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La familia es la célula básica de la sociedad, pues la sociedad está constituida por familias, y
de cómo vaya la familia, va la sociedad. La familia tiene un rol social insustituible porque,
entre otras, tiene las siguientes funciones:
a. Función subsidiaria en la cual, los padres apoyan a los hijos por medio de su guía,
educación y formación hasta que puedan valerse por sí mismos.
b. Función solidaria en la familia se da una interrelación familiar y apoyo mutuo entre todos los
miembros en forma desinteresada.
c. La enseñanza del bien común y la vida en sociedad para que sean gente de bien que sirva
a la sociedad y a su Patria, ciudadanos íntegros: hombres con valores éticos universales a la
vez libres y responsables de su misión y de sus propios actos: conscientes de lo que es
bueno y lo que es malo.
"La familia y la persona humana, caminan indisolublemente unidas, la familia, antes que lugar
de íntima convivencia, antes que organismo nuclear de la sociedad, antes que forma celular
tributaria de un modelo socioeconómico, es la revelación al hombre de la identidad del
hombre. Es el primero, el más fundamental, el más específico, el más real y concreto
encuentro humano del hombre" (Documento 40 ONG¨S sobre la familia, Instituto de Ciencias
para la familia, Pamplona 1995).
No cualquier convivencia humana puede ser considerada familia, no todas poseen soberanía,
no articulan la sociedad entera con efectos humanizadores, y si sociedades de convivencia
son reconocidas como familia sin serlo, la identidad de la familia se diluye, se esfuma, se
pierde, se pervierte, dañando de raíz a la sociedad misma ya que la familia es el núcleo, la
célula de la sociedad, alcanzando una desarticulación deshumanizante.
Es por esto que no se puede "redefinir" el concepto de familia, tratando de llamar "familias" a
sociedades de convivencia, uniones y relaciones que existen de hecho, pero que no
responden a la esencia del ser y al fundamento sano social, psicológico y éticamente en un
ser humano o en una sociedad.
Si no existe el padre o la madre, hay una familia disfuncional, en las uniones de personas con
el mismo sexo, necesariamente hay un vacío de paternidad o maternidad, que trae como
consecuencia, desorden y confusión, dando como resultado una desintegración que
desembocará en corrupción, delincuencia, adicciones y disfunciones sociales.
"El reconocimiento de la familia soberana, más previa y radical que la soberanía del Estado,
conllevaría su aceptación como sujeto social primordial. Esta aceptación no podría ser inocua.
Traería muchas consecuencias. Por lo pronto, los miembros de la familia soberana están más
articulados en su identidad y relaciones básicas. Constituyen un tipo de ciudadano arraigado,
acompañado, menos individualista y solitario, más personalizado.
Como se dijo en el Documento 40 ONG´S sobre la familia en 1995, "en la adaptación a los
cambios, la familia deberá mantener su propia identidad, como aquel hábitat amoroso y
solidario donde cada ser humano nace, crece y es acompañado hasta la muerte, precisa y
exclusivamente por ser, de manera incondicional, una irrepetible persona. Un espacio primario
de convivencia humana, cuya seguridad y permanencia se articulen sobre la fuerza unitiva y
generadora de la relación interpersonal entre el hombre y la mujer, unidos en matrimonio, de
forma integrada y plena, tanto en los aspectos afectivos y sexuales, cuanto en los demás
aspectos humanos, abiertos al servicio de la procreación, crianza y educación de los hijos,
constituyendo un ámbito de convivencia íntima y de transmisión de valores entre todos sus
miembros, frente a los riesgos de masificación y despersonalización de la vida moderna"