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La función de los celos.

Los celos y las inseguridades alrededor de este tema es uno de los motivos de consulta más
comunes en la terapia de pareja, sin embargo, los celos son un tema complejo y multidimensional
que dependiendo de la teoría desde la cual se analicen sus explicaciones y tratamientos pueden
ser diversos.

Primero que nada, aclararemos que los celos son una emoción, y como todas las demás
emociones su principal función es adaptativa, es decir, se presenta ante alguna circunstancia
externa o interna, real o imaginaria y tiene como utilidad ajustarnos a nuestra realidad. Esto
quiere decir que, contrario a lo que se dice popularmente, celos no son algo negativo, son
naturales como cualquier emoción, pero como el enojo o la tristeza, hay un componte emocional y
otro comportamental, esto quiere decir que una cosa es lo que sentimos y otra muy diferente
cómo expresamos lo que estamos sintiendo.

Desde la biología se podría abordar el tema en componentes hormonales o de supervivencia de la


especie y garantizar la evolución; las ciencias sociales podrían darle un giro cultural, desde la
forma de cómo se organizan las sociedades monogámicas, su énfasis en perpetuar el apellido y
garantizar la permanencia de los bienes materiales, hasta la perspectiva que encierra la idea de
que nuestra pareja nos pertenece y por lo tanto los celos pueden interpretarse como una
respuesta ante la amenaza de que “se me quite lo que es mío”.

Para la psicología puede haber varias causas y funciones probables de la existencia de los celos.
Hay parejas para quienes los celos son una forma de mantener viva la pasión, incluso y por las
ideas asociadas al amor romántico pueden ser interpretados como una demostración de amor; los
celos también podrían ser por causa de un ego herido, ya sea quien los siente o quien los provoca,
buscando así una sensación de poder sobre su pareja.

Sin embargo, algo en lo que se coincide sin importar la corriente terapéutica, es que, en los celos,
ambos miembros de la pareja obtienen algún beneficio del conflicto y ambos participan
activamente para mantenerlo, para que la persona celosa desempeñe bien su papel de celoso, se
necesita un celado que también interprete su rol adecuadamente.

Una de las perspectivas más actuales sobre los celos, se origina en la terapia relacional sistémica,
la cual afirma que los celos no constituyen el problema en sí, si no que son el síntoma. Ya sea que
ayude a comunicar algo que es muy difícil de comunicar directamente, o a desviar la atención de
algo que es tan doloroso para uno o ambos miembros de la pareja que prefieren lidiar con los
celos que con el verdadero problema. Manejar esta situación no es sencillo, especialmente cuando
la pareja ha hecho mucho esfuerzo, generalmente de manera inconsciente, para mantener oculto
el verdadero problema y segundo, porque no es fácil aceptar que cuando hay un tema relacionado
a los celos ambas partes de la pareja están jugando un papel activo para mantener la problemática
vigente, a veces es más fácil culpar a la otra persona de celosa y desconfiada, o de coqueta e infiel
que asumir la responsabilidad del rol que estamos jugando.

En algunos casos el verdadero problema puede originarse en un solo miembro de la pareja, para lo
que se recomienda terapia individual, la cual es de mucha utilidad para la persona, pero
perjudicará al vínculo mientras no se atienda de inmediato el síntoma (los celos), es por eso que el
tratamiento para trabajar lo celos debe ser también abordado desde la terapia pareja y así ir
incidiendo sobre la disminución del síntoma para salvaguardad el bienestar de la relación.

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