Está en la página 1de 1

VENDETTA NAVIDEÑA

Ya es veinticinco de diciembre, solamente han pasado unos minutos desde que el reloj
marcó la medianoche. Nochebuena, noche mala; “a ese hijueputa lo tienes que matar”,
retumba esa voz insistente en tu cabeza. El Negro te está esperando con su moto en la
esquina. Te acercas a la ventana y lo ves; está con su hijo, convenciéndole de que se
acueste temprano o si no el Niño Dios no le traerá juguetes. Te acuerdas de que esa
misma maricada te decía tu papá cuando eras pequeño y sonríes nostálgicamente. “A ese
hijueputa lo tengo que matar”, piensas al saber que el asesino de tu padre está otra vez en
libertad del otro lado de esa ventana departiendo con su familia. Han pasado siete años y
Paco está con libertad condicional luego de haber matado a tu padre cuando apenas
tenías diez años. Decides entrar y sin decir una palabra le disparas a Paco, quien cae ante
los ojos de su pequeño hijo que no había querido irse a dormir; miras de reojo al niño que
desde que entraste a la casa no lloró ni produjo algún sonido. Corres y el viento te pega en
la cara mientras huyes en la moto con el Negro, pensando si ese niñito sería capaz de
cobrar venganza igual que tú cuando fuese grande.

Estás fumando hierba tranquilamente en la esquina de la loma. De repente, el negro te


avisa que una mujer se acerca. Me ves y me reconoces a lo lejos, ¿cómo no te diste cuenta
que yo estaba ahí viéndote matar a mi marido? Voy con un machete en mano, Flaco; pues
no voy a permitir que mi hijo repita tu estupidez de vengar a su papá en Navidad.

#KrampusIsComing

También podría gustarte