Está en la página 1de 1

No somos irrompibles

Los cristales pueden quebrarse.


A veces basta un leve golpe de abanico.
Las telas suelen desgarrarse al contacto de una diminuta astilla.
Se rasgan los papeles...
Se rompen los pl�sticos...
Se rajan las maderas...
Hasta las paredes se agrietan, tan firmes y s�lidas que parecen.

�Y nosotros?
Ah!...Nosotros tampoco somos irrompibles.
Nuestros huesos corren el riesgo de fracturarse, nuestra piel herirse...
Tambi�n nuestro coraz�n, aunque siga funcionando como un reloj suizo y el m�dico
nos asegure que estamos sanos.

�CUIDADO! � FR�GIL ! El coraz�n se da�a muy f�cilmente.


Cuando oye un "no" redondo o un "s�" desganado, una especie de "nnnns�" y merec�a
un tintineante "�S�!"...

Cuando lo enga�an...
Cuando encuentra candados donde deb�a encontrar puertas abiertas.
Cuando es una rueda que gira solitaria d�a tras d�a...noche tras noche...

Cuando...

Entonces, siente tirones desde arriba, por adelante, desde abajo, por detr�s...o es
un potrillito hu�rfano galopando dentro del pecho.

�Se arruga?
�Se encoge?
�Se estira?
No.

Late lastimado.

�Y c�mo se cura?

Solamente el amor de otro coraz�n alivia sus heridas.


Solamente el amor de otro coraz�n las cicatriza.

Elsa Bonermann
<PIXTEL_MMI_EBOOK_2005>35##########################################################
</PIXTEL_MMI_EBOOK_2005>

También podría gustarte