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Jing Ping Mei es una obra de origen chino también conocida como El Ciruelo en el Vasito
de Oro. Fue publicada de forma apócrifa, es decir, no está firmada con el nombre original del autor
sino bajo el pseudónimo de Lanling Xiaoxiao Sheng (El erudito de las carcajadas de Lanling).
Aunque el título sea “Jin Ping Mei en verso o prosa” en realidad se considera la primera novela
china moderna y una de las primeras novelas de la literatura mundial.
La datación de la obra es inexacta por lo que no se puede hablar de un origen concreto mas
la primera mitad de la novela debe haberse gestado en el siglo XVI durante la era Wanli. La obra
rezuma erotismo y pornografía en cada uno de sus partes, en su momento fue considerada una obra
muy subersiva, incluso a día de hoy en China se han suprimido los pasajes sexuales más explícitos.
El origen de la novela moderna así como sus características distintivas como género
novelesco son difíciles de delimitar dada su amplia variedad y complejidad. Los motivos por los
que se considera Jing Ping Mei la primera novela moderna china es por su autoría única y su
estructura cerrada además del empleo de la ironía considerada por los críticos como rasgo esencial
de la novela.
Quizás la vereda más corta de aproximación a la obra es estudiar la aparición de la novela
china. Su surgimiento estuvo muy ligada a la publicación de los llamados “los cuatro libros
extraordinarios” (Romance de los Tres Reinos, A la Orilla del Agua, Viaje al Oeste y Jing ping Mei)
que marcaron el nacimiento de la ficción vernacular en China. De todas ellas, Jin Ping Mei es a la
única que se la atribuye una autoría única, se han considerado varios posibles autores de la obra;
entre ellos a Feng Menflong o Li Yu. En este sentido Jin Ping Mei constituye una novedad en la
producción literaria china, Zan Zhupo fue defensor de esta idea basándose en la estructura cerrada
de la novela, en la que los capítulos se entrelazan formando un conjunto de sentido único al final,
esto no habría sido posible si la elaboración de la obra fuera el resultado de más de un autor.
Junto a su autoría única encontramos otro elemento diferenciador de la obra frente a la
tradición que le precede; Jin Ping Mei abandona el pasado legendario u heróico del país para dirigir
su argumento a individuos reales de la China en aquel momento, personajes sometidos a instintos
primarios, casi animales, de origen popular que hasta entonces no habían tenido cabida en las
representaciones literarias.
Este libertino va a paso rápido. Untaré la punta de su nariz con un poco de miel, justo fuera del
alcance de la lengua. Él no hace otra cosa más que robar a la gente del pueblo. Ahora caerá
presto en el garlito de mi ingenio y verá cómo le sacaré buen partido (Jin Ping Mei, 2002)
Lo más llamativo de esta obra es la contemporaneidad que se puede leer tras sus líneas. La
obra se teje de manera sincrónica para representar de una manera cruda y cercana las características
que siempre acompañaran el poder, las mismas que Shakepeare denunciará con Hamlet o el Rey
Lear. El poder aviva las pasiones humanas más bajas y oscuras y el dinero las alimenta. Esta obra
es un recordatorio de que el hombre siempre estará dispuesto a ser hombre pero nunca a ser mejor.