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Cosolidado Colaborarivo Fase 4
Cosolidado Colaborarivo Fase 4
Grupo
358019A_471
Tutor
Nicolás Jiménez
Mapas conceptuales.......................................................................................................................... 4
Reflexión ........................................................................................................................................ 13
Bibliografía..................................................................................................................................... 17
Introducción
La mancha de 30 kilómetros de petróleo que ha dejado el fallo del pozo 158 La Lizama de
Ecopetrol ha despertado varias reacciones, desde indignación en redes hasta pedir la renuncia del
ministro de Ambiente. Pero este es sólo uno de los golpes que ha recibido el medioambiente del
país.
Ecopetrol dice que 550 barriles de crudo han llegado a los cuerpos de agua. / EFE
La historia ya se ha contado en todos los medios. El 2 de marzo, a unos 300 metros del
corregimiento La Fortuna (Santander), en el pozo 158 del campo La Lizama de Ecopetrol, se
registró un primer derrame. En principio, parecía que la cosa no iba a ser tan grave y, según las
autoridades, la empresa falló en no activar un plan de contingencia inmediato. Pero fue hasta diez
días después, el 12 de marzo, que las alarmas se empezaron a activar. Las comunidades cercanas y
los reporteros de Santander comenzaron a compartir imágenes del caño La Muerte y la quebrada
La Lizama teñidos por una mancha negra, Ecopetrol reportó nuevas fugas a pocos metros del
primer derrame y ocho días después Santander ya se había tenido que declarar en calamidad
pública. Pese a los esfuerzos y al plan de acción por parte de la empresa, que incluyó la instalación
de 14 sitios de monitoreo, piscinas y varias barreras de contención, el crudo siguió extendiéndose.
Pero a medida que la mancha se fue regando, alcanzando los 30 kilómetros, la noticia también se
transformó en una bola de nieve. En redes la indignación se despertó bajo
el #DesastrePetroleroLizama e, incluso, se convocó un plantón frente al Ministerio de Ambiente
pidiendo la renuncia de varios funcionarios, entre ellos del ministro Luis Gilberto Murillo. Todo
esto sin contar con que el derrame también le cayó “como anillo al dedo” a la campaña de algunos
candidatos y se convirtió en la oportunidad para comprobar lo fácil que es caer en las noticias falsas
en medio de las tragedias.
Rondó el video de un lavamanos en Lebrija (Santander) del cual, supuestamente, estaba
saliendo petróleo como consecuencia de la contaminación de los ríos y la imagen de un tigrillo
muerto manchado de crudo como consecuencia del desastre, que fueron virales. Ninguna de las
dos cosas, claro, resultó ser cierta. A los más de 20 días del derrame, parecía que ya habíamos
entrado en una especie de histeria colectiva. En medio de este caos, de la sensación de que
Ecopetrol estaba tratando de darle menos importancia y del grito de las comunidades pidiendo que
se les prestara mayor atención, se supo que varias entidades de vigilancia tenían información que
podría “haber advertido sobre la posibilidad del desastre”. Un escenario similar al que se vivió hace
casi un año con Mocoa, donde después de los desastres varios salió a decir que era uno anunciado.
Lo cierto es que 27 días después son más las dudas que las certezas. ¿Qué fue lo que realmente
sucedió? ¿Cuánto le costará al país recuperar los ecosistemas afectados? ¿Estamos ante la peor
tragedia ambiental de Colombia?
No se puede negar la dimensión del desastre de La Lizama, sobre todo cuando afectó una
zona muy habitada y de gran riqueza agrícola y ganadera. Pero tampoco se puede negar que
Colombia ha enfrentado problemas ambientales más profundos, complejos y con una trayectoria
más antigua. Algunas cifras pueden ayudar a ponderarlo. Frente a los 30 kilómetros que ha
alcanzado la mancha, llegando hasta el río Sogamoso, se debe tener en cuenta que sólo en 2016 la
deforestación se comió 178.597 hectáreas de bosque. Unos 70 años atrás, además, la construcción
de la Ciénaga-Barranquilla borró del mapa 26.000 hectáreas de manglar.
Pese a que el derrame en La Lizama dejó en evidencia que el país tiene una tecnología y
una capacidad de respuesta débil, no deja de ser un desastre que, de alguna manera, está contenido
(hasta ahora). En cambio, la minería ilegal que va dejando como rastro el mercurio, ha afectado
ríos de 21 departamentos y generado casi dos mil casos de envenenamiento en los últimos cinco
años.
Por esto las 25 familias reubicadas por el derrame de La Lizama y las más de mil que
pudieron verse afectadas, contrastan con los 160 mil habitantes de Tumaco (Nariño) que se
quedaron sin agua en 2015 tras un atentado contra el oleoducto Transandino por parte de la guerrilla
y al número incierto de víctimas que han dejado 30 años de atentados al oleoducto Caño Limón-
Coveñas (El espactador, 2018).
Fuente: El Espectador
Reflexión
Como sucedió?
¿Cuáles son los valores centrales que están en disputa en dicha problemática?
Las concesiones que le tocó recibir Ecopetrol y la misma empresa ha hecho mucho daño
especialmente a las ciénagas. Alrededor de Barrancabermeja les ha tocado reparar muchas de ellas,
ha sido total responsabilidad suya. El daño acumulado a grandes ciénagas del medio Magdalena es
quizás el mayor efecto provocado por la petrolera. No es equiparable a esto porque es acumulado.
Por muchos años Ecopetrol utilizó ciénagas vecinas a operación petrolera como depósito de aguas
industriales y lodos, sin ningún tratamiento. Claro, mucho de esto ocurrió antes de que existiera la
legislación ambiental y también después. Poco a poco la autoridad ambiental le ha venido
exigiendo la restauración de los humedales. Muchos de ellos en Barrancabermeja tuvieron que
sepultarlos porque estaban tan contaminados que no había otra alternativa a desaparecerlos de la
faz de la tierra. Otros se han restaurado, pero no todos. La historia de daño ambiental provocada
por Ecopetrol también hay que tenerla en cuenta y esos pasivos los tiene que ir resolviendo
paulatinamente.
Se puede pensar que este accidente que enfrenta Ecopetrol tendrá un efecto en esta nueva
práctica que se quiere impulsar en el país. Ellos tendrán que ser más cautelosos y tomar más
medidas preventivas en el caso del fracking. El Gobierno está muy decidido y aunque hay muchos
que se han opuesto, la decisión parece ya estar tomada. Esto va a servir para que Ecopetrol se ponga
las pilas (Semana, 2018).
De igual forma, Se debe tener en cuenta que lo principal aquí, es el medio natural, y este es
el principal factor que se ve afectado por esta problemática. Según expertos se estima que se
llevaran setenta años para intentar curar el medio ambiente. Por cada diez años se mitiga un día de
contaminación. El derramamiento de crudo en la quebrada La Lizama y el Rio Sogamoso afecto
seriamente la corriente del agua y la biota del suelo, porque cuando el aceite toca el suelo, este se
permea y afecta la primera capa de la corteza terrestre, lo que conduce a que los animales que
dependan del agua y del suelo sufrirán las consecuencias. Se suma a esto la población civil que de
igual forma se vería seriamente afectadas por dicha problemática, pues muchas familias dependen
económicamente de la pesca, ganadería y agricultura.
Antropoceno. Del griego anthropos, por humano, y cene, que significa nuevo o reciente, se
considera necesario que el nombre de la época en que vivimos refleje lo que está ocurriendo en el
planeta, principalmente porque la Tierra está cambiando aceleradamente por la actividad humana
(ECOINTELIGENCIA, 2014).
Partiendo de este concepto y teniendo como referente lo ocurrido en la Lizama es evidente
que el poco control que tiene la industria petrolera por un error puede generar daños irreparables
para los ecosistemas.
La crisis que se vive en el sector se suma a los múltiples accidentes que se han registrado
en las diferentes refinerías, eventos que dañan severamente el medio ambiente y representan
grandes pérdidas económicas.
Greenpeace señala que los daños ambientales que ocasionan las fugas, derrames y
explosiones en cualquier instalación petrolera son incalculables, además del alto costo económico
que representa realizar la limpieza de las zonas afectadas.
Para realizar la limpieza de los derrames se emplean sustancias como los dispersantes, una
mezcla de compuestos químicos con propiedades tenso activas, las cuales ayudan al proceso de
dispersión natural, facilitando la disolución del hidrocarburo en la columna de agua antes de que
se emulsione y/o amenace sitios sensibles.
La aplicación de dichas sustancias este prevista en el Plan Nacional de Contingencia para
Combatir y Controlar Derrames de Hidrocarburos y otras Sustancias Nocivas en el Mar. No
obstante, su use debe ser regulado con objeto de que sea, efectivamente, la opción mas adecuada
en función del hidrocarburo derramado para usar los equipos y las sustancias adecuadas.
Daño ecológico
La contaminación por petróleo crudo o refinado (diesel, gasolina, kerosen) es generada,
accidental o deliberadamente, desde diferentes fuentes: de los accidentes de buque-tanques y de las
fugas en los equipos de peroración. Otro brote se localiza en tierra, donde el combustible es
arrojado al suelo en las regiones donde es extraído, ciudades y zonas industriales, y luego es
arrastrado por la Lluvia hasta los océanos por medio de los afluentes.
El espactador. (2018). La Lizama vs. las peores tragedias ambientales de Colombia. Obtenido de
https://www.elespectador.com/noticias/medio-ambiente/la-lizama-vs-las-peores-
tragedias-ambientales-de-colombia-articulo-747063
Semana. (2018). "Este podría ser el daño ambiental más grande de Ecopetrol en su historia":
exministro Manuel Rodríguez. Obtenido de
http://sostenibilidad.semana.com/impacto/articulo/manuel-rodriguez-habla-del-derrame-
de-petroleo-en-el-pozo-lizama-158/39762
Vega, J. (2018). La Republica. Impacto por filtraciones de crudo en La Lizama tardarían un año
en recuperarse: ONU. Obtenido de https://www.larepublica.co/economia/impacto-por-las-
filtraciones-de-crudo-en-la-lizama-tardarian-un-ano-en-recuperarse-onu-2719041