
4a 6
6a 8
-2 a 0
-8 a -6
-6 a -4
-4 a -2

9 a 10
-10 a -8

10 a 12
12 a 14
14 a 16
-16 a -14
-14 a -12
-12 a -10

Desvío (m)

Figura 7. Distribución de frecuencias de los desvíos (validación).

La siguiente tabla consigna los valores de desvío inferior y superior que incluyen un
porcentaje determinado de las observaciones. Por ejemplo, el 50% central de las observaciones
presentan desvíos en el intervalo –3.36,3.21, calculado mediante los percentiles 25 y 75,
respectivamente.
Porcentaje central de las observaciones
50% 60% 70% 80% 90% 100%
Percentil
-3.36 -3.92 -4.81 -7.20 -8.27 -10,02
inferior
Percentil
3.21 4.28 5.85 6.91 8.93 9.81
superior

Se observa que un porcentaje importante de las observaciones se ubica entre desvíos de


tamaño similar a los encontrados en la calibración.

En lo que respecta a la validación de caudales de drenaje del arroyo Carrizal sólo se dispuso
de observaciones para el período setiembre 1994 – agosto 1996. Se pueden formular
consideraciones similares a las realizadas para la calibración.

En la figura 8 se presentan los caudales medios mensuales simulados para el drenaje por el
Arroyo Carrizal y la suma caudales instantáneos observados o interpolados para la observación del
mes. Se incluye el período total 1979-1999, correspondiendo los meses 181 (setiembre de 1994) a
204 a las observaciones disponibles en el período de validación.

2.5
2.3
2.1
1.9
Caudal (m3/s)

1.7
1.5
1.3
1.1
0.9
0.7
0.5
113
127
141
155
169
183
197
211
225
239
15
29
43
57
71
85
99
1

Meses

Total calc Total obs

Figura 8. Comparación de caudales de drenaje (m3/s)

Resultados y discusión

Luego de los procesos de calibración y de validación, se ejecutó el programa MODFLOW,


siempre en estado transitorio, para los 20 períodos ya mencionados (1979/99). En la tabla 1 se
observa una síntesis de los resultados que arrojaron esas pasadas. En las columnas se encuentran los
valores obtenidos para cada uno de los componentes del balance del acuífero en cada período y, en
la parte inferior de cada una de ellas, sus valores promedio, máximo y mínimo.
Tabla 1.Balance del acuífero para la subcuenca El Carrizal

Período Derrame Flujo horizontal Recarga Ingreso total Bombeo total Flujo horizontal Drenaje del Evapotranspiración Egreso tota Variación de
Río Mendoza ingreso (norte) vertical (agríc + ind) egreso (sur) Aº El carrizal acuífero freático almacenamiento
79-80 1550,2 86,1 72,7 158,8 73,3 48.3 45,7 2,1 169,3 -10,6
80-81 1853,6 107,0 80,0 187,0 67,7 40,8 43,8 3,7 156,0 31,0
81-82 1279,8 83,4 69,5 152,9 73,0 39.8 42,8 3,9 159,3 -6,6
82-83 2813,8 136,2 81,0 217,2 6,9 39.7 41,9 3,9 154,3 62,9
83-84 1968,9 122,6 91,6 214,2 53,4 39.7 44,7 4,0 141,8 72,3
84-85 1823,7 108,8 86,5 195,3 55,6 40,0 49,5 4,4 149,5 45,8
85-86 1342,5 81,9 72,7 154,7 66,7 40,7 52,2 5,5 165,1 -10,5
86-87 2123,2 108,3 92,5 200,9 65,5 41.5 52,7 6,3 166,0 34.9
87-88 2157,8 121,7 93,1 214,8 71,1 42.0 54,2 6,3 173,6 41,2
88-89 1383,0 89,3 74,5 163,8 67,5 41.8 54,8 6,0 170,1 -6,3
89-90 1233,5 74,1 67,3 141,4 67,3 41.6 53,8 5,8 168,6 -27,1
90-91 1067,1 62,3 67,6 129,9 63,0 41.7 52,3 6,3 163,3 -33,4
91-92 1735,9 91,2 65,0 156,2 59,7 41.7 49,9 6,0 157,3 -1,1
92-93 1672,7 97,0 67,5 164,6 50,6 41.5 48,4 5,8 146,4 18,2
93-94 1422,6 87,4 62,2 149,6 71,6 41.3 46,9 5,8 165,6 -16,0
94-95 1448,1 84,2 65,3 149,5 82,3 40,9 44,8 5,7 173,7 -24,2
95-96 1165,7 72,4 64,8 137,2 66,1 41.3 44,5 6,0 157,9 -20,7
96-97 838,1 49,9 47,8 97,7 76,2 40,9 41,6 5,6 164,5 -66,8
97-98 1328,0 69,4 69,4 138,7 64,4 40,5 39,2 5,4 149,6 -10,8
98-99 989,1 62,4 51,8 114,2 70,3 40,4 36,5 5,5 152,8 -38,6
Prom 1559,9 89,9 72,1 161,9 66,7 41,3 47,0 5,2 160,2 1,7
Min 838., 49,9 47,8 97,9 82,3 48,3 36,5 6,3 141,8 -66,8
Max 2813,8 136,2 93,1 217,2 50,6 39,7 54,8 2,1 173,7 72,3
La segunda columna presenta los derrames anuales del río Mendoza como elemento de
referencia. Las tres columnas que le siguen hacia la derecha contienen los ingresos, parciales y total,
al acuífero. El flujo subterráneo desde el norte, salvo pequeñísima recarga vertical de celdas
próximas al río Mendoza, puede asumirse en su totalidad como aporte del río a la subcuenca; se
trata del 5,8 % del derrame del río en promedio. La recarga vertical es la suma de lo infiltrado en los
lechos de los canales, la percolación en las áreas regadas y en las áreas de secano no cultivadas. La
contribución del río Mendoza es casi siempre superior a lo largo de la serie, especialmente en años
ricos desde el punto de vista hídrico. Las proporciones en que ambos participan como promedio y a
lo largo de la serie son:

- Ingresos al acuífero Promedio (%) Máximo (%) Mínimo (%)


- Flujo subterráneo desde el norte 55 62 47
- Recarga vertical 45 53 38

Las cinco columnas que siguen a las descritas en el párrafo anterior contienen los valores
periódicos calculados para los componentes efluentes del acuífero y la efluencia total. La primera
de ellas, es decir la sexta columna de la tabla 1, contiene el bombeo total de agua subterránea, tanto
con destino agrícola como industrial. Ese bombeo total representa en promedio el 41 % del egreso
total del acuífero y es siempre el mayor de los componentes de salida. El bombeo industrial
constituye una estimación que se estableció fija a lo largo de los 20 períodos de análisis:
5,5 hm3/año. El bombeo agrícola estimado ha oscilado entre los 45 y 77 hm3/año, con un promedio
de 61,2. De ello, surge que el bombeo industrial representa entre 7 y 12 % del total bombeado (9 %
promedio).

La séptima columna constituye el flujo subterráneo de salida del acuífero hacia el dique El
Carrizal; es la que presenta menor variación.

En la octava columna se observa el drenaje total a lo largo del lecho del arroyo El Carrizal.
Parte de él es utilizado para riego y el resto vuelca superficialmente al embalse; después del
bombeo, constituye el egreso más importante. Varía suavemente a través de los períodos, aunque no
se pudo establecer algún paralelismo con ninguno de los componentes del ingreso de agua al
acuífero ni con la recarga neta (total ingreso menos bombeo).

La penúltima columna presenta la suma de los componentes egresantes del acuífero. Esos
componentes se encuentran en las siguientes proporciones en el promedio:

- Bombeo (agrícola 44%, industrial 11 %) 41 %


- Flujo horizontal de salida (sur) 26 %
- Drenaje del arroyo El Carrizal 29 %
- Evapotranspiración desde el acuífero 4%

La tabla presenta en su última columna las variaciones del almacenamiento del acuífero que
se calcularon para cada período. Puede observarse que los primeros 9 años el acuífero aumenta su
almacenamiento, salvo excepciones, y que en los siguientes 11 años tiende a disminuirlo. El
promedio de los 20 años daría un saldo de aproximadamente 1.7 hm3/anuales, valor que pondría de
manifiesto una situación de equilibrio en ese período.

La figura 9 muestra que la variación de almacenamiento se anularía con un derrame en el


río Mendoza constante de 1515 hm3 , cercano al módulo del río (1570 hm3).
Variación de almacenamiento (hm3)
80

60

40

20

0
y = 107.85Ln(x) - 789.85
-20
R2 = 0.8384
-40

-60

-80

500 750 1000 1250 1500 1750 2000 2250 2500 2750 3000

Derrame (hm3)

Figura 9. Variación de almacenamiento del acuífero vs Derrame río Mendoza

Uno de los escenarios que se analizó es el que considera a toda la subcuenca sin cultivar. Es
decir, se ejecutó el programa MODFLOW bajo un régimen de secano como si sólo el río y las
lluvias recargasen el acuífero y se eliminasen las alteraciones producidas por la percolación desde
canales y el retorno en parcelas regadas y por el bombeo. Los resultados son los siguientes:

 Existiría una reducción sustancial de la evapotranspiración desde el suelo, de


aproximadamente 54 hm3/año en promedio (de aprox. 212,5 hm3/año a 158,4 hm3/año).
 El flujo subterráneo de ingreso desde el norte se reduciría en casi 13 hm 3/año ( de
89.9 hm3/año a 77 hm3/año).
 Al eliminar el riego, la recarga vertical se reduciría de 72,1 hm3/año a 3,1 hm3/año.
 En consecuencia, el ingreso total al acuífero se reduciría de 162 hm3/año a
80,1 hm3/año.
 Las salidas del acuífero también se reducirían:
o El flujo subterráneo por el sur de 41,3 hm3/año a 36,2 hm3/año
o El drenaje de arroyo El Carrizal de 47 hm3/año a 40,3 hm3/año.
o La evapotranspiración desde el acuífero de 5,2 hm3/año a 2,7 hm3/año.
 Por lo que el egreso total de acuífero también se reduciría de 160,2 hm 3/año a
79,2 hm3/año.
 En consecuencia, la variación de almacenamiento promedio para los 20 años es negativa en
algo menos de 1 hm3/año.

La figura 10 muestra las variaciones de almacenamiento para los escenarios con cultivos y
sin cultivos para los años incluidos en el período 1979/99. En ambos casos esas variaciones de
almacenamiento se anularían con un derrame en el río Mendoza cercanos a su módulo, lo que puede
interpretarse como que las acciones humanas no han cambiado la situación de equilibrio. Puede
observarse que, dada la ausencia de recarga vertical inducida y el bombeo, en el caso de secano las
variaciones de almacenamiento son de menor magnitud. La situación opuesta produce mayores
fluctuaciones en los niveles del acuífero, pero sin alterar sustancialmente el derrame que produce el
equilibrio del acuífero.

Variación de almacenamiento (hm3)


80

60 y = 66.011Ln(x) - 484.09
2
40 R = 0.8138
20

0
y = 107.85Ln(x) - 789.85
-20 2
R = 0.8384
-40
Escenario c/ cultivos
-60
Escenario secano
-80
500 750 1000 1250 1500 1750 2000 2250 2500 2750 3000

Derrame (hm3)

Figura 10. Variaciones de almacenamiento para los escenarios con cultivos y sin cultivos

Las salidas gráficas del modelo permitieron definir con mejor precisión las direcciones de
flujo del agua subterránea y velocidades. En las figuras 11 y 12, elaboradas para un año húmedo y
uno seco, respectivamente, donde de observan sus piezometrías y vectores que indican direcciones
y magnitudes relativas de velocidades de flujo.
LUJAN

ndoza
Rio Me

n
uy á
Tun
Rio

Centro Regional Andino

3
Figura 11. Curvas equipotenciales y vectores de velocidades de flujo para un año
hidrológico húmedo (1983).
LUJAN

ndoza
Rio Me

n
uyá
Tun
Rio

Centro Regional Andino

4
Figura 12. Curvas equipotenciales y vectores de velocidades de flujo para un año
hidrológico seco (1997).
Análisis de sensibilidad a aumentos en la extracción

Con el objeto de mostrar la sensibilidad de los distintos componentes del balance al aumento
de la extracción de agua subterránea, se ha analizado aumentos de 10 y 20 por ciento en la
extracción neta (a través de un aumento del bombeo, manteniendo constantes todas las otras
condiciones de borde del modelo) y tomando como base la situación correspondiente al período
1979-99 modelado.

A continuación se muestra los efectos sobre los promedios anuales de los distintos
componentes del balance (los valores entre paréntesis corresponden a los porcentajes de cambio
respecto de la situación base):

Base +10% +20%


Derrame 1559.9 1559.9 1559.9
Flujo entrante 84.7 85.8 (1.3%) 86.9 (2.7%)
Recarga 72.1 72.1 (0.0%) 72.1 (0.0%)
Bombeo 66.7 73.4 (10.0%) 80.0 (20.0%)
Flujo sur 41.3 41.1 (-0.4%) 41.0 (-0.8%)
Drenaje 45.0 42.5 (-5.4%) 40.2 (-10.6%)
ET 5.1 4.9 (-3.7%) 4.7 (-7.5%)
Delta Almac -1.3 -4.1 -6.9

Como era de esperar el efecto más pronunciado se manifiesta en el drenaje del arroyo El
Carrizal y en la variación del almacenamiento, estrechamente ligados a las variaciones en los
niveles estáticos del acuífero.

El efecto sobre el drenaje no es homogéneo a lo largo del recorrido del arroyo, con efectos
más pronunciados en las primeras tomas. Esta situación puede observarse a continuación donde se
muestran los promedios anuales de los drenajes naturales en los distintos tramos.

Base +10% +20%


Bombeo 66.706 73.4 (10.0%) 80.047 (20.0%)
Hasta toma 1 5.823 4.571 (-21.5%) 3.501 (-39.9%)
De toma 1 a toma 2 2.928 2.510 (-14.3%) 2.082 (-28.9%)
De toma 2 a toma 3 10.071 9.575 (-4.9%) 9.052 (-10.1%)
De toma 3 a toma 5 12.487 12.288 (-1.6%) 12.080 (-3.3%)
De toma 5 a toma 6 4.242 4.212 (-0.7%) 4.179 (-1.5%)
De toma 6 a vuelco al río 9.423 9.378 (-0.5%) 9.329 (-1.0%)
Total 44.973 42.534 (-5.4%) 40.222 (-10.6%)

CONCLUSIONES

Excepto la conclusión que hace referencia a la calibración del modelo, en todos los párrafos que
siguen se concluye respecto de la subcuenca El Carrizal.

 Desde el punto de vista del agua que se incorpora al suelo de toda la cuenca, la lluvia
constituye el mayor aporte. Sin embargo, dada la gran extensión sobre la que se produce, se
presenta como deficitaria respecto de la potencialidad evapotranspiratoria existente. Cuando
se trata de suelo cultivado su participación no es despreciable, aunque la aleatoriedad de su
presencia hace que el agricultor local, en general, no la tenga en cuenta cuando planifica sus
riegos.

 La participación de las lluvias en la recarga de acuíferos es pequeña en relación con la que


es consecuencia del riego, es decir, las infiltraciones en canales más los retornos de riego.

 El segundo contribuyente al suelo de la subcuenca es el agua subterránea, aunque, como es


lógico suponer, sus efectos se manifiestan sólo sobre el área cultivada, al igual que el agua
superficial que es el tercer componente. En el área cultivada el proceso evapotranspiratorio
es intenso (78 hm3/año en 10.467 ha; 745 mm/año) en relación con el área inculta (134
hm3/año en 51.767 ha; 259 mm/año).

 El aprovechamiento, considerado como evapotranspiración del agua disponible a nivel de


parcela (agua superficial + agua subterránea + lluvia suelo) es relativamente bajo (56 %).
Sin embargo, debe tenerse en cuenta que en esta consideración participa la lluvia, la cual,
como se dijo antes, suele no ser objeto de planificación.

 El uso del agua subterránea involucra una mayor superficie regada que la que se riega con
agua de superficie y también es mayor la cantidad utilizada, especialmente si se contabiliza
el agua del arroyo como subterránea.

 A nivel de parcela, en promedio para los 20 años, el agua de bombeo representa más del
50% de la utilizada.

 El grado de calibración del modelo se considera que es bueno y que reproduce


aceptablemente la variabilidad de las observaciones. Se considera que puede ser utilizado
para simular el comportamiento del acuífero en escenarios que se encuentren en el entorno
del escenario de la calibración y validación. Se observan resultados razonables aún para un
escenario extremo en ausencia de acciones de carácter antrópico (cultivos y riego).

 Del análisis de las variaciones de almacenamiento del agua subterránea de la subcuenca El


Carrizal surge que con un derrame del río Mendoza semejante al módulo del período
analizado la subcuenca se encontraría en una situación cercana al equilibrio, con resultados
semejantes en el escenario de ausencia de cultivos y riego.

 La morfología de las superficies isopiezométricas (curvas equipotenciales figuras 11 y 12)


definidas por el modelo responden a la piezometría observada en general, aunque existen
algunas diferencias, entre las cotas de agua subterránea observadas y las calculadas. En esa
piezometría se encuentra definida también la divisoria de agua subterránea, la que suele
desplazarse hacia el norte en años abundantes de agua y hacia el sur cuando se trata de años
pobres.

 El balance hídrico que se incorpora a estas conclusiones permite visualizar los órdenes de
magnitud medios y extremos de los componentes del mismo (figura 13).

 La infiltración en el lecho del río Mendoza, cuya manifestación es el flujo horizontal desde
el norte, constituye siempre, tanto en años ricos como en años pobres, la mayor parte de la
recarga al acuífero.
 El bombeo de agua subterránea constituye siempre la mayor de las salidas del acuífero.

SUBCUENCA EL CARRIZAL
Balance del acuífero. Período 1979 – 1999 (hm3/año)

Flujo horizontal ingreso: 90 Recarga vertical: 72

Max Med Min

FH Ingreso (norte): 136 90 50


Recarga vertical: 93 72 48
Ingreso total: 162
Bombeo: (agr + ind ) 82 67 51 Egreso total: 160
FH egreso: (sur) 40 41 48
Drenaje (Aº Carrizal) 55 47 37 Var. Almacenamiento: +2
Evapotranspiración: 6 5 2

Bombeo: 67 Evapotranspiración: 5

Flujo horizontal egreso: 41 Drenaje: 47

Figura 13. Balance hídrico

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