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Migración hacia la Unión Europea, el reflejo de la realidad social en mundo

Durante la historia del hombre, se ha presentado la necesidad de desplazarse de un lugar


a otro con el fin de encontrar mejores oportunidades. Generándose una realidad donde si
bien no hay nación exenta de movimientos migratorios, si hay desproporción con relación
a los lugares en donde se observa un mayor flujo de personas.

Un ejemplo de ello se da en la Unión Europea, donde los africanos y habitantes del


Oriente próximo llaman constantemente a sus puertas, como un reflejo del aumento en la
industrialización en éste lugar. Una industria que genera concentración de capital y este a
su vez demanda concentraciones de población, generándose un ambiente en el que las
migraciones económicas son un reflejo de las diferencias abismales que separan a esta
región de muchas otras en el mundo.

Pero cabe recalcar, que muchos de estos movimientos no se generan siempre en un


ambiente legal, ya que en este año por ejemplo, se ha triplicado el número de personas
detectadas en las fronteras de manera irregular, ascendiendo a 42.000 con relación al
2013, donde unas 25.000 personas partieron de libia. Siendo un 63% de las personas que
migran de Siria, Nigeria, República Democrática del Congo y Sudán; todo ello por razones
de violencia, intimidación a las minorías, entre otros.

Rutas de inmigración ilegal en la UE. Fuente: Frontex / EL PAÍS

Estas diferencias económicas y culturales no tienden aun a disminuir, por lo que se


seguirá observando un desequilibro en recursos por persona, además de más capital
generado del ahorro, más inversión y más comercio. Lo cual produce mayor posibilidad de
trabajo para quienes en su lugar de origen no lo encuentran, siendo capaces de
desempeñar labores de baja remuneración o de bajo estatus. Puesto que la dicotomía
entre desarrollo y subdesarrollo entre naciones es claramente arbitraria y se rige bajo un
principio en el que una región, como en este caso la Unión Europea, tiende a recibir
inmigrantes de las regiones menos desarrolladas que ella, y envía emigrantes a los
países que presentas un mayor desarrollo.

Por ende y como lo he mencionado anteriormente, la migración que se genera hacia la


Unión Europea, no es más que el reflejo de los deseos de progreso por parte de países
que no cuentan con el mismo nivel económico, siendo si bien importante el flujo de
personas a lo largo del mundo, también lo es, el contar con los recursos necesarios para
que el optar por el desplazamiento sea meramente una decisión personal.

Bibliografía

* Abellán L. La llegada de inmigrantes sin papeles a Europa se triplica. El PAIS. 2014

La Unión Europea y su necesidad de flujo inmigratorio

Si bien el trasporte e intercambio de habitantes entre diferentes países, hace parte del
crecimiento cultural de una región además de una retroalimentación ante sus procesos
económicos y sociales. Es también parte de la delgada línea que le puede permitir a una región el
progreso o un receso en su desarrollo.

Ese es el caso de la inmigración en la Unión Europea, quien según los últimos estudios hechos por
la misma Unión, se necesitarían 47,4 millones de inmigrantes en los próximos 50 años para evitar
la disminución de su población, y 67,4 millones para mantener la relación entre activos y
retirados1. Esto claramente recalca la diferencia demográfica debido a que se da un mayor
aumento en la población por parte de los países en desarrollo en comparación con los países
desarrollados.

Fuente: Revista novedades en población

Se puede ver entonces, como hay una relación estrecha entre la riqueza de una región y su
inmigración neta, ya que el flujo no solo aumenta la proporción de población extranjera, sino que
eleva su índice de crecimiento. Esto se refleja en un estudio hecho por la ONU, donde se menciona
que Europa perderá 35 millones de habitantes y necesitará 159 millones de nuevos trabajadores
para mantener su estructura laboral.2 Convirtiéndose en una situación insostenible en el caso de
que no se consigan tales cifras, ya que la población activa tendrá los costos de los jubilados, que
representan una mayor parte de la población.
Las consecuencias que conlleva en el caso de la Unión Europea, el que no hubiese un flujo
constante de inmigrantes puede ser, la eliminación de labores poco atractivas para los nativos.
Además, al verse una reducción en el crecimiento demográfico se estaría colocando en los
hombros de alguno, el mantenimiento de las generaciones anteriores y la innovación de la región.

Es entonces cuando podemos decir, que no solo es importante para los inmigrantes pertenecer a
algún país de la Unión Europea, sino que se observa una relación de reciprocidad donde la
segunda se ve también beneficiada con la inyección de nuevos habitantes al ser energía en la
locomotora del desarrollo.

Bibliografía

 Álvarez, M. La política migratoria de la Unión Europea hacia África Subsahariana:


¿contradictoria con su realidad demográfica? Revista novedades en población. 2008.

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