Está en la página 1de 125
BREVE HISTORIA de la... _ GESTAPO Conozca la organizacién mas temida del siglo xx: EMG ti tmccicee om Ce. item ee late owe cme nen! eer Tercer Reich y su arma de represion desde 1933 hasta su declaraci6n como organizacién asesina e ilegal en 1945. Descubra como'su funcionamiento y practicas brutales impusieron una auténtica cultura de la violencia orientada a desarticular cualquier oposicién al nazismo RSS A BREVE HISTORIA DE LA GESTAPO BREVE HISTORIA de la... INDICE 1. Construyendo el Tercer Reich El peso de la historia {Qué es el nacionalsocialisma? El ascenso imparable: de Weimar al Reich 2. El espiritu dela Gestapo: policia y politica Caza de brujas en Europa: el tiempo de la persecucién polltica Policfa politica ¢ historia. Los antecedentes de Is Gestapo. Leyy orden en el Tercer Reich 3, Los primeras-aiios de la Gestapo El germen-de la Gestapo La otra cara de la moneda: Himmler en Baviera: la lucha por la conquista de! Reich La unién_La Gestapo se instala en toda Alemania Los cambios de Himmler: una nueva Gestapo 4a.La Gestapo en guerra El cambio del statu-quo europeo La RSHA. La maguinaria perfecta La oposicién en guerra, nuevas preocupaciones dela Gestapo §, La Gestapo contra Europa Los planes de la Gestapo para Europa Las nuevas técnicas de represién en el extranjero: esclavitud, confinamienta y muerte La imposicion de la Gestapg.en Europa La Gestapo en Europa occidental 6 los caminos dela violencia La imposicién de |a cultura politica nazi: violencia y violencia politica La tela tras la arafia: actitudes sociales ante la Gestapo. Las violencias de la Gestapo Los hombres tras el abrigo negra zie Gestapo centra la humanidad El sistema de campos Planear un genocidio (Campos extranjeros y extranjeros en campos B. La justicia yla historia contra la Gestapo Los juicios de NGremberg 2Qué fue de? La leyenda de la’ Gestapo Bibliografia Colecci Breve Histo: Préximamente Construyendo el Tercer Reich Mafiana muchos maldeciran mi nombre Adolf Hitler A las 2:41 horas de la madrugada del 7 de mayo de 1945, se firmé el primer Acta de capitulacién de la Alemania nazi en Reims, Francia, tras la victoria aliada en la Se- gunda Guerra Mundial. El Reich de los Mil Afios Ilegaba a su devastador final, una vez mas en el pals galo, Ateds, quedé una Europa en ruinas deshecha por la guerra, la desolacién y el caos. La Segunda Guerra Mundial fue la guerra con mas capa- cidad destructiva de la historia, los especialistas cifran las victimas en cincuenia y cinco millones de personas, treinta millones de heridos y alrededor de tres millo- nes de desaparecidos. Alemania perdié en torno a tres millones y medio de per- somas como consecuencia directa de la propia guerra, a los que habria que afiadir las propias victimas del nazismo cifradas en alrededor de doce millones ‘de per- sonas muertas 6 desaparecidas en cdrceles, campos de trabajo, exterminio o de prisioneros durante toda la etapa nazi en Europa. La gesta del Reich contra todo aquél que no cumpliese el ideal del nacionalsocialismo liegé a su fin ese frio mayo dé 1945. Miles de personas fueron liberadas dé carceles y campos, al paso de las tropas aliadas por los territorios ocupados por el Filhrer en Europa y en la misma Alemania. Desde julio de 1944, los soldados soviéticos liberaron a miles de per- sonas de los campos de concentracién o exterminio que encontraron a su paso en su_avance por el -oeste. En 1946, el afio de la victoria aliada, soldados britanicos, estadounidenses, canadienses o franceses fueron los encargados de desmantelar el aparato represivo que e! régimen nazi habla creado en Europa occidental. E! munda canocié entonces el horror. Las ejércitos Aliados iban acompafiados a me- nude de periodistas y fotégrafos que documentaron con estupor lo que encon- traron. Los encargados de los campos de exterminio hab/an intentado borrar todo rastro de los asesinatos en masa sin éxito, como sucedié, por ejemplo, en el campo de Majdanek (Polonia) donde los soldados soviéticos encontraron la zona crematoria en llamas pero la cémara de gas intacts debido a la rapidez de la huida. Muchos de los internos no sobrevivieron tras la liberacién, el tifus, la desnutricién o las continuas torturas impidieron que miles de personas pudiesen seguir vi- viendo, ni siquiera en libertad. Otros nunca se recuperaron de sus secuelas fisicas © psicolégicas, de lo que vieron, sufrieron en carne propia o- en las de sus fami- liares, amigos, compafieros o canocidos. Las atrocidades cometidas en el Tercer Reich resultan aun hay dificiles de com- prender: es complicado imaginar, desde nuestra perspectiva, cOmo un grupo de personas logré crear un aparato represivo que amenazé, torturé y asesiné en masa a multitud de seres humanos con el beneplacite de! resto de la sociedad nacional ¢ incluso internacional. Probablemente por ello, el estudio del Tercer Reich es uno de los temas que mas interés ha suscitado entre los filésofos, socidlogos, histo- riadores u otros cientificos sociales. A lo largo de los afios, la historiografia se ha enfrentado a este periodo a través de diferentes perspectivas para intentar com- prender el origen y desarrollo de la €poca mas negra de la historia alemana y euro- pea. Hasta la década de los sesenta, la lectura politica dominé el estudio de esta etapa con el andlisis de! Estado alemdn y sus instituciones como punto de partida para los historiadores. La aparente cohesién entre el Estado y sus instituciones, sustentade por una fuerte ideologia que sometié a la poblaciém en bloque. tuvo primacia en las primeras investigaciones. Estas teorfas sufrieron una especial crisis cone! andlisis micro histérico que puso de relieve la inexistencia, en miiltiples oca- siones, de coherencia entre el Estado central y las administraciones locales. Con la apertura de los archivos sobre e! macionalsocialismo en los aes sesenta, que obraban en poder de las potencias aliadas, el foco de estudio sobre esta tematica se vio estimulado. Afloraron diversas hipdtesis basadas en los origenes sociales de la dictadura que sustentaron al Régimen, a través de intereses personales y colec- tives, ademas de la irrupcién de la historia social en el estudio del periodo nazi. Fue ésta ditima perspectiva la.que dominé la escena historiogeafica desde los afios setenta, La historia social del Tercer Reich fue, y sigue siendo, una de las corrientes historiograficas mas fructiferas © innovadoras de su tiempo, desechando vigjos paradigmas como la cohesién estatal alemana, y poniendo de manifiesto las debili- dades de las instituciones creadas por el nazismo y la participacién de la sociedad alemanaen el aparato represivo del Reich. Estas teorlas abrieron un gran campo de estudio que empez6 a interesarse por diversas facetas de la Alemania hitleriana, sus aliados y detractores. El denominado Proyecto Baviera es el exponente directo de la historia social de los afios setenta: creado en 1973, fue el punto de partida para investigar las actitudes de los alemanes frente a la dictadura, un campo que interesaba por igual’a los cientificos sociales y la sociedad alemana que anhelaba reconciliarss con su historia. Este proyecto advirtié que hubo diversas actitudes frente-al nazismo que fueron desde el consentimiento hasta la resistencia, aunque esta fuese silenciosa y poco articulada, El estudio sobre la conducta de los ale- manes frente al Régimen ha sido clave en los trabajos sobre el Tercer Reich y la comprensién de las atroces consecuencias que trajo su politica. Ya en la década de los noventa, hubo grandes avances en este campo con el auge de la historia cultural. Se puso de manifesto la importancia del lenguaje o el simbolismo que utilizé el Régimen para ganarse las voluntades individuales de la poblacién alemana. Uno de los puntos mds interesantes, sobre todo para este libro, es la incidencia de los historiadores en el examen de los apoyos que reci- bieron instituciones como la Gestapo o las SS para la persecucién de los ene- migos del Régimen. Demostrando que la estructura policial y paramilitar fue es- casa, se abrid la puerta al término «colaboracionismo. En definitiva, lo que argu mentan’ estas teorfas es que sin la ayuda de gran parte de la poblacién el sistema de espionaje del Tercer Reich no pudo haber perseguido, enjuiciade y asesinado de la manera tan sistemdtica como lo hizo. Este espacio de debate sobre la su- puesta connivencia de la poblacién con’el Régimen ha sido la perspectiva preemi- nente durante las dos dltimas décadas, dado su gran atractivo para la historiografia y la sociedad en general. Por ello, nuestro punto de partida comienza aqui. Una vez recopilada |a informacién facilitada por los investigadores, debemos ir un paso més alld encaminando nuestra investigacién hacia el sustento politico cultural que facilité que alemanes corrientes apoyaran de manera directa, como miembros de las instituciones alemanas, o indirecta, la represién brutal llevada a cabo por el nacionalismo y en concreto por la Gestapo. Para hacer frente a esta empresa es fundamental hacer un repaso de lo.que sig- nificé la construccién del Tercer Reich. La Gestapo u otras instituciones bebian directamente del contexto concreto en'que surgié el nacionalsocialismo y los pila- res bdsicos-en los que se forj6. Por ello, en este primer capitulo ahondaremos en la historia alemana decimonénica, el contexta internacional donde surgié el nacional- socialismo, la Europa de entreguerras, asf como la creacién del proyecto nazi desde su concepcién hasta la toma del Estado. Sin un entendimiento integral dela historia alemana y concretamente del nacionalsocialismo; es imposible llegar a una comprensién de lo que significé en ditimo término la Gestapo EL PESO DE LA HISTORIA La historia alemana tuvo un gran peso en la construccién del Tercer Reich. Los errores y aciertos de los antepasados alemanes y europeos crearon el contexto ade- cuade donde germiné el nacionalsocialismo. Para estudiar el régimen nazi, hay que ahondar en el pasado alemén reciente: la etapa Bismarck. Este periodo fue de vital importancia para Alemania porque reconfiguré las relaciones internacionales y nacionales conocidas hasta el momento, con Alemania en la cuspide. La figura de Bismarck, ademas, fue veneradaa lo largo de los afios como adalid de la hege- monia alemana en Europa ¥ el mundo. Muchas de las instituciones y actuaciones de esta etapa fueron emuladas por el nacionalsocialismo como modelo de gran- deza alemana. Si bien el peso del sistema bismarckiano es importante, el punto que establecié el camino seguido por el fascismo es la Primera Guerra Mundial. La Gran Guerra cambié la configuracién del mundo: la violencia. la muerte, los movi- mientos de masas o la nueva tecnologia penetraron en !a sociedad cambidndola para siempre. Un pueblo, un Reich, un caudillo E| término Reich, para los alemanes de principios del siglo xx, fue algo mas que una palabra para hacer referencia a una etapa histérica. Para una gran parte de los germanos, el Reich significaba la sucesién natural del Imperio romana, invocaba al «|mperio de Dios en la Tierra», a la soberania alemana del mundo occidental, al poder y, por encima de todo ello, ala unién de los germanos de Europa bajo unos preceptos de pueblo e imperio unidos, fuertes y dominantes de la esfera interna- cional. Estos ideales de grandeza nacional ahandaban sus rafces en la historia mas remota pero tenfan un modelo claro: el Segundo Reich de Bismarck —bautizado con este nombre en el perfodo nazi—-. La etapa dominada por el canciller Otto von Bismarck era un reflejo del inicio de una nueva Alemania que debfa resurgir. Bis- mack fue la pieza céntral alemana y europea durante la segunda mitad del siglo XIX. Bajo su mandate, la Alemania decimonénica acupé un papel central en la esfera politica internacional, acompafiado de grandes victorias militares que afianzaron su poder y engrandecieron su territorio y recursos econdmicos. Al misma tiempo, el Canciller logré un estado fuerte que sometio a su jurisdiccin a fos disidentes, fuesen éstos liberales, socialistas, militares o de cualquier otra indole, ya que todos fueron sefalados como enemigos internos del pals. Bajo una actitud firme, Bismarck consiguid la unidn efectiva de Alemania convirtiéndola en una macién unida, poderosa y estable, que no se doblegaba ante nada ni ante nadie. E] fue el impulsor del nacionalismo germanico moderno a través de la unién de los territorios alemanes bajo el mandato de Guillermo |, como monarca de todos los germanos. De la mano de grandes estrategias politicas y militares, con- siguié ampliar el territorio aleman y a su vez mantener la paz entre las potencias europeas, a través de un particular sistema de alianzas. En un principio, este sis- tema, apodado sistema Bismarck, se cred para aislar a la recién vencida Francia de la esfera internacional. Mas tarde, se consolidé como el garante de la paz en Eu- ropa durante mas de veinte afios. Imagen de Otto von Bismarck, La figura del canciller prusiano fue determinante en la época en la que vivid y en la memoria colectiva alemanay eurepea de los afios siguientes. Su habilidad en las relaciones internacionales posicioné a Alemania en lo mas alto de la politica internacional de su tiempo. Pero la €poca dorada de la Alemania reciente dejé un legado que ensombrecid su histora.en el siglo xX. Tras la caida del canciller, en 1890, el pais.en manos de Guillermo !| continuaba su meteérica carrera imperialista, forjando su nucleo industrial y con un aparente halo de prosperidad y paz. Si bien, bajo la superficie, encontramos una nacién unida bajo los preceptos nacionalistas romanticos de comunidad lingiiistica, cultural y étnica— mds que unidos por un Estado centra- lizado. Las tensiones producidas por la industrializacién y los conflictos en el espectro politico del sistema bismarckiano empezaron a encontrar una salida natu- ral a través del liberalismo, comunismo o nacionalismo, y sus variantes con tintes excluyentes y racistas, imperantes en la Europa de principios del siglo xx. El kdiser Guillermo II, ademas, no contindo la politica bismarckiana internacional del sis- tema de alianzas. FE! contexto internacional se hab/a tornado demasiado conflictiva para que este sistema pudiese continuar y Alemania comenzé a quedar aislada del papel preponderante que habla asumido afios atras. Entre tanto, las potencias si- guieron enfrentdandose entre sf, de manera indirecta en el periodo denominado como «paz armada» en zonas de Africa, Asia o los Balcanes. Las pugnas por el control de nuevas colonias y la expansién territorial imperialista, a finales del siglo XIX, desembocaron en una carrera armamentistica que amplid las tensiones entre los diferentes paises. Los conflictos y los pactos hicieran que el inicio del siglo XX trajera consigo el fin de la relativa estabilidad europea. Las tensiones entre las potencias desembocaron en el mayor conflicto conocido hasta el mo- mento, la Primera Guerra Mundial. En el afio 1914 se forjé un punto de inflexién a nivel europeo y mundial: comenzé el tiempo de la violencia, el sello del nuevo siglo El punto de inflexién: Is guerra que cambié el mundo Una tarea tan ardua como la comprensién del perfodo nazi no puede dejar de lado las circunstancias internacionales que se vivieron durante los afios en que se gestd yasenté | Tercer Reich: Probablemente la Europa de la primera mitad del siglo xx fue el lugar con mayor incidencia de la violencia politica de la época. E| conflicto imperé y se multiplicé durante afios asolando el viejo continente. En este periodo de tiempo; el mundo experimenté la violencia de una manera inusitada y sus consecuencias nos persiguen alin hoy. Los cambios llegaron por diferentes cami- nos: la Gran Guerra cambié los pardmetros tradicionales de conflicto: Hasta ese momento, las potencias enviaban a sus soldados a luchar mientras la poblacién observaba desde la retaguardia, Uno de los cambios mas significativos de la Priv mera Guerra Mundial fue el atague a los recursos basicos de la retaguardia come un elemento mds de la guerra, o dicho de otro modo, la sociedad civil se convirtié por primera vez. en:utt objetivo mas del enemigo. Ya no bastaba con aplastar un ejército contrario, sino que debian derrotar a la nacién enemiga en conjunte. A todo ello se suma que la duraci6n de la guerra fue mayor que la esperada. Las potencias prevefan una batalla répida pero la igualdad de fuerzas alargé el con- flicto, mientras la muerte, la desolacién y la pobreza arrasaba a combatientes y civiles. El caos se apoderé de Europa. Los scldados comenzaron a perder la nacién de contra quién o contra qué luchaban, mientras la muerte era -determinante para todos. Los que luchaban no eran ya héroes sino proletarios que vivian entre ratas en las trincheras, como describid Habsbawm, o un arma mds de destruccién al igual que un fusil. A su vuelta no habria grandes honores, si no resentimiento, po- breza y caos: De todos los cambios, la mayor importancia recae en el factor de sus consecuencias. Los soldados eran masas de hombres, de caidos, como se repre- sentan en los homenajes a los «soldados desconocidos», y las sociedades comen- zaron a acostumbrarse a la muerte en masa‘y el exterminio. La violencia brutal pe- netré en las sociedades y las politicas europeas, con un saldo de unos nueve millones de muertos, siete millones de desaparecidos y prisioneros y mas de vein- te millones de heridos en la guerra. A estas cifras hay que sumar las casi ocho millones de vidas que se perdieron en la retaguardia, que suffi continues ataques, hambre, extrema pobreza y enfermedad. La guerra habla cambiado para siempre y yano se trataba de una lucha entre soldados enemigos, sino que ahora el enemigo era cualquier cludadane del pais o regién contra el que se |uchase. Estos fueron los primeros pasos que dio Europa hacia la guerra total, la guerra donde la dis dencia'de cualquier indole, civil o militar, era hostil y por tanto debja ser tratado como un soldado enemigo. = 7 I - oe Uno de los homenajes a los soldados desconocidos de la Primera Guerra Mundial. Paris, Francia. A las esculturas de grandes estrategas militares que se estilaban en los afios anteriores, les sucedié este tipo de representaciones que intentaban plasmar la realidad de 1a nueva guerra. Los soldados sin nombre fueron la maxima expresién de la deshumanizacién de los combatientes que trajo la Gran Guerra. El furor patridtico que vivié Alemania momentos antes del inicio de la Gran Guerra se vio truncado durante los afios que se mantuvo. E| pueblo aleman suftid la guerra en su dia adiay el descontento fue calando entre la poblacién. Las pro- testas no se hicieron esperar creando un clima de inestabilidad interna durante todo el conflicto que enfrenté a las fuerzas politicas y sociales entre sf. El 29 de octubre de 1918 se desaté em Alemania una revolucién de corte socialista y paci- fista, motivada por la victoria de la Revolucién rusa, que forzé al kaiser Guillermo a dimitir Con el triunfo de Ia revuelta se pacté una derrota que no se iba a hacer esperar, pero para muchos alemanes; sabre todo excombatientes, |a izquierda habia «apufialado por la espaida a Alemania». E| descontento fue en aumento cuando se conocieron las imposiciones de los Tratados de Versalles para Alemania que ahondaron ms en la crisis moral, politica y social que estaba viviendo el pais. Alas pérdidas materiales y la gran deuda que dejé la reparacién impuesta en Versa- lles, se le unié la pérdida de gran parte de su territorio, mas de veintisiete millones: de personas que formaban el Imperio aleman dejaron de formar parte de él, como la ciudad de Danzig que pasé a ser ciudad libre a merced del dominio de la Liga de Naciones Unidas, o los territorios ricos en materias primas como los territorios de Alsacia-Lorena, cedidas de nuevo a Francia. Alemania nunca podria unirse con Austria y se les prohibié tener un ejército terrestre, armada y servicio militar, de- jando el pais a mereed de cualquier potencia que quisiera atacarles. A todo ello se sumé la pérdida total de autonomia como Estado: el Imperio dejaba de ser tal para pasar a ser una democracia al estilo europeo, pero incluyendo una serie de restric- ciones de cardcter econémico, social, militar y de politica exterior que les limité ferozmente. El Imperio valvié 2 disolverse en Paris como lo hiciera Napoleén algo mas de cien afios atras y la Alemania fuerte « imperante en Europa desaparecié. En definitiva, la pérdida de la guerra trajo para Alemania unas consecuencias nunca jamés contempladas en otros conflictos, el pais que dominé la escena politica europea durante mas de cincuenta afios quedé en una crisis que iba mas alla del sentido econdémico o politica: Los soldados que volvian del frente fueron vapu- leados y recibidos sin honores. Algunos grupos pacifistas, hartos de los desastres que provocaba la guerra, les ineultaban e incluso escupfan cuando volvian-al pais y la inestabilidad se apoderé de Alemania una vez mas. La posguerra no tuvo mejores auguries para el pafs germane. Esta etapa se considera en toda Europa como la bisqueda de consenso, a nivel nacional. in- ternacional, que no llegé a imponerse sin las guerras que se produjeron en su seno. Los afios veinte fueron definitorios para ¢! Estado aleman con un imperio destruido, de nuevo, a manos francesas y con una democracia liberal impuesta, les alemanes comenzaron a mirar.al futuro. La Repdblica de Weimar nunca llegé a alcanzar la soberania que se esperé de ella, ya que partié con un escaso consenso mientras intentaba reconstruir un pais en ruinas con una deuda millonaria por las sanciones impuestas en concepto de reparacién de guerra, gue dejaba un defici- tario sistema econémico. A las dificultades; se sum6 la nueva forma de movili- zaci6n que estuvo-sustentada por las masas que intentaban imponer su criterio a través de las manifestaciones multitudinarias. El auge del comunismo, socialismo, anarquismo y el fascismo come identidades colectivas excluyentes creé un clima de enfrentamientos entre facciones que pugnaban por el poder. Muertes, ven- ganzas, manifestaciones encontradas, etc: se sucedian en las grandes ciudades de los pases europeos al inicio de los vialentos aitos treinta. Las identidades politicas colectivas comenzaron a considerar la violencia como una salida Gtil a una situa- cién de peligro politico, apoyadas en la idea de cambiar el mundo a través de la vio- lencia y la imposicién. Las revoluciones, golpes de Estado o revueltas violentas se sucedieron a lo largo y ancho del viejo continente creando un clima de inesta- bilidad politico y social. La respuesta estatal fue a menudo incompleta y con mayor incidencia en Alemania donde la democracia se consideraba impuesta por el poder extranjero y carecié de legitimidad ante su pueblo: Asf, el fascismo:y otras corrien- tes politicas comenzarana ganar adeptos entre la poblacién a pasos agigantados. 2 QUE ES EL NACIONALSOCIALISMO? Joseph Goebbles respondié a esta premisa con la siguiente argumentacién: Es imposible interpretar de manera totalmente abarcadora, en un compendio temporalmente limitado, !a esencialidad del Nacionalsocialismo, ya que se trata del examen de un Movimiento y de una Idea que con impetu dindmico irrumpieron en la vida piblica alemana, cambianda desde el fundamento todas las condiciones y relaciones de los seres humanos entre sf. En parte, el ministro de Propaganda nazi tenfa razén. Existen mdltiples descrip- ciones asociadas.al nacionalsocialismo, en particular, 9 al fascismo de forma mas general ya lo largo de los afios se ha intentado aportar una visién completa de lo que significé en esencia una corriente tan compleja como la fascista. El térming «fascismo» deviene del latin fasces, (shaz> o «manojo», simbolo de autoridad en el Imperio romance), La traducciéi al italiano estaba asociada a tér- minos como «sindicato», «; de ruptura con lo acordado por Versalles: o de corte seudosocialista y anticapitalista. Momentos después, el partido fue renombrado como Partido Nacional Socialista Aleman de los Trabajadores (Natio- nalsozialistische Deutsche Arbeiterpartei [NSDAP])_ Insignia del NSDAP. La esvastica qué se representa en la insignia és una cruz con los brazos dablados en angulo recto que gira’a la derecha. Sus orfgenes s€ encuentran en las culturas proteindoeuropeas gue solian representar el poder del sol. El nacionalsocialismo lo toma coma simbolo de la antigua tradicign aria, aunque en ese momento se representaba mayormente en la India. En 1929, el Partido junto con su braze paramilitar intentaron un golpe de Es- tado, el pwisch de la cervecerfa en Mdnich, mediante ¢! cual pretendieron llegar al poderen Alemania, para que el gobierno dejase de pagar la deuda de reparacién de guerra a Francia. El golpe fracasé estrepitosamente y el NSDAP fue ilegalizado y Sus dirigentes encarcelados bajo pena de alta traicién. Durante su confinamiento, Hitler escribié su libro Mein Kampf (Mi lucha) en él que plasmé toda su ideario politico. El 20 de diciembre de 1924, se produjo la excarcelacién de todos los implicades en el putsch en una mala maniobra del sistema Weimar de condonar la deuda a todos los presos politicos. El partido, ahora en manos de los hermanos Otto y Gregor Strasser y de Erich Ludendorf, adscritos al ala izquierdista, se en- s. Con la contraba en sus horas mas baj ttad de Hitler, este, henchido de poder y seguridad, batié a sus enemigos en el partida quedandose como manda- tario Gnico. Un-aiio después, en 1926, aplicé el principio del Fithrerprinzip (‘prin- cipio del lider’) que supuso que toda la autoridad quedaba delegada de arriba abajo. Con este sistema, que se trasladarfa después al régimen politica nazi, Hitler consiguié el poder efective de todos los cuadros del partido dejandoles sin apcién a réplica. Su maniobra le situé como lider Gnico ¢ indiscutible y su criterio se im- puso al de cualquier otro. Aunque la estrategia de Hitler en la década de los veinte era efectiva, la anda- dura general del NSDAP en las elecciones parlamentarias hab/a sido practicamente catastrofica hasta el crack de la Bolsa de 1929. En las elecciones de mayo de 1928 contaban con doce diputades en el Reichstag, con el 2,6 96 de los votos, mientras que en las de septiembre de 1930, los nazis obtuvieron 6,4 millones de votos, 107 escafios, siendo el segundo partido mas votado en Alemania. El sentimiento de inestabilidad econémica y politica que sufrié la Republica de Weimar, adin no afian- zada por completo, explica este cambio en la conducta de los votantes. El NSDAP contaba en ese momento con mas de cien mil afiliados y muchas simpatias entre los agricultores y pequefios comerciantes que velan su economia resentida y se dejaban seducir por la propaganda demagégica que les ofrecia el partido de la mano de Joseph Goebbles. Los elementos de prosperidad y estabilidad que prame- tian Hitler y los suyos otorgaban confianza tanto a pequefios comerciantes comoa grandes inversores que financiaban al partido y a su brazo paramilitar, las SA. A partir de este momento el ascenso del Partide Nazi fue imparable. Mientras el sis- tema de Weimar se colapsaba -en 1932 habla en Alemania un tercio de la pobla- cién en paro, ademas de una gran crisis politica y social que se plasmaba en !a calle a base de violencia, revueltas y manifestaciones— el nacionalsocialismo iba ganando adeptos. E| 31 de julio de 1932, el NSDAP gan las elecciones obteniendo 13,7 millones de votos, pero, aun asi, no tenfa suficientes apoyos para hacerse con el control efectivo del Parlamento y Franz yon Papen siguid enel poder por elec- cién del presidente Paul von Hindenburg. La presidn politica a partir de esta wic- toria fue inusitada: la coercién social a manos de las SA fue habilmente asociada a la violencia comunista y los partidos de ultraderecha, vapuleados, vieron cémo sus vatantes comenzaron a apoyar a Hitler de manera rotunda. El sistema Weimar y la sociedad alemana eran una olla.a presién a punto de estallar. El incendio del Reichstag el 27 de febrero de 1933 por las fuerzas nazis. El incendio, fruto de la conspiracién nazi, fue un punto de inflexién en el Estado aleman. La amenaza de la llegada del comunismo posibilité que Hitler amalgamara gran poder en aras dela defensa de la supuesta democracia En vista de los acontecimientos, el presidente Yon Hindenburg decidié entre- gar a Hitler la Cancilleria para que formase gobierno con Ven Papen como vicepre- sidente, como medida de control al Partida Nazi. £l momenta habia |legado, Hitler fue nombrado canciller de Alemania el 30 de enero de 1933. E| NSDAP en el go- bierno era imparable pero atin no contaban con mayoria suficiente para lograr sus objetivos ni con fuerzas de asalto eficaces contra la RepUblica como para saltarse sus normas. Sdélo unas meses después, e! 27 de febrero de 1933, los servicios secretos nazis idearon e! incendio de! Reichstag perpetrado por las SA, las SS y la Gestapo pero enmascarado como un intento de los comunistas para destruir el poder politico aleman. Valiéndose del temor a una revolucién comunista, Hitler convencié a Von Hindenburg de la conveniencia de constituir el estado de excep- cién. Con esta maniobra, el Partido Nazi tuvo 4! poder sufciente para crear los pri- meros campos de concentracién donde interns a la disidencia co: mista, socia- lista o pacifista, cifrandose los detenides en mas de cuarenta y cinco mil personas: Hitler dando uno de sus famosos discursos en el Reichstag. La oratoria de Hitler ha sido célebre en Alemania y fuera de ella. Sus discursos, llenos de demagogia, solian despertar en el publico todas las emociones posibles, desde el odio hasta el orgullo nacional. El camino hacia la jefatura del Estado estaba cada vez mas cerca. Con Alemania en estado de excepcién |a inestabilidad era cada yez mas sonora. Finalmente, Hi- tler consiguié que el anciano Hindenburg convecase elecciones el 5 de marzo de 1933. El objetivo del austriaco fue claro: conseguir la mayoria absoluta y dominar el Parlamento. sin la mirada constante de Von Papen. La campafia electoralista del partido fue brutal, en ella Hitler aseguré que no dejaria el poder aun con la pérdida de las elecciones, ademas prometié eliminar a los socialistas y reavivar el ejército. Adn con un clima tan inestable, el NSDAP no consiguié sus objetivos, quedando relegado a pactar con las fuerzas conservadoras pero consiguié sacar adelante la Ley «para aliviar las penurias de! pueblo y del Reich» o ley habilitante mediante la cual Hitler tomaba el poder legislative por un periodo de cuatro afios. El 1 de abril de 1933 se legislaron las primeras medidas contra los judios y en abril se reor- ganiz6 la fuerza de la policia politica a sus Grdenes, la Gestapo. El 2 de agosto de 1934, el presidente Hindenburg fallecié y Hitler asumié el cargo de Jefe de Estado y comandante de las fuerzas armadas. Alemania habia cafdo ante el nacional- socialismo y Hitler llevé su proyecto politico a término a través del Gleichschaltung (‘coordinacién’). La coordinacién supuse la absorcién del Estado'y la sociedad por parte del Partido Nazi: eliminando a la disidencia, estableciendo la dictadura de partide Gnico ¢ imponiendo los valores sociales, morales y politicos al resto de la sociedad a través de una ingente propaganda y unos fuertes mecanismos de coer- cién social. La ctispide fue el plebiscite de 16 de agosto de 1934 mediante el cual Hitler asumié todo el poder como Fithrer (‘caudille’) de Alemania. Comenzaba una nueva era, la del Tercer Reich, aquel que cambid el mundo. El espiritu de la Gestapo: policia y politica La libertad es un lujo que no todos pueden permitirse. Otto von Bismarck Con Hitler a la cabeza de la Cancilleria alermana, ¢! 26 de abril de 1933 se crea la Geheime Staatspolizei (Policia Secreta del Estado), a través de la estructura de la Policfa Politica Prusiana que operé en Alemania desde mediados del siglo xix Conocida por su acrénimo, Gestapo, |a Geheime Staatspolizei fue uno de los ins- trumentos represivos mas importantes creados en el Tercer Reich. Entre sus prin- cipales actividades estaban la investigacién y represién contra cualquier tendencia péligrosa para el Estado, es decir, cualquier sabotaje, conspiracién o traicién debia ser investigada y eliminada_ Su misién reporté grandes beneficios al Régimen y, pronto, se le otorgé un mayor poder que la situé por encima del Estado, las institu- ciones € incluso el propio Partide Nazi. Daw voritohenga, vom tanchlousang Conots Berlin, ‘den & April 1953. Stoo teminiateriue t verkundet: Knkaneler.s [resem Acta de creacién de la Gestapo el 26 de abril de 1933. La firma tachada Pertenece a Hitler que la firmé priméro aunque las leyes de Alemania estipulaban que era el ministro Hermann Géring quien debfa hacerlo. No se redacté de nuevo. En ¢l inconsciente colectivo, la Gestapo reza como la maquinaria mas gerfecta utilizada por un gobierno para preservar el orden y vigilar'a su poblacién. La or- ganizacién fue sinénimo de omnipresencia y sélo pronunciar su nombre inspiraba terror entre la poblacién, alemana y europea, de la época. Bajo su mirada, la ciuda- danfa debié ser cautelosa con sus opiniones, actos o incluso, amistades. Incluso hoy dia, la Gestapo, es simbolo de coercién, control y terrorismo de Estado como la encargada de llevar a cabo el control permanente de la poblacién en el Tercer Reich, uno de los estados mas violentos del mundo. No obstante, Alemania no fue ta dnica que conté con una policfa politica que fiscalizo las actitudes de su pobla- cidn. La realidad es que casi todos los estadas europeos de la época cantaban con informadores que investigaban conspiraciones, posibles revoluciones o sabotajes, dentro o fuera de sus fronteras. La Primera Guerra Mundial habia impactado de lleno-en los palses, tanto participantes como observadores directos, impregnando la violencia en la sociedad. La muerte y las practicas violentas tomaron un papel preeminente en el espectro social, incluyendo la faceta politica. Este cambio: de perspectiva tuvo que convivir con las nuevas tendencias politicas que buscaban ostentar el poder por cualquier via incluyendo {a violencia. El pensamiento general fue que el comunismo, el fascismo, el amarquismo wu otras tendencias tenfan algun tipo de ralz extranjera que intentaba dominar el pais. Por ejemplo, encontramos que casi todos los partidos comunistas europeos estaban apoyados por la Union Soviética (URSS), por tanto el auge del partido comunista en un pals era percibido como un intento de Moscd por dominar dicho pais. A todo ello se suma que, en ese momento, existid una mayor parte de los indi- viduas con un interés por la politica que en contextos anteriores y que no pudieron expresar su descontento, en general, por métodos legales. Asf, la disidencia no sélo se concibe como un miembro de un movimiento politico o social, sino que comienza él auge de la'doctrina de la guerra total, propuesta por el politélogo Carl Schmitt a principios de los aiios treinta, en la cual cualquier muestra de des- acuerda se considera oposicién. La guerra tetal implica vencer al enemigo en todos los campos de actuacién ya que el enemigo ne es aquél militar © politico que amenaza la naci6n, sino cualquier persona patria o extranjera que atenta de manera directa o indirecta contra el orden establecido; con una actitud moral, politica, so- cial.o incluso religiosa o de cualquier otra indole. Sobre estas perspectivas se asentaron las policias politicas u otras organi- zaciones andlogas de la etapa de entreguerras. El Mls briténico o la OVRA italiana tuvieron un objetivo comin: eliminar cualquier peligro para el Estado y seguir ostentando su soberania, fuese ésta mds o menos legitima. En este punto se in- serta la Gestapo que, a través de un estado fascista comovel nazi, consiguié ade- lantar en poder, capacidad y autonomfa a cualquier organizacién similar de su época. Para comprender la dimensién de la Gestapo, sus actuaciones y poder es necesario repasar los antecedentes histéricos que la preceden y compararia con otras organizaciones similares que nos aporten otras miradas de vigilancia por motives polfticos, resaltando sus semejanzas y diferencias. CAZA DE BRUJAS EN EUROPA! EL TIEMPO DE LA PERSECUCION POLITICA Como hemos estado repasando con anterioridad, la, desconfianza del gobiemo para con sus subditos suele llevar a la politizacian social. Hubo multitud de or- ganizaciones basadas en la investigacién y eliminacién de la oposicién politica o social en la primera mitad del siglo xx. Los casos de Alemania o Rusia son funda- mentales por su violencia y poder, pero también debemos observar las actua- ciones de otras policias politicas que operaron en la sociedad de entreguerras Estas organizaciones tuvieron diferentes sistemas de actuacién segdin el pals en el que se crearon. Normalmente, el entramado de policia politica tuvo cardcter se- creto para introducirse entre los elementos de oposicién, detectarlos y eliminarlos. El secretismo fue fundamental para derrocar diferentes movimientes politicos y sociales que comenzaban a proliferar entre los diferentes estados en la posguerra mundial. Para lograr sus metas, las policfas politicas no dudaron en ejercer la fuer- za contra sus objetivos, y asf mismo la oposicién no dudé en enfrentarse de ma- nera violenta al Estado. La violencia politica, por tanto, determiné las interacciones entre el Estado y la disidencia durante e! siglo xix y principios del siglo xx. Este calde de cultivo penetré en las culturas politicas decimonénicas que encontraron en la violencia politica una forma mas de ejercicio y mantenimiento del poder. No obstante, la utilizacién de la violencia polftica no fue en linea ascendente durante el siglo XIX, sino que se conformé a través de las necesidades politicas de los dife- rentes estados europeos pero un individuo de principios del siglo xx podria observar come «habitual» la eliminacién de !a disidencia por la via violenta, ma- xime cuando la Primera Guerra Mundial brutalizd atin mds la sociedad europea. Cuando Hitler llegé al poder, necesitaba mantener el control sobre sus propios ciudadanos, adoctrinarlos bajo su ideologia e impedir todo tipo de opiniones en- contradas, oposiciones o ataques al Régimen. Este tipo de practicas suelen darse en estados policiales como el nazi en el cual el gobierno a las instituciones no se flan de sus propios sdbditos. $7 bien, |a Ilinea entre los palses que podemos deno- minar democraticos y los estados fascistas o parafascistas, respecte a sus prac- ticas de control polftico y social, puede ser difusa. No sdlo la Gestapo sembro el terror durante e| nacionalsocialismo. Otras organizaciones, otros paises establecieron controles similares a sus ciudadanas. E] miedo de los estados a ser parte de conspiraciones nacionales o extranjeras prendid en los gobiernes para crear o revitalizar instituciones de investigacién y eliminacién de actitudes politicas © sociales. No se pretende con esta comparativa establecer una similitud intensa entre la Gestapo y, por ejemplo, el M5 briténico; |a propuesta es presentar las practicas de otras organizaciones para contextualizar e identificar con mayor sol- vencia las peculiaridades de la Geheime Staatspolizei. Para ello hemos selec- cionado una serie de paises con tendencias politicas diversas que podran apor- tarnos un marco general de la situacién de las policias politicas secretas en la Eu- ropa de Entreguerras. Represién fascista: La OVRA de Mussolini —| Estado fascista italiano, bajo el mando de Benito Mussolini, fundé la Organi- zacién para la Vigilancia y la Represién del Antifascismo (Organizzazione per la Vigilanza @ la Repressione dell'Antifascismo [OVRAJ) para proteger sus intereses polfticos. La estrategia para la creacién de una policfa polftica fuerte vinculada al partido y con jurisdiccién propia, el Tribunal Especial, devine de la falta de control que e| Régimen tuvo con las instituciones histéricas italianas, como el ejército, que pudieron formar oposicién politica. Cualquier persona o grupo que atentase contra el fascisma o nolo apoyara de manera contundente pudo ser investigada, detenida, amonestada o ejecutada. La OVRA ejecuté a un niimero reducido de personas, pero las detenciones par sub- versidn fueron muy numerosas. Alrededor de diez mil personas estuvieron en régi- men de «residencia vigilada» en zonas del sur del pais 0 en pequefias islas, en mu- chas ocasiones sin juicio previo. El poder de esta organizacién fue tan eficaz que la amenaza de persecucién fue suficiente para que muchos individuos, sobre todo con delitos menores, cesaran en sus actividades y volvieran a casa con una amo- nestacién. El sistema de delacién fue mucho mds cercano a la Gestapo que a otras organizaciones: la poblacién ayudé a la OVRA a descubrir elementos subversivos © actuaciones peligrosas para el mantenimiento del estado fascista. Al final del proceso, con el acercamiente a la Alemania hitleriana, la OVRA comenzé a perseguir a enemigos de la raza como judfos o gitanos pero con mucha menos incidencia que en el pais germano: Aun asi, muchos tuvieron que ser deportados a campos de exterminio come parte de plan de eliminacién de las razas inferiores en Europa que propugné el nacionalsocialismo. Parafascismo y estado en Portugal: el PVDE E| Estado Novo se establecié en Portugal de la mano de Antonio de Oliveira Salazar en 1933, a través de la Constitucién de ese mismo afio. E] nuevo régimen portu- gués respondié a un Estado cercano al fascismo, que sustituyé la dictadura militar que se instaurd en Portugal en 1926. Pronto, se pusa de manifiesto la necesidad de crear una policfa politica secreta que compaginara la investigacién nacional in- ternacional para defender e| nuevo orden politica. En agosto de 1993, se cred la Policia de Vigilancia y Defensa del Estado (Policia de Vigilancia ¢ Defesa do Estado [PVDE]) qué aunaba la vertiente de prevencién y represién de actitudes politico- sociales contrarias al Régimen, y la secci6n internacional que intervin en la pro- teccién de las fronteras nacionales y en el seguimiento de los extranjeros resi- dentes en el pais. En 1934, e| PVDE asumié mas funciones dentro del Estado desti- nadas a la eliminacidn de la disidencia politica. Con ef fin de detectar, detener, transportary custodiar a los reos condenados por delitos palitico-sociales, se cred la seccién de presos polfticos y sociales. Sélo un afio después, existfan alrededor de mil personas detenidas por cuestiones politicas y a finales de los afios treinta el niimero se habfa cuadriplicado. En 1936, se reorganiz6 el sistema penitenciatio: los presos politicos, nacionales o extranjeros, fueron recluidos en «colonias penales en el extranjero» o encarcelados en centros especiales, donde fueron frecuentes las torturas, la miseria, el hambre y la desesperacién. Una de las colonias mas famosas fue la Colonia Penal de Cabo Verde en Tarrafal, donde se intend a cientos de personas. Los cambios en la actuacién del PVDE vinieron por el camienzo de la Guerra Civil espafiola que afecté de manera directa al Estado Novo y el atentado que sufrio el dictador Salazar en 1938 a manos de fuerzas anarquistas. La lucha del PYDE se orienté hacia la lucha frontal ideolégica, sobre todo contra el comu- nismo, reorganizé sus esfuerzes y redoblé la represién contra portugueses y extranjeros: Estos pasos fueron apoyados por otros paises afines a su politica como Italia y Alemania que ensefaron a los agentes portugueses sus meétodos. Las torturas fueron en aumento: quemaduras, palizas, detenciones sin nil iguna legiti- macidn juridica y sobre tado se tuvo especial cuidada con los espafioles que huye- ron dela ira de Franco. Al servicio de su majestad: el Mis, el servicio secreto de la democracia Un estado democratico como el britanico también conté con un servicio secreto de informacion politica para la seguridad interior, en dependencia de! Home Office (Ministerio del Interior britanico). La historia de este cuerpo de seguridad resulta atin hoy confusa. Los archives integros no han sido expuestos a la luz pablica por motivos de seguridad nacional. Por ello, resulta dificil establecer una linea term- poral definida. La fundacién de la Oficina del Servicio Secreto britanico se remonta a 1909, para llevar a cabo labores de Vigilancia de las actividades politicas del Imperio aleman. Desde su creacidn, se dividié en dos secciones; una dedicada al contraespionaje internacién y otra dedicada a la seguridad interior. En los albores de la Primera Guerra Mundial, tomé el nombre por el que es hisidricamente cono- cido, Mls por tratarse de la Direccién de Inteligencia Militar de la Seccidn §, Tras el inicio de |a Gran Guerra fueron detenidos mas de una veintena de supuestos es- plas alemanes y fueron investigados todos los alemanes residentes en Inglaterra por el Mis y otras fuerzas de contraespionaje britanico. En estas fechas, el mismf- sima Benita Mussolini trabajé coma agente encubierto a las érdenes de Londres. La actividad en fechas préximas ala Segunda Guerra Mundial fue intensa para los agentes del MIs. El comunismo y el fascismo eran enemigos muy poderosos que podfan atacar a Gran Bretafia en cualquier momento. Los agentes, con gran expe- riencia en campo, tuvieron gran éxito en [a tarea de detectar y reconvertir espias establecidos en Gran Bretafia para su propio beneficio. Esta estrategia del M5 su- puso grandes informaciones para ganar ventaja a sus oponentes politicos. Durante la Guerra, el orden cambio. Los britanicos estuvieron aterrorizados por los canti- puds ataques alemanes y el miedo a los esplas sembrd Gran Bretafia. A partir de 1940 comenzaron a proliferar «jaulas» o campos de concentracién para retener prisioneros de guerra dentro de las fronteras de Gran Bretafa. Entre ellas, la Jaula de Londres en activa hasta 1947, albergé miles de prisioneros de guerra alemanes, italianos o japoneses, pero también civiles acusados de traicién, espionaje o sabo- taje. En este grupo se encontraron opositores politicos: comunistas, anarquistas € izquierdistas, entre otros. El Mis fue el encargada de detectar a los posibles oposi- tores y entregarlos, sin juicio previo, al M19, encargado de estas Jaulas. Los dete- nidos sufrieron hambre, frio, torturas y epidemias, algunos no sobrevivieron. Cruz Roja Internacional denuncié a Inglaterra por violar la Convencién de Ginebra de 1929 y pidié la entrada en las Jaulas para observar la calidad de vida de los presos; que, segdn el informe de Cruz Roja, fue deplorable. NKVD, la represién de Stalin El Comisariado del Pueblo para asuntes internos (Narédny Komissariat Vnitrennij Del [NKVD]) operé en la Un n Soviética estalinista como vigilante de los asuntos internos. Heredero del sistema ruso, tuve dos antecedentes claros: la Ojrana de- cimonénica y la Cheka del primer periade bolchevigue. Ambas fueran policias politicas de referencia mundial por el gran poder que acaudalaron y sus brutales métodos de investigacion, detencién y ajusticiamiento. E] NKVD tuvo funciones generales de investigacién criminal, recopilacién de informacién de inteligencia y contrainteligencia, dentro y fuera de las fronteras rusas, asf como de seguridad de miembros destacados del partido. Ademds, ‘se encargaron del control de los teri- dos Gulags’donde millones de personas’ fueron confinadas, torturadas y asesi- nadas. Durante la Segunda Guerra Mundial, los mandos de! NKVD sélo debian responder ante Beria y Stalin, por tanto cualquier mando del ejército pudo ser investigado. Este punto tuvo como hase las distintas intrigas que se urdieron para derrocar a Stalin y sus adeptos. E| NKVD investigé y depurd al ejércite y al partido por estos supuestos hechos_ Las actuaciones de esta organizacién han sido objeto de la mayor critica hacia el sistema de la Unién Soviética. Durante la «desestani- lizacién» se probé que esta organizacién, bajo las érdenes del mismo Stalin, habia llevado a cabo grandes crimenes de lesa humanidad contra adversarios politicos, creacién de pruebas falsas para incriminar a varias personas, violacién de derechos de ciudadanos rusos y extranjeros y actuacién fuera de la ley vigente en la Unién Seviética. E| NK¥D fue, sin duda, una de las organizaciones mas temidas durante el perfodo de entreguerras y la Segunda Guerra Mundial. Bajo su mirada no hubo piedad para cualquier ciudadano ruso 0 extranjero. Su brutalidad ha side reconocida internacionalmente y sélo ha-sido comparable.a las actuaciones desu homéloga alemana, la Gestapo. De los modelos presentados podemos dilucidar que Jas practicas que llevaron a cabo las diferentes policias politicas tuvieron algunos puntos en comin y mul- titud de diferencias. La forma de proceder, los derechos de los investigados o la calidad de la investigacién difieren en unos palses y otros. La diferencia funda- mental que presenta la Gestapo, con respecto a otras organizaciones similares en su: época, radica en el gran poder que llegé a acumular gracias al sistema estatal creado y a las propias pugnas internas del nacionalsocialismo. La Gestapo estuvo por encima de cualquier ley o contro! estatal actuando como un elemento auté- nomo que no se debia a ningdn ministerio ni administracién. Con este inmenso potencial, la policfa politica, fue utilizada en multitud de ocasiones para el ostra- cismo de algunos miembros del gobierno o del partido; asf como funcionarios o personalidades relevantes de Alemania, que se antojaban incémodos para el rég men nazi. Su brutalidad y arbitrariedad no conacié limites y bajo su mando millo- nes de personas fueron torturadas o asesinadas. Sélo un sistema como e| ruso; en manos del NKVD, pudo asimilarse a las actuaciones tan brutales como las que vo la Geheime Staatspolizei. POLICIA PO! ICA E HISTORIA, LOS ANTECEDENTES DE LA GESTAPO La Re: | Academia Espafola de la Lengua recoge como primera acepcidn del tér- mino policia: «cuerpo encargado de velar por el mantenimienta del orden publico y la seguridad de los ciudadanos, a las drdenes de las autoridades politicas>. El significado, entendido alin hoy, evoca una indistincién con el término politica, al enaltecer el orden piblico o de los enemigos de la raza aria, detec- tandolos entre la poblacién, custodiandalos y destruyendo cualquier tipo de rastro que dejaron asu paso. La condicién de enemigo de la raza pasaba por todo aquel que no pudiese asimilarse al ideal de hombre o mujer germano: extranjeros, débi- les, homosexuales, discapacitados, etcétera: En el grupo de extranjeros, cualquier elemento extrafio que estuviese asentado en la sociedad alemana debié ser separado segiin la ideologfa del estado biopo- litico: Un lugar destacado en la persecucién mas feroz lo tuvo el pueblo judio; entendiendo el término como descendiente de hebreos o de confesién, cultura o tradicién judia. Como sefialamos en el capitulo anterior, la nacién excluyente crea- da porel nacionalsocialismo bebid del odio hacia el pueblo judfo. Contra ellos el Régimen expandié su odio: la persecucién fue incesante, fueron eliminados de la vida social y publica, los matrimonios mixtos quedaron prohibidos y se les-negé la ciudadanfa y los derechos. El pueblo judio sufrid en carnes propias la ley de la Gestapo, ya que miles de personas fueron arrestadas por esta institucién y confi- nadas emcampos. Un apellido que pudiera asociarse con la lengua hebrea era mo- tivo de detencién inmediata. Otro grupo que se persiguié con especial incidencia fue el pueblo gitano o romani. La persecucién del pueblo gitano tiene una larga tradicién en las socie- dades europeas. La imagen del gitano fue vista como simbolo de inadaptaciGn so- cial, vagabunderfa 0 come simples criminales. Los idelogos de las politicas racia- les del Tercer Reich consideraban que el pueblo gitano era una raza inferior, al igual que los judfos. En 1993 perdieron la ciudadania alernana, que no les fue reco- nocida hasta 1982. A! menos doscientas mil personas de etnia gitana fueron ejecu- tadas en toda Europa bajo las érdenes del Régimen nazi. Otros sufrieron el trabajo forzado, la deportacién a zonas ocupadas de Polonia principalmente, el interna- miento en campos de concentracién o los terribles experimentos del doctor Josef Mengele. Homosexuales en un campo de concentracién lucienda e| distintivo del tridngulo rosa que les obligaron a portar para distinguirles de otros reas. En el caso de los ciudadanos alemanes, el nacionalsecialismo aplicé las mis- mas téorias biopolfticas para apartarlos de la sociedad. La mejora de fa raza pasé por castfar o en Gltima instancia, eliminar a personas que no se amoldaban al ideal nazi. Dentro de este grupo se éiiglobaban delincuentes, pedéfilos, discapacitados: débiles, haraganes o homosexuales, entre otros. Cualquier persona que no fuese valiosa para el engrandecimiento del Reich debfa ser apartada de la sociedad. Con especial incidencia la Gestapo persiguié a los homosexuales. La condicién sexual suele ser un aspecto de la vida privada y, por tanto, los agentes debian investigar a fondo quiénes eran. E] Cédigo Penal de Weimar prohibla expresamente la homose- xualidad, pero durante su andadura varias organizaciones a favor de los derechos sobre sékualidad lucharon para conseguir la tolerancia, al menos’en el plano so- cial. En estos afios, se llevé a cabo un pequefio cambio en las mentalidades que toleré en cierta manera la visibilidad de la homosexualidad, ademds de publica- ciones y otganizaciones especializadas. Cuando el nacionalsocialismo ostenté el poder comenzaron a crearse las denominadas «listas rosas» donde se identificé a homosexuales, organizaciones, lugares de encuentro o publicaciones para /a tole- rancia y libertad sexual. La condicién de homosexual sé persiguié tachandolos dé enférmos y desechos sociales (la imagen del homosexual en aquel momento era asociada a un hombre sin valentla, fuerza, ni capacidad de defensa, todos ellos ideales de fa raza aria). Los homosexuales fueron detenidos, vejados, maltratados y recluidos en cam- pos de concentracién con un distintivo rosa. Se experimenté con varios internos en los campos de concentracién, a las que se les suministraron supuestas «curas» para su tendencia sexual de gran brutalidad. La oposicién indeterminada: elementos peligrosos para el Régimen Otro de los puntos clave de la seguridad estatal del Reich constituyé el asesinato por razones de Estado sin pasar por la condicién de proscrito, sino de manera se- creta o extraoficial, a individuos incémodos para el Régimen por las mas variadas razones. En este punto resulta interesante el caso de las SA, |as fuerzas de asalto del Partido Nazi hasta su destruccién la Noche de los Cuchillés Larpos en 1934. Las fuerzas de Asalto hablan apoyado al Partido Nazi hasta su llegada al poder, constituyendo un papel importante én el ascenso de Hitler. Esta organizacién diri- gida por Ernst Réhm estaba fundamentalmente formada por desempleados y trabajadores con poco potencial econdmico. Su ideologfa se encontraba a la iz- quierda en el Partido Nazi, sobre todo con un componente anti capitalista, segura- mente por la coindicién social de sus miembros. Tras la toma del poder por Hitler, su autoridad como fuerza armada crecié en toda Alemania. Este aumento de poder, seguido de varios conflictos entre R&hm y dirigentes del partido, la Gestapo 9 las mismisimas SS, apuntalaron la idea de que las SA eran mas un elemento peli- in de los groso que un aliada fiel. La presidn hizo que Hitler ordenase la depuraci camisas pardas el 2 de julio de 1933 por fuerzas de la Gestapo y las SS. Este ejem- plo es sélo uno de tantes en los que el Régimen anuld a un elemento peligroso para su statu quo. Las luchas internas del partido o las instituciones nazis se sal- daron, en multiples ocasiones, con la vida de miles de personas. En este grupo también se inserta lo que se denominé «Organizacién negra» por la Gestapo. Estas personas, con tendencias polfticas derechistas pero descontentos con el Régimen crearan nticleos de oposicién politica o econdmica contra Hitler. En este grupo, poco coordinado y con escasa fuerza efectiva, se encontraron conser- vadores, intelectuales de la alta sociedad alemana, facciones de! ejército, mondrquicos o liberales. La vigilancia de estas personas fue igual o incluso mas importante que la que la Gestapo utilizé centra la oposicién izquierdista y muchos fueron ajusticiados al acusarlos de alta traicién contra el Estado Aleman. En general, la Gestapo desarrollé diferentes actividades contra los proscritos de| Estado y contra todos aquellos que intentaron oponerse a sus directrices. Ha- blar de forma inadecuada sobre el Régimen o el Flihrer, ocultar'a un perseguido o tener ciertas amistades pudo suponer la detencién inmediata. A lo largo de la dictadura, con los cambios organizativos que la Gestapo llevé a cabo, la perse- cucién de los enemigos y los métodos para realizarlo fueron especializandose. Si en los primeros afios la policia politica orient6 sus fuerzas a investigar las acti- tudes politicas de los alemanes, mds tarde se buscaron culpables entre los de- nominados enemigos de la raza; La espiral de violencia'no cesé hasta la catda de la Gestapo en 1945 y su poder tuve un ascenso metedrico que la hizo ser la organi- zacién mas temida de la Edad Contempordnea. Los primeros afios de la Gestapo Mientras [la Gestapo] lleve adelante e| deseo de los lideres, esta actuando legalmente. Dr. Werner Best Jurista del nacionalsocialisma E| 23 de junio de 1933 el gobierno nazi de Alemania promulgs la ley que anulaba todas las condenas existentes —unos cuarenta mil procesos abiertos— contra los nacionalsocialistas en la etapa de |a Republica de Weimar. Esta ley incluyé la pues- ta en libertad directa de cualquier inculpado por esta causa, la destruccién de sus expedientes y la depuracién de cualquier responsabilidad, Cientos de aliados del nacidnalsocialismo salieron a la calle y miles de ellos limpiaran su nombre de cualquier sospecha de delito, incluyendo varios de sus lideres. Comenzé asf una nueva etapa juridica para Alemania: la ley era la ley nazi. La norma vino a ratificar la amnistia para delitos cometidos «por la patria» promulgada el 23 de marzo de 1933 en la primera sesidén del nuevo Reichstag, a través de su presidente: Hermann Gd- ring. El fue el creador de muchos de los cambios que se sucedieron en la juris- diccién alemana en las afios siguientes, ya que tenfa la fuerte conviccién de que revestir de un halo de legalidad sus actuaciones |e traerfa muchos beneficios en e! futuro Hermann Garing. Nacio en Baviera en 1893 en el seno de una familia acomodada. Su padre fue saldado profesional en la era Bismarck y él siguié la estela familiar dedicandose toda su vida.al arte de la guerra, contra el enemigo interior o exterior. En ese momento ya habia tendido sus redes sobre las instituciones prusianas y en conereta en su policia. Sobie todo, en el gran artifice de la caza a los nazis du- rante el periodo de Weimar y que incité varios de estos procesos fue, durante afios, la seccién JA de la policia politica prusiana. Muchos de los aliados del nuevo régimen nazi en Prusia habfan pasado por sus despachos, interrogatorios, torturas © calabozos. La fuerza de esta institucién era de sobra conocida para los nuevos mandatarios del Reich. Sabiendo su poder gquién podria rechazar dominarla? G6- ring intuyé mucho antes de la |legada.al poder que, a través de una persona fuerte y sin muchos escrdpulos, la organizacién podria aleanzar un poder mas alla de lo imaginable en aque! momento. ¥ €l no iba a desaprovechar esa oportunidad. Afios atrds, Hitler y sus lugartenientes tenfan decidido crear un servicio secreto bajo sus drdenes. Esta nueva policfa fue perfilada por dos de los hombres fuertes del par- tide, Goebbels y G&ring, en los afios previos a 1993. Esta idea partid de la visién de desconfianza que tuvieron los nacionalsocialistas de la poblacién y de sus propios adeptos. La norma era investigar, instigar e intervenir cualquier tipo de oposicién.a cualquier precepto impuesto por la doctrina mazi. Ya en 1932 se creé el SD o Sicherheitsdienst, dependiente de las Schutzstaffel o SS, que se concibié como.un defensor de los enemigos del nacienalsocialismo dentro y fuera del propio NSDAP. Esta organizacién fue crecienda con una red de agentes por todo el Reich en consonancia con el poder que fueron acumulando Hitler y los suyos. Cuando se dio la toma del poder, e! SD ya era una organizacién estructurada y considerada, sobre todo tras la caida de !as SA, el servicio secreto oficial del Partido Nazi. Sin embargo, esto no era suficiente. Aunque el SD era un arma de informacién no contaban con la efectividad para llevar a cabo la ejecucién. Para ello se desa- rrollé paralelamente la idea de la Gestapo. En este caso, la piedra angular de la re- forma policial seria una policia politica secreta, al estilo prusiano, que ya funcio- naba en Alemania y podia otorgar muchos beneficios al anhelado nuevo Reich. Se proyecté, ademds, come la primera policfa nacional alemana, al margen de parcela- mientos locales. Aunque Goebbles y Géring fueron los idedlogos mas importantes a la hora de teorizar sobre la nueva policia y su papel en el Estado, otro hombre fuerte pugnaba por el poder. Este no era otro que el jefe de las SA, Ernst Réhm, que desde 1931 controlaba el ejército de jévenes camisas pardas que cantaba con unos dos millones de miembros. Cuando se planted una reforma policial e] nom- bre de Réhm fue uno de los primeros que rondaron la mente de Hitler, si bien fue descartado por el gran poder que habfa acummulado al manda de las temidas SA, En su desarrollo, la pugna por la direccién de la Gestapo fue una lucha entre varias de las personas mds cercanas a Hitler que fueron tejiendo sus redes para acumular todo el poder posible y, como no, la Gestapo era una fuente inigualable de poder, aunque como era costumbre el Fuhrer tenia la Gltima palabra. El fue el que permitid que sus aliades se enfrentasen entre si para conseguir mas poder ya que, de este modo, los tenfa mucho mas controlados. L_GERMEN DE LA GESTAPO E| 30 de enero de 1933, el nacionalsocialismo se hizo con el poder en toda Alemania y comenzé asf la época mas oscura y siniestra para el pals. Pero, en aquel mo- mento, la que fue una de sus armas mas mortales, |a Gestapo, no contaba con mas que un pequefio despacho para su director, Rudolf Diels, y un pufado de hombres de campo. La seccidn IA de la policia politics prusiana fue el germen que inspiré alos nazis para la creacién de un arma potente contra los enemigos del Es- tado y del propio NSDAP. Parece inimaginable pensar que en tan poco tiempo la organizacidn diese un giro tan radical que le llevé de una pequefia seccién provin- cia| a extenderse por toda Alemania y Europa. Por ello, los estudios sobre esta or- ganizacién no pueden ser en ningun caso lineales: existieron varias caras de la Gestapo. Como sabemos, el origen de la institucién es la unificacién de varios cuerpos de seguridad de los diferentes Estados alemanes que se centralizaron y unificaron con la fase conecida come la «coordinacién» que inicié el nacional- socialismo. Nos enfrentamos, por tanto, a todo un entramado institucional que cuenta con especifidades de cardcter local y temporal muy importantes. Si bien, podemos definir unos rasgos comunes que son la esencia de la organizacién al margen de distinciones particulares. Lo que no es posible obviar es el tiempo. E desarrallo de la Gestapo fue rapido, tenaz, imparable, pero no nos enfrentamos a la misma organizacién en su creacién que, por ejemplo, en los afios mas duros de la guerra. Su evolucién responde a variables de todo tipa, pero sus jefes y !a conni- vencia con la sociedad fueron la parte integral de estos cambios. Rudolf Diels. Fue abogado y policia de oficio. Durante sus-estudies en Marburgo, se reté en numerosas ocasiones con otros compafieros, normalmente de clase alta, que le ocasionaron las muiltiples cicatrices que cruzaban su rostro. El proyecto de Géring y la oportunidad de Diels El presidente del Reichstag, Géring, fue el primer responsable dé la qué seria la or- ganizaci6n mids temida de su tiempo: la Gestapo. El fue el que puso en marcha el mecanismo de la lucha contra los enemigos del Estado en Prusia que cambid |a or- ganizacién por completo. Géring, ademas presidir el Reichstag, fue ministro del interior de Prusia, ministro de Estado y comisario de aviacién, su vocacién prin- cipal. Este excombatiente fue una pieza central en el entramado del nacional- socialismo y en el rumbo que tomaron los acontecimichtos. GSring pasd de una vida de gloria por su actuacién como pilato de combate en la Primera Guerra Mun- dial, que fe valié el ascenso.a capitan y la condecoracién mas alta de Alemania de manos del Kaiser Guillermo, a una situacién de precariedad social y econémica tras la guerra. Ademds, la Gran Guerra le legé una cojera permanente, tras ser alcanzado por un caza inglés en 1919, que le caracterizaba y atormentaba a partes iguales. Aun asl, GSring vivid los momentos finales dela Primera Guerra Mundial manteniendo una fachada de honorabilidad que su linaje acomodado le requeria, pero en la intimidad no vivid la posguerra mejor que un vagabundo. A todos los problemas de Gdring se afiadié su tremendo rencor hacia las potencias vencedoras por haber destrozado Alemania. Crefa, como tantos otros, que los valores de la Alemania Imperial se habfan perdido durante el fin de la gue- ray el inicio del orden impuesto de Weimar. El identificaba su desdicha personal con la del pafs que habla defendido y se le hacia insoportable. Un dia se acercé, como era habitual en su rutina, a una manifestacién contra el Tratado de Versalles en Manich, una de las muchas que proliferaron en la Alemania de posguerra: Alt, se encontraba-un joven oficial al que le presentaron como Adolf, el gran.orador que Pronuncié un discurso sobre las consecuencias de la Primera Guerra Mundial para Alemania, su preocupacién principal. El mismo se encontraba en la lista francesa de responsables de guerra. Desde aquel momento el destino de Géring y Hitler quedé unido. Su incorporacién al partido fue inmediata y dio un empuje funda- mental: él era la persona capaz de otorgar a la organizaciém unm halo de honora- bilidad y, a su vez, reorganizar sus fuerzas armadas para crear un pequefio, aunque eficaz, #jército nazi, Aunque finalmente las fuerzas de asalto fueron dirigidas por Réhm, €l otorgé varias claves para que la efectividad de estos hombres fuese la maxima. De esta etapa nacié una larga enemistad con Réhm por la lucha por el control de las SA. Tras patticipar en el putsch de Munich con sus compaferos nazis, tuvo que exiliarse de Alemania hasta 1927, momento en el que comenzé su etapa dorada. Géring. fue parlamentario por el NSDAP desde su eleccién en 1928 y desde 1932, presidente del Reichstag. Este cargo le fue otorgado por Hitler tras una maniobra maestra, porque Géring lo nacionaliz6é como aleman de pleno derecho. La constitucién de Weimar obligaba a los presidentes a tener |a nacionalidad ale- mana y, como sabemos, Hitler tenia nacionalidad austriaca. Asi, un escolle se interponia para que los nazis llegaran a la Cancilleria de Alemania a través de'su fi- gura principal. Géring tuvo una idea maestra: utilizando sus amistades en Brun- swick, donde simpatizaban con la causa nazi, nombraron a Hitler asesor del go- bierno en este lugar, lo-que le confirié automaticamente la nacionalidad alemana dejandole via libre para llegar al poder. Esta estratagema, que fue una ayuda inesti- mable para Hitler, le sirvié a Géring para alcanzar cotas altas de poder dentro y fuera del partido: Pero adin ansiaba obtener mds, su objetivo: el control dela poli- cia politica. Tras su nombramiento como ministro de! Interior prusiano, se hizo cone! control efectivo de toda la policia en este territorio, incluyendo la seccién IA. La agudeza de Géring consiguié desterrar los Gltimos resquicios de poder que mantenfan los politicos de Weimar. Aunque él fuese ministro del Interior prusiano, aun tenia por encima des hombres de Weimar, el comisario de! Reich en Prusia, Van Papen y al ministre del Interior del Reich, Wilhelm Frick, y, por ditimo, a la ley vigente. Uno a uno, como fichas de domind, las barreras que cercaban #| desa- rrollo de una organizacién como la Gestapo fueron cayendo: La primera tarea de Géring fue la purga de los antiguos policias, el 8 de febrero de 1933. Necesitaba personal afin para llevar a cabo sus planes. En este punto entra en escena un personaje controvertide, Rudolf Diels. £| habia sido director de la seccién IA en los dltimes momentos de Weimar y habia luchado contra los nazis y los comunistas por igual, Diels contaba con una capacidad de adaptacién muy alta y una perspicacia fuera de lo comin. Sélo él entendié que la llegada de los nazis-al poder era irrefrenable y que la informacién serfa su arma mas valiosa. De este modo, se hizo con los expedientes personales, confidencias o inculpaciones de muchos de sus jefes, compaferos, soplones o vigilados, entre ellos miembros de! NSDAP, en 1932, y que entregé gustoso a Géring, cuando atin era tinicamente presidente del Reichstag. Esta informacién fue una valiosa arma para ambos, en los momentos previos a la toma del poder. Con esta argucia, ademés, se facilité la purga policial'y Diels consolidé su lugar privilegiado como mano derecha del nuevo responsable de Interior prusiano y jefe directo de la nueva policia politica. En sdlo unas horas se destituyeran mas de la mitad de los comisarios que répida- mente fueron remplazados por personal afin reclutado entre las flas de las SAy las SS, principalmente. La purga no fue tan brutal como en otros departamentos por- que, al parecer, muchos de los antiguos policias se brindaron a sus nuevos jefes. Sin embargo, algunos fueron expulsados de! cuerpo ‘por antiguas rencillas con miembros del NSDAP o por cuestiones de indole politica sobre todo en los cargos més altos. Mientras, Diels entendio a la perfeccién lo que los nuevos gobernantes esperaban de la labor policial. Bajo sus érdenes se creé el Departamento especial de «lucha contra el comunismo», nucleo fundamental de lo que serfa mas tarde la Gestapo. Se amplié el presupuesto y nuevos hambres de confianza entraron a for- mar parte de las filas de la policia politica. Ademas, el 22 de febrero de 1933 se nombré a la policia, SA y SS como policia auxiliar, teniéndoles bajo sus érdenes directas y aumentando de manera mas que considerable sus efectivos. Fotografia del interior del edificio § de la calle Prinz-Albrecht, sede central de la Gestapo (1934). Berlin, Alemania. Hoy en dia es un museo conmemarativo de las victimas del nacionalsocialismo. La sede central elegida fue el ndmero @ de la calle Prinz-Albrecht en Berlin, an edificio que irénicamente fue un espacio de debate cultural y politico en la etapa Weimar. En adelante, este edificio fue conocido come «la casa del terrom en toda Alemania junto con en su expediente: una abuela con antepasados judios. No esta del todo claro que se conociese entre los lideres nacionalsocialistas esta condicidn, aunque es pro- bable que el todopaderoso Himmler lo conociese y le instase a superarse para lim- plar su nombre. Lo que sies seguro es que los ideales del nacionalsocialismo cala- ron por completo en Heydrich, su fidelidad a las ideas fue clave a la hora de llevar a cabo la tarea mas importante del Reich: eliminar a todos los enemigos reales o imaginarios de! Estado y el partido. Los métodes ideados por él y su entusiasmo a la hora de |levarlos a cabo le sirvieron como acicate para conseguir mas-y mas poder. En 1939, Reinhard, ese joven poco entusiasta y arrogante, habla dado paso.a Heydrich, disciplinado, capaz, idealista e inhumano. El atendia todos sus cargos a un ritmo inasequible para sus: subordinados e incluso para sus superiores. Su papel se convirtié en indispensable porque bajo su.mando estaba la red de segu- ridad que Hitler necesitaba para llevar a cabo sus planes. Esta responsabilidad se combiné con el temor que infundié entre los suyos y contrarios, ya que nadie es- tata a salve de él y sus informantes. En septiembre de 1941, Heydrich fue enviado a Praga para relevar al Reichs- protektor de Bohemia y Moravia, Konstantin von Neurath. Este cambio devino de la relajacién que Von Neurath tuvo con el procedimiento a seguir con la oposicién checa y probablemente de una estrategia de Himmler para alejar al jefe de la RSHA de los asuntos alemanes, donde hacia sombra a Hitler y a él mismo. En 1941, la guerra avanzaba a buen ritmo para Alemania y el punto de mira era ta limpieza étnica; social y politica en Europa bajo fos pies del Reich de los Mil Afios. Para los checos residentes en el Protectorado la llegada de Heydrich suponia su desinte- gracién, ya que su fama le precedia. Las huelgas y disturbios eran habituales antes de su llegada, pero con Heydrich ¢l silencio imperé ¢ incluso comenzé una etapa ica. Este de adhesiones al nacionalsccialismo motivadas por la bonanza econd cambio de los acontecimientos no fue gratuito, sino que fue a costa de la vida de miles de personas. Su labor sanguinaria le brindd el apodo del Carnicero de Praga. La situacién era insostenible para la oposicién y las potencias aliadas, que vieron sus esperanzas de victoria diluirse ante el cambio de actitud local. Si Checos- lovaquia cedia completamente, muchos otros paises podrian seguir su ejemplo y resignarse a las érdenes alemanas. Por ello, se imiciaron los preparativos para rea- lizar una ofensiva que minara la moral del nacionalsocialisma. La idea de la Opera- cién Antropoide se preparé a expensas de Winston Churchill y-el presidente checo en el exilio, Edvard Bene. Se ided la estrategia de dar un golpe de efecto al Régi- men nazi que lo desestabilizara hasta sus cimientos. Con este propésito la noche del 28 de diciembre de 1941 se enviaron dos comandos checas residentes en Reino Unido liderados por Jan Kubi’ y Jozef Gabéik que lograron contactar con la resistencia checa en Praga. Utilizaron los prapios métodos de Heydrich para cer- carle. Le siguieron, investigaron su residencia, el Castillo de Praga, y tomaron buena cuenta de su rutina durante meses. Observaron gue su chéfer aminoraba la marcha del Mercedes Benz 320 descapotable que llevaba a Heydrich en su trayecto matutino de su residencia’a las oficinas por culpa de una‘curva muy cerrada. Ese fue el lugar elegide y el coche el mejor elemento, ya que el jefe de la RSHA no lle- vaba escolta alguna. Dia 27, un bonite domingo de mayo de 1942, tres guerrilleros se apostarom de buena mafana en el lugar indicado llevando consigo una granada antitanque britd- nica y un subfusil de asalto. Aunque Heydrich se retrasé en su rutina, los oposi- tores consiguieron mantener la calma y esperar. Poco después de las diez de la maiiana, | Mercedes llegé al lugar indicado pero Heydrieh, aunque sin escolta, supo que algo iba-mal. Adin'en marcha, consiguié bajarse del coche para perseguir a Kubi3, al que habia-visto y que portaba una de las armas. En ese preciso mo- mento la granada impacté contra el vehicula. Las esquirlas inmovilizaron a Hey- drich que pudo ser trasladado con: vida al hospital mientras que los guerrilleros escaparon pensando que habian fallado. Ocho dias después Reinhard Heydrich murié tras una tremenda agenfa por sus heridas infectadas. La Bestia Rubia, el Carnicero de Praga y el candidato perfecto para relevar a Hitler habfa sido elimi- nado por la resistencia checa y la inteligencia britdnica. El] Reich quedé tocado, la Gestapo hundida. Nadie imaginé que alguien se atreviera a atentar contra |a vida de une de los jerarcas nazis mds importantes y al parecer la Gestapo no tenia la mas remota idea del atentado. Raépidamente Hitler ordend la Operacion Reinhard, gue supuse la eliminacién de dos pueblos checos completos (Lidice y LeZaky) y més de diez mil checos fueron detenidos y seiscientos ejecutados, como venganza a su muerte. Sélo uno-de los asesinos de Heydrich supo que lo habfan conseguide al denunciar a sus compaferos. Las SS y la Gestapo sitiaron Praga y cien miem- bros de la resistencia, entre ellos los perpetradores del atentado, fueron asesi- nados cuando se parapetaron dentro de fa Iglesia. Mas de mil personas fueron asesinadas en dos semanas'y el resto fueron enviados-a campos de concentracién, incluidos todos los familiares y allegados de los resistentes checos. Es considerado el primer asesinato en masa que realizG la Geheime StaatsPolizei en su historia. E| Mercedes Benz 320'de Heydrich después del atentado dentro de la Operacién Antropoide que causé su muerte. El atentado fue un desastre para la imagen de la Gestapo, dentro y fuera de Ale- mania, y alenté las esperanzas de otros resistentes. Las responsabilidades de la-or- ganizacién pasaban por proteger cualquier intento de asesinato, sobre todo contra su jefe directa, Heydrich. Miller estaba desclado, no podfa comprender cémo ha- bian podido llegar hasta Ja alta élite nazi por delante de sus narices. Por ello, par- ticip6 activamente en la Operacién Reinhard, intentando solventar el grave error que habian cometido. Durante unos meses el propio Himmler se hizo cargo de la RSHA a titulo personal, no podia permitir que se pusiera en tela de juicio la organi- zacién que habia creado. Ademds, esta falta no era la primera: desde el comienzo de la guerra los atentados en toda Europa tuvieron mayor intensidad sin que la Gestapo pudiese hacer nada al respecto. Parecié que ¢l cambio de la balanza en el terrena bélico afectaba de manera directa también para las fuerzas represoras: la muerte de Heydrich en Checoslovaquia, el levantamiento del gueto de Varsovia en 1943 0 el macimiento de los «maquis» franceses, ese mismo. afio, supusieron un reto para la Gestapo y sus colaboradores. Su respuesta siempre fue la misma: represién y terrar, lo que |e hizo perder paulatinamente la confianza de la pobla- cién invadida. La ténica general siempre fue la misma pero existieron territorios donde la incidencia de la represién, las condiciones territoriales o incluso las intenciones del Fithrer-crearon diferencias significativas. LA IMPOSICION DE LA GESTAPO EN EUROPA La tarea de la Gestapo fuera de sus fronteras no fue una tarea facil. A los miltiples problemas que hemos comentado se afiaden otros, de Indole contextual de los pal- ses en los que se instalé. Cada territorio tuve unas dindmicas diferentes a la hora de-enfrentarse a estos huevos usurpadores de la policfa que ya regia en sus fron- teras. Sin embargo, la Gestapo tuvo el apoyo total de las instituciones nazis y de miles de hombres y mujeres nativos de Austria, Francia, Holanda o Checos- lovaquia, para hacerse con el control social. A la caza del antiguo Imperio austrohiingaro La paz impuesta en Versalles declaré el desmembramiento de Austria-Hungria, vencida en la contienda, dejando un crisol de estades en el centro de Europa. Los antiguos territorios quédaron repartidos en siete Estados: La Repiblica Austriaca Alemana, Hungria, Polonia, Checoslovaquia, Rumania, Reinos de los Serbios, Croatas y Eslovenos, pero las diferentes nacionalidades quedaron dispersas en cada rincén de cada uno de ellos. El Imperio de los Habsburgo cayé en manos de las potericias aliadas que procedieron’a dividirlo eh pequefias repdblicas y reinos independientes para restar fuerza tanto a la Alemania vencida como al bolche- vismo que se extendia desde Rusia. Pero estos Estados estaban marcados por la problematica fronteriza que se fue conformando de manera casi definitiva durante la segunda década del siglo xx y de las nacionalidades que, aunque se vieron fortalecidas por la norma de los Catorce Puntos del presidente de Estados Unidos Woodrow Wilson, nunca llegaron a independizarse del pals al que pertenecian obligatoriariente. Por otra parte, la dependencia de Alemania éra evidente en toda Europa Céntral, como ya lo era antes del conflicto, y los esfuerzos de Francia e Inglaterra por insuflar algo de independencia econdémica fueron en vano. Pronto la carestia y desesperanza habfan calado en varios puntos del antiguo Imperio aus- trohtingaro, que vio sus aspiraciones sumidas en el caos, la precariedad y las dife- rencias nacionales. El caso austriaco Versalles incluyG ademas una clausula fundamental en el desarrollo de los acon- tecimientos que fue la prohibicién de la unién entre la Repdblica Austriaca Ale- mana y Alemania. A ojos de los aliados una potencia surgida de la unién de estos dos territorios podria hacer caer el statw quo suropeo forjado tras la guerra. La prohibicién no satisfze a ninguno de los dos paises, sobre todo a Austria, donde muy pronto comenzaron a realizarse plebiscitos a favor de !a unién con su vecine alemdn. Basandose de nuevo en los Catorce Puntos de Wilson, una buena parte de los austriacos exigian su derecho a incorporarse a cualquier Estado como principio de |a autodeterminacién de los pueblos: Se esgrimfa el principio de que el Tratado de Versalles mo tenla la potestad de restar los derechos de los pueblos en base al discurso de la paz. En diferentes regiones se llevarom a cabo referéndums sin base legal y espontdneos que apoyaban la idea del Anschluss (‘anexidn'). Mientras, la Ale- de mania de Weimar, sumida en los problemas que ahogaban la Republica, dej lado estos intentos austriacos al menos hasta la llegada de los afios treinta, pero el NSDAP tuvo:contactos con el incipiente Partido Nazi austriaco: desde su creacién Desde 1933 se estudiaron los métodos a seguir para que se produjese la ansiada union. Para la Alemania de Adolf Hitler, su patria, Austria, representaba una parte mds del territorio alemdn. Su idea del Anschluss era compartida por gran parte'del pueblo alemén y austriaco que se crefan hermanos separados por la vileza de las potencias vencedoras de la Primera Guerra Mundial. Paro |a empresa no era facil, habia infinidad de razones que hacian inviable la unién y la maquinaria de! Estado alemén y el Partido Nazi comenz6 a trabajar. La frontera fue diluida poco’a poco por los espias y agentes que cruzaban de unoa otro lado para crear el caldo de cul- tivo que permitiese el plan de Hitler. La Gestapo, de reciente creacidn, trabajé con el SD, adn independiente del Estado, para realizar atentados, sabotajes, asesinatos € incluso apoyar un golpe de Estado contra el presidente de Austria, Dollfuss: La estrategia comandada por el propio NSDAP no estaba dando los resultados espe- rados y Hitler exigié cambiar el rumbo de las actuaciones para lograr la eficacia. Entre 1934 y 1936, la Gestapo tomé preeminencia en las intervenciones en Aus- tria haciéndolas clandestinas, inapreciables a los ojos de la sociedad. Se emplea- ron a fondo en la bdsqueda de opositores, el cerco-al gobierno ahora en:manos del presidente Kurt Schuschnigg y el apoyo férreo al Partido Nazi austriaco: Se socavé la moral de las nacionalidades para que instigaran al gobierno sobre su papel en el Estado, siempre de manera secreta. El 11:de marzo 1938 varios nacionalsocialistas austriaces tomaron edificios gubernamentales y dos dias después, soldados acompafiados de, por aque! entonces, la Direccién de Seguridad del Reich, a las Srdenes de Heydrich, penetraron en Austria de manera oficial. La organizacién de la policfa politica en Austria, dirigida por Himmler, requirié el apoyo en el personal policial austriaco sin apenas realizar una purga exhaustiva, apoyados por los nazis austriacos. Aunque subordinados a los nazis, e| personal de la Gestapo en Austria fue principalmente autéctono; como sefiala el investigador Francisco Miguel del Toro en su tesis Nazisnro y Resistencia en Austra, la composicién de la Ge. ftapo vie- nesa comenz6 con un porcentaje de casi el 70 9% en 1938 llegando al 82,24 36 entre 1944 y 1945. Se crearon seis distritos administrativos donde la Gestapo ac- tuaba de manera local y un gran centro en Viena a expensas de la Gestapa de Ber- lin. El jefe de la policfa austriaca fue Kaltenbrunner, ultimo jefe de la RSHA y que consiguié muy buenos resultados en Austria, instalado en su despacho de Viena del Hotel Metropole, sede de la Gestapo austriaca. Este hotel, destruido por un bombardeo:en 1940, recluyé a miles de personas que fueron torturadas y asesi- nadas entre sus muros y las celdas que albergaron. En las primeras oleadas de detenciones practicadas por la Gestapo, de marzo y diciembre de 1938, llegaron a recluir a veinte mil personas. Los presos austriacos fueron enviados en primera instancia al campo de concentracién de Dachau y en agosto de ese afio comen- zaron las obras para el campo de concentracién de Mauthausen, cerea de Linz, en Austria, concebido como un campo de concentracién para indeseables sociales (prostitutas, vagabundos, homosexuales, etc.). El trabajo fue realizado por presos del campo de concentracién de Dachau donde ya habia miles de internos aus- triacos. Pronto, este siniestro lugar se convirtié en un campo de trabajos forzados, por la cercania‘a las:canteras-de granite, habitado por presos politicos en su mayo- ria—entre ellos miles de espafioles que huyeron de la dictadura de Francisco Fran- co y fueron capturados en la Francia ocupada~ pero también poblacién judfa, gi- tana, religiosas, etc, sometidos bajo la etiqueta de «los incorregibles». Checoslovaquia o la primera prueba de la Gestapo en el extranjero El 28 de febrero de 1938 ¢| Fiihrer dio un discurso en el Reichstag para apoyar su reciente asuncién directa y personal del mando del ejércite aleman, insistiendo en la imperiosa necesidad de la unién entre el ejército, el Estado y el Partido Nazi. A su Vez, esgrimid el pangermanisma en la sede del Parlamento alemnan pidiendo la dignidad de todos los hermanos germanos que viviesen fuera de las fronteras del Reich. E| 12 de septiembre de este mismo afio, su discurso se radicalizé afirmando en Ndremberg que los. alemanes de Checoslovaquia estaban siendo torturados por el gobierno checo que buscaba su exterminio. Diez dias después se acordé en la Conferencia de Munich la anexién de los Sudetes checos, de mayorla germana, al Reich alerndn. La RepUblica de Checoslovaquia contaba con una mayorfa checa (7.000.000) y des grandes minorias los. eslovacos. (3.000.000) y los alemanes (3.500.000), estos Ultimos instalados en su mayoria en la zona conacida como los Sudetes. Los Sudetes son la regién mas préxima a Alemania, con una gran riqueza mineral y natural, que desde 1923 apelaron a la autodeterminacién de los pueblos para introducir consignas pangermanistas en la zona. Ademas, en octubre de 1934 Konrad Henlein, de padre aleman y madre checa, fundé el Frente Patriético Ale- man de los Sudetes (Deutsche Heimatfront) que exigia la autonomia del territorio de Checoslovaquia. Poco a poco, esta organizacién fue acercdndose al Partido Nazi, que le imprimié su apoyo y la semilla del antisemitismo. La Gestapo co- menzé su tarea cerca del Frente Patriético que varié su nombre a Partido Aleman de los Sudetes (Sudetendeustchen Partel [SPD]) infltrandose en asociaciones culturales, deportivas, regionales, etc., creando semilleros pro-nazis. A su vez, se realizaban labores de alto espionaje militar, de recursos econémicos, naturales y sociales y la buisqueda activa de colaboraciones a su causa, voluntarias o chanta- jeadas con asuntos personales. Finalmente los Sudetes fueron incorporados como parte del territorio aleman con la complacencia de la opinién internacional expre- aadacen Ip Biswieeancds daWiiir ich nde, canis ieconiaes, 18 We es Ge coslovaquia a la mesa de negociacién. Pero el ansia de Hitler no se quedé ahi, la incorporacién total de Checos- lovaquia vendria en marzo de 1939 sin apenas aposicién, ya que la Gestapo y el SD estaban en condiciones de controlar las instituciones, la policia e incluso el ¢j to, donde tenian una red estable de colaboradores. El jefe de Estado Emil Hacha tuvo que claudicar ante la amenaza de arrasar Praga y quedé en su puesto de ma- nera nominal. Mientras, varios afines al movimiento nazi comandados por los estudiantes de la Asociacién de Estudiantes Nazis de los Sudetes facilitaron que el 15 de-marze las tropas alemanas pasasen sin opesicidén estructurada para ayudar a la anexi6én con el Reich. Ese mismo dia los gobiernos aleman y checoslovaco fir- maron el nacimiento del Protectorado Aleman de Bohemia y Moravia, destruyendo Checoslovaquia hasta el final de la Segunda Guerra Mundial. Ademds, los nazis incluyeran el germen de lo que serian los Einsatzgruppen en su conquista del pais checo al mando de la Gestapo, acompafiando al ejército y eliminando a los ene- migos de las listas previamente creadas. E] 19 de marzo, Hitler llegé a Praga acom- pafiado de la plana mayer de los nazis, incluyendo a Himmier. Checoslovaquia se desvanecié entre el Protectorado Aleman de Bohemia y Moravia, al mando de Von Neurath, y Eslovaquia, que fue entregada a Polonia y Hungria. E] Protectorado, que conservaba la capital, fue el lugar donde los nazis propagaron la represién de ma- nera mas dura: Fue alli, concretamente en el Palacio Petschek, donde se establecié la Gestapo y pocos meses después todo el entramado de la RSHA. El jefe de la policfa fue Kael Hermann Frank, segundo de a bordo del SPD y titere en manos ale- manas, ya que la Gestapo funcioné como policfa durante los primeros meses. Entrada de Hitler en Praga el 16 de marzo de 1939 pasando revista a la guardia de honor en el Castillo de Praga, que mas tarde fue el lugar de residencia de Heydrich. Como ocurrié en Austria, no podemos hablar de una purga sistemdtica de la policia en Checoslovaquia ya que sé mostraron colaboracionistas con la Gestapo o las SS. Allf muchos se alistaron por la simpatia que causaban los hombres de Himmier por su gran ferocidad. Pero en la poblacién el recibimiento fue desigual, la resistencia checa amparada por el partido comunista del pais estaba estruc- turada y luchaba con el apoyo de la sociedad, sobre todo en Praga. Miles de per- sonas huyeron; incluidos cientos de exiliados huides del terrible Régimen nazi « instalados en el corazén de Checoslowaquia. La mayoria de los judios ya consti- tufan un gueto en Praga en un barrio llamado Josefov y como sucedié en otras ciu- dades, los semitas fueron confinados en él. Si bien, Josefov tuva una particu- laridad, y es que los nazis pretendieron:crear en él un «museo.sobre la raza extinta de los judios y sus sinagogas y monumentos munca fueron destruidos. La convi- vencia en el Protectorado fue turbulenta en los primeros afios de ocupacién. La resistencia alentaba a la poblacién descontenta con la situacién econdmica, poll- ticay social. El culmen llegé con la Gperacién Barbarroja y el fin de la alianza entre Alemania y la Union Soviética. Es probable que el movimiento comunista estuviese expectante ante esa unién tan poco frecuente y al romperse el pais estallé. Las huelgas se sucedieron por todos los puntos del pais y la relajacidn de la represién era patente en manos de Von Neurath. Hitler no podia tolerar ningiin paro laboral en una de las regiones que mas material armamentistico producia, en las fechas de la entrada en la Unién sevietica. E] 28 de septiembre de 1941, la vida en el Protec- torade dio un giro de ciento ochenta grados, ya que la Bestia Rubia, Heydrich, hacia su entrada en Praga para garantizar el orden. Como sabemos, Reinhard Hey- drich era una gran figura dentro de los jerarcas nazis y jefe de la RSHA, por tanto, su fama de sanguinario le precedia. Con la llegada de esta figura la propia sociedad se autocensuré para no ser presa de sus métodes de sobra conocidas. Detuvo a varios miembros de la politica checa y aplacé con gran dureza cualquier salida de tono de la poblacién o la resistencia. Tras su llegada, impers la ley marcial y se ins- talé el estado de sitio a la ciudad de Praga, no habria piedad. E| fue el inspirador de ta doctrina del «azuicar y el latigo», utilizada ya por Otto von Bismarck, conocida come «el palo y la zanahoria», utilizada por varios paises, entre ellos Estados Uni- dos, para los territerios ocupados. Consistié en combinar una represién brutal representada con detencionmes masivas de aquellos que se alzaran contra la germanizacién y envio a campos de concentracién, mientras que los colabora- cionistas recibfan beneficios como raciones extra o vacaciones extendidas. Todo ello valiéndose de la maquinaria de la RSHA, y se hizo conocido como el Carnicero de Praga. Conjuntamente, revitalizé la economia del Protectorado lo que le sirvid adhesiones sociales a todas las escalas. Si no hubiese sido por su asesinato a manos de la resistencia es probable que la situacién se estabilizase en la antigua Checoslovaquia, pero-es algo que no sabremos: Lo que si esta claro es que con'su muerte, ignorada por la Gestapo, toda la maquina represiva se puso en marcha. El Este de Europa La misma estrategia fue seguida en los demas tertitorios emanados de la diso- lucién del imperio austrohiingaro. La Gestapo, con un nimero reducido de agen- tes, Viajaba a las grandes capitales, Bucarest, Budapest, Sofia o Sarajevo, para conocer de primera mano las debilidades dé cada pals y sus dirigentes y utilizarlas en berieficio propio en los primeros afios del Reich E| SD y la Gestapo eliminaron el Tratado de Francia y Rumania para que ésta dependiera del dinera de Alemania a través del sabotaje, minaron al gobierno ta- chandolo de autoritario y creando disensién entre las diferentes clases sociales a las que les animaban a que exigieran sus derechos, incluso la Gestapo eliminé al Primer Ministro liberal lon Duca en 1934 en pos de su estrategia en Rumania. Asi mismo, en lo que fue la Republica Yugoslava, formada por un crisol de naciona- lidades en disenso, se apoyd la ruptura de las minorias en basé a una propaganda agresiva creada por Géring y Goebbels. Los intereses del Reich en este territorio fueron asegurarse el paso hacia | Adriatico, criterio que compartieron con la Italia del Duce que participé en las ofensivas en las provincias de Croacia y Dalmacia, que pretendié anexionar para si con el beneplacita aleman. El caso de Croacia es mas que significative ya que los croatas aborrecfan a los italianos de una manera visceral y la Gestapo no encontré ninguna solucién a esta problematica, por lo que gran parte de la propaganda fallé. En el caso de Hungrla y Bulgaria |a Gestapo actiio como gendarme ¢ instruc- tora ya gue ambas eran receptivas al movimiento nazi. De hecho, como integrantes del proyecto de la Gran Alemania se les prometié ganancia territorial -Hungria se hizo cargo de Rutenia, antigua Checoslovaquia, y se proyecté ctorgarle también Eslovaquia— y se respeté a las minorias de ambos palses en e| extranjero. En el caso de las biilgaros, fueron de gran ayuda para nutrir las filas de la Gestapo fuera de las fronteras alemanas por el gran respeto que inspiraba en los nazis esta etnia. De hecho, se confio aun grupo de bilgaros el inicio de la campafia de la Gestapo en Estados Unidos para que, a través de la comunicacién en lengua eslava, con- taran con diversas minorfas de Narteamérica. La situaciGn en Polonia fue similar, como vimos en el capitulo anterior, |a Gestapo entré con los Einszagruppen dete- niendo y arrinconande. Se creé el Gueto de Varsovia, donde se encontraba toda la poblacién judifa, el gueto fue asediado en multitud de ocasiomes y las razias esta- ban-.aseguradas, Sin embargo; la buena relacién que se consiguié con todos estos paises a través de la Gestapo no otorgé ninguna garantia a su poblacién, sobre todo a la judia y romani. Como aliados del nacionalsocialismo, entraron en guerra apoyando a Alemania en el bando oriental contra el Ejército Rojo, todos estuvieron obligados a formar parte del Pacto Tripartite, m4s conocido como Pacto del Eje. En 1941, Yugoslavia fue invadida por Alemania apoyada por sus vecinas Hungria y Bulgaria, cuando su gobierno intenté romper su adhesin al Eje tras las amenazas recibidas por Gran Bretafia. Una situacidn similar fue la ocurrida en 1944, cuando Hurgrfa intenté pactar la paz con Estados Unidas sin la connivencia de Alemania. LA GESTAPO EN EUROPA OCCIDENTAL E| 22 de junio de 1940 se firms el armisticio entre Francia y Alemania, por el cual la primera quedaba dividida en das partes, la norte ocupada por los nazis y la sur «libres. Sélo un mes después de que las tropas del Ejércita alemén iniciaran la campaiia contra Francia y los Pafses Bajos. el gobierna francés tuvo que claudicar. Hitler, satisfecho con ganar la partida a su gran adversario, quiso ir un paso mas alla: el armisticio se firmaria en el mismo punto donde en 1918 se firmé el cese de la Primera Guerra Mundial. El Fihrer ordend sacar el vagén de ferrocarril utilizado veintidés afios atrds para la reunién -en ese momento, el vagén era una pieza de museo simbolo de la victoria francesa— ¢ instalario en el mismo lugar, cerca de Compiégne. Ademas, obligé a los franceses a sentarse en el mismo lugar que ha- bfan ocupado los alemanes en el término de la Gran Guerra y les sometié a las mismas vejaciones que sufrié Alemania en su rendicién. Las condiciones eran practicamente inasumibles para la recién desintegrada Tercera Repdblica francesa pero Hitler fue conciso: «no iban a ceder en ningtin punto». Tras la firma, tres cuartas partes de suelo francés, incluyendo Paris, quedaran bajo dominio nazi: la zona sur, més conocida como la Francia de Vichy, dirigida por Pétain, fue cola- boracionista con el gobierno aleman. De esta forma terminaba !a Batalla de Francia ya ojos del Fithrer la honra de Alemania habia quedado vengada. El vagén de ferro- carril fue trasladado a Berlfn come simbolo de !a grandeza de la nacion alemana Para llegar a conquistar Francia, la Gestapo habla realizado un trabajo previo de espionaje, infiltracién y busqueda de aliados y disidentes. Su primer paso fue instalarse en los Pafses Bajos y Holanda, dende facilmente sus miembros se ha- cian pasar por hombres de negocios sin levantar sospechas, para estudiar las co- municaciones de Francia e Inglaterra y las facilidades de entrada a estos paises desde suelo belga, fundamentalmente. Las idas y venidas de agentes entre Ale- mania, Bélgica, Paises Bajos, Holanda, Francia e Inglaterra fueron contindas du- rante la década de los treinta De hecho, Amsterdam se convirtid en sede de dece- nas de espfas de varios paises del mundo que negociaban en una ciudad tan cosmopolita como discreta. La clpula alemana estaba decidida a realizar una ofensiva sobre Francia como. venganza y aprovechar para aislar definitivamente a Inglaterra para poder hacerse con ella. Para ello, una vez conquistado el territorio con miles de personas trasla- dadas per el ejército alemdn, comenzé la gran purga de Francia. Tenemos que tener en cuenta que la forma de vida de Francia, sobre todo de su capita! Paris, era radicalmente opuesta a la que se exigid desde Alemania y el odio de ambos paises era latente. Esto, unido al mas de medio millén de desplazados provenientes de la Guerra Civil espafiola, fundamentalmente de ideologia izquierdista 0 democratica, que fueron hacinados ‘en campos de concentracién creados por la Repdblica Fran- cesa antes dela invasion, supusieron un reto para el establecintiento de la RSHA y la Gestapo. Los franceses opositores y varios espafoles se echaron al monte y planificaron varias ofensivas contra los nazis, pero esta pequefia oposicién —se cifra en un dos por ciento de la poblacién francesa— sufrié la derrota por la infl- tracién de varios agentes de la Gestapo que desbarataron sus planes. Sin embargo, como en otros paises, los alemanes no encontraron problemas a la hora de selec- cionar personal afin a su causa. Cientos de personas quisieron, por miedo o af- nidad politica, engrosar las filas de las nuevas instituciones alemanas. Entre ellos, hubo en la calle Lauriston nimero 93 de Paris una oficina de la Gestapo dirigida por miembros del hampa parisino que funciond como una de las mas represoras de Europa. Apodada como la Carlingue, estaba dirigida por Pierre Laurel, alias El loco, que atemorizé a la ciudad durante la ocupacién nazi mientras mantuvo sus turbios negocios. Invadir paises enemigos no fue la Gnica tarea de la Gestapo en Europa. Los aliados del Reich aleman anhelaban una organizacién tan eficaz como la que im- puso su ley en el continente y Alemania les ayudé a crearla. Como vimos anterior: mente, palses como Iialia, Inglaterra o Portugal contaban con una suerte de policia politica interior similar a la alemana que fue acrecentando su crudeza y atribu- ciones al estallido de la Segunda Guerra Mundial. E) caso de Espafia resulta sin- gular, ya que las condiciones contextuales del pais establecieron uma mayor intro- misién de la Gestapo en la creacién y desarrollo de su propia policfa politica in- terna. Espafia, en guerra civil desde 1936, estaba dividida en dos bandos ideolégi- camente opuestos representando la tensién politica que se vivid en la etapa de entreguerras. Alemania e Italia apayaron de manera directa al banda sublevado por el futuro dictador Francisco Franco en el conflicto bélico y crearon unas sélidas alianzas politicas que derivaron en una continua situaci6n de amistad © inter- venciGn en Espafia por parte de Alemania fundamentalmente. Al fin de la guerra civil y con la toma de todo el territorio por el general Franco y sus aliados, co- menzé una gran represién contra el bando vencido. Este campo, el dela represion, era especial para la Gestapo, que no dudé en-ayudar a sus aliados extendiendo sus redes para asegurar la eficacia en |a violencia de los golpistas en el territorio espa- La policfa politica alemana ya habia penetrado en Espafia durante el conflicto civil, a la-vez que las fuerzas militares, sobre todo con el fin de averiguar el apoyo de alemanes particulares a la causa republicana en Espafia. La creacion de las Bri- gadas Internacionales, como milicias de ayuda a la Espafia constitucional, llevé hasta el frente a miles de personas provenientes de cientos de palses, entre ellos Alemania. La Brigada Thilmann, compuesta por jévenes alemanes y austriacos en sus inicios, combatié en las batallas mds importantes que se libraron en Espafia en defensa de los ideales democrdticos. Si bien, con la prohibicidn de tales brigadas a través del Pacto de No Intervencién en la guerra de Espafia firmado por las poten- cias del momento, los brigadistas tuvieron que desaparecer formalmente. Esto no consiguié que miles de personas se quedaran luchando en Espajia, sobre todo aquellos provenientes de paises en los que se habla instalado el fascismo, como en el caso alemdn y austriaco. En su vuelta avcasa sélo les esperaba la muerte o el encarcelamiento por traicionar a su patria. E! delite que cometieron era inmenso a los ojos de la Alemania nazi, que no dudé en buscar en Espaita, a través del SD y la Gestapo, a todos aquellos gue habfan pertenecido a las Brigadas o que lucharan'a tfiulo personal. El general Franco facilité esta bUsqueda separando a los alemanes capturados para entregdrselos a Hitler. Su destino fue la muerte. Durante |a guerra 2! bando sublevade cred una policifa secreta fundamen- talmente polftica que trabajé en la retaguardia y como quintacolumnistas en el territorio. dominado por la Repdblica espafiola. Su nombre mas conocido es la Bri- gada Politico Social, pero de manera formal se llamé Brigada de Investigacion So- cial (BIS). Desde 1998, se reprimié a cualquier persona que fuera en contra del mandate del gobierno de Franco a través de varios comisarios de provincias provenientes del SIMP, Servicio de Informacién y Policia Criminal, y funcioné hasta 1941 cuando se instituyé una organizacién nacional. En 1940, Himmler visité el campo de concentracidn de Miranda de Ebro dirigido par miembros de las $5 que ayudaban a los espafioles franquistas, acompafiado de varios de sus ayu- dantes, entre ellos de su adjunto Pau! Winker. Este hombre se instalé en Espafia para ensefiar al nuevo gobierno a /levar.a cabo una represién mas efectiva que lle- gara al nucleo de la resistencia y lo extirpase para siempre. Tras la Guerra Civil, la resistencia en Espafia era mucho mas ardua que en otros paises y encontrarlos era una tarea dificil para el Gobierno franquista. El primer paso fue la Ley sobre funcio- namiento de las Jefaturas Superiores de Policia y la Ley de Vigilancia y Seguridad (1941) emanada del Ministerio de Gobernacién, que derivé en el nacimiento del BIS que llevaba a cabo la prevencion y represién de cualquier actitud politica o so- cial -contraria al franquismo en Espafia, a imagen y semejanza de la Gestapo, in- cluso mucho después de la desaparicién de esta. La Brigada atemorizé a los espa- Roles durante cuarenta afios y las métodos alemanes siempre estuvieron vigentes en su ideario: la investigacién secreta y la tortura mas brutal para conseguir la climinacién de todas los enemigos del Estado y amedrentar al resto de la socie- dad. Ademds de en Espaiia, esta polftica intervencionista calé en Portugal, Italia e in- cluso-en Japén. Los enviados de la Gestapo ayudaban a reestructurar las policias politicas de cada pais y redirigir sus pollticas hacia la exclusién social, sobre todo del pueblo judio y los enemigos politicos. Resulta muy interesante el caso italiano donde los judies vivieron dentro del Estado sin mayores restricciones durante los casi veinte aftos de fascismo de Mussolini, Sin embargo, cuando | Duce fue apar- tado del gobierno de Italia en 1943, y sustituido por Pietro Badoglio, las tropas ale- manas acudieron’a su auxilio. Tras derrocar el nuevo Régimen en pocos meses, se restituye a Mussolini pero coma un mero titere en manos del Tercer Reich, que exigié una politica antisemita firme. La exclusion, deportaciones y matanzas fueron la nueva era para los judios italianos. Los caminos de la violencia Violencia es el uso deliberado de la fuerza‘o e! poder, ya sea en grado: de amenaza o efectivo, contra uno mismo, otra persona oun grupo o comunidad, que cause o tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muerte, dafios psicolégicos, trastornos del desarrollo o privaciones. Informe mundial sobri violencia y la salud Organizacién Mundial de la Salud, Ginebra, 2002 Como hemos repasado en los capftulés anteriores, el nacionalsocialismo se im- puso en toda Alemania y Europa como un movimiento que pretendié totalizar con su ideologta la vida pablica y privada de todos los ciudadanos bajo su control. La gestién de la sociedad, vigilada por su brazo armado, la Gestapo, fle una con- fluencia de propaganda y represién contra todas aquellas actuaciones que no con- cordaban con los pardmetros exigidos por su doctrina. La wiolencia se convirtié en la espina dorsal del Régimen nazi, con la Gestapo como una de las encargadas principales de imprimir la violencia y el miedo en toda la sociedad alemana de la época, pero también como un vector de difusién de su cultura politica. Resulta increible aun hoy que este tipo de actos brutales se consintieran y sustentaran por una parte importante de la ciudadania de la Alemania nazi. e incluso por algunas autoridades internacionales. Para descifrar este enigma, la violencia ha sido objeto de estudio por las diferentes ramas de las ciencias sociales, no sélo para el caso nazi sino para la comprensién de los grandes conflictos de la historia, Autores tan reconacidos como Hannah Arendt, Charles Tilly, Johan Galtung o Julia Aréstegui, entre otros, han intentado penetrar en el] término violencia para aportar légicas canstructivas 2 este hecho social ya su cabida en el mundo de la politica. Si bien no existe una acepcién completa y universal del vocablo, podemos usar la descrita por Eduarde Gonzalez Calleja en su libro La viclencia en la politica... Perspectivas ted- ricas sobre el empleo deliberado de la fuerza en los conflictos de poder, donde analiza las diferentes teorfas sobre el termina, imponiéndase la siguiente descripcién: Consideraremos un hecho de violencia aquella situacién social entre indi- viduos, con caracter deliberada, que pretende romper con algtin tipo de orden establecido, haciendo use no sdélo de la fuerza fisica sine de tedo tipo de prac- ticas en las que se engloban las amenazas 0 ¢| terror. La violencia sdlo puede ser entendida si se estudia en su contexte y como un acto puntual o social, no como una realidad preexistente en los individuos. Siguiendo la definicién, observamos que la violencia es algo mas que el empleo de la fuerza fisica contra un individuo. Es muy comin excluir de los actos repre- sivos aquellos que no cénllevan una violencia fisica de facto o'suponen un agravio directo a la ciudadania, pero resultarfa ilégico no especificar todas las acciones que cambiaron la vida de los ciudadanos alemanes y europeos tras la llegada del Tercer Reich. En la Alemania hitleriana, la moral y los valores denominados como germé- nicos fueron los pilares que Hitler y los suyos impusieron en el nuevo Régimen para dominar el diaa dfa de la sociedad. Uno de los puntos mas flagrantes en este contexto fue la imposicién de valores ultraconservadores y antifeministas en las ésferas privada y piblica de todos los alemanes, sobre todo de las mujeres. En la Alemania de Weimar habia mds de trece millones de trabajadoras en diferentes empleos de rango bajo y medio, de las que un alto porcentaje fueron despedidas por encontrarse casadas a la llegada del Tercer Reich. La Repdblica de Weimar no fue un lugar de igualdad para la mujer, pero sf'se consiguieron ciertas libertades y derechos laborales o politicos, asf como un ligero cambio en la mentalidad de la ciudadanfa. Pero la prioridad del Régimen nazi fue que las mujeres procreasen lo antes posible siéndo coaccionadas, en’ éste caso también los hombres, para que tuviesen hijos que sustentasen el nuevo Estado. La falta de natalidad era causa de agravio dentro del funcionariado y mas si estaba cometida por una mujer, pu- diendo recibir presiones en su trabajo o en su entorno social. El proyecto racial Le- bensborn (‘fuente de vide’), ideado por el nacionalsocialismo, imponia a la mujer la tarea de engendrar una nueva juventud que abasteciese de nuevos miembros al partido, al ejército e incluso la Gestapo. Esta prioridad hundié las aspiraciones igualitarias de las mujeres en Alemania, aunque no toda la sociedad estuvo de acuerdo con estas imposiciones en la vida privada de las mujeres y hombres ale- manes, como refleja el debate que hubo en torno a la recomendacién del Estado a que las mujeres no yistiesen con pantalones, que fue rebatida, entre otros, por el mismisimo Goebbels. Otra forma de represién fue la econdmica, ya que la incau- tacién de bienes fue un acto fundamental que se completaba cuando un sospe- choso era detenido. La incautacién reports gran cantidad de patrimonio al Estado, e incluso a los policias 2 titulo personal, pues expropiaban sin impunidad cual- quier valor que los reos tuviesen en su poder, sobretodo en el caso de los judios ricos que acaudalaban joyas y obras de arte, que fueron expoliadas por los nazis. Salir del pais antes de ser detenido tampoco fue acicate para este «robe institu- cional», ya que no era permitido sacar ningun tipo de objeto de valor de camino al exilio. Imagen de la mujer con sus hijos como ideal del nacionalsocialismo. En esta etapa, la mujer tenia la misién principal de perpetuar la «raza germanan y transmitir la cultura a las nuevas gemeraciones. Su papel principal estarfa en el hogar con sus multiples hijos ensefidandoles a ser buenos alemanes. Magda Goebbels, con seis hijos, fue el adalid de esta figura. La Gestapo fue una de las instituciones encargadas de expoliar los bienes de miles de personas tras su detencién, interrogatorio o salida del pais. El expolic fue uno de los pilares econémicos para que el Reich pudiera sufragar su empresa, am- pliar el funcionariado, crear material bélico, mantener centros de reclusidn, etc. Muchas de las obras de arte y joyas estuvieron ocultas durante afios, sobre todo en bancos suizos de maxima seguridad, aunque algunas de las propiedades fueron devueltas afios después, principalmente por las reclamaciones de Estados Unidos e Israel donde se condensan las mayores comunidades judias. La represién, por fils, heehe reeuiite ba lee wath Wialenias sormetidad coake laactidaddhas.d5 que iba mas alla: imprimiendo en la sociedad la idea de que el Régimen actuaba a su antojo sin ningdn cortapisas legal y que, ademas, esto resultaba un bien comin para la comunidad alemana en general. Esta asuncién de «bien camn» seria la que posibilité la ayuda o pasividad de los individuos ante los crimenes nazis. LA IMPOSICION DE LA CULTURA POLITICA NAZI? VIOLENCIA ¥ VIOLENCIA POLITICA La creacién de una situacién conflictiva permanente entre el Estado y sus ciuda- danas, como ocurrié en Alemania, tiene como punte de partida la inclusién de la violencia en la vida cotidiana de la sociedad que, aunque en su mayoria no.com- partié estas actuaciones, no la juzgé con la dureza equivalente a los horrores cometidos. Las légicas sociales de la etapa de entreguerras en Alemania, el resto de Europa y el mundo permitieron la «violentizaciém» extrema del orden social que el nacionalsocialismo. aproveché para llevar a cabo sus fines politicos. Esta vio- lencia fue en sf misma politica, ya que emana del Estado hacia sus ciudadanos con justificacién politica, social o racial, pero hicieron de ella una forma de ejercer el gobierno. La violencia politica, siguiendo de nuevo al profesor Calleja, conlleva una carga ideoldgica en su mismo ser al concebirse como una forma mds de vio- lencia, pero aplicada con fines politicos —entendiendo la politica en su sentido am- plio, incluyendo las ideas de propiedad, seguridad, etnia y concepcién general de la vida y el individue—y por tanto, requiere la utilizacién de practicas violentas para alcanzar cambios politicos o para mantener aquellos que se hubiesen producido. La violencia politica fue, por supuesto, un pilar dentro de la politica nacional- socialista y su gobierno, sustentada a través de la cultura politica que hab/an fra- guado durante mas de una década como partido politico, Una cultura politica, en la definicién que recoge el experta politélogo Jean-Francois Sirinelli en Histoire des droites. Culture, de 1992, es una suerte de cédigos y referentes que tienen una comunidad o partido politico, que engloba una concepcién general y conjunta del mundo, su evolucién, el hombre y la sociedad. Ademds, tendran una lectura comin del pasado, una proyeccin de futuro y vectores propios de difusién para intentar imponer sus ideas. Basdndonos en esta definicién, englobaremos que la cultura politica. nacionalsocialista estuvo basada en una visién del pasado triun- fante de Alemania perdido en la Primera Guerra Mundial, por una especie de cons- piracién internacional para restarle poder a una de las potencias mas avanzadas de su época en el panorama europeo. Entre los traideres a la patria habria pafses u or- ganizaciones internacionales, pero también nacionales que, con su forma de ac- tuar, habrian ahondado en la herida de !a nacién. En el imaginario colectivo nazi, los traidores mds importantes fizeron los judios, que hicieron fortuna de la crisis, 0 los comunistas, que tuvieron intentonas revolucionarias; ademas ambos respon- dian a una patriao agente extranjeros como la Unién Soviética'o ¢! Priorato de Sidn. Pero el enemigo de la patria podria ser cualquier que no fuese nazi. Su ideal de futuro comtin fue una Alemania enérgica y predominante en Europa a través de alemanes fuertes y racialmente puros, al estilo del suiper hombre de Nietzsche. Se cred, por tanto, una idea de nacién excluyente donde cualquier persona que no se instalase dentro de los parametros de la visidn nazi pasaba inmediatamente a ser cansiderado enemigo, no sélo del sistema politico, sino del mismo pueblo aleman del que emanaba el poder de la nacién. Su maxima fue ejercer una limpieza étnica, politica y social en Alemania para que la nacién pudiese alcanzar su destino histé- rico.a través de enarbolar la violencia: extrema combinada con propaganda feroz, gue les sirvié para ganar adeptos y quebrar voluntades. En este punto, la Gestapo se presenta como la mayor obra del nacional- socialismo para conseguir sus ideales politicos. Como hemos’ desgranado, la or- ganizacidn no sélo era responsable de perseguir a los enemigos sino que formaba parte del engranaje gue vigilaba pacientemente a la poblacién para descubrir cual- quier error, cualquier desviacidn que pusiese en peligra el statu qua. La busqueda incesante del enemigo interno para lograr erradicarlo de la sociedad permitié que la violencia fuese un recurso-comiin ene! diario de la policfa. Por supuesto, en la etapa de los afios treinta los cédigos policiales europeos no tuvieron las cortapisas legales que hoy dia se recogen en practicamente todos los Estados democraticos, sin embargo la Gestapo destacé por su gran perfeccionamiento de la violencia en todas sus facetas. Su efectividad a la hora de extraer confesiones sdlo se comparé a la que pudo tener la Inquisicién y sus métodos estaban ciertamente inspirados en la tortura infligida a los denominados herejes. Las ideas para sacar una confe- sin fueron todo lo lejos que la imaginacién de los perpetradores alcanzaba y su fama hacia que muchos prefiriesen la muerte a pasar por uno de sus calabozos. La violencia en todas sus formas se desaté con la Gestapo: LA TELA TRAS LA ARANA! ACTITUDES SOCIALES ANTE LA GESTAPO Numerosos testimonios de los contemporéneos al Régimen nazi sefialan que la Gestapo fue una suerte de ejército omnipresente de espfas auxiliados por multitud de informantes. Los ciudadanos se sintieron fuertemente observados por el Es- tado, tanto en su vida pdblica como privada, cercados, sin que sus acciones pudie- sen pasar desapercibidas al poder Pero, al ahondar sobre las fuerzas de la Ges- tapo, encontramos una gran controversia entre la memoria colectiva de la sociedad alemana y la presencia fisica de los agentes. El ndmero de miembros de la Gestapo en activo fue, en todo el perfodo, relativamente escaso en relacién con la poblacién susceptible de ser investigada. Por tanto, la pregunta que subyace es la siguiente: ecémo consiguieron las instituciones nazis crear esa sensacién angustiosa de pre- sencia constante en el Reich? El niimero de miembros de la Gestapo resulta algo confuso, incluso setenta afios después de su desaparicién. E| historiador Gellately cifra entre treinta y trein- ta y cinco mil efectivos en todo el territorio europeo donde se establecié el nacio- nalsocialismo, si bien en las juicios de Niiremberg la acusacién hablé de cin- cuenta mil miembros, mientras que la defensa sélo llegé a reconocer veinte mil de todo el] aparato represor. Aunque la cifra exacta resulta irrelevante, sf es prove- choso para la investigacién partir de la premisa de que la Gestapo no tuvo agentes suficientes para espiar a los sesenta y seis millones de personas que vivieron en la Alemania dominada por el nacionalsocialismo, ni mucho menes en los paises con- quistados mas tarde. Ademds, entre estas cifras, tenemos que extraer al personal administrative, que pudo suponer un diez por ciento, y el restante se dividié entre personal ejecutivo y empleados generalistas. Los diferentes departamentos en los que se englobé la Gestapo, la Direccién de Seguridad y la RSHA ampliaron sustan- cialmente los recursos administrativos, armamentisticos 9 de informacién y en menor medida el capital humanc. En definitiva, encontramos un niimero reducida de agentes para todo el territorio que quisieron abarear y aun asf consiguieron des- mantelar per complete nuicleos de resistencia dentro y fuera de Alemania. Aunque la Gestapo tuvo a sus G6rdenes cientos de personas, agentes encu- biertos, colaboradores y contaba con todas las instituciones del partido y del Estado para vigilar'a la poblacién, como desgranaremos mas adelante, no explica cémo llegaron a tales cotas de control social por si misma. La verdadera impor: tancia desu éxito residié en las denuncias que ciudadanos corrientes interpusieron contra miles de personas. Se cifran en el ochenta por ciento los delitos perse- guidos a través de este sistema, muy por encima de la investigacién o la denuncia por parte de autoridades estatales o del partido: Durante afios, las investigaciones llevadas a cabo por los cientificos sociales otorgaban a la poblacién un papel pa- sivo en el aparato represor del nacionalsocialismo. La tesis mas explorada fue que el terror se sostuvo Gnicamente desde arriba, es decir, que el Fishrer y sus secua- ces, tachados de psicépatas sin escriipulos, atemorizaban a la sociedad a través de sus medios coercitivos, como la Gestapo, sin que la poblacién participase en la espiral de terror. E| otro lado de la moneda era ja resistencia, que durante afias se supuso mayor a la recogida en los estudios exhaustives posteriores, que fue explo- tada por los estados tras la guerra como simbolo nacional. Estas teorias, barajadas incluso juste después de la Segunda Guerra Mundial, fueron las que se aplicaron también a la Italia del Duce o la Espafia de Franco, dejando entre la represion y la resistencia una amplia gama de grises que no se tuvo en cuenta. Sin embargo, este espacio gris se ha revelado como e| representante de la mayorfa social que hasta los estudios de los afios setenta del siglo xx no fue tomada en consideracién, sobre todo por la sensibilidad que pudiera ejercer en las poblaciones que estu- vieron inmersas en regimenes dictatoriales y transitaban hacia la democracia. La investigacién pionera fue la de Renzo de Felice en 1974, Mussolini Il Duce: Gh anni del consenso, 1929-1936, donde afirms que existié consenso dentro del régi- men fascista de Mussolini mientras los italianos eran cémplices de la represién y de la sociedad sin libertades en la que vivieron, cuestionando también el mito de la resistencia masiva forjado en Italia. De Felice fue fuertemente criticado por sus contempordneos y colegas por |a simplificacién de sus afirmaciones, pero con- siguié abrir una nueva lfmea en la historiografica que se mantiene viva adn hoy. A su vez, Emilio Gentile, sobre todo en su articulo en la revista Journal of Contem- porary «Fascism as Political Religion» de 1gg0, ahondé en las actitudes politicas de los ciudadanos italianos de los afios veinte y treinta; alegando que el consenso estaba sustentado en la ideologia fascista que subyacfa a la poblacién. Gentile; con tesis mas profundas, senté las bases de la investigacién de las actitudes sociales frente a los regimenes dictatoriales que ya no eran dos caras de la moneda, sino que componian una complicada gama cromatica En el casa aleman, el acento lo puso el Proyecto Baviera que, a partir de 1973, comenz6é.a indagar en las actitudes de aquellas personas que aunque no eran proc- lives a algunos puntos del Régimen nazi si aceptaban otros y, por tanto, no habian formado parte de una resistencia activa contra él. lan Kershaw, participe del pro- yecto, ha desarrollado en sus publicaciones las opiniones y actitudes sociales de la gente corriente ante el Flhrer y el nacionalsocialismo, indicando que existié una mayoria confusa que no tuve una actitud preclara del Régimen y por tanto incurrié en contradicciones, resignacién y apoyo active. Las ideas de Kershaw son las que, cémo a él mismo, llevan a preguntarnos si nosotros mismos no hubiésemos sido férreos opositores a Hitler o, al memos, defender nuestros derechos o los de mues- tros vecinos. La respuesta, em todo caso personal, lleva a pensar que no toda la sociedad encontrarfa los actos tan infames como para enfrentarse directamente al Régimen, ya fuese por miedo o por considerar convenientes las actuaciones por mativos mas profundos. A través de estas primeras investigaciones comenzaron a aflorar estudics sobre preguntas pendientes, como e! por qué varios ciudadanos participaron de las técnicas de control social, la: pasividad de la poblacién o el porgué de la amplia votacién a Hitler afios antes de su subida al poder donde pro- pugnaba ideas de exclusién social. En general, los estudios mds recientes sefialan que habria multitud de sentimientos hacia los regimenes dictatoriales que abar- carfan la adhesién incondicional, la adhesién con algdn tipo de reticencia, la pasi- vidad, el disentimiento activo'y pasivo, asi como diferentes actitudes a lo largo del tiempo La batalla por la opinién La cultura que se impuso en los aftos previos a la Segunda Guerra Mundial fue la denominada como «cultura de guerra», término que recoge las diferentes précticas asociadas al conflicto bélico —creacién de la figura de un enemigo a batir en todos los campos; militarizacién social, deshumanizacién de los ciudadanos. consi- derades fuera del sistema, exaltacién de la violencia, etc—!levados a un tiempo de paz. Esta cultura, presente en otros estados europeos, fue usada por el nacional- socialismo para crear ur clima de conflicto entre miembros de una misma comu- nidad como si de una guerra civil se tratase y de la que todos debian participar. Para ello-se necesité un proyecto integrador que vehiculase todas las aspiraciones de los alemanes y excluir.a los considerados marginados: Como apuntamos en capitulos anteriores, el Tercer Reich habla creado este proyecto a través de ele- mentos de exaltacién de la comunidad germdnica, el. antisemitismo, el panger- manismo y en la idea de que el pueblo estaba por encima de la voluntad individual. inclusién de millones Su cultura politica sirvid como elemento de cohesién para de alemanes bajo su paraguas para fraguar un plan de futuro comin para todo el pueblo germano. Este primer paso le sirvié para ganar las elecciones y, tras la toma del poder, ir ganando voluntades de aquellos que adn tuvieron reticencias con su politica. Su formula conjugé el renacimiente de Alemania, y por ende de las alemanes, junto con una sociedad altamente vigilada y represaliada sobre toda por la Gestapo, indicada para aquellos que no quisieran o no pudieran formar parte de la nueva era. A todo ello, se unié que los parametros de «solidaridad social» dentro de la gran comunidad germana enarbolaron un ultranacionalismo que calé en aquellos alemanes avergonzados por las pérdidas de la Gran Guerra. Alemania habla sido arrastrada al fango por las potencias y con ella a todos sus habitantes, por tanto no es extrafio que éstos sucumbiesen a /as palabras de orgullo macional que pracla- maba el Fiihrer. Muchos de los obreros se vieron representadas en. esa comunidad al margen de la lucha de clases que propusieron otros sistemas apoyados por las promesas de mejora de sus condiciones laborales. Se establecié el capitalismo moderno, sabre todo en el norte, donde habia peores condiciones para los traba- jadores, y comenzé 2 generarse mas riqueza, a Imponerse las vacaciones pagadas, la proteccién del campesinado y en general a mejorar el contexto laboral de miles de personas. El Frente de Trabajo alemdn apoys el turismo familiar, el tiempo libre con la familia y todo tipo de alicientes que no se centemplaron en la etapa anterior. E| Estado era ahora como un padre protector de todos los alemanes, a los que pro- metié un progreso constante en su calidad de vida laboral y privada. En este campo, sé enarbolé la familia por encima de todo, incluyendo subvenciones por hijo, seguro de viudedad, enfermedad y se perfilé =| concepto de pensidn que més tarde se implanté en Alemania. Incluso condoné deudas de alemanes corrientes y anulé otras entre particulares incidiendo en que la crisis econémica habia lanzado a muchos a prestar dinero con altas cotas de beneficio que no eran propias para el pueblo alemdn. Todas estas medidas consiguieron que muchos vieran con buenos ojos al nuevo caudillo, que se presentaba ante ellos como garante de la inte- gracién, la estabilidad y la mejora. A su vez, el Reich no publicité extensamente las leyes raciales y justificéd. con engafios ¢! encierro de miles de opositores politicos en aras de la concordia nacio- nal, pero muchos sabian lo que ocurria cuando la Gestapo llamaba a la puerta de una persona. En todos los barrios habia ocurrido € incluso los reos habian sido paseados para su escarnio social, aunque la maquinaria propagandistica hiciera es- fuerzos para minimizarlo. Para buscar el apoyo de la pablacién se publicitaron los Prejuicios que muchos tuvieron sobre las minorias y los marginados sociales y se dejé muy claro que sélo apartandolos se garantizaria la seguridad individual de los alemanes. El empuje que en ciertos sectores tuvo {a arianizacién de la economia copé las reticencias que algunos tenfan al proyecto de exclusién sistemdtica que se estaba llevando a cabo: Laarianizaciém fue un proceso complejo que satisfizo a muchos pequefios comerciantes; que ocuparon los lugares de los antiguos comer- cios judfos, y a la burguesis, que encontrd nuevas lineas de negocio que desa- rrollar en época de gran crisis, a costa de apartar a miles de personas. El histo- riador Gézt Aly explica en su libro Hitlers Volksstaat. Raub, Rassenkrieg und-natio- naler Sozialismnus (Los beneficiarios de Hitler El saqueo, la guerra racial y el nacionalsocialisme) cémo la economia fue determinante para que los alemanes asimilaran que las leyes raciales iban en su propio beneficio ¢ hiciesen pocas pre- guntas al respecto, por tanto la tarea fue mucho mas facil, Asf, el nacionalsocialismo alcanz6 grandes cotas de integracién al proyecto politico: que intenté llevar a término mas.alla de la pequefia burguesia, como se pens6 en un primer momento: E] NSDAP tuvo entre sus filas a grandes terrate- nientes, clases medias, pequefcs propietarios u obreros de diferente raiz politica y condicién. A su vez, arrancé simpatfas en muchos otros sectores que desearon un gobierno fuerte que aportase algo de tranquilidad en uno de los tiempos més inse- guros ¢ inciertos que vivid Europa y Alemania. E| Partido Nazi habia arafada votos a los partidos liberales y conservadores sobre todo entre las clases medias y los jévenes, gue sintieron con Hitler y su proyecto un espejo donde mirarse, pero ade- mds fue ganando adeptos segiin se derrumbaba el sistema de Weimar. En una etapa de gran precariedad, crisis moral, politica y econdmica, ¢| carisma de Hitler posicion6 el nacionalsecialismo come la nica via de escape para los alemanes hartos de sufrimiento. Y lo més importante, consiguio crear un enemigo comin, en el que cupieron miles de personas, sobre el cual se voleé toda la responsa- bilidad de los males que azotaban a la patria. Con este sistema se consiguid un doble juego: por una parte se excluia de la sociedad al diferente o marginado y por otra los ciudadanos hacfan verdaderos esfuerzos para exaltar la pertenencia de grupo, porque parecer, esconder o defender a un excluido era correr su misma suerte El discurso de Hitler y el NSDAP estuvo basado desde principios de los aiios treinta en la necesidad de crear una nueva Alemania «fuerte, nacional y sana» y, por tanto, excluyente. No todos los habitantes del pais quedaban dentra del pro- yecto nacionalsocialista, sobre todo <| punto de mira estaba basado en los oposi- tores politicos, los marginados sociales y las etnias. Todas las sospechas apuntan gue en 1993 el NSDAP no tenfa ningdn plan preconcebido para realizar esta socie- dad excluyente, pero si se perfilaba en el horizente politico la mecesidad de em- prender un control exhaustive de la sociedad, como nos muestra la creacién de la Gestapo en 1934 y su nacionalizaciém dos afios después. La comunidad que pro- puso Hitler encajé muy bien en diferentes sectores de opinién que vieron en sus palabras una salida a la crisis politica y moral que atravesaba Alemania. La popula- ridad de. Weimar fue en declive desde que la depresién habfa hecho mella en la economia y aumentado el paro de manera exponencial. Se culpaba de nuevo a la Republica impuesta de los males que asolaban Alemania, del hambre y la carestia que sufrié el pueblo. El comunismo-y el socialismo fueron populares entre una gran parte de la sociedad, pero aborrecidos por otros que vieron en Hitler la salva- cién para no caer en un sistema como el ruso. La sacralizacién de la patria y el cau- dillo formalizaron las relaciones sociales que atrajeron a muchos a seguir al Filhrer sin contemplaciones. Todas estas politicas allanaron el camino para que los ale- manes corrientes «dejasen hacer a Hitler» y vieran con buenos ojos las politicas que se iban llevando a cabo. Miles de personas haciendo el saludo t(pico nazi en una concentracién. El saludo, con el braze levantado cuarenta grados y la palma estirada hacia abajo, se inspiré en la teoria de que en la etapa del Imperio romano era utilizado por los germanas. Se solfa acompafar por un Heil Hitler! (|Viva Hitlerl) a modo de-saludo o-con el grito: Seig Heil! ({Viva la victorial), utilizado en los actos multitudinarios. Por tiltimo, no hay que pasar poralto un factor controvertida: el miedo. Aunque hayamos explicado que la Gestapo o el Estado no tuvieron el poder suficiente como para atrapar a todos los opositores, sf sabemos que eran implacables con ios que encontraban. No hay que olvidar que el nacionalsocialismo cred una socie- dad represiva donde las opiniones y actuaciones de los ciudadanos no eran libres por temora ser enjuiciados por ellas. No denunciar a un compafero de trabaja 0 vecino que se identificaba con alguna ideologia politica o pertenecia a un grupo ex- cluido, podfa ser motivo de investigacién por parte de la Gestapo o la Policia Cri- minal. Esconder a un proscrito significaba, asimisma, correr la misma suerte que él. Pero sabemos que adn con tedas las trabas inimaginables muchos ayudaron a sus conciudadanos a escapar de la violencia y el terror. Uno de los mds conocidos es el de los llamados «Justos entre los Gentiles» o «Justos entre las Naciones> gue recoge a todos los hombres y mujeres que arriesgaron su vida para salvar la de los judfos durante el Holocauste. El Estado de Israel cifré en mas de diez mil las personas que pertenecieron a ese grupo en toda Europa, siendo el lugar de mds incidencia Polonia. Sin embargo, sahemos que el nlimero es escaso ya que sélo contempla a aquellos que pudieron perder su vida —al esconderlos, ayudarlos a escapar, etc. pero no recoge a todos los que les ayudaron de uno u otro modo o alzaron su voz para aliviar la situacién de los judfos aunque no estuviera su vida en juego. Avenida de los Justos, en homenaje a los justos que salvaron judios durante la ocupacién. Paris, Francia. A raiz del impacto del juicio de Eichmann en Jerusalén, en la década de los sesenta, comenzaron a explorarse otras actitudes hacia los judios en la etapa nacionalsocialista. Muchos supervivientes del Holocausto relataron experiencias en las que miles de personas habfan.ayudado a salvar su vida. Desde 1963, Israel tiene una Comisién Permanente para investigary premiar a estos justos entre naciones tla mayoria de alemanes fueron victimas 0 fueron verdugos de la Gestapo? Desde su creacién la Gestapo y el SD llevaron a cabo encuestas de opinién entre la ciudadanfa para calibrar la acogida de las medidas que se fueron impaoniendo en Alemania. Las preguntas viraban desde la visidn de la represidn hasta la aceptacién del Fihtero las condiciones de vida diarias. Esta fuente de informacion, aunque va- liosa, no es un refiejo real de las actitudes que tomaron los alemanes con respecto a la dictadura. Como sefiala el historiador Kershaw en su libro Popular opinion and political dissent in the Third Reich. Bavaria 1933-1945, hay que tomar con cuidado los informes emanados de estas encuestas porque a menudo son sespadas y producto de una autocensura por parte de los que las contestaban. Resulta evidente que el nacidnalsocialismo conté con muchos apoyos y simpatias en los afios que desa- rrollé su proyecto, pero no todas sus acciones fueron vistas de igua! modo por los ciudadanos alemanes. La Gestapo se habia publicitade como |a garante del orden social y como pro- tectora de la nacién germana. A simple vista. la propaganda parecié tener razén a ajos de los alemanes, que pasaron de luchas callejeras, desordenes, manifes- taciones o razias a ciudades aparentemente tranquilas y seguras. Esto, afadido a todos los beneficios anteriores, hizo que, en general, los alemanes tuvieran una buena opinién ide los nazis y de la Gestapo en particular tras su llegada al poder. Es indiscutible que el nacionalsocialismo conté con apoyos én todas las capas sociales que le ayudaron en su empresa de cambio social, sin embargo ciertas leyés 0 acciones empezaron a desestabilizar esta alianza. El acoso social a los marginados, el pacto con la Unidén Soviética o la guerra fueron los mds contro- vertidos para la epinién publica. Como sefiala el titulo del libro de Gellately, No sélo Hitler: La Alemania Nazi entre la coaccién y en consenso, las actitudes sociales de los alemanes frente a los actos cometidos por ia Gestapo u otras organi- zaciones fueron desde el consenso mas afin hasta la oposicién velada por la coac- cién que establecié la represién. La oposicién en Alemania nunca fue una estructura fuerte y precisa que se en- frentara al nacionalsocialismo. La Gestapo y el SD trabajaron sin descanso para desarticular todo halo de oposicién que encontraran a su paso, desmembrando los partidos politicos y sindicatos ademds de perseguir otras organizaciones de pre- siGn. Pero sf sabemas que muchos individuos mo estuvieron de acuerdo can las actuaciones del Fuhrer pero callaron por temor a'ser represaliados 0 internados en un campo de concentracién. Este tipo de opiniém es la que queda mas clara de todas las posibles ya que se trata de una oposicién directa y sin reservas, pero marca la diferencia entre la oposicién activa, en el caso de ia pequeia resistencia, y la pasiva, a los que les inundé el miedo. Muchos opesitores pasaron de la pasi- vidad a la actividad opositora cuando comenzaron aver que los parémetros socia- les viraban violentamente o cuando vieran amenazados sus vidas o sus principios. En zonas més grises encontramos hombres y mujeres que pudieron verse poco integrades en la naciém que propugnaba el Reich, incluso un nimero importante de judios que votaron a Hitler, pero que estuvo de acuerdo con polfticas de regene- racién nacional, impulso de la economia ‘o el restablecimiento del orden y la segu: ridad. A su vez, otras personas que pudieran incluirse de lleno en el ideal germano pudieron tener reservas con la arlanizacién de la economia o la destruccién de los partidos politicos y las libertades. Un ejemplo de este segundo grupo son los jéve- nes descontentos con |a falta de libertad que imprimié el nacionalsocialismo: los integrantes del grupo de la Rosa Blanca, que como recordamas fueron perse- guides y ajusticiados por la Gestapo. Estos dos tipos generales de impresiones, a los que se sumaron muchos otros, representan a un alto porcentaje de la sociedad que basculé durante toda la dictadura entre el consenso y la disconformidad, en mayor o menor grado, pero'con actuaciones normalmente pasivas, exceptuando algunos grupos reducidos o acciones individuales: En todo caso, las ‘acciones colectivas fueron una minorfa durante la etapa nacionalsocialista en Alemania. Lo que destaca Francisco Miguel de Tore, en su articulo La sdtira yel humor politico durante el Tercer Reich, es que las actitudes in- dividuales fueron mas precisas que las generales. Resistirse a saludar con la fér- mula Heil Hitler, cuando ésta era la manera habitual de saludo para mostrar res- peto al Reich, o hacer chistes sobre el Fiihrero el Régimen, fue una maxima entre millones de personas que no se atrevieron a hacer otras acciones mayores, pero que-sf quisieron mostrar su descontento. Otras, como el acoger'a un perseguido, mejorar las condiciones de vida de un trabajador esclavo en las fabricas privadas, favorecer €l exilio o escuchar radios extranjeras para saber realmente el alcance de los acontecimientos, fueron mds atrevidas y pudieron suponer una investigacién por la Gestapo y posterior reclusion. Por dltimo, estuvieron aquellos que tuvieron una adhesion directa con el sis- tema nazi o lo simularon por miedo a las represalias de su entorno‘o la Gestapo: De este grupo es de dende emanaron fundamentalmente las denuncias contra otras personas motivadas por la pertenencia al grupo y el férreo convencimiento de la ideologia nazi. Millones de personas cerraron filas en torno al Fithrer y vieron en él el estandarte del buen alemdn. La Gestapo se sirvid de estas personas para crear una sociedad de terror y emular una situacién de omnipresencia que ha que- dado en el inconsciente colective social. Pocos cambiaron de opinién sobre el Régimen incluso cuando la Gestapo atacé mas duramente a la poblacién. Tam- poco podemos afrmar que supieran a ciencia cierta lo que estaba ocurriendo a millones de personas en los campos de Alemania o Europa, sino que muchos cre- yeron a pies juntillas lo que el ministro de Propaganda no paraba de repetir en la prensa: que la Gestapo sélo persegufa a aquellos que hablan atentado contra Ale- mania y que los excluidos estaban «en un lugar mejor que faverecia que los ale- manes convivieran bien y ellos también. La propaganda imprimié todo el proceso y la creencia en el «bien comin» facilité la adhesion. Sin embargo, la guerra cambio los pardmetros de incondicionalidad de los que el Régimen goz6. Este fue el caso de los militares que planearon asesinar al Fithrer en la operacién Valkiria, cuando vieron que sus planes en la guerra iban a suponer una derrota clara para Alemania. La traicién de personas tan cercanas al movimiento nazi indica que el futuro comin acallé muchas voces que no estuvieren del todo de acuerdo con Hitler, pero cuando ia guerra se vio perdida y el futuro incierto la adhesion se desmorond de manera inmediata. Para que un ciudadano denunciase a otro, entraban en conflicto diferentes razones que basculan desde la adhesién a! Regimen y sus preceptos, el miedo a ser excluide de ta comunidad o la venganza. Si bien resulta complicado entender qué fue lo que motivé a todes los que denunciaron, si podemos perfilar por qué decidieron dar el paso. Durante la dictadura nacionalsocialista una idea calé entre la poblacién y los trabajadores del Reich alem4n: trabajar en la direccién del Filhrer. Bajo esta premisa, se tomaban iniciativas a nivel personal o institucional a favor de lo que se creyeron objetives directos de Hitler, sin que é| tuviese que ordenarlo. Una de las consecuencias fundamentales fue la inclusién de hombres y mujeres corrientes come delatores de sus vecinos o comocidos. Trabajar en la direccidn del Fithrer incluy6 extirpar de la peblacién’a todos aquellos que no fuesen merece: dores de pertenscer al Volksgemeinschaft o que atentaran, por su religién, vincu- tacién politica o moral, al mismo. Lo que fuese a ocurrir a estos hombres'y muje- res denunciados se entendié como un mal menor en aras de la proteccién de Ale- mania o incluso de ellos mismos, sin que podamos saber si conocieron realmente el alcance de aquellas consecuencias. LAS VIOLENCIAS DE LA GESTAPO E| trabajo publicado en 1987 que llevé a cabo el historiador Reinhard Mann sobre la actividad diaria de !a Gestapo en la ciudad alemana de Dusseldorf, entre 1933 y 1945. puede arrojar luz sobre la labor real que ejercian los agentes en su dla a dia. La obra péstuma de Mann, Protest und Kontrolle im Dritten Reich: Nationalso- zialistische Herrschaft im Alltag einer rheinischen Grojtstadt, recoge mas de ocho- cientos casos llevados a cabo en esa oficina para conocer qué tipo de procesos fueron abiertas contra la ciudadania por la policia polltica. De sus conclusiones, extraemos que mds del treinta par ciento de los delitos fueron por la continuacién de ejercicio de actividades prohibidas, sobre todo las telacionadas con la perte- nencia a partidos politicos o sindicatos. Otro treinta por ciento de las investi- gaciones se hab/an llevado a cabo por actitudes reprochables de los ciudadanos de Dusseldorf, entre los que destacan los procesos abiertos por expresar en piiblico opiniones contrarias al Régimen, que copan la lista, o el desacuerdo con las for- mas de trabajo y vida diaria impuesta por el nacionalsocialisme. En menor porcen- taje, se encuentran otras formas de oposicién como lanzar octavillas contrarias al nacionalsocialismo, leer libros prohibidos, escuchar radios extranjeras o simple- mente tomar una postura pasiva ante la politica, que supusieron e! menos del vein- te por ciento de las actuaciones de la Gestapo. El veinte por ciento restante se di- vide entre los |lamados criminales convencionales en los que se aunaban ladrones, Prostitutas, homosexuales. enfermes mentales, entre otros; y el contro! adminis- trative dirigido a revisar permisos de residencia, trabajo u otres documentos liga- dos a la inmigracién. Como podemos observar, Mann excluye de manera obvia los procedimientos abiertos contra los enemigos faciales del Reich, -no sabemos si de manera intencionada o si su muerte en 1981 fue la que produjo que la investi- gacién se cerrase en este punto— pero si aporta légicas fundamentales para enten- der'a quign se enfrentaba |a Gestapo a diario Con estos datos resulta interesante observar como la actividad rutinaria de la policia politica estuvo dirigida fundamentalmente hacia las actitudes politicas y sociales de los ciudadanos de Dusseldorf y, por ende, extraemos que estas prdc- estudio ticas fueron frecuentes entre los alemanes y continuadas en el tiempo. de Mann también indica que los delitos de ejercicio de actividades prohibidas fue: ron mas usuales hasta 1935, mientras que a partir de esa fecha aumentaron aque- llos que tuvieron que ver con descontenta social o laboral, que subraya la teoria anteriormente expuesta de que la Gestapo habia quebrade la oposicidn politica al poco de comenzar a actuar. La linea del tiempo resulta interesante a la hora de observar los delitos contra el nacionalsocialismo que persiguié la policia politica en Alemania, ya que, como sabemos, en ja etapa anterior a la guerra el enemigo comin fue el enemigo politico, mientras que segdn fue avanzando la década de los treinta la persecucién étnica y social se fue incrementando hasta coparla lista. Du- rante la guerra, se intensificé esta lucha politico-social ala vez que comenzaron a perseguira los alemanes que no estaban de acuerdo con el curso de los aconteci- mientos bélicos, La entrada en guerra y la pérdida de hegemonia hicieron mella en las actitudes de los alemanes que ya sablan el precio de una derrota en una guerra de tales caracterfsticas. Aunque los delitos perseguidos fueron numerosos, igual lo fueron las formas de represién que se utilizaron contra ellos. Resulta muy complicado degranar exactamente qué érdenes tuvieron los policias encargados de la represién en el Reich, ya que sélo contamos cen los testimonios de las wictimas para avanzar en este campo. En un primer momento, coma sabemos, la accidn represiva fue hacia ta oposicién politica valiéndose de infiltrados, listas de afiliaci6n a partidos poll ticos, sindicatos u otras organizaciones declaradas ilegales: Mads tarde, la represién se fundamenté en los enemigos de la nacién nazi, los descontentos con el Régi- men ola guerra, ademas de las actuaciones especiales dentro y fuera de las fron- teras del Reich. A la luz de las investigaciones sobre este punto, sabemos que la Gestapo realizaba dos labores fundamentales para ejercer la represién en Alemania y Europa: persecucién de delitos y accidn preventiva. Para ta primera, la policia politica se sirvié de investigaciones propias, demuncias de organizaciones nazis 0 denuncias de terceros sobre cualquier conducta sospechosa. Aunque las deten- ciones por investigaciones o denuncias fueron numerosas, no fueron las tinicas armas con las que conté la Gestapo para enfrentarse a sus enemigos, resulté fundamental la disposicién conocida como Schutzhaft (‘custodia preventiva’) que se podia aplicar para internara cualquier persona sin ninguna motivacién. La cus: todia preventiva fue aplicada por el Reich a través de los Decretos tras e! incendio del Reichstag el 28 de febrero de 1933 y, durante su mandate, nunca fue derogada. Cualquier persona susceptible, por sus amistades, familiares 0 antecedentes, de cometer un delito politico o sospachoso de ello; podia ser detenida y encarcelada a cargo de la policia politica. Los antecedentes de esta forma de detencién se en- cuentran en las normas aplicadas par el kdiser Guillermo Il cuando Alemania co- menzé a participar en |a Primera Guerra Mundial, como parte del estado excep- cional del tiempo de guerra y recogido en |a Constitucién de Weimar. Resulta erré- neo retrotraerse a la custedia preventiva del Reino de Prusia en 1250, ya que este tipo de detenciones sf debfan ser revisadas y avaladas por los tribunales. Las nor- mas de la guerra se instalaron en tiempo de supuesta paz. Las consecuencias de la Schutzhaft fueron diversas para los diferentes grupos que la sufrieran, pero en general sinvid como prisién continua para todos ellos, sin revisidn por parte de las autoridades legales sobre todo a partir de 1938, cuando se decidié que las actuaciones de la Gestapo quedaban al margen de los tribunales administrativos y de los tres meses de reclusién pas6 a indefinida. Para garantizar su cumplimiento se llevd a cabo bien en prisiones de la Gestapo, bien en campos de concentracién de Alemania y Europa. En julia de 1933 habfa unas veintiséis mil personas arrestadas bajo esta norma acusados del incendio del Reichstag, princi- palmente miembros de la izquierda politica, aunque [% = Cédigos de marcado para los presos en campos de concentracién. El marcado en los campos contribufa.a separar a los reas y evitar que se formasen grandes grupos de oposicién. Ademas,en el caso de los especialmente vulnerables come los judfos o los homosexuales, servia para mayor escarnio entre sus compafieros. Aunque los asesinatos en cdmaras de gas no se produjeron tras estos:muros hasta 1941, en su interior las torturas y la muerte campaban a sus anchas desde su creacién. Los testimonios hablan de fusilamientos, celdas de castigo donde las presos no reciblan alimento, inyecciones Jetales, prisioneros devorados por perros 9 muertos a palos por los guardias y trabajo esclavo, que fueron sdlo algunas de las técnicas que se utilizaron para reducir a los presos a la nada, fisica y psicold- gicamente. Los que no aguantaron se dejaron morir de hambre o se lanzaren contra las alambradas electrificadas con cinco mil voltios. Millones de personas no pudieron o no quisieran resistir este calvario. Victimas en un campo de concentracién de la Gestapo, Lager Nordhausen (1945). Las victimas de este campo anexo a Buchenwald, Dora, murierona consecuenciade uno de los bombardeos britanicos en fa ciudad. Dora funcionaba como un campo de «desbordamiento» que acogfa a los enfermos, indtiles o inadaptados del campo principal A.su vez, habia unas centros de detencién menos conocidos pero que tuvieron las mismas caracteristicas que los campos de concentracién, los centros Polizeige- fangnis (‘careel de la policia’). Estos centros, administrades directamente por la propia Gestapo fueron implantados a partir de 1934 como anexos a las carceles que ya existian en las ciudades alemanas. Fue el caso de la prisién de Fublsbiittel, conocido como Kola-Fu, en Hamburgo, que funcioné como campo de concen- tracién desde septiembre de 1934 a 1944 bajo las Grdenes de la policfa politica. En 1944 el centro pasé a ser regentado por fuerzas de las SS como un campo de con: centracién y trabajo como los demas. Alllf fueron internados miembros.de la resis- tencia, judfos, homosexuales, mendigos, gitanos o prostitutas que hacian una pa- rada en Hamburgeo para ser destinados a otros campos donde se les aplicé la:doc- trina de los trabajos forzados, el exterminio por trabajo (Vernichtung durch Arbeit), es decir, murieron trabajando sin descanso un dia tras otro en las condiciones més terribles..Kola-Fu fue uno de tantos centros de internamiento comandades directamente por la Gestapo donde los presos eran maltratados hasta su paso a otros centros de reclusiém dependientes de las SS. Uno de los datos mas importantes de los campos de la Gestapo es la cercania que tuvieron con las poblaciones donde se encontraron. La prisién Welzheim, por ejemplo, estaba a tan sélo treinta kilametros de Stuttgart y en una zona de frecuente turismo rural, la pe- quefia ciudad de Welzheim. Es mas que probable que los habitantes de ambas ciu- dades conocieran el centro y pudieran incluso escuchar los gritos cuando la Ges- tapo infringfa sus brutales torturas. Los campos de exterminio Pocos pudieron salir de un campo de concentracién cuando atravesaban sus puer- tas pero hubo algunos casos en los que el reo pudo volver a reunirse con sus fami- liares y amigos. Pero al inicio de la Segunda Guerra Mundial, Himmler decreté que no se liberase a ningdn preso de los campos de concentracién, Esta orden estaba basada en el refuerzo que debia hacer Alemania contra su enemigo interior y en la necesidad de la mano de obra esclava que obtenfan de los reos recluidos en el sis- tema de campos. En plena Guerra Mundial, la mano de obra crecié exponen- cialmente, con los presos politicos, capturadas del ejércite enemigo o reclutados forzosamente por la Gestapo, llegando a subrogar a estos hombres y mujeres a empresas privadas cercanas al nazismo. Con el avance de las tropas hacia el oeste y los Emsatzgruppen trabajando a toda velocidad, las personas disponibles para internar en los campos superaron con creces las expectativas. Como vimos en el capftulo anterior, muchas de estas personas fueron exterminadas en el lugar donde fueron capturadas © por el comienzo del uso de los temidos camiones de gas, mientras otros fueron obligados a residir en guetos o emigrar. Pero, aun asi, la reclusién de aquellos que quisieron mantener vives, por sus habilidades o impor- tancia propagandistica, o no alcanzaron a asesinar fue uno de los grandes pro- blemas para e| Régimen. Para atajar esta situacién y tornarla a su favor, comen- zaron a proyectarse nuevos recintos de concentracién de prisioneros construidos entre 1939 y 1942: Gusen (1939), Newengamme (1940) 0 Gross-Rosen (1940), entré otros, También fue en este momento cuando el sistema dé campos varié sustancialmente su fin tiltimo inicidndose las primeras matanzas de reducidos pru- pos de personas destacadas por su etnia o condicién politica. Par ejemplo, en 1942 las carceles controladas por la Policia Criminal y la Gestapo |iberaron a todos los presos considerados altamente peligrosos y éstos fueron enviados a diferentes campos donde se les aplicé la pena de! exterminio por trabajo. EL HOLOCAUSTO Camino de extern 5 sac SEVEN Campo de coecentracion™ (Chuded o pueblo con pueta: 1 Qusted de trviita, z if As etatee Moaacre Ge gran ampbtud _— Princopales trayeceste te \ Kaiserwald “ercex Reich ey. uw Weak esi mabe et Vim Alindos det Ese ‘Estados ecupades por ef 8¢ |. sy, vst 2 pelvis ata tt " MMaly Tostenets Estados meutroies. forteton artes de lb Qoeita mlienidont ests capes stereo piegemerg penne mee acto Brace meee is eon mrcreen eae wecrncearmee| Bpatnies Mapa de los campos de concentracidn y exterminio en Europa. Besde 1940 se iniciaton las obras de nuevos recintos ideados tinicamente como centros de matanza en masa: los campos de exterminio o campos de la muerte situados en Polonia y Bielorrusia. Los seis centros de exterminio fueron Auschwitz Il (1941), Belzee (1942), Chelmno (7942), Majdanek (1941), Sobibor (1942), Treblinka Il (1942); hubo dos mas en los territorios bielorrusos, Bronnaya Gora y Maly Trostenets, menos conocidas porque no albergaron cémaras de gas, pero en sus dependencias fusilaron a sesenta y cincuenta mil personas, respecti- vamente. La diferencia fundamental entre los campos de concentracién y trabajo, donde los internos murieron fundamentalmente de malnutricidn, enfermedades_ extenuacién por trabajo o matanzas reducidas, era que los nuevos campos estaban disefiados para asesinar a los deportados lo antes posible una vez que llegaban'a sus instalaciones, sin importar su edad, aptitudes para el trabajo o cualquier otra circunstancia. Los seis principales campos de la muerte fueron canstruidos por otros reos y estuvieron equipadas con cdémaras de gas y hornos crematorios para llevar a cabo las matanzas. Se estima que en estos centros pudieron exterminarse mas de tres millones de personas en menos de cinco afios y, en concreto, se diezmé la poblacién judia y gitana. Sin embargo, las cdmaras de gas no sélo estu- vieron destinadas en estos campos, sino que empezaron a instalarse en otros como Dachau o Mauthausen para las ejecuciones masivas de presos. Estos he- chos tuvieron una premeditacién concreta, y no fueron fruto de la situacién o la lo- cura, para acabar con la vida de millones de personas en aras de la . Eni PoliceyWorkingPapers, 2006. Working Papers des Arbeitskreises Policey/Polizei in der Vormaderne n° 11. OWEN, James. Nuremberg, evil on trial. Londres: Headline Review, 2006 PEREIRA, Juan Carlos (coord). Historia de las Relaciones Internacionales contem- pordneas (2° ed.), Madrid: Ariel, 2009. perez Ledesma, Manuel y Sierra, Marfa (eds.). Culturas pollticas: tearfa ¢ historia Zaragoza: Fernando el Catélico, 2010. pons, Anaclet y Serna, Justo. La historia cultural. Autores, obras, lugares. Madrid; Akal, 2005. REMOND, René Hacer la Historia del siglo xx. Madrid: Editorial! Biblioteca Nueva, 2004. RODRIGO, Javier Campos de concentracién franquistas, entre la historia y la memoria. Madrid: Siete Mares, 2003. —, fed.) Politicas de la violencia: Europa, siglo xx. Zaragoza: Prensa Universidad de Zaragoza, 2014: saz, Ismael. Fascismo y franquismo. Valencia: Publicaciones de la Universidad de Valencia, 2004. SCHMITT, Carl. El concepto de lo politico. Buenos Aires: Struhart & Cia, 2002. SIRINELLI, Jean Francois (dir). Histoire des drortes. Culture. Paris: Gallimard, 1992. STIBE, Matthew. Germany, 1914-1933: politics, society and culture. Londres: Long- man, 2010. THOMPSON, Doug. State control in fascist Haly: culture and conformity, 1925-43. Manchester; Manchester University Press, 1991. TILLY, Charles. The politics of collective violence. Cambridge: Cambridge University Press, 2003. TRAVERSO, Enzo. Memoria y conflicto..Las violencias del siglo xx. Barcelona: CBBB, 2003. VOLTES, Pedro. Bismarck. Madrid: Ediciones Palabra, 2004. WACHSMANN, Nikolaus. IK: Historia de los campos de concentracién nazis. Barce- lona: Critica, 2015. WANKLUYN, Harriet. Friedrich Ratzel; a biographical memoir and bibliography. Lon- dres: Cambridge University Press, 1961. WALTON-KERR, Philip St. C. La Gestapo. Historia del servicio secreto alemdn. Madrid: Edimat, 2012. WOLF, Eric. Figurar el poder. Ideolagias de la dominacién y crisis. Tlalpan: Centro de Investigaciones de Antropologia Social, 2001. BREVE HISTORIA de la... atte la Geheime Staatspolizei, mas conc PIM lare) eM emma Cte Ucar cl Melee (eee aera me Cae) brutalidad y el EB Shalem encontraban personas normales, a adas por personas normales que entaron actos anormal a Pa BREVE HISTORIA

También podría gustarte