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Características del maíz

De acuerdo con la clasificación efectuada por OECD (Organización para la Cooperación Económica y el
Desarrollo), en la clasificación para el maíz del hemisferio occidental (11), los géneros Zea y Tripsacum son
incluidos en la Tribu Maydeae (Tabla I).

El maíz (Zea mays L.) es uno de los granos alimenticios más antiguos que se conocen. Pertenece a la familia
de las Poáceas (Gramíneas), tribu Maydeas, y es la única especie cultivada de este género. Otras especies del
género Zea, comúnmente llamadas teocintle y las del género Tripsacum, conocidas como arrocillo o
maicillo, son formas salvajes parientes de Zea mays. Son clasificadas como del Nuevo Mundo, porque su
centro de origen está en América. En un primer momento, los taxónomos clasificaron los géneros Zea y
Euchlaena -al cual pertenecía el teocintle- como dos separados.
Actualmente, en base a la compatibilidad para la hibridación entre esos grupos de plantas y a estudios
citogenéticos, es generalmente aceptado que ambas pertenecen al género Zea (5). El teocintle y Tripsacum
son importantes, como posibles fuentes de características deseables para el mejoramiento del maíz. El
Tripsacum no tiene un valor económico directo, mientras que el teocintle tiene algún valor como fuente de
forraje.
Clasificación racial del Maíz
La primera clasificación del maíz, de acuerdo con la variación dentro del grano, la hizo Sturtevant de
manera artificial (7), basado en la textura o estructura del endospermo y consideró siete grupos:
1. Maíz tunicado: Zea mays tunicata St., se considera uno de los tipos más primitivos de los maíces
cultivados. Se caracteriza por presentar cada grano envuelto en su propia bráctea. No tiene valor comercial.
2. Maíz reventón: Zea mays everta St. Se caracteriza por presentar granos pequeños con endospermo
cristalino, constituido preferentemente por almidón córneo. Es capaz de explotar cuando es sometido al
calor. Da lugar a las llamadas cotufas o palomitas.
3. Maíz cristalino: Zea mays indurata St. Se caracteriza por presentar granos con endospermo vítreo duro,
cristalino y translúcido, con almidón en su mayoría córneo.
4. Maíz amiláceo: Zea mays amilácea St. Se caracteriza por presentar granos con endospermo blando, suave
amiláceo. En este grupo el maíz “Blanco Gigante del Cuzco” o “Blanco Imperial” es legado del imperio
incaico, que causa la admiración por el gran tamaño de su grano y alto rendimiento.
5. Maíz dentado: Zea mays identata St. Se caracteriza por presentar granos con endospermo formado con
almidón córneo cristalino, tanto en su exterior como interior. Están coronados en la parte superior con
almidón blando suave, que a la madurez origina una depresión central superior, debido a una mayor
hidratación, dándole al grano la forma característica de diente.
6. Maíz dulce: Zea mays saccbarata St. Se caracteriza por presentar maíces dulces y un grano
completamente arrugado cuando están maduros. Posee un gen recesivo en el cromosoma 4, el cual impide la
conversión de algunos azúcares solubles en almidón.
7. Maíz ceroso: Zea mays ceratina Kul. Se caracteriza por presentar aspecto ceroso en el endospermo. En el
maíz normal o corriente, la molécula de almidón está compuesta por 75 % de amilopectina y 25 % de
amilosa. En cambio, en el maíz ceroso (waxy), el almidón está constituido por 100 % de amilopectina, lo
que origina un almidón de característica gomosa parecido al de yuca.
Esta clasificación ha sido usada casi sin modificación durante los últimos 50 años, aunque algunos plantean
que la clasificación solo sobre caracteres del endospermo depende para su expresión de un único punto sobre
un cromosoma (6), por lo que resulta importante efectuar una clasificación sobre todo el plasma germinal e
incluir el mayor número de datos genéticos como características de las mazorcas, caracteres genéticos,
citológicos, fisiológicos y agroquímicos. Por tal motivo, dichos autores propusieron una clasificación basada
en la constitución genética total e hicieron una clasificación de los maíces criollos de México, Centro y
Sudamérica, y parte de los Estados Unidos.
Partiendo de estas desventajas, se dispone de nuevos criterios para la clasificación racial del maíz, los cuales
enriquecen los estudios anteriormente realizados, considerando los caracteres morfológicos del grano. En
México, se han incluido en los análisis otros caracteres, como la calidad industrial y calidad para elaborar
determinados alimentos por parte de las comunidades que conservan in situ las razas locales de maíz (9). En
España, se han incorporado otros caracteres morfológicos de la planta y las mazorcas (12), usándose además
para hacer comparaciones con posibles ancestros de las razas de ese país.
Con el descubrimiento de los marcadores moleculares y la gran utilidad de estos por su eficiencia,
distribución a lo largo del genoma y sobre todo por no tener influencia del ambiente, constituyen en la
actualidad los mejores métodos para la caracterización de las poblaciones de maíz existentes en el mundo,
así como para la caracterización racial de los maíces conservados in situ y ex situ. Algunos han utilizado
estas bondades de los marcadores microsatélites y analizaron cerca de 350 razas nativas de Las Américas
(13), determinando la existencia de complejos raciales pertenecientes a las zonas altas de México, al norte de
Estados Unidos, maíces tropicales y un complejo asociados a las razas Andinas.
Producción de forraje de maíz
El maíz forrajero es muy cultivado para alimentación de ganado. Se recoge y se ensila para suministro en
épocas de no pastoreo. La siembra se efectúa de forma masiva si se utiliza como alimento en verde de
manera que la densidad de plantación de semilla de 30 a 35 Kg por hectárea se siembra en hileras con una
separación de una a otra de 70 a 80 cm y con siembra a chorrillo. Se escogen variedades con alta precocidad
para mejor desarrollo de la planta.
El ensilaje consiste en una técnica en la que el maíz u otros tipos de forrajes se almacenan en un lugar o
construcción (silo) con el fin de que se produzcan fermentaciones anaerobias. En definitiva tratan de
almacenes o depósitos de granos. Hay varios tipos de silos:

1. Silos de campo
2. Silos en depósito.
3. Silos en plástico
4. Silos en torre.
El valor nutritivo del ensilaje destaca por su valor energético tanto en proteínas como sales minerales el
contenido en materia seca del maíz ensilado se consigue con un forraje bien conservado.

Condiciones climática del maíz


El maíz requiere una temperatura de 25 a 30ºC. Requiere bastante incidencia de luz solar y en aquellos
climas húmedos su rendimiento es más bajo. Para que se produzca la germinación en la semilla la
temperatura debe situarse entre los 15 a 20ºC
El maíz llega a soportar temperaturas mínimas de hasta 8ºC y a partir de los 30ºC pueden aparecer
problemas serios debido a mala absorción de nutrientes minerales y agua. Para la fructificación se requieren
temperaturas de 20 a 32ºC.
Enfermedades.
- Bacteriosis: Xhanthomonas stewartii ataca al maíz dulce. Los síntomas se manifiestan en las hojas que van
desde el verde claro al amarillo pálido. En tallos de plantas jóvenes aparecen un aspecto de mancha que
ocasiona gran deformación en su centro y decoloración. Si la enfermedad se intensifica se puede llegar a
producir un bajo crecimiento de la planta.
- Pseudomonas alboprecipitans. Se manifiesta como manchas en las hojas de color blanco con tonos rojizos
originando la podredumbre del tallo.
- Helminthosporium turcicum. Afecta a las hojas inferiores del maíz. Las manchas son grandes de 3 a 15
cm y la hoja va tornándose de verde a parda. Sus ataques son más intensos en temperaturas de 18 a 25ºC.
Las hojas caen si el ataque es muy marcado.
- Antranocsis Lo causa Colletotrichum graminocolum. Son manchas color marrón-rojizo y se localizan en
las hojas, producen arrugamiento del limbo y destrucción de la hoja. Como método de lucha está el empleo
de la técnica de rotación de cultivos y la siembra de variedades resistentes.
- Roya. La produce el hongo Puccinia sorghi. Son pústulas de color marrón que aparecen en el envés y haz
de las hojas, llegan a romper la epidermis y contienen unos órganos fructíferos llamados teleutosporas.

- Carbón del maíz. Ustilago maydis. Son agallas en las hojas del maíz, mazorcas y tallos. Esta enfermedad
se desarrolla a una temperatura de 25 a 33ºC
Su lucha se realiza basándose en tratamientos específicos con funguicidas.
Rendimiento del cultivo de maiz
El clima es uno de los factores importantes para la produccion de maíz, Zea mays, ya que la mayoria de la
superficie de este cereal sembrada mundialmente, y mas especificamente en Venezuela, se hace bajo
condiciones de secaño. Por ende, la produccion esta relacionada significativamente con la distribucion y la
cantidad de precipitacion ocurrida durante el ciclo del cultivo y con la cantidad de radiacion interceptada por
el cultivo durante su ciclo de desarrollo. Adicionalmente, el peso seco de la parte aerea de la planta de maíz
depende de la cantidad de radiacion fotosinteticamente activa (RFA) interceptada por el cultivo, la cual
tambien puede variar con la temperatura (Otegui et al., 1995).
Algunos estudios han demostrado que la temperatura puede alterar la expansion del area foliar y de esta
manera, afecta la fraccion de la RFA interceptada (Muchow y Carberry, 1989). La temperatura tambien
perturba la duracion del ciclo del cultivo (Allison y Daynard, 1979) y por ende el periodo de intercepcion de
la RFA.
De acuerdo a Garcia y Villa Nova (1995), el crecimiento y desarrollo de las plantas dependen de su
constitucion genetica, de las condiciones de suelo y clima en donde se ha establecido el cultivo. En general,
el manejo de suelo y la parte genetica son dominadas por el hombre, pero el clima no puede ser controlado, a
no ser en una escala reducida. De igual manera estos autores afirman que dentro de las causas de perdidas
agricolas, cerca del 50% se deben a deficiencias hidricas. En consecuencia, un plan de siembra que
minimice el riesgo de ocurrencias de deficiencias hidricas en las fases mas criticas del cultivo, debera
mejorar el rendimiento agricola en la mayoria de los años.
Los Llanos Occidentales de Venezuela se caracterizan por presentar altas precipitaciones (1800-2000
mm/año), muy mal distribuidas, con suelos de origen aluvial, muy plaños (0,2 a 0,3% de pendientes), con
altos contenidos de arcilla y arena muy fina, lo que favorece la compactacion natural (Brito y De Brito,
1983). Estas condiciones edaficas y climaticas tipicas de la region determinan que la principal limitante de
produccion sean los excesos de humedad en el suelo (Cabrera y Garcia, 2003). No obstante, la dependencia
de la fenologia sobre la temperatura implica claramente que en los tropicos el rendimiento de los cultivos
esta limitado por el poco tiempo para interceptar radiacion, dictado por las temperaturas calidas que aceleran
la fenologia del cultivo (Bolaños y Edmeades, 1993).
El inicio de la temporada de lluvias influye directamente sobre la epoca de siembra o inicio de la misma. Los
grandes sistemas sinopticos que afectan a Venezuela con relacion al inicio de las lluvias son: la
convergencia intertropical (ITC) que es una zona de baja presion donde el aire sube y se forman nubes todo
el tiempo, y la zona de alta presion del Atlantico donde el aire esta bajando sin posibilidad de formacion de
nubes (Martello, 1995).
La temporada de lluvia en el pais se inicia cuando estos dos sistemas de altas y bajas presiones se mueven
hacia el norte, en cuyo momento toda Venezuela se cubre por un cinturon de nubes. El efecto de la alta
presion sobre el ascenso de la ITC la inclinan al llegar al Noroeste de Venezuela, motivo por el cual la
temporada de lluvia comienza en los Llanos Occidentales, despues en el Valle Medio del Rio Yaracuy y
luego en los Llanos Centrales, con 15 a 30 dias de diferencia.
El objetivo principal de este trabajo fue determinar la influencia de la epoca de siembra sobre el
rendimiento, en siembras comerciales de maíz establecidas en la region de los Llanos Occidentales de
Venezuela, estableciendo la epoca de siembra mas apropiada para la region.
MATERIALES Y METODOS
El estudio se realizo en la mayor parte de la superficie sembrada por el programa de financiamiento de maíz
de la Asociacion de Productores Rurales del Estado Portuguesa (ASOPORTUGUESA), en los ciclos de
siembra comprendidos desde el 2001 hasta el 2003. En el Cuadro 1 se presentan los cultivares que
participaron en cada ciclo de siembra considerados en el estudio, en donde se detalla el color del graño del
material y las empresas de donde provienen. En promedio, el estudio incluyo unas 200 unidades de
produccion, que representaron alrededor de 18 mil hectareas de maíz en cada ciclo de siembra, distribuidas
en los principales municipios productores del rubro en la region de los Llanos Occidentales de Venezuela.
En cada ciclo, se registro la fecha de siembra, especificando para cada productor: el cultivar utilizado, lote
de terreno y localidad. Despues de efectuada la cosecha, se registro el rendimiento neto acondicionado de
graño de maíz, discriminado por: fecha de siembra, cultivar, lote y localidad.
CUADRO 1. Cultivares de maíz que participaron en el periodo del estudio, color de graño, y empresa
obtentora.

1, 2 y 3, hace referencia a los años 2001, 2002 y 2003, respectivamente.


A y B, significan cultivares de maíz de graño amarillo y blanco, respectivamente.
Se establecieron 4 épocas de siembra, cada una cubriendo un margen de 15 d (2 épocas por mes),
comenzando 163 en la primera quincena de mayo, epoca en que comunmente se inicia la siembra comercial
en la region y que esta altamente asociada al inicio de las lluvias. La informacion se registro en una planilla
disenada para tal fin; la misma fue procesada en una hoja de calculo relacionando el rendimiento con su
respectiva epoca de siembra. Se realizo un analisis de varianza (AÑOVA) para cada año, considerando un
arreglo factorial con dos factores, bajo un diseno de bloques al azar, donde las repeticiones o bloques
estuvieron representadas por los lotes de siembra en cada unidad de produccion considerada para el estudio,
con manejo agronomico y condiciones edafoclimaticas homogeneas y los factores fueron las épocas de
siembra y los cultivares.
En el ciclo de siembra 2001, solo se incluyeron los cultivares que tuvieron representacion en las 4 épocas de
siembra establecidas. Adicionalmente, se realizo un analisis combinando con los 3 años (2001 al 2003),
considerando un modelo mixto con 3 factores (Años, épocas y Cultivares); los analisis dentro de años y el
combinado fueron realizados utilizando el Procedimiento GLM del SAS (SAS Institute, 2002), que permite
la realizacion de AÑOVAS con datos desbalanceados, utilizando el comando Random para la estimacion de
los componentes de varianza de cada fuente de variacion, lo cual facilito la determinacion del divisor
apropiado para cada efecto considerado en el modelo.
En la derivacion de los cuadrados medios esperados y para la realizacion de las pruebas de F, las épocas y
cultivares se consideraron efectos fijos, mientras que las repeticiones, años y las interacciones con años
fueron considerados efectos aleatorios. El termino de error apropiado para cada fuente de variacion
establecida en el modelo, estuvo basado en las esperanzas de los cuadrados medios. Previo a la realizacion
del AÑOVA se comprobaron los supuestos basicos, conforme a Steel y Torrie (1988). Finalmente, se realizo
un analisis de regresion, para determinar el efecto de las épocas de siembra sobre el rendimiento de graño,
utilizando las medias de las repeticiones obtenidas en cada epoca de siembra establecida.
RESULTADOS Y DISCUSION
El analisis de varianza individual realizado para los años 2001 al 2003 detecto diferencias altamente
significativas para la interaccion cultivares por épocas en todos los años, lo cual significa que el efecto de las
épocas de siembra sobre el rendimiento de graño no fue igual en los diferentes cultivares considerados en el
estudio (Cuadro 2). En las Figuras 1, 2 y 3, construidas solo con los cultivares que fueron registrados al
menos durante 3 de las 4 épocas establecidas en el estudio, se observa el comportamiento de los cultivares a
traves de las épocas de siembra, donde se evidencia la respuesta diferencial de los mismos, lo que era de
esperarse, dada la diversidad de los cultivares muestreados.
CUADRO 2. Cuadrados medios del analisis de varianza realizado sobre el rendimiento en graño de maíz,
para los años 2001 al 2003.
FIGURA 1. Rendimiento de maíz según la época de siembra registrado en diferentes cultivares establecido
en los Llanos Occidentales de Venezuela en el ciclo de siembra 2001.

FIGURA 2. Rendimiento de maíz según la época de siembra registrado en diferentes cultivares establecido
en los Llanos Occidentales de Venezuela en el ciclo de siembra 2002.

FIGURA 3. Rendimiento de maíz segun la epoca de siembra, registrado en diferentes cultivares


establecidos en los Llanos Occidentales de Venezuela, en el ciclo de siembra 2003.
No obstante, en dichas Figuras, de manera general, se evidencia que todos los materiales presentaron la
misma tendencia a disminuir el rendimiento en la medida que se avanza en las épocas de siembra. Tambien
se detecto diferencias estadisticas importantes (P.0,01) para el efecto principal de los 2 factores en estudio,
lo que sugiere que al menos 2 de los cultivares y 2 de las épocas fueron diferentes en la media de los
rendimientos mostrados. En los 3 años de estudio, los analisis de varianza determinaron que el rendimiento
del cultivo estuvo altamente influido por las fechas de siembra en la region (Cuadro 2).
En el analisis realizado con los 3 años en conjunto se encontro diferencias estadisticas importantes (P.0,01)
para la interaccion de segundo orden AñoXCultivares XEpoca, lo cual implica que el comportamiento de los
cultivares a traves de las épocas no fue igual en los 3 años estudiados, por lo que dicho comportamiento
tiene que ser estudiado en cada año en particular (Cuadro 3). Las interacciones de primer orden
AñoXCultivar y AñoXEpoca tambien resultaron altamente significativas, indicando que el rendimiento de
graño de los cultivares y el observado en las épocas de siembra vario a traves de los años, lo que tambien
sugiere que el analisis de los efectos simples de ambos factores tiene que realizarse en cada año en particular
(Cuadro 3).
CUADRO 3. Cuadrados medios y valores de F del analisis de varianza realizado sobre el rendimiento en
graño de maíz, segun el combinado de 3 años.

R2= Coeficiente de determinacion del modelo lineal utilizado.


** Indica diferencias significativas al 1%.
Los resultados de los analisis de varianza sugieren que durante los tres ciclos de siembra considerados en
este estudio, el rendimiento de maíz en la zona se vio altamente afectado por las fechas de siembra. Swanson
y Wilhem (1996) encontraron que las siembras realizadas antes o despues de la fecha optima de siembra
resultaban en una reduccion significativa del indice de area foliar, de la produccion de materia seca total y
del rendimiento. Igualmente encontraron que los rendimientos del maíz se redujeron mas rapidamente
cuando la fecha de siembra se retardo que cuando esta se efectuo mas temprana. Los resultados encontrados
en el estudio corroboran la importancia de definir las fechas optimas de siembra en el cultivo del maíz.
En las zonas templadas, por ejemplo, Otegui et al. (1995) demostraron que el potencial de rendimiento del
maíz parece estar mas limitado por la cantidad de radiacion solar disponible cerca del periodo de floracion
(determinante del numero de graños en la mazorca) que la disponible durante el llenado del graño
(determinante del peso del graño). Por otro lado, Bergamaschi et al. (2004) indican que el maíz por ser una
especie de metabolismo C4, tiende a expresar su maxima productividad cuando la etapa de maxima area
foliar coincide con una mayor disponibilidad de radiacion solar, siempre que no haya deficit hidrico.
La prueba de medias realizada para las 4 epocas, tanto para los años 2001, 2002 y 2003, asi como tambien
para comparar el rendimiento considerando los años en conjunto, determinaron diferencias significativas
entre las diferentes épocas estudiadas (Cuadro 4). En todos los años, la mejor epoca de siembra coincidio
con la primera quincena de mayo, en donde se obtuvieron los rendimientos mas altos; no obstante, en el año
2003, los rendimientos observados en todo el mes de mayo no fueron estadisticamente (P.0,05) diferentes
entre si, hallandose solo diferencias entre estas épocas y las correspondientes al mes de junio, lo cual difiere
de lo observado en los otros 2 años, en donde los rendimientos registrados en la primera quincena de mayo
superaron significativamente a los niveles de productividad registrados en las épocas restantes (Cuadro 4).
Estas diferencias observadas pueden atribuirse a las diferencias climaticas presentes entre los 3 años
considerados en este estudio (Figuras 4 y 5).
CUADRO 4. Media del rendimiento de maíz obtenida para cada epoca de siembra, en los años 2001 al 2003
y segun el combinado a traves de los años.
Letras iguales indican diferencias no significativas entre las épocas para cada año.
MDS = Minima diferencia significativa a 5%.

FIGURA 4. Precipitación media mensual registrada en Turén en los años 2001 al 2003

FIGURA 5. Insolación media mensual en Turén desde 2001 al 2003


De manera general, en el Cuadro 4 tambien se observa que los niveles de productividad en el año 2001
fueron mayores a los observados en los otros 2 años, todo lo cual podria deberse a que en el 2001 las
condiciones de clima fueron mucho mas favorables para el desarrollo del cultivo. Las precipitaciones
ocurridas, en el ciclo de desarrollo del cultivo, en el año 2001, fueron menos abundantes y estuvieron mejor
distribuidas que en el 2002 y 2003 (Figura 4). De igual manera, los meses de junio a agosto del año 2001
presentaron, en promedio, alrededor de 2 horas mas de brillo solar comparado con el 2002 y 2003 (Figura
5). Esto significa que en el ciclo de cultivo de 2001 la etapa de maxima area foliar del cultivo conto con
mayor disponibilidad de insolacion, lo cual se traduce en una mayor eficiencia fotosintetica en la planta y
por ende en mayor produccion de materia seca que posteriormente pudo trasladarse al graño, tal como lo
establecido por Bergamaschi et al. (2004).
En la Figura 4 tambien se observa que en el año 2002 se presento un periodo de sequia aproximadamente
entre los dias 10 al 25 del mes de mayo, lo cual determinaria los menores promedios de rendimientos
mostrados en la segunda quincena de mayo de ese año, comparado con el 2001 y 2003. Del mismo modo,
los niveles mas bajos de productividad observados en la segunda quincena de junio de 2003, pudieron ser
originados por los mayores niveles de precipitacion registrados entre julio y parte de agosto, aunado a una
menor disponibilidad de horas de brillo solar en dicho periodo de ese año, comparado con lo observado en el
2001 y 2002 (Figuras 4 y 5).
De acuerdo con los resultados del analisis combinado, en promedio se observo una merma en rendimiento
de alrededor de 750 kg (18,60%) entre la primera quincena de mayo y la primera quincena de junio,
mientras que respecto de la segunda quincena de junio la merma fue de aproximadamente 1440 kg ha-1, que
representa un 35,4%. Entre la segunda quincena de mayo y la primera quincena de junio hubo una reduccion
de aproximadamente un 10,8% (403 kg ha-1) y entre la segunda quincena de mayo y la segunda quincena de
junio alcanzo cerca del 30% (1087 kg ha-1) (Cuadro 4). En los 3 años estudiados se observo una clara
tendencia a disminuir los rendimientos cuando se avanza en la epoca de siembra.
El analisis de regresion determino que para el año 2001 la merma del rendimiento fue de alrededor de 565
kg ha-1, cuando se pasa de una epoca a la siguiente (Figura 6). Esta disminucion del rendimiento al pasar de
una epoca a otra se ubico en aproximadamente 263 kg ha-1 en el año 2002 (Figura 7), que representa cerca
de un 50% menor a la observada en el año anterior, mientras que en el ciclo de siembra de 2003 la perdida
fue de aproximadamente 772 kg ha-1.

FIGURA 6. Rendimiento de maíz segun la epoca de siembra en el año 2001.


FIGURA 7. Rendimiento de maíz segun la epoca de siembra en el año 2002.

FIGURA 8. Rendimiento de maíz segun la epoca de siembra en el año 2003.


Esta disminucion en la perdida del rendimiento, al avanzar en las fechas de siembra en el año 2002, se debio
a la poca diferencia en los rendimientos observados en las 3 primeras épocas de siembra. Al analizar en
forma conjunta los 3 años considerados en el estudio, se encontro que hay un promedio de reduccion del
rendimiento de alrededor de 340 kg cuando se pasa de una epoca a la siguiente (Figura 9).
FIGURA 9. Rendimiento de maíz segun la epoca de siembra en los años 2001 al 2003.
En todos los años y en el combinado por años, la regresion fue altamente significativa y el modelo explico
una alta proporcion de la variacion observada en el rendimiento (Figuras 6 a la 9). Estos resultados ponen de
manifiesto la alta influencia que tiene el clima sobre los rendimientos del cultivo del maíz, sobre todo la
cantidad y distribucion de las precipitaciones. En este sentido Benacchio et al. (1988) senalan que en areas
tropicales, el regimen de precipitaciones, y en consecuencia la humedad tanto edafica como atmosferica son
los mayores responsables de la variacion de rendimientos que se observa, aun dentro de una misma zona.
La humedad, ademas de su efecto directo sobre la produccion, afecta en forma indirecta la insolacion y otros
factores ambientales, en particular la radiacion neta, disponible para los procesos vitales de la planta. De
acuerdo a Comerma y Paredes (1978), en las areas tropicales el factor precipitacion es el que realmente
caracteriza a la vasta gama de ecosistemas, aun a una misma altitud sobre el nivel del mar.
Producción de por hectárea de cultivo de maiz
El maíz es el cultivo más importante del sector agrícola vegetal en Venezuela y ha sido considerado
como un rubro estratégico, dada su importancia en la dieta diaria del venezolano.
La producción de maíz en Venezuela es de gran importancia ya que desde el punto de vista socio-
cultural justifica plenamente la necesidad de ofrecer a los agricultores alternativas de producción
económicamente rentables, ecológicamente compatibles y socialmente aceptables; es decir, que de acuerdo
con los principios de la agricultura sostenible se aumente la diversidad genética para minimizar la
dependencia y se combinen prácticas tradicionales con tecnología moderna. Es importante resaltar que
Venezuela es el tercer país productor de maíz de Latinoamérica.
La producción de maíz en Venezuela experimentó un incremento del 89% en el período 1995-2005, con
valores de 1.160.000 y 2.200.000 toneladas, respectivamente. Para el año 2007, la meta del MPPAT fue
alcanzar las 2.500.000 toneladas, lo cual equivaldría a cosechar 750.000 hectáreas y un rendimiento de 3300
Kg. por hectárea. El valor real reflejó la cosecha de 740.372 hectáreas, con un rendimiento de 3.472 Kg. por
hectárea y una producción de 2.570.869 toneladas.
En relación a las importaciones de maíz, un hecho que hay que destacar es que para el maíz blanco éstas
cesaron en el año 1998 como consecuencia del autoabastecimiento. Las importaciones de maíz amarillo han
venido disminuyendo a partir del año 2000, llegaron a su valor más bajo en el año 2006, donde sólo se
importaron 25.000 toneladas, debido a las políticas y restricciones que ha implantado el gobierno para
disminuir las importaciones de este rubro
Mejorar la producción nacional de maíz a partir del uso de híbridos simples, es una propuesta de trabajo que
se han impuesto los encargados del área de Mejoramiento Genético, conformada actualmente por Yanely
Alfaro, Víctor Segovia y Félix San Vicente, investigadores del Instituto Nacional de Investigaciones
Agrícola, quienes vienen desarrollando este trabajo en el Centro Nacional de Investigaciones Agropecuarias,
ubicado en El Limón, Maracay estado Aragua.
Después de varios análisis y estudios científicos, este grupo de valiosos investigadores han logrado producir
maíces de alto rendimiento mediante el desarrollo de híbridos simples, los cuales representan la máxima
expresión de vigor híbrido, con adaptación a las condiciones agroclimáticas de las regiones maiceras del país
y a los requerimientos de la agroindustria nacional. Trabajo que se ha venido realizando sin descuidar
el desarrollo de variedades, como una alternativa para los pequeños agricultores con menores recursos, así
como para su uso en zonas de producción con mayores limitaciones agroecológicas para la producción de
maíz.
Características Botánicas
2. CARACTERÍSTICAS MORFOLÓGICAS. BOTÁNICA
Nombre común: Maíz
Nombre científico: Zea mays
Familia: Gramíneas
Género: Zea
BOTÁNICA
La planta del maíz es de porte robusto de fácil desarrollo y de producción anual.
Tallo
El tallo es simple erecto, de elevada longitud pudiendo alcanzar los 4 metros de altura, es robusto y sin
ramificaciones. Por su aspecto recuerda al de una caña, no presenta entrenudos y si una médula esponjosa si
se realiza un corte transversal.
Inflorescencia
El maíz es de inflorescencia monoica con inflorescencia masculina y femenina separada dentro de la misma
planta.
En cuanto a la inflorescencia masculina presenta una panícula (vulgarmente denominadas espigón o
penacho) de coloración amarilla que posee una cantidad muy elevada de polen en el orden de 20 a 25
millones de granos de polen. En cada florecilla que compone la panícula se presentan tres estambres donde
se desarrolla el polen. En cambio, la inflorescencia femenina marca un menor contenido en granos de polen,
alrededor de los 800 o 1000 granos y se forman en unas estructuras vegetativas denominadas espádices que
se disponen de forma lateral.
Hojas
Las hojas son largas, de gran tamaño, lanceoladas, alternas, paralelinervias. Se encuentran abrazadas al tallo
y por el haz presenta vellosidades. Los extremos de las hojas son muy afilados y cortantes.

Raíces
Las raíces son fasciculadas y su misión es la de aportar un perfecto anclaje a la planta. En algunos casos
sobresalen unos nudos de las raíces a nivel del suelo y suele ocurrir en aquellas raíces secundarias o
adventicias.
Ventajas
 Las cosechas de maíz han aumentado, lo cual ha permitido a combatir el hambre en poblaciones en
constante crecimiento con escasez y sequias.
 Disminución en el uso de pesticidas químicos, evitando así menor toxicidad de los alimentos
 Los alimentos transgénicos que se cosechan ya tienen integrados vitaminas y minerales.
 La aplicación de está tecnología permite practicas agrícolas sustentables y la producción de
materiales con recursos renovables.
 Incremento económico en la producción y reducción de perdidas durante su distribución y venta,
debido a que se vuelve más resistente y no se
hecha a perder.
 Permite la aplicación de programas de conservación de suelos.
 Mejora la calidad de vida de los productores y la obtención de productos útiles
Desventajas
 El campo puede tener efectos negativos con el cultivo de maíz transgénico, por un lado, porque al
manipular el maíz nativo con genes ajenos estos pueden sufrir una descomposición genética que no
permita que se siga produciendo de manera natural, además de perderse la variedad de maíz nativo
por la polinización del maíz transgénico.
 Las compañías trasnacionales se están apoderando del maíz patrimonio de los mexicanos, patentando
los genes introducidos con el propósito de privatizarlo. Si a los empresarios agrícolas les hacen creer
que aumentaran sus rendimientos e ingresos, estarán en serios problemas porque serán acusados de
robo pues el maíz estará alterado además que enfrentaran
 Baja de precio del grano si hay una sobreproducción.

Valor nutricional del forraje


El maíz en la alimentación animal puede aprovecharse como forraje verde o ensilaje, y de preferencia se debe
cosechar en la fase lechosa (cuando las hojas están todavía verdes y tiernas y el grano al presionarlo
desprende un líquido lechoso), todas las variedades pueden cultivarse para forraje, pero las híbridas son las
que dan mayor rendimiento y por lo tanto son las más utilizadas para la alimentación animal. También se
puede cultivar el maíz para grano, los tallos que quedan después de cosecharlo pueden constituir un
importante forraje para el ganado, que al suministrar un buen heno de alfalfa o de trébol, o bien, otra
leguminosa, éstos pueden formar parte de la mitad de la ración de engorde de los ovinos. Se han creado
híbridos de maíz forrajero apropiados para los trópicos mediante polinización cruzada entre diferentes
variedades, habría que investigar en su zona cual sería el más recomendable para el fin que Usted persigue.
Ahora bien, con respecto a la alimentación para los ovinos, cabe mencionar que dentro de lo que nos puede
un ingrediente nutrir a nuestros animales, debemos considerar la DIGESTIBILIDAD del mismo, con esto me
refiero a ¿qué porcentaje del ingrediente que estamos dando a nuestros animales es realmente asimilable por
el mismo?, por lo cual me permito añadir a mi respuesta los porcentajes de digestibilidad del maíz
dependiendo del momento de la cosecha esperando sea de utilidad para Usted.

PORCENTAJES APROXIMADOS DE DIGESTIBILIDAD DEL MAIZ DEPENDIENDO DEL


MOMENTO DE SU COSECHA

PB: PROTEÍNA BRUTA


FB: FIBRA BRUTA
EE: EXTRACTO ETÉREO
ELN: EXTRACTO LIBRE DE NITRÓGENO
EM: ENERGÍA METABOLIZABLE

Fresco, 7 semanas: PB:59.0, FB:62.0, EE73.0, ELN:76.0, EM.2.37


Fresco, 10 semanas: PB:55.0, FB:60.0, EE:69.0, ELN:71.0, EM:2.22
Fresco, fase lechosa : PB:56.8, FB:66.5, EE:62.2, ELN:72.8, EM:2.35
Heno : PB:37.1, FB:64.1, EE:50.7, ELN:66.3, EM:2.18

Ahora si Usted decide ensilar el maíz los porcentajes serían los siguientes:
Ensilado fase lechosa: PB:36.1, FB:63.2, EE:78.5, ELN:61.8, EM:2.22
ANALISI QUIMICO
Química del maíz
Humedad Cenizas PB EE Grasa verd. (%EE)

13.8 1.3 7.9 3.5 90

FB FND FAD LAD Almidón Azúcares


∑=99.0
2.3 8.8 2.9 0.9 62.0 1.7
Macrominerales en el maiz (%)
Ca P Pfítico Pdisp. Pdig. Av Pdig. Porc

0.02 0.27 0.19 0.05 0.08 0.05

Na Cl Mg K S

0.01 0.05 0.12 0.35 0.13


Microminerales y vitaminas (mg/Kg)
Cu Fe Mn Zn Vit. E Biotina Colina

4 28 7 24 10 0.07 550
Valor energético del maíz (kcal/kg)
RUMIANTES

EM UFI UFc ENI ENm ENc

2890 1.06 1.08 1885 2000 1385

Almidón-rumen (%)

Soluble Degradable

27 60

PORCINO AVES Conejos Caballos

Crecimiento EMAn
EN
ED ED
Cerdas pollitos broilers/
ED EM EN
<20 d ponedoras

3400 3330 2600 2630 3140 3260 3150 3400


Valor proteico del maíz

Coeficiente de digestibilidad de la proteína (%)

Rumiantes Porcino Aves Conejos

RUMIANTES

Degradación ruminal N (%) PDIA PDIE PDIN Lys Met

a b c (%/h) DT dr (%) (%PDIE)

12 82 4.0 45 90 4.3 8.3 6.1 6.0 2.0

PORCINO AVES

Composición DIA1 DIS2 DR3


AAs
(%PB) (%) (%PB) (%) (%PB) (%) (%PB) (%)

Lys 2.94 0.23 65 0.15 76 0.18 70 0.16


Met 2.06 0.16 82 0.13 86 0.14 86 0.14

Met
+ 4.32 0.34 77 0.26 84 0.29 80 0.27
Cys

Tre 3.53 0.28 69 0.19 82 0.23 75 0.21

Trp 0.78 0.06 59 0.04 79 0.05 73 0.04

Ile 3.60 0.28 76 0.22 86 0.24 84 0.24

Val 4.70 0.37 76 0.28 87 0.32 84 0.31

Arg 4.47 0.35 80 0.28 88 0.31 90 0.32

MANEJO DE LA BUFALA
os búfalos no son animales especializados en la producción de leche, sin embargo en nuestro país, producen
830 kg de leche promedio/lactancia con una duración de 240 días y un contenido de grasa de 6.5 – 7.0%. La
hembra búfalina produce el 86 % del total de la leche en los primeros 200 días de la lactancia. Si deseamos
incrementar los rendimientos productivos debemos considerar que su producción esta influenciada por
factores ambientales, fisiológicos, genéticos y fundamentalmente el manejo que se le brinde. La búfala tiene
la cisterna de la ubre pequeña, el compartimiento cisternal se hace más prominente en los pezones que en la
glándula y los músculos lisos y estriados le confieren al esfínter del pezón mayor solidez y fortaleza, lo que
dificulta su distensión durante el ordeño. Alrededor del 95 % de la leche se guarda en el compartimiento
alveolar, por lo que el estímulo pre-ordeño es de extrema importancia para la eyección láctea. El estímulo
para la bajada de la leche en las búfalas necesita más tiempo comparado con el bovino (2 minutos
promedio). Para este propósito, se usa el bucerro, en la mayoría de los casos, cuando el ordeño es manual.
Existen diferencias fisiológicas en los estímulos para la bajada de la leche y tiempo de ordeño más alargado
con respecto al bovino; por lo que el tiempo y tipo de estímulo son fundamentales para lograr un mejor
ordeño. Las producciones medias dentro de la lactancia aumentan hasta los 50- 60 días y después
disminuyen lentamente. Un incremento productivo ocurre desde la tercera hasta la décima lactancia,
dependiendo de la raza, el potencial individual, número de partos y estado de gestación. La producción de
leche de búfalas en las regiones tropicales y subtropicales esta influenciada por la época del año donde
ocurra el parto la cual afecta la duración de la lactancia: es mayor en búfalas que paren entre mayo y agosto.
En este momento se produce un alargamiento del período de monta con el consiguiente aumento en la
duración de la lactancia y mayor disponibilidad de alimentos tanto en cantidad como calidad. Las que paren
de enero a abril, presentan una situación contraria. En general se acepta que la estacionalidad en el período
de monta se está desplazando con el decursar de los años. cada kilogramo de peso que gane antes del parto,
se traduce en 5 kg más de leche en la lactancia siguiente. • Las búfalas después del parto permanecerán con
sus crías para evitar el rechazo. • Hay que observar que la cría mame de todos los cuartos, si no es así, se
procede a la extracción del calostro. La síntesis de leche ocurre constantemente, en el caso que ésta no se
extraiga, la presión generada en la ubre por la inflamación se iguala a la presión de síntesis de leche o
presión sanguínea. Como la leche no se extrae, se absorbe por las mismas células que la sintetizaron: el
proceso es irreversible y las células que antes secretaban ahora absorben y no producen más leche. Una
buena práctica es aprovechar el exceso de calostro
Rutina del ordeño En nuestro país, se realiza el ordeño manual tradicional. Generalmente, la cría permanece
con la madre durante el ordeño, pastorean juntos de 6 a 8 horas y luego se separan hasta el día siguiente.
Hay que considerar los siguientes aspectos: • Una vez que la búfala está en la sala de ordeño, se inmovilizan
las extremidades posteriores, aunque algunas no lo requieren. Se le presenta la cría hasta que logre el apoyo.
• Lavado de la ubre: se extreman las medidas higiénicas debido a las características de esta especie de
revolcarse en lodazales y charcas. • Durante el ordeño se propiciará calma y silencio, con pocos
movimientos de personas en la sala de ordeño para evitar la inhibición de la secreción láctea. La búfala es
más susceptible a los estados estresantes. • Algunos especialistas recomiendan dejar uno o más cuartos para
el bucerro, en dependencia del estado físico del mismo. La búfala, por tener hábitos gregarios y un fuerte
instinto de conservación, deja, que otros bucerros mamen la mayoría de las veces, sin percibir que puede
dejar a su propia cría con hambre. Las búfalas con más de 90 días de paridas se ordeñan a fondo y se evita la
acumulación de leche en la ubre, la mastitis y disminución de la productividad animal. • Las búfalas se
liberan hacia las mejores áreas de pastoreo una vez concluido el ordeño. La recogida a los cuartones de
permanencia nocturna será al atardecer. En ellos se le garantiza agua y el forraje que se disponga en forma
troceada. • Las búfalas secas salen del ordeño y las crías destetadas se ubican en las áreas de desarrollo. Las
hembras con más de 200 días de lactancia sólo producen el 16 % del volumen total de leche, por ello se
aconseja una lactancia no mayor de 250 días. Para asegurar la reposición del parénquima mamario y la de
otros tejidos corporales, el aporte de nutrientes al feto en el ultimo trimestre que es donde experimenta su
mayor crecimiento, desarrollo y mayor vitalidad al nacer, el buen estado físico de la madre durante el parto y
una óptima producción de leche en la lactancia venidera.
NUTRICIONAL DE LA BUFALAS DE ORDEÑO
Los productos bufalinos son una importante y reconocida fuente de alimentación en muchos países en vías
de desarrollo y se han ido transformando en una buena oportunidad de negocios (De Bernardi, 2001).
Las búfalas presentan una gran habilidad materna y esto produce un efecto positivo en la liberación de la
leche, lo que se debe al gran celo por su cría. De acuerdo con esta condición, se recomienda que después del
ordeño debe permanecer por lo menos 30 minutos con la cría (Anon, 2006).
Un elemento que ha influido en el énfasis que se le está dando al desarrollo del búfalo para la producción
láctea y de carne está dado, entre otros aspectos, por la similitud de algunas de sus características con las del
vacuno, por lo que es necesario hacer pequeñas adaptaciones para ajustar las condiciones de explotación de
una a otra especie. En este sentido, Angulo et al. (2005) plantearon que el búfalo es un animal que tiene
rendimientos comparables con sus competidores comerciales vacunos.
En Cuba Simón y López (2008) compararon los principales indicadores de producción láctea en dos rebaños
de vacas Siboney ⅝ Holstein x ⅜ Cebú y hembras Buffalypso, con similares características de manejo y
explotación; los resultados se muestran en la tabla 1.

Se encontró una mayor producción de leche por hembra lactante en las vacas, pero con un porcentaje
inferior en el contenido de grasa en la leche, lo que equilibró la producción individual de ambas especies
(corregida al 3% de grasa).
En cuanto a la producción por hectárea, indicador que expresa el nivel de intensificación de los sistemas, la
producción de leche entera y corregida de las vacas superó en cinco y tres veces, respectivamente, la de las
búfalas.
De acuerdo con la carga (1,6 vacas/ha y 0,6 búfalas más las crías/ha), la producción histórica de estos
rebaños fue de 108 175 kg promedio en ocho años en las vacas y de 38 325 kg en las búfalas en tres años.
Hay que señalar que aunque los resultados mostraron un grado de intensificación productiva muy superior
en la producción de leche bovina, las búfalas no recibieron en ese tiempo ningún tipo de suplementación con
concentrado.
Por otra parte, Simón y Galloso (2008a) lograron duplicar la carga en hembras Buffalypso en sistemas de
producción arborizados con leucaena con la tecnología de silvopastoreo racional y los resultados fueron
superiores (0,72 kg de leche/búfala/día; 279,8 kg/lactancia; 1,49 kg/ha/día) en comparación con el
monocultivo de gramíneas no arborizado; además, la lactancia duró 42 días más.
La composición láctea, y en especial los porcentajes de grasa que son los que determinan la calidad de la
leche (Duarte et al., 2001), pueden variar en las búfalas de acuerdo con la raza, la época del año, el estado de
la lactancia, el número de partos, la edad, la alimentación y las condiciones climáticas.
Los contenidos de calcio y fósforo tienen un gran valor nutricional y hacen que la cuajada para el queso
ocurra rápidamente. Además la leche de búfala tiene más calorías y vitamina.
A que la leche de vaca (Andrade et al., 2009).Estas características de la leche bufalina la hacen muy buena
para elaborar yogourt y excelentes cremas, mantequilla y queso, dándole especial textura y consistencia a los
derivados lácteos.
En Italia se fabrican los quesos mozzarella y ricotta con gran éxito en el mercado (Zicarelli, 2001), al igual
que otros que se producen en Brasil (Campo, 1996). La leche de búfala, al igual que la de cabra y oveja, se
utiliza casi exclusivamente para la elaboración de quesos en algunos países, debido especialmente al elevado
rendimiento quesero y al alto contenido de sólidos (Rosati y Van Vleck, 2007). Según Morillo (2009) con
100 litros de leche de búfala se pueden obtener 25 kg del legítimo queso mozzarella.
Las principales características de la leche de búfala, comparada con otras especies, se muestran en la tabla 2.

Las búfalas de río tienen producciones medias, entre 500 y 750 litros de leche en 150-180 días de lactancia
(Ligda, 1998).
En Cuba, en un estudio realizado entre 1997 y 1999 en 714 lactancias de 401 búfalas, se obtuvieron como
promedio 832 litros de leche en lactancias de aproximadamente 240 días, para un promedio diario por
hembra de 3,47 litros (CENCOP, 2000).
Según Mitat et al. (2007) las mayores producciones se alcanzaron en los meses de septiembre y octubre con
3,20 kg/día, a partir de noviembre comenzaron a decrecer hasta junio, que se encontró el valor más bajo
(2,31 kg/día), debido a la mayor ocurrencia de partos en los primeros meses.
García (2010) informó que el comportamiento productivo de las hembras Buffalypso fue superior al de las
mestizas en animales alimentados a base de pastos (2,7 y 3,3 kg de leche/búfala/día), con una duración de la
lactancia de 200 días. También observó que los partos que ocurren fuera de época inciden negativamente en
la producción de leche y la duración de la lactancia, y que la producción se incrementó de la primera a la
quinta lactancia.
En Cuba se realizaron estudios de rendimiento lechero en 5 697 lactancias (años 1997-2006) en hembras
Buffalypso y mestizas con Carabao, y la producción promedio fue de 710 kg en 218 días de lactancia (Brito,
2006).

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